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Actividad 9
Estudiante:
Docente:
NRC: 8560
si, ya que todos los niños no aprenden la misma forma y sus experiencias han sido distintas,
por esta razón la estimulación debe ser acorde a sus necesidades, no es suficiente que los
adultos brinden información al niño, si no que esta debe ser adecuada, temprana y acorde a
la edad del infante, al igual que los juicios y herramientas utilizadas para valoración
cognitiva, actitudinal y procedimental de cada estudiante.
Teniendo en cuenta que son niños de 4 y 6 años respectivamente, qué la evaluación de los
resultados es de carácter formativa; porque se está valorando el desarrollo continuo de los
estudiante en el proceso de enseñanza- aprendizaje, se requiere no solo de una clase para
ser valorados, este proceso de recolectar datos para emitir un juicio; tanto actitudinales,
como cognoscitivo y cognitivo; que incluyen el conocimiento , razonamiento, desempeño-
habilidad y producción; se deben implementar por lo mínimo de 2 a 4 clases, y que cada
La información recogida debe ser compartida con los padres de familia, directivos y el
comité de evaluación, para que conozcan las fortalezas y falencias que tiene los estudiantes,
y evaluar si existe algún problema o dificultad de aprendizaje que requiera de una mayor
atención o intervención; ya sea psicológica o de especialistas en el tema de dicha necesidad
o problema.
De una manera constructiva, siendo cuidadoso con los niño/a, pero sin dejar de exhortar
con sutileza y aprehensión.
Cuando se inicia con algo positivo sobre el trabajo, los infantes van a estar más pendiente
de lo que puede mejorar. Si se inicia con algo negativo, es probable que genere rechazo
sobre el resto de la retroalimentación. Por ejemplo: “la idea principal está muy bien”
Si resaltamos también lo positivo, los estudiantes recibirán con mente más abierta nuestra
retroalimentación sobre lo que no estuvo bien en el trabajo. Siempre habrá algo positivo por
resaltar, así no sea lo que salte a la vista cuando miramos un trabajo por primera vez. Ej.:
"este es un buen argumento".
Aquí, además de aumentar la probabilidad de que oigan con mente abierta lo que les
decimos, estamos enviando el mensaje de que confiamos en su capacidad para hacerlo
mejor la próxima vez. Ej.: "podrías mejorar esto sí...".
Así lograremos que los estudiantes tengan claridad sobre lo que deben hacer para mejorar
su desempeño sin sentir que su identidad está en riesgo. Ej.: "quizás no seguiste la mejor
estrategia para resolver este punto".