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UNIVERSIDAD DE SANTIAGO DE CHILE

FACULTAD DE INGENIERÍA

Cálculo de pobreza multidimensional con perspectiva

de género, aplicado a la Región Metropolitana de Santiago, Chile

RODRIGO ALONSO AHUMADA ECHEVERRÍA

MACARENA ROXANA BURGOS GALLARDO

Profesor Guía: Matías Durán Niedbalski

Trabajo de Titulación presentado en


conformidad a los requisitos de obtener
el Título de Ingeniero/a Civil en Geografía

Santiago - Chile
Departamento 2021
de Ingeniería
Geográfica

ii
© Ahumada Echeverría, Rodrigo Alonso

Burgos Gallardo, Macarena Roxana, 2021

Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento 4.0.
RESUMEN

La pobreza multidimensional entrega una buena aproximación de cómo se comporta la


sociedad con respecto a diversas variables socioeconómicas. Actualmente no existe una
perspectiva de género dentro del cálculo de la pobreza multidimensional en la metodología
utilizada actualmente en Chile, lo que invisibiliza las desigualdades existentes entre ambos
géneros. La metodología utilizada corresponde a la de Alkire-Foster, que define la pobreza, no
sólo como un problema de ingresos, sino más bien, como un conjunto de variables
socioeconómicas, que pueden determinar, quiénes y de qué manera son pobres, asociando a
ello, el lugar en donde se localizan.

En la hipótesis, se plantea que, la estimación de un nuevo modelo, que considere variables que
caracterizan las diferencias de género, permitirá realizar un diagnóstico de las dimensiones que
generan desigualdades entre ambos géneros.

Como objetivo, se formulará un modelo de estimación de pobreza multidimensional, basado


en la metodología Alkire-Foster, utilizando datos de la región Metropolitana de Santiago, en
donde se van a considerar variables con perspectiva de género. En la primera etapa, se
definen las variables, dimensiones, ponderaciones y los diferentes puntos de cortes, para la
construcción del nuevo modelo. En la segunda etapa, se genera el nuevo modelo basado en la
metodología de Alkire-Foster. En la tercera etapa, se desagregan y analizan los resultados
obtenidos a nivel comunal.

Se espera que el modelo obtenido, permita aportar en el análisis de las amenazas actuales y
futuras de las mujeres respecto a la pobreza, dimensionando los factores que influyen en la
pobreza femenina.

Keywords: Género, Pobreza Multidimensional, Desigualdades, Alkire-Foster

i
ABSTRACT

Multidimensional poverty provides a good approximation of how society behaves about various
socio-economic variables. Actually, there is no gender perspective in the calculation of
multidimensional poverty, in the methodology currently used in Chile, which makes the
existing inequalities between both genders invisible. The methodology used corresponds to that
of Alkire-Foster, which defines poverty not only as an income problem, but rather as a set of
socio-economic variables, which can determine, who and how they are poor, associated to it, the
place where they are located.

In the hypothesis, it is proposed that the estimation of a new model, which considers variables
that characterize gender differences, will allow a diagnosis of the dimensions that generate
inequalities between both genders.

As an objective, a multidimensional poverty estimation model, based on the Alkire-Foster


methodology, will be formulated using data from the Metropolitan Region of Santiago, where
variables with a gender perspective will be considered. In the first stage, the variables,
dimensions, weights, and the different cutting points are defined for the construction of the new
model. In the second stage, the new model based on the Alkire-Foster methodology is
generated. In the third stage, the results obtained at the communal level are disaggregated and
analyzed.

It is hoped that the model obtained will make it possible to contribute to the analysis of women’s
current and future threats to poverty by measuring the factors that influence female poverty.

Keywords: Gender, Multidimensional Poverty, Inequalities, Alkire-Foster

ii
DEDICATORIA

Este trabajo de título va dedicado a mi familia.

A mi madre Iris y mi padre Mario, pilares fundamentales en mi vida, siempre buscando lo mejor
para mí, sin ellos no sería lo que soy hoy, esto también es logro de ustedes.

A mi hermano menor Juan Pablo quien me enseñó que a pesar de todas las dificultades e
injusticias que se nos presenten, se puede salir adelante. A mi hermano mayor Mario que me
traía del colegio y me cuidaba cuando solo tenía 12 años, son cosas que siempre voy a valorar.

Por último, quiero dedicar este trabajo a mi abuela Rosa y mi segunda madre, siempre estaré
agradecido de todo lo que me entregaste, siempre preguntándome como me iba en la
universidad antes que todo, sé que estarías muy orgullosa de mí. Te amo abuela, me hiciste
muy feliz.

Rodrigo Ahumada Echeverria.

Quiero dedicar este trabajo de título a mi familia, en especial a mi abuelo y mi tía Paulita que
siempre confiaron en mí y me alentaron a terminar esta carrera universitaria, sé que estarían
muy orgullosos de mí.

También dedicar y agradecer de todo corazón a mi mamá por ser un pilar fundamental en mi
vida, apoyarme en todo momento y demostrarme que es posible avanzar sobrepasando
cualquier adversidad. Sin ti no habría logrado esto.

A mis hermanos, que son lo más importante en mi vida, gracias por estar conmigo en todo
momento y darme su apoyo incondicional para terminar este proceso.

Finalmente dedicar este trabajo de título a todas las mujeres que han visto vulnerados sus
derechos en este sistema desigual, ojalá algún día exista mayor equidad, para que podamos
desarrollarnos con plenitud en igualdad de condiciones.

Macarena Burgos Gallardo.

iii
TABLA DE CONTENIDO

RESUMEN…………………………………………………………………………………………………. i

ABSTRACT………………………………………………………………………………………………... ii

DEDICATORIA............................................................................................................................. iii

ÍNDICE DE TABLAS.................................................................................................................... vii

ÍNDICE DE FIGURAS................................................................................................................. viii

INTRODUCCIÓN.......................................................................................................................... 1

CAPÍTULO 1. ANTECEDENTES GENERALES...........................................................................2

1.1 ANTECEDENTES GENERALES...................................................................................2

1.2 DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA.................................................................................3

1.3 HIPÓTESIS................................................................................................................... 4

1.4 OBJETIVO GENERAL................................................................................................... 4

1.5 OBJETIVOS ESPECÍFICOS......................................................................................... 4

CAPÍTULO 2. MARCO TEÓRICO................................................................................................ 5

2.1 LA POBREZA Y SUS ENFOQUES...............................................................................5

2.1.1 ENFOQUE UNIDIMENSIONAL.................................................................................5

2.1.2 ENFOQUE MULTIDIMENSIONAL............................................................................5

2.2 DESIGUALDAD DE GÉNERO......................................................................................6

2.2.1 VIOLENCIA DE GÉNERO......................................................................................... 6

2.2.2 FEMINIZACIÓN DE LA POBREZA...........................................................................7

2.3 POBREZA DESDE LA PERSPECTIVA DE GÉNERO..................................................7

2.3.1 PRIVACIÓN DEL TIEMPO........................................................................................ 8

2.3.2 DIVISIÓN DE TRABAJO POR GÉNERO..................................................................9

2.3.3 DÉFICIT EN LA GENERACIÓN DE ACTIVOS........................................................10

2.3.4 GÉNERO Y TERRITORIO.......................................................................................11

2.4 ESTADO DEL ARTE................................................................................................... 12

2.5 MEDIDA DE POBREZA MULTIDIMENSIONAL..........................................................14

iv
2.5.1 CÁLCULO DE LOS ÍNDICES DE POBREZA MULTIDIMENSIONAL......................14

2.5.2 DISEÑO DE UN INDICE DE POBREZA MULTIDIMENSIONAL (IPM)....................15

2.5.3 CARACTERÍSTICAS DE LA METODOLOGÍA DE RECUENTO DE ALKIRE -


FOSTER.............................................................................................................................. 18

2.6 ÁREA DE ESTUDIO.................................................................................................... 18

2.7 ENCUESTA CASEN.................................................................................................... 22

2.7.1 ACTORES E INSTITUCIONES A CARGO DE LA REALIZACIÓN DE LA


ENCUESTA CASEN 2017................................................................................................... 23

2.7.2 DISEÑO METODOLÓGICO DE LA ENCUESTA CASEN 2017..............................23

2.8 LIMITANTES PARA INCORPORAR LA PERSPECTIVA DE GÉNERO EN EL


ANÁLISIS DE POBREZA FEMENINA.....................................................................................24

2.9 MARCO TEÓRICO METODOLÓGICO DEL INDICADOR PROPUESTO...................25

2.9.1 POBREZA MULTIDIMENSIONAL CASEN 2017.....................................................25

2.9.2 PROPÓSITO DE LA MEDIDA.................................................................................26

2.9.3 ESPACIO DE LA MEDIDA......................................................................................26

2.9.4 UNIDAD DE IDENTIFICACIÓN Y ANÁLISIS...........................................................26

2.9.5 SELECCIÓN DE DIMENSIONES E INDICADORES...............................................27

2.9.6 DEFINICIÓN DE LA DIMENSIÓN DE GÉNERO.....................................................28

2.9.7 ANÁLISIS EXPLORATORIO Y DEPURACIÓN DE LOS DATOS............................30

2.9.8 DETERMINACIÓN DE LOS CORTES DE PRIVACIÓN..........................................30

2.9.9 DETERMINACIÓN DE LAS PONDERACIONES DE CADA DIMENSIÓN E


INDICADOR......................................................................................................................... 32

2.9.10 DETERMINACIÓN DEL CORTE DE POBREZA.................................................32

2.9.11 ANÁLISIS DE ROBUSTEZ..................................................................................33

CAPÍTULO 3. METODOLOGíA.................................................................................................. 34

3.1.1 ANÁLISIS EXPLORATORIO Y DEPURACIÓN DE LOS DATOS............................35

3.1.2 ESTABLECER LOS CORTES DE PRIVACIONES DE CADA INDICADOR............36

3.1.3 ESTABLECER LAS PONDERACIONES DE CADA DIMENSIÓN E INDICADOR. .37

3.1.4 ESTABLECER EL CORTE DE POBREZA..............................................................38

v
3.1.5 CALCULAR LA INCIDENCIA, INTENSIDAD Y LA MEDIDA M0.............................38

3.2 ANÁLISIS DE ROBUSTEZ.......................................................................................... 41

3.3 GEORREFERENCIACIÓN DE RESULTADOS...........................................................41

3.4 COMPARACIÓN DE LOS IPM....................................................................................41

CAPÍTULO 4. DESARROLLO Y RESULTADOS........................................................................44

4.1 ANÁLISIS EXPLORATORIO Y DEPURACIÓN DE LOS DATOS................................44

4.2 ANÁLISIS DE SESGO................................................................................................. 48

4.3 APLICACIÓN DE LOS CORTES DE PRIVACIÓN......................................................49

4.3.1 PRIVACIONES POR PREGUNTA...........................................................................50

4.3.2 PRIVACIONES NO CENSURADAS POR HOGAR.................................................51

4.4 APLICACIÓN DEL UMBRAL DE POBREZA (K).........................................................51

4.5 OBTENCIÓN DE LOS INDICADORES A, H, M0........................................................52

4.6 ANÁLISIS DE ROBUSTEZ.......................................................................................... 53

4.7 GEORREFERENCIACIÓN DE RESULTADOS...........................................................54

4.8 COMPARACIÓN MODELOS.......................................................................................60

CAPÍTULO 5. ANÁLISIS DE RESULTADOS.............................................................................64

5.1 ANÁLISIS EXPLORATORIO.......................................................................................64

5.2 ANÁLISIS DE APLICACIÓN DE LOS CORTES DE PRIVACIÓN...............................65

5.3 ANÁLISIS DE APLICACIÓN DEL UMBRAL DE POBREZA (K)..................................67

5.4 ANÁLISIS DE INDICADORES OBTENIDOS...............................................................68

5.5 ANÁLISIS DE ROBUSTEZ.......................................................................................... 70

5.6 ANÁLISIS TERRITORIAL............................................................................................ 70

5.7 COMPARACIÓN DE MODELOS.................................................................................73

CONCLUSIONES........................................................................................................................ 76

BIBLIOGRAFÍA........................................................................................................................... 79

ANEXO…………………………………………………………………………………………………… 84

vi
ÍNDICE DE TABLAS

Tabla 2.1: Metas de Chile en la Agenda 2030............................................................................28


Tabla 3.1: Cortes de privación para las variables de interés.......................................................36
Tabla 4.1: Cantidad y porcentaje de valores nulos de las preguntas candidatas........................44
Tabla 4.2: Variables candidatas y su población objetivo.............................................................46
Tabla 4.3: Cantidad y porcentaje de valores nulos de las preguntas candidatas, con los datos
imputados.................................................................................................................................... 47
Tabla 4.4: Variables a utilizar en el modelo.................................................................................48
Tabla 4.5: Porcentaje de valores nulos por comuna de la muestra extraída...............................49
Tabla 4.6: Privaciones para las 5 preguntas escogidas..............................................................50
Tabla 4.7: Tabla de contingencia de las variables que componen el indicador de autonomía....50
Tabla 4.8: Tabla de contingencia de las variables que componen el indicador de cuidados......51
Tabla 4.9: Personas con privaciones no censuradas en los indicadores de la dimensión género
en los hogares............................................................................................................................. 51
Tabla 4.10: Cantidad de personas con privaciones censuradas.................................................52
Tabla 4.11: Porcentaje de población con privaciones censuradas y no censuradas...................52
Tabla 4.12: Indicadores de pobreza multidimensional................................................................52
Tabla 4.13: Indicadores de Pobreza Multidimensional desagregados por género para el modelo
de 6 dimensiones........................................................................................................................ 53
Tabla 4.14: Contribución de cada género a la tasa de recuento ajustada (M0)..........................53
Tabla 4.15: Coeficiente Kendall Tau b para distintos valores de k..............................................54
Tabla 4.16: Coeficiente Kendall Tau b para distintas variaciones de pesos de las dimensiones 54
Tabla 4.17: Indicadores de Pobreza Multidimensional desagregados por género para los
modelos con y sin perspectiva de género...................................................................................61
Tabla 4.18: Tabla de la contingencia de los modelos de cinco y seis dimensiones....................63

vii
ÍNDICE DE FIGURAS

Figura 2.1: División de trabajo por género en Chile......................................................................9


Figura 2.2: Tipo de trabajo por género en Chile..........................................................................10
Figura 2.3: Generación de activos por género en Chile..............................................................11
Figura 2.4: Datos relevantes del Gran Santiago.........................................................................18
Figura 2.5: Total de habitantes por comuna en el Gran Santiago...............................................19
Figura 2.6: Pobreza multidimensional por comuna en el Gran Santiago.....................................20
Figura 2.7: Mujeres en situación de pobreza multidimensional por comuna en el Gran Santiago
.................................................................................................................................................... 21
Figura 2.8: Hombres en situación de pobreza multidimensional por comuna en el Gran Santiago
.................................................................................................................................................... 22
Figura 2.9: Dimensiones para el cálculo de Pobreza Multidimensional de la encuesta CASEN
2017............................................................................................................................................ 25
Figura 3.1: Metodología general propuesta.................................................................................34
Figura 3.2: Pesos de las dimensiones e indicadores del modelo propuesto...............................38
Figura 3.3: Pesos de las dimensiones e indicadores del modelo de cinco dimensiones con
ponderaciones iguales................................................................................................................ 42
Figura 4.1: Porcentaje de personas con privaciones censuradas en el indicador de autonomía
en el Gran Santiago.................................................................................................................... 55
Figura 4.2: Porcentaje de personas con privaciones censuradas en el indicador de cuidados en
el Gran Santiago......................................................................................................................... 56
Figura 4.3: Porcentaje de personas con privaciones censuradas en el indicador de ingreso en el
Gran Santiago............................................................................................................................. 57
Figura 4.4: Pobreza multidimensional con perspectiva de género por comuna en el Gran
Santiago...................................................................................................................................... 58
Figura 4.5: Pobreza multidimensional con perspectiva de género en los hogares con jefatura
femenina por comuna en el Gran Santiago.................................................................................59
Figura 4.6: Pobreza multidimensional con perspectiva de género en los hogares con jefatura
masculina por comuna en el Gran Santiago...............................................................................60
Figura 4.7: Contribución de cada dimensión al índice M0 del modelo de 6 dimensiones...........61
Figura 4.8: Contribución de cada dimensión al índice M0 del modelo de 5 dimensiones...........62
Figura 4.9: Diferencia entre el porcentaje de personas pobres con 6 dimensiones y el porcentaje
de personas pobres con 5 dimensiones......................................................................................63

viii
INTRODUCCIÓN

El presente trabajo investigativo busca contribuir en los avances respecto a la igualdad entre
hombres y mujeres, los cuales pueden ejecutarse mediante el desarrollo de políticas públicas
que garanticen el bienestar de todas las personas por igual. Si bien hoy en día son múltiples las
demandas levantadas por la ciudadanía en torno a las desigualdades de género, no existe un
consenso de como poder plantear soluciones eficaces, por lo que es necesario abordar dichas
problemáticas, a través de diversos estudios que generen información, que sirvan como insumo
para la evaluación de políticas de desarrollo social incorporando la perspectiva de género.

El modelo propuesto pretende visibilizar las desigualdades de género, como también evidenciar
las diferentes situaciones de vulnerabilidad a la que están expuestas las mujeres, con el fin de
ampliar el espectro de la medición de pobreza multidimensional de la encuesta CASEN 2017, la
cual considera cinco dimensiones que permiten identificar a las personas pobres
multidimensionalmente.

Se plantea la creación de un índice de pobreza multidimensional con perspectiva de género,


aplicado para la zona del Gran Santiago. El modelo se basa en la metodología desarrollada por
Alkire Foster (1), la cual busca estimar la pobreza de una persona u hogar, mediante el análisis
de distintas privaciones en dimensiones relacionadas con la pobreza, dichas dimensiones son
variadas y no necesariamente se relacionan con la pobreza tradicional de ingresos.

La tesis se compone de distintos capítulos, el primero llamado antecedentes generales, en el


cual se plantea la problemática, el objetivo general, los objetivos específicos y la hipótesis. En el
segundo capítulo se presenta el marco teórico, el cual expone definiciones relevantes de la
pobreza, género y del modelo a utilizar, una breve descripción del área de estudio y del origen
de los datos. El tercer capítulo trata sobre el proceso metodológico para obtener el índice de
pobreza multidimensional y todos los pasos necesarios para desarrollar el modelo y validarlo.
En el cuarto capítulo se presentan los resultados obtenidos, luego de aplicada la metodología
propuesta. El quinto capítulo presenta los análisis de los resultados expuestos en el desarrollo.
Finalmente, en el capítulo seis, se exponen las conclusiones del trabajo investigativo.

1
CAPÍTULO 1. ANTECEDENTES GENERALES

1.1 ANTECEDENTES GENERALES

Uno de los objetivos del desarrollo sostenible a nivel mundial (2) incluye la eliminación de la
pobreza en todas sus formas y en todo el mundo para el año 2030. Este objetivo indica que la
pobreza va más allá de la falta de ingresos y recursos que garanticen los medios de vida
sostenibles, sino que se encuentran enmarcados como un problema de derechos humanos.

La Iniciativa sobre Pobreza y Desarrollo Humano de la Universidad de Oxford (OPHI) se ha


especializado en la investigación sobre la medición de la pobreza. Su propuesta es:

“la pobreza no es sólo una cuestión de ingresos y para medirla, es necesario tomar en cuenta
otras variables” (3).

De lo anterior se desprende el concepto de pobreza multidimensional, ya que es necesario


utilizar más de una variable y/o dimensión, ya sea educación, salud, empleo, entre otros, para
revelar, con mayor precisión, quiénes, de qué manera son pobres, y en qué lugar geográfico se
localizan.

La pobreza multidimensional, desde una perspectiva de género, se basa en la necesidad de


reconocer que la pobreza afecta a hombres y mujeres de manera diferente, identificando los
factores de género que inciden en la mayor o menor vulnerabilidad de las personas al
experimentar algún grado de pobreza, junto con las características diferenciadas entre hombres
y mujeres como también de los distintos roles sociales que se les asignan (4). Si bien la palabra
género tiene variadas definiciones, aquí se define género como el conjunto de ideas, creencias
y atribuciones sociales, que se construyen en cada cultura y momento histórico con base en la
diferencia sexual (5)(6).

Durante los últimos años en América Latina y el Caribe, se han reducido considerablemente los
índices de pobreza multidimensional. Sin embargo, estos logros no se han desarrollado de
manera uniforme, siendo desiguales en territorio y género, manteniendo a las mujeres como
uno de los grupos más afectados (7) . Las mujeres en América Latina y el Caribe se enfrentan a
mayores niveles de pobreza debido a factores de tiempo y acceso a los mercados laborales; en
la región un 49% de mujeres participan en el mercado laboral, mientras que los hombres lo
hacen en un 76%. Sumado a lo anterior, las mujeres dedican 3 veces más de tiempo, en
promedio, que los hombres al trabajo no remunerado (7).

Al no existir perspectiva de género en los datos utilizados por el Ministerio de Desarrollo Social,
a través de la encuesta de caracterización socioeconómica CASEN 2017 y en la metodología
actual del cálculo multidimensional de la pobreza, no es posible obtener una visión completa de

2
cómo se comporta dicha pobreza en torno al género, ni la distribución espacial de esta, puesto
que actualmente no se dimensionan las desigualdades que sufren las mujeres y que influyen
directamente en las brechas existentes en la pobreza multidimensional. Es fundamental
reconocer dichas diferencias aplicando una nueva metodología con perspectiva de género,
considerando la importancia del trabajo reproductivo y de cuidados dentro de la sociedad.

1.2 DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA

En la actualidad, los países están cada vez más interesados en la estimación de la pobreza
multidimensional debido a un creciente consenso respecto de las limitaciones de las medidas
monetarias como único indicador. En América Latina, paulatinamente se comenzaron a
implementar metodologías de cálculo de pobreza multidimensional, basadas en el método de
Alkire y Foster. Hoy en día hay más de 14 países con índices de pobreza multidimensional
(IPM) nacionales, siendo México el primer país en estimar una pobreza multidimensional a nivel
nacional en el año 2010 (8).

En julio de 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas, creó ONU Mujeres, la Entidad
de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres. Dicho
acontecimiento, marca un hito histórico en los avances respecto al género, revelando a los
países miembros de las Naciones Unidas, la importancia que tienen dichas temáticas en su
desarrollo.

En septiembre del año 2015, se aprobó la agenda 2030 para el desarrollo sostenible, en donde,
la desigualdad de género se manifiesta en todas y cada una de las dimensiones del desarrollo
sostenible, por lo que, como medida de actuación clave, se propone la mejora de los datos, las
estadísticas y los análisis de género, para llevar a cabo un seguimiento eficaz de los avances
de las mujeres y las niñas en todos los objetivos propuestos (9).

En el marco del Informe de Desarrollo Humano para América Latina y el Caribe, se decidió
profundizar en las dimensiones que constituyen las privaciones ocultas de las mujeres y sus
impactos en la reproducción de los ciclos de la pobreza (10).

En diciembre de 2014, el Gobierno de Chile dio a conocer una nueva metodología para la
medición de pobreza multidimensional basada en la metodología de Alkire y Foster, generado
por la Iniciativa para la Pobreza y el Desarrollo Humano de la Universidad de Oxford (11), luego
en el año 2015, el método sufrió algunas modificaciones. El modelo final contiene las siguientes
dimensiones: Educación, Salud, Trabajo y Seguridad Social, Vivienda y Entorno, Redes y
Cohesión Social. No obstante, la pobreza por ingresos y la pobreza multidimensional se
calculan por separado, por lo que su análisis es diferenciado.

3
En el año 2016, se crea el Ministerio de la Mujer, con el objetivo de reconocer las desigualdades
existentes entre hombres y mujeres. Dicho ministerio es el encargado de diseñar, coordinar y
evaluar las políticas, planes y programas para promover la equidad de género y eliminar en
todas sus formas la discriminación en contra de las mujeres. Si bien se han realizado algunos
estudios en torno al género y se ha incluido a la pobreza (12)(13), estos utilizan la medición de
pobreza multidimensional antes mencionada, la cual no considera las diferencias de género
dentro de su metodología, por lo que no se logra caracterizar y evidenciar dichas diferencias
dentro de la medición.

1.3 HIPÓTESIS

Diseñar e implementar un nuevo modelo de estimación de la pobreza multidimensional, que


considere variables que reflejen las diferencias socioeconómicas que existen entre hombres y
mujeres, permitirá realizar un diagnóstico de las dimensiones de la pobreza que efectivamente
generan las desigualdades entre ambos géneros. Al visibilizar estas diferencias, será posible
realizar un análisis desagregado tanto dimensional como territorial, en donde se podrá
determinar si el lugar geográfico y el género se relacionan con la pobreza multidimensional de
una persona.

1.4 OBJETIVO GENERAL

Formular un modelo de estimación de pobreza multidimensional, en la Región Metropolitana de


Santiago, basado en la metodología Alkire-Foster, que considere variables con perspectiva de
género.

1.5 OBJETIVOS ESPECÍFICOS

A. Generar una nueva dimensión, que contenga variables abocadas exclusivamente al


género, con sus respectivos umbrales y ponderaciones.
B. Implementar la metodología propuesta en el Gran Santiago, en donde, se contemple la
nueva dimensión de género.
C. Analizar los indicadores obtenidos, para diferenciar los niveles de pobreza existentes,
según género, en la Región Metropolitana de Santiago.
D. Comparar los resultados obtenidos con los de la metodología actual de pobreza
multidimensional de la encuesta CASEN 2017, la cual contempla cinco dimensiones.

4
CAPÍTULO 2. MARCO TEÓRICO

En el presente capítulo, se abordan definiciones respecto al género y la metodología a utilizar,


para comprender de mejor manera el desarrollo de la investigación. En primera instancia, se
definen conceptos relacionados con la pobreza y género, en especial, los que determinan las
interrelaciones entre ambos conceptos. Luego, se presenta el estado del arte de pobreza de
pobreza multidimensional con perspectiva de género. Posteriormente, se expone la metodología
a utilizar de manera general, con sus respectivas definiciones y características. Se realiza un
breve diagnóstico de la zona de estudio y la encuesta usada en el trabajo investigativo.
Finalmente se presenta el marco metodológico en donde se describen algunas justificaciones y
definiciones pertinentes a la aplicación del modelo propuesto.

2.1 LA POBREZA Y SUS ENFOQUES

La pobreza se define como la privación de bienestar de manera pronunciada, es decir, la falta


de acceso a capacidades básicas para funcionar en la sociedad y de un ingreso adecuado para
enfrentar necesidades de educación, salud, seguridad, empoderamiento y derechos básicos
(14).

Históricamente, la pobreza se ha investigado desde una perspectiva unidimensional, usando el


ingreso o gasto como su principal medida para determinar el bienestar de las personas u
hogares (15). No obstante, este tipo de enfoque ha sufrido varios cuestionamientos, ya que el
ingreso no es el único factor que determina la pobreza en una persona, es decir, el ingreso no
es el único parámetro que permite visualizar la situación de pobreza en ciertos grupos sociales
(16)(17).

Cuando existen desigualdades salariales y estas se combinan con diferencias horizontales de


género, raza, religión, etnia, preferencia política o localización geográfica, la pobreza empeora.
Es así como, se remarca que es sumamente necesario conocer la interrelación entre estos
factores (18).

1.1.1 ENFOQUE UNIDIMENSIONAL

Es el enfoque más utilizado históricamente, y se basa en comparaciones del bienestar


económico de una persona u otra unidad de análisis, medido generalmente en función del
ingreso para determinar a la población en pobreza (19).

1.1.2 ENFOQUE MULTIDIMENSIONAL

Refleja los aspectos relevantes de la pobreza para complementar la medida de ingreso, como el
acceso a la salud, educación, calidad de la vivienda, entre otros. Estos aspectos, deben reflejar

5
los distintos planes nacionales de desarrollo, los ODS y prioridades políticas, si se desea utilizar
como medida de apoyo para implementar políticas públicas (20).

2.2 DESIGUALDAD DE GÉNERO

Existen múltiples relaciones desiguales de poder entre los hombres y las mujeres que impiden
que las mujeres accedan en igualdad de condiciones con los hombres a recursos sociales,
económicos, políticos y culturales. Dichas desigualdades se sustentan en una estructura de
desvalorización de las mujeres que opera en múltiples ámbitos, ya sea en lo simbólico, como
también en lo económico, político, intelectual y social, y en consecuencia en todas las formas de
relaciones en que una mujer se vincula o es vinculada a la sociedad. Estas desigualdades se
evidencian en las prácticas cotidianas de la sociedad, que consideran culturalmente válidas las
descalificaciones y desvalorizaciones que afectan a las mujeres, así como también, su
asignación a posiciones y funciones relegadas a una segunda categoría (21).

1.1.3 VIOLENCIA DE GÉNERO

La violencia dirigida hacia las mujeres basa su existencia en “las relaciones históricamente
desiguales de poder entre hombres y mujeres”, referida en el preámbulo de la Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, conocida como
Convención de Belém do Pará de 1994 (22), en donde, la definición de las posiciones sociales
entre los géneros y las relaciones entre ellos, se basan en una jerarquía predominante, en la
cual, se coloca a las mujeres en una posición de inferioridad, exclusión o subordinación.

La violencia contra la mujer puede ser ejercida en diferentes ámbitos, ya sea en el ámbito
familiar y otras relaciones interpersonales, la que ocurre en comunidad, perpetrada por
cualquier persona, y la que es perpetrada y tolerada por el estado y sus agentes (21).

Dicha violencia contra las mujeres atenta directamente contra la integridad física y vida de ellas,
además se manifiesta de diferentes maneras, tales como, los abusos sexuales, acoso sexual,
violaciones, feminicidios, entre otros. Sin embargo, también atenta contra la libertad y
autonomía de ellas, lo que se ve reflejada en las diferentes discriminaciones sufridas en los
diferentes ámbitos antes mencionados (21).

Las diferentes formas de exclusión social experimentadas por las mujeres, a partir de las
diferentes formas de violencia que les son ejercidas, generan que estas carezcan de autonomía
para decidir y actuar. Dichas carencias, son un limitante fundamental para alcanzar la
autonomía económica, invertir en las propias capacidades y aprovechar al máximo las
oportunidades (21), por lo que es evidente que existe una relación entre la violencia de género y
la pobreza, las cuales son la expresión, en las personas y los territorios, de la desigualdad, la
injusticia social y económica, unidas a la violencia directa de los agentes del Estado o al

6
abandono de estos, en donde la presencia de la institucionalidad no llega o es casi inexistente
(21).

1.1.4 FEMINIZACIÓN DE LA POBREZA

El concepto de feminización de la pobreza hace referencia al hecho de que las mujeres son
mayormente afectadas por la pobreza, en comparación a los hombres, debido a las diferentes
realidades experimentadas por ellas. Esto a partir, no solo de las desigualdades educacionales
y laborales, que por años han sido un tema importante dentro del movimiento feminista,
movimiento que lucha por la realización efectiva del principio de igualdad de derechos de la
mujer y el hombre (23), sino también, por las diferentes situaciones de vulnerabilidad a las que
están expuestas exclusivamente las mujeres, ya sea, por la maternidad, la sobrecarga en las
labores no remuneradas, el ser jefas de hogar, nacionalidad, localidad en donde vive, entre
otras. Por ende, el factor “género” incide directamente en la pobreza y aumenta la probabilidad
de padecerla (4).

2.3 POBREZA DESDE LA PERSPECTIVA DE GÉNERO

Relacionar los conceptos de género y pobreza ha sido relevante para observar las
desigualdades entre hombres y mujeres en los espacios públicos y privados que agudizan la
situación de pobreza, por lo que ambos conceptos permiten analizar la causa, dinámica y
características de la pobreza femenina (19).

La perspectiva de género hace un aporte significativo al análisis del concepto de pobreza, ya


que plantea la necesidad de contar con nuevas formas de medición para dar cuenta de la
complejidad dinamismo y multidimensionalidad de la pobreza femenina evidenciando que los
hombres y mujeres tienen responsabilidades y experiencias diferentes, por lo que sus intereses
y necesidades son diferentes (4).

La perspectiva de género se opone a la pobreza basada exclusivamente en el ingreso y


subraya el hecho de que la pobreza se compone tanto de aspectos materiales como no
materiales, simbólicos y culturales en los cuales inciden directamente las jerarquías sociales
que determinan un mayor o menor acceso de las personas, según género, a los recursos
materiales, sociales y culturales. Por ende, el factor género incide directamente en la pobreza y
aumenta la probabilidad de padecerla (4).

La perspectiva de género apunta a una perspectiva multidimensional, ya que, se consideran los


múltiples papeles que desempeñan los hombres y las mujeres en el hogar, en el mercado de
trabajo y en la sociedad, además de factores como la edad y la etnia que se interrelacionan con
el género (24).

7
Por ende, la autonomía económica (contar con ingresos propios que permitan satisfacer las
necesidades), y la violencia de género en todas sus facetas, constituye otra dimensión para
visualizar la forma, en que, la pobreza afecta a hombres y mujeres de manera diferenciada (4).

Existen diferentes factores que condicionan el comportamiento de la pobreza en torno al


género, algunos de estos factores se detallarán a continuación.

1.1.5 PRIVACIÓN DEL TIEMPO

La consideración del tiempo dentro del cálculo de la pobreza es fundamental para evidenciar
ciertas carencias ocultas en torno a la utilización del tiempo. Es posible evidenciar grandes
privaciones en los diferentes aspectos del bienestar, debido a que, el tiempo está relacionado
directamente con las libertades que pueden tener las personas (25).

La falta de tiempo para satisfacer las necesidades básicas ya sea en higiene, alimentación o
ejercicios físicos, como también, las horas de sueño, pueden afectar gravemente la salud
humana e incluso aumentar la probabilidad de muerte prematura (25).

Otro aspecto importante de destacar es el tiempo que se requiere en el cuidado de otros


miembros del hogar, ya sea, niños, adultos mayores o personas con discapacidad. El cual, no
solo afecta a la persona que realiza la labor de cuidados, sino también, incide en la calidad de
vida de quienes necesitan ser cuidados, por lo que, la no visualización del tiempo utilizado en
esta labor podría estar ocultando más de un problema (25). Según Valeria Esquivel, ex
Coordinadora de Investigación del Instituto de Investigaciones de las Naciones Unidas para el
Desarrollo Social (UNRISD) e Investigadora Asociada del Instituto Levy,

“La economía feminista considera al trabajo de cuidado no remunerado como una dimensión
crucial del bienestar para quienes se benefician de la atención recibida, pero también como un
costo para quienes brindan los cuidados, en su mayoría, mujeres” (25).

Dichos costos se pueden evidenciar en las oportunidades de empleo perdidas, los costos en
términos de energía y salud, los ingresos, derechos a la seguridad social y la libertad de
disfrutar el tiempo en lo que se desee, los cuales constituyen factores claves de la desigualdad
de género existente y que se evidencia en las encuestas de uso de tiempo realizadas en el
último tiempo en donde se pueden evidenciar como las personas utilizan el tiempo junto con la
división sexual existente entre el trabajo remunerado y no remunerado que se realizan dentro
del hogar.

Además, existen las actividades básicas que requieren tiempo, tales como, cocinar, limpiar,
pagar cuentas, ir de compras, entre otras. Dichas actividades están consideradas como
Producción Doméstica, y que si bien, no son consideradas dentro del trabajo productivo, son

8
necesarias para convertir el dinero en consumo y así satisfacer las necesidades básicas de los
seres humanos. (25).

Los hogares requieren utilizar cierta cantidad de tiempo en actividades remuneradas, con el fin
de obtener los ingresos necesarios para cubrir las necesidades básicas, esto a través del
cambio de las horas de trabajo por un salario o recompensa. Si bien un hogar puede no ser
considerado pobre según su ingreso, puede que exista una persona perteneciente al hogar, que
tenga una pobreza grave respecto al tiempo (25).

1.1.6 DIVISIÓN DE TRABAJO POR GÉNERO

En la actualidad y a lo largo de la historia existe una noción respecto a las habilidades


vinculadas a lo femenino y las habilidades vinculadas a lo masculino las cuales establecen
actividades para hombres y para mujeres lo que provoca diferentes categorías ocupacionales
que reflejan una división sexual del trabajo (26).

En la Figura 2 .1 se puede apreciar la división del trabajo por género, en donde, se les asigna
principalmente a las mujeres el trabajo del hogar y de cuidados, como también, el de servicios,
lo cual es una limitante para acceder a recursos materiales y sociales (acceso a tener mayores
vínculos sociales, educación y conocimiento cultural, entre otros). De los datos obtenidos en
base a la Encuesta Nacional de Empleo en el periodo Octubre-Diciembre 2019 se tiene que del
total de personas dedicadas al servicio doméstico en Chile, un 97,6% corresponde a mujeres, lo
que se contrapone con la categoría empleador(a), donde solo alcanzan el 26,4% de
representación (26).

9
Figura 2.1: División de trabajo por género en Chile

a)

Fuente: No es amor, es trabajo no pagado. Un análisis del trabajo de las mujeres en el


Chile Actual (26)

Las tareas vinculadas a empleos que tradicionalmente son ocupados por hombres y las que
tradicionalmente son ocupados por mujeres, condicionan el ingreso de ambos a los puestos de
trabajo. Es así como, se observa que el 94,9% de las personas en la ocupación de “operadores
e instalaciones" son hombres, en contraste con el 5,1% al que llegan las mujeres. En
contraparte, se pesquisa que hay una mayor presencia femenina (57,5%) en labores vinculadas
a servicios, ventas y comercio (26).

10
Figura 2.2: Tipo de trabajo por género en Chile

b)

Fuente: No es amor, es trabajo no pagado. Un análisis del trabajo de las mujeres en el


Chile Actual (26)

1.1.7 DÉFICIT EN LA GENERACIÓN DE ACTIVOS

Otro factor para considerar hace referencia a la generación de activos, ya que las tasas de
desocupación e inactividad son más elevadas en el caso de mujeres, lo cual, genera una
carencia de ingresos en ellas.

En Chile, el 50,7% de la población en edad de trabajar es femenina. Este dato se contrarresta


cuando observamos la tasa de composición de la ocupación y de la fuerza de trabajo, ya que
las mujeres ocupadas solo alcanzan un 42,4% del total de personas en tal condición, y un
42,7% del total de la fuerza de trabajo. La distribución porcentual de la inactividad muestra que
las mujeres, abarcan un 65,3% de este grupo, por sobre los hombres (26).

11
Figura 2.3: Generación de activos por género en Chile

c)

d) Fuente: No es amor, es trabajo no pagado. Un análisis del trabajo de las mujeres en el


Chile Actual (26)

También se debe considerar las remuneraciones recibidas, ya que las mujeres reciben un
ingreso laboral promedio inferior al de los hombres, evidenciando una clara discriminación hacia
las mujeres, considerando que estas poseen trabajos más precarios, con ingresos menores o
bien un buen puesto de trabajo, pero con remuneraciones menores a las que recibe un hombre
(26).

Según los datos, relacionados con el dinero que perciben las mujeres por concepto de la
ocupación principal, disponibles en la Encuesta Suplementaria de Ingresos del año 2019, que
se aplica anualmente junto al cuestionario de la Encuesta Nacional de Empleo, se puede
observar que prácticamente 3 de cada 4 mujeres con trabajo remunerado obtienen menos de
$550.000 líquidos al mes. Y tan solo un 9,1% percibe más de $1 millón. De acuerdo con los
datos, el 50% de las trabajadoras obtiene $343.234 o menos (26)(27).

12
1.1.8 GÉNERO Y TERRITORIO

La importancia de considerar el contexto espacial o geográfico es relevante, ya que se pueden


evidenciar divergencias entre diferentes comunas o regiones. Todos los territorios tienen un
comportamiento social, económico y cultural diferenciado, por lo que la pobreza repercutirá de
manera diferente. La accesibilidad a servicios básicos, el entorno en el que se vive, la seguridad
del lugar, la ruralidad, entre otros, son algunas de las características que pueden ser útiles para
analizar la pobreza. También es importante reconocer los diferentes grupos sociales existentes
en los diversos territorios, por lo que incluir la perspectiva de género en el análisis de la pobreza
es casi una necesidad (19).

La concentración espacial de actividades económicas repercute en el bienestar de


determinadas poblaciones, el cual lleva a una divergencia regional. Ejemplo de esto son las
zonas mineras del altiplano boliviano, donde los hombres se dedican en su mayoría a labores
extractivistas y las mujeres son relegadas a labores domésticas y de cuidados (28).

2.4 ESTADO DEL ARTE

Los primeros informes que relacionaron la pobreza y el género surgieron en el Decenio de las
Naciones Unidas para la Mujer (1975-1985). Estos aportaron en cuatro ejes principales. El
primer eje destacó la importancia del papel productivo y el bienestar material de la mujer, dando
a conocer su desempeño en el desarrollo. El segundo aporte fue que se revelaron las
dificultades en la obtención de datos estadísticos a nivel macroeconómico desagregados por
género, lo que invisibilizaba la situación por género. En tercer lugar, se reconoció la pluralidad y
diferenciación dentro de los hogares, lo que cambió la manera de pensar en esa época, se
entendió que enfocarse en el desarrollo de proyectos enfocados en un jefe de hogar masculino,
no necesariamente significaba un beneficio para la mujer y los(as) hijos(as). Finalmente, el
trabajo de la mujer en el hogar tuvo un reconocimiento social dentro del desarrollo económico,
lo que derivó en un incremento de los análisis de pobreza con enfoque multidimensional (29).

El trabajo de Pearce en 1978 (30), puso en la palestra el concepto de “feminización de la


pobreza”, cuando logró identificar que en Estados Unidos la pobreza aumentaba
aceleradamente en las mujeres y en las jefaturas de hogares femeninas. Además, la autora
identificó un aumento en la pérdida de empleo e ingresos más bajos, según el tipo de trabajo al
que accedían las mujeres.

Adicionalmente, las crisis económicas ocurridas en los años ochenta y las políticas económicas
impulsadas por el Gobierno de turno en Estados Unidos, tuvieron altos costos sociales para la
población. Estos efectos negativos, fueron estudiados por distintas organizaciones e
instituciones, que derivaron en el reconocimiento por parte de los gobiernos y organismos

13
financieros, y se llegó a la conclusión que la pobreza estaba aumentando en grupos
determinados (31).

En los años noventa, se generaron distintos cuestionamientos con respecto a una posible
relación directa entre la pobreza y los hogares de jefatura femenina, lo que incentivó a realizar
distintas investigaciones que planteaban interrogantes como: ¿son las mujeres más pobres que
los hombres?, ¿es la jefatura femenina un concepto adecuado para analizar la pobreza?, ¿es el
enfoque monetario una alternativa apropiada para medir la pobreza femenina?, ¿el incremento
de hogares con jefatura femenina aumenta la pobreza? (29)(32)(4).

En este contexto, la pobreza femenina se instaló como uno de los ejes más relevantes de
acción en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer de la ONU, en 1995. En dicha
conferencia, se determinó la importancia de generar nuevos métodos teóricos y metodológicos
para abordar la perspectiva de género en la formulación de políticas públicas. De la misma
manera, se ordenó analizar la relación entre el trabajo no remunerado y su incidencia en la
vulnerabilidad de las mujeres a estar en situación de pobreza (33).

Los hogares con jefatura femenina se transformaron en la unidad de análisis principal a la hora
de abordar el eje temático de la pobreza femenina, ya que ambos se relacionaban
estrechamente, y que derivó en un aumento en el número de investigaciones que tomaban este
grupo como el pilar de los estudios. Actualmente, es necesario distinguir que la incorporación de
una categoría de género, el centro de interés ha cambiado, desde el estudio de las mujeres
hacia las relaciones de género, en donde las mujeres suelen ser, “un grupo subordinado en la
división de recursos y responsabilidades, atributos y capacidades, poder y privilegio” (34).

Con este panorama, se ha señalado durante los últimos años, que los enfoques para definir la
pobreza, como el monetario, poseen muchas limitaciones a la hora de visualizar las
desigualdades percibidas por los distintos grupos sociales, haciendo imperioso el uso de un
enfoque multidimensional en el análisis de la pobreza. En conjunto, los conceptos de pobreza y
género permiten analizar las causas, dinámicas y características de la pobreza femenina (19).

Si bien, existe bastante literatura sobre la pobreza y género, esta consiste principalmente en
información de carácter cualitativo, por lo que hay un déficit en cuanto a la información
cuantitativa, y que recién en los últimos años, ha presentado un avance significativo (19). A
continuación, se presentan varios casos correspondientes a investigaciones realizadas en
América Latina.

En el trabajo investigativo llamado “Factores asociados a la pobreza multidimensional en


México: un análisis de género” de Mary Carmen Villeda Santana (19), se realiza un estudio de
modelos de regresión logística binomial, el cual se separa para hogares con jefatura económica
femenina y masculina, con el fin de observar el efecto producido por distintas variables en la

14
probabilidad de pobreza y que normalmente quedan invisibilizadas cuando se analiza un hogar
de forma general (19).

El artículo investigativo llamado “Multidimensionalidad de la pobreza, género y cambio climático


en cuencas mineras de Bolivia” de la investigadora Rigliana Portugal (28), se basa en la
multidimensionalidad de la pobreza, donde el enfoque de género se encuentra influenciado por
el nivel de recursos, oportunidades, seguridad humana, poder y voz. Dentro de los resultados,
se destaca que las mujeres no poseen reconocimiento en la participación en los espacios de
decisión, además en la dimensión de acceso existe una limitada oferta a capacitaciones para
las mujeres, finalmente en cuanto a los roles reproductivos, se puede visibilizar una
subordinación de las mujeres a los varones, lo que restringe la participación femenina en la
agenda pública (28).

Mediante el trabajo investigativo llamado “Privaciones múltiples en la Argentina: diferencias


entre hogares con jefatura masculina y hogares con jefatura femenina” de los(as) autores(as)
Jorge Paz Y Carla Arévalo (35), se examinaron las diferencias de género en la probabilidad de
sufrir privaciones múltiples en las dimensiones de pobreza multidimensional. La metodología
usada para identificar la relación entre la pobreza multidimensional y la brecha de género

incluye una desagregación del índice de pobreza multidimensional ( M 0) y descomposiciones


microeconométricas (35).

2.5 MEDIDA DE POBREZA MULTIDIMENSIONAL

La medida de la pobreza multidimensional refleja las dimensiones múltiples y superpuestas, que


caracterizan a la pobreza en un contexto determinado. Dichas dimensiones, permiten evidenciar
las diferentes privaciones que viven los pobres, tales como, la inseguridad alimentaria,
desempleo, deterioro de la vivienda, bajos niveles de salud, entre otros.

El índice de pobreza multidimensional (IPM) obtenido por la metodología de Alkire Foster,


permite mostrar "cómo" las personas son pobres, utilizando información directa de todos y cada
uno de los indicadores del IPM, en relación con cuántas personas experimentan esa privación,
quiénes son, y dónde se encuentran (20).

1.1.9 CÁLCULO DE LOS ÍNDICES DE POBREZA


MULTIDIMENSIONAL

La metodología propuesta por Sabina Alkire y James Foster (1) consiste en un método de
identificación y medición de la pobreza. La metodología cuenta con dos procesos claves, el de
identificación y agregación. En el proceso de identificación, se utilizan dos tipos de línea de
corte, la primera, corresponde a la línea de corte dentro de cada dimensión, para determinar, si
una persona sufre privaciones en dicha dimensión, y la segunda, corresponde a la línea de

15
corte entre las dimensiones, la cual permite identificar a los pobres, contando la cantidad de
dimensiones, en las cuales una persona sufre privaciones. Para poder estimar la medición de la
pobreza multidimensional, se utiliza el paso de agregación, en el cual, se combinan los datos
obtenidos en un indicador general de pobreza multidimensional, llamado, tasa de recuento
ajustada.

Actualmente, existen tres enfoques principales para identificar a los pobres


multidimensionalmente. El primer enfoque, es el “unidimensional”, a través del cual, se
combinan los distintos indicadores de bienestar en una sola variable agregada, y una persona
es identificada como pobre, cuando la variable, cae debajo de una determinada línea de corte.
El segundo enfoque, es el de “unión”, el cual, considera a una persona que sufre privaciones,
en una sola dimensión, como pobre multidimensionalmente. Este último enfoque, es
excesivamente inclusivo, y puede generar, estimaciones exageradas de la pobreza. El tercer
enfoque, es el método de “intersección”, el cual, exige que una persona, sufra privaciones, en
todas sus dimensiones, para ser identificada como pobre. Dicho enfoque, es considerado
restrictivo, y produce subestimaciones en los niveles de pobreza (1).

A partir de los procesos de identificación y agregación se obtienen los siguientes indicadores:

A. Tasa de recuento ( H ): muestra el porcentaje de personas que son identificadas como


pobres multidimensionalmente, es decir, es el porcentaje de personas de la población
total, cuya puntuación ponderada de privación es mayor o igual al límite de pobreza. La
tasa de recuento multidimensional es una medida útil, pero se mantiene sin
modificaciones cuando las personas pobres se convierten en aún más privadas, y no
puede descomponerse por dimensiones con el fin de analizar cómo la pobreza difiere
entre diferentes grupos
B. Intensidad de la pobreza entre los pobres ¿): es la puntuación media de la privación
experimentada por las personas en situación de pobreza multidimensional, es decir, es
la proporción promedio de privaciones, en las cuales, los pobres están privados
C. Tasa de recuento ajustada ( M ¿¿ 0)¿ : corresponde a la media de la matriz de
privaciones censuradas, es decir, es la suma de todas las entradas no-nulas de la
matriz, cada una de las cuales, esta ponderada, por su correspondiente peso, dividido
por el total de entradas de la matriz (personas por indicador). Permite identificar el
porcentaje de la población que es pobre multidimensionalmente ajustado por la

intensidad de las privaciones. El M 0 puede interpretarse como el porcentaje de


privaciones que sufren las personas pobres, del total de privaciones que sufriría la
sociedad, si todas las personas fueran privadas simultáneamente en todos los

16
indicadores. En su análisis permite la desagregación por subgrupos, como también, el
desglose dimensional visualizando la composición de la pobreza multidimensional.

1.1.10 DISEÑO DE UN INDICE DE POBREZA MULTIDIMENSIONAL


(IPM)

El proceso de diseño y aplicación de la metodología consta de 8 pasos (20).

A. Seleccionar el objetivo

El diseño de un IPM nacional, debe ser guiado por el objetivo de la medida, teniendo en mente
el contexto específico de cada país. La mayoría de los países ha diseñado y calculado medidas
para monitorear la pobreza, coordinar políticas públicas y complementar la medida con los
ingresos. Sin embargo, existen otros usos como, el seguimiento de indicadores ambientales, el
bienestar de grupos vulnerables o diversos indicadores relacionados con la libertad.

B. Seleccionar el espacio de la medida

El llamado "espacio" de una medida, se refiere a la forma en que se mide la pobreza. Podría
pensarse en el espacio de recursos, de insumos, de acceso a los servicios, de productos o el
espacio de funcionamientos y capacidades. Este último se basa en lo propuesto por Sen (36),
en donde describe los funcionamientos como, los seres y obras que las personas valoran y
tienen razón de valorar (como estar sano), y las capacidades como las libertades para lograr
funcionamientos valiosos.

C. Seleccionar la(s) unidad(es) de identificación y análisis

La "unidad de identificación", se refiere al nivel en que se miden las privaciones, mientras que la
"unidad de análisis", se refiere a la forma en que se informan y analizan los resultados. Las
unidades de identificación y análisis pueden ser una persona, un hogar, una región o una
institución. Pueden ser las mismas, o ser diferentes. Generalmente se utiliza el hogar como
unidad de identificación y a las personas como unidad de análisis, con el fin de poder diferenciar
la pobreza de las personas que componen el hogar.

D. Seleccionar las dimensiones e indicadores

Los indicadores son los componentes fundamentales del IPM; deben captar privaciones en
funciones que definan la pobreza, según el objetivo de la medida. Las dimensiones son
agrupaciones conceptuales de indicadores que se utilizan para comunicar la medida definitiva.

La selección de indicadores se realiza mediante la combinación de múltiples argumentos tales


como legislación específica o convenciones internacionales (ODS), bibliografía relevante y

17
argumentos teóricos, objetivos de los planes nacionales de desarrollo, procesos participativos
de deliberación y consultas públicas, y ejemplos internacionales o regionales.

Sin embargo, los indicadores dependerán de la encuesta que se utilizará, por lo que, en primer
lugar, se genera una lista de los posibles indicadores a utilizar, para su posterior análisis y
elección.

Los indicadores pueden captar cuatro aspectos distintos del concepto de capacidad: 1. los
indicadores pueden ser diseñados para recopilar información relacionada con los recursos que
posee una persona (como tener una bicicleta), 2. los indicadores pueden captar capacidades
que se relacionan con la capacidad de hacer algo (como saber montar una bicicleta), 3. los
indicadores pueden referirse a una acción (montar una bicicleta), o bien 4. los indicadores
pueden referirse a la utilidad asociada con una acción (sentirse contento de poder montar la
bicicleta) (37).

Las características de los indicadores también son parte del proceso de selección de estos.
Atkinson y Marlier (38) sugieren cinco criterios para la selección de indicadores de medida de la
pobreza y la exclusión social: 1. consideraciones normativas, 2. validación estadística, 3.
comparabilidad en distintos contextos, 4. la posibilidad de revisión para mejorar las mediciones
a lo largo del tiempo, y 5. la eliminación de una gran carga para los países.

E. Establecer los cortes de privaciones de cada indicador

Los cortes de privación se refieren al nivel mínimo de logro que un hogar o persona debe haber
alcanzado, para ser considerado como no carenciado en cada indicador; por ejemplo, el corte
de privación de años de escolarización podría ser de seis años, de modo que, una persona sea
considerada carenciada si no ha completado al menos seis años de escolarización.

Es un ejercicio normativo que se puede guiar con normas internacionales o nacionales (ODS o
legislación nacional), por los resultados de ejercicios participativos o consultivos, o por los
objetivos incluidos en los planes nacionales de desarrollo.

Si la unidad de identificación es el hogar, los cortes de privación tienen que definirse mediante
la combinación de información acerca de distintas personas dentro del hogar (20).

F. Establecer las ponderaciones de cada dimensión/indicador

Las ponderaciones se refieren al valor que se otorga a los indicadores (y por asociación, a las
dimensiones) en el IPM. La selección de la estructura de ponderaciones de una medida puede
justificarse mediante argumentos normativos, pero las pruebas empíricas de robustez son
igualmente esenciales. Los argumentos normativos están relacionados con la importancia
relativa que se otorga a cada indicador de la medida. Los argumentos empíricos están

18
asociados con distintas técnicas estadísticas. Ambos tipos de argumentos se complementan, ya
que ninguno es completo por sí solo.

La mayoría de los IPM utilizan ponderaciones iguales para cada indicador y dimensión, a menos
que haya razones particulares.

G. Establecer el corte de pobreza

El corte de pobreza k , identifica a quienes son multidimensionalmente pobres en al menos k


indicadores ponderados. El valor de k refleja el nivel mínimo de privaciones o puntuación de
privación que debe sufrir simultáneamente una persona o un hogar para ser considerado pobre.

La metodología de Alkire-Foster utiliza un enfoque de doble corte, que crea un umbral de


pobreza k que puede oscilar entre 1 y el total de indicadores que componen la medida. El doble
corte incluye los enfoques de unión e intersección como casos específicos, así como cortes de
pobreza intermedios (39).

No existe una regla universal para definir el corte de pobreza. Por lo general, el corte de
pobreza refleja la estructura de ponderación del índice; por ejemplo, si hay tres dimensiones,
sería natural explorar cortes del 33% y del 34%, que supone privaciones en al menos una
dimensión o privaciones en más de una dimensión, o el equivalente de indicadores ponderados.

H. Calcular la incidencia e intensidad de la pobreza y del IPM

El último paso es la etapa de agregación, haciendo uso de los perfiles individuales de privación
a nivel agregado mediante el cálculo de la incidencia, la intensidad y el IPM. Hay que destacar
que los 7 primeros pasos son parte de la identificación de las personas pobres, por lo que, se
debe reflejar con claridad lo que significa la pobreza.

1.1.11 CARACTERÍSTICAS DE LA METODOLOGÍA DE RECUENTO


DE ALKIRE - FOSTER

A. La familia de medidas de AF utiliza un enfoque de conteo intuitivo, para identificar a los


pobres y considera explícitamente las privaciones simultáneas que sufren las personas.

B. Es un método flexible, por lo que, facilita su implementación en diferentes contextos.


C. El IPM se reduce si una persona muy pobre mejora en una privación, incluso si sigue
siendo pobre.
D. El IPM puede desglosarse por indicador, para mostrar el modo en que las personas son
pobres.

19
2.6 ÁREA DE ESTUDIO

El área de estudio escogida considera el conglomerado urbano Gran Santiago. Este


conglomerado se encuentra ubicado geográficamente en la Región Metropolitana de Santiago
de Chile. Algunos datos relevantes del Gran Santiago se detallan en la Figura 2 .4.

Figura 2.4: Datos relevantes del Gran Santiago

Fuente: Corporación Ciudades, datos extraídos del CENSO 2017 (40)

De la Figura 2 .4 se destaca la presencia de 1.945.577 hogares, con un promedio de 3


personas por hogar, una densidad poblacional de 9.548 hab/km2 y que habitan más mujeres
que hombres en el Gran Santiago.

El área de estudio está compuesta por las comunas de Santiago, Cerrillos, Cerro Navia,
Conchalí, El Bosque, Estación Central, Huechuraba, Independencia, La Cisterna, La Florida, La
Granja, La Pintana, La Reina, Las Condes, Lo Barnechea, Lo Espejo, Lo Prado, Macul, Maipú,
Ñuñoa, Pedro Aguirre Cerda, Peñalolén, Providencia, Pudahuel, Quilicura, Quinta Normal,
Recoleta, Renca, San Joaquín, San Ramón, Vitacura, Puente Alto y San Bernardo. Todas
pertenecen a la provincia de Santiago, a excepción de Puente Alto y San Bernardo, que
pertenecen a las provincias de Cordillera y Maipo respectivamente.

Según la Figura 2 .5, existen cinco comunas en el Gran Santiago que poseen más de 300.000
habitantes, estas son San Bernardo, La Florida, Maipú, Santiago y Puente Alto, siendo estás
tres últimas, las comunas que poseen la mayor cantidad de habitantes en el país con más de

20
400.000 personas. Por otro lado, existen 15 comunas que poseen menos de 100.000
habitantes, siendo el tramo que representa la mayor cantidad de comunas del Gran Santiago.

Figura 2.5: Total de habitantes por comuna en el Gran Santiago

Fuente: Elaboración propia con datos extraídos del CENSO 2017 (40)

Según la encuesta CASEN 2017, existen un total de 610.551 mujeres en estado de pobreza
multidimensional, mientras que hay 580.474 hombres que poseen pobreza multidimensional, lo
que se traduce en un porcentaje de mujeres pobres dentro del total de habitantes del Gran
Santiago igual a 9,65% aproximadamente, y el de hombres corresponde a 9,17%
aproximadamente.

La Figura 2 .6 representa el porcentaje de personas en situación de pobreza multidimensional


por comuna, en esta se puede observar que existen cinco comunas con un porcentaje menor a
8%, tres comunas con un porcentaje mayor a 32% y catorce comunas con un porcentaje entre
16% y 24%, siendo este último tramo el que abarca una mayor cantidad de comunas.

21
Figura 2.6: Pobreza multidimensional por comuna en el Gran Santiago

Fuente: Elaboración propia con datos extraídos de la encuesta CASEN 2017 (41)

En la Figura 2 .7 y Figura 2 .8, se presenta inalterable el sector oriente a excepción de Lo


Barnechea en torno al género representado en cada mapa, también se suma el sector
norponiente del Gran Santiago y el suroriente de este, que no poseen alteraciones con respecto
al género. Los cambios que si se produjeron fueron variados, mientras en unas comunas existe
un mayor porcentaje de mujeres con pobreza multidimensional dentro del total de mujeres, en
otras hay un mayor porcentaje de hombres con pobreza multidimensional del total de hombres
por comuna. Este tipo de indicador puede servir para identificar la prevalencia de la pobreza
multidimensional dentro de cada género por separado, a diferencia del indicador usado en las
ilustraciones anteriores, en donde se obtuvo la prevalencia de la pobreza multidimensional a
partir de toda la población, lo que genera un pequeño sesgo, ya que, hay una mayor cantidad
de mujeres que hombres en el Gran Santiago.

22
Figura 2.7: Mujeres en situación de pobreza multidimensional por comuna en el Gran
Santiago

Fuente: Elaboración propia con datos extraídos de la encuesta CASEN 2017 (41)

23
Figura 2.8: Hombres en situación de pobreza multidimensional por comuna en el Gran
Santiago

Fuente: Elaboración propia con datos extraídos de la encuesta CASEN 2017 (41)

2.7 ENCUESTA CASEN

La Encuesta CASEN (41), es una encuesta a hogares, de carácter transversal y multipropósito,


realizada por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia (antes Ministerio de Planificación y
Cooperación). Ha sido levantada de manera regular en el país desde 1987. Hasta la fecha, se
han realizado 14 versiones de la encuesta en los años 1987, 1990, 1992, 1994, 1996, 1998,
2000, 2003, 2006, 2009, 2011, 2013, 2015 y 2017.

Sus objetivos son los siguientes.

A. Conocer periódicamente la situación socioeconómica de los hogares y de la población


que reside en viviendas particulares, en aspectos como: composición de hogares y
familias, educación, salud, vivienda, trabajo, e ingresos.
B. Contar con diagnósticos actualizados, especialmente, sobre situación de grupos
prioritarios de la política social: niños, niñas y adolescentes; jóvenes; personas

24
mayores; mujeres; pueblos indígenas; personas en situación de discapacidad y de
dependencia; entre otros.
C. Conocer la situación de pobreza por ingresos y multidimensional de las personas y los
hogares, así como la distribución del ingreso de los hogares.
D. Identificar carencias y demandas de la población en las áreas señaladas, y evaluar
brechas entre segmentos sociales y ámbitos territoriales.
E. Estimar cobertura, focalización y distribución del gasto fiscal de los principales
programas sociales de alcance nacional entre los hogares, según su nivel de ingreso,
para evaluar el impacto de este gasto en el ingreso de los hogares y en la distribución
de este.

1.1.12 ACTORES E INSTITUCIONES A CARGO DE LA


REALIZACIÓN DE LA ENCUESTA CASEN 2017

Las instituciones y principales actores que participaron de la realización de la encuesta CASEN


2017 fueron:

A. El Ministerio de Desarrollo Social y Familia, a cargo de la dirección y supervisión directa


de la encuesta en todas sus etapas.
B. El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) que, a través de convenio, está a cargo de
ejecutar los procesos de diseño, selección y enumeración de la muestra y cálculo de los
factores de expansión.
C. Un panel de expertos integrado por académicos e investigadores que cumple con el
mandato de acompañar y supervisar todas las etapas del desarrollo de la encuesta.
D. Un proveedor externo, contratado mediante proceso de licitación pública, que recibió el
mandato de ejecutar un estudio de supervisión. En el caso de la encuesta CASEN
2017, este proveedor fue la empresa Cadem S.A.
E. Organismos independientes en convenio con el Ministerio de Desarrollo Social y
Familia, a cargo de realizar procesos de medición, corrección por no respuesta y
asesoría técnica relacionados con la aplicación de las metodologías oficiales de
medición de pobreza por ingresos y medición de pobreza multidimensional. En la
encuesta CASEN 2017, al igual que en versiones anteriores, se contó con el apoyo de
la Comisión Económica para América Latina (CEPAL, en el proceso de medición de
pobreza por ingresos) y de la Iniciativa para la Pobreza y Desarrollo Humano de la
Universidad de Oxford (OPHI, en el proceso de medición de pobreza multidimensional).

25
1.1.13 DISEÑO METODOLÓGICO DE LA ENCUESTA CASEN 2017

El objeto de estudio de la Encuesta CASEN, está definido por los hogares y la población
residente en viviendas particulares del país, exceptuando aquella población residente en zonas
alejadas o de difícil acceso.

Las unidades muestrales de la encuesta CASEN 2017 son las viviendas, seleccionadas de
manera probabilística, estratificada y realizada en múltiples etapas.

Al interior de la vivienda se identifican todos los hogares que allí habitan y las personas que son
miembros de cada hogar. Por definición, se consideran miembros de un hogar a todas aquellas
personas que, siendo residentes de una misma vivienda (teniendo o no vínculos de
parentesco), habitualmente hacen vida en común, es decir, se alojan y tienen un presupuesto
de alimentación común.

La entrevista es realizada a un informante por hogar (generalmente, la jefa o jefe de hogar o, en


su defecto, una persona de 18 años o más, residente habitual del hogar), designado como
informante idóneo. A través del reporte de la o el informante idóneo, se recolectan datos de
todos los miembros del hogar que son residentes habituales de la vivienda.

La encuesta utiliza diversos factores de expansión los cuales se interpretan como la cantidad de
personas en la población, que representa una persona en la muestra. Mediante el uso del factor
de expansión comunal, es posible desagregar la información a nivel comunal. Sin embargo, en
su versión de 2017 el factor de expansión comunal se calcula con fines de investigación, dado
que, los niveles de estimación o dominios de estudio para los cuales la muestra es
representativa son: nacional, nacional urbano, nacional rural y regional (41).

2.8 LIMITANTES PARA INCORPORAR LA PERSPECTIVA DE GÉNERO


EN EL ANÁLISIS DE POBREZA FEMENINA

El estudio de la pobreza femenina y la inclusión de una dimensión de género en el análisis de la


pobreza multidimensional ha presentado una serie de limitaciones y restricciones a la hora de
estudiar estos fenómenos (19).

A. Mediciones unidimensionales

El fenómeno de pobreza, como se menciona en la sección 2.1, se ha examinado desde un


enfoque unidimensional centrado en comparaciones de ingreso (o gasto), para medir el
bienestar de las personas. Solo en las últimas décadas esto cambió hacia un enfoque
multidimensional (19). En este sentido, la incorporación de una categoría de género en el

26
análisis de la pobreza multidimensional ha permitido destacar que las responsabilidades, interés
y necesidades son diferentes para mujeres y hombres; cabe destacar, que abordar la pobreza
desde una perspectiva de género es indispensable para analizar, como la presencia de
desigualdades de género en interacción con otros factores puede profundizar la prevalencia de
la pobreza en una persona (19) (25)(21).

B. Falta de información desagregada por género y el análisis del hogar como un


modelo unitario

El interés por estudiar la pobreza con perspectiva de género, ha ido en aumento en los últimos
años, sin embargo, este tipo de estudios se han limitado debido a las medidas que toman como
unidad de análisis el hogar, ocultando en cómo se distribuyen los recursos de este, ya que, un
hogar no puede ni tiene género (42).

C. Jefatura de hogar

En la mayoría de los países no existe algún criterio establecido para poder identificar al jefe o
jefa de hogar, por lo tanto, su asignación puede ser de carácter normativo, y que se condiciona
principalmente, por elementos culturales, asociados a la edad y al género. En otras palabras, al
utilizar la definición de jefatura declarada, la identificación de la base económica del hogar suele
dar resultados erróneos (19).

2.9 MARCO TEÓRICO METODOLÓGICO DEL INDICADOR PROPUESTO

En la siguiente sección se presenta el marco teórico metodológico que tiene por objetivo
justificar las elecciones de los diferentes parámetros e indicadores utilizados en la medida como
también una explicación de los datos a utilizar.

1.1.14 POBREZA MULTIDIMENSIONAL CASEN 2017

Se crea una nueva dimensión de género, a partir de los datos de la encuesta CASEN 2017.
Para efectos prácticos, se utilizan las mismas dimensiones utilizadas en el cálculo de la pobreza
multidimensional en la encuesta CASEN 2017, con el fin de hacer comparable la medida
obtenida. Estas dimensiones con sus respectivas ponderaciones se detallan en la Figura 2 .9.

27
Figura 2.9: Dimensiones para el cálculo de Pobreza Multidimensional de la encuesta
CASEN 2017

Fuente: Ministerio de Desarrollo Social (41)

1.1.15 PROPÓSITO DE LA MEDIDA

De acuerdo con el informe llamado “Experiencia de instalación de la medida de pobreza


multidimensional” (43), los propósitos que motivaron a la construcción del IPM en Chile son los
siguientes:

A. Contar con una medida de pobreza directa que amplíe el espectro de diagnóstico y
análisis de la metodología de ingreso.
B. Contar con una medida para la orientación de la política social de Chile.

En función del propósito mencionado, se busca considerar la perspectiva de género en la


medición de pobreza multidimensional, con el fin de poder caracterizar las diferentes carencias
que sufren las mujeres y con ello, las desigualdades socioeconómicas que estas poseen,
ampliando el espectro de diagnóstico y análisis de la metodología. Se espera que sirva como un
instrumento para guiar y monitorear las políticas públicas, reorientando programas que apunten
en mejorar el bienestar y disminuir la pobreza en este segmento vulnerable de la población.
Esto se lleva a cabo con un conjunto de indicadores y dimensiones sociales relevantes del
género, que permiten comprender la condición de vida y pobreza que presenta el país.

1.1.16 ESPACIO DE LA MEDIDA

Dentro de la definición de la dimensión género, se considera la calidad de vida de las mujeres


como también las capacidades que estas poseen, por lo que los indicadores utilizados reflejan
dichas características, tomando en consideración la falta de oportunidades, el empoderamiento,

28
la distribución del tiempo, la falta de autonomía, entre otras. Dicho esto, se propone la
utilización del espacio de funcionamientos y capacidades para definir la nueva dimensión de
género, y que se detalla en la sección 1.1.10 del presente informe.

1.1.17 UNIDAD DE IDENTIFICACIÓN Y ANÁLISIS

La utilización del hogar como unidad de análisis no permite identificar con precisión las
carencias que sufren las mujeres dentro del hogar, ya que es posible que se asuma una
distribución equivalente dentro del hogar y que queden invisibilizadas diferentes situaciones
vivenciadas por las mujeres, tales como, la falta de autonomía económica de las mujeres,
responsabilidad sobre la crianza y cuidados, falta de tiempo, entre otras (4). Santos, afirma que
seleccionar al individuo como unidad de identificación es coherente con un enfoque de los
derechos humanos y, al mismo tiempo, permite un análisis de la distribución de los recursos
dentro del hogar. Además, contribuye en la elaboración de una detallada descomposición por
subgrupos, ya sea por edad o género (8).

Según el Ministerio de Desarrollo Social (44), se propone la elección del hogar para la
aplicación de la metodología, debido a la consistencia con el diseño de políticas públicas de
reducción de la pobreza en Chile, que consideran al hogar como unidad de análisis, y por la
compatibilidad con la medida de ingresos, que históricamente se han calculado tomando como
unidad de análisis el hogar.

En el presente trabajo se considera el hogar como la unidad de medición, debido a que se


consideran las mismas dimensiones de la metodología propuesta en la encuesta CASEN 2017,
dicho hogar clasifica como carente en un indicador si al menos uno de sus integrantes así lo
está. A continuación, quedan definidos como carentes todas las personas que habitan en dicho
hogar, con independencia de la condición individual de cada cual (44).

1.1.18 SELECCIÓN DE DIMENSIONES E INDICADORES

En el presente trabajo se utilizan las dimensiones y variables usadas en el cálculo de la pobreza


multidimensional de la encuesta CASEN 2017. Dichas dimensiones basan su utilización en
diferentes consideraciones normativas (43). Dichas consideraciones son:

A. Que las dimensiones seleccionadas sean constituyentes esenciales del bienestar, es


decir, que carencias en ellas tengan efectos sustantivos en la calidad de vida de las
personas.
B. Se descartaron dimensiones subjetivas de bienestar considerando que la medición de
pobreza da lugar a acciones de políticas públicas, y que los aspectos subjetivos del
bienestar pueden estar afectos a preferencias y predisposiciones, que no
necesariamente deben ser objeto de compensaciones públicas.

29
C. Que la obtención de un estándar mínimo aceptable en cada dimensión deba realizarse
a través de bienes y servicios que mayoritariamente no se adquieren con ingresos en
los mercados, de forma que las carencias en ellas no sean meras manifestaciones de la
falta de ingresos, pues en tal caso, ya estarían consideradas a través de la medida
tradicional de pobreza.

Por otra parte, se dio especial relevancia a los hallazgos del estudio “Voces de los Pobres”
realizado por la Fundación para la Superación de la Pobreza, por contener las valoraciones y
percepciones de personas que viven en situación de pobreza sobre las dimensiones que
consideran más relevantes del bienestar (44).

Se propone incluir la dimensión género, ya que evidencia la calidad de vida de las personas (en
este caso mujeres), considerando variables no subjetivas y que visualicen las carencias que no
necesariamente se cubren con los ingresos y las dimensiones ya utilizadas.

1.1.19 DEFINICIÓN DE LA DIMENSIÓN DE GÉNERO

La dimensión género y sus respectivos indicadores, se sustentan, en primer lugar, en la


Declaración Universal de los Derechos Humanos (45), en donde se reconoce que todo ser
humano es acreedor al disfrute de sus derechos humanos sin distinción por motivos de raza,
color, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición
económica, nacimiento u otra condición. En consecuencia, debe considerarse que todos los
derechos humanos tienen igual importancia y son igualmente esenciales para el respeto de la
dignidad y la valía de toda persona (46).

La dimensión género también se sustenta en los objetivos de desarrollo sostenible (ODS)(47),


en donde, la incorporación de igualdad de género (objetivo 5), como también la reducción de las
desigualdades (objetivo 10). Los objetivos de desarrollo sostenible reconocen las desigualdades
que existen en torno al género, por lo que es uno de los fundamentos para agregar la dimensión
género a la medida de la pobreza multidimensional. Además, se deben considerar algunas de
las metas que tiene Chile según la agenda 2030, que se detallan en la Tabla 2 .1 (47).

Tabla 2.1: Metas de Chile en la Agenda 2030

Punto Meta
Poner fin a todas las formas de discriminación contra todas las mujeres y
5.1 las niñas en todo el mundo

5.4 Reconocer y valorar los cuidados no remunerados y el trabajo doméstico


no remunerado mediante la prestación de servicios públicos, la provisión
de infraestructuras y la formulación de políticas de protección social, así
como mediante la promoción de la responsabilidad compartida en el

30
Punto Meta
hogar y la familia, según proceda en cada país

Velar por la participación plena y efectiva de las mujeres y la igualdad de

5.5 oportunidades de liderazgo a todos los niveles de la adopción de


decisiones en la vida política, económica y pública

Aprobar y fortalecer políticas acertadas y leyes aplicables para promover

5.c la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de las mujeres y las


niñas a todos los niveles

Para 2030, potenciar y promover la inclusión social, económica y política


de todas las personas, independientemente de su edad, sexo,
10.2 discapacidad, raza, etnia, origen, religión o situación económica u otra
condición

Garantizar la igualdad de oportunidades y reducir la desigualdad de los


resultados, en particular mediante la eliminación de las leyes, políticas y
10.3 prácticas discriminatorias y la promoción de leyes, políticas y medidas
adecuadas a ese respecto

Fuente: Gobierno de Chile (47)

Dichas metas permiten argumentar los indicadores a utilizar en la dimensión género, ya que, en
la actualidad, la medición de la pobreza utilizada en Chile ignora las desigualdades dentro de
los hogares y son insensibles al género.

Dentro del marco de la agenda 2030 de Chile, se propone como desafío,

“Reducir las brechas de género especialmente en el ámbito laboral y previsional, tomando en


consideración la diversidad de mujeres que habitan nuestro país (urbanas, rurales, indígenas,
migrantes, con discapacidad, adultas mayores, lesbianas, transgénero, entre otras),
intencionando la corresponsabilidad entre hombres y mujeres en materia de cuidado y trabajo
doméstico.” (47).

Por lo que la nueva dimensión contribuirá al cumplimiento de la meta, ya que se podrá utilizar la
medición como un instrumento de medición de la pobreza, en donde será posible incluir a las
mujeres y sus carencias, con el fin de ver si existe alguna reducción en las brechas de género
en los diferentes ámbitos (47).

A través de la creación de una nueva dimensión, se busca evidenciar que la pobreza afecta de
manera diferente a hombres y mujeres, identificando las diferentes situaciones derivadas de las
múltiples relaciones sociales de género. Para ello, se incluye dentro de esta dimensión la
utilización del tiempo, la autonomía física de las mujeres y la valoración del trabajo no

31
remunerado, debido a la invisibilidad que poseen dentro de la medición y que repercute
directamente en el empobrecimiento de las mujeres, tanto en términos de ingreso como de
tiempo. También, se agregan indicadores que reflejen la discriminación salarial y laboral
producidas por el género. Los indicadores que componen la dimensión género se presentan a
continuación.

A. Autonomía

Busca reflejar la autonomía que poseen las mujeres dentro de los hogares, entendiendo esta
como “la capacidad de las personas para tomar decisiones libres e informadas sobre sus vidas,
de manera de poder ser y hacer en función de sus propias aspiraciones y deseos en el contexto
histórico que las hace posibles (48).

B. Cuidado y trabajo doméstico

Busca reflejar la pobreza en términos de tiempo, esto a partir del déficit existente de este,
producto de las labores domésticas y de cuidados que se realizan en el hogar. Aquí también es
importante el tamaño del hogar, la presencia de niños y adolescentes o personas que requieran
cuidados, ya que esto, influye en la menor posibilidad de tener algún tiempo para ocuparlo en
diferentes actividades.

C. Ingreso

Se decide utilizar el ingreso del hogar para evidenciar si existen brechas salariales entre los
hogares dirigidos por mujeres y hombres.

1.1.20 ANÁLISIS EXPLORATORIO Y DEPURACIÓN DE LOS


DATOS

El análisis exploratorio es un procedimiento que se debe realizar previo al desarrollo de


cualquier modelo, con el objetivo de identificar posibles errores en la toma de la muestra (datos
mal codificados o introducidos), valores extremos (datos que se alejan demasiado de la
muestra), pautas extrañas en los datos (valores que se repiten mucho o que no aparecen en la
muestra), variabilidad no esperada (concentración de los datos en torno a un valor
determinado). Además, se puede obtener un resumen de datos de la encuesta CASEN 2017,
como el número de filas, columnas o el tipo de datos de la encuesta.

Existen dos formas de tratar con los valores nulos, 1. Eliminar los valores nulos de la variable a
explicar; 2. Crear una regla para imputar los datos faltantes, por ejemplo, rellenar los valores
nulos con los datos de otros miembros del hogar, solo si se cumple que hay más de un 75% de
datos disponibles para una familia determinada, caso contrario, se elimina la observación de los
datos de dicha familia. El riesgo de realizar lo anterior, es que, si la muestra que se eliminó del

32
modelo es sistemáticamente distinta a la muestra total, se pueden producir sesgos en las cifras
de pobreza. Es importante recalcar que si el porcentaje de falta de valores (o valores nulos) de
algún indicador es superior al 15 %, se recomienda considerar otros indicadores para captar la
privación deseada, es decir, se debe evitar utilizar este indicador problemático (20). Si se
intenta seguir utilizando el indicador problemático, es una obligación realizar un análisis de
sesgo de los valores perdidos, comparando las características de hogares con valores y sin
valores perdidos (49).

1.1.21 DETERMINACIÓN DE LOS CORTES DE PRIVACIÓN

Se seleccionan los diferentes puntos de cortes de privación para cada indicador, a través, de las
políticas existentes, juicios de valor y tomando como referencia umbrales similares utilizados en
otros índices (20). Se debe recalcar que, la selección se realizó en base a los criterios para
definir la dimensión género y los indicadores de la componen.

Para el indicador de autonomía se consideró el sistema de salud del AUGE, el cual contempla
que toda persona se efectué un examen de salud preventivo en determinados momentos de su
vida. Dentro de los exámenes se consideran (50).

A. Cáncer Cervicouterino: Las mujeres de 25 a 64 años tendrán derecho a hacerse un


Papanicolau gratis cada 3 años para detectar este cáncer. Las mujeres con PAP
alterado son casos AUGE y serán derivadas a un médico especialista.

B. Cáncer de mama: Toda mujer entre 50 y 54 años tiene derecho a una mamografía
gratis cada 3 años para detectar el cáncer de mama. Las personas con el examen
alterado son casos AUGE y serán derivadas a un médico especialista.

Cabe destacar que el rango de edad en el que se realiza el examen de cáncer de mama es
demasiado acotado, por lo que en el estudio se considera a las mujeres de 50 años o más
debido a que estas últimas son más propensas a padecer dicha enfermedad, ya que el riesgo
de padecer cáncer de mama aumenta con la edad (51).

El indicador de cuidados se basa en las definiciones de Goodin (52), en donde se considera que
el tiempo libre disponible se obtiene una vez que el tiempo destinado al trabajo remunerado, no
remunerado y el tiempo necesario en cuidado personal han sido realizados, por lo que el
indicador de cuidados busca evidenciar que los hogares poseen menor tiempo libre disponible,
debido a que, deben dedicar cierta cantidad de tiempo al cuidado de niños o personas que
requieran ayuda para realizar sus actividades.

Para dicho indicador, el corte de privación se determinó en función del rango de edad a los
cuales estaba dirigida la pregunta y el tipo de respuestas que estas tenían. En ambas se
considera que el hogar es carenciado si el niño pasa mayor tiempo en la casa o si reside alguna

33
persona que requiera se ayuda para realizar sus actividades, lo cual evidencia con claridad la
disminución de tiempo libre disponible en algún miembro del hogar.

También se consideran algunos de los principales objetivos y medidas del programa del
gobierno en curso, el cual busca fomentar la Autonomía e Integridad laboral de las Mujeres,
algunos de estos son (53):

A. Sala cuna universal para las madres trabajadoras de hijos menores de 2 años.

B. Adaptabilidad laboral para trabajadores con responsabilidades familiares, de forma de


facilitar la relación trabajo y familia.

C. Ampliar la cobertura del Programa de 4 a 7 del Ministerio de la Mujer, que permite la


permanencia de los hijos en el colegio después de la jornada escolar a cargo de
monitores, duplicando el número de mujeres que se beneficia.

El indicador utilizado junto al corte de privación permitirá visualizar la población a la cual están
dirigidos los objetivos antes mencionados, permitiendo así hacer un seguimiento de estos.

Finalmente, para el indicador de ingreso, se utiliza como corte de privación la línea de la


pobreza por ingresos expresada en términos de persona equivalente, obtenida a partir de la
actualización de la canasta básica de alimentos para diciembre del 2020, sobre la base de la
información proporcionada en la VII Encuesta de Presupuesto Familiar. El valor de la línea de
pobreza por ingresos fue estimado sobre la base del gasto total de los hogares pertenecientes
al estrato de referencia utilizado para la determinación de la canasta básica de alimentos,
excluyendo los gastos en alcohol, tabaco y el gasto en bienes y servicios adquiridos por menos
del 10% de los hogares. El ingreso por persona equivalente o ingreso equivalente del hogar se
considera un indicador del bienestar de un hogar, lo que significa que un hogar está en
situación de pobreza si su ingreso por persona equivalente o ingreso equivalente del hogar es
inferior al valor de la “línea de pobreza por persona equivalente” (54).

En diciembre del año 2020, la línea de pobreza por persona equivalente alcanzó un valor de
$174.943. Por lo que se considera un hogar privado, si el ingreso per cápita de este se
encuentra bajo dicha línea de pobreza por persona equivalente.

1.1.22 DETERMINACIÓN DE LAS PONDERACIONES DE CADA


DIMENSIÓN E INDICADOR

Para la simplificación de la selección, se han considerado ponderaciones iguales, bajo la


premisa de que ninguna dimensión es más importante que otra. Siempre que las dimensiones
tengan un número diferente de indicadores, las ponderaciones iguales implican establecer
ponderaciones anidadas, en donde se asigna igual peso a cada dimensión y se distribuye el

34
peso de la dimensión de igual manera entre los indicadores que la componen (53). Los IPM
calculados en Colombia, Costa Rica, Guatemala y Panamá, utilizan ponderaciones iguales en
todas sus dimensiones e indicadores, al igual que el IPM con perspectiva de género propuesto
(55)(56)(49)(57).

Si bien el uso de ponderaciones iguales es de carácter subjetivo, este dependerá del análisis
que se desee realizar respecto a los niveles de pobreza, ya que se si se desea dar mayor
importancia a una determinada dimensión esta tendrá un mayor valor de ponderación. No
obstante, al realizar una configuración de ponderaciones diferente a la propuesta puede que la
medida se sobrerrepresente en alguna dimensión en particular.

1.1.23 DETERMINACIÓN DEL CORTE DE POBREZA

Para el establecimiento del corte de privación se utiliza el criterio intermedio, entre el de unión e
intersección. Se busca considerar a una persona multidimensionalmente pobre si se encuentra
carenciada en cuatro indicadores o más, es decir, el corte de pobreza corresponde a una
dimensión completa y un indicador más. Actualmente los IPM de distintos países difieren entre
sí en el valor del corte de pobreza, no obstante, este valor varía entre una y dos dimensiones
privadas en países como Colombia (33%), Costa Rica (20%), Guatemala (30%) y Panamá
(30%), al igual que el IPM propuesto en este informe.

1.1.24 ANÁLISIS DE ROBUSTEZ

Aunque los parámetros del IPM se basan en normativas consistentes con el propósito de la
medida y están sujetas a las restricciones de información de la fuente disponible, es sumamente
necesario realizar pruebas de robustez a los resultados obtenidos para el universo de
parámetros elegidos. Esto se debe realizar debido a que los IPM se utilizan para el desarrollo
de políticas públicas, la medida final debe ser apropiada y robusta para distintas
especificaciones, es decir, el nivel del IPM no debe diferir radicalmente en distintas regiones y
durante distintos periodos de tiempo, si se alteran las especificaciones de la medida. Un análisis
de robustez también se debe ejecutar, ya que existen muchas maneras para desarrollar un IPM
(distintos indicadores, puntos de cortes o ponderaciones), por lo tanto, hay que disminuir la
probabilidad de error del modelo mediante este proceso (20)(41).

Mediante el uso y análisis del coeficiente Kendall Tau b, es posible evaluar la robustez del IPM
creado. Esta prueba considera una comparación robusta cuando un hogar A es más pobre que
el B, sin importar las variaciones alternativas de umbrales de pobreza. El índice se considera
robusto si una gran proporción de estas comparaciones se mantiene al realizar las variaciones
en los parámetros, en donde el valor del coeficiente tiene que ser mayor a 0,6 (55). Las

35
pequeñas variaciones en la especificación del IPM deben conducir a valores del coeficiente de
Kendall cercanos a 1 idealmente (20).

36
CAPÍTULO 3. METODOLOGÍA

El presente informe se centra en la metodología utilizada por la encuesta CASEN 2017, que a
su vez se basa en la metodología propuesta por Alkire Foster. La encuesta CASEN 2017
desarrolla un índice de pobreza multidimensional de cinco dimensiones, en donde, se determina
finalmente, si una persona es pobre multidimensionalmente, si cumple con algunas condiciones
relacionadas con las privaciones de las dimensiones usadas.

Se propone un nuevo índice de pobreza multidimensional, el cual considera una nueva


dimensión de género (con sus respectivas variables), y tiene como objetivo principal,
caracterizar las privaciones que sufren las mujeres, y que no son visibles en el cálculo del índice
de pobreza multidimensional. En primer lugar, se depura la base de datos, con el fin de
disminuir los errores de medición, de valores omitidos y de reducción de la muestra.
Posteriormente, se calcula la tasa de recuento H , la intensidad de la pobreza entre los pobres
A y la tasa de recuento ajustada M 0. En tercer lugar, se realiza un análisis de robustez a los
indicadores de pobreza obtenidos, con el fin de determinar la estabilidad de los resultados ante
cambios de parámetros. Finalmente, se compara el modelo propuesto en el presente trabajo
con el modelo de cinco dimensiones, y se realizan distintos tipos de análisis estadísticos y
territoriales.

La Figura 3 .10 presenta la metodología general propuesta en el trabajo de título.

37
Figura 3.10: Metodología general propuesta

Fuente: Elaboración propia

1.1.25 ANÁLISIS EXPLORATORIO Y DEPURACIÓN DE LOS


DATOS

Posterior a la determinación de las variables candidatas que compondrán la dimensión género,


se realiza un análisis exploratorio a dichas variables. El análisis exploratorio del presente
informe consta de tres subprocesos, los cuales tienen como objetivo eliminar los valores nulos
de la muestra.

A. Determinación de la población objetivo

El primer paso que se realiza durante el análisis exploratorio es la determinación de la población


objetivo, este se realiza de manera independiente para cada variable candidata, por ejemplo, en
la pregunta “¿Ha trabajado alguna vez?”, la población objetivo son las personas mayores a 15
años, ya que corresponden a la población en edad de trabajar (PET), en otras palabras, la
población objetivo es diversa dependiendo de la variable que intenta explicar, e incluso se
puede componer de distintas restricciones (edad y género de la persona, entre otras) (20).

38
Este subproceso consta de un análisis de las preguntas candidatas, mediante el uso de
técnicas de conteo, será posible determinar si una pregunta en específico solo abarca a un
porcentaje de la población, con el fin de determinar la población objetivo para cada medida
candidata. Posteriormente, se procede a imputar los valores nulos de personas que quedan
fuera de la población objetivo con valores iguales a 0, calificando a las personas como no
carenciadas.

B. Análisis de valores nulos

En este paso, luego de definir la población objetivo, se considera a los hogares sin poblaciones
objetivos como no carenciadas en ese indicador, por ejemplo, si un hogar no posee niños en su
composición, dicho hogar es no carenciado en la variable de asistencia escolar, por lo que se
considera no carenciado, al realizar este paso, se puede reducir el número de valores nulos
(20).

Se procede a realizar un conteo de los valores nulos de las variables de interés, determinando
el porcentaje de la muestra que presenta dichos valores, y de esta manera, descartar las
variables que poseen más de un 15% de valores de nulos del total de la muestra (20).

Los valores nulos presentes en las preguntas candidatas de la encuesta CASEN 2017, se
obtienen mediante un conteo de estos según su origen, debido a que existen valores nulos
relacionados con los valores blancos y otros con las personas que no saben la respuesta, no
responden o que dicha pregunta no aplica al encuestado.

Finalmente, luego de escoger las variables definitivas, se procede a eliminar las filas que
poseen valores nulos en dichas variables.

C. Análisis de sesgo

Se identifican las filas con valores nulos que se eliminaron en el paso anterior, para
posteriormente evaluar la presencia de sesgos en la muestra eliminada. Para determinar si
existe o no sesgo en la muestra extraída, se debe analizar si los valores faltantes se distribuyen
homogéneamente en las distintas comunas del Gran Santiago, es decir, si una muestra
disminuye en un 5%, se busca que ese porcentaje mantenga su representatividad en cada
comuna de acuerdo de su población, en ese caso, no habría sesgo en la muestra resultante
(49).

Para obtener el porcentaje de valores nulos por comuna, se suman todas las respuestas nulas,
no sabe, no responde y no aplica de las cinco preguntas candidatas en una nueva columna,
luego se multiplica dicha columna con el factor de expansión comunal, posteriormente, se

39
agrupa el último resultado por comuna, para finalmente dividir el total de nulos por comuna con
el total de personas de la comuna. Cabe destacar, que este procedimiento se realiza con la
muestra que fue extraída de la muestra total.

Si el porcentaje de datos perdidos de las variables de la dimensión género es mayor a 15% se


debe realizar un análisis de sesgo obligatoriamente.

1.1.26 ESTABLECER LOS CORTES DE PRIVACIONES DE CADA


INDICADOR

Con la muestra reducida, sin valores nulos y solo con las variables de interés, se procede
aplicar el corte de privación, para cada una de las variables seleccionadas. Los cortes de
privación se basan en lo mencionado en la sección 1.1.21, y se detallan la Tabla 3 .2.

Tabla 3.2: Cortes de privación para las variables de interés

Dimensión Sub-dimensión Cortes de privación

Al menos una de sus integrantes mujeres de 25 a 64


años no se ha realizado el PAP en los últimos 3 años,
Autonomía o al menos una de sus integrantes mujeres mayores
50 años no se ha realizado una mamografía en los
últimos 3 años.

Al menos un integrante menor de 12 años permanece


Género
con mayor tiempo en el hogar o al menos un
Cuidados
integrante de 15 años o más del hogar tiene
dificultades para realizar sus actividades.

El ingreso per-cápita del hogar es menor o igual a la


Ingresos línea de la pobreza por persona equivalente
($174.943).

Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta CASEN 2017 (41)

Para evaluar más específicamente el comportamiento de las variables que componen la


subdimensión de autonomía y cuidados, se crean dos tablas de contingencia, para observar las
diferentes frecuencias de carencias de las preguntas que componen dichas subdimensiones.

La matriz de privaciones no censuradas se obtiene luego de aplicar los cortes de privación a


cada variable y posterior a la agrupación de privaciones por hogar, es decir, si en el hogar
habita al menos una persona carenciada en alguno de los indicadores, el hogar se considera
privado y en consecuencia todas las personas que residen en él.

Para obtener la matriz de privaciones no censuradas, se deben aplicar los cortes de privación a
toda la muestra del Gran Santiago, para luego agrupar las privaciones por hogar y determinar si
en el hogar existe al menos una persona privada en alguno de los indicadores. Posteriormente

40
dicha privación se distribuye a todos los integrantes del hogar como se mencionó anteriormente.
Finalmente se aplica el factor de expansión comunal a las personas privadas en los indicadores
de la dimensión género y así obtener el total de personas privadas no censuradas de dichos
indicadores.

1.1.27 ESTABLECER LAS PONDERACIONES DE CADA


DIMENSIÓN E INDICADOR

Se agrupan todas las variables que contienen las privaciones del hogar, es decir, en este paso,
se agregan los indicadores que componen las cinco dimensiones del Índice de Pobreza
Multidimensional presentados en la encuesta CASEN 2017 y los tres indicadores de la
dimensión género, resultando un total de dieciocho indicadores que contienen las privaciones
de los hogares. Se utiliza un peso único para todas las dimensiones, que equivale a 1/6, y a su
vez cada dimensión se subdivide en tres partes iguales. En otras palabras, cada indicador
tendrá una ponderación de 1/18 (0,05555), el detalle de esta ponderación se presenta en la
Figura 3 .11.

Figura 3.11: Pesos de las dimensiones e indicadores del modelo propuesto

Asistencia (5,555%)
Educación (16,666%) Rezago escolar (5,555%)
Escolaridad (5,555%)

Malnutrición en niños/as (5,555%)


Salud(16,666%) Adscripción al sistema de salud (5,555%)
Atención (5,555%)

Ocupación (5,555%)
Trabajo y seguridad social
Seguridad social (5,555%)
(16,666%)
Jubilaciones (5,555%)

Habitabilidad (5,555%)
Vivienda y entorno (16,666%) Servicios básicos (5,555%)
Entorno (5,555%)

Apoyo y participación social (5,555%)


Redes y cohesión social (16,666%) Trato igualitario (5,555%)
Seguridad (5,555%)

Autonomía (5,555%)
Género (16,666%) Cuidados (5,555%)
Ingreso (5,555%)

Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta CASEN 2017 (41)

41
1.1.28 ESTABLECER EL CORTE DE POBREZA

Se deben sumar todos los valores de privación por hogar ya que se utiliza este como unidad de
identificación, obteniendo como resultado, la suma de carencias ponderadas, para
posteriormente compararlo con el umbral de pobreza k y determinar finalmente si el hogar es
pobre multidimensionalmente. En el modelo presentado, se utiliza un valor k que equivale a
22,2% y que corresponde a la suma de las privaciones de 4 indicadores. En otras palabras, si
un núcleo posee una suma de carencias ponderadas mayor o igual a 22,2% este se considerará
pobre multidimensionalmente y todas las personas que componen dicho núcleo. A los valores
que estén bajo el umbral k se le asigna el valor 0 en las privaciones de cada indicador,
obteniendo la matriz de privaciones censuradas.

1.1.29 CALCULAR LA INCIDENCIA, INTENSIDAD Y LA MEDIDA M0

Se aplica el cálculo metodológico del modelo de pobreza multidimensional de Alkire- Foster

para obtener el valor de la incidencia o tasa de recuento ( H ¿ , la intensidad ( A) y la tasa de


recuento ajustada ( M 0 ¿ .

En primer lugar, se debe construir la matriz de logros.

X 11 ⋯ X1j

[
X= ⋮ ⋱
Xi1 ⋯

X ij ]
En donde, Xij corresponde al logro o valor, que posee el individuo i , en el atributo o dimensión
j.

Se determinan, el vector umbral de privación de cada dimensión, en donde, z j corresponde al


umbral de privación de la dimensión j .

z=(z1 , z 2 , … . z j)

W j, corresponde a la ponderación del indicador j , tal que, d=W 1+ W 2 +…+W j.

Una vez determinados los umbrales, e identificadas las personas u hogares pobres, se
construye la matriz de privaciones, en donde:

g0ij =1 si X ij < zj ( con privación )

g0ij =0 si X ij ≥ zj ¿

42
g011 ⋯ g 01 j

[
g0= ⋮ ⋱ ⋮
g0i 1 ⋯ g0ij ]
Para obtener la matriz de privaciones ponderadas, se debe multiplicar, cada valor g0ij , con el
respectivo valor de cada dimensión.

g0ij =wj si X ij < zj ( con privación )

g0ij =0 si X ij ≥ zj ¿

Se genera el vector de conteo de privaciones, en donde, el puntaje de cada persona es la suma


ponderada de sus privaciones.

c i=¿(g¿ ¿ i1 +…+g )¿¿


ij

c1

[]
c= c 2
ci

Dado un umbral de pobreza, k (0<k ≤d ), se compara el conteo de privaciones, con el umbral


k , y luego se censuran las privaciones, de aquellos, que no fueron identificados como pobres.

c i ( k )=ci si c i ≥ k y c i ( k )=0 si ci < k

Identificadas las personas pobres, se obtiene la tasa de recuento H.


n

∑ ρk ( xi ; z) q
H= i=1 = ( E .1)
n n

Dondeq , es el número de personas identificadas como pobres y n el total de personas

Otro indicador, es la intensidad de la pobreza A , la cual, corresponde a la proporción promedio


de privaciones, en las cuales, los pobres están privados.

∑ ci(k )
A= i=1 (E .2)
dq

En donde ci (k) , corresponde a la privación de cada persona, d , al total de dimensiones y q , es


el número de personas pobres.

43
Finalmente, se obtiene la tasa de recuento ajustada M 0, la cual, corresponde al producto de la
tasa de recuento, con la intensidad.

M 0=H x A( E.3)

Una vez obtenidos los indicadores para el Gran Santiago, se procede a desagregar dichos
indicadores según el género las jefaturas de hogar, y junto a ello la contribución que estos

realizan a la medida M 0 general.

Para obtener la desagregación por jefaturas de hogar masculina y femenina se debe cumplir lo
descrito en la ecuación 4.

M 0=V 1 M 1+V 2 M 2( E.4 )

En donde V 1 corresponde a la proporción de hogares con jefatura masculina respecto al total


de población, M 1 a la tasa de recuento de hogares con jefatura masculina, V 2 corresponde a la
proporción de hogares con jefatura femenina respecto al total de población y M 2 a la tasa de
recuento de hogares con jefatura femenina.

Se obtiene la contribución de los hogares con jefaturas masculinas y los hogares con jefaturas
femeninas a partir de las ecuaciones 5 y 6 respectivamente.

V 1∗M 1
C 1= (E .5)
M0

V 2∗M 2
C 2= (E .6)
M0

3.1 ANÁLISIS DE ROBUSTEZ

Se obtiene el coeficiente de Kendall Tau b para los diferentes valores de hogares pobres
multidimensionalmente diferenciados en el corte k y las ponderaciones de los pesos a partir de
la ecuación 4.

¿ pares concordantes−¿ pares discordantes


RT = (E .7)
m(m−1)/2

Se utilizan valores de corte y peso distintos con los valores de corte y pesos de la metodología
propuesta inicialmente.

Cada indicador tiene un peso aproximado de 5,555%, por ende, para captar las reales
diferencias se utilizaron rangos de variación del valor de k de 0,055, una vez obtenidos los

44
distintos valores, se obtienen los agregados por género, para luego calcular el coeficiente de
Kendall Tau b de estos agregados.

Se construyen los nuevos valores de hogares pobres multidimensionalmente que difieren en el


peso de las dimensiones, para esto, se asigna un mayor peso a una dimensión respecto de las
otras. Una vez obtenidos los diferentes índices se obtiene el coeficiente de Kendall Tau b.

3.2 GEORREFERENCIACIÓN DE RESULTADOS

El análisis tendrá una perspectiva geográfica, en donde se estudian territorialmente los


resultados obtenidos por el modelo. Para poder representar los resultados obtenidos a nivel
territorial, se deben agrupar las personas pobres multidimensionalmente o con privaciones en
algún indicador de género a nivel comunal, al momento de agrupar se debe considerar el factor
de expansión comunal para obtener una muestra representativa de la población, esto se realiza
a toda la población del Gran Santiago, y a los hogares con jefatura femenina y masculina.

3.3 COMPARACIÓN DE LOS IPM

Se obtienen los valores de pobreza multidimensional de la metodología CASEN 2017


descartando la dimensión género, es decir, solo con las cinco dimensiones iniciales. Se utilizan
ponderaciones iguales para cada indicador utilizando con el fin de tener una comparación
óptima. En la Figura 3 .12 se presentan las ponderaciones a utilizar para cada indicador y
dimensión.

45
Figura 3.12: Pesos de las dimensiones e indicadores del modelo de cinco dimensiones
con ponderaciones iguales

Asistencia (6,667%)
Educación (20%) Rezago escolar (6,667%)
Escolaridad (6,667%)

Malnutricion en niños/as (6,667%)


Salud (20%) Adscripción al sistema de salud (6,667%)
Atención (6,667%)

Ocupación (6,667%)
Trabajo y seguridad social (20%) Seguridad social (6,667%)
Jubilaciones (6,667%)

Habitabilidad (6,667%)
Vivienda y entorno (20%) Servicios básicos (6,667%)
Entorno (6,667%)

Apoyo y participación social (6,667%)


Redes y cohesión social (20%) Trato igualitario (6,667%)
Seguridad (6,667%)

Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta CASEN 2017 (41)

El valor de corte k para el modelo de 5 dimensiones es de 26% lo que equivale a 4 indicadores


al igual que la metodología propuesta. Se utiliza el hogar como unidad de identificación, s i un
hogar posee una suma de carencias ponderadas mayor o igual a 26% este se considerará
pobre multidimensionalmente por ende todas las personas que componen dicho hogar. A los
valores que estén bajo el umbral k se le asigna el valor 0 en las privaciones de cada indicador,
obteniendo la matriz de privaciones censuradas.

A partir de la matriz de privaciones censuradas se obtiene la tasa de recuento H , intensidad A


y tasa de recuento ajustada M 0 con el fin de comparar los resultados obtenidos con el modelo
propuesto de 6 dimensiones. Se obtiene el valor de los indicadores antes mencionados para los
hogares con jefatura masculina y femenina en ambos modelos.

Para ambos modelos, se obtiene la contribución de cada dimensión al valor del índice de

pobreza multidimensional M 0 a partir de la ecuación 8.

46
w j∗h j (k)
C j= ( E .8)
M0

En donde w j corresponde al peso de la dimensión j , h j(k) corresponde a la proporción de


personas pobres multidimensionalmente carentes en la dimensión j y M 0 a la tasa de recuento
general.

Se obtienen las diferencias de porcentajes entre las personas consideradas pobres


multidimensionalmente en el modelo de cinco dimensiones versus el modelo de seis
dimensiones para cada comuna del Gran Santiago, según la ecuación 9:

Diferencia de Porcentajes=P IPM6 −PIPM 5 ( E .9)

En donde P IPM6 corresponde al porcentaje de personas en situación de pobreza


multidimensional con el modelo de seis dimensiones y P IPM 5 al porcentaje de personas en
situación de pobreza multidimensional con el modelo de cinco dimensiones.

Finalmente se obtiene la tabla de contingencia del total de personas consideradas pobres y no


pobres para ambos casos con el fin de realizar un análisis comparativo de ambos resultados.

47
CAPÍTULO 4. DESARROLLO Y RESULTADOS

En el presente capítulo se desarrolla la metodología explicada en el CAPÍTULO 3. con sus


respectivos resultados. Gran parte del desarrollo del modelo de estimación de la pobreza se
realizó en el software estadístico RStudio 4.0.5, mientras que la exposición de resultados desde
una perspectiva geográfica se desarrolló en ArcGis 10.5.

4.1 ANÁLISIS EXPLORATORIO Y DEPURACIÓN DE LOS DATOS

En primer lugar, se obtienen las dimensiones iniciales de la encuesta CASEN 2017 a nivel
nacional, resultando un total de 216.439 filas y 804 columnas. Luego se disminuye la muestra a
un total de 35.754 filas, correspondientes al número de personas encuestadas del Gran
Santiago.

Para llevar a cabo el análisis exploratorio, se obtiene la cantidad de datos nulos presentes en
las variables candidatas.

En la Tabla 4 .3 se pueden observar 5 columnas; la primera corresponde al nombre de la


variable en la encuesta CASEN 2017; la segunda llamada “Na” que es el conteo de los valores
Null de la muestra; la tercera corresponde al conteo de los valores 9, 77 y 99, que en la
encuesta CASEN 2017 se tipifican como “No Sabe”, “No Responde” o “No Aplica”,
respectivamente; la cuarta columna es la suma de las columnas dos y tres; la quinta variable
llamada “Porcentaje total” es la división de fila de la cuarta columna con el total de personas
encuestadas en el Gran Santiago.

Tabla 4.3: Cantidad y porcentaje de valores nulos de las preguntas candidatas

Valores no Valores
Preguntas Valores Porcentaje
Tipo de dato sabe o no nulos
candidatas Na total (%)
recuerda total
ypc Discreto 0 492 492 1,38
e3 Categórico 90 983 1.073 3,00
s4 Categórico 5.419 2.070 7.489 18,94
ch4 Categórico 6.719 53 6.772 20,95
s8 Categórico 20.111 249 20.360 56,94
o4 Categórico 24.151 298 24.449 67,55
o6 Categórico 24.151 0 24.151 68,13
r12a Categórico 24.288 70 24.358 68,38
o7r1 Categórico 25.528 0 25.528 71,40
s10 Categórico 25.688 0 25.688 71,84
e5a Categórico 30.588 0 30.588 85,55

48
Valores no Valores
Preguntas Valores Porcentaje
Tipo de dato sabe o no nulos
candidatas Na total (%)
recuerda total
e16 Categórico 31.225 0 31.225 87,33
Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta CASEN 2017 (41)

El alto porcentaje de valores nulos en la mayoría de las variables se debe a que determinadas
preguntas están dirigidas a un público en particular, por ejemplo, existen preguntas
relacionadas con el trabajo, que solo consideran a la población en edad de trabajar, por lo tanto,
las personas que no pertenecen a dicha población representan valores nulos para dicha
variable. A partir de lo anterior, se identifica la población objetivo de cada pregunta la cual está
implícita en la CASEN 2017, donde se analiza de manera individual el comportamiento de las
trece variables candidatas, con el fin de encontrar un patrón en la distribución de edades y
género de las respuestas determinando la población objetivo. Los resultados del proceso
descrito se detallan en la Tabla 4 .4.

Tabla 4.4: Variables candidatas y su población objetivo

Dimensió Población
Subdimensión Preguntas encuesta CASEN 2017
n objetivo
s10. En los últimos tres años, ¿Se ha hecho Mujeres de 50
una mamografía? años o más
s8. En los últimos tres años, ¿Se ha hecho Mujeres entre 25
el Papanicolau? y 64 años
r12a. Nivel de educación más alto Población de 18
Autonomía
alcanzado por su madre (o fig. Materna) años o más
Población de 15
o4. ¿Ha trabajado alguna vez?
años o más
s4. ¿Cuántos hijos nacidos vivos ha tenido Población mayor
en su vida? de 12 años
e3. Actualmente, ¿asiste a algún
establecimiento educacional, jardín infantil,
sala cuna u otro programa no convencional
Población entre
de Educación Parvulario?
Género 7 y 30 años
e5a. ¿Cuál es la principal razón por la cual
no asiste actualmente a algún
establecimiento educacional?
o6. ¿Buscó trabajo remunerado o realizó
Cuidados Personas de 15
alguna gestión para iniciar una actividad por
años o más
cuenta propia?
o7r1. ¿cuál es la razón o razones...?
e16. ¿Dónde permanece el niño por un
Personas de 12
mayor número de horas en una semana
años o menos
normal?
Personas de 15
ch4. Chequeo de situación de dependencia
años o más
ypc. Ingreso Total per cápita del hogar Toda la
Ingresos
corregido población
Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta CASEN 2017 (41)

49
Tras imputar los valores nulos a las personas que no pertenecen a la población objetivo de las
preguntas candidatas, se crea una nueva tabla con el conteo de valores nulos, con el fin de
evidenciar el cambio producido por la imputación de dichos valores. Los resultados se
presentan en la Tabla 4 .5.

Tabla 4.5: Cantidad y porcentaje de valores nulos de las preguntas candidatas, con los
datos imputados

Preguntas Valores no sabe Valores total Porcentaje total


Valores Na
candidatas o no recuerda nulos (%)
ypc 0 0 0 0
ch4 0 0 0 0
e3 75 0 75 0,21
s4 0 249 249 0,70
s10 0 492 492 1,38
s8 0 983 983 2,75
e16 1.322 0 1.322 3,70
e5a 7.501 298 7.799 21,81
o6 17.432 0 17.432 48,75
o4 17.432 53 17.485 48,90
r12a 16.236 2.070 18.306 51,20
o7r1 18.809 70 18.879 52,80
Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta CASEN 2017 (41)

Según se indica en la sección 1.1.25, se descartan inmediatamente las variables con un


porcentaje de valores nulos mayor a 15% de la muestra total, ya que eliminar las filas que
contienen dichos valores y trabajar con dicha pregunta, produciría un sesgo importante en la
muestra resultante.

La variable “e3” se elimina porque está relacionada con la pregunta “e5a” las cual posee valores
nulos sobre el 15% respectivamente.

La pregunta “s4” no se utiliza debido a que, dicha pregunta puede estar condicionada a
situaciones no evidenciadas en las respuestas de esta, por ejemplo, dentro del espectro de
respuestas, no se especifica si los hijos nacidos viven efectivamente con su padre o madre.

Finalmente, para poder representar los subdimensiones descritas en la sección 1.1.19 se


escogen cinco variables, las cuales se detallan en la Tabla 4 .6.

50
Tabla 4.6: Variables a utilizar en el modelo

Dimensió Población
Subdimensión Preguntas encuesta CASEN 2017
n objetivo
s10. En los últimos tres años, ¿Se ha hecho Mujeres de 50
una mamografía? años o más
Autonomía
s8. En los últimos tres años, ¿Se ha hecho Mujeres entre 25
el Papanicolau? y 64 años
e16. ¿Dónde permanece el niño por un
Personas de 12
Género mayor número de horas en una semana
años o menos
Cuidados normal?
Personas de 15
ch4. Chequeo de situación de dependencia
años o más
Ypc. Ingreso Total per cápita del hogar Toda la
Ingresos
corregido población
Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta CASEN 2017 (41)

Según la Tabla 4 .5, aún quedan valores nulos en las variables a utilizar, estos deben
eliminarse, con el fin de evitar cualquier tipo de problema en el desarrollo del modelo.

Comparando el total de datos de la muestra original y la muestra reducida se obtiene una


reducción de la muestra de un 6,09%, que se reduce de 6.324.313 a 5.944.349 personas.

4.2 ANÁLISIS DE SESGO

El porcentaje de reducción de la muestra equivale a un 6,09%, este valor es menor a un 15%,


por lo tanto, no será obligación realizar un análisis de sesgo con la muestra extraída, no
obstante, se calculan los porcentajes de reducción de datos en las 34 comunas del Gran
Santiago con el fin de evaluar el comportamiento espacial de dichos datos perdidos. Los
resultados se presentan en la Tabla 4 .7.

Tabla 4.7: Porcentaje de valores nulos por comuna de la muestra extraída

Porcentaje Porcentaje
Comuna Total Nulos Comuna Total Nulos
Nulos (%) Nulos (%)

Santiago 9.867 7,74 Macul 5.422 6,44

Cerrillos 3.427 5,8 Maipú 72.243 6,44

Cerro Navia 6.885 5,77 Ñuñoa 6.776 5,33

Pedro Aguirre
Conchalí 4.948 5,53 5.735 7,36
Cerda

El Bosque 12.828 8,37 Peñalolén 12.345 4,89

Estación
6.060 6,54 Providencia 5.562 4,68
Central

51
Huechuraba 5.834 6,69 Pudahuel 17.921 5,94

Independenci
3.254 7,92 Quilicura 16.788 6,23
a

La Cisterna 3.901 6,43 Quinta Normal 4.195 5,68

La Florida 18.630 4,82 Recoleta 5.765 5,48

La Granja 6.143 5,5 Renca 6.966 5,74

La Pintana 11.318 5,75 San Joaquín 3.560 5,63

La Reina 3.248 3,66 San Miguel 2.426 3,99

Las Condes 14.450 4,94 San Ramón 4.122 5,6

Lo Barnechea 8.981 7,1 Vitacura 4.410 5,97

Lo Espejo 6.169 7,1 Puente Alto 46.434 5,35

Lo Prado 6.920 8,63 San Bernardo 26.431 7,96

Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta CASEN 2017 (41)

4.3 APLICACIÓN DE LOS CORTES DE PRIVACIÓN

Los cortes de privación se aplican primero a las personas para las cinco preguntas por
separado, es decir, se obtiene el número de personas carenciadas por pregunta.
Posteriormente se aplican los cortes de privación combinados para las subdimensiones de
autonomía y cuidados, y además se agrupan las privaciones por hogar y luego se desagrega
nuevamente, con el fin de distribuir las privaciones a todas las personas del hogar, y así obtener
las privaciones censuradas.

1.1.30 PRIVACIONES POR PREGUNTA

Antes de aplicar los cortes de privación planteados en la Tabla 3 .2, se obtiene el total de
personas privadas o carenciadas para las cinco preguntas escogidas, sin considerar la
distribución de dicha privación en el hogar. El total de carenciados por pregunta y su respectivo
porcentaje del total de población se presentan en la Tabla 4 .8.

Tabla 4.8: Privaciones para las 5 preguntas escogidas

Porcentaje de
Variable Total carenciados
carenciados (%)

s10 388.547 6,54

s8 403.627 6,79

e16 757.263 12,74

52
ch4 270.652 4,55

ypc 1.187.203 19,97

Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta CASEN 2017 (41)

La Tabla 4 .9 y Tabla 4 .10, presentan las diferentes combinaciones de carencias de las


preguntas que componen los indicadores de autonomía y cuidados, en donde se aplicó el factor
de expansión comunal a las personas con privaciones.

Tabla 4.9: Tabla de contingencia de las variables que componen el indicador de


autonomía

s8
Carenciado No Carenciado
s10

Carenciado 109.471 279.076

No Carenciado 294.156 5.261.646

Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta CASEN 2017 (41)

Tabla 4.10: Tabla de contingencia de las variables que componen el indicador de


cuidados

ch4
Carenciado No Carenciado
e16

Carenciado 0 757.263

No Carenciado 270.652 4.916.434

Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta CASEN 2017 (41)

1.1.31 PRIVACIONES NO CENSURADAS POR HOGAR

En la Tabla 4 .11 se presentan los resultados de la aplicación de los cortes de privación antes
mencionados, cabe destacar que dichos valores corresponden a las privaciones no censuradas,
es decir, son las privaciones existentes de cada persona antes de aplicar el punto de corte k.
Para presentar la cantidad de personas privadas, se debe aplicar el factor de expansión
comunal a cada persona.

53
Tabla 4.11: Personas con privaciones no censuradas en los indicadores de la dimensión
género en los hogares

Porcentaje de personas
Cantidad de personas
Indicador privadas respecto al total de la
privadas
población (%)

Autonomía 1.644.315 27,66

Cuidados 2.509.728 42,22

Ingresos 1.187.203 19,97

Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta CASEN 2017 (41)

4.4 APLICACIÓN DEL UMBRAL DE POBREZA (K)

Al realizar la agrupación por hogar, se obtiene un total de 13.768 hogares dentro del Gran
Santiago, los cuales representan una población de 5.944.349 personas.

El total de personas pobres multidimensionalmente para el Gran Santiago es 1.929.728, el cual


equivale al 32,5% de la población total del Gran Santiago.

En la Tabla 4 .12 se presentan el número de personas con privaciones censuradas, para los
tres indicadores de la dimensión género.

Tabla 4.12: Cantidad de personas con privaciones censuradas

Cantidad de personas con privaciones


Indicador
censuradas

Autonomía 785.284

Cuidados 1.231.401
Ingresos 876.896

Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta CASEN 2017 (41)

La Tabla 4 .13 expone los resultados del porcentaje de personas privadas en cada indicador,
respecto al total de personas y género, para los valores no censurados y censurados.

Tabla 4.13: Porcentaje de población con privaciones censuradas y no censuradas

Porcentaje de personas con Porcentaje de personas con


privaciones no censuradas (%) privaciones censuradas (%)
Indicador Hombre Mujer Total Hombre Mujer Total
Autonomía 11,53 16,13 27,66 5,67 7,54 13,21
Cuidados 19,75 22,47 42,22 9,51 11,20 20,71

54
Ingresos 9,28 10,69 19,97 6,87 7,88 14,75
Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta CASEN 2017 (41)

4.5 OBTENCIÓN DE LOS INDICADORES A, H, M0


Finalmente se calculan los indicadores A , H y M 0, según las ecuaciones 1, 2 y 3. Los
resultados se detallan en la Tabla 4 .14.

Tabla 4.14: Indicadores de pobreza multidimensional


Indicadore
s Valor
H (%) 27,5
A (%) 27,8
M0(%) 7,7
Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta CASEN 2017 (41)

En la Tabla 4 .15 se presentan los valores de intensidad, tasa de recuento, y tasa de recuento
ajustada desagregada según el género de los jefes de hogar para el modelo con perspectiva de
género partir de la ecuación 4.

Tabla 4.15: Indicadores de Pobreza Multidimensional desagregados por género para el


modelo de 6 dimensiones
H (%) A (%) M 0 (%)
Hogares con
jefatura 30,9 28,1 08,7
femenina

Hogares con
jefatura 24,6 27,6 06,8
masculina

Total
27,5 27,9 07,7
personas

Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta CASEN 2017 (41)

A partir de la desagregación antes mencionada, se obtiene la contribución de los jefes de hogar

hombres y las jefas de hogar mujeres al índice M 0 utilizando las ecuaciones 5 y 6, los
resultados obtenidos se presentan en la Tabla 4 .16.

Tabla 4.16: Contribución de cada género a la tasa de recuento ajustada (M0)


Contribución a M 0

55
(%)
Hogares con jefatura
51,9
femenina
Hogares con jefatura
48,1
masculina
Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta CASEN 2017 (41)

4.6 ANÁLISIS DE ROBUSTEZ

La Tabla 4 .17 muestra los resultados del coeficiente de Kendall Tau b respecto de los
indicadores con el valor de k original y con los valores de k alternativos.

Tabla 4.17: Coeficiente Kendall Tau b para distintos valores de k

k Gran Santiago Mujeres Hombres


0,11 0,4508 0,4458 0,4567
0,165 0,6877 0,6888 0,6906
0,275 0,6842 0,6882 0,6911
0,33 0,4668 0,4685 0,4709
Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta CASEN 2017 (41)

La Tabla 4 .18 muestra el coeficiente de Kendall Tau b para las distintas variaciones de peso
de las dimensiones.

Tabla 4.18: Coeficiente Kendall Tau b para distintas variaciones de pesos de las
dimensiones

Tipo de variación de pesos Kendall


Dimensión género 0,25 y otras 0,15 0,9397
Dimensión educación 0,25 y otras 0,15 0,8249
Dimensión salud 0,25 y otras 0,15 0,7782
Dimensión trabajo y participación social 0,25 y otras 0,15 0,9023
Dimensión vivienda y entorno 0,25 y otras 0,15 0,8299
Dimensión redes y cohesión social 0,25 y otras 0,15 0,869
Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta CASEN 2017 (41)

4.7 GEORREFERENCIACIÓN DE RESULTADOS

Se presentan los resultados de la pobreza multidimensional con seis dimensiones, de la misma


manera que las privaciones censuradas de los tres indicadores de la dimensión género. Cada
uno de los porcentajes obtenidos, se calcularon con el factor de expansión comunal aplicado a
cada persona encuestada.

56
El porcentaje de privaciones censuradas para el indicador de autonomía por comuna se
presentan en la Figura 4 .13.

Figura 4.13: Porcentaje de personas con privaciones censuradas en el indicador de


autonomía en el Gran Santiago

Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta CASEN 2017 (41)

El porcentaje de privaciones censuradas para el indicador de cuidados por comuna se


presentan en la Figura 4 .14.

57
Figura 4.14: Porcentaje de personas con privaciones censuradas en el indicador de
cuidados en el Gran Santiago

Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta CASEN 2017 (41)

El porcentaje de privaciones censuradas para el indicador de ingreso por comuna se presentan


en la Figura 4 .15.

58
Figura 4.15: Porcentaje de personas con privaciones censuradas en el indicador de
ingreso en el Gran Santiago

Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta CASEN 2017 (41)

Los porcentajes expuestos en la Figura 4 .16 representan el total de personas


multidimensionalmente pobres por comuna para el modelo con perspectiva de género.

59
Figura 4.16: Pobreza multidimensional con perspectiva de género por comuna en el Gran
Santiago

Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta CASEN 2017 (41)

Los porcentajes de pobreza multidimensional por comuna para jefaturas de hogar segmentadas
por género se presentan en la Figura 4 .17 y Figura 4 .18.

60
Figura 4.17: Pobreza multidimensional con perspectiva de género en los hogares con
jefatura femenina por comuna en el Gran Santiago

Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta CASEN 2017 (41)

61
Figura 4.18: Pobreza multidimensional con perspectiva de género en los hogares con
jefatura masculina por comuna en el Gran Santiago

Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta CASEN 2017 (41)

4.8 COMPARACIÓN MODELOS

La Tabla 4 .19 presenta los resultados de los indicadores H , A y M 0 obtenidos para la


pobreza multidimensional del modelo propuesto y el modelo de cinco dimensiones con
ponderaciones iguales sin perspectiva de género. Se desagregan según jefatura del hogar
utilizando la ecuación 4.

62
Tabla 4.19: Indicadores de Pobreza Multidimensional desagregados por género para los
modelos con y sin perspectiva de género
Modelo de 6 dimensiones H (%) A (%) M 0 (%)
Hogares con jefatura femenina 30,9 28,1 8,7

Hogares con jefatura masculina 24,6 27,6 6,8

Total personas 27,5 27,9 7,7

Modelo de 5 dimensiones H (%) A (%) M0 (%)

Hogares con jefatura femenina 15 30,8 4,6

Hogares con jefatura masculina 13,2 30,6 4,0

Total personas 14 30,7 4,3

Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta CASEN 2017 (41)

En la Figura 4 .19 se presenta la contribución de cada dimensión a la medida M 0 para la


metodología propuesta de 6 dimensiones obtenida a partir de la ecuación 8.

Figura 4.19: Contribución de cada dimensión al índice M0 del modelo de 6 dimensiones

Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta CASEN 2017 (41)

En la Figura 4 .20 se presentan las contribuciones de cada dimensión al índice M 0 , a partir de


la ecuación 8, para el modelo de 5 dimensiones, en donde se utilizan las mismas dimensiones
del modelo propuesto sin la dimensión de género. Los valores de ponderaciones para cada
dimensión e indicador se especifican en la sección 3.3.

63
Figura 4.20: Contribución de cada dimensión al índice M0 del modelo de 5 dimensiones

Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta CASEN 2017 (41)

En la Figura 4 .21 se presenta el mapa de las diferencias porcentuales entre la cantidad de


personas pobres por comuna para el modelo de cinco y seis dimensiones respectivamente,
según la ecuación 9.

Figura 4.21: Diferencia entre el porcentaje de personas pobres con 6 dimensiones y el


porcentaje de personas pobres con 5 dimensiones

64
Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta CASEN 2017 (41)

Finalmente se presenta la Tabla 4 .20 que interrelaciona ambos modelos cuantificando a las
personas pobres y no pobres en ambos modelos.

Tabla 4.20: Tabla de la contingencia de los modelos de cinco y seis dimensiones


Modelo de 6
dimensiones

Modelo de 5 Pobre No Pobre

dimesiones

Pobre 915.779 0
No Pobre 1.013.949 4.014.621
Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta CASEN 2017 (41)

65
CAPÍTULO 5. ANÁLISIS DE RESULTADOS

En el presente capítulo se exponen los análisis de los resultados obtenidos a partir de la


metodología y desarrollo previamente expuestos. Además de los resultados obtenidos respecto
a los indicadores y metodología de la pobreza multidimensional, se realiza un análisis territorial
de los resultados y una comparación entre los modelos con y sin perspectiva de género.

5.1 ANÁLISIS EXPLORATORIO

Según la Tabla 4 .3, de las doce variables candidatas, diez no cumplen con el requisito de
tener menos de un 15% de valores perdidos para considerarse en el modelo; además, ocho
poseen un porcentaje de valores perdidos mayor a 50%, por lo que la eliminación de los datos
perdidos, implicaría una disminución en la representatividad de la muestra original (49). La
pregunta que posee más valores perdidos es “e16” con un 87,33%, la alta presencia de estos
valores se debe principalmente a que se considera toda la población y no solo la población
objetivo a la que va dirigida esta pregunta, la cual corresponde a las personas menores de 12
años. Esto también ocurre con las variables “o4”, “o6”, “s4” que están enfocadas a un grupo
etario específico. Por otro lado, las preguntas “s10” y “s8” también están dirigidas a un grupo
etario específico y además solo se enfocan en las mujeres.

La Tabla 4 .5 representa el porcentaje de valores perdidos que aún prevalecen en las


preguntas candidatas, luego del reemplazo de 0 por los valores nulos cuando una persona no
pertenece a la población objetivo de una determinada pregunta. De las doce variables
candidatas, cinco aún siguen con porcentajes altos de valores perdidos, esto puede ocurrir
debido a que muchas veces, una persona responde por los otros miembros del hogar, lo que se
refleja en el bajo porcentaje de respuestas válidas en preguntas más personales (41). Otra
razón por la que aún existe una alta prevalencia de valores nulos es porque las preguntas “e5a”
y “o7r1” están condicionadas por las respuestas de las preguntas “e3” y “o6” respectivamente.

Gracias a la imputación de datos, la muestra cambió de dos a siete variables aprobadas que
pueden usarse en el modelo, según el umbral de 15% máximo de valores perdidos. Este
cambio, si bien permitió mejorar los resultados, debe manejarse con cuidado, ya que se puede
estar subestimando la cantidad de personas no carenciadas en alguna variable en específico.

Al realizar un análisis de la distribución espacial de los valores perdidos en las comunas,


basado en la Tabla 4 .7, se encontró que las comunas de Lo Prado y El Bosque poseen valores
perdidos de más de un 8% cada uno, mientras que las comunas de La Reina y San Miguel
presentan valores perdidos menores a un 4%, siendo ambos pares de comunas lejanas entre
sí. Además existen 22 comunas que poseen un porcentaje de disminución que varía entre 5,1%
y 7,1%, es decir, se ubican en un rango de +1,-1 con respecto a la media de los porcentaje de

66
valores perdidos (6,1%), en resumen, dos tercios de las comunas presentan una variación
porcentual cercana a la media de porcentajes de disminución.

Lo anterior, da a entender que los valores perdidos generalmente se distribuyen de manera


similar por el Gran Santiago, y además existen comunas con porcentajes atípicos que se
distribuyen sin un patrón territorial. Por lo tanto, se comprueba que existe un sesgo bajo en la
muestra reducida, no obstante, como la muestra disminuyó solo en un 6,1%, esta disminución
no es significativa con respecto a la muestra total.

5.2 ANÁLISIS DE APLICACIÓN DE LOS CORTES DE PRIVACIÓN

Según la Tabla 4 .8, la pregunta relacionada al ingreso per cápita (ypc) es la que posee un
mayor porcentaje de personas carenciadas con un 19,97%, seguido de la pregunta relacionada
con la permanencia del niño en el hogar (e16) con un 12,75%. Ambos valores indican que
aportarán en mayor medida a los hogares que serán considerados carentes. La pregunta
relacionada con la dependencia de personas para realizar actividades (ch4) percibe el menor
porcentaje correspondiente al 4,55% evidenciando una baja situación de dependencia a nivel
del Gran Santiago.

En cuanto a las preguntas relacionadas con la autonomía de la mujer (s8 y s10), en ambos
casos se obtienen valores en torno al 6% de mujeres carenciadas, dicho valor, está
condicionado al tamaño de la población objetivo, ya que ambas preguntas consideran solo
mujeres dentro de un rango de edad específico. El valor obtenido indica que en general las
mujeres se han realizado alguno de los dos exámenes mencionados, pero aún queda un
porcentaje que no, y que debe ser considerado. La similitud del resultado de porcentaje es
producto de la intersección existente de la población objetivo en ambas preguntas, donde se
puede dar el caso de que, una persona sea carenciada en ambas preguntas a la vez.

La Tabla 4 .9 presenta las variables relacionadas con el indicador de autonomía, del total de
personas carenciadas, existen 109.471 personas que son carenciadas en ambas preguntas, es
decir, el 25% aproximadamente del total de personas carenciadas en cada pregunta posee
privación en ambas.

La Tabla 4 .10 presenta la relación de privaciones para las preguntas que describen el
indicador de cuidados, se observa que no existen personas carenciadas en ambos casos,
debido a que la población objetivo es diferente para ambas preguntas, es decir, cada pregunta
aporta un universo diferente de personas privadas, en consecuencia, al realizar el análisis de
privaciones por hogar, el indicador de cuidados aportará más carencias respecto del indicador
de autonomía.

67
En la Tabla 4 .11 se presentan los resultados de las personas que residen en los hogares
carentes, en donde se considera como carente el hogar, si al menos una persona perteneciente
a él, está privada en al menos un indicador, y en consecuencia, todas las personas del hogar se
consideran carentes en dicho indicador. Se observa que existe una mayor cantidad de personas
privadas en el indicador cuidados con un valor de 2.509.728 personas, equivalentes a un 42%
de personas privadas respecto del total de la población del Gran Santiago, lo sigue el indicador
de autonomía, en donde la cantidad de personas privadas corresponde a 1.644.315 que
corresponde al 27,66% del total de la población del Gran Santiago. Finalmente 1.187.203
personas son privadas en el indicador de ingresos, el cual corresponde al 19,97% de la
población.

El alto porcentaje de personas privadas en el indicador de cuidados es producto de que las


carencias se distribuyen más heterogéneamente en los hogares, debido a que ambas preguntas
utilizadas abarcan carencias para diferentes grupos etarios de población, y junto a ello, contiene
la pregunta con mayor porcentaje de privación, por lo que existe mayor probabilidad de que se
consideren carentes una mayor cantidad de hogares y con ello un mayor número de personas.
Para la variable autonomía ocurre algo similar, ya que solo basta que en el hogar resida una
mujer carenciada, para que todas las personas del hogar se consideren carenciadas. Sin
embargo, el total de personas carenciadas estará condicionado por el tamaño del hogar, ya
que, a mayor tamaño del hogar, mayor cantidad de personas.

De la Tabla 4 .11 se observa que el indicador de ingresos es el que aporta en menor cantidad a
la dimensión género, ya que está calculado de manera per cápita por hogar, por lo que la
privación a nivel de persona se mantiene cuando se realiza el análisis a nivel de hogar.

En síntesis, respecto al indicador de cuidados se infiere en general que existe un alto porcentaje
de hogares en donde los niños pasan un mayor tiempo en su hogar y/o también una alta
cantidad de hogares en donde viven personas en situación de dependencia, lo que implica que
existen grandes cantidades de hogares que están privados de tiempo. Dicha privación de
tiempo puede recaer en alguna persona que resida en el hogar, la cual se verá afectada en las
libertades de ocupar su tiempo en lo que desee, ya sea en ocio, trabajo, cuidado personal, entre
otros; o recae directamente en el ingreso percibido en el hogar, ya que se deber destinar cierta
cantidad de dinero para cubrir las necesidades de cuidado. Se debe considerar que, dentro del
contexto cultural, las mujeres son las encargadas del trabajo no remunerado, por lo que se
infiere que estas serán mayormente afectadas en dicho indicador, no obstante, al ser una
medida que utiliza el hogar como unidad de análisis no se puede determinar si el género está
asociado a dicha privación, ya que no se sabe con certeza quien es la persona mayormente
afectada.

68
Respecto al indicador de autonomía, dicho valor está condicionado a la realización de
exámenes exclusivos de mujeres en un rango específico de edad. Se evidencia que existe un
porcentaje importante de hogares en donde vive al menos una mujer carenciada. Esto puede
producirse debido a que, no está llegando la información emitida por el gobierno sobre los
planes y programas pertenecientes al AUGE dirigidos hacia las mujeres, ya que no se generan
instancias de comunicación y diálogo respecto a la integridad física y los cuidados que deben
tener las mujeres.

Finalmente, el indicador de ingresos está relacionado directamente con los ingresos del hogar,
por lo que se infiere que dicho porcentaje de personas carenciadas se encuentran en condición
de pobreza por ingresos, ya que se utiliza la línea de corte de pobreza por ingreso.

5.3 ANÁLISIS DE APLICACIÓN DEL UMBRAL DE POBREZA (K)

Según la Tabla 4 .12 y la Tabla 4 .13, el indicador de cuidados posee la mayor cantidad de
personas privadas que corresponde a 1.231.401, equivalente a 20,71% de la población total del
Gran Santiago, la cual es pobre multidimensionalmente y esta privada en dicho indicador, luego
lo sigue el indicador de ingresos con 876.897 personas carenciadas, correspondiente al 14,74%
de la población que es pobre y esta privada en dicho indicador. El indicador de autonomía
posee la menor cantidad de población privada correspondiente a 786.284, que equivale a un
13,21% de población multidimensionalmente pobre carenciada en dicho indicador.

Existe un mayor porcentaje de personas carenciadas en el indicador de cuidados, siendo este,


el que más aporta a los hogares privados y con ello a las personas privadas en la dimensión de
género. Esto evidencia la importancia de considerar el trabajo reproductivo no remunerado
dentro de la medición de pobreza, debido a que es una de las privaciones fundamentales para
explicar las desigualdades de género existente respecto al uso del tiempo.

El porcentaje de personas pobres multidimensionalmente es alto para el indicador de


autonomía, a pesar de que este indicador está dirigido sólo a mujeres, esto es debido a que, si
existe una persona en el hogar que se encuentre privada en algún indicador, y que a su vez la
suma de las privaciones del hogar sea mayor al umbral k , todas las personas que habiten en
dicho hogar se consideran pobres multidimensionalmente.

Respecto a los valores censurados y no censurados de hombres y mujeres, existen diferencias


entre las personas privadas según el género, también se observa un mayor porcentaje de
mujeres privadas en las tres dimensiones. Por lo que se puede inferir que existen
desigualdades en torno al género, que hacen que las mujeres sean más vulnerables a padecer
pobreza.

69
Según la Tabla 4 .13 para el indicador de cuidados, del 22,47% de mujeres privadas, el 11,2%
es pobre multidimensionalmente, para el indicador de autonomía, del 16,13% de mujeres
privadas en dicho indicador, el 7,5% es pobre multidimensionalmente, y para el indicador de
ingresos, del 10,7% de las mujeres privadas, el 7,87% es pobre multidimensionalmente.

Respecto a la cantidad de hombres privados se obtuvo que el 19,75% de los hombres se


encuentra privado en el indicador de cuidados y el 9,5% es pobre multidimensionalmente, el
11,52% de los hombres se encuentran privados en el indicador autonomía y el 5,7% es pobre
multidimensionalmente, y el 9,28% de los hombres es privado en el indicador de ingresos, y el
6,87% es pobre multidimensionalmente.

Estas disminuciones fueron producto de que los hogares no tenían la cantidad de indicadores
suficientes privados para ser considerados como pobres multidimensionalmente, pero sí se
encontraban privados en alguno de los indicadores de la dimensión de género.

De los valores censurados, la proporción de mujeres que son pobres multidimensionalmente y


privadas en uno de los tres indicadores es mayor en un 2% aproximadamente que la proporción
de hombres. Si bien, no es una diferencia significativa, esto refleja lo visto en la teoría, en donde
las privaciones a considerar afectan en mayor medida a las mujeres que a los hombres, y junto
a ello las mujeres serán mayormente afectadas por la pobreza multidimensional. No obstante, la
subdivisión por género no revela información detallada de cómo influyen dichas carencias
dentro de la composición del hogar, por lo que los valores obtenidos son solo una aproximación
de las carencias experimentadas por las mujeres.

5.4 ANÁLISIS DE INDICADORES OBTENIDOS

Según la Tabla 4 .14, el valor para la tasa de recuento H indica que el 27,5% de hogares que
residen en el Gran Santiago se encuentran en situación de pobreza multidimensional, es decir,
se encuentran privados en cuatro indicadores o más. No obstante, este indicador es insensible
al número de carencias que se presenta en dicho hogar, por lo que se debe agregar la

intensidad de la pobreza A para obtener la tasa de recuento ajustada M 0.

Según la Tabla 4 .14, la intensidad de la pobreza A indica que la proporción promedio de las
carencias que tienen los hogares en situación de pobreza es de un 27,8%, es decir, las
personas pobres multidimensionalmente tienen carencias en cinco indicadores de manera
simultánea, correspondiente a cualquiera de las seis dimensiones que componen la medida.

Se obtiene la cantidad total de carencias que presentan los hogares pobres, respecto al total de

carencias que los hogares pueden tener a través de la medida M 0, el cual indica que la
población multidimensionalmente pobre del Gran Santiago experimenta el 7,7% del total de

70
carencias que toda la población experimentaría si todos fueran considerados pobres
multidimensionalmente. Dicho resultado permite reflejar si un hogar cae en situación de
pobreza, o si un hogar ya identificado como pobre aumenta la cantidad de carencias que
experimenta, ya que su valor cambia dependiendo de los valores de A y H.

Según la Tabla 4 .15, la tasa de recuento H para los hogares con jefatura femenina, indica que
el 30,9% de los hogares se encuentran en situación de pobreza multidimensional. La intensidad
de pobreza A para dichos hogares, indica que la proporción promedio de las carencias que
tienen los hogares en situación de pobreza multidimensional es de un 28%, es decir, sufren

carencias en cinco de los indicadores utilizados. Del valor de la tasa de recuento ajustada M0
se infiere que, los hogares pobres con jefatura femenina experimentan un 8,7% del total de las
privaciones que sufrirían si todos los hogares fueran carenciadas en todos los indicadores al
mismo tiempo.

La tasa de recuento H para hogares con jefatura masculina, indica que el 24,6% de los hogares
se encuentran en situación de pobreza multidimensional, la intensidad de la pobreza A para
dichos hogares, indica que la proporción promedio de las carencias que tienen los hogares en
situación de pobreza multidimensional es de un 28%, al igual que los hogares dirigidos por
mujeres jefas de hogar. Del valor de la tasa de recuento ajustada se infiere que, los hogares
pobres con jefaturas masculinas experimentan un 6,7% del total de las privaciones que se
sufrirían si todas las personas fueran carenciadas en todos los indicadores al mismo tiempo.

Respecto a las contribuciones de las y los jefes de hogar al valor de M 0, ambos contribuyen de
una manera similar a la medida, 52% para el caso de hogares dirigidos por jefaturas femeninas
y 48% para hogares dirigidos por jefaturas masculinas, según lo detallado en la Tabla 4 .16, es
decir, los hogares con jefatura femenina pueden padecer pobreza multidimensional en un 4%
más que los hogares con jefatura masculina para el modelo propuesto.

En síntesis, se observa que la tasa de recuento de hogares pobres multidimensionalmente con


jefatura femenina es mayor en un 6,3% en comparación con los hogares con jefatura masculina,
lo cual indica que existe un mayor porcentaje de hogares pobres multidimensionalmente

dirigidos por mujeres, y que a su vez estos contribuyen en mayor proporción a la medida M 0.
Se evidencia que existe una diferencia en los valores de los hogares dirigidos por hombres y
mujeres, lo que refleja el concepto de feminización de la pobreza, en donde las mujeres son
mayormente afectadas por la pobreza que los hombres. Esto se logró evidenciar gracias a la
incorporación de los indicadores de la dimensión de género, los cuales están enfocados en
visualizar las privaciones de tiempo, debido al cuidado de niños y personas con dependencia
para realizar sus actividades, la autonomía en cuanto al cuidado personal de las mujeres, como

71
también las brechas de ingresos. Según la literatura vista, en el indicador de cuidados y en el
indicador de ingresos, existe una mayor tendencia a que las mujeres estén privadas en
comparación a los hombres, ya que las mujeres son las que se encargan en mayor medida del
cuidado de personas, y estas últimas perciben un ingreso promedio menor que los hombres.

Además, es posible considerar que las mujeres invierten una mayor parte de sus ingresos en el
bienestar de los niños y en el hogar, en lugar de destinarlos a sus necesidades personales, a
diferencia de los hombres, por lo que los hogares con jefatura femenina pueden verse aún más
carenciados si es que son monoparentales, y a su vez poseen hijos (4).

5.5 ANÁLISIS DE ROBUSTEZ

En la Tabla 4 .17, se observa que el coeficiente de Kendall Tau b para hombres y mujeres con
umbrales entre el 16,5% y 27,5%, oscila entre 0,688 y 0,69 cuando se analiza únicamente por
género, lo que implica que existe robustez entre dichos valores. No obstante, esto no sucede
para valores de k equivalentes a 11% y 33%, lo que indica que dicho índice, se debe usar con
precaución cuando se desagrega, dada su sensibilidad a cambios en los niveles de pobreza. A
nivel del Gran Santiago, el mejor valor de coeficiente de Kendall Tau b es 0,68, lo que indica
que las comparaciones son robustas con los umbrales de pobreza entre 16% y 36%, por ende,
se infiere que alrededor del 68% de las comparaciones son concordantes en cada caso con los
valores de la medida original (k =0,22). Además, se observa que los valores disminuyen
cuando el umbral se aleja de los valores de k antes mencionados, lo cual debe ser considerado
al momento de realizar cambios en los niveles de pobreza.

Se calcula el coeficiente de correlación de Kendall para distintas combinaciones de


ponderaciones (en donde cada dimensión recibió una ponderación de 25% y las otras de 15%),
como se puede observar en Tabla 4 .18. Los resultados revelaron que, para las 5 estructuras
alternativas, el coeficiente fue superior a 0,78, esto implica que más del 78% de las
comparaciones son concordantes en cada caso, por lo que, el IPM se considera robusto con
valores de ponderación del 25% al 15%. Dicho resultado permite argumentar que la
metodología planteada identifica adecuadamente a los pobres, incluso si se varían las
ponderaciones y umbrales de corte del modelo.

5.6 ANÁLISIS TERRITORIAL

Al observar la Figura 4 .13, se puede notar la mayor presencia de comunas en color verde en el
Gran Santiago, el porcentaje de dichos tramos varía entre 0% y 14%. Este fenómeno puede
deberse a que las preguntas que componen la subdimensión de autonomía están dirigidas
exclusivamente a las mujeres de un rango específico de edad, por lo tanto, cuando se
imputaron los 0 a los valores nulos basándose en la población objetivo, muchas personas

72
pasaron a ser no carenciadas en estas preguntas, es decir, puede que exista una
sobreestimación de las personas no carenciadas. Con respecto a la distribución geográfica de
los porcentajes, no se puede afirmar que una deficiente atención de salud sea un factor
determinante en la privación de la subdimensión de autonomía, ya que las comunas que
poseen menos cobertura hospitalaria (comunas periféricas) poseen un bajo porcentaje de
privaciones en el indicador de autonomía. No obstante, si se compara la distribución espacial de
las comunas con mayores y menores porcentajes de privaciones en los indicadores de
autonomía y cuidados, estas coinciden, por lo tanto, se podría afirmar que si las mujeres están
carenciadas en tiempo existen menos probabilidades de que se realicen los exámenes antes
mencionados, y viceversa.

Con respecto a la Figura 4 .14, se observa un cambio en el color predominante del mapa, en
donde los colores rojizos son los más abundantes, por lo tanto, se puede intuir que el indicador
de cuidados tiene una mayor contribución en la condición de pobreza multidimensional de una
persona. En 20 comunas del Gran Santiago, hay al menos un 21% de personas que poseen
privaciones en el indicador de cuidados, de cada 10 personas pobres en estas comunas, 2
poseen privaciones de tiempo, debido al cuidado de niños o al cuidado de personas con
situación de dependencia. Para el tramo con más porcentaje de prevalencia de privaciones en
cuidados (mayor a 28%), nuevamente se hacen presente las comunas de Huechuraba, Cerro
Navia, Lo Espejo y La Pintana. Esto puede deberse a que los hogares privados en la dimensión
de cuidados no tienen acceso a jardines infantiles, áreas verdes o talleres recreacionales, ya
sea por falta de dinero o por un déficit en la oferta e infraestructura de estos. Comparando la
Figura 4 .14 con la Figura 4 .15, se puede observar que las comunas con porcentajes más
altos de privaciones en el indicador de cuidados poseen al menos un 14% de privaciones en el
indicador de ingreso, es decir, estos indicadores están correlacionados.

Las tres comunas con los porcentajes más bajos de privaciones censuradas en cuidados son
las mismas de los porcentajes más bajos de la prevalencia de la pobreza multidimensional por
comuna (Providencia, Las Condes y Vitacura). Por lo tanto, se puede inferir que el indicador de
cuidados es un determinante fundamental en la prevalencia de la pobreza multidimensional de
un hogar o persona.

Al analizar la Figura 4 .15, se puede observar un patrón espacial muy parecido a la Figura 4 .
16 en cuanto a los colores, no obstante, hay que aclarar que usan intervalos de porcentajes
distintos. Las comunas de Las Condes, Vitacura y Providencia repiten el mismo comportamiento
que en los anteriores mapas. La Pintana por su parte, nuevamente posee un porcentaje alto de
privaciones censuradas dentro del total de habitantes, en donde de cada 10 personas pobres,
aproximadamente 3 poseen privaciones de ingreso. Una de las posibles causas de esta
distribución, es la forma en la que se ha ido urbanizando el Gran Santiago, en donde algunas

73
comunas periféricas funcionan como receptoras de poblaciones y barrios que han sido
segregados históricamente, ya que el valor del suelo en estos sectores es más bajo, haciendo
más fácil la construcción de viviendas sociales, lo contrario ocurre en las comunas del sector
oriente, en donde el metro cuadrado de terreno es más caro, lo que deriva en que las personas
que habitan en estas comunas tienen un ingreso monetario mayor.

Analizando la Figura 4 .16, se observa que la mayor cantidad de las comunas poseen
porcentajes de pobreza multidimensional que varían entre 25% y 40%, y corresponden al color
amarillo en el mapa. El color amarillo se distribuye heterogéneamente por toda el área del Gran
Santiago, ya sea en la zona norponiente (Pudahuel, Quilicura, Lo Prado), centro sur (San
Miguel, San Joaquín, Macul), y suroriente (La Florida, Puente Alto).

El tramo de los porcentajes más bajos, los cuales oscilan entre 0% y 10% (color verde),
corresponden a las comunas de Providencia, Las Condes y Vitacura, las cuales presentan los
mejores índices relacionados con la calidad de vida (58). En el polo opuesto se encuentran las
comunas de color rojo, las cuales poseen los más altos porcentajes de prevalencia de pobreza
multidimensional en su población, estos valores ascienden a más del 55%, es decir, de cada 10
personas al menos 5 son pobres multidimensionalmente, las comunas que pertenecen a este
intervalo son Cerro Navia, Huechuraba, Lo Espejo y La Pintana, y que justamente poseen un
índice de calidad de vida urbana bajo (58). Según lo anterior, se puede decir que la pobreza
multidimensional tiene una relación directa con el índice de calidad de vida urbano.

Respecto a las cuatro comunas antes mencionadas, se destaca también que poseen un alto
porcentaje de privaciones en los indicadores de cuidados e ingresos, lo que demuestra una alta
correlación espacial entre los porcentajes más altos de privaciones de estos indicadores y los
porcentajes de pobreza multidimensional.

La zona sur del Gran Santiago (San Bernardo, La Pintana, El Bosque, Lo Espejo y La Cisterna)
posee porcentajes altos de privaciones censuradas en la dimensión género y de personas en
situación de pobreza multidimensional dentro de la comuna. Mientras que la zona nororiente
(Providencia, Vitacura y Las Condes) poseen los porcentajes más bajos. Estos patrones
territoriales, se evidencian en otros sectores del Gran Santiago, por lo tanto, se puede decir que
la ubicación geográfica es fundamental para la determinación de pobreza multidimensional en
algunos sectores, es decir, el hecho de que una comuna posea vecinos con niveles altos o
bajos de pobreza influye en el valor de sus propios indicadores, como consecuencia de
dotaciones naturales de la comuna, de externalidades, o de una combinación de estas. Con
respecto a las comunas vecinas que poseen porcentajes de pobreza multidimensional muy
diferentes, como el caso de Huechuraba (más de 55%) y Vitacura (menos de 10%), se puede
decir que esta diferencia se produce por la presencia del Cerro San Cristóbal, entre ambas
comunas, por lo tanto, para este caso, la ubicación geográfica de las comunas vecinas no

74
influye en la prevalencia de la pobreza multidimensional, ya que dicho cerro funciona como una
barrera natural, lo que provoca que ambas comunas no tengan un contacto directo.

De las 34 comunas del Gran Santiago, 27 poseen al menos un 25% de prevalencia de pobreza
multidimensional dentro del total de habitantes. Esto puede deberse a distintos factores
representados por los indicadores del modelo, pero que tienen una mayor relación con las
carencias de las dimensiones de Género, Trabajo y seguridad social, y Redes y cohesión social,
según lo presentado en la Figura 4 .19. Estas dimensiones son de carácter subjetivo, a
diferencia del resto de las dimensiones, en donde, se priorizan derechos más tangibles como la
salud, vivienda o educación.

En la Figura 4 .17 se observa la distribución de los hogares pobres con jefaturas femeninas. De
dichos valores, cuatro comunas poseen más de un 55% de personas en condición de pobreza
multidimensional, correspondientes a las comunas de Huechuraba, Conchalí, Lo Espejo y La
Pintana, que se caracterizan por tener bajos índices de calidad de vida (58). En la Figura 4 .18
se observa la distribución de personas pobres pertenecientes a hogares con jefaturas
masculinas, en donde, al igual que en los hogares con jefatura femenina, las comunas de
Huechuraba, La Pintana y Lo Espejo poseen más de un 55% de personas pobres. Comparando
ambas figuras se observa que existe un mayor porcentaje de personas privadas pertenecientes
a los hogares con jefaturas femeninas.

Se observa que las personas pobres multidimensionalmente, residentes en hogares con jefatura
femenina son mayores a un 25% en la mayoría de las comunas, por lo que existe una tendencia
a que, dichos hogares sean mayoritariamente pobres. Según la Figura 4 .18, los hogares con
jefes de hogar masculinos poseen porcentajes de pobreza que fluctúan entre el 10% y el 40%
en la mayoría de las comunas del Gran Santiago, en donde se evidencia que existen
desigualdades entre los hogares con jefaturas femeninas y los hogares con jefaturas
masculinas. Dichas desigualdades, se agudizan dependiendo de la localización geográfica de
residencia de las personas, ya que existen comunas en donde las condiciones de desarrollo
personal y social son mayoritariamente precarias, debido a los bajos niveles de ingresos, que
poseen las municipalidades, lo que hace que estas no tengan los dineros suficientes para cubrir
las carencias básicas que pueda sufrir la población, aumentando la probabilidad de los
habitantes estén en situación de pobreza multidimensional.

5.7 COMPARACIÓN DE MODELOS

En la Tabla 4 .19 se observan los valores de los indicadores H , A y M 0, para el modelo de


seis y cinco dimensiones. En cuanto a la tasa de recuento H para el total de personas, como
también de hogares con jefatura femenina y masculina, se observa que la proporción de
personas pobres multidimensionalmente en el Gran Santiago es menor para el modelo de cinco

75
dimensiones. No obstante, se observa una diferencia mayor (alrededor de 15%) entre el
porcentaje de las mujeres jefas de hogar para ambos modelos. El hecho de agregar la
dimensión de género a la medida de pobreza multidimensional permite captar un mayor número
de hogares con jefatura femenina pobre, ya que estos se pueden ver mayormente afectados en
los indicadores que se utilizaron, debido a que el ingreso de las jefas de hogar puede ser más
bajo o tienen menores libertades, ya que sufren mayor discriminación para obtener un trabajo
remunerado y otro tipo de recursos, producto a las limitaciones de tiempo y movilidad que estas
poseen (4). También se debe considerar que los hogares con jefatura femenina son en su
mayoría monoparentales, por lo que no cuentan con una persona que se haga responsable del
trabajo no remunerado del hogar, en comparación a los hogares con jefaturas masculinas, en
donde es posible que exista una mujer dueña de casa, que se encargue de dichas labores.

Respecto a los valores de intensidad A , en ambos modelos posee un valor cercano a 30% para
el total de personas, como también para los hogares con jefatura femenina y masculina. En
síntesis, el porcentaje de privaciones que poseen las personas pobres es de aproximadamente
un 30%, por lo que las personas pobres multidimensionalmente en ambos modelos poseen un
promedio de carencias de al menos cinco indicadores de manera simultánea.

Respecto a los valores de la tasa de recuento ajustada M 0, el valor aumenta en el modelo de


seis dimensiones para toda la población, como también en los hogares con jefatura femenina y
masculina. No obstante, el mayor valor lo poseen los hogares con jefatura femenina, lo que
indica que los hogares considerados pobres con jefaturas femeninas experimentan un 8,7% del
total de carencias que toda la población experimentaría si todos fueran considerados pobres

multidimensionalmente. Existen diferencias para los valores de la medida M 0 en ambos


modelos, ya que cambia de un 4,6%, para el caso de hogares con jefatura femenina, a un 8,7%.
Lo que evidencia un incremento en la cantidad de personas pobres al incluir la dimensión
género, el cual se relaciona en mayor medida a los hogares con jefaturas femenina.

En la Figura 4 .19 se observa que la dimensión género es la dimensión que más contribuye a la

medida M 0, seguida de la dimensión de trabajo y seguridad social, y la dimensión de redes y


cohesión social. En la Figura 4 .20 se observa que, en el modelo de cinco dimensiones, la

dimensión que más aporta al indicador M 0 es trabajo y seguridad social, seguido de la


dimensión de redes y cohesión social, y vivienda y entorno. En síntesis, las dimensiones que

más contribuyen al indicador M 0 son las dimensiones relacionadas con carencias vinculadas al
ámbito social, por ejemplo, la dimensión redes y cohesión social busca capturar las privaciones
en aspectos relacionados con apoyo familiar y social; no discriminación y acceso a ambientes
seguros (43), la dimensión género busca evidenciar las privaciones relacionadas con las

76
desigualdades de género existentes en la sociedad. Ambas dimensiones se interrelacionan, por
lo que se podría explicar el porqué de su gran aporte a la medición.

Comparando las contribuciones de ambos modelos se observa que, la distribución de las


medidas es similar, ya que se conserva el orden del nivel de aporte de contribución para ambos
casos, independiente de la presencia de la dimensión género. No obstante, la dimensión de
género les quita importancia a todas las medidas, pero en mayor cantidad a las dimensiones de
redes y cohesión social, trabajo y seguridad social, y vivienda y entorno. Esto se produce
debido a lo mencionado anteriormente, en donde existe una clara relación entre las
dimensiones mencionadas y la dimensión de género.

En la Figura 4 .21 se observa que la mayor diferencia entre la cantidad de personas


consideradas pobres se encuentra en las comunas de Huechuraba, Conchalí, Pedro Aguirre
Cerda, Cerrillos, Lo Espejo, la Cisterna, San Ramón, y La Pintana. Dichas diferencias
porcentuales se asemejan a la distribución de las privaciones del indicador de cuidados, lo que
reafirma lo mencionado en los párrafos anteriores, en donde la dimensión de cuidados es la que
genera un mayor aporte de cantidad de personas pobres a la medición. También se observa
que las diferencias son más grandes en comunas que poseen mayor cantidad de personas
pobres lo que indica que la agregación de la dimensión género agudiza la situación de pobreza
de los hogares considerados pobres multidimensionalmente, es decir, se acentúan las
carencias ya que es posible que los hogares sean carentes en algunos de los indicadores de las
dimensiones anteriores y a su vez en los indicadores de la dimensión de género.

En general se observa un aumento de un 12% o más en la cantidad de pobres carenciados en


la mayoría de las comunas, por lo que la agregación de la dimensión género logra captar
información de personas que antes no estaban consideradas como pobres pero que, si tenían
carencias en los indicadores antes utilizados, lo que permite tener una visión más amplia de los
niveles de pobreza existentes en el Gran Santiago.

En la Tabla 4 .20 se observa que, la cantidad de personas consideradas pobres con el modelo
de seis dimensiones y no pobres con el modelo de cinco dimensiones es de 1.013.949. Dichos
valores nos indican que, un gran porcentaje de la población esta privada en alguno de los
indicadores de la dimensión de género, por lo que es evidente que existen múltiples carencias
que antes no se visibilizaban, y que con la agregación de la dimensión de género se pueden
visibilizar, analizar y estudiar. También se observa que no existen personas consideradas
pobres en el modelo de cinco dimensiones y a su vez consideradas no pobres en el modelo de
seis dimensiones, por lo que la agregación de la dimensión solo hace que aumente la cantidad
de personas multidimensionalmente pobres y que se agudicen los valores de pobreza.

77
En síntesis, las comunas que tienen un mayor porcentaje de personas pobres
multidimensionalmente en el modelo de cinco dimensiones aumentan el valor de dicho
porcentaje con la agregación de la dimensión de género, por lo que se infiere que las personas
que son carentes en las dimensiones utilizadas anteriormente también son carentes en la
dimensión de género.

78
CONCLUSIONES

El objetivo principal planteado al inicio del trabajo investigativo fue cumplido, ya que se logró
diseñar un modelo de estimación de pobreza multidimensional con perspectiva de género.
Gracias a la aplicación del desarrollo metodológico ideado, se pudo estimar la pobreza
multidimensional para las personas del Gran Santiago.

La agregación de la dimensión de género produjo un aumento de las personas consideradas


pobres multidimensionalmente, agudizando la situación de pobreza en los hogares. Las
comunas con porcentajes más altos de pobreza multidimensional aumentan sus porcentajes de
pobreza en el modelo propuesto, lo que genera una mayor segregación en ellas, y que
evidencia una correlación entre las cinco dimensiones antes utilizadas y la dimensión de
género. Sin embargo, este aumento de población podría estar sesgado, ya que dependerá de
los pesos dados a cada indicador y con ello la importancia que se le da a cada dimensión, ya
que, si la prioridad es ver las carencias de las mujeres, es posible darle un mayor valor de
pesos a la dimensión género, respecto a las otras. Se pudo determinar que el lugar geográfico y
el género de una persona, sí condicionan la pobreza multidimensional, como se planteó en la
hipótesis, ya que se obtienen patrones territoriales marcados respecto a la distribución de la
pobreza para las distintas comunas del Gran Santiago.

Respecto a la metodología utilizada, cumple con el objetivo de identificar y caracterizar a las


personas pobres de una manera multidimensional, sin embargo, la elección de sus indicadores
y dimensiones está condicionada al criterio de los expertos que la utilicen, por lo que podría
existir sesgo si es que no se realizan consultas participativas respecto a cómo se debería
caracterizar e identificar la pobreza multidimensional.

Los cortes de privación pueden determinar la efectividad de los planes, programas y políticas
del gobierno, ya que si se despliega territorialmente la información de las privaciones, es posible
observar donde es necesario focalizar las distintas políticas públicas, un ejemplo de esto, es el
indicador de autonomía, el cual considera a las mujeres que se han realizado los exámenes
preventivos ofrecidos por el AUGE, mediante la determinación de las privaciones para este
indicador, se precisa el lugar en donde se debe informar e incentivar la utilización de estos
beneficios para las personas que no se lo han realizado.

El índice de pobreza multidimensional es robusto en torno a distintas variaciones de pesos, por


lo que, si se realizan diferentes combinaciones de dichos pesos, la medida no varía en gran
magnitud. Sin embargo, respecto a los valores de corte k , esta medida es robusta en un rango
específico, por lo que, se recomienda tomar valores de k dentro de ese rango para que la
medida no varíe en gran magnitud. También se debe considerar que hay que tener cuidado al

79
analizar por subgrupo, ya que al igual que la medida general, esta es robusta solo en un rango
especifico de los valores de k . En general, se considera que el IPM obtenido es robusto, por lo
que es posible utilizarlo, ya que tiene una sensibilidad a los cambios en rangos aceptables
según la literatura.

Se debe tener especial cuidado al analizar los resultados, ya que la creación de un nuevo índice
de pobreza multidimensional tiene que diseñarse acorde a la encuesta en la cual se basa, es
decir, las preguntas que componen la encuesta deben captar las privaciones utilizadas en el
IPM. Para el caso del IPM diseñado en el presente trabajo de título, esto no se cumplió, debido
a que toda la investigación se basó en una encuesta realizada con anterioridad. Los indicadores
agregados a la dimensión género fueron condicionados por las preguntas que componen la
encuesta, por lo tanto, se podrían obtener indicadores con mayor pertinencia, si la encuesta
estuviera construida a partir de un enfoque de género. Un ejemplo de esto es la subdimensión
de cuidados, la cual contribuye en mayor medida a las carencias existentes en la dimensión de
género, ya que está compuesta por variables que infieren las privaciones que se desean medir
y no variables que cuantifican dichas privaciones directamente, para el caso de esta
subdimensión, lo ideal hubiese sido tener una pregunta relacionada con el uso del tiempo
directamente.

Para realizar un análisis de género de los resultados de un IPM, se debe usar al individuo como
unidad de análisis, en el caso del IPM propuesto, se utilizó el hogar como unidad de análisis, al
igual que en la metodología de la encuesta CASEN 2017, es decir, se determinó que, si solo
una persona del hogar es privada, todos los residentes de dicho hogar también lo son, las
consecuencias de esto último radica en que las privaciones que afectan mayoritariamente a las
mujeres, también se distribuyen hacia los hombres o bien no se pueden identificar las
desigualdades existentes dentro del hogar que en general son pertinentes al género. Por lo
tanto, se sugiere que, para crear un índice de pobreza multidimensional con perspectiva de
género, es necesario que todo el análisis se haga en torno a las personas y no a los hogares ya
que la utilización del hogar como unidad de análisis ignora las desigualdades dentro del hogar
por ende son insensibles al género

En este trabajo de titulación se utilizan indicadores que permiten reflejar algunas de las
desigualdades y carencias que experimentan las mujeres, tales como la privación del tiempo,
las brechas de ingreso y la autonomía física, no obstante, se pueden agregar indicadores que
reflejen otras variables importantes que describan las desigualdades de género, y que a su vez
sean importantes para la sociedad, ejemplo de esto, es la utilización de variables que describan
el empoderamiento, la autonomía económica, la autonomía respecto a los derechos
reproductivos, el trabajo no remunerado, entre otras.

80
La fuente de información utilizada no permite desagregar los datos a un nivel local, por lo que la
implementación de políticas públicas se debe complementar con información de las diferentes
localidades.

Se recomienda que dentro de los diferentes procesos del ordenamiento territorial se considere
la perspectiva de género, debido a que permite identificar los impactos diferenciados de la
planeación territorial en hombres y mujeres, con el fin de poder generar propuestas para el
desarrollo de un territorio más equitativo desde el punto de vista social y de género, por lo que
la medición de la pobreza multidimensional con perspectiva de género permitiría identificar la
problemáticas a las que están sometidas las mujeres y junto a ello, generar mejores políticas
públicas que beneficien equitativamente a las personas en los territorios en los que residen.

81
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ANEXO
Tabla A: Países que han implementado un IPM

País de Implementación
Año IPM
2009 México
2010 Bútan
2011 Colombia
Ho Chi Minh City (Viet
2014 Nam)
Chile
El Salvador
2015
Costa Rica
Viet Nam
Ecuador
Pakistán
2016 Honduras
Mozambique
Armenia
Panamá
2017 República Dominicana
Nepal
Nigeria
2018 Filipinas (IPM inicial)
Ruanda
Guatemala
Afganistán
2019
Sierra Leona
Angola (nivel municipal)
Sychelles
Maldivas
Palestina
Ghana
2020 Angola (nivel nacional)
Fuente: Elaboración propia con datos de MPPN (20)

86
Tabla B: Preguntas y respuestas de las variables candidatas para la dimensión de
género

Preguntas CASEN Respuestas


1 Sí, durante el último año
s10. En los últimos tres 2 Sí, hace más de un año y hasta 2 años
años, ¿Se ha hecho una 3 Sí, hace más de 2 años y hasta 3 años
4 No
mamografía?
9 No sabe/ No recuerda
Blancos
1 Sí, durante el último año
s8. En los últimos tres años, 2 Sí, hace más de un año y hasta 2 años
¿Se ha hecho el 3 Sí, hace más de 2 años y hasta 3 años
4 No
Papanicolau?
9 No sabe/ No recuerda
Blancos
1 Nunca asistió
2 Primaria o Preparatoria (S. Antiguo)
3 Educación Básica
4 Humanidades (S. Antiguo)
5 Educación Media Científico-Humanista
r12a. Nivel de educación 6 Técnica, Comercial, Industrial o Normalista (S. Antiguo)
más alto alcanzado por su 7 Educación Media Técnica Profesional
madre (o fig. Materna) 8 Técnico Nivel Superior (carrera de 1 a 3 años)
9 Profesional (carrera de 4 ó más años)
10 Postgrado
77 No aplica
99 No sabe
Blancos
1 Sí
o4. ¿Ha trabajado alguna 2 No
vez? 9 No sabe/no responde
Blancos
0 No ha tenido hijos
s4. ¿Cuántos hijos nacidos > 0
vivos han tenido en su vida? 99 No sabe/ No recuerda
Blancos
e3. Actualmente, ¿asiste a 1 Si
algún establecimiento 2 No
Blancos
educacional, jardín infantil,
sala cuna u otro programa

87
Preguntas CASEN Respuestas

no convencional de
Educación Parvulario? 1 Ayuda en la casa o quehaceres del hogar
2 Embarazo, maternidad o paternidad
3 Tiene una discapacidad o requiere establecimiento de
educación especial
4 Enfermedad que lo inhabilita
5 Problemas familiares
6 No le interesa
7 Terminó de estudiar
e5a. ¿Cuál es la principal 8 A su edad no le sirve estudiar o no conoce la manera
razón por la cual no asiste de completar sus estudios
actualmente a algún 9 Está asistiendo a un preuniversitario
establecimiento 10 Se encuentra preparando la PSU por su cuenta
educacional? 11 Dificultad económica
12 Trabaja o busca trabajo
13 Problemas de rendimiento
14 Expulsión o cancelación de matrícula
15 No existe establecimiento cercano
16 Dificultad de acceso o movilización
17 Otra razón. Especifique
99 No sabe/no responde
Blancos
o6. ¿Buscó trabajo
remunerado o realizó alguna 1 Sí
2 No
gestión para iniciar una
actividad por cuenta propia? Blancos
1 Consiguió trabajo que empezará pronto o iniciará
pronto una actividad por cuenta propia
2 Está esperando resultado de gestiones ya emprendidas
3 No tiene con quien dejar a los niños
4 No tiene con quien dejar a adultos mayores
5 No tiene con quien dejar a otro familiar
o7r1. ¿Cuál es la razón o 6 Está enfermo o tiene una discapacidad
7 Piensa que nadie le dará trabajo (porque no cuenta con
razones...?
la capacitación requerida, por su edad, etc)
8 Las reglas, horarios y distancias de los trabajos no le
acomodan
9 Ofrecen sueldos muy bajos
10 Quehaceres del hogar
11 Estudiante
12 Jubilado(a), pensionado(a) o montepiado(a)

88
Preguntas CASEN Respuestas
13 Tiene otra fuente de ingreso (seguro de cesantía,
mesadas, rentas, transferencias del Estado, etc)
14 Se cansó de buscar o cree que no hay trabajo
disponible
15 Busca cuando realmente lo necesita o tiene trabajo
esporádico
16 No tiene interés en trabajar
17 Otra razón
99 No sabe/ No responde
Blanco
1 En el establecimiento educacional como parte de la
extensión horaria
2 En un establecimiento destinado al cuidado
e16. ¿Dónde permanece el
extraescolar
niño por un mayor número 3 En el lugar de trabajo del padre, madre o cuidador/a del
de horas en una semana niño/a
normal? 4 En su hogar
5 En otro hogar
9 No sabe/no responde
Blancos
1 Recibe ayuda de otra persona para realizar actividades
2 Nunca recibe ayuda de otra persona para realizar
ch4. Chequeo de situación
actividades
de dependencia
3 No tiene dificultades para realizar sus actividades
Blancos
Ypc. Ingreso Total per cápita = 0
del hogar corregido >0
Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta CASEN 2017 (41)

89

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