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Presentación

Nombre: Andrews

Apellido: Hernández Valdez

Matricula:1-23-5983

Sección:112-004

Maestra: Rosa María Minaya De Luna

Trabajo: Historia de UTESA


Introducción

El dengue es una enfermedad transmitida por mosquitos, y ocurre en zonas tropicales y


subtropicales del mundo. El dengue leve puede ocasionar fiebre alta y síntomas similares
a la gripe. Una forma grave del dengue, también llamada "fiebre hemorrágica del dengue",
puede ocasionar sangrado intenso, descenso repentino de la presión arterial (choque) y la
muerte.

Millones de casos de infección por dengue ocurren anualmente en todo el mundo. El


dengue es más frecuente en el sudeste asiático, las islas del Pacífico occidental, América
Latina y África. Pero la enfermedad se ha propagado a nuevas zonas, incluidos los brotes
locales en Europa y el sudeste de Estados Unidos.

Los investigadores están trabajando en vacunas contra el dengue. Por el momento, en las
zonas en las que el dengue es común, las mejores formas de prevenir la infección son
evitar las picaduras de mosquitos y tomar medidas para reducir la población de mosquitos.
Desarrollo
Historia
Antigüedad
La primera referencia de un caso de dengue aparece en una enciclopedia medicinal china
publicada en la dinastía Jin (265-420), formalmente editada durante la dinastía Tang en
el año 610, y publicada nuevamente durante la dinastía Song del Norte, en el año 992,
que describe una especie de “agua envenenada” asociada a insectos voladores, que tras
su picadura provocaban unas fiebres muy elevadas.
El dengue se extendió fuera de África entre los siglos XV y XIX, debido al desarrollo de
la marina mercante y la creciente migración de personas, especialmente en los siglos
XVIII y XIX, lo que ocasionó que las ciudades portuarias crecieran y se urbanizaran,
creando condiciones ideales para el hábitat del mosquito vector, Aedes aegypti. Durante
los viajes marítimos, el mosquito se mantenía vivo en los depósitos de agua de las
bodegas. De esta forma, tanto el mosquito como el virus se expandieron a nuevas áreas
geográficas, causando epidemias separadas por los intervalos dados por los viajes
marítimos (10 a 40 años). Existen varias descripciones de epidemias durante el
siglo XVIII, pero el reporte más antiguo de una posible epidemia de dengue data entre
los años 1779 y 1780, cuando una epidemia asoló Asia, África y América del norte. El
primer reporte de caso definitivo data de 1779 y es atribuido a Benjamín Rush, quien
acuña el término «fiebre rompe huesos» por los síntomas de mialgias y artralgias.
Siglo XX hasta la actualidad
En 1906, la transmisión por el mosquito Aedes fue confirmada, y en 1907 el dengue era
la segunda enfermedad que se conocía (después de la fiebre amarilla), que era producida
por un virus. Más investigaciones científicas de la época, realizadas por John Burton
Cleland y Joseph Franklin Siler completaron el conocimiento básico sobre la transmisión
de la enfermedad infecciosa La marcada expansión del dengue durante y posteriormente
a la Segunda Guerra Mundial ha sido atribuido a la disrupción ecológica. Esto mismo, ha
permitido que diferentes serotipos del virus se hayan extendido a nuevas áreas
geográficas, y se haya convertido en una enfermedad emergente y preocupante en nuestro
tiempo, por las nuevas formas mortales de fiebre hemorrágica. Estas formas severas de la
enfermedad fueron por primera vez reportadas en Filipinas en 1953; en los 70, se había
convertido en la mayor causa de mortalidad infantil en el Pacífico y parte de América.
La fiebre hemorrágica y el choque por dengue fueron por primera vez referidas en
América Central y Sudamérica en 1981, en personas que habían contraído el serotipo
DENV-2, y que ya habían tenido contacto previo con el serotipo DENV-1. A principios
de los años 2000, el dengue se ha vuelto la segunda enfermedad más común de las
transmitidas por mosquitos, y que afectan a los seres humanos ―después de la malaria―.
Actualmente existen alrededor de 40 millones de casos de dengue y varios cientos de
miles de casos de dengue hemorrágico cada año. Hubo un brote grave en Río de
Janeiro en febrero de 2002 que afectó a alrededor de un millón de personas.
Etimología
El origen del término «dengue» no está del todo claro. Según una hipótesis viene de la
frase en idioma suajili ka-dinga pepo, describiendo esa enfermedad como provocada por
un fantasma.Aunque quizás la palabra suajili dinga posiblemente provenga del castellano
«dengue» para fastidioso o cuidadoso, describiendo el sufrimiento de un paciente con el
típico dolor de huesos del dengue.
Epidemiología
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el número de afectados por
dengue se encuentra entre los 100 millones y los 400 millones de personas cada año, con
un total de medio millón que necesitan atención hospitalaria por presentar una forma
severa de la enfermedad, con una mortalidad del 2,5 %. Es una enfermedad de aviso
epidemiológico.
El dengue es conocido como «fiebre rompe-huesos», «fiebre quebrantahuesos» y «la
quebradora» en países centroamericanos. Importantes brotes de dengue tienden a ocurrir
cada cinco o seis años. La ciclicidad en el número de casos de dengue se piensa que es el
resultado de los ciclos estacionales que interactúan con una corta duración de la
inmunidad cruzada para las cuatro cepas en las personas que han tenido el dengue.
Cuando la inmunidad cruzada desaparece, entonces la población es más susceptible a la
transmisión, sobre todo cuando la próxima temporada de transmisión se produce. Así, en
el mayor plazo posible de tiempo, se tienden a mantener un gran número de personas
susceptibles entre la misma población a pesar de los anteriores brotes, puesto que hay
cuatro diferentes cepas del virus del dengue y porque nuevos individuos son susceptibles
de entrar en la población, ya sea a través de la inmigración o el parto.
La enfermedad posee una extensión geográfica similar a la de la malaria, pero a diferencia
de ésta, el dengue se encuentra en zonas urbanas en la misma de los países tropicales.
Cada serotipo es bastante diferente, por lo que no existe protección y las epidemias
causadas por múltiples serotipos pueden ocurrir. El dengue se transmite a los humanos
por el mosquito Aedes aegypti, el cual es el principal vector de la enfermedad en el
hemisferio occidental, aunque también es transmitido por el Aedes albopictus. No es
posible el contagio directo de una persona a otra.
Se cree que los casos notificados son una representación insuficiente de todos los casos
de dengue que existen, puesto que se ignoran los casos subclínicos y los casos en que el
paciente no se presenta para recibir tratamiento médico. Con un tratamiento médico
adecuado la tasa de mortalidad por dengue puede reducirse a menos de 1 en 1000.
Durante los años 2000, en Sudamérica se ha registrado el más dramático incremento de
la incidencia del dengue, especialmente
en Brasil, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú y Venezuela.19Actualmente, en este
último país se produce aproximadamente el 70 % de todos los casos en América, mientras
que Colombia es donde se ha registrado el mayor número de casos de dengue hemorrágico
y de casos fatales en los últimos años.En Chile solo existe el principal mosquito vector
en Isla de Pascua y todos los casos reportados de dengue en ese país desde 2004 han
resultado infectados fuera del mismo. Otro país afectado por esta enfermedad
es México los primeros reportes de dengue se registraron en 1941, cuando se notificaron
6,955 casos en toda la república. Posteriormente se reportaron pocos casos, hasta su
desaparición en 1963 gracias a la campaña de erradicación del Aedes que mantuvo el
dengue ausente durante 12 años. Sin embargo, en 1978 se reintrodujo en México, donde
aumentaron los casos a partir de 1980, lo que convirtió el dengue en uno de los problemas
actuales más importantes de salud pública a nivel nacional. A partir de su reintroducción,
el dengue ha causado cuatro brotes epidémicos: el primero en 1980, en el cual se
reportaron 51,406 casos y se detectó la circulación de DENV-1; el segundo en 1997, con
53,541 casos, de los cuales 980 correspondieron a FHD, y donde se observó la circulación
predominante de DENV-3; el tercero en 2007, con 52,369 casos, 9,433 de los cuales
correspondieron a FHD, y el cuarto en 2009, con 55,961 casos, de los cuales 11,396
correspondieron a FHD. En los brotes de 2007 y 2009 se observó la circulación
predominante de DENV-1 y 2
Hay pruebas importantes, originalmente sugeridas por S. B. Halstead en los años setenta,
en las que el dengue hemorrágico es más probable que ocurra en pacientes que presentan
infecciones secundarias por serotipos diferentes a la infección primaria. Un modelo para
explicar este proceso ―que se conoce como anticuerpo dependiente de la mejora
(ADM)― permite el aumento de la captación y reproducción virión durante una infección
secundaria con una cepa diferente. A través de un fenómeno inmunitario, conocido como
el pecado original antigénico, el sistema inmunitario no es capaz de responder
adecuadamente a la fuerte infección, y la infección secundaria se convierte en mucho más
grave. Este proceso también se conoce como superinfección.
En 2017, se informó una reducción significativa en América, de 2177171 casos en 2016
a 584 263 casos en 2017. Esto representa una reducción del 73%. Panamá, Perú y Aruba
fueron los únicos países que registraron un aumento de casos durante 2017. De manera
similar, también se registró una reducción del 53% en los casos de dengue grave. Justo
durante el período posterior al brote de Zika (después de 2016) se registró una
disminución de los casos de dengue y aún se desconocen los factores exactos que llevaron
a esta disminución.
La mayor cantidad de casos de dengue jamás notificados a nivel mundial se registró en
2019. Paso de 505.430 casos en 2000 a más de 2.4 millones en 2010 y 5.2 millones en
2019. Todas las regiones de la OMS se vieron afectadas y la transmisión del dengue se
registró en Afganistán por primera vez.
La pandemia de COVID-19 está ejerciendo una enorme presión sobre los sistemas de
atención y gestión de la salud en todo el mundo. La OMS ha enfatizado la importancia de
mantener los esfuerzos para prevenir, detectar y tratar enfermedades transmitidas por
vectores como el dengue y otras enfermedades arbovirales durante este período crucial,
ya que el número de casos aumenta en varios países, lo que expone a las poblaciones
urbanas con mayor riesgo de contraer ambas enfermedades. El impacto combinado de
COVID-19 y las epidemias de dengue puede potencialmente tener consecuencias
devastadoras para las poblaciones en riesgo.
Etiología
El dengue es producido por un virus del grupo de los arbovirus (llamados así porque son
transmitidos a través de artrópodos hematófagos), familia de los Flaviviridae, género
Flavivirus. La partícula viral tiene forma esférica y mide entre 30 y 50 nm. Posee una
envoltura proteica (principalmente E y M) que la cubre por completo. El material genético
se encuentra contenido en un nucleocápside circular, y entre este y la cubierta se encuentra
una bicapa lipídica que es formada a partir de lípidos extraídos de la membrana celular
de la célula huésped. El genoma se compone de una sola cadena de ARN de tipo lineal,
sentido positivo y gran variabilidad. El virus es altamente inestable en el medio ambiente,
inactivándose con el calor, desecación y desinfectantes que contengan detergentes o
solventes lipídicos.
Existen 5 serotipos de virus Dengue: DEN_1, DEN_2, DEN_3 y DEN_4. El DEN_5
serotipo fue descubierto en octubre del 2013, este serotipo sigue el ciclo selvático a
diferencia de los otros cuatro serotipos que siguen el ciclo humano. Cada uno de ellos
crea inmunidad específica para toda la vida para reinfección por el mismo serotipo, así
como inmunidad cruzada de corto plazo (algunos meses) para los otros 3 serotipos. Los
cuatro serotipos pueden causar cuadros asintomáticos, febriles o mortales. Se han
detectado algunas variables genéticas dentro de cada serotipo que parecen ser más
virulentas o tener mayor potencial epidémico que otras.
Transmisión
El vector principal del dengue es el mosquito Aedes aegypti. El virus se transmite a los
seres humanos por la picadura de mosquitos hembra infectadas. Tras un periodo de
incubación del virus que dura entre 4 y 10 días, un mosquito infectado puede transmitir
el agente patógeno durante toda su vida.4 También es un vector el Aedes albopictus, este
es un vector secundario cuyo hábitat es Asia, aunque debido al comercio de neumáticos
se ha extendido en los últimos años a América y Europa. Tiene una gran capacidad de
adaptación, y gracias a ello puede sobrevivir en las temperaturas más frías de Europa, lo
cual es un grave problema de salud pública. Su tolerancia a las temperaturas bajo cero, su
capacidad de hibernación y su habilidad para guarecerse en microhábitats son factores
que propician su propagación y la extensión geográfica del dengue.
Las personas infectadas son los portadores y multiplicadores principales del virus, y los
mosquitos se infectan al picarlas. Tras la aparición de los primeros síntomas, las personas
infectadas con el virus pueden transmitir la infección (durante 4 o 5 días; 12 días como
máximo) a los mosquitos Aedes.
El Aedes aegypti es una especie principalmente diurna, con mayor actividad a media
mañana y poco antes de oscurecer. Vive y deposita sus huevos en el agua, donde se
desarrollan sus larvas; a menudo en los alrededores o en el interior de las casas, tanto en
recipientes expresamente utilizados para el almacenamiento de agua para las necesidades
domésticas como en jarrones, tarros, neumáticos viejos y otros objetos que puedan retener
agua estancada. Habitualmente no se desplazan a más de 100 m, aunque si la hembra no
encuentra un lugar adecuado de ovoposición puede volar hasta 3 km, por lo que se suele
afirmar que el mosquito que pica es el mismo que uno ha «criado». Solo pican las
hembras, los machos se alimentan de savia de las plantas y no son vectores. La persona
que es picada por un mosquito infectado puede desarrollar la enfermedad, que
posiblemente es peor en los niños que en los adultos. La infección genera inmunidad de
larga duración contra el serotipo específico del virus. No protege contra otros serotipos
y, posteriormente, esto es lo que puede dar lugar a la forma de dengue hemorrágico.
El dengue también se puede transmitir por vía sanguínea, es decir, por productos
sanguíneos contaminados y por donación de órganos. En algunos países como Singapur,
donde el dengue es endémico, el riesgo estimado de transmisión por transfusiones
sanguíneas está entre 1,6 y 6 por cada 10 000 transfusiones. La transmisión vertical (de
madre a hijo) durante la gestación o en el parto han sido descritas. También se ha dado
un caso de transmisión sexual entre hombres.
Síntomas
Muchas personas no tienen ningún signo ni síntoma de una infección por dengue.
Es posible que cuando se presenten los síntomas se los confunda con otras enfermedades,
como la gripe. Suelen comenzar de 4 a 10 días después de la picadura de un mosquito
infectado.
La fiebre del dengue causa una fiebre alta de 104 grados Fahrenheit (40 grados Celsius)
y cualquiera de los siguientes signos y síntomas:
• Dolor de cabeza
• Dolores musculares, óseos o articulares
• Náuseas
• Vómitos
• Dolor detrás de los ojos
• Glándulas inflamadas
• Sarpullido
La mayoría de las personas se recupera en aproximadamente una semana. En algunos
casos, los síntomas empeoran y pueden ser mortales. Esto se llama dengue grave, fiebre
hemorrágica del dengue o síndrome de choque del dengue.
El dengue grave ocurre cuando los vasos sanguíneos se dañan y tienen fugas, y cuando
disminuye la cantidad de células formadoras de coágulos (plaquetas) en el torrente
sanguíneo. Esto puede llevar a un estado de choque, sangrado interno, insuficiencia
orgánica e incluso la muerte.
Los signos de advertencia de la fiebre del dengue grave, que es una emergencia que pone
en riesgo la vida, pueden presentarse rápidamente. Los signos de advertencia suelen
comenzar uno o dos días después de que la fiebre desaparece y pueden incluir lo siguiente:
• Dolor intenso de estómago
• Vómitos persistentes
• Sangrado de las encías o la nariz
• Sangre en la orina, las heces o los vómitos
• Sangrado debajo de la piel, que podría tener el aspecto de un moretón (hematoma)
• Dificultad para respirar o respiración rápida
• Fatiga
• Irritabilidad o inquietud
Cuando consultar al médico
El dengue grave es una emergencia médica mortal. Busca atención médica de inmediato
si estuviste recientemente una zona donde se sabe que hay dengue (zona endémica),
tuviste fiebre y presentas alguna de las señales de advertencia. Entre las señales de
advertencia se incluyen el dolor de estómago intenso, los vómitos, la dificultad para
respirar o la presencia de sangre en la nariz, las encías, en el vómito o en las heces.
Si viajaste recientemente y tienes fiebre y síntomas leves de dengue, llama al médico.
Factores de riesgo
Corres mayor riesgo de contraer el dengue o una forma más grave de la enfermedad si:
• Vives en regiones tropicales o viajas a ellas. Estar en regiones tropicales y
subtropicales aumenta el riesgo de exposición al virus que causa el dengue.
Entre las zonas de mayor riesgo se encuentran el sudeste asiático, las islas del
Pacífico occidental, América Latina y África.
• Ya tuviste dengue. Una infección anterior por el virus del dengue aumenta el
riesgo de padecer síntomas graves si vuelves a contraer la enfermedad.
Complicaciones
El dengue grave puede causar hemorragias internas y daños en los órganos. La presión
arterial puede descender a niveles peligrosos y causar choque. En algunos casos, el
dengue grave puede provocar la muerte.
Las mujeres que contraen dengue durante el embarazo pueden contagiar el virus al bebé
durante el trabajo de parto. Además, los bebés de las mujeres que contraen dengue durante
el embarazo tienen un mayor riesgo de parto prematuro, de bajo peso al nacer o de
sufrimiento fetal.
Prevención
Vacuna

En las zonas del mundo donde el dengue es frecuente, se aprueba una vacuna contra el
dengue (Dengvaxia) para las personas de entre 9 y 45 años que ya lo tuvieron al menos
una vez. La vacuna se administra en tres dosis en el curso de 12 meses.
La vacuna está aprobada solo para las personas que tienen antecedentes documentados de
dengue o que se hicieron un análisis de sangre que muestra una infección previa
(seropositividad) por uno de los virus del dengue. En las personas que no tuvieron dengue
en el pasado (seronegativas), el hecho de recibir la vacuna parece aumentar el riesgo de
que padezcan dengue grave y de que se los hospitalice en el futuro.
La dengvaxia no está disponible para los viajeros ni para las personas que viven en el
territorio continental de los Estados Unidos. No obstante, en el 2019, la Administración
de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos aprobó la vacuna para las personas
de 9 a 16 años que tuvieron dengue en el pasado y que viven en los territorios de EE. UU.
de Samoa Estadounidense, Guam, Puerto Rico y las Islas Vírgenes de EE. UU., donde el
dengue es común.
Evita las picaduras de mosquitos

La Organización Mundial de la Salud insiste en que la vacuna no es una medida eficaz


por sí sola para reducir el dengue en áreas en las que la enfermedad es común. La
prevención de las picaduras y el control de la población de mosquitos siguen siendo los
principales métodos para prevenir la propagación de esta enfermedad.
Si viajas a zonas donde el dengue es común o vives allí, los siguientes consejos te
ayudarán a reducir el riesgo de picaduras de mosquitos:
• Permanece en ambientes con aire acondicionado y bien protegidos con
mosquiteros. Los mosquitos que transmiten el virus del dengue son más activos
del amanecer al atardecer, pero también pican a la noche.
• Usa ropa de protección. Cuando ingreses a una zona infestada de mosquitos, usa
camisas de manga larga, pantalones largos, calcetines y zapatos.
• Usa repelente para mosquitos. Puedes aplicar permetrina sobre la ropa, los
zapatos, el equipo de campamento y los mosquiteros de cama. También puedes
comprar ropa que ya contenga permetrina. Para la piel, usa un repelente que
contenga al menos una concentración del 10 % de dietiltoluamida.
• Reduce el hábitat de los mosquitos. Los mosquitos que transmiten el virus del
dengue normalmente viven dentro de los hogares y alrededor de estos y se
reproducen en aguas estancadas que se pueden acumular en objetos como
neumáticos de automóviles. Puedes ayudar a reducir las poblaciones de mosquitos
si eliminas los hábitats donde ponen huevos. Al menos una vez a la semana, vacía
y limpia los contenedores con agua estancada, como macetas, comederos de
animales y floreros. Mantén cubiertos los contenedores de agua estancada entre
una limpieza y la siguiente.

Conclusión
Al finalizar este trabajo podemos concluir que hasta el momento ningún país ha logrado
crear una vacuna contra el dengue, pero creemos que el control de la epidemia puede
lograrse, controlando los vectores mediante campañas de fumigación, campañas de
educación de la población y también de saneamiento del medio ambiente. Mientras no
exista una vacuna que proteja contra la infección de cualquiera de los 4 serotipos del
virus, estas medidas son fundamentales para controlar al mosquito y prevenir su
propagación.
Sin embargo, sabemos que los gobiernos de los países afectados incluyendo Venezuela,
tienen en su mayoría problemas en la distribución de recursos de salud, y no le dan
importancia a las actividades básicas de prevención como las que se necesitan para
controlar el dengue.
Si esto continúa así, es probable que la enfermedad afecte cada vez a más personas y se
extienda aún más.
Bibliografía
https://es.wikipedia.org/wiki/Dengue

https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/dengue-fever/symptoms-causes/syc-
20353078

https://www.who.int/es/news-room/questions-and-answers/item/what-is-dengue-and-how-is-
it-treated

https://www.cdc.gov/dengue/es/symptoms/index.html

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