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El juicio final y el
castigo eterno
Quien serdjuzgadot
Qué es el infierno?
Luego vi un gran trono blanco y a alguien que estaba sentado en él. De su presencia
huyeron la tierra y el cielo, sin dejar rastro alguno. Vi también a los muertos, grandes
y pequeños, de pie delante del trono. Se abrieron unos libros, y luego otro, que es el
libro de la vida. Los muertos fueron juzgados según lo que habían hecho, conforme a
lo que estaba escrito en los libros. El mar devolvió sus muertos; la muerte y el infierno
devolvieron los suyos; y cada uno fue juzgado según lo que había hecho. La muerte y
el infierno fueron arrojados al lago de fuego. Este lago de fuego es la muerte segunda.
Aquel cuyo nombre no estaba escrito en el libro de la vida era arrojado al lago de fuego.
(Ap 20:11-15)
Muchos otros pasajes instruyen sobre este juicio final. Pablo les dice a los filósofos grie-
gos de Arenas que Dios «...ahora manda a todos, en todas partes, que se arrepientan. Elha
jado un dia en quejuzgará al mundo con justicia,por medio del hombre que ha designado.
De elo ha dado pruebas a todos al levantarlo de entre los muertos» (Hch 17:30-31)" De
manera similar, Pablo habla sobre «... el dia de la ira, cuando Dios revelará su justojuicio
1. Es interesante que Pablo proclamara el juicio eterno a los comprendla que el simple hecho de que se acercaba para todos los
incrédulos gentiles que tenlan poco conocimiento., si alguno, de hombres el día de comparecer delante de Dios les darla a quienes
las enseñanzas del Anciguo Testamento. Pablo también disertó lo escuchaban una comprensión sobria de que su descino eremo
del «juicio venidero» (Hch 24:25) ante otro incrédulo, el go- estaba en juego mientras escuchaban predicar sobre Jesis
bermador romano Félix. En ambos casos, Pablo aparentemente
1436
Capitulo 56: El juicio final y el castigo eterno 143
Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, con todos sus ángeles, se sentará en s
trono glorioso. Todas las naciones se reunirán delante de d, y él separará a unos de orros,
como separa el pastor las ovejas de las cabras. Pondrá las ovejas a su derecha, y las cabras
a su izquierda. Entonces dirá el Rey a los que estén a su derecha: «Vengan ustedes, a
quienes mi Padre ha bendecido; reciban su herencia, el reino preparado para ustedes
desde la creación del mundo. Porque tuve hambre,y ustedes me dieron de comer ..]
Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más peque-
no, lo hicieron por mí». Luego dirá a los que estén a su izquierda: «Apártense de mí,
malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque ruve hambre, y
usTedes no me dieron nada de comer [..] Les aseguro que todo lo que no hicieron por el
más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron por mí». Aquellos irán al castigo
eterno, y los justos a la vida eterna.
de una perspectiva dispensacionalista, este pasaje no se rehere al juicio final (el «gran
Ono blanco» del juicio de que se habla en Ap 20:11-15), sino más bien a un juicio que
cncdespués de la tribulación y antes del comienzo del milenio. Dicen que este será un
juicio 4tde .las naciones» en el que se juzga a las naciones de acuerdo a cómo han tratado al
u d i o durante la tribulación. Aquellos que han tratado bien a los judíos y quicren
1438 La doctrina del futuro
someterse a Cristo entrarán en el milenio,ya aquellos que no lo han hecho se les negarála
entrada.
Asl, desde el punto de vista dispensacionalista hay diferentes juicios: (a) un «juicio de
las naciones» (Mt 25:31-46) para determinar quién entra en el milenio: (b) un «juicio
de las obras de los creyentes» (llamado a veces juicio béma segün la palabra griega para
«tribunal» en 2 Co 5:10) en el cual los cristianos recibirán grados de recompensa; y (c) un
juicio del gran trono blanco» al final del milenio (Ap 20:11-15) para declarar c
gos
eternos para los incrédulos.
El punto de vista asumido en este libro es que estos tres pasajes hablan del mismo jui.
cio final, no de tres juicios separados. Con respecto a Mateo 25:31-46 en particular, es
improbable que el punto de vista dispensacionalista sea correcto: no se hace mención en
este pasaje de entrar al milenio. Por otro lado, los juicios pronunciados no hablan de una
entrada al reino milenial sobre la tierra o una exclusión de ese reino, sino de los destinos
eternos de las personas: «... eciban su herencia, el reino preparado para ustedes desde
la creación del mundo. [..) Apátense de mi, malditos, al fuego eterno preparado para
el diablo y sus ángeles. [..] Aquellos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna»
(w. 34, 41, 46). Por último, no sería consistente con los caminos de Dios a lo largo de
la Escritura manejar el destino eterno de las personas sobre la base de la nación a a que
pertenecen, porque naciones que no creen tienen creyentes en su seno, y naciones que
se muestran más conformes con la voluntad revelada de Dios tienen todavía muchos
impfos en su seno. Además, «... con Dios no hay favoritismos» (Ro 2:11). Aunque
efectivamente «Todas las naciones..> están reunidas ante el trono de Cristo en esta
escena (Mt 25:32), el cuadro es el de un juicio de individuos (las ovejas están separadas
de las cabras, y se les da la bienvenida al reino a aquellos individuos que trataron bonda
dosamente a los hermanos de Cristo, mientras se rechaza a aquellos que los rechazaron,
w. 35-40, 42-45).
dice
dro que Jesucristo
dice quc Jesucr «.. ha sido nombrado
por Dios como juez de vivos y
10-42: mucrtos
(Hch 10: cp. 17:31; Mt 25:31-33). Este derecho de actuar como juez sobre todo cl uni-
ro es algo que el Pad
algo que
verso es
Padre le
ha dado el Hijo: «...el Padre
[..] le ha dado autoridad para
que es el Hijo del hombre» (Jn 5:26-27).
jugar. puesto
S. Este pasaje no signifca que podemos ser justihcados con meritos para obtener la aprobación de Dios o ganar su salvación,
Dase en las buenas obras, sino que estas son la evidencia de que una porque la salvación solo llega como una dádiva graruita para aque-
Ona ha sido justificada por fe y ha experimentado un cambio los que confan en Cristo. «El que cree en él no es condenado,
I d a como pero el que no cree ya está condenado por no haber creldo en el
resultado de la obra interna del Espíritu Santo que
urre en conexión con la fe que salva (ver los capltulos 33-38 que nombre del Hijo unigénito de Dios» (Jn 3:18).
n cgrupo complejo de eventos que forman parte de «ha Para una discusión de que no habrá una «segunda oportuni
cerse cristiano»). dad» para que las personas acepten a Cristo después que mueran,
vea el capfrulo 41. pp. 1037-38.
da habrá grados de castigo para los incrédulos de acuer-
ODras no significa que ellos pueden alguna vez hacer
1440 La doctrina del futuro
que todo lo que ustedes han dicho en la osCuridad se dard a conocer a plena luz, y lo que han
SuSurrado a puerta cerrada se proclamard desde las azoteas» (Le 12:2-3).
alabanza», clogios
o
(painas), que vienen de Dios, de manera que podrla no referie
a los pecados. Además, otros versiculos sugieren que Dios nunca más recordará nuestrs
pecados: ... arroja al fondo del mar todos nuestros pecados» (Mi7:19); «Tan lejos de no-
sotros echó nuestras transgresiones como lejos del oriente está el occidente» (Sal 103:12);
. . no me acordaré de tus pecados>» (Is 43:25, RVR1960); «... nunca más me acordaré de
Suspecadosn (Heb 8:12; cp. 10:17). Tanto Pedro como Pablo nos aseguran que «...edque
creyere en él, no serd avergonzado» (Ro 9:33, RVR1960; 1 P 2:6)
La
Escricura enseña
tambin que habrá grados de recompensa para los creyentes. Pablo
anima a los corintios a cuidar cómo construyen la iglesia sobre el fundamento que ya
puesto: Jesucristo mismo.
Capitulo 56: El juicio final y el castigo eherno 1441
C: alouien construye sobre este fundamento, ya sea con oro, plata y
an madera, heno y paja, su obra se mostrará tal cual es, piedras preciosas, o
consumida por
consumida por las lla
permanece, recibird recompensa, pero, si obra
lamas, él sufrirá
su
su
es
s
hueno o malo que haya hecho mientras vivió en el cuerpo» (2 Co 5:10),corresponda, según
lo cual de nuevo
agicre grados de recompensa por lo que hayamos hecho en
esta vida. Asimismo, en la
narAbola del dinero, a quien hizo diez veces más se le dijo:
indades», y al que hizo cinco veces más se le dijo: «.. Atite pongodoy
el
gobierno de diez
«... te
sino animémonas unos a otros, y con mayor razón ahora que vemo
hacerlo algunos, ue
aquel día se acerca» (Heb 10:24-25). Además,
una
büsqueda sincera en nuestras vida
una recompensa celestial futura nos motivaria a trabajar de todo corazón para el thor en
cualquier tarea que él nos llame a realizar, ya sea grande o pequeDa, pagada o no. Esto tam
bién nos harla desear su aprobación más que la riqueza o cl éxito. Esto nos motivard a tra.
día final.
La Escritura no indica claramente si los ángeles justos pasarán por algún tipo
también de
incluidos la declaración de Pablo:
evaluación de sus servicios, pero es posible que estén
en
incrédulos»
esto ante los
tre creyentes? Al contrario, un hermano demanda iy a otro,ay un discer
explica lala identidad de aquellos que estaban juzgar...» (Ap 20:4). Aunque
n o explica
texto
e n plural indica
sentados en los tronos, que se lo
menciona que Cristo no se reserva solo
para sí mismo todos los aspectos
roceso
del proceso del
del juicio
juicio. En efecto, les dice a sus
doce discipulos:
wonos, para juzgar a las doce tribus de lsrael» (Mt 19:28, RVR1960; sentaréis sobre doce
«.. 0S
cp. Le 22:30). Esto
aue rda con que a través de la historia de la redención Dios ha
de las autoridades humanas el derecho de juzgar, tanto Moisés puesto en ocasiones en
y los que ancianos
1sistian, como los jueces de Israel que Dios levantó durante el período de los jueces,
Sabios como Davidy Salomón, el gobierno civil de muchas naciones (ver Ro 13:1-7:
P2:13-14), aquellos que tienen autoridad para gobernar dentro de la iglesia y supervisar
o
Antes bien, este servirá al propósito de exhibir ante todas las criaruras
racionales la gloria
manifiesta de Dios en una acción forense formal, que
por un lado magnifica
su santidad
impla Babilonia, habrá gran alabanza en el cielo, pues Juan dice: «Después de esto ol en a!
cielo un tremendo bullicio, como el de una inmensa multitud que exclamaba: "pAleluya!
salvación, la gloria y el poder son de nuestro Dios, pues susjuicios son verdaderos yjustos."
(Ap 19:1-2).
2. La doctrina del juicio final nos permite perdonar sin inhibiciones a los
demás
Nosotros entendemos que no nos corresponde vengarnos de orros que nos han hecho
daño, o aun querer hacerlo, porque Dios ha reservado ese derecho para sí mismo. «No
tomen venganza, hermanos míos, sino dejen el castigo en las manos de Dios, porque está
escrito: "Mia es la venganza;yopagarl,dice el Señor» (Ro 12:19). De esta manera, cuando
daño, en manos de Dios
cualquier deseo de perjudicar
nos
haya hecho podemos dejar
pagarle a la persona que nos haya dañado, porque sabemos que todo mal en el universo
tendrá su paga, ya sea que se demuestre que ha sido pagado por Cristo cuando murió en
la cruz (si el que hizo mal se hace cristiano), o serdá en el
pagado final
juicio (para aquello
que no confian en Dios para salvarse). Sin embargo, en cualquier caso, debemos poner la
situación en manos de Dios y orar que el pecador confic en Cristo para su salvación y asi
recibir el perdón de sus pecados. Este
pensamiento debe impedirnos albergar amarguras
o resentimientos en nuestros corazones
por injusticias que hayamossufrido no se hayan
y
corregido. Dios es justo, y podemos dejar estas situaciones en sus manos, con la certeza de
que él corregirá todos los males y dispensará recompensas y castigos absolutamente justos
De esta manera
seguimos el ejemplo de Cristo, quien « . . Cuando proferian insultos contr
, no
replicaba con insultos; cuando padecía, no amenazaba, sino que se entregaba 4 ague
que juzga con justicia> (1 P 2:22-23). El también oró así: Padre, perdónalos, porg
«...
no saben lo hacen...»
que (Lc 23:34, RVR1960; cp. Hch 7:60, donde Esteban siguO
cjemplo Jesús orar por aquellos que le ocasionaban la muerte).
de al
Capitulo 56: El juicio final y el castigo eterno 1445
3.doctrina del juicio final provee un motivo para una vida honesta
Para los creyentes cl juicio nnal es un incentivo para la fidelidad y las buenas obras, no
nOmcdio
omomedio de ganar el perdón de pecados, sino como un medio de obtener una mayor
ampensa eterna.' Este es un motivo bueno y saludable para nosotros. Jesús nos dice:
Más bien, acumulen
Más para sí tesoros en el cielo...» (Mt 6:20), aunque esto se oponga a los
puntos d
as de vista populares de nuestra cultura secular, una cultura que realmente no cree en
el cielo o en
lo absoluto en
recompensas eternas.
Para los incrédulos, la doctrina del juicio hnal provee algún freno moral en sus vidas. Si
en u
una sociedad existe un amplio reconocimiento general de que todos algún día rendirán
tas al Creador del universo por sus vidas, algún «temor de Dios» caracterizará la vida
muchas personas. En contraste, los que no tienen una conciencia profunda del juicio
nal se entregarán a males cada vez mayores, demostrando que «No hay temor de Dios
delante de sus ojos» (Ro 3:18). Pedro dice de aquellos que niegan el juicio final: *..en los
glimos días vendrá gente burlona quc, siguiendo sus malos deseos, se mofará: ":Qué hubo
de csa promesa de su venida? |...]"'» (2P 3:3-4). Pedro también declara que los pecadores
a quienes . les parece extraño que ustedes ya no corran con ellos en ese mismo desbor-
damiento de inmoralidad, y por eso los insultan [..] tendrán que rendirle cuentas a aquel
vivos y los
e está preparado para juzgara los (1 P4:4-5). La conciencia de
a muertos»
juicio final es consolación para los creyentes y una advertencia para los incrédulos de que
un
G.EL INFIERNO
Resulta apropiado discutir la doctrina del inferno en conexión con la doctrina del jui-
ao hnal. Podemos definir el infierno como sigue: d inferno es un lugar de un castigo etern
los implos. La Escricura enseña varios hay lugar
T para en pasajes que
la parábola de las monedas de oro, el Sehor dice: «Ya
un como ese.
e Varias indicaciones de
que habrá consciencia del castigo tras el juicio final. De manera
7.La idea de
un
tema trabajar por na recompensa celestial mayor cs
acionados cuente
en el Nuevo Testamento ver los versículos re-
antes en la
página 1441.
1446 La doctrina del futuro
similar, en el juicio el rey dird a algunos: «... Apártense de mi, malditos, alfuego eterno pre.
parado para el diablo y sus ángeles» (Mt 25:41). y Jesús dice que aquellos asl condernados
..irán al castigo eterno. y los justos a la vida eterna» (Mt 25:46). En este texto, el paralelo
entre «vida eterna» y «castigo eterno» indica que ambos estados no tendrán fin.
Jesús se refiere al infierno como un lugar « . donde el fuego nunca se apaga»
(Mr 9:43). y dice que el infierno es un sicio donde «.. su gusano no muere, y el fuego no
se apaga» (Mr 9:48).1"La historia de LAzaro y el hombre rico también indica una horrible
consciencia del castigo: «.. También murió el rico, y lo sepultaron. En el infierno, en me.
dio de sus tormentos, el rico levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a LAzaro juntoa
Asf que alzó la voz y lo llamó: "Padre Abraham, ten compasión de miy manda a Lázaro que
moje la punca del dedo en agua y me refresque la lengua. porque estoy sufriendo mucho en
este fuego» (Le 16:22-24). Entonces ruega a Abraham que mande a Lizaro a casa de su
padre «para que advierta a mis cinco hermanos y no vengan ellos también a esie lugar de
rormento (Lc 16:28).
Cuando nos remitimos a Apocalipsis, las descripciones de este castigo eterno son tam
bién muy explicicas:
la mano la
..Si alguien adora a la bestia y a su imagen, y se deja poner en la frente o en
marca de la bestia, beberá también el vino del furor de Dios, que en la copa de su ira está
puro, no diluido. Será atormentado con fuego y azufre, en presencia de los santos ángeles
y del Cordero. El humo de ese tormento sube por los siglos de los siglos. No babrá descanso
nide dia ni de noche para el que adore ala bestia y su imagen, ni para quien se deje poner
la marca de su nombre. (Ap 14:9-11)
Este pasaje afirma claramente la idea de un castigo eterno consciente de los incrédulos.
Con respecto al juicio de la malvada ciudad de Babilonia, una gran mulicrud en el cie
lo exclama: «jAleluya! El humo de ella sube por los siglos de los siglos» (Ap 19:3). Tras la
derrota de la rebelión final de Satanás, leemos: «El diablo, que los hablaengañado, serd
arrojado al lago de fuegoy azufre, donde también habrán sido arrojados la bestia yel falso
profeta. Alliserán atormentados dlay nochepor los siglos de los siglos» (Ap 20:10). Este pasa
je también es signifcativo en conexión con Mateo 25:41, donde a los incrédulos selosenvía
....l fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles>». Estos versiculos deben hacer
nos tomar consciencia de la maldad inmensa del pecado y la rebelión conta Dios y de la
uiliza en ocros lugares como sufrimiento fisico o tortura sufri- fos indican claramente que la Biblia no enseña el wniveralime(a
da por los cristianos perseguidos (Mariyrdom of Polycarp 2.4; cp. doctrina de que todos al final serán salvados). han
To the 5.3). En otros momentos simplemente se habla de aquellos que se
Ignacio, Romans 10. Comparar Isalas 66:24, quemorirá el que los
deo
rehcre al castigo divino en general, sin especificar la naruraleza de rebelado contra Dios: « Porque no gusano
csc casigo (qp. BDAG. p. 555). a, ni se apagará el fuego que los consume»
Capitulo 56: El juicio final y el castigo eterno 1447
Aun algunos reólogos evangélicos han negado recientemente la idea de que habrá un
eterno consciente de los incrédulos." Antes, la lglesia Adventista del Séptimo Día
bia
loh negado, así como varios individuos a lo largo de la historia de la iglesia. Aquellos
gan uunn castigo
cast eterno consciente a menudo defienden el «aniquilacionismo», la en-
ie niegan
Ablicas a la destrucción de los impíos, lo cual según dicen algunos sugiere que dejarán de
existir después de ser destruidos (Fil 3:19; 1 Ts 5:3; 2 Ts 1:9;2 P 3:7; et al): (2) la inconsis-
tencia aparente entre el castigo eterno consciente y el amor de Dios; (3) la injusticia aparen-
te
que encierra la desproporción entre pecados cometidos en el tiempo y un castigo que es
eterno: y (4) quc lacontinua presencia de criaturas malvadas en el universo de Dios arruinará
cternamente la perfección de un universo que Dios creó para reflejar su gloria.
En respuesta, (1) se debe decir que los pasajes que hablan de destrución (tales como Fil
3:19:1 Ts 5:3; 2 Ts 1:9; y2 P 3:7) no implican necesariamente el cese de la existencia, pues
deérmino que en estos pasajes se usa para «destrucción» no supone de manera
obligatoria
el cese de la existencia o la aniquilación, sino que solo son maneras de referirse a los efectos
daninos y destructivos del juicio final sobre los incrédulos, además de que no sugieren de
manera necesaria que cesan de existir, o que deviene alguna clase de aniquilación.4
(2) Con respecto al argumento del amor de Dios, la misma dificultad de reconciliar el
amor de Dios con un castigo cterno parece estar presente al reconciliar el amor de Dios con
la idea del castigo divino en general. Además, a la inversa, (como la Escritura testifica de
mancra abundarnte) cs consistente que Dios castigue al implo durante un cierto perlodo de
11. Ver Philip E. Hughes, The True Image: The Origin and 13. Ya antes expresé mis angumentos en contra del
Destiny of Man in Christ (Grand Rapids: Eerdmans, 1989),
aniquila
cionismo de manera breve (ver el capftulo 41, p. 1038).
Pp. 405-407; David L. Edwards y John R. W. Stott, Essentias: A 14. En Filipenses 3:19 y2 Pedro 3:7, el término que se tradu-
uberal-Evangelical Dialogue (Londres: Hodder and Stoughton, ce destrucción» es apóleia, que es la misma palabra ucilizada por
Y88). pp. 275-76; Clark Pinnock, « The Destruction of the los disclpulos en Mateo 26:8 para hablar del «desperdicio»
(des-
Finally Impenitent», CThRev 4 (primavera de 1990):pp. 243-59. de su punto de vista) del aceite que acababan de derramar sobre la
12.
Una variante del
punto de vista de que Dios al final ani- cabeza de Jesús. Ahora, el aceite no dejó de existir; evidentemente
ari a los incrédulos (aniquilacionismo en sentido estricto) es estaba sobre la cabeza de Jesús. Sin embargo, habla sido «destrui-
punto de vista llamado «inmortalidad condicional», la idea de do» en el senido de que ya no se lo podia utilizar para nada más
DiOs ha creado a las o ser vendido. En 1 Tesalonicenses 5:3 y 2 Tesalonicenses 1:9 otra
personas de manera que solo pueden ser
nortales(la potestad de vivir para siempre) si aceptan aCristo palabra, oledros, se uciliza para la destrucción de los malvados
nO alvador. Entonces, aquellos que no se vuelven cristianos, pero de nuevo esta palabra no implica que algo dejarla de existir,
n el don de la inmortalidad y a la muerte o en el momento porque se usa en 1 Corintios 5:5 para indicar que se entrega a un
d juicio final hombre a Satanás (al sacarlo de la iglesia) para destrucción de la
simplemente dejan de existir.loEste
muy similar al del
punto de vista es
carne. No obstante, sin duda la came no dejó de eristir cuando se
nera
separada aniquilauilacionismo y
en este
he analizado de
no ma
lo crpulsó de la iglesia, aun cuando el hombre puede haber sufrido
apfrulo.
condicional niegan el castigo(Algunas
dad versiones de la inmortali-
consciente del todo, un en su cuerpo (esto serla cierto ya sea que interpretemos «carne»
Dreve aun
por
periodo de tiempo). como el cuerpo fisico o como su naruraleza pecadora).
1448 La doctrina del futuro
tiempo después del juicio. Entonces, parece que no hay motivo necesario por cl que sed
serla
inconsistente que Dios aplicara el mismo castigo durante un periodo de tiempo limitado,
Este tipo de razonamiento puede llevar a algunas personas a adoptar otro tipo de ani
quilacionismo, uno en el que no hay sufrimiento consciente alguno, ni siquiera duranra.
un
perfodo de tiempo breve, y el único castigo es que los incrédulos dejan de existir den
que mueren. Sin embargo, como respuesta se podrla preguntar si este tipo de aniquilación
pués
inmediata se puede llamar un castigo, pues no habria consciencia del dolor. En realidad
garantia de que habría un cese de la existencia le parecerla a mucha gente, especialmente
a aquellos que sufren y están en dificultades en esta vida, una alternativa de cierta mananera
deseable. Además, si no hubiera castigo de los incredulos, aun gente como Hitler y Stalin
no tendria que enfrentar nada adversoy no habría justicia final en el universo. Entonces la
gente tendrla grandes incentivos para ser tan malvada como fuera posible en esta vida,
(3) El argumento de que el castigo eterno es injusto (porque hay una desproporción
entre un pecado temporal y un castigo eterno) asume equivocadamente que conocemos la
dimensión del mal causado cuando los pecadores se rebelan contra Dios. David Kingdon
observa que «el pecado contra el Creador es atroz en un grado absolutamente fuera dela
capacidad que nuestra imaginación torcida por el pecado tiene paraconcebir [..].Quién
tendria la temeridad de sugerirle a Dios qué castigo |.] debe darse?»"El responde tam-
bién a esta objeción al sugerir que los incrédulos en el inficemo puede que sigan pecando
y
recibiendo castigo por sus pecados, pero sin arrepentirse nunca, y señala que Apocalipsis
22:11 apunta en esta dirección: «Deja que el malo siga haciendo el mal y
envileciéndos...»16
que el vil siga
Además, en este punto un argumento basado en la justicia de Dios puede formularse
contra el aniquilacionismo. Acaso el castigo breve que imaginan los aniquilacionistas en
realidad paga por todos los pecados del incrédulo y satisface la justicia de Dios? Si no lo
paga, entonces no se ha satisfecho la juscicia de Dios y el incrédulo no debe ser aniquilado.
Sin embargo, si lo paga, se le debe permitir al incrédulo ir al cielo no debe ser
y aniquilado.
En ambos casos el aniquilacionismo no es necesario ni correcto.
(4) En lo que respecta al cuarto argumento, mientras el mal que permanece sin castigo
si empaña la
justicia de Dios en el universo, también debemos reconocer que cuando Dios
castiga el mal y triunfa sobre él, se harán evidentes la gloria de su justicia, su rectirud y su
poder para triunfar sobre toda oposición (Ro 9:17, 22-24). También se revelarán la pro
fundidad y la riqueza de la misericordia de Dios,
porque todos los pecadores redimidos
reconocerán que ellos también merecen ese
castigo divinoy solo lo han evitado por la gracia
de Dios a través de Jesucristo
(cp. Ro 9:23-24).
No obstante,
después que todo esto se ha dicho, tenemos que admitir que la solucion
hnal de lo hondo de esta cuestión
yace mucho más allá de nuestra capacidad de compr
sión y permanece escondida en los consejos de Dios. Si no fuera por los pasajes de la 5ioua
última
instancia nos convence de que el aniquilacionismo es incorrecto y quela Escrirura
enser el castigo eterno consciente de los impíos.
de veras
Debido a que la doctrina del castigo eterno consciente es tan aajena a nuestros patrones
turales y, a un nivel más profundo, a la inclinación intuitiva que Dios nos ha dado de
ar yy desear
amar desear la redencion para todo ser humano creado a la imagen divina, esta doctri-
una de
una
de lalas más dificiles emocionalmente de declarar por los cristianos hoy. También
na es
a scr una de
a ser
una de las
las doctrinas que primero abandonan las personas que se apartan del
ciende
romiso de aceptar la Biblia como absolutamente veraz en todo lo que afirma. Entre
los reblogos liberales que no aceptan la veracidad absoluta de la Biblia, es probable que no
Cuidadosos de no odiar esta doctrina o rebelarnos contra ella, sino que más bien debemos
Duscar
legar al punto, hasta donde seamos capaces, en que reconozcamos que el castigo
TnO Cs bueno yjusto, porque en Dios no hay injusticia alguna.
CSto puede ayudarnos a comprender que, si Dios no huera a cjecutar un castigo eterno,
enton
S,aparentemente, no serla satisfecha su justicia y su gloria no se promoveria de la
manera
a que él considera sabia. También quizás pueda ayudarnos a comprender que desde
Ppectiva del mundo por venir hay un reconocimiento mucho mayor de la necesidad
1450 La doctrina del futuro
y la justicia de un castigo eterno. Juan escucha clamar en el cielo a los creventes que han
sido martirizados: «...Hasta cuándo, Soberano Senor, santo y veraz, seguirás sin juea
juzgar
a los habitantes de la tierra y sin vengar nuestra muerte?» (Ap 6:10). Por otro lado, en la
destrucción final de Babilonia, el inmenso bullicio de una gran multitud en el cielo ercama
con alabanzas a Dios por la justicia de su juicio cuando al final ven la aborrecible natu
del mal tal cual realmente es: «...ijAleluya! La salvación, la gloria y el poder son de nucsto
Dios, pues sus juicios son verdaderos y justos: ha condenado ala amosa prostitutaquc con
sus adulterios corrompía la tierra; ha vindicado la sangre de los siervos de Dios derramads
por ella (..] ;Aleluya! El humo de ella sube por los siglos de los siglos» (Ap 19:1-3). Tan
pronto como esto sucedió, «... los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se po
traron y adoraron a Dios5, que estaba sentado en el trono, y dijeron: "iAmén, Alcluya"
(Ap 19:4). No podemos decir que esta gran multitud de los redimidos y lascriaturas vivien
tes en el cielo pronuncian un juicio moral equivocado cuando alaban a Dios por ejecutar su
justicia sobre el mal, pues todos ellos están libres de pecadoy sus enjuiciamientos morales
complacena Dios.
Sin embargo, en la era presente solo deberíamos hacer una celebración como esa de
la juscicia de Dios en el castigo del mal cuando meditamos sobre e castigo etemo dado a
Satanás y sus demonios. Cuando pensamos en estos seres, no los amamos de manera instin-
civa, aunque también ellos fueron creados por Dios. Sin embargo, ahora están completa-
mente dedicados al mal ymás allá de unapotencial redención. Así que no podemos anhelar
su salvación como anhclamos la salvación de toda la humanidad. Tenemos que creer que
el castigo eterno es verdadero y justo, pero debemos también anhelar que aun aquellos
que persiguen con más severidad a la iglesia deben venir a la fe de Cristo y así escapar de la
condenación eterna.
Y nosotros hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor.
que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. Ese amor se ma-
nifiesta plenamente entre nosotros para que en el dla del juicio compareztamas
con toda confianza, porque en este mundo hemos vivido como vivió Jesus. c
ed amor no bay temor, sino que el amor perfecto echa fucra el temor. El que r e
BIBLIOGRAFÍA
(Para una explicación de esta bibliografia vea 2013... Bird,326-40
la nota sobre la
bibliografia en el capítulo 1, 2013... Bray, 542-53
Pp. 23-24. Datos bibliográficos completos se
pueden encontrar en las páginas 1523-30). 2. Arminiana (wesleyana o metodista)
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1454 La doctrina del futuro
Un matiz de lobreguezy juicio permea en este himno; sin embargo, nos llama a enfocar
fuertemente en la preparación del alma para encontrarse con Cristo y también un sentido
de gozosa espera.
Soñt queelgran dla del juiciollegd,ysonóel Cual pobrepardse ante el trono, de sus deudas a
darin; Dios se acordó.
Soñt ver los pueblos reunidos para or de su suerte Elgrande tambien, más la muerte le haba
quitado su honor:
sinfin.
Del cielo bajó un gran ángel y parado en tierray Yel ángel abriendo los libros, no halló nada en su
mar, favor.
Jurd con la diestra alzada, que el tiempoyano
más será. Vino elmoralistaal juicio,másvana fuesu
pretensión;
Coro: Tambien los que a Cristo mataron hicieron mora
Con llanto y duelo entonces, los perdidos su cuenta profesidn.
darán; ed aima quedaba la excusa: «hoy, no, otrodia
Clamarán a las rocas: «Cubrirnos»; orarán, pero mejor»,
tarde serd. Halló que por siglos eternos sufrla por su gran
error
20:11-15
El rico llegd, mas su orose fue, y se desvaneció, Autor:p., basado en Ap
n.
#27)
(Tomado de Preludios celestiale,
Capitulo 56: El juicio final y el castigo eterno 1455
2016 Getty Music Publishing/ Marthew Merker Music Versión en español de Jonachan y Sarah Jerez, tomada del si
ambos admin. por Music Services). Todos los derechos reserva- tio web: hrps://himnosdegracia.com/el-me-sostendra/.
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