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Quemador cíclico de biomasa

Institución: E.E.S.T N°8 ALMAFUERTE

Curso: 7°1

Integrantes: Albanesi Gonzalo


Bustos Dylan
Canteros Tomás
Córdoba Máximo
Fernandez Felipe

Profesores: Navas Walter

Año: 2023

Calificación Final:
Contenido
1 Introducción................................................................................................................................................................. 1
1.1 Contexto................................................................................................................................................................1
1.2 Biomasa.................................................................................................................................................................2
2 Marco teórico...............................................................................................................................................................2
2.1 Biomasa en Argentina...........................................................................................................................................2
2.2 Tipos de biomasa...................................................................................................................................................3
2.2.1 Sector Agrícola................................................................................................................................................3
2.2.2 Sector pecuario..............................................................................................................................................3
2.2.3 Residuos Sólidos Urbanos...............................................................................................................................3
2.3 Aplicaciones industriales de la biomasa................................................................................................................3
2.3.1 Combustión Directa........................................................................................................................................4
2.3.2 Gasificación....................................................................................................................................................4
2.3.3 Pirolisis...........................................................................................................................................................4
2.3.4 Digestión Anaerobia.......................................................................................................................................4
2.4 Poder calorífico de las biomasas...........................................................................................................................4
2.4.1 Poder Calorífico Superior (PCS)......................................................................................................................4
2.4.2 Poder Calorífico Inferior (PCI).........................................................................................................................4
3 Quemadores.................................................................................................................................................................5
3.1 Quemador de lecho arrastrado.............................................................................................................................5
3.2 Quemador de lecho fijo.........................................................................................................................................5
3.3 Quemador de lecho fluidizado..............................................................................................................................6
3.4 Quemador ciclónico..............................................................................................................................................7
4 Bibliografía...................................................................................................................................................................7

1 Introducción
1.1 Contexto
En la actualidad, la creciente demanda de energía en sectores clave como la agricultura, la industria y el comercio ha
dado lugar a un consumo excesivo de energía, principalmente proveniente de fuentes no renovables como el carbón
y los derivados del petróleo. Este elevado consumo, junto con problemas contemporáneos como la deforestación,
ha contribuido al cambio climático y a un deterioro de la calidad del aire. La dependencia significativa de recursos no
renovables ha intensificado los niveles de contaminación ambiental.

Sin embargo, en respuesta a estos desafíos, se han desarrollado diversas alternativas y tecnologías para la
generación de energía, con el objetivo de mitigar los efectos derivados del consumo de combustibles fósiles. Las

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fuentes de energía renovable, como la biomasa, se consideran soluciones viables debido a su origen en procesos
naturales con ciclos de reabastecimiento más cortos en comparación con los combustibles fósiles.

1.2 Biomasa
La biomasa se define como la materia orgánica de origen biológico, abarcando tanto materiales vegetales como
animales, que puede emplearse como fuente de energía. Este recurso se distingue como una energía renovable
debido a su origen biológico y a la capacidad de los organismos de regenerarse en un corto periodo de tiempo, en
contraste con los combustibles fósiles, que son finitos y se forman a lo largo de millones de años.

La utilización de biomasa como fuente de energía se justifica por diversas razones. En primer lugar, su naturaleza
renovable la hace sostenible a largo plazo, ya que los materiales orgánicos utilizados para generar biomasa pueden
regenerarse de manera constante. Además, la biomasa está ampliamente disponible, derivándose de recursos
comunes como madera, residuos agrícolas y restos forestales, lo que la convierte en una fuente potencialmente
accesible en diversas regiones.

El empleo de biomasa contribuye a la reducción de residuos orgánicos y agrícolas, ya que estos se convierten en una
fuente útil de energía en lugar de ser desechados o dejados a descomponer. En términos ambientales, la biomasa se
considera una opción con bajas emisiones de carbono, ya que el CO2 liberado durante su combustión es absorbido
por las plantas durante su crecimiento, cerrando un ciclo de carbono.

Las aplicaciones de la biomasa son variadas y abarcan diferentes sectores. Se utiliza para generar electricidad
mediante procesos como la combustión directa, gasificación o fermentación anaeróbica. Asimismo, se emplea en
calefacción, ya sea en instalaciones residenciales o industriales, a través de pellets de madera, astillas o residuos
agrícolas. La biomasa también es la materia prima para la producción de biocombustibles líquidos, como biodiesel y
bioetanol. Adicionalmente, se quema para producir calor utilizado en procesos industriales o para calefacción en
edificaciones. En áreas rurales, la biomasa es a menudo la fuente principal de energía para cocinar y calentar
viviendas.

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2 Marco teórico
2.1 Biomasa en Argentina
Una estrategia particularmente investigada en ingeniería para reducir la dependencia de carbón y petróleo es el
aprovechamiento de las biomasas agroindustriales residuales. Argentina, con su clima tropical y una producción
agrícola significativa, presenta un gran potencial en este sentido. Industrias forestales y agrícolas generan cantidades
significativas de biomasa, incluyendo aserrín, bagazo de caña, tusa de maíz, cascaras de arroz y residuos de podas en
huertos y viñedos.

En el contexto argentino, el uso de biomasa, según datos de organismos pertinentes, podría destinarse a la
alimentación de calderas de combustión.

El aprovechamiento de biomasas en Argentina no solo presenta ventajas técnicas, como una alta disponibilidad y
menor impacto ambiental durante la combustión, sino que también contribuye a la generación de empleo en áreas
rurales, entre otros beneficios. La viabilidad de utilizar biomasas para la producción de energía en el país está
intrínsecamente vinculada a su capacidad para producir y aprovechar residuos agroindustriales de manera efectiva.

2.2 Tipos de biomasa


Argentina, siendo un país con una destacada producción agrícola, también se posiciona como un generador masivo
de residuos agrícolas. En el contexto argentino, las biomasas pueden clasificarse en tres amplios sectores de
obtención, siguiendo el enfoque del Atlas de Biomasas de Argentina del Ministerio de Energía y Minería.

2.2.1 Sector Agrícola


En este sector, se incluyen los subproductos generados durante la recolección y transformación de las actividades
agrícolas, lo que resulta en la generación de residuos. La agricultura en Argentina, con sus extensas áreas de cultivo y
diversidad ambiental, constituye uno de los principales generadores de biomasas. Los cultivos que generan biomasa
agrícola en Argentina varían, y entre ellos se encuentran los cultivos de gran importancia como la soja, maíz, trigo, y
otros. Además, diversas industrias, como los ingenios azucareros y la industria arrocera, generan residuos orgánicos
susceptibles de aprovechamiento para la generación de calor, energía, y otros procesos mediante procesos
fisicoquímicos como la obtención de biogás y bioetanol.

2.2.2 Sector pecuario


Incluye cadenas productivas de animales como aves, ganado bovino y porcino, genera biomasa residual significativa,
especialmente a través del estiércol. El sacrificio de ganado y la producción avícola aportan materiales orgánicos que
pueden ser utilizados en procesos de obtención de biogás y otros usos con valor agregado.

2.2.3 Residuos Sólidos Urbanos


Dentro del grupo de residuos urbanos se encuentran los provenientes de podas de zonas verdes urbanas. La gestión
de estos residuos urbanos es crucial para las ciudades, y una solución viable en Argentina podría ser el empleo de
plantas de termo valorización. Estas instalaciones aprovechan los residuos urbanos para generar energía eléctrica y
gas natural. Sin embargo, se destaca el desafío asociado al costo inicial de inversión en estas plantas.

2.3 Aplicaciones industriales de la biomasa


Las biomasas encuentran diversas aplicaciones, destacándose en la obtención de combustibles, fertilizantes
agrícolas, nano partículas y en procesos industriales con altos requerimientos energéticos. La forma en que se
aprovecha la biomasa depende de sus características físicas, y se emplean distintos procesos de conversión para
obtener productos finales con aplicaciones específicas.

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Estos procesos implican una descomposición térmica de los componentes de la biomasa y la liberación de energía en
forma de calor o la obtención de biocombustibles intermedios. Cuatro procesos básicos permiten la transformación
de la biomasa: combustión directa, gasificación, pirólisis y digestión anaerobia.

2.3.1 Combustión Directa


La combustión directa es un proceso tradicional en el cual la biomasa se quema para generar calor. Históricamente,
se ha utilizado en pequeñas calderas domésticas para calefacción. Aunque estos sistemas son eficientes en su
simplicidad, tecnologías más avanzadas han mejorado significativamente la eficiencia de la biomasa como fuente de
calor, permitiendo su aplicación en una variedad de contextos.

2.3.2 Gasificación
La gasificación es un proceso termoquímico que convierte materiales carbonosos de la biomasa en un gas sintético
en un entorno con poco oxígeno. Este proceso posibilita la producción de gases como dióxido de carbono, metano e
hidrógeno. La gasificación puede utilizarse para generar metanol o hidrógeno y se realiza en una atmósfera con bajo
contenido de oxígeno, produciendo una corriente gaseosa y un residuo sólido con propiedades combustibles.

2.3.3 Pirolisis
La pirolisis es un proceso termoquímico que transforma la biomasa en ausencia de oxígeno. Al aplicar energía
térmica, la biomasa se descompone en tres productos: gases no combustibles, aceites y carbón vegetal. Este proceso
resulta en residuos sólidos (carbón vegetal), líquidos (ácidos piroleñosos o alquitrán) y gaseosos (una mezcla de
gases, incluyendo dióxido de carbono, hidrógeno y otros). Las proporciones de estos productos dependen de
factores como temperatura y composición química de la biomasa.

2.3.4 Digestión Anaerobia


La digestión anaerobia es un proceso microbiológico que ocurre en ausencia de oxígeno y está vinculado al
tratamiento de residuos biodegradables. Este proceso involucra microorganismos descomponiendo la materia
orgánica, generando biogás como producto final. El biogás, compuesto principalmente por metano y dióxido de
carbono, puede ser utilizado para la producción de calor y/o electricidad. Dispositivos específicos, llamados
biodigestores, son empleados para facilitar este proceso y capturar el biogás resultante.

2.4 Poder calorífico de las biomasas


El poder calorífico de las biomasas se refiere a la cantidad de energía liberada por unidad de masa o volumen
durante una reacción química de oxidación, como la combustión completa de un combustible. Este valor, conocido
como poder calorífico, está relacionado con la entalpía de combustión absoluta del material y se ve afectado por su
contenido químico.

En términos generales, el poder calorífico de la biomasa puede variar según el tipo de residuo. Por ejemplo, para
residuos lignocelulósicos, se sitúa entre 3000 y 4500 kcal/kg, para residuos urbanos entre 2000 y 3000 kcal/kg, y para
combustibles líquidos provenientes de cultivos energéticos, puede alcanzar las 10000 kcal/kg. La presencia de
cenizas en un combustible reduce su poder calorífico.

2.4.1 Poder Calorífico Superior (PCS)


El Poder Calorífico Superior (PCS) es la cantidad total de calor liberado durante la combustión de una biomasa.
Incluye el calor liberado en la condensación del agua contenida en los humos. El PCS se divide en dos categorías: PCS
en base seca y PCS en base húmeda. El primero considera el agua formada durante la combustión de la biomasa,
mientras que el segundo también tiene en cuenta el agua contenida en el propio combustible. Un elevado contenido
de humedad reduce la eficiencia de la combustión, ya que parte del calor se utiliza para calentar y evaporar el agua,
sin contribuir a la reducción química del material. El PCS proporciona una visión completa del calor disponible
durante la combustión, considerando todas las fuentes de calor, incluida la liberación de agua en estado líquido.

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2.4.2 Poder Calorífico Inferior (PCI)
En contraste, el Poder Calorífico Inferior (PCI) tiene en cuenta que parte del calor liberado durante la combustión se
utiliza para evaporar el agua presente en la biomasa quemada y el agua formada en la reacción, que permanece en
estado líquido. Este enfoque más realista del calor liberado durante la combustión ofrece una visión práctica, ya que
reconoce que parte del calor no es aprovechable debido a la evaporación del agua. El PCI se determina a partir del
PCS, extrayendo el calor latente del agua formada durante la reacción química. Ambos conceptos, PCS y PCI, son
fundamentales para comprender y evaluar el rendimiento y la eficiencia de la biomasa como fuente de energía,
considerando aspectos críticos como la humedad y las complejidades de los procesos químicos involucrados.

3 Quemadores
Un artefacto denominado quemador desempeña la función de convertir distintos tipos de combustibles (líquidos,
sólidos o gaseosos) en energía mediante un proceso de oxidación. Su tarea fundamental radica en generar calor al
liberar la energía producida durante la combustión. Esta energía resultante se aprovecha en diversas aplicaciones,
tales como calderas, generadores, secadores y otras actividades que demandan un consumo energético.

La clasificación de los quemadores se realiza considerando el tipo y estado de los combustibles que emplean, así
como la manera en que suministran el combustible al interior de la cámara de combustión. La industria cuenta con
una amplia variedad de quemadores, los cuales se categorizan según el estado del combustible (sólido, líquido,
gaseoso). Además, otros parámetros, como el tamaño de partícula, la forma y la humedad, también influyen en la
definición de un quemador específico. En este contexto, se presentarán a continuación los quemadores más
comúnmente utilizados para la combustión de combustibles sólidos.

3.1 Quemador de lecho arrastrado


Un gasificador de lecho arrastrado, similar a las calderas de carbón pulverizado, opera con eficacia al utilizar
corrientes de partículas extremadamente finas. Este diseño se destaca por sus breves tiempos de permanencia en el
reactor, lo que implica una rápida interacción entre el combustible y el medio ambiente reductor. Esta característica,
combinada con las altas temperaturas operativas del reactor, resulta en conversiones excepcionalmente elevadas.

La esencia de su eficiencia radica en la minimización de la presencia de alquitrán en el gas de salida, lo cual es crucial
para mantener un rendimiento óptimo y reducir impactos ambientales no deseados. Debajo se puede observar una
visión ilustrativa del proceso integral del quemador de lecho arrastrado, donde se evidencian las fases de
combustión, pirolisis y gasificación.

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3.2 Quemador de lecho fijo
Los quemadores de lecho fijo, operando en configuraciones de lecho fijo/móvil, establecen fases de contacto según
el modelo de flujo en pistón. En este proceso, la biomasa se desplaza gradualmente, de manera análoga a un pistón,
interactuando con un flujo de agente oxidante. La dinámica de este reactor sigue el modelo de flujo en pistón, lo que
implica un movimiento lento y controlado de la biomasa en contacto con el agente oxidante.

Estos reactores pueden clasificarse como de flujo ascendente o cruzado descendente, dependiendo de la dirección
del flujo de biomasa. La versatilidad de estos quemadores abarca capacidades térmicas iniciales que van desde 10
kW hasta 10 MW. En esencia, la eficacia de los quemadores de lecho fijo radica en su capacidad para gestionar de
manera controlada la interacción entre la biomasa y el agente oxidante, lo que los convierte en una opción relevante
para aplicaciones térmicas diversas dentro de un rango amplio de cargas térmicas.

3.3 Quemador de lecho fluidizado


Los quemadores de lecho fluidizado presentan una dinámica única en la cual el agente gasificante fluye ascendente a
través del reactor, generando un estado de fluidización en el lecho de sólido inerte. Esta condición permite la
formación de una mezcla homogénea que facilita la transferencia eficiente de materia y energía entre el combustible
y el gas. Dentro de esta categoría de gasificadores, se distinguen dos variantes esenciales: los burbujeantes y los
circulantes, cada uno con características distintivas.

En el caso de los gasificadores de lecho fluidizado burbujeante, el agente fluidizante gasificante mantiene una
velocidad lo suficientemente baja para no provocar una circulación significativa de sólidos. Por otro lado, los
gasificadores de lecho fluidizado circulante operan con una velocidad mucho más elevada del agente fluidizante, lo
que induce una circulación activa de sólidos. Este material sólido se recircula al reactor mediante la utilización de un
sistema de ciclón y retorno al gasificador, optimizando así el proceso.

La ilustración proporciona una visualización de los tipos de quemadores en lecho fluidizado, destacando las
características distintivas de cada variante. Estos quemadores, al aprovechar la dinámica del lecho fluidizado,
ofrecen una eficiencia notable al facilitar una interacción eficaz entre el combustible y el agente gasificante,
destacándose como una opción versátil para diversas aplicaciones energéticas.

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3.4 Quemador ciclónico
Un quemador ciclónico de biomasa es un dispositivo de combustión directa diseñado para utilizar principalmente
combustibles sólidos con tamaños de partícula en el rango de 150 a 300 micras. Esta tecnología se destaca por ser
una alternativa eficiente para la quema de residuos agroindustriales en diversas aplicaciones, incluyendo la
generación de calor en calderas y secadores de productos agrícolas.

Lo distintivo de los quemadores ciclónicos radica en su eficiencia mejorada en comparación con los hornos
convencionales de biomasa. El diseño ciclónico induce un flujo que dirige las partículas de combustible hacia la pared
del quemador, intensificando la mezcla del aire con el combustible y asegurando una combustión más eficiente al
acelerar la velocidad de la reacción.

En el proceso, las partículas de combustible reaccionan mientras atraviesan la cámara de combustión y, finalmente,
son arrastradas por los gases resultantes hacia la salida del sistema, donde se recogen como cenizas volantes. Para el
control de partículas, estas cenizas suelen ser recolectadas en sistemas de filtrado.

La introducción del combustible pulverizado a presión se realiza mediante un sistema de inyección neumática,
utilizando aire primario. Durante la combustión, se genera un movimiento helicoidal (ciclón) dentro de la cámara de
combustión, facilitando la oxidación del combustible como se muestra en la siguiente ilustración.

1. Soplador de biomasa: Esta turbina de entrada de aire impulsa la biomasa a quemar hacia el
quemador ciclónico y de esta forma alimenta el quemador.
2. Tolva: Esta es una tolva de almacenaje de biomasa, donde se deposita el biocombustible en
cuestión y a medida que se va utilizando se consume de ahí mismo.
3. Descarte de cenizas: Esta quema de biomasa genera restos de cenizas por eso se hace esta
descarga de cenizas ya que si se quedan remanentes en el quemador reduce la eficiencia del
mismo.
4. Salida de cenizas: Esta salida se da por una tolva interna la cual almacena la ceniza para su descarte.
5. Soplador de aire: Este impulsa el fuego hacia la parte superior del quemador de forma que el aire
genere un sentido helicoidal.
6. Expulsión de gases: Los gases generados por la quema suben hasta un conducto donde se descarta
del sistema cerrado.
7. Entrada de aire: Regula a medida que sea necesario la entrada de aire en el interior del quemador
ciclónico para una combustión eficiente a través de una mariposa.
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Entre las ventajas más destacadas de los quemadores ciclónicos de biomasa se encuentran la baja emisión de gases
contaminantes principalmente CO y NOx a comparación de los quemadores que utilizan carbón.

Algunas desventajas de esta tecnología están asociadas al control de cenizas volantes generadas y a los mayores
costos de los sistemas de inyección de aire secundarios. La tecnología de combustión ciclónica o en suspensión, fue
inicialmente diseñada para la quema de polvos de carbón mineral de baja calidad.

Actualmente esta tecnología se utiliza para una variedad de procesos industriales, en donde además del carbón
mineral se pueden quemar otros tipos de combustibles, generalmente biomasas o una mezcla de ambos. Una de las
principales aplicaciones de los quemadores ciclónicos está en la generación de vapor para centrales termoeléctricas
donde se utilizan para la quema de carbón en la caldera. Las calderas con quemadores ciclónicos ganaron una amplia
aceptación debido a su capacidad para quemar una reserva sustancial de carbones considerados inadecuados para la
combustión de carbón pulverizado.

4 Bibliografía
[1] Herrera Niño, D. F., & Aparicio Mesa, A. M. (2022). Diseño y Construcción de un Quemador Ciclónico de Biomasa
para el Laboratorio de Combustión de la Escuela de Ingeniería Mecánica. Tesis de maestría, Universidad Industrial de
Santander, Facultad de Ingenierías Fisicomécánicas, Escuela de Ingeniería Mecánica, Bucaramanga.

[2] Rearte, M. (2019). Biomasa | La bioenergía y la normalización de los biocombustibles en Argentina. Centro INTI
Tucumán. Recuperado de https://www.editores-srl.com.ar/revistas/ie/342/rearte_bioenergia_y_normalizacion

[3] Carrasco García, J. E. (2007/2008). Combustión directa de biomasa. Tesis de máster, EOI escuela de negocios,
master de energías renovables y mercado energético.

[4] Carrillo, L. (2004). Energía de Biomasa: Fotosíntesis. Biomasa. Conversión por microorganismos. Biogas. Etanol.
Biodiesel. Edición del autor, S.S. Jujuy.

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