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Gozos

1. Niño del pesebre, nuestro Dios y hermano,

Tú sabes y entiendes el dolor humano,

que cuando suframos dolores y angustias,

siempre recordemos que nos has salvado.

2. Oh, Luz de los cielos, Sol de eternos


rayos,

que entre las tinieblas tu esplendor veamos.

Oh Divino Niño, ven para enseñarnos

la prudencia que hace verdaderos sabios.

3. Del débil auxilio, del doliente amparo,

consuelo del triste, luz del desplazado.

Ven a nuestro mundo que sufre y anhela

un mundo más justo,


un mundo de hermanos.

4. Tu te hiciste niño en una familia

llena de ternura y calor humano.

Vivan los hogares, aquí congregados,

el gran compromiso del amor cristiano.

5. Bajaste del cielo, te hiciste un hermano,

para liberarnos de toda opresión.

Todos somos hijos del Padre celeste

y todos hermanos, familia de Dios.

6. El cielo y la tierra, el hombre y su Dios,

en tu amor de niño se integran los dos.

Gloria al Dios del cielo y paz a los hombres


es tu Buena Nueva: nuestra salvación.

7. Haz de nuestra Patria una gran familia,

siembra en nuestro suelo tu amor y tu paz.

Danos fe en la vida, danos esperanza

y un amor sincero que nos una más.

8. Tú eres nuestra vida, eres nuestro guía

y eres el camino que nos lleva a Dios.

Amándonos siempre te haremos presente,

mientras esperamos que vuelvas, Señor.

¡Ven, Salvador nuestro por quien suspiramos!

¡Ven a nuestro pueblo, ven, no tardes tanto!


Oración a La Virgen

Soberana María que por tus grandes virtudes


y especialmente por tu humildad, mereciste
que todo un Dios te escogiese por Madre
suya, te suplicamos que tú misma prepares
nuestros corazones para que tu Hijo pueda
nacer en nosotros.

Virgen María, Madre y Maestra de Comunión y Participación,


danos la capacidad de aceptar la voluntad de Dios para que en
cada hogar se dé el milagro de la encarnación de Jesús y así
podamos vivir, como hijos de un mismo Padre, el verdadero
espíritu de la Navidad. Que en esta Navidad contemplemos en
cada hermano y hermana al Niño de Belén a quien tú, como
Madre, ofreciste la ternura de tu amor.

Te invitamos, María Santísima, para que acompañes nuestro


caminar misionero en el proceso de Nueva Evangelización orando,
viviendo y celebrando el Sínodo Pastoral Diocesano, para construir
una sociedad más justa, solidaria y en paz, Amén.
Todos: Dios te salve, María...

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