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MoARcPSD|25963982
LA MATAVIEJITAS
MATERIA: informática 1
NIVEL: LICENCIATURA
La Mata viejitas
Juana Dayanara Barraza Samperio
Juana Barraza Samperio nació a las 8:30 horas, el viernes 27 de diciembre de 1957 en el municipio
de Epazoyucan, Hidalgo, México. Sus padres fueron Trinidad Barraza Ávila y Justa Samperio,
quienes nunca se casaron, viviendo en unión libre por cuatro o cinco años. Su madre era una
alcohólica, quien, en una reunión con otras personas, accedió a que un hombre tuviera acceso
carnal con la menor a cambio de tres cervezas, quedando embarazada de él. Tuvo en total cuatro
hijos. El mayor, José Enrique Lugo Barraza, fue asesinado por una pandilla en plena calle, a los
veinticuatro años de edad.
Barraza se ha transformado en uno de los casos más interesantes dentro de la historia criminal en
México, ya que durante muchos años se mantuvo la comisión de sus crímenes sin ser capturada, y
por la semejanza de su modus operandi con el de famosos asesinos en serie de otros países, como
Thierry Paulin.
El primer asesinato atribuido a la Mataviejitas fue cometido a fines de los años 90, aun cuando la
serie de asesinatos comenzó presuntamente el 17 de noviembre de 2003. Se ha estimado que el
número total de sus víctimas es de entre 42 y 48.
El 31 de marzo del 2008, el juez 67 de lo penal, con sede en Santa Martha Acatitla le dictó
sentencia de 759 años y 17 días de prisión por 17 homicidios y 12 robos cometidos en agravio de
personas de edad avanzada.
Quizás el caso más famoso de una luchadora homicida sea el de Juana Barraza Samperio “La
Mataviejitas”, asesina serial que mató a casi cincuenta ancianas en la Ciudad de México
estrangulándolas. Barraza era una luchadora que utilizaba el nombre de “La Dama del Silencio” y
utilizaba sus conocimientos luchísticos y su gran fuerza física para someter a sus víctimas.
Primero vendía palomitas de maíz durante los espectáculos; luego, bajo un antifaz con forma de
mariposa y un disfraz de color rosa, adoptó el sobrenombre de “La Dama del Silencio” y se subió al
cuadrilátero; adoptó ese nombre, según declaró, porque era “muy callada y aislada”.
Juana Barraza Samperio trabajaba los fines de semana en arenas chicas y en eventos en pueblos y
ciudades pequeñas, donde la llevaba un representante. Se definía como “ruda de corazón”. Luchó
en Puebla, Tlaxcala, Toluca, Querétaro, Pachuca y la Ciudad de México. Ganaba entre $300.00 y
$500.00 pesos por lucha.
“Entrenaba dos veces por semana. Levantaba pesas, hacía abdominales. Llegaba a levantar hasta
cien kilos, hacía cuatro series de diez cada una. También corría, bajaba y subía escaleras”, declaró.
A los cuarenta y tres años, se retiró de la Lucha Libre, aunque se convirtió en promotora de otros
luchadores, a quienes llevaba a los pueblos. Pero fracasó. Poco después se convertiría en criminal.
La vida de Juana Dayanara Barraza Samperio comienza en Pachuca de Soto, el día 27 de diciembre
de 1958. Sus padres biológicos fueron Trinidad Barraza (ganadero, cobrador de camiones y
policía judicial) y Justa Samperio
(Prostituta).
Tuvo una hermana, Ángela; y medios hermanos, de parte de Trinidad, siendo más de treinta
(según cuenta su padre). Sus progenitores nunca se casaron, vivieron en unión libre por cuatro o
cinco años hasta que un día, Justa abandonó a Trinidad, llevándose consigo a Juana y dejando
encargada con un familiar a Ángela.
Justa se fue a vivir con su madre, misma que tenía un amante llamado Refugio Samperio. Con el
tiempo, este se volvió amante de su hijastra. Juana profesaba un gran afecto de su padrastro a
quien le dio un poco de educación, tal vez no ser una madre cariñosa, pero si responsable. Justa y
Juana no se hablaban mucho estando juntas, Juana sentía el rechazo de su madre, la cual se
refugiaba en el alcohol para evadir su realidad.
Un día, su madre sumida en su adicción y no teniendo dinero, cambió a Juana por tres cervezas,
permitiéndole a un hombre mayor, abusar sexualmente de Juana y violarla.
José Lugo fue el hombre que atormentó a Juana a lo largo de cuatro años. En ese lapsus,
teniendo trece años de edad, Juana Barraza queda preñada por primera vez, abortando al poco
tiempo. A los dieciséis años, Juana queda nuevamente embarazada, teniendo a un niño.
Años más tarde, su madre Justa murió a causa de cirrosis causada por su alcoholismo.
Juana tomó la decisión de separarse del dueño que durante mucho tiempo la tuvo retenida contra
su voluntad, decidiendo así, emigrar a la Ciudad de México. Ahí, durante los años, tuvo dos parejas
más: un alcohólico que la golpeaba y un chofer de trasporte público que la abandonó.
“A los veintitrés años se casó con Miguel Ángel Barrios García, con quien procreó una
hija: Erika Erandi Barrios Barraza; se separó a los veintisiete años. De los treinta a los
cuarenta y uno vivió con Félix Juárez Ramírez, con quien supuestamente tuvo a José
Marvin y Emma Ivonne Juárez Barraza. Se separó de él, y de los cuarenta y dos a los
cuarenta y ocho años, cuando fue detenida, vivió solamente con sus hijos.
El hijo mayor de Juana, José Enrique Lugo Barraza, murió a causa de la agresión de
una pandilla que lo asaltó: lo mataron a batazos en plena calle. Tenía veinticuatro años.”
(Tomado de Escrito con Sangre)
Juana no sabía leer ni escribir. Por lo que se dedicó a la venta de ropa, gelatinas, comida, mismas
que no le dejaron muchos frutos económicos. Después fue vendedora de palomitas en las peleas
de la lucha libre.
Un hombre vio en Juana un gran prospecto para convertirse en luchadora, invitándola a unirse al
mundo de las mascarás. Ella se hacía llamar la “Dama del Silencio”, argumentando que es muy
callada. Juana siempre ha sido una persona ruda y así fue como lo manifestó públicamente en
una nota de “Tv Azteca”: “yo soy ruda de corazón“.
Así fue un tiempo ganándose la vida, en medio de la lucha libre, obteniendo por cada subida al
ring de doscientos a quinientos pesos por lucha. En una de aquellas peleas, sufrió una caída,
constándole alejarse del ring, que de no hacerlo, hubiera quedado paralítica durante toda su vida.
Esta noticia le causó un gran golpe de vida debido a que era una manera de desfogar cierta carga
adrenalina e ira; ella luchaba no sólo contra un rival, sino contra una parte traumática de su
pasado.
Juana fue una persona introvertida aunque nunca le gusto que la vieran menos. Ella mostraba una
doble moral. Por un lado, era una madre atenta y responsable, buscándole en todo momento
cómo llevar el bocado a sus hijos; por el otro, al tener cierta impotencia de no conseguir un
ingreso fijo, fue un hecho motivante para empezar a robar a transeúntes.
Hasta que un día, no sé sabe cuándo, decide comenzar a los asesinatos a mujeres indefensas, de
avanzada edad y solas con el fin de obtener dinero. Para ello, utilizó sus mejores armas: la fuerza
física y su doble moral. Juana buscaba de algún modo ganarse un lugar ante la sociedad, ya no
como la “Dama del Silencio”, sino empezando su reinado como “la Mataviejitas”.
No se sabe a ciencia cierta cuándo comenzó a matar Juana Barraza Samperio. Las estadísticas
periodísticas anotan el inicio de la ola de asesinatos de mujeres de la tercera edad desde 1998.
Otros tomaron otro patrón el 2003 como el inicio de la serie de asesinatos.
Aquí les dejo dos tablas: una de las posibles víctimas de Juana y otra del número de asesinatos de
mujeres de la tercera edad por año.
Grafica de aseinatos
Casos
17
12
11
2 2
1
1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006
Ella y su equipo, le pusieron varias imágenes para registrar la variación sensorial de Juana,
mostrando en ello, pequeñas variaciones entre imágenes desagradables, agradables y neutras.
Feggy entrevistó, analizó y escuchó a Juana, diagnosticándole un comportamiento psicópata,
característico en los asesinos seriales.
Feggy explicó: Juana suele mentir, pues aunque la medición de sus ondas cerebrales
reflejaban poca sensibilidad ante la serie de imágenes que le mostraron, ella mencionaba
lo contrario. “Le enseñamos la imagen de un bote de basura que a la mayoría de las
personas no les representa ningún sentimiento; sin embargo, ella nos decía que sentía
algo agradable y al observar a una mujer a la que iban a asesinar, sus ondas cerebrales
casi eran muy similares a las anteriores”, revela la especialista. Incluso, durante las
sesiones mostró una leve sonrisa, la misma que tuvo después de su captura, cuando
mostró a policías judiciales la manera en que asesinaba a sus víctimas. (Tomado del
periódico Universal)
Feggy declaró en un documental acerca de la Mataviejitas que, Juana pudó haber utilizado ligas
para estrangular debido al abuso cometido cuando era niña. Los lazos/ligas utilizados en los
homicidios pudieran reflejar los objetos con los que el hombre que abuso de ella, utilizaba
para amagarla, o por los utilizados por su madre para maltratarla físicamente.
Para los que creen en la astrología, tome esta parte de una nota del periódico universal para
explicar de otra manera los comportamientos de Juana Barraza (debo de decir que es algo muy
subjetivo):
Valora mucho la consecuencia de sus actos, los racionaliza y se detiene a ocultar las pruebas. Mata
por interés, ambición, resentimiento, inadaptación al entorno y por tener códigos personales
rígidos e inflexibles”.
Lesur elaboró su carta astral y agrega que por la posición de las estrellas y el abandono que sufrió
Barraza en la infancia (la también llamada Dama del Silencio) tenía dos opciones a elegir:
entregarse al servicio del prójimo o repetir un ritual neurótico que finalmente culminó en la cárcel.
Barraza, dice el especialista, tiene rasgos esquizofrénicos, por lo que es probable que no recuerde
haber cometido más de un crimen, como ella misma argumenta desde su captura en la colonia
Moctezuma, cuando cometió su último homicidio.
“Lo que también tenemos son dificultades para expresar correctamente el enojo y generalmente
se manifiesta en dos extremos: la imposibilidad de manifestarlo por completo y el manifestarlo sin
control. El espectro intermedio no aparece, se maneja en dos extremos. Su ascendente
(Capricornio, marcado por la hora de nacimiento) dice que se trata de una persona insegura de su
presencia física, con la tendencia hacia la melancolía, a preferir pasar mucho tiempo sola, a ser
muy sensible a qué dicen los demás de ella”.
Juana Barraza derramó mucha sangre, tal vez porque su vida ha sido muy trágica y cruel. Hay
muchas teorías del por qué mataba, pero nunca se sabrá la verdadera, esa sólo se quedará en la
mente de Juana.
Un cineasta diría: “Juana se convirtió en el chivo expiatorio de la sociedad y sus culpas”, tal vez, en
una parte tenga razón, porque vivimos en una sociedad donde el machismo, los vicios, el abuso,
los problemas familiares y ciertos tabúes todavía persisten.
Juana Barraza Samperio, la tristemente célebre y despiadada Mataviejitas, vivió casi medio siglo
de su vida sumida en la desgracia, sangre, odio, desintegración familiar, pero nada de ello justifica
los atroces asesinatos cometidos por su propia mano, y tal vez como ella misma dijo: “Dios sabe lo
que hace y siendo así no hay duda que me mantendrá por el bien de todos, alejada de la sociedad
para siempre”.
Cultura popular
El programa de Silvia Pinal Mujer, Casos de la Vida Real, recreó dos casos ocurridos durante el
tiempo en el que el programa estaba al aire y ocurrían los asesinatos.
En 2007, el caso fue llevado con modificaciones a la pantalla chica en el capítulo «El buen
samaritano» de la primera temporada de la serie mexicana Capadocia; la asesina fue interpretada
por la actriz Norma Angélica.
Sexo: Femenino
Edad: 49 años
Fecha de nacimiento: 27 de diciembre de 1958
Lugar de nacimiento: Pachuca, Hidalgo
Estado Civil: Soltera
Hijos: Cuatro
Su padre abandona a la madre de Juana B. el día en que ella nació, llevándose con él, al hermano
mayor de ella.
Su madre Justa Samperio era prostituta y alcohólica por lo cual descuidaba a su familia, su única
figura paterna era su padrastro Gerardo Hernández, quien se ausentaba con frecuencia.
Tenía dos hermanastros, quienes tuvo que cuidar, también tuvo que hacerse cargo de las labores
del hogar sin posibilidades de estudiar.
Durante su infancia se le impidió socializar, salir de casa, no tuvo juguetes ni amigos, su madre la
agredía física y psicológicamente. Solo su padrastro genera en ella un recuerdo de protección.
Su madre la cambia por tres cervezas a José Lugo, un hombre que la tuvo desde los 12 hasta los
17años, casi todo el tiempo con las piernas amarradas en la cama para que las tuviera
inmovilizadas y este hombre la pudiera violar reiteradamente, la embarazo, tuvo un aborto a los
13 años.
En sus relaciones padeció de engaño, violencia y abandono, por lo que decidió vivir de forma
independiente con sus cuatro hijos. El mayor murió a los 24 años durante una riña callejera.
Posee conocimientos en enfermería y supuesta adoradora de la santa muerte. Es admiradora de la
lucha libre y la práctica haciéndose llamar “La dama del silencio” argumentando que es muy
callada; en una de esas peleas se cae y se lastima su columna, por lo cual su médico le menciona
que si vuelve a luchar quedaría parapléjica, razón por lo cual ella deja de practicarla.
Juana B. es una persona introvertida, una madre atenta y responsable, buscando en todo
momento como llevar ingresos a sus hijos.
Por toda su historia de vida, de la violencia que recibió en su niñez, conformando cierto trastorno
y en ese momento al no tener una forma de obtener ingresos y también de sublimar, es que
comienzan a ver asesinatos parecidos, puesto que todas eran ancianas que vivían solas, muertas
por asfixia, y en algunas ocasiones llegaba a robar las pertenencias de la víctima.
Se hacía pasar por una enfermera o trabajadora social, que ayudaba a gestionar una pensión a las
mujeres mayores o les ofrecía sus servicios de ayuda doméstica. Prefería operar los días martes o
miércoles, vestida de rojo, en el domicilio de las señoras, una vez que se ganaba su confianza, las
ejecutaba a sangre fría, las muertes eran provocadas por estrangulación. En casos aislados, se
encontró evidencia de abuso sexual en las victimas.
En uno de los crímenes se encontró una toalla sanitaria, la cual posiblemente era de la victimaria,
el periodo menstrual para algunas mujeres significa malestar, por lo cual algunas lo desfogan con
agresividad hacia otras personas. Los investigadores se dan cuenta por las fechas que esto se está
dando dentro de su periodo menstrual, lo cual empieza a desatar su necesidad de seguir matando.
El robo no fue siempre el móvil del crimen, y se llega a la conclusión de que el resentimiento que
cargo en contra de su madre, lo desahogo en la figura de las ancianas que mato.
Se menciona que una vez que fue capturada, no mostro remordimientos por los asesinatos
cometidos.
Feggy Ostrosky-Solis explico: “Juana B. suele mentir, pues aunque la medición de sus ondas
cerebrales reflejaban poca sensibilidad ante la serie de imágenes que le mostraron, ella
mencionaba lo contrario. Le enseñamos la imagen de un bote de basura que a la mayoría de las
personas no les representa ningún sentimiento; pero ella decía que sentía algo agradable y al
observar a una mujer a la que iban asesinar, sus ondas cerebrales casi eran muy similares a las
anteriores.
Durante las sesiones mostro una leve sonrisa, la misma que tuvo después de su captura, cuando
mostró a los Policías Judiciales la manera en que asesinaba a sus víctimas”
Tiene problemas con el manejo de su propio nivel de capacidad de culpa y con la identidad
femenina. Además se encontró que tenía una disfunción en el lóbulo frontal (Este se encarga de la
área motora y centros de lenguaje. Planeación, secuenciar, imaginación, se integra toda la
información para darle significado).
Es considerada como una asesina serial, puesto que lo anterior es una persona que mata por lo
menos a tres personas con intervalo de tiempo entre los asesinatos, el asesino serial en general
usa sus manos o armas blancas, no utiliza armas de poder.
Ella negó todos los crímenes, a excepción del último. Fue sentenciada a 759 años de prisión y una
multa de cien mil 453 pesos, por la responsabilidad de 16 mujeres de la tercera edad, y 12 robos
calificados. Se cree que mató a más de 40 ancianas entre 1999 a 2006.
POSIBLE DIAGNÓSTICO
Puesto que el engaño y la manipulación son características centrales del Trastorno Antisocial de la
Personalidad.
Hay una transgresión a la ley y de echo la disfruta, no se apegan a las normas de convicción social,
son impulsivos, irresponsables, agresivos, irritables, toleran mal la frustración, explotan a otros
para obtener beneficios materiales, no les preocupa la seguridad de los demás, a pesar de todo no
sienten culpa más bien lo racionalizan y culpan a otros.
Pueden ser indiferentes o dar justificaciones superficiales por haber ofendido, maltratado o
robado a alguien. Hay una falta de empatía, engreimiento y encanto superficial.
Pueden tener un concepto de sí mismos arrogante, tercos, mostrar labia, encanto superficial, ser
volubles y de verbo fácil. Pueden experimentar disforia, incapacidad para tolerar el aburrimiento.
De forma asociada se puede encontrar Trastornos de Ansiedad, Trastornos Depresivos, Trastornos
Relacionados con Sustancias, Trastorno de Somatización, Juego Patológico y otros Trastornos de
Control de Impulso.
Frecuentemente tienen rasgos de personalidad que cumplen los criterios para otros Trastornos de
Personalidad, en especial los Trastornos Límite, Histriónico y Narcisista.
Existen pruebas de un Trastorno Disocial que comienza a la edad de los 15 años y ahora el sujeto
tiene 18 años o más.
Los sujetos con Trastorno Antisocial de la Personalidad pueden no estar tan necesitados de
despertar admiración y envidia en los demás.
Los sujetos con Trastorno Antisocial de la Personalidad tienden a ser menos inestables
emocionalmente y más agresivos que los que presentan un Trastorno Límite de la Personalidad
2. Deshonestidad, indicada por mentir repetidamente, utilizar un alias, estafar a otros para
obtener un beneficio personal o por placer.
CLASIFICACIÓN CRIMINOLÓGICA:
Entra en la clasificación de Reincidente Especifico el cual consiste en aquellos sujetos que han
cometido en diferentes ocasiones conductas delictivas siendo estas de la misma índole. Ejemplo:
Homicidio. Se clasifica en esta porque todas las víctimas de la asesina eran ancianas, quienes en su
mayoría vivían solas.
Las muertes eran provocadas por golpes, heridas de armas punzo cortantes o estrangulación, con
robos materiales a las víctimas inmediatamente después de ser asesinadas.
En cada asesinato que cometía siempre vestía de rojo. En casos aislados, se encontró evidencia de
abuso sexual en las víctimas.
FACTORES PREDISPONENTES, PREPARANTES Y DESENCADENANTES
Barraza alias "la Mataviejitas", y fue cuando se conoció que parte de su conducta criminal venía a
ser un reflejo de la violación que sufrió durante su niñez; Justa Samperio, la madre de la
Mataviejitas era una alcohólica y en una reunión con otras personas, la madre dela Mataviejitas
accedió a que tres hombres tuvieran acceso carnal con la menor a cambio de unas cervezas. Es
entonces que producto de este trauma (el que fue más adelante agrandado, cuando el hijo mayor
de Juana.
Factor preparante
José Enrique Lugo Barraza, es asesinado por una pandilla en plena calle a los veinticuatro años de
edad), la Mataviejitas acarrea un gran problema psicológico que de un momento a otro en su vida
es resaltado en el primer homicidio que realiza, donde (en base a lo manifestado por Barraza cada
parte de sus acciones en el homicidio son un reflejo condicionado por el trauma vivido en su niñez,
Factor desencadenante
Las mujeres indefensas, de avanzada edad y solas con el fin de obtener dinero y venganza por lo
que había sufrido en su niñez. Ella decía Yo odiaba a las señoras, porque mi mamá me maltrataba,
me pegaba, siempre me maldecía y me regaló con un señor grande”.
Juana era Luchadora y un día en una de aquellas peleas, sufrió una caída, constándole alejarse del
ring, que de no hacerlo, hubiera quedado paralítica durante toda su vida. Esta noticia le causó un
gran golpe de vida debido a que era una manera de desfogar cierta carga adrenalina e ira; ella
luchaba no sólo contra un rival, sino contra una parte traumática de su pasado.
EXPANSIÓN CRIMINOLÓGICA.
Juana Barraza era una mujer con expansión contaminable ya que era una persona introvertida
aunque nunca le gusto que la vieran menos. Ella mostraba una doble moral. Por un lado, era una
madre atenta y responsable, buscándole en todo momento cómo llevar el bocado a sus hijos, y ya
que odiaba a las mujeres por lo que le había sucedido en su infancia, era más que claro que no era
el único caso de violación en el país por consiguiente, muchas personas podrían replicar su modus
operandi.
TIPO DE CRIMINAL.
El tipo de criminalidad de la mata viejitas era formal y estructurada ya que se ganaba la confianza
de sus víctimas presentándose ante sus víctimas como trabajadora social del gobierno
(enfermera), ofreciendo programas de beneficencia para personas de la tercera edad y siempre
utilizaba sus mejores armas: la fuerza física y su doble moral. Juana buscaba de algún modo
ganarse un lugar ante la sociedad, ya no como la “Dama del Silencio”, sino empezando su reinado
como “la Mataviejitas”.
COMPONENTES DE LA CRIMINALIDAD.
Juana Barraza tenía una excelente adaptabilidad social, ya que por su doble moral la sociedad
podría verla hasta como un ejemplar de madre, por su gran responsabilidad de madre que tenía
para que a sus hijos no les faltara nada, mostrando así un perfil normal ante la sociedad que la
ayudo a que en un principio se sospechara de que el asesino en serie que reinaba por la ciudad de
México un perfil del sexo masculino, dejando en bandeja de planta que ella pudiera andar
libremente cometiendo más delitos sin levantar sospecha alguna, convirtiéndola hasta aquel
entonces con una capacidad criminal excelente
CATEGORÍA CRIMINOLÓGICA.
Por ultimo Juana Barraza entra en la categoría de ser autor intelectual material, ya que ella misma
planeaba sus ser trabajadora social del gobierno para poder así infiltrarse más fácilmente con las
personas indefensas de la tercera edad, dejando como resultado que ella misma cometiera el
ilicitito utilizando su fuerza bruta y logrando así efectivamente su cometido