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Política vs.

Excelencia Académica: La Trampa de la Elecciones Universitarias


Por: Miguel Angel Amonzabel Gonzales
Analista socioeconómico
La elección democrática de las autoridades universitarias mediante voto directo, escrito, secreto,
obligatorio y ponderado se utiliza en países como Argentina, España, México e Italia. En Bolivia,
este método fue adoptado en 1978 durante el "Quinto Congreso Nacional de Universidades". A
primera vista, este sistema de elección de autoridades a través del voto de docentes y
universitarios parece prometedor; sin embargo, su implementación plantea matices que
desencadenan diversos problemas.

Para analizar este sistema, es esencial plantear cuestiones cruciales que la sociedad debe dirigir a
las universidades: ¿Cuál es el origen de los recursos utilizados en las campañas para elegir
autoridades en las instituciones académicas? ¿Es justificada la alta inversión en estas campañas
electorales, considerando que la designación apenas incrementará su salario? ¿De qué manera
recuperan las autoridades electas las inversiones realizadas durante sus campañas? ¿Se selecciona
a la persona más competente desde el punto de vista académico o simplemente a la más popular?
¿Qué beneficios obtienen los docentes, estudiantes y particulares que aportan recursos
monetarios y tiempo a estas campañas?

La elección democrática, si bien es un ideal en muchos aspectos, no siempre se ajusta a la


naturaleza académica de la universidad, ya que esta no opera como un gremio o entidad política.
Los aspectos negativos son evidentes: la excesiva politización conlleva que las campañas se
centren en estrategias políticas, desplazando los aspectos académicos e investigativos a un
segundo plano. Esto genera conflictos y divisiones en la comunidad universitaria, manifestándose
en huelgas de hambre, disputas verbales o físicas, ocupaciones de facultades, daños a la
infraestructura de las universidades públicas e incluso acciones legales.

Este proceso puede desembocar en la designación de autoridades sin la idoneidad necesaria para
una gestión eficaz en el ámbito académico. A menudo, se descuida la mejora de la calidad
académica, investigación y formación de los estudiantes. Se tiende a recompensar a docentes y
estudiantes que respaldan las campañas, perdiendo de vista el progreso académico.

Es crucial despolitizar y reducir la influencia de los grupos de poder en el ámbito universitario. El


procedimiento actual de elecciones en las universidades está perjudicando la calidad de la
formación profesional y necesita ser modificado. Esto podría lograrse a través de la evaluación de
una consultora imparcial de renombre internacional, basando los criterios de selección en méritos
y capacidades, y presentando un plan de trabajo para su gestión. Esta medida ayudaría a eliminar
la presión impuesta por los grupos de poder que han ganado influencia dentro de las
universidades.

Aunque esta medida pueda afectar el principio de autonomía, se presenta como la única ruta para
redirigir el rumbo de la Universidad Boliviana hacia una gestión más idónea y menos influenciada
por intereses de grupo o políticos.

En resumen, la elección democrática de autoridades universitarias, aunque pretende


transparencia, no ha servido para institucionalizar y optimizar la calidad de las universidades
públicas. Despolitizar el proceso de selección y fundamentar la evaluación en méritos podrían
dirigir la gestión hacia la mejora de la calidad académica y la optimización de la institucionalización
de las casas superiores de estudio, a pesar de que esto tenga un impacto directo en la autonomía.

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