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En la Edad Media llega una nueva técnica que revolucionará el arte: la pintura al óleo. Hasta el siglo
XV, la técnica más predominante en la pintura era el fresco o la pintura al temple. Los cuadros al óleo
utilizaban un aglutinante a base de yema de huevo, lo que dificultaba la creación de las obras; había
que trabajar rápido y no cometer errores, porque la pintura tenía un periodo de secado muy corto.
La aparición del óleo rompe con esta tradición al presentar características mucho más ventajosas para
los artistas, como secado mucho más lento, colores más brillante y una paleta cromática mucho mayor.
Así, empieza a generalizarse entre los grandes artistas de la época, dando lugar a obras tan
importantes como La Mona Lisa de Da Vinci, La noche estrellada de Van Gogh, La joven de la perla de
Vermeer o el Nacimiento de Venus de Botticelli. Estas obras eran mucho más sencillas de
comercializar, haciendo más fácil comprar pinturas al óleo.
De hecho, la pintura al óleo fue tan rompedora que siguió utilizándose en el arte moderno, teniendo
exponentes en corrientes como el surrealismo (con Salvador Dalí), el cubismo (con Pablo Picasso) o
el expresionismo abstracto (con Mark Rothko).
La técnica de la pintura al óleo consiste en mezclar distintos pigmentos con un aglutinante a base de
aceites, normalmente de origen vegetal. Se aplica con un pincel seco, al que se le ha puesto un poco
de pigmento. Es importante retirar también el exceso de pintura frotando el pincel sobre una superficie,
como un trapo o un papel.
Al ser una pintura más consistente que el resto, los cuadros al óleo dan facilidad para crear una paleta
de colores bastante amplia mediante la combinación de otros ya preexistentes. Esto se debe a un
secado mucho más lento (la principal diferencia con la yema de huevo), de manera que podemos
actuar sobre el cuadro y aplicar distintas capas con tiempo más que de sobra. Un beneficio añadido
de las obras de arte al óleo es poder corregir la ejecución de lo pintado: al tardar más en secarse, se
puede rectificar lo puesto en el cuadro fácilmente.
A esto hay que añadirle un acabado brillante de sus colores, algo capaz de mantenerse durante
muchos años (hay obras en las que llega a durar siglos). Estos colores son los que terminan dando
juego al cuadro. Permiten crear sensación de transparencias, sombras, metal… Hacen que a pintura
brille por sí sola y confiera aspectos muy realistas a las proyecciones del pintor. Esto hace que comprar
obras de arte al óleo, sea mucho más atractiva.
Al compararlo con otro tipo de pintura muy utilizada, como el acrílico, podemos encontrar varias
diferencias. El acrílico es más líquida que la pintura al óleo, más pastosa y que se nota cuando se
seca. Esto le hace al acrílico perder volumen, alisándose y perdiendo texturas. Con los cuadros al óleo
puedes crear texturas -como huellas de pincel- gracias a lo espesa que termina siendo la pintura por
los aglutinantes. Son estos pigmentos los que encarecen las pinturas al óleo, ya que una buena obra
estará hecha con materiales de calidad que soporten el paso del tiempo sin perder sus cualidades.
La mayor diferencia es el uso: una pintura lisa estará hecha con acrílico, mientras que una con texturas,
con óleo. Por eso podemos ver huellas de pinceles y la mano del autor; termina siendo una pintura
más personal, que nos deja ver el trabajo directo. La pintura al óleo también da mucho juego en cuanto
a soportes, porque podemos encontrar esta técnica en metal, madera, marfil, piedra, lienzo o tabla;
siendo estas dos últimas las más comunes. El uso de superficies tan diversas, se debe al aglutinante
a base de yema de huevo, que permite adherirse fácilmente. Por eso, la mayor parte de superficies
pueden pintarse al óleo, con el único requisito de estar sellada o imprimada posteriormente.
La contrapartida, es que su duración es limitada: con el tiempo termina secándose y resquebrajándose,
volviéndose quebradizo con el paso de los años. Por eso, el proceso del secado se puede ver alterado
con diferentes aditamentos que se vayan añadiendo, como el secativo de cobalto.
La pintura al óleo tiene muchos artistas representativos, pero fueron flamencos los primeros en
introducir esta técnica al óleo en Europa, convirtiéndose en la favorita de muchos artistas reconocidos
en la Historia del Arte, como Leonardo da Vinci o Velázquez.
Lienzo estriado.
Ha sido el soporte favorito desde el Renacimiento hasta nuestros días, por su facilidad para el
transporte y almacenaje y óptima conservación. La tela evita las molestas y antiestéticas grietas que a
menudo afloran en la madera debido a oscilaciones térmicas o de humedad, y permite la realización
de pinturas de mayores dimensiones. Además, muchos artistas aprovechan la trama del tejido para
crear efectos expresivos particulares. Los lienzos suelen exhibir un aspecto más mate que la pintura
sobre tabla, aunque muchas veces esto se mitiga con la aplicación de barnices como acabado final.
Las telas más utilizadas para pintar son el lino, la arpillera y el algodón.
Los artistas venecianos de final del siglo XV fueron los primeros que utilizaron el lienzo libre montado
sobre un armazón. La tela alcanzó su máximo esplendor como soporte en el siglo XIX con
los impresionistas, cuando se comenzó a extender la pintura al aire libre y se hicieron necesarios
soportes más ligeros y fáciles de transportar.6 En la actualidad, continúa siendo la favorita de muchos
artistas, pero con nuevas técnicas a la hora de aplicar el óleo. Un ejemplo es el uso exclusivo de las
manos, visible en pintores como Iris Scott.
Aglutinante
El óleo se trabaja principalmente antiguamente con aceite de linaza únicamente, actualmente hay otros
medios para usar como aglutinante en la pintura como lo son el ya mencionado aceite de linaza,
además el aguarrás bidestilado y barniz damár, estos juntos en cantidades iguales funcionarían como
un aglutinante con un mayor anclaje a la superficie de tela o soporte.
¿Cuáles son las ventajas de la pintura al óleo?
Ahora que ya sabes de qué está hecha la pintura al óleo, creemos que es conveniente contarte cuáles
son sus ventajas y desventajas antes de aventurarnos a ver las técnicas de pintura al óleo.
3. Lento secado
Esta es una de las características del óleo que muchos aman, pues te permite trabajar a tus tiempos,
sin apuros y sin errores. Por ello, podríamos decir que esta es una de las ventajas de la pintura al óleo
que la vuelve ideal para principiantes, puesto que te permite corregir cualquier error rápidamente.
4. Persistencia
Otra de las ventajas de la pintura al óleo es que se trata de un material altamente resistente, lo cual se
puede apreciar en la historia del óleo. La pintura al óleo existe desde finales del siglo XIV, y las obras
de arte efectuadas en ese entonces continúan con su vivo color.
2. Secado lento
Si deseas un secado rápido, su demora puede ser una desventaja. No obstante, los líquidos secativos
para las pinturas al óleo serían una posible solución al problema.
Fuente: Degranero.es
¿Cuáles son los materiales para pintar al óleo?
Bien, es momento de revisar los materiales que te serán útiles a la hora de llevar a cabo las técnicas
de pintura al óleo. A continuación, te dejamos una lista con los materiales necesarios para hacer una
pintura al óleo:
• Caballete
• Óleos
• Lona o lienzo
• Espátula
• Trapos o toallas
Una vez que ya tengas todos estos materiales, estás listo para saber cuáles son las técnicas de pintura
al óleo. Como verás, ¡existen muchas formas de aplicar el óleo!
Si te preguntas cómo pintar un cuadro abstracto al óleo, cómo pintar flores al óleo o cómo pintar un
paisaje o retrato con pintura al óleo, las siguientes técnicas de pintura al óleo harán que toda sensación
o imagen pueda ser plasmada en un cuadro.
En síntesis, se trata de una de las técnicas de pintura al óleo que requiere de mucha planificación y
paciencia, ya que hay que esperar a que la primera capa seque para poder poner recién la siguiente.
Se trata de una de las técnicas de pintura al óleo más famosa. Su nombre se refiere a un estilo directo
de pintura donde el cuadro queda realizado “a la primera”; es decir, al primer intento, en una sola
sesión continua.
La técnica de pintura directa, en contraste a la anterior, se basa en añadir capas mientras las otras
siguen húmedas, pues no se espera a que la previa capa seque.
Para lograr esta técnica de pintura al óleo es muy importante conocer cómo funcionan los
pigmentos, pues, de lo contrario, se pueden combinar colores que no queremos que se mezclen. Por
ello, es una técnica de pintura al óleo un tanto compleja que requiere de cierto expertise en la teoría
del color.
La técnica alla prima es característica de los impresionistas, ya que les permitió capturar la luz
esquiva lo más rápido posible. Algunos artistas famosos en esta técnica de pintura al óleo son Claude
Monet, Vincent Van Gogh, John Singer Sargent y Joaquín Sorolla.
Fuente: "Acantilados de Etretat, atardecer" de Claude Monet
4. Técnica de veladuras
Esta técnica también es conocida como la técnica del glazing. Se basa en aplicar capas de color
semitransparente sobre otras capas más opacas y de tonos más claros para formar una tonalidad
final deseada. Para ello, es importante conocer cómo se comportan los pigmentos.
La técnica de veladuras al óleo se usa para crear tonalidades de piel o para dotar de realismo a las
telas u otras superficies de nuestro cuadro. Asimismo, se usa para crear transparencias, como las
que son características del agua o del vidrio.
La técnica del frotado al óleo o del frotagge consiste en aplicar una capa gruesa de pintura sobre el
lienzo y, después, frotarla con un pedazo de papel — liso o arrugado— no absorbente para lograr
un efecto de texturizado en la superficie de la obra.
La técnica del pincel seco también es conocida como la técnica del restregado o del scumbling. Se
suele usar para crear una profundidad atmosférica. Por ejemplo, para pintar espacios con neblina,
rayos de sol, nubes, lluvia, objetos envejecidos o rugosos, pastos u hojas de árboles.
Para ejecutar la técnica del scumbling, debes recoger la pintura sin diluyente con un pincel seco de
cerdas duras, retirar el exceso sobre un papel y, finalmente, aplicarla en la zona deseada de forma que
se logra un pintado delicado y ligero que deje expuesta parte de la pintura base.
Se diferencia de la técnica del glazing o glaseado porque dicha técnica busca una capa uniforme sobre
la superficie y no una capa rota como la que busca el scumbling.
Algunos de los artistas más famosos en usar esta técnica de pintura al óleo fueron Jeff Rowland y
Turner.