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UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

FACULTAD DE CIENCIAS PSICOLOGICAS

TEMA:
EL PAPEL DE LA DOPAMINA Y LA OXITOCINA EN LAS
RELACIONES SOCIOAFECTIVAS
NOMBRE:
YESLADY JAMILETH GOMEZ RONQUILLO
ASIGNATURA:
FUNDAMENTOS DE PSICOBIOLOGIA
DOCENTE:
DR. EDDIE CHIANG
CURSO:
PSI-MA-1-1

03-11-2023.
GUAYAQUIL- ECUADOR
EL PAPEL DE LA DOPAMINA Y LA OXITOCINA EN LAS
RELACIONES SOCIOAFECTIVAS

INTRODUCCIÓN

La dopamina y la oxitocina son neuro-hormonas fundamentales que desempeñan

un papel importante al momento de establecer y mantener relaciones socioafectivas.

La dopamina, conocida como el neurotransmisor del placer y la recompensa; y

la oxitocina conocida como la hormona del amor. Estos dos neurotransmisores influyen

en una variedad de procesos cognitivos y emocionales, lo que repercute

significativamente en la forma en la que nos relacionamos y nos vinculamos con los

demás en el entorno social.

En el presente trabajo vamos a comprender la importancia de la dopamina y la

oxitocina en el contexto de las relaciones sociales y afectivas; y a observar cómo estos

compuestos químicos influyen en la forma en que nos relacionamos con nuestro

entorno.

DESARROLLO

En primera estancia hay que tener en cuenta que la oxitocina según dónde actúe

puede considerarse hormona (si llega por la sangre a los órganos diana) o

neurotransmisor (si se encarga de llevar un mensaje desde las neuronas que lo producen

hacia otras células).


La oxitocina como hormona juega un papel fundamental en la regulación de

varios procesos fisiológicos, como la contracción del útero durante el parto y también en

la estimulación de la secreción de leche materna durante la lactancia. La presencia de

esta hormona es crucial para facilitar el proceso de parto y promover la lactancia

materna, lo que fomenta el vínculo que puede llegar a existir entre la madre y el recién

nacido.

Además del papel que desempeña como hormona, la oxitocina como ya se

mencionó también actúa como un neurotransmisor, en el cerebro, interviniendo en

algunos procesos cognitivos y emocionales. Este neurotransmisor es considerado un

gran mediador y controlador de las emociones y comportamientos sociales como el

amor, la memoria, la rabia, la agresión y el establecimiento de correlaciones entre

experiencias pasadas y presentes, promueve un aumento del umbral del dolor y un

descenso de los niveles de ansiedad, disminuye el miedo e incrementa la confianza, la

empatía, la generosidad y la generación de sentimientos de cercanía y afecto en las

interacciones sociales.

De igual forma, la dopamina, también es considerada una neuro-hormona. La

dopamina como hormona desempeña un papel vital en el sistema endocrino influyendo

en la regulación de procesos metabólicos, la presión arterial, la función renal, entre

otros.
Como neurotransmisor, esta actúa en las sinapsis entre las neuronas,

transmitiendo señales eléctricas y químicas en el cerebro. Está relacionada con la

regulación del movimiento, el aprendizaje, la atención, la memoria, la toma de

decisiones y la cognición en general. Además, interviene en la formación de patrones de

conducta, la motivación y la búsqueda de recompensas. Su liberación en el cerebro se

asocia con sensaciones de felicidad y satisfacción, lo que fomenta la motivación y el

deseo de buscar interacciones sociales gratificantes.

EN RELACIONES SOCIALES

Y bien en las relaciones sociales, la oxitocina, conocida como la "hormona del

amor" o la "hormona de la vinculación", desempeña un papel esencial en el

establecimiento y fortalecimiento de la confianza, el apego y la intimidad en las

relaciones humanas.

La liberación de oxitocina está asociada con sentimientos de calidez, empatía y

cercanía emocional, lo que fomenta una mayor conexión entre individuos.

Este neurotransmisor juega un papel crucial en la formación de vínculos

maternales, paternales, románticos y amistosos, contribuyendo a la construcción de

lazos emocionales sólidos y a la generación de un sentido de seguridad y protección en

el contexto de las relaciones socioafectivas.

También tenemos a la dopamina, conocida como el neurotransmisor del placer y

la recompensa, desempeña un papel vital en la formación de vínculos afectivos y


sociales. Su liberación en el cerebro se asocia con sensaciones de felicidad y

satisfacción, lo que fomenta la motivación y el deseo de buscar interacciones sociales

gratificantes.

En el contexto de las relaciones, la dopamina refuerza la conexión emocional

entre individuos al crear asociaciones positivas con la presencia y la interacción con

otros. Esto impulsa comportamientos de búsqueda de recompensas sociales, lo que

fortalece los lazos entre individuos y fomenta la formación de relaciones duraderas y

significativas. En resumen, la dopamina contribuye a la formación de vínculos sociales

duraderos y al mantenimiento de relaciones basadas en la satisfacción y el bienestar

emocional.

Tanto la dopamina como la oxitocina desempeñan papeles distintos en las

relaciones socioafectivas, su interacción compleja y la sinergia que existe subraya la

importancia de una combinación equilibrada de ambos neurotransmisores para el

establecimiento de relaciones saludables y significativas. Un equilibrio adecuado de

estos compuestos químicos en el cerebro resulta crucial para el desarrollo de relaciones

sociales y afectivas satisfactorias, promoviendo sentimientos de felicidad, confianza y

conexión emocional entre individuos.

Además, su papel en la regulación del comportamiento social y afectivo también

resalta la importancia de un enfoque integral en el estudio de la naturaleza humana y el

funcionamiento de las relaciones interpersonales.


CONCLUSIONES

Se ha demostrado que, como especie social, el ser humano necesita de las

relaciones sociales para desarrollarse normativamente. La oxitocina y la dopamina

parecen ser dos de los muchos mecanismos evolutivos que facilitan el desarrollo de la

capacidad para vincularse a diferentes niveles con los demás individuos, permitiendo la

formación de relaciones y vínculos socioafectivos.

Si bien hemos visto que tanto la dopamina( neurotransmisor del placer) como la

oxitocina( hormona del amor ) desempeñan papeles distintos en las relaciones

socioafectivas, su interacción compleja y sinérgica subraya la importancia de una

combinación equilibrada de ambos neurotransmisores para el establecimiento de

relaciones saludables y significativas con nuestro entorno social, lo cual nos lleva a la

conclusión que la sinergia de ambas neuro-hormonas permite que los seres humanos

puedan establecer vínculos sociales y afectivos satisfactorios, promoviendo lo que son

sentimientos de felicidad, confianza y conexión emocional entre individuos.


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