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Sucesión legítima:

A diferencia de la sucesión testamentaria, en la sucesión legítima no hay libertad de elección de los llamados a
suceder, sino que el mismo legislador los impone (llamamiento por ley).
El fundamento del legislador en cuanto a su elección es que éstos sujetos llamados por la ley son los que hubiera
querido llamar el causante si no hubiera muerto.
En el derecho moderno se está discutiendo si la “socioafectividad” puede ser fuente del llamamiento.
En la sucesión legítima el sujeto que no tiene lazos sanguíneos con el causante es el cónyuge, los demás si.

Casos en los que procede la sucesión ab intestato:


-cuando no hay testamento.
-cuando el testamento es ineficaz.
-cuando el testamento no instituye herederos y se limita a establecer disposiciones testamentarias como puede ser
un legado.
-cuando las disposiciones testamentarias no alcanzan para la totalidad del patrimonio del causante.

Puede ser que el algún momento estén las 2 sucesiones en trámite porque la nulidad del testamento no suspende la
sucesión testamentaria (se presume que el testamento va a tener plena eficacia hasta tanto no haya una sentencia
que decrete su nulidad). Cuando se declare la nulidad del testamento van a parecer los sucesores ab intestato.

¿Hay alguna preeminencia entre ambos tipos de sucesiones?


Derecho de fondo: cuando dentro de la sucesión legítima hay legitimarios (sujetos a los cuales les ha otorgado una
porción determinada de la herencia), en éste caso la preeminencia va a ser de la voluntad de la ley (son esos sujetos
los protegidos.
Si sólo hay legítimos (no legitimarios), es decir, colaterales hasta el 4to grado, en éste caso la preeminencia estaría
dada por la sucesión testamentaria (voluntad del causante).
¿Y qué pasa si hay legitimarios y hay testamento? El testamento puede existir y hasta podría violentar la legítima, y
acá podrían pasa en principio 2 cosas:
-que los legitimarios accionen para proteger su legítima.
-que no accionen y el testamento va a ser completamente válido.

Dentro de la sucesión legítima tenemos una subclasificación:


Legitimarios: ascendientes, descendientes y cónyuge.
Legítimos: ascendientes, descendientes, cónyuge y colaterales hasta el 4to grado.
Todos los legitimarios son legítimos, pero no todos los legítimos son legitimarios, porque sólo éstos últimos tienen
una porción legítima.

Orden para heredar: (la sucesión ab intestato se defiere por orden de prelación).
Estos órdenes son excluyentes, quiere decir que si existen descendientes y ascendientes, los descendientes desplazan
a los ascendientes.
El cónyuge concurre con los ascendientes y con los descendientes.
Dentro de cada orden se hereda según el grado de parentesco (es decir el más próximo desplaza al más lejano).
Excepción: derecho de representación.
En las sucesiones no se atiende al origen de los bienes (no hay importancia respecto al origen de esos bienes, es
decir, de cómo llegaron al patrimonio del causante). Excepción: muerte del cónyuge bajo el régimen de comunidad.
Ej. Pedro está casado con Paula, muere Pedro bajo el régimen de comunidad de bienes, y queda paula con sus 2 hijos
Juan y María. Acá tiene mucho que ver la clasificación entre bienes propios y bienes gananciales. Si sólo existen
bienes gananciales, con la disolución de la comunidad tengo un %50 que le va a corresponder al cónyuge supérstite
como comunera, y en el otro %50 los descendientes excluyen al cónyuge, por lo tanto el cónyuge no hereda (esto no
implica que no pueda ser declarada heredera).

ARTICULO 2424.- Heredero legítimo. Las sucesiones intestadas se defieren a los descendientes del causante, a sus
ascendientes, al cónyuge supérstite, y a los parientes colaterales dentro del cuarto grado inclusive, en el orden y
según las reglas establecidas en este Código.
A falta de herederos, los bienes corresponden al Estado nacional, provincial o a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
según el lugar en que están situados.

ARTICULO 2425.- Naturaleza y origen de los bienes. En las sucesiones intestadas no se atiende a la naturaleza ni al
origen de los bienes que componen la herencia, excepto disposición legal expresa en contrario.

Sucesión de los descendientes:


ARTICULO 2426.- Sucesión de los hijos. Los hijos del causante lo heredan por derecho propio y por partes iguales.

ARTICULO 2427.- Sucesión de los demás descendientes. Los demás descendientes heredan por derecho de
representación, sin limitación de grados.

ARTICULO 2428.- Efectos de la representación. En caso de concurrir descendientes por representación, la sucesión se
divide por estirpes, como si el representado concurriera. Si la representación desciende más de un grado, la
subdivisión vuelve a hacerse por estirpe en cada rama.
Dentro de cada rama o subdivisión de rama, la división se hace por cabeza.

ARTICULO 2429.- Casos en que tiene lugar. La representación tiene lugar en caso de premoriencia, renuncia o
indignidad del ascendiente.
No la impide la renuncia a la herencia del ascendiente, pero sí la indignidad en la sucesión de éste.
Se aplica también en la sucesión testamentaria, si el testador se limita a confirmar la distribución a la herencia que
resulta de la ley.

ARTICULO 2430.- Caso de adopción. El adoptado y sus descendientes tienen los mismos derechos hereditarios que el
hijo y sus descendientes por naturaleza y mediante técnicas de reproducción humana asistida.

Ejemplo de derecho de representación: existen 2 hijo: María y Juan, y éstos a su vez tienen dos hijos cada uno; y el
padre de ellos es Roberto. El orden natural implica que primero va a morir el padre y luego los hijos. Pero en el
supuesto de derecho de representación muere primero el hijo, que además tiene descendientes. Acá muere Juan
antes que Roberto, y si nos atendemos al principio según el cual el pariente más próximo desplaza al más lejano,
entonces ante la muerte de Roberto, la pariente más cercana es María (su hija) quedando sin ningún derecho
hereditario los hijos de Juan porque Juan a muerto antes que Roberto. Esta situación es visiblemente injusta porque
hay una parte del patrimonio que hubiere correspondido a Juan por ser hijo de Roberto. Por eso ante esta situación
aparece el derecho de representación, que establece que los hijos de Juan son colocados en el lugar de Juan para
concurrir en la sucesión de Roberto.

En el derecho de representación se hereda por estirpe, no por cabeza, quiere decir que los herederos de Juan (que
son 2) al colocarse en la posición de Juan van a heredar como si fueran un solo heredero. Es decir que ante la muerte
de Roberto, quedando María que es su hija y éstos dos herederos que son hijos de Juan, la sucesión se va a dividir en
un %50 para cada rama (la de María y la de los descendientes de Juan).

El derecho a representación NO se da en línea ascendente, sino que se da en línea descendente y en línea colateral.

¿Se aplica a la sucesión testamentaria? El derecho a representación funcionaría en la sucesión testamentaria siempre
y cuando el testador reafirme el llamamiento de la ley, es decir, que estuvieren Juan y María dentro del testamento.

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