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Catálogo de Fanzines - Dana Hart
Catálogo de Fanzines - Dana Hart
2
¿Quién cree en el eros de alas
desplegadas? ¿Quién cree que
el amor y el compañerismo
pueden ser una misma cosa?
¿Alguien cuya única respuesta
no sea una cara de
ofuscación?
¿Todavía leen las personas,
colectivamente? ¿Todavía
hablan, de lo que leen?
¿Alguien siente algún deseo,
un impulso irrefrenable, una
pasión?
¿Se sueña? ¿O la anomia se
apoderó de la emoción?
¿Las palabras quedan?
3
¿Hablan el mismo idioma más
de dos?
¿Ríen? ¿Lloran? ¿Gritan?
¿Beben? ¿Burbujean?
¿Sus cuerpos siguen siendo
bioluminicentes?
¿Aún suena la carcajada del
tiempo que se burla de mi?
¿Pasé la prueba?
¿Tienen fuego para encender,
no las praderas, sino las
banderas reaccionarias?
¿Hay alguien más aquí?
¿Alguien que llame a la puerta
roja?
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¿Acaso hay frentes, grabadas,
con la huella inapelable de la
estrella?
¿Revoluciones?
¿Insurrecciones?
¿Podrían abrazarme las alas
desplegadas del amor?
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Silencio. ¿Y si en vez de morir,
sobrevivo? <Escucho grises>
Renunciando a ser esclava.
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<Cuidado con las palabras, tienen filo>.
No necesitan optimismo, ellas quieren
<cambiar la vida>.
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Al fin <la jaula se ha vuelto pájaro>.
Barrotes derretidos. Incendio lírico.
Se encienden el pecho.
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Ruda en jardines y bosques,
sacudiéndose el <mercurio de la
angustia>. Soy <llama llena de flores>.
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<Tú me quieres alba,
me quieres de espumas,
me quieres de nácar.
De perfume tenue.
Corola cerrada.
Ni un rayo de luna,
filtrado me haya.
Ni una margarita,
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se diga mi hermana.
Tú me quieres nívea,
tú me quieres blanca,
tú me quieres alba.>
puño de acero,
pateando paisajes,
riquezas y cerros.
Tú que te envuelves en
cuerpos ajenos,
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desoyendo el grito,
conservas intacto,
no sé todavía,
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vete a la montaña;
límpiate la boca;
la tierra mojada;
alimenta el cuerpo,
renueva tejidos,
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habla con los pájaros,
y lévate al alba.>
Socava la ruina,
opresiva y mansa
del capitalista,
te sean tornadas,
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en ellas el alma
se quedó enredada,
entonces...>
Preténdeme bélica.
Preténdeme marea.
Preténdeme harta.
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Poema Original, sin Intervenir:
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Mi nombre completo es Elise
Ferdinandine Amalie Siegrist von Struve,
pero está bien si me llama Aúfruhr, que
en mi idioma natal, quiere decir revuelta.
Soy partidaria del levantamiento. Aquí en
Alemania llevamos varios intentos ya.
Todo comenzó en febrero, desde Francia
llegó una ola, que puso fin a la Monarquía
de Luis Felipe I, el último de los reyes, y
ascendió al poder a la Segunda
República, provocando revoluciones en
Europa. La primavera de los pueblos.
1848.
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como Johannes Ronge tras la exposición
de la túnica expuesta de Jesús.
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base. Pero nuestra base es sólida.
Organizada. Decidida.
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polvareda que por un momento no dejaba
ver nada, hasta que en el suelo,
desparramado, yacía el general Friedrich
von Gagern, un jefe de ellos, enviado
especialmente para comandar al ejército
contra las revueltas. La sangre le
chorreaba por el cuerpo, y no le daba
lástima a nadie.
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vez la felicidad sea ver la cara derrotada
del enemigo de clase.
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de Baden. Piedras de cantera, grandes,
que se colocan una encima de otra, en
formas irregulares, combinadas,
mezclando grandes con pequeñas, hasta
formar la pared. Del mismo modo,
concebíamos la organización
revolucionaria, quienes formaban parte
del movimiento desde hace más tiempo,
se fusionaban con quienes llevaban
menos, e íbamos constituyendo una
pared. Una pared para derrocar al
gobierno.
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mientras ardía todo fuera. El ruido de la
insurrección, nunca abandona la
memoria auditiva, se queda grabado en
la memoria, reproduciéndose en el
tímpano, a veces de noche, a veces
caminando por la vereda, a veces
encerrada en una celda. Vuelve, como la
noche. El ruido de las barricadas, los
disparos, las bombas, el humo, el fuego,
la combinación de sonidos que eriza la
piel y forja el temple. Larga primavera a
los pueblos.
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- Amir, ¿cómo estás?
Estoy usando el traductor
de Google, así que
espero no se equivoque.
Me pasaron el dato de
esta cuenta tuya y me
dijeron que encontraste el
modo de usarla para
comunicarte, ¿puedes
hablar?
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- Hola. Gracias. Si.
Traductor ayuda a
entender. Me quedan
pocos minutos. Ellos van
a ahorcarme. Ya le
pusieron fecha a mi
ejecución. Hay otros más
que también van a morir.
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- Las protestas por los
derechos de las mujeres
y las niñas.
Enfrentamientos duros.
Policía de la moral
persigue manifestantes.
Situación represiva.
Necesitamos que el
mundo hable.
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- Mucha gente está
viendo el partido, acaba
de ganar Argentina. No
es la primera vez que un
mundial permite
perpetuar la impunidad...
- Yo no pude ver el
partido. No podré volver a
jugar. No respirar aire
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puro. No vivir. Hablan de
atentados. Nos Acusan.
Ninguna prueba. Van a
ahorcarnos para castigar
la protesta. Imponer
miedo.
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- 26 años tengo. Cada
persona sentenciada
tiene alrededor de la
misma edad. Quieren
acallarnos con la muerte.
41
*Esta Entrevista es Puramente Ficcional
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- Esto sucede muchísimo después.
Yo ya no estaba en vida cuando
esto sucedió…
- ¿Pero y cómo es eso posible?
- No estoy tan segura, son las cosas
de la ciencia ficción, nadie sabe bien
cómo funcionan. Pero no hay que
concentrarse en ese punto, porque
lo que quiero decir es magnífico,
qué importa cuándo o cómo.
- ¿Y qué es lo que quiere decir?
- Que hay un método, muy
moderno, muy novedoso, muy
inteligente, que se trata de lo
siguiente… Usted abre su celular,
si, el moderno, el nuevo que tiene,
ingresa sus datos, por ejemplo
dónde trabaja, ese es el dato
principal. Qué edad tiene, cuáles
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son sus preferencias de diferente
tipo, etc.
Según sus datos, usted tienes
derechos, a votar, a opinar, a ser
parte de diferentes consultas, a
participar en las decisiones que se
toman con respecto a todos los
temas, de este modo.
Es lo que antes llamábamos
“democracia directa”, solo que sería
inviable hoy en día, existiendo tanta
cantidad de gente, que nos
parásemos a votar afuera con la
mano.
Lo moderno es la mano alzada
electrónica. Existen consultas sobre
todo, y cada cuestión se resuelve
mediante consulta. Decisiones
fundamentales, decisiones
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productivas, todo se toma sobre la
base de estas consultas.
Loa datos permiten saber a quién se
le consulta qué y qué peso tienen
sus respuestas.
Tienen un sistema para evitar
errores, corrupciones o hackers,
que es muy sencillo, pero permite el
buen funcionamiento del método.
Es de vanguardia, todo electrónico.
- ¿Y qué tipo de decisiones se
toman por ejemplo?
- Se decide así, desde las
cuestiones atingentes al Producto
Interno Bruto, hasta el precio de los
limones.
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- ¿Todo es por consulta? ¿Es como
una especie de democracia directa
digital?
- Si, establecida por sector, se le da
cierto peso a quienes laboran en
lugares estratégicos. A quienes
trabajan en la alimentación, por
ejemplo, se les consulta y se realiza
votación sobre el conjunto de las
decisiones productivas del sector,
luego va a consultas más generales.
- Lo que no entiendo es cómo usted
está aquí, participando en este
proceso, si yo leí bien que usted
nació el 14 de febrero de 1898 en
Santos, Brasil, y luego migró a
Estados Unidos, donde se hizo
obrera de la confección y ayudó a
organizar la Huelga de las Modistas
de 1919 e innumerables cantidades
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de organizaciones sindicales,
donde las mujeres tuvieron gran
participación.
- Ya le he dicho que esas son cosas
de la ciencia ficción, no nos
enredemos en asuntos sin
importancia. Hay que concentrarse
en el punto: Un método de
democracia directa de vanguardia,
que permite usar las nuevas
tecnologías, como los “Me gusta” o
“Me encanta” del Facebook, pero
sin perder de vista los sectores y su
rol, sobre la base de la socialización
de…
- Alto, alto, alto… Esas palabras son
viejas, si que suenan a 1898 y…
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- Alto, alto, alto usted… Las
palabras no envejecen, se vuelven
tormentas que en la noche
resuenan, listas para volver…
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Ocurrió mucho antes de convertirme en la mujer
más buscada por el FBI. Tenía trece años. Él era
mayor que yo. Calculo que tenía cerca de treinta
años, o un poco más.
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Se aprenden pronto. Están hechos, justamente,
para que cientos de miles de personas, se los
sepan de memoria y los tarareen a coro, a viva
voz, a nivel multitud.
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La primera vez que me habló, no podía creer
que me dirigiera la palabra.
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Pude ver su pene erecto, fuera de su pantalón,
cuando ya comenzó a parecerse a un zombi. Me
sacudí y usé el puño derecho para estampárselo
en el ojo. Levanté el cerrojo de la puerta y bajé
del auto tan rápido como pude.
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Fue lo mismo que haber sido acosada por el
hombre que llegó a la luna, justo antes de que
se subiera a su transbordador espacial. Puedes
ver al mundo sonriéndole, festejándole,
levantando sus banderas en alto, como héroe y
libertador. Idolatran al mismo que fue, es y
siempre querrá ser, tu tirano.
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¡Una revolución! Eso se necesita. ¡Una
revolución que marchite las viejas flores
corrompidas y abra el paso a los nuevos brotes!
¡La insurrección! El tiempo llegará. “Un ternero
saltará, y su asta romperá la red”.
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Lo gracioso es que Benjamin
nunca se dio cuenta de que
evidentemente, era una chica.
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pies. Bien quisiera él detenerse,
despertar a los muertos y
recomponer lo despedazado, pero
desde el Paraíso sopla un huracán
que se enreda en sus alas, y que
es tan fuerte que el ángel ya no
puede cerrarlas. Este huracán le
empuja irreteniblemente hacia el
futuro, al cual da la espalda,
mientras los escombros se elevan
ante él hasta el cielo. Ese huracán
es lo que nosotros llamamos
progreso."
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es extraordinario -un tanto
teológico-, pero extraordinario.
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historia. Tampoco es la historia
misma -pues la historia no es
nadie-. No es la historia. No es el
Paraíso. No es Progreso.
Es la contradicción. El choque
inevitable. Es un huracán que
empuja en todas direcciones antes
de poder definirse, entra en crisis y
booms, abre contradicción, choca,
fluye y refluye, produce tensión,
lucha de clases, entre millares de
efectos, como trozos de espejo
roto, reflejándose y reflectándose
de manera infinita.
63
Aquí entre los trozos, sin Benjamin
ni Klee, un collage de espejos
rotos. De espaldas al futuro.
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No podían creen los
españoles que el
levantamiento más grande
que hayan visto, tuviera
rostro de mujer.
Me torturaron hasta la
muerte, en 1782, cuando
tenía 32 años, pero no les di
ninguna información.
66
Querían oro. Todo el mundo
lo sabe. Esclavizaron,
torturaron, asesinaron,
exterminaron, por el oro, la
explotación en las minas.
El hilado obligado.
Violaciones de los patrones,
bendecidas por los curas,
por la ley de la pernada. La
mano genocida del
gobernador Segurola.
67
La historia que mal
inventaron, es que les dimos
todo sin pelear. Eso no es
cierto. Luchamos con la vida.
Con una fuerza de combate
extraordinaria.
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Me metieron a un calabozo,
del que trataron de
rescatarme. Desde afuera,
Gregoria junto a Tupac
Amaru, organizan inundar la
ciudad, represando el agua
del río.
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¡Como un ejemplo de
combate contra los enemigos
de clase! ¡Venceremos!
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¡Para Pintar!
Boceto de Portada, realizado por 3K1K
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Nací en España, pero me
nacionalicé como mexicana. En
los años 20`, cuando hubo una
revolución contra el dictador
Porfirio Díaz, realicé una gran
cantidad de conferencias y
charlas, llevando las palabras
de la emancipación social.
Unos años antes, cuando
fusilaron al poeta Filipinas José
Rizal en España, me arrestaron
por pronunciar un discurso.
Tuve tres descendientes:
Libertad, Demófilo y Víctor.
Estudié medicina, organizando
protestas al interior de la
Universidad de Barcelona.
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Tuve un marido, que a poco
andar se hizo conocido como “el
marido de Belén de Sárraga”, lo
que generó frustraciones y
discusiones, hasta que nos
divorciamos.
Pero al estar separado de mi, él
tampoco brilló en ninguna de las
ramas de las artes.
En 1895 organicé en Valencia,
la Federación de Grupos
Femeninos y luego, la
Asociación de Mujeres
Librepensadoras.
Este aspecto es el que más
destacan historiadores e
historiadoras, la capacidad para
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organizar e incentivar
agrupaciones.
Siguieron la Asociación General
Femenina, la Federación de
Sociedades de Resistencia, que
tuvo ¡30.000 personas afiliadas!
Con contradicciones, como
todo, al ser parte al mismo
tiempo, por ejemplo, de la logia
masónica y a otros Partidos.
En 1907 me mudé a Uruguay y
estuve dando vueltas por
América Latina, dictando
Conferencias y discursos
llamando a la defensa
enardecida de los derechos
fundamentales.
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La clase trabajadora y los
periódicos obreros, se
convirtieron en mis principales
tribunas.
Chile. Buenos Aires. México.
Uruguay. Viajaba. Hacía giras,
políticas y sociales. Brasil.
Cuba. Puerto Rico. Guatemala.
Panamá. Costa Rica.
Puse al centro la emancipación
de las mujeres de la clase
trabajadora y se llenaban los
sindicatos y locales para las
Conferencias.
En Chile, me tocó recorrer las
salitreras, junto a Teresa Flores
y Luis Emilio Recabarren.
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Empatizar contra la opresión y
resolverse a batirle duelo. Es el
objetivo.
Todavía resuenan las voces en
las oficinas abandonadas, de un
pasado que no duerme. De un
presente que no calla.
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- Betsabé: Espinal. Como una espina.
Difícilmente podría haber elegido un
mejor pseudónimo. Tuve la suerte de
tener madre. ¿Para qué padre? ¿Para
qué marido? Si mi madre me legó el
apellido. Espinal.
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salario de ellos. Por diez, once, catorce
horas. Es cuestión de sumar.
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no es debido y hacer propuestas
indecorosas.
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- Betsabé: ¡Lo intentaré! Hay intereses
cruzados, como los de Tejidos de
Medellín que nos ofrecieron dos meses
de paga para mantener la huelga y así
arruinar a nuestro patrón. Ya sé, otra
cosa, paso mañana a hablar directo con
el gobernador. ¡Me van a escuchar!
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- Teresa: ¡Alpargatas para todas!
4 de Marzo, 1920:
- Betsabé: ¡GANAMOS!
- Adelina: ¿Ganamos?
- Rosalina: ¡¡¡Ganamos!!!
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Mural de Portada de Bastardilla
Fuente: Historia de la Clase Trabajadora
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Tengo un libro abierto de Almudena Grandes.
Me enganchó. Se llama “Inés y la alegría”. No la
conocía. Pero el día que murió, las redes
sociales se repletaron con sus imágenes. Es
trágico que el reconocimiento venga
acompañado de la muerte. ¿Por qué no se lee a
quienes viven? Una lista de los libros favoritos
del señor de la biblioteca, revela que se trata
siempre de hombres. Sigue sin leerse a las
mujeres, mayoritariamente.
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No sé si será mi espíritu oposicionista, pero
desde pequeña me interesó particularmente, tal
vez por el silencio que rodeaba a su figura.
93
También me hubiera gustado conocerla más.
Haber tenido la edad para recordarla con mayor
claridad. Que me contara personalmente,
siendo yo más grande, sus historias o me
enseñara una de las tantas cosas que, se
supone, las abuelas, transmiten a las nuevas
generaciones.
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revolución. Ella. La que se agacha allí,
arrodillada, sosteniendo a este mundo de
mierda con un papel en la mano. Para que cinco
minutos después, alguien pueda volver a entrar
a cagar, a mear, en absoluto silencio e
impunidad.
95
Me alejé de mi propia madre, por pasársela el
día criticando mi aspecto, mi ropa, mi olor, mis
comentarios. Decidí estar sola, por no tolerar
cosas que a otras personas pueda que le
parezcan coloquiales. He visto a otras mujeres
soportar, lo que me da inmediatamente urticaria.
Todavía no decido si eso es malo o es bueno.
Necesito estar sola.
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Fui, en varias oportunidades, a la Biblioteca
Nacional, a revisar los ejemplares impresos. Me
comí dos o tres piezas de mazapán del “Café
Colonial” de la vuelta, cuando todavía existía y
entré a la sala de mecanografíados de la
Biblioteca, a pedir los rollos. Las dos o tres
primeras máquinas en las que me senté no
funcionaron, pero cuando al fin pude dar con
una que tuviera buena la luz, me dio escalofríos
leer los artículos.
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Con dolorosa sorpresa nos hemos impuesto
muchas veces, del comportamiento que
observan en el hogar algunos valientes
partidaristas del feminismo que, públicamente,
protestan del yugo ignominioso que sobre
nuestras cabezas pesa y que en diarios y
periódicos, piden una y mil libertades para su
sumisa compañera de infortunio. Con el alma
acongojada por el más cruel escepticismo, que
nos hace dudar de todo, hemos penetrado en el
hogar de uno de esos partidarios de la libertad
de la mujer: La amante esposa, cariñosa y
humilde, implora mudamente con tiernas
miradas un poco de compasión o amor de su
indiferente compañero; un poco de libertad e
instrucción que le permita desempeñar su papel
de madre con más capacidad. Pero nada... el
propagandista insensible del adelanto de la
mujer hace sordo a los ruegos de su esposa y
solo por única respuesta, obtiene las frases
amargas e hirientes que le recuerdan la mísera
condición de esclava. No ejerce, pues, la mujer
en el hogar derecho alguno, ni menos es tratada
con las consideraciones que merece, ni recibe
educación en armonía con las ideas callejeras
de su esposo. Y la eterna lucha cotidiana: a
veces cruda y amenazante, cuando en el alma
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de la mujer brotan algunos destellos de rebelión
ante el despotismo del hombre, y más de las
veces, pasivas y sumisas, dado el carácter que
se nos ha inculcado, de soportar pacientemente
todas las tiranías.
No hay que decir todavía que nos hemos
emancipado y que nuestro grado de adelanto es
mucho.”
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Qué lugar importante en la historia de un país,
ser la primer mujer en publicar un periódico
feminista con consciencia de clase.
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Fotografía de la hija de Carmen
Herrera y Magno Espinoza, y
antecedentes, recuperados por
Manuel Lagos Mieres
CARMEN HERRERA
102
Pasó una estrella fugaz, pero yo estaba
tan satisfecha, tan dichosa, que olvidé
pedirle un deseo. Éramos un grupo de
siete u ocho personas. La luz de la
escasa luna reflejaba nuestros cuerpos
sin ropa, corriendo por el cerro, como si
en serio fuésemos libres. Una libertad de
a ratos. Íbamos uno atrás del otro,
haciendo una fila, para poder subir por la
ladera y no caernos. Agarrados a ramas,
piedras, pinchándonos las plantas de las
pies y riendo a carcajadas. Nunca me
había reído tanto. Sobre todo cuando
Magno empezó a aullar como un lobo,
pensando, quizás, que lo era, sintiendo la
brisa e inflando el pecho en dirección al
cielo.
103
Creíamos que teníamos el mundo por
delante. Que podíamos cambiarlo todo,
todavía lo creemos. Pero en ese
momento éramos un poco más jóvenes,
más ingenuos. No estábamos hechos de
cárceles, como ahora.
104
como una humanidad, a la tiranía de la
opresión. Todavía lo queremos. Nadie se
miraba morbosamente. Nuestros
cuerpos, eran eso, cuerpos, desnudos,
naturaleza. Encontrábamos nuestra
naturaleza ahí, en los pubis velludos,
descubiertos, libres de la sujeción de los
elásticos que yo misma uno a la tela. Con
las marcas de las cicatrices que nos
había hecho la vida.
105
pensamos en comunión un plan y lo
ejecutamos de tal manera, con tanta
perfección, que al cabo de unos meses,
ya estaba fuera de las palizas que me
daba mi padre. Decían que era normal,
que sucedía en cualquier familia.
Todavía tengo marcas de esa
normalidad.
106
había una cadena que me sujetara a él
por el vientre, ni esposas, ni mordazas.
En realidad, nos habíamos casado con el
colectivo.
107
unía era eso. La clase que tiene en sus
manos el poder de hacer ascender la
sociedad a un nuevo estadio del
desarrollo, donde no haya opresiones ni
violencias.
108
trabajo y los hijos o las hijas de la
escuela, en un vestido con flores, con las
plantas ya regadas y la comida hecha.
Me hace reír, porque siento que buscaría
una escopeta, y saldría a montar a
caballo, disparando a policías que me
busquen por furtiva.
109
veía por adentro. Me quería, en el
colectivo, no para su vida privada, para
servirle a él. Entendía que mis tareas
también eran históricas y sociales. No me
dijo nunca que iba a hacer la revolución y
volvía en diez años, como hacían otros.
Ni hizo que sintiera que lo detenía o
pesaba. Agarrábamos nuestras cosas,
con o sin bebés en los brazos, y nos
íbamos adonde hubiera revuelta. La
causa era nuestro hogar. Sí nos
parecíamos un poco a los lobos,
actuando en manada, siempre al filo de
la desnudez, queriendo recuperar
nuestra propia naturaleza.
110
manoseada. Era una obra original, un
borrador, que Magno había conseguido
con sus contactos transandinos, escrito
por la mismísima Alejandra Kollontai, que
después se hizo mucho más popular allá
en Rusia. Estaba traducido, no se por
quién. Escrito en letras de máquina, con
una gran cantidad de errores y borrones.
Pero se leía bien. Nos parecían ideas,
que se entremezclaban con las nuestras
de una manera óptima.
111
aislados, sino una fuerza social,
poderosísima. Decía que antes, en el
mundo antiguo, el amor estaba ligado a
la amistad, a nivel de valores, luego en el
mundo feudal, el amor se ligó a lo
caballeresco, desligado del matrimonio,
hasta que la clase burguesa combinó el
amor como fundamento del matrimonio,
dejando atrás las relaciones de nobleza,
en la perspectiva de guardar la nueva
acumulación de capital emergente.
112
¿Cuál es el ideal de amor, de la clase
social que lucha por la emancipación de
la humanidad? Nos preguntábamos
leyendo esos papeles con borrones. No
es la poligamia, sin amor, decía ella, el
sexo a secas, como si las personas
fuésemos objetos de consumo. No es
tampoco, el derecho a poseer,
absorbente, del matrimonio burgués. Y
escribía que el ideal de amor de la clase
trabajadora pasa por la multiplicidad de
inteligencias, crear lazos, eros con alas
desplegadas, forjar el amor camaradería,
que es el amor necesario para la nueva
sociedad, para que desaparezcan las
desigualdades. Crear uniones felices,
eran las palabras finales. Uniones felices.
113
Que sirvieran a la colectividad y fueran
transformadores.
114
lanas, velas, siendo aprovechadas por el
capitalismo para crear valor. El amor,
problema maldito, que arroja a las
mujeres a las tinieblas espirituales, decía
Kollontai, en un contexto grotesco,
repleto de individualistas
contemporáneos.
115
vínculos de confianza y compañerismo.
No basta con el amor propio. No basta
con amarse con mucha fuerza a una
misma. Se necesita también una
comunidad, sana, alrededor. Estamos en
un contexto capitalista, en cuyo único
caso, la comunidad sana, es la que lucha
y se organiza. Somos seres sociales,
venidos al mundo para relacionarnos con
el mundo, combativa o adaptativamente.
116
términos, decía o hacía cosas,
pequeñas, o grandes, y era el colectivo
quien lo corregía. Yo, trataba de que no
fuera mi papel. Mi papel era otro, era ser
parte de la obra, no corregir los libretos,
por decirlo metafóricamente. Pero los
ajustes los iba dando el colectivo.
117
Superior a cualquier otra fuerza del
Universo.
118
status quo. Lejos de ser una fuerza
conservadora, la sexualidad nos daba
alas. Revitalizaba las ganas, nos
impulsaba hacia adelante, como la propia
fuerza irrefrenable de la insurrección.
119
es, precisamente, vestir a la gente.
Hacerles lucir lo más elegante posible,
puntada tras puntada.
120
verde, soñando que nuestras manos,
demolían la injusticia.
121
puertas nuevas a las mentes
atormentadas por una realidad que borra
pasados contestatarios. Una vez, logré
que un grupo de diez o doce mujeres,
terminara decretando que la insurrección
comenzaría de inmediato. Me
emocionaba de pensar que había
cambiado una mentalidad, o que al
menos, había logrado repletarla de
nuevas ideas. Intentaba hacerles girar de
opinión, sin faltas de respeto, ni levantar
la voz, sin chocar, solo por la fuerza
gravitante de las propias ideas, de su
grandeza magnánima, imposible de
contener. A veces, las personas solo
necesitan que se les dejen cosas sobre
la mesa. Cosa que no son materiales. Sin
herir prestigios. Penetrando en el zurcido
122
de las concepciones, para descoserlas y
volver a unirlas con hilo rojo.
123
o de mujer y luchaban por derribar,
también, esas cadenas.
124
cima de las barricadas. Pero por el otro
lado, hablábamos de banderas rojas
como señales de alerta, para tener
precaución. Bandera roja si te critica el
cuerpo o forma de vestir. Bandera roja
sino valida tus emociones. Si habla mal
de otras mujeres. Si se muestra celoso
de tus éxitos. Bandera roja si hace
chistes machistas. Si trata mal. Si no
acepta el no. Si utiliza palabras
históricamente puestas para
menospreciar a las mujeres.
125
Vuelvo atrás y estoy junto a él. No soy de
él. Pero me siento erotizada, viviendo con
el corazón en la boca, a punto de
explotar. No es ansiedad. Ni me pone
nerviosa. Es deseo, en su más puro
esplendor, sin convertir en ninguna otra
cosa. La lógica del buen trato, para
posibilitar el buen vivir, también en la
arena de las relaciones sexuales.
126
Me preguntaba todo el tiempo si podía
durar. Si se podía escapar de las leyes
de la sociedad oligárquica a nuestro
alrededor, que todavía no está derribada.
Bastaba un solo momento para que se
convirtiera en polvo, el proyecto, las
ideas, la unión para un nuevo mundo. Un
dolor, directo al corazón, una herida
abierta a causa del machismo, y las
posibilidades de supervivencia son nulas.
127
Alejandra Kollontai fue desplazada y
marginada, muchos años después. La
comunidad, esa gran Unión Soviética
que construyeron a sangre y fuego, se
devoró a sus hijos, empalizó a sus hijas y
le quitó el aliento hasta el más audaz de
los revolucionarios.
128
expandiéndose, proyectándose,
iluminando como un faro, el
oscurantismo en el que se vivía.
129
Fue un 13 de mayo, en la ciudad de
Valparaíso, la huelga estalló para exigir
la disminución de la jornada de trabajo y
mejores ingresos y rápidamente generó
la solidaridad de los habitantes de los
cerros, que bajaban en caravanas a
apoyar contra la represión policial. El
gobierno ordenó matar. Hubo por lo
menos 50 personas muertas ese día.
130
Él era mecánico en el ferrocarril, pero
había soñado toda su vida con conducir,
se podría decir que era un conductor
espontáneo. Y lo había logrado. Lo
habían contratado para conducir el tren,
sin saber que él era anarquista. Le dieron
los controles del destino de la ciudad, al
mismísimo Magno Espinoza, que tenía
entonces el poder de tapar arterias.
131
No corresponde, por lo tanto, que su
cuerpo sea enterrado aquí, en un
cementerio católico, apostólico, romano,
bendecido por la Iglesia. Con estas
cruces y este olor a cura pedófilo. No
corresponde y lo digo sin ningún respeto,
que estemos aquí ahora, despidiendo al
hombre que marcó a fuego los destinos
de su clase, con una enseñanza anti-
clerical y anti-hegemónica.
¡Arriba Inmortales!
132
133
En la Piel Rebelde de Carmen Serrano
Ser un hombre
1 www.danahartescritora.com
134
Yo los miraba como si los cuestionara con la
sola expresión. Mis gestos ya les parecían
hostiles.
135
barcos u otros espacios en los que pretendan a
toda marcha, dejarnos afuera.
136
137
No es fácil para nadie, pero espero haber hecho
un aporte, y que todo ese esfuerzo y dedicación
valieran la pena, aunque ninguno de ellos
recuerde mi nombre, ni mi aspecto real, ni
conozca quién fue, qué hice o qué pretendía. Se
dice que todo esfuerzo tiene su recompensa, yo
creo que la redención no tiene nombre.
Delfina González
138
139
Antes de cada asamblea, nos juntábamos a
preparar qué íbamos a decir. Era lo que se
llamaba, una camarilla progresiva. Porque
enfrente siempre teníamos hombres, muchos,
varios, que nos daban cara, en diferentes
materias. Pero ella y yo hacíamos una dupla
excepcional. Juntas éramos dinamita, eso
también se dice mucho.
140
dispuestas a decir verdades, de una manera,
que les diera ganas de salir y romper todo. Así
planteábamos el punto de vista de las mujeres,
a los hombres, que con murmullo y todo, nos
miraban y escuchaban lo que teníamos para
decir. Y teníamos mucho para decir, demasiado.
Parecía que nos habían cerrado la boca durante
tanto tiempo, que nos convirtieron en calderas
hirviendo, reventadas de vapor, exaltadas,
peligrosas.
141
que no les importaran. ¿Dónde quedó sino? ¿Se
enseña en los textos escolares? ¿Está en las
revistas de moda? ¿Acaso aparece Delfina
posando en una fotografía? No. Materia muerta,
sin movimiento. Lo dan por olvidado. Yo no.
Tengo el recuerdo vivo, de mirar hacia arriba y
saberme recostada en una vía, ante la
posibilidad de ser reventada en mil partes.
¿Tuve miedo? Sí y no. No porque ella estaba a
mi lado.
142
Cuando pienso en esas cosas me da risa, una
sensación cálida me abraza y me siento viva.
Nadie duerme en las vías del tren porque sí,
había que tener un motivo y nosotras lo
teníamos, claro, clarísimo. Sabíamos qué
queríamos y cómo.
La gran ruptura
143
problemas y llorar frente a él, como si ese
Sargento desagradable pudiera resolverme
algo. “Sargento de mierda”, solo pensaba mi
mente. Pero tenía que hacerlo. Denunciar. Es
una necesidad histórica de las mujeres. Él me
sometió a diferentes tormentos. Seguramente lo
peor que me hizo fue pegarme con una pala.
Eran así, los compañeros. Tremendamente
revolucionarios frente al auditorio, violentos y
ordinarios en la casa, con la señora. Lo peor es
el encubrimiento. Yo hablaba, le decía a sus
dirigentes, a sus superiores al interior del partido
y nadie me contestaba. En una oportunidad, me
mandaron a hablar con una dirigente que era
famosa por sus encubrimientos. Me asilaron.
Empezaron a decir calumnias sobre mí. Dijeron
que era policía. Policía. Traidora. Me acusaron
de traidora. Oí esa palabra como mil veces.
Perniciosa. Despechada.
144
cuando lo leía. De la misma manera me pasaba
que, la gente no parecía notar que ellos
actuaban de una manera nefasta, estaba
escondido, era un secreto para las
subjetividades, incluso aquellas que se veían,
aparentemente, más adelantadas. ¿Por qué
quién esta atrás y quién está adelante ya a esta
altura?
145
arrojarme al fuego y nada más. Pero estaban
equivocados. “La mujer en la hora presente,
señor, ha dado un paso grandioso hacia la
emancipación”.
146
segunda mentira más grande, después de la
creencia en Dios.
147
148
Los disfraces eran lo mío. Me los cosía yo
misma, con estas manos, utilizando ropas que
encontraba por ahí, telas, las mezclaba,
combinada y armaba unos trajes característicos.
El de vendedor ambulante por ejemplo, era un
chaleco de color café, y abajo podía ir cualquier
camisa, y el pantalón tenía que ser suelto, nada
ajustado al cuerpo o que pudiera dejar ver
alguna curva.
149
150
La misma compañía ofreció dinero por mi
cabeza. Pero mi cabeza no podía tener precio.
www.behance.net/Belsan
2
Fuente Historiográfica: M. Lagos Mieres
151
152
No hay que ser genial, ni tener
un pensamiento brillante, para
no distinguir en el ambiente, una
discusión sobre la posibilidad
histórica de ser escritora.
¿Existe o no existe? Es aún
más debatido que la existencia
de Dios. ¿Existe la posibilidad
de escribir, emerger?
Los siglos pasan y las viejas
discusiones quedan. Parece
que estuvieran hecha de la
misma materia, también las
ideas. Se arrastran de
generación en generación,
como problemáticas y crisis que
no quieren resolverse de
ninguna manera.
153
Pero al fin han llegado los
tiempos de las grandes
definiciones. ¿O no? ¿O al final
nunca llegan? Son como
sortijas que solo se sacan
producto de la buena suerte.
La literatura es la libertad. La
gente se ha estado
preguntando por milenios, qué
significa ser libre.
Solo en el arte hayamos la
posibilidad de ser libres. ¿Pero
la profesión de quien escribe, no
debería ameritar un salario,
también, particularmente?
154
Son las huellas del trabajo
precario, que parece tener 600
años o mucho más.
¿Cuánto más?
155
156
157
158
159
Subsumida. Una vez más. Los votos de
tristeza me acompañan como a las
monjas Dios. La gente todavía camina
con mascarillas en sus caras, un nuevo
virus de la hepatitis mata niñes por el
mundo y amenaza con llegar a América
Latina. Es otro día, viendo a Boric
amarillar en las noticias. La herida se
reabre. Si salgo a la calle, los tipos que
pasan en los autos me gritan cosas, me
chiflan como si fuera una perra y me
hacen sentir un objeto. Vacío. Para ellos
somos cuerpos vacíos, y nada más. Les
dan like. Me encanta. Se fascinan con el
culo. Guau, una tanga. Vivimos en un
mundo donde el Mc Donalds es lo menos
chatarra que existe. El resto es basura
pura. La televisión. Las revistas. La
invasión es absoluta. Nuestros cuerpos
colgados de carteles luminosos, las
sonrisas brillantes, el vacío de todo.
Llegan a casa y están solos, haciendo
una paja con las revistas. Vivimos en una
160
época decadente. Macron acaba de
ganar las elecciones en Francia. ¿Otra
vez este fascista? Parece una repetición
del 2017, como dice el famoso dicho del
barbudo que no es Dios: “la historia se
repite por lo menos dos veces, primero
como una comedio y después como una
farsa”.
161
en el Youtube del televisor, del mismo
modo en la que una persona a punto de
ahogarse, posa y aprieta sus dedos
sobre alguna superficie. Clara Eißner, en
su apellido de soltera. O Zetkin, como es
mundialmente nombrada. En las fotos se
ve su desarrollo desde la juventud, hasta
la vida adulta. Conoció a Engels y a Marx
y aparecen en una misma mesa.
También se la puede ver caminando
junto a Rosa Luxemburgo. Tiene uno de
estos vestidos largos hasta el suelo, que
hacen que a primera vista, a una le
cueste empatizar, pero resulta que es hija
de maestros y ella era también, maestra.
162
¡Un salvavidas! La ponencia empieza a
mostrar fotografías de dos mujeres,
activistas de la Comuna de París, que
poco se conocen, Claire Lacombe y
Pauline Leonie, la primera con un perfil
en Wikipedia, pero la segunda, sin
ninguna referencia en Internet. Veo a
esas dos mujeres en la fotografía, no
están vacíos como quieren hacernos
creer. No son cuerpos y nada más. Son
la Comuna de París, la primer gesta
gloriosa de la clase obrera, cuando
mostró el modo en el que se puede
transformar la sociedad.
163
¿Estuvo a favor o en contra? Escriben
sobre el trabajo doméstico, la historia, la
diferencia entre la mujer burguesa y la
mujer obrera, “sin una participación
consciente de las mujeres en la lucha de
clases del proletariado contra la
burguesía, nunca verás, camaradas
Belfort Box, la realización del socialismo”.
Mujeres con doble herida, la de la
explotación y la de la opresión patriarcal.
Encuentro todos los escritos de Clara
Eißner Zetkin y los descargo. Trabajo,
leo. Trabajo, leo. Hace unos días, que
parecen ahora tan lejanos y tristes,
escuché a Manuel Rojas, recitar un
escrito sobre las heridas abiertas y tuve
tantos deseos, tantos, pero tantos
deseos, entre ellos que dijera, que esa
herida se llama patriarcado. Ya ha
pasado tantas veces, son universales
patriarcales, como el hombre que jura un
amor histórico, y a los tres meses
aparece con otro cuerpo, vacío, viviendo
164
otra vida, cómodamente vacía. Porque
para ellos no somos más que cuadros,
que pueden colgarse en una pared,
sacarse y colocar cualquier otro, sin que
nadie se haya dado cuenta. Sin importar
si es una Venus o si es Saturno
devorando el almuerzo. Es de manual.
Deciden ser mortales.
165
proletario femenino alemán”. ¡Vamos
Clara!. La emancipación femenina de
1848 dice, uf, alivio. ¡Gracias Clara! La
revolución francesa, algunas figuras
femeninas. El panadero y la pandera.
Insurrección. Caída de la monarquía.
Mujeres con armas en la mano
defendiendo la revolución. Pistolas y
sables. Amazonas. 4.000 muchachas
combatiendo. Ejército revolucionario.
Théroigne de Méricourt, una mujer en la
primera línea durante el asalto a la
Bastilla y la insurrección del 10 de agosto
de 1792. Rose Lacombe, que mostró su
valor en la toma de las Tullerías. El otoño
de 1792, en el que la sociedad de las
“Amigas de la libertad y de la igualdad”
de Lyon, se pusieron al frente de una
revuelta contra el hambre y las mujeres
se tomaron la ciudad, fijando los precios
de las mercancías de primera necesidad
y exponiendo públicamente esa lista de
precios. La insurrección de 1795, en el
166
cual las mujeres participan contra el
Termidor. Las “amazonas” de la
revolución alemana, Amalie von Struwe,
Mathilde Anneke y Emma Herwegh.
Louise Otto-Peters, que caracteriza
como una de las pocas mujeres en
Alemania que supo unir la lucha de las
mujeres con el movimiento revolucionario
de 1848-49. Las mujeres de la revolución
rusa. La inmanencia de un reino de la
igualdad, la libertad y la fraternidad, al
que no pudo llegar la burguesía. La
fuerza del movimiento feminista. Flora
Tristán y su libro “La Unión Obrera” que
defiende a la mujer proletaria. La
revolución de febrero de 1848 en Francia,
en la que emergieron círculos femeninos,
uniones de trabajadoras, círculos de
lavanderas. Numerosos periódicos de
mujeres. “Los albores de la libertad,
todavía envueltos en la niebla matinal,
ocultan el irreconciliable conflicto de
clase entre burguesía y proletariado”.
167
No soy un cuerpo vacío. Adentro nuestro
está la Comuna de París y las mujeres
que allí participaron. Está la insurrección
y la toma de la Bastilla, las mujeres de la
revolución rusa. Porque la experiencia
histórica se conserva, no se puede
destruir. Solo la consciencia sobre este
hecho, puede evitar que la realidad nos
devore, a las mujeres, que tenemos
exactamente la misma herida abierta. La
revolución. La insurrección. Clara Zetkin.
La clase obrera organizada en consejos,
cordones, coordinadoras, comunas, o
cualquier nombre que se le otorgue a la
auto-organización, que toma la
producción, terminando con la propiedad
privada.
168
estadísticas de estados depresivos por el
cielo, el 75% de quienes toman
medicación psiquiátrica, son mujeres. La
salud mental, está por el suelo. El cambio
y las transformaciones, no pueden ser un
asunto cosmético. Hace más de cien
años que está planteada la necesidad de
una revolución en nuestro país. Desde
los primeros gérmenes de militancia
obrera, consolidados en organizaciones
allá por el 1900, 1910, 1920. Con sus
Cármene`s Serrano`s, sus huelgas
heroicas y las grandes gestas del
proletariado, que ya mostraban que era
posible una transformación desde un
proyecto del movimiento obrero y las
mujeres trabajadoras. Pasando por los
Cordones Industriales, en los años 1970,
que se inscribieron en la historia humana,
siendo un ejemplo de auto-organización
que mostraba que no hacía falta ni el
gobierno de la Unidad Popular, ni los
militares. Ni los Pinochet`s, ni los Prat`s.
169
Porque les trabajadores abrían el paso a
un nuevo mundo, tan brillante y luminoso,
como antagónico al nuestro.
170
transgénero en una plaza. Desde que a
las mujeres nos violan, abusan, humillan,
empujan a la muerte por abortos
clandestinos, compran, venden y meten
en bolsas, es que está planteada la
necesidad de una revolución. Hay
explotación capitalista descarnada, que
para las mujeres, es además, la
posibilidad –alta- de terminar atadas.
171
noticias anunciaban una posible huelga
del supermercado Lider, ¡es el camino!
Volver a los consejos, comunas, o como
se le llame a la auto-organización. Clara
Zetkin para sobrevivir. A los dolores, a las
traiciones, a las concepciones
patriarcales del cuerpo de la mujer, a la
soledad del mundo capitalista.
172
inmediato objetivo de una tiranía a su
costa.” Louise Michel, inmortal.
173
174
Perdón, mamá. No alcancé la
felicidad, ni logré la consagración,
ni cumplir con mis objetivos. He
tenido que renunciar a mis sueños,
mamá. Perdóname.
No les importó el talento, la
creatividad o el esfuerzo. Nada
valió. Esperaban de mi que sirviera
el café. Solo el café. Me alentaron
para eso, me ofrecieron un sueldo.
Pero cuando tuve que vaciar el
tacho de basura del patrón, no lo
aguanté. Perdón, mamá. Me tiraron
las orejas, y no lo aguanté.
Nadie se queja de que barra. Se
quedan maravillados, como si
pintara la Mona Lisa. Quieren
verme barrer, pero no quieren que
175
escriba, que viva, que pinte, que no
haga absolutamente nada.
Perdóname mamá, no lo logré. Se
que siempre hay alguien que
puede. Lo he visto en los
directorios, con gerencias llenas de
hombres, donde hay solo una
mujer. ¡Esa mujer si pudo! Tuve
que ser pro-patronal. Yo no puedo
hacer eso, mamá.
Toqué y toqué puertas, a bajo tiré
varias, me enojé, pujé y me esforcé
tanto como dijeron. ¡Tanto me
esforcé!
No valoraron mis esfuerzos. Me
pisaron. Aplastaron. Humillaron.
Empujaron. Nadie le pide a Enrique
el Rey, que vaya a traerles un
papel.
176
Dos o tres manos recibí, en medio
de tanta tiniebla, que apostaron por
mi, mamá. Dos o tres manos. No
fueron suficientes para salvarme
del mundo. Me han hundido.
Ahora me voy a rebelar, mamita.
Porque sino fui aceptada, ahora
voy a ser quien soy. Ya me dijeron
que no, ya me cerraron, puertas y
ventanas. Ahora puedo ser yo. Sin
la opinión del otro. Sin esperar que
me quieran.
No me amaron, mamá. No fui
amada. Empiezo a pensar que
puede que eso no sea una pena.
No me amaron, pero soy libre. ¡Y
ahora, me rebelo! Porque no
amaron a ninguna. Escatiman
177
gastos del corazón y el
reconocimiento.
Es un circo, mamá. Quedamos
afuera. Cientos de cientos. Y sino
hay lugar, mamá, el circo se
quema.
178
179
180
181
Entré a trabajar como conductora del metro. Es
un enorme gusano de seis vagones, con forma
aerodinámica, ventanas polarizadas, repletas
de propaganda de empresas, y pocos asientos,
para que la gente pueda hacerse multitud.
182
Traté de guiarme, como hace todo el mundo, por
lo que ya sabía previamente sobre esos test, no
hacer un árbol demasiado delgado o demasiado
ancho, no elegir colores demasiado brillantes o
demasiado apagados. Traté de mantenerme lo
más neutral posible, para aparentar simular que
soy una persona totalmente capaz de conducir
por largas horas a lo largo de un túnel ciego, sin
cansarme, sin derretirme y sobre todo, siendo
capaz de sacar con un palo los restos de las
personas que fueran a lanzarse a las vías. Si.
Si. Una cuestión del todo habitual en este oficio.
183
Mi primer día fue una capacitación que terminó
durando dos semanas, puesto que el trabajo
exige un entrenamiento previo. Tienen
máquinas que simulan ser la cabina de un tren,
con botones muy parecidos y hasta tapan el
ambiente, para que parezca que se está
realmente a oscuras, al interior del túnel.
184
dinámicos, y otras mañanas me subo a los que
tienen desperfectos, no graves por supuestos,
porque están constantemente fiscalizados, pero
si molestos.
185
sin demasiado sentido, porque no hay
posibilidad de salirme, no puede venir un auto
por la derecha, ni cruzarse un camión por la
izquierda.
186
187
- Pasame un mate, dale che.
- ¿Pero no ibas a hablar?
- Si, voy a hablar. Por eso, pasame
un mate.
- Tomá Nora, no te enojes.
- No me enojo, me da nervios. Mirá
si me sale mal, o no se entiende el
punto. ¿Ustedes me dicen qué tal?
- Dale, hablá, que hay que volver al
laburo. No porque no haya patrón,
nos vamos a hacer los giles con el
horario.
- Lo que quiero es recopilar las
experiencias de consejos obreros,
que se dieron hasta este año, 1973,
para reforzar que el nuestro no es
el único que se da, que venimos de
una larga tradición de lucha, con
188
muchos termidores en el medio,
pero también grandes victorias.
Voy a decir: País, fecha y qué pasó,
nada más.
- ¿Qué otras experiencias son? No
sabía nada yo, pensé que esto era
un invento argentino, como la
birome.
- Y bueno, ahí está el problema.
Quieren que ignoremos, así que
mirá que es largo, nada de
aburrirse, porque sino ya les digo,
busco el serrucho eh.
- Vos dale. Acá nos tomamos el
trolebús y ahora funciona
perfectamente bajo nuestra
gestión. ¿Qué otros pasos hay en
ese mismo sentido?
189
- …
FRANCIA. 1871
190
cualquier obrero. Tomó decisiones de
vital importancia como la supresión del
pago de alquileres, la abolición del
trabajo nocturno en las panaderías y la
libre reclamación de los bienes
empeñados.
191
En San Petersburgo, les trabajadores
establecen el soviet de obreros de 1905
y luego los soviets de 1917, que darían
por resultado la conquista del poder
político, después deformado por el
stalinismo. Los soviets se constituyeron
como organizaciones revolucionarias,
bases de la nueva sociedad,
representando a quinientos obreros por
cada delegado, logrando funcionar
orgánicamente así, en las fábricas y
talleres.
192
ALEMANIA. 1914-1918
193
ITALIA. 1919.1920
194
ESPAÑA. 1936-1937
195
ESTADOS UNIDOS. 1935-1939
196
YUGOSLAVIA. 1950-1980
POLONIA. 1944-1981
197
clase obrera vuelve a la lucha, esta vez,
organizando consejos obreros:
robotnicza, elegidos democráticamente
desde la base. Buscaban instalar una
democracia obrera y socialista. Hacia
1958, había 3.300 empresas con consejo
obrero. Entrados los años `70, se
desataron una ola de huelgas, con
formas insurreccionales, y una dinámica
de doble poder. En Szczecin, en plena
lucha callejera, les trabajadores
incendian los comités provinciales de la
burocracia y asaltan la comisaría.
Ocupan las fábricas. En el Astillero
Warski, se representa a más de 120
empresas, estableciendo un verdadero
doble poder durante cinco días. En 1971,
55.000 trabajadoras del sector textil
198
declaran la huelga. En Gdansk, ocupan
las fábricas por el derecho a huelga. Diez
años más tarde, este movimiento se
mantiene a nivel nacional, con
Coordinadoras y Congresos.
199
ARGELIA. 1962
ARGENTINA. 1970-1976
200
dictadura y años de menemismo, vuelve
la clase obrera a arremeter con las más
de 200 fábricas tomadas durante el 2001,
entre ellas Fa Sin Pat (ex Zanon),
Brukman, Madygraf y tantas otras.
Asambleas, huelgas, movilizaciones.
Fuerte democracia interna.
Combatividad. Organizaciones de clase,
anti-burocráticas, anti-patronales, anti-
imperialistas. Con el rol central en el
consejo de delegados.)
PORTUGAL. 1974.1975
201
empresas. Surge una Inter-sindical y
comisiones obreras. En el astillero
Lisnave, 10.000 trabajadores, en una
Comisión, declaran la huelga. Se
producen protestas y marchas de más de
300.000. Hay barricadas usando
excavadoras, camiones y hormigoneras.
La clase obrera se apodera de las
fábricas.
202
trabajadores tomaran cartas en el
asunto. Hacia 1971, las ocupaciones se
extendieron hacia el sur, Spouth
Yorkshire y Gales, en los sectores del
metal y la construcción. La fábrica de
calzados Sexton. La imprenta Briant
Colour. La planta de componentes de
motores Fisher-Bendix. La empresa
Leadgate. La fundición Bredbury. Todas
ocupadas por el movimiento obrero
organizado en consejos.
CHILE. 1972
203
planifican la economía. Resuelven
problemáticas como la falta de repuestos
y la distribución. Arman una red con
organizaciones de pobladores y
mapuche. Dan respuesta a las
demandas de las mujeres trabajadoras,
creando salas cunas y guarderías. Se
enfrentan contra la policía del propio
gobierno de Allende y piden armas para
defenderse de la amenaza de dictadura.
204
mujeres trabajadoras, luchando,
gestionando, controlando,
gobernando. Esa es la estrategia.
Lo tenía que decir…
205
206
Delfina: - Gracias por venir a verme,
considero que es una historia importante
de contar. Por alguna razón -que cada
día parece más intencional-, no hay una
horda de personas tratando de averiguar
lo que pasó.
- ¿Y qué pasó?
207
al fuego, que empezó a tirar vapor de
humo, vapor, hasta que se apagó
completamente. La cocina se apagó y
nosotras nos prendimos.
208
¿qué pasa cuando se van a trabajar sin
desayunar los viejos? Queda la pura
cagada. Nadie lo dice. Nadie lo ve. Pero
las cocinas están al centro, ahí nos
juntamos todas, en la tierra, meta
picando. Y muy cerquita están las vías,
donde más de una vez hemos tenido que
echarnos, acostaditas, para evitar que
pasen los trenes. Hacen un escándalo los
conductores, de aquellos. Pero ninguno
nos ha pasado por encima, por ahora. Es
que a veces los viejos se achican y hay
que estar metiendo fuerza, metiendo
ruido, metiendo bulla. Tenemos las
cocinas y las vías. Vendría faltando
tomarse las minas no más, y colocarlas
al control de quienes estamos aquí,
masticando harina contaminada.
209
Siempre estaba. No tenía ningún
problema de meterse abajo del tren si era
necesario. Estaba completamente a
disposición del movimiento. Mucho no se
nos nombra, que la “compañerita” esto,
que la “compañerita aquello”, como si
fuéramos niñitas. Pero no somos nada
niñitas pues. Estoy segura de que sin
nosotras no hubiese habido nada. Nada
de nada. Ni huelga, ni desayuno. ¿Sabe
lo que es mandar a los viejos al trabajo
sin comer? Es una bomba. Son capaces
de explotar en cualquier momento, frente
a cualquier patrón violador. Niéguele una
carbonada a cualquiera de estos buenos
trabajadores y le aseguro que correrá
sangre. ¡Sangre! Hábleles de pebre y
habrá revuelta. La cocina es una posición
estratégica. No hace falta leer a
Clausewitz para darse cuenta de ello.
Pero lo niegan y lo ocultan. ¿Sabe por
qué? Porque no les conviene que se
210
sepan. Imagínese nada más si el mundo
parara sus cocinas.
211
empiezan a avanzar hacia acá con un
fusil en la mano.
212
- Si, fuimos logrando muchas cosas.
Fíjese que la cosa partió en Curanilahue,
sino me equivoco era el año 1920, y fue
gracias a la acción que tuvimos las
mujeres, que logramos extender la lucha
por toda la región minera, hacia Lota y
Coronel. Quienes perpetuaban los
abusos eran de la Compañía
Carbonífera. Una guerra jurada. Una
lucha de clases, abierta y descarada. Ahí
en Coronel estuve casi tres semanas
detenida, solamente por repartir unos
panfletos en la plaza, qué injusticia más
grande. Y entonces ¡oh! Me acusaron de
piratería y sedición. Justo a mí. Pero
cuando salimos fue hermoso, porque nos
esperaba una multitud de obreros,
mujeres, niños y niñas de todos los
tamaños.
213
gustaba esa que se llama creo, “Canto a
la pampa” y otros temas. No importaba
cuánto nos clavaran el aguijón de la
esclavitud, al final, terminábamos
sacando la conclusión de que en la vida,
<<se pueden buscar caminos que
permiten hacerla menos dura y más
bella>>. 3
3
Fuente historiográfica + Fotografías: M. Lagos Mieres
214
Fotografía a Delfina González, Periódico El Soviet,
del 15 de Julio de 1922
215
De izquierda a derecha, Delfina González es la
segunda mujer.
216
217
Dolores Cacuango Quilo, se hizo
popularmente conocida como
“Mamá Dulu”, por su lucha pionera
a favor de los derechos de las
mujeres, indígenas y campesinos
en Ecuador.
Formó la primera escuela de
quichua-español junto con Luisa
Gómez y la Federación Ecuatoriana
de Indios. Cumplió un rol en el
Partido Comunista y se volvió
referente del feminismo.
Pese a que nunca aprendió a leer y
escribir, debido a que no tuvo
acceso a la escuela.
En 1926, Dolores fue parte de la
Rebelión Popular de Cayambe,
cuando tenía 44 años. Era una
excelente organizadora y daba unos
218
discursos encendidos en quechua y
castellano.
Hacia 1944, fue la cabeza del asalto
armado a la estación de policía de
Cayambe.
Continúa liderando rebeliones por
los derechos indígenas, durante
toda su vida. Las autoridades la
llamaban: “dolores, la loca”. Y le
temían por la gran cantidad de
indígenas y mujeres que era capaz
de insurreccionar.
Tuvo nueve hijos e hijas, logró
impedir que violaran a una de ellas,
ocho murieron por enfermedades,
debido a las malas condiciones de
salud.
Fue continuamente perseguida,
tenía que disfrazarse para
219
esconderse. Pero nada pudo
doblegarla, nada.
220
221
222
223
224
225
Es mentira. Nunca ayudé a
Zeus, voluntariamente. ¿Quién
ayuda a Zeus voluntariamente?
Estamos todas sometidas.
Caminando de puntillas. Yo no
lo ayudé. Él me obligó a
ayudarlo. A distraer a Hera,
para que se escaparan las
ninfas de la habitación del gran
Dios. ¡Es poseedor del trueno!
¡Qué rayos! ¿Quién se atreve a
contradecirle?
226
Y aún así, fui castigada.
Justamente con mi voz, que es
lo único que poseía. Me
quitaron la voz. ¿Acaso suena a
un detalle? ¿No pudieron
quitarme algo más, algo menos
útil que el habla? Dicen que el
dedo pequeño del pie no sirve
para mucho. ¿Tal vez el lóbulo
de la oreja? ¡No! ¡El habla! Me
quitó la posibilidad de
expresarme, de decir... algo. Y
si que tengo mucho para decir:
¡Fue Zeus! El verdadero
227
culpable. El gran culpable. El
Dios culpable. ¿Por qué me
castigan a mi? ¿Por qué si el
culpable fue él, la castigada sigo
siendo yo? Un castigo que dura
años, toda la vida, para
siempre.
228
mirándose, peinándose el
cabello, con las dos manos,
frunciendo los labios, como
dando un beso. Nunca se ríe.
Frunce el ceño. Yo pisé una
rama, si, hice ruido, si, pero él
no se rio. Él se acercó, vio que
yo era una mujer y no una
especie de animal del bosque, y
dio pasos suaves hacia mi.
Sentí cómo mi corazón se
convertía en tambor, cuanto
más se acercaba, más bello me
parecía su rostro, su cabello
229
rizado. Tomó mi mano, y la besó
haciendo una reverencia. Sentí
cómo se me erizaba no la piel,
sino la vulva. Abrió y cerró las
fosas nasales, como si pudiera
olerme, y se abalanzó sobre mi,
caí a tierra y sus dedos se
convirtieron en serpientes que
atacaron mi vestido. Intenté
zafarme, pero no pude, precisé
la ayuda de los habitantes del
bosque, a quienes llamé en un
susurro. No podía usar mi voz
para decirle que no. Me habían
230
prohibido la palabra. Golpeé
con fuerza su cabeza y rasguñé
su rostro. Se levantó de un
salto, preocupado, fue a mirarse
en el río y notó una marca,
larga, producida por una de mis
uñas. Quiso llorar, y por no
llorar, rió enojado. Una risa
furiosa, que todas las aves
escucharon. Se enojó tanto que
tomó una rama y creí que iba a
golpearme con ella, pero se
contuvo, volvió a soltarla y se
marchó.
231
Ese fue todo el amor, para mi.
Toda la vida feliz que me
prometieron. Todos los
segundos junto a mi amado.
Una marca roja en la mejilla y mi
vestido blanco ensuciado y
maltratado. Ese fue el amor. Un
arrebato de basura. Sabía que
se amaba más a si mismo, de lo
que podría amar a nadie más. El
hombre más bello del mundo
frente a mi, encima de mi,
queriendo penetrarme, sin
haber oído ni mi nombre.
232
¿Quién soy? ¿Cómo me llamo?
¿Qué deseos tengo? Prefiero
estar sola, que narcisistamente
acompañada.
233
234
Hay olor a almendras. Un rayo de sol,
muy sutil, golpea la ventana de mi
habitación, atravesando las hojas del
níspero que cuida mi jardín.
235
llaman ácido. Qué espeluznante término.
Parece una calumnia. Como las que
decían sobre mi padre, hasta en su lecho
de muerte. Nadie lo felicitó. Nadie
aplaudió la salida de "El Capital".
236
una botella de boca ancha, no es nada
elegante. Parece que estuviera haciendo
alguna brujería.
237
superstición y supercherías.
Transformación. Rückgeld. La materia en
constante movimiento. Cambio.
Alteración. Son las leyes naturales del
universo, batidas a duelo con las leyes
humanas.
238
masculina igual que los obreros están
sometidos a una tiranía organizada de los
ociosos. Incluso habiendo entendido todo
esto, nunca debemos cansarnos de
insistir en la no comprensión de que, para
las mujeres, como para las clases
trabajadoras, bajo las actuales
condiciones de la sociedad no es
realmente posible ninguna solución de
las dificultades y problemas que se
presentan.>>
239
que el agua se convierte en gotitas de
vapor. Easy. Nadie lo notó. Nadie
preguntó. El olor a almendra me azota la
nariz. Dicen que es en este momento en
el que se vienen imágenes viejas a la
memoria y nos pasa la vida por delante,
pero yo solo veo un escritorio, una silla y
varias pilas de libros viejos, subrayados
hasta lo imposible, invadidos por la tinta.
240
socialismo sigue siendo tan fuerte hoy
como ayeeeebzllsñhzj,b .z
241
242
Amaneció nevando. Un periódico traído
desde lejos, destaca los índices del
desarrollo ruso. Una economía que
crece, sorprendiendo a quienes se
mantienen expectantes. Es el alcance de
la revolución. Sus posibilidades. El
campo es la parte que no ha logrado
pegar un salto. En el hierro, es donde
más la burocracia sobrecarga la fuerza
de trabajo. La producción industrial es el
área de avanzada, aumentó un ¡250%!4.
Deja con la boca abierta a los
economistas capitalistas, que esperaban
ver solo hambre y fracaso.
4
En base a “La Revolución Traicionada” de León Trotsky.
243
guarda en la retina con mayor seguridad.
Los números no mienten. Mientras que
en 1913, la cuenca del Donetz produjo
2.275.000 toneladas; en este año que el
calendario fechó 1935, se triplicó,
produciendo 7.125.000. Se duplicó la
producción de hierro. La de acero, nafta,
azúcar.
244
stalinista va a sacarles hasta la cama. Así
que matan y venden a precios de ganga.
245
de la burocracia, de la histórica fuente de
acumulación que significan las mujeres.
246
Elementos de un escenario que podrían
dejar atónico a cualquiera. O con una
moral, muy pero muy baja. Pero conozco
mucha gente a la que esta burocracia
autocrática no le genera desmoralización
alguna. Más bien todo lo contrario.
Aumentan las tareas y posiblemente
también, los pasos necesarios para llegar
al comunismo. ¿Son comunistas
ustedes? ¿Son comunistas ellos? ¿O
han manchado a tal nivel el nombre del
comunismo que ya ni se puede hablar de
esa pelea? Una sociedad sin clases, sin
quien explote, sin gente oprimida. Sin
propiedad privada sobre los medios de
producción, ni necesidad de ningún tipo
de Estado. Ni obrero, ni burgués. ¿Se
parece a algo que ya haya pasado en la
247
historia? Transiciones. Contradicciones.
Avances. Retrocesos. Termidores.
Revoluciones. Contra-revoluciones. El
tiempo actuando en política. Contra-reloj.
Esto no es centralismo democrático, sino
centralismo burocrático. Tick, tack.
Chinovniks. Los que antes te
estrechaban entre sus brazos, hoy te
estrangulan. Tick, tock.
248
¿Les suena familiar? Tendencias
pequeñoburguesas. Opresiones.
249
Diferencias salariales, atención médica
gratuita para unos pocos, hasta entradas
al cine y maestros para educar a sus
descendientes. Pero para la inmensa
mayoría, habitaciones comunes, donde
se duerme en el suelo. Goteras. Casas
donde no se tiene ni una taza. Divide y
vencerás. Un método propio del
capitalismo, siendo utilizado por el látigo
del burócrata, que como dice Trotsky,
habrá que romper y quemar
públicamente, para que sea posible
hablar de socialismo sin enrojecer de
vergüenza.
250
frío que hace tronar las rodillas y encoge
los pies. Hace tiempo me divorcié de
Aleksandr. No compartíamos la misma
tensión por el objetivo. A mí me habían
educado para concentrarme en las
tareas de la revolución, a él lo llevaba el
prestigio desde las narices, como una
zanahoria puesta delante de un burro.
Estaba siempre ocupado en ello. Se
volvió un burócrata. Igual que el resto.
251
encaje y cruzaba a todo nervio las
veredas más yuxtapuestas. Me es difícil
imaginar una era en la que no hubiera
revolución en el camino. Así de fuerte fue
la marca de Octubre. Desdichado aquel
que no haya podido ver nunca, la
asamblea de un consejo obrero y su
defensa envuelta en llamas. La mitad de
nuestra población es tan joven, que no ha
visto suceder la revolución.
252
podría amar? ¿Quién esta obsesionado
con la necesidad de extender la
revolución a otras latitudes del mundo,
para revertir la ola termidoriana?
253
aborto. Pero luego las cadenas
milenarias de opresión volvieron a
emerger.
254
La juventud de nuestros días, cuenta con
7 millones de obreros y obreras menores
de 23 años en las industrias, vías férreas
y talleres. Otro millón en las granjas
colectivas. Está siendo formada bajo un
yugo intolerable, reprimida, eliminada o
directamente exterminada. Con las
posibilidades de hacer carrera
burocrática, someterse o dar pelea.
255
256
Hay otro cuaderno en el que no
escribo poesía. Arrojo letras sobre
él, como semillas de realidad, que
no hacen más que expresar las
cosas como son. Lo escondo, para
que la gente no quiera leerlo. Nunca
faltan los curiosos que pretenden
espiar por las cerraduras más
pequeñas. Lo escondo. Me
escondo. No de monstruos
imposibles, alejados. No de objetos
inanimados, que parecen moverse
en las sombras. Huyo de los vivos.
De los más cercanos. De aquellos
que habitan tras el muro. Ojalá
pudiera nombrarlos. Sería un gran
257
logro. Gritar a los vientos sus
nombres y tras de sí, la palabra:
“violador”. “Violador”, únicas letras
que quiero pronunciar tras sus
nombres.
258
atacan, a la hora de las serpientes,
justo cuando se posa el sol en el
horizonte, para apagar su
esplendor.
259
Se trata de una niña que teme,
todas las noches, que bajo la tierra,
enterradas en la humedad,
aparezcan las serpientes de la
oscuridad, aquellas que vienen de
lugares mucho más apartados que
el bosque, emergen del terror de la
psiquis humana.
260
que las serpientes no puedan
entrar, ni destruirla por dentro.
261
Hago que mi niña de cuentos,
agarre las serpientes y deje que se
consuman en aceite hirviendo.
Hasta que se disuelvan
completamente. Desaparezcan.
Quiero verlas desvanecerse, para
alejar de ella, su crueldad. De esa
niña que puedo ser yo, mi hermana
Lavinia, mi íntima amiga Susan o
cualquier otra de nosotras.
262
Violadores. Los nombro. Puedo
nombrarlos. Los escribo. Vuelvo a
escribirlos. Hago que resalten.
Edward. Austin. Violadores. Para
que la historia lo sepa, tras la
cerradura de mi habitación, tras la
cerradura de mis cajones, de mis
cuadernos, de mi mente. <<Me has
dejado confines de dolor,
espaciosos como el mar, entre la
eternidad y el tiempo, tu consciencia
y yo>> Cierro el cuaderno. Grito al
tiempo mi denuncia.
263
264
A esta altura parece ser la anécdota
más narrada de la historia humana,
y sin embargo nunca me canso.
Si, estaba, bailando, sin pensar en
que me estuvieran viendo o no. Eso
es algo muy difícil de conseguir, lo
más difícil de todo. Se requieren
años, muchísima experiencia, para
que no te importe, nada. Ni quien te
mira, ni qué piensan, ni qué opinan.
Bailar apasionadamente siempre
fue una manera de liberar, mis
instintos, las pasiones, las
angustias escondidas.
La persona que baila, igual que la
que hace el amor, sabe que en el
cuerpo se esconden emociones, y
que es necesario, liberarlas.
265
A la hora de tener sexo tampoco hay
que pensar, ni preocuparse por el
qué dirán.
Ser libre, es ante todo, poder mover
aunque sea, una pequeña porción
del esqueleto, aunque tan solo sean
las pestañas, en el movimiento se
hallará la libertad.
El movimiento tiene efectos que no
conocemos, lo mismo que un
orgasmo. Se cree que el orgasmo
no sirve para nada, sobre todo el de
la mujer.
Se dice que es algún tipo de defecto
de la naturaleza, un error. A mi en
cambio, me parece, que el orgasmo
debe tener efectos en el sistema
nervioso que ni se imaginan los
científicos de caras pálidas.
266
No se puede bailar, no se puede
hacer el amor. Mover el esqueleto
es igual a revolucionar una sociedad
entera.
Movía mi esqueleto, lo más
aireadamente posible, estiraba mis
brazos en alto, para que la columna
tronara, hacía que mi cadera se
balanceara de un lado al otro, y
cerraba los ojos, para no verles,
para que no me vieran.
Me tocó el hombro con el dedo, un
compañero al que no vi
acercándose. De buenas a primeras
me hizo saltar del susto.
La música sonaba a todo volumen y
veo que intenta decirme algo. Le
acerco la oreja y me dice:
267
- Compañera: Ya sé que usted
es nueva, pero no es de
revolucionario bailar así.
Pensé que me estaba haciendo una
broma y me reí. Solté una
carcajada, mientras mis brazos
seguían batiendo palmas.
No es solo bailar. Es tener la
posibilidad de decidir sobre el propio
cuerpo, libre de la mirada ajena.
De despojarse de las ataduras de la
moral burguesa y sus políticas
mojigatas.
268
269
270
271
272
Lo vi todo. Traté de
elegancia prusiana
impuesta a quemaduras.
Cualquier cantidad de
273
Aplicando tácticas de
Brigadistas, socorristas,
chorros lanza-agua,
bailarinas, tambores,
batucadas, performances,
marchas de trillones,
274
barricadas, piedras, los
tremendos cascotes,
vendedores de agua,
quemarse. Metros
quemarse. Al neoliberalismo
quemarse.
275
En el combate les vi, a
estudiantes secundarixs,
pobladoras, trabajadores,
diversidad, banderas de
populares, fanzines
pintado de arcoiris, vi la
276
posibilidad de ser libre. Me
sacudí a Manuel -
Baquedano- de encima y
me eché a galopar.
277
278
¿Y usted cree que alguna de
nosotras podemos usarlos
después? Si son caros po. Ni por las
tiendas en las que los venden
pasamos. Son hechos de encaje.
Cosido a mano. ¿Sabe cuántas
horas me demoro en hacer uno de
estos? Pero lo ocupan las puras
pitucas. Los que nos ponemos
nosotras son harto más feos. Los
míos por lo menos, están
descosidos y añejados. Lo que era
blanco es crema. Lo que era crema
es gris. Así son las cosas. Y no
hablemos de alambres, que esta
cuestión sirve para trancar una reja.
279
Seda. Encaje. Algodón. Espuma.
Modelos varios. Colores infinitos.
¿Sabe para que los usan? Para
tapar las tetas porque dicen que
están prohibidas.
Tetas. Bubis. Pechos. Mamas. Con
pezones y todo. Tapadito. Para que
no vean. Para que no digan. Para
que no la vayan a una a tomar por
puta. Porque eso es lo que más le
importa, ¿no? Al qué dirán. Al qué
dirán sobre eso y al no dirán nada
sobre el fantasmón que nos oprime.
¿Usted cree que mis compañeras
afiliadas a la Asociación de
Costureras “Protección, Ahorro y
280
Defensa”, pueden lucir estos
encajes? Cuando <<el trabajo de
las obreras es considerado como
una obligación y tributo que el pobre
debe ofrecer a los ricos>>.
Con mi compañera Carmela Jeria, a
través de periódicos, como La
Palanca y La Alborada, nos hemos
visto en la obligación de denunciar
las pésimas condiciones laborales a
las que se somete a las mujeres, el
clima de hostigamiento, las
extensas jornadas, los acosos de
jefes y patrones.
Producimos en serie como
máquinas, sin poder levantar la
281
cabeza, ni tomar tiempos de
descanso. Ya no tenemos ni
siquiera acceso a ver el producto
terminado. Llega hasta nuestras
manos el trozo de tela que hay que
zurcir o coser y se nos va al
instante, tras colocar otro trozo
igual, que nuevamente hay que
coser y zurcir.
Acciones repetitivas que generan
tendinitis y problemas a la salud en
cantidades industriales. Nadie se
preocupa. No hay ningún tipo de
regulación social. En pleno inicio del
siglo XX, con toda la fiesta que
hicieron porque entramos al 1.900.
282
¡La edad moderna!, dijeron. ¡Los
avances de la ciencia! ¡Las
posibilidades infinitas de la
industria! Y aquí estamos. Sin
poderse sentar en una silla.
¿Sabe usted cómo queda la
espalda, las articulaciones? ¿Y
después con esto que van a hacer?
¿Van a tener una escena muy
sensual, mujeres de enormes
senos, siendo gozadas por sus
maridos chorreantes de espermios?
Una vez, debo contar el secreto, me
robé uno, que me llevé escondido
entre las faldas. Por suerte nadie se
dio cuenta, porque acá son bien
283
meticulosos. Cuentan todos y cada
uno. Llegué a mi casa y me lo probé
frente al espejo. Me veía linda.
Incómoda, pero linda. Sometida,
pero linda. Atada a la esclavitud del
hombre, pero bella. Me lo saqué
enseguida. Sentí que me cortaba la
respiración. Y me quedé unos
minutos frente al espejo sin nada,
sin sostenes ni nada, mirando mi
cuerpo que no se ha dejado vencer
por el tiempo. Ambos pezones
cambian de color con el tiempo,
como si maduraran en intensidad.
Otra vez, hubo prácticamente una
insurrección de corpiñeras aquí
284
adentro. Una rebelión de seda y
encaje. Subidas a las máquinas,
gritando, dando saltos, tirando
garabatos para arriba y para abajo.
No se salvó ningún jefe. Hubo
cobros de cuenta, una por una.
Hasta se quemó un auto afuera, de
un jefe que era un asqueroso. Nadie
sabe quién fue, nadie vio nada.
Saltaban los rollos de hilo como si
fueran granadas. Una compañera
agarró una cortadora de tela, y
hacía gestos que hicieron que el
patrón arrancara. Respirábamos un
polvillo que se metía en la nariz, en
la boca, hasta en las orejas. Así que
285
les tirábamos polvillo que
juntábamos del suelo.
Otra compañera fue a manipular la
sirena de la fábrica, la hacía andar
cada pocos segundos, generando
una irritación general, un sonido
molesto, que mostraba lo poco
normalizado del ambiente. No
faltaba la que se sacaba la polera y
se ponía lo sostenes encima para
hacernos reír a todas. Recuerdo
una imagen así entre el polvillo.
Había unos vestuarios o camerinos
que le decían, donde también se
pasaba un tiempo importante,
porque si bien era poco, ahí se
286
organizaba y se preparaba la
acción. La mayoría de las
decisiones importantes se tomaron
en el vestuario, en una asamblea,
muy seria.
Nunca me sentí muy cómoda con
nada de aquello que asocian
obligatoriamente a un género.
Zapatos incómodos. Maquillaje que
daña la piel. Ropas que oprimen y
disfrazan. La terrible sensación de
estar encorsetada. No. Prefiero las
ramas. Las hojas. El olor a la tierra
fresca. Pisar el pasto. Soñar.
Prefiero las insurrecciones. Las
máquinas detenidas. El ruido de la
287
sirena interrumpiendo la rutina. La
ruptura de la realidad, de modo
subversivo.
288
289
290
Me detuve en Av. Manuel
Rodríguez con la Alameda,
justo sobre la pasarela, que
parece un cerro, y así pude ver
el panorama de conjunto,
mientras me chupaba un limón,
para tratar de frenar el efecto de
las lacrimógenas. Me emocioné
al ver lo que estaba pasando y
vi a mis compas ahí.
De un lado de la Avenida,
guanacos, zorrillos, un piquete
de esquina a esquina. Del otro
lado, una columna de miles de
estudiantes de escuela, ¡miles!,
avanzando decididamente. No
con una o dos capuchas
sueltas, como en otros tiempos.
291
Sino que miles, dándole al
combate, con todo tipo de
implementos, y una moral, que
atravesaba el piquete.
Bajé y me sumergí entre mis
compas, la lucha siguió y luego
de un buen rato, los pacos se
tuvieron que replegar. Se dieron
la media vuelta y se fueron
derechito por la Avenida.
Miré alrededor y todo mundo
tenía trece, catorce años, con
suerte quince. Más fuertes que
las balas.
Con la consciencia de la
necesidad que se vive en las
casas, de la violencia.
292
Con la potencia de, como dice la
frase, <<cambiar la vida>>.
293
294
Mayo Francés:
295
296
La gente me parece algo
extraña. Duermen en
rectángulos almohadonados y
se inyectan para sentir
placeres. Abren la reja en
alpargatas y suelen tener
lagañas en los lugares más
extraños.
297
o ¡Viva el señor Santo de la
Muerte! o ¡Sapucay!. Si, son
algo, extraños. No es por nada,
igual me simpatizan. Pero no
responden muy bien ante un
"¡Alo!" y tienen perros
bochincheros. Ruidosos hasta
la muerte. No es cierto aquello
de que perro que ladra no
muerte. Perro que ladra
muerde igualmente, señores.
¡Y cómo muerde! Tengo una
marca en el brazo y dos o tres
en las piernas. Las costras se
298
me cayeron hasta que ya no
les tuve miedo. Ni a sus
dientes, ni a cómo corren
creyéndome presa. Si que se
enojan. Se enojan harto.
Parecen hombres lobos en
cuatro patas, algo chicos.
Hombres lobo, gateando.
299
con el mismo uniforme, a veces
me ladra gravemente y a veces
no, nada. Silencio total. ¿No es
raro? Son las ruedas
principalmente lo que los altera.
Deben creer que es un conejo
o algo. Nunca entendieron que
no. Que la rueda, gira, es un
invento del ser humano, creen
que es una liebre. Los caniches
son los más bravos, porque
parece que se van a salir por la
reja, que pasan entre barrote y
300
barrote. Y tienen esos dientitos
de mini asesinos en serie.
301
sucia. Si patea la puerta
cuando abre, manifestando un
temple agresivo. Se puede
saber todo. Le emboca a la
cerradura o no. Hasta eso se
puede saber, la vida amorosa
del cliente. Claro que en
Correos nos prohibieron hablar
de eso, nada de husmear entre
los arbustos, ni entrar por
puertas abiertas, por más que
esté la tentación.
302
Por ese tipo de cosas, hubo
huelga. ¿Cómo nos van a
reglamentar a tal nivel? Nos
juntamos a la orilla del río
Mapocho e hicimos un mural
gigante de la familia correana.
¡Peleamos como en la lucha
libre! Hicimos cicletadas.
Actividades de todo tipo y color.
Marchas. Desde jóvenes hasta
antiguos. Una familia correana,
muy superior a cualquier otra
estructura arcaica. Mucho
respeto en las asambleas y una
303
estructura de delegados y
delegadas ¡impecable!
304
Hablé con alguien que dijo que
nunca vio una subjetividad que
no fuera reformista. ¿Y yo me
quejo? ¿De qué me quejo?
305
306
307
308
309
Me mudé a un lugar donde no
hay hombres. Casi. En la
esquina, sumando dos casas
hacia la izquierda, hay uno
solo. Es joven. Debe tener
aproximadamente mi edad, tal
vez un poco menos. Conduce
una camioneta blanca, a veces
un auto blanco. Veo cómo me
mira desde la ventana.
310
somos prácticamente las
únicas personas de la cuadra.
Me dijo que si, y esa misma
noche, o tal vez la siguiente, lo
tenía entre mis piernas.
311
como el empobrecimiento de
amplias capas de la población,
la flexibilización, la privatización
del todo y las partes. Pero no
me dejó hablar. Me atropelló
con las palabras.
312
verme.
313
varias veces, llorando,
destrozado, a pedirme que
estuviera con él. Traté de
explicarle, de ser pedagógica.
314
Una camioneta blanca se
aproxima, acelera, me pongo
de pie lo más rápido que
puedo, pero ya es tarde, el
diario vuela. Suman nombres.
Nuevos gritos de justicia.
Claudia. María. Daniela. Stella.
Nataly. Pamela. Paula. Ana.
Marta. Teresa. Erica. Roxana.
Pamela. Andrea. Valentina.
Ignacia. Verónica. Fernanda...
315
316
317
Flora Tristán va la Escuela
Instrumento Literario para la
Detección de Violencia
contra las Infancias
318
Mi lugar siempre fue el último puesto de
la sala. Pese a que no era una sala muy
grande, el último puesto siempre queda
muy atrás. Había una estantería con
algunos libros, de la que tenía que
cuidarme para no golpearme en la
cabeza y la mitad de la sala era una gran
ventana, que apenas dejaba ver los pies
y las piernas de quienes se atrevieran a
transitar entre las plantas cultivadas.
319
escuela, subiendo por un cerro
empinado, pero yo no las había creído
hasta aquel día.
320
Investigué y pude reunir cierto tipo de
información. Supe que nació en Paris, a
mediados del mil ochocientos, pero su
padre era peruano. Ella fue una de las
fundadoras del feminismo, que antes que
el propio Marx, detectó que entre las
clases trabajadoras, existe un personaje
doblemente oprimido: la mujer explotada.
No recibió un buen trato. Fue tratada de
objeto sexual vagabundeando por
Europa y convertida en paria. Flora, la
gran fundadora, relegada por la historia,
invisibilizada, golpeada por todo tipo de
violencias.
321
nombres. Sabemos que cuando nos
sentamos en las bancas, corremos, o
hacemos algún círculo de luz, bajo
nuestros pies, hay un verdadero
cementerio ancestral, en donde por
alguna razón que nadie conoce, la
instalaron a Flora.
322
pasado lo mismo. Primero me miró y
movió sus labios para decirme:
- ¿Cómo te llamas?
323
Escuchó con atención mi respuesta y
esperó para ver si continuaba diciéndole
algo más. Tardé en reaccionar y recordar
para responder, pero lo que se me vino a
mi mente, lo expresé tan detalladamente
como pude. No satisfecha, me miró y dijo:
324
Mis respuestas, hacían que su rostro se
alterara, manifestando las emociones
que le producía mi relato.
325
- ¿Alguien te ha golpeado o herido?
¿Quién?
326
<<Todas las venganzas llegarán,
envueltas en estallido social>>, dijo.
327
328
<Se te iba acercando muy callada,
con talones de silencio y blanda
mirada. Se sentó frente a tus
rodillas; notaste cómo te subía por
ellas, no un frío, una pequeña
frescura como de agua de piscina
que asciende lenta. Te subió por
los muslos descarnados
insensiblemente; llegó al corazón,
se derramó sobre él como una ola
fresca, parándote el aliento.>
329
Mi querida maestra:
330
Esta mañana he sentido el
impulso de enviarle el periódico de
hoy, pero luego he comprendido
que no tengo su nueva dirección
postal, ni su casilla de correo en el
cielo en el que usted cree. Pero
aún me siento en deuda.
331
A la memoria llega el sonido
de sus pasos, pesados, decidores,
determinantes.
Cordialmente,
332
333
334
335
Fue sin querer. Fue sin querer. Si
lo hubiera querido hacer, a
propósito, le habría aplicado más
fuerza, tal vez, le habría roto dos
dedos.
Pero me rompió los dos dedos él a
mi. Se enojó tanto. Se levantó. Me
miró y dijo: “¿Así que me pisaste?
Ahora vas a ver lo que es un
pisotón”.
Y me quebró dos falanges. Estuve
con licencia un mes entero. No
podía caminar. Pero no paraban de
acosarme. Cuando volví, todavía
arrastraba el pie, me hacían subir a
una balanza antes de cada vuelo,
porque decían que me había
puesto gorda y que iba a hacer que
se cayera el avión por mi
sobrepeso.
336
Fue culpa suya. Él tenía la pierna
estirada en el pasillo, recostado
hacia atrás, como el patrón que es.
Fue sin querer. Si hubiera sido
queriendo le trizaba la pierna.
Después de todo lo que hizo con
les trabajadores. Hasta le entró
gritando “heón” al piloto para que
se apurara. Lo tuvieron que sacar
de la cabina y después, claro,
amedrentamientos al piloto.
Como si él supiera volar. Como si
él pudiera abrir las alas y elevarse.
Que vea aviones de papel, en
llamas.
Hay despidos a cada rato.
Despiden a cualquiera. Es una
forma que tiene la empresa para
que actuemos en base al miedo,
agachemos la cabeza y no
337
digamos nada. Nos han metido
gente con cámaras a espiarnos,
sapos.
Pero no pueden torcernos la moral.
Ellos no pueden barrernos. Él no
puede destruir nuestra fuerza,
porque sino ¿de dónde saca su
ganancia? Puede parecer que son
fuertes, pero no hacen nada, no
saben hacerse un café, no pueden
servirle una once a sus crías. ¡Y lo
caro que nos cuestan! ¡Parásitos!
Después impulsan leyes, por
arriba, para que la prensa diga que
está todo bien, para que parezca
que no hay problemas, que
trabajamos a gusto.
Después resuelven con un bono y
listo. Reprimen. Amputan.
338
Humillan. Pero con un bono se
resuelve, no hay problema. Está
todo bien. ¿Está todo bien?
Todavía me duele el pie. Tuve que
perder la vida, para dejaran de
pesarme, para poder dejar de ver
esa balanza, humillándome.
Todavía veo los números subir y
bajar, mis pies apenas parados
sobre la plataforma rígida,
pequeña, en la que apenas puedo
entrar. ¿Por qué me encierran?
¿Por qué encierran mi moral, en
este pequeño cuadrado?
Quisiera romperla. Que mi cuerpo
se volviera tan pesado y tan fuerte,
que de solo subirme, la partiera.
El pelo atado en un moño tirante.
La sonrisa de oreja a oreja. La
339
guata metida para adentro. Los
tacos a norma puestos. Las reglas
a obedecer. La falda que deja ver
mis piernas, para que puedan
acosarme cuando gusten.
El estar siempre dispuesta. Porque
eso creen que somos, ¿no?
Mujeres bien dispuestas a que nos
toquen el culo, sin querer o
queriendo. Listas para servir. ¿Qué
desea señor? ¿En qué puedo
ayudarlo? ¿Le traigo más agua?
¿Vino? ¿Quiere otra tacita más de
café? ¿Se le enfrió la ensalada?
¿No se ve bien su bagre?
¡Cuidado con la bandeja! ¡El té
está hirviendo! ¡No meta los dedos
allí! ¡Yo le guardo la maleta!
¡Apague el celular! ¡Al baño no se
puede, mire la señal! ¿Do you
340
speak spanish? ¡Wach! A la
izquierda el Uritorco. ¡Wach! ¡Be
careful! ¡Pay attention! ¡La
sociedad se derrumba sobre sus
cabezas!
Fuente historiográfica:
https://www.theclinic.cl/2009/06/27/la-
huella-del-patron-sebastian-pinera-
en-lan/
341
342
Ella me liberó. Habían establecido
una red para llegar desde Estados
Unidos hasta Canadá, en forma
subterránea. Le decían el
“ferrocarril subterráneo”. Nunca
pasó por ahí ninguna locomotora,
real, metafóricas muchas. Tenían
un mapa perfectamente trazado, y
solían moverse por la noche, de
modo clandestino.
Le llamaban maquinistas a quienes
tenían más experiencia. Manejaban
ropas, instrucciones, mapas. Igual
que Harriet. Su nombre de
nacimiento era Araminta Ross,
adoptó el apellido Tubman por su
compañero, John. Pero se la
conocía como Moisés. Ella nació
siendo esclava, en el Condado de
343
Darchester, Maryland, pero se
escapó hacia Filadelfia.
Las estaciones eran las casas
seguras a las que poder llegar a
comer y esconderse. Los carriles
eran las rutas de escape. Y
pasajeros eran personas
esclavizadas, subidas al tren de la
libertad.
Moisés, Harriet o Araminta,
conducían ese tren. Se decía que
había tenido una infancia muy dura.
Los propietarios le asignaron el
cuidado de un bebé.
Si el bebé lloraba, la golpeaban a
ella. Hubo una vez, que la apalearon
cinco veces antes del desayuno.
344
Se vestía con muchas capas de
ropa, para no sentir tanto los golpes
y fue analfabeta hasta la muerte.
En otra ocasión, un objeto pesado
que fue lanzado hacia otro esclavo,
le llegó a ella en su cabeza y la hirió
gravemente.
Desde entonces ha tenido visiones,
dolores de cabeza muy fuertes,
desmayos.
Vendieron a sus hermanas Linah,
Mariah Ritty y Soph, pero ella
rescató a su madre Rit, y a más de
700 personas racializadas,
esclavizadas, en trece misiones de
rescate consecutivas.
¡700 personas liberadas de la
esclavitud por ella!
345
Se guiaba por la estrella polar. Si
pudiera decirle algo, frente a frente,
le diría:
“¡Desearía que estuvieras Aquí!”
346
347
348
349
350
351
Se enseña en las escuelas que,
originariamente, las mujeres
éramos recolectoras y los
hombres eran cazadores.
Desde ese punto de partida,
formulan una historia que no es
nuestra, que es falsa y no nos
representa. ¡Las mujeres
también cazábamos! Estudios
actuales han revelado, por
ejemplo, que la musculatura de
las mujeres solía ser tan fuerte
como la de cinco nadadoras
olímpicas de nuestros días.
352
Provenientes de la era
paleolítica, aún se preservan los
vestigios de las llamadas
Venus, unas pequeñas
estatuillas, cuyo significado se
discute, pero se cree
ampliamente que expresan
nociones sobre la importancia
que antes se le daba a la mujer,
a la fecundidad y por supuesto,
a la sexualidad.
En la Grecia Antigua,
importantes mujeres
destacaron, como la poetisa y
353
artista Safo de Mitilene, nacida
en la isla de Lesbos. También
Hiparquía, filósofa, mujer de
escritura, al igual que Hipatía de
Alejandría y Aspasia. Y otras
que se expresaron en la
mitología, como Medusa,
violada y castigada y Eco en su
batalla contra Narciso.
354
las cruentas represiones que
sufrían.
355
Las fechas claves y personajes
para su periodización se
presentarán a continuación,
invitando a les lectores a
agregar en lápiz, aquellos
hechos o figuras de
importancia, que hayan
quedado afuera de esta breve
cronología.
356
las Damas” y con ello también,
en la primera mujer escritora
profesional de la historia.
357
1690: Sor Juana Inés de la Cruz
escribe una encendida
respuesta al obispo de Puebla,
en el que defiende su labor
intelectual como escritora y los
derechos a escribir de todas las
mujeres.
358
1789: Se realiza la Marcha de
Versalles, una multitudinaria
movilización de mujeres contra
las malas condiciones de vida y
por la defensa de sus derechos
en Francia, en la que participa
Jeanne Deroin. De este modo,
la gran Revolución Francesa
pone a las mujeres por primera
vez ante la discusión del poder,
con el resultado de ser
excluidas, pero posibilitando la
emergencia de figuras
históricas emblemáticas como
359
Olympia de Gouges, quien
escribió la Declaración de los
Derechos de la Mujer y la
Ciudadana, en contra posición a
la Declaración de los Derechos
del Hombre y sus artículos que
solamente les garantizaban
libertades a ellos. Y mujeres
destacadas como Mary
Wollstonecraft, autora de
“Vindicaciones de los derechos
de la mujer”, importante
activista, muerta por las malas
condiciones durante el proceso
360
del parto de su hija Mary Shelly,
quien escribiría años más tarde,
la famosa obra “Frankenstein”.
361
miseria de la clase trabajadora,
específicamente de las mujeres
trabajadoras. Durante el mismo
año, la primera periodista mujer
en Estados Unidos, Margaret
Fuller, escribe su obra “Mujeres
en el Siglo XIX” sobre la base de
unas serie de charlas que dictó
a favor de los derechos de las
mujeres.
362
destacadas como Amalie
Siegrist Struve, Mathilde Giesler
Anneke y Louise Otto Peters. Al
tiempo en el que se desarrollan
las revoluciones o primaveras
de los pueblos, el 19 de Julio en
Nueva York, se celebra la
Conferencia de Seneca Falls,
reuniendo a mujeres como
Lucretia Mott, Susan B. Antony
e Elizabeth Cady Stanton.
363
ella, a docenas de esclavos y
esclavas negras, conduciendo
un tren para su liberación.
364
emancipación femenina de la
educadora y poetisa brasileña
Nísia Floresta.
365
1867: Nace Marie Curie, una de
las científicas más importantes
de los todos los tiempos,
descubridora entre otras cosas,
de la radio y el polonio.
366
entre otras cosas de
fundamental importancia.
Durante este año, Elisabeth
Dmitrieff, es una de las
fundadoras de la Unión de
Mujeres, un 11 de abril. Meses
más tarde, la maestra
revolucionaria Louise Michel
sería juzgada y acusada junto a
quienes sufrieron la derrota de
la gran comuna.
367
1883: Teresa Claramunt “la
virgen roja de Barcelona”,
participa en la Huelga de las
Siete Semanas que reivindica la
jornada laboral de ocho horas,
convirtiéndose en una de las
fundadoras de las primeras
organizaciones de mujeres
obreras en España.
368
Engels escribía: “El origen de la
familia, el Estado y la propiedad
privada”, libro ampliamente
discutido respecto a cómo se
originó la familia monogámica
patriarcal.
369
1889: Nace en Buenos Aires,
Carolina Muzzilli, una mujer que
dedicó toda su vida a luchar
contra las malas condiciones de
trabajo en las fábricas.
370
huelga también, las cigarreras
de Gijón, en el mismo país.
1905: Se producen
acontecimientos
revolucionarios en Rusia de los
que las mujeres forman parte. Al
mismo tiempo, Elvira Rawson,
la primera médica mujer de
Argentina, forma el Primer
Centro Feminista, junto a Alicia
Moreau de Justo, Adelia di
Carlo y Alfonsina Storni.
371
1907: En el marco del ciclo
huelguístico en Chile, las
mujeres toman protagonismo,
destacando su papel en las
movilizaciones, como el paro y
marcha que terminó con la
Matanza de Santa María de
Iquique en la pampa, dejando a
mujeres muertas, atravesadas
en la calle por las lanzas
policiales, con sus hijos e hijas,
sin vida, incrustados e
incrustadas entre los brazos.
Las mujeres son activas
372
participantes a su vez, en la
semana roja de Santiago ante el
aumento del precio de la carne
y la carestía de la vida. En este
marco, Carmela Jeria, impulsa
en Chile, el primer periódico
feminista, obrero, “La
Alborada”. El mismo año,
ejecutaban a Qiu Jin, feminista
y poetiza en China.
373
las hermanas Narváez, Carlota
Braco y Juana Gamboa y
Valentina Gatica. Y la activista
española Belén de Sárraga, que
viajó por decenas de sitios
realizando conferencias por los
derechos de las mujeres. Al
mismo tiempo, 20.000 mujeres
realizan una marcha
multitudinaria por las calles de
Barcelona.
374
Shirtwaist, en Estados Unidos,
puesto que el dueño cerró las
puertas para que no pudieran
salir, porque estaban en una
huelga, hecho a partir del cual,
se conmemora el 8 de Marzo,
como el Día de la Mujer
Trabajadora. El mismo año, las
mujeres intervienen en la
Revolución China, entre otras
cosas denuncian el vendado de
pies en lo que llaman “pies de
loto”, que tortura sus
extremidades, al igual que la
375
mutilación genital femenina y
otras barbaridades.
376
1916: Adela Zamudio funda el
Liceo de Señoritas que lleva su
nombre en Cochabamba,
Bolivia, para contribuir en la
defensa de los derechos de las
mujeres. El mismo año, Paulina
Luisi en Uruguay, forma el
Consejo Nacional de Mujeres, la
Alianza Femenina y más tarde,
dos sindicatos entre las
telefonistas y las costureras.
377
Revolución Rusa, como
iniciadoras del movimiento. Se
conquista un nuevo código de
familia, frente al divorcio, el
poder de la iglesia, el aborto, la
protección social a las mujeres,
el fuero materno y las
guarderías. Siendo relegadas
después y arrebatados sus
conquistados derechos por el
ascenso del stalinismo.
378
internacionalmente. Durante el
mismo año, las mujeres
cumplen un rol activo y
protagónico en la Asamblea
Obrera de la Alimentación
Nacional durante la crisis
económica en Chile. A su vez y
por otra parte, también 1918 es
el año en el que se conquista el
derecho al voto para las
mujeres en la Unión Soviética,
en un largo período de lucha, en
el que se conquista el derecho a
voto en 1920: Estados Unidos /
379
1931: España / 1953: México /
1945: Francia / 1947: Argentina
/ 1949: Chile / 1952: Bolivia.
380
tarde, se funda el primer Club
Femenino en Cuba.
381
nombrar a las principales caras
visibles.
382
1924: María Jesús Alvarado, es
encarcelada en Perú,
incansable luchadora de la
defensa de las mujeres y del
movimiento indígena junto con
Dora Mayer y María Wiesse,
colaboradoras de la revista
Amauta. Durante el mismo año,
Xiang Jinyu, encabezó la huelga
de la seda en China, en la que
participaron más de diez mil
trabajadoras.
383
primera mujer en América
Latina en ser elegida como
vicepresidenta de un Congreso
Obrero.
384
ideológica con Ana Freud,
heredera del padre fundador de
un psicoanálisis que catalogó a
la mujer de histérica, entre otras
cosas. En la literatura, también
emerge la generación de las
“Sin Sombrero”, y nombres
destacados como Luisa Carnés,
que escribe desde el
movimiento obrero.
385
mismo año, muere Emmeline
Pankhurst, mujer clave en la
conquista del derecho al voto
femenino en Gran Bretaña.
Además, el 6 de diciembre, se
produce en Ciénaga, Colombia,
la masacre contra 2.000
trabajadoras bananeras en
huelga de la united Fruit
Company.
1931: Es encarcelada en
Buenos Aires, Salvadora
Medina Onrubia, escritora y
386
defensora de nuestros
derechos.
387
1936: Inicia la guerra civil
española, ante el cual emergen
figuras revolucionarias de
mujeres, como Lucía Sánchez,
Mercedes Comaposada y
Amparo Poch. Previamente, las
antecedieron notables
exponentes como Teresa
Claramunt. Durante este mismo
año, también se fundó el
Movimiento de Emancipación
de la Mujer Chilena (MEMCH),
orientado por Elena Caffarena y
su periódico “La Mujer Nueva”.
388
1937: Entre fines de 1936 y
1937 las obreras de Flint, en
Michigan, Estados Unidos,
entran en una histórica huelga.
389
camina hacia el agua para
sumergirse en una muerte que
no permitiría olvidarla. Durante
el mismo año, Karen Horney,
psicoanalista que desarrolló sus
teorías en base a la defensa de
las mujeres, la envidia del útero
y otros postulados, es
expulsada del Instituto
Psicoanalítico de Nueva York.
Tres años antes, ya Alfonsina
Storni, destacada poeta
argentina, caminaba hacia el
mar.
390
1942: Nace Isabel Allende,
destacada escritora
latinoamericana cuyas obras
“La casa de los espíritus”, “Eva
Luna” y otras, incluyen temas
políticos y de género, siendo
una de las mujeres más leídas
de Latinoamérica.
391
Bolivia, la Federación Obrera
Femenina.
392
en las zonas campesinas y
mineras, como Domitila, quien
formó un Comité de Amas de
Casa, que se transformó en una
Federación adherida a la
Central Obrera Boliviana.
393
se negó a ceder el asiento a un
hombre blanco en el bus y
moverse hacia el fondo, siendo
encarcelada y convertido en
una figura emblemática al igual
que Irene Morgan e Ida Wells.
Durante el mismo año, María y
su hermana Herminia Concha
participaban en Chile de la
ocupación de 140 fábricas del
cuero y el calzado. Antecedió a
esta lucha, mujeres como
Humilde Figueroa, quien fue
394
parte impulsora del primer 8 de
Marzo en Chile.
395
dictadura de Trujillo, hecho a
partir del cual se conmemora el
Día de la No Violencia Contra
Las Mujeres.
396
Mujeres (NOW por sus siglas en
inglés).
397
de la comunidad LGTBI, en las
que participó Marsha P.
Johnson.
398
1971: Entre 1970 y 1973,
durante el gobierno de la
Unidad Popular en Chile y en
contradicción no consciente con
éste, las mujeres cumplen un
importante rol mediante las
Juntas de Abastecimiento
Popular y la puesta a producir
de las empresas y talleres bajo
su control, como las del área
textil, junto al resto de la clase
trabajadora, en lo que se
conoció como los Cordones
Industriales. Una mujer que fue
399
parte de este proceso, fue la
obrera María Eugenia Farías.
400
clítoris, como ella misma sufrió
en Egipto.
401
Saint Nizier contra el
hostigamiento policial y los
abusos constantes.
402
óseos de sus familiares
desaparecidos.
403
dicho país, del mismo modo que
Emilia Pardo Bazán.
404
Latinan como en Bolivia, y en
Argentina, se produce un
importante estallido social que
obliga al presidente a renunciar
a su cargo, dejando represión,
muertos y la intervención de
cientos de mujeres,
trabajadores, pobladores,
produciéndose procesos de
tomas de fábrica como Zanon,
Brukman y tantas otras
empresas bajo el control de las
y los trabajadores.
405
2003: María Lugones publica
“Peregrinaje”, un compendio de
sus ensayos contra la
colonialidad del poder. Durante
el mismo año, Chimamanda
Ngozi publica su primera
novela, “La flor púrpura”.
406
mujeres que busca visibilizar las
identidades sexo-político-
género disidentes, trans, no
binaries, lesbianas. En Chile se
produce la movilización de los
trabajadores mineros
subcontratados, en el que
participan las mujeres
realizando ollas comunes en la
plaza, convirtiéndose en un
centro importante de la lucha.
407
producto de la lucha y
organización de cientos de
miles de mujeres.
408
2015: El movimiento “Ni Una
Menos” irrumpe en Argentina,
extendiéndose por todo el
mundo. En México, estallan las
crisis frente al aumento
exponencial de los feminicidios,
un movimiento de madres
reclamando justicia por sus
hijas violentamente asesinadas.
Las mujeres del mundo
responden ante las muertes, las
violaciones, el aumento de la
violencia sexual al interior de los
hogares, contra las niñas, en las
409
calles, por el derecho a decidir
sobre nuestros propios cuerpos.
Las mujeres musulmanas
visibilizan la discusión respecto
al burka (velo).
410
2019: Chile vive un importante
proceso de movilización social,
que demanda la renuncia del
Presidente, la instalación de
una Asamblea Constituyente
Libre y Soberana y la conquista
de todos los derechos
arrebatados durante años. En el
proceso, las mujeres pasan a
cumplir un papel protagónico,
siendo parte de la primera línea,
con performance, puestas en
escena, manifestaciones de
todo tipo, rallados, gritos,
411
demandas propias, colectivas y
demás. En ese marco, el grupo
“Las Tesis” impulsa la
performance “Un violador en tu
camino”, que se extiende por
todo el mundo como un
fenómeno.
412
un paso más en la conquista de
nuestros derechos, lucha que
se extiende por toda América
Latina y el mundo entero.
413
condenan a muerte o a decenas
de años de prisión a
participantes de las
manifestaciones, como el
jugador de fútbol, Amir Azadani.
414
415
Se convocó a una reunión, pero la
asistencia fue bastante baja. Hubo que
machacar para que vinieran. Golpear las
puertas de muchas casas, para
convencer de la importancia de la
convocatoria.
416
habían escuchado nunca. Eran los gritos
que inventábamos: “Morir, luchando,
sumisa ni cagando”. Siempre tenían un
garabato, que era una manera a su vez,
de despreciar hasta el lenguaje
impuesto.
417
escenario para que pudieran hablar
oradoras de diferentes partes del país,
hubo cánticos, aplausos, y una marcha
sin igual.
418
419
¿Cómo mantener la moral, en una
época de decaimiento moral
generalizado? Ni las matemáticas,
ni la astronomía, ni mi padre saben
la respuesta.
Un régimen de dominio, tarda
milenios en cimentarse. Mi hipótesis
es que el Arché del que ahora se
impone, se levantó sobre mi
cadáver.
Cargaron las partes de mi cuerpo
descuartizadas, en bandejas que
exhibían ante el pueblo entero.
Usaron conchas y tejas para
desgarrar mi piel, mis ojos, los
músculos, las ideas.
El Arché es el origen, de las
calamidades que padecen hoy,
¡mujeres! Mucho antes o mucho
420
después, trozo a trozo montado,
¿qué importa?
Allí está. Creciendo sobre la tumba
de quienes intentamos desarrollar
un pensamiento independiente.
¡Conchas y tejas!
¿Fue Cirilo? ¿Fue la época
volviéndose canibalísticamente en
contra? ¿Fue el inicio de la
persecución a las mujeres por
brujas? ¡Fue el origen del dominio
del cristianismo en el mundo!
Traté, en vano, de sacármelos de
encima. Hubo un estudiante, un
muchachito, que me acosó, me
acosó, hasta el hartazgo. Quería mi
amor, ¡a la fuerza!
Frente a todos le dije que no, y ha
vuelto a insistir. La única táctica que
421
se me ocurrió para repelerlo, fue
mostrarle la sangre de mi
menstruación, frente a las personas
presentes.
- ¡Mira, muchachito imbécil, de
qué está hecho, la carne y los
huesos!
Huyó espantado. ¡Santo remedio!
“Satánica” y “Profana” escuché que
dijeron. El público no era bueno. Mil
quinientos años más tarde, y
hubiera gobernado. ¿Hubiera
gobernado?
Porque es imposible que un
régimen así, tamaña inmundicia, se
perpetuara por miles de años más.
¡Imposible! ¿Imposible? ¿Verdad?
Un régimen así, patrono de la
422
intolerancia, no puede... No, no
puede… ¿Cuántos años más?
¡Por las barbas de Orestes, esto no
se puede perpetuar!
¿Cómo es que la época se voltea en
tu contra y te persigue una multitud
devoradora?
423
<<Defiende tu derecho
a pensar, porque
incluso pensar de
manera errónea es
mejor que no pensar>>
424
425
426
Ser libre, es no sentir dolor. Ni
en la espalda por el cansancio
del trabajo. Ni en el pecho
producto de la opresión.
- Señora… Señora… Señora
no se haga la dormida, me
tiene que dejar sentar.
- No me hago la dormida,
joven, solo pensaba.
- Bueno, pensaba con los ojos
cerrados y no se dio cuenta
de que subí yo… ¡el hombre
blanco!
- Clarooo, como de marfil.
¿Cómo pude no haberlo
notado?, ¡si usted brilla,
joven!! Como una nube, como
el algodón, el que se saca
427
friendo esclavos y esclavas al
sol.
- ¿Cómo dice? ¿”Friendo
esclavos al sol”? ¿Qué hace
usted, poesía, señora? Por
favor, levántese. Última vez
que se lo pido bien.
- Joven, me tiemblan las
piernas. Trabajé todo el día,
me duele lo bajo de la
espalda al respirar. Tenga
compasión.
- Pero no me diga nada a mi
señora, si yo no soy su
patrón.
- Si joven, usted es igual a mi
patrón. Blanco como el papel,
casi, casi transparente.
428
Puedo verle las venas al
reflejo de la luz.
- Señora… Levántese.
- No joven. No…
- … Solo me levantaré, cuando
se levante mi pueblo, contra
la tiranía del abuso y la
explotación.
- … Me levantaré, cuando no
quede ninguna piedra, sobre
ninguna piedra, ni ricos ni
pobres, ni usted, ni yo.
- … No joven, no.
429
430
431
Rosa Parks
Claudette Colvin
432
433
¿Sabe usted por qué las feministas no
somos anarquistas? Porque los
anarquistas no son feministas. Usted
cree que las mujeres somos inferiores
desde el punto de vista intelectual,
físico y moral. Cree como ha dicho que
<<La igualdad de elevación entre el
alma de uno y otro sexo, podrá
demostrarse en el otro mundo, pero en
este es imposible”. Déjeme decirle que
para empezar, el hecho de que usted
crea que tenemos alma, tanto
hombres como mujeres, muestra la
extensión de su idealismo, ¿y por qué
no? Su propia inferioridad. Dios no va
a ayudarle, porque <<después de
434
creada la tierra, a su creador ya no le
quedó más que huir al cielo>>.
435
desprotegidas, a las cuales salvar de
alguna tormenta.
436
es de día, porque si fuera de noche, le
aseguro que yo puedo llevarlo por los
caminos sin luna, en donde usted solo
puede perderse en el fango.
437
valorarla. Mucho menos cuidar los
brotes que emergen, justo, frente a
sus narices. Esa es la verdadera
tragedia. No puede ver, por ejemplo, la
presencia, flameante, de Eugénie
Niboyet, que ha sido cabecera de los
levantamientos en París y escritora en
periódicos como “La Femme Libre” y
“La Voix des femmes”. Usted no puede
leer esos periódicos, porque es aquí el
único carente de consciencia. Ni
puede ver a una Pauline Roland
convocando a la Unión de
Asociaciones de Trabajadores, siendo
elegida entre cientos de profesiones
como representante, heredera de
Flora Tristán. No puede ver a Désirée
438
Véret Gay excluida del sansimonismo
por criticar sus concepciones sobre el
rol de las mujeres. Ni a Maríe-Reine
Guindorf suicidándose con veinticinco
años ante las imposibilidades de este
mundo.
439
permite decidir, que ni puedo votar,
que no me hace apta. Probablemente
por el carácter que usted me atribuye
de perra en celo. Cree que mis tetas,
me impiden pensar. Que mis caderas
son el refugio de mi estupidez y que mi
trasero, el almacén de mis
negligencias. Muestre usted cuál es el
órgano masculino que le permite votar.
¿Me va a decir que eso sin hueso, que
muere y envejece junto con usted, es
la fuente de la gobernabilidad? Si así
fuera Cavaignac no habría tenido que
abandonar su cargo un 20 de
Diciembre, para que se proclamara a
Napoleón como el nuevo Presidente.
440
Concentrémonos en lo importante.
¿Cuál es nuestro contexto? La crisis
en curso, fue provocada por el quiebre
del comercio y la industria en
Inglaterra, generando carestía de la
vida y las barricadas de París en junio
de 1848, de Viena en octubre de 1848,
de España, Berlín, muestran la
esterilidad de las repúblicas pacifistas,
gobernadas por la bancocracia,
cobrando impuestos, restaurando
ministros de la aristocracia financiera.
441
Marx dice que toda época social
necesita sus grandes hombres y si no
los encuentra, los inventa. Tomo el
derecho a enmendarle un detalle:
Toda época social necesita sus
grandes hombres y si no los
encuentra, es porque son mujeres.
Sinceramente emancipada.
Jeanne Deroin
442
Jeanne
Deroin
443
444
Eugénie
Niboyet
445
446
447
Houdini era un hombre blanco,
estúpido, que trataba de
escapar de tarros de leche, shit!
Me gustaría verlo tratando de
escapar de prisión, usando solo
un pica-hielo.
Escapar es un arte verdadero,
no es magia ni un truco para
hambrientos espectadores.
Escapar es un arte y una ciencia
al mismo tiempo. También es
una necesidad.
Clarence Alligood había sido
guardia de la cárcel del condado
de Beaufort en Washington,
durante mucho tiempo. Ya
448
todas sabíamos el modo en el
cual se manejaba.
Obligaba a las reclusas a tener
sexo con él, a cambio de
cigarros, revisas o alguna otra
shit!
Entró tres veces a mi celda esa
noche. Tres veces. Bajó sus
pantalones y con un picahielos
en la mano, me obligó a
practicarle sexo oral. Tuve que
hacerlo, hasta que terminó.
Extasiado y satisfecho, bajó la
guardia, así que le arranqué el
pica-hielo de entre las manos
cubiertas de semen.
449
Le di con la punta filosa, era
mucho más grande que yo de
tamaño, se levantó y hubo una
lucha feroz, seguí agitando el
pica-hielos para defenderme.
Un hombre blanco,
acostumbrado a ejercer su
dominio, por sobre todo lo que
consideraba bajo su tutela. Un
violador.
La justicia no pudo culparme.
Trataron de decir que yo lo
había provocado, pero la
campaña internacional fue más
fuerte, shit!
Lo encontraron muerto en mi
celda, y yo escapé. Me escapé
450
como sabía, como me había
escapado siempre, mucho
mejor que Houdini.
Me escapé como me había
escapado de mi madre religiosa
y de mi padre, guardia de
seguridad. Me volví una artista
del escape.
Escapé de mis hermanos, de la
escuela, del internado. Escapé,
pero no hui. Huir es de cobarde.
¡Escapar es un arte!
Y espero que, de esta realidad
pseudo-feudal, hayas podido
escapar también…
451
452
453
454
455
Caldo de cabeza. De domingo a
lunes. Podría almorzar
directamente seso. No es mi
intención. Ha de ser el sol.
Mucho sol. Mucho caldo de
cabeza. Pero poco a poco
aprendo a encarrilar mis
pensamientos, he visto todos
los programas de meditación,
evoco una carretera llena de
autos, de todos los tamaños y
colores. No es tan fácil si me
suenan bocinazos, pero me
intereso mucho por tener una
456
actitud positiva. No caer en el
aburrimiento del "me siento
mal", ¿para qué?, ya lo dije
tantas veces sin los resultados
que esperaba. Será el aire que
me barre la cara y me permite
ver con claridad. El riesgo es
quedarse detenida. Camino,
camino. Pero no dejo huellas.
No dejo porque no quiero. Hay
en cambio quienes dejan
innumerables huellas,
pisoteadas violentas, papeles,
cartones, algodones envueltos
457
nicotinados, plásticos,
aluminios, cosas brillantes y
cosas opacas. Baba. Cuánta
baba traen algunos hombres en
la boca. Hacen unas bolas de
moco y baba y las escupen
como fuego por la boca, mucho
Dragon Ball, mucho Picatchu.
Chicles. Qué obsesión por el
chicle que tiene la humanidad,
simboliza su vacío más intenso,
más profundo. El chicle es el
reflejo del espíritu humano: Lo
abren en su envoltorio
458
luminoso, se lo meten en la
boca, lo saborean, lo mastican y
chupan como si fuera un genital
y luego lo escupen en el suelo,
lo pegan bajo los asientos, en
los lugares más escondido. El
chicle es el consumo, lo que las
gentes le hacen a otras gentes,
chuparles la sustancia y luego
arrojarlas a un lugar invisible.
Pero ese lugar no es tan
invisible para mi, que ando con
una espátula por lo duro y
enquistados que quedan.
459
Trato de imaginarme a la
persona que lo pegó bajo el
basurero, tras un hierro,
creyendo que nadie lo vería.
Trato de imaginar el momento y
hasta la ropa que trae puesta.
Nunca pillé a nadie en el acto,
tal vez me da por darle un
escobazo y me despidan. O
algo peor. Un ataque de ira
violento, contra un tipejo zorrón
que anda rodeado por un
perfume caro, como si fuera su
guardaespaldas.
460
Es un tema bastante
latinoamericano también,
supongo, eso de masticar y
masticar y no poder comer. El
famoso medio pelo. Las
broncas, se mastican y
mastican. Pero no se tragan. Ya
me estoy haciendo caldo de
cabeza otra vez, imaginando a
tal o cual quico. Cada tanto saco
el celular y abro el block de
notas para poder sacar un poco
de caldo de cabeza. Para no
comérmelo todo sola. Igual
461
quedan ahi, en mi celular, las
palabras, encubiertas por mi
protector de pantalla de gatitos.
462
pensando en la necesidad de un
nuevo contrato social entre
hombres y mujeres, porque todo
esto del machismo no resiste
análisis. Imposible conseguirlo
en este marco neoliberal, por
eso hay que barrer, barrer,
barrer algo más que las hojas.
463
veces, no es eso, sino una crisis
de atrapamiento, si,
atrapamiento, una crisis tan
intensa, de vida o muerte, que
te hace estar sola en el medio
de la habitación y de pronto todo
te atrapa, todo se cierra ante
una, se viene encima, como si la
pieza se encerrara, te
encerrara, te atrapa. Y estás en
el medio, como si fuera una
cámara 360 la vida, o como si te
hubieses comido un bocado de
lo que Alicia en el País de las
464
Maravillas, para hacerse más
pequeña. ¿Por qué no hablan
de estas crisis de atrapamiento?
Apuesto a que las confunden
con crisis de pánico. Es que los
psiquiatras tienen 100 años,
todavía dan litio. ¡litio!
465
para darle estilo. Hay veces en
las que soy un volcán invertido.
Y escupo fuego, hacia abajo,
hacia lo profundo. Después
camino por la berma y soy
siempre la misma, dispuesta a
andar.
466
intentando disimular, mis labios
emiten un "buuu", imposible de
contener. Me ahoga el pecho.
¡Pero qué horror escribir sobre
cosas tristes! ¡Qué poco cool!
467
interesa los problemas de una.
Ni a los que intentan pasarse de
listos, creyendo que una no
tiene dignidad.
468
469
- El único favor que te voy a
pedir es que no me hables
en verso.
- Te estaba haciendo un
chiste el otro día, no es tan
grave.
- Me irrita.
- Pero si también te gusta
escribir en prosa.
- Escribir, ¡no hablar! ¡No
usarlo para decir cada
cosa!
- ¿Vamos a hablar o no?
- Si, ya te dije. Tengo
algunas dudas.
- A mi también, en más de
una ocasión, se me
presentó la duda.
470
- ¿Y si no está? ¿Y sino
existe?
- Es muy serio lo que estás
diciendo, significa una
condena.
- ¿Una condena? ¿Estás
segura? ¿Y si en vez de
una condena fuera una
liberación?
- ¡Sería una catástrofe!
- ¿Sería una catástrofe?
- No se si temerle más al
hecho de que exista o al
hecho de que no exista.
- ¿Y sino le temiéramos a
ninguna de las dos cosas?
¿Y sino le temiéramos a
nada?
471
- Eso sería pecar de
indestructible.
- Que es mejor que pecar de
temeroso.
- Cómo va a ser una mentira.
Una ilusión, tan grande, no
podría sostenerse durante
tanto tiempo, ¿o no?
- Quizás necesitamos creer
para no derrumbarnos.
- ¿Entonces no existe?
- No existe, no.
- ¿Y todo este tiempo
buscándolo?
- Tiempo perdido.
- ¿Y las noches en vela? ¿La
oración?
- Palabras al viento.
472
- ¿No está?
- No existe.
473
474
475
Estoy tomando té de ruda en una bombilla. En
Internet se decía que no hacía daño de dos a
tres tazas al día, ya llevo ocho.
476
Tengo este este tono de voz que pretendía
quitarme. El tono triste y amargado, el estilo de
mi amiga Pizarnik que tiñe cada letra. Pero no
puedo, no me deja.
477
cama. Nuestros cuerpos no son sujetos de
derechos.
478
Aquí si se necesita pan, hay que cargar cachada
de cuestiones al hombro y salir a la calle,
chancleteando con el cochecito de bebé.
479
Mientras tanto tengo que sentirlo creciendo
adentro de mí. ¿No es acaso esta, una de las
mayores violencias a la que se puede estar en
exposición?
480
Empujo, hago fuerza, aprieto. Me regalaron un
libro de ginecología natural, que dice que me
tengo que meter un perejil en la vagina.
481
“¿A dónde te fuiste Panchito? Sin dejar
el retrato de tu rostro brillando sobre el
agua, como el único y verdadero
cántaro.
482
Tengo mucha hambre, no puedo parar. Me comí
medio pastel de papás yo sola y siguen faltando
quince días. Se van a dar cuenta de solo verme.
483
O como Lilith, la primera rebelde, desobediente,
bandera de la sexualidad femenina libre, contra
los tribunos de lo patriarcal.
484
Tengo un punto de contractura brutal en el
omóplato izquierdo y sigo embarazada. Lo
primero que hice esta mañana cuando desperté,
fue llorar.
485
Recomienda hacer el procedimiento adentro de
la bañera, llena con agua, para poder ver los
coágulos flotar y evaluar si salió entero.
486
Es muy curioso que no haya podido encontrar
nada en la literatura al respecto, sobre estas
cinco semanas mínimo que hay que esperar.
487
Ya estoy por comenzar el tratamiento. Me pongo
bajo la lengua cuatro pastillas y espero durante
media hora a que se derritan solas.
488
dormida, y la lengua adolorida. Como si hubiera
tomado cocaína.
489
Un rincón oscuro me sirve de sitio. Me agacho.
Me doy vueltas. Tengo la sensación de estar
drogada, con una alteración de la consciencia.
490
Cae un saco de unos siete centímetros, de un
color rojo intenso, que tomo entre mis dedos y
me cabe justo en la palma de la mano.
491
492
La personalidad psicótica de
nuestra época, tendría que
haber sido el nuevo título. La
personalidad supra psicótica
de nuestra época.
Peor que ser expulsada por
el mismísimo Freud. ¿O eso
es acaso algo honorable?
<El psicoanálisis es la
creación de un genio del
sexo masculino, y casi todos
los que han desarrollado sus
ideas han sido hombres.>
493
Las mujeres nos hemos visto
obligadas a adaptarnos a los
deseos de los hombres.
¿Hasta qué punto no somos,
tan solo arbitrarias
creaciones? Reflejos
inexactos de una imagen
con criterios masculinos.
Criterios masculinos que me
terminaron expulsando. Yo
digo que Freud me tuvo
envidia.
La envidia es de ellos,
también pertenece a sus
criterios. Sobre todo la
494
envidia entre mujeres, esa
es la más impuesta por el
mundo de los hombres.
Yo digo que la “envidia del
pene”, es una definición
encubridora.
Para encubrir que la
verdadera envidia, la
fundamental, es la envidia
de la posibilidad de quedar
en estado de embarazado.
Sobre todo de tener la
decisión de quedar en
estado de embarazo. Es por
eso que bloquean ese poder.
495
Abraham tampoco estaba de
acuerdo con esta idea, ni
con las otras.
Me gustaría saber qué
anotaciones hizo y la
cantidad de trastornos que
en los que debe haberme
catalogado por minuto.
Pero no le hice caso a sus
clasificaciones. Es el sonido
de otra voz de Dios,
equivalente al padre que no
tuve. Y hace mucho tiempo
que ya no persigo oraciones.
496
No creo, en Dioses, ni vivos
ni muertos.
Crecí esperando trompetas
que nunca sonaron.
Expulsada del reino de los
cielos, caminé descalza por
las orillas del mundo.
497
498
499
Kate Millett fue una
profesora en Estados
Unidos, activista, reconocida
como una figura central del
feminismo.
Escribió: “Política Sexual”,
un libro en el que despliega
varias ideas importantes.
1). Las mujeres no somos
inferiores, como expresan
los mitos de Pandora, Adán
y Eva, y en general la
cultura, que hace de la mujer
algo exclusivo de la
propiedad del varón. <El
500
patriarcado tiene a Dios de
su parte>.
2). La opresión al género es
un hecho político, histórico,
que pasó por diferentes
momentos, frente a la
Revolución Francesa, los
movimientos en
Norteamérica y los cambios
conquistados con la defensa
de derechos.
3). Los conceptos que
teóricos como Freud
instalaron en la cultura,
criminalizan a las mujeres,
con teorías como el
501
Complejo de Edipo, la culpa,
cosificación y deterioro de la
personalidad femenina.
Por sus ideas, encierran a
Kate Millett en un
manicomio. Es
diagnosticada, medicada y
sometida a múltiples
tratamientos. Porque la
salud mental también es,
ante todo, un problema
político.
502
503
504
505
506
507
Disparar. Disparar no es un
delito. Disparar no es un
delito cuando es contra el
verdugo.
Verdugos de multitudes,
que afilan navajas de acero
y asesinan por montones.
Eso es un delito.
Estaban en una hilera y sí,
disparé.
Me llamo Lepa y apreté el
gatillo con orgullo.
Disparé para ayudar a
escapar alrededor de 150
508
mujeres y niños, a quienes
tenían en captura.
No sentí emoción. No sentí
ira. Ni felicidad. Ni angustia.
No había ansiedad. Ningún
deseo.
Éramos la pólvora y yo. Y
nada más.
Disparé, sí, contra los
verdugos.
Sin temblor ni
arrepentimiento. Con 17
años, disparé.
509
¿Por qué? Porque eran
nazis. Anti-derechos. Anti-
humanidad.
Organizados, resueltos,
construyendo un Estado
escalofriante.
Nazis. Con esvásticas en
los brazos y colmillos
afilados.
Disparé. Y les di. Creo
haberles dado. No dijeron a
cuántos había refrenado.
Para mandarme a la horca,
daba lo mismo si era uno o
eran mil.
510
Tal vez eran mil. No los vi.
Disparé. Disparé a la
esvástica. A la guerra
imperialista. A la tortura
padecida por la clase
obrera. Disparé.
Y lo haría de nuevo. Un
millón de veces. Y de nuevo
les negaría los nombres.
Los nombres de mis
compañeros, de mis
amigos, de mis camaradas.
Eso no les di. No les di
jamás sus nombres.
511
<Los sabrán, cuando
vengan por mi, a vengarse
de ellos>.
512
Lepa Radic
513
514
LOUISE: Definitivamente esto no es un Estado.
LOUISE: Inevitablemente.
515
LOUISE: A cada paso. No es escepticismo. Es
el más sensato sentido de la realidad. Está allí,
en todas partes, expresándose.
516
actúan en la práctica como partido organizado,
siguiendo tal y cual línea política, que suele
terminar en una colaboración.
517
LOUISE: ¿Y ustedes también quiere un salón
lleno de espejos? Hágamelo saber, para
mandar a colocar uno en el Palacio de Versalles.
Así pueden ver cómo los tiñó de sus colores la
burguesía.
518
ELIZABETH: No me subestime, porque eso
también es patriarcal. Si tengo que dar batalla,
la doy, sin tregua.
ELIZABETH: Nada.
519
520
Allgemeiner Deutscher Frauenverein, era
el nombre que tenían las asociaciones
que formamos para contribuir con la
incorporación de las mujeres al mundo
laboral.
521
Alcantarillados inexistentes. Falta de
insumos. Acceso denegado a hospitales
y una educación de calidad.
522
Frauenzeitung, se llamaba el periódico
que impulsamos. “El periódico de las
mujeres”. Para denunciar las malas
condiciones laborales y de vida de las
trabajadoras de la ciudad y exigir una
reforma educativa que nos incorporase.
El problema principal es la
independencia. La lucha por la
independencia de las mujeres, ya sea en
términos materiales, para que podamos
523
tener nuestro sustento propio,
económicamente, como en términos del
pensamiento y las ideas. Conquistar la
independencia para no ser gobernadas
por un hombre, en ninguno de los
escenarios posibles, ni el político, ni el
económico, ni el cultural.
La búsqueda de independencia en la
vida, de la que nos enseñan a temer por
ser mujeres. Nos asustan con el
monstruo de la soledad y con ese
monstruo nos someten.
524
Amalie brillar en las calles el día que el
que murió el general von Gagner. Los
fracasos tan solo son eslabones en la
cadena del triunfo final. ¡Ûberwinden!
525
526
- ¿Hola?
- ¿¡Hola!?
- ¡Hola! Que te estoy llamando,
joder, hace media hora. ¿En
dónde estabas?
- No te pongáis tan
controladora, llegué a atender
lo más rápido que pude,
venga, que estoy ocupada,
ostia.
- Voy a invitar a la llamada a
Mercedes.
- ¿Cómo que vais a meter a la
llamada a Mercedes? ¿Qué
locura moderna es esta?
- Es que estoy en una central
tía, puedo hacer cualquier
cosa.
- ¿Y no te pillan?
- Están desayunando los jefes,
se toman toda la mañana para
527
eso. Y toda la tarde para
merendar.
- Vale, pero cuídate.
- Ahí está marcándole a
Mercedes.
- Si, hable…
- ¡Somos nosotras!
- ¿Cómo que sois vosotras, pero
en dónde estais?
- Es la ciencia moderna de Lucía
y su manejo tiempo, espacio
perfecto. ¡ja!
- Es que necesito decirles algo
importante.
- Compañeras: Es momento de
emancipar a la mujer de la
triple esclavitud a la que está
sometida. Hay que convertir a
nuestra organización en una
fuerza consciente, ¡la
vanguardia de la revolución!
528
Es urgente reunirnos y escribir
un documento sobre cómo
multiplicar agrupaciones.
- ¡Mujeres Libres!
Nada se puede conseguir sin
la ayuda de otras compañeras.
- <La vida será mil veces más
hermosa cuando la mujer
sea realmente una mujer
libre>.
529
Lucía Sánchez Saornil
530
Mercedes Comaposada
531
Amparo Poch y Gascón
532
533
534
Dibujo de Tapa extraído de:
Diario Digital Femenino
535
536
Vienen a darme el pésame. Me abrazan y
sueltan dos o tres lágrimas, creyendo que así,
de alguna u otra forma, están solidarizando
conmigo. Pero nada solidariza conmigo. No
puede ser que se haya muerto. Ha de ser una
de esas tretas del Estado, que está haciendo un
escarmiento. No puede ser que lo hayan
matado, así nada más, sin fundamentos, sin
pruebas.
537
Te extraño. Como si llevara años sin verte, como
si no te hubiese visto nunca, como si no volviese
a verte. Pero yo sé, sé que vas a entrar por esa
puerta. Quedan artículos para escribir al The
Socialist. ¿Y quién va a garantizar que salga
The Alarm?
538
la “mezcla racial” y que de nuevo, como en
1871, tengamos que fugarnos a Chicago, para
entrar, una vez más, al mismo movimiento
obrero que nos dio las alas. Vuelve a mi, amor,
para que sigamos hablando de las cuestiones
del trabajo, buscando el camino de construir
comunidades cooperativas, como siempre
hablamos, para emanciparnos de las cadenas.
539
que toman los medios de producción necesarios
para sí.
540
histórico, cuestión que suele hacerse también,
en el propio movimiento anarquista.
541
542
- Sí, señor juez, hace poco
retorné de los Estados Unidos,
pero antes de eso estuve
trabajando aquí, por supuesto,
claro que sí.
- ¿Qué tipo de trabajo?
- ¡Ay señor juez, que yo he
tenido el mejor de todos los
trabajos! No como el de usted,
con todo respeto. Yo leí para
obreros y obreras.
- ¿Cómo que leía? No me estoy
refiriendo a sus actividades
subversivas, pregunto por un
empleo formal.
- Como un empleo señor juez,
yo leía, para quienes trabajaban
543
en las tabacaleras, usted sabe
que son jornadas extenuantes
de 14 o 16 horas.
- Mi rol era leerles, ¡Ay! Sí, yo le
leía, durante horas, Dostoievski
y otras materias, mientras se
estiraba la hoja seca, yo leía.
- ¿Y usted cree que eso es un
trabajo?
- ¡Claro! El trabajo de educar, de
instalar la cultura, allí donde da
la sombra.
¿O acaso usted no cree, señor
juez, que educar, sea un
trabajo?
544
- ¿Y para hacer ese trabajo,
también usaba pantalones de
hombre?
- No creo que a Dostoievski le
hubiera importado… ¿Usted sí?
- Aténgase a contestar lo que le
pregunto.
No me obligue a declararla en
rebeldía.
- Ay por favor, señor juez,
¡Decláreme en rebeldía!
- Mi secretaria está revisando
ahora mismo la ley,
aparentemente en Puerto Rico
no es un delito que usted vista
545
así de escandalosamente, ¡con
pantalones!
- Sí, es un horror señor juez, no
vaya a ser cosa de que lo
hiciera usted también.
- ¿Acaso usted cree que esto es
un chiste?
- No, no señor, un chiste es que
su secretaria esté revisando
una ley que usted desconoce,
siendo el juez.
546
547
548
549
550
Me escondí con la única
compañía de un farol,
que encendía y apagaba,
con la sola intención de
oír el “tick”, “tack”.
551
El apego por algo, que
expresa la imposibilidad
de dirigirse a lo que
realmente se desea.
552
situación de la mujer
trabajadora quedara de
manifiesto. O cuando
redacté “Trece Cuentos”,
para encender la luz.
553
Tan ajeno. Tan empresa
de electricidad. Prendí,
apagué, prendí, apagué y
sentí cómo mi soledad de
llenaba.
No es común, no siempre
se encuentra el botón. No
siempre se oye al farol
susurrar:
¡Enciéndeme!
554
555
556
557
Perdemos el derecho al suicidio las
mamás, ¿cómo me iba a matar
frente a mi bebé? ¿De verdad,
alguien puede creer, que me iba a
colgar de una viga, ahí, en el living,
frente a mi bebito? Con todas las
tareas que tengo. Con otro crío a
punto de entrar por la puerta. No
importa cuánta depresión, ansiedad
o angustia tengamos, seguimos
aquí, presentes.
La termoeléctrica en cambio, tenía
sus matones. ¿Qué les importa la
vida? Si inundaron dos cementerios
ancestrales y talaron el bosque
nativo.
El río Tranguil para ellos, es un
negocio más, una fuente de riqueza
para acunar a sus hijos y a los hijos
de sus hijos.
558
Absorben. Succionan. Secan.
Había amenazas de muerte. Y hubo
médicos que intentaron demostrar
que ya me habían matado antes de
colgarme de la viga.
¡¿Hay que decir lo que pasó?! ¡Con
4 hijos!
Fue por ser mapuche. Fue por ser
mujer. Fue por defender la tierra.
Fue por proteger los ríos.
¡Femicidio Empresarial!
Los años pasan y la justicia no llega.
Le disparan a niños y a niñas.
¡Cuelgan a quienes luchan y lo
pasan por suicidio!
559
¡No hay justicia! ¡Violan derechos!
Pero cuando nos golpean, nuestra
fuerza crece. Nuestra convicción
crece. Los derechos no se pueden
colgar de una viga.
MARICHIWEU
560
561
562
563
564
565
No es la primera vez que pasa. No
es el único lugar. Irán. Afganistán.
India. Y más. Cada sitio importa.
Cada quien importa.
Los policías me arrestaron. Dos
horas de golpes. Me pegaron tan
fuerte en la cabeza y durante tanto
tiempo, tantas veces, que mi
cerebro y mi corazón entraron en
un ataque. Colapsaron.
Nadie está más lejos o más cerca.
Ni tiene por qué tener privilegios
especiales.
Dos horas de golpes. ¿Y por qué?
Me llevaron detenida por no usar el
hiyab en la calle.
Tenía 22 años y era nacida en
Saqqez, provincia de Kurdistán.
566
El 14 de septiembre del 2022, a las
seis de la tarde, cerca del metro, yo
estaba con mi hermano, cuando
me agarraron y llevaron a un centro
de detención.
Le dijeron que me iban a dar una
“clase informativa”. Y me quitaron
la vida. Le dijeron que me iban a
liberar en una hora. Y no me volvió
a ver nunca más.
Por eso protestan las mujeres hoy
en las calles. Porque puede que no
las vuelvan a ver nunca más
tampoco a ellas. Queman sus
hiyab y danzan frente al fuego.
Hacen rondas de multitudes. Se
cortan el cabello y lo usan de
bandera.
567
Terminé en el Hospital Kasra,
estuve en coma durante dos días,
golpeada, deshecha.
Hasta que la vida se me fue, el 16
de septiembre, producto de mis
represores.
Mujeres. Vida. Libertad. Dicen los
lienzos que marchan por las calles.
Justicia para Mahsa Amini
escriben.
El silencio se rompe.
568
Mahsa Amini
569
570
571
572
El discurso de María
Concha
Por Dana Hart
Compañeros, compañeras:
573
metalúrgicos, que están solidarizando con
nuestra causa, que es la causa del conjunto
de la clase trabajadora que habita en nuestro
país. ¡No hay marcha atrás! ¡Nada de
devolver las industrias! ¡A mantener el
método de la acción directa! Como dijo estos
días por la radio una joven negra feminista
norteamericana: “Las herramientas del amo,
nunca desmontan la casa del amo”.
574
cuando nuestro querido Rigoberto Quezada,
se tuvo que cortar la mano con una lata para
que en la fábrica SUMAR, se pudiera
organizar un sindicato y llevar adelante una
lucha triunfal. ¡Hoy tenemos la oportunidad
de vencer! ¡No nos quedemos atrás! ¡No
devolveremos nada! Sus legítimos dueños
somos quienes trabajamos, quienes creamos
la riqueza, y esa no es una simple frase de un
viejo alemán, es la realidad que vivimos día a
día.
575
de zapatazos en los cascos verdes. Esta no es
una pelea por un 4,166%, aquí se juega la
dignidad de la clase trabajadora, el respeto
que merecemos. ¡Basta! ¡Ni un paso atrás!
576
los padecimientos de la gente pobre,
necesitada.
577
definitivo. No importa cuántas pistolas
tengan. No les tenemos miedo. ¡Hay que
expandir el movimiento! La ocupación de
todas las industrias del cuero y el calzado es
un gran salto adelante, pero tenemos mucho
más por delante: ¡Hay que extender las
ocupaciones! ¡Que no decaiga! ¡A ponerle
pino compañeros! ¿Cómo es posible que
sigan creciendo las desigualdades, que no se
respeten nuestros derechos más
elementales? ¿Qué está pasando? ¿Qué
mundo es este, en el que somos pisoteados
de forma constante? Basta de estar bajo la
bota ajena, manufacturando zapatos que
nunca nos vamos a poder poner. Como le
pasa a quienes trabajan en calzados Guante,
que van a trabajar en alpargatas compañeros
578
y compañeros. ¿Cómo es posible semejante
contradicción? Que el pueblo ande descalzo,
mientras estos sinvergüenzas se enriquecen
a costa del sudor en nuestra frente.
579
una de nuestras criaturas se enferma, o por
no aguantar que los jefes nos toqueteen las
faldas. Se nos despide por cualquier causal.
Somos la mano de obra más barata que
pudieron encontrar, luego de las criaturas, a
las que tienen trabajando a destajo. No hay
tiempo para amamantar, no hay salas cunas.
La leche nos chorrea de las mamas, pero no
hay permiso para dársela a nuestras guaguas.
Nos violan a la entrada de la fábrica, cuando
es tan temprano que no ha salido el sol. Y
nadie hace nada. Nos violan a la noche,
cuando salimos fatigadas y ya es de noche. Y
nadie hace nada.
580
envuelta en hambre. Como suele decir mi
hermano Lucho: “Ni un paso atrás”. Hoy las
calles están tapizadas de obreros y obreras
en revuelta, conquistemos nuestros
derechos, no nos conformemos con migajas,
con reformas que mantienen intacto lo
sustancial. Contamos con una Central
Unitaria de Trabajadores (CUT), cuyos
principios conquistados son de combate,
para la lucha de clases, escritos por el propio
Clotario Blest, Luis Vitale y otros compañeros
y compañeras. No dejemos que se pierda esa
conquista. ¡Que la historia recuerde que el
año `55, sentamos un precedente, y… que se
repita! ¡Que se repita! ¡Qué se repita!
581
De izquierda a derecha,
Herminia, María y Julia
Concha
582
583
584
Nací en la ciudad de San Felipe,
Chile, en el año 1880.
585
Al poco tiempo, comencé a
participar activamente en la
Sociedad Artística.
586
Padecí en carne propia el
agobio de las extensas jornadas
de trabajo, que comenzaban a
las 8 de la mañana y terminaban
a 9 de la noche.
587
Clericales, bajo el pseudónimo
de Sombrerera Revolucionaria.
¡Pasé a la historia como una
verdadera pionera!
588
“A vosotras me dirijo,
compañeras de trabajo,
vosotras que aparentáis,
con proceder y atavíos,
una situación holgada,
cuando la verdad de los
hechos es ocultar una
esclavitud degradante y
una miseria que os hace
imposible la vida”. ¡Arriba!
589
590
¿Cuál es nuestra identidad?
IDENTIDAD. Una palabra que significa
tantas cosas. Escapa del diccionario. Se
relaciona con nuestra historia, con
aquellos hábitos y costumbres que
asimilamos como propio. Una especie
de, socialización decidida, que
incorporamos a poco andar el camino.
¿Cuál es tu identidad? ¿Cuál es mi
identidad? Estamos en tiempos de lo no
binario, en los que es posible decidir el
nombre, el género, el pronombre. Y pese
a que hay una tropa mal dispuesta de
atacantes reaccionarios para todo, la
identidad, se eleva, aparece, surge, abre
sus salas para volar.
591
Hay algo que no está descrito en los
trabajos para la escuela. Una identidad
profunda, hecha de ideas fijas que no
solo no varían, sino que se alimentan con
el tiempo.
592
completamente distinta a cómo lo
habíamos visto siempre. Casi no había
mujeres. Un mundo de hombres. En las
entrevistas, cuando graban al interior de
las fábricas, salvo escasas excepciones
que escribimos en un papel.
593
sección secreta, una parte especial
dedicada a asunto de ¡la mujer en los
Cordones Industriales!, ¡la mujer en los
Cordones Industriales!. Y vale la pena la
insistencia.
594
en referencia a la distribución de
productos y alimentos. También y
centralmente, cumplieron un papel, a
través de su participación como mujeres
trabajadoras, en las fábricas que fueron
tomadas y puestas a producir bajo el
control de les trabajadores.
595
y comenzamos a revisar. Existen libros
que son indispensables al respecto, que
recorren la experiencia de los Cordones
Industriales, haciendo un esfuerzo por
visibilizarlos. Pero en ninguno viene un
apartado con respecto al rol de la mujer
en los Cordones Industriales, ni un
subtítulo, ni una mención.
596
¿Dónde están las mujeres de los
Cordones Industriales?
597
Nosotras acá estamos exigiendo algo
bastante diferente. Que la interventora de
la fábrica sea siempre una mujer, cuando
se trata de fábricas que tienen en su
mayoría trabajadoras mujeres. ¿No le
parece justo? Es un mínimo
indispensable para empezar. Si hay
mayoría mujeres, la interventora tiene
que ser mujer. En Fabrilana, que es la
empresa donde yo trabajo, por ejemplo,
el 75% de quienes trabajamos, somos
mujeres. Por lo tanto, qué tiene que
andar haciendo un hombre de jefe.
598
tiene que ser uno el líder, también es
bastante patriarcal. No.
599
proceso en marcha, avance y
conquistemos. También se habla mucho
de devolver, devolver las fábricas. Eso
está claro que no. Nada de devolverle las
fábricas a nadie. Que ellos no son ni
serán nunca los dueños. Solo son una
tropa de burgueses usurpadores, que
creen que pueden jugar con nosotras y
están muy equivocados. Se van de aquí.
Las fábricas son de nosotras.
600
Que no vaya a ser cosa de que nos
arrebaten la conducción del triunfo. Que
no vaya a ser cosa de que nos
invisibilicen y la historia nos robe nuestro
papel. Que no se vaya a decir, que no
estuvimos aquí. Porque aquí estamos.
Imagen de Portada:
www.fotografiapatrimonial.cl
601
602
Chat de Facebook:
603
- Ah ah ah, si. Bueno, yo soy María
Eugenia Farías, encantada igualmente.
Me va a tener que tener paciencia,
porque me demoro en los mensajes, ya
tengo 77 años, así que, los cordones
industriales, si, bueno, yo era parte del
cordón Vicuña Mackenna. Era muy joven,
todavía no había cumplido los treinta
años, me eligieron Presidenta del
Sindicato Industrial de Laboratorios
Geka, ¿conoce usted?
- Claro, donde hacían pasta dental,
jabones y shampoo
- Ahí mismo, sí. Sacábamos tubos de
pasta dental, shampú, jabón, pero
acaparaban los patrones. En ese tiempo
estaban Nieto Gatica y Bermeches al
mando de la empresa, eran tremendos,
unos patrones estafadores. Acaparaban,
especulaban en el mercado negro, eran
los reyes del sabotaje, el fraude, la
estafa. Unos terribles. Bajaron la
producción a la mitad, escondían los
tubos, una vez aparecieron guardaditos
adentro de un triciclo tirado en la basura
de otra comuna. Llevaban 100 tubos
604
diarios a cada farmacia, cada quince
días, que era una risa de poco.
- ¿Habrá posibilidad de que nos cuente
sobre la ocupación de la empresa?
- Ah si po, eso fue un 5 de mayo, ahí
empezó todo, me lo recuerdo clarito,
porque ya estaba bueno, los patrones
que le digo, Nieto Gatica y Bermeches,
llegaron a la empresa, porque no estaban
nunca presentes, y acusaron a dos
trabajadoras, amigas mías, la Blanca
Pulgar y la Zulema Briso, de haberse
robado dos tubos de pasta de dientes.
- ¡¿dos tubos?!
- Si, dos tubos. Empezó todo el cahuín, por
dos tubos de pasta de dientes y se
complicó la cosa. Llamaron a carabineros
y se llevaron detenidas a las
compañeras. ¡Por dos tubos de pasta de
dientes! Las metieron quince días en un
calabozo de la Casa del Buen Pastor.
- ¡¿Por dos tubos de pasta de dientes?!
- Por dos tubos de pasta de dientes, no se
puede creer. Así eran, a esa altura. Y la
cosa se puso más fea todavía.
Empezaron a acusar al resto de
trabajadores, en gran parte mujeres, y se
605
querellaron contra 30 por sospechas.
¡Por sospechas!
- ¡Qué abusadores!
- Si, y a mí me quisieron obligar a
renunciar. Me decían que si yo
renunciaba, sacaban de la cárcel a las
compañeras y todo volvía a la
normalidad. Ni siquiera estaba ahí yo,
andaba de vacaciones. Volví y estaban
como locos los patrones, esperándome.
- ¿Y usted qué hizo, ante semejante
amedrentamiento?
- Amedrentamiento, eso es, sí. Se hizo una
asamblea inmediata, que es la manera
en la que empieza la resolución de los
grandes asuntos. Y la asamblea discutió
un rato largo y finalmente votó el paro,
que se llevó a cabo durante dos horas.
- ¿Era su primer paro?
- Si po, porque era jovencita yo, mi primer
paro. Armamos un petitorio súper certero,
porque había claridad, que decía punto
uno, la libertad de las compañeras; punto
dos, su reincorporación; punto tres, que
se les pagara una indemnización, y así,
hasta que llegaba a la igualdad salarial,
606
que era el problema más grande que
teníamos ahí.
- ¿Las compañeras mujeres ganaban
mejor por ejemplo?
- Exactamente. Bastante menos, era un
injusticia total, porque hacíamos las
mismas pegas y sacábamos un tercio
menos, a veces más. Había cabras
chicas trabajando, de quince años, la
mayoría no superaba los veinte o
veinticinco.
- ¿Y qué pasó cuando presentaron el
pliego a los patrones?
- Bueno, estos se cebaron de inmediato.
No querían nada. Mandaron a llamar a
los militares. De pronto habían 50 milicos
parados en la puerta de la empresa. Nos
mostraban las armas. Ya era el año `73,
así que estábamos cerca del golpe. Fue
terrible después.
- ¿Y cómo fue entonces que lograron la
ocupación?
- Si, vino un personaje de la Unidad
Popular, que se llamaba Emilio Loyola.
Fíjese que yo en aquel momento militaba
en el Partido Comunista y ese mismo día
tuve una contradicción terrible que no se
607
cerró nunca, porque siempre elegí el lado
de las trabajadoras. Vino este caballero
Emilio Loyola y él era el Inspector del
Trabajo, me aconsejó que no me metiera
en ninguna cosa, que estaba muy
nerviosa y además me podía traer serias
consecuencias, al llevar a la gente a un
miniparo. Después fue y le dijo a los
patrones que se quedaran tranquilos, que
no iba a haber más paros porque nos
íbamos a portar bien.
- ¿Usó la frase “a portar bien”, como si
fueran niños y niñas?
- Exactamente, como si fuéramos
criaturas, que nos había venido a
controlar el papá, así se ubicaban. No
veían que, sobre todo las trabajadoras
que estábamos ahí, estábamos
decididas. Y este no fue el único caso, se
dio en muchas industrias, que las
mujeres eran las más decididas a la
requisición. Venían los del gobierno y
decían que había que devolver las
industrias, que no, hasta a veces
reprimían con carabineros a las
compañeras, querían que nos
portáramos bien, como cabras chicas.
608
- Pero no le compraron…
- Nada, no le compramos nada. Seguimos
adelante. Hicimos una asamblea grande,
allá en Cristalerías Chile, que está por
avenida Vicuña Mackenna, casi llegando
a la Alameda, un edificio gigante con
ventanas muy grandes, llamativo. Y ahí
toda la carne a la parrilla no más,
decidimos irnos a la huelga.
- ¡Qué fuerza, impresionante!
- Si, llegaron los viejitos con carpas ahí,
nos instalamos afuera del Laboratorio. Y
adentro vimos que estaban los patrones,
que tenían miedo que nos tomáramos la
empresa, por eso se la tomaron ellos
primero jaj, tenían a la gente que era
empleada adentro también, toda la gente
amarilla. Llamaron a la policía. Había una
empleada que era Dulia Montecinos,
también del Partido Comunista y con ella
tuvimos cualquier problema, porque
andaba con la visitadora social,
pasándole mercadería y cosas para que
resistieran los que estaban adentro.
- Ohh, ¿eran pro patronales?
- Si, es que hay mujeres pro-patronales
también, o patriarcales como se dice
609
mucho hoy en día, que está de moda el
término, por suerte, porque es muy cierto.
Los patrones tenían un verdadero
patriarcado ahí adentro, y había gente,
empleada sobre todo, que no eran
obreras o obreros propiamente tal, que
les hacían el juego.
- ¿Y ese día cómo les pasaban mercadería
y cosas?
- Por las ventanillas, que estaban justo
arriba de nuestras cabezas. Y andaba
también una cantidad enorme de autos,
cargados con fascistas que vigilaban,
daban vuelta, nos amenazaban y
gritaban cosas. Por lo menos eran unos
treinta autos que andaban rondando por
afuera, pero no teníamos miedo.
- ¿Y cómo no tenían miedo, de dónde
sacaban tanta fuerza?
- Es que ahí el cordón Vicuña Mackenna
prestó su solidaridad en forma total, fue
muy bella esa parte. Vino el cordón
entero, se instalaron con nosotras afuera
de Geka, con más carpas que trajeron,
también venían con alimento, frazadas,
leña, vehículos y hasta banderas. Eran
siempre, por lo menos, unos 250
610
compañeros hombres y mujeres, que
trabajaban en el cordón y cuando
terminaban su turno venían a apoyarnos
a nosotras.
- Mostrando la solidaridad de la clase
obrera…
- La verdad es que ese día comprobé que
todos los trabajadores unidos podemos
salir adelante en nuestras luchas, no sólo
en el caso Geka, sino contra la burguesía
y arrebatarles nosotros todo el poder que
todavía ellos tienen…
- Con la unidad lograron frenar a los
patrones.
- Exactamente, si, ahí se formó un
escuadrón de choque del cordón, si era
cosa seria. Estábamos en preparación
para todo. Había una contradicción fuerte
entre las dos clases en pugna, y ellos
eran la burguesía, nosotras teníamos
clara esa palabra, no como ahora, que la
disuelven. Fue tanto que un día, nos llegó
la orden de requisición. Festejamos que
ni le cuento. Pero lo que más rápido
hicimos ahí fue armar Comités, porque se
había ganado la requisición, una enorme
conquista.
611
- Claro, pero no podía quedar ahí, ¿no?
- No podía quedar ahí, no podíamos
esperar que mandaran un interventor
ellos, del gobierno, sino que nosotras
mismas elegimos nuestro propio Comité
de Administración, también hicimos un
Comité Coordinador me acuerdo, que
tomaba gran parte de la responsabilidad.
Había un Comité de Producción
igualmente importante, y de Defensa y
Protección.
- Pasaron a controlar y dirigir la
producción…
- Y la distribución igual, porque llevábamos
todo directamente al almacén del pueblo,
el Monserrat, para terminar con el
mercado negro.
- Todo cambió…
- Un cambio profundo. Hasta en el
comedor se notaba, que pasó de estar
dividido entre un comedor pituco para
empleados y patrones y otros comedores
todos malos para quienes trabajábamos.
Cambió todo, ellos ya no tuvieron
privilegios. “No más cafecito y lechecita
en las oficinas”.
612
Lo que realmente pasó…
613
Pero la historia de María Eugenia Frías en el
Cordón Industrial Vicuña Mackenna, es cierta…
614
615
¡No les hagas caso!
No encajes. Ni te adaptes.
No bebas de la copa del
capitalismo patriarcal, ni te tragues
el inmundo jugo de la injusticia que
nos rodea.
¡No sucumbas! Ni ante las
recesiones, ni las catástrofes
mundiales. Guerras, revoluciones o
masacres: ¡Sigue adelante!
Enfrenté a la policía en Stonewall y
salí triunfante. La historia no
olvidará mis tacones clavados en
un rostro con uniforme.
Junto a Sylvia Rivera, mi gran
compañera, armamos la liga por la
Acción Revolucionaria de las
Travestis Callejeras, en Estados
616
Unidos: STAR –por sus siglas en
inglés-.
Mi nombre es Marsha P. Johnson.
¿Do you know what it means?
Significa: Pay it Mind -¡No les
hagas caso!-
Después de mi última Marcha del
Orgullo, mi cuerpo apareció
flotando en el río Hudson, cerca del
muelle del West Village.
Dijeron que me había suicidado.
Pero los que me suicidaron fueron
ellos.
¿Sabes qué significa mi nombre?:
No les hagas caso. Ellos son los
asesinos. ¡Fue la policía!
617
Mi historia es una corona de flores
que se posará sobre toda sien en
disidencia.
Me convertí en inmortal. Cuando mi
madre dijo que no me aceptaría,
que soy peor que un perro, me
convertí en inmortal. ¡No les hagas
caso!
Cuando los hospitales me negaron
la atención médica que necesitaba
por tener VIH positivo, me convertí
en inmortal.
Me golpearon, me gritaron “negra”,
fui humillada, me dispararon. Pero
ellos no sabían que yo, me había
ganado la inmortalidad, no por
ellos, no por sus monstruosidades,
sino por mis majestuosidades.
618
Por mi corona de flores. Por luchar,
en las calles, contra la opresión.
Porque ellos no pueden decidir a
quién amar. Por ese día, en el bar
Stonewall, cuando llegó la policía a
reprimirnos, con un ladrillo en la
mano, les grité:
¡QUIERO MIS DERECHOS!
619
620
621
622
623
Llovía a cántaros, era uno de esos días en los que
parecía que el cielo se iba a caer a pedazos. Yo
miraba por la ventana e intentaba no pensar en las
millones de ideas terribles que se me aparecían en
la cabeza sin vacilar. Un incendio, la muerte de
alguien, un trágico y terrible accidente. Miraba las
ramas moverse con el resoplar violento del viento y
pensaba que se me iban a caer encima, rompiendo
la ventana, luego me despejo siempre y se, al
instante, que solo está en mi cabeza.
624
No quise contarle a nadie, porque probablemente
ningún otro doctor hubiese aceptado tremendo
procedimiento, sino fuese porque me conoce, sabe
quién soy, ha conocido a mi madre, ¿y quién no?
¿por qué suena tan gótico y tan sangriento? ¿por
qué no puedo ni escribirlo sin sentirme un tanto
avergonzada? Le pedí su corazón, que me entregó
resuelto en un frasco de vidrio, bañado en un líquido
amarillento. No late ni se mueve en la oscuridad de
mi repisa. Mintió Allan Poe. No hay sonidos. Está tan
muerto como el resto de los libros en la estantería,
como los adornos de madera que colecciono desde
pequeña. Y ahora que sin movimiento, no demuestra
su existencia, me pregunto si alguna vez estuvo,
quién fue para mi.
625
Le miraba a mi lado y me disgustaban sus modos,
sus gestos, su forma de ser, de vestir. Irritable.
Irritada. Irritante. Todo en cuanto a él se refería me
irritaba. Cantaba como si fuera bonito. Se sentía
bonito. Cuando caminábamos y pasábamos cerca
de cualquier vidrio que pudiera mostrar su reflejo, se
detenía y se ponía de frente para observarse y
peinarse durante unos segundos, sin importarle que
hubiera personas del otro lado que pudieran estar
mirándole. Él sentía que brillaba con luz propia. Sus
amigos eran su prioridad, como si hubiese nacido en
una tierra que establecía que el valor más importante
es la amistad, que el objetivo de la vida es crear
amistades, tener un grupo de amigos, juntarse con
este grupo, salir de parranda, tomar, ser el centro. Él
era el centro indiscutido de sí mismo.
626
Mi bebé murió en mis brazos, mientras trataba de
evitar el rostro de desprecio que me produjo que él
le asesinara. Percy asesinó a mi bebé. No fue un
cuchillo ni un disparo en la cabeza, no abrió su
cráneo ni reventó sus intestinos, pero le asesinó con
la negligencia, el exabrupto, la falta, la carencia, el
abandono emocional. Al fin y al cabo se puede estar
allí, y no estar para nada en realidad.
627
¿Quién merece pasar a la historia más que
Frankenstein? Tanto tiempo invertido en él. Me
pregunto cuánto porcentaje de mi tiempo he
dedicado a él, a pensarle, a trabajarle, a promoverle,
a repararle, a potenciarle, a garantizarle, a
satisfacerle. Si hubiese podido agarrar todo ese
tiempo invertido, durante todos estos años, en él, y
lo hubiese podido meter adentro de una caja, de
seguro la caja sería enorme. Y si esa caja la hubiese
podido utilizar para otros fines, de seguro los
alcanzaba. Él se robó mi tiempo. Ladrón de mi
deseo. Me vi perdida en más de una oportunidad,
fantaseando, imaginando, ilusionada, como un
néctar, una adicción por pensar en lo romántico. Le
extraño. Le extraño y le detesto.
628
Sordera selectiva. E imbecilidad selectiva también,
pese a hacer maravillosas novelas, no era capaz de
cambiar un pañal. Tal vez por eso tuvo que matarla
también. Le detesto. Le detesto tanto como le
extraño. Su olor a madrugada. Sus manos
acariciando mi cuerpo. Hacer el amor. Tener un
orgasmo sobre su cuerpo desnudo. Tenía algo, que
cuando yo me enojaba gravemente frente a un
asunto, él, buscaba la forma de compensármelo, de
solucionarlo, de repararlo. Eso nos mantenía juntos.
Un constante fluctuar entre peleas y
reconciliaciones.
629
Sigo teniendo este sueño en el que despierto
angustiada, luego de haber bajado y subido edificios,
en los que toco todos los botones, pero no encuentro
lo que busco. Sueño que alguien me persigue, como
la mayoría de los mortales. A veces sueño que te
tengo, que nos amamos, que somos felices dentro
de los grupos sociales, con amigos que vienen los
sábados por la noche a cenar a casa. Un mantel de
seda que se mancha con las gotas de vino.
Brindamos. Te observo con el tiempo a favor, sueño
que te envuelvo con mi ternura, que en nuestra casa
no hay sombras. También he soñado que estamos
en el agua, te sumerges, vuelves a aparecer, siento
la felicidad de estar flotando a tu lado en un río de
aguas tranquilas. Cuando despierto no estás a mi
lado, el vacío se apodera del espacio como un
agujero que lo absorbe todo y yo sigo aquí. Viendo
pasar la muerte, el tiempo, el espacio, viendo irse
amigos, visitas, marchitarse jardines. Y sigo aquí.
630
¿Cómo sostenerme siendo una unidad? ¿Cómo
enfrentar a las voces en mi cabeza y combatir la
angustia de estar sola, para reemplazarla por la paz
de estar sola, por el alivio? ¿De qué manera me
estiro yo, hasta completar el espacio vacío en mi
pieza? La gente muere de múltiples maneras. Ahora
no tengo claro si el que está muerto es él o yo, que
vagabundo por los pasillos de mi hábitat, sin tener
consciencia, ni ánimos para el esparcimiento. ¿A
quién refleja esa sombra que me sigue? ¿Quién es
la mujer, construida para él, que hoy debe pararse
sobre sí misma? ¿De qué están hecho estos pies,
que no han podido sostenerme hasta ahora? Las
partes cocidas a un todo, la muerte, el dolor, la vida,
ya escribí sobre esto.
631
Pensé en escribir una historia sobre una mujer
moderna, sin describir su cuerpo, para dar a
entender que podría ser cualquiera de nosotras,
pero detallando en extremo su carácter, su fuerza y
endereza. Tampoco quisiera darle nombre alguno.
Lo que me interesa recalcar es el nudo de la historia,
una mujer que da la batalla más dura de todas. No
quiero que alcance la cima del monte más alto, ni
rescate a personas de un incendio, ni cure bebés de
enfermedades terribles. Quiero que alcance la cima
de sí misma mediante su intervención en la época.
Que toque los hilos que atan las estructuras
elementales y los desate uno a otro, con enormes
tijeras. Mi protagonista, sin nombre ni forma física
definida más allá de su género oprimido, logrará de
varios zarpazos, alterar el curso de los
acontecimientos.
632
A veces no se si será la influencia del entorno.
Afuera se vaticina el fin del mundo, el conocidísimo
William Miller ha anunciado el último día de la tierra.
Y aunque realmente me parezca un fraude, hay algo
de terrible en la atmósfera de la época. ¿Soy tan
terrible como mi entorno? ¿O soy fruto de sus
contradicciones?
633
Quisiera poder amarme al verme, admirarme,
quererme, darme contenido histórico, pero veo
cenizas. Las cenizas de lo que alguien más alguna
vez fue o pudo haber sido. Veo los sueños sin
cumplir de quien fallece en el anonimato, creyendo
que sería alguien, sin haber sido nunca nadie. Y es
que no somos nunca nadie. Salvo mi madre. Mi
madre no podía mirarse al espejo. Sentía que era
una acción demasiado vanidosa, así de entregada
era esa mujer. Con sus defectos, pero también con
sus virtudes. Su escrito fundamental llamado
“Vindicaciones”, es una defensa férrea de las
mujeres, ante un mundo que nos somete. Lo leí
tantas veces que puedo recitar párrafos de memoria,
mi favorito es sin duda, aquel que dice: “Primero
consideraré a las mujeres como criaturas humanas
que, en común con los hombres, se hallan en la tierra
para desarrollar sus facultades”. Toda mi infancia
esta frase resonó entre las paredes de mi cabeza.
Me educó. Me formó. Aprendí a leer con este trabajo.
634
Había otra frase también, que siempre volvía a mi
memoria, que decía: “Un deseo salvaje ha fluido de
mi corazón a mi cabeza y no lo reprimiré aunque
pueda excitar carcajadas. Deseo honestamente ver
cómo la distinción de los sexos se confunde en la
sociedad…” Intento terminar esta frase que he
repetido tantas veces en mi memoria, pero ahora no
puedo. Las palabras me suenan ajenas. Extrañas.
Pero continúa igual: “… menos en los casos donde
el amor anime la conducta”. Y me repito en voz baja,
“menos en los casos donde el amor anime la
conducta”, ¿la conducta desigual? ¿en qué casos el
amor animaría una conducta desigual, madre? La
más grande defensora de nuestros derechos,
sometida por costumbre al amor, por obligación, por
cultura. ¿Quién o qué te arraigó la idea de que el
amor debe ser incondicional? ¿Quién o qué nos dijo
que puede implicar la pérdida de todos nuestros
derechos para amar, para entregarse, para
encontrar allí en lo bajo, en lo hondo, en el fondo, la
satisfacción del final? ¿Por qué se dice en algunos
sitios que el orgasmo femenino es una “pequeña
muerte”?
635
¿Qué tan anexado está el deseo ajeno, a la
posibilidad de asesinarnos, de volvernos cero, real o
abstractamente?
636
637
Fanny, Jane y yo, vivimos juntas. Nada
es el Paraíso. Se necesitó mucha
paciencia y largos diálogos. No se puede
crear una sociedad nueva, coexistiendo
con la anterior, como una parcela feliz,
dentro de un mundo en ruinas. No se
puede.
638
las que hay que estar parchando baches.
Nos turnamos para hacer la comida, se
encarga un día cada una.
639
más grandes, y una biblioteca que ocupa
el resto de las paredes, construida, poco
a poco, con el apoyo de la comunidad. No
es un espacio para nosotras tres en
forma privada. Abrimos la puerta para
que pueda venir a leer y escribir, en
cualquier horario, la gente que nos rodea.
640
menudo también, trae algunos elementos
que colocamos en el centro de una de las
dos mesas, y hacemos experimentos
hasta entrada la noche. Ahora que lo
pienso, siempre elegimos la misma
mesa. Tiene manchas por las erupciones
de volcanes caseras y los estallidos de
fuego.
641
por el contrario, las aves también pueden
venir, entrar y salir, en libertad. No es un
mundo utópico, ni ideal, solo es nuestra
cueva, abierta a quienes quieran
defender el ideal.
642
las mandíbulas fuera de su sitio, hago
una sonrisa y les digo:
643
644
645
Era Mayo de 1849. Había pasado
bastante agua bajo el puente. Agua,
mezclada con la sangre de la revolución.
Federic Hecker, a la cabeza de las
Asociaciones Populares, junto a Gustav
Struve y Amalie Siegrist, habían sido
encerrados en la celda más oscura de la
prisión Friburgo. Teníamos que ponernos
a la delantera.
646
estaba a su lado con solo tocarla. Qué
don, ¿no? El de destruir con la yema de
los dedos. Fritz solo tomaba en
ocasiones. A veces, conmigo, para
brindar por algún triunfo. Como el día en
el que murió el general Friedrich von
Gagern, bebimos algunas copas.
647
historia de la humanidad. Tan cerca, pero
tan lejos. Karl Marx escribió, durante el
mismo año, junto a Federico Engels, el
“Manifiesto Comunista” y en Estados
Unidos, se realizaba la Conferencia de
Seneca Falls, para la defensa de los
derechos de las mujeres. En la Cámara
de Diputados, Alexis de Tocqueville
decía que estábamos durmiendo sobre
un volcán. Nunca una revolución se
extendió con tanta rapidez y furia. Con la
posibilidad objetiva de volverse una
revolución mundial. Las mujeres, los
trabajadores, empobrecidos, salían a las
barricadas. La burguesía nos mostraba
que no era ya una fuerza revolucionaria
capaz de resolver nuestras
648
problemáticas. El movimiento estudiantil
giraba cada día más a la izquierda.
649
El oro. Los cheques. La liberación de las
empresas privadas. La libertad
comercial. Los tratados de libre
comercio. El carbón. El hierro. El acero.
El petróleo.
650
casas, en las calles, viviendo
prácticamente en el frente. Me
comprometí con el rol de transmitir
mensajes entre las barricadas de Baden,
así que me hice muy amiga de un
caballo, al que monté sin bozal ni
montura. Era una yegua. Sabía para
dónde ir. El peso de mi cuerpo no le
significaba opresión alguna, al igual que
un pájaro que se posa sobre su crin. Iba
a su propio paso. A veces al galope. A
veces a toda prisa, corriendo como si
fuese el último día.
651
dolor, así que a ratos se movía despacito,
fusionando sus tragedias con las mías.
Quién sabe cuánto dolor habrá tenido
que pasar aquel animal, maltratados
siempre, en una sociedad androcéntrica.
652
lugar. Si me subo a un tren que no
regresa, por favor, esperen.
653
654
Los convierto en piedra. Literal.
Aunque a menudo me pregunto
si soy yo la que los convierte
en piedra a ellos, o si ellos se
convierten en piedra solos.
655
Y una estatua, por muy sólida
que se vea, se derriba
fácilmente. Puede estallar
contra el suelo en un solo
instante. Bastan unas cuerdas,
y un par de movilizaciones de
fuerza.
656
miedo. Levanto las cenizas y
peino serpientes, igual que a
un cabello rizado.
657
No en Poseidón. ¡Violador!
Auténtico merecedor de todo
castigo. A él debió aplastarlo la
justicia.
Mi cabeza no es de Perseo y
mi cuerpo no es de Poseidón.
658
659
660
661
Melanie Klein, sin romper con el
psicoanálisis y con Freud,
formula su propio universo
teórico, con algunas ideas
claves:
662
con el seno y el período de
amamantamiento.
- En el mismo sentido y
coherente con eso, el Complejo
de Edipo, para Melanie, se
expresa mucho antes.
663
- En el seno materno es,
siguiendo con esta línea, en
donde se origina y constituye el
Súper-Yo.
- Finalmente, en conclusión, el
verdadero motor para Klein, no
es la libido, ni el deseo, sino la
angustia del auto-
aniquilamiento, vinculada con
las pulsiones de muerte.
664
El motor de la historia,
entonces, es ¿la libido? ¿la
angustia? ¿o la lucha de
clases?
665
666
667
MIENTRAS SE EXTRAE COCHAYUYO…
López que se casó con Cáceres, que volvió a casarse con
una Cáceres, que volvió a juntarse con un López, dando
por resultado que hoy, yo me llame Mildra López Cáceres,
trabajadora del cochayuyo. Y que sea familiar, más o
menos directo, de Luis López Cáceres.
668
Para empezar, se habría tenido que poner una mascarilla.
Eso ya no le habría gustado mucho. Vacunarse, menos.
Habría estado hacia un escándalo en la fila. Indignado. De
seguro, si él viviera, algún sindicato se hubiera
pronunciado al respecto, por ejemplo.
669
Pero la economía capitalista no sobrevive a secas, decía
Luis López en el folleto. Necesita de diferentes regímenes
para poder enmascararse, cubrirse, disfrazarse. Son los
selfs del capitalismo, al decir de Winnicott. Eso no lo decía
Luis López, eso lo digo yo, que no por ser una mujer
trabajadora, no leo. Leo. Leo y leo.
670
estado –generalmente esto solo dura períodos cortos-, y
hay un estilo en general, que es conocido en el rubro
como “socialdemócrata”. Hablan a favor del pueblo y
utilizan el lenguaje de quienes luchan.
671
cuando lo primero que se necesita es expandir la ofensiva
sobre el telar del sistema capitalista de conjunto.
672
López, que para el proceso de la Unidad Popular no vivió.
¡Por suerte! O le habría tocado ver cómo sus propios
compañeros perdían la claridad en la diferencia entre
sistema y régimen.
673
Para eso leo. Leo. Leo, a la hora de la colación, sobre una
roca, con la brisa marina golpeándome el cabello. Ahora
descubrí a Siri Hustvedt, bueno, supongo que ella ya se
había descubierto primero. Pero yo la descubrí para mí,
me impresionó. En un libro que se llama: “Las mujeres
que miran a los hombres que miran a las mujeres”. Ignoro
por qué cita tanto a Kierkegaard eso sí. “Nunca ha
existido una individualidad más hermosa y noble que
aquella encerrada en el seno de una gran idea. El Anhelo
es el cordón umbilical de la vida superior”, dice, que él
dice.
674
Cuenta una historia sobre Emily Dickinson, que dice fue
rechazada por un editor, al enviarle sus manuscritos. Pero
ella, no dejó de escribir y le contestó alocada, mostrando
lo que para Siri se llama “grandiosidad adaptativa”. Y
cuenta otra historia de una mujer que lloró durante
cuatro años y cuando paró, estaba ciega. ¿Qué pasó? El
dolor emocional, se convirtió en dolor físico. ¿A quién no
le ha pasado?
675
676
En las películas el payaso es el
asesino. Se asoma desde las
alcantarillas, muestra unos dientes
manchados en sangre. Se come a
los niños.
Me llamo Daniela Carrasco, y no
doy miedo desde una alcantarilla.
No soy asesina. Al contrario, los
asesinos fueron los otros. Asesinos
y abusadores.
Me colgaron de una reja en un
descampado. Hay un video que
tiene solo 8.800 visitas, en la que
puede verse a la policía escondida
en el fondo.
8.800 visitas. Mucho menos que el
video gracioso de las fiestas del
último 18 de septiembre. Mucho
677
menos que los memes o los cinco
lugares más siniestros del mundo.
Me olvidan. Me dejan en la reja.
Colgada. Muda. No hay nada que
pueda decir desde aquí, con la
cabeza cubierta y las manos atadas.
El mimo de los cafés, llora lágrimas
fingidas. Levanta los brazos y abre
las manos en señal de estar
tocando un vidrio imaginario.
Esta mimo no hace eso. Esta mimo
lucha y está presente en las
barricadas.
Esta mimo tiene algo que decir y no
son palabras. Es la voz de quien
está en silencio, el grito del que está
callado.
678
Tiene que haber una revuelta
inmensa. Contundente y definitiva.
De Pedro Aguirre Cerda, a cada
sitio del mundo.
¡JUSTICIA!
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683
684
Los hombres tienen un olor
específico. Entre la mezcla de
los desodorantes que les
venden, las hormonas y las
axilas y patas. Tienen un olor
específico. Cuando era más
chica me gustaba, iba al
supermercado y apretaba un
poquito de spray en mi muñeca,
para quedar impregnada. Me
olía después, a cada rato.
Desde hace unos años me
ocurre que, sin ponerme
desodorante alguno, huelo a
685
hombre. Ese olor a habitación
de soltero, a su almohada, al
polerón que te prestó un
domingo, luego del baile. Para
mucha gente debe ser un olor
feo, fuerte, lo contrario a las
flores. Para otras es olor a
macho, olor a hombre. Por
alguna razón mi cuerpo ha ido
incorporando esos olor, me
salen desde adentro, como si
ahora yo fuera mi propio
hombre. El padre, el marido, el
novio, el amante. De alguna
686
manera, los he incorporado a
todos, como una apropiación
ilícita. Abro los frascos con una
cuchara, me lo enseñó mi
mamá a los ocho años. No se
necesita la fuerza de Sansón o
Hércules para eso. En las
manos tengo olor a soldadura,
todo el tiempo, como si una
esquirla se hubiese quedado
adentro mío para siempre.
687
Cuando me preguntan en qué
trabajo, la gente se sorprende.
Creen que el minero es un viejo,
carcomido, que camina
encorvado y ocupa una pala y
una picota desde que se
despierta, hasta que se va a
dormir. Deben imaginárselo
hasta encadenado, todo sucio.
Pero en estos tiempos contratan
a muchas mujeres, sobre todo
para manejar la maquinaria
pesada. Aparentemente somos
muy precisas con el joystick.
688
No, no, las cosas cambian. Es
claro que no soy Pedro
Picapiedras. Aunque las
condiciones en varios puntos,
no han cambiado tanto.
Liquidaciones recortadas.
Deudas. Mucha deuda. Aquí
todo el mundo tiene deuda,
varias. Bancos varios. Es un
nuevo sistema de fichas, con
una nueva tarjeta, que más
encima, es más barata. Casa no
pude comprar, han existido
planes y cuestiones para
689
contratistas, pero yo aun vivo
arrendando, una casita que fue
entregada a las viudas de la
tragedia del humo, donde
decenas de obreros murieron
apretando las uñas. Todavía
hay riesgo de accidente en
varios túneles. Pero de conjunto
podría decirse que ya no existen
los clichés. Tomo clases de
ópera, por ejemplo, asisto una
clase si y otra no, una si y otra
no, por mis turnos. Me gusta la
ópera. Mi abuela era soprano,
690
así que supongo que soy
también, un poco soprano.
Cuando digo que soy minera y
soprano, no entienden,
siempre, diez de cada diez
veces, sueltan una carcajada,
como si fuera un hecho ridículo.
Minera y soprano, si. Claro que
no sería muy conveniente que
yo me pusiera a cantar en pleno
túnel, eso si sería una locura.
Un solo agudo y la tierra podría
ponerse a rugir. Ese es el miedo
principal aquí, el nuevo león,
691
que la tierra se los trague. Pero
como escribía mi maestra en la
pizarra:
"En la oscuridad de la
mina, solo tu luz brillará".
692
693
Era Junio del 2016. Tenía
solamente 23 años, cuando el muy
condenado Víctor Pulgar me
asesinó.
A los catorce años le dije a mi
familia que era lesbiana, y en un
abrir y cerrar de ojos, ya estaba
siendo atacada por un nazi en las
calles de la región de Valparaíso.
¡¡¡No se puede caminar!!!
Los años pasaron, pero los
ataques no. Una noche fui a una
fiesta, a ver a mis amistades y
estando en el paradero, volví a
sufrir un grave ataque.
Víctor Pulgar ya tenía una condena
de diez años por violencia sexual
contra menores de edad. Me robó.
Me violó. Me asesinó.
694
¡Me asesinó!
Al igual que María Pía Castro,
Susana Sanhueza, por la misma
razón. Por ser lesbianas.
¡Miedo a caminar por la calle!
¡Peligro de salir a la vereda!
¡Peligro de muerte por esperar la
locomoción colectiva!
Sino había lucha, no había
tampoco una condena. Sin
movilización, primaba la impunidad,
otra vez.
Crimen de odio por lesbocidio.
Encubridores de todo tipo y
variantes. Procesos lentos y
archivados. Porcentajes mínimos
de condenas finales. Silencio de
los medios de comunicación.
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¡por el DERECHO A CAMINAR
libres, sin miedo!
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700
Soy Nora Barnacle, no soy la señora de Joyce.
Ni su esposa. Ni la novia. Ni su mujer. Puede
que sea, en algún punto, entre otras muchas
cosas, la única que entiende lo que escribe.
Especialmente en Finnegans Wake, ¡es solo un
decaedro!, ¡escritura en paraguas! La gente se
queja del Ulises. ¡Solo es un diálogo entre tres
partes! De Dublineses no puede quejarse nadie.
¡Qué maravilla! ¡Qué descripciones! ¡Qué
belleza! Y qué manera de sumergirse en los
rincones más inhóspitos de Dublín y
conservarlos eternamente en el libro.
701
Hay una canción que escucha esta gente, que
tiene un estribillo que suena como: “te busqué
en el armario, en el abecedario…” Literal. Me
pasé la vida buscando. En ocasiones me
dijeron, que lo que buscaba era al padre
ausente, aquel que se supone que
culturalmente debió estar, pero nunca estuvo.
Dijeron que me he pasado la vida buscando al
padre, representado en miles de otras formas,
caras, gentes. La ausencia. El abandono.
Tratando de llenar los vacíos incorregibles de la
infancia. Pero cuando miro las fotos,
especialmente esa en la que está usando una
boina y mira de frente a la cámara, con ambas
manos en el bolsillo, yo sé que es él. Lo sé. No
es a mi padre al que busco. Está en su
sostenible mirada, en la forma de anudarse la
corbata, en la posición de su cabeza.
702
Su materia no pudo regenerarse y me pasé la
vida buscando en el aire. No era la única. En el
camino encontré muchas mujeres que
buscaban. Hay una parte del desierto, en la que
hay mujeres buscando con una pala y una
pequeña escobilla, a sus hijos e hijas que
hicieron desaparecer en la dictadura.
703
Ningún militar te arrancó de mi lado. No fue
gatillo fácil. Ni una muerte terrible en el trabajo.
No hubo accidentes fatales, ni autos que
chocaron contra árboles sangrientos.
Simplemente, nunca llegaste aquí. Hubo alguna
puerta que no se abrió.
704
cuya vida gira en torno a si mismos, sus
proyectos y ambiciones? Mis metas y yo. Mis
objetivos, mi entorno y yo. No él como todo.
Solía recibir cartas suyas todo el tiempo. ¿Cómo
lo saco del todo y lo convierto en apenas una
parte, si es que necesaria? Necesaria del todo.
Necesaria en mi cuerpo, en mi piel. Teastaíonn
unaim tú idir mo chosa.
705
706
¿Conocemos la Historia de los
Obreros de la Construcción?
Los primeros antecedentes pueden
encontrarse en el siglo XIX, con la
esclavización de los pueblos que
habitaban en América del Sur. El
presidiario obligado, el peón del
campo, eran empleados para las
labores más pesadas de la
construcción.
Pero ya con anterioridad, los
pueblos, como el mapuche, realizan
una importante labor de
construcción, levantando viviendas,
almacenes, regadíos y caminos.
Hacia 1.600, llegan desde Europa
herreros, carpinteros, albañiles y
oficios varios. Generando una
707
estratificación y división, marcada
por las malas condiciones de vida.
Poco a poco, los peones comienzan
a recibir un salario en fichas, con
largos turnos y malas condiciones
de seguridad.
A fines del siglo XIX, el Estado
incentiva la migración, trayendo
obreros desde Argentina, Bolivia,
Perú, España, y con ellos, las ideas
de la revolución social y las grandes
transformaciones.
Surgen las Uniones de Protección al
Trabajo y todo tipo de asociaciones
de ahorro y socorro mutuo. Dando
nacimiento, al obrero de la
construcción.
Desde 1880 a 1930 en Chile, hay un
auge de la exportación del salitre, lo
708
que trae también una súper
inversión del Estado en obras
públicas. Infraestructura, puertos,
minas.
En 1891 se produce la primer
huelga, escalonada,
consolidándose la existencia de dos
clases sociales: La clase
trabajadora y la burguesía.
Estucadores y albañiles,
Sociedades como la del carpintero
Fermín Vivaceta, o como la
Sociedad de Carpinteros y
Ebanistas formada por Alejandro
Escobar y Carballo.
Emergen los sindicatos como una
herramienta de organización y de
lucha. En 1905 hay un gran mitin de
obreros, a los que asiste también la
709
construcción, con las familias, en la
ciudad de Santiago, que se
convierte en una revuelta,
brutalmente reprimida, conocida
como “la semana roja”.
En 1917, año de la revolución rusa,
se declara la huelga general.
Producto de la huelga, se logra
conquistar la jornada de ocho horas
diarios de trabajo.
En 1924 nace la Unión de
Resistencia de Trabajadores dela
Construcción. Y hacia 1932, se
forma el grande e inigualable
Comité Único de la Construcción
(CUC), que agrupa a albañiles,
carpinteros, gasfiters, enfierradores,
jornaleros, hojalateros.
710
El Comité funciona en base a un
Consejo de Delegados por Obra,
con asambleas regulares, donde la
base decide. Y definen luchar por un
Tarifado Nacional por Oficio, para
que por un mismo trabajo,
correspondiera un mismo salario,
en cualquier parte del territorio
nacional.
Un obrero destacado del Comité fue
Luis López Cáceres, asesinado
años después por sus ideas.
Aparecen muchos tipis de
organizaciones en la construcción,
como la Unión de Resistencia de
Estucadores. Protagonizando
importantes jornadas de huelgas y
paros.
711
Logran conquistar inclusive, la
jornada de seis horas, gracias al
método de la acción directa y la
huelga en solidaridad, con
delegados por obra.
La dictadura militar afectó
gravemente los niveles de
organización, con persecución,
torturas y muertes.
En la actualidad, las mujeres
también ingresamos a las obras,
cumpliendo diferentes roles. El
estuco no tiene género, ni la pintura,
ni la madera, ni el acero.
Construimos –creamos-, como un
arte, el futuro de la humanidad.
712
713
¡Represión!
Ruedan las cabezas.
Persiguen hoy, como ayer.
Buscan presas.
Apetecen luchadores.
¡Represión!
Cadenas sobre infantes.
Llevan y traen cuerpos, como si
fueran nueces.
Desaparecen.
¡Inteligencia!
¿Inteligencia? ¡Espionaje!
Privación de la Intimidad.
Privación de la Libertad.
¡Ruedan cabezas!
714
¡Actúa!
Me guillotinaron.
Era la pena capital para la época de
la Revolución Francesa de 1789.
715
Derechos de la Mujer y la
Ciudadanía en 1791.
716
Les dije que si la mujer tiene
derecho a subir a la horca, también
tiene derecho a subir a la Tribuna,
para hablar, expresar sus ideas en
libertad.
¡Represión! ¡Represores!
De ayer y de hoy. Frotan sus manos
como moscas, satisfechos,
corroídos, tienen lo que siempre
soñaron: El poder. Lo remojan con
su saliva.
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720
- Pueden pensar que esto es
una conspiración.
- ¿Los conspiranoicos?
- Claaaro, ¡y el resto!
721
- Claaaro. Un complot para
derrocar al régimen burgués
que gobierna, cada peoneta
está coordinado con cada
peoneta, igual que el micelio.
Cierran fábricas, atacan,
despiden, pero el peoneta se
una al peoneta...
- ¡Peonetas al poder!
722
ni de la bebida, ni de la lata de
cerveza.
- Bloque, bloqueo. ¿Y
después?
723
- Ya habrá tiempo de pensar en
el después y escribir nuevas
recetas.
- Bloqueo, bloqueo.
- ¿Y la conspiración es
mundial?
724
Chiloé a Shangai. Observa bien
en las calles, ¿ves la mirada de
quien lleva los packs en sus
hombros? Esa mirada...
- La mirada de la explosión.
- Del estallido.
- La mirada de la revuelta.
725
726
727
728
729
730
¿Usted me va a decir que
vino hasta aquí por un potje
de olluko, patrón? No hay ni
olla de barro ni manteca tras
los barrotes de esta celda,
patrón.
¿O va a ir a hablar con las
autoridades bolivianas, para
decirles que usted no puede
pasar de esta noche, sin su
olluko picado? ¿Tiene miedo
de dejar de ser eterno,
patrón?
Vea que no soy del tipo de
feminista que cree que con
el voto se solucionan los
731
problemas. Con el olluko
tampoco, patrón. Aikkuña.
No crea que por sacarme de
esta me va a tener
subordinada. Eso jamás. Le
cocino, porque como el
marido no existe, tengo que
mantener a mis dos
guaguas.
Estoy encerrada por haber
nacido bajo las banderas de
la Federación Obrera Local
(FOL) y a la Federación
Obrera Femenina (FOF), no
porque sea una delincuente,
y usted lo sabe. No necesito
732
favores. ¿Por qué no se
hace usted mismo el potje?
Pone ají seco, molido, sal,
chicha y un poquito de
azúcar. Después pone el
olluko y las papas y es pues
así.
Vamos patrón. ¿Tiene miedo
de que le salgan callos en las
manos? Desde los 11 años
que lo preparo, cuando me
quedé sin padre ni madre.
¿Y usted patrón, acaso es
un parásito? ¿Acaso no
sabe hacer nada? ¿No
puede siquiera alimentar de
733
si mismo? Sin esta chola
usted no come. Mírese,
flaco, pálido como papel.
No me van a soltar, solo para
que usted se llene. ¿O si?
Desde que armamos el
Sindicato de Culinarias, nos
persiguen y privan de
libertad. ¿Usted cree que
van a abrir la reja, solo para
que le vaya yo a coser a
usted las papas?
Poco me sorprendería que la
justicia actuara de esa
manera, apatronada. Poco
me sorprendería por parte
734
de estas leyes, de este
Estado.
Cuando me fui a estudiar
cocina para Argentina, mi
sueño no era alimentarlo a
usted, patrón. Ni al violento
de mi ex marido. Y cuando
dejé a mis guaguas en la
guardería que ganamos con
pelea, mi sueño, no era
servirle a usted, patrón.
Sáqueme de aquí o no me
saque. Mueva sus hilos o no
los mueva. Le haga el olluko
o no se lo haga.
735
<<Por el hecho de ser
mujer se nos paga menos
que al hombre y se nos
hace trabajar más. De Allí
la necesidad de construir
organizaciones gremiales
específicas: porque la
organización de las
mujeres es pues así:
nosotras mismas
defendernos, nosotras
mismas manejarnos.>>
736
Usted a mi, no me quiebra ni
las polleras. Achikaniña.
Llega aquí, hecho de solo
pellejo, llamando: “doña
Peta”, “doña Peta”. Muérase
de hambre, patrón. Hasta la
tumba.
Fuente Historiográfica:
Ingobernable Tiranicida
737
738
739
El silencio es aterrador. Se escucha más
fuerte que un ruido intenso. Penetra por los
poros de la piel y se entierra en las costillas.
¡Cuánto silencio! ¿De dónde ha salido? ¿De
las noches de estrellas? ¿De las sábanas
limpias? Le tengo ante todo, miedo. Miedo o
más bien, respeto. Ni un perro, un ave, el
canto de algún gallo atolondrado, una cría
riendo en la plaza, ningún ruido. ¿Va a crujir
la tierra? Me preocupa encontrar algo más
allá de este silencio, o que estalle, como un
vidrio en trizas. ¿Será que alguien se robó
las voces?
740
Cuando se apaga soy un huracán. Tengo el
don, de hacer todo de repente a las siete de
la mañana. De siete a ocho, la casa queda
lustrada y encerada. Me gusta pasar el
trapero con esa cera roja, para que quede
brilloso, brilloso, brilloso.
741
Hoy me toca ir a dejar al colegio a Derlina.
Si, le puse así por Derlinda Araya, que
adoro. ¿Y quién no? Me ponía a cantar "La
llorona" tan fuerte en la bañera, estando
embarazada, que los vecinos venían a
traerme queque a la tarde. Es que a mi
también se me había ido mi negrito. Pero ya
lloré, todo lo que tenía por llorar. Y me quedó
Derlina, para que el rancho no estuviera
vacío, como dice la cueca.
742
mierda.
743
en vez de traerme queque, ya pasarían a
cosas mayores. Un buen asado, pastel. Y si
me trajeran pastel, ya sería todavía más
difícil, obligarla a comerse sus vegetales.
744
aunque estén forzadamente juntos e
infelices. Suben al podio a recibir los
regalos. Yo prefiero poner en blanco el
corazón.
745
después de leer. Tengo el don. No
cualquiera lo tiene. Conozco gente que ha
tratado de ponerse a vender en mi esquina,
y no ha sacado ni chaucha. ¡Ni una chaucha!
En cambio una, una es astuta, una sabe lo
que necesita la dama y el caballero. Relojes.
Pulseras. Y hasta brújulas pa' que supieran
dónde está el norte.
746
patrones. No es mi rol, besarle la raja a
nadie. Y eso, básicamente, me da orgullo.
No nada en riquezas. Nadie lo hace en este
país, estando la cosa como está. Hay poco
empleo, y el empleo que hay es bastante
mal pagado. La economía está tremenda.
Suben los valores de los alimentos. El trigo,
la cebada, el tabaco, todo caro. Si hasta los
cigarros que me fumo, parecen un vicio para
los ricos. Pero ese si que no lo dejo. Está
Gabriel González Videla en el gobierno
ahora, lo apoyaron hasta los del Partido
Comunista, no sabían nada que iban a
terminar corriéndolos a los tiros.
747
clima represivo es ciertamente insoportable.
Y se siente, en el cuerpo. Van, confían y
luego mueren, en manos de los verdugos de
siempre. ¿Que acaso no ven que son lobos,
disfrazados de corderos? Me averguenza y
me da pena. Pena, porque les cuesta la vida.
A ellos y al pueblo, que los sigue. Es siempre
lo mismo. Se dan vuelta en un espiral, que
los deja una y otra vez en el mismo punto de
la desgracia. Vencer no es una estrategia.
Solo quieren participar, sacar votos, estar
metidos. Por eso siempre les sale mal. El
lobo se los devora.
748
En el diario sale la imagen de una mujer
frecuentemente, en "La Nación". Es una
mujer fregando, con un delantal, y jabonela
en la mano, haciendo mucha espuma. Arriba
tiene un cartel que dice: "Modernícese,
señora", y sale, ahí, la mujer, fregando.
¿Qué épocas son estás?
749
-¿Qué es eso? Oiga, vecina, ¿qué es eso?
- No sé vecina, parece humo.
- ¿Se está quemando algo vecina? Que
hay que llamar a los bomberos, ¡avise!
- Pero es que no sé vecina, pare que me
acerco...
- Cuénteme...
- Mejor guarde las cosas vecina, y venga,
parece que es otra cosa.
- A ver...
- Es una micro vecina, la están dando
vuelta oiga...
- ¿Pero cómo? ¿los vecinos?
- Si, mire, es don Pedro ahí metido, están
empujando la cuestión para voltrarla
- Ohhh, la mansa voladita
- ¿Y qué pasa, vecino?
750
ya habrá tiempo de explicar
751
- Ohhh, se está hiperventilando po vecina,
tranquilein, calmeishon, hay que voltear la
micro no más, si mire, el precio que
subieron, usted tiene que llevar a la Darlina
a la escuela, o no? le afecta pue!
- Si po, vecina, me afecta, pero no voy a
ponerme a dar vuelta la cuestión acá, tan
cerca de la esquina donde yo trabajo pue!
- Vámosnos más pa'allácito entonces...
- ¿Pero cómo dice vecina? ¿Incurriendo en
delitos tan graves oiga?
- Ahí vienen los pacos, vecina, cuidado.
- Ay mierda! Me pegaron tremendo
lumazo... Pero si no estoy haciendo nada,
mierda!
- Ve vecina, así son, de injustos, no les
importa nada. Vaya no más, vecina, lleve
sus cositas a casa con la Derlinda, yo me
quedo acá.
- Pero vecina, tengo cuidado, no le vaya a
752
pasar nada.
- No, tranquila, vaya
753
general, lo toman por cuico y le roban hasta
los calzones
- ¿Cuico? ¿cuicos robar calzones?
- Exacto si
- ¿Protesta es?
- Si, es una protesta
- ¿Por?
- Porque subió el valor de la micro, el
transporte, ya sabe, wi wi, para viajar
- ¿Y usted no? ¿no va?
- Mi amiga fue recién, pero yo tengo que ir
a casa, mi hija... Bueno, en fin, gracias por
el fuego, caballero
- La entiendo eso, si, hay dos verdades, y
una no debe decirse nunca.
- Algo así, adios, gracias!
754
- Derlina, Derlina, ¿estás en casa, hija?
- Si má, aquí en el living!
- Hija, ¿todo bien?
- Te estaba esperando má, que no me vai a
creer, que con los cabros de la escuela,
salimos, afuera, y estaban todos los liceos,
todas las escuelas, todos los estudiantes
en la calle, por el tem...
- ¡¿Cómo?! ¿Derlinda, qué? ¿Fuiste? ¿Con
todo lo que estaban los pacos, el humo, la
gente dando vuelta las micros? ¿¡Fuiste
pa'allá?!
- Mamits, si tranquila, no pasa nada, mire,
déjeme que le explique. Subieron el precio
de la micro, ¿me entiende? Y no podía yo
que usted pagara tanto por llevarme a la
Escuela... Y el precio de todas las cosas,
sube que te sube, además amenazan con
tirar una bomba atómica mamita, ¡una
bomba atómica!
755
- ¿de qué bomba atómica me estai
hablando, cabra chica, tal por cual, partiste
a tu pieza, y no vai a salir en mil años, me
escuchaste?
- No po mamá, ni ahí, de verdad, está mal,
detende, mira la wea que estai hablando y
cruza tú la línea esta vez, porque te
pasaste, tres pueblos te pasaste.
- ¿Me estai hablando así? ¿A mi? ¿A tu
mamá?
- Mamá si te vai a poner del lado de los
ricos y poderosos, a mi me va a dar más
risa que otra cosa, porque te sacai la cresta
trabajando, todos los días, y yo ni a la
Universidad voy a poder ir, y vo's ni pensión
de vejez vai a tener
- Ah, ¿estai pensando en mi vejez? ¿te
importa eso ahora?
- Si, me importa, si. ¿Por qué no hacemos
una cosa? ¿Por qué no vamos juntas?
756
- Recién vengo de allá, la Elena andaba
metiéndose, quería voltear micros también
- jaja, ves mamá, vamos po
- Vamos pero a mirar, nos volvemos en
seguida, ok?
- Ok, si!
- Mira, ahí está el caballero que me prestó
fuego hace un rato, que no le vayan a robar
el maletín no más
- Mamá, ese caballero es Camus, Albert
Camus, un escritor muy importante, el
amigo de ¡Simone de Beauvoir, mamá!
- Ahhhh, ¡no me digas! ¡no te lo puedo
creer! ¿y quién es la Simone esa?
- Ay mamá, la que escribió "El segundo
sexo", acaba de salir a la venta en Europa,
acá no se consigue todavía, pero dicen que
revoluciona al mundo
- Naaa
- Si, mamá, ¿y hablaste con él?
757
- Le pedí fuego
- Ya po, ahora, ¡Préndete!
758
No fue el ascenso del movimiento
nacionalfascista lo que me dejó flotando en el
759
río. Ni una ola de represión descarnada que
acabara conmigo y los míos, como otrora
sucediera tantas veces en la historia de la
humanidad. Fue justamente la
socialdemocracia, aquel sector social que
aparece tan ávido de transformaciones sociales,
que se muestra como “amigo del pueblo”. Fue
ese político progresista que se para en los
cajones y habla desde las problemáticas que
nos afectan a las clases trabajadores y al pueblo
pobre. Habla de miserias. De tormentos. Se
refiere a los problemas que afectan a las
mujeres trabajadoras, a las ollas vacías o llenas
de vegetales podridos recogidos en la huida de
la feria. Esos discursos llenos de pasión, que se
atribuyen la extinción del patriarcado y tantas
otras des-verdades. El teatro populista que se
apodera de las elecciones y que hace emerger
propagandas en todos los rincones. Los que
después se irán a llamar grandilocuentemente
frentes amplios, frentes para esto, frentes para
760
aquello, concertaciones, unidades populares,
repúblicas democráticas, ladrones del nombre
socialismo. Hombres y también mujeres que
aparecen vestidos a la orden del día, de edades
avanzadas o jóvenes, estancados o en
movimiento, todo tipo de personajes en un
abanico amplio para que la gente tenga de
dónde elegir. Una bandera de populistas
bonapartistas, bien dispuestos a llegar a la cima
a toda costa, incluso a costa de perder la propia
vida, por estar en el medio de dos clases
sociales que históricamente pugnan la una con
la otra. La socialdemocracia alemana que llegó
al poder durante el período de entreguerras,
mandó a sus policías recién uniformados a
darnos una muerte secreta a Karl y a mi,
deshonesta, sin ataúdes de madera decorados
en láminas doradas. Sin flores. Sin rosas rojas
decorando un lugar que por supuesto no es una
Iglesia. Sin alfombras, sin velas, sin gente. Sin
decenas de miles de cuadras de gente. Un tiro
761
en la cabeza y al agua. ¡Cuánta formalidad! ¡No
se hubieran molestado! Bastaba con que me
arrojaran completamente vestida, pues para
colmo de males he perdido un zapato.
¡Egoístas! ¡Tacaños! ¡Patronales! Negarle las
rosas a la rosa roja. ¿Y todo por qué? ¿Por qué
me opuse a la guerra? ¿Por qué dije
demasiadas veces el nombre August? ¿Qué
pasa con ustedes? Servidores fieles del status
quo. Continuadores indelebles de las
tradiciones patriarcales, imperiales,
dominantes, explotadores. Tribunos de la
explotación. Defraudadores del pueblo pobre.
Abanderados de la desdicha obrera que ocultan
entre bastidores. Grupo selecto de ladrones de
triunfo. Asesinos de revoluciones. Carroñeros
de la insurrección. Guardianes incondicionales
de un capitalismo que ya no sabemos si se cae
a pedazos, si avanza raudamente, si está en su
medio o último día. ¿Por qué el agua? ¡Otra vez!
El río. ¿Por qué mi zapato? La
762
socialdemocracia. Si hubieran podido ahogarme
en palabras, esa hubiese sido la palabra que
más me hubiese ahogado, asfixiado, hasta
dejarme sin aliento, como un atracón en una
bacanal. Socialdemocracia. Socialdemocracia.
Hasta repetirlo tanto que la palabra pierda
sentido. Como perdieron el sentido ellos, de
aquello que alguna vez parecía ser un atisbo de
interés por la transformación social. Quiero
derribar los muros que se me imponen ante el
porvenir, barrer con las atrocidades que veo a
mi alrededor desde que me despierto, hasta que
me voy a dormir.
763
mi también me pican partes que no existen. Me
lastiman, profundamente, espacios de mi que
están vacíos.
764
todos los frutos de las conquistas obreras. Y sus
dos hijas malvadas, la innombrable camarilla del
poli buró de turno, que galopa a rienda suelta
sobre la miseria de las masas. Perdí un zapato
cuando me golpearon, como Cenicienta perdió
el suyo a las 12. Pero esto no era un cuento de
hadas. Ninguna ninfa voladora se presentó a
continuación, ningún príncipe recorrió casa por
casa buscándome. El príncipe seguía tomando
té de un plato. Tanto tiempo tardé en irme de la
socialdemocracia alemana. Tanto tiempo. No es
que pueda reprochármelo. Pero es necesario
recalcarlo para que sea un aprendizaje para las
demás, para las futuras generaciones de
mujeres trabajadoras que den batalla, cuerpo a
cuerpo, contra la miseria y las injusticias del
sistema capitalista y su régimen de dominación
patriarcal. ¡No confíes en la burguesía! Ni en
ninguna de sus cientos de variantes. Van
bajando la posta hasta la esquina de tu casa.
Que sea un régimen de dominación quiere decir
765
e implica, que hacen una bajada de línea, que
es un aparato armado que desde arriba se tira
una política y hasta abajo se reproduce con los
mismos métodos. Vas a notar que desde el
patrón de fundo que tienes en la esquina de tu
casa, hasta el Presidente que es la cara visible
de quienes gobiernan, aplican un mismo
método, que están cruzados por una misma
línea política que baja desde arriba, desde la
burguesía, pasa por políticos, alcaldes,
intendentes, directores, y se desparrama como
un reguero de pólvora. Si encuentras mi zapato,
atesóralo. Aunque ya esté húmedo, gastado,
aunque parezca viejo y esté carcomido por el
moho, atesóralo. Consérvalo, pero no como se
conserva lo viejo reaccionario sentado en
tribunales, o las aceitunas de un frasco repletas
de líquido verdoso. Consérvalo como una idea,
como un concepto, una advertencia. Que te
habla sobre el peligro de confiar en el enemigo.
SIENTO LA NECESIDAD DE HACER ALGO
766
GRANDE. Me pregunto si esa idea la comparto
con el conjunto de los mortales o es solo una
característica mía. Tal vez los grandes
personajes de la historia hayan sentido esta
misma necesidad. O los grandes personajes
políticos de nuestros días, aquellos mismos que
me lanzaron al río. Como el Ministro de Salud,
contagiado por una enfermedad que le impidió
sonreír durante meses, ¿habrá tenido él la
necesidad de hacer algo grande?, ¿la tendrá
ahora, mientras muy seriamente, intenta
despertar los músculos adormecidos de su cara,
para poder salir en la tele y transmitir el
espectáculo que está acostumbrado a dar? Una
sonrisa más que no se puede dar, como la de
cientos de miles de trabajadores y pobladores
pobres que no tienen acceso a salud dental.
SUFRO LO INDECIBLE. Como una piedra que
me golpea en el pecho y no me deja respirar
cuando duermo. Pero no pierdo el optimismo.
Creo profundamente que sobre el lecho de este
767
río crecerán miles de nuevas flores, flores que
esparcirán sus semillas en los campos y de ellas
saldrán, cientos, millones de sonrisas
antagónicas al Ministro de Salud. ¡Salud!
768
769
Habíamos caminado por horas.
Subir y bajar los cerros es lo que
más desgasta. Teníamos dos
mochilas en la espalda -más
simbólicas que reales-, bastante
pesadas.
Ni bien llegamos al centro de la
ciudad, le pedimos permiso a una
señora para usar el baño. ¡La
naturaleza llama! Tuvimos la suerte
de que fuera un pueblo hospitalario.
Caminamos, subimos, bajamos, y
justo sobre una colina, vimos el
hotel. No era nada lujoso. Pero se
sentía cálido, desde lejos.
Aceleramos el paso hasta que
estuvimos en la puerta. Golpeamos
y salió a abrirnos un personaje algo
siniestro. Una señora, muy, muy
alta, de cabellos estirados y actitud
770
ermitaña. Nos hizo pasar a la sala
de estar.
Casi no esperamos nada, y nos
condujo a una habitación, que dijo
que era una de las mejores. Al
llegar, siempre aparecen los
pensamientos de: “¿Quién habrá
estado en esta cama?”, “¿Las
sábanas estarán limpias?”,
“¿Cuántas arañas habrá tras la
mesita de luz?”
No me había dado cuenta al entrar,
para que no digan que la primera
impresión es lo que cuenta.
Solo la noté después de echar dos
o tres vistazos. Estaba detenida en
un cuadro viejo. Era Safo. La
reconocería donde fuera. Miraba de
771
frente hacia la cama, por eso no la
noté cuando entré.
El pelo oscuro, recogido, sentada
sobre lo que parece un incómodo
sillón de mármol, usando un vestido
color durazno.
Había leído sobre ella, Safo de
Mitilene o Safo de Lesbos, una
poeta griega, destacada por el
mismísimo Platón.
Fue desterrada por un tirano y tuvo
una vida sexual muy activa. Símbolo
del amor entre las mujeres.
De inmediato me pareció que esta,
era la habitación correcta. Una
sensación erótica me recorrió las
piernas.
772
Tampoco tuve mucho que esperar,
hasta sentir las palmas de unas
manos, los dedos, acariciar mi
abdomen, mi espalda, la parte
hundida de mi columna vertebral.
Yo necesitaba desesperadamente
sentir, el cuerpo desnudo de
alguien, para recordar que afuera
todavía hay humanidad. Abracé,
besé y apreté.
Ya no me quedaba nada que
esperar. Amanecí, anclada a su
pecho. Bebí, por tantas horas su
sabor, que cambió el aroma de mi
cuerpo. Pedí y pedí que aquello no
se terminara nunca. Pero Dios no
tiene oídos. Dejamos la habitación y
el cuadro de Safo, se convirtió en
nuestro único recuerdo.
773
774
Imagen de Portada de:
@marialopezff_
775
776
¿Pero usted sabe por qué yo fui la
primer mujer en hablar
públicamente en las calles? Porque
a las mujeres no nos querían
escuchar. Se cuenta como si fuera
todo un logro. ¿Se imagina el
ocultamiento que hay de tantas
otras que no pudieron hablar ni ese
día, ni ningún otro día? Hablé por mi
y hablé por mis compañeras
también. Dije lo que tenía para
decir, que no era poco.
Hablé. Hablé fuerte. Me aseguré de
que hasta el último obrero u obrera
del fondo escuchara mi voz.
Pedíamos la liberación de Simón
Radowitzky, aparentemente. En el
fondo, pedíamos mucho más. Se
trataba sobre las condiciones de
777
vida y de trabajo de las mujeres en
la Argentina, del hambre.
El momento más álgido fue la
Semana Roja, al fin se rompía el
orden, hasta que la mano represora,
nos dejó en un entierro, con las
víctimas del gatillo patronal.
¿Quién puede escribir poemas en el
encierro de una habitación,
mientras afuera matan a la gente
que protesta contra el hambre?
Ya Enheduana, la primer mujer
escritora poetiza en la historia,
nacida en el 2286 A.C. es activa en
la vida política. Imposible escapar.
Todo permanece imborrable en
tablillas de arcilla. Todo. El olvido es
una ilusión conservadora.
778
¿El arte para qué sirve, sino es para
cambiar la vida?
Hablaré. Hablé. No solamente en
las tarimas. Usaré mi voz para decir
lo que se han callado. Y cuando las
palabras me agrieten el pecho y
descompongan mi aliento, hablaré,
hablaré más.
779
780
781
782
783
784
Estoy harta de que cuenten la
historia los hombres. Siempre es la
misma óptica y no solo eso, no
avanzan a sacar conclusiones.
Ninguna. ¿Por qué se produjo la
Matanza? Por la tiranía de los
poderosos. ¿Pero no hubo más
políticas responsables? Como la de
que confiar en que el Intendente
Eastman resolvería todos los
problemas. Esperarle.
Llamar a confiar en la burguesía, es
una promesa de matanza. Pero no
hablan de eso los historiadores. Bla.
Bla. Bla. Hechos vacíos. Personajes
vacíos sin conclusiones.
La historia es una herramienta,
como cualquier martillo o tenaza. No
es ropa para disfrazar amarillos. A
gorilas del progresismo.
785
En 1907 había una situación de
inestabilidad económica en Chile.
Devaluación. Escases. Inflación.
Súper-explotación.
El eje de la economía yacía en las
salitreras. Las organizaciones
obreras se robustecían. La mujer
trabajadora editaba sus propios
periódicos y las huelgas se
multiplicaban y extendían, junto con
las tendencias a la acción directa.
En Abril de 1907 los trabajadores de
la Caleta Buena declaran la Huelga
General. También palanqueros,
panaderos, trabajadores de la playa
y la bahía, cocheros, ferrocarrileros.
Cada sector, declara la huelga,
frente a las pésimas condiciones de
trabajo y de vida.
786
El jueves 12 de diciembre, se
declara la huelga en San Lorenzo.
La mujer trabajadora se coloca a la
cabeza de una caravana que
marcha hacia la Oficina Santa
Lucía, a 8 kilómetros. Se unen los
obreros y la peregrinación continúa
hacia la oficina La Perla.
Durante los días siguientes, más de
5.000 obreros, mujeres y niñeces,
se unen al movimiento. Oficinas San
Agustín, Esmeralda, Santa Ana,
Santa Clara.
Luego de una larga marcha, el
domingo 15 de diciembre, la
columna llega a Iquique. Llegan al
Hipódromo, en donde el Intendente
Eastman promete resolver las
problemáticas (como la
787
precarización del pago en fichas), si
deponen la huelga.
Pero cuando el movimiento
pretende regresar a sus oficinas,
descubre que el Intendente había
puesto carros planos.
Que se usan en el ferrocarril, para
transportar sacos de salitre. No
tienen barandas ni protección. Así
que el movimiento se dirige hacia la
Intendencia. Allí se arma un Comité
de Huelga, entre quienes destacan
Luis Olea y José Briggs.
El Intendente les envía a alojar a un
Convento, y el movimiento, por la
fuerza del anti-clericalismo, se
niega.
Les mandan a alojar entonces a un
Regimiento. Y el movimiento, por
788
anti-militarista, se niega
nuevamente. Hasta que les envían
a alojar a la Escuela Santa María de
Iquique.
La ciudad se repletó de obreros,
mujeres trabajadoras, que armaron
ollas, organizaron comités de
vigilancia, aseo, creando un
embrión de doble poder.
Siguen llegando contingentes de
lucha. Carmen Bajo. Buen Retiro.
La Palma. Peña Chica. Kerina. San
José. Gente obrera de Chile, Perú,
Bolivia, Argentina.
Había dos opciones, la de avanzar
a tomar las oficinas, e instalar un
poder obrero. O esperar, a que el
Intendente, lanzara alguna migaja.
Cuestión que no sucedió tampoco.
789
Fue enviado el coronel Silva
Renard, un 21 de Diciembre de
1907, a liquidar la lucha. Mujeres
con bebés en los brazos, insertadas
por las bayonetas. Cientos de
personas muertas. Y una sola
lección histórica fundamental:
Fotografía de Portada de
Cinzia Betancourt
790
791
El primer pensamiento que se me
vino a la cabeza, fue el diálogo de
una película que nunca vi: "El tipo
puede cambiar de todo. Puede
cambiar de casa, de banco, de
auto, de trabajo, de barrio. Pero
hay una cosa nunca puede
cambiar: No se puede cambiar de
pasión". No se qué es esto. Las
luces están apagadas. Un palo de
escoba es la única forma que
asemeja ser humana. Una
máquina, dos, tres, cuatro, seis.
Diez. Veinte. Cuarenta. Sesenta.
Cien. Quizás doscientas máquinas
se extienden, una al lado de la otra,
en hilera por el salón. Nunca vi una
cosa igual. Son de costura. Parece
uno de esos desafíos de
programas que tampoco vi, donde
los protagonistas tienen que
escapar de una habitación
siniestra. ¿Por qué estoy aquí?
792
Hay rollos de tela de diferentes
colores y dimensiones, arrullados
en una estantería desde el suelo
hasta el techo en la pared derecha.
Muchos hilos en la pared izquierda.
Rollos, negros, rojos. Hay una
pelusa rondando en el aire, que ya
parecía introducida en mis
pulmones desde antes. No voy a
entrar en pánico. No podría. No es
mi estilo. Es un juego. Debe serlo.
Tengo que salir y afuera habrá una
fiesta. ¡Sorpresa!, me gritarán mis
amigas. La loca familia. ¿Qué más
pueda ser?
793
Arriba dice: "Naturaleza y dinámica
del capitalismo y la economía de
transición" y a un costado, "León
Trotsky". ¿Qué es esto? Doy vuelta
las páginas leídas hacia atrás y veo
marcas, conceptos subrayados
como "equilibrio capitalista",
"división mundial del trabajo",
"interdependencia de las diferentes
partes del mercado mundial", "crisis
y booms". ¿Crisis y booms? Yo ya
se de eso, eso ya lo leí, de eso yo
ya hablé, crisis y booms. Siento
algo, dentro de mi. Repito, en voz
alta: Crisis y booms. Siento algo,
una fuerza, irreversible, entre mis
entrañas. Una pasión.
794
El libro está aquí por algo. Debe
tener una clave. Una palabra
secreta. Continúo leyendo
exactamente en la página donde
quedó. Habla de economía, puede
ser una analogía. Dice que hay que
definir la edad del capitalismo, para
saber si aun está desarrollándose,
maduro o en decadencia, y que
para eso, se debe medir el carácter
de los ciclos, zigzagueantes, que
este tiene. Las crisis y los booms.
¿Cuál de ellos dura más?
795
capitalista, la inclinación de la
flecha, hacia arriba o hacia abajo.
"Es necesario reconstruir la
organización de la producción". "Se
nos presenta la situación cada vez
más favorable, aunque también
más compleja. No obtendremos la
victoria automáticamente. El
terreno está temblando bajo los
pies de nuestro enemigo; pero el
enemigo es fuerte y ve muy bien
nuestros flancos débiles; sabe
maniobrar según fríos cálculos".
"Los booms se alternan con las
depresiones. Una ley orgánica de
la sociedad capitalista".
796
crisis, mejora, boom,
estancamiento, y así
sucesivamente (...) Las
fluctuaciones cíclicas de la
coyuntura son inherentes a la
economía capitalista, como los
latidos del corazón son inherentes
a un organismo vivo". "Las fuerzas
productivas, empujando hacia
adelante, chocan con los límites del
mercado mundial, que son
demasiado estrechos para ellas.
De aquí las convulsiones
económicas. Los espasmos, y los
temblores bruscos y agudos". "Una
situación revolucionaria (...) surge
de la intersección de todo un
conjunto de factores: una situación
económica crítica, una agudización
de las relaciones entre las clases,
un estado de ánimo combativo
entre los trabajadores,
incertidumbre dentro de la clase
dominante, un estado de ánimo
797
revolucionario dentro de la
pequeño burguesía, una situación
internacional favorable para la
revolución, etc".
798
799
800
801
¿Qué se sabe realmente sobre
mi? Es poco y nada. Se sabe
que escribí “El Segundo Sexo”,
que de alguna manera cambió
la forma de ver los temas de
género, desligando el sexo
anatómico de la orientación, la
identidad, y las construcciones
culturales.
Se sabe algo sobre las distintas
fases del desarrollo
atravesadas por mi vida, que se
reflejan en los estadios del
desarrollo de “El Segundo
Sexo”. Se sabe algo por las
novelas, “La Mujer Rota”, y
otros indicadores, palabras tras
802
palabras que pueden o no,
hablar de quién soy en realidad.
No se sabe quién soy. No está,
en ninguna parte. No está por
escrito. La figura más
importante para quienes
estudian la historia, desde el
punto de vista del género, y
nadie sabe quién fui en realidad,
qué me pasó realmente, qué
respuestas tuvo mi interior, a los
golpes del mundo.
Ni siquiera yo se a ciencia
cierta, quién soy en realidad.
Supongo que soy las cosas que
han escrito sobre mi, las cosas
que yo misma he escrito.
803
Supongo que soy “El Segundo
Sexo” y algunos párrafos más,
escritos en tinta indeleble en la
historia de la humanidad.
Supongo.
O quizás, supongo, que es todo
lo contrario y no soy ninguna de
esas cosas. No soy los datos
biográficos. Ni que nací en París
un 9 de enero de 1908. Ni que
era filósofa, escritora, activista,
profesora. Ni que me enmarqué
en el existencialismo. Ni que fui
pareja de Jean Paul Sartre.
¿Todos esos datos, hacen de
mi? ¿Condicionan quién soy?
¿Me determinan? Debaten
804
sobre la edad del
consentimiento en Francia.
Cuestionan. Nada ponen en
evidencia. Nunca hubo vacas
sagradas en nuestros principios
filosóficos.
No es tan complicado. Es una
definición muy precisa. Soy una
<mezcla explosiva>.
805
806
807
808
Sojourner Truth nació siendo
esclava. Ganó por primera vez
en la historia un juicio contra un
hombre blanco. Fue arrojada de
un tranvía por un conductor
racista.
Pronuncia un discurso que pasó
a la historia en la Convención de
los Derechos de la Mujer en
1851, desabotonando su blusa
y mostrando los pechos:
“¿Acaso no soy una mujer?”,
que se reproduce a
continuación:
<<Bueno hijos, cuando hay
mucho alboroto es porque algo
está pasando. Creo que tanto
809
los negros del Sur como las
mujeres del Norte están todos
hablando de derechos y a los
hombres blancos no les queda
más que ceder muy pronto.
Pero, ¿de qué se trata de lo que
estamos hablando aquí?
Los caballeros dicen que las
mujeres necesitan ayuda para
subir a las carretas y para pasar
sobre los huecos en la calle y
que deben tener el mejor puesto
en todas partes. Pero a mi nadie
nunca me ha ayudado a subir a
las carretas o a saltar charcos
de lodo o ¡me ha dado el mejor
puesto! ¿Acaso no soy una
mujer? ¡Mírenme! ¡Miren mis
810
brazos! (Y mostró su brazo
derecho al hombro, mostrando
su tremendo poder muscular).
¡He arado y sembrado, y
trabajado en los establos y
ningún hombre lo hizo nunca
mejor que yo! Y ¿Acaso no soy
una mujer? Puedo trabajar y
comer tanto como un hombre si
es que consigo alimento-y
puedo aguantar el latigazo
también! Y ¿acaso no soy una
mujer? Parí trece hijos y vi como
todos fueron vendidos como
esclavos, cuando lloré junto a
las penas de mi madre nadie,
excepto Jesucristo, me escuchó
y ¿acaso no soy una mujer?
811
Entonces se preguntan ¿Qué es
lo que tiene en la cabeza? ¿Qué
significa esto? (Un miembro de
la audiencia sugiere “Intelecto”)
-¡Exacto! ¿Qué tiene que ver
todo esto con los derechos de
las mujeres y de los negros?
Si mi cántaro solamente puede
contener una pinta y el de
ustedes un cuarto, no sería muy
egoísta de parte de ustedes no
dejarme tener mi pequeña mitad
llena?
Entonces el pequeño hombre
vestido de negro dice que las
mujeres no pueden tener tantos
derechos como los hombres,
812
porque Cristo no era una mujer.
¿De dónde vino Cristo? ¿De
dónde vino Cristo? ¡De Dios y
de una mujer! ¡El hombre no
tuvo nada que ver con Él!
Si la mujer que Dios hizo alguna
vez fue lo suficientemente fuerte
como para poner el mundo
patas arriba sola, estas mujeres
juntas (y ella miró con sus ojos
sobre la plataforma) deberían
ser capaces de darle la vuelta, y
volver a ponerlo de nuevo todo
en orden. Y ahora ellas están
pidiendo hacerlo, será mejor
que los hombres las dejen.
Gracias por haberme
escuchado, ahora la vieja
813
Sojourner no tiene más nada
que añadir.>>
Fuente: www.wikipedia.org
814
815
Tengo que aprender alemán. Anoche
tuve un sueño embustero. Había muerto
con solo treinta años y mi hijo, Nicholas,
también se había suicidado, años más
tarde. Tengo que aprender alemán.
Tengo que escribir más, por lo menos
una página al día. Idealmente tres. Y
leer, una cantidad no menor a setenta
páginas diarias. Es lo mínimo si quiero
alcanzar las metas que tengo en la vida.
No provengo de una familia de elite, así
que no me quedará más remedio que
estudiar. Tal vez pueda obtener alguna
beca en el extranjero. Tengo que
aprender alemán. Tomar clases urgente,
esta misma semana. Y dejar de soñar
que prendo el gas, cierro la habitación y
me despido.
816
diría Johnny Panic. El deseo de volar
libre.
817
No debes olvidar escribir. Recuerda que
el estado de ánimo tiene crisis y booms,
igual que la economía, se trata de las
mismas leyes de la materia.
818
819
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821
822
823
824
El 11 de marzo del 2021 me vieron
por última vez.
¿Dónde estoy?
Salía de mi casa para ir a ver un
hombre que me ofrecía trabajo.
Dicen que no me vieron. Pero hay
una foto que demuestra que
mentían.
Había una gran mancha de mi
sangre en la pared.
¿Dónde estoy?
Mi familia cree que me tiene una
red de trata.
¿Dónde estoy?
Pasan y pasan los días. ¿Cómo
desaparece una persona? ¿Cómo
desaparecen tantas personas?
825
¿Cómo desaparecen tantas
mujeres? ¿Cómo desaparecen
tantas disidencias?
¿Dónde estoy?
Si pudiera llamar, llamaría.
Si pudiera gritar, gritaría.
Si pudiera leer la carátula
“homicidio agravado por odio a la
identidad de género”.
¿Dónde estoy?
Escucho mi nombre a lo lejos,
alguien me busca. Las calles
reclaman: ¿Dónde está Tehuel?
¿DÓNDE ESTÁ TEHUEL?
Rastrillajes. Buzos. Perros
adiestrados. Detenidos que se
niegan a declarar.
826
Marchas. Marchas. Marchas:
¿Dónde está Tehuel?
Desde la ciudad de San Vicente a
la localidad de Alejandro Korn.
Una entrevista de trabajo. Y días
que siguen pasando.
Que el olvido no convierta mi rostro
en un fantasma del pasado.
Que no queden impunes los delitos
y las injusticias.
827
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Obra de Teatro5
5
Imagen de Tapa realizada por Natalia Acuña Büchner.
834
mis compañeros. Allí comencé a sacar mis
primeras conclusiones, a pensar. Me di cuenta
muy temprano: <<La mujer es el primer obrero
de la humanidad>>.
835
usé mi nombre como Teresa Claramunt de
Gurri, hasta que mi identidad se convirtió en la
sed de quitarme de su esclavitud y ahora soy
Teresa Claramunt, íntegramente. Pasé por una
época en la que no sabía si dedicarme a la
familia o dedicarme a la gran causa, oponía una
cosa a la otra, pero en la práctica, tal vez la
imposibilidad de lo primero, fue lo que me arrojó
precisamente, a la marea de lo segundo. <<El
hombre es, a mi entender, el directamente
responsable del infeliz estado de la mujer>>. Me
liberé de esas muletas.
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guiaba por la causa libertaria. La anarquía es
una práctica para todas las personas.
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arrugas de su cara. Quise abrazarla y sentí que
su cuerpo era de hierro. Tuve la sensación de
que estaba anclada en el suelo. Eran sus
huesos pesados, tras su delgada contextura, o
era su elemento histórico que la gravitaba. A
diario recuerdo su estampa. Es lo contrario de
un trauma, pero con similar efecto. Su huella no
se borra nunca.
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Pensé mil y un modos de escapar de allí. Era
casi lo único en lo que pensaba. Tocaba los
ladrillos de las paredes y metía mi dedo en el
cemento, para tratar de mover algo, pero la
sólida estructura no se deterioraba ante mi, no
cedía, no me abría el paso. La gente se
arrancaba partes del cuerpo en la
desesperación. Al salir, tuve que robar para
poder seguir comiendo. ¿Lo pillas? Días y días
en los que la libertad, tampoco traía nada bueno.
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TERESA: En resumidas cuentas, continué
escribiendo y buscando avanzar. Al comenzar el
nuevo siglo, fundé la revista “El Productor”, dejé
a mi marido y me dediqué a escribir “La Mujer”,
que fue un grito de emancipación. Me puse a
escribir en una gran cantidad de periódicos,
como “La Tramontana”, “La Revista Blanca”, “El
Rebelde”, entre otros.
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transformación revolucionaria vía primer paso:
Detenerlo todo. Es una necesidad planteada,
por la crisis de la sociedad. Cuando vi correr la
huelga general por primera vez, supe que no
había un Dios, que era la necesidad la que
empujaba a la actuación.
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la misma época también estuve escribiendo
para diarios como “El Hijo del Ahuizote”, cuando
tenía tan solo veintidós años. “Fiat Lux”, el
periódico “Anáhuac”, “Excélsior”. Más adelante,
“La Reforma”.
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Pero un par de años más tarde, ya estaba
agitando nuevamente por la Huelga General, y
no fue ninguna locura, pues logramos
concretarla otra vez en 1911.
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cuando cabalgamos al son de la Revolución
Mexicana, combatiendo en las trincheras, con
un fusil en la mano, por la defensa de nuestros
derechos. Éramos la bola.
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cuando fundamos, junto a un gran grupo de
mujeres, el Consejo Nacional para las Mujeres.
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Fotografía de Teresa Flores, perteneciente
al Archivo personal de M. Villa,
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Lo recuerdo cada diecinueve de diciembre.
Prendo una vela, como se hace en México, y
coloco una fotografía suya al lado. Me quedo
observando durante horas cómo el movimiento
de la vela, alumbra su rostro, porque parece que
se moviera él.
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Yo fui la que le dijo a Luis Emilio, en 1912, que
era urgente impulsar una sociedad de defensa
del trabajo, una unión gremial o instrumento que
permitiera la unidad. Lo importante era que
tuviera una declaración de principios que se
plantearan barrer con la explotación. Juntos
empezamos a imprimir un periódico, “El
Despertar de los Trabajadores”, que se hizo
famoso allá en el Norte Grande. Él, era
tipógrafo, pero yo, me pasaba las horas
doblando, estirando, compaginando y por
supuesto repartiendo y también escribiendo.
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Nuestra consigna principal era la independencia
de clase y logramos influir con ella.
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revolucionarios en los que la clase obrera
gobernaba. Aquí, impulsamos el Partido Obrero
Socialista (POS), que luego pasó a constituirse
como Partido Comunista (PC), hasta que el
proceso de burocratización, traiciones y
retrocesos, hizo estragos.
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“compañerita”, engrandeciendo al líder y
empequeñeciendo a quienes dimos los mismos
pasos? Yo estuve allí. Oprimida entre oprimidos.
Explotada por explotadores y explotados.
Estuve allí, como Belén de Sárraga y otras
tantas mujeres, sin ser la compañerita de nadie.
Como mujer, dirigente, defensora de la
independencia de la clase obrera, a la que
perteneceré siempre.
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¡Ay Anuarí!
Quisiera entristecerme. Pero
ya estoy cansada.
Escapar de ese Convento no
fue tarea fácil. Sí, me ayudó
Huidobro. ¿Quién otro?
Pasamos primero por su
casa, en el litoral de los
poetas.
Desde allí a Buenos Aires.
Escapar. Escapar de Viña y
de todos los Montt. De la
cubierta aristocrática,
siempre muerta, siempre
poco sincera.
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Quería huir. Sobre todo huir
del convento y de esas
monjas benevolentes.
Me miraban como si yo
fuese un trozo de maldad,
como si mi propia naturaleza
estuviera corrompida.
“Es el castigo por ser puta”,
la escuché decir, a la madre
superiora, la más
benevolente entre todas.
Me escapé, crucé la
cordillera y creí que allí
podría encontrar la libertad,
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Anuarí. Pero la libertad no
tiene domicilio.
< Tenía en la garganta, una
opresión de hierro.>
Es curioso que mientras se
imprimían mis dos trabajos:
“Inquietudes sentimentales”
y “Los tres cantos”, había
Revolución en Rusia, corría
el año 1917.
Fue el mismo año en el que
partiste, Anuarí.
Un desenlace un tanto
diferente, a mi final de
Veronal.
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Escapar. Hacia ninguna
parte. Pues <nada tengo,
nada quiero.> Más que un
par de ideas para reavivar.
Desatada.
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Permítame que me tome un
segundo sin recitar ninguna
décima. Para detenerme en lo
más importante, lo
fundamental: Reconocer la
naturaleza de las propias
tareas.
Por eso, anduve yo de pueblo
en pueblo, <arriba quemando
el sol>, preguntando: ¿Quién
se sabe las canciones viejas?.
Para registrarlas. Grabarlas.
Esa era la labor histórica que
tejían mis manos.
Una por una, reuní las letras,
tomé nota de cómo las tocaban
en el campo de Chile, los
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acordes, la forma en la que se
movían o descansaban sobre
sus guitarras.
Me fijé hasta en el más mínimo
detalle y tomé notas. Tomé
notas, literalmente. Notas y
letras. Me dediqué a
arrebatarle esas palabras, a las
tinieblas del olvido. Letras que
hablan del sudor en la frente,
de amaneceres ardiendo el
gallo. Puro Folklore.
Pero no siempre se quiere
escuchar. ¿Dónde estás?
<Miren cómo nos hablan de
libertad, cuando de ella nos
privan en realidad>.
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Y ahí es cuando hay que
sostenerse pue, sin dejarse
arrasar por el viento que
desaliña, respondiéndose una y
otra vez la misma pregunta:
¿Cuáles son mis tareas
históricas pendientes? <Como
el mosquito en la piedra, si, si,
si>. Pega'o.
Lo demás es secundario. La
fama, la popularidad, el
reconocimiento, la aceptación o
rechazo de un grupo humano.
Todo es accesorio. <Cuando
me pierdo en la viña>, me
oriento recordando que lo único
que queda es la tarea. ¿Cuál
es la tarea? ¡La revuelta!
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¿Cumplió usted con sus
tareas históricas de hoy?
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- El único candidato
competente, es la revolución.
- ¿Y, pero no te parece que
habría que encontrar un modo
más dialogado?
- La revolución es…
- Pero justamente algo no tan
directo, un poco más,
transitorio…
- El tránsito a la revolución es…
- ¡Bue!
- ¿Pero tenés interés en
dialogar o no?
- La verdad que no. Justamente
lo que no tengo interés es
dialogar, ni negociar, ni nada
con lo que rime eso.
- Ah, ¿sos poeta ahora?
- No, no soy poeta. ¿Qué pasa
que te ponés hostil?
- Disculpáme, volvamos.
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- ¿Qué te parece una fórmula
más clásica como: “La solución
de nuestros problemas, solo
puede estar en nuestras
propias manos.”
- Si, me gusta, y ahí si se le
puede agregar: “En base a la
independencia política, sin
alianzas con patrones ni
reformistas”.
- ¡Ah buenooo, están re a la
moda, eh! La gente no
entiende eso, ¿qué es
independencia política? Suena
a escarapela. Es cualquiera.
- Otra vez volvemos a una
dinámica hostil, que a mi
honestamente me preocupa.
- No es por ponerse hostil, es
una pregunta: ¿Quién entiende
eso?
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- Y pero vos te hacés la de la
fórmula mágica y te dedicás a
criticar, no das ninguna
propuesta. Tirá una idea.
- ¿Por qué no probamos con
esta?: “¡Váyanse a la mierda!,
esos políticos, alcaldes,
intendentes, empresarios,
terratenientes, enemigos de la
clase trabajadora y la
naturaleza…
- Es un poco largo, ¿no?
Querida. Pensemos en la
propaganda que hacen los
burgueses, dos o tres
palabras, directas al cuello.
- ¿Qué tal, el sonido de las
calles? “Única solución:
Revolución”.
- Es un clásico de ayer y de hoy.
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- Como cuando sacamos a
escobazos a los jueces,
policías, bomberos, abogados
y escribanos, ¡eso sí que fue
un clásico!
- O como cuando hubo que
vestirse de varón para escapar
de la repre. ¡Eso también fue
un clásico!
- Y los clásicos nunca mueren.
Juana Rouco
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Virginia Bolten
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María Collazo
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Ansiedad detonada. ¿Sucede
ante el peligro? Cuando el
peligro está en tu casa,
apoyando su cabeza en tu
propia almohada.
Ansiedad detonada. Dan
remedios para esto. Pastillas de
colores que están de moda en
cada época.
No hay que dejarse empastillar.
No hay que hacerse lobotomías
voluntarias.
Veo el mundo desde mi faro. Es
una habitación propia, que cada
persona debería tener, como un
derecho, un techo sobre su
cabeza.
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Es una habitación en lo alto de
una colina. Puedo ver el mar.
Una quebrada se abre paso
justo frente a mis ojos,
desembocando en la costa.
Puedo ver varias bahías y
gaviotas mecerse sobre la brisa
marina.
Al caer la noche, las luces se
encienden a lo lejos,
reflejándose en las aguas.
Prendo la luz de mi habitación,
e inevitablemente, siento que
soy un faro. Trono mi cuello y
dejo la vista al cielo, solo unos
instantes, cada vez que puedo,
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para sentirme, un poco más
faro.
Me convierto en faro. Del mismo
modo en el que Kafka se
transformó en cucaracha.
Decidido o sin decidir, me
convierto en faro.
Especialmente por las noches,
cuando cae la bruma y la
intensidad de las tinieblas,
pretende colarse por los
rincones.
Me convierto en faro. Escribo,
escribo. Ilumino con ideas. No
como un Dios o un fanático
religioso.
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Sino como un faro. Un faro
encendido, en lo alto de la
colina, de frente al mar,
recibiendo el impacto de la
brisa.
No hablemos nunca, del
momento en el que se apaga.
Ese instante en el que tal o cual
mecanismo parece rotar, para
dejar el paisaje a oscuras.
Y así, permaneceré, vestida de
faro, ante las mareas del
mundo.
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Ejecutada por el Kuomintang. ¿Es
ese un epitafio? ¿Una descripción?
¿Alguna especie de título
honorífico?
Dijeron que yo era promiscua.
妓女
Puta. ¡Puta! No les importó mi
historial de ser la primera mujer en
el Partido Comunista Chino.
Me derrotaron. Pero no pudieron
borrar las lecciones que había
aprendido durante la vida: Es
necesario luchar. No hay que
confiar en la burguesía, no importa
si se viste de colonialista, anti-
colonialista o está en una posición
en el medio. Nada de pactos. La
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huelga es el camino. A sostener en
alto el puño para la batalla.
Fui parte de una Huelga, inmensa,
con más de 10.000 trabajadoras,
mujeres, en la industria de la Seda,
en el año 1924.
Es una industria milenaria, que ha
estado en manos de explotadores.
Más tarde, participé en la Huelga
de Canton Hong Kong.
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De las huelgas aprendí la
importancia de la paciencia. Del
trabajo gris, paciente y cotidiano.
La flexibilidad ante los cambios en
la realidad y en la comprensión de
las tareas.
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Nunca es responsable quien pelea.
La realidad es una pelota que
rebota sobre las cabezas del
pueblo trabajador.
Los años `20 se han quedado
atrás. Nadie parece estar sacando
las lecciones correspondientes.
Dogmáticos, conservadores,
inmediatistas, buitres absorbiendo
la fuerza del movimiento obrero.
Van a tener que ejecutarme dos
veces. Una para que me muera, y
otra para que me calle.
Habrá que estampar nuevas telas,
más firmes que el papel. El papel
que se rompe, se vuela, se
disuelve en el agua.
Habrá que estampar en tela,
nuevas demandas, nuevas
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protestas, que no se laven ni se las
lleve el viento.
-¡Puta! -¡Leguleyos!
官僚
No les importó mi historial de ser la
primer mujer en estudiar en una
escuela de China, ni la primera
mujer en el Comité Central. ¡Puta!
Eso es todo en lo que pensaban.
Los cuestioné por sexistas. Me
armé de valor y me preparé para la
batalla.
去战斗
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