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e mD

LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL'
EN GORDON HAMILTON :

Las Menicas tender 4 hacerse rifcudisies, a menes que


3 ls revist contamiemento a dr luz de las necesidades del
Siente y de los cambios eoclnes (Qh 128)"

Aprende, progresa y se socializa" ¡GH 106-107).

A partir de la cbra Teovía y Práctica del Trabajo Social de Casos?, de


Gordon Hamilton, y luego de haber r L anics as
SEbre l0S velCios apcries qué Mary Richmond resiizara a nuestra discigl-
na, proponemos un trabaje similar con esta auñora.

Panrenes de una breve reconstrucción bibliográfica haciendo hincapié


En SU vasta Trayeciona profesional y académica, para luego realizar una
A general de la obra y posteriormente adentramos en los as
dos con la DTI, reflexionando desde la actualidad sobre Ica
aparés que comsderamos en varios cagos, aún vigentes para al TS y para
la toemación de los fuluros profesionales

Al igual qué én las capáulos anteriores, y a fin de favonocer la compren-


són del pensamiento de la autora, explcitaramos el significado que la air
buyo a les pri ncipales conceptos utilizados en el temo.

1. Breves referencias blográficas:

'GH, trabajadora social. nació en EE.UU, el 26 de diciembre de 1092. A


lo largo de 51 larga trayectoria profesional conjugó el ejercicio prolesional

- El sistema re citas ubizado sé compone por las iniciales de la autora méguido del
númen
de paga comenondante del into en análisis: Teoría y priciica der Trabajo Socia de
Casos

' En adelante, OTI,

2 En adelanis. OH

Ca Tecrid y Prderoa del Tapaje Social ce Casos. 1960. Ed. Comilicas La


Pr Médica Wen [ad 1940).

Es casi unerte el maiedal en castellao po ib lirmano eii e vital actes la vida y


obra de set Agura sobrerañerie del Trabajo Social.
ON FECHICO-NSTAUMENTAL EN TAaBajo, L
5Ó€ay —

usiones, con la docencia, investi 6


consultoria y supervisión. Fación, y Blue;
numerosos grupos, especialmente niños Y los,

Mundial.

de Mary Richmond. a través de qui


a York donde desarrolló actividades de “atan ia
Aranda, M.. 2004: 246) Arte y
mo, ue una de las más prestigiosas docentes de la
Social de Nueva York (New York Schoo! of Saciar Cuna,
la cual ingresó en 1923 y en la que permaneció asta 1
ese mismo periodo, Trabajó con el Social Servica p 6
A Hospital de Nueva York durante siete años hasta T
del Depañamento de Trabajo Social en el Te a y
Pelar Admnisiraton. En 1930. el Departamento del Servieig Social Et;
cho hosptal publica A Medica! Social Terminology: donde en la E

an el ámbito de la salud. Fue tambén consuliora de y


del Comié de cuestiones sociales de Grupo para el vane
Psuialria desde 1949 a 1953 (...) En la Columbia LUniversiy, muni es
Evelyme Burns: y Philip Kbeins, fue pionera al desarrollar un program
de dociorado en Trabajo Social”, abriendo un camino que siguenae
medialamente otras universidades. Hasta 1962 fue editora jefe de l me
la Socia! Work" fidem).

Durante el periodo de 1931-1945, sus producciones teóricas más impre


Eanles =2 desarrollaron en el campo del Trabaje Social de Grupo y dee
Erganizaciones sociales de la comunidad. Estos avanóes aportammint
Olros, comcimientos sobre condiciones ambientales en las que seda
rollan los grupos y la dinámica de los mismos

Erin Bums (1900-1985) fue una precursora de la


Y miembro del Comtá Presidencial sobre Seguridad Er
95 lommlar los aspectos especificos de la Seguridad So:
MU aprobación. Fue presidenta de La Conferencia Hacional de As
V 1022: y vicepresidenta de la Asociación Amencana de Sali P
Participó En la Asociación Americana de Mujeres de la Universidad Es

Universitarios, Fue profesora en La Liniversidad de 59

a * Pri Ken hue colega, compañara ana ,


y estrecho colaborador de Many -

Sage Fouraton 1 E óntiza estaba puesto en los servicios públicos. SU

e. al primar Comité de Investigación en semco Sodal

unidad Social an Estados lea


a en 1934, sendo dia quel

LA DIMENSION TECNICO

— Enelaño 1880, la Universidad de Colomb

Theory and Practice of Social Case Werk y en el año 1951 se ediió


versión actualizada del mismo debsdo. según la autora, al gran " =
se produjo an el campa de la peroguierría, las ciencias sociales y el desarróllo.
del Estado de Benestar. Por olra pañe, en dicha obra se clarifica la difarer-
cia entre el Trabajo Socal y el psicoanáliss, tema que dio lugar a grandes
contusiones, :
iras de sus principales publicaciones es Psycho-terapy in Child
Cuidamos.

Con relación a los aspecios técnico instrumentales escrit dos obras,


Social Case Recording y Principles af Social Case Aecoming. publica-
das por la Unmversidad de Columbia en 1936 y 1646 respectivamonto. En el
perméro, "plantea la necesidad de contar con registros y archivos de las ca-
sas para el aprendraje, para otrecer un mejor servicio al ciente y facilitar al
pretesonal la comprensión del mismo y la situación. Los capitulos giran en
ceo al loralo, 2l proceso, y ala estructura del registro, al grien cronológica
de entrada y el sumario, el dagnióstico y el plan de tratamiento. camas e im-
lorraciones, problemas especiales en el registro y los mgistros en la asis-
tencia pública”, En el segundo resaña la importancia de la mtierdependencia
entre “práctica y registro”. descnbleno “los mélodos, las técnicas y la ética
del registra, sobr la adaptación a cada caso, la narrativa, las cartas, el es-
bo y al sumárió, la estructura de la agencia y condiciones políticas del su-
mano" (Uriversidad de Huteva, 2004: 239-2418.

Con respecto A Sud perspectivas teóricas se observa la clara infuencia


de Mary Richmond en cuanto a su concepción del TS y ala función centrar
del diagnóstico en el roceso de infervención, así como en lo que respecta
a zUS vales y pincjies Nosdiicos, la concepción del sujelo, la dimensión
-polííicar y la subariinación de la dimensión Iscnico-irsinumantal 4 los
objelvos y metas del TS. Con la mema comundencia que su amiga y cole-
qa, erilicará severamente lodo proceso de burccralización e rutinización de
la práctica profesional,

Junta a Flerence Hollis? fun una de las in


“odadoxía psicoanastica” y según Miranda Aranda “es quizde [a
na representante de la Escuela de Nueva York y del modelo psicosocial

ñ Lamertutiemente no hemos portada contar eur estas obras para ln elaboración de


esta
publicación
+ Florence Holis [1907-1887]: Lego de estudiar Psicología y Sociología comenzo, en
His,

ar Trabajo Social en la Escuiia de


e Too ascnitaria cel Insibto del Servizio Social Famair del esti de Cinvland. y
muperd.
sora de sue colegas En 1984 cusles A merapy sicosanil vadución Nros Kie | TER
Ines veces. Organizó un veama de cauitración y MUDEL SES 5
basándose en ol ardlisis del contenido de expedirtes del
1 especialmente niños y los relugiados de

Richmond, a través de quien ingresó en la


donde desarrolló actividades de “atención directa e (n-
rana, M.. 2004: 246).
a de las más prestigiosas docentes de la Escuela de
uva York (New York Señoo! of Social Wonk), institu-
EN 1923 y en la que permaneció hasta el año 1957
odo, “Irabajé con el Social Senice Department ol
de Nueva York duranie siete años hasta 1932, y lus
mento de Trabajo Social en el Temporary Emergency
L ¡En 1930. el Departamento del Servicio Socia de di-
publica A Mercal Social Terminology, donde en la primera parte
ntemos” y 'edemos' de una 'mala adestación', y en
mirece un glosano de definiciones y términos
El ambilo de la salud. Fue también consultora de investi-
de cuestiones sociales de Grupo para el Ávance de la
1949 a 1553 |...) En la Columbia diniversity, ¡unto con
y Philip Klein", fue pionera al desaroñar un programa
en Trabajo Social”, abriendo un camino que siguieron im-
Universidades. Hasta 1957 lue etora ¡ete de la revis-

a mpar-
Gara en el campo del Trabajo Social de Grupo y delas
sotiales de la comunidad. Estos avances aportaron entre
Acho condiciones ambientales en las que sa desa-

Y la dinámica de los mismos.

BOÉ- 1605 hue una


Presi Pricursora de la Seguridad Social en Estados Usos
Seber Seguridad Económica en 1934, siendo ella qué” ay
de o 0 la Sepuédad Escial en su paro por el Congreio pará
Eonterencia Nacional de Asstarea Social (FE UL.) de 1957
naaa Americana de Banus Púbsca on al periodo 1965-1070
= Mresicans de Mueses de la Universidad y en la Ascea-
Fa profesora un la Universidad de Columbia por

ha Y 8echo colaborador de Mary Aichmond e la Aunsed


BE atea PusTio in es marcos pinicos” me pregcupación por a
Tal TR: de Ivemigación 4 Senicio Eacial, ciendo 4
meo O) Una de sus mayor pe
ACM Ndejuaes mepocto de los ":
Aran. e decieraciones peneras de validez cientifica

Theory ana Practice of Social Case Work y an el año 1951 se editó una
versión actualizada del mismo debido, según la aulora, al gran avance que
se produjo en el campo de la psiquiatría, las esencias sociales y el desarrolla
del Estado de Blenestar. Por olra parte, en dicha obra se clarifica la diigren-
cia entre el Trabajo Social y el psieganálizs, tema que die lugar a grandes
coMNusiones

Otras de sus pri ncitales publicaciones es Peyeno -ferapy in Child


Guidance.

Con relación a his. aspeciós técnico nsfmmentales escribo dos obras,


Socia Case Aecording y Principles af Social Case Recording, publica-
das paria Universidad de Columbia en 1896 y 18465 respectivamente. En el
prrmero, "plantea la necesidad de contar com registras y archivos de los ca-
508 para el aprendraja, para olrecer un mejor servicio al clianta y facilitar al
prohes» la comprensión del mimo y la situación. Los capitulos giran an
somo al formalo, al proceso, y a la estructura del regisiro, al orden cronológico
de estrada y el sumaño, el magnóstico y el plan de tratamiento, cartas e in-

a, problemas especiales an el registro y los registros an la asis


blica”. En el segundo resalta Ea importancia de la
áciica y registro”, describiano "los. méledos, las lócnicas y la élfica
del regisiro, sabre la adaptación a cada caso, la namalivá, las caras, el as:
tila y el sumario, la estructura de la agencia y condiciones políticas del su-
mano” (Urewarsikdad de Hulova, 2004; 235-2017.

Con respacto a sus perspectivas teóricas se observa la clara infiuencia


de Mary Richmond en cuanio a su concepción dal 75 y a la función central
del diegndstico en al proceso de intervención, ASÍ como an lo que respecta
a sus valores y pancipros Mosáficas, la concepción del sujero, la cimansión
2 y la subovdinación de la dimensión idenco-msimmental a los
34 y metas del TS Con la misma contundencia qué su amiga y cola
rincará severamente tudo proceso de burocralización o rutinización de
la práctica profesional,

Jurso a Florence Hollis? fue una de las preon a la


“oricdonia psicoanalilica” y según Miranda Aranda “es quizás Loma
na regrasentaride de la Escuela de Mueva York y del modelo psicosocial

"E E no hemos pádoo contar con estás obras para la aliboración de esta

romanzó, en FTE.
* Forenas Hala [1807 FAT] hugo de entudar Prlenlogia y Sociologia

E estudiar Trabajó Social en la Escasa de Peñataria Fue docente es disrentes


urveaicia-
des. Fue secretaria del instraris del Seracia

pobre los MolvOs de


True veces Organizó un sistema ea cimifiación o moléga” in
Casincone eri análisis del coslerajo de axpedanies del Sarco “

1 CAMENSION TECNICO 145 TRUMENTAL En GORDON HlaLTOR a


— Enel año 1940, la Univorsidad'de Columbia publica la primera ecición de
nda e pte compatibles. la aspiración
de las aportaciones del Psicoanálisis al Trabajo

alado por Mary Riehmend de “hombre an


q el de "persone-en-situación” dentro de un con.
“en el concepto de realidad psicosocial
que las dificultades presentes en las personas
ablemas Lenen relación con el entorno social de lag
* a los disturbeos de la personalidad o las Condicionas
'sujelo. Por la tanto plameá que la modificación de las gi.
- y del medio social debe ser simultánea. Aquí se
a el ideaño pregmalista” (GH: 247) en relación a los fines
jr el TS, la relación individuo-sociedad. la interacción cons-
d objetiva y subjetiva, elc,
ó un rol importante a la opinión y la participación
S en el proceso de mtervención, como también plantes
Ea relación entre estos y el trabajador social en dicho

que la inconoración de una mirada que incluya los


Da EXIernos o los aspectos sociales es sumamente im-
A periodo histórico (1920-1940) en el cual las dversas disciple
Enlos aspectos individuales, quedando en un segundo plana
Telegado el “mundo extemo” y las expectativas respecto del
y su contribución al cambio social.
CETUN comerto de Muerte enfrentamiento entre el "medelo
Y el modelo funcional", Hamilton propone una integración
ambas escuelas, lo cual será retomado posteriormente par
A SU vez, explica su posicionamiento con relación a las
Comnanes en TS aclarando qué “aun cuando apreciamos
1 eperaciones de la práciica Juncional, (...) nuestro punta de
El enfoque “diagnóstico”: (GH: 5 y 6).

para el estudio y la prevención de la Tube"

: — En ese mismo año fué pa


1 Con: Thomas

*Eatajo de caso sidera qué fue que

¡Aa Fiatinzon y Jussie Talt en la Escuela de

— Sus intentos por desamolláruna perspyetva


servan a lo largo de toda su obra, y como
SA), "Gomar Harmon

2. presentación de la obra Teoría y Práctica del Trabajo Social


de Casos!

La segunda versión del texto Theo and Praevice af Secial Case Work
(1951), 'raducida al castellano en 1960 con el ifulo de Teoría y Prienca del
Trabajo Social de Casos, se constituyó en uno de los textos claves en la for-
mación de los trabajadores sociales en EE.UU, ala vez que ha sido utiliza-
de en el campo de la medicina, el derecho y las ciencias scciales on vidud
de su enfoque imerdisciplinario y refiexivo respecto de la complemantaniedad
de las diversas disciplinas, tanto en les procesos de conocimiento como de
intervención.
Tal como lo explicita su autora, la primera edición publicada an 1940 fuvo
que ser reeddada una década después debido a “los ediracminados avan-
ces del bienestar público" (leyes de seguridad social de posguerra), así como
las adelantos en psiquialia y en las ciencias sociales, lo cual permitió pro-
fundizar y precisar “el concepto de caso psicosocial" y la
intersección entre los factores Íntemes y axferes, aspectos objetivos y sub
¡efvos, presentes en loda silvación problemática que requiera la intervención
pretesional

Es evidente, a lo largo de su obra, la ere impronta de la "Psicología del


yo" y del psiccanálisis freudiano, el cual se expandió en EE.UU: a part de
los años '40 en pare debido a que sus “principios puedan adaptarse 4 diver-
515 profesiones”. En lo que respecta al TS su aporte fundamental estará vin-
culedo con las “teorias de la personalidad y de la psicodinamia
conducta" en lanto so trata de un sistema que oltece en sí mesmo “una doc=
trina evolutiva de principios y mélogas”1s. Esta influencia va a coservarse tanto
en la comprensión, como en el abordaje del 'caso social desde una pars-
pectva dinámea e integradora de los lactores y procesos imolucrados: 0
cho enfoque estará basado en el concepto central de proceso psicosocial.

»*

* En adela. TS. E
“El penita tuvo Nate mpeco a diversas dacuinas Cor ARO IE
que eceneuyaron a mu eulgación an EE.U: puede consultaria Puna. st
no debe dejar lugar e confusiones da

como una "psicologización del TS. M

exo señalará con insistencia la especiticiday

ajador social.

del libro, el mismo consta de 333 páginas or.

hulos que están divididos en dos partes:

ea y métodos de TS. É

Estudio y diagnóstico. Base del tratamiento.

puesla por cinco capitulos, se exponen "los proce

meda de distimas combinaciones definen el área y el

5 del TSE" (GH: VI).

A los einco capítulos restantes, se describen estos mis.

s de un modo sistemático de enfoque para el Estudio

base para el tratamiento”.

laro, sumamente preciso y a la vez fácilmente compren

en iodo momento referencias a la complejidad de la forma.


alusones directas dingidas alos estudiantes de TS. En tal

en densas oportunidades que la división del proceso de

1 en “etapas” es cticia, dado que, 5l bien posee una lógica

proceso dnimico y dialéctico en constante movimiento, y en

división solo hane fines expositivos-didáciicos, Asimismo,

walor son los extractos de historias seciales, los cuales

e valor pedagógico e dustratvo (dem).

entonces, una breve sintesis de los principales temas de

en esta obra y el posicionamiento de la autora a din de

que ocupa la OTI en el mismo.

Me, EOmO ya dijimos, está abocada al abordaje de los pro-

que. definen el área y los métodos característicos del

presentara las premisas y métodos fundamentales del


Cial hincapié en los valores que guiarán y darán signifi
E y lines del TS, y presentará su concepto clave más im-
'"psicosacial
Una señe de rellexiones sobre la ciencia y los valores
Cenirarse rapidamente en el tipo de problemas y pro-
QUe competen al TS,

28 Métodos y procesos (GH: 12) señala que para al


rela Mejoramiento an las condiciones de vida
y Manas satisfactorias", y dado que existen nece-
FOMUNdad, de grupo y necesidades individuales, el

denominados “planeación de asistencia


FOMUNIF, TS de grupos” y “TSC”, a la vez qUe

———

si para el logro de sus fines últimos, y |


referencia a los diversos "mátodos”, tal como su |
ahocará al TSC.

mismo tiempo de la sociedad, son: j


a) El uso de la relación, conde hará referencia a las

éticas, la Participación del ciente en al cambio, El uso de la

Relaciones con más de un trabajador social (GH: 28).

b) Los métodos de la entrevista (GH: 51), La historia


referida por ál mismo; Interpretación y explicación: Tratan y qual
nación. e
€) Uso de recursos sociales y la experiencia viva (GH: 63). N Ñ
ye. Conocimiento y destreza en el uso de los mcursos sociales; La
como experiencia de vida; El sistema de grupos como axpariencia viva -—
d) Los requerimientos de las prácticas de agencia y de interagencia
(GH: 116), donde recupera los aportes del modelo uncional y desarrola mi
pectos vinculados con el trabajo a nivel insitucional, anira alos: Campo y
esceñaro; La importancia de la función: Estructura y función de la agenciar
Cooperación entre agencias; Registro de casos: Colaboración del personal
e inferdiscipama. A
Como ya se hizo mención, en la segunda pare, Estudio y diagnóstico
Base del ratamiento, desarrollará a lo largo de los cinco capilulos:
los diversos mementos del proceso de intervención y dedicará el
tulo al trabajo instiucional, Los ejes iemáticos som:

los procesos de “emisión”, análisis de la demanda (GH: 149):

las "métodos del estudio de casos” (GH: 185;

los “procesos para el diagnóstico y la evaluación” (GH: Z19E


- los "métodos de tratamiento” (Gh: 244); se

105 escenarios pemarios y secundarios (GH: 280). o

Por último presenta más de 150 referencias bibliográficas y


to indice temático con les principales conceptos vilizados.

En relación al desarrollo de la intervención pra al


aspecto central son los “procesos para el :
sumamente interesante recuperar su propuesta
“i 54 redere a 1051. "a
através de las entrevistas, la Cual,

registrada" (GH: 218)17.


uida por Mary Michmond, GH

a e la "comprensión del funcionamiento de la persona con


problema y la uniización de los recursos tanto extemos como

pesar de los emorét de interprelación percibidos, £e observa con


claridad que "a división arbitraria del proceso del TSÉ en nta-
un mátode intelectual para ayudamos a comprender la nafuraje-
proceso total” (GH: 220). No obstante, con lines fundamentalmente
vOS y pedagógicos, describe en farma separada estos “dos modos
arios de interpretar el significado de un caso”. En fal sentido
que “tanto el diagnóstico como la evaluación son opiniones
1 (GH 221) producto de una conjunción de conocimientos
sobre el funcionamiento social, la estructura del carácter, los as
socio-sconómicos, culturales, educalivos religosos, etc. Se suma a
una serie de bécnicas e Instrumentos aplicados con hableíad, pericia
linenca según el caso. Por lo tanto, advertirá que los estudiantes debe-
Bruna completa formación en eslos aspectos dado que “sin un pro-
[ conocimiento técnico que incluya uña formación y adiestramien-
[perfecio en las ciencias sociales, no se puede elaborár una Mstoría
Sn Geteminar elegibilidad o hacer diagnósticos úlles y exactos

De manara que, silos resultados del disgnóstico serán la base del trata-

: 56 lrála de uno de los momentos claves en los: que se manifiesta el


del trabajador social por el mejoremiento resolución de la
“e planteada por los sujetos. “Los rabajadores sociales tenen un gran
5 en que se establezca tn adecuado estándar de vida, buenos niveles
oresos ET omciones de abajo, profección por medio die los
mas E. al y también en el terreno de las retaciones huma:
emita, justicia social, derechos civiles, ausencia de dis"

imitaciones, relaciones de Irabajo constructivo colaboración ¿2


para el bienestar común” (GH: 222), Par todo lo expuesto: de E
sistir en que sin el conocimiento y manejo adecuado de las hécnicas e e
mentos específicos, ello as imposible de lograr. —

El anteúltimo capilulo, amocado a los “Métodos de tratamiento”, nlomará


la cuestión de los fines del TS y dará cuenta de sus diversas modasdades,
con relación al tema de este libro, profundiza la importancia de la entrevis-
ía, esta vez en términos específicos de intervención. Por otra pañe, es im-
portante señalar que en asta instancia la autora, adalantándesa a sus pro-
bables criticos, realizará algunas aclaraciones respecio de la teminalogía uti-
irada ef el texto y el significado que ella le atribuye ema que desarollane=
mes más adelante).

Coviamente, para quienes nunca han tenido contacto con la obra, auma-
do a los prejuicios que algunos tienen o tuvimos con relación a las autoras
clásicas del TS, cieña terminología podrá resultar “chocante”, en particular
aguella qué Se asocia al funcionalismo” d a la supuesta (y simestra)
imencionaldad del TS respecto del "mantenimiento del sistema capitalista e
complicdad con el salu quo". Es claro que esta colega no planiga una
ranstornación radical del sistema (como casí nadie lo planiea hoy en día
coma un obeñvo del TS); sin embargo, más allá de las críticas que poda.
mos hacer a su pensamiento, es imprescindible un estudio profundo de “su
perspectva” para comprender el significado que atribuye a cada concepto.
En tá do, oporiunamente haremos breves referancias con relación a
conceptos centrales como “adaplación” o “tralamesnto”.

En el úlbmo capítulo, la autora incorpora los conceglos de “campo y


escenario" para refenrse a los espacios institucionales en los que se
desarrolla el ejercicio profesional, Para su abordaje se basa en las intere-
sanles propuestas de H. Perman%, lema que lamentaniemente no podre
mos abordar ya qué escapa a los objelivos de este libra. Sin ambargo cab
aclarar la importancia que otorga a la necesidad de "dominar y conocer an
profundidad los aspectos genéricos en las distintas agencias e instituciones,
tama no siemere sencilla, “lenta y penosa”, "dificil de coleneme y de asimi-
larse”. Aquí incorpora algunas señalamientos vinculados con la relación en-
tre servicios “generales” y servicios “específicos” o especializados, señalan

1 Algunas n sobre ul a da

Trabajo Social en el Siglo XXT- Aupluras y contratadas.


resto pie proyectos dico poíiicos que hoy st prpugnar” ULT DA TEL

1% Nos refarimos al texto da HE. Puriman, *Gerest API Ol SES PTI


publicado en Sccia' Service Aevien, XXI [sepye=bra. 2053:201 y PEA

pág. 116.
en “cualquier profesión”
cara uf estancamiento en su desarrallo
ja autora sostiene que la aiferencia entre al Ts
: =ól0 tiene su oñigen en los elementos acmi-
e esía diferencia no es inherente ala calidad q
dia los senicios públicos brinden una atención
y podrá 4 no alectar 21 eslidad, pero los "métodos pro-
idámticos, con la salvedad de que las venlajas de las
(al quel que hoy día de las ONGS) están en la “ei
a de intervención, “la nvesbgación 6 la promoción de
" (GH: 123). Asimismo es sumamente crílica frene a La
- rutinización” de los servicios como ante quienes conci-
o una "empresa?" “Es evidente que las métodos de
son servicios, no mementos de una organización ni rue-
jamo, Las objetivas de la sdmimistración son la pro-
cia de les individuos humanos, mo él manejo de esta-
es an UN mapa, o líneas en un plano”.
al rel y las funciones que desarrolla el TS en las diversas
En toda momento se cbhsenva en el lero una perspectiva dei-
a alenta a los permanentes cambios socio-culturales. En
9 señala que "las funciones deben ser modificadas en razón de los
cb Is, necesidades, facilidades y también de los nuevos
E bácnicos y cientificos” (GH: 118)22. Por lo tanto, “el sign
estructuras y úunciones comemporimeas debe sor compre

de la esiruciura del bienestar social como un todo"

[CO E a ro Piera en las mames. de jes tuncionaros porque


Ae las mélodos para cargar cars 6 confeccionar sapatos pogían
ae] Seres humanos en desgracia”

de o ey Enprases m Educañon lor Publcoocia Micr”, en Maiod


loma como

f semplo las Modiicaciones que se produjeron en

Al hedño de sacar a un niño del hogar cuando 645 PA"


POr una nueva perspectiva según la cual “Mann

Ya sit mencionó anteriormente que para GH los objetivos y


TS están Intimamente relacionados con el logra de mejores cc ia
vida y el lomento de “relaciones constructivas”, Es imgertanie _
toncas que ae A6i, según la auiora, pueden observarse los grandes -
cambios con relaci na las modalidades de abordaje al "desaparecer -
dal pobre” (GH; 121) y al emerger una tendencia “hacia mor
denada de estructuras y funciones dentro de un plan total de bienestar para.
tada la comunatad”, Una ver más resalta su crítica contra toda visión Irag-
maniaria del abordaje de los problemas sociales, y adelantándose en vanas
decadas e los posteriores estudios de política socíal y al entremamiento de
la cuestión social, plantea con clandad que “las clasificaciones són úies cuan
de hacen que Aloren a la supericie aluaciónes qué. 51 58 les presta alen-
cin, comducen a MUeVOS ONocimTIENtas y métodos de iralamiento”. 2n am-
bargo "las clasificaciones pueden paralizar el progreso sí sus valores se el-
van iscamente er categorías permanentes y procedimientos aislados” (GH:
122). En este sentido, casi medio siglo después Pier Aosanvallon ¡1595:
194) hará una severa crítica con relación a la inadecuación de los medios
puramente estadísticos para captar los lenómenos de emclusiónís.

A partir de este posicionamiento es qué GH señala que para lograr una


mejor eficacia en él cumplimiento de los objetivos “el principio unificador es
al mélado profesional característico” del TS, que combina “conocimbentos,
esncaptos, técnicas y hace uso de recursos instrumentos y sstemas
basados en un diagnóstico como base de acuérdo con el problema” y
con la participación activa de los sujetos, Elo es lo que la permite esmr
preparado para “participar del esfuerzo común con otras disciplinas”
(GH. 123)

Ctro elemento a resallar con relación al reconocimiento de la labor profe-


sional, e e en cualquier otra profesión, es la construcción de su legi-
timidad a travts de la expansión de los servicios sociales.

Ura cuestión que puede dar lugar a controversias en el planteo de la


aulora es su concepción respecto de las relaciones que deben establecer
se entre Ts-inslitución-sujetos, En fal semido plamea que el TS debe
“ieniticarse consinictivamente” con la instilución en la qué trabaja y “apren-
der a usar de sus servicios y procedimientos con ulilidad para el cliente” (Gi:
127). Sin embargo, no se trata de aceptar acriticamente los lineamientos

24 Dicho auor plaritra que "son laa oemas? de ma himen y na aus cameiaraicas xx
profesionales tas que ls acercan. ES por so que (os euruias) vo corales PLE CE
Misad social mi un gro astadistico”. De manera que al “enfuqui amaia *C5 SE
cuado para su comprensión | | No bene rimgún santo apre ha ls
Emegoria Lo que hay qué lener en cuanta son los procedo de po ”
inviduce de que se rula, un electo, debe comprenderia a parír

las iverrupciónes que suiiemn”.


presente permanentemente, su reilexidn
— teóricos, técnicos y éticos,

a lo cual “necesariamente se reflejará en la ad


ricular, con relación al tema que mos concieme, ag.
henden a hacerse rifualistas, a menos que se las
mente 4 la ur de las necesidades del cliento y de los
(GH: 128)
geñalar que, a pesar de que el TS desarrolla ciertos mélodos
E establecidos por la insiftución, en tado momento conserva
acción para determinar y objetar cuando le parezca con»
an interés del cliente y de la sociedad, Desde el inicio
los Irabajadores sociales hemos debido enfrentar artilrarie-
E contraños a nuestras concepciones o ideas. Frente a estos
1 nas enseña con absoluta caridad que si nuestra “concen:
onal está en pugna con la práctica diaria”, tenemos la respon-
1 de planteario “por medo de medidas adecuadas”, y si realmente
5 0 nó cvemos en los objetivos institucionales y resimente no
' modificaciones, nuestro "deber moral” es buscar Tal
lts pañe. Nuestra obligación es trabajar para prevenir los
Sociales, así como conperar de un modo constructivo (que
15 propasivo) en aquellas actividades necesarias para el “me-
progreso de las condiciones y servicios de la comuni-
de COn la sUtora en que alar a esta obligación es faltar a
más elemental,

aceptar con demasiada rapidez las rérminos


de e] 128). Coincidimos en que reglas claras y bien de-

institución, CONtnbuyen a un mejor proceso de inter-


SN Que ayudan a ii persona a “ener mayor confianza
1 responsabilidad, dado que el TSC
En lugar de atribuiries tam sii

LA CNEA TECNICO NET MENTAL EN

. Gordon Hamilton: su concepción del a:


E y la dimensión ético-política 79, el proceso metodológico. y

refaciones de trabaje constructivo colibaración


para el bienestar esmirr [Gh 222) e grupos

El lugar y la preocupación de la autora porlos fines últimos y las valo-


res que orentan al TS quedan explicitados desde un principio en el primer
capítulo fulado “Fremizas y métodos de .

Asi, el texto se inicia con un posicionamiento de la autora sobre algunas


cuestiones básicas. En primer lugar señala que tanio los “málados y fines"
como la “ética”, “se derivan”, cobran sentido y adquieren “significado” a par-
tr ds premisas generales vinculadas con el “mejoramiento constante del
hambre” y el “bienestar general”, el cual debe ser “ampliamente promoni-
es”, En tal sentido, la misión fundamental del TSC es contribuir a la “qual
dad de oportunidades, respeto al derecho de minorías y derecho de li.
bre expresión” (GH: 1)

Con mel: a 51 dimensión política, considera que el TSC contribuye


ala construeción de una sociedad democrática, en la medida an qué so
prescupa por las necesiiades, derechos y libertades del individuo.
A Te de evitar equívocos o interpretaciones emáneas score sus primipa-
les ideas, cabe resaltar la siguiente cita con la que concluye su obra:

“La democracia política no puede sobrevivir a menos que se base


Ef el bienestar del pueblo, pero ese bienestar no es cosa que pue-
da darse o quitarse a voluntad: debe ingrame progresevamente a tra-
VES de 44 participación activa del Estado. El TS está compromeñido,
ES Cría, 07 la empresa de proporcionar las elementos materiales del
bienestar —asistencia, establecimientos para niños, cuidados hospl
talaros, actvidades recreativas, elc.—, pero no es ese su nico obje-
tvo. Tiene gran interés en establecer programas de acción con miras
a crear un mejor orden social, más 10 es este tampoco el folal de su
contribución. La participación de los obrevos en la industria, del perso-
nal en su propia administración, de los grupos 4 su educación, de las
comunidades en el planeamiento social, de fuerzas informadas y nus-
ponsables en la acción social, sólo es constructiva sí se
Uña actuación sutodeterminada, cooperativa y altruista :
encien y rodas ellos se apoyan en úiti-
sie qe socializar la personalidad marvigual,
para el desarrollo de una sociedad
mejor y más feliz” (GH: 318125,

"la dlica que se deriva de estas premisas (...) conduce a


mentales que colocan al TS entre las profesiones

la primera humano está constituido por


una o sea una realidad subjetva y una reavdad

que hañen entre si una interacción constante; la seguncda, que el


carácienistico del TS, a fin de alcánzar sus mias, Incorpora an
tanto el conocimiento eiemblico COMO Ks valores sociales”,
la dimensión élica cobra uña imporiancia central en la medida
14 vinculada, según la autora, con las obligaciones y responsa-
5 qué el TS tiene haria su “cliente, 5U agencia, la comunidad y si

TAS
"proble-

E S es 18
naturaleza de la relación”, Y enel marco de dicha relación. Ap a la res
ación ca de resguamdar y proleger la comiderciaiad a partir de la cbli-
E dlica del secreto profesional.
Hebiniendo a sis concepción del hombre como un “organismo hiosocial*?,
E ue el “caso”21, el problema y el tralamiento sempre deben ser
"5 por el trabajador social como un pregeso psicosocial (GH: 1)
E bra de 55 ideas centrales, a nuestro juicio dinámica, ecológica
a sosteniendo que el caso social es “un acontecimiento vivo”?
Emgue “siempre incluye factores económicos, lísicos, men-
, y Sociales en proporciones diversas” (GH: 1-7).
MIACapié en que, si bien frente a las miemas condiciones
1 parronas pueden sentir y acluar de muy diferente manera,
Sociales lenen caractorísticas comunes ya que incluyen una
- st una realidad objetiva y un significado que esta
L para quen la experimenta (GH: 2),

Es [rre Adams, anal es dará la influencia de la Tecna

"Delano, Calvin tor ¿.te Mastory, ps 28 y siquiera

- A IENTICN TEC NS MENTAL EN OPDON trono

fecupera así la tradición iniciada por Richmond, resaltando


105 centrales: la perspectiva de los actores y la “función” del Copos y
ado lo expuesto. se deduce que no puede quedar restringida las cuas-
mea materiales o “condiciones extemas". +

En tal sentido, el TS ene la responsabilidad de comprender climo


viven los sujetos y Todo lo que ss relaciona con sus experiencias sociales.
así como eón sus sentimientos sobre estas experiencias”, siendo el Iaciar
esencial €l conocimiento de la forma y al grado en que al maviguo está
afectado por su medio. y la repercusión que bene el problema en su medio
Eutiural.

Simultáneamente, debe lograr qué el individuo participe plenamente an


el mejoramiento de 54 propia socialización y buscar el equibrio anire Tas
puerzas infemas y extemas” en una situación particular (GH: 2) procurando
en tado momento que el individuo se dirija él miamo.

Con respecto al TSC y a partir de la definición elaborada por Mary


Richmond, plantea que puede definirse como “el ame de hacer diversas cosas
para y con las diferentes personas para alcanzar de uma ver y simultimas-
mante su mejoramiento y el de la sociedad”.

Aquí es evidente, como a ló largo de toda su obra, la perspectiva


imeraccionista y en particular la infuencia de George Meadt0 con relación a
la participación de los sujetos en la construcción de la sociedad y viceversa,

i 5 la infivencia John Dewey con relación a su concepio de “exper


su "teoría de la democracia” y de “la unidad deal conocimiento”.
specto a sU concepción del proceso melodalógica, ste se ini

— “uso consciente, controlado de la relación: trabajador -cHente”;

— "habilidad en el proceso de :

— *conceimiento y tino en el empleo de recursos sociales”;

— “habilidad en el uso e interpretación del régimen de la agencia. de


los servicios y colaboración de otras agencias”.

Antes de avanzar y dado que el uso de alguna temminología segiramer


le resultará extraño, consideramos necesario hacer algunas Mie

lin de evitar erróneas o infundadas interpretaciones. Demos Mugar entonces


a las propias palabras de la autora,
yr el TS consisien en aceptar a quien de.
5 persona humana itegramente consi.
51 situación, y atando de deducir o aver.
ser más útil para sacar el mayor partido ee
recursos”. Para ello, realizan 'un estudio q
oy valoración, 'servicio o tralamiento”

ándose a desarrollos elaborados muchos años después,


relación entre conocimiento € ¿Mavención, distingue lo que

zo de imervanción en términos “lógicos, de la forma en la


en la malidad”, presentando una perspectiva meguivo.
provesual y tolalizadora, Iotalmente alejada ce cial.

señala con absoluta claridad que lógicamente se deberán

y Matar los casos en esfe mismo order: pero en la


£8 hace así, sino qué estos distintos aspectos se van enirote-
n precedimiento va paralelo a! otro. Mientras estamos inferro-
a UN Mawiduo acerca de su sifvación, lo estamos tratando" y
5 tame, cuando estamos haciendo algo con dl o por él, puede ese
bo estar aportando nuevos valores de [a situación, de modo
decir que juntos estamos estudiando el caso de muevo.
18, los pasos 58 distinguen bien: en la vida, el proceso de
9505 50 Va desamoilando et un solo movimiento de conjunto.
tes siguen deduciendo inferenciós; estaremos comprometidos
0 mientas lengamos contacto con el ciente. porel hacha de que
EM personas, no problemas, en fanfo que estamos preocupados
fender ¡Magnosticar) la natwaleza del problema, y mientras dure
fabrá fases recurrentes de estudio, disgrástico y valora-

dea de que a la vez cada momento tiene 5u propia particularidad, no


EN absoluio con nuestra actual concepción según la cual cada

la especificidad 5 paticularidad, considera qué el


1 del TS" consiste en su esfuerzo permanente por integrar
FOmo en la “intervención” los as-
:* Y emaelonales, con las realidades de la "experien-
E Y 56 Señaló, el hombre “es un ser social, que
e] de pautas culturales” (GH, 83) Por lo

para comprender, tanto los "modes

el de “una persoña, que tiene


al que vive, o que lucha con una E.
par los recursos de la comunidad. En tal sentido, enfatiza la ¡mo

del contexto EN El qué Sé encuentra la persona ya que “as han


el efecto de un medio social demasiado

cUASIAMCIES EXIT, ya para hacer frente a los pdas conficios inlemas”,


En tal sertido compara el daño qué provocan en la persona la comupción
social, la vielación de los derechos, las malas condiciones de trabajo o Las:
bajas remuneraciones. la segregación, el aislamiento, el deterioro de los de-
rechos civiles, Con las enfermedades o impedimentos lísicos IGH: 84).

Esto es importante de aclarar para evilar malos entendidos con respecto


al posicionamiento de la autora. ya que si been le cfiorga una gran
cal conflicto intrapsiguco, aclara que dicho conficio “como tal no es lo que
preocupa en el tratamiento del TSC", sino que el éndasis estará puesto en la
relación entre Ya persona y el medio” en vistas a contribuir a “un mejor fun-
conamiento y adaptación social” (GH: Bd)

Lo anterior bene implicancias en todo el proceso de intervención y en


pañcular en el disgnóstico, ya que éste consiste en "un perecto conocimiento
básico de los factores socio-económicos de la comunidad", de su “organiza-
EN Cuarto a recursos y actividades que en ella se desarrollan, la
bio de las necesidades sociales, sus formas de abordaje, los
responder a tales necesidades, ya san los establecidos por

anto derechos como los orgamzados a nmeel voluntario.

tal sentido el diagnóstico debe permitir conocer “cudies son las pre-
siones e infuencias del medio y en qué grado está afectada ls persona” y
decos la estrategía de intervención siempre teniendo en cuenta la infensoción:
entre los dos aspectos.

El éxito de la intervención se observa cuando la persona no sólo logra:


resolver la situación puntual que atravesaba sino que sus cambios y apren-
dizajes le permiten mejorar sus vinculos y su vida en general.

Se trata entonces de superar las viejas nociones de que ayudarse a sí


MISMO se ECACEDÍA SEIS EN UN seftdo económico y más tarde paicciógica-
Ménte, para pasar a una concepción en la qué la habilidad del tabajador
Social es pri monáal “para inducir al cliente a emplear ba
personales como sociales entrentándolos con sus
de a cabo sus propias soluciones” (GH: 46).
=p realizaron en ese momento en cuanto a la complementariodar
cial de Casos y el de Grupo, tanto para "conocer mejor las
des como pará responder a ellas”. Y en este proceso de crecimien-
disciplina, reconoce que el TS “ha evolucionado yendo desde aque
iscninas autonfanas y absolutas hasta llegar a una sencila onentación
27 el modo en que malmente el incividuc aprende. progresa y se
9 (GH: 106-107).
aspecto muy interesame y qué ha side escasa o Superticialmente
o en la discplina es la cuestión de la asistencia material /moneta-
el rol del Estado en tal sentido (GH: 87-88)
respecto a ello plantea la mporianca de dís “dos conceptos o
ves lundamentales”: “a responsabilidad comunitaria del bienestar
social y las derechos del ciudadano por un lado, y por el ciro el recano-
d clinico de las necesidades económicas, como de otras nece-
des, fundado en el disgnósfico, En el primer caso, cuando las caren
Clas económicas o materiales ponen en riesgo la calidad de vida de las
personas, sostandra al ¡qual que Mary Richmend que “es un fin en sí mis-
EN

AN Cuanto al proceso de resolución


deteminar su Confinuidad, suspensión o reducción”

. e la apetud a Capacidad para ganarse la vida

y rita de dinero, no poder hacerlo pue-


Persona se cansida meca B UN Servicio Social puede
ami EA ación de capar de manteñer a su familia.

WVQUEnZa, de cólera o de temor (.-.)

LA DIMENSION FECHICO-INSTAUMENTAL EN GOaDO;

en geral, 6 hecho de obtener dinero implica


Ydade sentir que SECiNICa eN clero modo su indecencia” Pol
jodas estas actitudes deben ser cudadosamento observadas para sar
prendidas en Su coMENtO 6 en la situación, =—
Par todo lo expuesta, señalará que “un programa progresista debe in-
cluir un amplio esquema de seguridad social Y compensación, con servi-
cio de TSC para las personas aseguradas que lo dessen” Y "asisiencia
pública” a traves de diversas inslituciones, las cuales además de salisfa-
cer las necesidades materiales, "deben proveer a todos, los recursos
usuales del tratamiento individual, de grupo, recreación y otros progra-
mas que puedan hacerse electivos por medio de un consejo directivo
calificado”. Para ello, considera fundamental que en el marco del
depañamentos de Seguro Social como los estaltacións en
escuelas y/o insbiuiciones de salud. A su vez señala que la “estructura de la
Asistencia Pública debería estar administrativamente Integrada" y que,
en jodas las lormas de aselencia, les TS deben estar capacitados para cum-
n elicacia las diversas funciones que tengan que asumir (GH: 58-98)
La consó sión del Estado de Bienestar en el paríodo de posguerra
redunda signilicativamente en la expansión del TS en las agencias guber-
namentales generando muevas técnicas denvadas del concepto de dere-
Ehos. El “acervo común del TS ha legado a incluir an sus sistemas, no sólo
la comprensión de la necesidad sócial económica, sino también la de la
persona que flene esa necesdad”, lo cual se aícula con los aportas de
otras disciplinas en cuanto a los principios indispensables de conocimien
lo propio y valores democráticos en la administración de 'socomos * y
ayuda, así como an otros aspectos del TSC en vistas a una solución cons:
tructiva”. Por última considera que es importante señalar el importante par
pel que cumeberon las “primitivas agencias” en el sentido de sentar los
“cimientos para el TSC”, estableciendo criterios con relación a los servi
cios de protección, asistenciales, y preventivos en los ámbitos más im-
portantes de lo que luego fuera el “béenestar sociaf*', tendiendo en todo
momento 4 un sistema integral con el fn de superir su carácter fragmen-
tano (GH. 170) a 100.
n tal É incximos nuevamente con . Miranda Aranda
Cit Ta polera de ss la creación de Servicios Sociales y la incor-
poratión de trabajadores sociales en carácier de asalariados a las estructu-
rás del Estado de Bienestar, constituye un avance
nocimiento de los derechos sociales, más allá de las Hinciones de legl-

mación del sistema que puedan aparejar.

7 Comilas de la auñcra
3 Comillas de la autora.
os que es éticamente inadmisible, cuando ¡Enemos an rajas.
responsabilidad de gran parte de la gestión de los recurso:
que continuamos quejándanos porque desde las Instituciones “no
hacer nada”, e que los programas “bajan” y “no nos dejan margen
Es teoricamente débil una explicación que atibuya al “siste
“Da lo estruchurar” un carácter absolutamente detesminante con relación
vida de los sujetos. Y es intolerable que, como plantea con crudeza ly
ga M Rozas (2000). nuestra condición de asalañados sea una justiica.
de nuestra incapacidad o nogerancia como prolesionales

e
La concepción de los sujetos y sus derechas

Dado el papel que tienen las diversas concepciones sobre Ins sip
Su mplicancia En el proceso de imervención, y en particular con re
la OTI, dedicaremos este apartado a perfundizar Ea perspectiva de | tora
Para el desarollo de este aspect £S necesano recordar su idea de que
la misión dundamental del TSC es lograr que el individuo participe plena-
En al mejoramiento de su propia socialización ar el equili-

entre las fuerzas internas y extemas en una situación pariicular,


principios éticos que lo rigen y el reconocimiento legal del derecho a
Balslencia. En tal sentido y adelantándose varias décadas a desarrollos
MES, incorpara la moción de ciudadanó-cliente

De manera que. desde el momento en qué las solicifudes de ayuda en


Servicios Sociales pasaron a considerarse como un derecho en virtud
legislación social vigente, el TS debe poner en juego toda su 5:
L ro amen de los recursos sociales, nó
ala: almacén sing ayudando al ciente a usar
mur Tarma activa y responsable” (GH: 51) jendienco

Artonces, plantea en primer lugar la impertancia de reconocer


dl para pensar, exresar sus sentimientos e ideas: por
; [o pueda decimos de su situación. es el prin-
tenemos de explorar iscuir, explicar y establecer una re
pe un “primita a la comunicación.
H ASPECIO, Carga una importancia central a la “his-
Persona hare de 5/ misma, su impresión sobre lo que xe ha
Aconteamientos que rener sigmiicado pará ela”. Y

humano empar de pensar y hablar.

se TA ENRICO TECHO STRUNENTAL El GOnDoN mare


senemOS para explovar, discu, explicar
par (GH: 51) y establecer una reiación posi

Esta concepción recupera dl viajo pe tu


hizo relerencia* como un principio deco cata! a y =
sienal, a parir del cual el profesional Gebe aceptar a Las personas sel real
ON, SIN MINQON tipa de disceminación respecto de sus ideas, comporiamzan-
tos, formas de vida, esc.

Plantea asimismo ue la aceptación es una “Iéenica” oñentada por les:


conceptos básicos de- “aceptación del modo de sentir” de la persona, “ayu
dándole cón comprensión y tolerancia, estimulo de cooperación, acividad
eleciva y reconocimiento de que la actividad debe expresarse an una es-
Muctura de realidad social, ya sea lamiliar, de grupes o asociaciones on
general (GH: 208).
Otmo aspecto de gran importancia vinculado con la dnensión élica es la
participación de los sujetos en el cambio.

Partiendo de la xJea de que no bodas las personas henen la misma capa-


odad para resolver sus problemas y dejando En claro la responsabilidad que
le compete a la sociedad de “proteger y en algunos casos vigila”, pmpone
que “en al procegrmiento del TSC, la hasta donde ses posible deba
ser del eliente y ne nuestra”. Y elo no sólo se fundamenta en el derecho
indesdual de elegir, sino en la idea de que sujetos actives que luehan acti-
vamente por la “clase de mundo en al que desean vivir. paricipan cons-
truciivamente en su mejora. Nuevamente aquí 32 hace evidente la influen-
cla de la perspectiva interaccionista.

Para concluir, devido a algunas malos entendidos o emores de interpeeta=


ción, quisiéramos hacer algunas aclaraciones con respecto ala terminalo-
gla ublizada por la autora y su significado.

Hay enste un consenso generalizado con relación a que lós objetivos del
TS ya no pueden formularse en téminos de lograr un mejor ajuste soralo
la adaptar nedio”. Pera ecmo ya hemos hecho referencia, un estudio
seño de e autoras requiere un análisis minucioso acerca del sentido clon
gado a estos términos, Richmond debió dedicar exiensas páginas de sus
libras aclarando y explicitando sus perspaéivas: viaria AU
Soma, y un claro ejemplo de elo se obsana en su posicionamiento
respecto al concepto de “ajuste”. La autora nos dice: “los enticos ciel -
podrán malntenetar el Mirmino 'ajustamiento. viendo an él NT
hacer aceptar al clente —en el sento de aquiescencia na soc
e injusta, Es cual no es cieno. El Irabajador de casos puede.
ayudar al cliente a reconocer lo que es real en el mundo safe:
56 acepte 0 No ze acepte” (GHE 244).

var Caprio 1 de este Ebro


hasla ahora planteada, señala
que debe predominar En SUS “obje
dal vatamiento 85 estabilizar o me-

por la cultiva, las cos-


e de como por la aptitud y destra-
¡a objelvo son vanadas, pero su demosminador
el Vacaso social, conservar las energías, mes
e4 sociales, hacer más agradables o salisfactonias
omar oportunidades para fomentar el crecimiento,
3 de la capacidad para bastarse 4 5/ mismo y cor
social" (GH: 246). ¿No es esto acaso lo que hoy llama-
polencialidades y capacidacios € resibencia?
que olorga al contexto también se ve rellejada cuanéa
dado que el ciente wwe dentro de una e3cvadad y
de legilimas safisfacciones, al TEC procura ayudario
ES necesidades Mmimediaras. sito 2 estmular y movil
para llevar una vida social constructiva y asumir ade-
en la comunidad” (EH: 250)
0 que merece aciaración es el de tralamiento, que hoy gran
coo profesional colncide en memplazar por el de proceso de
L Siendo comeciente de las dificultades que presenta aste 1ésm-
ar lo que hacé él TS debido a sus mútiples usos, er parti
a. acara que "no 25 1n rimino obtigado c éx0 eve
que significa también “comunicar y asistir y cuidar a una
e procedimiento empleado en una experiencia o enla ela
n producto".

5 medias para alcanzar los objetivos del TS serán, entonces


ón de un servicio:

ón ambiental;

directo”,

irecto se entiendo una see de entrevistas tenidas con

es favorables 0 de relorzarias si exisien, con el chino

BmMécional, de modo que se puedan adoptar madi-

la personasidad”. Entre las dos lécm-


felerancia al “consejo” y a la entrevista como he-

e modelos ios que


MES Cotralós de su propuesta, por ejempio, el Modera de

LA CEN SON TECHICO-RISTA Es GORDON HATO

mE

Con respecto al primero. queda bien claro gue no


moralrante sino que el consejo va enceminaco audacia
sotcionar de un medo rezanabre sus probíemas, a aclaravios 1 (q juz de la
reafidad. a discubr la posibidad de distintas actuaciónes y a dejaria an ver-
dadera ibevtao para que asia (a respansabilidad de elegir por alla misma
jos medios de acc”. Por lo tanto, esta dlical targa requiere de "educación:
profesional. entrenamiento y práctica de entrevista" (GH: 258) “El máto-
de de aconsejar, dunqué 'educalvo”, no consifuye un ejercicio puramente
imelechuael, puesto qué tada enseñanza está emocionalmente motivada.” El
consejo o aseádria €n términos actuales, “va dirigido prinopalmente a nazal
ver E situación social MNmediara” y puede consislir en procurar
explicar los alcances de un programa o prestación.

Oro aspecio que a nuestro juicio fue malntempratado es el papal ca la


"auto-ayuda”, porque se consideró que al hacer relerencia a la
Edad 90 (15 personas en la resolución de sus problemas, se las “respon-
sanibzaba e cuipablizaba” de su pobrezá o situación personal, desconocien-
de cuestiones enculadas con lus aspectos estrucirales (GH: 43)

Sin emb , hada de ello se desprende de su lectura. Por el contrario.


gn loma visianana 50 adelanta a los desarolics elaborados posteriormente
por Giddens, Habermas, Guber y ciros en relación a concetir a Ide supeigs
como pa bres, capaces de decidir y de participas recionalmente: an
un proceso dialógico, así come sobre lo que posteriormente será conside
rado como la "perspectiva del actor”

Hasriltar + clara cuando plantea que “el derecho al cliente a ser di


Mismo, a lomar sus propias decisiones, a usar Su propias habitidades

y recursos. y a ver sus [1 . no ener rada que ver


esn ur “individualismo cerrado”, simo que se trata de “un individualismo

conteladas, conduce 4 la anarquía: paro sl una persona.


plenamente las oportunidades que se la ofrecen pará el desarrollo proplo,
foma el hábito de respeñar el punto de vista de los demás, se tendrá LINA
base sólida para la ereación de relaciones recíprocas constructivas, o s64.
e las actividades interdependientes de una sociedad democrálica”.
(GH: 43),

Como es evidente, en esta autora háy una tuena Wernta 3 WES


individuo. Sin embargo, La mayoria de las erítcas y ET
y alras/os auloras/os, como posibles 6 “CÓmPYces Y paricines r
de explotación capitalista”, carecen absolutamente de fundar mentación. Hay.
mo coincidir con gran parte de sus
“ 2 podemos la disciplina sobre bases
retos : e a critica superticial o “deologizada”.

o la autora los atpectos teórico-metodolégicos

Como ya sa soñaló. par n absolutamente emparentados con los fines

|; y los val de la profesión En tal sentido afirma que son los


vinculados

indisclublemente desde el principia” (GH 4)


El Trabajo Social es “radical en sus finarrdades”. las cual
SU preocupación constante por las situaciones de injiushicon social
sidades, los derechos y ibertades cel individuo y de la lucha pera
"la igualdad de oportunidades, el nespelo de fas minonas, el deres
ENOESIÓ, él ACCESO A los derechos seciales y su participación en la
consinitción de un orden social más justo (GH: 61

Can respecio a los métodos sostiene que siempre desen estár orienta-
dos por los fines y objetivos y para poder dar respuesta a |
Eiuaciones y necesidades que debe enfrentar, ya sean “de rm
munidad, de grupo o individuales”. Fara elo el TS “ha desar
fecha, tres metodos de acencamienso”, denominados respect

— Planeación de la Asistencia Social y Organización Comunal:


— 15 de grupos, y
TEC,

Fara la resolución de los preblémas que afectan al conjunto de la pabla-


—Stn, el TS junte a otras esciplinas particpa de “movimiento de acción
— | io social (GH: 12)
=" Cuatro procedimientos básicos que alraviezan todo el pres
—C060 de intanención y que están siempre anientados per la relación indiso-
— Libie ontre el por

Pinedo la situación personal y al mismo fiero die 6

aj el usó de la relación (GH: 26); had


bj el procedimiento de la entrevista (GH: 51), dr

£) el USO de recursos sociales y la experiencia viva e


dj los requerimientos de la práctica de agencias ma

Cen respeció a los diversos Momentos del proceso de imervención, se-


ñala;

— las procesos de “admisión” y análisis de la demanda (EH: 149):


— las mélodos del estudia de casos (GH- 185k

— los procezas para el diagnóstico y evaluación (GH: 218);

— los mátodos de tratamiento (GH: 244).

¡En cada uno de estos momentos, se detala el uso de técnicas e maine


mentos segln los obptivos que se persiguen a lo largo de todo el proceso.

Comenzaremos emóncés por dar cuenta de los dos perneros precedmian-


los básicos pará centramos luego én la dimensión
al El uso de las miaciones personales (y la complejdad de su aormdizaje)

La importancia de este procedimiento” radica en que, para la aujora, uno


de | tundamentales del TS se basa “en al concaplc de relacio
nes humanas, £u imporiancia, su dinámica. su empleo anal inatarento" (GHE
26), el cual atraviesa las diversas modalidades que adople la intervención:

A la vez, resalta la importancia de considerar como “el comportamiento


de una persona tiene una acción recíproca sobre al comportamiento de
la efra”, col endo con Slavson cuando plantea que “las miaciones cara
os procesos intelectuales y emocionales, establecen las ac
ran al individuo”, "Las relaciones humanas solo puedan
ENDE e directimente, aunque su significado se ase mecianie
raNexidn y racionalización (GH: 26).

Ahora bien, es importante establecer la diferencia entre las relaciones


personales y las relaciones profesionales, dado que estas mas “inci
yen un procedimiento mula de M reconscmien
la del derecho de los olros, aceptación de las diferencias. temiendo como
mela, no el aiclamiento sino la socialización de las actiudes y dl comporte
miento que estimulen el desarollo a Mravés de la raid -—-

Por lo anto, las relaciones profesionales se caracterizan Y 1 lo


Cualquier stro tpo de “intercambio convensonaf” con relación

9 Es retara al trabajo a rivel insiiucional Marin. EL, 00. CA


4 Slvson Ascrasor and me Telas Personaliy. DAT. Los Lo

pag 26.
bien de los demás):
ll y indica? aleanzado por el iraba-

E han de esmilarsa y utilizarse consciemementa”.

Le por eltipo de institución en la que traba-


— Asuver están inserción en la misma, las funciones que desem-
— ¡el profesional, el Fs recursos, el Abibuyendo especial relevan-
3 a la actitud frente a las personas que requieran sus semi-
o . dial, de transmiter el
3 la importancia de mostrarse alaciumoso. cor
na de eomprendar las “situaciones y Expenencias que airevieé-
33 le persona. mostrarse “depuesto a Gírlo que (...] piensa de su problema,
y ser capaz de acompañarla pacientemente an los esfuerzos por hallar ura
— a pas integrador, vinewia el uso dé las réciicas con las fina.
¡dades del TS, dado que su utilización, sin tener en cuenta el propósilo pro-
fesonal sedan altas de ética”, en la medida en que "el ¡des! democrático
requiere que la personalidad propia no sea impuesta dee manera aulontana
sobar agua oia persona” GH: 28).
Considera que el Hipo de relación 5 la profundidad del vinculo que se
establece entré el trabajador socia! y les sujetos dependerá dal bpo de ayu-
10 sanici del estado emocional de las personas, de la grave-
da o senicio solicilado. pe g
dad del caso, str, Pero de lo que no cabe duda, es que la relación asistencial
comienza desde el primer contacto y esté primer contacto deriva casí sin
mcep En Una entrevista.

Para que esa relación pueda establecerse el trabajador social debe ser
Eapar de establecer una “amóstera agradabís, en ía que el ciente se sienta
aceptado y sus necesidades reconocidas; (1 la medida ari qué sus dera
Mos para manejar sus propios asuntos sean respetados. — (GH: 28)*'

— Desde ya que Las posibilidades de establecór está relación se encuen


ran condisenadas por una señe de cuestiones vinculadas con la situación
Te ue presentar [45 personas, la institución, las representaciones

linnen los sujetos acerca del rol del trabajador social. de sus experien-
Pasadas. etc; pero siempre es el profesional quien debe generar el
Apropiado y las conciciones que lo hagan posible.
m. re este tema volveremos Más adelanta, pero a esta altura no pode:
a peo ¿Qué pensaría la aulora ante las “entrevistas” rea-
a ——— a ee PR
— Asimismo, hoy Mensajes de texto desde un celular?

: E ES iMprescindidle no pender de vista qué

donas el pazo por el Servicio Soralal TN "


50 de “asistencialización” de la pobreza (es d
se imitan a trámites burocráticos 0.a la mera an
en general la angustia, el desánimo, la Ine
son lo esperáble en este primer contacto com le
senemos que estar preparados.

En tal sentido la aulcra, adelantándose a los


rollados posieriormente desde la psicología social o con:
de consejería. plantea que “la experiencia de contar con
1050 € iMéresado, que EscUCha J'emiamente numas,
preciar sus oicullades, sin cancar m dar consejos.
ción calurosa por parte del cuente, dandole la sena:
entendido, que es el lazo más profundo en las
y profesionales” (GH: 291.

La importancia de la capacidad del TS para


la, ya sea par los beneficios que le reporta al
dición necesaria para dar lugar al procesó de in
en el punto siguen. -

Caincdiendo plenamente con la aulora, gira cuestién intin


cionada con el tipo de vinculo que el TS establece con los
forida a las garantías de confidencialidad. Es decr que
dial y a una actitud prolesional capaz de contener,
persona, se le agrega la tranquilidad de que lo que pu
protegido por el secreto profesional, sin dudas allc
bibuirá a que la person pueda distenderse, ralajarse:
pecto a la sfivación por la que acudió al servicio, y y
mMpCancias Tlicas

Lamentablemente, aún hoy esta situación genan


estudiantes o en los trabajadores sociales Inerpe
fidancia” es objeto de secreto. En tal sentido, en las d
brinden ayuda o asistencia en cualquier campo
están establecidos cenos parámetros en los Cómo
3U vez se rigen por la legislación vigante en cada p

La Ley 23.377, que regula al ajerción del Ti


aricuio 5 señala, par ejemplo. que es deber del p
Proltonal. pavo autorización tehaciónia del

Compiementa la Ley 10751 de Ejencicio Peolasionál e e


454 Ari 75 que “El secreto profesional +5 un dear y ui ES

na
¡En TRABAJO) SOCIAL

la dimensión élica, señala que jamás debe.


x e vumerabilidad de las per.

uN minuciose estudio sobre Bl caso, Al la vez que la ines-


debe estar onentada “a poner en juego la capacitnd del
para momar decismnes y actuar de manera responsalae" procurando

6 generar talas especialas Sobre Nuestra Capacidad

E ks problemas GH: 37-281.


Finalmente vincula la cuestón de la élfica €06 105 SIQUIENTSS aspectos:

—— al encuadre,
— le la relación profesional y la contideneialuda:,
—— dl eonocimiento de sí mismo en el marco de dicha relación,

—— la participación de los sujetos en el cambio,


— el uso de la autoridad,

—— las relaciónés con más de un TS (demi.


40

¡Como ya lo planináramos en el capitulo amiesios, el encuadre t


ver con las ñ que hacen ble una delerminad can
imemventión. y es abeciuta responsabilidad del profesiona el garantizar las
Mejores condiciones pasbles aún enla adrénsidad y la falta de recursos
En tal sentido señala la importancia del "cumpmiento de las 1
Vistas, la puntualidad y el desarollo de las entravistas en 'esiicto

Un Ulimo aspecio al que la aviora confiere partículas relevancia es el


de sí mismo como un “premequisito para el uso élico de
relación” protesional. El registro interno de las propios lemoras arsié
E conficios persemales. es imprescindible a la hora de afrontar silua
, 1 Que por su gravedad a par él mpacio que generan en nosobros pue

Mabiizamos al pumo de desviarnos de los obyebvos profesio

ES Enneino aclamar los principios básicos de acaptación, respeto. cont


| Ein embargo, comcldimos en que sólo puede evaluarso la empaci-
1 habilidad de un estudiante o un Irabajador socio! para intervefir
== ExmmTadameme delceosas, o con personas con valores 9

"O OPUESAs a las suyas, cuando se atraviesa realmente

" Les

des COTO Berrea

En Servicio Social herin el dute!

a LA EIVIENTIDA TEC AS TUNENTAL EN IS MATO

E52 situación. Se reguerre de un gran entrenamiento oder

actitudes hesilles hacia el propio TS, la institución pepa


revenciones de oficia, así como para El trabaje cen personas que son “abi.
gadas” a presentarse amg el servicio, por ejemalo aquellas: que han come
ho algún delilo

Á 5u vez es imprescindible el lener claro cuáles lueron les motivos que


nos llevaron a elegir esta profesión, y refieniónar si sentimos usedadiara
vocación por ella. El seconocimeento de los propios deseos de ayudar, de
“querer direccionar la vida de los otros”, de sentirse importante o reconoci-
do par su lara, ett. deben ser claramente deniácades, así como nues:
Iras prejuicids, valores, preferencias, infolerancia. acifudes delansivas, qué
shuaciones NDS desbordan 0 creemos qué nos nsultaran muy dificies de
ahmontar.

Consideramos entonces que desde el momento en que se establece


una E lón cial, mo es ile quedar en los márgenes. Se entra
indetectidemente enla situación problema, y la posibilidad de duno de la
intarsarción radica en gran parte en la posiblidad de estar dispuesto ai wvir
el conflicto. 1edo lo que ello implica.

A fir ce fundamentar su postura, la autora cita a Herri Bergson, quien


as Muy délcil y quizá imposible, conocer (...) lo que al TS lla-
d de la situación sin entrar dentro de ela. esperimontaria dí
y, de acuérdo a dus propias palabras, interpretada a través de la
smpaña”. Aquí es imprescindible un delicado ecquiiro emina la intuición? y la

requiere en duda de habilidades y capacidades personales cara captar


El sentir o el acontecer del otro, denominadas 'empatia”. 54 aprencizajs
debera incluir práctica y rellexión, lo cual mE encemar dexulo para
aquellos dedicados a la formación de las Auturos Te:
Sin dudas la formación profesional juega un papel Randamental can re:
lación a este lema. En tal sentido la aulora plames diversas ,
aprenzaje a través de participar de (a experiencia de los CPU Y Le
contes, la experiencia con sus docentes. para ir adquiniendo E

o. ma
E mtusción de viclsnda e aburo poderes Emir
7 ejemplo, ante una pu veias elo o
TECMCO-MST AUMENTA EN TRADAJO SOCIAL

realizar imervenciones de menar a mayor complaji-


ro”, en particular cuando se trata

E iidade: en dos sentidos: por UN lado, par parte della


L - As mm 3i mismo, actuar y observar la anar como
——— tan a oras personas dentro de te labor profesional" (GH: 42)
- elña docente debe tener la habiidad de uliizar com fnes de

mi — silvacionas que permitan la refesión de lo acontecido

4 a ante a cualquier Eno de intervención, ya sea con relación a los


sujotos COMO a 5í mismo, y desarroltar la capacidad de aulo-obsarvación a
la vez percióe el comportamianto de los demás.

y e deberá tener la habilidad de realizar señalamientos adecua


0 clonder ni menospreciar al esiudiante.

-— 7 tela en la práctica se ayuda al estudiante a ob:

gervar y a entender los señiimiénios de 105 cientes y por medio de fa

discusión de los propios errores y del análisis de sus macciones tanto

hacia el ciente, hacia el supervisor, va dendose cuenfa gradualniente mel

significado de la interacción”.

Seguramente los colegas abocados a la docencia colncidirán con la vi


gencia del pensamiento de la autora y contes desalíos que aún debe afron-
lar la lormación profesional.

Lamentablemente. en nuestro país, añ algunas unidades aca:


Sea por las restricciones presupuestarias o por una escasa va
Ex prácticas de formación profesional como espacio curricular, Ios decen-
les que eción a cargo de dicha función en ciertos casos no cuentan con ía
Experiencia profesional suficiente, [a solidez teórica necesaria, ni con la
Experiencia de haber pasado por instancias de supervisión en su propia
préstica profesiona

PERA

De.
Bl La entravista: como retación, Como proceso y como técnica
Tal como dijimos, la entrovista es uno de los procedimientos básicos
y [€l Caplio alusivo de GH al tema se tivia “Métodos de entrevis-
0. esla cuestión se va desarrollando a lo largo del texto, dade

EN cada momento del proceso de imervención según su

20 innovadores planteos que desarrolara Mary Richmond,


: 1. EN fanto cnica de conocimiento e
* Una oportunidad que $e ofrece para una completa

y paciente atención, así camo para cbiener y , :


te ante la vida” y coincide £On sU amiga y colega :
prensivo” vane importantes afectos para cosanollar =
confianza ef $í mismo” (GH: 57), 1
En varios párralos prestará una especial impórancia a U
encuentros planteando al respecto que "la primera condición E
persona sienta que se la acoge bien, Y 56 ENCUENTE a gusto, y eso
sigue si el trabajador social se muestra atento, cordial y sin priza”
Como ya se hizo relerencia, en esta instancia es
vínculo de confianza, lo cual se facifita cuando log Sujeics pueden
bar que nos ineresamos genuinamente por su problema y que estamos de.
puestos a poner lo mejor de nosolros gara ayudario. Y silo implica tanto
“permitir el desahegó de sus temores Y aprensiones ...”, COMO hacer "planas
junta con él de una manera inmediata y concreta”. En [odo momento, surá
fundamental qué los DIMICIOS que guían al accionar del profesional soan los:
de “eutodirección” y “ayuda propia” (GHE say

Aligual que la autora hace más de medio siglo, hay seguimos indagando
herramientas para

acerca de: ¿Cómo estás principios se comviertan en

direccionar la intervención prolesional? ¿Qué

debe tener us trabajador social para realizar provectosamenie una entra


llamamos una “Euena entrevista"? ¿Cué aspecios deban estar
Y 507 desarrollados en profumiidad enla formación profeslonal?

En visias a la escasez de material Eblagráfico elaborado por rabajado-


res sociales*S sobre el lema, consideramos fundamental profundizar el co-
nocimiento y los aportes de la autora al respecto.

Del mismo modo que Richmond, GH considara que el éxito de una enire-
vista se basa en crias habilidades y en la destreza práctica que el pro-
fesional debe ir adquiriendo, y que “la habilidad para antravistar y
1 relación profesional va mimamente úgada a la apíilud para:

CASO cor la experiencia de vida y los recursos sociales de la comu


(SH: 51)

En tal sentido, a lo largo de todo el texío se obseña una


preccupación respecto del proceso de formación de los: lufuros:
S0cules, reconeciendo que el aprendizaje es un proceso
quiere de una grán preparación práctica. ;

Sin embargo, no se trata sólo de una cuestión de habilidad,


“ea conteno un principio élico inscslayable en el ejercicio pr
es el de aceptar a mue
ción respecto de sus ideas, comportamientos, Iormas de

“8 Como Noliranos celerencia en el Capítulo L La biblografía


Scbre antrecigta corespodds mayortadamenta a

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