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All content following this page was uploaded by Gloria Amparo Miranda Zambrano on 24 June 2016.
(ISBN 978-607-32-2717-9).
(Versión preliminar)
PUEBLOS INDÍGENAS: LA DEFENSA DE LA NATURALEZA, EL SER HUMANO Y LA SOCIEDAD
Gloria A. Miranda-Zambrano
Campus Celaya-Salvatierra
Universidad de Guanajuato
Campus Celaya-Salvatierra
Universidad de Guanajuato
Introducción
sustentabilidad, tras haber sido declarado hace unos meses como adalid del crecimiento
económico del país bajo los eslóganes “La fábrica de México” y “Nuestra empresa es
Guanajuato”. La política del Gobierno estatal alienta convertirlo en ícono, especialmente para la
industria automotriz en América Latina, y puerta para conquistar mercados del Norte, el Centro y
2
desarrollo capitalista vertebrador y vorágine para el crecimiento del mismo,1 dando continuidad a
constituyendo desde soberanías sin territorialidad hasta nuevas geografías de las identidades, lo
que Yaeger denomina el ámbito posnacional, al que fluyen las nuevas tensiones de la geopolítica
contemporánea.3
del movimiento estatal aludido, al intentar proteger y perpetuar sus propias formas de vida, en la
ejido persiste en la pretensión de salvaguardar la oferta ambiental substanciosa y sui géneris que
ostenta en medio de la presión del despegue económico-territorial que viene perfilando el Estado.
Estamos hablando de un sector que a nivel nacional representa al 76 por ciento de la superficie
del territorio indígena que conserva la cubierta vegetal natural, donde “los núcleos agrarios
(ejidos y comunidades) con población indígena, son dueños de 22 millones 624 mil hectáreas,
1
Se han ha concretado proyectos de inversión con Alemania, Brasil, Canadá, Corea, España, los
Estados Unidos, Francia, Holanda, Japón y Taiwán, entre otros. Éstos incluyen la instalación de
la armadora Honda en Celaya, en 566 hectáreas de tierra (segunda en México, con una estimación
de producción de 200,000 vehículos), Mazda en Salamanca, ubicada en 256 hectáreas de
superficie, y Volkswagen en Guanajuato, entre otras. El estado concentra seis corredores
económicos que facilitan interconectar la infraestructura, asegurando un radio de mercado de 400
kilómetros, el cual puede tener acceso al 80 por ciento de mercado mexicano y el 70 por ciento de
los principales establecimientos industriales del país, con lo que se puede tener acceso al 70 por
ciento del comercio internacional y el mismo porcentaje de exportaciones. Se suma a ello la
infraestructura de 513 kilómetros de nuevas carreteras (Nuestra empresa es Guanajuato, 2012).
2
Leff/Argueta/Boege/Porto, 2005.
3
Yaeger, citado en Zambrano, 2001: 37.
4
Robles/Concheiro, 2004: 5.
3
Luego de acompañar por tres años al pueblo indígena Ojo de Agua de Ballesteros –y de
reflexionar sobre aspectos diversos que acercan a comprender cómo estos pueblos, ejidos y
¿Cuáles son las evidencias de resguardo y salvaguarda de sus patrimonios naturales ante la
amenaza de las externalidades? ¿Por qué y cómo los conflictos con las externalidades orientan un
hectáreas de tierras, compuesto por un bosque de 288 hectáreas con una amplia gama de flora y
fauna endémica, una laguna cristalina de 20 hectáreas (hoy en sequía por el impacto del cambio
climático), 16 ojos de agua o manantiales (varias de ellas termales, con vocación turística), tierra
agrícola de riego (270 hectáreas) y temporal (460 hectáreas), atmósfera límpida y clima templado,
salvaguarda y preservación de sus tierras, alentados por el compromiso de sustentabilidad per se.
De ello dependen la economía productiva y los servicios del agua para la gestión de su
decir, no sólo encierra el beneficio local, sino viene preservando de manera indirecta la ecología y
medio ambiente de diez municipios de la región que integran, además de Salvatierra: Tarimoro,
4
Santiago Maravatío, Yuriria, Tarimoro, Apaseo el Alto, Apaseo el Grande, Uriangato, Moroleón,
Acámbaro y Jerécuaro. Extendie sus beneficios ambientales no sólo dentro del sur del Bajío, sino
Así, el objetivo del presente trabajo es identificar y mostrar estas expresiones de salvaguarda
y resistencia de bienes y patrimonios naturales por parte de los actores sociales, vinculadas a
cómo éstos sienten y conciben su naturaleza. Esta mirada vertebra el compromiso férreo de los
ejidatarios por la sustentabilidad de la oferta natural que les ha tocado administrar. Puede
protagónica las autoridades y la mayoría de los socios ejidatarios, con sus familias. La
información fue robusteciéndose, especialmente por los “principales” o sabios expertos5 del
pueblo, así como representantes de instituciones de formación superior6 quienes colaboraron con
5
En los pueblos de la América indígena de hoy, especialmente el mundo andino, se le da esta
denominación a quienes son reconocidos en la comunidad por su sapiencia en todo o algún ramo
de la vida productiva, la espiritualidad, la ritualidad y la historia, entre otros. Se les denominan
“principales”, “amautas”, “maestros”, “chamanes”, “padres”, “consejeros”, “personas de
conocimiento” o “ancianos”. Enrique Florescano explica que la génesis del concepto “sabio” en
la época prehispánica se vincula estrechamente con Ce Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl, fundador del
reino de Tollan (que pudo estar en Teotihuacán o Tula, según este historiador) y “gran sabio”,
quién resumía “conocimientos especializados (escritura, cómputo del tiempo, astronomía), el
patrón de las artes refinadas (arquitectura, pintura, escultura, plumería, música...), y el supremo
ejecutor de los oficios religiosos. […] Pero lo que sí puede decirse es que la imagen canónica del
caudillo conquistador y gobernante sabio se creó en Teotihuacán” (Florescano, 2002: 42-44).
6
Investigadores del Departamento del Hombre y su Ambiente de la Universidad Autónoma
Metropolitana, Unidad Xochimilco; del Colegio de Posgraduados, Montecillo, de la Universidad
Nacional del Centro del Perú; y de diferentes especialidades de la Universidad de Guanajuato,
5
Esta herramienta permitió el levantamiento, de manera colectiva, de la información
patrimonios naturales de este ejido, así como su problemática, sus limitaciones y sus
los temas-eje a atender, permitiendo sugerir un plan único de trabajo, dirigido a la solución de los
proyectos.
Las categorías de análisis fueron varias. Las que utilizamos para la presente entrega fueron: la
ojos de agua), la relación con las externalidades, la defensa del territorio y su relación con los
de las aportaciones a la sustentabilidad ambiental de los actores rurales en territorios más amplios
investigaciones que visibilizan las evidencias de las contribuciones de las comunidades rurales a
la sustentabilidad,7 este estudio utilizó el método del estudio de caso, así como las técnicas de
investigación cualitativa, como la observación participante, las entrevistas con informantes clave
6
El trabajo sustantivo que orientó la investigación se centró en dar continuidad al renovado
metodológicos del modelo convencional. Como afirma Serge Latouche, “se viene poniendo vino
esencial establecería que lo correcto es “poner vino nuevo en odres nuevos”. La existencia del
contrasentido se manifiesta entre lo que se hace y lo que se quiere lograr, evidenciando que en
esencia se viene navegando a contracorriente. Por ello se cuestiona aquí el enfoque y los
identificando los patrimonios naturales como “recursos a explotar”. Así mismo cuestionamos la
manera de vincularse con las comunidades productivas como “intervención”, considerando a los
actores sociales como “pobres” o “pueblos en vías de desarrollo”, y teniendo como objetivo de
los proyectos en el campo “alcanzar el progreso” y “la modernidad”, etcétera. Estos aspectos
sustentabilidad.9
No es una cavilación reciente, sino el resultado de casi dos décadas de trabajo y estudio
desarrollado en América Andina10 y México sobre la validez y pertinencia que poseen los pueblos
originarios y campesinos a la sustentabilidad actual.11 El estudio de caso del ejido Ojo de Agua de
8
Latouche, 2008: 61, 82.
9
Miranda, 2011: 375. La reflexión irrumpe cuando analizamos el sentido de la construcción del
discurso de la sustentabilidad desde la forma vinculado al contenido, el enfoque, la metodología,
los conceptos y los indicadores, observando que no es posible un cambio trascendental del
sistema mundo –como diría Enrique Leff–, utilizando los mismos principios y la metodología del
paradigma occidental.
10
Minka, 1984-1997.
11
Miranda, 2011.
7
Ballesteros sirvió como escenario delimitado para seguir identificando los renovados términos de
la sustentabilidad.
Al haber superado el sesgo economicista hacia estas culturas, que invalida los otros grandes
componentes como son lo social, lo espiritual y lo cultural,12 y relacionarnos como seres humanos
con potenciales y limitaciones, se desató un proceso por demás inédito e inverosímil. Los
12
Miranda, 2011; García, 1996.
8
Nosotros podemos, claro que podemos hacer más de lo que
pensábamos.
pecuniarias ni la problemática compleja que atraviesa este sector. Estamos ante una forma
La ruptura trajo como respuesta una renovada manera de acompañamiento a los actores,
una renovada forma de comportamiento, seguridad y autoestima, que fue vertiendo ante nuestra
recreación de la vida. En otras palabras, estos ejidatarios se concibieron como seres responsables
Concebimos, junto con Villoro,14 que la historia hace comprensibles los lazos que unen a una
13
Toledo, 2005a; 2005b; Leff/Argueta/Boege/Porto, 2005; Leff, 2010; Martínez, 1992;
Concheiro/López, 2006; Boege/Vidriales, 2008; Bartra, 2006; Miranda, 2011.
14
Villoro, 1999: 46.
9
Ballesteros como pueblo se sitúa en 1936, pero sus antecedentes territoriales refieren una
permanencia previa. Desde su conformación, el ejido ha tenido como constante las pugnas
internas y externas, siendo el centro de la disputa las relaciones de poder sobre el patrimonio
cualquier comunidad vecina. Ojo de Agua de Ballesteros no es otra cosa que la adjudicación de
los dieciséis manantiales que encierra la localidad, entre otros patrimonios de intangible valor.
testimonio de los actores sociales, así como algunos documentos gubernamentales,15 arrojan
coincidencias de una historia de lucha que ha configurado una serie de relaciones sociales entre
los distintos actores y sus diferentes percepciones de dominio. La pertenencia territorial produce
la más estable condición identitaria, la que persiste a pesar de la inestabilidad producida por la
la tierra y al territorio.
entorno a la hacienda de Ojo de Agua. La hacienda fue construida en 1755, y su último dueño se
especialmente de maíz y tumbando zacate. Se cuenta que cerca del año 1915,
15
Plan de Desarrollo Comunitario, 2004; Ojo de Agua de Ballesteros, 2012.
16
Zambrano, 2001: 28.
10
Lagartija se replegó a la Hacienda Ballesteros por razones de
protección. Desde entonces nunca hubo propietarios de la Hacienda
y sólo eran arrendatarios los dueños. Vivía mucha gente dentro de
la hacienda, se cuenta que cada cuartito era habitado por cinco o
seis familias y que se les pagaba muy poco por el trabajo que
realizaban.
Los arrendatarios eran dueños de toda la tierra y estaban en
contra de los campesinos porque ellos exigían que hubiera ejido.
Después, lucha tras lucha, los campesinos echaron fuera a los
arrendatarios.
Pero después del movimiento cristero, las personas tuvieron que
abandonar la Hacienda llevándose consigo canteras, tejas, vigas,
adobes y construyendo fuera de la Hacienda sus casas con todo ese
material. 17
Hubo enfrentamientos que la gente recuerda con emoción encontrada, especialmente por la
explotación por parte de los capataces, carabineros y cristeros.18 Los siguientes testimonios, de
Todos los cristeros querían acabar a mi padre; era un líder. Por eso
perdió el brazo y se salvó de la muerte, no más porque Dios. Lo
17
Plan de Desarrollo Comunitario, 2004.
18
Otro artículo en preparación está dedicado especialmente a la historia del ejido, condensando
las entrevistas a manera de historias de vidas.
19
Antonio Maldonado Sosa, 65 años, Ojo de Agua de Ballesteros, 2012. Entrevista realizada por
Ricardo Contreras Soto.
11
emboscaron los cristeros, parte de la iglesia de los hacendados. Lo
venadearon. Iba a Salvatierra. Él traía su pistolita que lo defendió,
con un siete milímetros, pero pegó en la cacha de la pistola, le
atravesó la mano izquierda, pegó en la cacha de la pistola y lo
tumbó. Tuvieron que llevárselo a México y allá le salvaron la vida
[…]. Hoy ya hasta me quiero poner a chillar porque yo quisiera
haber estado ahorita con esto y poder ayudar. La gente que vemos
ahorita se andan matando por un surco sin tomar en cuenta las
raíces de donde viene, porque tenemos el pedazo de ejido, porque
está todo esto; los de la Moncada querían adueñarse de todo este
pedazo.20
Con el tiempo –quién lo diría–, estas condiciones de vida fueron convirtiéndose en el férreo
histórica para seguir defendiendo el territorio.22 Ello nos lleva a aseverar que estas luchas
20
Gabriel Sosa, 60 años, Ojo de Agua de Ballesteros, diciembre de 2010. Entrevista realizada por
Ricardo Contreras Soto.
21
Ricardo Maldonado Maldonado, 67 años. Ojo de Agua de Ballesteros, diciembre de 2010.
Entrevista realizada por Ricardo Contreras Soto.
22
Miranda, 2011.
12
antisistema son, aun sin saberlo, luchas ecologistas emprendidas por movimientos ecologistas
históricos, entendiendo que detrás de las disputas y conflictos subyace una disputa política,
cultural y de aspiración de modelo de vida como ha sido señalado por Martínez Alier,23
Zambrano24 y Miranda.25
La presión fue por la descomposición del rancio poder patrimonialista, mismo que calzó
hectáreas que fueron otorgadas oficialmente al ejido.26 Los hechos más importantes para el ejido
23
Martínez, 1992.
24
Zambrano, 2001.
25
Miranda, 2011.
26
Plan de Desarrollo Comunitario, 2004.
27
Elaboración propia, con base en el documento Ojo de Agua de Ballesteros (2012: 7), así como
entrevistas a ejidatarios.
13
Con estos y otros acontecimientos, el ejido fue estableciendo su sentido de identidad como
grupo, donde fueron necesarios estos hitos y otros para vincular y elaborar un sentido de
construcción social afectada por las dinámicas identitarias; no son los territorios los que
determinan las identidades, sino éstas las que coadyuvan a configurarlos históricamente. Lo viene
organización según los cultivos y la inversión), social (siendo ésta el origen del parentesco),
espiritual (su iglesia, los lugares de festividad y los espacios sagrados) e inclusive la división por
sexo o género de los espacios. Por ejemplo, las mujeres están más vinculadas a la presa y los
documento publicado por el Gobierno del Estado de Guanajuato, se explica cómo los habitantes
de Ojo de Agua de Ballesteros conciben su identidad étnica, su historia y los restos de la cultura
28
Zambrano, 2001.
29
La distinción se dio en el marco de las acciones de vinculación que se mantiene con el ejido,
acompañándolos hasta la declaratoria final, después de casi un año de gestión.
14
Ellos tienen muchas nociones de cómo eran y de qué raza eran
sus ancestros. Comentan que en varios lugares de la localidad
pueden encontrarse vestigios arqueológicos y que su raza era otomí,
hasta hace poco tiempo todavía se hablaba la lengua materna pero
actualmente esto se ha ido perdiendo.
También comentan que ahí era una hacienda de gente con
apellido Ballester (con el tiempo se modificó a Ballesteros) y que
Ojo de Agua es por la cantidad de brotes de agua (manantiales).
Incluso cuentan que los primeros habitantes llegaron de un pueblo
desaparecido y que estaba al poniente Ballesteros, esta comunidad
se llamaba La Lagartija.
En la comunidad se pueden encontrar vestigios arqueológicos
tales como: tepalcates, pedacero de alfarería, molcajetes, flechas,
hachas, figurillas de indios e incluso piedras talladas.30
A la fecha, el ejido continúa en el estatus político de organización ejidal, donde están latentes
algunos hechos de trabajo colectivo para el beneficio común están latentes (cuadro 2).31
30
Ojo de Agua de Ballesteros, 2012: 8, 9.
31
Las comunidades indígenas antiguamente trabajaban, de manera compartida y con diferente
intencionalidad, bajo las denominaciones de tequio, tequil, gozona, mano vuelta, fajina,
guelaguetza, tarea, córima y trabajo de en medio, entre otros, que en términos generales
manifiestan el mismo espíritu. Son formas de aportación con o sin reciprocidad (Pueblos
indígenas, sin fecha). En los Andes son vigentes esquemas laborales similares, expresados en los
términos ayni, mita, minka, fajina y wagete, entre otros.
15
Cuadro 2: Organización ejidal manifestada en obras para el beneficio común y fuerza de
trabajo.32
Por otro lado, a pesar de las amenazas y presiones de las externalidades, y aun al interior de la
organización, los ejidatarios se resisten a privatizar las tierras, negándose a entrar al Programa de
tienen claro que “no habrá despojo ni muerte lenta y segura” de su patrimonio y organización
ejidal, como sostienen sus propios actores, tema que abordaremos en otro tratado. Mientras tanto,
guardan celosamente diferentes testimonios documentados que los representan como ejido en
No cabe duda que las luchas y conflictos propiamente territoriales se producen, como refiere
en torno a ella.
Quién diría que Teodor Shanin, Eric Wolf, Arturo Warman y Ángel Palerm –entre otros
expertos estudiosos del mundo rural–, quienes tipificaban a los campesinos y pueblos indígenas
contribuciones al mundo rural. Que cuando se escudriña el campo desde el enfoque del
32
Elaboración propia, con base en el documento Ojo de Agua de Ballesteros (2012: 14), así como
entrevistas a ejidatarios.
33
Escrituras y títulos del “Otorgamiento de dos dotaciones de tierras”, “Concesión de los
manantiales”, Actas Constitutivas de la Sociedad de Producción Rural de Responsabilidad
Limitada, Registro Federal de Causantes (como empresa), Registro Federal de Causantes (como
ejido) y Declaratoria como Pueblo Indígena.
34
Zambrano, 2001.
35
Bartra, 2006; Barkin, 2001; Toledo, 2005a; 2005b; Concheiro, 1995; Miranda, 2011.
16
pensamiento complejo,36 se manifiestan disquisiciones subterráneas sustentables. El resultado
arroja a todas luces una vorágine de vertientes, donde estos actores juegan diferentes roles –ahora
radica en la ecosofía de diferente cuño,37 sustentado en el “buen vivir”38 que asumen los pueblos
profundamente destructivo, como fundamento económico de una cultura del progreso sin límites,
que ignora las externalidades sociales y ecológicas. El buen vivir, como modelo alternativo de
vida, propugna como valores fundamentales, a saber: la defensa de la vida, la recuperación de los
equilibrios del ecosistema, vinculados a una expresión de espiritualidad sagrada con la naturaleza,
Lo que ocurrió en la historia de resistencia del ejido, y las acciones presentes que realizan sus
Podemos inscribirlo en la movilización mayor que vienen evidenciando cada vez más
36
Morin, 1998a, 1998b, 1998c.
37
Leff, 2010.
38
La propuesta del buen vivir es de los pueblos indígenas de América del Sur. Por ello, países
como Bolivia, Venezuela y Ecuador la han adoptado en sus constituciones políticas; sin embargo
otras culturas indígenas del mundo la comparten. Es el sello que distingue su identidad y
pertenencia territorial.
39
Destacados investigadores vienen sustentando créditos a esta vertiente, entre ellos François
Houtart (2011), Aníbal Quijano (2010; 2011), Boaventura de Sousa (2010), Eduardo Gudynas y
Alberto Acosta (2011), Xavier Albó (2009), Héctor Díaz Polanco (en Del Val, 2011), Gloria
Caudillo (2012) y Javier Lajo (2008).
17
En Argentina, el territorio Humahuaca entra a la vulnerabilidad desde su declaratoria como
del agua; en el Ecuador se concesionan las tierras de las comunidades shuar y otras a empresas
petroleras; en el Perú, se disputan las tierras de las comunidades nativas de la Amazonía y de las
simbólico del principio férreo de soberanía de la tierra, promulgado por Emiliano Zapata. Las
ancestrales del patrimonio natural, a razón de la acción conjugada de las transnacionales que
buscan, con los gobiernos y diversos medios, el control y posicionamiento sobre los mismos.40
evitar que siga desdibujándose por la codicia de las externalidades. Estos movimientos no hacen
más que interpretar que estamos ante una renovada mirada de los actores-gestores del territorio,
quienes vienen externando aspectos que los estudios tradicionales sobre el tema –la geografía
colectivas desde la visión de los pueblos en resistencia. Por ello Ojo de Agua de Ballesteros no
hace más que recordarnos que hay otras maneras de interpretarlos. Así tenemos el “territorio
40
Ello se produce en respuesta a la iniciativa de la política de implementación de la Iniciativa
para la Integración de la Infraestructura Regional de Sudamérica (IIRSA) y el Plan Puebla Panamá
(PPP).
41
Porto, 2001.
42
Toledo, 2005b: 78.
18
el “parlamento de las cosas”;43 la tierra y el territorio adjetivados, como base de las identidades;44
la idea del “habitus”, apoyada en el concepto de Bourdieu;45 o cuando los pueblos “geo-grafían”
43
Latour, 2004.
44
Concheiro, 1995.
45
Bourdieu, 1972.
46
Porto, 2001.
47
Desentrañar a las comunidades rurales como pobres (“ecologismo de los pobres”) no hace otra
cosa que invalidar los otros componentes de la vida de estas comunidades. Lo propio sería
interpretarlas como empobrecidas económicamente por el sistema, liberando los otros atributos
de toda una cultura a favor de la sustentabilidad y recuperación del ser humano/sociedad, que es
la tesis que venimos demostrando.
48
Toledo, 2005a.
49
Concheiro/López, 2006; Boege/Vidriales, 2008; Toledo, 2005a; 2005b;
Leff/Argueta/Boege/Porto, 2005; Miranda, 2011.
19
dándole nombre propio. Si la tradición geográfica ha puesto el
acento en las condiciones que impone el medio al desarrollo de la
cultura, la nueva geografía cambia la mirada para ver cómo el
hombre arraiga en un territorio e irriga su destino: habitus que
construye un hábitat, ser cultural que se conforma y da forma al
medio ecológico.50
Si otras comunidades rurales en el país, y en ellas los pueblos indígenas, se destacan como
Balneario Ejidal, mismo que se extinguiría si se devastan los otros componentes naturales
dinamizados en torno al bosque. En palabras de Eckart Boege y Georgina Vidriales, los pueblos
50
Leff, en Porto, 2001: vii, viii.
51
Se han formado cooperativas tipo MIPYME (acrónimo que significa “micro, pequeña y mediana
empresa”) y otras asociaciones productivas, como aquellas que trabajan en el ámbito del
ecoturismo. Algunos ejemplos de “modelos empresariales paradigmáticos” son los “Pueblos
Mancomunados” (Oaxaca); “Parque San Nicolás Totolapan” y “Parque Tepozán” (Distrito
Federal); “Proyecto Comunitario de Taselotzin” (Puebla); “Isla Yunén” y “Maruata”
(Michoacán); “Escudo Yahuar”, “Aru Macao”, “Misol-Ha”, “Agua Clara” y “Welib-Ha”
(Chiapas); “Hostal Indígena Guitayvo”, “Barrancas de Uruachi” y “Arareco” (Chihuahua);
“Ixtlán de Juárez” e “Isla Soyaltepec” (Oaxaca); “Red de Ecoturismo de Los Tuxtlas” y “Selva
del Marinero” (Veracruz). Así mismo, en América Latina hay experiencias emblemáticas en
Ecuador, Perú, Panamá, Costa Rica, Guatemala, Cuba, Brasil, Argentina y Bolivia, entre otros
países (Miranda, 2011).
52
Boege/Vidriales, 2008: 159.
20
La disputa del bosque ejidal
Neovolcánico. Se encuentra rodeado de un bosque con una gran variedad de flora y fauna, y que a
través de los años se ha mantenido gracias a la labor de vigilancia estoica de sus pobladores. La
historia de disputa, sin embargo, no ha cesado. Ahora enfrenta otros actores, otros
acontecimientos, otros intereses y otras estrategias en la contienda. ¿Cuáles son los móviles y
cómo vienen resistiendo la pérdida y amenaza cotidiana de despojo y descalabro de sus recursos
tangibles de capital social y humano, es sin lugar a dudas una herencia estratégica de la
reclama tierra, agua y biodiversidad, por su lugar estratégico en la economía y expansión global;
y por otro, el ejido resume estos atributos pero lamentablemente invisibilizados y en amenaza del
saqueo generalizado.
caza clandestina llevada a cabo por los “pajareros” y coleccionistas de pieles, a la tala furtiva por
Huelga decir que la principal amenaza –como ocurre en otros lugares– es el creciente interés
del capital financiero que quiere apoderarse de los bienes naturales, especialmente el agua y los
contiguo, a pocos metros del Balneario Ejidal, y otras empresas externas que vienen adquiriendo
tierras en el campo.
21
Los siguientes testimonios, recogidos en el ejido de Ojo de Agua de Ballesteros, dan muestra
Un resumen de estos y más testimonios muestra la cruel amenaza de extinción del bien
El robo ilegal de árboles y arbustos “en verde”, destinados para combustible –leña y
carbón– para su venta en pueblos vecinos. Los vigilantes del bosque enumeran que se
llevan cinco o más costales al día. La tala de árboles para la construcción de viviendas,
corrales y cabos para herramientas como picos, palas, hachas, talachos y almocafres.
22
La sustracción de plantas medicinales, raíces y frutos, que oscila entre cinco y quince
especies con fines alimenticios y medicinales como conejos, ardillas, coyotes, zorrillos y
tlacuaches, entre otros. “De cinco a ocho se matan por semana, creyéndose que es
medicinal”.53
La caza de aves migratorias como palomas, patos o gansos, eliminándose de cinco a diez
ejemplares por día. Este fenómeno se da en la laguna San Bartolo, otro patrimonio natural
del ejido.
La tala del bosque por los mismos ejidatarios, para expandir el terreno destimado a la
La explotación del suelo y subsuelo mediante la minería a tajo abierto, donde se extrae de
veinte a treinta centímetros cúbicos por día de roca, piedra laja y gravilla, acción que
explotación fue realizada por una empresa agroindustrial contigua, so pretexto de abrir
53
Entrevista a José Palacios, administrador del Balneario Ejidal de Ojo de Agua de Ballesteros.
23
alguno, inclusive para liquidar el pendiente las autoridades propusieron el préstamo de
Se suman a lo anterior los incendios forestales (en mínima proporción) y los tiraderos de
suministro natural de las aguas para los manantiales; sin embargo está amenazado. Lo expresan
sentidamente los locales. El asedio indiscriminado daña, devasta y altera los suelos, el agua, el
ecosistema.
Ante ello, los ejidatarios de Ojo de Agua de Ballesteros vienen desplegando heterogéneos
procedimientos, a manera de acciones de resistencia organizada. Entre las más relevantes están
24
Entrega de malhechores a las autoridades de Salvatierra. Lo desalentador es advertir que
Indagación sobre la existencia en otros ejidos de un reglamento oficial que rija el cuidado
naturales.
El proyecto más importante, la gestión del Balneario Ejidal, es desde hace diez años el eje
vertebrador del patrimonio natural.54 Las aguas que desfogan del Balneario son destinadas para el
riego de parcelas en todo su cauce, hasta desembocar en la laguna San Bartolo. Así mismo,
estando llenos los cuatro grandes ojos de agua que lo sustentan, el agua para la agricultura estará
garantizada. En otras palabras, el cuidado y la defensa del bosque, de los ojos de agua, de la tierra
de los pobladores.
54
El trabajo de asesoramiento, consultoría, vinculación, capacitación, promoción e investigación
participativa por parte nuestra fue la constante para mejorar la calidad y autogestión del Balneario
Ejidal. Los resultados saltan a la vista: el mejoramiento en la calidad del servicio, pero sobre todo
el reempoderamiento de los actores por sus patrimonios, sustentados en la revaloración de los
mismos.
25
Los ejitatarios han tenido que enfrentar y resistir el asedio del Programa de Certificación de
Derechos Ejidales y Titulación de Solares (PROCEDE), quien parece fungir –ante el asombro de
lineales –con malla de púas y postes–, en gran parte del perímetro del bosque que colinda con el
Hay incertidumbre por el futuro del bosque, producto de dos manifestaciones: (1) el
envejecimiento de la tradicional cuadrilla de vigilancia del ejido,56 y (2) el mínimo interés de las
nuevas generaciones, que no sienten ni padecen el bosque. La explicación que se da a este último
hecho, se sustenta en una alta corriente migratoria a los Estados Unidos, por lo cual la mayoría de
los hoy jóvenes no fueron criados en el sentir y compromiso identitario que tiene la generación de
adultos y mayores por su bien patrimonial. Muchos de ellos crecieron en el extranjero, junto a sus
proyectos productivos en dicho escenario.57 No tuvieron una cultura del campo interiorizada en el
55
Como parte de la labor de vinculación, promoción y servicio social del proyecto, se acompañó
en múltiples gestiones, para finalmente coronar dicho resultado.
56
El envejecimiento de la población actual es preocupante. La mayoría de los integrantes de esta
cuadrilla sobrepasan los 60 años, llegando a 75 años la edad promedio de los participantes. En esa
perspectiva, la generación de remplazo que se ocuparía del bosque no estaría asegurada. Según
uno de los ejitadarios entrevistados, “En las asambleas, asisten viejitos que dormitan […]; ya por
cansancio estamos aprobando las cosas”.
57
Giménez, 2008.
26
El bosque: laboratorio y dador de vida
La flora es un componente elemental de la vida natural de los pueblos, que posibilita la vida de la
fauna que la habita, en sus formas de gramíneas, herbáceas, arbustos, árboles, cactáceas, etcétera.
Por eso, la vegetación es parte de la vida humana porque es fuente de energía, alimentación y
economía. Por eso, el ser humano aprendió a conservarlo en beneficio de su existencia, y también
a depredarlo en beneficio del capital, con los impactos negativos que afectan su propia existencia.
A continuación se presenta una breve revisión a manera de inventario –injusto por cierto, por
separar el espíritu totalizador e integrador per se de la naturaleza, pero útil, porque demuestra el
“banco de oro” en el cual está sentado el ejido–.58 El inventario a manera de catálogo fue
realizado con los mismos ejidatarios in situ. Se advierte que es un inventario incompleto, pues el
espíritu fue registrar los elementos más importantes de la foresta y la vida que ésta encierra, a los
58
Se tomó esta frase del célebre naturalista italiano Antonio Raymondi (1824-1890), quien al
desarrollar sus investigaciones de la fauna, flora y geología del Perú, expresó tener una profunda
admiración por la riqueza natural extraordinaria que posee dicho país. También señaló la gran
pobreza económica, producto de la explotación hacendaria a las comunidades indígenas en ese
tiempo, por lo cual acuñó la frase “El Perú es un mendigo sentado en un banco de oro” (Antonio
Raimondi, 2013). No creemos que Ojo de Agua de Ballesteros esté en la “mendicidad” del
enfoque aludido. Si bien cuando los visitamos manifestaban ser pobres, hoy en día el adjetivo
resulta humillante debido a que han ingresado a un estatus de redignificación y empoderamiento.
59
Por ejemplo, participó en el levantamiento don Gabriel Maldonado Sosa, quien llegó a contar
las especies de aves que anidaban en la laguna, según su comportamiento. Otro colaborador fue
don Socorro Vega Maldonado, gran sabio del bosque y de las propiedades de plantas medicinales
y alimenticias.
27
Higuera Palo cruz o vara en cruz
Pochote Uña de gato
Zapote blanco Copal
Palo prieto Huizache chino (para la
Palo dulce eliminación de piedras del
Palo blanco riñón)
Palo amarillo Garambullo (amenazado)
Palo seco Pitayo (en extinción)
Pastos Cactáceas
Soramota Garambullo
Sabanilla Nopal (ocho variedades:
Chacamo xoconostle, tomatillo,
Pasto chileno etcétera)
Granea Pitayo
Pasto cola de zorra Maguey
60
Los cuadros 3 a 7 fueron elaboradas con base en el diagnóstico-inventario participativo del
patrimonio natural del ejido Ojo de Agua de Ballesteros, de 2011 a 2013.
28
Hongos de suelo Sábila
Hongos de madera
Quelites (diferentes variedades)
Aves Mamíferos
Cenzontle Ardilla
Búho o tecolote Tuza
Halcón Tejón
Calandria Liebre
Azulillo Conejo
Aguiluchos Coyote
Gavilán Zorro
Paloma Gato montés
Faisán Mapache
Correcaminos Tlacuache
Pájaro carpintero
Codorniz
Habría que señalar la enorme relevancia para los ejidatarios de Ojo de Agua de Ballesteros de
29
La relación consagrada con la naturaleza y la vida, plataforma de la sustentabilidad
mucho más relevantes y trascendentales que ellos mismos desconocen. Concretamente, están
Latour –cuando explica que las entidades tienen parlamento–,61 los elementos del bosque de ojo
de Agua de Ballesteros (censados líneas arriba) están parlando en lenguaje silencioso entre ellos,
dando evidencia de las relaciones que se establecen entre sujetos, manifestando una
unísono. Lo afirma Carlos Lenkersdof cuando –producto del acompañamiento a los tojolabales en
Chiapas–, argumenta la intersubjetividad biocósmica entre todas las criaturas que habitamos la
Tierra y el universo, señalando que “todos somos sujetos”.62 Es decir, los seres humanos estamos
compartiendo con la complejidad de otros seres vivos –animales, plantas, cerros, estrellas,
las culturas indígenas, quienes conciben este principio como primordial para la reproducción y
conservación de la vida.63
De esta forma, cuando los ejidatarios incursionan en la defensa de su territorio, también están
interrelaciones (vinculadas a una vasta taxonomía) entre las “constelaciones, plantas, animales,
hongos, rocas, nieves, aguas, suelos, paisajes y vegetación, o sobre procesos físicos, biológicos y
ecológicos tales como movimientos de tierras, ciclos climáticos o hidrológicos, ciclos de vida,
61
Latour, 2004.
62
Lenkersdof, 1999.
63
Miranda 2011; Toledo, 2005a; 2005b; Boege/Vidriales, 2008; Bartra, 2006.
30
periodos de floración, fructificación, germinación, celo o nidificación, y fenómenos de
Aún más, si varios investigadores argumentan que existe una relación de intersubjetividad entre
estos actores con la naturaleza,65 la esencia de esta mirada radica en la concepción sagrada que
tienen de ella. De esta manera, “el ser humano está siempre en íntima relación con la sociedad, con
las plantas, los animales, los objetos, así como con los elementos de la naturaleza: el aire, el agua,
la tierra, las divinidades, los planetas y el cosmos […], manifestándose una relación de
‘intersubjetividad’ […], donde además la pluralidad de la vida nos conduce a reconocer que todas
las cosas tienen vida y corazón”, según las propuestas mesoamericana y andina.66
Por ello, testimonios como el siguiente evidencian cuadros estoicos de consternación al dar
Es una gran pena, hasta queremos llorar. […] unos [animales] están
vivos, otros heridos y muertos. Los dejan sufriendo. Unos están
pisoteados, pero a la mayoría se los llevan para venderlos. El monte
es tan abundante que felizmente aparecen más animalitos, si no, ya
todo se habría acabado.67
64
Toledo, 2005a.
65
Lenkersdorf (1999), Toledo (2003, 2005a; 2005b), Leff/Argueta/Boege/Porto (2005),
Concheiro y López, (2006), Levi-Strauss (1988), Geertz (1994) y Miranda (2011).
66
Miranda, 2011: 61, 62.
67
Entrevista a Socorro Vega Maldonado, ejidatario de Ojo de Agua de Ballesteros.
68
Entrevista a Marcelino Cerritos Delgado, ejidatario de Ojo de Agua de Ballesteros.
31
Entonces, la relación del ejido con su entorno natural es de sujeto a sujeto, donde prevalece la
relación biocultural por esencia. Es decir, la naturaleza entrañándose en el ser humano, y el ser
Si conociéramos de fondo esta relación, o si profundizáramos más esta perspectiva –la cual
está asentada en una ecosofía acerca del sentir, la identidad y la cosmovisión indígena–,69
limita a la sociedad civil es concebir a estos actores como “incapaces”, “pobres”, “atrasados” y
hasta “folklóricos”, por lo cual se construye una gran barrera para visibilizar sus contribuciones a
69
Leff, 2010.
70
Lenkersdorf, 1999.
71
Toledo, 2005a: 7, 8.
72
Leff/Argueta/Boege/Porto, 2005: parte 3.
32
En el entendido que tenemos la enorme tarea de superar la crisis ecológica, humana y social,
nos sumamos a la corriente alternativa de Toledo, que expresa que en esta filosofía se encuentran
las claves, las llaves, los códigos, los símbolos y los secretos de la sustentabilidad actual.
sus principales referentes de vida otro componente trascendental: el espiritual como atributo de la
resistencia y contienda por el patrimonio natural. Más aún, podremos obtener respuesta a la tan
evocada reflexión que siempre cuestionó al productor del campo cuando éste invierte
repetidamente en la labor agropecuaria a sabiendas que la mayoría de las veces “no recupera ni el
gasto”. Algunos ilusos que desconocen este aspecto afirmarían: ¿será que les gusta vivir siempre
naturaleza y con ello a la vida. Es el soporte que llena los otros vacíos que ocurren en lo
emocional, lo social y lo material. Así las cosas, esta arena estaría respondiendo la reflexión que
la perspicacia académica no deja de reflexionar. ¿Por qué, ante tantos siglos de dominación,
explotación y exclusión, persisten estas personas, culturas y sociedades? ¿Qué los sostiene? La
73
García, 1996; Toledo, 2003; 2005a; 2005b; Leff/Argueta/Boege/Porto, 2005; Miranda; 2011.
74
Merino, 2004; Kay, 2005.
33
respuesta es clara: los pueblos indígenas resumen un vivificante sentido espiritual que se
realizan es nada menos que reproducir la vida, cual dualidad en complementación perfecta.
Por lo anterior, y volviendo al tema sobre la amenaza de desaparición del patrimonio natural –
y con ello la afectación a estos pueblos–, de seguir la contienda, se estaría cerrando la prospectiva
a la vida, el ser humano y la sociedad, es decir una inmolación colectiva jamás imaginada. No
cabe duda que, detrás de las declaraciones como “Si es posible, daremos nuestra propia vida, y no
tenemos miedo al decirlo” y “Sea como sea, tenemos que conservar la tierra”, está otra lectura,
demostrándolo.
Comentarios Finales
Los resultados de vinculación con las comunidades productivas del campo obtendrán cambios
visibilizando sus aportaciones a la construcción del modelo sustentable. Estos pueblos lo hacen
75
Long, 2007.
34
Cuando se despoja a los pueblos indígenas de la mirada del pensamiento complejo, holístico y
sustentabilidad. Entonces, la lucha, contienda y resistencia de los actores sociales, antes por la
tierra y ahora por el territorio, es una reyerta en defensa de la sustentabilidad ecológica y social,
de la naturaleza en los niveles local, regional y mundial, donde la tierra y el territorio adquieren
servicios), evidenciándose que el mundo indígena exterioriza una vinculación espiritual con todas
El ejido padece una cruel amenaza a su patrimonio natural por parte de las externalidades que
medio ambiente, en lo local y más allá del propio territorio. Al conservar el bosque, se mantiene
35
La relación simbiótica entre los actores sociales y el patrimonio natural en Ojo de Agua de
erosión cultural, el deterioro del conjunto natural, la pérdida de sus conocimientos, entre otros
aspectos que amenazan el futuro de su modo de vida y su relación con su entorno natural. No
basta reconocer estas virtudes y su trascendencia; es preciso contribuir con nuevos compromisos,
desde todos los ámbitos, para seguir reproduciendo la vida de la naturaleza y lo que ella encierra,
paso a una racionalidad ecológica y moral. El tema es considerablemente complejo; abarca otros
asuntos medulares como las invasiones territoriales, los intereses políticos, la compra-venta de las
tierras, los litigios y la movilidad de la tierra, entre otros temas que dejamos como vertientes de
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