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Dentro del estudio psicológico, el dibujo infantil busca evaluar la personalidad, el desarrollo y la
inteligencia de un niño, usando para esto un apoyo gráfico y lúdico. "Hablar a través de los dibujos
es mucho más seguro y fácil que hablar entre sí en una sesión familiar, o al terapeuta en una sesión
individual" (1).
Elizabeth Koppitz estudió, estandarizó y describió el Dibujo de Figura Humana (DFH), como
prueba proyectiva y del desarrollo en 1968. Su contribución incluyó el análisis y tabulación de
resultados, en niños de 5 a 12 años (2).
El siguiente artículo entregará las pautas generales para realizar este test a nuestros pacientes, y
orientará en torno a su interpretación inicial. La próxima semana se revisarán los aspectos más
específicos de su análisis; lo cual incluye el desarrollo del niño y los indicadores emocionales
observables en el dibujo.
El examinador indica como consigna: "Quiero que en esta hoja dibujes una persona completa.
Puede ser cualquier clase de persona que quieras dibujar, siempre que sea una persona completa y
no una caricatura o una figura hecha con palitos."
En los niños pequeños se puede agregar la indicación: "Puedes dibujar un hombre o una mujer, o
un niño o una niña, lo que te guste dibujar".
No hay límite de tiempo para el dibujo; el niño puede borrar o cambiar de hoja cuantas veces lo
pida (3).
INTERPRETACIÓN DE LA PRUEBA:
Para interpretar cualquier dibujo es necesario conocer la edad y sexo del niño, su historia clínica, el
ambiente que lo rodea y las características de su familia.
Koppitz se formuló tres preguntas para interpretar el test en los niños:
- ¿Cómo dibuja el niño su figura o figuras?
- ¿A quién dibuja?
- ¿Qué está tratando de decir con su dibujo?
a. Tamaño:
Dibujos grandes se observan en niños extrovertidos, expansivos o con rasgos agresivos.
Los dibujos pequeños son más característicos de niños introvertidos, tímidos o con baja autoestima.
b. Ubicación en el papel:
Dibujos realizados en la porción superior del papel, reflejan el mundo de la fantasía y los sueños.
Aquellos ubicados en la porción inferior, dan cuenta de niños con una personalidad más retraída o
bien con algunos sentimientos depresivos.
El lado izquierdo de la hoja hace alusión al pasado, a lo regresivo; mientras que el lado derecho a
una visión sobre su futuro.
d. Ritmo:
Un dibujo con trazos simétricos en todos los personajes traduce la pérdida de espontaneidad del
niño y/o la rigidización de su entorno. Este tipo de dibujo puede indicar también algunos rasgos de
carácter obsesivo (3).
2. ¿A quién dibuja?
La persona a quien dibuja el niño es por lo general la persona de mayor interés e importancia para
él.
En la mayoría de los casos los niños se dibujarán a sí mismos, pues obviamente nadie es más
importante para un pequeño que él mismo.
Algunos niños no se dibujan a sí mismos sino que dibujan, por ejemplo, a su padre o a su madre. El
dibujo de una persona distinta al niño puede reflejar un conflicto con ésta, pero también puede
traducir una preocupación positiva por ella.
Es frecuente que las adolescentes tempranas dibujen personajes masculinos seductores, como
consecuencia del despertar de sus impulsos y deseos sexuales (3).
Si un niño cuenta una historia espontánea sobre su DFH, el contenido de la representa un deseo.
EN RESUMEN:
El dibujo de figura humana es un test de gran utilidad en la evaluación clínica de los pacientes
pediátricos.
El test es capaz de brindar información sobre el nivel de desarrollo del niño, su entorno, actitudes y
preocupaciones, sin la necesidad que éste lo exprese de manera verbal. Puede ser aplicado sin
mayor dificultad en la atención primaria y utilizado por cualquier profesional de la salud.
REFERENCIAS
1. Oaklander, V (1992) Ventanas a nuestros niños. Ed. Cuatro Vientos, Santiago de Chile.
2. Koppitz, EM (1995) El dibujo de figura humana en los niños. Ed. Guadalupe, Buenos Aires
3. Esquivel F, Heredia C y Lucio E. (1994) Psicodiagnóstico Clínico del Niño. Ed. El Manual
Moderno, México
Signos cualitativos de Koppitz
Sombreado de la cara
Omisión de brazos
Omisión de nariz
Interpretación clínica
Para interpretar cualquier dibujo hay que conocer no solo la edad y el sexo del niño, sino su historia
clínica, cual es el ambiente que lo rodea y cómo es su familia.
La interpretación clínica resulta individual y única.
Se pueden tomar en cuenta algunos aspectos generales como:
· La manera en la que se hizo el dibujo
· Los signos y símbolos empleados (que revelan el retrato interior del niño y muestran su actitud)
· A quien dibuja es la persona de más interés e importancia para él.
· La figura en los DFH no es niño ni niña (son menores solos y tristes que no se consideran a sí
mismos dignos de interés).