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Historia del Arte y la Cultura Antiguas · Grado en Historia · Curso 2022/2023

Recensión: Forma, color y oro: del arte minoico al arte micénico

Eva Torres Mujico

Para comenzar, la facilitada conferencia de la profesora e historiadora del arte Fátima Díez Platas
sobre el inicio del arte minoico hasta la llegada del arte micénico, que nos ha descrito y explicado
una complejísima serie de conceptos, ha resultado muy útil a la hora de lograr una reflexión
personal que se desarrollará en los siguientes párrafos.

Antes de dar paso a la reflexión mencionada en el inicio del texto, conviene hacer un breve resumen
que permita sumergirse en un contexto concreto. De esta manera, Díez Platas sigue un hilo casi
completamente ceñido a aportar datos centrados en el sensual y vibrante mundo minoico hasta que,
hacia el final, llega al dorado mundo micénico, que se ve conquistado por su antecesor. Se trata de ir
paulatinamente juntando pequeñas piezas hasta conseguir coherencia que evolucione en
conocimiento, prestando atención a qué pueden transmitir los seres humanos sin letras ni textos.
Sin embargo, ¿cuál es el papel que juegan la forma, el color y el oro? El mundo cretense
protagoniza la forma y el color. La primera se escapa de las líneas rectas y opta por una mirada a las
formas de la naturaleza idealizadas que pretende satisfacer a los sentidos; el color que no se limita a
una base, si no que se en numerosos pigmentos diferentes entre sí. Por último, tras la conquista de
los micénicos, el oro toma su importancia en todo tipo de usos, desde joyas hasta armas. Aunque las
formas micénicas se convierten en figuras más rectas y estáticas, la naturaleza y la fijación artística
por capturar los instantes continúa, ya que el presente, de hecho, siempre ha tenido un pasado.

Así pues, estos dos mundos nos invaden de un exceso de imaginación. Retratan una realidad que
transmite la complejidad de cada artista. El sentimiento de Creta enseña cómo y qué puede llegar a
suscitar el ser humano sin palabras, pues construyen y pintan historias. Como ejemplo, se puede
señalar toda la información que las composiciones pictóricas nos muestran: la edad, el género, las
especies animales o el tratamiento de una simple flor. Está claro que un significado o varios son
intrínsecos en todo el conjunto. Quizás en un futuro todos los sentidos e interpretaciones a todo esto
cambien completamente, ya que estas disciplinas están sujetas al error. Hay una visión presentista
de todo, siempre se intenta comprender a partir de una realidad que vemos o ya hemos visto, sin
tener en cuenta que las ideas de cada mente están condicionadas por las circunstancias de la misma,
por lo que es bastante complejo alcanzar una verdad universal que nos asegure no cambiar en el
futuro.

A modo de conclusión, tener una manera de entender el arte aunque haya posibilidades de que
cambie en algún momento futuro es necesario, debemos satisfacer el deseo de poder entender, de
poder asimilar conocimientos y cumplir con la función vital: preguntarse por qué.

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