Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
técnico-instrumental
en Trabajo Social
E 2 DEE
"a o
FA ==.
Reconstruyendo lo Social.
DEPARTAMENTO DE BIBLIOTECAS. ¡
4 UNO
GA
DEL VAL
— “La dimensión
técnico-instrumental
en Trabajo Social
ESPACIO
EDITORIAL ZN ON N
Buenos Atres a
E
2
:
D
Travi, Bibiana
ISBN 950-802-247-7
ESPACIO
EDITORIAL
editora - distribuidora
importadora - exportadora
Simón Bolívar 547 - 3” of. 1
(C1066AAK) Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Tel. 4331-1945
E-Mail: espacioediteciudad.com.ar,
www.espacioeditorial.com.ar
1% edición, 2006
impreso en la Argentina - Printed in Argentina
Queda hecho el depósito que previene la ley 11.723 : LA FOTOCOPIA
NA MATA AL LIBRO
E 2006 Espacio Editorial Y ES UN DELITO
ISBN-10: 950-802-247-7 ( E
ISBN-13: 978-950-802-247-9 Ls
"
Buceo
dol. 322
757
LA AUTORA
Bibiana Travi cuenta con una amplia formación y experiencia como pro-
fesional, docente e investigadora.
Prof. Ordin. Reg. Adjunta del Area Metodología de Trabajo Social e in-
vestigadora, Universidad Nacional de Luján (actual).
- Matanza, 1994-2002.
A mis amigos y colegas Viviana Ibáñez y Walter Giribuela por la lectura atenta
del texto original, corrección del manuscrito final y sus enriquecedores y
lúcidos aportes.
Que discutamos este concepto no está de más, y es allí donde nos lleva
una primera reflexión acerca del texto de Bibiana Travi. Tal vez lo que hace
de común denominador entre las prácticas mencionadas es justamente su
condición modema, incluso ilustrada.
10 LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN TRABAJO SOCIAL
incluso las fuentes donde abrevan esos autores, más allá de la repeti-
ción de otros autores, que reiteran a otros, se remontan a principios del siglo
XX, cuando en la naciente Unión Soviética se ponía en tela de juicio la na-
turalización de lo social en oposición a Kaustski, Lenin, o Bujarin, más afe-
rrados al mecanicismo y al determinismo que impregnaba desde la cien-
cias naturales el pensamiento social, económico y político de aquellos años.
Esta corriente de pensamiento, en definitiva, signada por'la ortodoxia
kautskiana y también por la propuesta política de Lenin, se sumaba al
manual de Bujarin “Teoría del Materialismo Histórico" (1921), que recibió,
no está de más decirlo, por parte de Gamsci y Lukács, una gran cantidad
de críticas.
cial”, ahora desde un sistema académico que se nutre del mundo capitalista,
ya que es financiado por el Estado que vive en él; contradictoriamente, es
muchas veces el Trabajo Social el principal! descalificado en la academia
donde se enseña Trabajo Social. Descalificado desde un dogmatismo que
desprecia todo lo que esté fuera de él; se es dogmático o se entra en una
especie de vacío conceptual donde las lecturas de uno u otro autor son rá-
pidamente clasificadas y maniatadas como eclécticas, posmodernas,
subjetivistas y hasta peligrosas. El lector sería de esta forma una especie de *
ingenuo y desprevenido actor con debilidad por la falta de dogmas, que cae-
ría en las redes del demoníaco discurso ecléctico.
El malestar del fin de siglo XIX, muestra una caída del economicismo y
del cptimismo racionalista.
Esta otra corriente de pensamiento dentro del campo del Trabajo Social
es rescatada por el texto de Bibiana Travi, desde “La dimensión Técnico
Instrumental en Mary Richmond, Gordon Hamilton o Helen Perlman” , don-
de se pone en evidencia la opción de esta autora por la reforma social, ar-
ticulando “estudio” y “acción”, investigación e intervención diríamos hoy. La
búsqueda de una especificidad para el Trabajo Social desde la perspectiva
de conocer-intervenir-transformar, siguiendo la necesaria mirada a la com-
prensión de lo social o del sentido de la acción. Esta tradición de pensamiento
dialoga en forma intensa con ese campo de preocupación mencionado más
arriba, que podría sintetizarse dentro de la idea de la fragmentación social
como padecimiento y dominación.
a 0
7 TA
a “
12 LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN TRABAJO SOCIAL
De ahí que este texto reafirma algo que la gente que concurre diariamen-
te a los servicios sociales sabe: la intervención en lo social es posible y
PRAOLOGO 13
ALFREDO CARBALLEDA
PRESENTACION
¿Cómo puede explicarse que una profesión que se caracteriza por su ex-
plícita intencionalidad interventiva, haya producido tan poco al respecto?
1 En adelante, TS.
?2 En adelante, DTI.
Cabe aclarar que hacer hincapié en esta dimensión, sin la cual la profe-
sión no puede realizarse en el sentido de desplegar su intencionalidad
interventiva, no significa “aislarla”, “fragmentarla”, “desvincularla” de las di-
mensiones epistemológica, teórica, metodológica y ético-política. Y esta acla-
ración es necesaria por dos razones:
Por lo tanto, en este libro nos proponemos analizar sus propuestas con
relación a la dimensión instrumental, haciendo hincapié en dos aspectos:
7 RICHMOND, Mary E. (1917): Social Diagnosis. Russel: Sage Foundation, New York, y
What
is social Case Work? (1922), traducido como Caso Social Individual, (1993)
Editorial Humanitas,
Bs. As. (Primera edición, 1922; Russell Sage Foundation, New York). HAMILTON,
Gordon (1960):
Teoría y Práctica de Trabajo Social de Casos. Ed. Científicas La Prensa Médica
Mexicana,
(1% ed., 1940; 1951, por Columbia University Press, New York). PERLMAN, Hellen
(1980): El
Trabajo Social individualizado, Ediciones Riaip, Madrid (45 ed., 1960, Universidad
de Chicago).
18 LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN TRABAJO SOCIAL
Las razones que dieron origen a este libro fueron las siguientes:
Por otra parte, desde el punto de vista intelectual, determinadas obras son
consideradas como clásicas en la medida en que “hacen una contribución
singular y permanente a la sociedad" (Op. Cit.: 44)
> sino porque las dimensiones, los interrogantes y las temáticas que abordan,
tienen absoluta vigencia en la actualidad. Su valor radica, entre muchos otros
aspectos, en que ofrecen reflexiones teóricas sobre el proceso de interven-
ción, no sólo de su conceptualización, de su “deber ser” y de la enunciación
de principios, sino una mirada profunda sobre el “propio hacer", sobre cómo
se intervino, mediante qué procesos y procedimientos, con qué técnicas y,
por sobre todo, cuáles fueron los resultados de la intervención y en qué
medida se produjo la trasformación a la que aspiramos. Desde ya, ello no
implica que estén exentas de críticas.
Por lo tanto, nos propusimos “mirar la historia con otros ojos”, tratando
de comprender el significado de lo producido por nuestros “antepasa-
dos”, en ese momento histórico, desde una perspectiva epistemológica,
Aspectos teórico-metodológicos
La idea origina! de este libro surge, por un lado, a partir de una serie de
interrogantes acerca de los motivos por los cuales es tan escasa la produc-
ción de textos desde el colectivo profesional sobre esta dimensión ineludible
- mental “no tiene vida propia”, dado que siempre está orientado por perspec-
tivas teórico-epistemológicas, y que su aplicación implica siempre una op-
ción, una toma de posición con fuertes implicancias político-ideológicas,
hemos decidido rastrear, con el fin de poder brindar elementos que permitan
interpelar y comprender nuestro presente, los siguientes aspectos: ¿cómo
concibieron estos autores la dimensión instrumental?; ¿cuál es el significado
y valor que le otorgaron a las técnicas e instrumentos?; ¿qué posibilidades
permiten desarrollar?; ¿qué aportes significaron en el momento histórico en
el que se gestaron?; ¿qué límites o dificultades se presentan hoy para su
aplicación?
vista a las fuentes”, partiendo del planteo que realiza Saltalamacchia, H.”
(2000)4 con respecto a que los estudios de revisión bibliográfica pueden ser
r
22 LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN TRABAJO SOCIAL
Por último, con respecto a sus principales destinatarios, tal como ya men-
cionáramos, este texto se “gestó” teniendo en mente, a cada instante, alas/os
estudiantes, y en particular a quienes se encuentran realizando prácticas de
formación profesional, porque sabemos cuán difícil es “llevar a la práctica lo
que dicen los textos”, porque conocemos la ansiedad, el miedo y un sinnúme-
ro de ideas/deseos/sensaciones que se hacen presentes cuando iniciamos los
primeros contactos con las personas que requieren de nuestra intervención.
También esperamos que sea de utilidad para los docentes que tienen a
su cargo la difícil tarea de acompañarlos en su proceso de formación, y para
los profesionales interesados en interpelar sus prácticas, actualizar sus co-
nocimientos y sumergirse en la apasionante tarea de rastrear los orígenes
de la profesión.
17 FOUCAULT, M. (1969): Las palabras y las cosas. Siglo XX1, México. Citado por
FERNÁNDEZ, Ana M. (1993): Op. Cit.
24 LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN TRABAJO SOCIAL
El quinto capítulo, elaborado por los colegas Dra. Águeda Luisa Loretto,
Lic. Susana Margaria y Dr. Ernesto Max Agliero”, se centra en el análisis
de “El registro/relato discursivo en Trabajo Social”, haciendo especial hin-
capié en “el caso del Informe Social” y la concepción y el significado que
le otorgan los profesionales en las intervenciones familiares.
GE
e
CAPÍTULO |
Por una parte, algunos autores plantean que el Trabajo Social es una
“mera tecnificación de la asistencia”. Por otra parte, desde la corriente pre-
dominantemente desarrollada en Brasil? se coincide en “acusar” al TS y a
sus precursores de tener un origen conservador, de haber sido funcionales
al sistema de explotación del sistema capitalista a través del contro! social
de los sectores más pobres, de no haber abordado las causas estructurales
de los problemas sociales y, en cambio, haber reemplazado la caridad y be-
neficencia' por prácticas tecnificadas, burocratizadas, rutinarias, orientadas por
un pragmatismo meramente técnico-instrumental, participando acríticamente
de la división socio-técnica del trabajo, aceptando como propia una identi-
dad (supuestamente) atribuida.
* Gran parte de las cpiniones aquí vertidas fueron presentadas por Travi, B.
(2005b) en el
Foro de Debate “La profesionalización del Trabajo Social en el siglo XXI, Rupturas
y continuida-
des, de la reconceptualización a un proyecto y/o proyectos ético-políticos que hoy
se propug-
nan”, organizado por la Escuela Superior de Trabajo Social, Universidad Nacional de
la Plata,
25, 26 y 27 de agosto de 2005.
Sin embargo, existen otras miradas que si bien fueron minoritarias has-
ta el momento, están cobrando fuerza en el país y en otras latitudes, en un
movimiento de “rescate y revalorización de la profesión”. Una suerte de
“revisionismo histórico” que intenta superar los paradigmas totalizantes y
omnicomprensivos, así como el uso casi excluyente de dimensiones macro-
estructurales para la comprensión del surgimiento de la profesión en el cual
sus protagonistas están prácticamente ausentes, su acciones desvaloriza-
das y sus producciones apenas mencionadas en fragmentos descontextua-
lizados.
— la consolidación de la investigación,
Así, con la instauración del capitalismo industrial quedan a la luz las enor-
30 LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN TRABAJO SOCIAL
— Desempleo.
A partir de sus investigaciones, Jane Addams toma conciencia de que “la gente ala
que
irataba de ayudar tenía mejores ideas acerca de cómo podían mejorar sus vidas
respecto de
las que le proponían ella y sus colegas”. Producto de esta experiencia rechazará
toda forma de
filantropía o reforma basada en las suposiciones “arriba-abajo” por considerarlo
poco efectivo,
falso y antidemocrático.
Entre los célebres y asiduos visitantes del Hull-House estuvo John Dewey, fascinado
y cla-
ramente influido, como el mismo reconocerá, por la experiencia y el despliegue de
actividades
realizadas en dicho. centro.
También cabe destacar las tiguras de Edith Abbott, y sus estudios sobre la
situación de la
ACERCA DEL PROCESO DE PROFESIONALIZACION DEL TRABAJO SOCIAL 3i
Sin dudas, y en especial para las mujeres de clase media y alta, la par-
ticipación en las diversas asociaciones surgidas en la época significó un
espacio de emancipación, con no pocos costos personales y familiares.
Muchas de ellas tuvieron que optar entre su “vocación” y su destino de ser
buenas esposas como alternativas irreconciliables. Prueba de ello es que en
EE.UU. el 75% de las mujeres egresadas de los cclegios de educación su-
perior entre 1870 y 1900 no se casarán (Dauphin, C.; 1993: 139-140). El vivir
solas y bastarse económicamente, para algunas, el descenso de la fecundi-
dad y la irrupción en el mercado de trabajo y en las instituciones educativas,
entre otros aspectos, darán lugar a nuevos horizontes y perspectivas de de-
sarrollo para estas mujeres transgresoras.
gresivoa durante las primeras décadas del siglo XX”, motivo por el cual, des-
de las perspectivas conservadoras y liberales fue “acusado de izquierdista”
(1968: 20). En tal sentido, puede considerarse que los pragmáticos influye-
ron sobre “públicos selectos, que absorbieron sus lecciones" y que se inte-
resaban por los “problemas sociales” y por la demostración de las con-
secuencias posibles de la “acción pública”.
Otro elemento a analizar son algunas cuestiones vinculadas con las trans-
formaciones operadas con relación a la creación de nuevas universidades y
la consolidación de la educación superior en EE.UU. Entre las principales ca-
racterísticas de este proceso puede señalarse según el autor citado:
John Dewey (1859-1952): uno de fos filósofos y pedagogos más destacados del siglo
XX
y principal representante del “pragmatismo” en Estados Unidos. Entre sus
principales produc-
ciones teóricas pueden señalarse la teoría de la unidad de conocimiento y el
desarrollo de “una
filosofía que abogaba por la unidad entre la teoría y la práctica, unidad que
ejemplificaba en su -
propio quehacer de intelectual y militante político”. Con respecto a su teoría de
la democracia,
su pensamiento se basaba en la convicción moraf de que “democracia es libertad”,
por lo que
dedicó toda su vida a elaborar una argumentación filosófica para fundamentar esta
convicción
y a militar para llevarla a la práctica. El compromiso de Dewey con la democracia y
con la in-
tegración de teoría y práctica fue sóbre todo evidente en su carrera de reformador
de la educa-
ción. Fue fundador o director de diversas asociaciones (profesionales o políticas)
vinculadas con
la defensa de los derechos de diversos grupos. Fue famoso por encabezar la
“Comisión Dewey"
(con John Dos Passos, Sidney Hook, Mary McCarthy, entre otros) que investigaría los
cargos
de Stalin contra León Trotsky, tras lo cual se publicó un informa absolutorio sobre
éste y su hijo.
[37]
Si bien esta ruptura abarca todas las dimensiones constitutivas del TS,
mencionaremos algunas de ellas para tuego hacer especial hincapié en la
dimensión técnico-instrumental, eje de este trabajo.
9 A pesar de este acuerdo básico, aquí se observan algunas diferencias dado que si
bien
para J. Addams y desde el movimiento de los setifements “la pobreza es debida a
condiciones
sociales fuera del control de los pobres”, para M. Richmond “las causas personales
y sociales
de la pobreza accionan y reaccionan unas sobre otras, Unas veces como causa y otras
como
efecto”. En consecuencia considera que se requieren servicios sociales individuales
y servicios
sociales generalizados (reformas sociales) (Siporin, 1969, citado por Miranda
Aranda, M. “004:
157). Según J. Addams “la ignorancia, la enfermedad y el crimen eran resultado de
los proble-
mas económicos y no de alguna falla moral de los inmigrantes. Si les permitía a
estos tener
una educación decente, y viviendas e ingresos adecuados, podría superar las
condiciones en
las que se encuentran. Si se les permite desarrollar sus habilidades, no sólo
tendrán una buena
vida, sino que contribuirán a la comunidad. El desafío es ayudar a las personas a
ayudarse”.
“En tal sentido, “la comunidad del Hull House creyó en la dignidad de todos los
individuos” y
otorgó respeto a cada persona, aprendiendo sobre sus orígenes étnicos y culturales”
(Luft, M.,
www. hullhouse. org)
ACERCA DEL PROCESO DE PROFESIONALIZACIÓN DEL TRABAJO SOCIAL 37
BIBLIOGRAFÍA
11 Según M. Richmond, “las Asistentes Sociales deben actuar como agentes de enlace,
intentando usar inteligentemente los recursos sociales organizados, del barrio y la
colectividad”,
en forma creativa, “empleando todo su ingenio” y utitizando la presión como todos
los argumen-
tos y ejemplos necesarios cuando éstos sean insuficientes. Así se evitará el
malentendido de
considerarlas “como una telefonista social (...) cuya única ocupación sería
permanecer sentada
en su mesa, retirando una ficha para insertar otra” (1993: 77),
ACERCA DEL PROCESO DE PROFESIONALIZACIÓN DEL TRABAJO SOCIAL 39
DEWEY, John (1968): “Hull House y los productos literarios de esta ex-
periencia”. En WRIGHT MILLS, Charles: Sociología y Pragmatismo. Editorial
Siglo Veinte, Buenos Aires.
TURNER, y otros (1995), La teoría social, hoy. Editorial Alianza, Bs. As.
AA
VS ALTE
»
2
42 LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN TRABAJO SOCIAL
LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL'
EN MARY ELLEN RICHMOND
Debido a la temprana muerte de sus padres fue criada por sus tías y por
su abuela en Maryland, Baltimore, en un ambiente de discusión sobre el
-. sufragio femenino, la situación de la mujer, la discriminación racial, ia
religión, la política y diversos temas en debate en la sociedad norteameri-
cana, y según sus propias palabras, su abuela la estimuló constantemente
“a leer, a pensar por ella misma y a elaborar sus propios argumentos”
(Bouquet, B.; 2002).
+ En adelante, DTI.
2 En adelante, MER.
3 Todas las negritas y cursivas son nuestras salvo que se indique lo contrario.
Es en este momento que toma contacto por primera vez con trabajado-
ras/es sociales y conoce a las pioneras del movimiento de reforma so-
cial. Entre ellas, se destaca la figura de Zilpha Drew Smith”, líder de dicho
movimiento, su inspiradora y consejera, y a quien Richmond dedica su pri-
mera obra, Social Diagnosis (1917).
7 Ziplha D. Smith fue pionera del desarrollo del Trabajo Social en Familia,
propiciando su
abordaje como totalidad. Otro aporte fue sin dudas su preocupación y activismo por
la conver-
sión del trabajo voluntario en una profesión y de la necesidad de una formación
adecuada. Para
mayor información ver Travi, 8. (y equipo), 2005a.
LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN MARY ELLEN RICHMOND 45
8 En adelante, TS.
1 En adelante TSC.
LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN MARY ELLEN RIGHMOND 47
12 Nos preguntamos: ¿cómo es posible que esta valiosa información sea ignorada u
oculta-
da en la formación de las/os estudiantes en la actualidad?
sucede lo propio con A study of nine hundred and eighty-five widows known
to certaín charity organization societies in 1910 (El estudio de novecientas
ochenta y cinco víudas relacionadas con organizaciones de caridad en 1910).
Tras su muerte, se editan nuevos textos, entre ellos: Marriage and the
state, based 1 pon field studies of the present day administration of marriage
laws in fhe United States (El! matrimonio y el Estado. Estudios de campo.
Legislación y matrimonio en los EE.UU); en 1929, al año siguiente, la Russell
Sage Foundation publica The long view, que incluye ensayos, discursos, y
una completa biografía.
2. Pp 1 "— | I H D ri ra Eí Ss r /
y Caso Social Individual
Para su desarrollo tomará, entre otros, 2.800 casos provistos por 56 en-
tidades sociales que desarrollaban diversos tipos de TS.
El contenido central está dividido en tres partes: |.- Evidencia 'Social (ca-
pítulos la Y); I|.- Procesos que Conducen al Diagnóstico (capítulos VI a XIX)
y tIL.- Variaciones en el Proceso (capítulos XX a XXVIII).
sional, a la vez que es sumamente crítica con relación a las debilidades que
en ese momento aún tenía el TS incipiente, como a aquellos colegas que
ejercían su profesión sin compromiso, en forma rutinaria o improvisada.
Los tres apéndices: |.- Las Primeras Entrevistas; I|.- Estadísticas de las
Fuentes Externas y ill.- Variaciones en la ortografía de los apellidos, son una
nueva demostración del cuidado de la autora en explicitar lo más posible los
conceptos tratados en los capítulos.
Con respecto al libro Caso Socia! Individual, cuyo título original Whar is
Social Case Work?: an introductory description fue formulado sugestivamen-
te en forma interrogativa, constituye la primera producción teórica que se
propone explícitamente como finalidad "buscar qué es el Trabajo Social de
Casos Individuales y por qué se recurre a! mismo” (CSI: 25). Para su elabo-
ración MER tomó como base su propia experiencia profesional, “completada
por la lectura de numerosas observaciones sociales individuales”, las cuales
fueron analizadas con absoluto rigor, explicitando claramente los criterios y
procedimientos utilizados para su análisis, así como la definición de los prin-
cipales conceptos y los autores que aportarán el sustento teórico desde di-
versos campos disciplinares (CSI: 60). -
El libro está compuesto por una introducción, seguida de otros diez capí-
tulos y una conclusión. Los capítulos 2 y 3 se ocupan de describir con minu-
ciosidad diferentes experiencias de colegas de entonces, analizando las mis-
mas. Es necesario indicar que, ta! como la autora señala, dichas experien-
52 LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN TRABAJO SOCIAL
Y dado que la DTI no puede ser pensada con independencia de las de-
más dimensiones, analizaremos entonces brevemente la concepción del TS
de MER, cuáles deberían ser a su criterio los fundamentos y objetivos del
TS, y en definitiva cuál sería su razón de ser frente a los problemas socia-
les de su época, para luego dar lugar a su perspectiva sobre la DTI.
En primer lugar, es fácil imaginar que no fue una tarea sencilla la que se
propuso nuestra colega si tenemos en cuenta que hasta la fecha no existía
ninguna teoría o propuesta metodológica sobre el tema. Por lo tanto, y cons-
ciente de que sus aportes constituirían una primera conceptualización res-
pecto de cuestiones teóricas y metodológicas, tomará una serie de recaudos:
fesión que se
desarrolla a través de una multiplicidad de “operaciones y métodos” cuyo fin
principal consiste en “hacer progresar la especie humana, tornando mejores
las relaciones sociales” (CSI: 149), ya sea tomando a los individuos uno por
uno, trabajando con las familias, con grupos de diversa índole (recreativos,
barriales, sindicales), a nivel colectivo, participando en el diseño e imple-
mentación de reformas sociales y legislativas y desarrollando investigacio-
nes sociales.
¿Qué significa esta afirmación? Quiere decir que para MER, “la compren-
sión y la acción se interpenetran continuamente” (CSI: 72), de manera que
?1 Para explicar el sentido que cobra cada uno de los conceptos que integran la
definición,
en particular las nociones de “ adaptación, “personalidad” y “medio social”, la
autora hace cita
mas de veinte textos. El análisis minucioso de cada uno de ellos es cbjeto de
estudio del Pro-
yecto de investigación antes mencionado (Travi, B.: 2002-2004).
58 LA DIMENSIÓN TECNICO-INSTRUMENTAL EN TRABAJO SOCIAL
Por otra parte es preciso realizar algunas precisiones con relación a cier-
tos conceptos utilizados por la autora y que han dado lugar a enormes críti-
cas, gran pare de ellas infundadas. Uno de estos conceptos es el de cíien-
te. Si bien no acordamos en absoluto en denominar hoy de esta forma a
los sujetos con los que intervenimos, en su momento significó un enorme
avance frente a denominaciones como “pobre”, “indigente”, “menesteroso” y
etras, heredadas de la aplicación de “Ley de pobres” y de las prácticas de
beneficencia previas a la noción de ciudadano/sujeto de derechos en el marco
de una sociedad democrática.
Por otra parte señala que “son pocas las asistentes sociales que se ocu-
pan de casos individuales, que adoptan en la práctica la patabra “casos”, que
emplean los médicos para designar a las personas que recurren a sus ser-
vicios profesionales. Un “caso” en el terreno de la asistencia social es una
situación particular en un problema social determinado, y no la o las
personas en cuestión. Para distinguir a éstas del problema que ellas susci-
tan se las designa en general ahora con el término de clientrs” (CSI: 24-25)23.
Otro aspecto que nuestro juicio hoy en día tiene absoluta relevancia, es
23 Negrita nuestra.
25 Este tema también preocupa a los psicólogos que no acuerdan con la denominación
de
“pacientes” para las personas que requieren su servicios profesionales por la
noción de pasivi-
dad que lleva implícita. Por lo tanto, en algunos países de Europa, se optó por
denominarios
“clientes” haciendo la salvedad que utilizan este término a pesar de no resultarles
“satisfactorio
por la imagen excesivamente mercantil que transmite” (Feixas y Miró; 1997:17).
James Mark Baldwin: EE.UU. (1861-1934). Profesor de Princeton. Fue miembro fundador
de la Asociación Psicológica Americana en 1892 y su presidente en 1897. Era un
autor de la
“nueva” psicología experimental que emanaba de Alemania y que tuvo gran impacto en
ese mo-
mento. -
o E.
A N
7 E
680__ LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN TRABAJO SOCIAL
No caben dudas, entonces, de que si para ella el fin del Trabajo Social es
el de desarrollar la personalidad, y el concepto de personalidad incluye los
cuatro elementos antes mencionados (lo innato, lo que el hombre adquiere
por su educación, por su experiencia y por sus relaciones con sus se-
mejantes), su ro! deberá desplegarse desde una perspectiva dinámica, inte-
gral y dialéctica, en la medida en que cada elemento influye en el otro recí-
proca y simultáneamente.
-de ésta” (CSI: 87). Anticipándose varias décadas a las corrientes teóricas que
resaltan el papel de los sujetos en la “construcción socia! de la realidad”,
destaca el carácter permanentemente cambiante de la mentalidad humana,
su capacidad de desarrollo y crecimiento constante, donde “dones natura-
les”, experiencias, vínculos y aprendizajes se influyen dinámica y recíproca-
mente. - - -
En tal sentido, apela a realizar todos los esfuerzos posibles a fin de lo-
grar un “equilibrio entre las tendencias especializadoras y las tendencias
generalizadoras” (CSI: 162) a través de una sólida formación profesional
y de “una fuerte organización profesional de carácter nacional” capaz
de producir una unidad entre todas las ramas del Servicio Social y ampliar
su campo de acción.
plicidad de caminos por los que (el trabajador social) llega a su cliente”
(CS!: 81). Esto lleva de suyo la noción de creatividad y aleja toda posibilidad
de pensar en la intervención profesional como una actividad rutinaria, y de
interpretar el concepto de “adaptación” como una simple complicidad y
funcionalidad con el sistema de explotación.
Estas ideas las explicita citando a una colega que en una selección para
cubrir un puesto de trabajo como trabajadora social lamenta que “un número
demasiado grande de ellas, llenas de expresiones estereolipadas, conociera
muy mal la técnica de la tarea que les esperaba. En realidad no puede ha-
ber progreso estable sin un cuidado atento del detalle ni respeto por la ha-
bilidad profesional. Desgraciadamente, cierto desprecio por la técnica se es-
conde a menudo detrás del empleo fácil de fórmulas seductoras y frases
ampulosas”. En tal sentido refuerza una vez más su visión integral en cuan-
to ala relación entre las diversas dimensiones y las formas del Servicio Social
señalando que los grandes maestros de la técnica como Osler o Pasteur “han
tenido una conciencia muy seria de las relaciones de la parte con el todo”
(CSI: 181-162).
explicita y vincula los fines últimos del TS con el mejoramiento de las condi-
ciones de vida, debiendo contribuir al proceso de desarrollo y progreso so-
cial “verdaderamente democrático” que tienda a igualar las oportunidades de
todos, con la plena participación de los sujetos involucrados.
Para concluir, presentamos entonces sólo los aspectos que a nuestro juicio
son los más relevantes para comprender su pensamiento:
Así, los fines últimos del TS siempre deben estar orientados ala partici-
pación activa de los sujetos en el proceso de intervención, “a través de
un programa de participación que permita al cliente compartir con el TS la
responsabilidad de las decisiones a tomar”, desarrollando el “arte de descu-
brir lo que le interesa principalmente a su cliente y saber aprovechar las in-
clinaciones de éste para reanudar lazos rotos...”, de trabajar junto a él en la
desarrollo de necesidades progresivas, a través de la permanente acción re-
» Mexiva”, para concluir que “el sistema que conduce más seguro al éxito en el
SSCI, consiste en alentar y estimular al cliente, en obtener su participación *
más completa en todos los proyectos que le conciernen” (CSI: 8, 9, 89, 111,
114, 171, etc.).
30 Un claro ejemplo lo constituyen las colegas que en las dos últimas décadas hemos
tra-
bajado tanto en la atención de las mujeres víctimas de violencia de género, como en
la denun-
cia de todas las formas de discriminación, hemos participado en la elaboración de
propuestas
para la creación de servicios y en las reformas legislativas.
LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN MARY ELLEN RICHMOND 65
“2*) Los seres humanos son diferentes los unos de los otros. Un pro-
grama social verdaderamente democrático iguala las posibilidades de todos
con una acción inteligente “en conjunto” e instaura al mismo tiempo una
política administrativa que trata diferentemente los casos diferentes, y con
este fin recurre al concurso de agentes diferentes” (CSI: 171).
* aportar conocimiento y
Con respecto a los objetivos del TS, si bien enfatiza la importancia del
desarrollo de la personalidad, hace referencia a los aspectos socio-educati-
vos, sosteniendo que los profesionales deben “educar a través de un progra-
ma de participación que permita al cliente compartir con el trabajador/a so-
cial la responsabilidad de las decisiones a tomar", “educar democráticamen-
le”, entendiendo por democracia el “hábito cotidiano"s3, la “igualdad en com-
partir cosas en común, en igualar las posibilidades de éxito de todos”, ala
vez que, como ya dijéramos, se desarrolle un SS abocado a las reformas so-
ciales que “eleve las condiciones en las cuales viven las masas” (CSI: 8, 9).
La entrevista
Desde los inicios de la profesión MER advirtió con absoluta claridad dos
cuestiones fundamentales:
— los efectos de esta relación para ambos, lo cual fue retomado con
posterioridad por otros autores.
34 Sólo para nombrar algunos autores, ver: Bourdieu, P.; Guber, R.; Saltalamacchia,
H.
LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN MARY ELLEN RICHMOND 69
De manera tal que, como menciona una vieja colega citada en el texto,
es en este primer encuentro con quien se inicia el proceso de intervención,
que se pone de manifiesto “la habitidad de un buen trabajador social”, la cual
ño puede ser reemplazada ni por los conocimientos de la técnica, ni por otros
recursos (ídem).
En tal sentido, se lamenta que a raíz de ciertos malos entendidos “se haya
llegado a considerar a la Asistente como una telefonista social cuya única
ocupación sería, sí seguimos hablando en sentido figurado, la de perma- -
necer sentada delante de su mesa, retirando una ficha para insertar otra”
(CSI: 77).
: El encuadre
Con relación a este tema, MER no utiliza el término encuadre, y sin em-
bargo son numerosas las referencias que realiza al respecto analizando con
detalle las constantes mencionadas y los aspectos a tener en cuenta en el
LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN MARY ELLEN RICHMOND 71
Desde el inicio MER nos aclara que “el lugar” depende en gran paste de
la “naturaleza de la tarea” y del “crigen de la solicitud” (SD:106).
Estos aspectos van a condicionar las expectativas los sujetos, sus actítu-
La
T2 LA DIMENSIÓN TECNICO-INSTRUMENTAL EN TRABAJO SOCIAL
con cada persona. Sin embargo, corre “con el riesgo que si falla, no obten-
drá ni los más simples. y elementales datos” (idem).
sarlas, “algunas de las cuales son respondidas, sin haber sido hechas”, a
través de la capacidad de observacións del entorno y en tanto se genere un
clima favorable a la comunicación y “franco intercambio de experiencias” que
permita el dejar fluir el discurso de los sujetos. Y frente a la tendencia aún
actual de priorizar en los informes sociales o socio-ambientales, los aspec-
tos materiales, señala que “mucho más reveladoras que estos elementos ma-
vistas en el propio Servicio son más convenientes, no sólo por el ahorro de '
Para concluir, en ciertos casos que puedan ser conflictivos, propone otra
Por todo lo expuesto queda claro que la entrevista nada tiene que ver
con completar “lapicera en mano”... una ficha que tenemos sobre el escrito-
rio, formular “cada pregunta en el orden indicado por los ftems del formula-
rio" y elaborar “un breve resumen de la mecánica respuesta antes de conti-
nuar con la-siguiente: ¿Ayuda solicitada? “Carbón y comestibles”, ¿Motivo de.
la carestía? Falta de trabajo', ¿Algún familiar que pueda brindar ayuda? 'No”.
- Asu vez, apela a evitar lo más posible “todo formulismo inútil” o poner en
primer plano cualquier “tipo de elemento oficial”, como por ejemplo un cues-
tionario preestablecido (SD: 108).
Por. último, está clara en la autora una concepción del encuadre no como
“algo dado e inmodificable”, sino que dichas condiciones dependen en gran
parte de decisiones del profesional y de su capacidad de construcción y
apertura de espacios profesionales.
El registro
La obra que desarrolla el Dr. Howe a mediados del siglo XIX, lamentable-
mente casi desconocida, tiene una gran trascendencia en dos sentidos: por
su convicción en el desarrollo de las potencialidades de las personas y por
la indagación y elaboración de novedosos métodos educativos. “El Dr
Howe, felizmente, posefa un espíritu científico: no solamente supo por me-
dios nuevos dar impulso a una inteligencia cautiva, sino que anotó cuidado-
samente día por día los métodos que empleaba y los resultados que obte-
nía”, sentando las bases, según la autora, para el Trabajo Social profesional.
44 Laura Bridgman: una niña ciega y sorda, sin educación alguna, que a partir su
incorpo-
ración al Instituto en 1837, y bajo el seguimiento y dirección del Dr. Howe aprende
a leer y escribir,
y "volverse capaz de realizar una obra útil con su inteligencia y sus manos”; Ana
M. Sullivan, ex
alumna del instituto, estudiosa de los trabajos del Dr. Howe y tutora de la célebre
Hellen Keller, ——
quien siendo ciega, sorda y muda, se graduó en el Radcliffe Collage (Universidad
para Mujeres
de Cambridge) y desarrolló una carrera brillante como escritora, se interesó por la
educación de
los ciegos-sordos, y fue “defensora intrópida del sufragio femenino y otras
reformas sociales”
(17).
LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN MARY ELLEN RICHMOND 75
El informe-social.35......
3% En adelante IS.
76 LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN TRABAJO SOCIAL
Los TS, en contacto directo con las personas, grupos y familias, su “for-
.mación teórica en el terreno de las ciencias sociales, unida a su formación
práctica en el campo del ES”, “se encuentran en una posición excepcional-
mente favorable para hacer observaciones de primera intención” (CSI: 151).
En ta! sentido nos convoca a constituimos en “testigos fieles de la necesi-
dad de reformas sociales, cada vez que esta necesidad se manifiesta en el
curso del trabajo diari”. En tal sentido, los resultados de la investigación y
los informes sociales deben constituirse en una poderosa herramienta de
información y denuncia dirigida a los organismos gubernamentales y a la
sociedad en general, teniendo como base “argumentos pertinentes que pre-
paran al público para las reformas” (CSI: 150) -
BIBLIOGRAFIA
LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL"
EN GORDON HAMILTON
1 En adefante, DTI.
2 En adelante, GH.
3 Hamilton, Gordon: Teoría y Práctica del Trabajo Social de Casos, 1960. Ed.
Científicas La
Prensa Médica Mexicana (1? ed. 1940)
7 En adelante, TS.
LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN GORDON HAMILTON 83
13 Comiltas de la autora.
LA DIMENSION TECNICO-1NSTRUMENTAL EN GORDON HAMILTON 85
La segunda versión del texto Theory and Practice of Social Case Work
(1951), traducida al castellano en 1960 con el título de Teoría y Práctica del
Trabajo Social de Casos, se constituyó en uno de los textos claves en la for-
mación de los trabajadores sociales en EE.UU., ala vez que ha sido utiliza-
do en el campo de la medicina, el derecho y las ciencias sociales en virtud
de su enfoque interdisciplinario y reflexivo respecto de la complementariedad
de las diversas disciplinas, tanto en los procesos de conocimiento como de
intervención.
14 En adelante, TSC.
15 El psicoanálisis tuvo fuerte impacto en diversas disciplinas. Con respecto a los
factores
que contribuyeron a su divulgación en EE.UU. puede consultarse Payne, Malcom
(1995). :
86 LA DIMENSIÓN TECNICO-INSTRUMENTAL EN TRABAJO SOCIAL
Con respecto a los Métodos y procesos (GH: 12) señala que para al-
canzar el objetivo de contribuir a un mejoramiento en las condiciones de vida
y al logro de “relaciones humanas satisfactorias”, y dado que existen nece- -
sidades de “masa”, de comunidad, de grupo y necesidades individuales, el
TS ha desarrollado tres métodos denominados “planeación de asistencia
social” y “organización comunal”, “TS de grupos" y 'TSC”, a la vez que
LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN GORDON HAMILTON 87
16 Se refiere a 1951,
88 LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN TRABAJO SOCIAL
De manera que, si los resultados del diagnóstico serán la base del trata-
miento, se trata de uno de los momentos claves en los que se manifiesta el
compromiso del trabajador social por el mejoramiento/resolución de la
situación planteada por los sujetos. "Los trabajadores sociales tienen un gran
interés en que se establezca un adecuado estándar de vida, buenos niveles
de ingresos y ventajosas condiciones de trabajo, protección por medio de los
sistemas de seguro social y también en el terreno de las relaciones huma-
nas: sólida vida de familia, justicia social, derechos civiles, ausencia de dis-
17 Las concepciones del diagnóstico en los autores clásicos en este momento están
siendo -
18 Comillas de la autora.
L
LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN GORDON HAMILTON 89
Obviamente, para quienes nunca han tenido contacto con la obra, suma-
do a los prejuicios que algunos tienen o.tuvimos con relación a las autoras
clásicas del TS, cierta terminología podrá resultar “chocante”, en particular
aquella que se asocia al “funcionalismo” o a la supuesta (y siniestra)
intencionalidad del TS respecto del “mantenimiento del sistema capitalista o
complicidad con el siatu-guo"”19. Es claro que esta colega no plantea una
transformación radical del sistema (como casi nadie lo plantea hoy en día
como un objetivo del TS); sin embargo, más allá de las críticas que poda-
mos hacer a su pensamiento, es imprescindible un estudio profundo de “su
perspectiva” para comprender el significado que atribuye a cada concepto.
En ta! sentido, oportunamente haremos breves referencias con relación a
conceptos, centrales como “adaptación” o “tratamiento”.
. Es decir que el hecho de que los servicios públicos brinden una atención
dirigida a “las masas” podrá o no afectar su calidad, pero los “métodos pro-
fesionales deben ser idénticos", con la salvedad de que las ventajas de las
“agencias voluntarias” (al igual que hoy día de las ONGs) están en la “flexi-
bilidad” en el proceso de intervención, “la investigación o la promoción de
nuevos proyectos” (GH: 123). Asimismo es sumamente crítica frente a la
“puro-cratización o rutinización” de los servicios como ante quienes conci-
ben la asistencia como una “empresa”?!: “Es evidente que los métodos de
administración son servicios, no elementos de una organización ni rue-
das de un mecanismo. Los objetivos de la administración son la pro-
tección y asistencia de los individuos humanos, no el manejo de esta-
dísticas, alfileres en un mapa, o líneas en un plano”.
22 Cita al pie, pág. 125: “Pray, “New Emphases in Education for Public social
Work", en Method
and Skill in Public Assitance, pág. 94.
23 Para ilustrar lo señalado toma como ejemplo las modificaciones que se produjeron
en
EE.UU. en 1909, contrarias a justificar el hecho de sacar a un niño del hogar
cuando sus pa-
dres no contaban con recursos económicos, por una nueva perspectiva según la cual
"Ningen >
niño debe salir de su hogar por la tínica causa de la pobreza”. A su vez, este
principio básico
sólo pudo "convertirse en realidad” a partir de la intervención activa del Estado
por medio de la
legislación y seguridad secial, lo cual permitió cambiar la concepción de la
protección de los
niños y la familia, basado en una perspectiva integral.
LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN GORDON HAMILTON i
- der a usar de sus servicios y procedimientos con utilidad para el cliente” (GH:
127). Sin embargo, no se trata de aceptar acríticamente los lineamientos
DTEDS N
7 7
94 LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN TRABAJO SOCIAL
Por lo tanto, “la ética que se deriva de estas premisas (...) conduce a
dos ideas fundamentales que colocan al TS entre las profesiones
humanísticas: la primera que el acontecimiento humano está constituido por
una persona y una situación, o sea una realidad subjetiva y una realidad
objetiva, que tienen entre sí una interacción constante; la segunda, que el
método característico del TS, a fin de alcanzar sus metas, incorpora en
sus procesos tanto el conocimiento científico como los valores sociales”.
Mismo”.
27 Cursivas de la autora.
28 Comillas de la autora.
— 3% Comillas de la autora.
LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN GORDON HAMILTON 97
En tal sentido el diagnóstico debe permitir conocer “cuáles son las pre=
siones e influencias del medio y en qué grado está afectada la persona" y
decidir la estrategia de intervención siempre teniendo en cuenta la. interacción
entre los dos aspectos.
Por todo lo expuesto, señalará que “un programa progresista debe in-
cluir un amplio esquema de seguridad social y compensación, con servi-
cio de TSC para las personas aseguradas que lo deseen” y “asistencia
pública” a través de diversas instituciones, las cuales además de satista-
cer las necesidades materiales, "deben proveer a todos, los recursos
usuales del tratamiento individual, de grupo, recreación y otros progra-
mas que puedan hacerse efectivos por medio de un consejo directivo
calificado”. Para ello, considera fundamental que en el marco del Seguro
Social, existan departamentos de Seguro Social como los estaviecidos en
escuelas y/ o instituciones de salud. A su vez señala que la “estructura de la
Asistencia Pública debería estar administrativamente integrada" y que,
en todas las formas de asistencia, los TS deben estar capacitados para cum-
plir con eficacia las diversas funciones que tengan que asumir (GH: 88-89).
33 Comillas de la autora.
34 Comilias de la autora.
100 LA DIMENSIÓN TECNICO-INSTRUMENTAL EN TRABAJO SOCIAL
Dado el papel que tienen las diversas concepciones sobre los sujetos y
su implicancia en el proceso de intervención, y en particular con relación a
la DTI, dedicaremos este apartado a profundizar la perspectiva de la autora.
Para el desarrollo de este aspecto es necesario recordar su idea de que
la misión fundamental del TSC es lograr que el individuo participe plena-
mente en el mejoramiento de su propia socialización y buscar el equifi-
brio entre las fuerzas internas y externas en una situación particular,
“los principios éticos: que lo rigen y el reconocimiento legal del derecho a
la asistencia. En tal sentido y adelantándose varias décadas a desarrollos
posteriores, incorpora la noción de ciudadane-ciiente. -
De manera que, desde el momento en que las solicitudes de ayuda en
los Servicios Sociales pasaron a considerarse como un derecho en virtud
de la legislación social vigente, el TS debe poner en juego toda su capaci-
dad para lograr el mejor aprovechamiento de los recursos sociales, no
ofreciéndolos como “un artículo de almacén sino ayudando al cliente a usar
de ellos en una forma activa y responsable” (GH: 51): tendiendo al desa-
rrollo pleno de sus potencialidades y al desarrollo de la autonomía.
Desde allí, entonces, plantea en primer lugar la importancia de reconocer
la capacidad del sujeto para pensar, expresar sus sentimientos e ideas; por
lo tanto señala que “lo que él pueda decirnos de su situación, es el prin- :
. cipal medio que tenemos de explorar, discutir, explicar y establecer una re-
lación positiva”, otorgándole un papel central a la comunicación.
Hoy existe un consenso generalizado con relación a que los objetivos del
TS ya no pueden formularse en términos de “lograr un mejor ajuste social o
la adaptación al medio”. Pero como ya hemos hecho referencia, un estudio
serio de estas autoras requiere un análisis minucioso acerca del sentido otor-
gado a estos términos. Richmond debió dedicar extensas páginas de sus
libros aclarando y explicitando sus perspectivas. Hamilton optó por el mismo
sistema, y un claro ejemplo de ello se observa en su posicionamiento con
respecto al concepto de “ajuste”. La autora nos dice: “los críticos del TS
podrán malinterpretar el término “ajustamiento, viendo en él un intento de
hacer aceptar al cliente —en el sentido de aquiescencia— una sociedad hostil
e injusta, lo cual no es cierto. El trabajador de casos puede, sin embargo,
ayudar al cliente a reconocer lo que es real en el mundo externo, ya sea que
se acepte o no se acepte” (GH: 244),
35 Comillas de la autora.
Como es evidente, en esta autora hay una fuerte impronta a favor del
individuo. Sin embargo, la mayoría de las críticas y “acusaciones” contra ella
y otras/os autoras/os, como posibles o “cómplices y participes del sistema
de explotación capitalista”, carecen absolutamente de fundamentación. Hoy,
104 LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN TRABAJO SOCIAL
transcurrido más de medio siglo, podemos no coincidir con gran parte de sus
planteos. Sin embargo, si queremos consolidar la disciplina sobre bases
sólidas, lo que debemos evitar es la crítica superficial o “ideologizada”.
Perspectiva teórico-metodológica
* Con respecto a los métodos sostiene que siempre deben estar orienta-
dos por los fines y objetivos y para poder dar respuesta a las complejas
situaciones y necesidades que debe enfrentar, ya sean “de masas, de co-
munidad, de. grupo o individuales”. Para ello el TS "ha desarrollado hasta la
fechas, tres métodos de acercamiento", denominados respectivamente:
38 Se refiere a 1951.
LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN GORDON HAMILTON 105
Desde un enfoque integrador, vincula el uso de las técnicas con las fina-
lidades del TS, dado que su utilización, sin tener en cuenta el propósito pro-
fesional serían “faltas de ética”, en la medida en que "el ideal democrático
requiere que la personalidad propia no sea impuesta de manera autoritaria
sobre ninguna otra persona" (GH: 28).
Para que esa relación pueda establecerse el trabajador social debe ser
capaz de establecer una “atmósfera agradable, en la que el cliente se sienta
aceptado y sus necesidades reconocidas; en la medida en que sus dere-
chos para manejar sus propios asuntos sean respetados...” (GH: 29)41.
Sobre este tema volveremos más adelante, pero a esta altura no pode-
mos evitar preguntarnos: ¿qué pensaría la autora ante las “entrevistas” rea-
lizadas en un pasillo, mientras se atienden varios problemas a la vez, se habla
por teléfono o se responden mensajes de texto desde un celular?
41 Cursivas de la autora.
LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN GORDON HAMILTON 107
Por otra parte, con relación a la dimensión ética, señala que jamás debe-
rá ser aprovechada la situación de indefensión o vulnerabilidad de las per-
sonas para beneficio personal, y todas las decisiones que se tomen deben
ser el resultado de un minucioso estudio sobre el caso, a la vez que la inter-
vención profesional debe estar orientada “a poner en juego la capacidad del
cliente para tomar decisiones y actuar de manera responsable” procurando
no hacer promesas o generar falsas expectativas sobre nuestra capacidad
de resolver los problemas (GH: 37-38).
— el encuadre,
— el uso de la autoridad,
y la obligación de conservar como secreto todo cuanto vean, olgan y conozcan por
imperio de .
su profesión y en el ejercicio de la misma”. Las excepciones al secreto profesional
o el deber -
de confidencialidad están contemplados en el art. 156 del Código Penal Argentino,
cuando “existe
justa causa; es decir, en la medida en que pueda fundamentarse la existencia de un
interés
superior a ser protegido”. La noción de justa causa, pone en evidencia la dimensión
dilemática
que adquiere el secreto profesional.
LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN GORDON HAMILTON - 109
43 Por ejemplo, ante una situación de violencia o abuso podemos tomar la mano de
una
persona como señal de afecto y comprensión y en otras circunstancias ello está
absolutamente
contraindicado. En tal sentido coincidimos con Carlos Eroles en que aún no se ha
inventado
un “distanciómetro”; por lo tanto, el parámetro fundamental es el criterio que
establece el pro-
fesional. ,
110 LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN TRABAJO SOCIAL
Ello implica habilidades en dos sentidos: por un lado, por parte del/la
estudiante, el “aceptar verse a sí mismo, actuar y observar la manera como
sus actos afectan a otras personas dentro de la labor profesional” (GH: 42).
Por etra parte, ella docente debe tener la habilidad de utilizar con fines de
aprendizaje, aquellas situaciones que permitan la reflexión de lo acontecido
en la entrevista o cualquier tipo de intervención, ya sea con relación a los
sujetos como a sf mismo, y desarrollar la capacidad de auto-observación a
la vez que se percibe el comportamiento de los demás.
44 Comillas de la autora.
LA DIMENSIÓN TECNICO-INSTRUMENTAL EN GORDON HAMILTON 111
y paciente atención, así como para obtener una idea de la actitud del clien-.
te ante la vida”; y coincide con su amiga y colega en que un “espíritu com-
prensivo” tiene importantes efectos para desarrollar la “autodirección y la
confianza en sí mismo” (GH: 57).
Al igual que la autora hace más de medio siglo, hoy seguimos indagando
acerca de: ¿cómo estos principios se convierten en herramientas para
direccionar la intervención profesional? ¿Qué habilidades/aptipudes
debe tener un trabajador social para realizar provechosamente una entre-
vista? ¿A qué llamamos una “buena entrevista”? ¿Qué aspectos deben estar
presentes y ser desarrollados en profundidad-en la formación profesional?
Del mismo modo que Richmond, GH considera que el éxito de una entre-
vista se basa en ciertas habitidades y en la destreza práctica que el pro-
fesional debe ir adquiriendo, y que “la habilidad para entrevistar y establecer
la relación profesional va íntimamente ligada a la aptitud para abordar un
caso con la experiencia de vida y los recursos sociales de la comunidad”
(GH: 51).
Sin embargo, no se trata sólo de una cuestión de habilidad, sino que esta-
idea contiene un principio ético insoslayable en el ejercicio profesional, que
es el de aceptar a las personas tal cual son, sin ningún tipo de discrimina-
ción respecto de sus ideas, comportamientos, formas de vida, etc.
Como teda “actitud”, esta actitud profesional hace referencia a una dis-
posición para aciuar, que se traduce en gestos, palabras, en una escucha
atenta y comprometida con el relato del otro, la observación, el respeto por
el encuadre...
La ventaja de establecer estos criterios tiene por obj etivo “hacer a! cliente
más responsable y consciente para que pueda cooperar en la solución del
problema”.
48 Por ejemplo, es muy diferente el tipo de entrevista que puede realizarse cuando
una
persona acude a un servicio especializado por un problema específico (como servicio
de asis-
tencia en violencia familiar), o en una típica guardia de “acción sccial” donde se
atienden una
multitud de problemáticas, y quienes acuden en general son derivados a otros
servicios.
LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN GORDON HAMILTON it5
Si bien en los años '50 no se conocían los novedosos aportes que han
realizado la psicología y la neurología en la última década, en el sentido de
identificar el impacto que generan las situaciones de alto estrés e el origen
de las emociones y su relación con diversos mecanismos neurológicos49, la
autora señala que cada vez que atravesamos una situación de cambio,
pérdida o crisis, es habitual que experimentemos temores, ansiedad,
estados de tensión, etc. A su vez, el enfrentarnos a toda situación nueva o
desconocida, como por ejemplo recurrir a un Servicio Social, despierta an-
siedades y miedos básicos. A esto se suma que los motivos por los cuales
las personas concurren, hacen referencia a problemas que “nuestra cuitura
considera oprobiosos”, como “la incapacidad para ganarse la vida”, o encon-
trarse desamparado, y ello constituye un agravante, aumentando los senti-
mientos, de vergtienza, temor o culpabilidad.
Puede ser, a su vez, que la persona no tenga claro por qué | concurre al
— un pedido de solución;
En el caso de que la persona haya sido derivada por otra/o colega o pro-
fesional, es importante indagar acerca de su perspectiva con relación a los
motivos por los cuales se produjo la derivación. -
Por otra parte, las personas “no tienen motivo para confiar ciegamente
en la buena voluntad de un trabajador social a quien no conocen” o de creer
que la “institución cooperará realmente en la solución de su problema”. Por
lo tanto, “a cortesía, la pronta alención, la explicación de las obligadas de-
moras, el reconocimiento verbal a solicitar ayuda, la reserva y el ambiente
de tranquilidad de la entrevista, son otros tantos factores que tienden a re-
ducir las defensas y las resistencias”. (De más está decir que las actitudes
de “aceptación” y respeto deberían estar presentes en todo el personal que
toma contacto con la persona desde que ingresa a una institución.)
tivo”. Y a su vez, "en cada situación, las personas y los hechos significativos
en la experiencia de vida del cliente, y su sentir respecto a ellos constituyen
la unidad de atención" (GH: 185). De manera que para comprender el sig-
nificado de los distintos elementos que intervienen en un caso, será necesa-
rio desplegar una serie de recursos técnicos acordes a esta primera aproxi-
mación, y como dijimos, éstos al mismo tiempo constituirán la base del diag-
nóstico y la evaluación profesional.
120 LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN TRABAJO SOCIAL
— la observación;
— fuentes “colaterales”.
la entrevista.
..- “La entrevista puede motivar, puede enseñar, puede recabar informa-
: ción, puede ayudar a los clientes a poner de manifiesto lo que les está
molestando.” En tal sentido, “procura uno de los mejores medios para ob-
servar el comportamiento y las reacciones de una persona (...) siendo
casi el único medio para la comprensión de las actitudes y sentimientos”.
Y dado que el caso se compone tanto de “factores internos como externos”,
el hecho de que la persona pueda dar cuenta tanto de sus sentimientos como
de sus condiciones de vida concretas/materiales/objetivas, “aumenta la im-
portancia de la entrevista”.
LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN GORDON HAMILTON 121
Por otra parte, aún hoy observamos las mismas dificultades que preocu-
paban a nuestras antecesoras en el sentido de que la falta de una forma-
ción rigurosa se traduce en ciertas actitudes, como el “querer investigar de-
masiados datos precisos” impidiendo prestar atención a detalles sutiles por
la ansiedad de “anotar todo”, o de interrumpir el relato “para llenar los casi--
lleros de una ficha"; o en el otro extremo, compenetrarse tanto con el relato
hasta que “el corazón se desborde”, lo cual dificultará tanto la comprensión
como la relación profesional (GH: 156). Por otra parte, señala ciertas actitu-
des de los colegas inexpertos que por miedo a no poder manejar determina-
das situaciones tiene conductas evitativas, que se manifiestan en cambios
de conversación, modificación en el eje del problema, o no profundización
de los aspectos más difíciles.
=> De manera que es imperioso que los estudiantes de TS se entrenen
durante largos períodos a fin de poder ir encontrando el “equilibrio” nece-
sario entre la necesidad de recopilar cierta información básica y la com-
prensión del sentir, pensar y hacer de la persona.
Es en el mismo sentido que GH una vez más insiste en que será el en-
trenamiento en el período de formación y la práctica lo que permitirá “hacer
con verdadero acierto las preguntas apropiadas” o que “parecen sin impor-
tancia” (...) “recogiendo hábilmente el sentido de sus palabras”.
— su estado de ánimo,
cho instrumento pueda servir como orientación y registro posterior de los datos
necesarios. Debido a la complejidad de establecer criterios con relación a
este tema, considera que las instituciones deberían “estimular al personal
para que participe en la formulación de las normas administrativas”, y
lamenta que en ese momento no se hubiera aún determinado “hasta qué
punto el ciudadano cliente puede participar en la elaboración de dichas
normas” (GH: 206), Hoy, luego de medio siglo, estamos aún muy lejos de
lograrlo, dado que se observan actitudes pasivas en grandes sectores de
la profesión, que aceptan como dados los instrumentos sin jugar un pa-
pel protagónico en su diseño. En este contexto, la participación de los
“ciudadanos clientes” es prácticamente inexistente.
59 Señala que quizás el peligro es que esta diferenciación sea demasiado rigurosa,
y por lo
tanto las personas que acudan por cuestiones “sólo” materiales o económicas sean
tratadas de
“mado impersonal o rutinario” sin propiciar su participación o descuidando el fin u
objetivo de
investigación (GH: 218).
126 LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN TRABAJO SOCIAL
resultar incómodas también para el profesional que debe indagar a fondo con
qué recursos cuenta la persona o sus familiaresto.
80 Por otro dado puede verse que algunas personas, por medio del aprendizaje de
estrate-
glas de sobrevivencia han aprendido a demostrar que no pueden o no tienen “nada”
(Travi, B.,
2001: 100-101).
61 Hoy decimos que el diagnóstico social no debe ser “un listado de calamidades”
sino que
debe dar cuenta tanto de las necesidades, carencias, aspectos conflictivos, etc.
así como de
las potencialidades, factores protectores O de resiliencia.
52 Comillas de la autora.
83 idem.
57 Comillas de la autora.
LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN GORDON HAMILTON i29
recho básico indiscutible 8%, señalan que cuando la demanda sólo está vin-
culada con una carencia materia! o problema económico (sin presentar difi-
cultades en otros aspectos personales, familiar, vinculares, etc.), no se ahon-
dará en cuestiones que no sean relevantes, el decir que el tipo de informa-
ción a registrar estará estrechamente vinculado con la demanda y el pro-
blema a resolver. En tal sentido coincidimos en que debería ser descartad
categóricamente todo “cuestionario tipo” o modelo de entrevista “standard”,
aplicado en forma indiscriminada, o como ya se hizo referencia, formularios
o “artefactos” prediseñadosss.
información sea considerada “profesionaP”, “el autor debe ser capaz de re-
dactar los hechos con exactitud y brevedad, y saber, además, interpre-
tarios” (GH: 139).
72 Comillas de la autora.
LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN GORDON HAMILTON 133
BIBLIOGRAFIA
LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL'
EN HELEN HARRIS PERLMAN
introducción
1 En adelante, OTI. .
2 Para la totalidad de las citas, las negritas son nuestras, salvo que se indique
lo contrario.
3 En adelante HP.
136 EA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN TRABAJO SOCIAL
—
trayectoria profesional y académica, para pasar luego a la presentación de
la obra citada, abocándonos no sólo al análisis de la estructura y composi-
ción de la misma sino intentando demostrar también el aporte para la forma-
ción profesional la misma representa.
4 En adelante, TS.
De manera que los avances teóricos aportados por esta autora no sólo
se vincularon con el proceso de resolución de problemas en el área indivi-
dual, sino que además sentaron bases de conocimiento teórico del TS con
respecto al trabajo de grupo y práctica de la organización de la comu-
nidad. Dichos avances fueron derivados sobre tedo de la teoría sociológi-
ca, pero los modelos del desarrollo psicosocial fueron tomados de la psicó-
logía. . ”
Persona: Social Role and Personality (1968). Chicago University Press. Chicago and
London.
Traducido al francés en 1973, con el título L “adulte e ses róles. Editions de
Centurión/Bayard
Edicions. -
The dancing Clock: and other childhood memories (1989). Chicago Academy Publishers,
Chicago. -
pionera de la educación del TS, y fue honrada por el NASW, CSWE y-!a
Asociación de Trabajadores Sociales Clínicos. Recibió grados honorarios
de la Universidad de Boston, la Universidad de la Florida Central y de la
Universidad de Minnesota.
Este texto cuenta con un total de 305 páginas dividas en tres partes y
trece capítulos.
lo largo de su desarrollo, y a pesar de la complejidad de los temas
abordados y de lo difícil que resulta describir y explicar precesos y prucedi-
mientos siñ.caer en esquemas lineales, la expresión de sus ideas es clara y
precisa y la autora tendrá siempre en mente a los lectores, ya sean estu-
diantes o profesionales experimentados.
9 En adelante TSI. -
10 Á fin de facilitar la lectura, las citas hacen referencia al libro en análisis,
y la referencia
está compuesta por las iniciales de la autora, seguida del número de página en la
que se en-..
cuentra el fragmento referido. "
140 LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN TRABAJO SOCIAL
11 Sobre ese tema ver Capítulo | de este texto. Para ampliar la información se
puede ver
también, entre otros: Travi, Bibiana (2004), Op. Cit., y Miranda Aranda, Miguel
(2004), Op. Cit.
'2 CW en adelante. Se utilizará en forma indistinta CW o TSi.
LA DIMENSION TECNICO INSTRUMENTAL EN HELEN HARRIS PERLMAN . 141
— decidir lo que hay que hacer, cómo hacerlo, en qué orden y direc-
ción y con qué medios;
— ética profesional,
13 Comillas de la autora.
Coincidimos en que el valor de esa obra radica en que fue el primer marco
de referencia con el que contaron los trabajadores sociales. Sin embar-
go, plantea que “los medios de resolución de problemas señalados”, no siem-
pre daban los resultados esperados" y “se veían limitados por la escasez de
conocimientos que en esa época tenían (los trabajadores sociales) acerca
del comportamiento humano”.
Según la autora, los avances que se observan en los años "50, en cuanto
a la organización de métodos y procesos, están vinculados con el aporte
de la “psicología del yo”, de las ciencias sociales y de autores como Austin,
Hamilton, Hollis, Gomberg y Towle'7 (HP: 12).
15 Comillas de la autora.
18 Señala como hecho importante la labor de ta Comisión para esclarecer los Métodos
y
Alcance de la agencia de Asistencia Familiar (1953) en cuanto supone un nuevo
avance respec-
10 a nomenciatura y clasificación de los objetivos y formas comunes del CW familiar
(HP, 12).
LA DIMENSION TECNICO INSTRUMENTAL EN HELEN HARRIS PERLMAN | 143
La persona.
El probiema.
El lugar, C
El proceso.
19 Comillas de la autora.
144 LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN TRABAJO SOCIAL
| referencia a las obras clásicas (como las Obras completas de Sigmund Freud)
aunque sí señalará los autores que más la influenciaron y los que le sirvie-
ron como fuente central para el desarrollo del texto, entre ellos los que se
destacan, además del fundador del psicoanálsis y numerosos psicólogos?0:
Mary Richmond, de quien reconoce su genialidad y el carácter visionario
de su obra y a la cual considera como “un modelo de coherencia de pensa-
miento y de comprensión”; Virginia Robinson?!; Gordon Hamilton, de quien
refiere que su texto Social Casework Theory and Practice es “el único texto
general sobre CW y probablemente el primer libro que debe conocer el es-
tudiante de esta materia”; Charlotte Towle y, por último, tanto con relación
a su concepción filosófica como a sus aportes sobre el desarrollo del la in-
teligencia y procesos de conocimiento, identifica en John Dewey a uno de
los autores que mayor influencia tuvieron en su pensamiento y en su vida.
Su influencia se ve claramente en su concepción integral del hombre como
unidad de lo individual y lo social, en la relación entre teoría y práctica, en la
integración de /o subjetivo y lo objetivo y fundamentalmente en la noción de
Creemos necesario señalar que con respecto a las teorías en las que se
inspira, si bien se trata de un texto que podríamos catalogar como esencial-
mente “metodológico”, hace referencia permanentemente a sus fundamen-
tos teóricos, filosóficos y sus implicancias ético-políticas. Por otra par-
te, la autora señala que no se ha incluido “la docírina” del TS ni “su mairiz
histórica social, porque ambos puntos ya se han tratado convenientemente
en otras publicaciones” (HP: 13).
20 Ente ellos, Franz Alexander, Otto Rank, Anna Freud, Jules Coleman, Annette
Garret,
Nathan Ackerman, Phillip Ash; etc.
Por último y con relación al tema que nos ocupa, a pesar de ias diferen-
cias que hoy podamos tener con la autora, sostenemos que es muy intere-
sante revalorizar su concepción acerca de los métodos y su relación con
las técnicas.
22 Comillas de la autora.
23 idem. N
24 Idem.
146 LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN TRABAJO SOCIAL
Con relación a este tema, agrega: “el tono y actitud que acompañan las
palabras, la calidad de la relación establecida, el escenario en que se reáli-
za el trabajo, la interacción entre las personalidades respectivas del cliente
y especialista en cásework y (seamos honrados) la visión a posteriori que el
resultado obtenido suscita, son variables de las que depende que una técni-
ca delerminada parezca buena o mala” (HP: 194). ,
25 Idem.
26 En sentido de “hacerse cuerpo” en uno mismo.
“LA DIMENSION TECNICO INSTRUMENTAL EN HELEN HARRIS PERLMAN 147
27 Si bien hoy no acordamos con dicha denominación, nada hace indicar que la idea
de
adaptación haría referencia a "una complicidad del TS con el sistema capitalista”
como algunos
-— pudieron imaginar.
26 Comillas de la autora.
LA DIMENSION TECNICO INSTRUMENTAL EN HELEN HARRIS PERLMAN 149
Ln TZ
(EA
150 LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN TRABAJO SOCIAL
29 Comillas de la autora. ,
30 La idea de que la persona “acepte la ayuda” hace referencia, por ejemplo, a qué
una
mujer maltratada en situación de alto riesgo “acepte” (aunque no sea en forma
inmediata) con-
curtir a un grupo de ayuda mutua o a hacer una denuncia policial y se comprometa
con su
proceso de recuperación y lucha contra la violencia.
'
Una vez identificados los elementos constitutivos del TSI y sus reja-
ciones recíprocas, la autora aborda los dos métodos que considera prin,
cipales para llevar adelante el proceso de intervención:
Estos métodos, si bien tienen una influencia central en la fase inicial, es-
tán presentes a lo argo de todo el proceso de intervención.
A continuación desarrollaremos cada uno de ellos para luego analizar:
— el contenido y
— el método de la Fase Inicial.
Sin embargo, esta idea estuvo presente, como ya se hizo referencia, desde
las primeras formulaciones del TS.
32 De allí que los trabajadores sociales deban “preocuparse por los asuntos de
Bienestar
Social" (HP: 242).
LA DIMENSION TECNICO INSTRUMENTAL EN HELEN HARRIS PERLMAN . 153
33 Los que hemos ejercido durante años la profesión, podremos dar cuenta de
numerosos
casos en que las personas “vuelven” al Servicio Social periódicamente o después de
años; por
- ejemplo, adolescentes convertidos en adultos que regresan a visitarnos con su
“nueva familia”,
O personas con las que seguimos manteniendo contacto luego de finalizado el proceso
de Inter-
vención. Sin embargo, a pesar su importancia, los aspectos emocionales y afectivos
son abso-
lutamente descuidados o "negados” en ciertas tendencias actuales en América Latina,
con el
débil argumento, a nuestro juicio, de evitar la "psicologización”,
154 LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN TRABAJO SOCIAL
Pero, por otra parte, la misma situación de lo que hoy podríamos nomi-
nar como “tener que aceptar la ayuda de un tercero” “puede llegar a crear a
su vez problemas en las relaciones entre éste y el cliente”, y “tales sentimien-
tos” pueden traducirse en “resistencia manifiesta o encubierta y en ex-
presiones de hostilidad, autorrenuncia, o impotencia imaginaria” (HP: 56).
34 Sobre este tema puede consultarse a Pierre Bourdieu (1975; 1995), quien señala
que en
el proceso de investigación se da una relación asimétrica tanto desde el punto de
vista socio-
lógico como epistemológico.
35 Los “bloqueos” más corrientes son los seis que expondremos a continuación:
6. "Algunas personas hallan dificultades en resolver sus problemas porque nunca han
con-
tado con hábitos sistemáticos o con un método ordenado de pensar y planear (...)
ante los
problemas reaccionan con procedimientos de lucha libre" (HP: 78 a 81).
35 Comillas de la autora.
E UE
Re ho
156 LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN TRABAJO SOCIAL
instrumento fundamental”; es por ello que “la señal distintiva de una rela-
ción profesional es su intencionalidad consciente, basada en el conoci-
miento de lo que se debe hacer para alcanzar el objetivo. Por tanto, no
se trata de que uno “proporciona” al cliente una relación; por el contrario,
la relación brota del asunto profesional que el especialista en 'casework'
y el cliente resuelven conjuntamente” (HP: 94-95).
Por otra parte, critica lo que podríamos identificar como la “falsa horizon-
taliad” que aún hoy se observa en algunos colegas, cuando el profesional
“habla y actúa como si sus conocimientos y experiencia no tuviesen mayor
utilidad que los del propio cliente”. Coincidimos absolutamente con que “para
una persona que se siente desvalida, esta “igualdad” no resulta precisa-
mente esperanzadora. El individuo necesitado de ayuda pretende encon-
trar una persona que tenga autoridad por sus conocimientos y capaci-
dad para ayudarle” (HP: 95).
Una vez más lá actitud profesional no debe dejar lugar a dudas acerca.
de que uno está en ese rol y en ese lugar para “recibido, intentar compren-
der sus dificultades a fin de poder serle útil” (HP: 97). El hecho de manejar-
se con naturalidad, demostrarle comprensión por su situación e intención de
acompañarlo y apoyarlo en el proceso de resolución de sus problemas, per-
37 Comillas de la autora.
38 Idem.
39 |dem.
40 idem.
LA DIMENSION TECNICO INSTRUMENTAL EN HELEN HARRIS PERLMAN 157
Partiendo del proverbio que indica con sabiduría que “lo que bien empie-
za bien acaba”, Periman sostiene que para que esta primera experiencia
“tenga un buen principio es preciso que, desde el primer momento, conten-
ga los elementos y operaciones esenciales y característicos de su naturale-
za" (HP: 133).
De mañera que si el TSI debe ser “un proceso en el que la persona ejer-
cita su capacidad para percibir, pensar y actuar en relación con la situa-
ción problemática, al mismo tiempo que recibe apoyo y nuevas fuerzas”,
es precisamente en este primer contacto con los sujetos que es necesario
“ofrecerles una demostración” en el sentido de “poner en acto”, dar cuen-
ta de qué se trata este proceso y qué cabe esperar de él, esencialmente en
lo referido a “la interacción que existirá entre él y su problema, y ía agencia
de Asistencia Social, y las fuerzas y medios que se pondrán en juego para
resolver sus dificultades” (HP: 133-134)3.
De manera que esta Fase se inicia con el primer contacto que la persona
hace con el Servicio Social y finaliza cuando se cumple su objetivo: llegar a
un acuerdo, un “contrato” donde el sujeto y la agencia se comprometen a
abordar el problema que dio origen a la demanda.
(2) Importancia del problema. ¿Qué valor tiene para la persona en cues-
tión (o para su familia, o para la sociedad), en lo que respecta a las
Los tres primeros puntos hacen referencia a lo que denomina “los he-
chos del problema”, y en relación a ellos, “el primer asunto que deben con-
siderar" el trabajador social y el sujeto “son los hechos del problema en sí
tal como se presenta y experimenta en el momento”; es decir en el “pre-
sente”, sin desconocer, por supuesto, que puede hacer varios meses o años
que la persona viene luchando para resolverlos, y la otra cuestión es reco-
nocer, y hacérselo ver a la personas, que cualquiera sea la gravedad de la
situación, este primer paso que dio puede ser el inicio de una nueva etapa
de su vida.
45 Comillas de la autora.
46 Es frecuente observar cómo una situación similar puede dar lugar a diversas
interpreta-
ciones y acciones para su solución. ;
8 Por ejemplo, una mujer víctima de violencia familiar que solicita al trabajador
social que
"mande un patrullero a la casa” para que “detengan al marido y le den una buena
paliza para
que escarmiente y no vuelva golpearia”, o “decirle a su hijo que si no le hace caso
lo llevará
con el juez”.
y
164 LA DIMENSION TECNICO-1NSTRUMENTAL EN TRABAJO SOCIAL
.El paso siguiente entonces será indagar acerca de las causas que pro-
vocaron el problema, los principales factores de riesgo que están en juego,
dado que el conocimiento sobre estos aspectos dará pautas para elaborar
ideas “respecto a las posibles soluciones y medios que se puedan apli-
car, y permite anticipar la intensidad del cambio o movimiento que se
producirá”. De esta manera el TS irá atribuyendo “significado al proble-
ma”, y esta tarea es lo que la autora denomina diagnóstico“.
“personas esperan del servicio, siempre hay que tener en cuenta el derecho
a la “autodeterminación y la estrecha relación que guarda con la elección
1. La expresión parte del cliente (de lo que espera o desea, en relación con la
ayuda que
puede ofrecerle la institución, e lo que desea obtener).
Inclusive, hay veces que el sujeto está “tan ensimismado, tan inmerso en
la consideración de su problema que parece no ver” al TS, quien en esos
casos se ve “obligado a explicarle en qué consiste su misión, para qué está
allí y su intención de ayudarle”. Tales explicaciones “racionales” tienen que ir
acompañadas de una paciente y firme demostración del papel e intenciones
del especialista en “casework', y es este conjunto de actitudes lo que le per-
mitirá a la persona abrirse y poder plantear sus dificultades con mayor soiiu-
ra (HP: 173-174
- Por último, unawez más la autora es muy crítica con respecto a la ten-
dencia de someter a los sujetos “a una serie de preguntas establecidas de
antemano”, insistiendo en la conveniencia de “dejar que la persona expon-
ga su historia a su manera”, Ello no sólo es importante porque se trata
de “su” problema, el que viene experimentando y sobre el que viene reflexio-
nando desde hace tiempo, sino porque al expresar sus dificultades, ideas-o
sentimientos, se va escuchando a sí mismo, a la vez que la propia manera'
de expresarlos permite tanto el profesional como a la persona que tengan
delante de sí “los hechos objetivos” a la vez que “una apreciación de su im-
portancia y significado” (HP: 174-178).
al paciente.
problema.
bilidad.
Así el trabajador social irá, a partir del relato, tomando registro de los
aspectos más importantes, de las principales dificultades, las urgencias; o
aquellas cuestiones que sería necesario abordar en primer lugar, para lo
cual se requiere del profesional la capacidad de saber escuchar con aten-
ción, a la vez que realice toda una serie de operaciones mentales, en el
sentido de ir coordinando y organizando sus ideas siempre en relación a lo
“que ve y/o que oye”, y respetando la perspectiva del sujeto, a la vez que
lo estimula a tener una participación activa en el proceso. Enfocar un
N
170 LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN TRABAJO SOCIAL
55 Con respecto a los criterios para evaluar el nivel de riesgo, consideramos que
aún hoy es
una tarea pendiente en gran parte de los servicios sociales la elaboración,
aplicación y actua-
lización permanente de protocolos según las problemáticas específicas que se
atienden. Su uti-
lización en fundamental no sólo en términos de diagnóstico y orientación de la
intervención, siño -
que constituye una herramienta central para el acopio de información relevante para
futuras
investigaciones.
LA DIMENSION TECNICO INSTRUMENTAL EN HELEN HARRIS PERLMAN 171
56 Cursivas de la autora.
1
172 LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN TRABAJO SOCIAL
tándolos, siempre que esto se pueda hacer sin perder de vista la realidad”
(HP: 18657.
" Por último, coincidimos con la autora en que los casos más difíciles de
abordar son aquellos en que las personas se encuentran “vencidas” y ya no
desean nada para sí mismas. Estudios recientes sobre la “indefensión apren-
dida” o el “síndrome de dejarse morir” echan luz sobre determinados cua-
dros que a veces nos hacen sentir con una gran impotencia. Sin embargo,
más grave aún es cuando algunos profesionales o colegas interpretan estas
actitudes como “vagancia”, falta de voluntad” o “negligencia”, sin atender las
causas más profundas que las provocaronss.
-que presenta avances y retrocesos, “hacia adelanto y hacia atrás, hacia afuera
y hacia adentro”, en el que están involucrados las personas y el propio
trabajador social poniendo en juego intereses, expectativas, deseos,
necesidades. N
En este caso los objetivos a alcanzar tendrán que tener en cuenta que”
“la persona no ha acudido por su gusto” y esto hay que reconocérselo. Eo
nos lleva a reflexionar acerca de cuándo una entrevista es “buena o mala
Para ello tenemos que tener en cuenta que es muy diferente la situación
de la persona y el rol que debe asumir el profesional frente a una victima
0 a unha persona que cometió un delito. En este último caso, si en las
primeras entrevistas logramos que reconozca que la intervención profesio-
nal o del equipo interdisciplinario puede serle de utitidad, habremos cumpli-
do el objetivo más grande, aunque se muestre reacio, y reticente. Por lo tanto,
estas actitudes no significan que haya sido una mala entrevista, sino que es
lo esperable en esa situación. Ya que lo último que esa persona pretendía
en un principio era enfrentar una entrevista con un profesional.
Así, señala que desde el inicio y en particular “durante las primeras en-
trevistas, el, especialista en 'casework' tiene que aclarar también las condi-
ciones que deben regir su colaboración, sus responsabilidades conjuntas y
respectivas, el tiempo que se dedicará a las entrevistas, y los requisitos de
?
174 LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN TRABAJO SOCIAL
-
LA DIMENSIÓN TECNICO INSTRUMENTAL EN HELEN HARRIS PERLMAN i75
*- revelan al sujeto que el trabajador social esta “con”s9 él, atento y com-
prensivo (a través de señales de asentimiento); >
* le proponen que revea sus ideas para reflexionar sobre ellas y "com-
prenderlas mejor” (No entiendo a qué se refiere cuando dice que su
marido no es violento, sino que esta vez “se le fue la mano”);
5% Comillas de la autora.
50 Todos los ejemplos son nuestros.
176 LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN TRABAJO SOCIAL
Con respecio al “consejo”, en una primera etapa era “todo el arsenal con
el que contábamos” los trabajadores sociales, pero con el tiempo, y la pri-
mera en planteario fue Mary Richmond, se llegó a la conclusión de que “ni
siquiera el consejo solicitado explícitamente” tenía fectos positivos sí la
persona no se involucraba en el proceso de interve ción y no se trabajaba
con los aspectos emocionales, los deseos y las circunstancias que motiva-
ron la demanda. Por tal motivo esta práctica se fue dejando de lado, llegan-
do al extremo en que algunos colegas prescinden totalmente de éle'. -
En otros casos, los sujetos solicitan al trabajador social “la panacea para
sus problemas”, ante lo cual, la actitud correcta es ayudarlos a reflexionar,
en el sentido de que en conjunto irán encontrando la solución. Sin em-
bargo, “no hay que olvidar que este tipo de peticiones suelen ir cargadas de
ansiedad y que lo que el cliente pide no es un consejo explícito, sino que el
especialista reconozca y se ocupe de la ansiedad subyacente a su petición.
(...) Por tanto el especialista no debe limitarse a evitar aconsejarle, ni sim-
plemente a posponer la solución para el futuro: por el contrario, deberá aten-
der la ansiedad que mueve al sujeto a buscar ayuda” (HP: 198-199).
ri
La dimensión técnico-instrumental en el diagnóstico
52 Dado que sobre este tema son casi inexistentes las producciones teóricas, se
recomien-
da la lectura completa del Capítulo 11 de la obra analizada: "Diagnóstico: El
pensamiento en la
resolución de problemas” y en particular la diferenciación que establece entre el
diagnóstico
dinámico, el diagnóstico clínico y el diagnóstico etiológico. También pueden
consultarse AA.VV.
72001): El Diagnóstico Social. Buenos Aires, Espacio Editorial, y Travi, Bibiana
(2005): La con-
cepción del Diagnóstico Social en Mary Ellen Richmond, Gordon Hamilton y Hellen
Periman.
Documento de Trabajo Interno. Proyecto de Investigación: La concepción del
Diagnóstico So-
cial en Mary E. Richmond: dimensiones epistemológicas, teóricas, metodológicas,
técnico-
instrumentales y ético políticas (2005-2007). Directora: TRAVI, Bibiana. Radicado
en el Dpto.
de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Luján.
53 Cursivas de la autora.
- 178 LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN TRABAJO SOCIAL
las relaciones existentes entre ellas, y entre ella.y tos medios de resolver el
-problema, es precisamente el proceso de diagnóstico. Las conclusiones a
-. que se llega a través de este proceso, conclusiones referentes a la natura-
-leza del conflicto, a su relación con los objetivos del cliente, a lo que la agen-
tario, son el producto de diagnóstico. Para ser algo más que un mero ejer-
nosis expresa: “El 'qué es' va siempre ligado al 'qué voy a hacer con respecto a
ello; el diag-
nóstico supone por tanto una declaración de intenciones” (citado por HP: 201).
65 Cursivas de la autora.
LA DIMENSION TECNICO INSTRUMENTAL EN HELEN HARRIS PERLMAN i79
guir (...) la práctica del 'casework' se puede reforzar mediante una sistera- -
tización de los conocimientos referentes a cómo hay que hacer lo que hay
que hacer” (HP: 8-9).
BIBLIOGRAFIA
EL REGISTRO/RELATO DISCURSIVO
EN TRABAJO SOCIAL.
EL CASO DEL INFORME SOCIAL.
CONCEPTO Y SIGNIFICADO DEL MISMO
EN LAS INTERVENCIONES FAMILIARES'
Introducción
2 En adelante, 18.
ETE
E a
182 LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN TRABAJO SOCIAL
Porzecanski (Op. Cit.: 57) dirá que si bien el registro es “utilizado tradi-
cionalmente, ha quedado relegado a un rol secundario, accesorio, comple-
mentario del trabajo en sí y entendido como el 'hacer directo sobre los he-
chos reales”, es escasamente analizado como módulo sistemático en forma-
contenido”. -
minosa de cartas que escribió en el transcurso del primer año, casi cada
semana, a una amiga (...) En estas cartas, semanalmente ella se detenía
menos en los detalles concernientes a la educación de su alumna que en
la descripción de las situaciones nuevas a menudo de orden social, a las
cuales debía hacer frente; ella agregaba además un análisis muy franco
de sus propias reacciones mentales en estas circunstancias. Estas cartas
nos proporcionaban, por lo tanto, un cuadro completo, no solamente de los
acontecimientos, sino también de la manera en que se produjeron; estas
cartas nos informan sobre la mentalidad de la alumna y sobre la de la
profesora a la vez." 8
8 Mary Richmond, señalando la importancia del relato en TS, toma como referencia la
situa-
ción vivida entre Ana Sullivan, maestra e institutriz de Helen Keller, y. su amiga
la directora del
Instituto Perkins para Ciegos. A su vez Ana Sullivan, antes de viajar a Tuscumbia
(Alabama)
para hacerse cargo de la educación de Helen Keller, se había preparado y
disciplinado en el
estudio e investigación de los apuntes del Dr. Howe, médico del instituto. Cap. 1,
introducción,
pág. 14.
EL. REGISTRO/RELATO DISCURSIVO EN TRABAJO SOCIAL 185
3 En el texto, Guber realiza una revisión de los orígenes del método etnográfico, y
en esa
revisión explora los estudios realizados y volcados en registros de la época por
reformadores
sociales, entre los cuales figuran los primeros trabajadores sociales (1880-1930).
Rescata la im-
portancia de este tipo de registro desde una arqueología del registro y desde las
voces de los
agentes de la intervención secial, ya que el registro etnográfico consigna por
escrito imagen o
voz, que sucede en el campo.
"a
A
186 LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN TRABAJO SOCIAL
Las opiniones vertidas dan cuenta de que para muchos de los profesio-
nales que hoy trabajan en las organizaciones dedicadas a la atención fami-
liar, el término “instrumentos técnico-administrativos” es de dificultosa defi-
nición, excepto en tres casos que corresponden a profesionales de recien-
te graduación. A los primeros, hubo que expiicárseles que con dicha cate-
goría se hace referencia al “conjunto de instrumentos conocidos como téc-
nicas de registro”.
Inscripción Caso A
Inscripción. “Mientras estuvo internado, los cuidados del joven fueron cu-
“Los padres del menor ya no tienen prohibición judicial para visitar al mis-
mo... en muy pocas ocasiones se hicieron presentes en el Hogar o en las ins-
tituciones de salud donde permaneció internado.”
intenta evitar palabras que expresen deseos, juicios de valor y que no seña-
len datos precisos,
Se trata de una reseña de historia clínica médica del paciente, más que
de un instrumento en el cual tomar aspectos sociales, Si bien hubo interven-
ción del trabajador social en la gestión, se señala la función netamente
paramédica y subsidiaria del mismo. Se transmiten dos fuertes presencias
de tipo hegemónico, que trasunta una relación asimétrica, enel desarrollo
del caso: la médica y la judicial.
El trabajador social habla desde un lugar de respeto por el sujeto, por sus
derechos (emancipatorios y de autovalimiento); colabora en el sentido de que
el sujeto pueda correrse del no-/ugar donde lo instala la sociedad y propicia
a que se inscriba como protagonista de su propia historia, interviniendo de .
esta manera en la familia y el entorno social.
Conclusiones
Agueda Luisa Loretto, Doctora en Trabajo Social, Universidad del Museo Social
Argen-
tino. Profesora Tilular Carrera de Trabajo Social, U. N. de Tucumán y U. N. de
Jujuy. Directo-
ra del Departamento de Trabajo Social, Facultad de Filosofía y Letras, U. N. de
Tucumán.
Ernesto E. Max Agilero. Doctor en Trabajo Social, Universidad del Museo Social
Argen-
tino. Profosor Titular Carreta de Trabajo Social, U. N. de Tucumán y U. N. de
Jujuy. Decano
de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, U. N. de Jujuy. Ex Director del
Departa-
mento de Trabajo Social, Facultad de Filosofía y Letras, U. N. de Tucumán.
BIBLIOGRAFIA
Como ya hemos hecho referencia, este libro surgió como resultado de años
de minucioso estudio de las obras de las autoras y por el vivo interés de
apoyar el proceso de formación de las/os futuros profesionales y de compar-
tir con las/os colegas interesadas/os en este tema, los hallazgos y el valioso
aporte de quienes nos antecedieron y que junto a muchas/os otras/os, fun-
daron las bases de la profesión.
Sin embargo, podemos reafirmar que bajo ningún punto de vista el pen-
samiento de estas autoras puede considerarse como “a-teórico”, “etapista” o
“instrumentalista”, por nombrar sólo algunas de las opiniones que hemos
escuchado sobre sus obras. Muy por el contrario. La relación dialéctica en-
tre el conocer, intervenir y transformar está presente en ellas, al igual que
la intrínseca relación entre las diversas dimensiones constitutivas de la
especificidad profesional donde teoría, métodos, técnicas, fines y princi-
pios éticos forman un conjunto indisociable.
Esperamos que este libro, con sus aciertos y sus limitaciones, sea un buen
“compañero de ruta” para quienes se decidan a dar nuevos pasos en este
sentido.
ANEXO
Cuadro 1
Autora:
Datos Biográficos: .
Trayectoria profesional:
(Incluye actividades de investigación)
Trayectoria académica:
Producciones escritas:
Otros:
Fuentes consultadas:
202
Cuadro 2
Mary Richmond
Gordon Hamilton
Helen Perlman
Concepción
¡definicón del TS.
Objetivos,
finalidad
Concepción
de los sujetos
Perspectiva
epistemológica
Teoría del conoci-
miento, validación,
Relación Sujeto-
Objeto, Teoría-
Práctica
Perspectiva teórica
Principales
conceptos/
categorías
elaborados y/o
Fundamentos
teóricos de sus
propuestas.
Perspectivas
teóricas/autores de
mayor influencia
desarrollados. le
Perspectiva
metodológica.
Metodologías
propuestas,
momentos/etapas,
procesos,
procedimientos
Dimensión ético-
política.
Perspectivas
fitosóficas.
Principios y valores.
Direccionalidad
Otros
ANEXO 203
Cuadro 3
Dimensión ' técnico- | Mary Richmond | Gordon Hamilton: Helen Perlman '
. instrumental
Conceptualización
Entrevista
Observación
Registro
Informe social
Ctros
Cuadro 4
Autor:
Disciplina:
Datos biográficos: .
Trayectoria profesional:
Trayectoria académica:
Producciones escritas:
Fuentes consultadas:
Otros:
BIBLIOGRAFIA GENERAL
Michelle (comp.), Historia de las Mujeres. Tomo VII. Siglo XIX. Editorial
Taurus, Madrid.
DEWEY, John (1968): Hull House y los productos literarios de ésta expe-
riencia. En WRIGHT MILLS, Charles: Sociología y Pragmatismo. Editorial Siglo
Veinte, Buenos Aires.
IMAZ, Eugenio (1952): “Prólogo del traductor”. En: DEWEY, John (1948),
La busca de la certeza: un estudio de la relación entre el conocimiento y la
acción. Op. Cit.
Ae:
;
210 LA DIMENSION TECNICO-INSTRUMENTAL EN TRABAJO SOCIAL
INDICE
[Py--1-1416:[e1(e] | A O TO TT
El encuadre ......
El registro ............
El informe social...
Bibliografía ..........——.—..cemreieri en enero Tenrene inner Tener.