REFLEXIÓN

CHEMA
MADOZ
GALERÍA ELVIRA

Daniela Da Cruz Lima

Naturaleza y espacio
urbano
2023
 La exposición elegida ha sido la de Chema Madoz en la Galería Elvira, siendo la cuarta
exposición del fotógrafo. Esta exposición muestra su obra más reciente, de entre los años
2021 y 2023.
La Galería Elvira, situada en Madrid centro, me recibió de manera amable, resolviendo
cualquier duda que tuviese. El espacio, blanco y pulcro, contrasta con los marcos negros y
las fotos de el artista, en blanco y negro también.

Cuando uno se sumerge en una exposición de Chema Madoz, se encuentra con un

mundo artístico fascinante que desafía las nociones convencionales de lo que constituye
el arte. Madoz es maestro en la capacidad de transformar objetos cotidianos en obras
maestras visuales, demostrando que la creatividad y la imaginación pueden florecer en
las esquinas más inesperadas de nuestra vida cotidiana.
La exposición nos invita a mirar más allá de la funcionalidad básica de los objetos y a
descubrir la riqueza de significado que pueden contener. Cada imagen es un enigma
visual que despierta nuestra curiosidad y nos invita a explorar las múltiples capas de
interpretación que yacen bajo su superficie.
Las imágenes también invitan a verlas más de dos veces, ya que de esta manera
podemos procesar los significados de esta, como por ejemplo, la imagen de un mapa
mundi, en donde el agua ha sido drenada por un desagüe, aludiendo a el cambio
climático y la pérdida de el agua dulce.

Lo que hace especial a la obra de Chema Madoz es su habilidad para crear metáforas
visuales impactantes a partir de elementos simples. Al observar una de sus fotografías,
nos vemos obligados a contemplar el mundo desde una perspectiva diferente, a
cuestionar nuestras suposiciones sobre lo que es bello o valioso. Nos recuerda que la
metáfora y el arte están al alcance de la mano, incluso en los objetos más mundanos, si
tan solo aprendemos a verlos con ojos de artista.

Madoz nos insta a explorar la relación entre la realidad y la fantasía, la imaginación y la

materialidad. Sus composiciones cuidadosamente elaboradas nos muestran cómo un
simple objeto puede ser elevado a un símbolo, cómo lo tangible puede representar lo
intangible.

En resumen, una exposición de Chema Madoz es un recordatorio de que la creatividad

no tiene límites. Nos muestra que el arte puede florecer en cualquier rincón de la vida
cotidiana y que la belleza está en todas partes, esperando a ser descubierta por aquellos
dispuestos a mirar con ojos abiertos y una mente abierta. Su obra nos inspira a explorar,
a imaginar y a apreciar la riqueza que yace en la simplicidad de nuestro entorno, un
regalo que a menudo pasamos por alto en nuestra rutina diaria.