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Derechos de los concubinos


Algunas posibilidades asignadas a los concubinos son:
 Alimentos: si bien no existe el deber de asistencia -como ocurre en el
matrimonio, una vez que uno de los integrantes de la pareja ha realizado
gastos para atender las necesidades del otro, no puede reclamar su
devolución.
 Matrimonio in extremis: es aquel realizado estando un cónyuge enfermo,
produciéndose su muerte en los 30 días posteriores.
En principio no se reconocen efectos al mismo, pues se entiende que fue
realizado por interés. Sin embargo, si el matrimonio fue para regularizar una
situación de hecho (caso de concubinato), el mismo es válido.
 Continuación del alquiler: en caso de fallecimiento o abandono de la
propiedad de quien alquiló la misma, el otro concubino que vivía en el lugar
tiene derecho a continuar utilizándolo hasta la finalización del contrato, siempre
y cuando asuma las obligaciones que le correspondían a su pareja.
 Indemnización en caso de muerte del concubino: varios fallos han
reconocido la posibilidad del concubino de realizar un reclamo económico
cuando el fallecimiento de su pareja responde a un hecho ilícito (por ejemplo,
homicidio intencional, accidente, mala praxis médica).
 Beneficios previsionales: se reconoce derecho de pensión no sólo al viudo o
viuda incapacitado para el trabajo, sino también al concubino. Para eso se
exige que el fallecido se hallase separado de hecho o legalmente, o que haya
sido soltero, viudo o divorciado y hubiera existido aparente matrimonio durante
al menos 5 años anteriores al fallecimiento.
El monto se reparte en partes iguales entre el concubino y el cónyuge, pudiendo éste
perder el beneficio sino recibiera o hubiera reclamado alimentos en vida o en caso de
haber sido él declarado culpable en la separación.
La exigencia de convivencia se reduce a 2 años cuando hubieren nacido hijos de la
unión reconocidos por ambos convivientes.
La pensión
El derecho a pensión del conviviente en aparente matrimonio, dispone que tal
beneficio se reconoce a:
- La viuda o el viudo.
Tendrá derecho a la pensión la conviviente o el conviviente, en el mismo grado y orden
y con las mismas modalidades que la viuda o el viudo, en el supuesto que el causante
se hallase separado de hecho y hubiese convivido públicamente en aparente
matrimonio durante por lo menos cinco años inmediatamente anteriores al
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fallecimiento. El plazo de convivencia se reducirá a dos años cuando hubiere


descendencia o el causante haya sido soltero, viudo, separado legalmente o
divorciado.
El o la conviviente excluirá al cónyuge supérstite en el goce de la pensión, salvo que el
causante hubiera estado contribuyendo al pago de los alimentos, que éstos hubieran
sido reclamados fehacientemente en vida o que el causante fuera culpable de la
separación; en estos tres casos el beneficio se otorgará al cónyuge y al conviviente
por partes iguales.
El beneficio de pensión será gozado en concurrencia con:
a) Los hijos, solteros, las hijas solteras y las hijas viudas, estas últimas siempre que no
gozaran de jubilación, pensión, retiro o prestación no contributiva, salvo que optaren
por la pensión que acuerda la presente, hasta los dieciocho años de edad;
b) Las hijas solteras y las hijas viudas que hubieran convivido con el causante los diez
años inmediatamente anteriores a su deceso, que a ese momento tuvieran cumplida la
edad de cincuenta años y se encontraran a su cargo siempre que no desempeñaran
actividad lucrativa alguna ni gozaran de jubilación, pensión, retiro o prestación no
contributiva, salvo en estos últimos supuestos que optaren por la pensión que acuerda
la presente;
c) Las hijas viudas y las hijas divorciadas o separadas de hecho por culpa exclusiva
del marido que no perciban prestación alimentaria de éste, todas ellas incapacitadas
para el trabajo y a cargo del causante a la fecha de su deceso siempre que no gozaran
de jubilación, pensión, retiro o prestación no contributiva, salvo que optaren por la
pensión que acuerda la presente:
d) Los nietos solteros, la nietas solteras y las nietas viudas, estas últimas siempre que
no gozaran de jubilación, pensión, retiro o prestación no contributiva, salvo que
optaren por la pensión que acuerda la presente, todos ellos huérfanos de padre y
madre hasta los dieciocho años de edad.
La viuda, el viudo, la conviviente o el conviviente, en las condiciones del inciso 1º, en
concurrencia con los padres incapacitados para el trabajo y a cargo del causante a la
fecha de su deceso, siempre que éstos no gozaran de jubilación, pensión, retiro o
prestación no contributiva, salvo que optaren por la pensión que acuerda la presente.
La indemnización por ruptura de la relación
Dado que ninguna norma lo impone, la obligación de indemnizar a la concubina en
caso de ruptura, constituye una obligación natural.
Un pago realizado en concepto de reparación de daños materiales o morales que a la
mujer habrá de irrogar la ruptura por voluntad del hombre, será irrepetible; la
conversión de la obligación natural en civil, o las garantías que por aquella se presten,
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serán actos que quedarán firmes; no podrá pedirse la revocación o la reducción de lo


abonado, ya que no se trata de una donación
Indemnización por muerte del concubino
El concubino que se ha hecho cargo de los gastos de asistencia médica y funeraria del
otro concubino tendrá derecho a reclamarlo directamente contra el responsable de la
muerte.
Cabe preguntar si tiene derecho a reclamar indemnización por el daño consistente en
la privación de alimentos que regularmente recibía de su concubino, en caso de que
acredite que esto en los hechos sucedía. El debate sobre este tema no se ha agotado
en el ámbito de nuestra doctrina. Quines sostienen la tesis negativa señalan que la
concubina es una alimentaria de hecho y que la prestación con la que se beneficia, no
es un derecho subjetivo, regulado y protegido jurídicamente. En sentido contrario se
señala que el interés simple, aun cuando no esté asentado en una obligación
legalmente impuesta, determina la responsabilidad y obligación de indemnizar, si se
prueba un daño cierto, como es la efectiva prestación de alimentos que sucedía en los
hechos y su cesación por la muerte. En este sentido se ha orientado la jurisprudencia
en los últimos años.

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