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Introducción.
Puesto que venimos de una descendencia caída, pero renovados por
la gracia de nuestro Señor Jesucristo, y estamos en el proceso de
santificación, somos seres humanos que constantemente nos
equivocamos y de alguna forma, directa o indirectamente dañamos
con palabras y gestos a los que nos rodean, esto es la esposa,
esposo, hijos etc.
Por eso las frases que deberían estar de manera permanente en
nuestros labios son TE AMO, LO SIENTO, TE PERDONO,
El perdón debería ser un concepto central en la vida cristiana, para
muchas personas es un proceso confuso y difícil de practicar, pero
estas personas que se les hace difícil, son las que son mas infelices y
tienen una vida complicada en sus relaciones, hasta decepcionante
diría yo.
¿A quién no le han herido las acciones o las palabras de otra
persona? Tal vez uno de tus padres te criticó constantemente cuando
crecías, o tu pareja te engañó. O quizás tuviste una experiencia
traumática, como abuso físico o emocional de parte de una persona en
quien confiabas. Esas heridas pueden causar sentimientos
persistentes de resentimiento, amargura e ira, y, a veces, incluso odio.
Pero si te aferras a ese dolor, quizá seas tú quien pague el precio más
alto. Perdonar te puede traer paz y esperanza. Considera cómo el
perdón puede guiarte por el camino del bienestar físico, emocional y
espiritual.
¿Qué es el perdón?
Perdonar significa diferentes cosas para las distintas personas, pero,
en general, implica una decisión intencional de dejar atrás el
resentimiento y la ira. (Filipenses 3: 13)
Es posible que nunca olvides la acción que te hirió u ofendió, pero
esforzarte en el perdón puede disminuir la influencia que esa acción
tiene en ti. Puede ayudar a liberarte del control de la persona que te
hirió. A veces, el perdón puede incluso derivar en sentimientos de
comprensión, empatía y compasión hacia la persona que te hirió.
Perdonar no significa olvidar o justificar el daño que te hicieron, ni
reconciliarte con la persona que te causó el daño. Te trae un tipo de
paz que te permite enfocarte en ti mismo y te ayuda a continuar con tu
vida.
Jesús no olvido, cuando Pedro lo negó, solo que no permitió que ese
sentimiento de traición albergara su mente y corazón, fue capaz de
proteger u estado emocional, el gozaba de una salud mental
emocional y espiritual profunda.
CONCLUSION.
Somos en llamados a estar en paz con uno mismo, y después con los
demás, pero esto no sucederá si antes, recocer nuestro estado caído
éramos hijos de ira, según ( Efesios 2: 2,3,4), no podemos estar en
paz si Cristo no viene a nuestra vida, se necesita una reconciliación
personal, para que a partir de ahí, podamos ir al encuentro con los
demás, las buena relaciones son necesarias y vitales en la vida de los
hermanos y de la iglesia, cultivarlos representa un desafío, pero será
de gran ayuda para el crecimiento personal, primero para nuestra
primera iglesia que es la casa, segundo la iglesia, tercero en el hogar
que Cristo fue a preparar.
Efesio 4: 31al 32.