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forma parte a su vez del Área Metropolitana de Maracay o Gran Maracay. Cuenta con
cerca de 29.773 habitantes para el año 2005. Es la capital del Municipio José Ángel Lamas
y fue creada como parroquia eclesiástica el 23 de octubre de 1782 por el Obispo Mariano
Martí.
Para investigar sobre “El toro de colores de santa cruz de Aragua” se hace necesario
buscar en el pasado la veneración al animal, para esto debemos remontarnos a la antigua
Creta que sin lugar a duda la base de la cultura griega desarrollada entre los años 4000 y
1100. Entre los animales que posteriormente se hicieron tótem, se encuentra la paloma, la
serpiente y el toro siendo este último utilizado en juegos religiosos y corridas que
consistían en tomar al toro por los cuernos y brincar apoyándose en ellos.
Inicio de la tradición:
No podemos hablar de una tradición, una manifestación cultural como el toro de colores
sin entender y conocer un poco del entorno social y cultural de la época en que se inicia.
El pueblo de santa cruz a principios del siglo XX era un poblado agrícola y sus
manifestaciones culturales eran básicamente de carácter religioso como por ejemplo
Semana santa, corpus Christi entre otras. En él años 1908 la familia Monasterio, dueños
de un centro de acopio de granos y una fábrica de escobas deciden expandirse y crear lo
que para la época sería un complejo industrial
Los hermanos monasterios van esparciendo cada vez más su permanencia en Santa Cruz,
hasta que optan por dejar la empresa a un gerente que les rindiese cuenta, esta persona
se llamaba Elías Cuervo. Ya como empleado de confianza de la familia Monasterio,
según consta que el señor Elías le gustaba mucho la faena de cueros, pasaba tiempo
observando el trabajo de los novilleros en el nuevo circo (plaza para las corridas de toro)
podría decirse que era un enamorado de las fiesta brava; hasta el punto que en
determinada ocasión aprovechando ratos de ocio construye con una madera sobrante del
aserradero un toro similar que vio en una oportunidad en caracas, la estructura de
madera se forro con tela de saco y algo de algodón
Esta expresión cultural hoy goza de un estandarte en el municipio, por ser uno de
los íconos representativos para los habitantes de Santa Cruz y Patrimonio cultural del
estado.
EL carnaval:
Después de la época del nacimiento del niño Dios, llega la temporada carnavalesca, llena
de disfraces, teatro, carrozas, danzas y músicas. El carnaval es una celebración pública
traída de Europa asociada al catolismo, siendo una de las actividades más difundidas en
nuestro continente en Venezuela se celebra desde el periodo colonial. Por esta razón en la
población de Santa Cruz de Aragua aparecen en la octavita de carnaval los Toros de
Colores quienes surgen con la finalidad principal de divertir a una población con tradición
en rubro agropecuario se convirtió en una manifestación cultural que por años a
identificado esta población.
Cinco generaciones:
Uno de los jóvenes más destacados en esta generación fue Elías cuervo. Considerado
como el precursor de esta manifestación cultural, señalándolo como uno de los cultores
líderes en la primera generación.
Este toro corresponde a la generación de Elías Cuervo, elaborado con los materiales
siguientes: listones de madera, tela de saco algodón pegado y pintado de negro con
carbón. En este tiempo la parodia solo tenía dos personajes; el cargador y el torero
acompañado con un grupo musical de cuatro y maraca (simulando paso doble y antaño)
La segunda generación señalamos al señor Gregorio salas como unos de los cultores
destacados en esa época. En enero de 1933 influenciados por la inauguración de la
maestranza o plaza de toros (inaugurada por el general juan Vicente Gómez), grupo de
jóvenes entre 14 y 17 años asumieron esta tradición, este toro fue elaborado con los
mismo materiales de la primera generación, con la diferencia de que tenía patas
colgantes, cola y testículos.
Está integrada:
Por unas 12 personas, entre cargadores, toreros, un doctor, un enfermero, que
representan la faena taurina en la parte de la cuadrilla, quiebres y movimientos que se
realizan en este arte milenario.
Como es el recorrido:
Para esta edición los Toros de Colores, esperan la llegada de otras agrupaciones y
manifestaciones culturales del estado, como los Diablos Danzantes, Los Pastores de El
Limón, entre otros cultores que rendirán tributo a esta antigua expresión.
En que consiste:
José de Jesús Velásquez, cultor aragüeño que desde hace 52 años ha impulsado esta
expresión comenta “en el comienzo de los toros, participaban unas cuatro o cinco
familias, lo que ha ido en aumento con la incorporación de los más jóvenes”.
Desde muy pequeño el señor Jesús sintió fascinación por esta actividad, que ha sido
transmitida a las nuevas generaciones de la familia Velásquez, quienes cada año dan un
toque innovador en la elaboración del toro.
Víctor Velásquez, hermano mayor del señor José, tiene más de 45 años con los Toros de
Colores, señala que la elaboración de la imagen del animal es un proceso que tiene una
gran dedicación. En el caso de la familia Velásquez todo el año se dedican a la decoración
y diseño de la estructura.
El toro es elaborado con una estructura de cabilla que da forma a la imagen taurina y una
máscara creada con papel, agua y pega que se convierte en la cara del toro, la cual es
pintada de negro y adornada con pepas de zamuro como sus ojos, una nariz y una lengua.
«Yo siempre creí en un toro cultural, que fuera un icono del municipio. Desde el año 1933
este toro policromático ha llamado la atención a la gente, por ello su manualidad y su
pedagogía para enseñar a los más pequeños», comentó.
La vistosidad y el colorido se hacen ver en todo el animal, decorado con papeles cortados
en flequillos de colores, agarraderos para quien lleve el toro, además de la imitación de los
testículos del animal. Un aspecto importante y que le da vida al toro, es que lleva dos
cachos y una cola real, la cual es buscada en los mataderos de la zona.
Esta tradición se convierte en la ocasión propicia para exaltar los valores culturales y de
identidad de los pueblos, para celebrar de forma alegre y vistosa la despedida de la época
del carnaval.
Un enamorado perpetuo de Santa Cruz fue su cronista Juan Bautista González, quien
tanto aportó a su tierra recibiendo a veces tan poco, por eso de las mezquindades
humanas, cuando torpes miramos si somos blancos, negros, gordos, flacos, ricos, pobres
o pertenecemos a una ideología diferente a la que profeso, allí comienza y termina el
problema, el gran problema del mundo. González con maestría describió en los párrafos
siguientes a Santa Cruz: