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Manual 1
Manual 1
ISBN: 978-84-18367-09-0
El Derecho del Trabajo parte del principio de que no existe una situación de equilibrio
entre el empresario y el trabajador. Debido a la consideración de una posición de
«superioridad» del empresario frente a la parte más «débil», se han instrumentado una
serie de mecanismos por los que se pretende proteger los derechos reconocidos
en el ordenamiento jurídico a los trabajadores.
Por ello, debe tenerse un conocimiento de cuáles son estos mecanismos, para lo cual se
analizará la relación laboral «ordinaria» integrada en el Régimen General de la
Seguridad Social.
Fuente del derecho: designaremos con las palabras «fuente del Derecho» a los
procesos o medios en virtud de los cuales las normas jurídicas se positivizan con fuerza
legítima obligatoria, esto es, con vigencia y eficacia (Reale).
El artículo 1.1 del Real Decreto de 24 de julio de 1889 por el que se publica el Código
Civil establece que «las fuentes del ordenamiento jurídico español son la ley, la
costumbre y los principios generales del derecho».
Además, este término de fuente se puede subdividir entre fuentes materiales y fuentes
formales:
Una vez realizada la indicación sobre las fuentes del Derecho, se pasará a analizar las
fuentes del Derecho del Trabajo. Se repite el esquema de ley, costumbre y principios
generales del Derecho, aunque encontraremos alguna peculiaridad al respecto.
No obstante, cabe matizar que, tal y como indica el artículo 3.1 del Estatuto de los
Trabajadores, los derechos y obligaciones concernientes a la relación laboral se
regulan:
Derecho de la UE
Por último, la UE, sin constituir fuentes del Derecho, puesto que no vinculan, elabora
las Recomendaciones o Dictámenes, que constituyen un medio para que las
instituciones comunitarias puedan obtener de su destinatario una conducta a seguir
(recomendación) o expresar una opinión o valoración sobre un asunto concreto
(dictamen). Al carecer de fuerza vinculante, no pueden ser objeto de control de
legalidad por parte del TJUE (Tribunal de Justicia de la Unión Europea).
Constitución Española
En definitiva:
Normas internacionales
Por otro lado, también es importante la Carta Social Europea, elaborada por el
Consejo de Europa. El Consejo de Europa es una organización internacional que
tiene como objetivo principal la defensa, protección y promoción de los derechos
humanos (en particular los civiles y políticos), la democracia y el Estado de Derecho.
Creado el 5 de mayo de 1949, se trata de la institución de este tipo más antigua de
nuestro continente y engloba las 47 naciones europeas con la sola excepción de
Bielorrusia. En 1950 se redactó el Convenio Europeo para la Protección de los
Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales, donde se garantiza la
protección de los derechos humanos y que creó el Tribunal Europeo de Derechos
Humanos. El Consejo de Europa tiene su sede en la ciudad francesa de Estrasburgo,
que hace visible su relación con la reconciliación europea tras una historia jalonada por
enfrentamientos.
La primera versión de la Carta Social Europea fue elaborada en el año 1961 por el
Consejo de Europa. España ratificó esta versión, pero no la carta actual, que data del
año 1996. La Carta Social Europea presenta derechos relacionados con el empleo, la
vivienda, la salud, la educación, la protección social y el bienestar. También
tiene preceptos para proteger a los ciudadanos más mayores, más jóvenes y a todos
aquellos en una situación de precariedad. Por ello, hay quien la califica como «la
Constitución social de Europa».
Las normas con rango de ley pueden ser elaboradas por el poder legislativo, que lo
ostentan las Cortes Generales −formadas por el Congreso de los Diputados y el
Senado (artículo 66 CE)−, o bien por el poder ejecutivo constituido por el Consejo de
Ministros.
» Leyes Orgánicas. Son normas elaboradas por las Cortes Generales; en virtud de la
Constitución Española, se establece que determinadas materias están reservadas
para ser reguladas a través de Leyes Orgánicas. Por la peculiaridad de dichas
materias se exige que sean aprobadas por mayoría absoluta del Congreso de los
Diputados en una votación final a la totalidad del proyecto. En materia laboral se
reservan a este tipo de leyes los derechos de libertad sindical y de huelga.
(artículo 81 CE).
» Leyes Ordinarias. Son también elaboradas por las Cortes Generales y no
necesitan ser aprobadas en votación final por mayoría absoluta del Congreso,
bastando la mayoría simple.
» Decretos-Leyes (artículo 86 CE). Se trata de disposiciones legislativas
provisionales, que se dictan por el gobierno en casos de extraordinaria y
urgente necesidad. Deben ser derogados o convalidados por el Congreso de los
Diputados a los 30 días de su promulgación.
» Decretos Legislativos (artículo 82 CE). En este caso las Cortes Generales, a través
de una ley de delegación, encomiendan al Gobierno regular una determinada
materia, por lo que le conceden la potestad de dictar una norma con rango de Ley.
Esta delegación puede tener como fin elaborar un texto refundido (sintetizar o
reunir en un único texto legal una pluralidad de normas) o un texto articulado
(elaborar una ley ex novo a partir de una ley de bases aprobada por el Parlamento).
Los reglamentos ocupan un rango, dentro de la jerarquía de las fuentes del Derecho,
inferior a las leyes. Desarrollan y complementan lo dispuesto en alguna ley.
Convenios colectivos
En el Derecho del Trabajo existe una fuente que no aparece en ninguna otra rama del
Derecho, y constituye además la fuente por excelencia del Derecho del Trabajo, la cual
es el convenio colectivo, tal y como así lo declara expresamente el artículo 3.1. ET.
Dentro del respeto a las leyes, los convenios colectivos pueden regular materias de
índole económica, laboral, sindical y, en general, cuantas otras afecten a las
condiciones de empleo y al ámbito de relaciones de los trabajadores y sus
organizaciones representativas con el empresario y las asociaciones empresariales,
incluidos los procedimientos para resolver discrepancias.
Como indica la STC 280/2006, de 9 de octubre, los convenios colectivos tienen carácter
de norma jurídica, y, por tanto, forman parte del sistema de fuentes, pero sometiéndose
a las normas de mayor rango jerárquico, como son las normas con rango de ley.
El artículo 1.3 del Código Civil establece que la costumbre será fuente del derecho,
siempre que sea probada, que sea lícita y que tenga el carácter de local y
profesional.
El artículo 3.4 del Real Decreto Legislativo 2/2015, de 23 de octubre, por el que se
aprueba el texto refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores, indica que «los
usos y costumbres solo se aplicarán en defecto de disposiciones legales, convencionales
o contractuales, a no ser que cuenten con una recepción o remisión expresa».
Contrato de trabajo
Cabe indicar que el contrato de trabajo no constituye fuente del Derecho del Trabajo,
pero sí vincula y obliga a ambas partes individualmente.
Una vez expuestos brevemente los elementos que regulan la relación entre empresario
y trabajador, es necesario tener en cuenta los principios del Derecho, especialmente los
aplicables al Derecho del Trabajo, enumerados a continuación.
2. Principio de norma más favorable. Según el artículo 3.3 del Estatuto de los
Trabajadores:
3. Principio pro operario: en virtud de este principio, cuando exista duda entre dos
o más sentidos de la norma, ha de acogerse aquel que, en cada caso, resulte más
conveniente para el trabajador.
«Los principios sociales han de imperar todavía con más fuerza que en el
Derecho Civil (lo que justificaría interpretaciones «matizadas» respecto de las
que hubiera llevado a cabo la propia jurisdicción civil, aun a pesar de ser ésta
[sic] la genuina intérprete de las disposiciones del Código), sino que los
intereses en juego −afectantes a valores de singular trascendencia− imponen
una interpretación pro operario, contraria al tradicional favor debitoris que
informa la práctica civil».
Por ejemplo, el ET establece en su artículo 38.1 que: «El período de vacaciones anuales
retribuidas, no susceptible de compensación económica, será el pactado en convenio
colectivo o contrato individual. En ningún caso la duración será inferior a 30 días
naturales». Se trata de un derecho (el disfrute de las vacaciones) necesario que no está
sujeto a disponibilidad.
El artículo 35.2 de la Constitución contiene una redacción que supone un mandato: «La
ley regulará un estatuto de los trabajadores».
No obstante, antes de iniciar el estudio de los títulos I y II del ET, se debe hacer
referencia al contenido de sus artículos 1 y 2. En ellos encontraremos lo expuesto a
continuación.
2. Por cuenta ajena: se caracteriza por atribuir a un tercero los beneficios del
trabajo. Esta ajenidad puede ser en los riesgos, en los frutos o en la utilidad
patrimonial, de tal forma que, el trabajador no corre el riesgo y ventura, ni se
apropia de los frutos o del beneficio, sino que todo ello se traslada al empresario.
Por lo tanto, los requisitos indispensables para que se aplique la Ley del Estatuto de los
Trabajadores son: voluntariedad, ajenidad, dependencia, remuneración y personal.
Trabajador Empresario
¿Qué se entiende por empresario? El artículo 1.2 del ET lo define de esta forma:
«A los efectos de esta Ley, serán empresarios todas las personas, físicas o jurídicas, o
comunidades de bienes que reciban la prestación de los servicios de las personas
referidas en el apartado anterior, así como de las personas contratadas para ser cedidas
a empresas usuarias por empresas de trabajo temporal legalmente constituidas».
A continuación, en el artículo 1.3, se enumeran las relaciones que están excluidas del
ámbito de aplicación del ET, por faltar alguno o algunos de los requisitos señalados
anteriormente, salvo la relación de servicio de los funcionarios públicos que se regulan
por el Estatuto de la Función Pública por declaración expresa a pesar de cumplir todos
los requisitos para considerarse como laboral, esto es, libre y voluntario, dependencia,
por cuenta ajena, remunerado y personal.
Por otro lado, el artículo 2.1 contiene las denominadas «relaciones laborales
especiales», de carácter especial. Se trata de una serie de relaciones laborales con
importantes peculiaridades en cuanto al trabajo que constituye su objeto. Es una lista
cerrada, ya que hace falta una ley para aumentarla. Entre ellas: personal de alta
dirección, servicio del hogar familiar, penados en instituciones penitenciarias,
deportistas profesionales, artistas en espectáculos públicos…
¿Por qué se consideran estas relaciones laborales como «de carácter especial»? La
respuesta se obtiene al tener en cuenta las propias características de cada una de las
relaciones laborales: por la naturaleza del vínculo personal que une a ambas partes, por
el tipo de jornada, etc.
Una vez analizados los elementos definitorios de la relación laboral común, se pasa a
analizar muy brevemente su régimen jurídico, regulado en el título I del ET.
«Deberán constar por escrito los contratos de trabajo cuando así lo exija una
disposición legal y, en todo caso, los de prácticas y para la formación y el
aprendizaje, los contratos a tiempo parcial, fijos-discontinuos y de relevo, los
contratos para la realización de una obra o servicio determinado, los de los
trabajadores que trabajen a distancia y los contratados en España al servicio
de empresas españolas en el extranjero. Igualmente constarán por escrito los
contratos por tiempo determinado cuya duración sea superior a cuatro
semanas».
Circunstancias de producción
De duración
determinada
Interinidad
Ordinario
Tipos de contratos de
Indefinido
trabajo Fomento de la contratación
indefinida
Común
A tiempo parcial
Fijo discontinuo
Relevo
Los derechos y deberes del trabajador están establecidos en el artículo 4 del ET,
donde se enumeran sus derechos laborales diferenciando entre:
A diferencia de lo que ocurre con los derechos y deberes de los trabajadores, que
aparecen enumerados en los artículos 4 y 5 del ET, no existe una relación
específica sobre los derechos y deberes correspondientes al empresario. Tal
D) Período de prueba:
La suspensión del contrato deja sin efectos las obligaciones de ambas partes:
trabajar y remunerar el trabajo (artículo 45.2 ET).
En el artículo 49 del ET se indican las causas por las que se extinguirá el contrato de
trabajo. A continuación, se enumeran:
La diferencia entre ambos es que los delegados de personal y miembros de los comités
de empresa son elegidos democráticamente en el centro de trabajo o la empresa,
representando, por ello, a todos los trabajadores del centro/empresa, mientras que los
representantes sindicales representan a los trabajadores afiliados a su sindicato siendo
elegidos por ellos y no por todos los trabajadores, como sucede en los órganos de
representación unitaria.
a) Representación sindical:
b) Representación unitaria:
Todos (los delegados de personal y miembros del comité de empresa) son elegidos
mediante sufragio libre, personal, secreto y directo.
Los delegados de personal, los miembros del comité de empresa y los expertos que les
asistan deberán observar el deber de sigilo con respecto a la información que se les
haya podido comunicar con carácter reservado (arts. 65.2 y 62. 2 ET).
Para ciertos supuestos existen también unos tipos de comités de empresa especiales:
De forma que, cuando el representante legal de los trabajadores actúa con el carácter de
delegado de prevención, «deberá olvidar» las posibles reivindicaciones que pueda tener
frente al empresario por otras cuestiones. Las diferencias o conflictos sobre salarios,
jornada, tipos de contratación, etc., deben quedar al margen mientras el representante
de los trabajadores realiza funciones de delegado de prevención.
Marco normativo
» Regímenes:
Con carácter global, el régimen general comprende a los trabajadores por cuenta
ajena de las distintas ramas de la actividad económica o asimilados a ellos,
mayores de 16 años, sin distinción de sexo, estado civil o profesión y ya sean
trabajadores a domicilio, eventuales, de temporada o fijos, incluso discontinuos.
También son irrelevantes el grupo profesional y la forma y cuantía de la retribución.
De forma más concreta, la LGSS establece en su artículo 136 una enumeración más
detallada de colectivos de trabajadores incluidos.
Existen, no obstante, una serie de principios o medios legales que son comunes a
todos los regímenes:
1. Régimen jurídico común para todo el sistema. Son las normas que tratan
temas como afiliación, cotización, recaudación o acción protectora.
2. Afiliación única y vitalicia al sistema, con independencia del régimen en el que
se cause el alta.
3. La totalización de las permanencias en cada uno de los regímenes, siempre que
no se superpongan, cuando los trabajadores pasen de unos a otros regímenes.
4. El cómputo recíproco de cotizaciones con el régimen de clases pasivas del
Estado, para prestaciones comunes de los regímenes de que se trate.
En la relación laboral, a pesar de que con el contrato de trabajo se crea una relación
jurídica entre empresario y trabajador, existe un «tercero» que se va a involucrar en
esta relación:
De tal forma que surge una interrelación entre las tres partes:
» La empresa mantiene una relación laboral con el trabajador, con derechos y deberes
recíprocos.
» La empresa mantiene ciertas obligaciones frente al Sistema de la Seguridad Social.
» El trabajador mantiene derechos y deberes frente al Sistema de la Seguridad Social.
Las dos partes implicadas en la relación laboral son sujetos obligados al pago de lo que
se denomina Cotización al Sistema de la Seguridad Social. El responsable de
dicho pago, el que realiza efectivamente el ingreso, es el empresario, que
posteriormente descontará en el recibo de salario mensual la parte que corresponde al
trabajador. Las cuotas se ingresarán dentro del mes siguiente de su devengo.
La cantidad para cotizar por cada una de las partes se obtiene de aplicar, a la
denominada base de cotización, un porcentaje o tipo de cotización.
» Bases de cotización:
» Contingencias comunes.
» Resto de contingencias: accidentes de trabajo y enfermedades profesionales,
desempleo, Fondo de Garantía Salarial y Formación Profesional.
» Tipos de cotización:
Desempleo
Contrato de duración
determinada. Tiempo 6,70 1,60 8,30
completo
Contrato de duración
7,70 1,60 9,30
determinada. Tiempo parcial
Horas Extraordinarias
Horas Extraordinarias
12,00 2,00 14,00
Fuerza Mayor
Resto de Horas
23,60 4,70 28,30
extraordinarias
Tabla 8. Tipos de cotización.
» Reducciones y bonificaciones:
Concretamente, la cuantía del incentivo se fija en el 5 % del importe de las cuotas por
contingencias profesionales y en el 10 % si existe inversión en acciones
complementarias de prevención de riesgos laborales (con el límite máximo del importe
de la inversión realizada).
Para las empresas que incumplan sus obligaciones en materia de seguridad y salud
laboral y tengan altos índices de siniestralidad, el Ministerio de Empleo y Seguridad
Social estudiará la posibilidad de un incremento de las cotizaciones por contingencias
profesionales.
» Asistencia sanitaria
» Prestaciones económicas por:
o Incapacidad temporal.
o Nacimiento y cuidado del menor.
o Riesgo durante el embarazo.
o Riesgo durante la lactancia natural.
o Corresponsabilidad en el cuidado del lactante.
o Cuidado de menores afectados por cáncer y otra enfermedad grave.
o Incapacidad permanente.
o Lesiones permanentes no invalidantes.
o Jubilación, en sus modalidades contributiva y no contributiva.
o Desempleo, en sus niveles contributivo y asistencial.
o Protección por cese de actividad.
o Muerte y supervivencia.
o Prestaciones familiares.
Por ser la prestación económica más habitual, se explica únicamente la prestación por
incapacidad temporal.
Para las demás prestaciones puedes visitar la página web de la Seguridad Social:
http://www.seg-
social.es/wps/portal/wss/internet/Trabajadores/PrestacionesPensionesTrabajadores/1
2778
Al iniciar el estudio de las acciones protectoras se ha indicado que con ellas se pretende
asegurar la asistencia y prestaciones ante situaciones de necesidad. La situación de
necesidad surge ante la imposibilidad temporal o definitiva de la prestación de
servicios por parte del trabajador.
Como indica la doctrina (Sempere Navarro, 1998) los primeros convenios de la OIT
fueron los impulsores de la toma de conciencia en muchos países de la importancia de
regular la seguridad y salud.
En este sentido, a lo largo de los años, la OIT siempre se ha ocupado de las cuestiones
relativas a la prevención de riesgos laborales, adoptando un elevado número de
convenios y recomendaciones.
Ámbito Norma
» Convenio 161 sobre los servicios de salud en el trabajo (1985). *No ratificado
Medicina en por España.
el trabajo » Recomendación 97 sobre la protección de la salud de los trabajadores
(1953).
» Convenio 139 sobre cáncer profesional (1974). *No ratificado por España.
» Convenio 148 sobre medio ambiente de trabajo (contaminación del aire,
Higiene ruido y vibraciones).
» Convenio 162 sobre el asbesto (1986).
» Convenio 170 sobre productos químicos (1990). *No ratificado por España.
Ergonomía
» Convenio 127 sobre el peso máximo de la carga que puede ser transportada
por un trabajador (1967).
Así, debe indicarse, en primer lugar, cómo en los tres Tratados Constitutivos de la UE
aparecen objetivos en materia de seguridad y salud, aunque, no obstante, se trata de
formulaciones genéricas. Concretamente, el artículo 117 Tratado Constitutivo de la CEE
(Roma 1957) hacía referencia a la «necesidad de promover la mejora de las condiciones
de vida y trabajo de los trabajadores, a fin de conseguir su participación por la vía del
progreso».
De esta forma, todas las directivas que han sido aprobadas sobre dicha materia se
asientan sobre la base del Acta Única Europea (de 17 de febrero de 1986), norma de
derecho comunitario originario, dirigida a la consecución de un mercado interior, y en
cuyos artículos 136 y 137 (anterior artículo 118A) se establecen los principios esenciales
a tener en cuenta para la armonización de la normativa europea sobre seguridad y
salud en el trabajo. En particular, «obligan al Consejo a establecer mediante directivas
las disposiciones mínimas para favorecer la mejora del medio de trabajo, con el fin de
elevar el nivel de protección de la seguridad y salud de los trabajadores». (Exposición
de Motivos de la Directiva 89/391/CEE, de 12 de junio de 1989, del Consejo). Tal
mandato se cumple por medio de múltiples normas de este tipo: directiva marco y
directivas derivadas.
Asimismo, quedan definidas las obligaciones generales del empresario, de entre las que
destaca la relativa a evaluar los riesgos para la seguridad y salud de los trabajadores de
forma que le facilite garantizar un mayor nivel de seguridad.
Para ello, además, será necesario integrar las actividades de prevención dentro
del conjunto de actividades empresariales y a todos los niveles jerárquicos.
Ámbito Norma
Ámbito Norma
Además de las Directivas, destacan también los programas de acción llevados a cabo
por la UE, que, pese a no tener eficacia directa vinculante para los Estados miembros,
revisten importancia por reflejar los objetivos perseguidos por la UE en la materia.
Dichos programas de acción son los siguientes:
Una vez dentro de nuestras fronteras, visto el primer eje sobre el que gira toda la
regulación en materia preventiva en España, el segundo eje viene establecido por el
artículo 40.2 de la Constitución mediante el que se encomienda a los poderes
públicos, entre otros principios rectores de la política social y económica, el de velar
por la seguridad e higiene en el trabajo, lo cual impone al legislador el desarrollo
de toda una política normativa dirigida a la protección de la salud de los trabajadores
que va más allá de la propia obligación contractual, convirtiendo el derecho a la
protección del trabajador en un derecho con amparo constitucional, no solo de
relevancia individual sino también colectiva, y de carácter evidentemente indisponible.
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
Principios básicos
Pero a ellos es necesario añadir las previsiones establecidas como desarrollo al deber
general de protección, es decir:
Finalmente, está claro que todas estas declaraciones de intenciones van encaminadas a
un mismo objetivo, el de incrementar el grado de protección de los
trabajadores desde un primer nivel básico, como es la concepción general de la
» Deberá facilitar equipos de trabajo que sean adecuados para el trabajo que deba
realizarse y convenientemente adaptados a tal efecto, de forma que garanticen la
seguridad y salud de los trabajadores al utilizarlos (artículo 17).
» Deberá adoptar las medidas adecuadas para que los trabajadores reciban toda la
información necesaria en relación con los riesgos que se hayan detectado en la
empresa en su conjunto o en cada puesto de trabajo o función; las medidas de
protección y prevención y las medidas de emergencia en materia de primeros
auxilios, lucha contra incendios y evacuación de los trabajadores que hayan de ser
adoptadas (artículo 18).
A lo cual se añade, entre otros aspectos, que en aquellas empresas en las que exista
representación legal de los trabajadores tal información se facilitará por medio de
ellos, sin perjuicio de que a cada trabajador se le informe de los riesgos específicos
de su puesto de trabajo o función, así como de las medidas de prevención o
protección a adoptar.
Para organizar los recursos necesarios para las actividades preventivas, el empresario
no se encuentra solo, sino que, pensando en las dificultades para resolver todas las
cuestiones planteadas en el marco de la relación laboral, se crean organismos
especializados que prestan su apoyo y colaboración, muchas veces de forma continuada
y directa.
Seguridad en el trabajo
Higiene
Se entiende como «agentes biológicos», según esta norma, los microorganismos, con
inclusión de los genéticamente modificados, cultivos celulares y endoparásitos
humanos, susceptibles de originar cualquier tipo de infección, alergia o toxicidad.
A los efectos de aplicación del presente Real Decreto, el término «amianto» designa
a los silicatos fibrosos siguientes, de acuerdo con la identificación admitida
internacionalmente del registro de sustancias químicas del Chemical Abstract
Service (CAS): Actinolita amianto, Grunerita amianto (amosita), Antofilita amianto,
Crisotilo, Crocidolita y Tremolita amianto.
Ergonomía
A los efectos de este Real Decreto, una «pantalla de visualización» es una pantalla
alfanumérica o gráfica, independientemente del método de representación visual
utilizado; un «puesto de trabajo» es el constituido por un equipo con pantalla de
visualización provisto, en su caso, de un teclado o dispositivo de adquisición de
datos, de un programa para la interconexión entre persona y máquina, de accesorios
ofimáticos y de un asiento y mesa o superficie de trabajo, así como el entorno laboral
inmediato; y, por último, un «trabajador» es cualquier trabajador que
habitualmente y durante una parte relevante de su trabajo normal utilice un equipo
con pantalla de visualización.
Dentro del objetivo de garantía del máximo nivel posible de protección, es −o debería
ser− fundamental el papel de la negociación colectiva, puesto que los convenios
colectivos son el instrumento más adecuado para regular las condiciones de seguridad y
salud en su concreto ámbito de aplicación, en cuanto que los interlocutores sociales
conocen las necesidades y las carencias en un ámbito determinado en materia
preventiva.
Aun así, y pese a una primera etapa histórica en la que no existía propiamente una
cultura preventiva, con el tiempo se ha ido generalizando, junto con ese «desinterés»,
cierta concienciación acerca de la necesidad de dar prioridad o, al menos, un lugar
destacado a la garantía de un medio de trabajo seguro en el contexto del diálogo social.
» Dentro del ANC de 2007 se reiteran los mismos principios básicos en cuanto a
tratamiento de la seguridad y salud dentro de la negociación colectiva, a partir de lo
cual se prevé la posibilidad de incidir sobre numerosas materias, como la
integración de la prevención de riesgos laborales en el ámbito de la empresa, la
garantía de la vigilancia periódica del estado de salud de los trabajadores, la
formación sobre los riesgos presentes en los puestos de trabajo, el crédito horario y
sistemas de designación de los Delegados de Prevención y la constitución en los
convenios colectivos de comisiones paritarias que tengan por objeto el análisis de la
regulación introducida por el RD 171/2004 sobre coordinación de actividades
empresariales, la propuesta de soluciones en materia de prevención y la
identificación de los déficits y necesidades en materia de prevención de riesgos y la
formulación de propuestas para su solución. Todo ello, como ya se ha señalado,
dentro de los mínimos legales.
Integración de la Prevención
La formación sobre los riesgos presentes en los puestos de trabajo se muestra como una de las
herramientas más adecuadas para fomentar la cultura preventiva y los cambios actitudinales
Pese a que, en teoría, cuanto más cercano al nivel de aplicación de la propia empresa
sea el convenio, mejor regulación contendría por conocer los riesgos a los que se
exponen los trabajadores, no es frecuente encontrar menciones a la seguridad y salud
en convenios.
Todas las actividades y situaciones en las que se encuentran las personas están
sometidas a una serie de riesgos. La sociedad, en general, y las personas, en particular,
intentan alcanzar el bienestar buscando la forma de encontrarse en todo momento en
condiciones de seguridad y salud.
De ahí la necesidad de conocer los diferentes factores de riesgos y riesgos asociados, así
como las medidas de prevención y protección a aplicar, a través de las diferentes
técnicas o disciplinas preventivas, y los organismos implicados en la materia.
Por tanto, al finalizar la unidad, el alumno debe haber alcanzado los siguientes
objetivos:
Interrelación trabajo-salud
El trabajo constituye una actividad necesaria para el ser humano, y aunque, por un
lado, tiene unos efectos positivos sobre las personas, pues sirve de instrumento para
desarrollar sus capacidades físicas e intelectuales y el desarrollo de su personalidad,
también puede tener repercusiones negativas, especialmente en relación con la salud
del trabajador cuando el trabajo se presta en unas condiciones no seguras y saludables.
Por ello, aun cuando el objetivo último de toda empresa es de tipo económico y
productivo, no debe olvidarse la necesidad de organizar la actividad productiva de
forma que se evite perjudicar la salud de los trabajadores. De ahí que el objetivo de la
prevención de riesgos laborales es la tutela o garantía de la seguridad y salud en el
trabajo a través de técnicas eminentemente preventivas.
En la misma línea se mueve el Convenio núm. 155 OIT, cuyo artículo 3 indica que «el
término salud, en relación con el trabajo, abarca no solamente la ausencia de afecciones
o enfermedad, sino también los elementos físicos o mentales que afectan a la salud y
están directamente relacionados con la seguridad e higiene en el trabajo».
Condiciones de trabajo
«Cualquier característica del mismo [sic] que pueda tener una influencia
significativa en la generación de riesgos para la seguridad y la salud del
trabajador. Quedan específicamente incluidas en esta definición:
»d) Todas aquellas otras características del trabajo, incluidas las relativas a su
organización y ordenación, que influyan en la magnitud de los riesgos a que
esté expuesto el trabajador».
Se trata, por lo tanto, de un concepto muy amplio, ya que son múltiples las cuestiones
que pueden intervenir en el ámbito laboral y que tienen una incidencia directa en el
estado del trabajador.
Con este segundo gráfico se pretende reflejar cómo el riesgo de que un trabajador sufra
un accidente de trabajo no suele estar ligado a una sola causa. La realidad demuestra
que en la mayoría de los accidentes de trabajo intervienen múltiples causas, que
pueden operar de forma directa o indirecta en el resultado.
Todos los elementos que inciden en menor o mayor medida en el accidente de trabajo
forman parte de las condiciones de trabajo.
Lo que en su día eran suelos y techos han caído a la planta baja. Las vigas están visibles
y situadas a una distancia considerable del suelo, llegando a alcanzar alguna de ellas los
siete metros de altura.
Para la ejecución de los trabajos el empresario entrega a sus operarios unos cinturones
de seguridad para que se protejan ante una eventual caída de altura.
Acuden tres operarios hasta la casa, improvisan unos puntos de anclaje, amarran los
equipos de protección individual y comienzan el desmontaje de las vigas. En un
momento dado, uno de los trabajadores necesita una herramienta por lo que se ve en la
necesidad de desenganchar su cinturón para alcanzarla y, cuando se desplaza por la
viga, resbala por la humedad acumulada, ya que está lloviendo, y cae al suelo.
a) Agentes materiales:
o Los trabajos en altura se han realizado sin elementos de protección
colectiva. Se podría haber utilizado un equipo para elevar personas desde donde
realizar los trabajos oportunos.
o Los trabajos se han ejecutado con elementos de protección individual. Es
necesario partir del principio preventivo de que los elementos de protección
En definitiva, las condiciones de trabajo con las que se encuentran los trabajadores en
el ejercicio de su actividad profesional se pueden estructurar por sus características en
Factor de riesgo
El factor de riesgo se puede definir como toda fuente de posible lesión, daño o
enfermedad. También se denomina «peligro».
Los factores de riesgo con los que se pueden encontrar los trabajadores en el ejercicio
de su actividad profesional se pueden clasificar de la siguiente forma:
» Condiciones de seguridad.
» Entorno del trabajo.
» Carga de trabajo.
» Organización del trabajo.
Factores Medioambientales
Factores de carga y
Factores de Contaminantes químicos y
de organización del
seguridad Entorno físico biológicos
trabajo
del trabajo
Químicos Biológicos
Incendios
etc.
Equipos de
trabajo
Tabla 1. Factores de riesgo.
» Factores de Seguridad:
» Factores medioambientales:
Para determinar el grado del riesgo desencadenado por el agente contaminante (por
ejemplo, el ruido), para evaluar su riesgo, será necesario efectuar una medición para
conocer el nivel o dosis que recibe el trabajador durante su jornada laboral.
Los efectos de este tipo de contaminantes, a diferencia de los causados por otros, no
son siempre a corto plazo.
» Ruido.
» Iluminación.
» Ambiente térmico.
» Vibraciones.
» Radiaciones.
» Etc.
Así, por ejemplo, el trabajo físico puede suponer situaciones tales como lesiones de
extremidades superiores, lesiones lumbares o fatiga muscular generalizada, derivadas
de un trabajo con exigencias de manipulación manual de cargas, repetición de
movimientos, posturas forzadas etc.
Carga mental: es definida por el INSST como la que viene determinada por la
cantidad de información que el trabajador debe tratar por unidad de tiempo.
La cuestión es: ¿cómo lograremos que el trabajador realice su actividad profesional con
una carga de trabajo que garantice su salud, entendida como el equilibrio físico y
mental? La respuesta está en una adecuada organización del trabajo a ejecutar.
Riesgo de trabajo
Existe una clara relación entre factor de riesgo y riesgo, pues el factor de riesgo
constituye la fuente de peligro, y el riesgo es la materialización de ese factor de riesgo
cuando existe un trabajador a su alcance.
Los riesgos −de igual forma que los factores de riesgo− pueden ser clasificados en
función del tipo de factor al cual van asociados.
Como consecuencia de los riesgos derivados del trabajo pueden originarse lesiones
específicas o daños derivados del trabajo. Y en este sentido, el artículo 4 LPRL define el
daño derivado del trabajo como «las enfermedades, patologías o lesiones sufridas
con motivo u ocasión del trabajo».
Además, y como resumen de todo lo visto hasta ahora, en relación con la clasificación
realizada de factores de riesgo, se pueden agrupar de la siguiente forma:
Los términos «prevención» y «protección» son dos aspectos diferentes, pero que,
necesariamente, están entrelazados.
Siguiendo con las definiciones del artículo 4 LPRL, conceptúa la prevención como «el
conjunto de actividades o medidas adoptadas o previstas en todas las fases de la
actividad de la empresa con el fin de evitar o disminuir los riesgos derivados del
trabajo».
En definitiva:
No obstante, hay que destacar el contenido del apartado h) de la LPRL, ya que, entre las
medidas que integran el deber general de prevención del empresario, cita «adoptar
medidas que antepongan la protección colectiva a la individual». Evidentemente, esta
medida no es propiamente de prevención, sino de protección.
Por otro lado, como ejemplo de medidas de protección, se encuentran las siguientes:
» Barandillas.
» Ventilación general.
» Resguardos.
» Equipos de protección individual (EPI).
siempre del mínimo compromiso a que obligan las normas internacionales existentes
en la materia.
Accidente
Artículo 156 LGSS. Toda lesión corporal que el trabajador
De trabajo sufra con ocasión o por consecuencia del trabajo que
ejecute por cuenta ajena.
Accidente de trabajo
» Debe existir una lesión corporal, es decir, alteraciones en la salud del trabajador
con independencia del grado de daño. No obstante, en la actualidad, y a través de
una flexibilización e interpretación amplia de la doctrina jurisprudencial al respecto,
también se incluyen en esta característica aquellas lesiones no físicas, sino también
psíquicas.
» Debe tener lugar en relación con el trabajo por cuenta ajena, es decir, en la
prestación de un servicio bajo la dependencia del empresario, relación regulada,
pues, en el Estatuto de los Trabajadores. De igual forma que en el caso anterior, en la
actualidad, con el RD 1273/2003, de 10 de octubre, por el que se regula la cobertura
de las contingencias profesionales de los trabajadores incluidos en el Régimen
Especial de la Seguridad Social de los Trabajadores por Cuenta Propia o Autónomos,
y la ampliación de la prestación por incapacidad temporal para los trabajadores por
cuenta propia, también pueden quedar protegidos en casos de accidente de trabajo.
» Debe existir una relación de causalidad entre el trabajo y el daño, relación sine
qua non para que se puede hablar de un accidente de trabajo y que constituye la
diferencia con el accidente no laboral.
A continuación, el apartado 2 del artículo 156 LGSS enumera una relación de supuestos
que tienen la consideración de accidentes de trabajo:
» Los que sufra el trabajador con ocasión o como consecuencia del desempeño
de cargos electivos de carácter sindical, así como los ocurridos al ir o al volver
del lugar en que se ejerciten las funciones propias de dichos cargos.
» Los ocurridos con ocasión o por consecuencia de las tareas, aun siendo
distintas a las de su categoría profesional, que ejecute el trabajador en
cumplimiento de las órdenes del empresario o espontáneamente en interés del buen
funcionamiento de la empresa.
Así la STSJ País Vasco, de 14 de diciembre de 2010, rec. núm. 2693/2010, considera
accidente de trabajo la gonalgia de rodilla, con inestabilidad y dolor, que se produce
tras un mal paso en el trabajo, cuando la misma derivaba de una antigua rotura
parcial del ligamento cruzado anterior.
que iba para comer (STS de 18 de febrero de 1969), una residencia de verano (STS de
16 de octubre de 1984; STCT de 16 de diciembre de 1981; STSJ Madrid, de 19 de
junio de 1989; STSJ Baleares, de 9 de diciembre de 1992).
Por último, el apartado 4 del artículo 156 LGSS enumera una serie de situaciones que
considera que no son accidentes de trabajo:
» Los que sean debidos a fuerza mayor extraña al trabajo. La naturaleza del
hecho causante no guarda ninguna relación con el trabajo que se ejecuta al ocurrir
un accidente. Por ejemplo: un terremoto. No obstante, no considera fuerza mayor
extraña al trabajo: el rayo, la insolación u otros fenómenos análogos de la
naturaleza.
Enfermedad Profesional
De igual forma que en el caso del accidente del trabajo, también nos hallamos con dos
definiciones de la enfermedad profesional:
«La contraída a consecuencia del trabajo ejecutado por cuenta ajena en las
actividades que se especifiquen en el cuadro que se apruebe por las
disposiciones de aplicación y desarrollo de esta ley, y que esté provocada por la
acción de los elementos o sustancias que en dicho cuadro se indiquen para
cada enfermedad profesional».
También la STSJ Castilla y León, de 15 de abril de 2009, st. núm. 193/2009, considera
enfermedad profesional, por estar incluida en el listado del RD 1299/2006, el síndrome
de túnel carpiano bilateral sufrido por un trabajador.
Los factores que determinan una enfermedad profesional son los siguientes:
» Tiempo de exposición.
» Consecuencias o intensidad del contaminante.
» Presencia simultánea de varios contaminantes.
» Características personales de los trabajadores.
Por tanto, de dichas definiciones se extrae que la diferencia entre ambas es que, desde
el punto de vista legal, se requiere que la enfermedad aparezca recogida en el cuadro
legal y además sea causada por la sustancia o agente recogido en dicho cuadro y en la
actividad de este, mientras que, desde el punto de vista técnico-preventivo, cualquier
enfermedad adquirida en el entorno laboral, con independencia de si queda regulada o
no en el cuadro legal, será enfermedad laboral.
Por ejemplo, para consultar una EP, debemos consultar para qué actividades se
considera que este agente provoca EP. Así el caso de un trabajador que se dedica a la
recolecta de residuos domésticos y que padece sordera debido al ruido del camión:
Grupo 2; Agente A Hipoacusia o sordera provocada por el ruido; Subagente 01 Sordera
profesional de tipo neurosensorial, frecuencias de 3 a 6 Khz., bilateral simétrica e
irreversible; Actividad 12 recolección de basura doméstica. Así, el código sería: A0112.
» Medicina del trabajo. Actúa, tal y como indica su propia denominación, sobre dos
aspectos conjuntamente: la medicina en relación con el trabajo. Tiene por
objeto proteger a la persona, en cuanto persona que trabaja.
Figura 10. Logo Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA).
» Consejo de Administración.
» Comité ejecutivo.
» Director ejecutivo.
» Red.
Figura 11. Logo Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y Trabajo (Eurofound).
Comités Consultivos
Fue creado por decisión del Consejo 2003/C218/01, y viene a simplificar el proceso de
consulta en el ámbito de la seguridad y la salud en el lugar de trabajo y racionaliza los
órganos en esta materia.
Está integrado por 21 miembros seleccionados de entre los candidatos propuestos por
los Estados miembros. Entre ellos hay expertos científicos en química, toxicología,
epidemiología, medicina del trabajo e higiene industrial, que por su especialidad son
capaces de analizar la información disponible y recomendar límites de exposición.
Fue creado por Decisión de la Comisión de 12 de julio de 1995 (95/319/CE). Tiene por
objeto ayudar a la Comisión Europea en la supervisión de la aplicación de la legislación
de la Unión Europea en el ámbito local.
Su estructura es la siguiente:
ÁREAS ACCIONES
El INSST, por interés histórico, incluye en la página web todas las NTP desde el
principio, es decir, desde 1982. Lógicamente algunas han quedado desfasadas al
haberse modificado la normativa a la que hacen referencia. Es fácil determinar si la
NTP consultada está vigente o no, ya que se indica en cada una de ellas si está
clasificada como «no válida» o «válida».
AIP.29.1.18 - F-PSICO. Factores Psicosociales. Método de evaluación. Versión 4.0. - Año 2018
AIP.203 RISKOFDERM - Evaluación del riesgo por exposición dérmica laboral a sustancias
químicas. Versión 1.0 - Año 2012
AIP.201 - Modelo operativo para la gestión de la violencia ocupacional de origen externo - Año
2011
AIP.023 - EVALFRIO. Evaluación de riesgos por exposición laboral a frío. Versión 1.0 - Año
2005
AIP.019 - PVCHECK. Evaluación de puestos con pantallas de visualización. Versión 2.0 - Año 2001
Tabla 12. Aplicaciones Informáticas para la Prevención.
» APP:
Son herramientas de ayuda para algunos cálculos y chequeos habituales, para así
obtener información sobre agentes contaminantes o condiciones de trabajo, en las
disciplinas que conforman la prevención de riesgos. Su formato permite ser descargada
en el smartphone o tablet para ser usada en «campo», permitiendo la consulta on-line
y, si se precisa, el posterior envío a un ordenador de los datos consultados o calculados,
facilitando la elaboración e impresión de un informe final, así como orientar in situ
sobre los resultados que se van obteniendo durante el estudio.
APP
APP Manipulación manual de cargas: índice de levantamiento según la ecuación del NIOSH
revisada
Exposición a vibraciones
» Calculadores:
Constituye una herramienta de ayuda para algunos cálculos habituales en las distintas
disciplinas que conforman la prevención de riesgos laborales. Su formato permite
identificar la empresa y el puesto de trabajo bajo estudio, e imprimir un informe final
con los datos de entrada, los datos intermedios (cuando proceda) y los resultados
obtenidos.
» Entrar libremente en cualquier momento y sin previo aviso en todo centro de trabajo,
establecimiento o lugar sujeto a inspección, y a permanecer en este.
Figura 17. Banner Fundación para la Prevención de Riesgos Laborales (Fundación para la Prevención de
Riesgos laborales).
El artículo 14.2 LPRL considera que forma parte del deber de protección del empresario
disponer de una organización de los medios necesarios que le aseguren su
cumplimiento. De este modo, el empresario debe realizar la prevención de riesgos
laborales adoptando las medidas que sean necesarias para la protección de la seguridad
y salud de los trabajadores y constituyendo asimismo una organización con los medios
necesarios para llevarlo a cabo.
Por tanto, al finalizar la unidad, el alumno debe haber alcanzado los siguientes
objetivos:
Como se ha indicado, para organizar los recursos necesarios para las actividades
preventivas, el empresario no se encuentra solo, sino que, pensando en las dificultades
para resolver todas las cuestiones planteadas en el marco de la relación laboral, se
crean organismos especializados, que prestan su apoyo y colaboración, muchas veces
de forma continuada y directa (y se abre la vía de participación a los propios
trabajadores y sus representantes).
Es una opción totalmente libre para el empresario, que puede optar libremente por
desempeñar directa y personalmente la actividad preventiva, siempre que cumpla los
siguientes requisitos:
No vigilancia de la salud
Tabla 2. Requisitos para la asunción personal por parte del empresario.
Debe indicarse que, de todas las actividades preventivas, existe una que no podrá
llevar a cabo directamente el empresario: la vigilancia de la salud de los
trabajadores. Se duda de si dicha exclusión afecta incluso a supuestos en los que el
empresario tuviera la titulación requerida, y estuviera capacitado técnicamente, o
simplemente se excluye por razones obvias al carecer de dicha capacitación. No
En estos casos de asunción directa por el empresario, este deberá someter su sistema de
prevención a una auditoría o evaluación externa (artículo 30.6 LPRL), aspecto que
será analizado con posterioridad.
El artículo 30.1 LPRL, desarrollado por los artículos 12 y 13 RSP, regula esta
modalidad, pero de modo bastante imprecisa y vaga. Literalmente, el artículo 30.1
LPRL se refiere a la posibilidad de «designar a uno o varios trabajadores para ocuparse
de dicha actividad».
De ahí que las funciones a desempeñar serán las mismas que la ley atribuye a los
servicios de prevención en el artículo 31.3 LPRL. Estos trabajadores, para llevar a cabo
sus funciones, actuarán de forma coordinada y, en su caso, con los servicios de
prevención.
De hecho, dada la especial posición que tiene el trabajador designado, le sitúa en una
posición similar a la de los representantes de los trabajadores, por lo que, para evitar
situaciones conflictivas y protegerle de igual forma que a los representantes, queda
amparado con las mismas garantías que los representantes.
No obstante, como indica la STSJ Castilla y León, de 25 de febrero de 2015, rec. núm.
3/2015, el artículo 30.4 LPRL no detalla las concretas garantías, sino que se limita a
indicar que tienen las mismas garantías que los representantes legales, pero ello no
debe llevar a equívocos acerca de su naturaleza participativa, pues se trata de
trabajadores con funciones de asistencia y apoyo, y no representativas.
No obstante, esta garantía no es absoluta, sino que es relativa, pues según la STSJ
Andalucía, de 29 de mayo de 2014, rec. núm. 562/2014, solo se aplicará en relación
con el centro de trabajo en el que esté destinado el trabajador.
Pero, sin embargo, en este tercer supuesto, es posible que la empresa pueda optar
entre la constitución del servicio de prevención propio o la contratación de uno
ajeno. Esta posibilidad solo se concede en este tercer supuesto, no siendo posible en
los dos primeros.
En el caso de medicina del trabajo: poner a disposición los recursos humanos y materiales
necesarios
Tabla 4. Características del servicio de prevención propio.
En la actualidad, esta modalidad constituye la opción más recurrida por las empresas,
pues, por un lado, cuentan con una alta especialización y, por otro lado, suponen un
ahorro de costes para las empresas. Sin embargo, el abuso excesivo del sistema y la
visión puramente economicista de la prevención ha provocado graves inconvenientes,
especialmente cuando lo que se prima es un mero cumplimiento formal de las
obligaciones preventivas eludiendo aplicaciones prácticas y eficaces de las medidas de
seguridad y salud laboral (Igartua Miró, 2018).
Concepto y supuestos
Según el artículo 10.2 RSP los servicios de prevención ajenos son «los prestados
por una entidad especializada que concierte con la empresa la realización de
actividades de prevención, el asesoramiento y apoyo que precise en función de los tipos
de riesgo o ambas situaciones conjuntamente».
En cuanto a las funciones que asumen estos servicios de prevención ajenos son las ya
indicadas anteriormente, exponiendo el artículo 19.2 RSP que deben asumir las
señaladas en el artículo 31.3 LPRL que hubieran concertado, y además han de
contribuir a la efectividad de la integración de las actividades de prevención en el
conjunto de actividades de la empresa y en todos los niveles jerárquicos de esta. No
obstante, se les permite subcontratar los servicios a otros «cuando sea necesario para
la realización de actividades que requieran conocimientos especiales o instalaciones de
gran complejidad». En este sentido, el artículo 1.3 Orden TIN 2504/2010, de 20 de
septiembre, indica que esta posibilidad de subcontratar los servicios de otros
profesionales va referida a actividades de laboratorios como los clínicos,
microbiológicos y de higiene industrial, sin perjuicio de lo dispuesto en la
normativa específica de energía nuclear.
Ahora bien, antes de adoptar la decisión de acudir a los servicios de una entidad
especializada en prevención de riesgos laborales, el empresario debe consultarlo a los
representantes de los trabajadores, tal y como establecen los arts. 16.2 RSP y 33.1
LPRL.
Requisitos que deben cumplir las entidades para actuar como servicios de
prevención ajenos
Según el artículo 31.5 LPRL, para actuar como servicios de prevención, las entidades
especializadas deberán contar con una acreditación de la autoridad laboral, que
es única y con validez para todo el territorio español, una vez se haya comprobado que
reúnen los requisitos que se establecen reglamentariamente y previa autorización de la
autoridad sanitaria en cuanto a los aspectos sanitarios.
Los arts. 17 y 18 RSP recogen los requisitos para poder actuar como servicios de
prevención ajenos:
Para obtener esta acreditación, los artículos 23 y siguientes RSP regulan los siguientes
pasos:
1. Solicitud de acreditación
3. Resolución
5. Registro
Tabla 6. Procedimiento para obtener la acreditación de la Administración Laboral para constituir un
servicio de prevención ajeno.
Transcurrido dicho plazo sin que se haya notificado resolución expresa, la solicitud
podrá entenderse desestimada por silencio administrativo.
Cuando una empresa decide recurrir a una entidad especializada acreditada para
desarrollar la actividad preventiva debe concertar por escrito la prestación, mediante
un acuerdo que se denomina concierto de la actividad preventiva.
Salvo que las actividades se realicen con recursos preventivos propios, y así se
especifique en el concierto, este deberá consignar:
1º. Si se concierta la especialidad de seguridad en el trabajo: el compromiso
del servicio de prevención ajeno de identificar, evaluar y proponer las medidas
correctoras que procedan, considerando para ello todos los riesgos de esta
Igualmente, deberán facilitar a las empresas para las que actúen como servicios de
prevención la memoria y la programación anual, a fin de que pueda ser conocida
por el Comité de Seguridad y Salud.
Supuestos de constitución
Este caso, en el fondo, constituye un supuesto propicio para poder compartir entre
varias empresas el servicio de prevención, pues son empresas cercanas y que
coinciden físicamente en el mismo lugar de trabajo, lo que supone una facilidad de
aplicación.
Importante es resaltar que según el artículo 21.1 in fine RSP, las empresas que
tengan obligación legal de disponer de un servicio de prevención propio no
podrán formar parte de servicios de prevención mancomunados
constituidos para las empresas de un determinado sector, aunque sí de los
constituidos para empresas del mismo grupo. Ello deja algunos aspectos sin
Organización
4.8. Auditoría
Por tanto, en los casos de las modalidades internas de prevención, esto es,
asunción personal por el empresario, designación de trabajadores o servicio de
prevención propio, es cuando debe someterse a una auditoría externa.
recursos necesarios, tanto humanos como materiales, ya que ha sido objeto de una
acreditación ante la autoridad laboral y sanitaria.
El artículo 29.3 RSP prevé la posibilidad de que ciertas empresas queden exentas de la
obligación de someterse a auditoría externa, cuando se cumplan los siguientes
requisitos:
La autoridad laboral registrará y ordenará, según las actividades de las empresas, sus
notificaciones y facilitará una información globalizada sobre las empresas afectadas a
los órganos de participación institucional en materia de seguridad y salud.
Concepto y contenido
«Un instrumento de gestión que persigue reflejar la imagen fiel del sistema de
prevención de riesgos laborales de la empresa, valorando su eficacia y
detectando las deficiencias que puedan dar lugar a incumplimientos de la
normativa vigente para permitir la adopción de decisiones dirigidas a su
perfeccionamiento y mejora».
Realización de la auditoría
La auditoría deberá ser repetida cada cuatro años, excepto cuando se realicen
actividades incluidas en el anexo I RSP, en que el plazo será de dos años.
Estos plazos de revisión se ampliarán en dos años en los supuestos en que la modalidad
de organización preventiva de la empresa haya sido acordada con la representación
especializada de los trabajadores en la empresa.
Si bien la LPRL no define qué es un recurso preventivo, tanto esta como el RD 39/1997
dan algunas pautas para comprender cuáles son sus características. Así pues, se trata
de una medida preventiva complementaria que tiene como finalidad vigilar el
cumplimiento de las actividades preventivas en relación con los riesgos
derivados de la situación que determine su necesidad para conseguir un adecuado
control de estos, sin que ello exima al empresario del cumplimiento de las restantes
obligaciones derivadas del deber de protección del artículo 14 de la LPRL.
1De especial relevancia en cuanto a su interpretación es el Criterio Técnico 83/10 del Ministerio de Trabajo
e Inmigración, sobre «presencia de los recursos preventivos en las empresas, centros y lugares de trabajo».
Uno o varios miembros del o los servicios de prevención ajenos concertados por la empresa.
Uno o varios trabajadores de la empresa a los que, sin formar parte del servicio de prevención
propio ni ser trabajadores designados, les sea asignada la presencia en el centro y reúnan los
conocimientos, la cualificación y la experiencia necesaria en las actividades y procesos, así
como cuenten con la formación preventiva correspondiente, como mínimo, a las funciones de
nivel básico.
Tabla 8. Sujetos que pueden actuar como recursos preventivos.
Se trata, otra vez más, de una regulación poco concreta y específica donde se echan en
falta reglas precisas sobre el tiempo y los medios de que deben disponer estos
trabajadores o el régimen de garantía y responsabilidades que resulta de aplicación.
A lo largo del presente tema se van a analizar las obligaciones que tienen todos los
sujetos implicados en materia de prevención de riesgos laborales para que
quede garantizada la protección de los trabajadores que presten servicios en su centro
de trabajo. No se olvidarán las obligaciones que deben asumir los trabajadores en
materia preventiva, ni otros sujetos.
Por tanto, al finalizar la unidad, el alumno debe haber alcanzado los siguientes
objetivos:
El capítulo III LPRL se dedica a regular las obligaciones del empresario partiendo de la
obligación general de seguridad del artículo 14. Como desarrollo y concreción de
dicha deuda general existen una serie de obligaciones más específicas de
carácter instrumental a las que queda también obligado el empresario
(información, formación, evaluación de riesgos, consulta y participación…). Por último,
se regulan unas obligaciones específicas para ciertos colectivos que requieren una
protección especial.
Esta obligación además es de carácter dinámico y variable, que impone una acción
permanente teniendo en cuenta la evolución de la técnica.
Por otro lado, si se tienen en cuenta las posiciones que ocupan en la relación laboral
tanto el empresario como el trabajador, se puede deducir que el empresario, por su
posición jerárquica, se convierte en el sujeto más idóneo para proteger y tutelar al
trabajador. De este modo, coincide quien tiene el poder de dirección y organización con
el deber de garantizar la seguridad y salud del trabajador.
De esta forma, se pueden señalar como características de esta obligación general las
siguientes:
Así lo declaran las SSTSJ Madrid, de 16 de enero de 2012, rec. núm. 4455/2011;
Cataluña, de 26 de febrero de 2015, rec. núm. 6729/2014, que consideran que la
situación de acoso justifica la extinción de la relación laboral por falta de actuación
del empresario que debía prever el riesgo y actuar frente a este.
Una vez analizada la deuda general de seguridad que viene impuesta al empresario, se
va a efectuar una referencia a las que pueden considerarse las «actividades preventivas
básicas en las empresas» que constituyen las obligaciones instrumentales para
conseguir esa obligación general:
El artículo 2.1 del Real Decreto 39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el
Reglamento de los Servicios de Prevención establece que:
El segundo párrafo del artículo 2.1 del mencionado Real Decreto indica que:
El plan debe ser conocido por los representantes de los trabajadores y por
sus representados, puesto que tienen que haber sido consultados previamente
(artículo 1.2 RD 39/1997, de 17 de enero).
El artículo 2.2 del Real Decreto 39/1997 establece los elementos que deben formar
parte del plan de prevención. Este habrá de reflejarse en un documento que se
conservará a disposición de la autoridad laboral, de las autoridades sanitarias y de los
representantes de los trabajadores, e incluirá, con amplitud adecuada a la dimensión y
características de la empresa, los siguientes elementos:
El objetivo de la evaluación es, por un lado, conocer la magnitud de los riesgos que no
hayan podido evitarse, y, por otro lado, proporcionar al empresario la información
necesaria sobre los riesgos existentes en su centro de trabajo para que
pueda tomar decisiones sobre la necesidad de adoptar medidas preventivas y
de qué tipo deben ser estas.
A efectos de optar por el método de evaluación, tal y como indica el artículo 5 RSP,
se deberá tener en cuenta la siguiente prioridad:
Así lo confirma la SAN de 14 de mayo de 2014, rec. núm. 32/2014, que condena a la
empresa a realizar correctamente una identificación de riesgos psicosociales cuando el
método y procedimiento no es el adecuado.
Por un lado, en relación con los equipos de trabajo, estos deberán ser «adecuados
para el trabajo que deba realizarse y convenientemente adaptados a tal efecto, de forma
que garanticen la seguridad y la salud de los trabajadores al utilizarlos» (artículo 17
LPRL).
La STS de 2 de julio de 1996, rec. núm. 8905/5605, indica que el empresario puede
sancionar de forma disciplinaria al trabajador pudiendo impedir, si fuera necesario, la
actividad laboral de quienes incumplan el debido uso de los equipos de protección
individual.
Para cada puesto de trabajo debería disponerse de una hoja informativa en la que se
indiquen claramente los riesgos del puesto y las medidas y normas de seguridad
adoptadas en cada caso. Las instrucciones de trabajo en tareas críticas son esenciales.
Este documento será actualizado periódicamente o cuando se produzcan cambios en la
maquinaria, equipos, métodos de trabajo o tareas que tenga que llevar a cabo el
trabajador y siempre que se modifiquen sustancialmente las condiciones de seguridad.
El mando directo entregará este documento a los trabajadores, haciendo constar los
receptores, la fecha y la firma de este, de manera que se pueda llevar un control,
debiéndose complementar, además, esta información escrita con la necesaria
información verbal.
Es posible que la falta de interés se plantee no por parte de la empresa, sino por los
propios trabajadores. Ante esta situación se intentará, por todos los medios posibles,
concienciar a los trabajadores sobre la importancia de trabajar con seguridad.
Son ellos los primeros interesados en conocer los riesgos a los que se pueden enfrentar
en el ejercicio de su profesión, la forma de controlarlos, de prevenirlos y de protegerse.
» Puede impartirse tanto con medios propios como a través de medios ajenos.
La STS de 12 de febrero de 2008, rec. núm. 6/2007, confirma que cuando la formación
es impartida fuera de la jornada de trabajo debe compensarse con horas libres.
La STS de 10 de junio de 2015, rec. núm. 178/2014, considera que queda justificado el
reconocimiento médico en el caso de los brigadistas que realizan tareas de prevención y
extinción de incendios por tratarse de una actividad compleja que exige una buena
capacidad física y psicológica.
También la STS de 7 de marzo de 2018, rec. núm. 42/2017, lo considera así para los
vigilantes de seguridad y escoltas.
Sin embargo, la STSJ País Vasco, de 7 de abril de 2014, rec. núm. 1153/2011, en relación
con la policía local, considera que los controles antidroga no deben ser obligatorios
para todos los puestos de trabajo, sino para aquellos con riesgos adicionales como la
conducción o el uso de armas de fuego
Por último, los datos obtenidos de la vigilancia de la salud no podrán ser utilizados
con fines discriminatorios ni en perjuicio del trabajador.
El artículo 20 LPRL fija determinadas medidas que debe adoptar el empresario para las
situaciones de emergencia.
Son muchos los condicionantes para tener en cuenta al analizar las medidas de
emergencia. Sin embargo, se pueden destacar sobre ellos los siguientes:
Debe tenerse presente que, aunque la decisión sobre la interrupción del trabajo y el
abandono de este corresponde, en primer lugar, al empresario, el artículo 21.2 LPRL
regula el derecho del trabajador a interrumpir su actividad y abandonar el
lugar de trabajo, en caso necesario, cuando considere que dicha actividad entraña un
riesgo grave e inminente para su vida o su salud. Como se observa, en este caso, se está
reconociendo un derecho del trabajador de interrumpir, en primera instancia, el
trabajo, y en segunda instancia, si es necesario, también podría abandonar el lugar de
trabajo.
pueden llegar al despido. Sin embargo, ello no debería afectar a los trabajadores que se
limitaron a obedecer las órdenes de sus representantes.
De cualquier modo, debe recordarse la prerrogativa que prevé el apartado 4 del artículo
21 LPRL a efectos de proteger a los representantes de los trabajadores frente a estas
situaciones, donde es harto complejo valorar si concurre una situación de riesgo grave e
inminente a efectos de tomar la decisión correspondiente. Así, el citado apartado prevé
que «los trabajadores o sus representantes no podrán sufrir perjuicio alguno derivado
de la adopción de las medidas a que se refieren los apartados anteriores, a menos que
hubieran obrado de mala fe o cometido negligencia grave». De esta forma, la mera
imprudencia leve no podrá conllevar represalia alguna, salvo casos de negligencia
grave, obviamente.
h) Documentación:
más empresas en un mismo centro de trabajo, como sucede en los casos de contratas y
subcontratas.
A tal efecto se diferencian tres supuestos, para los cuales se van estableciendo
obligaciones cumulativas:
En este caso, las obligaciones entre las empresas se refieren a cooperar entre sí en la
aplicación de la normativa de prevención, para lo cual (artículos 4, 5 RD 171/2004):
o Debe existir un deber de información recíproca entre todas las empresas y
trabajadores autónomos que concurran sobre los riesgos que se generen en el
centro de trabajo, especialmente aquellos que puedan verse agravados por la
concurrencia de actividades. Esta información deberá ser suficiente y habrá de
proporcionarse antes de iniciar las actividades, cuando se produzca un cambio en
las actividades concurrentes y cuando se produzca una situación de emergencia.
o Deberán establecer medidas de coordinación para la prevención de riesgos
teniendo en cuenta el grado de peligrosidad de las actividades desarrolladas; el
número de trabajadores presentes en el centro de trabajo; y la duración de la
En este caso, las obligaciones del empresario titular del centro de trabajo son
(artículos 6, 7, 8 RD 171/2004):
o Deber de cooperación con las otras empresas y trabajadores autónomos (se
corresponde con las obligaciones indicadas en el supuesto anterior).
o Deber de información a las empresas y trabajadores autónomos concurrentes
sobre los riesgos propios del centro de trabajo, las medidas de
prevención adoptadas y las medidas de emergencia a aplicar. Esta
información deberá ser suficiente y habrá de proporcionarse antes de iniciar las
actividades, y cuando se produzca un cambio en los riesgos propios del centro de
trabajo.
o Deber de coordinación de la información en materia preventiva recibida
de las demás empresas y autónomos, dando instrucciones a estos sobre los
riesgos existentes en el centro y las medidas preventivas adoptadas. Estas
instrucciones deben ser suficientes y adecuadas y deben proporcionarse antes de
iniciar las actividades, y cuando se produzca un cambio en los riesgos propios del
centro de trabajo.
En este caso, el empresario principal, además de todos los deberes señalados en los
supuestos anteriores (cooperación, información y coordinación), debe vigilar el
cumplimiento de la normativa por parte de las empresas contratistas y
subcontratistas. Este deber de vigilancia del empresario principal se
concreta en:
o Antes del inicio de la actividad en su centro de trabajo exigirá a las empresas
contratistas y subcontratistas que le acrediten por escrito que han
realizado para las obras y servicios contratados la evaluación de riesgos y la
planificación preventiva.
o Igualmente, exigirá que le acrediten por escrito que han cumplido sus
obligaciones en materia de información y formación respecto de sus
trabajadores que vayan a prestar sus servicios en el centro de trabajo.
a) Cuando en el centro de trabajo se realicen, por una de las empresas concurrentes, actividades
o procesos reglamentariamente considerados como peligrosos o con riesgos especiales, que
puedan afectar a la seguridad y salud de los trabajadores de las demás empresas presentes.
b) Cuando exista una especial dificultad para controlar las interacciones de las diferentes
actividades desarrolladas en el centro de trabajo que puedan generar riesgos calificados
como graves o muy graves.
c) Cuando exista una especial dificultad para evitar que se desarrollen en el centro de trabajo,
sucesiva o simultáneamente, actividades incompatibles entre sí desde la perspectiva de la
seguridad y la salud de los trabajadores.
d) Cuando exista una especial complejidad para la coordinación de las actividades preventivas
como consecuencia del número de empresas y trabajadores concurrentes, del tipo de
actividades desarrolladas y de las características del centro de trabajo.
Tabla 3. Supuestos en que se deben designar coordinadores.
a) Uno o varios de los trabajadores designados para el desarrollo de las actividades preventivas
por el empresario titular del centro de trabajo o por los demás empresarios concurrentes.
b) Uno o varios miembros del servicio de prevención propio de la empresa titular del centro de
trabajo o de las demás empresas concurrentes.
c) Uno o varios miembros del servicio de prevención ajeno concertado por la empresa titular
del centro de trabajo o por las demás empresas concurrentes.
d) Uno o varios trabajadores de la empresa titular del centro de trabajo o de las demás
empresas concurrentes que, sin formar parte del servicio de prevención propio ni ser
trabajadores designados, reúnan los conocimientos, la cualificación y la experiencia
necesarios.
e) Cualquier otro trabajador de la empresa titular del centro de trabajo que, por su posición en
la estructura jerárquica de la empresa y por las funciones técnicas que desempeñen en
relación con el proceso o los procesos de producción desarrollados en el centro, esté
capacitado para la coordinación de las actividades empresariales.
Debe tenerse presente que todas estas obligaciones pueden ser reguladas con más
detalle por la negociación colectiva. Sin embargo, si se realiza un estudio de los
convenios colectivos, se puede observar cómo la gran mayoría de ellos se limitan a
reproducir lo establecido en la LPRL.
Para realizar una búsqueda de los convenios colectivos se puede utilizar el siguiente
buscador: https://expinterweb.mitramiss.gob.es/regcon/pub/consultaPublicaEstatal
Trabajadores temporales o con contratos mediante una empresa de trabajo temporal (artículo
28 LPRL)
En este grupo se encuentran aquellos trabajadores que son maduros, que requieren un
tratamiento específico o que son sensibles a determinadas condiciones de trabajo.
Las medidas específicas que el empresario debe adoptar para estos trabajadores son:
La STSJ Navarra, de 25 de marzo de 2009, rec. núm. 442/2008, señala que estas
obligaciones deben aplicarse no solo en el momento de la contratación, sino también
cuando dicha sensibilidad sea sobrevenida con posterioridad, pero sin olvidar las
dificultades que ello comporta, ya que «siendo lógico que ello comporte la necesidad de
una movilidad funcional, el precepto no lo establece ni por consiguiente regula su
alcance y límites, lo único claro es que si se trata de un estado o situación transitoria,
desaparecida la transitoriedad, el trabajador debe tener derecho a recuperar su puesto
de trabajo habitual».
Debe tenerse presente que, para la efectividad de dichas medidas, es lógico que la
trabajadora informe al empresario de su estado de salud.
Se trata, en fin, de realizar una evaluación específica de los riesgos que puedan
derivar de cada puesto de trabajo para la trabajadora embarazada, que haya dado a
luz o en período de lactancia. De hecho, el artículo 4.2 RSP establece que debe
realizarse una actualización de la evaluación de los puestos de trabajo que puedan
verse afectados por la incorporación de un trabajador cuyas características
personales o estado biológico conocido lo hagan especialmente sensible.
Por tanto, se requiere un certificado médico sobre la existencia del riesgo durante
el embarazo, que acredite que las condiciones de trabajo pueden afectar
negativamente a la salud de la trabajadora o al feto.
Además, debe tenerse presente que las trabajadoras embarazadas tienen derecho a
un permiso retribuido «para la realización de exámenes prenatales y técnicas de
preparación al parto».
En relación con los trabajadores menores de edad, el artículo 27 LPRL establece unas
obligaciones empresariales, cuyo fin último no es más que la falta de experiencia de
este colectivo, su inmadurez para evaluar los riesgos y su posible desarrollo incompleto.
Las medidas empresariales son las siguientes:
Estas evaluaciones de riesgos deben tener en cuenta todos los riesgos posibles, las
condiciones, características del trabajador..., de la forma más exhaustiva posible. Se
determinará la naturaleza, el grado y la duración de su exposición, en cualquier
actividad susceptible de presentar un riesgo específico al respecto, a agentes,
procesos o condiciones de trabajo que puedan poner en peligro la seguridad y salud
de estos trabajadores. Además, deberá tener presente los riesgos específicos
derivados de la falta de experiencia, de su inmadurez ante los riesgos y su desarrollo
incompleto.
» Deberá informar a los jóvenes y a sus padres o tutores que hayan intervenido
en la contratación de los posibles riesgos y de todas las medidas de protección
adoptadas.
Por otro lado, el artículo 27.2 LPRL ordena al Gobierno que, teniendo en cuenta los
factores de riesgo anteriores, establezca las limitaciones a la contratación de jóvenes
menores de 18 años en trabajos que presenten riesgos específicos. Hasta el momento se
dispone del Decreto de 26 de julio de 1957, sobre prohibiciones absolutas y relativas a
menores.
Como punto de partida el artículo 28.1 LPRL viene a establecer una equiparación
absoluta entre trabajadores indefinidos y trabajadores temporales, pues
expresamente afirma que «los trabajadores con relaciones de trabajo temporales o de
duración determinada, así como los contratados por empresas de trabajo temporal,
deberán disfrutar del mismo nivel de protección en materia de seguridad y salud que
los restantes trabajadores de la empresa en la que prestan sus servicios». Además, a
continuación, reafirma que «la existencia de una relación de trabajo de las señaladas en
el párrafo anterior no justificará en ningún caso una diferencia de trato por lo que
respecta a las condiciones de trabajo, en lo relativo a cualquiera de los aspectos de la
protección de la seguridad y la salud de los trabajadores».
En el supuesto de los trabajadores que son cedidos por una empresa de trabajo
temporal aparece una relación triangular con dos empresarios (empresa usuaria
y empresa de trabajo temporal) y un trabajador, lo cual contribuye a generar un
mayor riesgo. Como es sabido, en esta relación, el contrato de trabajo se establece entre
el trabajador y la empresa de trabajo temporal (ETT), la cual cede a la empresa usuaria
(EU) el trabajador para que preste sus servicios en esta última, ejerciendo esta los
poderes de dirección y organización.
» Obligaciones de la EU:
o Garantizar la seguridad y salud de los trabajadores, ya que es la
«responsable de las condiciones de ejecución del trabajo en todo lo relacionado
con la protección de la seguridad y la salud de los trabajadores». Es decir, debe
garantizarles la misma protección que a los restantes trabajadores de la empresa.
o Informar a la ETT antes de la celebración del contrato de puesta a
disposición «acerca de las características propias de los puestos de trabajo a
desempeñar y de las cualificaciones requeridas», así como también de los
resultados de la evaluación de riesgos indicando los riesgos generales y
específicos del puesto de trabajo, las medidas de prevención a adoptar, la
formación que debe poseer el trabajador y las medidas de vigilancia de la salud
que deban adoptarse.
o Informar a los trabajadores puestos a disposición antes del inicio de
la actividad de los riesgos existentes para su seguridad, tanto de los
generales de la empresa como de los específicos del puesto de trabajo, de las
correspondientes medidas de prevención y protección, y de las medidas a
adoptar en situaciones de emergencia.
o Informar a los servicios de prevención y a los representantes de los
trabajadores de la incorporación de trabajadores cedidos por ETT.
o Recabar información de la ETT para asegurarse de que el trabajador ha sido
calificado apto para la realización de los servicios que se le van a encomendar,
que posee las cualificaciones y capacidades requeridas, y que ha recibido las
preceptivas informaciones sobre las características del trabajo, las cualificaciones
y aptitudes requeridas y la evaluación de riesgos.
» Obligaciones de la ETT:
o Dar formación a los trabajadores en materia de prevención de riesgos
laborales previa a la incorporación. Dicha formación ha de ser teórica y práctica, y
debe ser la suficiente y adecuada a las características del puesto de trabajo a
cubrir, teniendo en cuenta la cualificación y experiencia profesional y los riesgos a
que vaya a ser expuesto. Además, dicha formación debe ser la requerida y estar
actualizada y adaptada a la evolución de los equipos y métodos de trabajo.
Por último, con respecto al trabajador: aunque la LPRL lo configura como titular de
todos los derechos que vienen reflejados en las correspondientes obligaciones del
empresario, también se dedica un precepto a regular unas obligaciones que recaen
sobre él, concretamente, el artículo 29.
Así pues, junto con los canales de representación no especializada de los trabajadores,
correspondientes a los órganos de representación unitaria (delegados de personal y
comités de empresa) y representación sindical, se debe hacer referencia a los canales
especializados constituidos esencialmente por los delegados de prevención y comités de
seguridad y salud.
Por tanto, al finalizar la unidad, el alumno debe haber alcanzado los siguientes
objetivos:
Así, el artículo 11 fija las bases que deberán ser desarrolladas a nivel nacional en
relación con la representación especializada de los trabajadores:
Dentro del objetivo general de fomento de la cooperación entre los distintos sujetos
de la relación laboral en materia de seguridad y salud, en aras de elevar el nivel de
protección de los trabajadores, la LPRL reconoce, entre otros derechos, el de
participación y consulta a sus trabajadores en «todas las cuestiones que
afecten a la seguridad y salud en el trabajo», siendo el capítulo V de dicha norma
el que articula tales derechos.
Con ello, la LPRL considera que los derechos de información, participación y consulta
de los trabajadores forman parte del derecho del trabajador a la protección en materia
de seguridad y salud, y, por tanto, de la obligación empresarial correspondiente.
Son varias las materias para las que, específicamente, está prevista esa consulta a sus
trabajadores, la cual, además, se deberá realizar con la debida antelación, de forma que
la participación de aquellos se efectúe en una posición de partida equilibrada. El
artículo 33 de la LPRL enumera las situaciones en las que se exige la consulta:
6. Cualquier otra acción que pueda tener efectos sustanciales sobre la seguridad y la salud de
los trabajadores.
Tabla 1. Materias que el empresario debe consultar.
Este último apartado implica que la relación de situaciones en las que se obliga a
consultar a los trabajadores no es numerus clausus, o una lista cerrada, sino que,
dependiendo de las circunstancias de cada supuesto, dicha consulta será más o menos
amplia, lo cual puede dar lugar a situaciones conflictivas.
En aquellas empresas que cuenten con representantes de los trabajadores (en los
términos que se verán en el siguiente punto), las consultas anteriores se llevarán a cabo
con ellos. Sin embargo, esta obligación empresarial no genera la nulidad de las decisiones
empresariales si el empresario la incumple, acarreando únicamente una responsabilidad
administrativa tipificada como infracción grave en el artículo 12.11 LISOS.
Por un lado, los representantes unitarios son elegidos por sufragio directo, libre y
secreto por todos los trabajadores del centro de trabajo o empresa, mientras que los
sindicales son elegidos por el sistema de elección del sindicato.
Concepto y designación
Se trata de una figura que coexiste (e incluso a veces coincide, como veremos) con los
órganos de representación general en función del número de trabajadores de la
empresa.
Según el artículo 35 LPRL los delegados de prevención «serán designados por y entre
los representantes del personal».
La LPRL los define como representantes de los trabajadores, pero, en realidad, esta
condición no la tienen por su nombramiento, sino porque ya lo eran antes de su
designación. Por tanto, ello significa que el representante unitario de los trabajadores,
además de dicha función, va a añadir la condición de representante en materia
específica de prevención de riesgos laborales.
De la referencia del artículo 35 LPRL a «por y entre» significa que los electores y
elegibles coinciden, de modo que han de participar en la designación todos los
representantes y que además deben ser elegidos, en el número correspondiente,
entre ellos mismos.
Sin embargo, el sector mayoritario considera que debe entenderse que el delegado
de prevención debe ser elegido de entre los representantes unitarios, siempre
que la negociación colectiva no prevea otra cosa indicando que sea entre los sindicales.
Así parece deducirse del propio tenor literal del artículo 35.2 LPRL cuando señala que
en empresas o centros de trabajo de hasta treinta trabajadores el delegado de
prevención será el propio delegado de personal y en empresas o centros de treinta y
uno a cuarenta y nueve trabajadores habrá un delegado de prevención que será elegido
por y entre los delegados de personal. Además, el artículo 35.3 LPRL, a la hora de
Por tanto, ello significa que en aquellas empresas o centros de trabajo que no exista
delegado de personal no existirá tampoco delegado de prevención, pues para que
exista el delegado de prevención previamente deben realizarse elecciones
para delegado de personal.
Así lo entienden las SSTSJ Madrid, de 19 de septiembre de 1996, rec. núm. 4443/1996;
Madrid, de 6 de noviembre de 1997, rec. núm. 5146/1997.
Por otro lado, en cuanto a la forma de designar los representantes de los trabajadores,
la LPRL hace referencia a que la designación sea «por y entre» los representantes
unitarios, dando cabida a la negociación de otros sistemas de designación, pero sin
establecer nada para el caso de que no exista regulación convencional.
La doctrina judicial estima que a la hora de elegir a los delegados de prevención debe
seguirse el criterio de proporcionalidad con la representatividad en el órgano de
representación unitaria (en este sentido lo estiman las SSTSJ Comunidad Valenciana,
de 5 de febrero de 1999; Andalucía, de 6 de abril de 1999).
Así:
De cualquier forma, debe recordarse que esta previsión es mejorable por convenio
colectivo, de tal forma que siempre que se respete el número mínimo de delegados
para los tramos de plantilla señalados en la LPRL se puede aumentar el número de
representantes por negociación colectiva (así lo estima la STSJ Madrid, de 8 de julio de
1998).
Debe destacarse que, a diferencia de lo que sucede con las modalidades de organización
de la prevención, la existencia de delegados de prevención (y también de comité de
seguridad y salud) se realiza con relación al centro de trabajo y no a la empresa
considerada en su globalidad.
En relación con el cómputo se plantea cómo deben computar los trabajadores a tiempo
parcial. Ante el silencio legal, debe entenderse que estos trabajadores, cualquiera que
sea su modalidad contractual (tiempo parcial común, fijo discontinuo o de relevo),
deben ser considerados como trabajadores de igual forma que si fueran a tiempo
completo.
Únicamente la disposición adicional 4.ª LPRL prevé que en los centros de trabajo
sin representantes por falta de antigüedad de los trabajadores para ser electores o
elegibles en las elecciones para representantes podrá elegirse por mayoría en una
asamblea a un trabajador para que ejerza las competencias de delegado de prevención.
Una vez que ya se cumplan los requisitos de antigüedad necesarios para poder celebrar
la elección de representantes unitarios, dicho trabajador cesará como delegado de
prevención.
El artículo 35.4 LPRL regula dos vías por las cuales puede intervenir la negociación
colectiva. Por un lado, el cambio en el sistema de designación, y, por otro lado, la
creación de órganos específicos.
De esta forma, sería posible que el convenio colectivo sustituyera la designación directa
que se realiza entre los representantes unitarios por otra diferente, bien a cargo de los
representantes con la intervención de los trabajadores, o bien directamente entre los
mismos trabajadores.
De igual forma, para los elegibles, podría establecerse que el delegado de prevención
fuera un trabajador directamente, es decir, que no fuera designado de entre los
representantes de los trabajadores.
Así lo han admitido las SSTSJ Andalucía, de 16 de mayo de 2000, rec. núm. 166/1999;
Cataluña, de 7 de marzo de 2001, rec. núm. 8352/2000.
que no coincidan con los representantes del personal, los DP-s electos tendrán las
mismas garantías legales que si lo fueran».
Esta posibilidad va referida tanto a los convenios colectivos como a los acuerdos del
artículo 83.3 ET.
Además, la LPRL prevé que los convenios supraempresariales puedan crear órganos
con competencias generales en materia de seguridad y salud para la totalidad de las
empresas que se encuentran dentro de su ámbito de aplicación. Ello ha dado lugar a la
creación de figuras como el delegado territorial o sectorial de prevención.
Del análisis de las diferentes regulaciones convencionales sobre esta figura del
Delegado Sectorial o Territorial de Prevención de Riesgos Laborales se pueden extraer
las siguientes características (Sala Franco, 2019):
Esta facultad tiene como fin poder llevar a cabo de modo eficaz su función de
vigilancia y control del estado de cumplimiento de la normativa de prevención.
Debe recordarse que el artículo 40.2 LPRL prevé la posibilidad de que cuando el
Inspector de Trabajo y Seguridad Social realice una visita decida no comunicar su
presencia a los delegados de prevención, por lo que no será acompañado por estos si
considera que ello puede perjudicar el éxito de su visita.
Además, el término «tener acceso» no debe interpretarse de forma literal, sino que
bastaría con el examen en las oficinas de dicha documentación, sin que exista
obligación legal de obtener una copia.
3. Ser informados por el empresario sobre los daños producidos en la salud de los
trabajadores una vez que aquel hubiese tenido conocimiento de ellos, pudiendo
presentarse, incluso fuera de su jornada laboral, en el lugar de los hechos para
conocer las circunstancias de estos.
5. Realizar visitas a los lugares de trabajo para ejercer una labor de vigilancia
y control del estado de las condiciones de trabajo, pudiendo, a tal fin,
acceder a cualquier zona de estos y comunicarse durante la jornada con los
trabajadores, de manera que no se altere el normal desarrollo del proceso
productivo.
Esta facultad tiene también como fin poder cumplir con su función de vigilar el
cumplimiento de la normativa, pues se les permite acceder a cualquier zona de los
centros de trabajo, así como comunicarse con los trabajadores durante la ejecución
de sus servicios, siempre que no se altere el normal desarrollo del proceso
productivo, para poder verificar el estado de las condiciones de seguridad y salud.
Esta facultad requiere una aclaración, puesto que, como se observa, al delegado de
prevención le corresponde la facultad de proponer al órgano de representación de
los trabajadores, esto es, delegados de personal o comité de empresa, la paralización
de las actividades en casos de riesgo grave e inminente, y solo de forma subsidiaria
(esto es, cuando el órgano de representación general no pueda reunirse con la
urgencia requerida) podrán los delegados de prevención adoptar dicha decisión.
Se trata, en definitiva, de dotarlos de un estatuto jurídico que les permita ejercer sus
competencias y facultades de forma independiente e imparcial, sin estar sujetos a
posibles represalias por parte del empresario.
La STSJ Canarias, de 30 de enero de 2004, rec. núm. 1664/2003, reafirma que los
delegados de prevención gozan de la garantía de optar entre indemnización o
readmisión en caso de despido declarado improcedente.
Además, el artículo 37.1 LPRL indica de forma expresa que determinadas actividades
preventivas no quedan imputadas al crédito horario, es decir, no se
descontarían de dicho crédito, por considerarse tiempo de trabajo efectivo. Dichas
actividades son:
Sin embargo, conviene detenerse en una garantía específica que les viene reconocida
en el artículo 21.4 LPRL cuando indica que «los trabajadores o sus representantes no
podrán sufrir perjuicio alguno derivado de la adopción de las medidas a que se refieren
los apartados anteriores, a menos que hubieran obrado de mala fe o cometido
negligencia grave».
Debe indicarse que esta garantía, aunque no viene recogida en el artículo 37 LPRL, les
resulta totalmente de aplicación.
Con esta garantía se está protegiendo otra vez al representante frente al poder
disciplinario del empresario frente a actuaciones derivadas de su función como
representante cuando existe una mera negligencia leve. No obstante, en el caso de que
hubiera existido mala fe o negligencia grave, sí podría ser sancionado.
Por tanto, se establece una presunción iuris tantum del ejercicio correcto y ajustado a
Derecho de la actuación de delegado de prevención, recayendo sobre el empresario la
prueba en contrario. Debe recordarse que se trata de una facultad subsidiaria que solo
podrá ejercerse cuando la urgencia de la situación no permita reunir al órgano de
representación general.
El artículo 37.3 LPRL prevé que a los delegados de prevención se les aplique la misma
regulación en cuanto a sigilo profesional que a los representantes de los trabajadores
respecto de las informaciones a las que hubieran tenido acceso como consecuencia de
su actuación en la empresa.
Esta materia viene regulada en el artículo 65.2 del Estatuto de los Trabajadores,
conforme al cual «deberán observar el deber de sigilo con respecto a aquella
información que, en legítimo y objetivo interés de la empresa o del centro de trabajo,
les haya sido expresamente comunicada con carácter reservado».
Del examen del posible incumplimiento por parte de los delegados de prevención de las
competencias establecidas en el artículo 36 LPRL es difícilmente imaginable o
deducible la exigencia de responsabilidad para la actuación normal de los delegados de
prevención en su función de representación.
Concepto y características
Nada especifica la LPRL sobre el reparto de puestos en el comité entre los distintos
delegados de prevención pertenecientes a cada sindicato. Atendiendo a su carácter
técnico más que representativo, debe entenderse que no tiene por qué aplicarse el
criterio de proporcionalidad.
Tal y como establece el artículo 38.2 LPRL, el comité de seguridad y salud se constituye
en las empresas o centros de trabajo que cuenten con 50 o más trabajadores.
Por último, cabe señalar aquí que mediante la negociación colectiva se puede alterar
la regulación en cuanto a representación de los trabajadores, siempre dentro de los
límites previstos por la LPRL. Sin embargo y aunque la posibilidad está establecida
desde hace varios años, no son frecuentes los casos en los que se hace uso de ella,
puesto que muchas veces tales convenios colectivos solo recogen una remisión íntegra a
la propia ley o una simple modificación de los términos empleados para designar los
órganos representativos.
De igual forma que lo señalado para los delegados de prevención, el artículo 39 LPRL
también diferencia entre competencias y facultades, por lo que cabe remitirse a la
diferenciación entre unas y ambas a lo indicado para los delegados de prevención.
Del mismo modo, el artículo 39.2 LPRL señala las facultades que tiene asignadas, de tal
forma que, en el ejercicio de sus competencias, el comité de seguridad y salud estará
facultado para:
Además, en las visitas a los centros de trabajo para la comprobación del cumplimiento
de la normativa sobre prevención de riesgos laborales, el inspector de trabajo y
seguridad social comunicará su presencia al empresario o a su representante o a la
» Artículo 9 del Convenio 155 de la OIT (1981) sobre seguridad y salud de los
trabajadores y medio ambiente de trabajo, según el cual: «El control de la aplicación
de las leyes y de los reglamentos relativos a la seguridad, la higiene y el medio
ambiente de trabajo deberá estar asegurado por un sistema de inspección apropiado
y suficiente. El sistema de control deberá prever sanciones adecuadas en caso de
infracción de las leyes o de los reglamentos».
» Directiva 89/391/CEE (1989): establece la necesidad de que todos los Estados
miembros adopten medidas que garanticen que los empresarios, los trabajadores y
los representantes de los trabajadores estén sujetos a las disposiciones jurídicas
necesarias para la aplicación de la presente directiva; y derivado de lo cual prevé,
asimismo, que los Estados miembros garantizarán, en particular, un control y una
vigilancia adecuados.
Por tanto, al finalizar la unidad, el alumno debe haber alcanzado los siguientes
objetivos:
daños y perjuicios causados, y de Seguridad Social, así como, por otro lado, directa o
concurrente, solidaria y subsidiaria).
» En tercer lugar, no siempre se exige que exista un daño para poder aplicar la
responsabilidad, como sucede en el caso de la penal o la administrativa.
» En cuarto lugar, resulta de aplicación el principio non bis in ídem, según el cual
no se puede sancionar dos veces por unos mismos hechos, un mismo sujeto y un
mismo fundamento sancionador. Literalmente, el artículo 3.1 LISOS indica que «no
podrán sancionarse los hechos que hayan sido sancionados penal o
administrativamente, en los casos en que se aprecie identidad de sujeto, de hecho y
de fundamento».
Así lo indica en las STS de 15 de diciembre de 2015, rec. núm. 34/2015; ATS de 13 de
septiembre de 2017, rec. núm. 1/2017.
Así lo señala la STC 2/2003, de 2 de enero; STSJ Madrid, de 16 de mayo de 2011, rec.
núm. 124/2011.
Responsabilidades empresariales
Así pues, está previsto que el empresario pueda adoptar las medidas que
estime más oportunas de vigilancia y control para verificar el
cumplimiento por el trabajador de sus obligaciones y deberes laborales,
guardando en su adopción y aplicación la consideración debida a su dignidad humana y
teniendo en cuenta la capacidad real de los trabajadores disminuidos, en su caso.
Exigencia de daño No
Código Penal
Artículo 317 «Cuando el delito a que se refiere el artículo anterior, se cometa por
Código Penal imprudencia grave, será castigado con la pena inferior en grado».
Tabla 2. Artículos del Código Penal sobre delitos contra los trabajadores.
Si se realiza el análisis del artículo 316 CP, precepto clave, se pueden extraer las
siguientes características:
b) Se trata de un tipo penal «en blanco» por cuanto que no define específicamente
la infracción, sino que se remite a otras normas, las de prevención de riesgos
Es lo que se denomina «comisión por omisión», esto es, no facilitar los medios
necesarios para que sus trabajadores desempeñen su actividad en condiciones de
seguridad.
Así lo confirma la SAP Madrid, de 30 de diciembre de 2010, rec. núm. 372/2009; SAP
Murcia, de 22 de junio de 2017, rec. núm. 25/2017.
Incurre en esta omisión no solo quien no facilita los medios materiales adecuados,
sino también quien no da instrucciones y advertencias sobre la obligatoriedad o las
características de su uso (Terradillos Basoco, 2008)
La SAP Teruel, de 31 de enero de 2000, rec. núm. 34/1999, considera que el delegado
de prevención no encaja entre los sujetos activos del delito del artículo 316 CP, puesto
que no se le exige facilitar los medios a los trabajadores que les permitan trabajar en
condiciones de seguridad.
La SAP Alicante, de 20 de abril de 2002, rec. núm. 3/2002, considera que el arquitecto
técnico también es responsable, al igual que el jefe de obra, por imprudencia grave
debido a la irregular instalación de los contrapesos del andamio causando la caída del
trabajador.
e) Sujeto pasivo: no queda duda alguna que el sujeto pasivo será siempre el
trabajador.
i) Comisión por imprudencia. El artículo 317 CP castiga este mismo delito cuando
es cometido por imprudencia y no por dolo, castigándolo con la pena inferior
en grado. Se exige, pues, en este caso, una imprudencia grave, esto es, una
infracción de los más elementales deberes de cuidado que cualquier persona
adoptaría y que se traduce en que el empresario, aunque desconociese esa situación
de riesgo, debería haberla previsto porque era fácilmente presumible que así
ocurriese. No obstante, en la práctica no es fácil diferenciar cuándo el delito se
comete por dolo o por imprudencia.
En este sentido, la STS de 26 de julio de 2000, rec. núm. 4716/1998, indica que:
Así lo confirman las STS de 10 de abril de 2001, rec. núm. 3635/1999; SAP de Murcia,
de 9 de enero de 2008, proc. núm. 105/2017.
Además, dicho precepto añade que también serán responsables «todos aquellos que
pudiendo evitar estos hechos porque los conocían y tenían capacidad para evitarlos,
no lo hicieron», lo cual va referido a todos aquellos con poder que, dada su posición
jerárquica para remediar el hecho, no lo hicieron.
En estos casos se aplicarán los tipos generales de homicidio (artículos 138 y 142 CP) o
de lesiones (artículos 147 y siguientes CP), siendo los bienes jurídicos lesionados la
vida o la integridad física o salud, respectivamente.
Exigencia de daño Sí
Concurso de delitos
En este sentido, la doctrina judicial considera que cuando, además del resultado lesivo,
el riesgo lo fue también para otros objetos susceptibles de lesión, solo el recurso a las
reglas del concurso de delitos puede abarcar la dimensión total de los hechos
enjuiciados, esto es, la puesta en peligro del bien jurídico es compatible con las lesiones
o daños a la vida, salud o integridad de concretos trabajadores (SSTS de 14 de julio de
1999, rec. núm. 3738/1998; de 25 de abril de 2005, rec. núm. 2198/2003).
Así lo estima la SAP Pontevedra, de 4 de septiembre de 2019, rec. núm. 306/2019, que
aprecia concurso de leyes entre el delito contra la seguridad en el trabajo y el delito de
homicidio por imprudencia grave.
» Una acción u omisión: la conducta del empresario puede consistir tanto en una
infracción de las obligaciones preventivas contenidas en la LPRL como en el no
cumplimiento de la obligación general de garantizar la seguridad y salud de los
trabajadores.
Por ejemplo, la STSJ País Vasco, de 22 de marzo de 2016, rec. núm. 392/2016, que
enjuicia el incumplimiento de la obligación empresarial consistente en no actuar
frente a la situación de acoso del trabajador que le lleva a una situación de
incapacidad temporal por ansiedad.
Por ejemplo, la STSJ Aragón, de 24 de junio de 2016, rec. núm. 447/2016, considera
que no existe culpa del empresario, quedando este exonerado por concurrir
exclusivamente una actuación negligente del trabajador.
Por ejemplo, se considera que existe culpa exclusiva del trabajador, liberando al
empresario de toda responsabilidad, en la STSJ Galicia, de 27 de septiembre de
2013, rec. núm. 1594/2011, cuando el trabajador decide realizar una serie de labores
que no le habían sido encomendadas con herramientas de otra empresa y sin hacer
uso del arnés de seguridad, asumiendo un riesgo manifiesto, innecesario y
especialmente grave, con un claro desprecio del riesgo y de la prudencia más
elemental, poniendo así en peligro su integridad física; o en la STSJ Galicia, de 1 de
febrero de 2013, rec. núm. 1231/2010, cuando el conductor de una carretilla con
formación y gran experiencia la conduce con una tasa elevada de alcohol sin que sus
compañeros y superiores tuviesen conocimiento de su estado de intoxicación etílica
y sin cinturón de seguridad, realizando una maniobra sin tomar las debidas
precauciones, provocando el vuelco de la máquina; o en la STSJ Andalucía, de 11 de
mayo de 2011, rec. núm. 3107/2010, cuando un vigilante de seguridad cuyas
funciones se limitaban a vigilar el perímetro de la obra sube al quinto piso del
edificio en construcción, cayendo al vacío.
Partiendo de este nivel de diligencia, se acude al artículo 1104 CC para valorar las
circunstancias concurrentes de lugar de trabajo, actividad productiva, riesgos
exigentes, trabajadores concretos expuestos y estado de la técnica.
Exigencia de daño Sí
contractual entre las partes. Esta responsabilidad queda regulada en el artículo 1101
Código Civil que indica:
En general, se admite que la responsabilidad civil que se genera para el empresario por
el incumplimiento de las obligaciones preventivas cuando causa un daño al trabajador
tiene naturaleza contractual, pues si se aboga porque la obligación de seguridad
forma parte del contenido del contrato de trabajo y tiene fundamento en la relación
laboral, es clara su naturaleza contractual (Sempere Navarro, 2007).
No obstante, los conflictos entre el empresario y los obligados a coordinar con este las
actividades preventivas quedan excluidos del orden social (artículo 3 b) LRJS).
Sujetos responsables
En principio, puede ser sujeto responsable cualquier persona, esto es, aquel que en
cumplimiento de sus obligaciones incurre en dolo, negligencia o morosidad, o aquel
que por acción u omisión cause daño a otro interviniendo culpa o negligencia, aunque
no exista vínculo obligacional alguno con la víctima.
Por tanto, pueden ser responsables civilmente todas aquellas personas que,
teniendo obligaciones en materia de prevención, no las cumplan o las
cumplan de forma incorrecta. En definitiva, el empresario, y también los
trabajadores designados para las actividades preventivas, los servicios de prevención
ajenos… Incluso, el trabajador.
Cálculo de la indemnización
Características generales
Exigencia de daño No
De esta forma, son los artículos 11, 12 y 13 LISOS los que contienen el listado de
infracciones leves, graves y muy graves, respectivamente. No obstante, la
doctrina se ha planteado la posibilidad de sancionar el incumplimiento de normas
técnicas, que, aunque no tienen la consideración de normativa laboral, inciden en las
condiciones de trabajo. De hecho, el artículo 9.1 a) LPRL hace referencia a que a la
Inspección de Trabajo le corresponde «vigilar el cumplimiento de la normativa sobre
prevención de riesgos laborales, así como de las normas jurídico-técnicas que incidan
en las condiciones de trabajo en materia de prevención, aunque no tuvieran la
calificación de normativa laboral». Por tanto, puede deducirse que, aunque no con total
claridad, se le atribuye la vigilancia de dichas normas técnicas.
1. La falta de limpieza del centro de trabajo de la que no se derive riesgo para la integridad
física o salud de los trabajadores.
Las infracciones graves, por su parte, sí tienen esa trascendencia sobre la seguridad
y salud de los trabajadores. A modo de ejemplo podemos hacer referencia a las
siguientes:
1.
a. Incumplir la obligación de integración de la prevención de riesgos laborales en la empresa
[…] a través del plan y la evaluación de riesgos, y sus correspondientes actualizaciones
(así como no elaborar la planificación de la actividad preventiva, según el punto 6 del
artículo 12).
b. No llevar a cabo las evaluaciones de riesgos y, en su caso, sus actualizaciones y revisiones,
así como los controles periódicos de las condiciones de trabajo y de la actividad de los
trabajadores que procedan, o no realizar aquellas actividades de prevención que hicieran
necesarias los resultados de las evaluaciones, con el alcance y contenido establecidos en la
normativa sobre prevención de riesgos laborales (añadido por la ley 54/2003).
15, 19, 20, 21, 25 y 26. Incumplimientos relacionados con la organización de la actividad
preventiva y servicios de prevención (no solo responsabilidad del empresario, sino también de
tales servicios).
16. Tipo genérico de infracción de la normativa de prevención cuando suponga un riesgo grave
para la integridad física o salud de los trabajadores.
Tabla 7. Infracciones graves LISOS.
En cuanto a infracciones muy graves, se puede indicar que se trata de aquellas que,
por su especial relevancia o efectos en la salud o integridad física de los trabajadores,
cuentan con unas consecuencias más importantes, así como las que impliquen un
riesgo grave e inminente. A modo de resumen, se puede hacer referencia a las
siguientes:
Sujetos responsables
No obstante, existen otros, como por ejemplo: las agencias de colocación, las
empresas de trabajo temporal, las entidades especializadas que actúen como servicios
de prevención ajenos a las empresas, las personas o entidades que desarrollen la
actividad de auditoría del sistema de prevención de las empresas y las entidades
acreditadas para desarrollar y certificar la formación en materia de prevención de
Sanción administrativa
Tipo de Tiempo de
Grado Cuantía de la sanción
infracción prescripción
Muy grave Mínimo De 40 986 euros a 163 955 euros Cinco años
La diferencia entre la calificación de una infracción (sea leve, grave o muy grave) en sus
distintos grados dependerá de la aplicación de una serie de criterios de graduación
que permiten dar forma al mencionado principio de proporcionalidad, los cuales,
como no podía ser de otra manera, en cumplimiento del principio de legalidad, vienen
definidos por la propia norma LISOS. Así, el artículo 39.2 de dicho texto hace
referencia a los siguientes:
No obstante, las sanciones, cuyas cuantías hemos visto, no son las únicas consecuencias
del incumplimiento de las obligaciones en materia preventiva. De forma adicional, se
pueden analizar las siguientes:
último caso se derive un riesgo grave e inminente para la seguridad y salud de estos
(artículo 13.2 y 4 LISOS).
» Las derivadas de incumplimientos de la normativa de la prevención de
riesgos laborales que hayan supuesto la aplicación de la orden de paralización.
» Las actas de infracción extendidas en materia de prevención de riesgos como
consecuencia de accidentes de trabajo mortales, salvo los in itinere y los
derivados de patologías traumáticas, tales como infartos o derrames.
» Las actas extendidas por una infracción de la normativa de prevención de riesgos
laborales como resultado de un accidente de trabajo a resultas del cual el
trabajador previsiblemente pueda resultar afectado de incapacidad permanente,
total o absoluta, o haya generado lesiones, mutilaciones o deformaciones de
carácter definitivo, aunque no sean invalidantes.
» Las actas y expedientes que sean solicitados por la Fiscalía o por el órgano
judicial competente.
» Aquellas otras actas de infracción o informes de la inspección de trabajo en
los que se reflejen hechos o circunstancias de los que, a juicio del Jefe de Inspección
Provincial, se pudiera derivar la existencia de un ilícito penal.
Infracción grave. Artículo 12.13. No adoptar los empresarios y los trabajadores por cuenta
propia que desarrollen actividades en un mismo centro de trabajo, o los empresarios a que se
refiere el artículo 24.4 de la LPRL, las medidas de cooperación y coordinación necesarias para la
protección y prevención de riesgos laborales.
Será infracción muy grave cuando se trate de actividades calificadas reglamentariamente
como peligrosas o con riesgos especiales. Artículo 13.7 LISOS.
Infracción grave. Artículo 12.14. No adoptar el empresario titular del centro de trabajo las
medidas necesarias para garantizar que aquellos otros que desarrollen actividades en el mismo
reciban la información y las instrucciones adecuadas sobre los riesgos existentes y las medidas
de protección, prevención y emergencia, en la forma y con el contenido establecidos en la
normativa de prevención de riesgos laborales.
Será infracción muy grave cuando se trate de actividades calificadas reglamentariamente
como peligrosas o con riesgos especiales. Artículo 13.8 LISOS.
De otra parte, para completar el estudio del artículo 42.3 LISOS, se debe hacer
referencia a la regulación que contiene en cuanto a la relación de empresas de
trabajo temporal (ETT) y empresas usuarias de los servicios de aquellas, de forma
que establece que:
Los pactos que tengan por objeto la elusión, en fraude de ley, de las responsabilidades
establecidas, tanto en el caso de las ETT como en el caso anterior, de una empresa
principal en su relación con empresas contratistas o subcontratistas son nulos y no
producirán efecto alguno.
De acuerdo con la LISOS, los servicios de prevención ajenos están incluidos, entre
otros, en la relación de sujetos infractores y, por lo tanto, son responsables de las
infracciones definidas para ellos.
En particular, el artículo 2.9 indica que las entidades especializadas que actúen como
servicios de prevención ajenos a las empresas, las personas o entidades que desarrollen
la actividad de auditoría del sistema de prevención de las empresas y las entidades
acreditadas para desarrollar y certificar la formación en materia de prevención de
riesgos laborales que incumplan las obligaciones establecidas en la normativa sobre
dicha materia serán también sujetos responsables.
Sanción Indemnización/sanción
Exigencia de daño Sí
a) Naturaleza jurídica:
Una de las cuestiones más debatidas de esta figura es su naturaleza jurídica, pues se
discute si tiene naturaleza sancionadora o indemnizadora. Un sector considera que se
trata de una figura equiparable a la sanción, impuesta al empresario como
consecuencia directa de la falta de medidas de seguridad que dan lugar a un
accidente de trabajo o enfermedad profesional, y cuyo resultado es un incremento de la
cuantía de las prestaciones a la Seguridad Social derivadas de dicho accidente o
enfermedad (por ejemplo, las derivadas de una situación de incapacidad temporal, o las
de una incapacidad permanente, según el caso). No obstante, la mayoría estima que
tiene una naturaleza mixta o híbrida entre el carácter sancionador e
indemnizatorio.
Por su carácter mixto abogan las SSTS de 23 de marzo de 2015, rec. núm. 2057/2014;
de 20 de septiembre de 2016, rec. núm. 3346/2015; de 21 de diciembre de 2016, rec.
núm. 3373/3015.
De hecho, el carácter sancionador aparece patente cuando tiene una finalidad punitiva
respecto del empresario, de tal forma que no puede imponerse si no existe
incumplimiento de medidas de seguridad, aunque se causen daños al trabajador. Ello
también se constata en la cuantía, la cual puede variar entre dos límites en función de la
gravedad del incumplimiento.
b) Requisitos:
Para poder exigir el recargo de prestaciones, tal y como se deriva del artículo 164 LGSS,
deben concurrir una serie de requisitos, siendo los elementos clave: la existencia de un
accidente de trabajo o enfermedad profesional, y un incumplimiento de la normativa de
prevención de riesgos laborales.
Por tanto, los requisitos para poder imponer este recargo son:
Dicho incumplimiento puede consistir según STS de 12 de junio de 2013, rec. núm.
793/2012, en la no realización de la evaluación de riesgos y de formación para el caso
de atraco.
» Nexo causal. En tercer lugar, debe concurrir una relación de causalidad entre el
incumplimiento de la normativa y el daño ocasionado.
Sin embargo, debe tenerse presente que, con carácter general, la doctrina judicial
considera que las obligaciones del trabajador tienen un carácter totalmente
secundario en relación con la obligación general del empresario de garantizar la
seguridad y salud de los trabajadores. De igual modo, la imprudencia del trabajador no
elimina la responsabilidad del empresario si se aprecia un incumplimiento del
empresario de las medidas de seguridad.
De hecho, el artículo 15.4 LPRL confirma que «la efectividad de las medidas
preventivas deberá prever las distracciones o imprudencias no temerarias que pudiera
cometer el trabajador». Por tanto, en la medida en que dichas distracciones del
trabajador se hubieran podido prever y evitar, la responsabilidad recaerá sobre el
empresario.
Así, la STS de 12 de julio de 2007, rec. núm. 938/2006, considera insuficiente el hecho
de advertir a los trabajadores del riesgo de intentar acceder con las manos en los
cilindros del laminador cuando se cae un cuerpo extraño, ya que en la evaluación de
riesgos se establecía la necesidad de dotar a la máquina de dispositivos que garanticen
la seguridad del trabajador, dotando de protección para impedir la accesibilidad a los
cilindros.
En el caso del amianto, la STSJ Cataluña, de 24 de mayo de 2018, rec. núm. 1631/2018,
declara la procedencia del recargo de prestaciones por omisión de medidas preventivas
por incumplimiento de la normativa sobre amianto, aplicando así el recargo máximo
(50 %)
El artículo 164 LGSS indica que la cuantía del recargo se sitúa en un porcentaje que
varía entre un 30 y 50 % de la prestación que reciba el trabajador de la Seguridad
Social.
d) Sujeto responsable:
En este sentido se pronuncian las SSTSJ Galicia, de 14 de abril de 2015, rec. núm.
194/2015; Galicia, de 31 de marzo de 2015, rec. núm. 1842/2015, entre una empresa
promotora y una empresa constructora en caso de accidente de trabajo causado por
omisión de medidas de seguridad. En el mismo sentido, STSJ Cantabria, de 12 de
septiembre de 2015, rec. núm. 622/2014, por lo que respecta a la subcontratación del
servicio de transporte de una empresa dedicada a la retirada de residuos al entender
que el accidente se produjo en la realización de servicios subcontratados por esta y que
forman parte de su actividad empresarial principal.
Así lo consideran las SSTS de 23 de marzo de 2015, rec. núm. 2057/2014; de 5 de mayo
de 2015, rec. núm. 1075/2014.
e) Procedimiento:
»La cuantía de los tipos de cotización a que se refieren los apartados anteriores
podrá reducirse en el supuesto de empresas que se distingan por el empleo de
medios eficaces de prevención. Asimismo, dicha cuantía podrá aumentarse en
el caso de empresas que incumplan sus obligaciones en materia de seguridad y
salud en el trabajo. La reducción y el aumento previstos en este apartado no
podrán exceder del 10 por ciento de los tipos de cotización, si bien el aumento
podrá llegar hasta un 20 por ciento en caso de reiterado incumplimiento de las
aludidas obligaciones».
Sanción Sanción
Exigencia de daño Sí
Sanción Multa
Exigencia de daño Sí
Este capítulo ofrece una visión general y sucinta de algunos de los elementos básicos
de la Estadística aplicada a las Ciencias de la Salud, que puedan ayudar al
profesional relacionado con la prevención de riesgos laborales en la descripción,
análisis e interpretación de los aspectos cuantitativos relacionados con su especialidad.
Por tanto, al finalizar la unidad, el alumno debe haber alcanzado los siguientes
objetivos:
Tipos de variables
Tipos de variables
Discretas
Cuantitativas
Continuas
Categóricas
Cualitativas
Ordinales
Tabla 1. Tipos de variables.
En el estudio llevado a cabo por Fujino et al. (2006) en el que se examina la asociación
entre los turnos rotativos en el trabajo y el riesgo de cardiopatía isquémica en
trabajadores japoneses, se encuentran ejemplos de algunas de las variables
anteriormente descritas: variables cuantitativas, como la edad o el índice de masa
corporal; variables categóricas: de dos categorías (dicotómicas), como el antecedente de
diabetes (sí o no), y de más de dos categorías (politómicas), como el tipo de trabajo (de
oficina, manual u otro). También se pueden obtener ejemplos de variables ordinales,
como el grado de estrés percibido en la vida diaria (frecuente, ocasional, muy ocasional
o nunca).
número de horas caminando al día (<0,5, 0,5, 0,6-0,9, y ≥1), o el número de horas a la
semana dedicadas al ejercicio (<1, 1-2, 3-4, y ≥5).
[21-25] 4
[26-30] 7
[31-35] 5
[36-40] 2
[41-45] 1
Tabla 2. Distribución de trabajadores por edad.
El gráfico de barras tiene tantas barras como categorías tiene la variable (en este caso, 5
categorías que se corresponden con los 5 grupos de edad relacionados en el ejemplo).
La altura de cada una de las barras es proporcional a la frecuencia de casos en cada
intervalo. También podría representarse como proporción o porcentaje de casos; en el
ejemplo anterior:
Otro gráfico bien conocido, y que se muestra muy útil en la representación de variables
categóricas, es el gráfico de sectores (a veces conocido como «pastel», «tarta» o
«queso»). Continuando con el ejemplo anterior, se puede emplear el gráfico de sectores
para representar la distribución de los trabajadores del supermercado de acuerdo con el
sexo:
a) Media
Empresa A 0 0 6 7 0 3 0 5 6
Empresa B 2 3 3 4 3 3 2 4 3
Tabla 3. Número de accidentes por trabajador en los últimos 10 años.
b) Mediana
Empresa A 0 0 0 0 3 5 6 6 7
Empresa B 2 2 3 3 3 3 3 4 4
Tabla 4. Número de accidentes por trabajador en los últimos 10 años.
Empresa A 0 0 0 0 3 5 6 6 7
Empresa B 2 2 3 3 3 3 3 4 4
Tabla 5. Mediana.
c)Moda
a) Varianza
c) Coeficiente de variación
Por ejemplo, los datos de presión arterial sistólica de los trabajadores pertenecientes a
la muestra de la empresa B del ejemplo anterior se muestran a continuación:
Empresa B 129 130 132 134 131 132 128 127 132
Tabla 6. Presión arterial sistólica (nmHg) de los trabajadores de la empresa B.
Las medidas de forma son de dos tipos: medidas de asimetría y medidas de curtosis o
apuntamiento.
Las medidas de asimetría indican el grado de simetría con el que se agrupan los
valores de una distribución en torno a sus medidas de tendencia central.
Las medidas de posición están representadas por los cuantiles, que son aquellos
valores que dividen una distribución de frecuencias en partes iguales. Se pueden
distinguir diferentes tipos de cuantiles. Así, los cuartiles son aquellos valores que
dividen a la distribución en cuatro partes iguales; los quintiles son los valores que
dividen a la distribución en cinco partes iguales; los deciles, en diez partes iguales; y
los percentiles, en cien partes iguales.
Edad (años)
22 22 24 25 27 27 30 31 31 34 37 38 38 39 41
Tabla 7. Edad (años).
Como se ha comentado, los cuartiles son los valores que dividen a la muestra en cuatro
partes iguales. En este caso se corresponden con los valores 25, 31 y 38, que a su vez
coinciden con los percentiles 25, 50 y 75, respectivamente.
Edad (años)
22 22 24 25 27 27 30 31 31 34 37 38 38 39 41
Tabla 8. Edad (años).
Edad (años)
Puesto 12.º
22 22 24 25 27 27 30 31 31 34 37 38 38 39 41
Tabla 9. Identificación del percentil 75.
a) Comparación de proporciones
Industria química 21 77 98
49 151 200
Tabla 10. Relación de trabajadores con y sin accidente laboral en las industrias siderúrgica y química.
El cálculo de los valores esperados se obtiene multiplicando el total de la fila por el total
de la columna dividido por la frecuencia total, de manera que el resultado final de los
valores esperados en cada casilla es:
Industria química 24 74 98
49 151 200
Tabla 11. Valores esperados de trabajadores con y sin accidente laboral en las industrias siderúrgica y
química.
b) Comparación de medias
muestras relacionadas), y las pruebas más utilizadas para la comparación de tres o más
medias (análisis de la varianza, test de Kruskal-Wallis y test de Friedman).
Para una aplicación correcta de esta prueba, existen dos condiciones importantes que
han de cumplirse. En primer lugar, la variable dependiente ha de seguir una
distribución Normal en los grupos de comparación. Si el número de sujetos en cada
grupo de comparación es suficientemente grande, se suele asumir que la variable sigue
la distribución Normal. Otro aspecto que ha de tenerse en cuenta en la aplicación de
este test es que las varianzas han de ser homogéneas.
Ejemplo: se han tomado las edades de los trabajadores de una empresa pertenecientes
a dos muestras de manera aleatoria: una tomada en el departamento de recursos
humanos (32 trabajadores) y otra en el de gestión administrativa (34 trabajadores) de
una empresa. Las medias de la edad de cada departamento se muestran a continuación:
Este test parte de la hipótesis nula que sostiene que no existen diferencias entre las
medias. La hipótesis alternativa implica que al menos una de las medias es distinta. En
Cuando en una situación en la que se deben comparar las medias de tres o más grupos
independientes, las condiciones de aplicación del ANOVA no se cumplen, se puede
recurrir a un test no paramétrico conocido como test de Kruskal-Wallis.
» Correlación:
Ejemplo 2. En este caso se muestra también un grado fuerte de asociación entre las
variables A y C (valor absoluto del coeficiente de correlación de Pearson = 0,924), sin
embargo, la asociación entre las variables es inversa (signo negativo).
Cuando el objetivo del estudio de la asociación entre dos variables cuantitativas tiene
fines predictivos, un procedimiento para tener en cuenta es la regresión lineal
simple.
Este procedimiento permite definir la línea que mejor se ajusta a los puntos (x,y) y
ayuda a predecir los valores de una determinada variable dependiente (y) a partir de los
valores de una variable independiente (x). La ecuación que expresa una regresión lineal
simple es:
El ejemplo expuesto al principio de este capítulo, donde se exponía la relación entre las
variables «peso» y «talla» de los trabajadores de un supermercado mediante un
diagrama de dispersión, puede servir para definir la ecuación de la recta que mejor se
ajusta a los puntos. En este caso se considerará como variable dependiente la talla y
como variable independiente el peso.
» Modelos multivariables:
Los modelos multivariables son modelos que tratan con tres o más variables
de manera simultánea. Existen tres modelos de amplísima difusión en el área de la
Biomedicina: la regresión lineal múltiple, la regresión logística y la regresión de Cox.
El estudio realizado por Hnizdo et al. (2002) sobre la asociación entre el tipo de empleo
y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica es un ejemplo donde puede observarse el
uso del modelo de regresión logística para valorar el riesgo (mediante odds ratios),
teniendo en cuenta el efecto de diferentes variables como la edad, el sexo, la etnia, el
índice de masa corporal, el hábito de consumo de tabaco, la educación o el nivel
socioeconómico.
La aplicación de dicho modelo permitió el ajuste de las estimaciones por diversas variables
como la edad, el hábito de consumo de tabaco, el consumo de alcohol, el nivel de
educación, el estrés percibido, los antecedentes médicos, el índice de masa corporal, las
horas caminando al día, las horas empleadas en ejercicio a la semana y el tipo de trabajo.