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SABER AMBIENTAL

Sustentabilidad, racionalidad,
complejidad, poder

por
ENRIQUE LEFF

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0E�IO .RACI.\ A:\IBIE-'T.-\L Y DE. ARR U.O S\"STE1'TARI.E

erradicación de la p breza • mej ramicnto de b calida<l de \"ida


de la ma oría , fundado en el potencial que of r cc el apro\"echa­
mi nto su tentable · equitativo de su recur os naturalc (Leff, L..\ REAPROPIACió;-.; CIAL DE LA AT RA EZA*
1994c).
in embargo, la transición hacia un de arrollo u tentable no
e producirá por la fuerza de la necesidad o el in tinto de sobre­
vivencia de la ociedad. La hi toria ha mo trado ad nau eam y ad
mortem cómo la ideología , los intere es y el poder son capace
de burlar lo más elementale principios morale de convivencia 1.0 COSTO AMlllENTALES Y EL VALOR DE LA AT R.i\LEZA
pacífica de los hombres. E tos cambios no erán alcanzados sin
una compleja estrategia política, orientada por lo principios de La reintegración de la naturaleza en la economía nf renta el pro­
una ge tión democrática del desarrollo su tentable, movilizada por blema de traducir los costo de conservación y re tauración, a í
la reforma del estado y el fortalecimiento de la organizacione como los potenciales ecológicos en una medida homogénea de
de la sociedad civil. ,·alor, actualizahle y homologable con los precios de mercado. La
Ello implica una nueva ética y una nueva cultura política, que qdorización de los recursos naturale está sujeta a t mporalidade
irán legitimando los derechos culturales ambientales de los pue­ ec lógica de regeneración y productividad qu no corresponden
blos, constituyendo nuevo actore y generando movimientos so­ con los ciclos económicos; a imismo, lo valore interese ociale
ciale por la reapropiación de la naturaleza. que definen la significación cultural, las forma de accc o y lo
- ---... --.___ ___ ritmos de extracción y transformación de los recur os nalllrale
constituyen procesos simbólico y sociales,-de carácter extraeconó­
mico, que no se traducen, ni se reducen, a valore y precio del
· mercado.
No existe un instrumento económico, ecológico o tecnológico
capaz de calcular el "valor real" de la naturaleza en la economía.
Contra la pretensión de reducir los valores diver o del ambiente
a una unidad homogénea de medida, William Kapp (1983) advirtió
que en la evaluación comparativa de la racionalidad económica,
energética y ambiental, intervienen proce os materiale h terogé­
neo . Más aún, la economía se ha quedado sin una teoría del valor
capaz de contabilizar de manera racional, objetiva y cuantitativa
lo co to ambientales y el valor de lo recursos naturale . É to
clcpenclen de percepciones culturale , derechos comunalc e inte-
1e e ociale que e e tablcccn fuera del m rcado. A í, la interna­
lm,ción de 1 co to cológicos y de la condiciones ambientale
el la producción, implica la nece idad de caracterizar lo proceso
�ocialc qu d t rmin¡rn el valor de la naturaleza.

• T ·x10 dabo1 ado a p:u 1i1 del a, lÍ ulo ·¿oe quién e la naturaleza? obre la
í<"apro1u. ió11 social ele lo I e u1 os 11a1U1alc ·, Cauta Ecológica, 11ú111. 37, M�xico,
J\,. ·111, 1 nap, d,c1 ·mb, e de 1 95, pp. 58-61. na versión si111élica fu' publicada
en Formación Ambitntal, vol. 7, nú111 15, 1996.

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58 LA SO C I.·\L DE L.-\ NATl'R .·\LEZA L \ REAPROPIA C IÓN SOC IAL DE LA NATURAI.E Z.\ 59

La revaloración de la naturaleza que induce el ambienlalismo oc la carga desigual d e los costos ecológicos y sus efectos en las
emergente está reflejándose en la economía por la elevación de \'ari edades del ambientalismo emergente, inclu ye ndo los movi-
los precios d e los recursos y los costos ambientales. Sin embargo, mi e ntos de resistencia y justicia ambiental. La distribución ecoló-
el movimi e nto ambiental no sólo transmite los costos ecológicos gica designa "las asimetrías o desigualdades sociales, espaciales,
hacia el sistema económico como una resistencia a la capitalización le mporales en el uso que hacen los humanos de los recursos y
de la naturaleza; las luchas sociales para mejorar las condiciones servicios ambientales, comercializados o no, es decir, la disminu-
de sustentabilidad y la calidad de vida abren un proceso de reapro· ción de los recursos naturales (incluyendo la pérdida de biodiver-
piarión social de la naturaleza. El ambientalismo está planteando sidad) y las cargas de la contaminación" (Martínez Alier, 1997).
así, tanto la descentralización del proceso de desarrollo, como un En este sentido, la distribución ecológica comprende los proce-
descentramiento de las bases mismas del proceso productivo. En esta sos extraeconómicos (ecológicos y políticos) que vinculan la eco-
perspectiva, el desarrollo sustentable no se limita a hacer compa- nomía ecológica con la ecología política, en analogía con el con-
tible la conservación y el desarrollo, internalizando las condiciones cepto de distribución, que desplaza la racionalidad económica al
ecológicas para un crecimiento sostenido de la economía; también campo de la economía política. El conflicto distribucional introdu-
lleva a pensar el ambiente como un potencial para un desarro llo ce a la economía política del ambiente las condiciones ecológicas
alternativo, es decir, a construir un nuevo paradigma productivo de sobrevivencia y producción, así como el conflicto social que
que integre a la naturaleza y a la cultura como fuerzas productivas emerge de las formas dominantes de apropiación de la n a turaleza
(Leff, 1993). La naturaleza se convierte así en un medio de pro- y la contaminación ambiental. La distribución ecológica apunta
ducción, objeto de una apropiación social, atravesado por relacio- hacia procesos de valoración que rebasan la racionalidad econó-
nes de poder. mica en sus intentos de asignar y costos crematísticos al
En esta pel:spectiva, las condiciones ecológicas y comunales de ambiente, movilizando a actores sociales por intereses materi ales
la producción son el soporte de una nueva racionalidad productiva; y simbólicos (de sobrevivencia, identidad, autonomía y calidad d e
allí se entretejen de manera sinergética procesos de orden natural, vida), más allá de las demandas estrictamente económicas de em-
tecnológico y cultural para generar un potencial ecotecnológico que pleo y distribución del ingreso.
ha sido desconocido por el orden económico dominante. La sus- Frente a la economía convencional, que pretende internalizar
tentabilidad fundada en principios de equidad, diversidad y demo- las externalidades a través de la asignación de derechos de propi e-
cracia, abre perspectivas sociales más amplias que el simple rever- dad y precios a bienes y servicios ambientales, la economía ecoló-
decimiento de la economía a través del cálculo d e los costos de la gica reconoce la distribución económica (de la riqueza y del ingre-
preservación y la restauración ambiental. D e esta forma, el am- so) como determinante de la valorización de la naturaleza. La
bientalismo genera nuevas teorías y valores qu e cuestio nan la ra- catego ría de distribución ecológica incorpora así el conflicto ge-
cionalidad económica dominante, orientando la acción social hacia nerado por la desigual distribución de los costos ecológicos del
la construcción de otra racionalidad productiva, fund a da e n los crecimiento y su internalización a través de los movimientos socia-
pote nciales de la naturaleza y de la cultura . les en defe nsa del ambiente y los recursos naturales. Los conflictos
de distribución ecológica expresan de esta manera la politización
del ca mpo de las externalidades.
La distribu ción ecológica levanta pu es el velo economicista para
DISTRIBUCIÓN ECO LÓGICA Y JUSTI CIA AMBIEN!A L descubrir en la infravaloración ecológica y en la producción de
pobreza los mecanismos privilegiados que sostienen el orden eco-
La categoría d e distribuci ó n ecológica h a sido formulada para co m - nómico globali zad o; e n es te sentido, aparece como un concepto
pre nder las externalid ades ambienta les y los movimi e nto s sociales críti co d e la economía convencional y d e nun cia de sus estrategias
qu e emergen d e "conflictos distributivos"; es d ecir, para dar cuenta de domin ación ecológica y cultural. Sin e mbargo, no logra salir
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d el ce rc o d e la rac io nalid ad eco nómica. El ambiente es concebido cultura les y prinCIpiOS d e autogestión, es d ec ir, d e procesos qu e
como un costo d el proceso eco nómico, no como un potencial para ro mp en las r eglas del juego d el orden eco nó mico-ecológ ico esta-
un desarrollo alternati\'o. blecido, y sus form as de percepción y n egoc iac ió n d e la sustenta-
La noción de distribución ecológica representa un término con- bilidad. En este campo emergente de la ecología p o líti ca, el di sc urso
ciliador entre la ec onomía ecológica y la ecología política (en tre por la apropiación de la naturaleza, la autogestión d e la produ c-
una racionalidad económica y una racionalidad ambiental). De esta ción, la diversidad cultural y las identidades étnicas, d e fin e n más
manera, se concibe la apropiación excedentaria de biomasa de una claramente el campo del conflicto ambiental, qu e las categorías de
sociedad con relación a su producción biológica, o la disposición impacto , costo, deuda y distribución ecológica, qu e se esta blecen
de desechos contaminantes más allá de la capacidad de confina- dentro del discurso dominante de la globalización.
miento, absorción y dilución de su espacio ambiental, como una No obstante su valor simbólico para ecologizar y politizar a la
deuda ecológica; ello implica que ésta podría saldarse con una dis- economía, la categoría de distribución ecológica no romp e con los
tribución más equitativa de los costos y potenciales ec ológicos, o conceptos que fundan la racionalidad económica. El uso analógico
compensarse a través de movimientos de justicia ambiental dentro del concepto de distribución y su aplicación al campo d e las ex-
del orden económico prevaleciente. ternalidades no alcanzan a fundar un nuevo paradigma d e produc-
En el fondo, los "conflictos de distribución ecológica" emergen ción sustentable. No es un concepto que oriente la construcción
como consecuencia de la ' negación de la ecología dentro de la de una nueva racionalidad productiva y social fundada e n la diver-
racionalidad económica y de la apropiación d esigual de los recursos sidad cultural y los potenciales ecológicos, que elimine d es de la
ecológicos, los servicios ambientales y el espacio atmosférico; es base las causas de la insustentabilidad y la d esigualdad .
decir, resultan de un proceso de aproPiación destructiva, generada
por una racionalidad productiva antinatura. Ciertamente, los movi-
mientos de resistencia a la capitalización del orden d e la cultura
y los reclamos compensatorios por los daños a la naturaleza, son INCONMENSURABILIDAD, DIFERENCIA Y CAMBIO DE PARADIGMA
una respuesta a estas formas de inequidad e injusticia dentro del
orden económico, institucional y jurídico, dominante. Empero, el Considerando la imposibilidad de reducir los procesos ambientales
"ecologismo de los pobres", además de distinguirse por sus obje- a valores de mercado, que se desprende del principio de in co n-
tivos (lucha por la sobrevive ncia) de los valores posmaterialistas mensurabilidad, no pueden existir precios "ecológicamente correc-
(calidad de vida) de los ricos, plantea proyectos productivos y so- tos" sino tan sólo precios "ecológicamente corregidos" por indica-
ciales alternativos, donde toda lucha por la equidad y la justicia lo dores y normas ecológicas (Martínez Alier, 1995) . Las influe ncias
es a partir de principios de diversidad y diferen cia, de ' id entidad culturales, sociales e institucionales en la valorización de las exter-
y autonomía, y no de las transacciones y compensaciones estable- nalidades no se corresponden con ningún balance contable de
cidas por las reglas de valorización, negociaci ó n , complementación cos to-ben e ficio, ni es posible asignar tasas de descu ento para ac-
y distribución de la globalización económico-ecológica. tualizar prefere ncias y valorizaciones futuras .
La deuda ecológica contraída co n los país es pobres y los pueblos Ante la imposibilidad dti qu e la teoría ma rginalista incorpore
desposeídos a lo largo de quini entos años d e imp eriali sm o e co ló- las externalidades ambientales asignándoles prec ios, los movimi e n-
gico (Crosby, 1986), estab lece una brecha qu e no pu ed e colmarse tos so ciales ambi entalistas co ntribuye n a elevar los costos ecológi-
p o r la n egociación de térm in os justos de intercambi o y co mp e n- cos e n el cá lcul o eco nómico (Leff, 1985). Sin e mbargo , las limi ta-
sació n , o por el poder d e los movimientos d e ju sti cia a mbi ental. cio nes qu e imp o n en los m o vimientos d e resi stencia a la apropiación
H oy en día, las organizaciones indígenas y camp esin as reclam a n cap italista d e la na turaleza (y de la cultura), las acciones y nego-
la apropiación d e su patrimonio históri co d e rec urs os ecológi cos ciacio n es co mp en sa to ri as, y los movimientos p or la justicia am-
y culturales para conservarlos y transformarlos a través d e valores biental , difícilm ente podrían dar a las externaJidades ambientales
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su valor justo y real. Los p ob res son d es pos eídos y venden b ara to de los movimi e ntos an:bientalistas, y n o sólo el recla m o
sus recursos ambi e ntal es, pero la internalización d e los costos am- de \lna co mp ensació n eco n ó mica , la ob tenc ió n d e cu otas d e par-
bientales no habrá d e d arse como una "ecualización" d e los niveles ti cip ac ió n e n la toma de decisiones, y el diferir hac ia las ge n e ra-
de ingreso a escala mundial, sino por la eficacia de las estrategias ciones futuras la sustentabilidad d el plan e ta , d ond e las opciones
de poder d e los movimientos ambientalistas. están prefijadas y limitadas por los criterios e int e reses dominan-
Estas estrategias de poder -de resistencia y negociación-, emer- tes d e la globalización. Es e n es te orden prestablecido e n el qu e
gen de valores culturales y simbólicos, así como de inte reses sociales d efinen los conflictos ambientales globales, los proyectos de
y políticos que no permiten dirimir los conflictos ambientales en implementación conjunta, las compensaciones frente a deudas y
términos estrictamente económicos. En este sentido, afirmar que daños eco lógicos ya causa dos, conforme a las r eglas d e n egocia-
los movimientos sociales operan como un "mecanismo" que inter- ción de los centros financieros, empresariales y tecnológic os d o-
naliza los costos ecológicos llevándolos a su justo valor, resulta una minantes.
formulación sugerente, pero limitada. En realidad, no hay normas El campo conflictivo d e la ecología política desborda a un análisis
internas de la economía ni de la ecología que permitan zanjar la de "distribución ecológica" que acaba re mitiendo a un cálculo
cuestión de la justicia ambiental, ya qu e no son valores estricta- eco nómico. Más allá del problema de la inconm en surabilidad , el
mente económicos ni exclusivamente ecológicos los que definen conflicto ambiental abre un proceso de diferenciación d e fuerzas
los "costos" y los sentidos movilizadores en defensa d e la naturaleza y procesos. En la escena política están surgiendo nu evos movimi e n-
y la apropiación de los potenciales ecológicos. La legitimación y toS sociales que articulan la defensa del ambien te y los recursos
fu e rza de estos valores ambientalistas dependen de la formación co n sus luchas por la democracia, la autonomía y la autogestión.
de conciencias colectivas, la constitución de nuevos actores sociales El conflicto ambiental se plantea así en un campo estratégico y
y la conducción de acciones políticas, a través d e nuevas estrategias político heterogéneo, donde se mezclan inte reses sociales , signifi-
de poder en sociedades con democracias imp e rfectas, donde las cacion es culturales y procesos materiales qu e co n figuran diferen tes
conciencias ambientales son pervertidas por las formas de simula- ra cionalidades, donde "lo ecológico" pu ed e quedar subordinado
ción, cooptación y control de los poderes dominantes. (por razones estratégicas, tácticas e históricas) a d e ma nda s de au-
El "empoderamiento" (empowerment) de la gente como propuesta tonomía cultural y democracia política, como ejemplifican diferen-
para "distribuir el poder", resulta una formulación voluntarista y tes movimientos campesinos e indígenas e merge ntes en México y
vaga, que no permite comprender ni orientar los movimientos América Latina.
sociales de justicia ambiental, por la incorporación de principios La categoría de distribución ecológica resulta in es pecífica para
de equidad a las condiciones d e sustentabilidad. El poder no es compre nder los conflictos ambientales y ecológicos generad os por
un bien que pueda suministrarse y repartirse, sino una relación el impacto de la economía sobre el ambiente y la calidad d e vida
d e fuerzas que surge en la co nfrontación de intereses diferenciados. de la gente. Al mira r el conflicto socioambiental como un campo
La difer(a)ncia d e l p oder que se manifiesta como "esa discordia de lu ch as eco lógicas, distors ion a las relacione s qu e guarda la d e-
'activa' en movimi e nto, d e fuerzas difere ntes y de diferencia de fensa de "la eco logía" con las luchas p o r las autonomías culturales
fuerzas que opone Nietzsche a todo el sistema de la gramática y la democracia. O puede velar el carácter "ambiental" (y no me-
metafísica en todas p artes donde gobierna la cultura, la filosofía ramente ecológico) de un movimiento ciudadan o e n d e fe nsa d e
y la cie n cia" (Derrida, 1989:53), se expresa también en el ca mpo sus identidades colectivas, donde el problema d e distribución eco-
con fli ctivo d e 10 ambiental, fre nte al proyecto de unidad d el es ta- lógica (e ntre el us o privado y el uso comunitario d el ambiente) n o
do-nación y del mundo globali zado . se resuelve a través d e una negociación en torno a un con fli cto eco-
Lo que subyace a los conflictos d e di stribu ción eco lógica, son nómico-ecológ ico, co n criterios técnicos de impacto a mbi enta l y
es trategias de poder en torno a paradigmas sociales y racionalida- de cos to-be ne fi cio . En es te sentido, es tán emergiendo movimientos
des productivas alternativas. Esto es 10 qu e se manifi es ta en el soc ial es que integran la resis tencia cultural como defensa d e un
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estilo de vida , y la defensa del medio ambiente como un proceso l11á s allá de la imp osibilidad de encontrar un patrón d e medida
de reapropiación de su entorno y su patrimonio d e recursos na- co mún para costos y beneficios extraeconómicos. La confrontación
turales. entre racionalidad económica y racionalidad ambiental implica un
La noción de distribución ecológica en su trasposición analógica concepto más fuerte de inconmensurabilidad . Se trata , en un sen-
al campo de las externalidades no alcanza el esta tus de un concepto tid o kuhniano (Kuhn, 1962) de la oposición de paradigmas irre-
teórico: no llena en la economía ecológica el lugar que tiene la ductibles, en e! sentido que los valores y procesos ambientales son
distribución económica en la economía sraffiana o en la economía intraducibles a precios del mercado y a los códigos del capital. Más
marxista justamente por no ser consecuente con el principio de de las disimetrías y desigualdades de una economía ecologiza-
inconmensurabilidad. En este sentido, la categoría de distribución da , e! conflicto ambiental pone en juego la construcción de para-
ecológica reconoce los factores extraeconómicos que valorizan al digmas alternativos de desarrollo.
ambiente, pero no los capta en su especificidad: condiciones de Para ello será necesario producir los conceptos que permitan
conservación y productividad ecológica sostenible, significación aprehender los procesos que orientan la construcción de esa ra-
cultural de los recursos, estrategias de poder en la valorización de cionalidad ambiental, ante la globalización económico-ecológica,
las externalidades ambientales, procesos de reapropiación de la basada en principios de equidad social, diversidad cultural y sus-
naturaleza y de! proceso productivo. La crisis de la racionalidad tentabilidad ecológica. Ello implica nuevos principios de valoración
económica lleva, más allá de la refuncionalización y apertura de la de la naturaleza, nuevas estrategias de reapropiación de los pro-
economía ambiental hacia la ecología, a plantear estrategias de cesos productivos y nuevos sentidos que movilizan y reorganizan
poder frente a paradigmas alternativos, en los que el ambiente no a la sociedad .
sea tratado como una externalidad (o conflicto de distribución
ecológica dentro de! orden económico prevaleciente) , sino como
e! potencial de una nueva racionalidad productiva.
En este contexto, la inconmensurabilidad entre ecología y eco- EQUIDAD Y DIVERSIDAD CULTURAL
nomía no sólo implica la imposibilidad de establecer valores eco-
nómicos independientemente de la asignación de derechos de pro- El ambiente aparece como un sistema productivo fundado en las
piedad y de la distribución de! ingreso, y dar valores presentes a condiciones de estabilidad y productividad de los ecosistemas y en
inciertas contingencias futuras. El sentido de la inconmensurabili- los estilos étnicos de las diferentes culturas que los habitan. La
dad lleva a pensar la producción sustentable como un sistema ' articulación de procesos ecológicos, tecnológicos y culturales de-
complejo, integrado por procesos ecológicos, tecnológicos y cultu- terminan las formas de apropiación y transformación de la natu-
rales de distintos órdenes de materialidad, con diferentes espacia- raleza y generan una productividad eco tecnológica sustentable y
lidades, temporalidades y significaciones, que imprim en diferentes sostenible. Esta racionalidad ambiental no se construye de arriba
formas de valorización de! ambiente. hacia abajo, como un proceso de planificación que impondría a
La categoría de racionalidad ambiental inte rn a liza la in conme n- las comunidades y a las naciones las leyes de un nuevo orden
surabilidad de los procesos que la constitu ye n (p o ten cia l eco tec- ecológi co global. La construcción de este nuevo orden social está
nológico, diversidad étnica, significación cultural), co m o un prin- guiado p o r valores culturales diversos y se enfrenta a intereses
cipio epistemológico y político, rompiendo co n e! o rd en h o mo ge- soc iales con tra pu estos; en él se entretejen relaciones de poder por
neizante dominante, incluyendo los enfoqu es críti cos d e la eco n o- la reapropiac ión d e la na turaleza y por la aütogestión de los pro-
mía ecológica. La inconmensurabilidad d e es tos p rocesos no só lo cesos productivos .
se plantea como una dificultad d e tradu cir las va riables e n ergéticas Es en las comunidad es d e base y en el nivel local, dond e los
y ecológicas a medidas de m e rcad o. El prin cipi o d e in conme nsu- princip ios d el a m bie nta lis mo toman todo su sentido como poten-
rabilidad en el campo de la economía política del ambiente, va cial p roductivo, di ve rs id ad cultural y pa rticipación social, para la
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construcción de esta nueva racionalidad productiva . Est e proceso posibi lid ad de alcanzar la justi cia en términos de la co nm e n sura-
plantea el carácter específico e irreductible de los procesos m a te- bilidad de costos y la eq uivale n cia d e n eces idades , demandas y
riales, así como de las formas de significación cultural que definen derechos sobre los recursos, qu e se d efin en a través d e sen tid os
al potencial ambiental del d esa rrollo. No existe una medida cuan- culturales dive rs os y d e los intereses heterogén eos de grupos so-
titativa y homogénea que pueda englobar a es tos procesos difere n- ci:des que se expresa n en las lu ch as y estrategias p o r la apropiación
ciados, de los que depende la producción sustentable y sostenible de' la naturaleza.
de valores de uso, o que pueda dar cuenta de sus efectos en la La reapropi ación de la naturaleza plantea un principi o d e equi-
calidad de vida de la población, que se d efine por normas y valores dad en la diversidad (Grünberg, 1995); ello implica la autonomía
culturales diversos. cultural de cada comunidad, la autodeterminación de sus necesi-
La producción sustentable no se reduce a una medida de masa dades y la autogestión del potencial ecológico de cada región e n
y energía ni a un cálculo cuantitativo de valor-trabajo. El desarrollo es tilos alternativos de des arrollo. Estos procesos d efin en las con-
sustentable encuentra sus raíces en las condiciones de diversidad diciones de producción y las formas de vida de diversos grupos d e
ecológica y cultural para generar un paradigma de productividad la población con relación al manejo sustentable de su ambiente.
ecotecnológica sostenible, orientado a establecer un balance entre Los derechos de propiedad se definen como r es ultado de las es-
la formación neguentrópica de biomasa a través de la fotosíntesis trategias de poder y la eficacia d e los movimientos soci ales por la
y la producción de entropía generada por la transformación de apropiación de la naturaleza, en prá cticas alternativas d e uso d e
materia y energía en los procesos tecnológicos y metabólicos. Esos los rec ursos que dependen de condiciones culturales y sociales
procesos dependen de la preservación de los ecosistemas que sos- diferenciadas.
tienen la producción de recursos bióticos y servicios ambientales, De es ta manera, la equidad no puede ser d e finida p or un patrón
de la eficiencia energética de los procesos tecnológicos, de los homogé neo de bienestar; no depende solamente d e la re partición
procesos simbólicos que subyacen a la valorización cultural de los del acervo de recursos disponibles y de la distribución d e los cos-
recursos naturales, y de los procesos políticos que determinan la tos de contaminación del ambiente global. Desde la p ers p ectiva
apropiación social de la naturaleza. de un a racionalidad ambiental, los objetivos d e equidad y d e sus-
El principio de equidad es indisociable de los objetivos del de- ten tabilidad implican abolir el dominio del mercado y del estado
sarrollo sustentable, y más que un compromiso con las generacio- sobre la autonomía de los pueblos, generando condiciones p ara la
nes futuras se plantea como una cuestión d e solidaridad intrage- apropiación de los potenciales ecológicos de cada región, m edia-
neracional, que implica tanto la distribución de los costos eco- dos p or los valores culturales y los intereses sociales d e cada co-
lógicos, como el acceso de los grupos sociales ac tuales a los recursos munidad.
ambientales del planeta. La cuestión qu e plantea el proceso de
reaproPiación social de la naturaleza, rebasa el abordaje de la equidad
como un problema de distribución ecológica; es d ecir, como una
repartición más justa d e los costos d e la d egra d ación y con tamina- DERECHOS COLECTIVOS, DEMOCRACIA AMBIENTAL Y APROPIACIÓN DE
ción ambiental, una mejor evaluación del acervo de recursos d en tro LA l\AT URALEZA
d e las cuentas na cio nales y una m ejor di stribu ción del ingreso .
La cuestión d e la equidad e n la reapropiación d e la naturaleza Más all á d e los valores del conservacio ni sm o y el biocentrismo, el
n o se limita a resolver los confli ctos ambientales a través d e una ambientalismo se d efin e por principios d e equid ad , su ste ntabili-
evaluación de los cos tos y beneficios d erivad os de las formas ac- dad , autoges tión y democracia. Las lu cha s de las co-
tuales d e explotación y uSQ de la natural eza, o por la asignación munida d es indíge nas y ca mpesi n as, así como del urbani smo popu-
de "precios justos", de derechos d e propi edad y d e formas adecua- lar, está n asociand o los nuevos d erech os culturales co n reivindica-
das de uso d e los recursos. La democracia ambiental cuestiona la ciones por el acceso y la apropiación de la naturaleza en los qu e
68 L.\ REAPROPI.\ CIÓ1\ SOCI.\L DE LA NATURALEZA
1.\ RL\ PR O PI.\ C ¡ ó :-.: SOCIAL DE LA 1\ATURALEZA 69
subyacen es trategia s de poder, valores culturales y prác ticas pro-
ductivas alternativas. A los nu evos d erechos culturales y ambien- Frent e a la d es posesión y margina ción de grupos mayoritari os
tales se están incorporando demandas para autogestionar las con- de la población, la ineficacia del estado y la lógica del m ercad o
diciones d e producción y los estilos de vida de los pueblos. Ello p;lra proveer los bie nes y servicios básicos, la sociedad emerge
implica un proceso de reapropiación de la naturaleza como base recb mando su derecho a participar en la toma d e decisiones d e
de su sobrevivencia y como condición para generar un proceso J.IS po líticas públicas y en la autogestión de los recursos productivos

endógeno y autodeterminado de desarrollo (Moguel, Botey y Her- que afectan sus condiciones de existencia. Estos movimi entos se
nández, 1992). fortaleciendo con la legitimación de las luchas sociales por
Las condiciones de existencia de las comunidades dependen de la democracia.
la legitimación de los derechos de propiedad sobre su patrimonio En el terreno del ambiente, los nuevos derechos humanos están
de recursos naturales, de sus derechos a preservar su identidad incorporando la protección de los bienes y servicios ambientales
étnica y su autonomía cultural, para redefinir sus procesos de comunes de la humanidad, así como e! derecho de todo ser humano
producción y sus estilos de vida. En este sentido, los nuevos dere- ;¡J desarrollo pleno de sus potencialidades; poco a poco , las luchas
chos indígenas y ambientales van cuestionando y transformando de las comunidades por sus autonomías locales y regionales van
la norma establecida por el sistema de regulación jurídica de la reivindicando el derecho a sus recursos naturales . A los nuevos
sociedad, para dar cauce a nuevas demandas sociales y nuevas derechos culturales (espacios étnicos, lenguas indígenas, prácticas
utopías. Las reivindicaciones de los grupos indígenas, en sus luchas culturales) se están integrando demandas políticas y económicas
por la dignidad, la autonomía, la democracia, la participación y la de las comunidades, que incluyen el control colectivo de sus r e-
autogestión, van más allá de los reclamos de justicia en términos cursos, la autogestión de sus procesos productivos y la autodeter-
de una mejor, distribución de los beneficios derivados del modo minación de sus estilos de vida. Estos nuevos movimientos sociales
de producción, el estilo de vida y el sistema político dominantes . están redefiniendo derechos de propiedad y formas concretas de
Ello nos lleva a preguntarnos: ¿de quién es la naturaleza? ¿Quién acceso, posesión, apropiación y aprovechamiento de los recursos
otorga los derechos para poblar el planeta; para explotar la tierra naturales.
y los recursos naturales, para contaminar el ambiente? ¿Estos de- La conservación y manejo de la biodiversidad se está convirtien-
rechos son decision es que se legitiman y (con)descienden de las do en un caso paradigmático de la contraposición de intereses en
alturas de! poder sobre la gente como la fatalidad de una ley na- . la apropiación de la naturaleza. Las estrategias de las empresas
tural, o es la movilización de los pueblos la que transforma las transnacionales de biotecnología para apropiarse la riqueza gené-
relaciones de poder para redistribuir los costos ecológicos, reapro- tica de los recursos bióticos se opone a los derechos de las pobla-
piarse los potenciales de la natural eza, fundar nuevos paradigmas ciones indígenas de los trópicos sobre su patrimonio histórico de
de desarrollo y construir nu evas utopías? recursos naturales. Esta cuestión no podrá resolverse a través d e
La reapropiación de la naturaleza trae nu evamente al escenario una compensación económica, por la imposibilidad de contabilizar
social la cuestión de la lu cha de clases; n o sobre la a propiac ión de el valor económico "real" de la biodiversidad (resultado de siglos
las fuerzas productivas industrializadas, sino de lo s medios y las de coevolución) a través del tiempo de trabajo invertido en la
condiciones naturales de la produ cc ión . Pero a diferencia de la preservación y producción del material genético, del valor actual
apropiación d e los medios d e produ cción y d e las fu erzas natura- de merca d o de sus productos, o de su futuro potencial económico.
les dese ncadenadas por la te cnología , el amb ientalism o plantea la El a provechamiento de la biodiversidad plantea un dilema: la
apropi ación d e la natural eza d e ntro d e un nu evo co ncepto de apropiación d e la natu raleza por e! capital a través de los derechos
produ cción -fundado en los poten ciales eco lógicos, tecnológicos de propiedad intelec tu al, o la legitimación de los derechos de los
y cu lturales- qu e orienta es trategias alternativas de uso d e los pueblos indígenas sobre su patrimonio de recursos naturales y
recursos . culturales, efec to d e la evolución biológica y de las formas cultural es
de se lecc ión d e es p ecies y uso d e los recursos (Hobbelink, 1992;
70 LA REAPROPIACI Ó N SO C I.-\L DE LA NAT U RALE ZA [..-\ REAPROPIA C IÓN SO C IAL DE LA NAT URALEZA 71

Martínez Alier, 1994) . En este sentido, los pueblos d e las florestas ¿.(oica)- Los movimientos rurales emergentes no sólo se unifican
amazónicas han planteado su derecho a autogestionar sus reservas cn su rechazo a las políticas neoliberales que generan explotación
extractiYistas; en México, el establecimiento de la Reserva Campe- cconómica, marginación política, segregación cultural y degrada-
sina de Biodiversidad de Los Chimalapas está conduciendo a las ci ón de la naturaleza. No luchan tan sólo por una mayor equidad
comunidades a luchar por la regularización de la propiedad de sus \ participación dentro del orden establecido, sino por constmir
tierras y a ejercer un control efectivo sobre el uso de sus recursos . un nuevo orden social; por una reforma del estado que incluya a
La inscripción de las comunidades indígenas y campesinas en el los pueblos indios en condiciones de igualdad, lo que significa
marco de la globalidad está generando importantes luchas de re- reconocer sus identidades étnicas y sus derechos culturales (Gon-
sistencia y un proceso de reubicación en el mundo de la globali- záIez Casanova y Roitman, 1996; Leff, 1996b).
zación. Esto está llevando a la constitución de nuevas identidades Estas luchas sociales por la democracia movilizan la construcción
y su traducción en una fuerza política (Escobar, 1997a). de un nuevo orden político y un nuevo paradigma productivo.
En este sentido, los pueblos indígenas y las comunidades rurales Aunque este germen ambientalista no siempre se trasluce en las
están resignificando el discurso de la democracia y de la sustenta- estrategias discursivas de los movimientos populares emergentes
bilidad para reconfigurar sus estilos de etnoecodesarrollo. Esto -centrados en luchas por la dignidad y la autonomía de las comu-
está desencadenando movimientos inéditos por la reapropiación nidades indígenas y campesinas; por la democracia como condición
y autogestión productiva de la biodiversidad, del hábitat en el que para la reapropiación de sus medios culturales y ecológicos de
ha coevolucionado la cultura de estas comunidades a lo largo de producción-, muchos de ellos empiezan a expresar demandas por
la historia, y donde habrán de definir sus proyectos futuros de la revalorización de sus prácticas tradicionales de uso de los recur-
vida. sos, por la autodeterminación de sus condiciones de vida y por la
autogestión de sus procesos productivos, dentro de sus reivindica-
ciones de autonomía cultural (Instituto Indigenista Interamerica-
no, 1990; Díaz Polanco, 1991; Torres, 1997; Gómez, 1997).
AUTONOMÍA, AUTOGESnÓN y DEMOCRACIA En esta perspectiva, el desarrollo sustentable va más allá del
propósito de capitalizar la naturaleza y de ecologizar el orden
Las posibilidades de erradicar la pobreza y mejorar la calidad de económico. La sustentabilidad ambiental implica un proceso de
vida de las poblaciones indígenas y campesinas, dependen de las socialización de la naturaleza y el manejo comunitario de los re-
condiciones de acceso, manejo y control de sus recursos produc- cursos, fundados en principios de diversidad ecológica y cultural.
tivos. Así, el principio de gestión participativa de los recursos se En este sentido, la democracia y la equidad se redefinen en térmi-
integra a luchas emergentes por una democracia desde las bases. nos de los derechos de propiedad y de acceso a los recursos, de
Esta democracia en el proceso productivo, va más allá de la d e mocracia las condiciones de reapropiación del ambiente.
formal y representativa; apunta hacia una reapropiación d e los Las luchas de las sociedades campesinas e indígenas se están
recursos naturales y hacia la gestión colectiva de los bi'e n es y ser- renovando en esta perspectiva ambientalista. Hoy, la lucha por sus
vicios ambiental es de las comunidades. id entidades culturales, sus espacios étnicos, sus lenguas y costum-
En este sentido, algunos de los nuevos movimi e ntos sociales en bres, están e ntre tejidas con la revalorización de su patrimonio de
las áreas mrales de Améri ca Latina expresan d e m a nd as m ás allá rec ursos na tural es y culturales. Buscan así recuperar el ambiente
de las reivindicaciones tradicionales en la es fe ra econ ó mi ca (p o r qu e h an h abitad o y do nde se han desarrollado históricamente,
el empleo , mejores salarios y un a m ejor di stribu ció n d e la ri qu eza ), para reapropiarse su p o tencial productivo y orien tarlo hacia el
o en la esfera p o lítica (p o r un a m ayor p a rti cip ació n en la to m a d e mejorami ento d e su calidad de vida y de sus condiciones de exis-
d ecisiones y de pluralidad en la política de los partidos), o en la tencia, d e finida s p o r su s valores culturales y sus identidades étnicas.
esfera cultural (por la d e fensa d e valores culturales y la diversidad
f 1. CO :-; C EPTO DE R,\ C IO NALlD .\D 11 5

9
co mportami e nto económico en la lógica d e lo vivo o e n inte rnalizar
- co mo un conjunto d e normas- las condiciones de sustentabilidad
EL COi\CEPTO DE RACIONALIDAD AMBIENTAL*
eco lógica en la dinámica d el ca pital. Las co ntra di ccio n es e ntre la
racionalid ad eco lógica y la racionalidad capitalista se dan a través
d e una confrontació n de diferen tes valores y p ote n cial es, arraiga-
d os en esferas in sti tu cional es y en p aradigmas d e conocimie nto, a
través d e procesos d e legitimación, que e nfren tan a diferentes
El proceso civilizatorio de la modernidad se ha fundado en prin- clases, grupos y ac tores sociales.
La lógica de la unidad económica campesina y el es til o étnico
cipios de racionalidad económica e instrumental que han mold ea oo
d e una cultura, r e miten a racionalidades soc iales constituidas como
las diversas esferas del cuerpo social: los patrones tecnológi cos, las
siste mas complejos de ideologías-valores-prácticas-comportamien-
prácticas productivas, la organización burocrática y los aparatos
tos-accion es, que son irredu ctibles a un a lógica unificadora. En
ideológicos del estado. La problemática ecológica cuestiona los
este se ntido , la racionalidad ambiental n o es la expresión de una
costos socioambientales derivados de una racionalidad producti va
lógica, sino el efecto de un conjunto d e intereses y d e prácticas
fundada en el cálculo económico, en la eficacia d e los sistemas de
sociales que articu lan órde n es material es diversos, que dan sentido
control y predicción, en la uniform ación d e los comportamientos
y organizan procesos sociales a través de ciertas reglas, medios y
sociales y en la eficiencia de sus medios tecnológi cos. La cuestión
ambiental plantea así la necesidad d e introducir reformas demo- fines socialm ente construido s. Estos procesos es pecifican el ca mp o
cráticas al estado, d e incorporar normas eco lógicas al proceso eco- d e las contradicciones y relaciones entre la lógica del cap ita l y las
nómico y d e producir nuevas técnicas para co ntrol ar los efectos leyes biológicas; entre la dinámica d e los procesos ecológicos y las
contaminantes y disolver las e xte rnalid ades socioambie ntales ge- transformac iones de los siste mas socioambientales. .
neradas por la lógica del capital. Más allá de la posible ecologización del orden social, la resolu-
ción de la problemática a mbiental y la construcción d e una racio-
Mas allá de es tos propósitos normativos, el concepto d e ambien-
te abre nuevas p ers p ec tivas al pro ceso de desarrollo , sobre nuevos nalidad ambiental que oriente la transición hacia un d esarrollo sus-
principios éticos y potenciales ecológi cos, planteand o un a trans- te ntable, plantea la movilización de un conjunto d e procesos so-
form ac ión d e los procesos eco n ó mi cos, políticos, tecnológi cos y ciales: la formación de una conciencia ecológica; la planifi cación
ed u ca tivos p ara cons truir un a racio n alidad social y pro ouctiva al - transectonal de la administración pública y la p articip ació n de la
ternativa. El di scurso ambientalista -aun en sus forma s menos soc iedad en la gestión de los recursos ambie ntal es; la reorganiza-
radical es, or ien tadas a refuncionalizar el orden econ ó mi co domi- ción interdisciplinaria del saber, tanto e n la producción co mo en
nante mediante la in co rp oración de normas ecológicas y la a pli ca- la aplicación de conocimientos. La posible desconstrucción d e la
ción de nu evos instrumentos económicos-, moviliza un conjunto racionalidad capitalista y la construcción de una racionalidad am-
de cambios sociales y tran sformaciones instituciona les para int e r- bi e ntal , pasa pues por la confrontación de intereses opuestos y por
nalizar las bases e cológicas y so ciales d e un d esarroll o suste nt a ble . la concertación d e objetivos comunes de diversos actores sociales .
Desde la perspectiva ambi e ntal d el d esarroll o suste nta ble, las Toda racionalidad social arti cula un siste ma d e teorías y con-
contrad icciones entre la lógi ca del capital , lo s procesos eco lógicos ceptos, d e n o rm as jurídicas e instrum e ntos técnicos, d e significa-
y los sistemas vivos no resultan de la op os ició n d e d os lógicas cio n es y valo res culturales. De es ta manera, op e ra a través de una
abstra ctas contrapue stas; su solució n n o co n siste en sub su m ir e l racio n alidad teórica, instrum e n ta l y sustantiva, establecie ndo cri-
terios y legitimando accio n es d e los agentes so cial es. La catego-
ría d e rar:ionalidad ambiental integra los prin cipios é ti cos, las ba-
* Text o re da ctado ;¡ partir de Ull artículo publicado en Formación Ambiental,
ses mate ,-iales, los instrum e n tos l y jurídi cos y las acciones
vo l. 4, núm. 7, 19'J:{.
orienta das h ac ia la gest ión d e mocráti ca y sus te n tabl e del d e sarro-
[114]
[L CON C EPTO DE RA CIONALIDAD .-\ MBIEN TAL 117
EL CONCEPTO DE R.-\ C IONALlD.-\D AMBIENTAL
116
En el desarrollo de la racionalidad capitalista , la ¡nacionalidad se co nvi e rt e
110; a su vez, se convierte en un concepto normativo para analizar en ra zólI: razón com o d es arrollo fr e n é tico de la pro du ctividad, co m o con-
la consistencia de los principios del ambientalismo en sus form a- quista d e la naturaleza, co m o in cremento de la riqueza de bien es; pero
ciones teóricas e ideológicas, de las transform acion es insti tuciona- irracional , porque la a lta produ cción , e l dominio de la naturaleza y la
les y programas gubernamentales, así como de los movimi e ntos riq u eza so cial se convierten en fuerzas destructivas [Marcus e, 19 68/ 1972].
sociales, para alcanzar estos fines . En este sentido, la categoría de
racionalidad ambiental funciona como un concepto heurísti co qu e La racionalidad ambiental incorpora un co njunto de valores y
orienta y promueve la praxeología del ambientalismo y qu e al criterios que no pueden ser eva luad os en términos del modelo de
mismo tiempo permite analizar la eficacia de los procesos y las raciona lidad económic a, ni reducidos a una medida d e m ercado .
Sus principios constituyen una estrategia conceptual qu e orienta
acciones "ambientalistas".
La racionalidad ambiental se construye y concreta en un a inter- la realización d e los propós itos a mbientales, frente a los constre-
relación permanente entre teoría y praxis. La cuestión ambiental, ñimientos que la institucionalización del mercado y la razón tec-
incluida su problemática gnoseológica, surge en el terren o práctico nológica imponen a su proceso de construcción .
de una problemática social generalizada qu e orienta el saber y la La racionalidad ambiental se construye m ediante la arti culación
investigación hacia el campo estratégico del poder y d e la acción de cuatro esferas de racionalidad:
política. Así, la categoría de racionalidad ambiental no sólo resulta a] una racionalidad sustaQ.tiva¡ es decir, un sistema axiológico
útil para sistematizar los enunciados teóricos del discurso ambien- que define los valores y objetivos que orientan las acciones sociales
tal; también sirve para analizar su potencial y coherencia en su para la construcción de un a racionalidad ambiental (v. gr. sus ten-
expresión en el movimiento ambientalista, en la dialéctica que se labilidad ecológica, equidad social, diversidad cultural, dem ocracia
establfce entre el poder transformador del concepto al "incorporar política);
las condiciones de aplicación del concepto en el sentido mism o b] una racionalidad teórica, que sistematiza los valores d e . la
del concepto" (Bachelard, 1938/ 1948:73).1 En este sentido, la cons- racioñifidad sustantiva y los articula con los procesos ecológicos,
trucción de una racionalidad ambiental depende de la co nstitución culturales , tecnológicos, políticos y económicos que constituyen
de nuevos actores soc\ales, qui ene s objetiven a través d e su movi- las condiciones materiales , los potenciales y las motivaciones que
lización y concreten en sus prácticas los principio s y potenciales sustentan la cons trucción de una nueva racionalidad social y pro-
ductiva; .
del ambientalismo.
La racionalidad capitalista ha estado asociadaa una racionalidad e] una racionalidad instrumental, que produce los vínculos téc-
científica y tecnológica qu e busca incrementar la ---ca p ac idad d e nicoS; funCionales y operacionales entre los objetivos sociales y las
certidumbre, predicción y control sobre la realidad , asegurando bases materiales del desarrollo sustentable, a través de un sistema
una eficacia creciente entre medios y fines . El saber ambiental de medios e fi caces ;
cues tion a la racionalidad científica como instrume nto de domina- d] una racionalidad cultural -entendida com o un sistema singu-
ció n de la naturaleza y su pretensión d e disolver las externalidades lar y diverso d e slgI1lhCaClOnes qu e no se someten a valores homo-
del sistema a través d e una gestión racional del proceso d e desa- géneos ni a una lógica ambiental general-, que produce la identi-
rrollo . En este sentido, Marcu se advirtió que: dad e integridad de cada cultura, dando coherencia a sus prácticas
soc iales y productivas en relación con las potencialidades de su
entorn o geográfi co y d e sus re cursos naturales .
1 "Ese racionalismo dialéc tico no puede ser auto máti co ni pu ed e ser de insp i-
ración lógica: es preciso que sea cu ltural , es d ecir, qu e n o se elabo re en el secr e to
de un despach o, en la meditación de posibilidades má s o m e n os eva nesce nt es d e
una mente personal. Es ne cesario qu e el racionalista [ ... ] se in struya so bre la
evolución d e la ciencia human a ; es necesario, p or consigu iente , qu e acepte una ,rj
larga pre paració n para recibir la problemáti ca de su tiemp o" (Bac hel ard, 1973 :60).
11 8 EL CO N C EPTO D E RA C I O:\Al.ID ..\ !) AMIHENTAL
u . CO " CE I'TO DE RA C I O :\ ..\L1D ..\D AMIII EN T.-\L l 19

RACIONALIDAD AMBIENTAL SUSTANTIVA \ imi entos sociales , con el fin d e ir construyend o nu eva s relaciones
d e producc ió n )' nuevas fu erzas produ cti\·as pa ra un desarro ll o
El discurso ambiental está conformado por lln conjunto d e va lo- sustentable.
res que dan nuevos fundamentos y r eorie ntan el proceso d e d esa-
rrollo. Estos principios éticos y teóricos pued e n resumirs e en los
siguientes:
1] fomentar el ple no desarrollo de las capacidades (produc tivas, RAC IONALIDAD AMB IENTAL TEÓR ICA
afectivas e intelectuales) de todo ser humano, satisfacer sus nec e-
sidades básicas y mejorar su calidad de vida; La racionalidad ambiental n o puede definirs e tan sól o e n términ os
2] preservar la diversidad biológica del plan e ta y r es p etar las d e su racionalidad sustantiva (qu e sub ordina la realid ad a los va-
identidades culturales de los pueblos; lores), sino que d ebe fundarse en procesos m a terial es qu e dan
3] conservar y potenciar las bases ecológicas de suste ntabilidad soporte a los va lores cualitativos que orientan la reco nstru cció n
del sistema de recursos naturales como condición para un d esa- d e la reali dad y de nu evos esti los de d esarroll o. Estos prin cipios
rrollo sostenible; ge nerales h an orientad o la elaboración de una teo ría crítica de la
4] preservar el patrimonio de los recursos naturales y culturales producción y del desarrollo sustentable .
-incluyendo los saberes autóctonos y las prácticas tradicionales d e El concepto d e racionalidad ambienta l constitu ye así una cate-
las comunidades- por sus valores intrínsecos y cultu rales, y no go ría crítica para la construcción de una ra cionalidad productiva
sólo por su valor en el mercado; alternativa. Al dar congruencia a los postulados y prin cipios am -
5] arraigar el pensamiento de la complejidad en nu evas formas bientales, p e rmite activar un conjun to de procesos ma terial es y
de organización social y productiva, integrando procesos de dife- d esencadenar las si n ergias d e sus co mpl ejas ar ti culaciones, dand o
rentes órdenes d e materialidad y racionalidad; '"
soporte a nuevas estrategias productivas fundadas en lo s poten cia-
6] construir estilos alternativos d e desarrollo a partir del po- les d el ambiente.
tencial ambiental d e cada r egión - del sistema complejo de recursos De all í emerge un nuevo paradigma de producc ión , fundado en la
ecológicos, tecnológicos y culturales- y de las identidades étnicas arti culación d e niveles de productividad ecológica, cultural y tec-
d e cada poblac ión; no lógica, d e ntro de un proceso prospectivo y dinámico qu e ori e nta
7] distribuir la riqueza, el ingreso · y el poder, a través de la las prácticas científicas, tecnológicas y culturales . Se plantea así la
descentralización económi ca, la gestión participativa y la distribu- arti culación d e un sistema de recursos natural es con un sistem a
ción d emocrática d e los recursos ambientales de cada región ; tecn o lógi co apropiado y con sistema s culturales, qu e dan soport e
8] atend er las n ecesidades y aspiraciones de la población desd e ma terial y se ntidos diferen ciados a la co nstru cc ió n d e ecosistem as
sus propios intereses y contextos culturales; produ ctivos integrados a las fu erzas pro du ctivas ya las rel ac ion es
9] erradicar la pobreza y la guerra, estableciendo medios pací- soc iales, po líticas y ec onó mi cas d e dife re ntes fo rm acio nes soc ioa m -
ficos para dirimir los confli ctos ambientales ; bientales.
10] fortale cer los d erechos d e autonomía cultural , la cap acidad La rac io nalidad teóri ca ambi e ntal sistem atiza los p ost ula d os d el
d e autoges tión d e recursos naturales y la autodete rmin ació n tec- disc urso ambi e nt alista y d a coh erencia a la orga ni zac ió n d e los
nológica d e los pueblos. d ifere ntes p rocesos n aturales y soc iales q ue co n stitu ye n el so p o rt e
Estos principios y valores deben ser sistematizados y operacio- mater ial de un a nueva racio nalid ad prod u cti va, co n tras tabl e e n sus
nalizados, a través de teorías, métodos y políticas qu e los arti culen es pacios de a pli cació n , con las p rácticas p ro du ctivas d e rivadas d e
con sus bases materiales (movi lización d e procesos naturales, tec- la lógica d el m ercad o y d e la razón tecnológica. De es ta fo rm a, la
no lógicos y sociales), con la promoción de programas científi cos, raciona li dad teórica genera criterios para eva lu ar p royectos yes ti-
es trategias políticas, instrum e ntos técnicos , normas jurídicas y mo- los alte rn ati vos d e d esarro ll o.
120 EL C ON C EPTO DE RA C I O N .\LlD .\D AMBI ENT A L EL CO:\CEPTO DE RA C I O :\ .·\LlO .-\O
121

RACION .-\LIDAD AMBIENTAL INSTRUMENTAL d e su co h ere n cia teórica, p e ro a l m ism o ti e mp o es un ele m e nt o


d e su efi cac ia téc ni ca .
El desarrollo sustentable fundado en los principios d e rac ion alid ad Los sab e reS téc ni cos y las prác ti cas tra di cio n ales so n pa rte indi -
amhiental, incorpora valores culturales y procesos ec ol ógicos qu e soc ia bl e d e los va lo r es cultu ra les d e dife re nt es fo rm ac io n es soc ia-
son inconmensurables e irreductibles al cálculo e con ó mi co y a la les; co n stitu ye n r ec ursos pro du cti vos para la co nse r vació n d e la
eficiencia tecnológica . Empero, el logro de sus propósitos n o escap a na tural eza y ca p acidad es pro pias p a ra la autoges ti ó n d e los r ec ursos
a la necesidad de generar medios adecuados a sus fines. La inte r- d e ca d a co munida d . De es ta m a n e ra sa ti sfa ce n sus n eces idad es
nalización de estos principios ambientales en la organizaci ó n social
y productiva requiere instrumentos técnicos, ordenamiento s jurí-
,. bás icas y o rientan su d esa rro ll o d entro d e es til os é tni cos y formas
dive rsas d e significació n cultural.
dicos, arreglos institucionales y procesos de legitimación, qu e tra-
duzcan los propósitos del desarrollo sustentable en acciones, pro-
gramas y mecanismos que den eficacia a sus objetivos .
La puesta en práctica de los principios del desarroll o suste ntabl e R.-\C IONA LID AD AMBI ENTAL/ RAC IONALIDA.D C APITALISTA
plantea la necesidad de elaborar nuevos instrumentos p ara impl e-
mentar los proyectos de gestión ambiental: inventarios y m é to dos La co ns tru cc ió n d e un a racio n ali dad a mbi e ntal res ulta de un co n -
de evaluación de las cuentas del patrimonio d e recurs os n a tu ral es ju n to d e p rocesos qu e integra n diferentes "esferas d e rac io n ali-
y culturales (CEPAL, 1991 ; Sejenovi ch y Gallo Mendoza, 1996); in- dad". Es tos procesos va n legitima ndo la to m a d e d ecision es, d a nd o
dicadores sobre el potencial ambi ental, el d esarrollo hum a n o y la fun cio n alid ad a sus o p e ra cio n es prác ti cas y efi cacia a sus p rocesos
calidad de vida; métodos de evaluación d e impa cto a mbi e n tal. Esta pro du cti vos. El co n cep to d e racio n alida d co n ec ta los procesos "su-
racionalidad técnica o instrumental incluye la pro du cció n d e eco- peres tru ctu rales" d e la razó n , co n la racio nalidad d e los p rocesos
técnicas y tecnologías "limpias", así como los o rd e n am ie ntos j urí- que con s titu ye n la b ase pro du ctiva _ De es ta fo rm a, e n las prácti cas
dicos, los instrumentos económicos y los arr eglos institu cio n ales de apropiació n y tra n sfo rm ació n d e la n a tura leza se co nfron tan y
que conforman los medios e fi caces para la ges ti ó n a mbi en tal. Pero am alga m a n difere n tes r acio n alid ad es : la ra cio n alid ad capi ta lista de
también forma parte d e esta esfera d e ra ci o n alid ad la efi cacia d e uso d e los r ec ursos; la racio n alid ad ecológica d e las prácticas p ro-
las estrategias de pod e r que movilizan a ·los actor es soc iales para du ctivas; la rac io n alid ad d e los es til os é tni cos d e uso d e la nat u-
promover los cambios políticos y sociales que p e rmi ta n la e m e r- ra leza.
ge n cia y operatividad d e esta racionalida d ambi e n tal. La racio n alid ad capitali sta no se co mbate ta n só lo con los valores
de una n u eva ecosofía -de la "ecología pro fu n d a" (Naess y Ro-
thenberg, 1989; Devall y Sessio n s, 1985) o de la fil oso fía d e la
eco logía social (Boo kchi n , ] 989, 1990). La d esco nstru cc ió n d e la
RAC IONALIDAD CU LTURAL raciona lid ad capi ta lista requiere la construcción de otra raciona li-
dad socia l. Es desd e ese lugar de externa li dad y margina li dad qu e
Los prin cipi os d e racio n alidad a mbie ntal ll evan a concebir a la le as igna la raciona lidad económica desd e dond e el parad igma
soc ied ad nacio n al com o un es ta d o multi é tni co qu e integra diversas ambiental proyec ta sus jui cios é ticos, sus valores cultura les, sus
o rga ni zacio n es comunita ri as e ide ntida d es cul tura les. En es te sen- pote n ciales productivos, sobre los efectos d e la produ ctividad y el
ti d o, el d esarro ll o suste ntable d e b e in tegrar a las d ife re ntes fo r- cálc ul o eco n ó mi co g uiad o p or el sign o unitario d e la ganancia.
m acio n es soc ioeco n ó mi cas y gru p os étni cos d e una n ac ión , e im- La rea liza ción del concepto de racionalidad ambiental es la co n-
pli ca la parti cip ac ió n d e las com un id ades en la perce p ción , gestión creción de un a utopía . Ésta no es la materialización d e prin cipios
y m a n ej o d e sus recu rsos. La racio n alid ad cultural d e riva d e l prin- ideales a bs tractos, sin o qu e emerge co mo un a res puesta social a
cipi o d e di ve rsid ad qu e plantea la racionalidad ambiental sustantiva otra racionalidad qu e h a tenido su momento históri co d e co ns-
----
U . U l:\CErTO DE R.-\CiOi\Al.111All .-\MIlI ENT.-\ L
EL CO ;-.; CE PTO DE R:\ ClO:-l.-\LlD .\D
122
estrategias para co nstruir un nueva economía con bases d e e quidad
tru cClo n , d e legitimación Y d e tec n o log izació n. La racio nalidad
y suste ntabilidac!; d e un nu evo ord en global ca pa z d e int egrar las
ambienta l e m e rg e d e otros principios, p e ro dentro d e la ra ciona-
eco nomías autoges ti onarias de las comu nid ades y p e rmitir qu e
lid ad capita li sta qu e plasma la realidad económica, políti ca y tec-
construyan sus propios esti los de desarroll o a partir de una ges ti ón
n o lógica dominante. El proceso qu e va d e su emergencia hasta la
participativa y d e mo cráti ca de s u s recursos amb ien tales.
consolida ción de sus propuestas, es un jJroceso de transició n h acia
la sustentabilidad, caracterizado por la s oposicion es d e persp ec tivas
e intereses involucrados en ambas racionalidades, pero tambi é n
por sus estrategias de dominación, sus tácticas d e negociaci ó n y
sus espacios de compl e mentariedad .
La constitución de una racionalidad ambiental y la transición
hacia un futuro sustentable, plantea cambios sociales qu e tra scie n-
den a la confrontación de dos lógicas (económica-ecológica) opues-
tas. Es un proceso político qu e moviliza la transformación d e ideo-
logías teó ricas, instituciones políticas, funcione s gubernamentales ,
normas jurídicas y valores culturales de una soc iedad; qu e se ins e rta
en la red de intereses d e clases, grupos e individuo s qu e movilizan
los cambios históricos , transformando los principi os qu e rigen la
organización social.
La racionalidad ambi e ntal no es pu es la exten sión de la lógica
del mercado hacia la capitalización d e la natu raleza, sin o la resul-
tante d e un conj unto d e significaciones, n ormas, valores, intereses
\ y acciones so cio cultural es; es la expresión del con fli cto e ntre el
uso d e la ley (del m e rcado ) por una clas e, la búsqueda del bien
común co n la inte rve n ció n del estado y la parti cipación de la so-
ciedad civil e n un proceso de r ea propiación de la natural eza, orien-
ta ndo su s valores y p ote n ciales h acia un desarrollo sustentable y
d e m oc ráti co.
Al igu al qu e cada cie n cia presenta condiciones específicas para
transformarse d es d e la problematización que indu ce la perspectiva
ambiental e n sus p a r a digm as d e co n ocim iento, así cada nación,
cada es tado, ca da pu eb lo, enfre ntan diferentes situaciones para
desujetars e de los mecanismos dominantes del mercado, desmon-
tar la m aquinaria tecnológica , desarmar los aparatos ideológicos y
burocráticos , co n el propósito de construir un a racionalidad social
alte rn a tiva, a partir de los principios éticos y las bases mate riales
del amb ientali smo.
La ra cionalidad am bi ental se co nstruye des co nstruy e nd o la ra-
cionalidad capitalista dominant e en todos lo s órd e n es d e la vida
socia l. En es te sentido, no só lo es necesario analizar las contradic-
ciones y oposici o n es entre a mb as racional idades, si n o también las

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