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ENMARCADO MUSEOLOGICO

Hay objetos que deben ser protegidos, sobre todo por su carácter frágil. Acuarelas,
documentos, paños de seda, papeles, fotografías suelen ser muy afectados por el polvo,
la humedad, la temperatura y los accidentes causados por el público. No hay que
descartar que se los toque casual o intencionalmente, incluso que los roben.

A la vez, deben ser exhibidos, precisamente por ese valor.


Para ello, y desde siempre, en la vida cotidiana se ha interpuesto una lámina de vidrio
entre el objeto y el exterior.
Para fijar el vidrio, evitar cortarse y sellar el conjunto, se utilizan marcos de diverso
formato, incluso muy decorados. Esto se llama comúnmente ENMARCADO.
Pero esta forma habitual, doméstica de proteger un objeto valioso no es siempre
conveniente. sabemos que las fotos de nuestras casas se deterioran al tomar contacto
con un vidrio, "se pegan". Si son copias, siempre podremos volver a reproducirlas
poseyendo el negativo, pero si no...
En el museo deberemos tener estricto cuidado al diseñar un enmarcado.
Los llamados CLIPS, PORTARRETRATOS, FRAMES, etcétera, de uso doméstico común,
directamente no sirven y hasta son perjudiciales, porque admiten la suciedad, la humedad
y no poseen condiciones de estabilidad en su diseño ni sus materiales.
Existen ENMARCADOS MUSEOLOGICOS cuya finalidad es la exhibición y la
preservación del objeto. Hay de dos tipos:
.
ENMARCADOS PARA DEPOSITO
.

Son carpetas con solapas, que protegen el objeto


de museo de los roces, la manipulación de los especialistas e investigadores, y hasta de
la luz.
No se recomienda utilizar este enmarcado en la sala, por su fragilidad y su poca
seguridad al entorno, sirviendo a nuestro criterio sólo para guardar los objetos o
manipularlos con relativa seguridad.
Supongamos entonces que vamos a guardar, en el depósito del museo, una acuarela y
debe ser enmarcada.

1- Para realizar este tipo de enmarcado (en realidad, encarpetado) se realiza un sobre o
carpeta, con 4 solapas, confeccionado con cartulina de pH 7 u 8 (papel neutro o con carga
alcalina, por ejemplo Fabriano o Dekora). Debe ser un material bastante resistente, para
que no se "abolle" accidentalmente. Por lo tanto el gramaje de la cartulina debe ser de
más de 120 g/m2. Una de las solapas cubrirá completamente el objeto, y se le practicará
una ventana. Las otras dos solapas protegen los lados del objeto del cualquier contacto,
impidiendo que caiga por los lados de la carpeta o asome, deteriorándose.
Las dimensiones de la carpeta serán siempre más grandes que las del objeto de museo,
permitiendo a la vez que el objeto se vea a través de la ventana.

2- Dentro de la carpeta se colocará una lámina de MYLAR de 75 micrones, plástico neutro


que permitirá ver el objeto, que se colocará debajo.

3- Entre el Mylar y el objeto (la acuarela de nuestro ejemplo) se intercalará una hoja
de PAPEL JAPON muy fina, que permita la visibilidad y a la vez impida el contacto con el
plástico (recordemos las fotos "pegadas" a los vidrios de los portarretratos que a veces
tenemos en casa...). Este papel japón puede tener en lápiz los datos del objeto, a fin de
no escribir sobre la carpeta. para escribir, apoyar el papel japón fuera de la carpeta, por
supuesto. No es cuestión de marcar el objeto original.

4- Luego se colocará el OBJETO, que quedará entre el papel japón y la cartulina del
dorso de la carpeta. El objeto (la acuarela del ejemplo) estará fijo, mediante un par de
bisagras de papel japón o sujetadores, a otro trozo de cartulina rígida de alto pH (8 u 8,5)
como respaldo. Para exhibir la acuarela, se retirará ésta junto con el respaldo y se
enmarcará de otra forma, que veremos a continuación. Esta cartulina deberá dejar poco
margen, cabiendo casi exactamente dentro de la carpeta, para evitar que el objeto se
"mueva" dentro. Es conveniente dejar 1 o 2 cms. de contorno libre entre el borde de la
cartulina y los del objeto.

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