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Daniel Luis Jo Villalobos • Jenniffer Canchar! Ramos ■ Jorge W.

Chávez
Cotrina • Jelio Paredes Infanzón Fernando Vicente Núñez Pérez Glno
Ríos Patio Brendalis Carhuancho Zaldaña • Roldan Soto Salazar

DELITOS COMETIDOS
POR FUNCIONARIOS
PÚBLICOS
Prólogo
Jorge W. Chávez Cotrina
DEUTOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Daniel Luis Jo Villalobos • Jenniffer Canchan Ramos • Jorge W. Chávez Cotrina • Jelio
Paredes Infanzón • Fernando Vicente Núñez Pérez • Gino Ríos Patio • Brendalis Car­
huancho Zaldaña • Roldán Soto Solazar

Instituto
Pacífico I
Contenido
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Parte I Aspectos generales


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Parte III Concusión


Parte IV Peculado ;?;'7'77:7:7“:C ¡77^7:7 777'7- 7;'.7: ;;-7?;.
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Parte V Corrupción de funcionarios


Parte VI Materia relacionada
Anexos ' Noticias de relevancia nacional e internacional (diarios)
INSTITUTO
PACÍFICO |

DEUTOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Autores:
© Daniel Luis Jo Villalobos • Jenniffer Canchan Ramos • Jorge W. Chávez Cotrina • Jelio Paredes In­
fanzón • Fernando Vicente Núñez Pérez • Gino Ríos Patio • Brendalis Carhuancho Zaldaña • Roldán
Soto Salazar, 2020

Primera edición - Marzo 2020

Copyright 2020: Instituto Pacífico S. A. C.

Diseño, diagramación y montaje:


Luis Ruiz Martínez
María del Rosario de la Cruz Huachua
Rosa Ccormoray Almanza

Edición a cargo de:


Instituto Pacífico S.A.C. 2020
Jr. Castrovirreyna N.° 224 - Breña
Central: 6193700 / E-mail: preprensa@institutopacifico.pe

Tiraje: 2,000 ejemplares

Registro de Proyecto Editorial : 31501052000201

ISBN : 978-612-322-213-0

Hecho el Depósito Legal en la


Biblioteca Nacional del Perú N.° : 2020-03250
Impresión a cargo de:
Pacífico Editores S.A.C.
Jr. Castrovirreyna N.° 224 - Breña
Central: 619-3720

Derechos reservados conforme a la Ley de Derecho de Autor.


Está terminantemente prohibida la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio, ya sea
electrónico, mecánico, químico, óptico, incluyendo el sistema de fotocopiado, sin autorización escrita del
autor y del Instituto Pacífico S.A.C., por lo tanto, quedan protegidos los derechos de propiedad intelectual
y de autoría por la legislación peruana.
Prólogo
os delitos cometidos por funcionarios públicos se encuentran ubicados en el
| capítulo II del título XVII del Código Penal, donde se establecen los siguientes
, tipos penales: abuso de autoridad (art. 377.9), Abuso de autoridad condicio-
nando ilegalmente la entrega de bienes y servicios (art. 376-A), otorgamiento
ilegítimo de derechos sobre inmuebles (art. 376-B), omisión, rehilamiento o demora
de actos funcionales (art. 377), denegación o retardo de apoyo policial (art. 378),
requerimiento indebido de la fuerza pública (art. 378), abandono del cargo (art.
380), nombramiento y aceptación ilegal de cargo público (art. 381); en la sección II
del capítulo II se establecen los siguientes tipos penales: concusión (art. 382), cobro
indebido (art. 383), colusión simple y agravada (art. 384), patrocinio ilegal (art. 385),
responsabilidad de peritos, árbitros y contadores particulares (art. 386); la sección II
se ocupa de los siguientes tipos penales: peculado (art. 387), peculado de uso (art.
388), malversación (art. 389), retardo injustificado de pago (art. 390), rehusamiento
a entrega de bienes (art. 391), extensión de tipo (art. 392).
La sección IV el Código Penal se ocupa de los delitos de corrupción de funcionarios,
entre los tipos penales establecidos tenemos: cohecho pasivo (art. 393), soborno
internacional pasivo (393-A), cohecho pasivo impropio (art. 394), cohecho pasivo
específico (art. 395), cohecho pasivo propio en el ejercicio de la función policial (art.
395-A), cohecho pasivo impropio en el ejercicio de la función policial (art. 395-B),
corrupción pasiva de auxiliares de justicia (art. 396), cohecho activo genérico (art.
397), cohecho activo transnacional (art. 397-A), cohecho activo específico (art. 398),
cohecho activo en el ámbito de la función policial (art. 398-A), el artículo 398-B se
ocupa de la inhabilitación que en puridad no es un tipo penal, el mencionado artículo
establece los supuestos en los que se impondrá la inhabilitación en los casos que el
funcionario esté inmerso dentro de los supuestos del artículo 398-A, tráfico de influen­
cias (art. 400) y finalmente el art. 401 se ocupa del delito de enriquecimiento ilícito.
La corrupción es uno de los flagelos que viene sufriendo nuestra sociedad desde hace
varias décadas, en sus diversas modalidades, desde los actos de corrupción básica
que en muchos casos pasan desapercibidos como es, por ejemplo, los empalmes que
los choferes le dan a un policía cuando comenten una infracción de tránsito, actos
que ocurren todos los días, hasta la gran corrupción de las altas autoridades en las
licitaciones públicas donde se juegan miles de millones de dólares.
Cuando estamos frente a este tipo de delitos no podemos dejar de mencionar a:
La Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción (Uncac), tam­
bién conocida como la Convención de Mérida, por haber sido adoptada
en esa ciudad de México en diciembre del 2003, entró en vigor el 14 de
diciembre del 2005 al reunir las 30 ratificaciones requeridas. Actualmente,
está integrada por 126 Estados miembros y sus objetivos son:
DEUTOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

- Adoptar medidas para prevenir y combatir más eficaz y eficientemente


la corrupción, así como el fortalecimiento de las normas existentes.
- Fomentar la cooperación internacional y la asistencia técnica en la
prevención y la lucha contra la corrupción.
- Promover la integridad, la obligación de rendir cuentas y la debida
gestión de los asuntos y bienes públicos.
En este sentido, la convención reconoce que una función pública eficiente
y transparente es la base de un buen gobierno. Asimismo, indica que, para
evitar los efectos nocivos de la corrupción es indispensable que sus normas
sean aplicables también al sector privado y se involucre a la sociedad en
el diseño e implementación de estrategias en la materia.
Otro aspecto novedoso de la convención radica en el tratamiento que
otorga a los fondos provenientes de actos de corrupción desviados de los
erarios públicos nacionales a terceros países. La recuperación de activos
es fundamental, ya que estos fondos son propiedad del Estado y es indis­
pensable su reincorporación a los países de los que fueron sustraídos, lo
que obliga a los Estados parte a brindar mayor cooperación para prevenir
y detectar movimientos de fondo1.

Es de suma importancia que el fiscal cuando está frente una investigación de delitos
de esta naturaleza, independientemente a qué dependencia pertenezca, tenga claro
qué es un funcionario o servidor público, y para ello nos debemos remitir a la Con­
vención de Mérida que en su art. 2 nos ofrece estas definiciones:
a) Por “funcionario público” se entenderá:
i) Toda persona que ocupe un cargo legislativo, ejecutivo, administrativo
o judicial de un Estado parte, ya sea designado o elegido, permanente
o temporal, remunerado u honorario, sea cual sea la antigüedad de esa
persona en el cargo;
ii) Toda otra persona que desempeñe una función pública, incluso para un
organismo público o una empresa pública, o que preste un servicio público,
según se defina en el derecho interno del Estado parte y se aplique en la
esfera pertinente del ordenamiento jurídico de ese Estado parte;
iii) Toda otra persona definida como “funcionario público” en el derecho
interno de un Estado parte. No obstante, a los efectos de algunas medidas
específicas incluidas en el capítulo II de la presente convención, podrá
entenderse por “funcionario público” a toda persona que desempeñe
una función pública o preste un servicio público según se defina en el
derecho interno del Estado parte y se aplique en la esfera pertinente del
ordenamiento jurídico de ese Estado:
Por “funcionario público extranjero” se entenderá: toda persona que
ocupe un cargo legislativo, ejecutivo, administrativo o judicial de
un país extranjero, ya sea designado o elegido; y toda persona que
ejerza una función pública para un país extranjero, incluso para un
organismo público o una empresa pública.1

1 Recuperado de <https://bit.ly/2LlwPpB
PRÓLOGO

Por “funcionario de una organización internacional pública” se en­


tenderá: un empleado público internacional o toda persona que tal
organización haya autorizado a actuar en su nombre.

Dentro de la gama de delitos vinculados a la Administración pública que cometen


las organizaciones criminales, uno de los más importantes, después del delito de
tráfico ilícito de drogas y la trata de blancas, es el delito de corrupción. Dentro de
las estadísticas de la Fecor, en más del 90 % de investigaciones que se llevan a cabo
siempre existe un funcionario público involucrado; sin embargo, hemos tenido
casos en los cuales son los funcionarios los que dirigían a la organización criminal
valiéndose de sus cargos, como en la investigación contra una estructura criminal
que se dedicaba a usurpar terrenos, luego los lotizaba para venderlos a pobladores
de escasos recursos a precios muy bajos, y cuando estos construían sus modestas
moradas, los desalojaban mediante la violencia, para, posteriormente, vender estos
inmuebles a terceras personas a un precio mayor, donde el alcalde era el cabecilla
de dicha organización.
Existen un sinnúmero de modalidades que utilizan las organizaciones criminales para
infiltrarse y corromper a las altas esferas de los gobiernos sean estos locales, regionales
o Gobierno central; la corrupción puede desarrollarse en el Estado como en la época
de Fujimori y Montesinos, o puede desarrollarse dentro de una gran empresa, como
en el caso de la constructora Odebrecht, la cual se valió de una serie de actos ilícitos
para ganar licitaciones de las más grandes obras de infraestructura del país, en este
caso los empresarios crearon toda una estructura criminal no solo para sobornar a
las autoridades de ese momento, sino que se dieron el lujo de financiar campañas
políticas para asegurar la continuación de sus obras. Esperemos que algún día se
logre una sentencia por el delito de organización criminal. Cabe precisar que en la
época en que estos hechos delincuenciales sucedían, no estaba vigente el tipo penal
de organización criminal, pero se debe recordar que sí estaba vigente el tipo penal
de asociación ilícita, entonces, cómo se explica que los que recibieron sobornos o
fueron beneficiados ilícitamente con dinero para financiar para sus campañas polí­
ticas, se los procese por organización criminal y a aquellos que los corrompieron no
se les haya imputado este delito.
La convivencia de las organizaciones criminales con los delitos de corrupción es
vital para que las primeras logren sus objetivos ilícitos, ambas se sostienen, una no
puede vivir sin la otra:
La relación entre la criminalidad organizada y la corrupción en el país es
innegable. Diversas modalidades de actos corruptos se basan en el uso de
estructuras organizadas para introducirse en el sector público y político a
fin de operar bajo un sistema de corrupción. Así, la distribución de contra­
tos estatales a terceros que favorecen a los funcionarios por su ‘elección’
o el depósito personal de pequeñas cantidades de dinero a una cuenta
bancada en distintas fechas y lugares requieren un grado de organización
y un númerode participantes para su ejecución. Diversas modalidades de
lavado de activos y actos de corrupción se visualizan en las tesis fiscales
de los casos más relevantes de la actualidad, como los mencionados. El
juzgamiento y sanción de casos pueden ser un aliciente a la preocupación
nacional sobre el alto índice de corrupción en el país, pero no debe ser
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

la única herramienta para reducir el alcance del fenómeno aún presente


en diversos ámbitos del sector público2.
Las conclusiones del IX Congreso de las Naciones Unidas sobre Preven­
ción del Delito y Tratamiento del Delincuente —en el listado de delitos
figuran diecinueve modalidades de la delincuencia organizada, entre ellas
figura el soborno y cohecho de funcionarios público, soborno y cohecho
de funcionarios de partidos políticos y soborno y cohecho de represen­
tante elegidos— es que existe, entonces, una criminalidad organizada
para realizar delitos de cohecho, o mejor, asociaciones ilícitas para el
soborno. En este sentido, en el contexto peruano, la mencionada Ley
N.° 28355, también modifica la redacción del delito de asociación ilícita
(art. 317 del Código Penal) sancionando ahora al que “[...] forma parte
de una organización [...]”, cuando antes solo se mencionaba el hecho de
“[...] ser miembro de la agrupación”. Siguiendo en el derecho peruano,
cobra relevancia la temática de la criminalidad organizada en el ámbito
funcionarial, pues la aplicación de algunas de las “leyes anticorrupción’
tienen como presupuesto la existencia, precisamente de una criminalidad
organizada que se gesta “desde el Estado”, por parte de sus integrantes
(sobre todo la legislación anticorrupción apunta aquellos funcionarios
públicos que tienen la prerrogativa de acusación constitucional). En tal
orden de ideas, por ejemplo, la Ley N.° 27378 lleva como título “Ley
que Establece Beneficios por Colaboración Eficaz en el Ambito de la
Criminalidad Organizada”. Asimismo, el art. 1 de la referida ley tiene
su ámbito de aplicación en la medida que sean 1) Perpetrados por una
pluralidad de personas o por organizaciones criminales, siempre que en su
realización se hayan utilizado recursos públicos o hayan intervenido fun­
cionarios o servidores públicos o cualquier persona con el consentimiento
o aquiescencia de estos. En otro contexto, la Ley N.° 27379 establece
que las medidas limitativas previstas en la ley podrán dictarse, entre otros
casos: (art. 1 numeral 1) a delitos perpetrados “[...] por una pluralidad de
personas o por organizaciones criminales, siempre que en su realización
se hayan utilizado recursos públicos o hayan intervenido funcionarios o
servidores públicos [...]”. Reitera la misma ley (art. 1 numeral 2) que “[...]
siempre que dichos delitos se cometan por una pluralidad de personas o
que el agente integre una organización criminalidad”3.

En la presente obra hemos reunido artículos referentes a diversos delitos de co­


rrupción de funcionarios, desde los aspectos generales de estos delitos, donde se
realiza un análisis de los principales tipos penales que reúne nuestro Código Penal
en esta materia, del mismo modo se hace un estudio de otras figuras penales desde
el punto de vista de la jurisprudencia nacional, lo cual es un aporte de los autores a
la comunidad jurídica, esperando que estos estudios prácticos sirvan al lector para
una mejor comprensión de estas figuras delictivas.

Jorge W. Chávez Cotrina

2 Recuperado de <https://bit.ly/2RjaP2j>.
3 Reátegui Sánchez, James, “Los delitos de corrupción de funcionario y criminalidad organizada”, Lima:
2008. Recuperado de <https://bit.ly/2RjaP2j>.
ASPECTOS
GENERALES
Parte I

LOS ASPECTOS GENERALES DE LOS DELITOS


CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Daniel Luis Jo Villalobos*


Universidad de San Martín de Porres

SUMARIO: 1. Los delitos contra la Administración pública en el derecho penal


peruano - 2. El concepto amplio y anticipado de funcionario o servidor público
para el derecho penal peruano - 3. Los delitos contra la Administración pública
en relación a la responsabilidad penal de las personas jurídicas - 4. Los delitos
contra la Administración pública en relación al delito de lavado de activos-
5. Referencias bibliográficas.

1. Los delitos contra la Administración pública en el derecho penal


peruano
Dentro del título XVIII de la parte especial del Código Penal se encuentran
ubicados los denominados delitos contra la Administración pública, los cuales
han adquirido especial importancia en su estudio, aplicación e interpretación.
Si quisiéramos darle un orden y coherencia en el estudio de lo que comprende
los delitos contra la Administración pública, debemos señalar que dentro de
este título se encuentran los siguientes ámbitos:

Abogado por la Facultad de Derecho de la Universidad De San Martín de Porres. Máster Internacional
en Prevención E Represión Do Branqueo De Diñeiro, Fraude Fiscal E Compliance por la Universidad
de Santiago de Compostela, España. Máster en Cumplimiento Normativo en Materia Penal por la
Universidad de Castilla-La Mancha, España. Máster en Contratación Pública por la Universidad de
Castilla-La Mancha, España.
Especialista en Prevención y Represión del Blanqueo de Dinero, Responsabilidad Criminal de las Perso­
nas Jurídicas y Fraude Fiscal, por la Universidad de Santiago de Compostela, España. Se desempeñó
como asesor del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Ejerció la defensa de los
intereses del Estado Peruano como abogado de la Procuraduría Pública Anticorrupción Ad-Hoc. Miem­
bro del Consejo Consultivo del Centro Peruano de Formación e Investigación Continua.

INSTITUTO PACÍFICO 3
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

- Normas generales, que comprenden el concepto y contenido de funcio­


nario o servidor público para el derecho penal, así como de la pena de
inhabilitación.
- Los delitos cometidos por particulares, como el caso de los delitos de usur­
pación de autoridad, títulos y honores, así como los delitos de violencia y
resistencia a la autoridad.
- Los delitos cometidos por funcionarios o servidores públicos, como el caso
de los delitos de concusión, peculado y corrupción de funcionarios.
- Los delitos contra la administración de justicia, como el caso de los delitos
contra la función jurisdiccional, prevaricato, denegación y retardo en la
administración de justicia.
Dentro de esta línea divisoria de lo que integran los delitos contra la Adminis­
tración pública es pertinente realizar algunas líneas reflexivas a fin de poder
entender su coherencia y sistemática.
El legislador nacional ha dado a entender que las normas generales no nece­
sariamente deben encontrarse ubicadas o anidadas dentro del título preliminar
o de la parte general del Código Penal. El caso de los delitos contra la Admi­
nistración pública es un ejemplo de que dentro de su estructura se encuentran
reguladas normas de carácter general, como el referido al concepto de funcio­
nario o servidor público para el derecho penal (sujeto), así como de la pena de
inhabilitación (sea como pena principal o accesoria). La ubicación de normas
generales dentro de la parte especial del Código Penal no es una novedad que
sea exclusiva para este ámbito delictual, para ello debemos recordar lo regulado
en su art. 433 que establece lo que se debe entender por título valor para el
derecho penal, en este caso como un documento público, para efectos de la
aplicación e interpretación de los delitos contra la fe pública o el mismo art. 440
que es una norma general que sirven para las faltas.
Seguramente dentro de los delitos contra la Administración pública que más
impactan o tienen mayor resonancia son aquellos cometidos por los funcionarios
o servidores públicos, sin embargo, eso no quiere decir que los particulares o su­
jetos comunes no podrían lesionar o poner en peligro el correcto funcionamiento
de la Administración pública en el ámbito que se desenvuelven o desarrollan.
Dentro de este importante título se encuentran regulados, por un lado, delitos
comunes cuyo autor puede ser cualquier persona, no requiriéndose la necesaria
presencia de alguna cualidad o característica del sujeto que le pueda distinguir
del resto (delitos cometidos por particulares), así como, por otro lado, delitos
especiales, cuyo autor no puede ser cualquier persona requiriéndose la necesaria
presencia de alguna cualidad que le pueda diferenciar de los demás (delitos
cometidos por funcionarios públicos).
Conforme se sostiene, el correcto funcionamiento o desenvolvimiento de la
Administración pública, que se entiende normalmente como el bien o interés
jurídico a proteger, puede ser lesionado o puesto en peligro por cualquier per­
sona y no solo o en forma exclusiva por los sujetos públicos que trabajan al
interior de una entidad estatal.

PARTE I: ASPECTOS GENERALES


DANIEL LUIS JO VILLALOBOS

El sujeto particular o común puede afectar el correcto funcionamiento de la


Administración pública sea como autor o como partícipe, dependiendo del
delito concreto contra la Administración pública que nos podamos referir. Será
considerado autor un sujeto común por medio de los delitos de usurpación de
autoridad, títulos y honores, así como de los delitos de violencia y resistencia
a la autoridad, en el que se incluyen las violaciones contra la seguridad en los PARTE
centros de detención o reclusión y como partícipe, sea como instigador o cóm­
plice extraneus, a pesar de que el autor del delito funcionarial sea un funcionario
o servidor público (sujeto público).
Conforme a esto último, si bien se entiende que el autor de los delitos de con­
cusión, peculado y corrupción de funcionarios, que se encuentran ubicados
como delitos contra la Administración pública cometidos por funcionarios o
servidores públicos, como regla, no puede ser cualquier persona, debiendo
ser un sujeto público que actúe dentro de su ámbito competencial o ejercicio
funcionarial, esto no impide la intervención delictiva de sujetos particulares o
comunes a través del título de partícipes (instigadores o cómplices) como una
forma de extensión del tipo conforme a las reglas de la parte general del Código
Penal. De acuerdo con nuestro ordenamiento jurídico, concordantemente con
lo que viene desarrollando nuestra Corte Suprema por medio de su doctrina
jurisprudencial, los principios de unidad del título de la imputación y de la ac-
cesoriedad limitada de la participación, permiten inculpar y atribuir un delito
especial funcionarial a un sujeto particular en calidad de partícipe, a lo que se
le viene denominando como sujeto extraneus.
Nuestra reflexión académica busca incidir que el correcto funcionamiento de la
Administración pública puede ser afectado no solo por el sujeto público, sino
también por los sujetos particulares, pudiendo ser estos autores de los delitos
que son considerados como comunes o impersonales, así como partícipes de
los delitos funcionariales cometidos por un autor especial.
Además de lo que se ha fundamentado, es pertinente hacer mención que los su­
jetos particulares a la fecha también pueden ser autores de los siguientes delitos:
Si bien dentro de los delitos contra la Administración pública cometidos
por funcionarios o servidores públicos, como el caso de los delitos de con­
cusión, peculado y corrupción de funcionarios, se entiende que el autor
debe ser un funcionario o servidor público (sujeto público) que debe actuar
dentro de su ejercicio funcionarial, sin embargo, dentro de este ámbito
es posible ubicar delitos comunes en donde el autor puede ser cualquier
persona, como el caso del cohecho activo (art. 397 del Código Penal) y
del tráfico de influencias (art. 400 del Código Penal).
- Los sujetos particulares a la fecha también podrían ser autores, como una
novedad en nuestro ordenamiento jurídico y cumpliendo propiamente
compromisos internacionales, de modalidades de corrupción privada
activa (arts. 241-A y 241-B del Código Penal).
Otro dato de importancia académica que permite reflexionar es el hecho de
que normalmente dentro de todo el ámbito conformado por los delitos contra la
Administración pública seguramente los que más llaman la atención son aquellos
denominados como corrupción de funcionarios y dentro de ellos el cohecho. Si

INSTITUTO PACÍFICO 5
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

bien el cohecho, sea activo o pasivo, es una manifestación del delito de corrup­
ción de funcionarios, sin embargo, conforme a nuestro ordenamiento jurídico
y su ubicación sistemática existen otras concretizaciones, como la negociación
incompatible o aprovechamiento indebido de cargo, tráfico de influencias y
enriquecimiento ilícito.
PARTI Si bien el término corrupción en nuestro ordenamiento jurídico, en su origen, se
encontraba señalado y redactado como corrupción de funcionarios y en forma
exclusiva como manifestación de lo que comprenden los delitos contra la Ad­
ministración pública, a la fecha este término ha extendido su campo de acción
para el ámbito privado, como una política global de enfrentar la corrupción.
Conforme al D. Leg. N ° 1385 del 4 de setiembre del 2018 y cumpliéndose
específicamente compromisos internacionales asumidos, como lo regulado en
la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción (Convención de
Mérida-2003), se ha decidido incorporar a nuestro ordenamiento jurídico los
delitos de corrupción privada, como una forma de proteger el correcto funcio­
namiento del mercado así como la libre y leal competencia de las empresas en
sus relaciones comerciales que puedan existir tanto a nivel interno y externo.
La mencionada Convención de Mérida, como marco rector de tipificación para
los Estados nacionales, ha previsto la corrupción privada de la siguiente manera:

Artículo 21. Soborno en el sector privado

Cada Estado parte considerará la posibilidad de adoptar las medidas


legislativas y de otra índole que sean necesarias para tipificar como
delito, cuando se cometan intencionalmente en el curso de actividades
económicas, financieras o comerciales:
a) La promesa, el ofrecimiento o la concesión, en forma directa o
indirecta, a una persona que dirija una entidad del sector privado
o cumpla cualquier función en ella, de un beneficio indebido que
redunde en su propio provecho o en el de otra persona, con el fin de
que, faltando al deber inherente a sus funciones, actúe o se abstenga
de actuar;
b) La solicitud o aceptación, en forma directa o indirecta, por una per­
sona que dirija una entidad del sector privado o cumpla cualquier
función en ella, de un beneficio indebido que redunde en su propio
provecho o en el de otra persona, con el fin de que, faltando al deber
inherente a sus funciones, actúe o se abstenga de actuar [Énfasis
agregado].

Concretamente el legislador nacional ha decidido incorporar tanto el delito de


corrupción en el ámbito privado (art. 241-A) y el delito de corrupción al interior
de entes privados (art. 241-B del Código Penal), pero no como delitos contra
la Administración pública sino como delitos contra el orden económico, por
lo que, el término corrupción, más específicamente en su forma de cohecho
activo o pasivo, se puede presentar en ámbitos públicos y privados. Se podrá
apreciar, concordantemente con lo que existe en el ámbito público, que la co­

PARTE I: ASPECTOS GENERALES


6
DANIEL LUIS JO VILLALOBOS

rrupción privada pasiva tiene como verbos rectores el aceptar, recibir y solicitar,
en tanto que la corrupción privada activa tiene como verbos rectores el ofrecer,
prometer y conceder.
Haciéndose didáctica con lo se viene afirmando, es posible ejemplificar la co­
rrupción pública y privada de la siguiente manera:
Un gerente de un banco privado solicita una importante suma dinero a un
r parte

representante de un estudio de abogados, el cual se encuentra constitui­


do como persona jurídica-empresa, a cambio de entregarle una también
importante cartera de casos judiciales y administrativos para que sean
atendidos. Este gerente del banco privado cometería el delito de corrupción
privada pasiva, como parte de los delitos contra el orden económico.
- Un representante de una persona jurídica-empresa dedicada a brindar el
servicio de seguridad ofrece una importante suma de dinero a un gerente
de un banco privado a cambio de que su representada brinde el servicio
de seguridad al mencionado banco. El representante de esta empresa de­
dicada a brindar el servicio de seguridad cometería el delito de corrupción
privada activa, como parte de los delitos contra el orden económico.
- Un gerente de un banco estatal solicita una importante suma dinero a un
representante de un estudio de abogados, que se encuentra constituido
como persona jurídica-empresa, a cambio de entregarle una también
importante cartera de casos judiciales y administrativos para que sean
atendidos. Este gerente del banco estatal cometería el delito de cohecho
pasivo, como parte de los delitos de corrupción de funcionarios.
- Un representante de una persona jurídica-empresa dedicada a brindar el
servicio de seguridad ofrece una importante suma de dinero a un gerente
de un banco estatal a cambio de que su representada brinde el servicio de
seguridad a la mencionada institución. El representante de esta empresa
dedicada a brindar el servicio de seguridad cometería el delito de cohecho
activo, como parte de los delitos de corrupción de funcionarios.
Por tanto, de acuerdo con lo expuesto, la corrupción se encuentra vinculada
tanto al ámbito público y privado por lo que, su tipificación busca enfrentarla
desde diversos ámbitos y sectores, no siendo la corrupción patrimonio exclusi­
vo del ámbito público y de los funcionarios públicos, integrándola también el
ámbito privado y los sujetos particulares.

2.’ El concepto amplio y anticipado de funcionario o servidor público


para el derecho penal peruano
De inicio podemos señalar que el derecho penal peruano asume un concepto
de funcionario o servidor público distinto y autónomo con respecto de otras
ramas o especialidades, como el derecho laboral o el derecho administrativo al
respecto. De acuerdo con lo que se apuntará, el concepto penal de funcionario
o servidor público es amplio, pero a su vez anticipado conforme se demostrará,
para nada restringido o formalista como de repente otras ramas podrán exigir.

INSTITUTO PACÍFICO
DEUTOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Por sujeto público se incluye tanto al funcionario público como al servidor


público, bajo el entendido de que ambos ejercen o realizan funciones públicas
conforme al rol o funciones que puedan desempeñar. El funcionario y el servidor
público ostentan competencias o funciones que se encuentran reguladas tanto
en la Constitución, leyes, reglamentos y directivas.
PARTE
Si bien para otras ramas, como en el derecho administrativo, puede importar
mucho la distinción y diferencia entre el funcionario y el servidor público (em­
pleado o trabajador público), en donde uno es el que manda, ordena o dirige,
en tanto que el otro es el que cumple u obedece. Sin embargo, para el derecho
penal ambas son manifestaciones del ejercicio de las funciones públicas. Es
por ello que en el Código Penal se viene regulando en forma expresa, por citar
algunos ejemplos, de la siguiente manera:
- Son funcionarios o servidores públicos, al inicio del art. 425 del Código
Penal.
- El funcionario o servidor público, en la estructura típica del delito de
concusión de acuerdo al art. 382 del Código Penal.
- El funcionario o servidor público, en la estructura típica del delito de
colusión desleal de acuerdo al art. 384 del Código Penal.
El que, valiéndose de su calidad de funcionario o servidor público, en la
estructura típica del delito de patrocinio ilegal de acuerdo al art. 385 del
Código Penal.
- El funcionario o servidor público, en la estructura típica del delito de
peculado de acuerdo al art. 387 del Código Penal.
- El funcionario o servidor público, en la estructura típica del delito de
malversación de acuerdo al art. 389 del Código Penal.
- El funcionario o servidor público, en la estructura típica del delito de
cohecho pasivo de acuerdo al art. 393 del Código Penal.
- El funcionario o servidor público, en la estructura típica del delito de ne­
gociación incompatible o aprovechamiento indebido de cargo de acuerdo
al art. 399 del Código Penal.
- El funcionario o servidor público, en la estructura típica del delito de
enriquecimiento ilícito de acuerdo al art. 401 del Código Penal.
De acuerdo con lo que se puede apreciar, como norma general de los delitos
contra la Administración pública, solo existe un catálogo que incluye en el mismo
orden tanto a los funcionarios como a los servidores públicos, no existiendo dos
catálogos diferenciados entre uno y otro sujeto público. Por citar un ejemplo,
tanto un funcionario como un servidor público podrían cometer el delito de
enriquecimiento ilícito, ello conforme a lo regulado en forma concordante en
los arts. 401 y 425 del Código Penal.
Si bien el art. 425 del Código Penal regula un catálogo de lo que se podrá
entender como funcionario o servidor público para efectos o términos penales,
es una relación amplia y anticipada que incluye diversos supuestos personales,
lo cual es pertinente dar un esbozo de cada uno de ellos.

8 PARTE I: ASPECTOS GENERALES


DANIEL LUIS JO VILLALOBOS

2.1. Los que están comprendidos en la carrera administrativa


Esta modalidad está referida a aquellos que tienen un mayor vínculo con el
Estado, teniendo más estabilidad que muchos otros sujetos públicos, no sien­
do sencillo su apartamiento en el rol que desempeñan, carrera que permite el
ascenso funcionarial conforme a los méritos y concursos establecidos.

2.2. Los que desempeñan cargos políticos o de confianza, incluso si ema­


nan de elección popular
Esta modalidad que, si bien no implica actuar en carrera administrativa, sí
implica actuación en la función pública, cargos que pueden tener un tiempo
fijo o que en todo caso podrían culminar en cualquier momento conforme a la
confianza existente o pérdida de esta, en la que en algunos casos la remunera­
ción o estipendio no es parte neurálgica de la existencia de la función pública
encomendada, por ejemplo, en esta modalidad se encuentran los asesores
presidenciales, los ministros del Estado o los mismos congresistas.

2.3. Todo aquel que, independientemente del régimen laboral en que


se encuentre, mantiene vínculo laboral o contractual de cualquier
naturaleza con entidades u organismos del Estado, incluidas las em­
presas del Estado o sociedades de economía mixta comprendidas en
la actividad empresarial del Estado, y que en virtud de ello ejerce
funciones en dichas entidades u organismos
Esta modalidad es independiente y autónoma al régimen laboral en que se
encuentre el funcionario o servidor público, lo importante es la existencia de un
vínculo de cualquier naturaleza (civil o laboral, temporal o indefinido, remune­
rado u honorífico) que permita y autorice el ejercicio de las funciones públicas.
En un determinado momento existió un conflicto interpretativo en este supuesto
de funcionario o servidor público para efectos penales, con respecto a lo regulado
en el art. 40 de la Constitución que sostiene que no están comprendidos en la
función pública los trabajadores de las empresas del Estado o de sociedades de
economía mixta; sin embargo, la Corte Suprema nacional aclaró que en el texto
constitucional se regulan aspectos no penales, es decir, para el ámbito laboral
derivado de la carrera administrativa, manteniendo vigencia lo regulado en el
Código Penal, por lo que, a la fecha un trabajador de una empresa estatal sigue
siendo considerado jurídicamente un sujeto público.
Lo interesante de este supuesto es que al incluir a los trabajadores de las empresas
del Estado o de las sociedades de economía mixta comprendidas en la actividad
empresarial del Estado como parte de la función pública, hace recordar la nove­
dosa y ya vigente Ley N.° 30424 modificada por medio del D. Leg. N.° 1352,
esto es, la normatividad que regula la responsabilidad “administrativa” de las
personas jurídicas, la misma que al detallar el catálogo de lo que se entiende
por persona jurídica hace mención, entre otras, a las empresas del Estado y a
las sociedades de economía mixta.

INSTITUTO PACÍFICO
DEUTOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

2.4. Los administradores y depositarios de caudales embargados o de­


positados por autoridad competente, aunque pertenezcan a parti­
culares
Esta modalidad nos lleva a los supuestos en que el patrimonio público no ne­
cesariamente se encuentra referido a bienes que sean de propiedad exclusiva
. del Estado, ya que pueden existir bienes que sean de propiedad de particulares
pero que se encuentren bajo la administración, custodia o vigilancia estatal.
A la fecha dentro de un proceso penal o dentro del novedoso proceso de ex­
tinción de dominio, en su propio trámite, es posible que se ordene en forma
cautelar, la incautación de bienes muebles o inmuebles, es decir, para que tales
bienes pasen a la administración, vigilancia o custodia estatal, sin perjuicio de que
tales bienes todavía en pleno proceso pertenezcan a los particulares o terceros.

2.5. Los miembros de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional


El legislador nacional ha decidido incluir, dentro del catálogo de funcionarios
o servidores públicos a los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía
Nacional, instituciones que se basan en la jerarquía, subordinación, así como
en la obediencia debida. Sin perjuicio de su detalle dentro de este catálogo, es
curioso que el legislador nacional haya decidido incorporar al Código Penal
por medio del D. Leg. N.° 1351 del 7 de enero del 2017, tanto el delito de co­
hecho pasivo propio como el delito de cohecho pasivo impropio, ambos en el
ejercicio de la función policial (arts. 395-Ay 395-B), cuando tal hecho delictivo
ya tenía recepción, en términos de tipicidad, en al art. 393 del Código Penal al
regular el cohecho pasivo genéricamente de funcionarios o servidores públicos,
regulación que entendemos que es más bien para las tribunas en lugar de que
tenga efectividad en la realidad.

2.6. Los designados, elegidos o proclamados, por autoridad competente,


para desempeñar actividades o funciones en nombre o al servicio
del Estado o sus entidades
Conforme se ha sostenido en líneas anteriores, el concepto de funcionario
o servidor público para el derecho penal es de tipo amplio y autónomo a lo
que puedan sostener y desarrollar otras ramas del ordenamiento jurídico, esta
modalidad de sujeto público implica más bien la existencia de un concepto
anticipado, en donde basta la designación, la elección o la proclamación por
la autoridad competente, no siendo necesario la asunción o el pleno ejercicio
del cargo. Dentro de esta consideración anticipada, basta la existencia del título
funcionarial (designado, elegido o proclamado), independiente al juramento o al
ejercicio de la función pública encomendada. Esta causal destaca por el término
“[...] para [...]”, el mismo que debe ser entendido como que la designación,
elección o proclamación se encuentra con la finalidad, destino, intención u
objetivo de desempeñarse o ejercerse en funciones públicas.

20 PARTE I: ASPECTOS GENERALES


DANIEL LUIS JO VILLALOBOS

Un antecedente importante de esta modalidad funcionarial anticipada la encon­


tramos en la Convención Interamericana contra la Corrupción del 29 de marzo
de 1996 (OEA), en cuyo art. I se regula lo siguiente:

Artículo I
Definiciones
Para los fines de la presente convención, se entiende por:
“Función pública”, toda actividad temporal o permanente, remunerada
u honoraria, realizada por una persona natural en nombre del Estado o
al servicio del Estado o de sus entidades, en cualquiera de sus niveles
jerárquicos.
“Funcionario público”, “oficial gubernamental” o “servidor público”,
cualquier funcionario o empleado del Estado o de sus entidades, incluidos
los que han sido seleccionados, designados o electos para desempeñar
actividades o funciones en nombre del Estado o al servicio del Estado,
en todos sus niveles jerárquicos.
“Bienes”, los activos de cualquier tipo, muebles o inmuebles, tangibles o in­
tangibles, y los documentos o instrumentos legales que acrediten, intenten
probar o se refieran a la propiedad u otros derechos sobre dichos activos.

2.7. Los demás indicados por la Constitución Política y la ley


La amplitud del concepto de funcionario o servidor público se fundamenta
además por la existencia de esta causal dentro de este catálogo. La descripción
expresa de los demás indicados en la Constitución y en la ley implica que el
catálogo de lo que se debe entender por sujeto público para efectos penales no
se encuentra cerrado ni es numerus clausus, ya que cabe la posibilidad de que
la misma siga ampliándose por remisión.
Si bien en este catálogo, por ejemplo, no se hace mención para nada con respec­
to de los árbitros, que a decir verdad también administran justicia, sin embargo,
dentro del propio tipo penal de cohecho pasivo específico regulado en el art.
395 del Código Penal, se hace mención expresa, entre otros, al árbitro como
sujeto activo de este especialísimo delito. De la misma manera, por efectos de
leyes especiales o complementarias, se podría incluir como parte de la función
pública a los notarios públicos, entre otros.
Por tanto, para efectos penales, para definir el concepto normativo de funcionario
o servidor público debe de acudirse no solamente a la expresa regulación del
art. 425 del Código Penal, sino también a los propios tipos penales que regulan
los delitos, así como a las leyes especiales o complementarias.

INSTITUTO PACÍFICO 2
DEUTOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

3. Los delitos contra la Administración pública en relación a la respon­


sabilidad penal de las personas jurídicas

3.1. La denominada responsabilidad "administrativa" de las personas ju­


PARTE rídicas conforme a un fraude de etiquetas: el carácter penal de la
• responsabilidad de las personas jurídicas
Como una novedad realizada por el legislador peruano, por medio de la Ley
N.° 30424 del 21 de abril de/ 2016, se ha introducido por primera vez a nues­
tro ordenamiento jurídico, la ley especial que regula la responsabilidad de las
personas jurídicas, utilizándose la denominación de responsabilidad adminis­
trativa, esto es, conforme a un fraude de etiquetas, responsabilidad que solo se
iba aplicar, en forma exclusiva y en su inicio, para el delito de cohecho activo
transnacional regulado en el art. 397—A del Código Penal. Sin embargo, a
través del D. Leg. N.° 1352 del 7 de enero del 2017, no solo se modificó la
entrada en vigencia de esta normatividad especial posponiéndose su vigencia
hasta el 1 de enero del 2018 (normatividad vigente al día de hoy), sino que el
catálogo delictivo que busca atribuir responsabilidad a la personas jurídicas,
aparte del cohecho activo transnacional, se han sumado al mencionado catálogo
los siguientes tipos penales: cohecho activo genérico; cohecho activo específico;
lavado de activos; y, financiamiento del terrorismo. Además, por medio de la
Ley N.° 30835 del 2 de agosto del 2018, se han adicionado los tipos penales
de colusión desleal y tráfico de influencia.
Si bien esta normatividad, que a la fecha ya se encuentra en vigencia, busca
regular en forma literal y expresa la responsabilidad administrativa de las perso­
nas jurídicas, concretamente para los delitos de cohecho activo transnacional,
cohecho activo genérico, cohecho activo específico, lavado de activos, financia­
miento del terrorismo, colusión desleal y tráfico de influencia, dando a entender
que desde el punto de vista formal o del fraude de etiquetas, aparentemente,
se busca mantener la vigencia legal del apotegma jurídico conforme al societas
delinquere non potest, esto es, que las personas jurídicas no pueden cometer
delitos ni pueden responder penalmente1, sin embargo, de acuerdo a su propia
regulación, es posible apreciar que el fundamento de la responsabilidad de las
personas jurídicas no se encuentra sustentada en el delito individual cometido
por la persona natural, es decir, en un hecho ajeno, sino en un delito corpora­
tivo teniendo como contenido el defecto de organización, conforme lo viene
sosteniendo el Tribunal Supremo español, el mismo que se configura en el
déficit estructural de los mecanismos de control del delito en la persona jurídica.
Es curioso que se busque etiquetar la existencia de “responsabilidad adminis­
trativa” de las personas jurídicas por medio de esta nueva normatividad, sin
embargo, tal expresión literal ha sido materia de pronunciamiento y cuestiona-
miento por parte de la doctrina nacional de la siguiente manera:

1 Cfr. CARO Coria, Carlos, “La responsabilidad “administrativa” de las empresas corruptas. Sobre la ley
que sanciona a las personas jurídicas por cohecho activo transnacional”. Recuperado de <https://bit.
ly/35xvmEf>. 13 de agosto del 2019.

22 PARTE I: ASPECTOS GENERALES


DANIEL LUIS JO VILLALOBOS

Pero esta determinación de responsabilidad no se llevará a cabo en


sede administrativa, sino en sede penal, por un juez penal, en el marco
y con las garantías de un proceso penal, aplicándose las disposiciones
pertinentes del Código Penal y del Código Procesal Penal del 2004.
Por ello, no somos pocos los que consideramos que la ley recurre a
una suerte de fraude de etiqueta al denominar “administrativa” a lo
que en rigor es una responsabilidad penal corporativa2.

Por tanto, consideramos que nuestra reciente normatividad contra las personas
jurídicas tiene un carácter penal y no administrativo, por los siguientes funda­
mentos:
- La persona jurídica responderá por la comisión de delitos y no por ilícitos
o infracciones administrativas.
- La persona jurídica no responderá, por aplicación automática y basado
en un hecho ajeno, por todos los delitos que cometan sus directivos y
subordinados. El modelo de la transferencia vicarial, derivado de la he-
terorresponsabilidad o del hecho ajeno, no puede servir para sustentar la
responsabilidad penal de las personas jurídicas, sino en el hecho propio
o de la autorresponsabilidad basado en el defecto de la organización
corporativa.
- La persona jurídica será imputada conforme a las reglas del proceso penal
común que se encuentra regulado en el Código Procesal Penal y no por
los procedimientos regulados en la Ley del Procedimiento Administrativo
General.
- La persona jurídica incorporada a un proceso penal tiene los mismos
derechos y garantías que la persona natural imputada.
- La persona jurídica, conforme al Código Procesal Penal, puede someter­
se voluntariamente a mecanismos de simplificación procesal, como los
casos de terminación anticipada del proceso, conclusión anticipada del
juzgamiento y colaboración eficaz.
- La persona jurídica podrá ser defendida técnicamente por un defensor
público otorgado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.
La persona jurídica podrá ser investigada y acusada por los fiscales del
Ministerio Público y juzgada y condenada por los jueces penales del Po­
der Judicial, desechándose la posibilidad que de tales actividades sean
realizadas por órganos administrativos.
- La responsabilidad de las personas jurídicas será en forma autónoma e
independiente a la responsabilidad penal de las personas naturales que
cometieron el delito.
- Se regulan eximentes, agravantes y atenuantes de la responsabilidad de
la persona jurídica, así como reglas para determinar la imposición de las
medidas administrativas.

2 Loe. cit.

INSTITUTO PACÍFICO 23
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Conforme a estas características, en la doctrina nacional se ha buscado establecer


la siguiente afirmación interesante:

[... ] la marcha triunfal de la RPPJ llegó a nuestro país expresada en la Ley


N.° 30424 y el D. Leg. N.° 1352, normas que han significado un vuelco
en el estado de las cosas al establecer un sistema de responsabilidad pe­
nal de la persona jurídica que deberá coexistir con el de responsabilidad
penal individuáis.

Avizoramos que en un futuro no muy lejano la nomenclatura de la Ley N.° 30424


denominada como “responsabilidad administrativa” será sustituida por el de
una verdadera “responsabilidad penal”, así como las denominadas “medidas
administrativas”, aparte de poder sumarse otras formas sancionatorias de las
que ya existen, será cambiado por el de “penas”.

3.2. El catálogo delictual que permite atribuir la responsabilidad penal a


las personas jurídicas o entidades corporativas: el catálogo relevante
De acuerdo con lo desarrollado en líneas anteriores, el catálogo delictual que
permite atribuir la responsabilidad penal de las personas jurídicas se encuentra
previsto, hasta el día de hoy y conforme al principio de legalidad, para el si­
guiente catálogo delictual: cohecho activo transnacional (art. 397-A del Código
Penal), cohecho activo genérico (art. 397 del Código Penal), cohecho activo
específico (art. 398 del Código Penal), lavado de activos (arts. 1, 2, 3 y 4 del
D. Leg. N.° 1106), financiamiento del terrorismo (art. 4-A del Decreto Ley
N.° 25475), colusión desleal (art. 384 del Código Penal) y tráfico de influencias
(art. 400 del Código Penal).
En ese sentido, es casi común apreciar que los países que introducen la res­
ponsabilidad penal de las personas jurídicas, establecen una suerte de catálogo
delictivo o de numeras clausus, en donde se hace literal mención que solo serán
responsables en los supuestos delictivos autorizados que se encuentran previstos
en el Código Penal o en las leyes penales especiales, impidiéndose, conforme al
principio de legalidad penal, una extensión de la misma a los delitos donde no
se contempla expresamente, a pesar de que su comisión pueda estar asociada
a la actuación de una persona jurídica.
Este catálogo delictivo, el mismo que con el devenir del tiempo podrá ir en
aumento, podrá ser entendido como una suerte de opción de política criminal
del legislador, en el que siempre existirán posiciones críticas del porqué no se ha
incluido tal o tales tipologías delictivas, concluyéndose en que existen lagunas
y deficiencias de la legislación en la previsión de la responsabilidad penal de
las personas jurídicas.

3 REYNA ALFARO, Luis Miguel, “Implementación de los Compliance Programs y sus efectos de exclusión
o atenuación de responsabilidad penal de los sujetos obligados”, en REYNA ALFARO, Luis Miguel (dir.),
Compliance y responsabilidad penal de ¡as personas jurídicas. Perspectivas comparadas (EE. UU., Es­
paña, Italia, México, Argentina, Colombia, Perú y Ecuador), Lima: Ideas Solución Editorial, 2018, p.
211.

24 PARTE I: ASPECTOS GENERALES


DANIEL LUIS JO VILLALOBOS

En términos de legeferenda o de reforma legislativa, sería mejor y pertinente,


la no presencia de un sistema de catálogo expreso y cerrado de modalidades
delictivas, regulándose más bien una responsabilidad penal general de las
personas jurídicas, en donde se apunte que la responsabilidad puede surgir de
todo hecho punible siempre que la perpetración del ilícito penal se hubiere visto
favorecida o facilitada por la falta de implementación efectiva por parte de la PARTE
persona jurídica de un modelo adecuado de prevención de delitos (programa
de cumplimiento normativo de carácter penal o criminal compliance), según
cuál sea el tipo de actividad o actividades que esta desarrolle, ello para enfrentar
la denominada laguna o deficiencia que pueda existir en la normativa penal.
La idea es evitar que se entienda que un catálogo delictivo cerrado sea conse­
cuencia de una arbitrariedad, capricho legislativo o de una mera corazonada.
Si bien es verdad que la responsabilidad penal de las personas jurídicas normal­
mente se encuentra asociada o vinculada al ámbito de los delitos económicos
y empresariales, sin embargo, es posible entender y asumir que esta respon­
sabilidad penal de los entes corporativos puede trascender la comisión de la
delincuencia económica.

3.3. Las personas jurídicas o entidades corporativas objeto de atribu­


ción de la responsabilidad penal: Los sujetos activos relevantes
Las personas jurídicas o entidades corporativas objeto de atribución de la
responsabilidad penal, entendidos como los nuevos sujetos activos relevantes,
conforme al principio de legalidad, deberán ser consideradas las siguientes: las
entidades de derecho privado; las asociaciones, fundaciones, organizaciones
no gubernamentales y comités no inscritos; las sociedades irregulares; los entes
que administran un patrimonio autónomo; las empresas del Estado peruano o
sociedades de economía mixta.
Una reflexión que nos lleva la mención de estas personas jurídicas es que no solo
se hace mención a las personas jurídicas que puedan tener fines de lucro, como
el caso de las empresas o sociedades, sino que en forma adicional se integran
a este listado personas jurídicas que no necesariamente tienen la finalidad de
obtener lucro.
Si bien el estudio de la responsabilidad penal de las personas jurídicas se ha
vinculado normalmente al ámbito de la criminalidad empresarial (criminalidad
de empresa), sin embargo, esta responsabilidad de la persona jurídica puede
transcender este ámbito, como el caso de la responsabilidad penal de los partidos
políticos, que de acuerdo con nuestra normatividad nacional son considerados,
en términos jurídicos, como asociaciones, así como de las organizaciones no
gubernamentales.
Normalmente los países que se han estado permitiendo introducir a sus orde­
namientos jurídicos la responsabilidad penal de las personas jurídicas, se han
encontrado limitando o excluyendo al Estado y sus diversas manifestaciones. Sin
embargo, para el caso en concreto se está permitiendo regular la responsabilidad
penal de las empresas del Estado peruano o sociedades de economía mixta.

INSTITUTO PACÍFICO 25
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Al hacerse mención que la responsabilidad también incluye a las entidades no


inscritas, así como a las sociedades irregulares, da a entender que más que una
responsabilidad penal de las personas jurídicas, parecería mejor hablar y desa­
rrollar una responsabilidad de las entidades corporativas o de la corporación.
En cuanto a las afectaciones a la personalidad jurídica de la entidad corporativa
PAR'
que no impiden la atribución de responsabilidad penal, en forma pertinente, se
encuentran reguladas las siguientes formas: cambio de nombre, denominación
o razón social, reorganización social, transformación, escisión, fusión, disolu­
ción, liquidación o cualquier acto que pueda afectar la personalidad jurídica
de la entidad.

4. Los delitos contra la Administración pública en relación al delito de


lavado de activos
La relación que puede existir entre el delito de lavado de activos con respecto
de los delitos contra la Administración pública se encuentra referido a que estos
últimos pueden ser fuente del posterior acto de blanqueo o de legitimación. A la
fecha no hay discusión que manifestaciones de los delitos contra la Administra­
ción pública, como el caso del peculado por apropiación, concusión, cohecho
pasivo, tráfico de influencia o el enriquecimiento ilícito, por citar algunos ejem­
plos, pueden producir bienes de origen ilícito que puedan ser posteriormente
objeto de lavado.
De acuerdo a nuestro ordenamiento jurídico penal, delito antecedente, fuente
o determinante, puede ser cualquiera que tenga la capacidad de generar bienes
de origen ilícito, no encontrándose vinculado necesariamente a un concreto
umbral en cuanto a la ganancia producida o en lo que se refiere a la gravedad
punitiva del delito determinante.
Además, conforme lo viene asumiendo también nuestra Corte Suprema a través
de los Acuerdos Plenarios N.os 3-2010 y 7-2011, el interviniente en forma delic­
tiva en el delito subyacente puede ser también interviniente en forma delictiva
del posterior acto de blanqueo, configurándose un concurso real de delitos,
con la consecuencia de la suma punitiva que existe al respecto, rechazándose
la existencia, entre ambas figuras, de un concurso aparente de leyes resuelto
por medio del principio de consunción.
Sin perjuicio de lo señalado en este acápite, debe hacerse mención que los
bienes de origen o destino ilícito, que pueden tener como base los delitos contra
la Administración pública, pueden ser objeto del novedoso proceso autónomo
e independiente de extinción de dominio conforme a lo regulado en el D. Leg.
N.° 1373 del 4 de agosto del 2018, concordantemente con lo regulado en su
reglamento por medio del D. S. N.° 007-2019-JUS del 1 de febrero del 2019.
Un ejemplo al respecto podría ser el siguiente: el dinero que podía servir para
corromper a un funcionario público que no aceptó la coima es un bien instru­
mental delictivo que tenía como destino lo ilícito; en tanto que si, en otro esce­
nario, el funcionario público hubiese aceptado la coima propuesta, tal dinero
tendría un origen ilícito.

26 PARTE I: ASPECTOS GENERALES


DANIEL LUIS JO VILLALOBOS

5. Referencias bibliográficas
CARO Coria, Carlos, “La responsabilidad “administrativa” de las empresas
corruptas. Sobre la ley que sanciona a las personas jurídicas por cohecho
activo transnacional”. Recuperado de <https://bit.ly/35xvmEf>. 13 de
agosto del 2019. PARTE
REYNA ALFARO, Luis Miguel, “Implementación de los Compliance Programs
y sus efectos de exclusión o atenuación de responsabilidad penal de los
sujetos obligados”, en REYNA ALFARO, Luis Miguel (dir.), Compliance y
responsabilidad penal de las personas jurídicas. Perspectivas comparadas
(EE. UU., España, Italia, México, Argentina, Colombia, Perú y Ecuador),
Lima: Ideas Solución Editorial, 2018.

INSTITUTO PACÍFICO 27
DELITOS DE CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS
ASPECTOS GENERALES

Jenniffer Canchari Ramos*

SUMARIO: 1. Introducción - 2. Características de los delitos de corrupción de


funcionarios - 3. El Sistema Anticorrupción Peruano.- 4. Conceptos básicos de
los delitos cometidos por funcionarios públicos - 5. Conclusiones-6. Referencias
bibliográficas.

1. Introducción
Nuestro Código Penal vigente, aprobado mediante D. Leg. N.° 635 de fecha 8
de abril de 1991, contiene 452 artículos con cinco disposiciones finales y tran­
sitorias producto de las múltiples reformas orientadas a modificar su articulado
principalmente en el incremento del quantum de las penas. Asimismo, se han
incorporado nuevos artículos con la criminalización de nuevas conductas y
con la adopción, entre otros, de normas más objetivas para la determinación
de la pena.
Es así, que en el capítulo ii del título xviii del libro ii de la parte especial del Código
Penal, tenemos los delitos contra la Administración pública, los cuales sancionan
conductas que constituyen actos de corrupción, los mismos que generan riesgo
para su ocurrencia como consecuencia del indebido funcionamiento del aparato
estatal a través de sus agentes. Los delitos contra la Administración pública se
encuentran divididos en cuatro secciones: sección i, los delitos de abuso de au­
toridad, omisión, rehusamiento o demora de actos funcionales, requerimiento
indebido de la fuerza pública, abandono de cargo y nombramiento o aceptación
ilegal; en la sección ii, los delitos de concusión, cobro indebido, colusión simple
y agravada, y patrocinio ilegal; sección iii, delitos de peculado doloso y culposo,
peculado de uso, malversación, retardo injustificado de pago y rehusamiento
a entrega de bienes depositados o puestos en custodia; y, en la sección iv, los
delitos de corrupción de funcionarios, que comprenden tipos penales (cohecho

Abogada egresada de la universidad San Martín de Porres. Maestra en Derecho Penal y Garantías
Constitucionales por la Universidad Española de Jaén. Fiscal provincial de la 11 Fiscalía Provincial
Penal Corporativa del Callao.

INSTITUTO PACÍFICO 29
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

pasivo propio, cohecho pasivo impropio, cohecho pasivo específico, cohecho


activo genérico, cohecho activo específico, corrupción pasiva de auxiliares ju­
risdiccionales, negociación incompatible o aprovechamiento indebido de pago,
tráfico de influencias y enriquecimiento ilícito).
Según MAGGIORE, la corrupción (crimen repetundarum o baratería) es la acep­
PARTE tación hecha por un funcionario público, o por la persona encargada de un
servicio público, para sí o para un tercero, de una retribución no debida, dada
o prometida para cumplir, omitir o retardar un acto de su cargo. Ciertamente,
la corrupción es siempre un delito bilateral, ya que en ella conspiran dos volun­
tades: la del que corrompe y la del que se corrompe, en cuanto es típicamente
un “contrato” ilícito. Esta bilateralidad, por la cual corrompido y corruptor son
ambos sujetos activos del delito, distingue 3/4Como ya se dijo3/4 la corrupción
y la concusión, en que el sujeto activo es únicamente el funcionario público
que constriñe o engaña, y el particular es el sujeto pasivo, y por lo mismo,
irresponsable.
La corrupción, puede considerarse también como el abuso del poder público
encargado (por elección, selección, nombramiento o designación) para obtener
beneficios particulares (económicos o no), violando la norma en perjuicio del
interés general o el interés público. La guía anticorrupción, elaborada por Trans­
parencia Internacional (1997), ha evidenciado cuatro condiciones culturales
básicas que inciden sobre la extensión y la tolerancia de las prácticas corruptas:
i) la tolerancia social hacia el goce de privilegios privados que permite la pre­
valencia de una moralidad de lucro privado sobre la ética cívica; ii) una cultura
de la ilegalidad generalizada que determina la existencia de grupos sociales
que sienten que la ley no cuenta para ellos; iii) el conflicto entre las formas de
organización y de sistemas normativos tradicionales y las normas que revelan
el surgimiento de un orden social moderno; iv) la escasa vigencia de la idea de
nación y la ausencia de una solidaridad fundada en el bienestar común.
La Convención contra la corrupción (Mérida, 2003) establece definiciones que
se deben tomar en cuenta por los operadores de justicia en los delitos cometidos
por funcionarios o servidores públicos:

a) Por “funcionario público” se entenderá:


i) toda persona que ocupe un cargo legislativo, ejecutivo, administrativo
o judicial de un Estado parte, ya sea designado o elegido, permanente
o temporal, remunerado u honorario, sea cual sea la antigüedad de
esa persona en el cargo;
ii) toda otra persona que desempeñe una función pública, incluso
para un organismo público o una empresa pública, o que preste un
servicio público, según se defina en el derecho interno del Estado
parte y se aplique en la esfera pertinente del ordenamiento jurídico
de ese Estado parte;
iii) toda otra persona definida como “funcionario público” en el derecho
interno de un Estado parte. No obstante, a los efectos de algunas
medidas específicas incluidas en el capítulo ii de la presente conven­
ción, podrá entenderse por “funcionario público” toda persona que
desempeñe una función pública o preste un servicio público según

30 PARTE I: ASPECTOS GENERALES


JENNIFFER CANCHARI RAMOS

se defina en el derecho interno del Estado parte y se aplique en la


esfera pertinente del ordenamiento jurídico de ese Estado parte;
Por “funcionario público extranjero” se entenderá toda persona que
ocupe un cargo legislativo, ejecutivo, administrativo o judicial de
un país extranjero, ya sea designado o elegido; y toda persona que
ejerza una función pública para un país extranjero, incluso para un
organismo público o una empresa pública;
Por “funcionario de una organización internacional pública” se en­
tenderá un empleado público internacional o toda persona que tal
organización haya autorizado a actuar en su nombre.

En el presente artículo nos ocuparemos de los aspectos generales de los delitos


cometidos por un funcionario o servidor público, empezando por las caracte­
rísticas de este tipo de delitos conforme está estructurado en nuestra legislación
nacional, sin dejar de hacer un análisis del sistema anticorrupción desde los cri­
terios planteados por la CAN anticorrupción, las atribuciones de cada uno de los
operadores de justicia para enfrentar este flagelo que tanto daño viene causando
a nuestro país. Finalmente, nos ocupamos de los aspectos generales de los tipos
pernales como el abuso de autoridad, cohecho y sus diversas modalidades, el
delito de peculado haciendo una diferenciación entre el peculado doloso del
peculado culposo, las principales características de los delitos de concusión, la
naturaleza del cobro indebido, entre otros delitos; todos ellos, no solo desde el
punto de vista doctrinario, sino también jurisprudencial y casuístico.

2. Características de los delitos de corrupción de funcionarios


Una de las primeras características de los delitos de corrupción de funciona­
rios, es que el autor debe tener una calidad especial, esta es, ser funcionario o
servidor público del Estado, que según la Constitución Política del Perú en su
art. 41 define a los funcionarios públicos como aquellas personas naturales que
administran o manejan fondos del Estado o de los organismos sostenidos por
este que deben hacer declaraciones juradas de bienes y rentas al tomar posesión
de sus cargos, durante su ejercicio y al cesar en los mismos.
Para el derecho penal no interesa tanto la “calificación jurídica” o la con­
dición en la que desempeña su labor el funcionario, sino la protección
del correcto y adecuado ejercicio de la función pública de cara al cum­
plimiento de las prestaciones sociales que debe desempeñar en el Estado
. En otras palabras, para definir el concepto de funcionario en el derecho penal
es importante determinar quiénes pueden lesionar, por su proximidad y función,
el correcto funcionamiento de la Administración pública.
Sobre la base de lo señalado, resulta necesario utilizar un concepto que sea
funcional a la protección del correcto y normal funcionamiento de los servicios
de la Administración pública en favor de los ciudadanos. Desde esta perspecti­
va, la doctrina ha reconocido como los elementos del concepto de funcionario
público los siguientes: la persona deberá estar incorporada a la actividad pública
(título habilitante) y la persona debe ejercer la función pública.

INSTITUTO PACÍFICO 3
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

La segunda característica fundamental es la conducta en específico, por lo que,


a fin de hacerlo más didáctico, presentamos el siguiente cuadro:

Variantes de la figura de cohecho pasivo


...
varíame
Donativo, promesa o 5 a 8 años de pena
Acepte o reciba cualquier otra venta­ privativa de libertad
ja o beneficio, para e inhabilitación.
realizar u omitir un
El funcionario o 6 a 8 años de pena
Cohecho Solicite, directa o in­ acto en violación de
servidor público privativa de libertad
pasivo propio directamente sus obligaciones o
que e inhabilitación.
a consecuencia de
haber faltado a ellas. 8 a 10 años de pena
Condicione su con­
privativa de libertad
ducta funcional a
e inhabilitación.
Donativo, promesa o 4 a 6 años de pena
Acepte o reciba cualquier otra venta­ privativa de libertad
ja o beneficio, para e inhabilitación.
Cohecho El funcionario o realizar un acto propio
pasivo servidor público de su cargo o em­
impropio que 5 a 8 años de pena
Solicite, directa o in­ pleo, sin faltar a su
directamente obligación, o como privativa de libertad
consecuencia dei ya e inhabilitación.
realizado.
Donativo, promesa o 6 a 15 años de pena
cualquier otra ventaja privativa de liber­
Acepte o reciba
El magistrado, o beneficio, a sabien­ tad, inhabilitación y
árbitro, fiscal, das de que es hecho 365 días multa.
Cohecho perito, miem­ con el fin de influir
pasivo bro de Tribunal en la decisión que
específico Administrativo la autoridad respon­ 8 a 15 años de pena
o cualquier otro Solicite, directa o in­ sable tome sobre un privativa de liber­
análogo que directamente asunto sometido a tad, inhabilitación y
su conocimiento o 365 días multa.
competencia.
Donativo, promesa o
cualquier otra ventaja
o beneficio, a sabien­
El secretario
das de que es hecho
Corrupción judicial, relator,
Acepte o reciba, soli­ con el fin de influir 5 a 8 años de pena
pasiva de especialista, au­
cite, directa o indirec­ en la decisión que privativa de libertad
auxiliares xiliar jurisdiccio­
tamente la autoridad respon­ e inhabilitación.
jurisdiccionales nal o cualquier
sable tome sobre un
otro análogo que
asunto sometido a
su conocimiento o
competencia.

Fuente: Defensoría del Pueblo.

La tercera característica es el beneficio económico indebido al funcionario del


Estado, donde este servidor público acepta o solicita el pago de un beneficio
económico, teniendo presente que se encuentra en el deber de realizar sus
funciones conforme lo establece la ley, encontrándose estrictamente prohibido
que el funcionario o servidor público acepte o pida una coima para realizar o
dejar de realizar un acto en violación de sus obligaciones. Como, por ejemplo,
el ciudadano peruano o particular que acepta pagar dicha coima al funcio­
nario o servidor público u ofrece entregarla al funcionario o servidor público
para que cumpla con sus funciones, esto es, realizar o dejar de realizar actos

32 PARTE I: ASPECTOS GENERALES


JENNIFFER CANCHARI RAMOS

en contra de estas. Cabe indicar que, también se sancionarán aquellos casos


en los que el funcionario o servidor público, cumpliendo con sus obligacio­
nes, solicite o acepte una coima por ello o condicione la realización de sus
obligaciones al pago de esta, ya que estaríamos ante un caso donde se condi­
ciona la realización de su trabajo al pago de una ventaja económica indebida
; es decir, se sanciona tanto al funcionario del Estado, funcionario público, que PARTE
acepta o solicita el pago de un beneficio económico indebido, lo que común­
mente llamamos “coima”, como al ciudadano que ofrece o acepta pagarla al
funcionario del Estado, contemplándose sanciones que pueden llegar, para el
funcionario público, hasta los ocho años de cárcel, y para el ciudadano que
ofrece o acepta pagar la coima, de hasta los seis años de prisión, ello debido
a que un funcionario público siempre debe actuar conforme a la ley, y nunca
supeditando la realización de su trabajo al pago de una ventaja económica
indebida. Asimismo, es necesario señalar que cuando hablamos de “coima”
o “ventaja económica indebida” no hay que entender que únicamente hace
referencia al pago de un monto de dinero sino también a cualquier donativo,
promesa, ventaja o beneficio a favor del funcionario o servidor público lo que
incluso podría abarcar e incluir la entrega de “regalos especiales” —como joyas,
gemas, botellas de licor, viajes de placer, vacaciones pagadas u otro beneficio—.
Por último, es menester indicar que como se ha visto, el elemento del tipo
“funcionario público” es central en los delitos contra la Administración pública
que son: cohechos, peculados, colusiones, negociaciones incompatibles, abuso
de autoridad, malversaciones, tráfico de influencias especial y enriquecimiento
ilícito. En tal sentido, el legislador ha decidido que en estos delitos de corrupción
tenga que intervenir necesariamente, como autor, un funcionario público. Esta
característica es la que convierte a los delitos contra la Administración pública
en delitos especiales.

3. El Sistema Anticorrupción Peruano


En el Perú, el proceso de construcción del sistema anticorrupción, al igual
que el subsistema penal anticorrupción, no surgió debido a una ley o reforma
planificada, sino como una respuesta coyuntural a la corrupción de los años
noventa. En sentido estricto, el Sistema Anticorrupción Peruano aún está en
fase de conformación, por ello, mediante D. S. N.° 044-2018 se aprobó el Plan
Nacional de Integridad y Lucha contra la Corrupción 2018-2021, aprobado
mediante D. S. N.° 092-2017-PCM, de fecha 14 de setiembre del 2017, el cual
establece en su segunda disposición complementaria final:

La Comisión de Alto Nivel Anticorrupción, en un plazo máximo de cin­


cuenta (50) días hábiles, en el marco de sus funciones, elaborará una
propuesta del Plan Nacional de Integridad y Lucha contra la Corrupción
que presentará al Poder Ejecutivo, que permita la articulación y coordi­
nación entre entidades para la implementación de la política.

En función de dicho mandato, la Comisión del Alto Nivel Anticorrupción,


apoyada en la asesoría técnica de la Cooperación Alemana implementada

INSTITUTO PACÍFICO 33
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

por GIZ, dio inicio al proceso de elaboración del Plan Nacional de Integridad
y Lucha contra la Corrupción 2018-2021, teniendo en perspectiva principal la
necesidad de dar respuesta a los condicionantes y al contexto en el que la falta
de integridad y la corrupción que vienen afectando al país en los últimos años.
En virtud de ello, la CAN Anticorrupción estableció dos líneas de acción priori­
PARTE tarias para el desarrollo de la nueva estrategia de integridad y de lucha contra la
corrupción. La primera de estas se relaciona con la profundización de acciones
en el ámbito subnacional, en consideración a que en los últimos años se han
incrementado los casos de corrupción en gobiernos regionales y locales, los
cuales, además, desarrollaron peligrosas acciones delictivas incluso vinculadas
con el crimen organizado. De esta forma, el Plan Nacional propone acciones
dirigidas a propiciar el conocimiento y la comprensión de la realidad local, así
como promover la articulación de los mecanismos de control y supervisión
permanente que se desarrollan al interior del país. En el Perú, la respuesta
gubernamental frente a la corrupción ha ido evolucionando. En efecto, se ha
pasado de un enfoque reactivo —en donde la persecución del delito era lo
central— hacia uno más amplio en el que emerge la integridad como concepto
que desarrolla aspectos vinculados con la prevención, la identificación y gestión
de riesgos, complementando los esfuerzos iniciados a partir de la creación de la
Comisión de Alto Nivel Anticorrupción. Precisamente, en ese marco, se formula
y aprueba la Política Nacional de Integridad y Lucha contra la Corrupción, la
cual busca insertar en el ámbito nacional el enfoque de integridad (OCDE,
2017) entendiendo que este concepto (integridad), al ser una noción lata y
mucho más amplia, es el marco de enfoque de la lucha contra la corrupción.
En ese sentido, es necesario señalar que previo al proceso de elaboración del
Plan Nacional de Integridad y Lucha contra la Corrupción (desde distintas
instancias) se habían elaborado documentos importantes que contemplaban
acciones y recomendaciones orientadas a prevenir y combatir la corrupción en
el país, las cuales, por lo demás, tuvieron una importante acogida, aceptación
y validación en la comunidad académica, en la opinión pública y de parte de
expertos en la materia.
El Sistema Anticorrupción Peruano está compuesto por diversas instituciones,
las cuales tienen competencias en materia anticorrupción, entre las que se en­
cuentran las Fiscalías Especializadas en Delitos de Corrupción de Funcionarios,
que conocen e investigan los delitos tipificados en las secciones II, III y IV, arts.
382 a 401 del capítulo II, del título XVIII del Código Penal, y en los supuestos de
los delitos conexos, en concordancia con lo establecido en la Ley N.° 29574.
La Resolución Fiscal de la Nación N.° 1833-2012-MP-FN ha señalado las
competencias especiales de las fiscalías superiores nacionales especializadas y
las supraprovinciales corporativas especializadas, precisando que en este delito
son competentes para conocer las investigaciones que revistan los siguientes
supuestos: organización criminal, gravedad, complejidad, repercusión nacional
y/o internacional, que el delito sea cometido en más de un distrito fiscal o que
sus efectos superen dicho ámbito. Cabe acotar que estas fiscalías conocerán las
investigaciones correspondientes a su competencia, preservando el principio de
unidad de la investigación.

34 PARTE I: ASPECTOS GENERALES


JENNIFFER CANCHARI RAMOS

El siguiente diagrama muestra la estructura del sistema, en cuyo contenido se


observan dos niveles de instituciones: i) las instituciones de coordinación y ii)
las instituciones que componen el sistema.
En el primer nivel se encuentra la CAN Anticorrupción, la cual cuenta con un
órgano denominado Coordinación General, adscrito a la Presidencia del Consejo
de Ministros (Poder Ejecutivo).

©-------------------
Contraloría
General de la
República

Procura­ Poder
General de Ministerio PNP 1NPE : UIF
durías ad Judicial
la Repú­ Publico
hoc
blica

Dircocor
Fiscalías
supremas

Fiscalías superio­
res anticorrupción

fiscalías provincia­
les anticorrupción Defensoría del
pueblo

:uente: Elaboración propia. Defensoría del Pueblo.

L Conceptos básicos de los delitos cometidos por funcionarios pú-


. blicos
Abuso de autoridad
En la sección I del capítulo II del título XVIII, se contempla el delito de abuso de au­
toridad en sus diferentes modalidades, entre las que se encuentra las siguientes:
- El delito de abuso de autoridad propiamente dicho, contemplado en el
art. 376 del Código Penal. Como tipo base sostiene que se sanciona al
funcionario público que ordene o cometa un acto arbitrario, que perjudique
a alguien, empleando abusivamente las atribuciones públicas conferidas.
Y como agravante la sanción se incrementa si los hechos derivan de un
procedimiento de cobranza coactiva.

MSTITUTO PACÍFICO 35
DEUTOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

La característica principal de este delito es su naturaleza subsidiaria, en


la medida de que el delito de abuso de autoridad solo se aplicará para
aquellos actos funcionales abusivos que no sean sancionados por otros
delitos específicos contra la Administración pública.
- El delito de abuso de autoridad contiene dos modalidades: el cometer un
PARTE acto arbitrario que cause perjuicio a alguien y el ordenar un acto arbitrario
que cause perjuicio a alguien. Se trata de dos supuestos independientes.
a. Acto arbitrario
El tipo penal hace referencia al acto arbitrario como resultado típico necesa­
rio común a ambas modalidades. El “acto” arbitrario al que hace mención
la norma no se refiere únicamente al acto administrativo —en sentido
administrativo de resolución, de disposición—, sino más bien al concepto
más general de “acción”, a cualquier acción arbitraria, independientemente
de cómo se exprese o materialice. El funcionario público es investido de
ciertas facultades que le otorgan determinado poder en su relación con los
ciudadanos, poder cuyo uso está supeditado a la obtención de los fines
del Estado y que se encuentra limitado por el marco legal establecido y
por los principios de razonabilidad y proporcionalidad que conforman el
derecho en general. Por ello, estas facultades conferidas a los funcionarios
públicos no pueden convertirse de ningún modo en carta abierta para
avalar actos arbitrarios, y menos aquellos contrarios a la ley y la justicia.
El acto funcional regular es aquel que se lleva a cabo por el funcionario en el
ámbito de su competencia —funcional, territorial, temporal—, respetando
los principios, procedimientos y formalidades que la ley y los reglamentos
establecen. En este marco, el funcionario público procederá arbitrariamente
cuando extralimite sus atribuciones legalmente establecidas.
b. Cometer u ordenar un acto arbitrario
El tipo penal de abuso de autoridad contiene dos supuestos. El primero
consiste en cometer un acto arbitrario que cause un perjuicio a alguien.
El legislador emplea aquí el verbo cometer para hacer referencia a la rea­
lización del delito por parte del funcionario público. El delito puede ser
realizado de manera directa, por intermedio de otra persona o conjunta­
mente con otras personas, lo que dará lugar a la autoría directa, autoría
mediata o coautoría.
La segunda modalidad típica es ordenar un acto arbitrario que cause per­
juicio a alguien. Esta modalidad típica es un supuesto autónomo de autoría
directa. De no existir esta modalidad típica autónoma, el comportamiento
de ordenar se sancionaría como un caso de autoría mediata o como ins­
tigación (si se cumplen los presupuestos de estas formas de intervención).
Para la configuración de la modalidad típica de ordenar un acto arbitrario
se requiere que la orden de dicho acto sea cumplida y si no existe consu­
mación, al menos que se haya iniciado la ejecución, además, que se haya
ocasionado un perjuicio a alguien. La relevancia penal de esta modalidad
se producirá cuando la orden ilícita cause perjuicio típico al sujeto pasivo.

PARTE I: ASPECTOS GENERALES


36
JENNIFFER CANCHARI RAMOS

c. Perjuicio (causar perjuicio a alguien)


En el marco del delito de abuso de autoridad, el perjuicio que la norma
penal admite puede ser de tipo económico, material, corporal, moral o
de cualquier otra índole. El perjuicio a que hace referencia la norma debe
ser grave. Debe ser, de “naturaleza objetiva y de necesaria concurrencia”..
d. Abuso de atribuciones (abusando de sus atribuciones)
Para la configuración típica del delito bajo estudio, que consiste en la
comisión de un acto arbitrario que causa perjuicio a un particular, se re­
quiere que el comportamiento se realice mediante el abuso de atribuciones
(“abusando de sus atribuciones”).
De lo señalado se entiende que el acto arbitrario debe, en primer lugar,
darse en el marco de las atribuciones del funcionario público; y, en se­
gundo lugar, “exceder o abusar de las facultades o prerrogativas que le
fueron concedidas”.
La agravante referida a los “actos arbitrarios que deriven de un procedimiento
de cobranza coactiva” comprende los casos donde el ejecutor coactivo, funcio­
nario público, se extralimita en sus funciones al momento de tramitar y ejecutar
una cobranza coactiva.
En la doctrina nacional se ha señalado que el bien jurídico del delito de abuso
de autoridad está orientado a garantizar la regularidad del desempeño funcional
de los funcionarios públicos, de modo que se excluyan situaciones de abuso de
poder, es decir, asegurar el correcto ejercicio de las atribuciones de los funcio­
narios públicos, referenciándolas con exclusividad en la obediencia a la ley, el
derecho y el ordenamiento jurídico”.
Se ha señalado también que el objeto de protección sería la legalidad de la
actuación funcionarial, de reprimir aquellas conductas disvaliosas —cometidas
por los funcionarios públicos— que, al desbordar el ámbito normativo, son
susceptibles de constituir conductas arbitrarias, por ende, lesivas a los intereses
generales de la comunidad. De igual modo, se ha subrayado que la legalidad
del acto funcional sería el objeto de protección del tipo, por ello la “represión
del abuso de autoridad tiene por cometido que los funcionarios públicos ejerzan
sus atribuciones o competencias sin vulnerar los derechos de los particulares”.
La agravante referida a los “actos arbitrarios que deriven de un procedimiento
de cobranza coactiva” comprende los casos donde el ejecutor coactivo y/o
funcionario público, se extralimitan en sus funciones al momento de tramitar y
ejecutar una cobranza coactiva.
A manera de ejemplo, se pueden mencionar las siguientes conductas: ordenar
una medida cautelar sin fundamento normativo, ejecutarla sin las formalidades
exigidas por ley, así como vía acto administrativo, contradecir o cuestionar las
resoluciones y/o mandatos emitidos por el órgano jurisdiccional o administra­
tivo competente, que incidan en el trámite de los procedimientos de ejecución
coactiva, como el que se pronuncia por la suspensión del procedimiento de
ejecución coactiva.

INSTITUTO PACÍFICO 37
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Omisión, rehusamiento o demora en los actos funcionales


El delito de abuso de autoridad, en su modalidad de omisión, rehusamiento
o demora en los actos funcionales se encuentra regulado en el art. 397
del Código Penal, el cual establece que “el funcionario público que, ile­
galmente, omite, rehúsa o retarda algún acto a cargo [...]”, es de agregar
’AR' que este último ilícito se configura cuando el funcionario público incurre
en actos comprendidos dentro de los verbos rectores mencionados, pero
que son propios de su actividad funcional, debiendo su conducta causar
un perjuicio a alguien.
El bien jurídico protegido, es el normal desarrollo de las funciones públicas,
en específico, como indica MAGGIORI, se trata de que el funcionario de la
Administración pública no se veía perjudicado por la inercia dolosa del
funcionario público que ejerce un cargo determinado, siendo así, el delito
se perfecciona con la sola omisión, pues el tipo penal no exige un resultado
lesivo a la Administración pública más allá de la propia inercia dolosa del
funcionario, por lo que se concluye que es un delito de mera actividad.

Concusión
El delito de concusión está tipificado en el art. 382° del Código Penal, se confi­
gura cuando el funcionario o servidor público, abusando de su cargo, obliga o
induce a una persona a dar o prometer indebidamente para sí o para otro un
beneficio patrimonial. El comportamiento del agente se da cuando este hace
un mal uso del cargo público ejerciendo violencia o convencimiento sobre la
víctima, quien es forzada en su voluntad a acceder a las ilegítimas pretensiones
del autor, es decir, cuando la exigencia del beneficio patrimonial ha sido hecha
sin causa justificada o debida, convirtiéndola en abusiva.
El delito de concusión tiene como referencia los verbos de obligar e inducir, que
a su vez, requiere la concurrencia de otros elementos objetivos como el abuso
de cargo, el que debe ser entendido como aquella situación que se produce
cuando el funcionario o servidor público ejerce sus funciones fuera del ámbito
de la ley, los reglamentos o instrucciones del servicio o sin la observancia de
la forma prescrita, incluso cuando el funcionario hace uso de un poder de su
competencia en la forma debida, pero para conseguir un fin ilícito; es así, que
por su mal uso del cargo que la Administración pública le ha confiado, obtiene
un beneficio patrimonial indebido para él o para un tercero.
Un ejemplo del delito de concusión es cuando el gerente de transporte de una
municipalidad, al percatarse que la propietaria de una tienda de abarrotes no
cumple con las condiciones mínimas de higiene y salubridad, la obliga a en­
tregarle la suma mil soles a fin de no comunicar al área competente para que
proceda al cierre de su local.

Cobro indebido
El delito de cobro indebido tipificado en el art. 383 se configura cuando un
funcionario o servidor público, abusando de su cargo, exige o hace pagar o
entregar contribuciones o emolumentos no debidos o en cantidad que excede
a la tarifa legal.

PARTE I: ASPECTOS GENERALES


38
JENNIFFER CANCHARI RAMOS

Al respecto, la Corte Suprema en el Recurso de Nulidad 3295-2012-Amazonas se


ha pronunciado, afirmando lo siguiente: “Fundamento 3.2.1. El delito de cobro
indebido establece entre otros, que el funcionario mediante intimidación táctica
de la condición que le asiste, exige el pago o entrega de alguna contribución u
honorarios no debidos, por lo que la voluntad del agente está dirigido a compeler
la voluntad de otra persona para obtener dicho beneficio. Debe precisarse que PARTE
aquello ‘no debido’ (cobro indebido) es lo ilegítimo, esto es, aquella exigencia
será ilegítima cuando no está autorizada por la ley o reglamento vigente, o
cuando siendo legal en sí misma tiene por objetivo una suma que el particular
ha pagado o que no debe”.
Para la configuración del tipo penal, se requiere como elemento objetivo que
el funcionario, abusando de su cargo, exija pagar o haga pagar o entregar con­
tribuciones o emolumentos no debidos en cantidad que exceda la tarifa legal;
asimismo, el exigir o hacer pagar o entregar son formas de intimidación que
hace el funcionario o servidor público, es decir, de exhortación o requerimiento
con fuerza de autoridad, en efecto, “[...] mientras que la exigencia es una mo­
dalidad que configura un ilícito de peligro, ‘hacer pagar’ ya pone en evidencia
un resultado concretadle [...]”.
Sin perjuicio de lo anteriormente expuesto, también resulta importante estable­
cer que el contenido material del comportamiento consistente en hacer pagar,
supondrá también en algunos casos el concurso de actos engañosos por parte
del funcionario o servidor público que exacciona a efectos de inducir a error o
burlar la normatividad vigente en la materia.
Asimismo, cabe indicar que, en el delito de exacción ilegal es sujeto activo el
funcionario o servidor público que posea atribuciones para exigir o hacer pagar;
también el que exige, sin ser competente abusando del cargo, mientras que
el sujeto pasivo es el Estado, en tanto que el perjudicado directo (particular,
colectivo social, persona jurídica de derecho privado o público) es la víctima
directa del delito cometido por el sujeto público.
Se puede colegir, sin duda alguna, que el tipo penal de exacción ilegal, en
cuanto al supuesto típico de hacer pagar emolumentos no debidos en cantidad
que exceda la tarifa legal se puede concretar, ya sea: a) porque el funcionario
o servidor público abusando de su cargo intimide o coaccione en cierto grado
a otro —como vía idónea— para lograr la consumación del delito, o b) porque
mediante un acto engañoso induzca a error a otro, burlando de esta manera
la normatividad vigente.
Un ejemplo del delito de cobro indebido o exacción ilegal, es cuando un director
de una institución educativa estatal condiciona la matrícula escolar al pago de
una determinada suma de dinero, justificando su decisión en la necesidad de
cubrir los servicios de mantenimiento de la entidad educativa.

Colusión simple y agravada


Según la Real Academia Española, la palabra coludir consiste en establecer un
pacto ilícito que acuerdan dos personas u organizaciones con el fin de perjudicar
a un tercero, en este caso el Estado, cuyo patrimonio es afectado de manera
directa.

INSTITUTO PACÍFICO 39
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

El delito de colusión está tipificado en el art. 384 del Código Penal, describe
dos conductas que clasifica en colusión simple y agravada. La primera, se en­
cuentra descrita en el primer párrafo del artículo en mención, la cual sanciona
al funcionario o servidor público —interviniendo directa o indirectamente por
razón de su cargo, en cualquier etapa de las modalidades de adquisición o
contratación pública de bienes, obras o servicios, concesiones o cualquier ope­
ración a cargo del Estado—, que concierta con los interesados para defraudar
al Estado o entidad u organismo.
La segunda conducta descrita en el segundo párrafo del citado artículo, esta­
blece como agravante la defraudación de índole patrimonial —dispositivo legal
que sería de aplicación—, conforme exponemos en el siguiente cuadro para su
mejor entendimiento.

lllilllll ' u ■ . ■/ ' ' ■■■ ■ ■ ■ ■■■■■ ... ■ .


penal ■ . ■ ' ■ ■■■■ ■■■■■■■ ■■■■■■ ■■ ■■■ ■. .■■■

... acordando con los inte­ 3 a 6 años de pena priva­


Colusión El funcionario o servidor público que resados para defraudar al tiva de libertad.
simple interviene directa o indirectamente, Estado o entidad u orga­ Inhabilitación y 180 a 365
por razón de su cargo, en cualquier nismo del Estado. días multa.
etapa de la adquisición o contra­
tación pública de bienes, obras o ... defraudando patrimo­ 6 a 15 años de pena priva­
Colusión servicios, concesiones o cualquier nialmente al Estado o tiva de libertad.
simple operación a cargo del Estado. entidad u organismo del Inhabilitación y 365 a 730
Estado. días multa.

Fuente: Defensoría del Pueblo.

Las características nucleares para interpretar los elementos consumativos del


delito de colusión son i) Fundamento de imputación jurídico-penal: no es un
delito de dominio, o delito común, donde el infractor quebranta su rol general
de ciudadano, con el correspondiente deber negativo de neminen laedere o de
no lesionar a los demás en sus derechos en un sentido general, sino un delito de
infracción de deber, integrado por un deber positivo o deber institucional espe­
cífico que delimita el ámbito de competencia del actuante, circunscribiéndolo al
rol especial de funcionario o servidor público, quedando así obligado a ejercerlo
correctamente, de tal manera que, cuando defraude las expectativas normativas,
referidas a su rol especial, incurre en responsabilidad penal de corte institucional.
No obstante, esta exigencia formal de “funcionario o servidor público,” debe
de haber intervenido en la operación defraudatoria. ii) Naturaleza jurídica: de
“lesión”, pues no basta el simple acuerdo colusorio —base fundamental por la
cual no puede ser considerado como delito de mera actividad—, sino más bien,
exige como uno de los elementos constitutivos que el funcionario que intervino
por razón de su cargo o comisión especial “defraude al Estado”4.
En el delito de colusión agravada, se requiere que el agente perjudique o de­
fraude de modo efectivo el patrimonio del Estado; es decir, se trata de un delito
de resultado lesivo, donde el resultado de la acción —la concertación idónea—,
no es suficiente para configurar el delito, pues aquí se exige la efectiva lesión o
perjuicio al patrimonio del Estado —desvalor de resultado—. Una prueba idónea

4 Recurso de Queja N.° 179-2011 NCPP-Cusco.

40 PARTE I: ASPECTOS GENERALES


JENNIFFER CANCHARI RAMOS

que permite establecer el perjuicio patrimonial concreto en una determinada


entidad viene a ser la pericia contable, en tanto esta sea concreta y específica5.
Asimismo, la diferencia que existe entre colusión simple y agravada, estriba
en que:

[S] i la concertación es descubierta antes que se defraude patrimonialmente


al Estado, estaremos ante una colusión consumada, pero por voluntad del
legislador será simple; en cambio, si la concertación es descubierta, luego
que se causó perjuicio patrimonial efectivo al Estado, estaremos ante una
colusión consumada, pero por voluntad del legislador será agravada6.

Así, la colusión simple se consuma con la sola concertación, sin necesidad de


que la Administración pública sufra perjuicio patrimonial ni que se verifique la
obtención de ventaja del funcionario, pues el peligro de afectación al patrimonio
estatal es potencial, siendo suficiente que la conducta colusoria tenga como pro­
pósito defraudar. Mientras, para configurarse la colusión agravada es necesario,
mediante concertación con los interesados, que se defraude patrimonialmente
al Estado, esto es, causando perjuicio real o efectivo al patrimonio estatal7.
Un ejemplo del delito de colusión, es cuando el director regional de Salud,
quien preside el comité de selección para la contratación de una empresa que
brinde servicios de impresión para un Hospital Regional, entrega la buena pro
del proceso de selección a la imprenta “Tu y yo E.I.R.L.”, previo acuerdo entre
él y el representante legal de la empresa.

Peculado
Este tipo penal deriva de la palabra “peculio”, que consiste en caudal de dinero
o hacienda que el padre o señor (pater familias) permitía al hijo o siervo para
su uso y comercio. Con el tiempo esta palabra sirvió para aludir al dinero que
particularmente tiene cada quien. Esta institución se desarrolló en tiempos del
Imperio romano, que usó la figura jurídica para reconocer a los hijos de familia
un principio de independencia patrimonial.

Peculado doloso y culposo


El delito de peculado se encuentra tipificado en el art. 387 del Código
Penal, establece dos acciones, la primera, la acción dolosa, que según el
Acuerdo Plenario N ° 04-2005 consiste en lo siguiente: “El funcionario
o servidor público que se apropia o utiliza, en cualquier forma, para sí o
para otro, caudales o efectos cuya percepción, administración o custodia
le estén confiados por razón de su cargo [..en segundo lugar, se tiene
la acción culposa; cuyo comportamiento consiste en que “si el agente,
por culpa, da ocasión a que se efectúe por otra persona la sustracción de
caudales o efectos [..

5 Casación N.° 661-2016, Piura.


6 Sai .inas SlCCHA,
Ramiro, Delitos cometidos por funcionarios públicos, Lima: Grijley, 2011, p. 251.
7 Ver considerando décimo quinto de la Casación 661-2016, Piura.

INSTITUTO PACÍFICO 4
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

En tercer lugar, que las acciones dolosas y culposas admiten circunstancias


agravantes precisamente en la importancia especial de la finalidad pública
para lo cual estaban destinados los bienes. “Si los caudales o efectos estu­
vieran destinados a fines asistenciales o a programas de apoyo social [...]”.
Ahora bien, el citado acuerdo plenario, en su considerando sexto, también
PARTE nos dice que para la existencia del delito de peculado no es necesario que
sobre los bienes que se le haya confiado, por razón de su cargo en cual­
quiera de las formas y que constituyan el objeto material del hecho ilícito,
el agente ejerza una tenencia material directa. Es suficiente que el sujeto
activo tenga la llamada disponibilidad jurídica, es decir, aquella posibilidad
de libre disposición que en virtud de la ley tiene el funcionario o servidor
público; debe tener, por tanto, competencia funcional específica. La dis­
ponibilidad a que se hace referencia se encuentra íntimamente ligada a
las atribuciones que el agente ostenta por ser parte de la Administración
pública.
Todo ello nos lleva a sostener que tratándose el peculado de un delito
pluriofensivo, el bien jurídico se desdobla en dos objetos específicos me­
recedores de protección jurídico—penal: a) garantizar el principio de la
no lesividad de los intereses patrimoniales de la Administración pública y
b) evitar el abuso del poder del que se encuentra facultado el funcionario
o servidor público que quebranta los deberes funcionales de lealtad y
probidad8.
El Acuerdo Plenario N.° 04-2005, en su considerando séptimo, para la
configuración típica del delito de peculado, identifica los siguientes ele­
mentos materiales:
a. Existencia de una relación funcional entre el sujeto activo y los
caudales y efectos. Se entiende por relación funcional el poder de
vigilancia y control sobre la cosa como mero componente típico, esto
es, competencia del cargo, confianza en el funcionario en virtud del
cargo, el poder de vigilar y cuidar los caudales o efectos.
b. La percepción, no es más que la acción de captar o recepcionar
caudales o efectos de procedencia diversa pero siempre lícita. La
administración, que implica las funciones activas de manejo y con­
ducción; y la custodia, que importa la típica posesión que implica
la protección, conservación y vigilancia debida por el funcionario o
servidor de los caudales y efectos públicos.
c. Apropiación o utilización. En el primer caso estriba en hacer suyo
caudales o efectos que pertenecen al Estado, apartándolo de la esfera
de la función de la Administración pública y colocándose en situación
de disponer de los mismos. En el segundo caso: utilizar, se refiere al
aprovecharse de las bondades que permite el bien (caudal o efecto),
sin tener el propósito final de apoderarse para sí o para un tercero.
d. El destinatario: para sí. El sujeto activo puede actuar por cuenta pro­
pia, apropiándose él mismo de los caudales o efectos, pero también

8 Ver el fundamento tercero del R. N. N.° 287-2013-Puno.

42 PARTE I: ASPECTOS GENERALES


JENNIFFER CANCHARI RAMOS

puede cometer el delito para favorecer a terceros. Para otro, se refiere


al acto de traslado del bien, de un dominio parcial y de tránsito al
dominio final del tercero.
e. Caudales y efectos. Los primeros, son bienes en general de conte­
nido económico, incluido el dinero. Los efectos son todos aquellos
objetos, cosas o bienes que representan un valor patrimonial público, PARTE

incluyendo los títulos y valores negociables.


Un ejemplo del delito de peculado es cuando un regidor cobró por
concepto de dietas, pese a no haber asistido a las sesiones del concejo,
ya que si bien aquel tenía derecho a percibir una suma de dinero
por concepto de dietas, pero dicho derecho no era absoluto sino
que estaba condicionado a la asistencia efectiva de las sesiones del
Concejo Municipal, por lo que tenía la posibilidad de libre disposición
de los fondos públicos9.
Ahora bien, respecto del delito de peculado culposo, previsto en el tercer
párrafo del art. 387 del Código Penal, este se configura cuando el agente,
en su condición de funcionario o servidor público, por culpa, negligencia
o infracción a su deber objetivo de cuidado, da ocasión a que se efectúe
por otra persona, la sustracción de caudales o efectos cuya percepción,
administración o custodia le estén confiados por razón de su cargo; así,
debe verificarse la existencia de una relación funcional entre el sujeto ac­
tivo y los caudales o efectos. En consecuencia, se entiende por “custodia”
a la forma típica de posesión que implica la protección, conservación y
vigilancia debida por el funcionario o servidor público de los caudales
y efectos públicos; mediante tales formas de posesión que la ley penal
ha establecido, el funcionario o servidor tiene que desarrollar funciones
de control, cuidado, conducción y vigilancia —deber de garante— en
despliegue de las obligaciones inherentes a su cargo. Su infracción pone
en evidencia el quebrantamiento de los deberes funcionales por parte del
sujeto activo para con la Administración pública; por tanto, habrá culpa
en el activo, cuando este no toma las precauciones necesarias para evitar
sustracciones, es decir, cuando viola su deber objetivo de cuidado sobre
los caudales o efectos, a los que está obligado por la vinculación funcional
que mantiene con el patrimonio público10.
Un tema que ha sido materia de discusión por mucho tiempo tiene que ver
con la naturaleza jurídica de los viáticos, es decir, si conservan su carác­
ter de dinero público y si está o no bajo la administración, percepción o
custodia del funcionario o servidor público desplazado; y si la falta de su
justificación se devendría en la comisión del ilícito de peculado doloso o
de otro hecho delictivo; si bien es cierto, obra múltiple jurisprudencia que
se han pronunciado sobre estos puntos, como es el Recurso de Nulidad
N ° 907-204-Tacna, que en su octavo considerando afirma que no consti­
tuye delito de peculado no rendir cuentas de los viáticos recibidos; pero, el

9 Recurso de Nulidad N.° 169-2012-Junín.


10 Recurso de Nulidad N.° 944-2011-Apurímac.

INSTITUTO PACÍFICO 43
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Acuerdo Plenario N ° 07-2019 de fecha 10 de septiembre del 2019, dilucida


y establece como doctrina legal de obligatorio cumplimiento, lo siguiente:
- El dinero entregado a un trabajador que debe desplazarse dentro o
fuera del territorio nacional a fin de cumplir un encargo específico
se denomina “viático” o “viáticos” y constituye el caudal del erario
PARTE público que recibe el funcionario o servidor público para cubrir sus
necesidades personales esenciales11.
- El funcionario o servidor público puede utilizar el dinero otorgado
como viáticos para alimentarse, dormir y desplazarse como mejor
crea conveniente (se trata de necesidades básicas primarias), puesto
que no existe otra limitación para gastar el dinero entregado salvo
el monto máximo tasado por día, y la razonable advertencia de que
no se cubre con aquella suma el consumo de bebidas de contenido
alcohólico, pero con cargo a rendir cuentas del gasto realizado por
lo que no es correcto afirmar que aquel específico monto mantiene
la condición de caudal público entregado bajo administración. Co­
rresponde tener en claro que la facultad de la libre disposición de los
caudales percibidos es incompatible con el concepto de administrar
dinero para fines estatales11
12.
- No cabe asumir válidamente la presunción de que el comisionado
desplazado que no rinde cuentas, pero que realizó cabalmente el
encargo del desplazamiento no efectuó gastos personales durante su
viaje para llegar a destino y una vez en el destino, que no se alimentó
ni se alojó en algún lugar; todo para concluir que debe devolver toda la
suma recibida por aquellos conceptos. Esas presunciones devendrían
en absurdas y por tanto en ilógicas. Como mínimo se requiere una
indagación eficaz y previa en sede administrativa para determinar
cuánto gastó y como efecto cuánto debe devolver y luego, requerir
formalmente la devolución o disponer el descuento del monto cierto
de los haberes del comisionado.
Cuando la diligencia o comisión por la que fue otorgado el viático
no se realizó porque el comisionado no se desplazó y no devolvió el
dinero, es decir lo incorporó a su patrimonio probablemente consti­
tuye un delito de falsedad13.
- Cuando la conducta que despliega el agente público consiste en
sustentar con comprobantes espurios de manera fraudulenta, gastos
que jamás se hicieron, y de ese modo, lograr ilícitamente quedarse
con dinero público. En realidad, estaría cometiendo los delitos de
falsificación de documentos (primer párrafo del art. 427 del Código
Penal), uso de documentos falsos (segundo párrafo del art. 427 del
Código Penal) o falsedad genérica (art. 438 del Código Penal), según
corresponda y no delito de peculado por apropiación14.

11 Considerando 35 del A. P N.° 07-2019.


12 Considerando 38 del A. P N.° 07-2019.
13 Considerando 42 del A. P N.° 07-2019.
14 Considerando 43 del A. P N.° 07-2019.

44 PARTE I: ASPECTOS GENERALES


JENNIFFER CANCHARI RAMOS

Analizada la especial naturaleza de los viáticos, se puede concluir


que ese dinero entregado a un sujeto público para gastos de movili­
dad, alimentación y hospedaje, lo son en calidad de transferencia en
disposición, no en calidad de posesión o administración a diferencia
del dinero entregado para pagar tasas, derechos, aranceles, copias,
etcétera, en el lugar de destino, que está sujeto en el país al deber PARTE
administrativo de devolución de lo no gastado15.
A mayor abundamiento, el monto previsto y percibido como viáti­
cos para la subsistencia y bienestar del comisionado conforme a la
normativa respectiva, está presupuestado y, por tanto, preconcebi­
do y destinado a cubrir los gastos personales del comisionado (el
comisionado es el que se alimenta, se desplaza, se guarece de la
intemperie en particular para dormir). Si la asignación económica está
prevista, implica que el órgano estatal espera razonablemente que sea
consumida en toda su dimensión durante el tiempo de la comisión
(como se ha indicado, en Chile el comisionado ha de justificar que la
comisión se efectuó, sin explicar cuánto fue o cómo realizó el gasto).
Es prudente tener en cuenta que la cobertura de las necesidades
primarias del comisionado desplazado forma parte del respeto a la
dignidad de la persona que debe cumplir la comisión. Es de anotar
que las partidas presupuéstales de las que proviene el dinero que se
entrega al viajero son distintas porque el destino es diferente16.

Clasificador de gastos

2.3.21.12: Asignación que se concede 2.3.27.11 99: Gastos por otros servicios pres­
al personal público para atender gastos tados por personas naturales y jurídicas no
que les ocasiona en el desempeño de contemplados en las partidas anteriores.
una comisión de servicio en el exterior
(alimentación, hospedaje y movilidad).
2.3.21.22: Asignación que se concede
al personal público para atender gastos
que les ocasiona en el desempeño de
una comisión de servicio en el interior
(alimentación, hospedaje y movilidad).

La consecuencia administrativa prevista ante la sola omisión de rendir


total o parcialmente cuentas revela en el Perú una posible conducta
reacia, tal vez deshonesta, pero sin suficiente entidad como para
fundar una imputación penal y menos una condena por delito de
peculado, debido a la naturaleza especial de los viáticos, y debe ser
separada de la práctica desleal de apropiarse de dinero de las arcas
del Estado, pretextando una misión irreal o fraguada para tal fin;
por tanto, se podrá considerar el dinero entregado y recibido en la
auténtica calidad de viáticos cuando: i) la comisión (dentro o fuera del
territorio nacional) sea cierta y no una falsa finalidad para encubrir
una apropiación, ii) se cumpla la comisión encargada (independien-

15 Considerando 45 del A. P N.° 07-2019.


16 Considerando 46 del A. P N.° 07-2019.

INSTITUTO PACÍFICO 45
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

temente del resultado obtenido) y iii) el monto de dinero entregado


se ajuste al marco o nivel tope de la cantidad permitida por ley (no
se haya inflado o sobredimensionado la suma)17.
- “Por tanto, antes de imputar la comisión del delito de peculado será
necesario identificar si el funcionario cumplió o no con la comisión;
PARTE si la cumplió, la omisión o defecto en la sustentación del gasto deberá
quedar dentro de los estrictos ámbitos del control y sanción de orden
administrativo Ir más allá constituiría un supuesto de criminalización
extensiva de una materia que tiene eficaz tratamiento extra penal.
Peor aun cuando sin la indagación previa y debida se pudiera imputar
una apropiación total o parcial del monto que recibió el comisionado
como viáticos”18.
Por consiguiente, podemos colegir que los viáticos tienen naturaleza
distinta de la administración, percepción y custodia, así también, si
el funcionario público o servidor público luego de cumplida la comi­
sión designada, omite rendir cuentas, ya sea en forma negligente o
intencional, sin duda da lugar a responsabilidad administrativa y civil,
pero de ninguna manera penal, a menos que presente documentación
apócrifa, como comprobantes de gastos que jamás se hicieron, con el
fin de quedarse con dinero público, en el cual se estarían cometiendo
los delitos de falsificación de documentos, uso de documentos falsos
o falsedad genérica, según corresponda, pero no delito de peculado
por apropiación.

Peculado de uso
El delito de peculado de uso se encuentra tipificado en el art. 388 del
Código Penal que sanciona penalmente al funcionario o servidor público
que, para fines ajenos al servicio usa o permite que otro emplee vehícu­
los, máquinas o cualquier otro instrumento de trabajo pertenecientes a la
Administración pública o que se hallen bajo su guarda.
Que el bien jurídico tutelado en este delito, es el normal desenvolvimiento
de la Administración pública y la buena imagen institucional, fundadas
ambas, en el hecho de la adecuada disponibilidad funcional de los bienes
mencionados en el tipo penal por parte de los sujetos públicos.
Los elementos materiales constitutivos del tipo exigen: a) Usar o permitir
el uso; el usar es un comportamiento activo en provecho o goce personal
del sujeto activo o de terceros; mientras que permitir que otro use; está
referido a que otro se aproveche del bien, supone un comportamiento
omisivo imputable a los sujetos activos que dolosamente permiten (tole­
ran, consienten, autorizan) el uso de dichos bienes por terceros; b) Bienes
pertenecientes a la Administración pública; esto es, vehículos, máquinas o
cualquier otro instrumento perteneciente a la Administración pública o bajo
su guarda que sean propiedad del Estado, de la Administración pública
en sentido amplio, o de particulares bajo su custodia; y c) fines ajenos al

17 Considerando 47 del A. P N.° 07-2019.


18 Considerando 49 del A. P N.° 07-2019.

46 PARTE I: ASPECTOS GENERALES


JENNIFFER CANCHARI RAMOS

servicio; lo cual presupone la presencia de beneficio para el sujeto activo


o para los terceros que resultan favorecidos. Resultando ser sujeto activo
el funcionario y servidor público en el ámbito de extensión del servicio a
título de autoría o coautoría; asimismo, al ser un delito doloso, requiere
que el sujeto activo deba usar los bienes señalados en el tipo conociendo
que son del Estado y con voluntad y conciencia de infringir la prohibición r PARTE

implícita en el tipo penal19.


El tipo penal de peculado de uso, tiene como verbo rector el usar; la utili­
zación significa usar, disponer o aprovecharse ilegalmente de los caudales
o efectos de la Administración pública sin apropiarse de ello. Este uso
puede comprender los bienes inmuebles.
En esta modalidad también conocida como peculado por utilización, el
profesor ABANTO VÁSQUEZ, señala que “utilizar implica destinar tempo­
ralmente los bienes que tienen como destino el cumplimiento de alguna
función pública, a determinados trabajos de carácter privado”. En ese
mismo sentido, el profesor ROJAS VARGAS, sostiene que “utilizar es apro­
vecharse de las bondades que permite el bien sin tener el propósito final
de apoderarse para sí o para un tercero. No hay aquí el ánimo de dominio
sino solo el de servirse del bien. Utilizar es un verbo rector típico dirigido
tanto a bienes muebles e inmuebles y presupone en el primer caso la
restitución y en ambos casos el cese del uso”.
Pasamos a explicar las diferentes variantes en el siguiente cuadro.

Tipo penal Variante Sanción


Cuando el funcionario o servidor público se
apropia o utiliza, en cualquier forma, para
4 a 8 años de pena privativa
sí o para otro, caudales o efectos cuya per­
de libertad.
cepción, administración o custodia le estén
confiados por razón de su cargo.
Peculado doloso Cuando el valor de lo apropiado o utiliza­
8 a 12 años de pena privativa
do sobrepasa diez unidades impositivas
de libertad.
tributarias.
Cuando los caudales o efectos estuvieran
8 a 12 años de pena privativa
destinados a fines asistenciales o a progra­
de libertad.
mas de apoyo social.
Cuando el funcionario o servidor público Pena privativa de libertad no
por culpa, da ocasión a que se efectúe por mayor a 2 años o prestación de
otra persona la sustracción de caudales o servicios comunitarios de 20 a
Peculado culposo efectos. 40 jornadas.
Cuando los caudales o efectos estuvieran
3 a 5 años de pena privativa
destinados a fines asistenciales o a progra­
de libertad
mas de apoyo social
Cuando el funcionario o servidor público, usa
o permite que otro use, para fines ajenos al
servicio, vehículos, máquinas o cualquier 2 a 4 años de pena privativa
Peculado de uso
otro instrumento de trabajo pertenecientes de libertad
a la Administración pública o que se hallan
bajo su guarda.

Fuente: Defensoría del Pueblo.

19 Ver el fundamento cuarto del R. N. N.° 1541-2012-LIMA (SPP)

INSTITUTO PACÍFICO 47
DEUTOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Para cada variante del delito de peculado, se contempla penas conjuntas,


entre las que se encuentran la pena privativa de libertad, la inhabilitación
según los incisos 1, 2 y 8 del art. 36 del Código Penal y días multa. Empe­
ro, situación diferente ocurre con el delito de peculado culposo, que solo
contempla la pena de privación de la libertad y de prestación de servicios
comunitarios20.

Cohecho
Recoge bajo el nombre “cohecho” una pluralidad de tipos delictivos de difícil
reducción a una naturaleza común. Estas violaciones son también denominadas
delitos de corrupción de funcionarios que vienen a representar un conjunto
de infracciones consistentes en la compra—venta de la función pública. La
característica común de estos es su bilateralidad o la naturaleza de “delitos de
participación necesaria” ya que, siempre, son dos las partes que intervienen: el
funcionario que acepta o solicita el “pago” por la venta de la función pública
y el sujeto que compra el “servicio” o recibe el ofrecimiento del funcionario21.
La doctrina suele clasificar estos tipos delictivos en delitos de cohecho pasivo y
cohecho activo, según se entienda desde el punto de vista del funcionario que
acepta o solicita una promesa o dádiva (cohecho pasivo) o desde el punto de
vista del particular que corrompe al funcionario con sus ofrecimientos y dadivas
(cohecho activo)22. Para el maestro MUÑOZ CONDE “en atención a la regulación
de este delito en nuestro Código Penal puede decirse que esta tesis es correcta
y que el cohecho pasivo es un delito distinto al cohecho activo, aunque el bien
jurídico protegido es el mismo, visto desde una doble perspectiva: el quebranta­
miento del deber y la confianza depositada en el funcionario (cohecho pasivo),
el respeto que se debe al normal y correcto funcionamiento de los órganos
estatales (cohecho activo)”23.

Cohecho pasivo
La figura delictiva de cohecho pasivo sanciona al funcionario que recibe, acepta
o solicita recibir de una persona una ventaja o beneficio de cualquier índole a
cambio de realizar algún acto conforme o contrario a sus funciones públicas, o
por haber realizado, anteriormente, uno de estos actos. Es decir, los cohechos
pasivos se encargan de incriminar solo a una de las partes intervinientes en el
contexto de compra—venta de la función pública: el funcionario público. A
saber, existe dos tipos de cohecho pasivo, el cohecho pasivo propio y el cohe­
cho pasivo impropio.

- Cohecho pasivo propio


Se encuentra tipificado en el art. 393 del Código Penal, sanciona tanto
al funcionario que recibe, acepta recibir o solicita recibir algún donativo,

20 Es una “pena, autónoma o de sustitución, consistente en la realización “obligatoria” por parte del con­
denado de trabajos gratuitos a favor de instituciones estatales o privadas de utilidad pública”.
21 ABANTO VÁSQUEZ, Manuel, Los delitos contra la Administración pública en el Código Penal peruano,
Lima: Palestra, 2003 p. 409; MORALES PRATS, Fermín y María José RODRÍGUEZ PUERTA, Comentarios al
nuevo Código Penal, Navarra, Aranzadi, p. 2108.
22 MUÑOZ Conde, Francisco, Derecho penal. Parte especial, Valencia: Tirant Lo Blanch, 2015, p. 873
23 Loe. cit.

48 PARTE I: ASPECTOS GENERALES


JENNIFFER CANCHARI RAMOS

promesa de una ventaja o cualquier beneficio a cambio de realizar u


omitir un acto en violación de sus obligaciones (cohecho pasivo propio
“antecedente”), como al funcionario que recibe, acepta recibir o solicita
recibir algún donativo, promesa de una ventaja o cualquier beneficio como
consecuencia de haber faltado ya a sus deberes24.
El bien jurídico específico protegido por el cohecho pasivo propio es la PARTE

“imparcialidad” en el ejercicio de la función pública. Es decir, la imparcia­


lidad, como condición imprescindible y esencial para el funcionamiento
adecuado de la Administración pública25, ello implica el deber de los
poderes públicos de obrar con neutralidad y objetividad para satisfacer
el interés general y no los privados26. La imparcialidad supone que el
funcionario público debe estar sometido exclusivamente a la legalidad,
sin permitir la interferencia de intereses económicos o de cualquier otra
índole en su proceso de toma de decisiones27.
A efectos de probar la comisión del delito de cohecho pasivo propio en
casos complejos, lo adecuado será recabar suficientes indicios que soporten
la idea del condicionamiento de la función pública a la promesa de una
ventaja, favor, etcétera. De esta forma, se tiene como fundamento jurídico
el Recurso de Nulidad N.° 1091-2004-Lima (precedente vinculante), en el
considerando cuarto:
Que, previo al análisis de la conducta de los procesados, resulta
pertinente precisar conceptos relativos al tipo penal imputado; que,
en efecto, el delito de corrupción de funcionarios previsto en el art.
393 del Código Penal tiene como verbo rector entre otros el término
“aceptar”, el mismo que se entiende como la acción de admitir vo­
luntariamente lo que se le ofrece, por parte del funcionario o servidor
público a iniciativa del particular que ofrece o entrega un donativo,
promesa o cualquier ventaja y, el funcionario o servidor público que
acepta lo ofrecido para realizar u omitir un acto en violación de sus
obligaciones; de tal manera que la aceptación constituye la conducta
típica de la corrupción pasiva o cohecho pasivo que es propio del
funcionario o servidor público, por el comportamiento del quien se
deja corromper, en tanto que la activa, corresponde al extraneus que
corrompe a aquel funcionario.

Un ejemplo del delito de cohecho pasivo propio es cuando la directora de


la institución educativa pública solicita dinero a una profesora a efectos
de conseguirle un puesto de trabajo en la institución educativa que dirige
(Recurso de Nulidad N ° 454-2011-Ayacucho).

24 ABANTO VÁSQUEZ, Los delitos contra la Administración pública en el Código Penal peruano, ob. cit., p.
438
25 Este principio ha sido recogido como deber fundamental en el desempeño de la función pública en el
Código de Ética de la Función Pública - Ley N.° 27815 (art. 7.1).
26 De la Mata Barranco, Norberto, ob. cit., p. 112; Morales Prats y Rodríguez Puerta, Comentarios
al nuevo Código Penal, ob. cit., p. 2105.
27 Ibid.

INSTITUTO PACÍFICO 49
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

- Cohecho pasivo impropio


Se encuentra tipificado en el art. 394 del Código Penal, que sanciona tanto
a aquel funcionario que recibe, acepta recibir o solicita recibir un donativo,
promesa de una ventaja o cualquier beneficio a cambio de realizar un acto
propio de su cargo, como al funcionario que recibe, acepta recibir o solicita
PARTE
recibir algún donativo, promesa de una ventaja o cualquier beneficio a
consecuencia de ya haber realizado el acto funcional28.
En la doctrina penal sigue habiendo discrepancias en cuanto al objeto de
protección en este delito de cohecho. Básicamente, existen dos posiciones,
siendo el primero el bien jurídico específico, la honradez o integridad de
la condición de funcionario público29, mientras que la segunda es la gra-
tuidad o no venalidad de la función pública30, dado que cuando se trata
de un cohecho pasivo impropio no se pone en peligro alguno el servicio
público, pues el acto realizado o por realizar es lícito, propio del cargo
del funcionario.
Al respecto se tiene como fundamento jurisprudencial, el Recurso de
Nulidad N.° 874-2014-Santa, que determina los elementos objetivos y
subjetivos en este tipo penal, los cuáles son:
Décimo primero: [...]. Cuanto, a los elementos objetivos y subjetivos,
es preciso señalar que la acción está en solicitar que ha de entenderse
como la petición seria y concreta de una dádiva que el funcionario
hace a una persona determinada a cambio de realizar un acto propio
de su cargo; por lo tanto, la perfección delictiva ha de verse con la
sola solicitud —directa o indirecta— del funcionario servidor público,
por lo que constituye un injusto funcionarial de mera actividad...
[...]•

Un ejemplo del delito de cohecho pasivo impropio, es cuando se acredita


la responsabilidad penal de un regidor, quien solicitó al agraviado ilegal­
mente la entrega de veinte mil nuevos soles a fin de que su persona y otros
regidores voten en la sesión de concejo a favor, para reconocer o ratificar
la propuesta del alcalde respecto de la conformación del comité del Vaso
de Leche del distrito (Recurso de Nulidad N.° 1781-2010-Lima Norte).

Cohecho pasivo específico


Se encuentra tipificado en el art. 395 del Código Penal, propende una exten­
sión de los posibles sujetos activos, comprendiendo al magistrado, arbitro,
fiscal, perito, miembro del Tribunal Administrativo o cualquier otro análogo;
estableciendo dos modalidades diferentes, en el primer párrafo señala que el
sujeto activo actúa bajo la modalidad de aceptar o recibir, mientras que en el
segundo párrafo es el acto de solicitar directa o indirectamente, a través de los
medios corruptores de donativo y/o cualquier otra ventaja como dinero, bienes,
alhajas, favores sexuales u otros, que hace el funcionario público a alguien de­

28 Abanto VÁSQUEZ, Manuel, Los delitos contra la Administración pública en el Código Penal peruano,
ob. cit., p. 456 y ss.
29 Vizueta Fernández, citado por De La Mata Barranco, Norberto J., ob. cit., p. 137
30 Fischer, citado por De La Mata BARRANCO, Norberto J., ob. cit., p. 119

50 PARTE I: ASPECTOS GENERALES


JEN NI FFER CANCHARI RAMOS

terminado, con quien se halla vinculado por un acto propio de su oficio. Pero
también se exige un vínculo normativo, que está dirigido a influir en la decisión
de un asunto sometido a su conocimiento. Respecto de las penas, en el primer
párrafo la pena oscila entre seis y quince años e inhabilitación más 180 a 365
días multa; mientras, que en el segundo párrafo la pena es de ocho a quince
años e inhabilitación y 365 días multa días a 700 días multa.
El bien jurídico tutelado, como el tipo penal es un delito especial propio y de
infracción del deber, el funcionario público por el estatus que ostenta, tiene el
“deber especial positivo” de actuar con imparcialidad, rectitud, transparencia y
objetividad. En el caso que nos ocupa, su actuación, bajo estos principios, debe
darse durante las diligencias preliminares en la investigación preparatoria en las
demás fases del proceso penal, y en todo acto en que intervenga por razón del
cargo, en casos sometidos a su conocimiento o competencia31. Un ejemplo lo
tenemos en el Recurso de Nulidad N.° 3768-2010-Puno, que declara no haber
nulidad en la sentencia del aquo, por encontrarse acreditada la responsabilidad
penal del encausado, respecto del delito de cohecho pasivo específico, quien
bajo su condición de fiscal provincial provisional solicitó la suma de cinco mil
nuevos soles al usuario agraviado, con la finalidad de archivar una denuncia
que se había interpuesto en su contra, después de unos días el ilícito pedido se
concretó con la entrega de tres mil nuevos soles que el acusado guardó en el
bolsillo del lado izquierdo de su pantalón, circunstancia en que fue intervenido
por los magistrados de la Oficina Desconcentrada de Control Interno de Puno,
siendo sancionado a ocho años de pena privativa de libertad e inhabilitación
y una reparación civil de cinco mil soles.

Cohecho activo
Incurre en el delito de cohecho activo aquel que ofrece, da o promete a un
funcionario o servidor público donativo, promesa, ventaja o beneficio. La
contraparte de esta figura penal es el cohecho pasivo que sanciona el actuar
del funcionario o servidor público que acepta o recibe dicho ofrecimiento32.

31 R. N. N.° 5-2017, Huánuco, considerando 7.1.


32 Recuperado de <https://bit.ly/38tbB35>.

INSTITUTO PACÍFICO
DEUTOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Variantes de la figura de cohecho activo

Tipo
penal Variante Sanción

Aquel que, bajo cualquier Para que realice u omita actos en vio­ 4 a 6 años de pena
Cohecho modalidad ofrece, da o pro­ lación de sus obligaciones. privativa de libertad.
PARTE activo ge­ mete donativo, ventaja o Para que realice u omita actos propios
nérico beneficio a un funcionario o del cargo o empleo, sin faltar a su 3 a 5 años de pena
servidor público. privativa de libertad
obligación.
A un magistrado, fiscal, perito, árbitro,
miembro de Tribunal Administrativo o 5 a 8 años de pena
Aquel que, bajo cualquier análogo con el objeto de influir en la privativa de libertad
modalidad ofrece, da o pro­ decisión de un asunto sometido a su e inhabilitación.
mete donativo, ventaja o conocimiento o competencia.
beneficio A un secretario, relator, especialista, 4 a 8 años de pena
auxiliar jurisdiccional, testigo, traductor privativa de libertad
Cohecho
o interprete o análogo. e inhabilitación.
activo es-
pecífico A un magistrado, fiscal, perito, árbitro,
miembro de Tribunal Administrativo o
El abogado o aquel que
análogo con el objeto de influir en la 5 a 8 años de pena
forma parte de un estudio
decisión de un asunto sometido a su privativa de libertad,
de abogados que ofrece, da
conocimiento o competencia; o aun inhabilitación y 180
o promete donativo, ventaja
secretario, relator, especialista, auxiliar a 365 días-multa.
o beneficio.
jurisdiccional, testigo, traductor o inter­
prete o análogo.

Fuente: Defensoría del Pueblo.

Cohecho activo genérico


El delito de cohecho activo genérico se encuentra tipificado en el art. 397 del
Código Penal, modificado por el art. 2 del D. Leg. N.° 1243 (EP, 22-10-2016);
en su primer párrafo sanciona al agente que, bajo cualquier modalidad, ofrece,
da o promete a un funcionario o servidor público donativo, promesa, ventaja
o beneficio para que realice u omita actos en violación de sus obligaciones;
mientras que en el segundo párrafo, sanciona al agente que ofrece, da o promete
donativo, ventaja o beneficio para que el funcionario o servidor público realice
u omita actos propios del cargo o empleo, sin faltar a su obligación; como se
observa, el cohecho activo está dirigido a sancionar a la otra parte del acuerdo
por el cual el funcionario vende la función pública; por tanto, sanciona a la
persona que ofrece o promete dar a un funcionario algún donativo, ventaja o
beneficio para que realice u omita actos en violación de sus funciones, o realice
u omita actos propios de su cargo33.
El bien jurídico protegido, en el delito de cohecho activo, dependerá de la
modalidad delictiva que cometa el autor34. Si el autor entrega la ventaja a un
funcionario para que realice u omita un acto en violación de sus obligaciones,
el bien jurídico protegido será la “imparcialidad” en la función pública35. Si el
autor entrega la ventaja a un funcionario para que realice un acto propio de su

33 MONTOYA VlVANCO, “Manual sobre delitos contra la Administración pública”, art. cit., 2015, p. 100.
34 ABANTO VÁSQUEZ, Manuel, Los delitos contra la Administración pública en el Código Penal peruano,
ob. cit., p. 466
35 RODRÍGUEZ Puerta, María José, El delito de cohecho. Problemática jurídico-penal del soborno de fun­
cionarios, Pamplona: Aranzadi, 1999, p. 85 y ss.

52 PARTE I: ASPECTOS GENERALES


JEN NI FFER CANCHAR! RAMOS

cargo, el bien jurídico protegido será la gratuidad o no venalidad de la función


pública.
Es menester precisar que, en esta figura delictiva, se protegen los bienes jurídicos
antes mencionados solo frente a conductas de peligro, pues sobre el particular
no pesa la obligación de resolver con imparcialidad o sin abuso del cargo. El :

cohecho activo es un delito que pone en peligro la “imparcialidad” o el “ejercicio


no abusivo del cargo público”, porque la conducta a ser sancionada favorece
I
PARTE

que el funcionario público que recibe la “coima” o soborno atente directamente


contra ellos36.
Respecto de su consumación, la jurisprudencia nos señala lo siguiente: “Un­
décimo: Que el delito de cohecho activo genérico es un delito que para su
consumación no requiere de la aceptación expresa o tácita del funcionario a
quien el agente pretende corromper, pero sí de su conocimiento directo del
ofrecimiento ilegal”. En tal sentido, sostiene DONNA que:

El comportamiento delictivo [...] se consuma con la sola propuesta venal,


que es conocida por el funcionario público. En esto se demuestra la auto­
nomía del tipo penal del cohecho activo, de modo que es independiente
de la aceptación de la propuesta por parte del funcionario público37.

Respecto del elemento subjetivo, el dolo:

Todas las modalidades que recoge el tipo penal son de comisión netamente
dolosa, no cabe la posibilidad de ser cometido por negligencia o culpa del
funcionario o servidor público. El dolo supone que el funcionario o servidor
público conozca su proceder indebido [y], sin embargo, voluntariamente
procede. Solo es posible dolo directo, no es posible que alguna conducta
de cohecho pasivo impropio se materialice por medio de dolo eventual.
El agente desde el primer momento sabe y conoce que acepta o recibe
la entrega de donativo, promesa o cualquier otra ventaja o beneficio
para realizar un acto al que está obligado a efectuar de acuerdo con sus
funciones y atribuciones del cargo o empleo que desempeña al interior
de la Administración pública38.

Un ejemplo claro se tiene en el ofrecimiento de pago a un policía de tránsito


con el fin de que no se le imponga la multa que le correspondía por haber in­
fringido las normas de tránsito; “[...] cabe señalar que el acusado (en su calidad
de taxista) cuando cometió una infracción de tránsito e intentó darse a la fuga
y al ser trasladado a la comisaría, pretendió entregar la suma de treinta nuevos
soles al personal cohecho activo genérico 397 policial con el fin de evitar la

36 RODRÍGUEZ Puerta, El delito de cohecho. Problemática jurídico-penal del soborno de funcionarios, ob.
cit., pp. 84 -106
37 R. N. N.° 321-2011-Puno, Ejecutoria suprema del 7 de marzo del 2012.
38 Exp. N.° 00086-2011-7, sentencia emitida por la Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de
Lima: 18 de setiembre del 2012.

INSTITUTO PACÍFICO 53
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

imposición de una papeleta de tránsito,Recurso de Nulidad N.° 2978-


2006-Lima Norte.

Negociación incompatible
El delito de negociación incompatible se encuentra tipificado en el art. 399 del
ARTE
Código Penal peruano, que sanciona la conducta por la cual un funcionario
o servidor público se aprovecha indebidamente de su cargo, al mostrar un
interés particular que entra en colisión con los intereses públicos o estatales. El
tipo penal exige que dicho interés particular o privado se enfoque en alguna
operación económica en la que intervienen el Estado y el funcionario público
con motivo del cargo público que ostenta39.
El delito de negociación incompatible o aprovechamiento indebido de cargo
tiene como verbo rector del tipo penal el término “interesar, “atañer”, “con­
cernir”, “incumbir”, “comprometer” o “importar” algo, y por ello, se destina
nuestra voluntad a conseguirlo u obtenerlo; es decir, este importar o interesar
es un contrato u operaciones que realiza el Estado con terceros con la finalidad
de obtener un provecho económico indebido en su favor o a favor de otros40.
La doctrina nacional y comparada interpretan y comentan lo que legislador
ha pretendido resguardar al sancionar las conductas descritas en este tipo
penal. De esta forma, el profesor ETCHEBERRY señala que “el legislador desea
proteger aquí la apariencia de imparcialidad y honestidad que debe rodear a
la Administración pública. Esta apariencia se ve lesionada si el funcionario se
“desdobla”, según la expresión de Soler, y representa su propio interés a la vez
que el interés público”41.

Los profesores RODRÍGUEZ COLLAO y OSSANDÓN WlDOW han señalado que:


El bien jurídico protegido, al igual que en el resto de las figuras de este
grupo, está constituido por la función administrativa, cuyo correcto des­
empeño exige que se respeten los principios de objetividad, imparciali­
dad y honestidad en las relaciones con los particulares. Es evidente que
el funcionario público posee una doble personalidad, pues en algunas
facetas de su vida actúa como autoridad y en otras, como particular; sin
embargo, lo que no debe hacer es confundir ambas dimensiones, haciendo
primar el interés individual por sobre el general, en abierta contradicción
con tales principios42.

El bien jurídico genérico de los delitos de corrupción definido anteriormente es


el correcto o normal funcionamiento de la Administración pública. Pero el bien
jurídico específicamente protegido en el delito de negociación incompatible es

39 MONTOYA V1VANC0, “Manual sobre delitos contra la Administración pública”, art. cit., 2015, p.131.
40 R. N. N. ° 351-2015-Santa.
41 ETCHEBERRY, Alfredo, Derecho penal. Parte especial, t. IV, 3.a ed., Santiago de Chile: Editorial Jurídica
de Chile, 1997, p. 248
42 RODRÍGUEZ COLLAO, Luis y María Magdalena OSSANDÓN WlDOW, Delitos contra la función pública.
El derecho penal frente a la corrupción política, administrativa y judicial, Santiago de Chile: Editorial
Jurídica de Chile, 2005, p. 408

54 PARTE L ASPECTOS GENERALES


JENNIFFER CANCHARI RAMOS

la objetividad o imparcialidad de la actuación del funcionario en el marco de


contratos u operaciones económicas en las que participe el Estado43.
Si bien la Administración pública debe funcionar siempre velando por sus inte­
reses públicos, estos siempre deben estar orientados hacia el bien común y no
hacia los intereses particulares de los funcionarios o servidores que los gestionan F PARTE
o administran. Entonces, la objetividad que se busca proteger es aquella donde
la Administración pública actúa al momento de realizar contratos, concursos
públicos o cualquier otra operación económica con la finalidad de poder elegir
al competidor más adecuado de cara a los intereses públicos y al bien común.
Consecuentemente, el tipo penal refleja la necesidad de proteger a la Adminis­
tración pública del interés privado de sus agentes —funcionarios o servidores
públicos— especialmente relacionados o vinculados por razón de su cargo con
los contratos u operaciones públicos44.
En otras palabras, el tipo penal busca evitar conflictos entre intereses privados y
públicos, sancionando las actuaciones de los funcionarios y servidores públicos
que no denoten imparcialidad, transparencia y objetividad frente a los compe­
tidores de un contrato u operación económica donde tengan que representar
al Estado45.
Resulta necesario mencionar la Casación N.° 841-2015-Ayacucho, precedente
vinculante que establece como doctrina jurisprudencial que el delito de nego­
ciación incompatible presenta dos elementos típicos que deben ser materia de
prueba en el proceso penal, no siendo posible su presunción sino su materiali­
zación a cargo del magistrado:

Trigésimo cuarto: El delito de negociación incompatible presenta dos ele­


mentos típicos: A. El interés indebido sobre un contrato u operación que
debe estar a cargo del funcionario público. Este elemento típico sintetiza la
tipicidad objetiva. B. Debe existir un interés de obtener un provecho propio
o para un tercero. Este elemento típico pertenece a la tipicidad subjetiva
y se constituye como un elemento subjetivo de trascendencia interna.
Trigésimo quinto: Con relación al primer elemento típico, el elemento
central es el interés. Es posible que existan dos tipos de intereses que puede
tener el funcionario: uno debido y uno indebido. En el primer caso, el
funcionario exterioriza su deseo de un cabal cumplimiento de sus funciones
en el segmento del poder que se encuentra administrando, por lo que
su idea es en todo momento beneficiar a la Administración pública. El
segundo tipo de interés es el que forma parte de la conducta incriminada:
el interés indebido. Por interés indebido se entiende a aquella situación
en que el funcionario tiene un interés que no es el procurar un beneficio
para la Administración pública, por el contrario, este deber es dejado de
lado expresamente por él. Al tratarse de un delito de corrupción y enten­
derse al delito de negociación incompatible en el marco de los delitos de

43 GüIMARAY MORI, Erick, “Apuntes de tipicidad en torno al delito de negociación incompatible”, en Bole­
tín Informativo Mensual, N.° 39, 2014. Recuperado de <https://bit.ly/2SNLf4D >.
44 ROJAS Vargas, Fidel, Delitos contra la Administración pública, Lima: Grijley, 2007, p. 818.
45 MONTOYA VlVANCO, “Manual sobre delitos contra la Administración pública”, art. cit., 2015, p. 131.

INSTITUTO PACÍFICO 55
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

corrupción de funcionarios, resulta claro que el deber quebrantado es la


adecuada gestión del patrimonio estatal. El funcionario se encuentra en
un conflicto de intereses al actuar, por un lado, tiene el deber de procurar
el beneficio de la institución a la que pertenece y por otro el maximizar
el interés (propio o de un tercero). La vía a través de la cual este interés
indebido se manifiesta es de forma directa, indirecta o a través de un acto
simulado. El objeto sobre el cual ha de recaer el interés indebido es el
contrato u operación en la que interviene por razón de su cargo.
Trigésimo sexto: El segundo elemento es la búsqueda de un provecho
propio o de un tercero como consecuencia del quebrantamiento del deber
institucional; además del dolo, para tener por acreditada la conducta típica,
de presentarse este elemento subjetivo. Esta es la motivación por la cual
el funcionario se interesa en el contrato. Al respecto, como ya señalamos,
no es necesario que el tercero sea quien se beneficie de la contratación,
dado que el tipo penal admite la posibilidad (por su redacción abierta)
de que un tercero que no sea el contratante, pueda ser el beneficiado.
El provecho implica el beneficio que va a recibir el funcionario público
(cuando es para sí), el tercero, o ambos, como consecuencia de la cele­
bración del contrato o de la operación a cargo del funcionario.
Trigésimo séptimo: Todos los elementos antes mencionados deben ser
materia de prueba en el proceso penal. No es posible derivar la existen­
cia de los mismos, o presumirla, sino que al tratarse de elementos que
configuran la conducta incriminada, constituye un deber del Magistrado
determinar si existen o no las pruebas que acrediten los elementos antes
mencionados. [Enfasis agregado].

Un ejemplo de caso, se tiene cuando el integrante del Comité Especial encar­


gado de una licitación pública muestra su interés, en la etapa de calificación y
evaluación de propuestas, por favorecer la candidatura de un postor amigo suyo
en el puntaje de su propuesta técnica, de tal forma que le permita acceder a la
fase de evaluación de su propuesta económica y, una vez en ella, evidencia su
interés para que la buena pro sea otorgada a favor de su amigo.
Al respecto, se aprecia en el presente ejemplo un interés indebido, entendién­
dose como un desdoblamiento en el actuar del agente del delito, pues el agente
actúa como funcionario representante de la Administración pública; pero, a la
vez representa intereses particulares, con los cuales quiere sacar un provecho
personal a favor de un tercero (el amigo), lo que implica una probable afectación
al patrimonio de la Administración pública.

Tráfico de influencias
El delito de tráfico de influencias está tipificado en el art. 400 del Código Penal,
que sanciona a aquel que, a cambio de un beneficio, ofrece interceder o in­
fluenciar, directa o indirectamente, ante un magistrado, fiscal u otro funcionario
con potestades jurisdiccionales (en sentido amplio), invocando tener influencias
sobre sus decisiones.
Este tipo penal presenta una modalidad básica en el primer párrafo del artícu­
lo y otra modalidad agravada en el segundo párrafo del artículo. La primera,
constituye un delito común, mientras que la segunda, un delito especial en

PARTE I: ASPECTOS GENERALES


JENNIFFER CANCHARI RAMOS

virtud de la exigencia de la calidad de funcionario público del sujeto activo.


En lo que respecta a la modalidad agravada del tráfico de influencias, cabe
resaltar que el sujeto activo, a diferencia de la modalidad básica, tiene una
especial vinculación con el bien jurídico protegido, pues se encuentra dentro
de la estructura de la Administración pública, lo cual le da acceso especial para
perturbar el bien jurídico46.
El bien jurídico protegido u objeto del bien jurídico que se ataca con este delito
no puede ser ningún prestigio o el buen nombre de la Administración pública,
pues este concepto no armoniza con un Estado social y democrático de derecho
[...] aquí más bien, también existe un atentado, aunque lejano, contra la im­
parcialidad del funcionario, el carácter público de la función; y, en el supuesto
de la influencia simulada, el patrimonio individual47.
El delito de tráfico de influencias cuenta con las siguientes características: i)
constituye una conducta de intermediación entre dos personas, no siendo
necesario que el agente sea funcionario público; sin embargo, la acción va
dirigida a influir sobre un funcionario y no sobre cualquier sujeto; ii) asimismo,
aquellas influencias invocadas por el agente pueden ser reales o simuladas, estas
últimas son aquellas inexistentes, irreales, fingidas, las cuales dan lugar a una
serie de conductas o maniobras afines, que permiten enrostrar al “comprador
de humos” una supuesta relación amical, de parentesco laboral, entre otros,
con el funcionario o servidor público.
Es un delito de peligro abstracto, pues no se exige lesionar efectivamente
el bien jurídico, basta tan solo que se coloque en una posición de riesgo
o peligro con el accionar del sujeto pasivo; es pues un delito de mera
actividad en el cual se sanciona el simple comportamiento del agente, es
decir, la ejecución de una conducta, sin importar el resultado material;
de igual modo resta importancia para su configuración si las influencias
son reales o simuladas48.

Un ejemplo de este tipo penal es que un ciudadano que está incurso en un


proceso penal por causar lesiones graves a una persona, al conducir y estrellar
su vehículo en estado de ebriedad, recibe el ofrecimiento de un fiscal, amigo
del juez del proceso, de interceder por él para que la sentencia sea benévola a
cambio de una suma de dinero.
Problemas concúrsales con otros delitos:

46 MONTOYA VlVANCO, “Manual sobre delitos contra la Administración pública”, art. cit., 2015, p. 143,
47 R.N. N.° 1692-2013-Lima.
48 Recurso de Nulidad N.° 4097-2008-Santa.

INSTITUTO PACÍFICO
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Con el delito de estafa:

Tráfico de influencias simuladas y estafa. Resolución del concurso

Delito Semejanza Diferencia


PARTI
Tráfico de influencias Presencia de engaño, El bien jurídico protegido Se aplica solamente
simuladas en la mo­ error, disposición patri­ es la institucionalidad de al delito de tráfico de
dalidad de “recibir” o monial y perjuicio patri­ la función pública. Puede influencias.
“hacer dar” monial aplicarse en supuestos
de negocios con causa
¡lícita.
Estafa El bien jurídico protegido
es el patrimonio perso­
nal. No puede aplicarse
en supuestos de nego­
cios con causa ¡lícita.

Con el delito de cohecho activo:

Tráfico de influencias y cohecho activo. Resolución del concurso

Delito Semejanza liiliilttli®®


No se requiere que el
vendedor de influencias
En ambos delitos el tipo tenga contacto con el fun­
Tráfico de influencias penal hacer referencia a cionario que ha visto, ve
la actuación de un funcio­ o verá el caso judicial o
nario público. En el caso administrativo.
del tráfico de influencias
se hace referencia a la Debe haber bilaterali- Posibilidad de apre­
actuación de un funciona­ dad. Se exige que haya ciar un concurso real
rio con facultad jurisdic­ contacto entre particular entre ambos delitos.
cional, mientras que en (vendedor de influencia)
Estafa el cohecho activo se hace que ofrece, da o promete
referencia a la actuación dar dádiva o beneficio, y
de cualquier funcionario. funcionario que ha visto,
ve o verá el caso judicial
o administrativo.

Fuente: Libro Manual sobre delitos contra la Administración pública, pp. 149 y 150.

Enriquecimiento ilícito
El delito de enriquecimiento ilícito se encuentra tipificado en el art. 401 del Có­
digo Penal, se configura cuando “el funcionario o servidor público, abusando
de su cargo, incrementa ilícitamente su patrimonio respecto de sus ingresos
legítimos”, es de notar que esta figura delictiva presenta una modalidad básica
(primer párrafo del artículo); y el segundo párrafo presenta una modalidad
agravada que consiste en si el agente es un funcionario público que ha ocupado
cargos de alta dirección en las entidades, organismos o empresas del Estado,
o está sometido a la prerrogativa del antejuicio y la acusación constitucional,
cuya pena supera los diez años.
Asimismo:

58 PARTE I: ASPECTOS GENERALES


JENNIFFER CANCHARI RAMOS

[...] considera que existe indicio de enriquecimiento ilícito cuando el


aumento del patrimonio o del gasto económico personal del funcionario
o servidor público, en consideración a su declaración jurada de bienes y
rentas, es notoriamente superior al que normalmente haya podido tener
en virtud de sus sueldos o emolumentos percibidos o de los incrementos
de su capital o de sus ingresos por cualquier otra causa lícita. PARTE
i__

El Acuerdo Plenario N.° 03-2016/CJ -116, en su considerando trece, explica


que el sujeto activo del delito de enriquecimiento ilícito debe ser:

[N]ecesariamente un funcionario o servidor público, en cualquiera de las


categorías que registra el art. 425 del Código Penal. Por lo que estaría­
mos ante un típico delito especial propio o funcionarial de infracción de
deber, sobre todo, porque el enriquecimiento ilícito que sanciona la ley
se materializa a través de actos sucesivos o simultáneos de abuso de la
posición y competencias funcionariales del sujeto activo y que originan
para él un mejoramiento patrimonial indebido49.

La doctrina señala que este delito consiste en:

[E]nriquecerse sin causa justa. Lo justo de un enriquecimiento es el poder


explicar los orígenes de un incremento patrimonial económico, según la ley
y conforme a la ética que son los dos patrones que medirán esta justicia.
Por tanto, “el que el enriquecimiento no sea justificable, es parte estructural
del delito de enriquecimiento ilícito y no una mera condición para hacer
punible tal enriquecimiento”50.
En consecuencia, pues, el delito se va materializando de modo continua­
do y acumulativamente, mediante un conjunto conexo de actos dolosos
irregulares que van procurando el aumento de los activos o la disminución
de los pasivos del funcionario público. Sin embargo, es pertinente des­
tacar que tales acciones se encuentran siempre vinculadas entre sí por el
mismo designio lucrativo antijurídico (producir el enriquecimiento ilícito).

Ahora bien, respecto a la carga de la prueba, en el presente delito hay una


inversión de la carga de la prueba, conforme lo explica en el considerando
quinto de la casación N. ° 953-2017-Lima (precedente vinculante), que en
resumen señala que:

[L]as fuentes internacionales, hacen mención a la naturaleza del delito de


enriquecimiento ilícito, y de acuerdo a las causales la carga de probar, está
circunscrita a demostrar la existencia del incremento patrimonial de un
funcionario público, cuando son muy superiores a los que regularmente

49 PRADO Saldarriaga, Víctor Roberto, Delitos y penas. Una aproximación a la parte especial, Lima:
Ideas, 2017, p. 195,
50 FERREIRA DELGADO, Francisco, Delitos contra la Administración pública, Bogotá: Temis, 1985, p. 118.

INSTITUTO PACÍFICO 59
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

hubiera podido alcanzar como resultado de sus ingresos legítimos; y


es a partir de ese instante, en que se invierte la carga de la prueba, co­
rrespondiendo al funcionario el deber de acreditar que ese incremento
desmesurado, ha tenido una causa justificada lícita.
5.1. El artículo IX de la Convención Interamericana contra la Corrupción,
PARTE
respecto al enriquecimiento ilícito, sostiene que: “Con sujeción a su
Constitución y a los principios fundamentales de su ordenamiento
jurídico, los Estados parte que aún no lo hayan hecho, adoptarán
las medidas necesarias para tipificar en su legislación como delito, el
incremento del patrimonio de un funcionario público con significativo
exceso, respecto de sus ingresos legítimos durante el ejercicio de sus
funciones y que no pueda ser razonablemente justificado por él. [...].
5.2. El artículo veinte de la Convención de las Naciones Unidas contra
la Corrupción, enriquecimiento ilícito, sostiene que: “Con sujeción a
su constitución y a los principios fundamentales de su ordenamiento
jurídico, cada Estado parte considerará la posibilidad de adoptar las
medidas legislativas y de otra índole que sean necesarias para tipificar
como delito, cuando se cometa intencionalmente, el enriquecimien­
to ilícito, es decir, el incremento significativo del patrimonio de un
funcionario público respecto de sus ingresos legítimos que no pueda
ser razonablemente justificado por él”.
5.3. El artículo cincuenta y cinco de la Constitución Política del Estado,
refiere que los Tratados celebrados por el Estado forman parte del
derecho nacional.
5.4. Artículo cuatro del Convenio de La Haya, sostiene que: “La aposti­
lla prevista en el artículo tres, párrafo primero, se colocará sobre el
propio documento o sobre una prolongación del mismo y deberá
acomodarse al modelo anexo al presente convenio. Sin embargo, la
apostilla podrá redactarse en la lengua oficial de la autoridad que la
expida. Las menciones que figuren en ella podrán también ser escritas
en una segunda lengua. El título “Apostille (Conventión de La Haye
du 5 octubre 1961)” deberá mencionarse en lengua francesa”.
5.5. Las fuentes internacionales antes citadas, hacen mención a la natura­
leza del delito de enriquecimiento ilícito, y nos muestra de un modo
relativo la inversión de la carga de la prueba. En donde la carga de
probar, está circunscrita a demostrar la existencia del incremento
patrimonial de un funcionario público, cuando son muy superiores
a los que regularmente hubiera podido alcanzar como resultado de
sus ingresos legítimos; y es a partir de ese instante, en que se invierte
la carga de la prueba, correspondiendo al funcionario el deber de
acreditar que ese incremento desmesurado, ha tenido una causa
justificada lícita.

El bien jurídico que protege este delito no es, estrictamente, el patrimonio estatal,
sino lo es el correcto y normal ejercicio de las funciones de los cargos y empleos
públicos por parte de los funcionarios y servidores estatales que se deben a la
nación. De allí que la teoría que más se ajusta a este delito y a los demás delitos
cometidos en contra de la Administración pública es la teoría de la infracción de

60 PARTE I: ASPECTOS GENERALES


JENNIFFER CANCHARI RAMOS

deber, no puede entonces basarse en la teoría del dominio del hecho, debido a
que el ser un particular quien tenga este domino y no el funcionario o servidor
público, generaría espacios de impunidad no solo en el tercero, sino también
en el agente que tiene esta condición especial51.
Un ejemplo de este tipo penal es cuando un viceministro, durante su gestión,
da signos o muestras de una riqueza que no poseía al momento de iniciar su
función pública, al menos en relación con el patrimonio que figuraba en su
declaración jurada de bienes y rentas.

5. Conclusiones
La corrupción, puede considerarse también como el abuso del poder público
encargado (por elección, selección, nombramiento o designación) para obtener
beneficios particulares (económicos o no), violando la norma en perjuicio del
interés general o el interés público.
Para el derecho penal no interesa tanto la “calificación jurídica” o la condición
en la que desempeña su labor el funcionario, sino la protección del correcto y
adecuado ejercicio de la función pública de cara al cumplimiento de las pres­
taciones sociales que debe desempeñar en el Estado52. En otras palabras, para
definir el concepto de funcionario en el derecho penal es importante determinar
quiénes pueden lesionar, por su proximidad y función, el correcto funciona­
miento de la Administración pública
El Sistema Anticorrupción Peruano está compuesto por diversas instituciones,
las cuales tienen competencias en materia anticorrupción, entre las que se en­
cuentran las Fiscalías Especializadas en Delitos de Corrupción de Funcionarios,
que conocen e investigan los delitos tipificados en las secciones II, III y IV, arts.
382 a 401 del capítulo II, del título XVIII del Código Penal, y en los supuestos de
los delitos conexos, en concordancia con lo establecido en la Ley N.° 29574
En general, los delitos de corrupción de funcionarios tienen como bien jurídico
protegido la correcta Administración pública, debiendo el funcionario o servi­
dor público comportarse con probidad y lealtad frente a las atribuciones que el
Estado le ha confiado, solo así podremos recuperar la confianza de la población
en ’ entes del Estado. En los últimos años las fiscalías especializadas han visto
inci neniada su carga laboral ante los ingresos de denuncias cometidas por
fum larios públicos, conforme podemos apreciar en los siguientes cuadros
que corresponden a los registros estadísticos de los años 2018 y 2019.

6. Referencias bibliográficas
GARCÍA del Rio, Flavio, Manual de derecho penal, parte general y parte especial,
Ediciones Legales Iberoamericana, 2002, p. 509.

51 R. N. N.° 1194-2014-Lima.
52 ABANTO VÁSQUEZ, Manuel, Los delitos contra la Administración pública en el Código Pena! peruano,
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62 PARTE I: ASPECTOS GENERALES


Delitos contra la Administración pública, cometidos por funcionarios públicos, registradas en fiscalías penales y especializadas,
según tipo de delito específico, por distrito fiscal, a nivel nacional
2018

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A.A. (Instiga ­
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A.A. (Nombra ­
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co
CXJ
CXJ
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LO
lllllfllllli CXJ

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LO

O
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CXJ

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CO
□awundtf o
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CO O)
qSBOUV - CXJ co
CXJ

SBUOZBIUV o -
.
de auxilio poli­

A.A. (Rebosa­

Abuso de auto­

Aceptar nom ­

Agravante refe­

de garantía per­
cial a particular

ilegal de acto de

¡legal de acto de
de acto de su
de auxilio de

Abandono de

bramiento ¡legal

sonales o caso
de una solicitud
rido a demora
A.A. (Omisión

A.A. (Retardo
Orden.Judie.X.
A.A. (Omisión

A.A. (Omisión

y rehus.Retard.

miento ¡legal
A.A. (Omisión

(R es.A .E jec.

de v io le n c ia
e s p e c ífic o

fuerza publ)

A
en peligro)
D e lito

Acto.Ofic.)

Func.Pub)
su cargo)

su cargo)

familiar
cargo)
.

cargo

ridad
A

64 PARTE I: ASPECTOS GENERALES


JENNIFFER CANCHARI RAMOS

o
CM
co
CM s LO - CM
CO
co
LO CM

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CM CM CO CO CM
CM

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SOIP.P.« CM co - en

- - - CM co co

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CO
- co co CU CO CM -
LO
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- - -• CM - co CO

CM CO
ejnenH CM co

CO
oonuenw - LO - CM co

BoijeABOuenH - - LO CO -
co
u co CM CO - CM LO

1 0 - CM -

0BI|B3 co
- CM -

co - - h-

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■* - CM

árimbs.r.-. CM CO - CM r-

O
- CM -

- CM LO co

- CO - CM
pasivo especi­
fico de magis­
miembro de tri­

activo especifi­

pasivo especi­

C.F. (Corrup ­
ción de funcio­
activo especi­
fico a m agis ­

activo genérico
C.F. (Cohecho

C.F. (Cohecho

C.F. (Cohecho
activo genérico

m iem bro de
C.F. (Cohecho

C.F. (Cohecho

C.F. (Cohecho

C.F. (Cohecho
co por agente

pasivo impro-
tribunal admin...
C.F. (Cohecho

fiscal, perito,
perito, arbitro,

trado, arbitro,
trado, fiscal,

bunal admini...

pasivo propio)

nario publico)
cualificado)

impropio)

propio)

fico)

pío)

INSTITUTO PACIFICO 65
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

IBIOJ. co cü co co co - CO
(X!
£
CO CM

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LO 00
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LO (XI LO

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CO
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-

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CO

gg®posnpjgtí (XI CO

LO 1-

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LO O
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AOACASs'BSsííftí
gg|íi|íitagigc (XI O

|gggeffigñgg||i (XI OT co

SASfSASRsísfSS
qseouv - CO
■ ■■ .■ ■■■ .■■■■■■■■ ■ ■ ■ . ■■■. ■ ■■

SBUOZBIUV - - <XJ (XI


chamiento inde­

o servidor pu­
ción incompa ­
tible o aprove­

C.F. (Trafico de
C.F. (Negocia­

por funcionario
C.F. (Enrique ­
C.F. (Corrup ­

C.F. (Enrique ­

publico de alta

¡licito en con-

de influencias
C.F. (Corrup ­

C.F. (Corrup ­

auxiliares juris­

Auxiliares de
C.F. (Corrup ­
ción de magis­

ción pasiva de

C.F. (Trafico
por funcionario
cimiento ¡licito

C.F. (Interes
C.F. (Extens.
cimiento ilicito)

bido de cargo)

ción impropia)


■■

e s p e c ífic o

trat.Y.Oper)
diccionales)

influencias)

D e lito

dirección)
■■
.■
.■

■■■■■■

justicia)
■■

trados)

blico)


■■

ción)

■ .

../



■■

PARTE I: ASPECTOS GENERALES


66
■. ■ ■ ■■■■■■■
ea|
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euin
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e s p e c ífic o

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BlUBS
i

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pBlJ3q!!B1

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uipeiu ues

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¡bjjuso eA¡as

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■■

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M S**:W»>WÍ»>Í«»ÍÍKH
A®®JOWlw

W®tt®eM®Ss«í
Ogfs§3H|3|||jS
®W®®s®Wsí>ft

lllllllllll

íwíAííHABBIÍftSS
j||Mj|g||||
Cobro indebi-
do-funcionario

INSTITUTO PACÍFICO
o servidor publi­
00

-
-

-
co que, abusan­
do de su cargo,
exige o hace
pagar o entr...
Cohecho acti­
vo específico
a magistrado,
-

-
fiscal, perito,
árbitro, miem ­
bro de tribunal
adminístrate..
Cohecho activo
específico por
-
-

agente cualifi ­
cado
Cohecho activo
-

-
genérico im ­
propio
Cohecho activo
-

C\J
C\l

-
-
-
-
-
-
-

genérico propio
Cohecho pasi­
vo específico
de magistrado,
CM

--
-
árbitro, fiscal,
perito, miembro
de tribunal ad­
minístrate
Cohecho pasivo
impropio acepta
o recibe donati­
en

-
-

CM
o

-
-
-

vo, promesa o
cualquier otra
ventaja o bene-
ficio in.._____

67
JENNIFFER CANCHARI RAMOS
68
D e lito

eoi
Plu„
6 n
e s p e c ífic o

U|unP
■ÜLiOS.-.

oosng

0W0
soqwn:

WO

qsBouy
jns Biun

oonuBHH

edrnbw
aisa emn

oqonoBÁy
enBanboH

payaquaq
ayou Biun

BO4BLUB.ÍBO

sBUozewv
uiubujubs

anbaABqtuBn

BOjlBABOUBnH
soip apajpBW

'O¿LCT'ÁLTTWOÁ imóTMÓÁ
Cohecho pa ­
sivo impropio
específico de
miembro pnp
-

que s o lic ite


directa o indi­
rectamente do­
nativo, p.
Cohecho pasi­
vo impropio que
solicita directa o
-

indirectamente
donativo, pro ­
mesa o cual ­
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

quier otra v...


Cohecho pasi­
vo propio acep­
ta o recibe do­
CO

CM
co
co

CM

-
--

co
co
co
nativo promesa
o cualquier otra
ventaja o be ­
neficio
Cohecho pasi­
vo propio solici­
ta directa o indi­
CO

-
-
-
rectamente do­
nativo promesa
o cualquier otra
ventaj....
CM

CM
CM
CM
CO

r-
lo
co
-

CO
CO

CM
CM
CM
LO
CM

CO
LO

CM
LO
00
CM

en
1"
o

-
O

co

■*
LO

co
r-

o
(Concusión
C o n c u s ió n
(cobro indebi-
do-funcionario
CM
CM

CO
CO
CO
CO

CM
LO

r-
r-

-
t-

LO

CM
CM

T1

CO
m
OD

r-
co
00
00
r-

CO

<o
r-

o servidor publi­
co que, abusan­
do de su cargo,
exige o hace ...

PARTE I: ASPECTOS GENERALES


JENNIFFER CANCHARI RAMOS

CO
s (O
JBJOJ.
cñ 8 OJ
CO - r- OI LO
CO i- OJ
co
OJ
OJ

■"t - ^2

co LO - CO

CO
- OJ -
co
2 - OJ LO

co
- co -

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LO -
OI OJ
B1UBS co OJ co -
co
uijjew ubs w CO - - OJ co

ounj co
LO - - - LO

CO OJ co
Bjnid OJ
OJ OI OJ

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OOSBd LO
OJ co

......................... .
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-
co co OJ u OI

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LO CO LO LO
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O
co LO - OJ o>

LO <o OJ

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LO

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OJ co

u,unr co co OI
co OJ OJ

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co
EJiwnH LO OJ LO co

oj
0> T- t"

co r~~ co
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co o
co
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B04BIUBÍB0 co
OI co

oqonoBÁy co LO OJ OJ
OI

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oeuiundv CO - OJ

qseouv co LO - co
co
co

00 r-
sbuozbuh? OJ
rehúsa,omite o
troc.llicit.De.In ­

Concusión (pa­

Deficiente apo­

Delitos cometi­
dos por funcio­
ponsabilidad a
Concusión (ex­
tensión de res­

Párrafo. Policía

Del. Cometidos
por funcionarios
Concusión (pa-
Concusión (co­

Concusión (co­

peritos arbitros

yo policial-1 er.
Concusión (ex-
patrimonial al
(colusión con

te n s .A .P e rit.

narios públicos
defraudación

C o n c u s ió n
C o n c u s ió n

trocinio ilegal)
o contadores)
Arbit.Contad.)
lusión simple)

o
lusión ilegal)

o E
(exacción)

retarda...
ter. Part.)

públicos
estado)

<i>

INSTITUTO PACIFICO 69
PARTE I

.■■■ .

70
g s g g D é iftb g g g ;

eu.il
e s p e c ífic o

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OOSB4

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seqicni.

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OOnuenH
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emuBiusA

SBUOZBIUV
eo-ieureíeo
anoueiun

PWiiBI
BnSsnboiAi
u.y.u.u.S
¡ejiirao BAjes

ggjnfsfggígegg
SW8Síí«K#!®a®*ná

Sa|gSíiiegg|I|

ggg®ii!|f||||g
lllilBBill
88;U®;®L®Ss®88;-8Ú? C-á8®8®r.8

«mssé?Wíwí®w>ííb
JWjjg/íSugggi
D e m o ra de
actos funciona-

-
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(XI

-
-
-
CM
C\i

-
C\|

co

-
-
-
C\J
LO

les-2do parra-
fo-a una solici­
tud...
D e n e g a c ió n
apoyo of i-
c ia l-1 e r p á ­

-
<o
-
-
O
C\J
<XJ

-
CT
--
-
-
-
-
co

rra fo .P o lic ía
rehúsa,om ite
o retarda,sin
causa...
Denegación o
deficiente apo­
DEUTOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

yo policial-2do.

-
-
-
co

Párrafo. Presta­
ción de auxilio
requerido....
Enriquecimien ­

C\1
-
(XI

-
i-

to ilícito)
Extensión de la
m alversación
(administrar o

CNj

-
-
-
-
-
(N
-
-
<N

custodiar dinero
perteneciente a
las entidades
de ben...
Extensión del
peculado de
uso (adm inis ­
-
-

trar o custodiar
dinero pertene­
ciente a las en­
tidades de be...

PARTE I: ASPECTOS GENERALES


JENNIFFER CANCHARI RAMOS

1B1O1 g O)
o5 CO CO en
CM CM 5
° CM
B"IW”A

¡leAean co co -

soqiuni CD CO
co
r PARTE
CO
buobi CM CO 1- CM -

SuB|ins 00 'í

o
CM CM <o -
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CO
uiyetu ues - CO CM -

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co
-
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co
OOSBd CM co -

BnGanbow § o
CM co CM -

M- c\¡

slifiilfflill CO co co

tgíaBslS®!|Jss 00 C\J xt-

00 en
•{Sjé|ÍOTígtütíJ|í en Od ÍC

g|jWsfllffifí|ff - S

en
líliSSBIIii LO co

en CM
r- LO

LO CM s r- -

ClItMMñglfjf 00
co CO -
CM
B0| co m -
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i|ggWn|||f||g en 'í

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'f®oárMétí|Aií ¡c LO CM

®e®¡OSü0|-iI co
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^g||f6®ígsjS| en 'cr

gglg|jiggg¡jj|gl CM co
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CM

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CM
«SSa^ggSBÍisl - ’if co
-
AASfiSiBwílSSSí
CM O o
Bdinbajv r- - CO CM

□Buiundv «O ■* CD

CM
- CM -

SBUOZBUiV co
LO - •*
de posecion o

de posecion o
Omisión,rebo ­

titulo de propie­

ocupan ó usur­

titulo de propie­

de dominio pu­
;ll|gífieíitoOi|S

samiento o de­

dad a personas

Otorga derecho
que ¡legalmente

blico o privado
O m isión a c ­

funcionales-2do

dad de bienes
de acto de su
o aprovecha ­

mora de actos

Otorga derecho
¡legal de cargo
miento indebido

Omisión ilegal
les-1er.Parra-
fo-funcionario
Nombramiento

tos funciona-
incom patible
N e g o c ia c ió n

publico que...
e s p e c ific o

pan los b...

sin cump...
párrafo...
de cargo

público

cargo

INSTITUTO PACÍFICO 71
DEUTOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PUBLICOS

O LO
<s - CO
O) CM
CO CO
LO
CM
-

- CM - CO

CM
- co CM

ssqiun.! co IO -- CO

PARTE CO co
G) o -

- - co co

Ku-fao ir.js.; co CM
co co co

íy-2<? LO co co
CO

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LO
CM - 3 co -
CM co LO co
CM

CO o CM ’sl-

G)
.r^bcn: CO CM CM co
CM

co O
r- CM - CM

Tt CO 't
co

jns Bwn co T~ - -

r'X1' .•■■j.ij-; g> co

sisa Btuii CM CM co

- co r- - co CM

enbaÁBquiin G)
- 5 00 CO
CM

pejjaqu e-? co -- O
LO co O

CM O co
CM 5
co
co - - co co

BJnenH
o
3 LO G)

co O
CM CM S 00

-1—H - G>

CM co
sn 3 - CM CM

ameo co CO CM

ob||bo LO O LO 00

BOJBIUBÍBO co lo CO CO <=>
oqonoBÁy CM
CM
co
co - CM CM

Bdinbejy I'-
LO
LO
CM r-

npnjunriw
OEiuunav g>
s CM CD LO

- G> - CM Xt

SBUOZBlUy CO
CM - CM
.
corresponden a

destinados a
Peculado - mal­

Peculado (cau­
lizac.D e.C au ­

Peculado (apro­
piación o utiliza­

caudales des ­

ciales o progra­

Peculado (de ­

tens.A.Adminis-
ción culposa de
programas de
versación (si el

dales o efectos

Peculado (ex-
tinados a asis-
dinero o bienes

mas de apoyo

mora indebida
Peculado (de
fines asísten-
(aprop.O .U tl-
Bien.X.Fuñe.
P e c u la d o

P e c u la d o

trad.De.Benef)
p ro p . De
apoyo social)

tencia social)

o i
de pagos)

1 "I
Publico)

social)
dales)

uso)

G>
(a

72 PARTE I: ASPECTOS GENERALES


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SBUOZBW
leJiuao BAjas

3„b.*.qW
S»!p.p3JPBW
Peculado (ex ­
tensión a con ­

INSTITUTO PACIFICO
-

-
tratista de obra
publica o sus
empleados)
Peculado (mal­
versación de
CM
-

CM
CM

LO

CO
LD

00

CM
00

CM
CM
-

CD
CB

LD
O

en

CM
co

CM
co
co

o
bienes o dinero
publico)
Peculado (mal­
CO

CM

-
versación.De .

Biene.Publico
Peculado (pe ­
CO

CM

CM
LO

CM

r-
o

CM
CM

Xj-

CM
-
h-

co
en
co

-
-

CM
co

CM
ID
co

LO

co
culado culposo)
Peculado (pe ­
LO

co

CM
O)

co
co

LD

CO
CO

r'

CT>

CM
CM
co

LO
O

CO

co
co

r-

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a>

LO

co
co
culado doloso
simple)
Peculado (rehu-
CO

-
-

CO
CM

CM
-

-•

CM
CM
I"

-■

-
-

co
samiento a en-
treqa de bienes)
Peculado (re ­
r-

CO

CM
tención indebi­
da de paqos)
Peculado (va ­
o>

co

-
-

-
1-

-
lor sobrepase
diez uit)
Rehusamiento
CM

CM

-
-

ID
co

CM

-
¡legal de acto
de su carqo
Rehusamiento
CO

-
-
injustificado de
apovo policial
Requerimiento
indebido de la
CM

CM

fuerza pública
por funcionario
público______

73
JENNIFFER CANCHARI RAMOS

PARTE
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

21815
isioji -
CM -

siüuejuaA s
!i2Á3.?.ri
s
CO
- lo
CU
PARTE I co
euoex co

co
31.- íi|ri¿'

o
¡bjsuso bajss

BWBS c
co

S
--
O)
ound - - - O)
o
Bjnid co 00

OOSBd 3

co
co
LO

s|SjgggíKíg6|j|
C\1

013401 CU

co
jHSBUín - C\!

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co
atsaemn CM
LO
LO
co
- CM
C\1

anbaÁequiei - CU 3

• LO
piquín O)
co

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e0! CU (O
CO

g|Jí0g6Hl|ggS -
LO
C\l
LO

oonuenR s
giaííOTSgellifS r-
00

00
StggjbSsBJjggjB - 00
O)

SgWagiSgf|S - o
C\J
CO
ÍIÍS®Í1I11 co
íBAÁABB:® 'BU KBBB cu
cu
B04EWeÍB0 - s
co
ggj8||8oi|gggl co

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cu
stl!„bw - co
co

oBiuundtf co

co
qseoUtf - ’sj-

SBUOZBIUV O)
cu
Tráfico de in ­

Tráfico de in ­

funcionario o
de acto de su

fluencias por

Elaborado: ofi­
cina de racio ­
nalización y es­
servidor público

Fuente: sistema

tadística - orace
Retardo ilegal

de gestión fiscal
e la b o ra c ió n :
de
e s p e c ífic o

08/07/2019
D e lito

fluencias

Fecha
cargo

ai
- sgf

74 PARTE I: ASPECTOS GENERALES


ABUSO
DE AUTORIDAD
Parte II

ABUSO DE AUTORIDAD

Jorge W. Chávez Cotrina

SUMARIO: 1. Cuestiones preliminares - 2. Jurisprudencia - 3. Título habilitan te:


incorporación de un funcionario público - 4. Acción - 5- Tipicidad- 6. Tipicidad
objetiva - 7. Tipicidad subjetiva - 8. Jurisprudencia.- 9. Culpabilidad.- 10. Con­
sumación,-11. Autoría y participación - 12. Referencias bibliográficas.

1. Cuestiones preliminares
El delito de abuso de autoridad sistemáticamente se encuentra ubicado en
nuestro Código Penal en el título XVIII correspondiente a los delitos contra la
Administración pública, capítulo II referente a delitos cometidos por funciona­
rios públicos, sección II Abuso de autoridad, en consecuencia este delito no
es un delito de corrupción de funcionarios como aquellos que se encuentran
en la sección IV de este mismo capítulo, como el delito de cohecho, el tráfico
de influencias y el enriquecimiento ilícito, que tienen otra estructura penal, sin
embargo, todos estos delitos tienen la particularidad que el sujeto activo tiene
que ser funcionario o servidor público.
El legislador ha centralizado todos aquellos comportamientos delictivos que
lesionan o ponen en peligro la actividad estatal en sus diversas manifestaciones
en el título XVIII, siendo en general el bien jurídico protegido el correcto y regular
funcionamiento de la Administración pública, así podríamos decir que el delito
contra la Administración pública tiene los siguientes bienes protegidos:
a. Ejercicio de las funciones públicas bajo pautas de corrección y legalidad.
b. Observancia de los deberes del cargo o empleo.
c. Regularidad y desenvolvimiento normal de tal ejercicio.
d. Prestigio y dignidad de la función.
f. Protección del tesoro público.
g. Imparcialidad en el desempeño de sus funciones.

INSTITUTO PACÍFICO 77
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

2. Jurisprudencia
Funcionario o servidor público es la persona que, jurídica, jerárquica y discipli­
nadamente se haya integrado a un organismo o entidad pública, sea cual fuere
su régimen laboral, siempre que este tenga funciones de gobierno nacional,
regional, local, legislativo, ejecutivo, jurisdiccional, electoral, de control fiscal o
la de servicio público a la nación. (Eje. Sup. 1998).
Con relación al bien jurídico en los delitos contra la Administración pública,
Muñoz Conde señala:

[S]e hace muy difícil encontrar un bien jurídico común a todos ellos, que
PARTE solo puede hallarse en un vago quebrantamiento de deberes profesionales
o en la confianza de la sociedad en el correcto funcionamiento de la Ad­
ministración pública en general, conceptos poco indicativos, en realidad,
de la naturaleza de estos delitos1.

3. Título habilitante: incorporación de un funcionario público

a) Selección
Desempeñar actividades o fun­
b) Designación
ciones al servicio del Estado
c) Elección

El Estado tiene que poner en marcha su aparato para cumplir con las necesidades
básicas de la población, para que esto suceda cuenta con una gran cantidad de
personas que desarrollan una diversidad de actividades a lo largo del territorio
del Estado. A continuación, PERRERA DELGADO sostiene lo siguiente:

La Administración pública es entendida como toda actividad cumplida o


realizada por los funcionarios o servidores públicos, encargados de poner
en funcionamiento al Estado, orientado al cumplimiento de sus fines y
funciones, sometidos a una jerarquía o niveles en todos sus órganos o
entidades12.

Por su lado SALINAS SlCCHA hace una diferenciación entre la Administración


pública y el servicio público:

Al ser la Administración pública algo abstracto, el servicio público, que


es algo más concreto, es realizado o materializado por las personas que

1 MUÑOZ Conde, Francisco, Derecho penal. Parte especial, 20.a, Sevilla: Tirant Lo Blanch, 2015, p. 841.
2 FERRERA Delgado, Francisco, Delitos contra la Administración pública, 3.a ed., Bogotá: Temis, 1995,
p. 4.

78 PARTE II: ABUSO DE AUTORIDAD


JORGE W. CHÁVEZ COTRINA

cumplen labores o trabajan al interior de la administración estatal a cambio


de una remuneración3.

El marco es los delitos contra la Administración pública que tiene en general


como bien jurídico la correcta administración del Estado, y dentro de este
marco se pueden cometer los delitos concretos cada uno de ellos deberán ser
tratados de acuerdo a las características y exigencias de los tipos penales que
las subsumen, como es el caso del delito de abuso de autoridad. En el Código
Penal menciona:

Artículo 376.- Abuso de autoridad


PARTE II
El funcionario público que, abusando de sus atribuciones, comete u ordena
un acto arbitrario que cause perjuicio a alguien será reprimido con pena
privativa de libertad no mayor de tres años.
Si los hechos derivan de un procedimiento de cobranza coactiva, la pena
privativa de libertad será no menor de dos ni mayor de cuatro años.
Artículo 376-A.- Abuso de autoridad condicionando ilegalmente la
entrega de bienes y servicios
El que, valiéndose de su condición de funcionario o servidor público,
condiciona la distribución de bienes o la prestación de servicios corres­
pondientes a programas públicos de apoyo o desarrollo social, con la
finalidad de obtener ventaja política y/o electoral de cualquier tipo en
favor propio o de terceros, será reprimido con pena privativa de libertad
no menor de tres ni mayor de seis años e inhabilitación conforme a los
incisos 1 y 2 del art. 36 del Código Penal.

Conforme lo hemos indicado, el tipo penal bajo comento se encuentra ubicado


en el título XVIII que tipifica los delitos contra la Administración pública, capítulo II
que contiene los delitos cometidos por funcionarios públicos, sección primera del
Código Penal, que prescribe la conducta abusiva y arbitraria de los funcionarios
o servidores del Estado, independientemente a que ente público pertenezcan.
La Corte Suprema ha establecido lo siguiente: “El delito de abuso de autoridad
[...] Se configura cuando el funcionario público realiza u ordena una conducta
arbitraria, que rebasa sus atribuciones y competencias dadas a un funcionario
público”4, constituye el mal uso de las atribuciones que el Estado le otorga a
una persona en su calidad de funcionario o servidor público, en consecuencia,
el abuso de autoridad trae consigo la arbitrariedad de la conducta del sujeto
activo, quien se extralimita en las funciones conferidas en perjuicio de un tercero.
Debemos partir de que el delito de abuso de autoridad solo puede ser cometido
por una persona que tiene una relación con el Estado, ya sea como funcionario
o servidor público, al respecto el art. 39 de la Constitución establece lo siguiente:

3 SALINAS Siccha, Ramiro, Delitos contra la Administración pública, 3.a ed., Lima: Grijley, 2014, p. 3.
4 ALVARADO LLANAC, Juan, Vademécum penal, Lima: Grijley, 2019, p. 897; R. N. N.° 1666-2010-Cuzco,
Lima.

INSTITUTO PACÍFICO 79
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Todos los funcionarios y trabajadores públicos están al servicio de la


Nación. El Presidente de la República tiene la más alta jerarquía en el
servicio a la Nación y, en ese orden, los representantes al Congreso, mi­
nistros de Estado, miembros del Tribunal Constitucional y del Consejo
de la Magistratura, los magistrados supremos, el Fiscal de la Nación y el
Defensor del Pueblo, en igual categoría; y los representantes de organismos
descentralizados y alcaldes, de acuerdo a ley.

Con relación a la carrera dentro de la Administración pública nuestra carta


magna sostiene en su art. 40:

La ley regula el ingreso a la carrera administrativa, y los derechos, deberes


y responsabilidades de los servidores públicos. No están comprendidos
en dicha carrera los funcionarios que desempeñan cargos políticos o de
confianza. Ningún funcionario o servidor público puede desempeñar más
de un empleo o cargo público remunerado, con excepción de uno más
por función docente.

Una persona ingresa a laborar al Estado (por elección o nombramiento), ya


adentro del ente estatal tiene la obligación de desempeñarse dentro de los
cánones que exige ser un funcionario y servidor público, evitando abusar de
tal posición, pues si ello sucede y se demuestra que lo hizo arbitrariamente en
perjuicio de un tercero y su actuar fue doloso válidamente debe ser sancionado
penalmente, al respecto la Corte Suprema ha sostenido a continuación:

[P]ara que se configure el delito de abuso de autoridad, la conducta


ilícita, debe guardar relación con el cargo asumido, esto es, presupone el
ejercicio de la función pública dentro de las facultades conferidas por el
ordenamiento jurídico vigente, por lo que en estos casos, dicho precepto
debe ir integrado con las normas de otra ramas del derecho público, que
fijan las funciones de los órganos de la Administración pública, y consi­
guientemente determinan la forma y límites dentro de los cuales puede
el funcionario ejercerlas libremente5.

El Código Penal ha establecido en su art. 425 qué personas son consideradas


funcionarios o servidores públicos, independientemente de lo que establezca
el derecho administrativo, menciona lo siguiente: ?

Artículo 425. Son funcionarios o servidores públicos:


1. Los que están comprendidos en la carrera administrativa.
2. Los que desempeñan cargos políticos o de confianza, incluso si
emanan de elección popular.

5 Compendio Jurisprudencial Sistematizado. Prevención de la corrupción y justicia penal, Lima: Ide-


hpuep-PUCH 2014, p. 16; R. N. N.° 2240-2002, Lima: 6 de agosto del 2003.

80 PARTE II: ABUSO DE AUTORIDAD


JORGE W. CHÁVEZ COTRINA

3. Todo aquel que, independientemente del régimen laboral en que


se encuentre, mantiene vínculo laboral o contractual de cualquier
naturaleza con entidades u organismos del Estado, incluidas las
empresas del Estado o sociedades de economía mixta comprendidas
en la actividad empresarial del Estado, y que en virtud de ello ejerce
funciones en dichas entidades u organismos.
4, Los administradores y depositarios de caudales embargados o depo­
sitados por autoridad competente, aunque pertenezcan a particulares.
5. Los miembros de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional.
6. Los designados, elegidos o proclamados, por autoridad competente,
para desempeñar actividades o funciones en nombre o al servicio r
. PARTE
del Estado o sus entidades.

No basta que el agente activo sea funcionario o servidor público, sino que su
conducta delictiva tiene que cometerse en actos arbitrarios que están dentro
de su dominio funcional, la característica principal de este delito es su natura­
leza subsidiaria, en la medida en que el delito de abuso de autoridad solo se
aplicará para aquellos actos funcionales abusivos que no sean sancionados por
otros delitos contra la Administración pública específicos. Al respecto, la Corte
Suprema ha establecido lo siguiente:

El delito de abuso de autoridad genérico es un tipo legal subsidiario- tiene


lugar en tanto el acto concreto cometido por el funcionario público no
esté previsto específicamente en otra figura penal cometida por funcio­
narios, carácter subsidiario que está dado por la naturaleza objetiva de
la ilegalidad cometida6.

Con relación a las conductas típicas que contiene el tipo penal bajo comento
esta compuesto por dos verbos rectores “cometer” y “ ordenar”, es decir, el
funcionario o servidor público dentro del ámbito funcional puede llegar a cometer
el delito de abuso de autoridad de forma personal, en este caso estamos frente
a un delito de resultado, pero también puede dentro de su ámbito funcional
ordenar que un tercero cometa el delito, en este caso nos encontramos ante un
delito de mera actividad pues no se necesita causar el daño arbitrario a tercera
persona, el hecho ilícito se consuma con la mera orden. HERNANDO CHANJAN
sostiene que:

[E] 1 tipo penal de abuso de autoridad contiene dos modalidades delictivas:


el abuso de autoridad mediante ejecución de un acto arbitrario y el abuso
de autoridad consistente en ordenar un acto arbitrario...-a mi juicio, se
debe diferenciar la naturaleza del delito (de resultado o de mera actividad),
según la modalidad delictiva que se trate. Así, la modalidad de “cometer
un acto arbitrario” sería un delito de resultado, mientras que la moda­
lidad de “ordenar un acto arbitrario” sería un delito de mera actividad.

6 Exp. N.° 20-03- Ejecutoria del 2005.

INSTITUTO PACÍFICO 8
DEUTOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

La modalidad de “cometer” implicaría el ejecutar un acto arbitrario sin


previa orden, produciéndose un perjuicio efectivo para algún particular;
mientras que la modalidad de “ordenar” supondría el mandar a que otro
ejecute un acto arbitrario, no siendo necesario perjudicar a alguien, sino
solo generar un peligro idóneo de perjuicio[... ] Considero que esta resulta
la tesis más acertada, toda vez que permite diferenciar el ámbito de aplica­
ción de ambas modalidades delictivas y no deja espacios de impunidad.
La modalidad de “ordenar un acto arbitrario”, a pesar de no requerir la
causación efectiva de un perjuicio para los intereses de algún particular,
sí genera un peligro de perjuicio, lo cual es suficiente para menoscabar el
bien jurídico protegido y consumar el delito7.

Debemos resaltar que los delitos de corrupción de funcionarios deben ser in­
vestigados y juzgados teniendo en cuenta la Convención de la Naciones Unidas
contra la Corrupción del 2003, conocida como la convención de Mérida, y al
respecto del delito de abuso de autoridad que nos ocupa, el instrumento inter­
nacional en su art. 19 establece lo siguiente:

Cada Estado parte considerará la posibilidad de adoptar las medidas


legislativas de otra índole que sean necesarias para tipificar como delito,
cuando se cometa intencionalmente, el abuso de funciones o del cargo,
es decir, la realización u omisión de un acto, en violación de la ley, por
parte de un funcionario público en el ejercicio de sus funciones, con el
fin de obtener un beneficio indebido para el mismo o para otra persona
o entidad.

Como podemos ver, la Convención contra la Corrupción sugiere que el delito


de abuso de autoridad puede ser, por un hacer o un no hacer del funcionario o
servidor público. Nuestro legislador ha establecido que este delito solo se puede
cometer por acción, no por omisión.
Todo hecho presuntamente delictivo debe ser siempre analizado desde la
estructura de la teoría del delito, esto es, acción típica antijurídica y culpable,
solo si no existe alguna eximente de responsabilidad que ataque cualquiera
de estas cuatro columnas de la estructura del delito, estamos en la posición de
determinar que el hecho investigado constituye delito.

4. Acción
Primer presupuesto de la teoría del delito, y como sabemos la persona solo
puede cometer delito por un hacer o por un no hacer, es decir, se comete el
delito por acción o por omisión, y con relación al delito materia de análisis, es
decir, el abuso de autoridad, este es un ilícito que solo se puede cometer por
acción, en consecuencia, no existe el delito de abuso de autoridad por omisión,

7 HERNANDO Chanjan, Rafael, Profesor de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Miembro del
Grupo de Investigación en Derecho Penal y Corrupción de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Recuperado de <https://bit.ly/2FgPf7o>.

82 PARTE II: ABUSO DE AUTORIDAD


JORGE W. CHÁVEZ COTRINA

ni propia ni impropia, estamos frente a una conducta activa ya sea cuando el


agente ordena o comete por sí mismo la actividad ilícita, en cuanto a la acción
la jurisprudencia ha establecido que este ilícito de acción instantánea. El delito
de abuso de autoridad es de consumación instantánea, pues se consuma cuando
se comete u ordena el acto arbitrario en agravio del sujeto pasivo8, tanto en
tipo penal de abuso de autoridad genérico como en el tipo penal especial que
lo encontramos en el art. 376 A del Código Penal, por lo que, es una conducta
activa, es decir, no admite una conducta omisiva conforme lo veremos más
adelante.

5. Tipicidad [ PARTE

Dentro de la tipicidad debemos resaltar que, dentro del sujeto activo, es de


carácter cualitativo, es decir, no lo puede cometer cualquier persona, sino so­
lamente aquellos que tienen el estatus de funcionario o servidor público, que
actué arbitrariamente en el ejercicio de sus funciones, causando un perjuicio al
agente pasivo, la jurisprudencia ha establecido tres requisitos que debe contener
esta conducta:

A.- Un acto abusivo o arbitrario de un tercero. B- La existencia de una


orden emanada del agente especial del delito y c.- La presencia del com­
ponente subjetivo, el dolo, en la conducta del funcionario público. Esto
quiere decir, que actúe con voluntad y con el conocimiento de que abusa
de las atribuciones que posee, en infracción de las leyes y reglamentos9.

En consecuencia, al analizar la tipicidad de la conducta el operador de justicia


tiene que tener en cuenta todos los elementos del tipo penal, es decir, si nos
encontramos ante un hecho doloso de parte del sujeto activo y el perjuicio
causado al agraviado, con esta conducta arbitraria “Acto, conducta, proceder
contrario a lo justo, razonable o legal, inspirado solo por la voluntad, el capricho
o un propósito maligno, con abuso de poder, fuerza facultades o influjos”1011 ,
por su lado el diccionario de la lengua española al referirse a la arbitrariedad
sostiene que es un “acto o proceder contrario a la justicia, la razón o las leyes,
dictado solo por la voluntad o capricho”11.
A mayor abundamiento sobre la conducta arbitraria en el delito de abuso de
autoridad. MAGGIORE sostiene que el:

[A]cto arbitrario es todo acto que concreta algún abuso de los poderes
atribuidos al funcionario público [...] Acto arbitrario es el acto contrario
a los deberes del cargo. Esto puede acaecer de dos maneras: o porque el
acto constituye una violación de la ley (legitimidad), o porque, sin haber

8 R.N. N.° 1002-2012 Apurímac.


9 R.Q. 17-2013 A.V. Ejecutoria Suprema, Lima: 2005.
10 Gr m i frmo Caranft t AS, Diccionario enciclopédico de derecho usual, t. 125.a ed., Buenos Aires: Helias-
ta, 1997, p. 352.
11 Diccionario de la legua española, 22.a ed., Madrid: Rodesa, 2001, p. 194.

INSTITUTO PACÍFICO 83
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

violación de la ley propiamente dicha, el acto constituye un ejercicio abu­


sivo de funciones discrecionales, que no pueden ser materia de inspección
de legitimidad [...] En resumen, la arbitrariedad de un acto puede depen­
der: (a) De violación de la ley o de inobservancias de las formas legales
prescritas; (b) De incompetencia relativa, es decir, de exceso en los límites
de la competencia [...] y (c) De abuso de los poderes discrecionales”12.

Dentro del análisis de la tipicidad en el delito de abuso de autoridad debemos


tener en cuenta que podría concurrir en la conducta del sujeto activo un error de
tipo, esta circunstancia se produciría si el agente activo por desconocimiento que
su accionar es ilegal y abusivo comete el hecho ilícito, siendo esta circunstancia
PARTE de vital importancia en la determinación de la tipicidad en este tipo de delitos.

El acto debe ser objetivamente ilegal y, fundamentalmente, con cono­


cimiento de que se actúa vulnerando la ley, el funcionario público, por
consiguiente, realiza una conducta dentro de su ámbito de dominio
funcional, pero lo hace en situaciones que no corresponde, ejerciendo
un poder cuya ilegalidad conoce. Por otro lado, el abuso de atribuciones
propio de la conducta típica se va configurando cuando este excede los
límites de su competencia, obrando fuera de los casos establecidos en la
ley, así como cuando excede sus facultades discrecionales, es decir, con
un fin distinto de aquel para el cual se le concedió el poder discrecional13.

6. Tipicidad objetiva
Todo tipo penal tiene dos partes: la tipicidad objetiva y la tipicidad subjetiva,
dentro del primero el tipo penal de abuso de autoridad tiene dos supuestos
“cometer” y “ordenar”, ambos supuestos son independientes, pero en ambos
casos la arbitrariedad de la actuación del funcionario o servidor público es
fundamental y ello trae consigo que el fiscal tenga que probar con la suficiencia
probatoria el ilícito actuar del agente activo del delito.

La arbitrariedad del funcionario surgirá de la extralimitación dolosa en


el ejercicio de sus funciones, cuando interviene a sabiendas que la ley
se lo prohíbe o cuando en la consecución de fines lícitos emplea medios
prohibidos o desproporcionados14.

Con relación a este aspecto la jurisprudencia ha establecido:

El primer supuesto del delito de abuso de autoridad consiste en cometer un


acto arbitrario que cause un perjuicio a alguien. El legislador emplea aquí

12 MAGGI0RE, Giussepe, Derecho penal. Parte especial, vol. III, Bogotá: Temis, 1972. p. 273.
13 R.N. N.° 24-2012- Pasco.
14 PARIONA Arana, Raúl, El delito de abuso de autoridad. Consideraciones dogmáticas y político-crimina­
les, p. 96.

84 PARTE II: ABUSO DE AUTORIDAD


JORGE W. CHAVEZ COTRINA

el verbo cometer para hacer referencia a la realización del delito por parte
del funcionario público. El delito puede ser realizado de manera directa,
por intermedio de otra persona o conjuntamente con otras personas, lo
que dará lugar a la autoría directa, autoría mediata o coautoría.
La segunda modalidad típica es ordenar un acto arbitrario que cause
perjuicio a alguien. Esta modalidad típica es un supuesto autónomo de
autoría directa. De no existir esta modalidad típica autónoma, el com­
portamiento de ordenar se sancionaría como un caso de autoría mediata
o como instigación (si se cumplen los presupuestos de estas formas de
intervención). Para la configuración de la modalidad típica de “ordenar un
acto arbitrario” se requiere que la orden del acto arbitrario sea cumplida;
y, si no existe consumación, al menos que se haya iniciado la ejecución r PARTE

y, además, que se haya ocasionado un perjuicio a alguien. La relevancia


penal de esta modalidad se producirá cuando la orden ilícita cause per­
juicio típico al sujeto pasivo.
6.2.3. El delito de abuso de autoridad requiere un acto arbitrario que
el agente ejecute dolosamente contra un tercero y que sea de estimable
relevancia y gravedad.
6.2.4. Los actos de control que realiza un superior en su espacio de com­
petencia sobre un subordinado no alcanzan la calidad típica que describe
el art. 376 del Código Penal que, en todo caso, los posibles excesos de
gestión o disciplinarios tienen mecanismos administrativos de control y
corrección internos y propios15.

El delito de abuso de autoridad dentro de su estructura establece que se trata


de un acto arbitrario, que cause perjuicio a un tercero, en consecuencia, para
que se configure este tipo penal, no basta que el acto sea arbitrario, sino que
esta conducta del sujeto activo traiga como efecto un perjuicio al sujeto pasivo,
es decir, por más que el acto del funcionario o servidor público sea arbitrario, si
esta acción no causa perjuicio no se constituye el delito de abuso de autoridad.
HUGO ÁLVAREZ menciona lo siguiente:

[L]o real es que, donde hay abuso de función y/o atribución, hay acto
arbitrario, sea ordenando o ejecutando. No existe un acto arbitrario sin
abuso de funciones y/o atribuciones, (el perjuicio es implícito al abuso)
que se constituye como medio - fin. Por lo tanto, abuso de atribución y
acto arbitrario son consustanciales y coexisten en la propia acción material
del agente que actúa dolosamente16.

El acto arbitrario solo se puede cometer por el funcionario o servidor público


cuando este ejerce abusivamente sus funciones que legalmente le han sido
otorgadas por el Estado, siendo esta conducta totalmente ilegal. Lo arbitrario

15 Primera Sala Penal Transitoria, Apelación N.° 24-2015 Santa, Lima: 19 de mayo del 2017.
16 HUGO ÁLVAREZ, Jorge, “Abuso de autoridad por acto arbitrario determinado” en Delitos contra la Ad­
ministración pública cometidos por funcionarios públicos, Lima: Gaceta Jurídica, 2016, p. 121

INSTITUTO PACÍFICO 85
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

no tiene ningún fundamento legal, pues solo obedece al capricho del funcio­
nario público17.
Finalmente, con respecto a la relación causal e imputación objetiva es el delito
de infracción del deber como en el delito de abuso de autoridad. Arismendiz
AMAYA dice lo siguiente:

[R]especio a los criterios de imputación objetiva, estos dependerán en


la medida de la naturaleza del delito, esto es, según los verbos rectores
determinados en el supuesto de hecho, como es el verbo “ordenar”. De
esta manera, el delito resulta ser de comisión instantánea, no resultando
PARTE II 1 admisible los criterios de imputación objetiva, por cuanto dicha institución
exige el criterio “espacio-tiempo”, presupuesto que aparece en los delitos
de resultado y no así en los delitos penales de mera actividad, en razón
de que en estos últimos existe coincidencia simultánea entre la conducta
desplegada y la puesta en peligro del bien jurídico tutelado18.

Jurisprudencia colombiana
Para la configuración del tipo objetivo es necesaria la concurrencia de ios si­
guientes requisitos:

Sujeto activo calificado, un servidor público. El pasivo lo constituye el


Estado como titular del bien jurídico tutelado.
Objeto jurídico: Protege el normal funcionamiento y desarrollo de la Ad­
ministración pública, la cual es perturbada en su componente de legalidad.
Objeto material: Puede ser real o personal, atendiendo si la acción recae en
una cosa o persona, y fenomenológico si se vincula con un acto jurídico.
La conducta: Consisto en cometer un acto arbitrario e injusto de manera
acumulativa y no alternativa, como antes se requería.
El acto puede ser jurídico o material. El primero comprende la manifes­
tación de la voluntad de un servidor público con alcance jurídico, y el
segundo, expresado como un hecho material.
Arbitrario es aquello realizado sin sustento en un marco legal, la voluntad
del servidor se sobrepone al deber de actuar conforme a derecho. Lo
injusto es algo más, es lo que va directamente contra la ley y la razón.
En ese sentido la Sala ha definido el acto arbitrario como el realizado por
el servidor público haciendo prevalecer su propia voluntad sobre la de
la ley con el fin de procurar objetivos personales y no el interés público,
el cual se manifiesta como extralimitación de las facultades o el desvío
de su ejercicio hacia propósitos distintos a los previstos en la ley. Y, la
injusticia, como la disconformidad entre los efectos producidos por el
acto oficial y los que debió causar de haberse ejecutado con arreglo al

17 Frisancho APARICIO, Delitos contra la Administración pública, Lima: FECAT, 2011, p. 250.
18 ARISMENDIZ Amaya, Eliu, Manual de delitos contra la Administración pública, Lima: Instituto Pacífico,
2018, p. 300.

86 PARTE II: ABUSO DE AUTORIDAD


JORGE W. CHÁVEZ COTRINA

orden jurídico. La injusticia debe buscarse en la afectación ocasionada


con el acto caprichoso.
Elemento normativo: La acción debe realizarse con motivo de las fun­
ciones o excediéndose en el ejercicio de ellas. Lo conceptos mismos de
arbitrariedad e injusticia no tienen sentido sino dentro del ejercicio de la
función pública19.

7. Tipicidad subjetiva
La tipicidad subjetiva en el delito de abuso de autoridad se da cuando el sujeto
activo actúa con conocimiento y voluntad para realizar cada uno de los elemen­ PARTE

tos del tipo, es decir, conoce su condición de funcionario o servidor público,


que su accionar es contrario a derecho, y que con su conducta arbitraria está
causando un perjuicio a un tercero, el tipo penal exige una actuación dolosa,
no permitiendo la modalidad culposa, con relación a que si existe la posibilidad
que el tipo penal admita en su ejecución el dolo eventual, consideramos que
no es posible esta modalidad, pues la negligencia del funcionario o servidor de
no preocuparse por conocer las normas que establecen su accionar es tema de
carácter administrativo. SALINAS S1CCHA menciona que:

[N]o es posible admitir el dolo eventual, consideramos que si un funcio­


nario actúa sin conocer su reglamentación en la práctica administrativa
se tiene como negligencia en el ejercicio de sus funciones y es objeto de
sanción administrativa. Es un funcionario negligente aquel que no le in­
teresa conocer las leyes o reglamentos que regulan su función. Aquí para
imputar la comisión del delito de abuso de autoridad se debe verificar
si el agente conocía todos los elementos objetivos del tipo penal y pese
a ello actuó20.

Recordemos que los delitos de abuso de autoridad están dentro de los delitos
contra la Administración pública, y estos tipos penales son aquellos que se
comenten en infracción de deber, en consecuencia, lo que debemos apreciar
cuando estamos frente a este tipo de ilícito es si el funcionario o servidor público
arbitraria y conscientemente ha faltado a su deber que le obliga el ser funcionario
servidor de la Administración pública, dentro de este conjunto de deberes que se
asume está el de la probidad, y cuando el funcionario abusa arbitrariamente de
sus funciones está violentando este deber especial, lesionando de esta manera
el bien jurídico protegido.
Con relación a la autoría en los delitos de infracción del deber, esta se da cuando
el sujeto activo dolosamente y en forma arbitraria infringe el deber al cual está
obligado, causando un perjuicio al sujeto activo, y solo se reputara el delito de
abuso de autoridad al funcionario público que tiene la posibilidad de ordenar

19 CSJ AP11 Sep. 2013, Rad. 41297, Pronunciamiento reiterado en SP12 nov. 2014, Rad40458.
20 SALINAS Siccha, Ramiro, Delitos contra la Administración pública, 3.a ed., Lima: Griley, 2014. pp. 186
y 187.

INSTITUTO PACÍFICO 87
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

o cometer el acto abusivo, si no ostenta esta condición no puede ser autor


del delito bajo comento, así por ejemplo, el personal de la municipalidad que
apoya a la policía en la desviación del tráfico en el centro de Lima, no podrían
ser autores del delito de abuso de autoridad porque ellos solo son un personal
de apoyo a las fuerzas del orden y no ostenta el título de autoridad para ese
rubro, independientemente que sean o no servidores públicos, lo mismo puede
ocurrir con los asistentes tanto del Ministerio Público como del Poder Judicial.
Siendo así, todo funcionario o servidor público que no tenga la capacidad de
disponer del acto arbitrario perjudicial, en razón de su cargo, no podrá ser autor
del ilícito en mención21.
Con relación a la autoría en el delito de abuso de autoridad este delito solo pue­
de ser cometido por el funcionario que en el ejercicio de sus funciones comete
un acto arbitrario y abusivo, es decir, si esta persona fuera del ejercicio de sus
funciones encomendadas por el Estado comete un acto abusivo, su conducta
no se podría subsumir en el tipo penal de abuso de autoridad, por ejemplo,
si un policía en su día de franco o descanso presta servicios en una actividad
privada y en estas circunstancias se excede en su labor abusivamente, no podría
ser imputado por delito de abuso de autoridad.
De otro lado, a decir de GARCÍA NAVARRO, citado por SALINAS SlCCHA, solo se
pude imputar este delito a los funcionarios públicos no a los servidores públicos.
SALINAS SlCCHA dice lo siguiente:

Los servidores públicos están excluidos como agentes del delito de abuso
de autoridad. Incluso de carácter genérico y subsidiario del delito permite
excluir como posibles autores a quienes cuenten con una mención especial
o mejor no ingresan a este título de imputación los autores de atribuciones
previstos ya como delitos independientes en la ley penal22.

Con la finalidad de esclarecer este tema podemos sostener que solo el funcio­
nario público tiene capacidad de mando, y lo servidores son aquellos que se
encuentran bajo las órdenes de los funcionarios.
Dentro de la estructura de la tipicidad del delito se encuentra el sujeto pasivo,
aquel sujeto que sufre el acto o consecuencia del acto delictivo, y en los delitos
de infracción del deber el sujeto pasivo siempre será el Estado; sin embargo, en
los delitos de abuso de autoridad también lo será el tercero, sea esta persona
natural o jurídica, que sufre el perjuicio por la conducta abusiva y arbitraria del
funcionario público, no obstante, este aspecto es controversia!, pues tanto en
la doctrina como en la jurisprudencia existen posiciones contradictorias, así la
Corte Suprema en la ejecutoria suprema ha establecido: El Estado es el sujeto
pasivo y no una persona particular como erróneamente se ha consignado en
la resolución material de grado [.. .]23; sin embargo, en agosto del año 2001 la
Corte Suprema sostiene: Se considera como agraviado al Estado de manera

21 ARISMENDIZ Amaya, Manual de delitos contra la Administración pública, ob. cit., p. 304
22 SALINAS SlCCHA, Ramiro, Delitos contra la Administración pública, ob. cit., pp. 184 y 185
23 Exp. N.° 895-96.

88 PARTE II: ABUSO DE AUTORIDAD


JORGE W. CHÁVEZ COTRINA

equivocada, toda vez que, en el delito de abuso de autoridad, el sujeto pasivo


es el particular24.
Sentencia de primera instancia

2.1. - Elementos objetivos: 2.1.1.- Sujeto activo: El funcionario público.


2.1.2. Sujeto pasivo: El Estado, así como la persona perjudicada por el
acto arbitrario. 2.1.3.- Comportamientos típicos: La calidad de funcionario
público. El abuso de atribuciones. 2.1.4.-Las modalidades delictivas: Están
expresadas en los verbos rectores: cometer u ordenar. La acción típica se
materializa con la realización de los verbos rectores cometer u ordenar.
Comete quien realiza por sí mismo el acto arbitrario; el funcionario perso­
PARTE I
nalmente ejecuta la arbitrariedad. Ordenar, se da cuando quien dispone
a otras personas (empleados o personas dependientes o autorizadas por
el funcionario) para que ejecuten el acto arbitrario. 2.1.5.-Acto arbitrario:
El acto arbitrario es toda decisión personal que sustituye o reemplaza lo
mandado o contemplado por la ley y reglamento, en tal sentido, es lo que
carece de legitimidad y derecho. La conducta funcional del funcionario no
está guiada por los intereses públicos y la ley sino por finalidades distintas
y diversas de carácter doloso, —es decir, ilegítimas— en el desempeño
de sus funciones; por lo mismo, los actos arbitrarios no son instrumentos
constitutivos de función pública. Todo acto arbitrario posee una naturaleza
doble: a) es subjetivo, supone la interferencia y predominio del motivo
personal, y b) es objetivo o material, ya que requiere de un resultado
objetivado que implique lesión o perjuicio, conforme a lo dispuesto por la
fórmula legal penal peruana. Consecuentemente no será acto arbitrario,
por más que ello produzca forzamientos o actitudes de fuerza (necesa­
rias y prudenciales) si el comportamiento o resultado están amparados
en la ley o el ejercicio de la función, o si se ha fundado en una decisión
discrecional ajustada a los principios del derecho, la Constitución y el
ordenamiento jurídico. 2.1.6.- Perjuicio: El perjuicio constituye la condi­
ción que coloca la norma penal para perfeccionar la tipicidad del delito,
debiendo tratarse de un perjuicio injusto, producto de la arbitrariedad y
deseado por el sujeto activo. Se produce el perjuicio cuando se ocasiona
lesión o menoscabo a los derechos de otra persona. (Proceso Penal N.°
236-2014-19-1001-SP-PE-01)

24 Exp. N.° 1695-2001 Áncash

INSTITUTO PACÍFICO 89
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

8. Jurisprudencia

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA


Sala Pena! Permanente
Casación N.° 215-2011 Arequipa
Sentencia de Casación Cas. N.° 215-2011 Arequipa

Lima, doce de junio de dos mil doce


VISTOS; el recurso de casación interpuesto por los recurrentes Renzo Cutipé Cárdenas
y Sandra María Gamero Flores contra el auto de vista del seis de mayo de dos mil once,
obrante a fojas ciento catorce interviniendo como ponente el señor juez supremo Parlona
Pastrana; y considerando: antecedentes:
Primero: Que, mediante escrito de fojas dos, los encausados Renzo Cutipé Cárdenas y
Sandra María Gamero Flores deducen excepción de improcedencia de acción, sustentada
en que los hechos denunciados no constituyen delito debido a que no se ha ocasionado
perjuicio, resolviendo el juez de la causa mediante resolución del trece de diciembre
de dos mil diez, obrante a fojas trece, declarar fundada la excepción deducida por los
recurrentes, amparando su decisión en que la Fiscalía no precisó la calidad especial del
agente, por considerar que al tratarse de un delito especial se requiere ser funcionario
público y recién en audiencia indicó que los imputados son auditores de SUNAT y que
tampoco se precisa en qué consiste el perjuicio, señalando en audiencia la Fiscalía que
el perjuicio consistió en que se dejó en estado de indefensión a la entidad agraviada por
no estar presente en la apertura de bienes incautados.
Segundo: Que, ante lo resuelto por el Juez de Investigación Preparatoria, tanto la parte
agraviada como el representante del Ministerio Público interpusieron recurso de apelación,
resolviendo la Sala Superior mediante resolución de vista del seis de mayo de dos mil
once, obrante a fojas ciento catorce, revocar la resolución dos, expedida en audiencia
del trece de diciembre de dos mil diez, que declaró fundada la excepción propuesta por
los referidos imputados por el delito de abuso de autoridad en agravio de la empresa
Chucarapi Pampa Blanca S.A. y Central Azucarera Chucarapi Pampa Blanca .S.A.
Tercero: Que, ante lo resuelto por la Sala Penal Superior los encausados Renzo Cutipé
Cárdenas y Sandra María Gamero Flores interponen recurso de casación, el cual fue
declarado bien concedido mediante Ejecutoria Suprema del once de octubre de dos mil
once, obrante a fojas dieciocho del cuadernillo de casación, por las siguientes causales:
1) inciso uno del art. 429 del Código Procesal Penal -inobservancia de garantías consti­
tucionales de carácter procesal- concretamente la afectación de la garantía del principio
acusatorio e inobservancia del principio ne bis in idem; inciso cuatro del art. 429 del
Código Procesal Penal a efectos de que establezca como doctrina jurisprudencial que en
aplicación del principio de congruencia, la autoridad jurisdiccional que conoce un medio
impugnatorio debe circunscribirse a los agravios aducidos por las partes.

Fundamentos de derecho:
Cuarto: Que, respecto al inciso uno del art. 429 del Código Procesal Penal -inobservan­
cia de garantías constitucionales de carácter procesal- concretamente la afectación de

90 PARTE II: ABUSO DE AUTORIDAD


JORGE W. CHÁVEZ COTRINA

la garantía del principio acusatorio e inobservancia del principio ne bis in idem, debe
precisarse lo siguiente:!) En cuanto al principio acusatorio:
4.1. Este principio forma parte de las garantías básicas del proceso penal e implica la
existencia de una contienda procesal entre dos partes contrapuestas, constituye
además una garantía fundamental de la imparcialidad del órgano jurisdiccional,
propia de un Estado democrático de derecho, siendo una de sus características
esenciales la distribución de las funciones de acusación y decisión, por el cual
se presupone que la acusación sea previamente formulada y conocida, así
como el derecho del imputado a ejercer su defensa y consiguientemente, la
posibilidad de contestar o rechazar la acusación. Es por ello que, la figura del
fiscal se relaciona necesariamente con el sistema acusatorio, según el cual no
puede haber juicio sin acusación.
4.2. Que, la norma constitucional establece la garantía constitucional de la autonomía
del Ministerio Público, teniendo como finalidad asegurar y proteger la libertad
de actuación de este órgano, a efectos que pueda cumplir eficazmente con
las funciones encomendadas y previstas en su Ley Orgánica; teniendo como
principal misión promover el ejercicio de la función jurisdiccional con arreglo
al principio de legalidad, en defensa de los intereses públicos tutelados por el
derecho; y la potestad discrecional para determinar si se dispone de pruebas
suficientes para formalizar denuncia penal o disponer la realización de una
investigación a efectos de reunir tales pruebas; conforme así lo establece el art.
159 de la Constitución Política del Estado.
4.3. Así, como bien lo sostiene el Tribunal Constitucional, las atribuciones del Mi­
nisterio Público no podrán ser ejercidas por ningún otro órgano, toda vez que
no existe norma constitucional que habilite un supuesto de excepción. “La
vigencia del principio acusatorio imprime al sistema de enjuiciamiento deter­
minadas características: a) que no puede existir juicio sin acusación, debiendo
ser formulada esta por persona ajena al órgano jurisdiccional sentenciador,
de manera que si ni el fiscal ni ninguna de las otras partes posibles formulan
acusación contra el imputado, el proceso debe ser sobreseído necesariamente;
b) que no puede condenarse por hechos distintos de los acusados ni a persona
distinta de la acusada; c) que no pueden atribuirse al juzgador poderes de
dirección material del proceso que cuestionen su imparcialidad”.
4.4. Bajo este contexto, en el caso de autos se aprecia que la Sala Superior al sostener
en la recurrida “[...] El Juzgado de Investigación Preparatoria se ha constreñido
a fijar el debate de la excepción solo en el tipo penal atribuido (abuso de au­
toridad), sin verificar si los hechos imputados constituyen otro delito [...] ” “No
se ha advertido del debate, como si lo ha hecho el Tribunal, que los hechos
propuestos y debatidos pueden encontrar amparo en los tipos penales de los
art. 370 o 372 del Código Penal, en consecuencia, aún mantienen contenido
penal [...]” “[...] Sin embargo, debe tenerse presente que la fundabilidad de la
excepción debe sostenerse en que los hechos NO CONSTITUYAN DELITO, no
solo en materia de imputación, sino, que los hechos no se subsuman en ningún
otro tipo penal[...]” “[...] En lo que nos ocupa, el juzgado solo se ha limitado a
establecer el análisis de la excepción solo en el tipo penal atribuido (abuso de
autoridad) sin establecer si los hechos imputados constituyen otro delito [...]”;

INSTITUTO PACÍFICO
9
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

está excediendo sus facultades, pues al alegar que los hechos propuestos y
debatidos pueden encontrar amparo en los tipos penales de los art. 370 o 372
del Código Penal, está calificando los hechos a otros tipos penales y esa facul­
tad acusadora es exclusiva del Ministerio Público por mandato constitucional
desarrollado en su Ley Orgánica — Decreto Legislativo número cincuenteros
-, observándose vulneración constitucional al principio acusatorio, pues si la
. Sala Superior en todo caso está facultada para desvincularse de la acusación
fiscal, ello debe ser dentro de los parámetros que enmarca la ley y mediante
resolución debidamente sustentada; verificándose que efectivamente existió
vulneración del principio acusatorio al haber emitido pronunciamiento la Sala
Superior sobre la calificación de los hechos investigados que no fue invocado
por ninguno de los apelantes.
4.5. Asimismo, el acuerdo plenario número cuatro - dos mil siete / CJ - ciento die­
ciséis de la Corte Suprema de la República, de fecha dieciséis de noviembre
de dos mil siete, en su noveno fundamento señala lo siguiente: “[...] Como se
sabe, el objeto del proceso penal —o, con más precisión, el hecho punible— es
fijado o delimitado por la Fiscalía, a partir del cual se consolidan y desarrollan
los principios acusatorios —eje de esa institución procesal y que, en puridad,
conforma al juez— y de contradicción —referido a la actuación de las par­
tes—. Ello no quiere decir, desde luego, que las demás partes no incidan en
la determinación o ámbito de la sentencia del tribunal —o que esta solo debe
pronunciarse acerca de los aspectos fijados por la acusación—. El principio de
exhaustividad a su vez impone la obligación al juez de pronunciarse sobre los
alcances más relevantes de los hechos, de las pruebas y de las pretensiones
de las demás partes procesales o de la resistencia hecha valer por el acusado
—que es lo que se denomina, propiamente, el objeto del debate—. Entonces,
el hecho punible se delimita en el juicio oral por el Fiscal o acusador; mientras
que el acusado y las demás partes —civiles, en este caso— si bien no pueden
alterar el objeto del proceso, si pueden ampliar el objeto del debate. Por ello,
en segundo lugar, se ha de tomar en cuenta las peticiones de las partes debi­
damente formuladas, de modo tal que el Tribunal ha de concretar su cognición
a los términos del debate [...]”.
Quinto: II) En cuanto al "ne bis ¡n ídem":
5.1. Se le define como el derecho de no ser sancionado dos veces por un mismo
hecho o el de no ser procesado dos veces y constituye un contenido implícito
del derecho del debido proceso, cuya finalidad es evitar una desproporcionada
reacción punitiva del Estado en contra de una persona, pues si los operadores
de justicia están en la obligación de sancionar todos los actos antijurídicos,
típicos y culpables, ello no debe realizarse de una manera excesiva, por cuanto
constituiría un abuso del derecho y del poder.
5.2. La cosa juzgada en la normatividad peruana constituye un instituto procesal
reconocido en el inciso trece del art. 139 de la Constitución Política del Esta­
do, que establece la prohibición de revivir procesos fenecidos con resolución
ejecutoriada; por tanto, resulta ser una garantía constitucional de la adminis­
tración de justicia, según la cual el objeto de un proceso que ha concluido con
una resolución firme no puede ser nuevamente juzgado en el mismo proceso

92 PARTE II: ABUSO DE AUTORIDAD


JORGE W. CHÁVEZ COTRINA

o mediante uno nuevo. Sin embargo, en doctrina se reconoce al principio del


ne bis in idem, el mismo que posee mayor amplitud que el de la cosa juzgada,
pues no solo comporta la prohibición de una persecución subsiguiente —esto
es cuando la imputación ya ha sido materia de un pronunciamiento final por
parte del órgano jurisdiccional—; sino que también se encuentra referido a la
prohibición de una persecución paralela, es decir que la persona sea perseguida
al mismo tiempo en dos procesos diferentes.
5.3. Este principio constitucional exhibe una doble dimensión o contenido. Un
contenido formal, que alude al hecho de que las resoluciones que han puesto
fin al proceso judicial no puedan ser nuevamente cuestionadas, en la medida
en que ya se han agotado todos los recursos impugnatorios que la ley prevé,
o que, en su defecto, han transcurrido los plazos exigidos para hacerlo. De PARTE II

otro lado, el contenido material del ne bis in idem implica la interdicción de la


sanción múltiple por lo mismo, y a juicio de la doctrina mayoritaria rige cuan­
do concurre la llamada triple identidad: de sujeto, hecho y fundamento. Así lo
expresa el Tribunal Constitucional: “En su formulación material, el enunciado
según el cual “nadie puede ser castigado dos veces por un mismo hecho”,
expresa la imposibilidad de que recaigan dos sanciones sobre el mismo sujeto
por una misma infracción, puesto que tal proceder constituiría un exceso del
poder sancionador, contrario a las garantías propias del Estado de derecho por
ende, su aplicación impide que una persona sea sancionada o castigada dos (o
más veces) por una misma infracción cuando exista identidad de sujeto, hecho
y fundamento”.
5.4. Que, siendo necesario para su aplicación se de una triple identidad: sujeto,
hecho y fundamento, ya que de no existir esta triple identidad, no procedería
esta garantía; se aprecia en el caso de autos que la misma no se presenta, por
cuanto el recurrente no ha demostrado que se le haya procesado por estos
mismos hechos, ni tampoco constituye ne bis in dem el hecho de que la Sala
Superior considere que los hechos materia de investigación puedan encontrar
amparo en los tipos penales de los arts. 370 o 372 del Código Penal, ya que
de ser así el proceso se enmarcaría dentro de otros tipos penales; por lo que
sobre este extremo, el recurso de casación interpuesto no puede ser amparado.
Sexto: Que, con respecto a la doctrina jurisprudencial solicitada, debe indicarse, que se
encuentra amparada el inciso cuatro del art. 427 del Código Procesal Penal.
6.1. El principio de congruencia o conocido también como de correlación, importa
un deber exclusivo del juez, por el cual debe expresar los fundamentos de una
respuesta coherente en la resolución que dicta, basado en las pretensiones y
defensas traducidas en agravios formulados por los justiciables en su recurso
impugnativo, y que de esa manera se pueda justificar la decisión arribada en
razones diversas a las alegadas por las partes. Este principio tiene una cierta
vinculación con el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva, al principio acu­
satorio y al contradictorio.
6.2. El Tribunal Constitucional afirma que el principio de congruencia, forma parte
del contenido constitucionalmente protegido del derecho de motivaciones de
las decisiones judiciales, y este principio garantiza que el juzgador debe resolver

INSTITUTO PACÍFICO 93
DEUTOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

cada caso concreto sin omitir, alterar o exceder las pretensiones formuladas
por las partes.
6.3. Que, el agravio o gravamen es el perjuicio real e irreparable que presenta una
parte afectada por una decisión jurisdiccional, y por lo tanto, limitan y raciona­
lizan la potestad represiva del Estado en el proceso. Esta viene a ser el núcleo
central de un recurso impugnativo.
6.4. Cuando se produce discordancia entre el pronunciamiento judicial con el conte­
nido de los agravios efectuados por las partes en forma oportuna, se produce el
vacío de incongruencia. Esto puede ocurrir por exceso (ultra petita), por defecto
(infra petita) o por exceso o defecto (extra petita). En la primera, se concede
más de lo pedido; en la segunda, omitiendo injustificadamente pronunciarse
PARTE
sobre alguna de las cuestiones decisivas del debido; y el tercero, cuando se
sale del tema litigioso para de esa manera, otorgar o denegar lo que nadie le
ha pedido, y al propio tiempo no responder a lo que se le ha pedido.
6.5. Que, en el caso de autos la Sala de Mérito incurrió en un pronunciamiento
extra petita, por cuanto fue más allá de lo deducido por la parte recurrente,
vulnerando de esa manera el principio de congruencia recursal a que estaba
obligado a cumplir.
6.6. Que, siendo así, en el caso de autos el tema planteado por el recurrente reviste
interés casacional a criterio de este Supremo Tribunal, toda vez que al interpo­
nerse un recurso impugnatorio este debe ser atendido en función a los agravios
invocados por quien lo interponga, precisándose que en el caso de autos la
Sala Superior excedió su función revisora al entrever en los fundamentos de
la recurrida que los hechos investigados podrían configurarse dentro de los
alcances de lo contenido en los artículos trescientos setenta o trescientos setenta
y dos del Código Penal; siendo ello el fundamento principal para revocar la
resolución que declaró fundada la excepción de improcedencia de acción, no
habiéndose enmarcado la resolución materia de casación en los hechos que
constituyen la presente investigación y la calificación jurídica invocada por
el Ministerio Público, circunstancia que afecta el debido proceso y la tutela
jurisdiccional efectiva, más si se tiene en cuenta que ninguno de los apelantes
—parte agraviada ni Ministerio Público— fundam untaron como agravio una
posible nueva calificación del hecho denunciado los artículos trescientos setenta
o trescientos setenta y dos del Código Penal.
6.7. Que, a mayor abundamiento, es de precisar que el numeral uno del art. 409
del Código Procesal Penal señala que la impugnación confiere del Tribunal
competencia solamente para resolver la materia impugnada, así como para
declarar la nulidad en caso de nulidades absolutas o sustanciales no advertidas
por el impugnante.

94 PARTE II: ABUSO DE AUTORIDAD


JORGE W. CHÁVEZ COTRINA

DECISIÓN

Por estos fundamentos:


1. Declararon infundado el recurso de casación interpuesto por los recurrentes
Renzo Cutipé Cárdenas y Sandra María Gamero Flores contra el auto de vista
del seis de mayo de dos mil once, obrante a fojas ciento catorce por el inciso
uno del art. 429 del Código Procesal Penal —inobservancia de garantías cons­
titucionales de carácter procesal— inobservancia del principio ne bis in idem.
2. Declararon fundado el recurso de casación interpuesto por los recurrentes
Renzo Cutipé Cárdenas y Sandra María Gamero Flores contra el auto de vista
del seis de mayo de dos mil once, obrante a fojas ciento catorce i) por el inciso PARTE
uno del art. 429 del Código Procesal Penal - inobservancia de garantías cons­
titucionales de carácter procesal concretamente la afectación de la garantía del
principio acusatorio II) por el inciso cuatro del art. 427 del Código Procesal Penal
a efectos de que establezca como doctrina jurisprudencial, que en aplicación
del principio de congruencia, la autoridad jurisdiccional que conoce un medio
impugnatorio debe circunscribirse a los agravios aducidos por las partes.
3. En consecuencia: nulo el auto de vista del seis de mayo de dos mil once, obran­
te a fojas ciento catorce; que revocando y reformando la resolución apelada
declaró infundada la Excepción de Improcedencia deducida por Renzo Cutipé
Cárdenas y Sandra María Gamero Flores; dispusieron que otra Sala Superior
Penal emita nuevo pronunciamiento con arreglo a ley, fundamentando su
decisión sobre los hechos que son materia de investigación.
4. Establecieron de conformidad con lo previsto en el numeral cuarto del art.
427 del Código Procesal Penal, como doctrina jurisprudencial, que la autori­
dad jurisdiccional que conoce un medio impugnatorio debe circunscribirse a
los agravios aducidos por las partes, en su recurso impugnatorio presentado,
de conformidad con lo establecido en el numeral uno del art. 409 del Código
Procesal Penal.
5. Ordenaron se de lectura a la presente sentencia casatoria en audiencia pública
y se publique en el diario oficial El Peruano, de conformidad con el art. 433,
inciso tres in fine del Código Procesal Penal. Hágase saber. Interviene el señor
Juez Supremo Morales Parraguez por goce vacacional del señor Juez Supremo
Neyra Flores.
SS. VILLA STEIN
RODRÍGUEZ TINEO
PARIONA PASTRANA
SALAS ARENAS
MORALES PARRAGUEZ.

INSTITUTO PACÍFICO 95
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Con relación al tipo siguiendo a Jorge Hugo Álvarez, debemos establecer que se pueden
presentar las siguientes circunstancias:
a. El agente da la orden abusiva y la ejecuta conjuntamente con otra persona sea
este funcionario, servidor o particular; el primero responde en calidad de autor,
los otros en calidad de cómplices.
b. . El funcionario emite una orden abusiva y arbitraria a un funcionario o servidor
para que estos la ejecuten, sin embargo, estos al advertir la ilegalidad de la orden
no la ejecutan, en este supuesto el primero responde en calidad de autor, puesto
que este delito en su verbo rector “ordenar” es un delito de mera actividad, es
decir, el solo hecho de ordenar un acto arbitrario y por consiguiente abusivo ya
PAI
constituye delito, obviamente los segundos no habrán cometido delito alguno.
c. El funcionario dolosamente da la orden arbitraria y el servidor público o
particular empieza a ejecutarla, pero luego se desiste espontáneamente. Aquí
nos encontramos ante dos supuestos el primero es “ordenar” y el segundo es
“ejecutar”, el que ordenó el acto arbitrario responde por el delito en calidad de
autor, pues como hemos señalado que en esta modalidad “ordenar” el delito
es de mera actividad, en el segundo supuesto el que debió cumplir la orden no
responde por cuanto se ha desistido.
d. El funcionario emite una orden arbitraria y abusiva con pleno conocimiento de
su accionar y el servidor público o particular a sabiendas de la arbitrariedad del
tal mandato ejecuta la orden, en este supuesto el primero responde en calidad
de autor y el segundo en calidad de cómplice.

9. Antijuricidad
Entendemos por antijuricidad una conducta contraria a derecho, el término
antijurídica expresa la contradicción entre la acción realizada y las exigencias
del ordenamiento jurídico. MUÑOZ CONDE nos dice lo siguiente:

A diferencia de lo que sucede con otras categorías de la teoría del delito,


la antijuricidad no es un concepto específico del derecho penal, sino un
concepto unitario, válido para todo el ordenamiento jurídico, aunque
tenga consecuencias distintas en cada rama del mismo25.

La conducta abusiva y arbitraria que desarrolla el funcionario público son


acciones contrarias al derecho, es decir, son antijurídicas, y en este tipo de
conductas delictivas no cabe pues sostener una eximente de responsabilidad
como la legítima defensa o el estado de necesidad que son las circunstancias
que atacan a la antijuricidad, una conducta típica es antijurídica al no existir
una causa de justificación al decir de ROXIN:

Una acción antijurídica es formalmente antijurídica en la medida en


que contraviene una prohibición o mandato legal; y es materialmente
antijurídica en la medida en que en ella se plasma una lesión de bienes

25 Muñoz Conde, ob. cit., p.299.

96 PARTE II: ABUSO DE AUTORIDAD


JORGE W. CHÁVEZ COTRINA

jurídicos socialmente nocivos y que no se puede combatir suficientemente


con medios extrapenales26.

En el delito de abuso de autoridad podría existir alguna causa de justificación


como la que contempla el inciso 8 del art. 20 del Código Penal que establece
como una causa de justificación el actuar por disposición de la ley, en cumpli­
miento de un deber y en el ejercicio legítimo de un derecho.
Quien actúa siguiendo los parámetros de la normatividad no puede ser imputado
luego de una conducta antijurídica y en su caso ser acusado por su accionar
abusivo y arbitrario, puesto que su conducta está amparada por la ley. PEREZ
LÓPEZ dice lo siguiente:

Un sector importante de la doctrina considera que la no responsabilidad


penal de la persona que cumple con un deber establecido en el ordena­
miento jurídico, constituye un principio que no requiere recogimiento
expreso en el derecho positivo27.

Otro caso eximente de responsabilidad es el actuar del funcionario público


en el cumplimiento de sus deberes de función, que no son más que aquellas
obligaciones específicas que la función o profesión faculta como los policías,
médicos, y otro tipo de funcionarios que tienen dentro de su propio ordena­
miento un catálogo de conducta dentro de sus atribuciones a fin de que estas
no se tornen arbitrarias, máxime si estos tienen contacto con el público a quien
finalmente se deben.
En consecuencia, en el delito de abuso de autoridad se pueden dar circunstancias
que conviertan la conducta antijurídica en una acción dentro de los marcos de
la legalidad, esto siempre y cuando el funcionario al que se le imputa un delito
de esta naturaleza establezca que su accionar está amparado por la eximente
de responsabilidad que establece la ley.

10. Culpabilidad
La culpabilidad es el cuarto elemento en la estructura del delito, y consiste en
hacer un juicio de valor de la conducta del actor y si este es capaz de respon­
der por su conducta, es decir, solo será culpable aquel sujeto que es capaz de
comprender que su conducta es reprochable. HEINRICH menciona que:

El concepto de culpabilidad se subdivide en: principio de culpabilidad,


la culpabilidad como fundamento de la pena y la culpabilidad como me­
dida de la pena; el primero afirma que la pena criminal solo puede ser
fundamentada si al autor le puede ser reprochado el hecho y que la pena

26 CLAUX ROXIN, Derecho penal. Parte general. Fundamentos, La estructura de la teoría del delito, t. I,
Madrid: Thomson-Civitas, 1997.
27 PEREZ LÓPEZ, Jorge, Las quince eximentes de responsabilidad penal, Lima: Gaceta Jurídica, 2016, p.
199.

INSTITUTO PACÍFICO 97
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

solo es admisible dentro de los límites de la culpabilidad. La culpabilidad


como fundamento de la pena es la encarnación de los requisitos que pue­
den excluir o fundamentar la reprochabilidad del hecho en atención a la
existencia de la amenaza penal; finalmente, la culpabilidad como medida
de la pena es la personificación de las circunstancias que responsabilizan
al autor y que son tenidas en cuenta en la determinación de la pena28.

En los delitos de organización criminal como en cualquier otro, el fiscal tendrá


que determinar que los sujetos activos son personas a las que se les puede re­
prochar su conducta, es decir, que son capaces de darse cuenta que sus actos
son reprochables y que no se encuentran en ellos alguna causa de justificación
’ARTE que ataque este elemento de la estructura del delito.
El principio de culpabilidad conlleva, en particular, a las siguientes exigencias:

a.- No es culpable el autor que actúa en unas circunstancias de motiva­


ción absolutamente anormales, en tales casos, en cuanto no fue accesible
a la motivación por las normas, no es responsable de su acto, decae
paralelamente la necesidad de pena, y esta no puede imponerse. Así
entendido, el principio de culpabilidad opera a nivel de presupuesto de la
pena, b.- Caso contrario, esto es, si el autor no actuó en circunstancias de
motivación “absolutamente anormales” debe responder de sus actos. No
obstante, si las circunstancias de motivación del autor en el caso concreto
fueron relativamente anormales y disminuyeron su aptitud psíquica para
la autorregulación de su conducta, su responsabilidad (merecimiento de
pena) estará también disminuida, y este dato será tenido en cuenta en la
determinación judicial de la pena29.

En el delito de abuso de autoridad debemos establecer si el autor del delito de


abuso de autoridad reúne todas las condiciones para que se le pueda reprochar
su conducta, es decir, si es mayor de 18 años y si no sufre de alguna anomalía
psíquica que lo convierta en inimputable. SALINAS SlCCHA menciona que:

Se verificará si el agente, al momento de exteriorizar su conducta de abuso


de autoridad, conocía la antijuricidad de la misma, es decir, se verificará
si la agente sabía o conocía que su conducta estaba prohibida por ser
contraria a derecho30.

11» Consumación
Consumación de ilícito dependerá a que conducta delictiva nos estamos ocu­
pando, si estamos frente al verbo recto de “ordenar”, la conducta se perfecciona
en el momento que el funcionario público emite la orden ilegal por abusiva

28 Heinrich, Hans, p. 595.


29 ReÁTEGUI SÁNCHEZ, James, Manual de derecho penal. Parte general, vol. I, Lima: Instituto Pacífico,
2014, p. 687.
30 Salinas Siccha, ob. cit., p. 188.

98 PARTE II: ABUSO DE AUTORIDAD


JORGE W. CHÁVEZ COTRINA

y arbitraria, independientemente si el tercero la ejecuto o no, pues estamos


frente un delito de mera actividad. Si nos encontramos frente al verbo rector
“cometer” tratándose de un delito de resultado, este se perfecciona cuando con
la conducta abusiva y arbitraria se ha causado perjuicio al agente pasivo “con
respecto a la segunda modalidad del injusto —de cometer— al develar un acto
materialmente identificable requiere de un resultado, en cuanto a la concreta
afectación de un derecho subjetivo”31.

12. Autoría y participación


Con relación a la autoría tratándose de un delito especial, solo pude ser co­
metido por una persona que tiene estatus de funcionario público, pues tiene la L parte
capacidad de disposición y tiene la facultad de mando que le permite ordenar
o cometer el acto arbitrario, en consecuencia, no cualquier funcionario público
puede cometer este ilícito, solo aquel que tiene la facultad potencial. En cuanto
a la participación el delito de abuso de autoridad, permite la participación del
extraño en calidad de cómplice o instigador, en cuanto al verbo rector “cometer”
este es un delito personalísimo.

Artículo 376-A.- Abuso de autoridad condicionando ilegalmente la


entrega de bienes y servicios
El que, valiéndose de su condición de funcionario o servidor público,
condiciona la distribución de bienes o la prestación de servicios corres­
pondientes a programas públicos de apoyo o desarrollo social, con la
finalidad de obtener ventaja política y/o electoral de cualquier tipo en
favor propio o de terceros, será reprimido con pena privativa de libertad
no menor de tres ni mayor de seis años e inhabilitación conforme a los
incisos 1 y 2 del art. 36 del Código Penal.

A diferencia del art. 376 que establece que el autor del delito es un funcionario
público, el artículo bajo comentario establece que el autor de este tipo penal
puede ser tanto un funcionario como un servidor público, y sus conductas se
circunscriben al aprovechamiento del cargo para obtener un beneficio para sí
mismo y para tercero, siendo que la norma sanciona cuando este aprovechán­
dose de su condición de servidor del Estado condiciona la distribución de bienes
o la prestación de servicios correspondientes a programas de apoyo social con
la finalidad de obtener ventajas políticas y/o electorales.
El legislador se ha visto en la necesidad de penalizar este tipo de conductas que
por lo general cometen los funcionarios o servidores públicos, que tienen dentro
de sus funciones distribuir ciertos bienes o servicios que el Estado, dentro de su
obligación social, ordena que lleguen a la población más necesitada, y apro­
vechándose de ser los encargados de esta distribución condicionan la misma a
cambio de favores políticos, lo que se ve sobre todo cuando nos encontramos en
campañas políticas. Hemos sido testigo en el pasado como ciertos funcionarios
o servidores públicos condicionan el reparto de ayuda social a cambio de que

31 PEÑA Cabrera, Freyre, Delitos contra la Administración pública, Lima: Instituto Pacífico, 2016, p. 168.

INSTITUTO PACÍFICO 99
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

los favorecidos asistan a los mítines de campaña o repartan propaganda política,


acciones que el legislador sanciona con una pena más severa mediante pena
privativa de libertad no menor de tres ni mayor de seis años e inhabilitación
conforme a los incisos 1 y 2 del art. 36 del Código Penal.

13. Referencias bibliográficas


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Lo Blanch, 2015.
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hpuep-PUCP, Lima: Grijley, 2019.

00 PARTE II: ABUSO DE AUTORIDAD


CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA

Segunda sala penal transitoria


Recurso de apelación N.° 12-2017
Amazonas

Sumilla: Es pertinente y oportuno establecer un


límite temporal para la duración de la suspensión
de la prescripción de la acción penal generada por
la formalización de la investigación preparatoria
[...] además, ella guarda estricta coherencia con
las exigencias, límites y efectos que derivan del
principio de plazo razonable para la realización de
la justicia.

SENTENCIA DE APELACIÓN

Lima, 24 de abril del 2018


Vistos; el recurso de apelación interpuesto por el fiscal superior contra la resolución de 8
de mayo del 2017, a fojas 348, emitida por la Sala Penal de Apelaciones de Chachapoyas
de la Corte Superior de Justicia de Amazonas, que declaró prescrita la acción penal en
el proceso que se sigue a los procesados Ronald Chiguala Villanueva y Wilhelm Gustavo
Colmenares Montenegro por la presunta comisión del delito de rehusamiento de actos
funcionales, en agravio del Estado; ordenó el archivo definitivo de los autos.
Interviene como ponente el señor juez supremo Núñez Juica.
Considerando

§. Hechos materia de imputación


Primero: Según requerimiento fiscal a fojas 3, del expediente judicial, se atribuye a los
denunciados Chiguala Villanueva y Colmenares Montenegro que durante su actuación
como representantes del Ministerio Público, Provincial y Adjunto Provincial, respectiva­
mente, de la Fiscalía Provincial Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios
de Amazonas en la carpeta N.° 126-2011 —Investigación Preparatoria contra Elmer
Meléndez Pérez por el delito de peculado y malversación de fondos, en agravio de la
Municipalidad de Cocabamba—, no haber dispuesto la realización de la pericia contable y

INSTITUTO PACÍFICO 0
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

la pericia técnico valorativa sobre los documentos de la obra denominada “Construcción


del Sistema de Agua Potable del anexo de Buenos Aires”, aun cuando el Juzgado Penal
de Investigación Preparatoria de Luya, en sede de etapa intermedia, mediante Resolu­
ción N.° 5, de 8 de agosto del 2013, dispuso que la Fiscalía efectúe una investigación
suplementaria por el plazo de 20 días a efectos de que se practique dicha pericia.

§. Fundamentos de la resolución impugnada


Segundo: La Sala Penal de Apelaciones determinó que, a efectos de resolver la contro­
versia, no sólo se debe recurrir a la interpretación y aplicación del artículo 83 del Código
Penal y el numeral 1 del artículo 339 del Código Procesal Penal, sino que además debe
tenerse en cuenta lo establecido en los Acuerdos Plenarios N.os 1-2010/CJ-116 y 2-2012/
PARTE CJ-116. Asimismo, señala que la suspensión del plazo prescriptorio no es indeterminado,
sino que este tiene un límite conforme se ha señalado en la Casación N.° 383-2012 y
según lo establecido en el Acuerdo Plenario N.os 03-2012/CJ-116; por lo que, la interrup­
ción de la prescripción, por cualquier efecto legal (lo que incluye la formalización de la
investigación), no puede superar el plazo que expone el artículo 83 en su último párrafo.
2.1 La sala superior señala que el plazo para iniciar el cómputo de la prescripción, en el
presente caso, es a partir del 5 de setiembre del 2013; toda vez que, fue la fecha en que
se vencieron los 20 días otorgados a los representantes del Ministerio Público para que
cumplan lo ordenado por el órgano jurisdiccional, en tal sentido, teniendo en cuenta
que el delito bajo análisis tiene una pesa básica de 2 años (plazo extraordinario: 3 años)
para el 8 de mayo del 2017 la acción efectivamente ya ha prescrito.

§. Exposición de agravios del impugnante


Tercero: Cabe señalar que el representante del Ministerio Público no cumplió con acudir
a la audiencia de apelación de autos programada para el 24 de abril del 2018; en tal
sentido, se hace mención a los argumentos que señala en su recurso de apelación fun­
damentado a fojas 354, en el cual sostiene: i) Los procesados fueron notificados el 18
de setiembre del 2013 con la Resolución N.° 5 del 8 de agosto del 2013, en atención a
ello, otorgado el plazo de 20 días para realizar la pericia contable tenían hasta el 16 de
octubre del 2013 para efectuarla, es a partir de esta fecha que debe contabilizarse el plazo
de prescripción de la acción penal; ii) La formalización de la investigación preparatoria
fue recibida por el juez superior de la Investigación Preparatoria de Chachapoyas el 26
de marzo del 2015, fecha en la cual a tenor de lo dispuesto en el numeral 1 del artículo
339 del Código Procesal Penal se ha suspendido el curso del plazo prescriptorio; iii) En
atención a lo dispuesto por los Acuerdos Plenarios N.os 1-2010/CJ-116, N.° 3-2012/
CJ-116 y Casación N.° 383-2012-La Libertad, la acción penal bajo análisis prescribirá
el 16 de octubre del 2019, toda vez que, a dicha fecha se contabilizarían dos plazos de
prescripción extraordinarios desde el 17 de octubre del 2013; iv) La aplicación del nu­
meral 1, del artículo 339 del Código Procesal Penal no vulnera el derecho fundamental
de los acusados a un proceso sin dilaciones indebidas.

§ Delimitación del recurso impugnatorio


Cuarto: De conformidad con lo prescrito en el artículo 419 del Código Procesal Penal, es
facultad de este Supremo Tribunal, dentro de los límites de la pretensión impugnatoria,
examinar la resolución recurrida tanto en la declaración de hechos cuanto en la aplicación

02 PARTE II: ABUSO DE AUTORIDAD


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

del derecho; cuyo propósito es que la resolución impugnada sea anulada o revocada,
total o parcialmente. Siendo esto así, conforme a la pretensión impugnativa del señor
fiscal, corresponde verificar: Si luego de la revisión y análisis de los actuados, la acción
penal que se sigue en contra de los procesados Ronald Chiguala Villanueva y Wilhelm
Gustavo Colmenares Montenegro por la presunta comisión del delito de rehusamiento de
actos funcionales ha prescrito. Asimismo, es competencia de este Tribunal Revisor, tal
como se ha establecido en el artículo 409 del Código Procesal Penal, declarar la nulidad
en caso de nulidades absolutas o sustanciales no advertidas por el impugnante.

§. Fundamentos del Supremo Tribunal


Quinto: El numeral 1, del artículo 418 y 419 del Código Procesal Penal señala los efectos
y facultades de la Sala Penal de segunda instancia para examinar la pretensión del im­ PARTE

pugnante en el recurso de apelación. El numeral 1, del artículo 339 del Código Procesal
anotado, establece que el curso de la prescripción de la acción penal se suspende, cuando
se formaliza la investigación preparatoria.
Sexto: Los artículos 80 y 83 —parte final— del Código Penal, instituyen ios plazos de
prescripción e interrupción de la acción penal (ordinaria y extraordinaria). Por otro lado,
el artículo 377 del acotado cuerpo legal, establece la configuración del delito contra la
Administración pública —delitos cometidos por funcionarios públicos— omisión, rehusa­
miento o demora de actos funcionales, sancionando dicha conducta con pena privativa
de libertad no mayor de 2 años.
Sétimo: Ahora bien, el Acuerdo Plenario N.° 03-2012/CJ-116, en el punto 4 señala lo
siguiente:

[...] 4. Las relaciones intrasistemáticas entre los artículos 83 y 84 del


Código Penal de 1991, con el artículo 339 inciso 1 del Código Procesal
Penal de 2004 son de plena compatibilidad funcional. -[...] Frente a la ya
demostrada autonomía de las reglas y efectos de la suspensión en relación
a las que gobiernan la configuración y eficacia de la interrupción de la
prescripción de la acción penal, cabe concluir señalando que el artículo
339 inciso 1 del Código Procesal Penal de 2004 no ha derogado ni modi­
ficado, directa o indirectamente, las reglas contenidas en el artículo 83 del
Código Penal vigente. El artículo 84 del Código Penal tampoco ha sido
derogado ni mediatizado en sus efectos por el inciso 1 del artículo 339 del
Código Procesal Penal. Fundamentalmente porque ambas disposiciones
son independientes, aunque aludan a una misma institución penal como lo
es la suspensión de la prescripción de la acción penal. Se trata solamente
de disposiciones compatibles que regulan, cada una, causales distintas
de suspensión de la prescripción de la acción penal que pueden operar
de modo secuencial, paralelo o alternativo.

Octavo: Esta Sala Suprema advierte que en el caso de autos los encausados Chiguala
Villanueva y Colmenares Montenegro vienen siendo procesados por el delito de omisión,
rehusamiento o demora de actos funcionales, sancionando dicha conducta con pena
privativa de libertad no mayor de dos años; teniendo en cuenta ello, y que los hechos
se deben contabilizar desde la fecha en que venció el plazo para la realización de las

INSTITUTO PACÍFICO 03
DEUTOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

funciones ordenadas por el órgano jurisdiccional, esto es, el 16 de octubre del 2013; toda
vez que, en dicha fecha se cumplieron los 20 días hábiles posteriores a la notificación de
la Resolución N ° 5, del 8 de agosto del 2013, que dispone la realización de la pericia
contable, técnica y valorativa, y no el 5 de octubre del 2013 como lo señala la Sala Pe­
nal de Apelaciones, pues a esta última fecha los encausados, como representantes del
Ministerio Público, aún no estaban notificados, emplazamiento que se produjo recién el
18 de setiembre del 2013 conforme cédula de notificación a fojas 47. La acción penal
a la fecha se encuentra prescrita, al haber transcurrido 4 años, 5 meses y 7 días, pues el
plazo ordinario de prescripción de la acción penal más la mitad de dicho plazo operó a
los 3 años, es decir, el 15 de octubre del 2016, tiempo máximo que tuvo el Estado para
ejercer su potestad punitiva y satisfacer los intereses de política criminal, orientadas a lograr
la paz social y el reconocimiento de la plena vigencia de los derechos fundamentales de
los imputados. La resolución venida en grado se encuentra conforme a ley.

DECISIÓN
Por estos fundamentos por mayoría: confirmaron la resolución de 8 de mayo del 2017,
a fojas 348, emitida por la Sala Penal de Apelaciones de Chachapoyas de la Corte Su­
perior de Justicia de Amazonas, que declaró prescrita la acción penal en el proceso que
se sigue a los procesados Ronald Chiguala Villanueva y Wilhelm Gustavo Colmenares
Montenegro y no Wilhem Gustavo Colmenares Montenegro, como erróneamente se
consignó en la sentencia impugnada, conforme se verifica de la ficha de Reniec a folios
489 por la presunta comisión del delito de rehusamiento de actos funcionales, en agra­
vio del Estado, con lo demás que contiene. Mandaron que se devuelvan los actuados al
Tribunal Superior de origen para los fines legales correspondientes.
S. S.
HINOSTROZA PARIACHI
FIGUEROA NAVARRO
NÚÑEZ JULCA
CEVALLOS VEGAS

04 PARTE II: ABUSO DE AUTORIDAD


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

LA SECRETARIA DE LA SEGUNDA SALA PENAL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPRE­


MA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA CERTIFICA QUE EL VOTO EN DISCORDIA DE
LA SEÑORA JUEZA SUPREMA PACHECO HUANCAS ES COMO SIGUE:
1. La suscrita no comparte el extremo de la decisión emitida por la mayoría de esta
Suprema Sala, que resuelve: confirmar la resolución de 8 de mayo del 207, a fojas
348, emitida por la Sala Penal de Apelaciones de Chachapoyas de la Corte Superior
de Justicia de amazonas, que declaró prescrita la acción penal en el proceso que se
sigue a los procesados Ronald Chiguala Villanueva y Wilhelm Gustavo Colmenares
Montenegro, por la presunta comisión del delito de rehusamiento de actos funcio­
nales, en agravio del Estado, con lo demás que contiene, por los argumentos que
se pasa a desarrollar.

Hechos imputados
2. Se atribuye a los denunciados Chiguala Villanueva y Colmenares Montenegro
que durante su actuación como representantes del Ministerio Público, Provincial
y Adjunto Provincial, respectivamente, de la Fiscalía Provincial Especializada en
Delitos de Corrupción de Funcionarios de Amazonas en la carpeta N.° 126-2011,
Investigación Preparatoria, contra Elmer Meléndez Pérez, por el delito de pecula­
do y malversación de fondos, en agravio de la Municipalidad de Cocabamba, no
haber dispuesto la realización de la pericia contable y la pericia técnico valorativa
sobre los documentos de la obra denominada “Construcción del Sistema de Agua
Potable del anexo de Buenos Aires”, aun cuando el Juzgado Penal de Investigación
Preparatoria de Luya, en sede de etapa intermedia, mediante Resolución N.ü 5, de 8
de agosto del 2013, dispuso que la Fiscalía efectúe una investigación suplementaria
por el plazo de 20 días a efectos de que se practique dicha pericia.

Calificación jurídica del delito imputado


3. El delito contra la Administración pública en la modalidad de rehusamiento de actos
funcionales, se encuentra previsto en el primer párrafo del artículo 377 del Código
Penal —tipo original— que prescribe “el funcionario público que, ilegalmente,
omite, rehúsa o retarda algún acto de su cargo será reprimido con pena privativa
de libertad no mayor de dos años y con treinta a sesenta días-multa”.

Fundamentos del Tribunal Superior


4. La Sala Penal de Apelaciones determinó que, a efectos de resolver la controversia,
no sólo se debe recurrir a la interpretación y aplicación del artículo 83 del Código
Penal y el numeral 1 del artículo 339 del Código Procesal Penal, sino que además
debe tenerse en cuenta lo establecido en los Acuerdos Plenarios N.°s 1-2010/CJ-116
y 2-2012/CJ-116. Sostiene que, la suspensión del plazo prescriptorio no es inde­
terminado, sino que este tiene un límite conforme se ha señalado en la Casación
N.° 383-2012 y lo establecido en el Acuerdo Plenario N.°s 03-2012/CJ-116; por lo
que, la interrupción de la prescripción, para cualquier efecto legal (lo que incluye la
formalización de la investigación), no puede superar el plazo que expone el artículo
83 en su último párrafo.

INSTITUTO PACÍFICO 05
DEUTOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Fundamentos del recurso de apelación


5. El representante del Ministerio Público en su recurso de apelación —páginas 354
a 360— expone como motivos: i) Los procesados fueron notificados el 18 de se­
tiembre del 2013 con la Resolución N.° 5 del 8 de agosto del 2013. En atención a
ello, se otorgó el plazo de 20 días para realizar la pericia contable que tenían hasta
el 16 de octubre del 2013 para efectuarla; siendo, a partir de esta fecha que debe
• contabilizarse el plazo de prescripción de la acción penal; ii) La formalización de
la investigación preparatoria fue recibida por el juez superior de la Investigación
Preparatoria de Chachapoyas el 26 de marzo del 2015, fecha en la cual a tenor
de lo dispuesto en el numeral 1 del artículo 339 del Código Procesal Penal se ha
suspendido el curso del plazo de la prescripción; iii) En atención a lo dispuesto por
PARTE
los Acuerdos Plenarios N.os 1-2010/CJ-116, N.° 3-2012/CJ-116 y Casación N.° 383-
2012-LA LIBERTAD, la acción penal prescribirá el 16 de octubre del 2019, toda
vez que, a dicha fecha se contabilizarían dos plazos de prescripción extraordinarios
desde el 17 de octubre del 2013; iv) La aplicación del numeral 1, del artículo 339
del Código Procesal Penal no vulnera el derecho fundamental de los acusados a
un proceso sin dilaciones indebidas

Fundamentos del voto en discordia


6. En el caso, la suscrita no coincide con el voto en mayoría de esta Suprema Sala,
respecto al cómputo del plazo de prescripción, ello en atención a la posición asu­
mida por esta Alta Corte en los Acuerdos Plenarios N.os 1-2010/CJ-116 de 16 de
noviembre del 2010 y N.° 3-2012/CJ-116, publicado el 26 de julio del 2012; y, la
Casación N.° 383-2012-La Libertad.

Respecto a la prescripción de la acción penal


7. La prescripción de la acción penal es una causa de extinción de la responsabilidad
criminal que opera limitando el ejercicio del ius puniendi del Estado, como conse­
cuencia del transcurrir del tiempo, es decir, extingue la posibilidad de investigar un
hecho criminal y, con él, la responsabilidad del supuesto autor o autores del mismo.
8. Así lo estableció nuestro Tribunal Constitucional, en numerosa jurisprudencia:

[...] la prescripción, desde un punto de vista general, es la institución ju­


rídica mediante la cual, por el transcurso del tiempo, la persona adquiere
derechos o se libera de obligaciones. Y, desde la óptica penal, es una
causa de extinción de la responsabilidad criminal fundada en la acción del
tiempo sobre los acontecimientos humanos o en la renuncia del Estado
al ius punendi, bajo el supuesto de que el tiempo transcurrido borra los
efectos de la infracción, existiendo apenas memoria social de ella. Dicho
de otro modo, en una Norma Fundamental inspirada en el principio
pro homine, la ley penal material otorga a la acción penal una función
preventiva y resocializadora, en la cual el Estado autolimita su potestad
punitiva; orientación que se funda en la necesidad de que, pasado cierto
tiempo, se elimine toda incertidumbre jurídica y se abandone el castigo

06 PARTE II: ABUSO DE AUTORIDAD


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

de quien lleva mucho tiempo viviendo honradamente, consagrando de


esta manera el principio de seguridad jurídica32.

9. En cuanto a la relación de la prescripción con la justicia constitucional, señaló en


la misma sentencia, que: [...] la prescripción de la acción penal tiene relevancia
constitucional, toda vez que se encuentra vinculada con el contenido del derecho al
plazo razonable del proceso, el cual forma parte del derecho fundamental al debido
proceso [...].
10. En esa línea jurisprudencial, esta Suprema Corte, estableció en el Recurso de Nulidad
N.° 2944-2009-Lima, de 26 de enero del 2011, que:
r PARTE II

[...] la prescripción supone la renuncia del Estado a su potestad punitiva


en aras de satisfacer intereses de política criminal orientados a lograr la
paz social y al reconocimiento de la plena vigencia de los derechos fun­
damentales del imputado, los que quedan sujetos a cierta restricción con
la vigencia de la acción penal y con las actuaciones de las autoridades del
control penal destinadas a concretar la pena en el presente caso. En tal
sentido, su fundamento está vinculado a la prescripción de la persecución
penal [...], propio de un Estado Constitucional de Derecho como el que
nos rige, esto de conformidad con los artículos ochenta y ochenta y tres
parte in fine del Código Penal. [...].

11. Conforme lo anotado, los artículos 80 y 83 del Código Penal, regulan los plazos
de prescripción en sus modalidades ordinaria y extraordinaria: siendo que, en la
primera, la acción penal prescribe en un tiempo igual al máximo de la pena fijada
por la ley para el delito, si es privativa de libertad; y, en la segunda, la acción penal
prescribe cuando el tiempo transcurrido sobrepasa en una mitad al plazo ordinario
de prescripción.
12. Asimismo, frente a los motivos expuestos por el representante del Ministerio Público
se debe tener presente el numeral 1, del artículo 339 del CPP, en cuanto prescribe
que el curso de la prescripción de la acción penal se suspende, cuando se formaliza
la investigación preparatoria. Ello, en coherencia con los acuerdos plenarios antes
señalados.
13. En esa medida, en primer término, debemos indicar la fecha de comisión del pre­
sunto hecho delictivo. Así, los hechos imputados a Ronald Chiguala Villanueva y
Wilhelm Gustavo Colmenares Montenegro, se circunscriben a que en el Expediente
N.° 16-2012-03-JIP-L, —donde participaban los citados encausados en represen­
tación del Ministerio Público—; el titular del Juzgado de Investigación Preparato­
ria, emitió la Resolución N ° 5 el 8 de agosto del 2013, por la cual dispuso que el
Ministerio Público realice una investigación suplementaria por el plazo de 20 días.
La citada resolución fue notificada al ente Fiscal, el 18 de septiembre del 2013;
conforme a ello, el plazo de 20 días, otorgado para la realización de la investigación
suplementaria, culminó el 16 de octubre del 2013.

32 STC Exp. N.° 02407-2011-PHC/TC, de 10 de agosto del 2011, caso José Rafael Blossiers Mazzini,
fundamentos dos.

INSTITUTO PACÍFICO 07
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

14. Ante el incumplimiento de lo ordenado según la resolución antes citada, es que


el Fiscal de la Nación, mediante disposición del 2 de marzo del 2015, autorizó el
ejercicio de la acción penal contra Ronald Chiguala Villanueva y Wilhelm Gustavo
Colmenares Montenegro, por la presunta comisión del delito de rehusamiento de
actos funcionales en agravio del Estado.
15. En ese contexto, la comunicación de la formalización de la investigación prepara­
toria contra los citados encausados, se realizó el 26 de marzo del 2015; fecha en la
que en concordancia con lo prescrito en el numeral 1 del artículo 339 del CPP, se
suspende el plazo de la prescripción de la acción penal.
16. Para los efectos de la prescripción en relación al delito de rehusamiento de actos
PARTE II 1 funcionales, previsto en el artículo 377 del Código Penal, se debe tomar en cuenta, en
primer término, la fecha en la que se habría culminado el plazo para el cumplimiento
de lo ordenado por la resolución de 8 de agosto del 2013, —como consumación de
la conducta típica—; en el presente caso, la citada resolución fue notificada para su
cumplimiento el 18 de septiembre del 2013, y el plazo de 20 días culminó el 16 de
octubre del 2013; es decir, el delito se consumó el 17 de octubre del 2013, fecha
en la que se incumplió el mandado ordenado mediante la citada resolución.
17. Delimitado lo anterior, frente al motivo de agravio del representante del Ministerio
Público respecto a la suspensión de la prescripción que establece el numeral 1 del
artículo 339 del CPP, debemos señalar que el Acuerdo Plenario N.os 1-2010/CJ-
116 delimitó que se trata de una suspensión sui géneris, diferente a la ya señalada
(la del artículo 84 del Código Penal), porque afirma que la Formalización de la
investigación preparatoria emitida por el Fiscal, como director y coordinador de
esta etapa procesal -quien adquiere funciones de las que actualmente goza el juez
penal-, suspende el curso de la prescripción de la acción penal.
Dicho lineamiento, fue ratificado en el Acuerdo Plenario N.os 3-2012/CJ-116, en el
que se determinó en su fundamento jurídico 10, que:

Frente a la ya demostrada autonomía de las reglas y efectos de la sus­


pensión en relación a las que gobiernan la configuración y eficacia de la
interrupción de la prescripción de la acción penal, cabe concluir señalando
que el artículo 339 inciso 1 del Código Procesal Penal del 2004 no ha
derogado ni modificado, directa o indirectamente, las reglas contenidas
en el artículo 83 del Código Penal vigente. El artículo 84 del Código Penal
tampoco ha sido derogado ni mediatizado en sus efectos por el inciso 1
del artículo 339 del Código Procesal Penal. Fundamentalmente porque
ambas disposiciones son independientes, aunque aludan a una misma
institución penal como lo es la suspensión de la prescripción de la acción
penal. Se trata solamente de disposiciones compatibles que regulan, cada
una, causales distintas de suspensión de la prescripción de la acción penal
que pueden operar de modo secuencial, paralelo o alternativo.

18. En consecuencia, realizando una operación aritmética, desde la consumación del


ilícito (17 de octubre del 2013), hasta la fecha de la comunicación de la formalización
de la investigación preparatoria (26 de marzo del 2015); que suspende el cómputo

08 PARTE II: ABUSO DE AUTORIDAD


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

del plazo de prescripción, transcurrieron 1 año 5 meses y 10 días, este plazo será
contabilizado una vez culminado el periodo de suspensión de la prescripción.
19. Así, conforme al acuerdo plenario antes citado; la suspensión del plazo de prescrip­
ción no es ilimitada; es decir, no debe ser mayor al plazo ordinario más su mitad.
En el caso, la pena establecida para el delito de rehusamiento de actos funcionales
es no mayor de dos años, más su mitad es equivalente a tres años; en esa medida,
la suspensión de la prescripción no puede superar estos tres años.
Conforme a ello, el plazo de suspensión de la prescripción (3 años), contabilizado
desde el 26 de marzo del 2015 —acto fiscal de comunicación de la formalización
de la investigación preparatoria— se ha cumplido el 26 de marzo del 2018.
20. Así, retomando el cómputo del plazo de prescripción extraordinaria, conforme el r PARTE

numeral 18 de la presente Ejecutoria Suprema, al tiempo transcurrido de 1 año 5


meses y 10 días, debe adicionársele 1 año 6 meses y 20 días, a fin de completar
los 3 años que exige el artículo 83 para que opere la prescripción extraordinaria.
Es decir, se sumará 1 año 6 meses y 20 días, a partir del 26 de marzo del 2018,
para poder concluir que ha transcurrido efectivamente el plazo de prescripción
extraordinario. Veamos:

21. Conforme a lo expuesto, hasta la fecha de la emisión del presente voto en discordia,
han transcurrido un total de 1 año 10 meses y 7 días; ello, no excede el plazo de 3
años de prescripción extraordinaria de la acción penal, por lo que resulta amparable
el motivo de impugnación del representante del Ministerio Público, en virtud a que
la prescripción extraordinaria de la acción penal recién se dará el 16 de octubre del
2019. En consecuencia, los actuados deberán ser devueltos al juzgado de origen
para continuar conforme a su estadio procesal.
En virtud de los fundamentos jurídicos antes expuestos.
Mi voto
Es por que se declare:
i) Nula la resolución de 8 de mayo del 2017, de página 348, emitida por la Sala Penal
de Apelaciones de Chachapoyas de la Corte Superior de Justicia de amazonas, que
declaró prescrita la acción penal en el proceso que se sigue a los procesados Ronald

INSTITUTO PACÍFICO 09
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Chiguala Villanueva y Wilhelm Gustavo Colmenares Montenegro, por la presunta


comisión del delito de rehusamiento de actos funcionales, en agravio del Estado,
con lo demás que contiene.
ii) Reformándola se declare infundada la prescripción de la acción penal en el pro­
ceso que se sigue a los citados procesados, por la presunta comisión del delito de
rehusamiento de actos funcionales, en agravio del Estado. Debiendo devolver los
actuados al órgano jurisdiccional de origen para que continúe con el trámite res­
pectivo. Hágase saber y archívese.
S.S.
PACHECO HUANCAS
PARTE II

0 PARTE II: ABUSO DE AUTORIDAD


CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA

Sala penal permanente


Recurso de casación N.° 201-2018
Puno
Inadmisibilidad de! recurso de casación
Sumilla. En el caso en concreto, a pesar de haberse
invocado la causal excepcional, se verifica que
el recurrente no ha propuesto un tema claro a
desarrollar, solo se ha limitado a indicar la presunta
inaplicación de los artículos 60, numeral 2, 63,
numerales 1 y 2, y 66 del Código Procesal Penal;
así como los motivos por los cuales se declaró
fundado en parte el sobreseimiento formulado
por el representante del Ministerio Público. En
consecuencia, debe desestimarse el recurso de
casación interpuesto.

AUTO DE CALIFICACIÓN DEL RECURSO DE CASACIÓN-

Lima, 16 de noviembre del 2018


Vistos: el recurso de casación interpuesto por el agraviado Julio César Apaza Choque
contra la Resolución N.° 13, del 25 de septiembre del 2017, de fojas 122, emitida por
la Sala Mixta Descentralizada con sede en la provincia de Azángaro e Itinerante en la
provincia de Melgar de la Corte Superior de Justicia de Puno, que declaró infundado su
recurso de apelación y confirmó la Resolución N.° 7, del 10 de junio del 2016, que declaró:
a) Fundada en parte la oposición al sobreseimiento formulado por el denunciante Julio
César Apaza Choque, únicamente en el extremo del delito contra la fe pública, en
su modalidad de falsificación de documentos en general, en su forma de falsedad
ideológica, seguido contra Rodolfo Edgar Tejada Castellanos en agravio de Julio
César Apaza Choque; en consecuencia, se concede al señor representante del
Ministerio Público a cargo de la investigación, un plazo de investigación suplemen­
taria por 45 días, a fin de que se practique el peritaje grafotécnico ordenado en la
investigación.
b) Que carece de objeto emitir pronunciamiento de fondo en relación con el extremo
del delito contra el patrimonio, en la modalidad de hurto simple en contra de Wiliams

INSTITUTO PACÍFICO
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Bustinza Villanueva, en agravio de Julio César Apaza Choque. El señor represen­


tante del Ministerio Público puede expedir las copias certificadas pertinentes de la
investigación y remitirlas a la Fiscalía Provincial Penal competente de la provincia
de Carabaya, a fin de que proceda conforme a sus atribuciones.
c) Fundado el requerimiento de sobreseimiento de la causa formulado por el repre­
sentante del Ministerio Público, en el extremo del delito contra el patrimonio, en
- la modalidad de daños, en su forma de daños simples, seguido contra Wiliams
Bustinza Villanueva, en agravio de Julio César Apaza Choque.
d) Fundado el requerimiento de sobreseimiento de la causa formulado por el repre­
sentante del Ministerio Público, en el extremo del delito contra la Administración
pública-delitos cometidos por funcionarios públicos, en la modalidad de omisión,
WiiSttBi
rehusamiento o demora de actos funcionales, seguido en contra de Wiliams Bustinza
Villanueva, en agravio de Julio César Apaza Choque.
Intervino como ponente la señora jueza suprema Chávez Mella.

CONSIDERANDO
Primero. Conforme al estado de la causa y en aplicación de lo previsto en el numeral 6
del artículo 430 del Código Procesal Penal, corresponde decidir si el recurso de casación
está bien concedido y si, en consecuencia, procede conocer el fondo del mismo.
Segundo. El artículo 430 del Código Procesal Penal debe ser interpretado sistemáticamente
con el artículo 427, que regula la procedencia del recurso de casación, el artículo 429
del citado cuerpo normativo que precisa las causales por las que se puede interponer el
recurso, y el artículo 428 que contempla la inadmisibilidad del mismo.
Tercero. Se tiene que el recurso extraordinario de casación comprende dentro de sus
notas esenciales el circunscribirse a las cuestiones de puro derecho, siendo ajenas a él la
reevaluación de cuestiones de hecho, de modo que no es posible discutir en sede casa-
toria el valor probatorio y el criterio de apreciación para su eficacia realizados, dado que
afirmar lo contrario llevaría a aceptar la posibilidad de un triple juzgamiento de la causa.
Cuarto. En atención a ello, debe entenderse que la casación cumple tres funciones esen­
ciales33: nomofiláctica, uniformadora y de control de logicidad o razonamiento judicial34.
Son estas funciones las que justifican un pronunciamiento en sede casatoria, de modo
que un recurso de este tipo que no esté orientado al logro de estas finalidades, debe ser
desestimado por resultar ajeno al alcance del recurso extraordinario que representa la
casación.
Quinto. En el presente caso, el recurrente Julio César Apaza Choque formula recurso de
casación al amparo del numeral 4 del artículo 427 del Código Procesal Penal e invoca
las causales estatuidas en los numerales 3 —esto por la inadecuada aplicación de la
presunción de conocimiento de las normas en posición al rol y funciones del fiscal y del
juez— y 5 —al existir apartamiento de doctrina jurisprudencial establecido por la Corte
Suprema y el Tribunal Constitucional respecto al sobreseimiento cuando el fiscal no ha
llevado a cabo una diligencia de vital importancia, como el oficiar oportunamente a la
33 CUBAS Villanueva, Víctor, El nuevo proceso penal peruano, Lima: Palestra, 2009, p. 525.
34 Razonamiento que se manifiesta en la motivación de la sentencia.

2 PARTE II: ABUSO DE AUTORIDAD


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

Policía para la conducción compulsiva de los imputados— del artículo 429 del Código
Procesal Penal.
Sexto. Cuando se invoca el numeral 4 del artículo 427, significa que los delitos que se
le imputan al procesado Wiliams Bustinza Villanueva —tales como hurto simple, daño
simple y omisión, rehusamiento o demora de actos funcionales— no superan el requisito
de pena mínima —summa poena— establecido por el legislador en los literales a y b del
numeral 2 del artículo 427 del citado código.
Séptimo. En efecto, el legislador ha establecido una barrera al acceso a la casación
cuando se trate de delitos cuya pena en su extremo mínimo no supere los seis años. Sin
embargo, para evitar que exista total oscuridad en la aplicación de la norma penal de
esos tipos penales con penas inferiores a seis años, se ha establecido la causal excepcional
del inciso 4 del artículo 427 del Código Procesal Penal.
Octavo. Mediante el numeral 4 del artículo 427 del Código Procesal Penal, las partes
pueden proponer que, de modo excepcional y discrecional, la Corte Suprema admita a
trámite un recurso de casación porque resulta necesario para el desarrollo de la doctrina
jurisprudencial.
Noveno. En el caso en concreto, a pesar de haberse invocado dicho presupuesto, se
verifica que el recurrente no ha propuesto un tema claro a desarrollar, solo se ha limitado
a indicar la presunta inaplicación de los artículos 60, numeral 2, 61, numerales 1 y 2, y
66 del Código Procesal Penal; así como los motivos por los cuales se declaró fundado
en parte el sobreseimiento formulado por el representante del Ministerio Público. En
consecuencia, debe desestimarse el recurso de casación interpuesto.
Décimo. Por otro lado, debido a que el presente recurso no ha tenido éxito, corresponde
el pago de las costas al recurrente, de conformidad con el inciso 2 del artículo 504 del
Código Procesal Penal35, al no incurrir en ninguna de las causales de exoneración.

DECISIÓN

Por estos fundamentos:


I. Declararon nulo el concesorio contenido en la Resolución N.° 15, del 7 de diciembre
del 2017, e inadmisible el recurso de casación interpuesto por el agraviado Julio
César Apaza Choque contra la Resolución N.° 13, del 25 de septiembre del 2017,
de fojas 122, emitido por la Sala Mixta Descentralizada con sede en la Provincia
de Azángaro e Itinerante en la Provincia de Melgar de la Corte Superior de Justicia
de Puno, que declaró infundado su recurso de apelación y confirmó la Resolución
- N.° 7, del 10 de junio del 2016, que declaró:
a) Fundada en parte la oposición al sobreseimiento formulado por el denunciante
Julio César Apaza Choque, únicamente en el extremo del delito contra la fe
pública, en su modalidad de falsificación de documentos en general, en su
forma de falsedad ideológica, seguido contra Rodolfo Edgar Tejada Castella­
nos en agravio de Julio César Apaza Choque; en consecuencia, se concede
al señor representante del Ministerio Público a cargo de la investigación, un

35 “Las costas serán pagadas por quien interpuso un recurso sin éxito o se desistió de su prosecución”.
Artículo 504, numeral 2, del Código Procesal Penal.

INSTITUTO PACÍFICO
DEUTOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

plazo de investigación suplementaria por 45 días, a fin de que se practique el


peritaje grafotécnico ordenado en la investigación.
b) Que carece de objeto emitir pronunciamiento de fondo en relación con el
extremo del delito contra el patrimonio, en la modalidad de hurto simple en
contra de Wiliams Bustinza Villanueva, en agravio de Julio César Apaza Cho­
que. El señor representante del Ministerio Público puede expedir las copias
certificadas pertinentes de la investigación y remitirlas a la Fiscalía Provincial
Penal competente de la provincia de Carabaya, a fin de que proceda conforme
a sus atribuciones.
c) Fundado el requerimiento de sobreseimiento de la causa formulado por el
PARTE
representante del Ministerio Público, en el extremo del delito contra el patri­
monio, en la modalidad de daños, en su forma de daños simples, seguido
contra Wiliams Bustinza Villanueva, en agravio de Julio César Apaza Choque.
d) Fundado el requerimiento de sobreseimiento de la causa formulado por el
representante del Ministerio Público, en el extremo del delito contra la Admi­
nistración pública-delitos cometidos por funcionarios públicos, en la modalidad
de omisión, rehusamiento o demora de actos funcionales, seguido en contra
de Wiliams Bustinza Villanueva, en agravio de Julio César Apaza Choque.
II. Condenaron al pago de las costas de la tramitación del recurso de casación al
recurrente.
III. Dispusieron que se devuelvan los actuados al tribunal de origen. Notificándose.

Intervinieron los señores jueces supremos Pacheco Huancas y Bermejo Ríos por licencia
de los señores jueces supremos Barrios Alvarado y Sequeiros Vargas.
s. s.
SAN MARTÍN CASTRO
PRÍNCIPE TRUJILLO
PACHECO HUANCAS
CHÁVEZ MELLA
BERMEJO RÍOS

4 PARTE II: ABUSO DE AUTORIDAD


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA

Sala penal permanente


Recurso de casación N.° 69-2019
Lambayeque
Casación inadmisible
El recurso interpuesto se desestima porque
no se advierte interés casacional en el tema
propuesto —inciso 4 del artículo 427 del Código
Procesal Penal—. Por otro lado, el delito por el
que fue sentenciado el recurrente está vigente;
en consecuencia, se desestima el argumento de
r PARTE
su prescripción, pues dicho plazo fue suspendido
desde el momento en el que se formalizó la
investigación preparatoria.

Lima, 19 de julio del 2019


Vistos: el recurso de casación formulado por la defensa técnica de Santos Wilson Adrianzén
Camón; con los recaudos que se adjuntan al cuaderno correspondiente.
Intervino como ponente el señor juez supremo Sequeiros Vargas.

DECISIÓN

Primero. Decisión impugnada


Es la sentencia de vista expedida el 5 de noviembre del 2018 por la Sala Descentralizada
Mixta y de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, que confirmó
la sentencia emitida el 10 de mayo del 2018 por el Juzgado Penal Unipersonal de la
Provincia de San Ignacio de la citada corte, que condenó a Santos Wilson Adrianzén
Carrión como autor del delito contra la Administración pública-omisión, retardo de actos
funcionales —artículo 377 del Código Penal—, en agravio del Estado-Municipalidad de
Nambaye-Provincia de San Ignacio; en consecuencia, le impuso ocho meses de pena
privativa de libertad suspendida en su ejecución por el periodo de prueba de un año y
fijó en S/10 000 (diez mil soles) el monto de pago por concepto de reparación civil, que
deberá abonar a favor de la parte agraviada.

Segundo. Fundamentos del recurso —folios 17 a 24—


2.1. El impugnante invoca el inciso 4 del artículo 427 del Código Procesal Penal.
Propone como tema casacional que “en los delitos cometidos por funcionarios y
servidores públicos, el plazo de prescripción se duplica solamente cuando se afecta
el patrimonio”.
2.2. De igual manera, invoca el inciso 2 del artículo 429 del Código Procesal Penal —la
sentencia de vista inobservó normas legales de carácter penal—, pues el ad quem
no se pronunció por la prescripción de la acción penal.
2.3. En efecto, la sala no advirtió que el delito se cometió el 11 de noviembre del 2014
y que la investigación preparatoria se formalizó el 30 de abril del 2015 y concluyó

INSTITUTO PACÍFICO 5
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

el 23 de noviembre de ese año. Se convocó a juicio oral el 23 de abril del 2018 y


la sentencia del a quo se expidió el 10 de mayo de dicho año. En virtud de que el
artículo 377 —omisión, rehusamiento o demora de actos funcionales— del Códi­
go Penal contempla en su extremo máximo una pena no mayor de dos años, el
mencionado delito prescribirá después de tres años de formalizada la investigación
preparatoria.
2.4. Como consecuencia de que el tiempo transcurrido entre la formalización de la
investigación preparatoria y la sentencia del a quo fue de tres años y diez días, el
delito que se le imputó a Adrianzén Carrión prescribió.

Tercero. Pronunciamiento jurisdiccional


3.1. Respecto al tema casacional, no hay mayor espectro de debate. El artículo 41 de la
Constitución así lo indica. Por ello, este tema casacional se desestima liminarmente.
3.2. En lo que concierne al plazo de prescripción, se adjunta el siguiente gráfico:

Formalización de la
Fecha de la comisión Fin de la investigación Sentencia
del delito investigación prepa­
ratoria preparatoria del a quo
11/11/14 30/4/15 23/4/15 10/5/18
A í b

5 meses y 19 días La acción pres­


Se suspenden los 2 años, 6 meses y 11 días
cribe el 10/11/20
V________________________ z <______ :_______________ )

i) Inciso 1 del artículo 339 del Código Procesal Penal: suspensión


de la prescripción de la investigación.
i¡) Acuerdo Plenario N.° 3-2012/CJ-116 (expedido el veintiséis de
marzo de dos mil doce), II. Fundamentos jurídicos, apartado § 5,
fundamento 11: la suspensión es igual al plazo de prescripción
extraordinario. En el presente caso, el delito prescribe a los tres
años y la suspensión es por el mismo periodo de tiempo.

De lo anterior se advierte que el fundamento por el que la sala no declaró prescrita


la acción penal no fue el de la dúplica de la prescripción, sino el de su suspensión.
Por ello, no existe fundamento jurídico para declarar prescrita la acción, en virtud de
que el impugnante: i) únicamente alegó este aspecto —no cuestionó el razonamiento
de la sala—, ii) su recurso de casación excepcional no presenta temas casacionales
y iii) la acción penal todavía no prescribe. Por ende, el recurso interpuesto deviene
en inadmisible.

Cuarto. Costas procesales


El apartado 2 del artículo 504 del Código Procesal Penal establece la obligación del
pago de costas a quien interpuso un recurso sin éxito. Las costas se imponen de oficio,
conforme a lo previsto en el inciso 2 del artículo 497 de la norma procesal. Por ello, co­

6 PARTE II: ABUSO DE AUTORIDAD


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

rresponde su imposición, que será determinada por el juez de investigación preparatoria


de la sede de origen.

DECISIÓN
Por estos fundamentos, los jueces integrantes de la Sala Penal Permanente de la Corte
Suprema de Justicia de la República:
I. Declararon nulo el concesorio contenido en la resolución expedida el 28 de no­
viembre del 2018 por la Sala Descentralizada Mixta y de Apelaciones de Jaén de
la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, e inadmisible el recurso de casación
interpuesto por Santos Wilson Adrianzén Carrión contra la sentencia de vista que
confirmó la sentencia expedida por el a quo, que lo condenó como autor del delito L PARTE II
contra la Administración pública-omisión, retardo de actos funcionales, en agravio
del Estado-Municipalidad de Nambaye-Provincia de San Ignacio; en consecuencia,
le impuso ocho meses de pena privativa de libertad suspendida en su ejecución
por el periodo de prueba de un año y fijó en S/10 000 (diez mil soles) el monto de
pago por concepto de reparación civil, que deberá abonar a favor del agraviado.
II. Impusieron al impugnante el pago de las costas procesales, que habrá de ejecutar el
juez de investigación preparatoria correspondiente, de conformidad con el artículo
506 del Código Procesal Penal.
III. Ordenaron que se notifique a las partes procesales apersonadas a esta sede suprema.
IV. Dispusieron que se transcriba la presente ejecutoria al Tribunal Superior de origen
y se dé cumplimiento.
Intervino el señor juez supremo Castañeda Espinoza por periodo vacacional de la señora
jueza suprema Chávez Mella.
S. S.
SAN MARTÍN CASTRO
FIGUEROA NAVARRO
PRÍNCIPE TRUJILLO
CASTAÑEDA ESPINOZA
SEQUEIROS VARGAS

INSTITUTO PACÍFICO
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA


Sala penal transitoria
Recurso de apelación N.° 07-2017
Cusco
Confirmación de la sentencia impugnada
1. El delito de abuso de autoridad se configura
cuando un funcionario público dolosamente
realiza u ordena una conducta que rebasa las
atribuciones y/o competencias que le otorga
el ordenamiento jurídico, y con tal proceder se
causa perjuicio.
2. En el presente caso, no existe prueba que
acredite el actuar doloso de la procesada en
la diligencia de restitución de bienes realizada
el 28 de setiembre del 2012, que se realizó en
cumplimiento de las sentencias dictadas el 30
de abril y 6 de mayo del 2019. De modo que
corresponde confirmar la sentencia impugnada.

SENTENCIA DE VISTA

Lima, 8 de agosto del 2019


Vistos: los recursos de apelación interpuestos por el representante del Ministerio Público
(folios 1337 a 1350); Gloria Castillo Mamani, Yovana Mamani Condori, María Cleofe
Jiménez Huamán y Juan Carlos Rojas Parra (conjuntamente en los folios 1352 a 1369);
Juan Carlos Nauray Flores y Henry Tárraga Ñahui (conjuntamente en los folios 1371
a 1379 y 1412 a 1427); Carlos Alberto Bravo Loayza, Gladys Haydee Peña Campos,
Sabina Quispe Huanca, Dalmecia Mendoza Góngora, Guillermina Mondaca Rodríguez,
Gloria García Apaza, Lilia Chullunquia Miranda, Ketty Lazarte Esteban, Christian Ornar
Mena Quecaño, Yaneth Blanca Condori Mamani, Virgilio Quispe Yallercco, Hernán
Condori Mamani, Darcy Quispe Cruz y Alicia Aller Huillca (conjuntamente en los folios
1393 a 1410), contra la sentencia del 16 de diciembre del 2016 (folio 1262 a 1335), que
absolvió a María del Carmen Villagarcía Valenzuela, en su condición de jueza penal pro­
visional de Cusco, de la acusación fiscal formulada en su contra por la presunta comisión
del delito contra la Administración pública, en la modalidad de abuso de autoridad, en
perjuicio del Estado (representado por el procurador público encargado de los asuntos
judiciales del Poder Judicial), Carlos Alberto Bravo Loayza, Juan Carlos Nauray Flores,
Henry Tárraga Ñahui, Gloria Castillo Mamani, Gladys Haydee Peña Campos, Sabina
Quispe Huanca, Dalmecia Mendoza Góngora, Guillermina Mondaca Rodríguez, Juan
Carlos Rojas Parra, Gloria García Apaza, Lilia Chullunquia Miranda, Ketty Lazarte Este­
ban, Christian Ornar Mena Quecaño, Yaneth Blanca Condori Mamani, Virgilio Quispe
Yallercco, Hernán Condori Mamani, Darcy Quispe Cruz, Alicia Aller Huillca, Yovana
Mamani Condori y María Cleofe Jiménez Huamán, e impuso a las y los actores civiles
el pago de las costas procesales.

8 PARTE II: ABUSO DE AUTORIDAD


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

Intervino como ponente la jueza suprema Barrios Alvarado.

CONSIDERANDO

Imputación y tipificación de los hechos


Primero. Conforme se desprende de la acusación fiscal (folio 1), se atribuye a María
del Carmen Villagarcía Valenzuela haber abusado de sus atribuciones de jueza penal
provisional del Juzgado Penal Liquidador Transitorio de Cusco, en la diligencia de res­
titución de bienes del 28 de setiembre del 2012, fecha en la que dispuso la restitución
de la posesión de bienes distintos a los dispuestos en las dos sentencias emitidas en el
Proceso Penal N.° 000696-2007-0-1001-JR-PE-06. Las circunstancias, a criterio del fiscal
superior, fueron las siguientes: i PARTE I

Como circunstancias precedentes, Aníbal Abel Paredes Matheus, en su condición de juez


del Sexto Juzgado Penal de Cusco:
i) A través de la Resolución N.° 86, que contiene la sentencia del 30 de abril del 2019,
condenó a Dámaso Tapia Saavedra como autor del delito contra el patrimonio cul­
tural, en la modalidad de inducción a la comisión de atentados contra monumentos
arqueológicos prehispánicos, en perjuicio del Estado-Instituto Nacional de Cultura,
y dispuso la restitución de la bien materia de sub litis.
ii) Mediante la Resolución N.° 88, que contiene la sentencia del 6 de mayo del 2019,
se condenó a Carlos Alberto Bravo Loayza como autor de los delitos contra el
patrimonio, en la modalidad de usurpación agravada, en perjuicio de Pascual
Ardiles Villafuerte, y contra el patrimonio cultural, en la modalidad de inducción
a la comisión de atentados contra monumentos arqueológicos prehispánicos, en
perjuicio del Estado-Instituto Nacional de Cultura; y dispuso la restitución del bien
inmueble materia de sub litis.
iii) En ejecución de dichas sentencias, la procesada María del Carmen Villagarcía Va­
lenzuela emitió la resolución del 8 de agosto del 2012 y reprogramó la diligencia
de restitución de los bienes a favor de los agraviados Pascual Ardiles Villafuerte y
el Estado, para el 28 de setiembre del 2012.
Como circunstancias concomitantes, la acusada Villagarcía Valenzuela, en su condición
de jueza penal provisional del Juzgado Penal Liquidador Transitorio de Cusco, realizó
la diligencia de restitución de bienes el 28 de setiembre del 2012, entre las 9 y 18 horas,
aproximadamente, ordenó la demolición de las viviendas de las y los ahora presuntos
agraviados Carlos Alberto Bravo Loayza, Juan Carlos Nauray Flores, Henry Tárraga
Ñahui, Gloria Castillo Mamani, Gladys Haydee Peña Campos, Sabina Quispe Huanca,
Dalmecia Mendoza Góngora, Guillermina Mondaca Rodríguez, Juan Carlos Rojas Parra,
Gloria García Apaza, Lilia Chullunquia Miranda, Ketty Lazarte Esteban, Christian Ornar
Mena Quecaño, Yaneth Blanca Condori Mamani, Virgilio Quispe Yallercco, Hernán
Condori Mamani, Darcy Quispe Cruz, Alicia Aller Huillca, Yovana Mamani Condori y
María Cleofe Jiménez Huamán, ubicadas en la asociación provivienda La Fortaleza, del
sector Wimpillay, del distrito de Santiago, en la provincia y departamento de Cusco; sin
embargo, estos inmuebles se encontraban en un lugar distinto y distante a la asociación
provivienda Villa Navidad, donde debía realizarse la diligencia de restitución de bienes,
según se detalló en los actas de constatación y/o verificación del 10 de enero del 2017 e

INSTITUTO PACÍFICO 9
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

inspección ocular del'26 de junio del 2017. Además, los presuntos agraviados, días antes
de la diligencia de restitución de bienes y el mismo día de esta, de forma directa y a través
de sus abogados, informaron a la procesada María del Carmen Villagarcía Valenzuela
que los bienes a restituir eran distintos, lo que fue considerado por ella.
En calidad de circunstancias posteriores, la demolición de los bienes de propiedad de los
presuntos agraviados generó graves perjuicios materiales y morales. Luego, la magistrada
procesada se retiró del lugar.
El representante del Ministerio Público tipificó estos hechos como delito contra la Admi­
nistración pública, en la modalidad de abuso de autoridad, previsto en el artículo 376
del Código Penal, modificado por el artículo uno de la Ley N.° 29703, publicada el 10
de junio del 2011. Por ello, solicitó se imponga a la procesada Villagarcía Valenzuela
HiyilifcH
1 año y 6 meses de pena privativa de libertad e inhabilitación para ejercer función y/o
cargo de magistrada del Poder Judicial por el mismo periodo.
Sentencia impugnada
Segundo. La Segunda Sala Penal de Apelaciones, actuando como Sala Penal Especial36,
de la Corte Superior de Justicia de Cusco, a través de la sentencia del 16 de diciembre
del 2016 (folio 1262), absolvió a la magistrada Villagarcía Valenzuela de la acusación
fiscal formulada en su contra, principalmente por lo siguiente:
2.1. La diligencia de restitución de bienes realizada por la magistrada Villagarcía Va­
lenzuela, el 28 de setiembre del 2012, fue legal y se realizó en cumplimiento de
lo dispuesto en las dos sentencias condenatorias emitidas en el Proceso Penal
N.° 000696-2007-0-1001-JR-PE-06, que tienen la calidad de cosa juzgada.
2.2. Conforme con lo declarado por los testigos y peritos, toda el área materia de resti­
tución ordenada en las dos sentencias condenatorias, está dentro de los terrenos
declarados mediante Resolución Jefatural N.° 185, del 5 de marzo de 1993, como
zona arqueológica intangible Wimpillay, de 13,76 hectáreas de extensión, inscrita
en los Registros Públicos. Y al 25 de octubre del 2006, fecha, de la comisión del
delito de usurpación por parte de Carlos Alberto Bravo Loayza, en perjuicio de
Pascual Ardiles Villafuerte y del delito de inducción a la comisión de atentados
contra monumentos arqueológicos prehispánicos, en perjuicio del Estado-Instituto
Nacional de Cultura, la asociación provivienda La Fortaleza no existía legalmente y
sus asociados (hoy agraviados), eran miembros del pueblo joven General Ollanta.
La citada asociación recién fue constituida el 11 de julio del 2014, y ahora alega
ser titular de los bienes donde se realizó la diligencia de restitución.
2.3. Como consecuencia de lo anotado, no se acreditó que con la diligencia de resti­
tución, se pusieron en peligro los bienes muebles e inmuebles de las y los presun­
tos agraviados Carlos Alberto Bravo Loayza, Juan Carlos Nauray Flores, Henry
Tárraga Nahui, Gloria Castillo Mamani, Gladys Haydee Peña Campos, Sabina
Quispe Huanca, Dalmecia Mendoza Góngora, Guillermina Mondaca Rodríguez,
Juan Carlos Rojas Parra, Gloria García Apaza, Lilia Chullunquia Miranda, Ketty

36 De conformidad con lo dispuesto en el inciso 4, del articulo 454, del Código Procesal Penal, que esta­
blece la integración de la Sala Penal de Apelaciones, a efecto de conocer el procedimiento de los casos
referidos a delitos de función atribuidos al Juez de Primera Instancia, al juez de paz letrado, al fiscal
provincial y al fiscal adjunto provincial, así como a otros funcionarios que señale la ley. En estos casos
actúa como Sala Penal Especial.

PARTE II: ABUSO DE AUTORIDAD


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

Lazarte Esteban, Christian Omar Mena Quecaño, Yaneth Blanca Condori Mamani,
Virgilio Quispe Yallercco, Hernán Condori Mamani, Darcy Quispe Cruz, Alicia Aller
Huillca, Yovana Mamani Condori y María Cleofe Jiménez Huamán, debido a que
estas personas no son propietarias del terreno de 23 125,92 metros cuadrados de
la zona arqueológica Wimpillay, que es de propiedad del Estado.
2.4. No se advierte de la actuación de las pruebas actuadas, personal y documental, la
realización de un acto arbitrario ni doloso de la magistrada procesada, pues esta
actuó en cumplimiento de la función judicial de ejecución de sentencias penales
de restitución37.

Fundamentos de los impugnantes


Tercero. El representante del Ministerio Público señaló, en el recurso de apelación
formalizado (folio 1337), lo siguiente:
3.1. La sala superior no valoró todas las pruebas actuadas en el juicio oral, de forma
individual o colectiva, que acreditan el actuar doloso de la procesada Villagarcía
Valenzuela, pues el lugar donde se realizó la diligencia de restitución de bienes es
distinto a donde en realidad debía realizarse.
3.2. El colegiado superior realizó algunas precisiones erradas e incompletas, debido a
que:
a) El testigo Dámaso Tapia Saavedra señaló que la asociación provivienda La
Fortaleza se ubica en el distrito de Santiago y la asociación provivienda Villa
Navidad está en el distrito de San Sebastián; de modo que se tergiversó lo
señalado por este testigo.
b) El testigo Hugo Lorenzo Escalante Irrarazábal indicó que fue convocado días
previos a la diligencia de restitución de forma informal, para estudiar el proceso
penal y planos existentes en este, lo que demuestra que la procesada María
del Carmen Villagarcía Valenzuela tenía dudas de la ubicación exacta de los
bienes inmuebles objeto de restitución y acredita que dolosamente ejecutó
dicha diligencia en un lugar distinto.
c) La resolución de vista del 31de julio del 2013, que confirmó la desestimación
del pedido de nulidad de la diligencia de restitución de bienes, no señaló que
dicha diligencia haya sido legal o ilegal, pues únicamente se limitó a recomen­
dar la ejecución de las sentencias dictadas en sus propios términos.
d) No se puede otorgar fiabilidad a la pericia de parte, en desmedro de la pericia
oficial, debido a que no soporta un mínimo análisis técnico científico, pues el
perito nunca concurrió al lugar de los hechos ni utilizó instrumentos de alta
tecnología.
3.3. Tampoco se tuvo en cuenta que:
a) La magistrada María del Carmen Villagarcía Valenzuela, a través de la re­
solución del 10 de enero del 2012 y sin fundamento alguno, dejó sin efecto

37 En la página 47 de la sentencia, por ejemplo, se coloca que, en la audiencia del 4 de noviembre del
2016, se afirmó que los terrenos usurpados a Pascual Ardiles Villafuerte y los terrenos invadidos en la
Zona Arqueológica Intangible Wimpillay son colindantes.

INSTITUTO PACÍFICO 2
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

la resolución por la cual el anterior magistrado dispuso la actuación de una


pericia en ejecución de sentencia.
b) El área de terrenos a restituir eran dos, uno correspondiente al agraviado
Pascual Ardiles Villafuerte y otro en favor del Estado, que se encontraba en
posesión de la asociación provivienda Villa Navidad.
c) La pericia oficial practicada y los peritos que la realizaron concluyen que la
diligencia de restitución de bienes se realizó en un lugar distinto al descrito en
las actas de constatación y/o verificación del 10 de enero del 2007 y de ins­
pección ocular del 26 de junio del 2007, que sirvieron de base para sustentar
las sentencias condenatorias del 30 de abril y 6 de mayo del 2009.
PART! 3.4. Es cierto que los terrenos materia de restitución pertenecen a una zona ar­
queológica intangible y que las y los presuntos agraviados, miembros de la
asociación provivienda La Fortaleza, tienen sus inmuebles dentro de esta
zona arqueológica; sin embargo, dichas personas tienen derecho a ejercer su
defensa conforme a ley, dentro de un proceso penal regular.
3.5. Se afirmó que la asociación provivienda La Fortaleza nunca existió legalmente; sin
embargo, no es posible que se afirme ello sin que se investigue dicha asociación,
resultando irrelevante si sus moradoras y moradores pertenecían a la asociación
provivienda La Fortaleza o al pueblo General Ollanta.
3.6. Las sentencias de 30 de abril y 6 de mayo del 2009 se sustentaron en las actas de
constatación y/o verificación y de inspección ocular del 10 de enero y 26 de junio
del 2007, respectivamente; pero no se cumplieron en sus propios términos.
3.7. El dolo con el que actuó la procesada María del Carmen Villagarcía Valenzuela se
demuestra con su apartamiento de las previsiones legales, lo que convierte su pro­
ceder en una decisión carente de legitimidad y legalidad; por tanto, actuó arbitraria
e ilegalmente.
Cuarto. Las presuntas agraviadas Gloria Castillo Mamani, Yovana Mamani Condori,
María Cleofe Jiménez Huamán y el presunto agraviado Juan Carlos Rojas Parra, en el
recurso de apelación que presentaron (folio 1352), señalaron —en lo esencial38— que:
4.1. Los recurrentes no son parte del proceso penal seguido en el Expediente
N.° 000696-2007-0-1001-JR-PE-06, donde aconteció el delito que se imputa a la
procesada María del Carmen Villagarcía Valenzuela.
4.2. Para identificar los bienes que se debían restituir debió recurrirse a los actuados
del proceso penal seguido en el Expediente N.° 000696-2007-0-1001-JR-PE-06;
específicamente a las constataciones, informes, planos, oficios, denuncias, cartas
notariales, atestados, acta de constatación y/o verificación y demás pruebas, donde
se describen los bienes a restituir. Por ello, la restitución de bienes se realizó en un

38 La disconformidad con una decisión judicial, que es impugnada, se manifiesta en agravios, los cuales
son entendidos como la alegación de errores de hecho o derecho en que —a criterio de la parte impug­
nante— se incurrió con la decisión y que —de ser estimados— deben ser corregidos; sin embargo, (i) la
alegación de argumentos subjetivos, (ii) de calificativos a la actuación de las magistradas y los magistra­
dos del Poder Judicial, (iii) la transcripción parcial de pruebas o (iv) la falta de concreción y congruencia
en los argumentos del recurso propuesto determinan que estos fundamentos no sean analizados. De
modo que, en el presente caso, únicamente analizaremos los agravios objetivos denunciados en el
recurso propuesto.

22 PARTE II: ABUSO DE AUTORIDAD


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

lugar distinto a donde debía realizarse dicha actuación judicial, lo que denota que
no se valoraron todas las pruebas actuadas.
4.3. El primer acto doloso de la magistrada procesada María del Carmen Villagarcía
Valenzuela es haber anulado el nombramiento de peritos judiciales, que había
dispuesto el anterior juez. Además, ejecutó la sentencia a su libre albedrío, sin
identificar el bien inmueble a restituir.
4.4. Otro acto doloso es desconocer las conclusiones de la pericia oficial practicada en
el presente proceso, donde se describe los bienes que debían restituirse, con lo que
se afectaron los derechos al debido proceso y defensa de los recurrentes.
4.5. Los bienes a restituir eran dos; sin embargo, erróneamente la Sala Superior concluyó
que son tres. PA

Quinto. Los presuntos agraviados Carlos Nauray Flores y Henry Tarraga Ñahui, en el
recurso de apelación presentado (folios 1371 y 1412), indicaron que se vulneraron los
derechos a la motivación de resoluciones judicial, igualdad, prueba, debido proceso,
integridad física, acceso a una vivienda digna, propiedad y honorabilidad de los impug­
nantes, así como el principio a la dignidad. En lo esencial, señalaron:
5.1. Las sentencias del 30 de abril y 6 de mayo del 2009 son las que dieron lugar a la
ejecución de las mismas; donde, de manera dolosa y malintencionada, la procesada
María del Carmen Villagarcía Valenzuela realizó la diligencia de restitución de bienes
en un lugar distinto a donde debía realizarse.
5.2. La defensa técnica del sentenciado Carlos Alberto Bravo Loayza, mediante el escrito
del 21 de mayo del 2012, solicitó que se practique una pericia para determinar el
área de los bienes a restituir. A través del escrito del 31 de mayo del 2012 informó
al juzgado que los terrenos de la asociación provivienda Villa Navidad y la del
agraviado Pascual Ardiles Villafuerte son distintos y distantes, y mediante el escrito
del veintisiete de setiembre del 2012 solicitó la entrega pacífica de los terrenos sobre
los cuales se cometió el ilícito juzgado.
5.3. El abogado Alex Luna Rodríguez advirtió que en el lugar donde se realizó la diligen­
cia de restitución de bienes no era el señalado en las sentencias que se pretendía
cumplir. Similar fue el caso de Henry Tárraga Ñahui y otros vecinos, quienes tam­
bién indicaron a la procesada que el bien era distinto al dispuesto en las decisiones
judiciales.
5.4. En el acta de la diligencia de restitución de bienes se dejó constancia de que no
existían las condiciones ni garantías necesarias para continuar su desarrollo.
5.5. La pericia oficial practicada, las declaraciones de Pedro Luna Huillca, José Manuel
Mayorga Zárate y Aníbal Paredes Matheus, y diversas fotografías y filmaciones, entre
otras pruebas, acreditan la comisión del delito imputado.
5.6. Se demostró el daño moral y económico ocasionado, según lo dispuesto en los
artículos 92 y 93 del Código Penal.
Sexto. Las presuntas agraviadas Gladys Haydee Peña Campos, Sabina Quispe Huanca,
Dalmecia Mendoza Góngora, Guillermina Mondaca Rodríguez, Gloria García Apaza, Lilia
Chullunquia Miranda, Ketty Lazarte Esteban, Yaneth Blanca Condori Mamani, Darcy
Quispe Cruz y Alicia Aller Huillca, y los presuntos agraviados Carlos Alberto Bravo Loayza,

INSTITUTO PACÍFICO 23
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Christian Omar Mena Quecaño, Virgilio Quispe Yallercco y Hernán Condori Mamani, en
el recurso de apelación que presentaron (folio 1393), señalaron —en lo esencial— que:
6.1. La procesada María del Carmen Villagarcía Valenzuela realizó la diligencia de res­
titución de bienes en un lugar distinto a donde debía realizarse, conforme con el
Expediente N.° 000696-2007-0-1001-JR-PE-06.
6.2. Los recurrentes y demás socios y sodas de la asociación provivienda La Fortaleza,
días antes de la diligencia de restitución de bienes, se constituyeron al órgano ju­
risdiccional a solicitar una explicación del por qué se dispuso la demolición de sus
bienes, cuando esta asociación no era parte del proceso penal donde se emitió las
sentencias penales que se encontraban en ejecución.
PARTE 6.3. Las sentencias del 30 de abril y 6 de mayo del 2019 no se cumplieron en sus pro­
pios términos, pues se realizó la diligencia de restitución de bienes en la asociación
provivienda La Fortaleza, cuando debió realizarse en la asociación provivienda
Villa Navidad; como consecuencia de estos actos arbitrarios sufrieron graves daños
irreparables.
6.4. Con la emisión de la sentencia absolutoria e imposición de costas procesales se
transgreden los principios y derechos a la tutela jurisdiccional, prueba, motivación
de resoluciones judiciales, debido proceso y legalidad. Además, no obraron con
temeridad o mala fe. Por tanto, no se encuentran obligados al pago de las costas
procesales.

CONSIDERACIONES DEL SUPREMO TRIBUNAL


A. Normas jurídicas aplicables
Sétimo. El derecho a la tutela jurisdiccional garantiza que las decisiones judiciales sean
emitidas conforme con las normas del ordenamiento jurídico. Por ello, es necesario
detallar los enunciados jurídicos y normas aplicables al caso:
7.1. Sobre el derecho a la motivación de resoluciones judiciales, como garantía de los
derechos de las personas, vinculada con la correcta administración de justicia,
protege el derecho de los ciudadanos a ser juzgados por las razones que el derecho
suministra y otorga credibilidad y racionalidad a las decisiones del Poder Judicial,
en el marco de una sociedad democrática.
Por otro lado, la argumentación de una resolución judicial debe mostrar que: i)
Existe congruencia entre lo solicitado y lo resuelto, ii) Por sí misma exprese una
clara y suficiente justificación de la decisión adoptada, iii) Los alegatos de las partes
fueron tomados en cuenta, iv) Se valoraron de forma conjunta y razonada todas las
pruebas actuadas; ello, a su vez, otorga a los justiciables la posibilidad de impugnar
las decisiones judiciales.
7.2. Con relación al tipo penal imputado de abuso de autoridad, el artículo 376 del
Código Penal, establece:

El funcionario público que, abusando de sus atribuciones, comete u ordena


un acto arbitrario que cause perjuicio a alguien será reprimido con pena
privativa de libertad no mayor de tres años.

24 PARTE II: ABUSO DE AUTORIDAD


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

Si los hechos derivan de un procedimiento de cobranza coactiva, la pena


privativa de libertad será no menor de dos ni mayor de cuatro años.

Este delito se configura cuando un funcionario público dolosamente realiza u ordena


una conducta que rebasa las atribuciones y/o competencias que le otorga el ordena­
miento jurídico, y con tal proceder arbitrario causa perjuicio39. En su tipo subjetivo,
es doloso, según detalló este tribunal en la Apelación N.° 24-2015/Santa, del 19
de mayo del 2017, donde señaló que “el delito de abuso de autoridad requiere un
acto arbitrario que el agente ejecute dolosamente contra un tercero y que sea de
estimable relevancia y gravedad”.
7.3. Respecto a la valoración de las pruebas actuadas:
[" PARTE II
a) El inciso dos, del artículo 425, del Código Procesal Penal, estipula que la Sala
Penal de Apelaciones no puede otorgar diferente valor probatorio a la prueba
personal que fue objeto de inmediación por el juez de primera instancia, salvo
que su valor probatorio sea cuestionado por una prueba actuada en segunda
instancia.
b) El Código Procesal Penal se adscribe al “sistema de libre valoración” de las
pruebas, consagrando un conjunto de disposiciones generales y específicas
a partir de su Título Preliminar. Por ejemplo, precisa que el juez, en primer
término, procederá a examinar individualmente las pruebas y luego lo hará en
conjunto; asimismo, establece que en la valoración de la prueba se respeten
las reglas de la sana crítica, especialmente los principios de la lógica, la ciencia
o los conocimientos científicos y las máximas de la experiencia —entre otras
reglas—, según prevén el inciso dos, del artículo 393, y el inciso uno, del
artículo 158.
c) Este Supremo Tribunal, en la Casación N.° 05-2007/Huaura40, estableció
que ello, si bien reduce el criterio fiscalizador del Tribunal de Apelación, no lo
elimina. Es que se acepta que existen “zonas abiertas”, accesibles al control.
Se trata de los aspectos relativos a la estructura racional del propio contenido
de la prueba, ajenos en sí mismos a la percepción sensorial del juzgador de
primera instancia, que pueden ser fiscalizados a través de las reglas de la lógica,
la experiencia y los conocimientos científicos41.
d) El Tribunal de Revisión puede examinar la exactitud del resultado de un me­
dio de prueba, comparándolo con lo expuesto acerca de su contenido por el
tribunal sentenciador —interpretación de la prueba—, así como la coherencia
lógica de la declaración, su compatibilidad con otros medios de prueba y,
desde el examen conjunto de la prueba, su interrelación y correspondencia
mutua en orden al juicio de suficiencia probatoria —valoración de la prueba,
aunque cuidando en la prueba personal, solo en sí misma considerada, de no

19 Similar criterio se estableció en el Recurso de Nulidad N.° 1666-2010/Cusco, del 12 de julio del 2011.
10 Casación N.° 5-2007 Huaura, del 11 de octubre del 2007. En relación con las denominadas “zonas
opacas”, se relacionan con los datos expresados por los testigos estrechamente ligados a la inmediación
(lenguaje, capacidad narrativa, expresividad de sus manifestaciones, precisiones en su discurso, etc.)
que no son susceptibles de supervisión y control en apelación; y, por tanto, no pueden ser variados.
11 Este criterio fue ratificado en la Casación N.° 385-2013 San Martín, del 5 de mayo del 2015.

NSTITUTO PACÍFICO 25
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

arribar a un juicio valorativo distinto—42. Sin embargo, el valor probatorio de


las declaraciones testimoniales no fue cuestionado con prueba alguna actuada
en segunda instancia.

B. Delimitación del pronunciamiento


Octavo. En el caso de autos, la imputación fiscal, los agravios que sustentan los recursos
de apelación, los argumentos oralizados en las audiencias de apelación por los sujetos
procesales y lo precisado por la Fiscalía Suprema en lo Penal, se centran esencialmente
en los siguientes argumentos:
8.1. La procesada María del Carmen Villagarcía Valenzuela, en su condición de jueza
penal provisional del Juzgado Penal Liquidador Transitorio de Cusco, realizó la
diligencia de restitución de bienes, el 28 de setiembre del 2012, en la asociación
provivienda La Fortaleza (donde los actores civiles impugnantes señalan se encon­
traban sus inmuebles), cuando debió realizarla en la asociación provivienda Villa
Navidad (donde las sentencias dispusieron se realice la diligencia); es decir, en un
lugar distinto y distante a donde se encontraban los dos bienes a restituir.
8.2. No se valoraron correctamente todas las pruebas actuadas, que acreditan el actuar
doloso de la magistrada Villagarcía Valenzuela en la diligencia de restitución de
bienes; por lo que se configura el delito de abuso de autoridad.
Noveno. Por su parte, la defensa de la acusada Villagarcía Valenzuela señaló que la
diligencia de restitución de bienes se realizó en cumplimiento de dos sentencias firmes y
en el lugar donde se encontraban los bienes a restituir, sin que haya actuado fuera del
marco de sus funciones, por lo que en su conducta no concurren los elementos del tipo
penal de abuso de autoridad. Por lo que corresponde confirmar la sentencia impugnada.

ANÁLISIS DEL CASO


Décimo. Este tribunal, evaluando los argumentos de los impugnantes, de la defensa de
la acusada, lo actuado en juicio oral de apelación y la sentencia impugnada, con relación
a si la procesada Villagarcía Valenzuela realizó dolosamente una conducta que rebasa las
atribuciones que le otorga el ordenamiento jurídico (juicio de subsunción), estimamos que:
a) La diligencia de restitución de bienes se realizó en cui iplimiento de las sentencias
del 30 de abril (folio 1120 del expediente acompañado al presente proceso —en
adelante, expediente acompañado—) y 6 de mayo (folio 1148 del expediente
acompañado) del 2019, que fueron confirmadas a través de la sentencia de vista
del 23 de diciembre del 2019 (folio 1336). Mediante las dos sentencias se dispuso
la restitución de los inmuebles materia de sub litis, a favor de los agraviados Pascual
Ardiles Villafuerte y el Estado-Instituto Nacional de Cultura.
b) La procesada Villagarcía Valenzuela, una vez que asumió competencia para conocer
el caso (folio 1674 del expediente acompañado), ordenó se realicen las actuaciones
judiciales, a su criterio, necesarias para el cumplimiento de dichas sentencias, entre
ellas, la diligencia de restitución de bienes (folio 2316 del expediente acompañado).
Lo descrito pone de manifiesto que actuó en la diligencia de restitución de bienes,
de conformidad con las atribuciones que el ordenamiento jurídico le otorga, esto

42 Apelación N.° 09-2016 Santa, del 12 de octubre del 2017.

26 PARTE II: ABUSO DE AUTORIDAD


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

es, en su condición de magistrada encargada del cumplimiento de las sentencias


dictadas en el Expediente N.° 000696-2007-0-1001-JR-PE-06 y de conformidad
con lo dispuesto en el artículo 4 de la Decreto Legislativo N ° 767-Ley Orgánica
del Poder Judicial.
Decimoprimero. Por su parte, las y los actores civiles impugnantes señalan que el actuar
doloso de la jueza procesada se acredita con la resolución del 10 de enero del 2012 (folio
1859 del expediente acompañado), con la que se dejó sin efecto el nombramiento de
peritos para la identificación de los inmuebles a restituir; sin embargo, ello no corres­
ponde, debido a que:
a) De forma general, los magistrados de Poder Judicial, fundamentando racionalmente
sus decisiones, deben adoptar todas las medidas necesarias y acordes a derecho para
que se cumplan los mandatos judiciales. Con este proceder se garantiza el derecho
a la tutela jurisdiccional de los justiciables, en el componente de efectividad de los
pronunciamientos judiciales.
b) De forma específica —en el caso de autos—, la procesada Villagarcía Valenzuela
expuso en la citada resolución los argumentos, por los cuales estimó que no resultaba
necesaria la actuación, en ejecución de sentencia, de una pericia para identificar
los bienes a restituir.
c) Esta resolución no fue cuestionada por los sujetos procesales, a través de los meca­
nismos internos (recursos o remedios) o externos de evaluación de pronunciamiento
judiciales.
Decimosegundo. Otro aspecto importante a detallar es que la diligencia de restitución
de bienes (folio 2316 del expediente acompañado) fue realizada con participación de
ocho fiscales provinciales y los integrantes de la Defensoría del Pueblo, quienes no deja­
ron constancia de algún cuestionamiento por parte de los ahora presuntos agraviados y
dotaron de legalidad al proceder de la jueza procesada. Por el contrario, en tal diligencia
se dejó constancia (folio 2328 del expediente acompañado) que:

Durante toda la tarde se ha efectuado la restitución [de bienes] con la cola­


boración de los vecinos, quienes en forma voluntaria han procedido a sacar
sus bienes (camas, cocinas, roperos, colchones, mesas, sillas), ayudados
por el personal del Ministerio de la Cultura y la Policía Nacional del Perú.

Decimotercero. Asimismo, se registra en el expediente acompañado al presente proce­


so, que Carlos Alberto Bravo Loayza, después de casi 6 meses, cuestionó la validez de
la diligencia de restitución de bienes, a través del escrito presentado el 11 de marzo del
2013 (folio 2599 del expediente acompañado), en el cual solicitó se declare la nulidad
de dicha actuación judicial. Pedido que fue desestimado a través de la resolución del 24
de mayo del 2013 (folio 2724 del expediente acompañado).
Esta decisión de la jueza procesada, quien concluyó que la diligencia de restitución de
bienes se realizó en el lugar donde debía ejecutarse, fue apelada y confirmada por la
Sala Penal Liquidadora Transitoria de Cusco, mediante la resolución de vista del 31 de
julio del 2013, en la cual —entre otros fundamentos— se precisó que:

INSTITUTO PACÍFICO 27
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

La diligencia de restitución se ha verificado en el terreno materia del


proceso, conforme se tiene de las pruebas obrantes en autos y que han
sido objeto de análisis en la presente resolución, habiéndose verificado la
misma con las garantías procesales, por lo que la resolución materia de
grado ha sido dictada a Ley, en tal virtud merece ser confirmada.

Decimocuarto. Por tanto, la decisión de la Sala Penal Liquidadora Transitoria de Cusco


adquirió la calidad de cosa juzgada; de modo que no puede ser dejada sin efecto, y nin­
guna autoridad o persona puede incumplir lo que en ella se ha dispuesto. Esta garantía y
a la vez derecho fundamental, se encuentra garantizada en los incisos 2 y 13, del artículo
139, de la Constitución Política, y encuentra su desarrollo en diversas normas de nuestro
PARTE ordenamiento, entre ellas, el artículo 4 del Texto Unico Ordenado de la Ley Orgánica
del Poder Judicial.
Decimoquinto. Por otro lado, respecto a los agravios relacionados con la incorrecta
valoración de pruebas, debemos precisar que la Sala Penal Especial valoró:
a) Las declaraciones de los agraviados Alex Hermitaño Luna Rodríguez, Henry Tárraga
Ñahui, Juan Carlos Nauray Flores, Dalmecia Mendoza Góngora, Carlos Alberto
Bravo Loayza (quien actuó como parte en el proceso penal acompañado), Angélica
Alvarez Montes, Gloria Castillo Mamani y Lilia Chullunquia Miranda.
b) Las testimoniales de Dámaso Tapia Saavedra, Pedro Luna Huillca (antropólogo
que participó en la inspección fiscal del 10 de enero del 2007), Faustino Huamán
Callañaupa (bachiller en Arqueología que participó en la inspección fiscal), Gilmar
Fructuoso Cahuata Sequeiros (personal auxiliar), Julio Alejandro Cáceres Valdivia
(técnico judicial), Carmen Rosa Villafuerte Amaga (secretaria judicial), Edilberto
Molina Escobedo (fiscal provincial), Moisés Palomino Tunque y Fortunata Mamani
Mayta (auxiliares judiciales, asistente de la magistrada procesada, que participaron
en la diligencia de restitución del 28 de setiembre del 2012), Edgar Molle Góngora
(exasesor jurídico del Instituto Nacional de Cultura) y Hugo Lorenzo Escalante
Irrazábal (perito judicial que brindo apoyó profesional a la jueza procesada).
c) De oficio y de manera excepcional, la declaración de Aníbal Abel Paredes Matheus
(juez del Segundo Juzgado Penal del Cusco, ahora juez superior), José Manuel
Mayorga Zárate (fiscal de turismo especializado en delitos patrimoniales y arqueoló­
gicos, ahora fiscal superior) y Pascual Ardiles Villafuerte (agraviado en el expediente
acompañado al presente proceso).
De modo que, conforme se anotó en el fundamento séptimo, apartado tercero, de la
presente ejecutoria, este Supremo Tribunal no puede dar una valoración diferente a la
prueba personal antes mencionada, que en el contradictorio fue objeto de inmediación
por la Sala Penal Especial. No obstante, sí podemos efectuar un control del razonamiento
que llevó a cabo el citado órgano jurisdiccional; concluyendo que no se advierte omisión
en la valoración de las pruebas actuadas ni arbitrariedad en la valoración probatoria,
la que constituyó una de las pruebas relevantes para emitir el pronunciamiento de no
responsabilidad por parte de la jueza procesada.
Lo mismo ocurre en relación con las declaraciones brindadas por los peritos oficiales
Henry Lezama Sucapuca y Guido Loayza Aguirre, y por el perito de parte Freddie Cuba

28 PARTE II: ABUSO DE AUTORIDAD


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

Marín, quienes ratificaron el contenido de su dictamen en el juicio oral. Además, se llevó


a cabo el debate pericial de dichos órganos de auxilio judicial.
Decimosexto. Por otro lado, los impugnantes también señalaron que la sentencia re­
currida carece de una debida motivación. Al respecto, advertimos que se garantizó este
derecho y, por conexidad, el derecho a la prueba de los sujetos procesales, debido a
que la decisión recurrida realizó —de forma suficiente, clara y detallada— un análisis
conjunto y razonado de la controversia a dilucidarse, sobre la base de las pruebas de
cargo y descargo actuadas, y analizando la racionalidad de los argumentos del Ministerio
Público, la defensa de la magistrada procesada y de los actores civiles, según se registra
en el fundamento quinto de la sentencia recurrida (folios 1294 a 1328), cuya valoración
y conclusión final es compartido por este tribunal.
r PARTE
Por las razones expuestas, no se ha acreditado el actuar doloso de la procesada Villagar-
cía Valenzuela, de modo que no se configura el delito de abuso de autoridad que se le
imputa, por lo que este extremo de la sentencia recurrida debe ser confirmado.
Decimosétimo. Ahora bien, con relación a la reparación civil solicitada por los actores
civiles, la Sala Penal Especial indicó que no cabe duda de que la demolición de viviendas
generó perjuicios patrimoniales y extrapatrimoniales, pero ello obedece a la ejecución
forzada de dos sentencias que tienen la calidad de cosa juzgada y que, de haberse eje­
cutado oportunamente y de forma pacífica por parte de los sentenciados Carlos Alberto
Bravo Loayza y Dámaso Tapia Saavedra, no habría generado perjuicio alguno. Por ello,
concluyó que no corresponde disponer el pago alguno por este concepto.
Este criterio es compartido por este tribunal, pues no se han acreditado los elementos
de la responsabilidad civil, a efectos de imputar a la acusada un resultado que generó
daños. Además, la demolición de inmuebles se encuentra dentro del riesgo permitido
que genera la ejecución de sentencias condenatorias.
En relación con este punto, se advierte que la Sala Penal Especial concluyó que no
corresponde disponer el pago de la reparación civil solicitada por los actores civiles; sin
embargo, no precisó ello en la parte resolutiva de la sentencia recurrida. Por tal motivo,
corresponde que sea integrado en su parte resolutiva de la presente ejecutoria43.
Decimoctavo. Finalmente, parte de los actores civiles cuestionaron la imposición de costas
procesales por parte de la Sala Penal Especial; no obstante, ello se realizó en cumpli­
miento de lo dispuesto en el literal a, del inciso dos, del artículo 501, del Código Procesal
Penal. Este órgano jurisdiccional fundamentó por qué consideró que los impugnantes
actuaron con temeridad, cuyo criterio es compartido por este tribunal. De modo que no
se transgredieron los derechos que estos sujetos procesales alegan.

Condena de costas
Decimonoveno. Al no existir razones para exonerar a los actores civiles impugnantes de
la condena de las costas, por interponer los recursos de apelación sin resultado favorable,
corresponde imponer el pago de este concepto, según lo dispuesto en el inciso dos, del
artículo 504, del Código Procesal Penal.

43 El artículo 370 del Código Procesal Civil establece que la Sala Superior puede integrar la sentencia
apelada en la parte decisoria, si la fundamentación aparece en la parte considerativa.

INSTITUTO PACÍFICO 29
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

DECISIÓN
Por estos fundamentos:
I. Por mayoría, confirmaron la sentencia del 16 de diciembre del 2016 (folios 1262 a
1335), que absolvió a María del Carmen Villagarcía Valenzuela, en su condición de
jueza penal provisional de Cusco, de la acusación fiscal formulada en su contra por
la presunta comisión del delito contra la Administración pública, en la modalidad de
abuso de autoridad, en perjuicio del Estado (representado por el procurador público
encargado de los Asuntos Judiciales del Poder Judicial), Carlos Alberto Bravo Loayza,
Juan Carlos Nauray Flores, Henry Tárraga Ñahui, Gloria Castillo Mamani, Gladys
Haydee Peña Campos, Sabina Quispe Huanca, Dalmecia Mendoza Góngora, Gui­
llermina Mondaca Rodríguez, Juan Carlos Rojas Parra, Gloria García Apaza, Lilia
Chullunquia Miranda, Ketty Lazarte Esteban, Christian Ornar Mena Quecaño, Yaneth
Blanca Condori Mamani, Virgilio Quispe Yallercco, Hernán Condori Mamani, Darcy
Quispe Cruz, Alicia Aller Huillca, Yovana Mamani Condori y María Cleofe Jiménez
Huamán, e impuso a los actores civiles el pago de las costas procesales.
II. Por mayoría, integraron la sentencia del 16 de diciembre del 2016(folios 1262 a
1335), en el extremo que declararon infundado el pedido de reparación civil for­
mulado por los actores civiles Gloria Castillo Mamani, Yovana Mamani Condori,
María Cleofe Jiménez Huamán, Juan Carlos Rojas Parra, Carlos Nauray Flores,
Henry Tárraga Ñahui, Carlos Alberto Bravo Loayza, Gladys Haydee Peña Cam­
pos, Sabina Quispe Huanca, Dalmecia Mendoza Góngora, Guillermina Mondaca
Rodríguez, Gloria García Apaza, Lilia Chullunquia Miranda, Ketty Lazarte Esteban,
Christian Ornar Mena Quecaño, Yaneth Blanca Condori Mamani, Virgilio Quispe
Yallercco, Hernán Condori Mamani, Darcy Quispe Cruz y Alicia Aller Huillca.
III. Por mayoría, condenaron a Gloria Castillo Mamani, Yovana Mamani Condori, Ma­
ría Cleofe Jiménez Huamán, Juan Carlos Rojas Parra, Carlos Nauray Flores, Henry
Tárraga Ñahui, Carlos Alberto Bravo Loayza, Gladys Haydee Peña Campos, Sabina
Quispe Huanca, Dalmecia Mendoza Góngora, Guillermina Mondaca Rodríguez, Glo­
ria García Apaza, Lilia Chullunquia Miranda, Ketty Lazarte Esteban, Christian Ornar
Mena Quecaño, Yaneth Blanca Condori Mamani, Virgilio Quispe Yallercco, Hernán
Condori Mamani, Darcy Quispe Cruz y Alicia Aller Huillca al pago de las costas por
la presentación de sus recursos; en consecuencia, cumpla el juez de Investigación
Preparatoria correspondiente con realizar la liquidación y requerimiento de pago.
IV. Dispusieron que la presente sentencia sea leída en audiencia pública por intermedio
de la Secretaría de esta Suprema Sala Penal y se notifique la misma a las partes
apersonadas en esta instancia; además, se archive el cuadernillo.
Intervinieron los jueces supremos Castañeda Espinoza y Sequeiros Vargas por licencia e im­
pedimento de los jueces supremos Prado Saldarriaga y Balladares Aparicio, respectivamente.
S. S.
BARRIOS ALVARADO
CASTAÑEDA OTSU
SEQUEIROS VARGAS
PACHECO HUANCAS

30 PARTE II: ABUSO DE AUTORIDAD


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

El voto singular del juez supremo Castañeda Espinoza es como sigue:


Lima, 8 de agosto del 2019

Delimitación del pronunciamiento


Primero. Es materia de pronunciamiento la sentencia de fecha 16 de diciembre del 2016
que absolvió a la magistrada María del Carmen Villagarcía Valenzuela, en su condición
de jueza penal (p) de Cusco de la acusación fiscal formulada en su contra por la presun­
ta comisión del delito contra la Administración pública, en la modalidad de abuso de
autoridad en perjuicio del Estado y de los actores civiles recurrentes.
1.1. El argumento central tanto del representante del Ministerio Público y de los actores
civiles impugnantes sostienen que la sentencia absolutoria recurrida vulnera su
PARTE
derecho a la motivación de resoluciones judiciales —entre otros derechos—, en
razón de que el Colegiado Superior no valoró correctamente las pruebas actuadas
ni fundamentó porqué absolvió a la procesada María del Carmen Villagarcía Va­
lenzuela de la acusación fiscal formulada en su contra, por la presunta comisión del
delito contra la Administración pública, en la modalidad de abuso de autoridad.

Análisis del caso


Segundo. Previamente se debe señalar que en un Estado de derecho el funcionario
público desempeña sus funciones conforme lo dispone la ley y no conforme a su libre
voluntad y/o discrecionalidad. El funcionario público procederá arbitrariamente cuando
extralimita sus atribuciones legalmente establecidas44.
Al respecto, la Corte Suprema se ha pronunciado:

[E]i Estado peruano a ciertas personas por sus conocimiento o prepa­


ración o elección les otorga una función o un cargo público para actuar
en su representación organizando o dirigiendo a sus administrados,
por ende les otorga un poder que no es ilimitado, pues este poder
público no puede ser entendido como la omnipotencia, sino que se
sujeta a la constitución y a la ley45

Tercero. El magistrado que suscribe aprecia de todo lo actuado en la carpeta judicial y la


resolución absolutoria impugnada, que el razonamiento esgrimido por la Sala Superior
no resulta suficiente para garantizar el derecho a la motivación de resoluciones judiciales,
que exige al juez exteriorizar el proceso mental que conduce en un caso determinado
para establecer su decisión, sea en forma positiva o negativa del derecho reclamado, en
consideración a lo siguiente:
3.1. No se puede soslayar que el derecho a la motivación de resoluciones judiciales está
consagrado en el artículo 539, inciso 5, de la Constitución Política del Perú, que
garantiza que los órganos judiciales expresen las razones o justificaciones objetivas
que lo llevan a tomar determinada decisión.

44 SALINAS Siccha, Ramiro, Delitos contra la Administración pública, 3.a ed., Lima: Grijley, 2014, p. 179.
45 Ejecutoria Suprema R.Q. N.° 313-2012 de fecha 6 de mayo del 2013.

INSTITUTO PACÍFICO 3
DEUTOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

3.2. Con relación a este derecho, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en el


caso Apitz Barbera y otros vs. Venezuela46, precisó que:

77. La corte ha señalado que la motivación es la exteriorización de la


justificación razonada que permite llegar a una conclusión. El deber
de motivar las resoluciones es una garantía vinculada con la correcta
administración de justicia, que protege el derecho de los ciudadanos
a ser juzgados por las razones que el Derecho suministra, y otorga
credibilidad de las decisiones jurídicas en el marco de una sociedad
democrática.
78. El tribunal [también] ha resaltado que las decisiones que adopten los
PARTI órganos internos que puedan afectar derechos humanos deben estar
debidamente fundamentadas, pues de lo contrario serían decisiones
arbitrarias. En este sentido, la argumentación de un fallo debe mostrar
que han sido debidamente tomados en cuenta los alegatos de las
partes y que el conjunto de pruebas ha sido analizado. Asimismo,
la motivación demuestra a las partes que estas han sido oídas y, en
aquellos casos en que las decisiones son recurribles, les proporciona
la posibilidad de criticar la resolución y lograr un nuevo examen de
la cuestión ante las instancias superiores.
Por todo ello, el deber de motivación es una de las debidas garantías
incluidas en el artículo 8.1 [de la Convención Americana sobre Dere­
chos Humanos] para salvaguardar el derecho a un debido proceso.

3.3. La Sala Penal Permanente, en el Recurso de Nulidad N.° 1163-2017/Junín, del 25


de junio del 2018, señaló que:

El cumplimiento al deber de motivación se produce cuando el tribunal


exprese las razones concretas por las que arriba a determinada conclusión
realizando el debido juicio de tipicidad con base en las pruebas actuadas
en juicio. El deber de motivación también demanda al tribunal la expre­
sión de la razón de absolución, sea atipicidad, insuficiencia probatoria,
absolución por duda u otro.

3.4. En ese entender sostengo que:


a) La motivación de las resoluciones judiciales, como garantía de los derechos
de las personas, vinculada con la correcta administración de justicia, protege
el derecho de los ciudadanos a ser juzgados por las razones que el Derecho
suministra y otorga credibilidad y racionalidad a las decisiones del Poder
Judicial, en el marco de una sociedad democrática.
b) La argumentación de una resolución judicial debe mostrar que (i) existe con­
gruencia entre lo solicitado y lo resuelto, (ii) por sí misma exprese una clara y
suficiente justificación de la decisión adoptada, (iii) los alegatos de las partes
fueron tomados en cuenta y (iv) se valoraron de forma conjunta y razonada

46 Disponible en http ://www. corteidh. or. cr/docs/casos/articulos/seriec_l 82 esp .pdf.

32 PARTE II: ABUSO DE AUTORIDAD


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

todas las pruebas actuadas; ello, a su vez, otorga a los justiciables la posibilidad
de impugnar las decisiones judiciales.
c) Toda decisión que carezca de una motivación adecuada, suficiente y con­
gruente, en los términos precedentemente expuestos, constituye una decisión
arbitraria.
Cuarto. En el presente caso objetivamente no se garantizó el derecho a la motivación de
resoluciones judiciales y la prueba actuada de los sujetos procesales —en los términos
ampliamente expuestos—, en razón de que la decisión recurrida no realiza, de forma
suficiente, clara y detallada, un análisis conjunto y razonado de la controversia a dilu­
cidarse; esto es, si se realizó la diligencia de restitución de los bienes usurpados en los
predios debidamente delimitados o definidos o en lugares distintos a los señalados en la PARTE
sentencia; sobre la base de las pruebas de cargo y descargo actuadas, y analizando la
racionalidad de los argumentos del Ministerio Público, la procesada María del Carmen
Villagarcía Valenzuela y los actores civiles impugnantes.
4.1. La esencia del debate se encuentra en determinar si las sentencias emitidas en el
Expediente N.° 000696-2007-0-1001-JR-PE-06, de fechas 30 de abril del 2009
(Resolución N.° 86) y del 6 de mayo del año 2009 (Resolución N.° 88) seguido
contra Carlos Alberto Bravo Loayza por el delito de usurpación agravada, en
agravio de Pascual Ardiles Villafuerte, y contra el mismo sentenciado por el delito
contra el patrimonio cultural en la modalidad de inducción a la comisión de aten­
tados contra monumentos arqueológicos prehispánicos, en perjuicio del Estado
peruano, se realizaron o se ejecutaron en sus propios términos señalados en las
dos sentencias fijadas en base al acta de constatación y verificación fiscal y al acta
de diligencia judicial respectivamente; según lo dispuesto en el artículo cuarto de
la Ley Orgánica del Poder Judicial, y para, si ello era necesario que se realice una
pericia para identificar los bienes sobre los cuales se discutió en dicho proceso. Ello
no fue objeto de un análisis y valoración detallada en la sentencia recurrida.
4.2. Al respecto de lo actuado en el juicio oral y de las copias documentales introducidas
en el debate y de los alegatos de la parte agraviada, se advierte que la magistra-
da interviniente, una vez promovida a jueza penal liquidadora, dejó sin efecto el
nombramiento de peritos judiciales que dispuso el juez de ejecución anterior y, sin
requerir a las partes su cumplimiento en el plazo de ley, señaló fecha y hora para
la diligencia, y procedió a llevar adelante la restitución del inmueble, destruyendo
los enseres y utensilios que se encontraban en el lugar, y demoliendo las viviendas
construidas en dicho perímetro, pertenecientes a los actores civiles reclamantes
(como se aprecian de las vistas fotográficas adjuntadas y del CD visualizado al
momento del alegato final por la defensa de los afectados).
Quinto. En tal sentido, antes de ejecutar las sentencias, resultaba evidente que era ne­
cesario la actuación de una prueba pericial para identificar exactamente los bienes que
debían ser restituidos a las agraviadas y los agraviados, por cuanto al momento del acta
de constatación y verificación fiscal y del acta de inspección ocular practicado en el año
dos mil siete, estas se realizaron en terrenos de sembríos agrícolas (área libre y pastizal),
conforme a las fotografías tomadas en dicho acto y que obra en autos. Por ello, el juez
de ejecución penal —que asumió el cargo con anterioridad a la ahora procesada—, es­
tando al tiempo transcurrido, dispuso la actuación de una pericia y nombró a los peritos

INSTITUTO PACÍFICO 33
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

judiciales encargados de realizar ello, a través de las resoluciones del 26 de abril (folio
1621 del expediente acompañado) y 9 del 2011 (folio 1635 del expediente acompañado),
para los efectos de realizar la diligencia de restitución de bienes; decisión que fue deja­
da sin efecto por la hoy magistrada procesada, mediante la resolución del 10 de enero
del 2012 (folio 1859 del expediente acompañado). Incluso, el juez de ejecución penal
que asumió la causa después de la magistrada procesada que realizó la diligencia de
restitución, dispuso que se designen dos peritos ingenieros civiles para efectuar la pericia
que determine el área correcta y específica a ser restituida, mediante resolución del 8 de
noviembre del 2013 (folio tres mil tres del expediente acompañado).
5.1. Asimismo, debe tenerse presente conforme se describe en la sentencia recurrida
expedida por la Segunda Sala de Apelaciones del Cusco, que en la diligencia de
restitución se dispuso la detención de todas las personas hoy reclamantes, incluido
a su abogado conforme aparece de la declaración transcrita del abogado Alex
Ermitaño Luna Rodríguez y de los agraviados Juan Carlos Nauray Flores, Henry
Tárraga Nahui, Naumecio Mendoza Góngora, Lilia Chuyunquilla Miranda y otros,
quienes afirman que la jueza abusando de su cargo y sin dar ninguna explicación
hizo la demolición de sus casas y enseres en forma violenta con el resguardo de
más de mil policías, sin haber determinado el área usurpada; versiones que están
corroboradas con las testimoniales de Dámaso Tapia Saavedra, Pedro Luna Huilca,
Faustino Huamán Callañaupa, Irma Fructuosa Cahuata Sequeiros, Julio Alejandro
Cáceres Valdivia, Rosa Villafuerte Aliaga, quienes refieren que el lugar, materia de
desalojo, estaba siendo ocupado por dos asociaciones de vivienda “La Fortaleza”
y “Villa Navidad”, divididos por ciento cincuenta metros en línea recta, precisando
que la primera asociación que ocupaba el inmueble no era parte del proceso por
delito de usurpación; igualmente los peritos asistentes al juicio señalaron que no
podían determinar exactamente el área restituida, pese a ello se llevó a cabo la
diligencia causando daños y perjuicios a los actores civiles reclamantes, extremos
que no han sido analizados por la recurrida.
5.2. De otro lado es cierto, todo mandato judicial debe ser cumplido en sus propios
términos, según establece el artículo cuarto de la Ley Orgánica del Poder Judicial,
pero ello debe realizarse respetando y garantizando los derechos de las partes del
proceso. En el caso de autos, debió evaluarse e identificar previamente los bienes
que restituirá debido al tiempo transcurrido de cinco años de la diligencia fiscal y
judicial, y luego requerir la devolución de los mismos; lo que no se ha cumplido
y que no fue evaluado en la sentencia impugnada (por haber dejado sin efecto la
pericia para establecer el área materia de restitución). Asimismo, no se analizó la
tipicidad objetiva y subjetiva del delito juzgado y la conducta desarrollada y atribuida
a la procesada María del Carmen Villagarcía Valenzuela (si actuó en forma doloso
o con infracción de deber), excediéndose de las facultades otorgadas por ley y a
la luz de ello evaluar si la conducta se configura o no como en los supuestos del
delito de abuso de autoridad (comete u ordena un acto arbitrario). Lo que no se
ha cumplido menos fue valorado en la sentencia impugnada.
Sexto. En conclusión, considero que corresponde declarar la nulidad de la sentencia
impugnada y ordenar se realice un nuevo juicio oral, por parte de otro Colegiado, donde
se tenga en consideración lo expuesto en la presente resolución y evalué razonadamente

34 PARTE II: ABUSO DE AUTORIDAD


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

los argumentos expuestos por los sujetos procesales, a fin de garantizar sus derechos a
la motivación de resoluciones judiciales, prueba (en su componente de valoración con­
junta y razonada de las pruebas de cargo y descargo actuadas) y tutela jurisdiccional (en
su componente de obtener una sentencia fundada en Derecho). Asimismo, debo dejar
constancia que el presente pronunciamiento no implica un adelanto de opinión, sobre
si se debe condenar o absolver a la procesada María del Carmen Villagarcía Valenzuela,
sino que se garantice la emisión de un fallo justo y debidamente motivado.

DECISIÓN
Por estos fundamentos, mi voto es porque:
Se declare nula la sentencia del 16 de diciembre del 2016 (folio 1262 a 1335), que r PARTE

absolvió a María del Carmen Villagarcía Valenzuela de la acusación fiscal formulada


en su contra, por la presunta comisión del delito contra la Administración pública, en la
modalidad de abuso de autoridad, en perjuicio del Estado y otros, e impuso a las y los
actores civiles el pago de las costas procesales, y se ordene la realización de un nuevo
juicio oral, por parte de otro Colegiado, teniendo en cuenta lo expuesto en la presente.
S. CASTAÑEDA ESPINOZA.

INSTITUTO PACÍFICO 35
CONCUSION
Parte III

EL ANÁLISIS JURÍDICO DEL DELITO DE


CONCUSIÓN EN EL PERÚ

Jelio Paredes Infanzón*


Universidad Nacional Federico Villarreal

SUMARIO: 1. Introducción - 2. Antecedentes históricos de la concusión-


3. Clasificación de la concusión - 4. Naturaleza jurídica del delito de concu­
sión- 5. Análisis jurídico del delito de concusión en el Código Penal peruano-
6. Jurisprudencia - 7. Referencias bibliográficas.

1. Introducción
El Estado es la institución fundamental y básica, para el funcionamiento de un
país, y, en el escenario actual del siglo XXI, el Estado un rol protagónico. Son los
servidores y funcionarios públicos que a través de su labor cotidiana protegen,
cautelan, vigilan y optimizan el uso adecuado de los recursos públicos, debiendo
actuar en la función pública con probidad, respeto, neutralidad, transparencia,
discreción, entre otros valores.
Los servidores públicos tienen responsabilidades administrativas, civiles y pe­
nales, según sea el caso, cuando incurren en una conducta que vulnera la ley
de la materia específica.
El legislador peruano ha regulado los delitos contra la Administración pública
en el libro II, título XVIII, en el capítulo II, específicamente Delitos cometidos por
funcionarios públicos.
El rasgo distintivo de estos delitos es que el sujeto activo es un funcionario o
servidor público, quien es un autor específico, cuyo comportamiento ha sido
incumplir los deberes inherentes al cargo que ejercen.
En la sección II del capítulo referido tenemos el delito de concusión, entre los
arts. 382 al 386 del Código Penal. Se debe precisar que el Código Penal peruano
denomina delitos de concusión a cuatro figuras penales como son: la concu­
sión, art. 382; cobro indebido, art. 383; colusión simple y agravada, art. 384;

Doctor en Derecho. Abogado por la Universidad Nacional Federico Villarreal. Doctor en Derecho y Ciencia
Política por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Juez superior titular de la Corte Superior de
Justicia de Ayacucho. Autor de los libros: Delitos contra la fe pública y Delitos contra el patrimonio.

INSTITUTO PACÍFICO 39
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

patrocinio ilegal, art. 385. Por su parte, el art. 386 del CP aborda la extensión
de punibilidad referida en los arts. 384 y 385.
En el presente análisis jurídico, abordaremos específicamente el delito de con­
cusión, tipo base, referido en el art. 382 del Código Penal.

2. . Antecedentes históricos de la concusión


Se debe hacer presente que el legislador peruano que elaboró el Código Penal
de 1991 tipificó por primera vez el delito de concusión en el Código Penal, los
códigos penales de 1863 como el de 1924 no la regularon.
El delito de concusión ha tenido un desarrollo histórico en la humanidad para
considerarse tal como es ahora. Este forma parte de la historia del derecho penal
especial, veamos cómo fue su avance.
Etimológicamente, la palabra “concusión” es un vocablo que deriva del latín
concutio, concussio o concutere, cuyo significado es el de sacudir o agitar vo­
luntariamente1.
PARTE
Agrega Rojas Vargas12 que en la semántica latina se trata de un verbo
transitivo, es decir, de amplio significado, pues designa tanto a acciones
singulares focalizadas en función a personas, como a conmociones po­
líticas. Es en la primera acepción que dicho término fue ganando posi-
cionamiento en el ámbito jurídico. Originalmente se usó en el lenguaje
popular para “representar la idea de sacudir un árbol para hacer caer y
recoger sus frutos”.
Sánchez Franco3, refiriéndose a la concusión en Roma, indica que la
misma no era distinguida con claridad con otras figuras como el “cohe­
cho”, sino que a ambas se les aplicaba el mismo principio genérico de
crimen repetundarum, bajo el título de la concusión en sentido genérico,
se comprendían diversos fenómenos que generaban corrupción en contra
el sistema de justicia en el derecho romano.
Cuando Roma extendió sus conquistas, la concusión era frecuente, de
manera especial en los territorios conquistados, cuyos habitantes eran
víctimas de este delito cometido por funcionarios romanos, quienes
desempeñaban sus funciones ad honorem. En el Imperio se designó
como concusión el acto del funcionario público que, fingiendo órdenes
o asumiendo formas o ventajas de cargos superiores, infundía temor a
los particulares para así obtener utilidades4.
El crimen repetundarum era sancionado por múltiples leyes como: Cal-
purnia, Junia, Servilla, Glaucia, Cornelia y Julia.

En el caso del Perú, debemos indicar que el delito de concusión recién se tipificó
en el Código Penal de 1991.

1 ROJAS Vargas, Fidel, Delitos contra la Administración pública, Lima: Grijley, 2002, p. 231.
2 ROJAS Vargas, Delitos contra la Administración pública, ob. cit., p. 231.
3 SALAS Franco, Alfredo, El delito de concusión, cobro ilegal de impuestos, Puebla: O.G.S. Editores S.A.
de C.V, 2001, p. 15.
4 DURAN Ponce, Augusto, “Concusión”, en La Hora Loja, Lima: noviembre del 2018. Recuperado de
<https://bit.ly/2SlQulT>.

40 PARTE III: CONCUSIÓN


JELIO PAREDES INFANZÓN

La fuente extranjera que sirvió de modelo es el art. 317 del Código Penal
italiano de 1930, reformado por Ley 86 del 26 de abril de 1990, con hilo
de continuidad en los arts. 169 y 170 del Código de 18895.

3. Clasificación de la concusión
CARRARA y CARMIGNANI, citado por ROJAS VARGAS6, distingue dos clases de
concusión que nosotros didácticamente señalamos:

Concusión propia e impropia Concusión explícita e implícita


Aquí la distinción está hecha ya no en atención a! sujeto
que delinque, sino en función a la naturaleza del medio
Según sea un funcionario o un particular el que
empleado. Así, será explícita la concusión cuando el
obligue, exija o induzca a la entrega del bien,
funcionario hace uso de su poder o de su calidad para
dinero o beneficio. Esta clasificación hecha en
que por medio de amenazas o exigencias de la víctima,
base a elementos de la extorsión, exacción y
le dé o prometa dar. Mientras que la concusión será
estafa no goza en la actualidad de aceptación,
implícita cuando haga uso de subterfugios, engaños, in­
por cuanto los códigos modernos tratan a la —
ducciones a error para lograr igual propósito de dación
denominada por Carrara— concusión impropia
o promesa de bien, dinero o beneficio económico. Esta
en el rubro común de la extorsión.
clasificación es válida y ha sido acogida por numerosas
legislaciones penales. PARTE I

DURAN PONCE7 indica que la concusión explícita es cuando:

[U]n funcionario público amenaza de manera abierta a otra persona sin


darle dinero. Por su parte, la concusión implícita, se da cuando el funcio­
nario público engaña de manera oculta a otra persona para hacerle creer
que el dinero solicitado no es algo indebido.

Por otro lado, debemos tener en cuenta como dos formas de concusión la
concusión básica y la exacción ilegal.

Concusión básica
Es de contenido genérico Es de contenido específico
Es un modelo especial de abuso de poder orientado Toma como objeto del delito a las contribuciones,
a obtener provecho o utilidad económica ¡legítima, ya impuestos, sueldos o emolumentos y no requiere
sea mediante el temor (amenaza de un mal), enga­ necesariamente del provecho económico perso­
ño, presión, compulsión o el uso de la fuerza física, nal como elemento típico constitutivo.
y donde el que ejecuta la acción ¡lícita se vale de su El delito de exacción ¡legal está tipificado en el
función, cargo o empleo para el logro de su propósito. Código Penal peruano, como delito de cobro
El delito de concusión está tipificado en el art. 382 del indebido, en el art. 383:
Código Penal peruano: El funcionario o servidor público que, abusando
El funcionario o servidor público que, abusando de de su cargo, exige o hace pagar o entregar
su cargo, obliga o induce a una persona a dar o contribuciones o emolumentos no debidos o
prometer indebidamente, para sí o para otro, un bien en cantidad que excede a la tarifa legal, será
o un beneficio patrimonial, será reprimido con pena reprimido con pena privativa de libertad no menor
privativa de libertad no menor de dos ni mayor de ocho de uno ni mayor de cuatro años e inhabilitación,
años; inhabilitación, según corresponda, conforme a según corresponda, conforme a los incisos 1, 2
los incisos 1, 2 y 8 del art. 36; y, con ciento ochenta a y 8 del art. 36.
trescientos sesenta y cinco días-multa.

5 ROJAS Vargas, Delitos contra la Administración pública, ob. cit., p. 240.


6 Ibid., pp. 233 y 234.
7 DURAN Ponce, “Concusión”, art. cit. Recuperado de <https://bit.ly/2ErSpoD

INSTITUTO PACÍFICO 4
DEUTOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

4. Naturaleza jurídica del delito de concusión


En el delito de concusión el agente, el servidor o funcionario público, actúa do­
losamente, abusando del cargo, extralimitándose, excediendo sus obligaciones.
Siendo los verbos rectores obligar o inducir.
- Obliga, impone, coacciona, exige a una persona a dar o prometer inde­
bidamente un bien, para sí o para otro.
- Induce, persuade, impulsa, anima a una persona a dar o prometer inde­
bidamente un bien, para sí o para otro.
En sí, el agente con su conducta genera miedo a la víctima, esta accede, per­
mite, por el temor.

CARRARA sostenía que en la concusión se da el hecho de obtención de lucro


por medio del temor de la realización de un acto de autoridad causado
contra la víctima por el que está investido de poder oficial, patentiza un
concepto histórico de concusión que hizo exclusivo el temor como medio
PARTE III 1 facilitador y a la autoridad como único sujeto activo del delito8.
En el delito de concusión, nos hallamos ante un tipo especial de abuso del
cargo, orientado a la obtención ilícita de bienes o beneficios patrimoniales
mediante el uso de la coacción y del convencimiento, en tanto medios
facilitadores de la consumación típica del delito. Se trata así de un ámbito
de delincuencia facilitada en uno de sus extremos por el denominado
metus publicas potestais (miedo al poder público) que el sujeto activo se
esfuerza por lograr9.
En si la característica especial del delito de concusión subyace en que el
servidor público abusa del cargo para obligar o inducir a una persona a
dar o prometer indebidamente un bien o beneficio patrimonial para sí
o para otro10.
La Corte Suprema de Justicia de la República, respecto al delito de con­
cusión, ha indicado lo siguiente:
El delito de concusión es uno de consumación mixta, de resultado y
actividad (que no descarta la modalidad omisiva en el supuesto de la
inducción), y que contiene dos modalidades básicas: la de concusión
mediante constricción (violencia o amenaza) y mediante inducción o
convencimiento; por ello, los núcleos rectores posibilitan, técnicamente,
la presentación de las dos siguientes modalidades o supuestos típicos:
a) Obligar a una persona a dar o prometer, b) Inducir a una persona
a dar o prometer, por lo que ambas modalidades tienen un sistema de
consumación doble. En el primer caso, el delito se consuma en dos mo­

8 ROJAS Vargas, Delitos contra la Administración pública, ob. cit., p. 236.


9 REGALADO Rodríguez, Josué Pedro, Informe de suficiencia profesional de expediente, trabajo de su­
ficiencia profesional para optar el grado académico de abogado, Chimbóte: Universidad San Pedro,
2017. Recuperado de <https://bit.ly/2PvPkuc>.
10 Torres Pachas, David; Julio Rodríguez Vásquez y Erik Guimaray Morí, “La conducta prohibida en
el delito de colusión. Proyecto anticorrupción del IDEHPUCP”. Recuperado de <https://bit.ly/2S8os-
BQ>.

42 PARTE III: CONCUSIÓN


JEUO PAREDES INFANZÓN

mentos distintos, al verificarse o producirse la entrega del bien o beneficio


mediante compulsión (delito de resultado), o al producirse la promesa
(delito de simple actividad). Idéntica situación ocurre en el segundo caso
o supuesto típico11.
Este delito también se origina cuando se le pide dinero para favorecerlo
con una decisión judicial o administrativa. Por ejemplo: dejarlo en libertad,
darle prisión domiciliaria o disminuirle la pena de prisión11 12.
Por su parte, en Colombia, la Corte Suprema de Justicia ha señalado
los elementos que estructuran el tipo penal de concusión, que son los
siguientes: a) Sujeto activo calificado: servidor público; b) Abuso del cargo
o de las funciones; c) Empleo de actos de constreñimiento, inducción o de
solicitud; d) Entrega o promesa indebidas de dinero u otra utilidad hechas
al funcionario o a un tercero; e) Nexo causal entre el acto del funcionario
y la promesa de dar o la entrega de dinero o utilidad indebidos13.

5. Análisis jurídico del delito de concusión en el Código Penal peruano rPARTE

5.1. Base legal


Artículo 382. Concusión
El funcionario o servidor público que, abusando de su cargo, obliga o
induce a una persona a dar o prometer indebidamente, para sí o para otro,
un bien o un beneficio patrimonial, será reprimido con pena privativa de
libertad no menor de dos ni mayor de ocho años; inhabilitación, según
corresponda, conforme a los incisos 1, 2 y 8 del art. 36; y, con ciento
ochenta a trescientos sesenta y cinco días-multa.

5.2. Bien jurídico protegido


Respecto al bien jurídico protegido en el delito de concusión, la doctrina y la
jurisprudencia han considerado a la propia Administración pública, con matices
particulares de la misma.

El bien jurídico protegido es el fin prestacional que cumple la Administra­


ción pública de acuerdo a nuestra Constitución. El objeto del bien jurídico
es la legalidad del ejercicio de la función pública. De esta manera, el
funcionario público que comete el delito de concusión afecta la legalidad
de los servicios públicos, ya que abusa de su cargo para satisfacer fines

11 ALVARADO YANAC, Juan, Vademécum penal, Lima: Grijley, 2019, p. 902; R. N. N ° 1615-2013 Ayacu-
cho.
12 OSORIO, Karin, ¿En qué consiste el delito de “concusión”? El Ministerio Público te lo explica. Recupera­
do de <https://bit.ly/35Inhgo>.
13 ARDILA LONDOÑO, Alba Inés, El delito de concusión en la doctrina y en la jurisprudencia de la Corte
Suprema de Justicia. Recuperado de <https://bit.ly/2tsAdsN>.

INSTITUTO PACÍFICO 43
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

privados mediante la incidencia en la voluntad del particular. En otras


palabras, las potestades públicas no le son conferidas al funcionario para
que este se aproveche de ellas y obtenga ventajas privadas a través del
constreñimiento de la voluntad del particular14.
Luyo Clavijo15 indica que sin embargo, atendiendo a la conducta des­
plegada por el agente en la comisión de este ilícito, se debe reconocer el
bien jurídico lesionado no solo gira en torno a la Administración pública,
sea como legalidad estatal, sea como expectativa ciudadana de su cum­
plimiento, sino que además se coacta la libertad del administrado que es
obligado a entregar un beneficio patrimonial al agente del delito o a un
tercero. Así, podemos decir que estamos ante un delito pluriofensivo en
el que además se vulnera la libertad personal.

GÓMEZ Méndez y GÓMEZ PAVAJEAU16, citados por LONDOÑO, refiriéndose al bien


jurídico protegido del delito de concusión indican:

[E]l objeto jurídico propio de la concusión es múltiple, como quiera que


PARTI
se protege no solo la Administración pública, sino también, en forma
eventual, el patrimonio económico y la autonomía personal: en relación
con la primera, se pretende salvaguardar y preservar no solo su buena
imagen, sino la rectitud que debe (y tiene) que presidir la actuación
de los servidores públicos. En relación con lo segundo, se dice que, a
través de la recriminación de esta conducta, se busca proteger no solo
la libertad, la autonomía de los coasociados, que no debe ni puede ser
limitada ni coartada, y mucho menos por parte de los mismos servidores
públicos; sino también, en la medida en que el servidor de su cargo o de
sus funciones abusa, pretende obtener una utilidad indebida, proteger el
patrimonio económico de los mismos coasociados, que por tal vía podría
ser esquilmad.

Rojas Vargas17 señala que:

[L]a doctrina contemporánea ofrece consenso al admitir que si bien el


sujeto principal de la tutela penal lo constituye la Administración pública,
se está protegiendo también, de modo derivado, los intereses del particular
lesionado en su libre determinación e intereses patrimoniales.

Por su parte, la Corte Suprema de Justicia de la República, refiriéndose al bien


jurídico protegido en el delito de concusión, sostiene lo siguiente:

14 Torres Pachas; Rodríguez Vásquez y Guimaray Morí, “La conducta prohibida en el delito de colu­
sión. Proyecto anticorrupción del IDEHPUCP”, art. cit. Recuperado de <https://bit.ly/35y6CMB >.
15 Luyo Clavijo, Christian, “Diferencias entre el delito de extorsión y el delito de concusión”, I ima
16 GÓMEZ Méndez, Alfonso y GÓMEZ Pavajeau, en LONDOÑO, Ardila, El delito de concusión en la doctrina
y en la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia. Recuperado de <https://bit.ly/2rMEW81>.
17 ROJAS Vargas, Delitos contra la Administración pública, ob. cit., p. 241.

44 PARTE III: CONCUSIÓN


JELIO PAREDES INFANZÓN

Que el delito de concusión tutela el recto y regular funcionamiento de


la Administración pública, y protege, por ende, la corrección y probidad
de los funcionarios públicos que ejercen funciones al interior de aquella.
Además, con independencia de los dos verbos rectores que importan
dos modalidades de la conducta punible (obligar o inducir), el elemento
central del tipo legal estriba en que una persona, como consecuencia de
lo anterior, debe dar o prometer indebidamente —sin sustento legal— un
bien o beneficio patrimonial a favor del agente público o para otro. El
patrimonio involucrado, por consiguiente, no es de la Administración,
sino de la persona contra quien recae la coacción o la inducción abusiva
del agente público18.

En conclusión, el bien jurídico protegido en el delito de concusión para la Corte


Suprema significa:
Tutelar el recto y regular funcionamiento de la Administración pública.
Proteger la corrección y probidad de los funcionarios públicos que ejercen
la Administración pública.
SALINAS SiCCHA19 refiriéndose al tema hace referencia a la ejecutoria suprema
del 14 de diciembre, la misma que precisa lo siguiente:

El delito de concusión tiene como bien jurídico tutelado el proteger el


regular funcionamiento, prestigio y la buena reputación de la Adminis­
tración pública, expresados en la idoneidad moral y celo profesional en el
cumplimiento de sus obligaciones por parte de los funcionarios o servidores
públicos, quienes trasgrediendo sus roles lesionan los intereses del Estado.
Considero de modo personal, que el bien jurídico protegido en el delito de
concusión es el adecuado funcionamiento de la Administración pública,
específicamente en la salvaguarda de los valores éticos en los que debe
conducirse el servidor o funcionario público al ejercer el cargo, como son
la probidad, respeto, neutralidad, transparencia, discreción, entre otros.

5.3. Tipícidad objetiva

5.3.1. Sujeto activo


Es sujeto activo del delito de concusión, la persona que es funcionario o servidor
público en la Administración pública.

Incluso si los funcionarios han cesado en sus funciones, si el bien o be­


neficio patrimonial es producto de un acto abusivo cometido durante el
ejercicio de cargo. Puede ser autor tanto quien se prevale o abusa del

18 R. N. N.° 3183-2015-Áncash.
19 Salinas SiCCHA, Ramiro, Delitos contra la Administración pública, Lima: lustitia, 2019, p. 327.

INSTITUTO PACÍFICO 45
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

cargo, como quien efectivamente se halla ejerciendo en el ámbito de su


competencia20.

La persona que entrega o promete no es partícipe del delito de concusión, sino


que es víctima de la conducta del funcionario, ya que este la obliga o induce a
realizar actos contrarios a su voluntad21.
El art. 425 del Código Penal peruano señala quiénes son funcionarios o servi­
dores públicos:

Artículo 425. Funcionario o servidor público


Son funcionarios o servidores públicos:
1. Los que están comprendidos en la carrera administrativa.
2. Los que desempeñan cargos políticos o de confianza, incluso si
emanan de elección popular.
3. Todo aquel que, independientemente del régimen laboral en que
PARTE III1 se encuentre, mantiene vínculo laboral o contractual de cualquier
naturaleza con entidades u organismos del Estado, incluidas las
empresas del Estado o sociedades de economía mixta comprendidas
en la actividad empresarial del Estado, y que en virtud de ello ejerce
funciones en dichas entidades u organismos.
4. Los administradores y depositarios de caudales embargados o depo­
sitados por autoridad competente, aunque pertenezcan a particulares.
5. Los miembros de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional.
6. Los designados, elegidos o proclamados, por autoridad competente,
para desempeñar actividades o funciones en nombre o al servicio
del Estado o sus entidades.
7. Los demás indicados por la Constitución Política y la ley.
Los extraños a la Administración pública que participen en la comisión
del delito junto al sujeto público, serán considerados cómplices del mismo
delito y, por lo tanto, merecerán menor pena que el autor22.

5.3.2. Sujeto pasivo


El sujeto pasivo en el delito de concusión es la Administración pública, el Estado.

5.3.3. Comportamientos típicos


Del texto del art. 382 del Código Penal, tenemos dos comportamientos dife­
rentes, así tenemos:

20 ROJAS Vargas, Delitos contra la Administración pública, ob. cit., p. 241.


21 Torres Pachas, David; Marie Gonzales Cieza y Rafael Chanjan Documet, “El equipo anticorrupción
del IDEHPUCP presenta diez claves para reconocer el delito de concusión”, Lima: 28 de mayo del
2019. Recuperado de <https://bit.ly/34ua75p>.
22 SALINAS SiCCHA, Ramiro, Delitos contra la Administración pública, ob. cit., p. 328.

46 PARTE III: CONCUSIÓN


JELIO PAREDES INFANZÓN

A. El funcionario o servidor público que, abusando de su cargo, obliga a


una persona a dar o prometer indebidamente para sí o para otro un bien
o un beneficio patrimonial.
En este comportamiento, la modalidad es de obligar.
Se abusa del cargo cuando el funcionario o servidor público lo ejerce fuera de
las atribuciones conferidas por ley.
Sai inas SlCCHA23 sostiene que se entiende por abuso de cargo:

Aquella situación que se produce cuando el agente funcionario o servi­


dor público hace mal uso del cargo que la Administración pública le ha
confiado con la finalidad de obtener provecho patrimonial indebido, ya
sea para él o para un tercero.
El abuso del cargo practicado por el sujeto activo debe comprender el
uso de la violencia. Por otro lado:
[E]l abuso del cargo puede producirse en situación de vacaciones, per­
misos, ejerciendo el cargo, pero no necesaria ni exclusivamente como
resultado del ejercicio de sus atribuciones, se trata de una arbitrariedad,
de actos extralimitados que se hallan fuera del marco legal propio de las
funciones o del servicio público24.

La jurisprudencia ha señalado, respecto al abuso del cargo: Que se entiende por


abuso del cargo una arbitrariedad por cuanto se trata de un acto extralimitado,
es decir, fuera del marco legal25.
Obligar significa hacer algo, que una persona cumpla determinada cosa,
sin posibilidad de elegir.
La Corte Suprema de Justicia de la República, respecto al verbo rector
obligar, sostiene: El verbo obligar es constreñir, precisar o compeler por
la fuerza a que uno haga o ejecute una cosa26.
Dar significa poner a disposición de una persona o una cosa algo material
o inmaterial, especialmente si lo necesita o le conviene.
Prometer significa decir a una persona que hará o dirá algo, comprome­
tiéndose u obligándose a ello.
Indebidamente significa sin que se deba hacer.
El funcionario o servidor público actúa arbitrariamente al obligar a la
víctima a dar o prometer.
Esta modalidad se materializa cuando el agente en ejercicio de sus fun­
ciones, con conocimiento y voluntad, impone, obliga, fuerza, coacciona,
somete o constriñe la voluntad de su víctima con la finalidad que esta le
dé o prometa dar en un futuro inmediato un bien o beneficio indebido27.

23 Loe. cit.
24 ROJAS Vargas, Delitos contra la Administración pública, ob. cit., p. 245.
25 R. N. N.° 787-2012-San Martín.
26 R. N. N.° 787-2012-San Martín.
27 SALINAS SlCCHA, Delitos contra la Administración pública, ob. cit., p. 320.

INSTITUTO PACÍFICO 47
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Para Antonio José CANCINO28 constreñir:

[Significa tanto como obligar, empujar por fuerza a alguno a que haga
una cosa. No es necesario que se trate de una coacción absoluta: basta
que el sujeto activo, sea puesto por el agente en condiciones de tener
que adherir a la voluntad del funcionario público para evitar un mal peor,
aunque no se excluya para él la posibilidad de resistirla. De lo anterior se
concluye —dice— que el constreñimiento puede ser verbal, real o simple­
mente simbólico. Puede consistir en simples palabras, actitudes, posturas,
etc. La ley no dice de qué modo se debe constreñir al sujeto pasivo.
En si el particular sigue siendo consciente que la entrega del dinero
o ventaja es contraria a derecho. Sin embargo, frente al contexto
particular de amenaza o violencia en el que se encuentra sería im­
posible exigirle que se comporte de otra manera y de acuerdo con el
ordenamiento jurídico29.

PARTI
B. El funcionario o servidor público que, abusando de su cargo, induce a
una persona a dar o prometer indebidamente para sí o para otro un bien
o un beneficio patrimonial.
Inducir significa convencer o persuadir a alguien.

UríBE GARCÍA30 explica que el segundo verbo rector de la concusión,


esto es, inducir, según el diccionario de la Real Academia Española,
significa:
[...] instigar, persuadir, mover a alguien. Para el caso de la concu­
sión es llevar a alguien, mediante el engaño, el artificio, la mentira,
la sugerencia, la insinuación, para que dé o prometa dar la utilidad
o dinero indebidos. Ya no se constriñe, sino que de una manera
subrepticia se mueve la voluntad de alguien para que dé o prometa
dar utilidad o dinero indebidos.

La jurisprudencia penal peruana, respecto a inducir, indica que “inducir


es instigar, persuadir o mover a uno, el agente busca que la víctima le
entregue o le prometa indebidamente para sí o para otro un bien o un
beneficio patrimonial”31.
Así, está segunda modalidad se configura cuando el funcionario o servi­
dor público, que labora en la Administración pública, en ejercicio de sus
funciones, provoca, convence o engaña a una persona para que le dé o
prometa dar un bien o beneficio patrimonial indebido.

28 CANCINO JOSÉ, Antonio, citada por ARDILA LONDOÑO, El delito de concusión en la doctrina y en la
jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia. Recuperado de <https://bit.ly/2sy8JBF>.
29 Torres Pachas; Rodríguez Vásquez y Guimaray Morí, “La conducta prohibida en el delito de colu­
sión. Proyecto anticorrupción del IDEHPUCP”, art. cit. Recuperado de <https://bit.ly/35y6CMB>.
30 ÜRIBE GARCÍA, citada por Ardila LONDOÑO, El delito de concusión en la doctrina y en la jurisprudencia
de la Corte Suprema de Justicia, Medellín: setiembre del 2013. Recuperado de <https://bit.ly/2Eto-
Ra9>.
31 R. N. N.° 787-2012-San Martín.

48 PARTE III: CONCUSIÓN


JELIO PAREDES INFANZÓN

5.4. Tipicidad subjetiva


Es un delito doloso.
Solo es posible la comisión por dolo directo, no es posible la comisión por dolo
eventual.

5.5. Consumación y tentativa


La Corte Suprema de Justicia de la República, respecto a la consumación en
el delito de concusión, ha indicado lo siguiente:

El delito de concusión es uno de consumación mixta, de resultado y


actividad (que no descarta la modalidad omisiva en el supuesto de la
inducción), y que contiene dos modalidades básicas: la de concusión
mediante constricción (violencia o amenaza) y mediante inducción o
convencimiento; por ello, los núcleos rectores posibilitan, técnicamente,
la presentación de las dos siguientes modalidades o supuestos típicos: a)
Obligar a una persona a dar o prometer, b) Inducir a una persona a dar lPARTE
o prometer, por lo que ambas modalidades tienen un sistema de consu­
mación doble. En el primer caso, el delito se consuma en dos momentos
distintos, al verificarse o producirse la entrega del bien o beneficio mediante
compulsión (delito de resultado), o al producirse la promesa (delito de
simple actividad). Idéntica situación ocurre en el segundo caso o supuesto
típico. R.N. N.° 1615-2013-Ayacucho32.

Ardila LONDOÑO33, Alba Inés refiriéndose al delito de concusión en Colombia,


indica:

De la lectura del inciso primero del art. 27 del Código Penal puede de­
cirse que consagra la modalidad de tentativa acabada. En el delito de
concusión, es esta modalidad de tentativa la que precise a ente presenta
en aquellos casos en los que un servidor público, abusando de su cargo
o de su fundón, realiza actos idóneos e inequívocamente orlen.ados a
inducir, constreñir con el fin de obtener dinero o cualquier otra utilidad
indebidos o directamente los solicita a la víctima, pero no logra con su
actuación conmover a la víctima, ni despertar ese miedo que se deriva de
su investidura, consideramos que el delito habrá quedado en el estadio
de la tentativa.

ROJAS Vargas, así como Salinas SlCCHA, sostiene que son admisibles las formas
de tentativa, al igual que el desistimiento.

32 ALVARAD0 YANAC, Vademécum penal, ob. cit., 2019, p. 902.


33 ARDILA LONDOÑO, Alba Inés, El delito de concusión en la doctrina y en la jurisprudencia de la Corte
Suprema de Justicia, trabajo de grado académico para obtener magíster en Derecho Penal, Medellín:
setiembre del 2013. Recuperado de <https://bit.ly/2M8vxyH>.

INSTITUTO PACÍFICO 49
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

5.6. Penalidad
El art. 382 del Código Penal sanciona el delito de concusión con pena privativa
de la libertad, no menor de dos ni mayor de ocho años; inhabilitación, según
corresponda, conforme a los incisos 1, 2 y 8 del art. 36; y, con ciento ochenta
a trescientos sesenta y cinco días-multa.

5.7. El delito de concusión semejanzas y diferencias con los delitos de


extorsión y cohecho

El autor es funcionario pú­ Ei autor puede ser funcionario pú­ El autor es funcionario público. Abu­
blico. Abuso de poder del blico o particular. so de poder del funcionario público.
funcionario público. Se obliga mediante violencia o Existe acuerdo entre el funcionario
Se obliga o induce a una amenaza a una persona natural o y el particular. No existen medios
persona natural. Se usa la institución pública o privada. que vicien la voluntad del particular.
violencia, amenaza o engaño La persona obligada es la víctima. El particular que interviene puede
que vicia la voluntad de la Existe ventaja económica indebida responder penalmente.
persona natural. u otra ventaja de cualquier índole Beneficio para el funcionario pú­
PARTE El particular que interviene no para el autor. blico.
responde penalmente. Es sancionado el funcionario públi­
Beneficio para el funcionario co con poder de dirección o cargo
público. de confianza o de dirección si hace
huelga con el objeto de obtener,
para sí o para un tercero, ventaja
económica indebida u otra ventaja
de cualquier índole.

6. Jurisprudencia
i. El delito de concusión no entraña una lesión al patrimonio público.

Tercero. Que, con independencia de los hechos acusados y de la correcta


o incorrecta adecuación típica propuesta por el Ministerio Público, el
delito de concusión, por su propia configuración típica, no entraña una
lesión al patrimonio público. Luego, el art. 80 in fine del Código Penal,
según las leyes número 26314, de 28 de mayo de 1994, y 26360, de 29
de setiembre de 1990 y cuatro, vigente cuando se habrían perpetrado
los hechos acusados, no es aplicable, pues este exige, para la dúplica del
plazo de prescripción, que se trate de “delitos cometidos por funcionarios
y servidores públicos contra el patrimonio del Estado o de organismos
sostenidos por este [,..]34.

ii. El delito de concusión no implica la gestión o administración de dinero


público.

34 R. N. N.° 3183-2015 Áncash.

50 PARTE IIL CONCUSIÓN


JELIO PAREDES INFANZÓN

Séptimo. [...] que el delito de concusión no implica la gestión o adminis­


tración de dinero público, sino, por el contrario, su naturaleza delictiva
estriba en el abuso de posición de autoridad que tiene el agente público
para cobrar o hacer entregar contribuciones no debidas o en cantidades
que exceden la tarifa legal. Por ello, la naturaleza del dinero es irrelevante
para la configuración del tipo penal35.

iii. Configuración del delito de concusión

Que con relación al delito de concusión al analizar los cargos imputados


no es posible subsumirlos en los alcances de tipicidad del art. 382 del
Código Penal, pues para ello se requiere: i) Que el sujeto activo tenga la
calidad de funcionario público, pero esta calidad no es formal sino funcio­
nal, esto es en el ejercicio de actos inherentes a su competencia, ii) Que
el funcionario haga abuso de su cargo, es decir efectué un mal uso de la
calidad que le ha sido otorgada, o ejercer el cargo de forma contraria a
la encomendada, iii) Que este abuso del cargo incida sobre la voluntad
del agente, viciando la misma, convirtiéndose en un constreñimiento o
en una inducción, es decir, conlleva el uso de violencia, la que es ejercida
sobre la víctima para doblegar su voluntad, de modo que acceda a sus
ilegítimas pretensiones, según el tipo penal sub judice, entregar, transferir
algo a alguien —o prometer— efectuar un ofrecimiento a futuro —en
forma indebida—, prestación sin sustento alguno de un bien o beneficio
patrimonial para sí o para otro, es decir, que la prestación ilícitamente
obtenida puede tener como destinatario tanto al sujeto activo o para una
tercera persona36.

7. El delito de concusión en la legislación comparada

Código Penal de Colombia ■ Código Penal de Solivia Código Penal de Venezuela •


“Artículo 404.- Concusión. El ser­ “Artículo 151Concusión.- “Artículo 196.- De la Concusión.
vidor público que abusando de su El funcionario o autoridad Todo funcionario que, abusando de
cargo o de sus funciones constriña que, con abuso de su con­ sus funciones, constriña a alguna
o induzca a alguien a dar o prometer dición o funciones, directa persona a que dé o prometa a él
al mismo servidor o a un tercero, o indirectamente, exigiere mismo o a un tercero alguna suma
dinero o cualquier otra utilidad u obtuviere dinero u otra de dinero u otra ganancia o dádiva
indebidos, o los solicite, incurrirá ventaja ilegítima o en pro­ indebida, será castigado con prisión
en prisión de seis (6) a diez (10) porción superior a la fijada de dieciocho meses a cinco años.
años, multa de cincuenta (50) a legalmente, en beneficio Si la suma o cosa indebidamente
cien (100) salarios mínimos legales propio o de un tercero, será dada o prometida es de poco valor,
mensuales vigentes, e inhabilitación sancionado con presidio de la prisión será por tiempo de tres a
para el ejercicio de derechos y dos a cinco años.” veintiún meses.”
funciones públicas de cinco (5) a
ocho (8) años.”

35 R. N. N.° 1630-2013 Ayacucho.


36 R. N. N.° 1601-2006 Huara.

INSTITUTO PACÍFICO
5
DEUTOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

8. Referencias bibliográficas
ALVARADO YANAC, Juan, Vademécum penal, Lima: Grijley, 2019.
ARDILA LONDOÑO, Alba Inés, El delito de concusión en la doctrina y en la
jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia. Recuperado de <https://
bit.ly/2tsAdsN>.
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prudencia de la Corte Suprema de Justicia, trabajo de grado académico
para obtener magíster en Derecho Penal, Medellín: setiembre del 2013.
Recuperado de <https://bit.ly/2M8vxyH>.
CANCINO JOSÉ, Antonio, citada por ARDILA LONDOÑO, El delito de concusión
en la doctrina y en la jurisprudencia de ia Corte Suprema de Justicia.
Recuperado de <https://bit.ly/2sy8JBF >.
DURAN PONCE, Augusto, “Concusión”, en La Hora Loja, Lima: noviembre del
2018. Recuperado de <https://bit.ly/2SlQulT>.
Gómez Méndez, Alfonso y Gómez Pavajeau, en Londoño, Ardila, El delito de
PARTElil concusión en la doctrina y en la jurisprudencia de la Corte Suprema de
Justicia. Recuperado de <https://bit.ly/2rMEW81 >.
LUYO Clavijo, Christian, “Diferencias entre el delito de extorsión y el delito de
concusión”, Lima.
OSORIO, Karin, ¿En qué consiste el delito de “concusión”? El Ministerio Público
te lo explica. Recuperado de <https://bit.ly/35Inhgo >.
REGALADO Rodríguez, Josué Pedro, Informe de suficiencia profesional de
expediente, trabajo de suficiencia profesional para optar el grado acadé­
mico de abogado, Chimbóte: Universidad San Pedro, 2017. Recuperado
de <https://bit.ly/2PvPkuc>.
ROJAS Vargas, Fidel, Delitos contra la Administración pública, Lima: Grijley,
2002.SALAS Franco, Alfredo, El delito de concusión, cobro ilegal de
impuestos, Puebla: O.G.S. Editores S.A. de C.V., 2001.
SALINAS SiCCHA, Ramiro, Delitos contra la Administración pública, Lima: lus-
titia, 2019, p. 327.
Torres Pachas, David, Julio Rodríguez Vásquez, Erik Guimaray Morí, “La
conducta prohibida en el delito de colusión. Proyecto anticorrupción del
IDEHPUCP”. Recuperado de <https://bit.ly/2S8osBQ>.
Torres Pachas, David; Marie Gonzales Cieza y Rafael Chanjan Documet,
“El equipo anticorrupción del IDEHPUCP presenta diez claves para re­
conocer el delito de concusión”, Lima: 28 de mayo del 2019. Recuperado
de <https://bit.ly/34ua75p>.
Uribe García, citada por Ardila Londoño, El delito de concusión en la doctrina
y en la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia, Medellín: setiembre
del 2013. Recuperado de <https://bit.ly/2EtoRa9>.

52 PARTE III: CONCUSIÓN


CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA

Sala penal permanente


Recurso casación N.° 1096-2018/Lambayeque
Ponente: césar san martín castro
Falta de competencia casacional
Sumilla. El encausado mencionó el acceso
excepcional al recurso de casación y en efecto lo
citó. Invocó como causales de casación: infracción
de precepto material y vulneración de la garantía
de motivación. Desde el acceso excepcional al
recurso de casación, empero, no incorporó ninguna
fundamentación específica, que cumpla con las
exigencias de la norma procesal. Por tanto, no se
cumplió con un presupuesto formal del aludido
recurso en orden a la argumentación puntual de la
pretensión impugnativa excepcional.

CALIFICACION DE CASACIÓN

Lima, 11 de diciembre del 2018


Autos y vistos: el recurso de casación interpuesto por el encausado Edwin Carlos Llontop
Paz contra la sentencia de vista de fojas 194, de 3 de julio del 2018, que confirmando
la sentencia de primera instancia de fojas 88, de 23 de abril del 2018, lo condenó como
autor del delito de concusión en agravio del Estado a 2 años y 6 meses de pena privativa
de libertad, cuya ejecución se suspende por el plazo de 1 año, 190 días multa y 2 años y
6 meses de inhabilitación, así como al pago de S/ 8 000 soles el monto de la reparación
civil; con lo demás que al respecto contiene.
Ha sido ponente el señor San Martín Castro.

Fundamentos
Primero. Que, conforme al artículo 430 apartado 6 del Código Procesal Penal, corres­
ponde a este Supremo Tribunal decidir si el auto concesorio del recurso de casación está
arreglado a derecho; y, por tanto, si procede conocer el fondo del asunto.
Segundo. Que, en el presente caso, si bien se trata de una sentencia definitiva (427,
apartado 1, del Código Procesal Penal), el delito objeto de acusación fiscal es el de
concusión y no tiene señalado en la ley, en su extremo mínimo, una pena privativa

INSTITUTO PACÍFICO 53
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

de libertad mayor a seis años (6 años y 1 día de dicha pena), según estipula el artículo
427, apartado 2, literal b), del Código Procesal Penal —este delito está conminado en
su extremo mínimo con dos años de privación de libertad, como se advierte del artículo
382 del Código Penal, según la Ley N.° 30111, de 26 de noviembre del 2013—.
Siendo así, es de rigor examinar si se cumplió con invocar el acceso excepcional al recurso
de casación, si éste se justificó adecuadamente con una argumentación específica, y si, en
efecto, la materia excepcional que plantea tiene especial trascendencia o interés casacional.
Tercero. Que el encausado Llontop Paz mencionó el acceso excepcional al recurso de
casación y citó, al efecto, el artículo 427 apartado 4 del Código Procesal Penal. Invocó
como causales de casación: infracción de precepto material y vulneración de la garantía
de motivación (artículo 429, incisos 3 y 4, del Código Procesal Penal).
Desde el acceso excepcional al recurso de casación, empero, no incorporó ninguna fun-
damentación específica, que cumpla con las exigencias del artículo 430 apartado 3 del
Código Procesal Penal. Por tanto, no se cumplió con un presupuesto formal del aludido
recurso en orden a la argumentación puntual de la pretensión impugnativa excepcional.
No constan, en consecuencia, argumentos válidos para asumir competencia casacional
PAI excepcional.
Cuarto. Que, en función a la conclusión precedente, corresponde aplicar lo dispuesto
por el artículo 504 apartado 2 del código acotado, por lo que las costas debe abonarlas
el imputado recurrente.

DECISIÓN
Por estas razones: I. Declararon nulo el auto de fojas 232, de 23 de julio del 2018; e
inadmisible el recurso de casación interpuesto por el encausado Edwin Carlos Llontop
Paz contra la sentencia de vista de fojas 194, de 3 de julio del 2018, que confirmando
la sentencia de primera instancia de fojas 88, de 23 de abril del 2018, lo condenó como
autor del delito de concusión en agravio del Estado a 2 años y 6 meses de pena privativa
de libertad, cuya ejecución se suspende por el plazo de 1 año, 190 días de multa y 2 años
y 6 meses de inhabilitación, así como al pago de S/ 8 000 soles el monto de la reparación
civil; con lo demás que al respecto contiene. II. Condenaron al imputado recurrente al pago
de las costas del recurso desestimado de plano y ordenaron su liquidación al secretario
Del Juzgado de Investigación Preparatoria competente. III. Dispusieron se transcriba la
presente Ejecutoria al Tribunal Superior. Hágase saber a las partes procesales personadas
en esta sede suprema.
Ss.
SAN MARTÍN CASTRO
BARRIOS ALVARADO
PRÍNCIPE TRUJILLO
SEQUEIROS VARGAS
CHÁVEZ MELLA

54 PARTE III: CONCUSIÓN


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA

Sala penal permanente


Recurso de casación N.° 1300-2018
Ucayali
Casación excepcional
Sumilla. Cuando el recurrente invoca la casación
excepcional debe fundamentarla, de acuerdo a los
alcances del inciso tres del artículo 430 del Código
Procesal Penal. Es discrecionalidad de la Corte
Suprema admitir la casación para el desarrollo de
doctrina jurisprudencial.

Lima, 8 de febrero de 2019


Autos y vistos: el recurso de casación interpuesto por el inculpado Rony del Aguila Cas­
tro contra la sentencia de vista, del 8 de agosto del 2018 —foja 219—, que confirmó la
sentencia de primera instancia, del 1 de junio del 2018 —foja 106—, que lo condenó
como autor del delito contra la Administración pública, en la modalidad de concusión,
ilícito penal previsto y sancionado por el artículo 382 del Código Penal —modificado
mediante Ley N.° 30111, publicada el 23 de noviembre del 2013—, en agravio del Esta­
do —Municipalidad Distrital de Yarinacocha—, y se le impuso 2 años de pena privativa
de libertad, cuya ejecución se suspende en forma condicional por el periodo de prueba
de 2 años, y cumplimiento de reglas de conducta, con lo demás que contiene.
Interviene como ponente la señora jueza suprema Chávez Mella.

CONSIDERANDO

Primero. El recurso de casación


1.1. El artículo 427 del Código Procesal Penal, en su primer numeral, establece que el
recurso de casación procede contra:
Las sentencias definitivas, los autos de sobreseimiento, y los autos que pongan
fin al procedimiento, extingan la acción penal o la pena o denieguen la extinción,
conmutación, reserva o suspensión de la pena, expedidos en apelación por las Salas
Penales Superiores.
Además, está sujeto a lo previsto en el inciso 2 del mismo artículo, que señala:
La procedencia del recurso de casación, en los supuestos indicados en el numeral
primero, está sujeta a las siguientes limitaciones: [...] b) Si se trata de sentencias,
cuando el delito más grave a que se refiere la acusación escrita del fiscal tenga
señalado en la ley, en su extremo mínimo, una pena privativa de libertad mayor a
seis años.
1.2. El recurso de casación excepcional está previsto en el artículo 427, numeral 4, del
Código Procesal Penal, el mismo que establece:

INSTITUTO PACÍFICO 55
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Excepcionalmente, será procedente el recurso de casación en casos distintos de los arriba


mencionados, cuando la Sala Penal de la Corte Suprema, discrecionalmente, lo considere
necesario para el desarrollo de la doctrina jurisprudencial.
1.3. La disposición citada concede la posibilidad a las partes de que propongan a la Corte
Suprema causas que, más allá del interés que ellas pudieran tener sobre la causa
en concreto, sean de interés para el desarrollo puntual de doctrina jurisprudencial,
pues conforme ya se ha pronunciado anteriormente este Supremo Tribunal (Queja
nuevo CPP N.° 6 6-2009-La Libertad) existen 2 grandes supuestos que justifican
la existencia del desarrollo de doctrina jurisprudencial.
La primera —función nomofiláctica— es la obtención de una interpretación correcta
de normas específicas de derecho penal y de derecho procesal penal. A ello hay que
agregar que esta interpretación exige un interés general y no solo de la colectividad
de las partes.
La segunda —función uniformadora— es la necesidad de unificar interpretaciones
contradictorias, afirmación de la inexistencia de una línea jurisprudencial o de ju­
risprudencia vinculante de la máxima instancia judicial, frente a decisiones contra­
PARTE puestas emitidas por tribunales inferiores; y la definición de un sentido interpretativo
a una norma reciente o escasamente invocada, pero de especiales connotaciones
jurídicas.
1.4. Además de los requisitos comunes a todo recurso de casación, cuando se plantea
una casación excepcional es necesario especificar, adicional y puntualmente, las
razones que justifican el desarrollo de doctrina jurisprudencial que se pretende, de
conformidad con el artículo 430, numeral 3, del Código Procesal Penal.
1.5. En ese sentido, la lectura sistemática de ambos artículos (427, numeral 4, y 430,
numeral 3, del Código Procesal Penal) demuestra que no solo basta solicitar una
casación excepcional para que sea admitida, sino que será necesario que se consigne
adicional y puntualmente las razones por las que esto es necesario para el desarrollo
de la doctrina jurisprudencial.

Segundo. Fundamentos del recurrente Del Águila Castro


2.1. El imputado Del Aguila Castro fundamentó su recurso de casación —foja 265— e
invocó el inciso 4 del artículo 427 del Código Procesal Penal, que vinculó con la
causal establecida en el numeral 3 del artículo 429 del mismo código. En síntesis,
alegó que:
i) Se afectó el principio de legalidad, dado que la conducta imputada al recurren­
te no es subsumida dentro del tipo penal de concusión, pues el verbo rector
inducir no ha sido acreditado durante el desarrollo del proceso.
ii) El a quo y el ad quem no consideraron la línea jurisprudencial que determinó
la Corte Suprema respecto al delito de concusión, pues para su configuración
se requiere de tres presupuestos, entre ellos: a. el sujeto activo debe tener la
calidad de funcionario o servidor público; b. el servidor o funcionario público
debe abusar del cargo que ostenta; c. mediante el abuso, el servidor público
debe inducir a otra persona para que le entregue un bien o beneficio patri­
monial.

56 PARTE III: CONCUSIÓN


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

iii) La correcta aplicación de la inducción como modalidad típica del delito de


concusión debe ser entendida como: “Aquel influjo psicológico que determina
a alguien a entregar un bien al sujeto activo, siempre que dicha determinación
doblegue la voluntad del inducido”.

Tercero. Análisis del caso concreto


3.1. En el presente caso, el proceso penal incoado contra Del Aguila Castro es por la
comisión del delito contra la Administración pública, en la modalidad de concusión,
ilícito previsto y penado en el artículo 382 del Código Penal —modificado mediante
Ley N.° 30 111, publicada el 23 de noviembre del 2013—, cuya pena en su extre­
mo mínimo no supera los 6 años de pena privativa de libertad. En consecuencia,
el citado ilícito no alcanza la pena mínima establecida en la norma procesal (inciso
segundo, literal b, del artículo 427 del Código Procesal Penal); por lo que no se
cumple el presupuesto procesal objetivo.
3.2. Sin embargo, la referida barrera procesal puede superarse si el recurrente invoca la
casación excepcional, prevista en el inciso 4 del artículo 427 del Código Procesal
Penal que, excepcionalmente, permite al Supremo Tribunal aceptar el recurso de
’ART
casación, superando las barreras de las condiciones objetivas de admisibilidad, pero
sujeto a una condición: que el tema planteado por el recurrente sea imprescindible
para el desarrollo de doctrina jurisprudencial, y que el imputado consigne adicional
y puntualmente las razones que justifican el desarrollo jurisprudencial que pretende,
con arreglo al apartado 3 del artículo 430 del citado código.
3.3. En ese sentido, el casacionista Del Aguila Castro invocó la casación excepcional
y planteó el tema de desarrollo de la doctrina jurisprudencial; sin embargo, no se
advierte que el ad quem haya incurrido en las supuestas causales estipulados en
el artículo 429 del Código Procesal Penal, debido a que la conducta desplegada
por el recurrente se encuentra debidamente descrita en el artículo 382 del Código
Penal, pues el verbo “induce”, según el diccionario de la Real Academia Española,
significa:
“[...] instigar, persuadir, mover a alguien. Para el caso de la concusión es llevar a
alguien, mediante el engaño, el artificio, la mentira, la sugerencia, la insinuación,
para que dé o prometa dar la utilidad o dinero indebidos37”.
En esa línea, del caudal probatorio obrante en autos, el a quo y el ad quem efec­
tuaron el análisis de la conducta desplegada por el recurrente de manera correcta,
al subsumir al tipo penal de concusión, pues el recurrente solicitó 5 galones de
. petróleo al responsable del almacén, Rigoberto Panduro Rengifo, aduciendo que
participaría en la faena institucional, y no quiso firmar el cuaderno por la entrega
y recepción del crudo.
3.4. Asimismo, se advierte que el delito de concusión tutela el recto y regular funciona­
miento de la Administración pública, y protege, por ende, la corrección y probidad
de los funcionarios públicos que ejercen funciones en el interior de aquella. Además,
con independencia de los dos verbos rectores que importan dos modalidades de
la conducta punible (obligar o inducir), el elemento central del tipo legal estriba en

37 URIBE GARCÍA, Saúl, Delitos contra la Administración pública, 3.a ed., Bogotá: Unaula, 2012, p. 305.

INSTITUTO PACÍFICO 57
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

que una persona, como consecuencia de lo anterior, debe dar o prometer indebi­
damente —sin sustento legal— un bien o beneficio patrimonial a favor del agente
público o para otro38; en esa línea, se debe precisar que en el presente caso, la entrega
de los 5 galones de petróleo al recurrente se hizo sin sustento legal y en beneficio
del casacionista; en tanto, la decisión de primera y segunda instancia se ajusta a
derecho; en consecuencia, el presente recurso debe ser declarado inadmisible.

Cuarto. Costas
4.1. El artículo 504, inciso 2, del Código Procesal Penal establece que las costas serán
pagadas por quien interpuso un recurso sin éxito. Las costas se imponen conforme
al apartado 2 del artículo 497 del aludido código, y no existen motivos para su
exoneración.

DECISIÓN
Por estas consideraciones:
I. Declararon nulo el concesorio del 27 de agosto del 2018 —foja 276— e inadmisible
PARTE el recurso de casación interpuesto por el sentenciado Rony del Aguila Castro contra la
sentencia de vista del 8 de agosto del 2018 —foja 219—, que confirmó la sentencia
de primera instancia del 1 de junio del 2018 —foja 106—, que lo condenó como
autor del delito contra la Administración pública, en la modalidad de concusión,
ilícito penal previsto y sancionado por el artículo 382 del Código Penal —modificado
mediante Ley N.° 30111, publicado el 26 de noviembre del 2013—, en agravio
del Estado —Municipalidad Distrital de Yarinacocha—, y se le impuso 2 años de
pena privativa de libertad, cuya ejecución se suspende en forma condicional por el
periodo de prueba de 2 años, y cumplimiento de reglas de conducta, con lo demás
que contiene.
II. Impusieron al recurrente el pago de las costas por la tramitación del recurso, que
será exigido por el juez de la investigación preparatoria, conforme al artículo 506
del Código Procesal Penal.
III. Mandaron que se notifique a las partes la presente ejecutoria.
IV. Ordenaron que se devuelvan los actuados al Tribuna’ Superior de origen, hágase
saber y archívese. Interviene el señor juez supremo Arias Lazarte, por vacaciones
del señor juez supremo Figueroa Navarro.
S.S.
SAN MARTÍN CASTRO
ARIAS LAZARTE
PRÍNCIPE TRUJILLO
SEQUEIROS VARGAS
CHÁVEZ MELLA

38 Fundamento segundo de la Ejecutoria Suprema, recaída en el Recurso de Nulidad N.° 3 1 8 3-2015,


de la Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema de Justicia.

58 PARTE III: CONCUSIÓN


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA

Sala penal permanente


Casación N.° 871-2018
Selva central

Casación inadmisible
Sumilla. A juicio de este Tribunal Supremo, el
recurso de casación materia de calificación no solo
está dirigido a cuestionar el fondo de la decisión
emitida por la Sala Penal Superior, que decretó la
prisión preventiva contra el procesado Juan Carlos
Gonzáles Alcántara, mediante el cuestionamiento
de sus presupuestos materiales; sino que, además,
no se han esgrimido fundamentos pertinentes para
coadyuvar a la jurisprudencia nacional respecto a
la citada medida coercitiva. Tres son los tópicos
que sustentan lo razonado: en primer lugar, no se
indicó qué doctrina jurisprudencial concretamente r PARTE
se plantea. No basta con enunciar genéricamente
un motivo, pues resulta necesario proponer una
línea de interpretación específica, a efectos de
que sea tomada como válida en esta instancia
suprema y, de esa manera, convertirla en un
criterio jurídico transversal a los demás órganos
jurisdiccionales. En segundo lugar, no se justificó
argumentalmente su excepcionalidad y necesidad
para la judicatura nacional; y, en tercer lugar, no se
precisó con exactitud la forma en que se habrían
vulnerado las diversas garantías jurídicas (debido
proceso, motivación judicial, principio de legalidad
y apartamiento de doctrina jurisprudencial). Los
agravios precisados no poseen interés casacional.
Por lo tanto, en observancia del principio de
legalidad procesal, la casación interpuesta se
declara inadmisible.

AUTO DE CALIFICACIÓN DE RECURSO DE CASACIÓN

Lima, 19 de octubre del 2018


Autos y vistos: el recurso de casación interpuesto por el encausado Juan Carlos Gonzáles
Alcántara contra la resolución de vista de fojas 134, del 9 de marzo del 2018, emitida por
la Primera Sala Mixta y Sala Penal de Apelaciones de La Merced de la Corte Superior de
Justicia de la Selva Central, que revocó la resolución de primera instancia de fojas 73,
del 12 de febrero del 2018 y, reformándola, declaró fundado el requerimiento de prisión
preventiva solicitado por el señor fiscal adjunto provincial y, en consecuencia, le impuso
la medida coercitiva de prisión preventiva por el plazo de siete meses; en la investigación

INSTITUTO PACÍFICO 59
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

preparatoria que se le sigue por los delitos contra la Administración pública-concusión y


cohecho pasivo impropio, en agravio del Estado.
Intervino como ponente la señora jueza suprema Chávez Mella.

CONSIDERANDO

§. Expresión de agravios
Primero. El procesado Juan Carlos Gonzáles Alcántara, en su recurso de casación de fojas
144, invocó las causales previstas en el artículo 429, numerales 1, 3, 4 y 5, del Código
Procesal Penal. Precisó que la resolución de vista impugnada infringió el debido proceso,
la motivación judicial, el principio de legalidad y se apartó de la doctrina jurisprudencial
emitida por la Corte Suprema de Justicia de la República y el Tribunal Constitucional (con
cita de múltiples acuerdos plenarios, recursos de casación y de nulidad, y sentencias).
Además, negó la presencia de indicios respecto a los delitos de concusión y cohecho pasivo
impropio. Indicó que se decretó prisión preventiva en su contra, sobre la base de las actas
de intervención policial y de registro personal, y de la declaración del denunciante Víctor
parte III 1 Eduardo Prieto Berrocal, aun cuando incurrió en diversas contradicciones. Refirió que las
cantidades de dinero que le fueron encontradas no tienen como origen alguna petición
ilegal, sino, más bien, se deben a diversos préstamos realizados. Señaló que no se realizó
la diligencia de escucha y transcripción de los audios y mensajes recabados. Descartó la
concurrencia de los presupuestos materiales para el dictado de la prisión preventiva. En
adición a los fundamentos acotados, solicitó el desarrollo de la doctrina jurisprudencial
respecto a la definición y la estructura típica del delito de concusión; en torno a si, al
momento de analizar los fundados y graves elementos de convicción, es posible evaluar
la tipicidad de la conducta investigada; y, con relación a si las Salas Penales Superiores,
a efectos de revocar las resoluciones de primera instancia, están autorizadas a valorar
elementos de juicio no vinculados con los hechos incriminados, vulnerando los principios
de congruencia procesal y exhaustividad.

§. Fundamentos del Tribunal Supremo


Segundo. Conforme al artículo 430, numeral 6, del Código Procesal Penal, corresponde
a este Tribunal Supremo decidir si el auto concesorio del recurso de casación de fojas
158 está arreglado a derecho y, por tanto, si corresponde conocer el fondo del asunto.
Tercero. El artículo 427, numeral 2, literal “a”, del Código Procesal Penal, estipula que
la procedencia del recurso de casación, está sujeta a la siguiente limitación: “Si se trata
de autos que pongan fin al procedimiento, cuando el delito imputado más grave tenga
señalado en la ley, en su extremo mínimo, una pena privativa de libertad mayor de seis
años”. En el caso concreto, se cumple con el objeto impugnable (auto de vista), empero,
se advierte que los delitos materia de investigación fiscal, es decir, concusión y cohecho
pasivo impropio, están regulados en los artículos 382 y 394 del Código Penal. El primer
delito está sancionado con una pena no menor de 2 ni mayor de 8 años; mientras que
el segundo delito prevé una conminación punitiva no menor de 4 ni mayor de 6 años.
Como puede observarse, ninguno de los ilícitos mencionados supera, en el mínimo legal,
la pena de seis años. Por lo tanto, al no verificarse el presupuesto penológico acotado, el
acceso casacional a este Tribunal Supremo solo resulta habilitado al amparo del artículo

60 PARTE III: CONCUSIÓN


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

427, numeral 4, del Código Procesal Penal, esto es, cuando se considere necesario para
el desarrollo de doctrina jurisprudencial.
Cuarto. Ahora bien, sobre la base de lo expuesto, corresponde referirse al recurso de
casación materia de calificación. Ajuicio de este Tribunal Supremo, la mencionada impug­
nación no solo está dirigida a cuestionar el fondo de la decisión emitida por la Sala Penal
Superior, que decretó la prisión preventiva contra el procesado Juan Carlos Gonzáles
Alcántara, mediante el cuestionamiento de sus presupuestos materiales; sino que, además,
no se han esgrimido fundamentos pertinentes para coadyuvar a la jurisprudencia nacional
respecto a la citada medida coercitiva. Tres son los tópicos que sustentan lo razonado:
en primer lugar, no se indicó qué doctrina jurisprudencial concretamente se plantea. No
basta con enunciar genéricamente un motivo, pues resulta necesario proponer una línea
de interpretación específica, a efectos de que sea tomada como válida en esta instancia
suprema y, de esa manera, convertirla en un criterio jurídico transversal a los demás órga­
nos jurisdiccionales. En segundo lugar, no se justificó argumentalmente su excepcionalidad
y necesidad para la judicatura nacional; y, en tercer lugar, no se precisó con exactitud
la forma en que se habrían vulnerado las diversas garantías jurídicas (debido proceso,
motivación judicial, principio de legalidad y apartamiento de doctrina jurisprudencial).
PARTE
Los agravios precisados no poseen interés casacional. Por lo tanto, en observancia del
principio de legalidad procesal, la casación interpuesta se declara inadmisible.
Quinto. Sin perjuicio de lo expuesto, cabe resaltar que en la resolución de vista de fojas
134, se fijaron de manera contextualizada las razones que justificaron el dictado de la
prisión preventiva contra el inculpado Juan Carlos Gonzáles Alcántara. Se glosó el con­
tenido de las actas de denuncia verbal, de intervención policial, de registro personal, de
entrega y recepción de documentos; de las declaraciones del denunciante Víctor Eduardo
Prieto Berrocal y del denunciado Juan Carlos Gonzáles Alcántara, así como de los testigos
Sulema Piñas Salinas, Freddy Jaime Mayhua Huamán y Doly Inés Campos Aliaga; y del
cheque de pago respectivo. Se estableció la potencialidad del peligro de fuga, en virtud de
la inexistencia de arraigo domiciliario, familiar y laboral, y por la prognosis de la pena a
imponerse, destacando que la intervención policial se produjo en flagrancia, al habérsele
encontrado los recibos por los depósitos de dinero exigido ilegalmente. Se remarcó que,
durante la investigación preparatoria y el juicio oral, será necesaria la actuación de diversas
pruebas testificales (declaraciones de sus compañeros de trabajo en la Municipalidad de
Perené), el levantamiento del secreto de las comunicaciones, transcripción de audios y
otros; debiendo evitarse que el citado encausado, en su condición de abogado, vaya a
influenciar en los testigos y peritos. En suma, se ha respetado la garantía constitucional
de la motivación de las resoluciones judiciales, prevista en el artículo 139, numeral 5, de
la Constitución Política del Estado.
Sexto. El artículo 504, numeral 2, del Código Procesal Penal, establece que las costas
procesales serán pagadas por quien interpuso un recurso sin éxito, las cuales se imponen
de oficio, conforme al artículo 497, párrafo 2, del citado código adjetivo. Le corresponde
al imputado Juan Carlos Gonzáles Alcántara asumir tal obligación procesal.

INSTITUTO PACÍFICO 6
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

DECISIÓN
Por estos fundamentos, declararon:
L Nulo el concesorio de fojas 158; e, inadmisible el recurso de casación interpuesto por
el encausado Juan Carlos Gonzáles Alcántara contra la resolución de vista de fojas
134, del 9 de marzo del 2018, emitida por la Primera Sala Mixta y Sala Penal de
Apelaciones de La Merced de la Corte Superior de Justicia de la Selva Central, que
revocó la resolución de primera instancia de fojas 73, del 12 de febrero del 2018 y,
reformándola, declaró fundado el requerimiento de prisión preventiva solicitado por
el señor fiscal adjunto provincial y, en consecuencia, le impuso la medida coercitiva
de prisión preventiva por el plazo de siete meses; en la investigación preparatoria
que se le sigue por los delitos contra la Administración pública-concusión y cohecho
pasivo impropio, en agravio del Estado.
II. Condenaron al procesado Juan Carlos Gonzáles Alcántara al pago de las costas
procesales correspondientes, que serán exigidas por el juez de investigación prepa­
ratoria competente.
III. Dispusieron que se devuelvan los actuados al órgano jurisdiccional de origen. Hágase
PARTE
saber y archívese.
Intervino el señor juez supremo Bermejo Ríos por vacaciones del señor juez supremo
Sequeiros Vargas.

S. S.
SAN MARTÍN CASTRO
BARRIOS ALVARADO
PRÍNCIPE TRUJILLO
CHÁVEZ MELLA
BERMEJO RÍOS

62 PARTE III: CONCUSIÓN


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA

Sala pena! permanente


Casación N.° 1116-2018
Selva centra!

Sumida. El recurso de casación interpuesto es


inadmisible, pues la pretensión del impugnante
es que este Tribunal realice un reexamen de los
hechos, supuesto que es inviable.

Lima, 11 de diciembre del 2018


Vistos: el recurso de casación formulado por la defensa técnica de Juan Carlos Gonzales
Alcántara, con los recaudos que se adjuntan al cuaderno correspondiente.
Intervino como ponente el señor juez supremo Sequeiros Vargas.

Decisión impugnada l PARTE III

Es el auto de vista emitido el 5 de julio del 2018 por la Primera Sala Mixta y Penal de
Apelaciones de La Merced de la Corte Superior de Justicia de la Selva Central, que con­
firmó el auto expedido el 19 de junio del 2018 por el Segundo Juzgado de Investigación
Preparatoria de Chanchamayo de la mencionada corte, que declaró infundado el pedido
de cesación de prisión preventiva formulado por Juan Carlos Gonzales Alcántara en el
proceso seguido en su contra por el delito contra la Administración pública-concusión,
tipificado en el artículo 382 del Código Penal, en agravio del Estado; en consecuencia,
dispusieron el archivo del presente cuaderno.

CONSIDERANDO

Primero. Fundamentos del recurso —folios 12 a 29—


1.1. El impugnante Gonzales Alcántara invocó los incisos 1 y 4 del artículo 429 del
Código Procesal Penal.

Segundo. Pronunciamiento jurisdiccional


2.1. La mención sucinta de los fundamentos del recurso obedece a la pretensión concreta
del impugnante, que es el reexamen de los hechos.
2.2. En efecto, el impugnante, invocando el inciso 3 del artículo 283 del Código Procesal
Penal —la cesación de la prisión preventiva—, arguye que del acta de deslacrado,
verificación de llamadas entrantes y salientes, y transcripción de conversaciones de
mensajes de WhatsApp —folio 22— el investigado en ningún momento le realizó al
agraviado una solicitud o exigencia de monto económico, sino que logra inferirse
que la exigencia viene determinada por un préstamo que el impugnante Gonzales
Alcántara le habría realizado.
2.3. Sin embargo, de la sentencia de vista —folios 2 a 11— se advierte que el Ad quem
valoró los elementos mencionados en el apartado 2.2 del presente auto de califica­

INSTITUTO PACÍFICO 63
DEUTOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

ción para declarar fundada la medida cautelar de prisión preventiva —inciso uno
del artículo 278 del Código Procesal Penal—.
2.4. En ese sentido, los nuevos elementos de convicción que fundan la cesación de la
prisión preventiva no son tales, pues fueron analizados por la sala superior para
fundar la prisión preventiva. En consecuencia, al pretender el recurrente Gonzalos
Alcántara que esta corte se pronuncie por ellos, exige que este tribunal reexamine los
elementos de convicción, supuesto que para este caso se equipara a un análisis de
revaloración de los hechos, circunstancia inviable a través del recurso de casación.

Tercero, costas procesales


3.1. El apartado dos del artículo 504 del Código Procesal Penal establece la obligación
del pago de costas a quien interpuso un recurso sin éxito, las cuales se imponen de
oficio, conforme a lo previsto en el inciso 2 del artículo 497 de la norma procesal.
Por ello, atendiendo a la decisión ahora asumida, corresponde su imposición, la
cual será determinada por el juez de investigación preparatoria de la sede de origen.

DECISIÓN
PARTE lili

Por ello, los integrantes de la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia
de la República acordaron:
I. Declarar nulo el concesorio contenido en la Resolución N.° 6, expedida el 23 de
julio del 2018 por los integrantes de Sala Penal de Apelaciones-Sede Sala de La
Merced de la Corte Superior de Justicia de la Selva Central; e inadmisible el recurso
interpuesto por la defensa técnica de Juan Carlos Gonzalos Alcántara contra el auto
de vista emitido el 5 de julio del 2018.
II. Imponer el pago de costas procesales al impugnante, las que serán ejecutadas por el
juez de investigación preparatoria correspondiente, de conformidad con el artículo
506 del Código Procesal.
III. Ordenar que se notifique a las partes procesales apersonadas a esta sede suprema.
IV. Disponer que se transcriba la presente ejecutoria al Tribunal Superior de origen y
se dé cumplimiento.
S. S.
SAN MARTÍN CASTRO
BARRIOS ALVARADO
PRÍNCIPE TRUJILLO
SEQUEIROS VARGAS
CHÁVEZ MELLA

64 PARTE III: CONCUSIÓN


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA

Sala penal permanente


Recurso de casación N.° 1444-2018
Lima

Sobre el acceso excepcional de ¡a casación


El interés casacional, aunque sujeto a discreción
del Tribunal Supremo, importa la obligación
en el casacionista de justificar la necesidad de
definición de una norma relevante en materia
penal o procesal penal, o bien de unificar criterios
contradictorios en la aplicación o interpretación de
determinadas leyes con relevancia jurídica, sobre
los que la jurisprudencia poco o nada ha abordado.

Lima, 8 de marzo del 2019


Autos y vistos: el recurso de casación interpuesto por los encausados Abel Cruzado Aré­ PARTE
nalo, Luis Javier Morales Hermenegildo, Jaime Wálter Monteza Falcón, Carlos Alberto
Mondoñedo López y Erick Humberto Melgarejo Flores contra la sentencia de vista del
16 de mayo del 2018 (foja 349), que confirmó la sentencia de primera instancia del 29
de agosto del 2017 (foja 178), que condenó a Abel Cruzado Arévalo y Luis Javier Mo­
rales Hermenegildo como autores del delito contra la Administración pública-concusión
a 4 años de pena privativa de libertad suspendida por el periodo de prueba de 3 años,
y a Jaime Wálter Monteza Falcón, Carlos Alberto Mondoñedo López y Erick Humberto
Melgarejo Flores como cómplices primarios del acotado delito a 4 años de pena privativa
de libertad suspendida por el plazo de 2 años, y fijó en S/ 20 000 (veinte mil soles) la
reparación civil que deberán abonar de manera solidaria a favor del Estado peruano.
Intervino como ponente el señor juez supremo Príncipe Trujillo.

CONSIDERANDO
Primero. Verificado el cumplimiento del trámite de traslados respectivos a las partes
procesales del medio de impugnación extraordinario; así como el plazo39, forma y lugar
para interponerlo, conforme al estado de la causa y en aplicación de lo dispuesto por el
artículo 430, numerales 5 y 6, del Código Procesal Penal, corresponde decidir si el auto
concesorio del recurso de casación está arreglado a derecho y, por lo tanto, si procede
conocer el fondo del asunto.
Segundo. El artículo 427 del Código Procesal Penal establece los supuestos en los
que procede el recurso de casación, dentro de los cuales no se encuadra la resolución
recurrida, pues el delito objeto de acusación (concusión), previsto por el artículo 382
del Código Penal, no supera en su extremo mínimo los 6 años de privación de libertad
(criterio summa poena).

39 La decisión cuestionada se notificó el día de su lectura, esto es, el 16 de mayo del 2018. Luego, si se
tiene en cuenta que el recurso de casación se interpuso el 30 de mayo del acotado año, es decir, al
décimo día hábil de notificada la decisión, es válido concluir que se respetó lo previsto por el artículo
414, numeral 1, literal a, del Código Procesal Penal.

INSTITUTO PACÍFICO 65
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

La única forma de acceder al conocimiento del presente caso es si se verifica la invocación


del acceso excepcional del recurso, conforme al artículo 427, apartado 4, del Código
Procesal Penal, para cuya viabilidad los casacionistas deben adicionar los fundamentos
que justifiquen el desarrollo de la doctrina jurisprudencial que proponen, sin perjuicio
de precisar las causales legalmente previstas y su razonable argumentación (véase, al
respecto, el artículo 430, apartado 3, de la Ley Procesal Penal).
Tercero. Desde el acceso excepcional, los recurrentes expresaron la necesidad de que el
Tribunal Supremo desarrolle una línea interpretativa del artículo 383, inciso 1, literales
c y d, del Código Procesal Penal, referido a la lectura de prueba documental. Indicaron
que el fiscal debe acreditar las gestiones que realizó para la concurrencia del testigo, y que
no puede leerse la manifestación de aquel que declaró sin el previo emplazamiento de la
defensa, tanto más si se trata de un testigo de cargo importante, como en el caso ocurrió
con Jorge Rister Isuiza Tangoa, quien habría acreditado que los recurrentes ingresaron
de forma violenta e irregular a la imprenta Editorial e Imprenta Grafi Wari S. A. C.
Cuarto. En cuanto a las causales de casación, invocaron el artículo 429, inciso 1, del Có­
digo Procesal Penal, por vulneración del derecho a probar. Señalaron que los testimonios
de cargo no fueron acreditados y se valoró la declaración de Jorge Rister Isuiza Tangoa,
PARTE
aunque no fue sometida a contradicción e inmediación. Luego, como fundamento del
artículo 429, inciso 4, señalaron que se vulneró el principio de razón suficiente, que el
accionar dirigido a obtener una ventaja económica carece de respaldo probatorio, que
el testimonio de Jorge Isuiza Tangoa no debió ser incorporado porque en su declaración
inicial no participó la defensa de algunos procesados, que comunicaron a su superior
jerárquico de la intervención policial y que el testigo Armando Hinostroza Sulca presentó
versiones inconsistentes, al igual que la testigo de referencia Yesenia Carolina Marcelo
Doroteo y los testigos directos Eliazar Andía Gutiérrez y Alfonso Poma Suárez.
Finalmente, en cuanto a la causal del artículo 429, inciso 5, precisaron que se inobserva­
ron las Casaciones N.° 385-2013/San Martín y N.° 96-2014/Tacna, que establecen que
existen zonas abiertas en torno a la apreciación de la prueba que pueden ser examinadas
por el Tribunal Superior.
Quinto. Es línea jurisprudencial sostenida por este Tribunal Supremo que la doctrina
jurisprudencial pretendida debe guardar una relación de pertinencia con los motivos de
casación invocados40.
En el presente caso, solo un extremo de los motivos de vulneración al derecho a probar
y logicidad de la motivación (artículo 429, incisos 1 y 4) guarda relación con el núcleo
de la doctrina jurisprudencial que se pretende. No obstante, en cuanto a este apartado,
los agravios del casacionista no son suficientes para estimar que se amerita la fijación o
aclaración de una doctrina legal o jurisprudencial. El artículo 383, apartado 1, inciso d,
establece claramente cuando podrán introducirse, mediante su lectura, los testimonios
presentados antes del juicio oral. En el caso en concreto, el fiscal solicitó la lectura del
testimonio de Jorge Isuiza Tangoa, pues no acudió a la audiencia de juicio oral, a pesar
de que fue notificado (véase el acta del 17 de mayo del 2017, a foja 138). Luego, para
su manifestación inicial se emplazó a los abogados de los investigados; si bien luego se
incorporó a otros procesados, aquellos no solicitaron la ampliación de la citada testimonial.
Lo relevante es que la prueba documentada fue debatida en juicio oral y no se vulneraron

40 Recurso de Casación N.° 291-2016 Puno, Lima: 5 de agosto del 2016.

66 PARTE III: CONCUSIÓN


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

las reglas del artículo 383 del Código Procesal Penal, tanto más si, contrariamente a lo
sostenido por los casacionistas, aquel testimonio no sirvió de fundamento para el juicio
de condena, pues no guarda relación con el objeto central de la imputación, esto es, que
los procesados solicitaron un beneficio económico a Armando Hinostroza Sulca, a efectos
de elaborar un acta donde se consigne que no encontraron irregularidades relacionadas
con el delito contra la propiedad intelectual (véase la sentencia de vista a foja 349).
Sexto. En consecuencia, no se evidencia alguna propuesta novedosa en la casación
materia de análisis que merezca un desarrollo doctrinal.
El grueso del recurso de casación se limita a contradecir la valoración probatoria de la
sala de instancia postulando una valoración distinta, que es la suya propia, constituida
según su personal e interesado criterio, con la pretensión de sustituir el del tribunal de
instancia, cuya valoración en conciencia asentada en prueba de cargo válida y lícitamente
practicada se desenvuelve a través de un juicio razonable y razonado, perfectamente
acomodado a las reglas de la lógica y de la experiencia.
Séptimo. Corresponde imponer el pago de costas a los recurrentes, al no existir razones
serias y fundadas que justifiquen la presentación del recurso, en virtud de lo dispuesto
en el apartado 2 del artículo 504 del Código Procesal Penal. rPARTE

DECISIÓN
Por estos fundamentos:
I. Declararon nulo el auto concesorio de foja 391; e inadmisible el recurso de casa­
ción interpuesto por los encausados Abel Cruzado Arévalo, Luis Javier Morales
Hermenegildo, Jaime Wálter Monteza Falcón, Carlos Alberto Mondoñedo López
y Erick Humberto Melgarejo Flores contra la sentencia de vista del 16 de mayo del
2018 (foja 349), que confirmó la sentencia de primera instancia del 29 de agosto
del 2017 (foja 178), que condenó a Abel Cruzado Arévalo y Luis Javier Morales
Hermenegildo como autores del delito contra la Administración pública-concusión
a 4 años de pena privativa de libertad suspendida por el periodo de prueba de 3
años, y a Jaime Wálter Monteza Falcón, Carlos Alberto Mondoñedo López y Erick
Humberto Melgarejo Flores como cómplices primarios del acotado delito a 4 años
de pena privativa de libertad suspendida por el plazo de 2 años, y fijó en S/ 20
000 (veinte mil soles) la reparación civil que deberán abonar de manera solidaria
a favor del Estado peruano; con lo demás que al respecto contiene.
II. Condenaron a los recurrentes al pago de las costas del recurso desestimado de plano
y ordenaron su liquidación al juez de investigación preparatoria competente.
III. Dispusieron que se transcriba la presente ejecutoria al Tribunal Superior. Hágase
saber a las partes procesales personadas en esta Sede Suprema.
S. S.
SAN MARTÍN CASTRO
FIGUEROA NAVARRO
PRÍNCIPE TRUJILLO
SEQUEIROS VARGAS
CHÁVEZ MELLA

INSTITUTO PACÍFICO 67
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA

Sala penal permanente


Recurso de casación N.° 1456-2018
Junín
Casación excepcional
En el presente caso, no se aprecia que el recurso
de casación tenga contenido casacional, pues
sobre la invocación de inobservancia de garantías
constitucionales y de carácter procesal, errónea
interpretación, así como la vulneración de la debida
motivación de la resolución judicial y apartamiento
de doctrina jurisprudencial, no se aprecia afectación
a dichos agravios; tanto más, se advierte que la
Corte Suprema ya fijó los elementos que deben
cumplirse para declarar fundada la revocatoria de
la comparecencia por prisión preventiva. Por lo
tanto, no se requiere mayor desarrollo por parte de
PARTE esta Suprema Corte. Siendo así, debe desestimarse
el presente recurso de casación.

Lima, 8 de marzo del 2019.


Autos y vistos: el recurso de casación interpuesto por la representante del Ministerio
Público, contra la resolución del 5 de septiembre del 2018 —foja 429—, que confirmó la
resolución del 17 de agosto del 2018 —foja 370—, que declaró infundado el requerimiento
de revocatoria de comparecencia simple por la prisión preventiva solicitada por la recurrente,
en el proceso seguido contra José Auqui Cosme —autor—, Yuri Quispealaya Huamán
—autor—, Jackeline Paúcar Mejía —autor—, Mamerto Allca Matos —cómplice— y
Flor de María Allca Matos —cómplice— por la presunta comisión de los delitos: a)
contra la Administración pública, cohecho pasivo impropio, alternativamente concu­
sión, en agravio del Estado; y b) contra la paz pública, en la modalidad de organización
criminal, en agravio del Estado.
Intervino como ponente la señora jueza suprema Chávez Mella.

CONSIDERANDO

Primero. Fundamentos del recurrente


1.1. La representante del Ministerio Público fundamentó su recurso de casación —foja
435—, e invocó el inciso 4 del artículo 427 del Código Procesal Penal, que vinculó
con la causal prevista en los incisos 1, 2, 3, 4 y 5 del artículo 429 del referido texto
procesal; en este sentido, alegó que:
a) Debe restituirse la comparecencia simple en contra de los procesados José
Auqui Cosme, Yuri Quispealaya Huamán, Jackeline Paúcar Mejía, Mamerto
Allca Matos y Flor de María Allca Matos e imponérseles prisión preventiva, dado
que se cumple con las exigencias fijadas en el artículo 268 del Código Procesal

68 PARTE III: CONCUSIÓN


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

Penal, pues se cuenta con nuevos elementos de convicción —en cumplimento


de la jurisprudencia y conforme al artículo 279 del Código Procesal Penal—,
la evidencia del peligro de fuga-obstaculización y el cumplimento de la pena,
pues, en este último, la prognosis de la pena a imponer a los inculpados sería
mayor a los 4 años de pena privativa de libertad.
b) La instancia de mérito no interpretó idóneamente el artículo 279 del Código
Procesal Penal, en cuanto a la aplicación de la comparecencia simple impuesta
de oficio por el juez de investigación preparatoria de acuerdo al artículo 286
del Código Procesal Penal, incurriendo en la afectación del derecho a la debida
motivación de la resolución judicial.
c) Requiere a la Suprema Corte que precise la Casación N.° 119-2016, referente
a las circunstancias inicialmente apreciadas como consecuencias del aporte
de nuevos elementos a la investigación.
d) La Sala Penal de Apelaciones ha vulnerado el principio de legalidad procesal
específicamente el artículo IV del Título Preliminar del Código Procesal Penal,
respecto a las medidas limitativas de derechos.
e) El auto de vista incurre en inobservancia de las normas legales de carácter r
parte
procesal, entre ellas la vulneración al derecho del debido proceso y la tutela
jurisdiccional efectiva, sancionadas con nulidad.
f) El órgano jurisdiccional incurrió en error, dado que la Corte Suprema no hace
referencia a los nuevos actos de investigación, sino al aporte de nuevos elementos
de convicción.
g) Solicita a la Suprema Corte que desarrolle doctrina jurisprudencial referente
a:
Cuando se solicita la prisión preventiva, luego de formalizada la investigación
preparatoria no se puede dejar de lado o soslayar los elementos de convicción que
precedieron al requerimiento, sino que se deben evaluar de manera conjunta y
razonada todos los elementos de convicción recabadas desde la formalización de
la investigación preparatoria hasta el momento en que se presenta el requerimiento
de prisión preventiva, que fueron ofrecidos por el Ministerio Público como graves
y fundados elementos de convicción.

Segundo. El recurso de casación


2.1. El recurso de casación excepcional está previsto en el artículo 427, numeral 4, del
Código Procesal Penal, que establece:
Excepcionalmente, será procedente el recurso de casación en casos distintos de los
arriba mencionados, cuando la Sala Penal de la Corte Suprema, discrecionalmente,
lo considere necesario para el desarrollo de la doctrina jurisprudencial.
2.2. La disposición citada concede la posibilidad a las partes de que propongan a la
Corte Suprema causas que, más allá del interés que pudieran tener sobre la causa
en concreto, sean de interés para el desarrollo puntual de doctrina jurisprudencial,
pues de acuerdo con un pronunciamiento anterior de este Supremo Tribunal (Queja
nuevo CPP N.° 66-2009/La Libertad), existen dos grandes supuestos que justifican
la existencia del desarrollo de la doctrina jurisprudencial.

INSTITUTO PACÍFICO 69
DEUTOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Tercero. Análisis del caso concreto


3.1. El carácter extraordinario del recurso de casación se debe a lo limitado de sus motivos
o causales de procedencia, más aún, a las limitadas resoluciones judiciales contra las
que puede interponerse; en ese sentido, la exigencia es que sea un auto o sentencia
que ponga fin al proceso, emitido por la Sala Penal Superior, en apelación de lo
resuelto por el Juzgado Penal. En el presente caso, la Sala Penal de Apelaciones
Transitoria de Huancayo, mediante la Resolución N.° 9 del 5 de septiembre del
2018 —foja 429—, confirmó la Resolución N.° 6, del 17 de agosto del 2018, que
declaró infundada el requerimiento de revocatoria de comparecencia simple por
prisión preventiva formulado por la recurrente; advirtiéndose que dicho auto no
pone fin al proceso, por cuanto únicamente es una incidencia (una parte) dentro del
proceso que no lo finiquita —inciso 1 del artículo 427 del Código Procesal Penal—.
3.2. No obstante, la referida barrera procesal señalada en el considerando precedente
puede superarse si se invoca la casación excepcional, prevista en el inciso 4 del
artículo 427 del Código Procesal Penal, la cual permite al Supremo Tribunal, excep­
cionalmente, superando las barreras de las condiciones objetivas de admisibilidad,
PARTE
aceptar el recurso de casación, pero sujeto a que se estime imprescindible para el
desarrollo de la doctrina jurisprudencial, y que la recurrente consigne adicional y
puntualmente las razones que justifican el desarrollo jurisprudencial que pretende,
con arreglo al apartado 3 del artículo 430 del citado código adjetivo.
3.3. En ese sentido, la recurrente invoca la casación excepcional, y señala como tema
de desarrollo de doctrina jurisprudencial, el propuesto en el punto 1.1.g. de esta
ejecutoria suprema; además, precisó también que el Tribunal Supremo mediante
la Casación N.° 119-2016/Ancash, estableció los nuevos elementos de convicción.
Sin embargo, la casacionista advierte que la suprema instancia no desarrolló qué
se entiende por nuevos elementos y cómo se los debe valorar, por lo que solicita
que se determine dicho parámetro. Esta suprema instancia no considera necesario
desarrollar doctrina jurisprudencial sobre tema planteado pues, como se señaló, la
Sala Penal Suprema ya emitió pronunciamiento respecto a los elementos que deben
considerarse para revocar la comparecencia con restricciones por prisión preventiva.
Se precisa que los nuevos elementos de convicción serán determinadas mediante
el sistema de valoración; esto es, el juez aplicará las reglas de la valoración de la
prueba, a efectos de determinar si los nuevos elementos de convicción presenta­
dos por el solicitante de la revocatoria de la comparecencia por prisión preventiva
cumplen con lo estipulado en el segundo párrafo del fundamento jurídico 2.6. de
la Casación N.° 119-2016/Ancash. En consecuencia, y al ser facultad discrecional
de la Corte Suprema para desarrollar doctrina jurisprudencial, esta pretensión es
desestimada.
3.4. Con respecto a la afectación de su derecho a la debida motivación de la resolución
judicial, es preciso señalar que el auto recurrido presenta fundamentos sólidos y
coherentes, como puede verse en el fundamento jurídico tercero —en adelante— del
auto de vista del 5 de septiembre del 2018 —foja 499—, fundamentos que susten­
tan y erigen su decisión, que hacen de este un auto conforme a derecho, al haber
declarado infundada el requerimiento de revocatoria de la comparecencia simple
por prisión preventiva, bajo el estricto análisis de las exigencias concurrentes en el

70 PARTE III: CONCUSIÓN


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

artículo 279 del Código Procesal Penal; más aún, y como se advirtió en el conside­
rando precedente, en reiterada jurisprudencia se han desarrollado los elementos que
deben cumplirse para revocar la comparecencia por la prisión preventiva (véase la
Casación N.° 119-2016/Ancash). Por tanto, debe desestimarse el presente recurso
de casación, pues el auto cuestionado no afecta principios, garantías o derechos
de las partes procesales.

Cuarto. Costas
4.1. Conforme al inciso 1 del artículo 499 del Código Procesal Penal, los representantes
del Ministerio Público están exentos del pago de costas, como en el presente caso;
en ese sentido, debe eximirse del pago de la costa a la recurrente.

DECISIÓN
Por estas consideraciones:
I. Declararon nulo el concesorio del 20 de septiembre del 2018 —foja 474— e
inadmisible el recurso de casación interpuesto por la representante del Ministerio
Público, contra la resolución del 5 de septiembre del 2018 —foja 429—, que con­ rPARTE III

firmó la resolución del 17 de agosto del 2018 —foja 360—, que declaró infundado
el requerimiento de revocatoria de comparecencia simple por la prisión preventiva
solicitada por la recurrente en el proceso seguido contra José Auqui Cosme —au­
tor—, Yuri Quispealaya Huamán —autor—, Jackeline Paúcar Mejía —autor—,
Mamerto Allca Matos —cómplice— y Flor de María Allca Matos —cómplice—, por
la presunta comisión de los delitos: a) contra la Administración pública, cohecho
pasivo impropio, alternativamente concusión, en agravio del Estado; y b) contra
la paz pública en la modalidad de organización criminal, en agravio del Estado.
II. Exoneraron a la representante del Ministerio Público del pago de las costas por la
tramitación del recurso.
III. Mandaron que la presente ejecutoria se notifique a las partes.
IV. Ordenaron que se devuelvan los actuados al Tribunal Superior de origen. Hágase
saber y archívese.
S. S.
SAN MARTÍN CASTRO
FIGUEROA NAVARRO
PRÍNCIPE TRUJILLO
SEQUEIROS VARGAS
CHÁVEZ MELLA

INSTITUTO PACÍFICO 7
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPUBLICA

Sala penal permanente


Recurso de casación N.° 1556-2018
Huancavelica

Admisión del recurso de casación


Se cumplen los presupuestos de procedibilidad
señalados en los incisos 3 y 5, del artículo 429,
del Código Procesal Penal para declarar bien
concedida la casación excepcional interpuesta.

Lima, 22 de julio del 2019


Autos y visto: el recurso de casación excepcional interpuesto por la Fiscalía Superior Es­
pecializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Huancavelica (foja 488) contra
la sentencia de vista dictada por la Segunda Sala Penal de Apelaciones de Huancavelica
PARTE III (foja 425), del 20 de julio del 2018, solo en el extremo que dejó sin efecto la pena de
inhabilitación por 5 años, conforme con los incisos 1 y 2, del artículo 36, del Código Penal,
impuesta a Ernesto Raúl Paz Mata por el delito de concusión en agravio del Estado, en
la sentencia condenatoria del 19 de febrero del 2018 (foja 255), emitida por el Juzgado
Penal Unipersonal de Castrovirreyna.
Intervino como ponente el juez supremo Prado Saldarriaga.

ATENDIENDO
Primero. El fiscal superior en lo penal recurrente, en su recurso de casación excepcional
formulado (foja 488), invocó las causales descritas en los incisos 3 y 5, del artículo 429,
del Código Procesal Penal, y alegó que:
1.1. Se omitió aplicar lo establecido en el artículo 426 del Código Penal, el cual establece
la pena accesoria de inhabilitación conforme con los incisos 1, 2 y 4, del artículo
36, según corresponda, y el artículo 38 del Código Penal.
1.2. No se cumplió con el precedente vinculante establecido en los Acuerdos Plenarios
Nos 5-2007/CJ-116 (fundamento jurídico 9) y 2-2008/CJ-116 (fundamento jurídico
8), ya que se dejó sin efecto la pena de inhabilitación impuesta.
Señala que se debe establecer si se puede variar la pena de inhabilitación principal
impuesta a un funcionario o servidor público a una accesoria en sede impugnativa,
sin vulnerar el principio de la non reformado in peius, al no haber sido advertido
por las partes en sede impugnativa. Su pretensión es que se revoque la sentencia
de vista y se imponga la pena de inhabilitación accesoria al sentenciado por 5 años.
Segundo. La admisibilidad del recurso de casación se rige por lo normado en el artículo
428 y normas concordantes del Código Procesal Penal, cuyos requisitos deben cumplirse
acabadamente para que se declare bien concedido el recurso de casación; que conforme
con el estado de la causa y en aplicación de lo dispuesto en el apartado 6, del artículo
430, del código acotado, corresponde decidir si el recurso planteado se encuentra bien

72 PARTE III: CONCUSIÓN


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

concedido (ver auto de foja 45); y si, en consecuencia, corresponde conocer el fondo
del mismo.
Tercero. De la revisión de los actuados, se tiene que el recurso fue interpuesto por la parte
perjudicada con la resolución judicial impugnada, se hace por escrito y fue presentado
dentro de los 10 días de notificado, se indican los puntos o partes de la decisión a los
que se refiere la impugnación, cumpliéndose con los requisitos exigidos por el artículo
405 del Código Procesal Penal. Por otro lado, al invocarse una casación excepcional,
en virtud que el delito materia de sentencia condenatoria en su extremo mínimo tiene
una pena menor a 6 años de privación de la libertad, corresponderá determinar si la
misma contiene las razones que justifican el desarrollo de la doctrina jurisprudencial que
se pretende, conforme con el inciso tercero, del artículo 430, del código acotado.
Por otro lado, la fiscal superior en lo penal cumplió con precisar cuál habría sido la nor­
ma penal sustantiva que no se habría aplicado (artículo 426 del Código Penal), invocó
doctrina y acuerdos plenarios del 2007 y 2008 sobre la pena de inhabilitación, para
sustentar su posición, precisó la necesidad de desarrollo jurisprudencial y propuso el
tema para la misma.
Cuarto. Este supremo tribunal advierte que, en el presente caso, al momento de emitirse F PARTE

la sentencia de vista, el colegiado superior no habría cumplido con aplicar al caso en


concreto lo dispuesto en el artículo 426 del Código Penal, el cual establece que en los
delitos sancionados del artículo 376 al 401 del mismo código mencionado, se impondrá
la pena de inhabilitación, precisándose que dicha norma existe desde 1991.
Asimismo, no se habría cumplido con los Acuerdos Plenarios N.os 5-2007/CJ-116 y
2-2008/CJ-116, sobre la imposición de la pena de inhabilitación.
De lo expuesto, se hace necesario establecer doctrina jurisprudencial para precisar en
qué supuestos se debe aplicar la pena de inhabilitación señalada en el artículo 426 del
Código Penal; asimismo, si dicha pena es principal o accesoria, a efectos de establecer
que su variación en segunda instancia afectaría el principio de no reformatio in peius,
conforme con lo propuesto en el recurso de casación interpuesto.
De lo expuesto, se cumple con las causales previstas en los incisos tres y cinco, del artículo
429, del Código Procesal Penal.

DECISIÓN
Por estos fundamentos, declararon:
I. Bien concedido el concesorio del recurso de casación excepcional interpuesto por
la Fiscalía Superior Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de
Huancavelica, contra la sentencia de vista dictada por la Segunda Sala Penal de
Apelaciones de Huancavelica, del 20 de julio del 2018, solo en el extremo que dejó
sin efecto la pena de inhabilitación por 5 años, conforme con los incisos 1 y 2, del
artículo 36, del Código Penal, impuesta a Ernesto Raúl Paz Mata por el delito de
concusión en agravio del Estado, en la sentencia condenatoria del 19 de febrero
del 2018, emitida por el Juzgado Penal Unipersonal de Castrovirreyna.
II. Precisaron que el motivo de casación admitido se circunscribe a lo regulado en los
incisos 3 y 5, del artículo 429, del Código Procesal Penal, respecto a la aplicación
del artículo 426 del Código Penal y al incumplimiento de lo indicado en los Acuer­

INSTITUTO PACÍFICO 73
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

dos Plenarios N.os 5-2007/CJ-116 y 2-2008/CJ-116; en virtud a lo esgrimido en el


fundamento cuarto.
III. Ordenaron que el expediente permanezca en Secretaría de la sala por el plazo
de 10 días, para que los interesados puedan examinarlo y presentar, si estiman
conveniente, alegatos ampliatorios. Hágase saber a las partes apersonadas en esta
sede suprema.
S. S’.
PRADO SALDARRIAGA
BARRIOS ALVARADO
BALLADARES APARICIO
CASTAÑEDA OTSU
PACHECO HUANCAS

PARTI

174 PARTE III: CONCUSIÓN


PECULADO
Parte IV

LA PROBLEMÁTICA DEL SUPUESTO CUANDO


UN FUNCIONARIO PÚBLICO EMPLEARE, PARA
FINES PARTICULARES, LA MANO DE OBRA
O EL TRABAJO HUMANO PAGADOS POR LA
ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Femando Vicente Núñez Pérez*


Universidad Nacional Mayor de San Marcos

SUMAR!©; 1. Introducción - 2. El peculado como un delito especial y de in­


fracción del deber - 3. La problemática del supuesto cuando un funcionario
público empleare o desviare, para fines particulares, la mano de obra, el trabajo
humano o los servicios pagados por la Administración pública - 4. Conclusiones-
5. Referencias bibliográficas.

1. Introducción
El elemento de la tipicidad objetiva del sujeto activo denominado autor en el
delito de peculado, requiere, además de la calidad sujeto público, el elemento
normativo de la relación funcional que debe existir con el patrimonio del Estado
que le ha sido confiado por razón del cargo. Si bien el delito de peculado es
un delito especial, conforme a su estructura formal que exige que sea un sujeto
público, como de infracción de deber, conforme a la relación funcional que tiene
este sujeto público con el patrimonio del Estado, ello no impide que puedan
responder penalmente por el mismo delito los particulares. A fin de poder cubrir
alguna laguna de punibilidad, una próxima reforma penal del peculado por
utilización debería describir en forma expresa, cuando el funcionario público

Magíster en Derecho Constitucional y Derechos Humanos por la Facultad de Derecho de la


Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Magíster en Ciencias Penales por la Facultad de Derecho
de la Universidad de San Martín de Porres. Miembro Integrante de la Asociación Iberoamericana de
Derecho Penal Económico y de la Empresa (AIDPEE). Títulos de Especialización en Derecho Penal
Económico y Derechos Humanos, Derecho Penal Económico y Teoría del Delito, ambos otorgados por
la Universidad de Castilla - La Mancha (España). Docente en la Facultad de Derecho de la Universidad
de San Martín de Porres, dictando los siguientes cursos: Temas de Derecho Procesal Penal II, Delitos
contra la Administración pública y Derecho Penal Económico (pregrado); Temas de Derecho Procesal
Penal III y Temas de Derecho Procesal Penal IV (posgrado).

INSTITUTO PACÍFICO 77
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

empleare, en provecho propio o de un tercero, el trabajo humano, la mano de


obra o los servicios pagados por la Administración pública, tal conforme existe
en el art. 261 del Código Penal argentino.

2. El peculado como un delito especial y de infracción del deber


Para la configuración y perfeccionamiento consumativo del delito de peculado,
' conforme a su estructura típica de delito especial, para entender cumplido el
elemento de la tipicidad objetiva del sujeto activo denominado autor, no bastará
ni será suficiente la presencia del funcionario o servidor público.
El elemento de la tipicidad objetiva del sujeto activo denominado autor en el
delito de peculado requiere, además de la calidad de funcionario o servidor
público, complementarlo con el elemento normativo de la relación funcional de
derecho que debe existir con el patrimonio del Estado que le ha sido confiado
por razón del cargo que desarrolla.
Siendo el peculado conforme al elemento de la tipicidad objetiva del sujeto activo
denominado autor, un delito especial y de infracción de deber, este tipo penal
no se podría configurar cuando el funcionario o servidor público se apropia,
utiliza o usa un bien que no se le haya previamente encargado, por razón del
cargo, para su administración, custodia o percepción, relación funcional que
debe ser entendido como un presupuesto del peculado.
Por ello, no será posible prescindir del elemento típico de la relación funcional
que debe tener el funcionario o servidor público con el patrimonio del Estado
que administra, custodia o percibe por razón de su cargo, para poder entender
IV
configurado y consumado el tipo penal de peculado.
Nuestra Corte Suprema, dándole importancia a la calidad de funcionario o
servidor público y sobre todo a la relación funcional que debe existir entre este
y el patrimonio público para la existencia del delito peculado, ha tenido a bien
sustentar por medio del Acuerdo Plenario N.° 4-2005 del 30 de setiembre del
2005 (tiene como asunto la definición y estructura típica del delito de peculado
- art. 387 CP) lo siguiente:

Existencia de una relación funcional entre el sujeto activo y los caudales


y efectos. Se entiende por relación funcional el poder de vigilancia y
control sobre la cosa como componente típico, esto es, competencia del
cargo, confianza en el funcionario en virtud del cargo, el poder de vigilar
y cuidar los caudales o efectos.

Por tanto, sostener que entre el sujeto activo del delito de peculado con respecto
a los caudales y efectos, debe existir un poder de vigilancia y control sobre la
cosa, esto es, competencia del cargo, confianza en el funcionario en virtud del
cargo, el poder de vigilar y cuidar los caudales y efectos; con ello nos estamos
refiriendo a la relación funcional.
Además, es pertinente tener en cuenta que para la existencia del delito de
peculado no es necesario que el agente ejerza específicamente una “tenencia
material directa” sobre los bienes que se le hayan confiado por razón de su
cargo en cualquiera de las formas y que constituyan el objeto material del

78 PARTE IV: PECULADO


FERNANDO VICENTE NÚÑEZ PÉREZ

hecho ilícito, bastando la existencia de lo denominado como “disponibilidad


jurídica”, siendo por ello suficiente la posibilidad de libre disposición que en
virtud de la ley tiene el funcionario o servidor público, debiendo tener compe­
tencia funcional específica. Esta disponibilidad a que se hace referencia debe
encontrarse vinculada a las atribuciones que el agente ostenta como parte que
es de la Administración pública.
Si bien el delito de peculado es un delito especial, conforme a su estructura
formal que exige que sea un funcionario o servidor público, como de infracción
de deber, conforme a la relación funcional que tiene este sujeto público con
el patrimonio del Estado que se le ha confiado por razón de su cargo, ello no
impide que puedan intervenir y responder penalmente por el mismo delito los
sujetos particulares.
Nuestra Corte Suprema nacional, por medio de los Acuerdos Plenarios
N.° 2-2011 (asunto: Alcances de la prescripción en delitos funcionariales) y
3-2016 (asunto: La participación del extráñeos en los delitos especiales propios:
el caso del enriquecimiento ilícito), viene aceptando y permitiendo, conforme
a una legítima extensión del tipo coherentemente con las reglas de la parte
general del código penal, atribuir este delito especial y de infracción del deber
a los particulares a los cuales se les viene denominando como extráñeos; título
de imputación que tendrá que encuadrarse en la modalidad de participación,
el mismo que engloba a los instigadores y a los cómplices.
Por este motivo, el Acuerdo Plenario N ° 3-2016 (asunto: La participación del
extráñeos en los delitos especiales propios: el caso del enriquecimiento ilícito),
asume la siguiente doctrina jurisprudencial: rPARTE i

11. Este tipo de delitos restringe el círculo de autores —como se anotó—,


pero se admite la participación del “extráñeos”, que no ostenta esa obli­
gación especial como partícipe: inductor o cómplice. Para fundamentar
esta perspectiva —en torno a la accesoriedad de la participación— en
la jurisprudencia nacional actual se considera dominante y homogénea
la tesis de la unidad de título de imputación para resolver la situación
del “extráñeos”.
Esta posición, sostiene lo siguiente:
A. Un mismo hecho no puede ser reputado bajo dos tipos penales
diferentes.
B. El extráñeos puede participar en delitos funcionariales y respon­
derá por el injusto realizado por un autor que infringe el deber
especial. Por tanto, la participación del extráñeos no constituye
una categoría autónoma de coejecución del hecho punible,
sino que es dependiente del hecho principal. Esto es, no posee
autonomía y configuración delictiva propia a pesar de que aquel
toma parte en la realización de la conducta punible.
12. Desde esta posición subsidiaria, serán partícipes los que, sin infringir
el deber, formen parte del hecho referido a la acción del infractor
del deber —el hecho punible está unido esencialmente al autor y
constituye una imputación única—. Esta posición guarda absoluta
concordancia con el art. 26 CP que regula las reglas de la incomuni­

INSTITUTO PACÍFICO 79
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

cabilidad de las circunstancias de participación y señala lo siguiente:


“Las circunstancias y cualidades que afectan la responsabilidad de
algunos de los autores y partícipes no modifican las de los otros au­
tores o partícipes del mismo hecho punible”. Esta fórmula ratifica la
opción dogmática y jurisprudencial que sostiene la imposibilidad de
la punibilidad del extraneus como autor de un delito de infracción
de deber.
Lo expuesto significa, además, que el partícipe solo merece ser san­
cionado si existe un hecho antijurídico por parte del autor.

Esta posición académica que asume la Corte Suprema Nacional es coherente


con el principio de unidad del título de imputación, el mismo que se manifiesta
con la existencia de una calificación jurídica de los hechos, así como con el
principio de la accesoriedad limitada de la participación, el mismo que exige que
el autor especial debe cometer por lo menos una conducta típica y antijurídica
(injusto penal) para que responda el partícipe, sea este último un instigador o
un cómplice.
Con esto se impide que el participe (instigador o cómplice) responda pe­
nalmente por un tipo penal autónomo, independiente y distinto al autor
funcionario o servidor público, rechazándose la tesis de la ruptura del título
de la imputación.

3. La problemática del supuesto cuando un funcionario público em­


PARTE IV 1
pleare o desviare, para fines particulares, la mano de obra, el traba­
jo humano o los servicios pagados por la Administración pública1
Una de las modalidades delictivas que se encuentran reguladas dentro del ám­
bito de los delitos contra la Administración pública cometidos por funcionarios
o servidores públicos (sujetos públicos) es el delito de peculado, tipo penal que
no solo es entendido como uno de carácter especial sino también como uno
de infracción de deber, en el sentido que para ser autor (intráneas) no basta
ser funcionario o servidor público, sino que además debe ostentar un vínculo
funcional conforme a derecho con el patrimonio del Estado que le permita, por

1 Con fecha 29 de julio del 2018, salió publicado en la página web del diario La República la siguiente
nota periodística: Walter Ríos usaba a personal de la Corte del Callao para que limpien su casa. El cues­
tionado juez no solo pedía que limpien su hogar, sino también que le preparen el desayuno. Insultos y
amenazas también fueron captadas. Este domingo fue expuesto un nuevo audio sobre el expresidente
de la Corte del Callao, Walter Ríos, quien cumple una orden de prisión preventiva de 18 meses por
el caso llamado “Audios de CNM“. De acuerdo a la grabación dada a conocer por “Cuarto Poder”,
Ríos no solo se habría aprovechado de su posición para obtener beneficios en el ámbito laboral, sino
también utilizaba a los empleados de la Corte del Callao para asuntos personales. En los nuevos audios
se le puede escuchar al juez Ríos coordinar con su asesor, Gianfranco Paredes, para que el Service de
limpieza del Poder Judicial del Callao le limpien su casa. “Toma nota. Va a empezar por mi azotea que
está llena de lluvia. De allí me va limpiar mi patio del fondo donde hemos estado chupando el otro día.
¿Ya? Todo el patio del fondo, toda la azotea, todo. Del primer piso, mi patio bien limpio”, comenta el
juez. Pero eso no es todo, en otra grabación se le puede escuchar a Walter Ríos pidiendo a su interlocu­
tor que los empleados designados para limpiar su hogar también le preparen el desayudo los domingos.
“Los domingos para que venga en la mañana 8:00 a.m., me compre el pan, prepare el desayuno, deje
el almuerzo. Se va a las 2:00, 3:00 de la tarde. Almorzando. Yo, el domingo le voy a dar su pasaje. Sus
20 soles, comenta con su asesor [...]”. Recuperado de <https://bit.ly/34D0Fxv>.

80 PARTE IV: PECULADO


FERNANDO VICENTE NÚÑEZ PÉREZ

razón del cargo, por su competencia o por el rol que se desempeña, realizar
actos de administración, custodia o percepción.
El art. 387 del Código Penal regula el denominado peculado doloso sea en
sus modalidades de apropiación o utilización (verbos rectores), tipo penal que
dentro de sus elementos objetivos se encuentran los caudales o efectos como
objetos materiales del delito, por lo que, la conducta delictiva, en cualquiera de
sus modalidades típicas mencionadas, debe recaer en estos objetos materiales.
Normalmente estos caudales o efectos son entendidos como patrimonio del
Estado que se encuentra dentro del ámbito competencial del sujeto público por
razón del cargo en que se desenvuelve.
Estos caudales o efectos, esto es, el patrimonio público, es interpretado co­
múnmente como aquellos bienes muebles o inmuebles que puedan tener un
contenido económico o valorativo, siendo que, lo apropiado o utilizado, como
modalidades de este delito, debe recaer sobre los bienes que tienen una apre­
ciación económica dentro de una interpretación de lege lata.
La Corte Suprema nacional a través del Acuerdo Plenario N ° 4-2005 del 30 de
setiembre del 2005 (asunto: Definición y estructura típica del delito de peculado
- art. 387 CP) ha buscado sustentar el contenido de lo que se debe entender
por caudal o efecto de la siguiente manera:
Caudales y efectos. Los primeros son bienes en general de contenido
económico, incluido el dinero. Los efectos son todos aquellos objetos,
cosas o bienes que representan un valor patrimonial público, incluyendo
PARTE
los títulos valores negociables.

Estos caudales o efectos señalados normalmente son entendidos y asumidos


como patrimonio público, es decir, como bienes muebles o inmuebles con
contenido económico. En esa línea concordante nuestra Corte Suprema por
medio del Acuerdo Plenario N.° 1-2010 del 16 de noviembre del 2010 (asunto:
Prescripción: Problemas Actuales), cuando desarrolla que el fundamento esencial

Información obtenida con fecha 15 de noviembre del 2019. Con fecha 3 de noviembre del 2019, salió
publicada en la página web del diario El Comercio la siguiente nota periodística: Exjefe de la Dirección
de Inteligencia del Ministerio del Interior usó a policías como choferes de su esposa. El exfuncionario del
Ministerio del Interior, José Luis Gil Becerra, renunció a su cargo tras enterarse de esta denuncia en su
contra. La dimisión fue acepta por el ministro Morán. José Luis Gil Becerra aseguró que ordenó a los
efectivos policiales que cumplan las funciones de chofer porque tiene “el legítimo derecho de proteger
a su familia”. El exjefe de la Dirección de Inteligencia del Ministerio del Interior (Digimin), José Luis Gil
Becerra, utilizó a policías a su disposición como choferes de su esposa, Doris Andrea Koo Urda. Un
reportaje de “Cuarto Poder” reveló que Gil Becerra ordenó al agente PNP Ramos Padilla y a Julián
Ramón Cáceres, suboficial de servicios de la PNR cumplir las funciones de chofer de su cónyuge. Un
seguimiento evidenció cómo los policías realizaban esta actividad. Ambos agentes, además, esperaban
a Koo Urcia mientras realizaba sus actividades diarias sin cumplir otra función más que movilizar a la
esposa del ahora exdirector de la Digimin. Gil Becerra renunció a su cargo el jueves último tras ente­
rarse de esta denuncia en su contra. Esta fue aceptada de inmediato por el ministro del Interior, Carlos
Morán, con quien formó parte del GEIN (Grupo Especial de Inteligencia del Perú). Al ser consultado
al respecto, el exdirector del Digimin admitió que ordenó a los policías que cumplan las funciones de
chofer porque tiene “el legítimo derecho de proteger a su familia”. “Yo como director de la Digimin he
dispuesto que la seguridad de mi esposa se lleve en un nivel más. No he usado vehículos [del Estado],
he usado al personal. Insisto, es mi legítimo derecho de darle un mínimo de seguridad a mi esposa”,
sostuvo. Recuperado de <https://bit.ly/2PiAqGn>. Información obtenida con fecha 15 de noviembre
del 2019.

INSTITUTO PACÍFICO 8
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

de la duplicidad de la prescripción es la lesión efectiva del patrimonio del Estado


realizada por los funcionarios o servidos públicos, ha apuntado lo siguiente:
18. El patrimonio del Estado, parcialmente del Estado o privado, está
constituido por bienes muebles o inmuebles con valor económico,
como los caudales y efectos, lo que se traduce en la presencia de un
perjuicio patrimonial real y efectivo de la entidad estatal.

Por otro lado, como otra modalidad concreta del delito de peculado, se encuentra
la regulación del peculado de uso dentro del art. 388 del Código Penal, que
más allá de entender que es un tipo penal también especial y de infracción de
deber, el objeto material sobre el cual recae la acción delictiva incide específica­
mente en instrumentos de trabajo, objeto que es entendido normalmente como
aquellos bienes muebles no fungibles que sirven para el quehacer del ejercicio
funcional, como el caso de las computadoras, máquinas, vehículos, celulares,
etcétera. Concretamente, nos estamos refiriendo a aquellos bienes muebles que
sirven para facilitar y/o complementar el trabajo del agente especial dentro de la
Administración pública, no existiendo peculado de uso sobre bienes inmuebles
ni sobre bienes muebles fungibles, por lo que, si en un caso en concreto, un
inmueble o un bien fungible es objeto de uso para fines particulares, el operador
jurídico deberá recurrir al supuesto típico recogido en el art. 387 del Código
Penal para imputar responsabilidad penal al agente2.
Aterrizando dentro de la problemática que proponemos realizar como materia
PARTE
de análisis, la presente busca ser justificada por el hecho de hacer entender y
dar solución a las siguientes problemáticas jurídicas:
- Conforme a nuestro vigente ordenamiento jurídico penal, ¿será posible
configurar el delito de peculado por utilización, cuando el funcionario
público empleare, en provecho propio o de un tercero, el trabajo humano,
la mano de obra o los servicios pagados por la Administración pública?
- Si bien el delito de peculado por utilización tiene como objeto material del
delito los caudales o efectos que el funcionario público administra, custodia
o percibe, conforme a nuestro vigente ordenamiento jurídico penal, ¿tal
objeto material podrá equipararse al trabajo humano, la mano de obra o
los servicios pagados por la Administración pública?
- Conforme a nuestro actual ordenamiento jurídico penal, ¿será posible
configurar el delito de peculado de uso, cuando el funcionario público
empleare, en provecho propio o de un tercero, el trabajo humano, la mano
de obra o los servicios pagados por la Administración pública?
- Si bien el delito de peculado de uso tiene como objeto material del delito
los instrumentos de trabajo pertenecientes a la Administración pública o
que se hallan bajo su guarda, conforme a nuestro actual ordenamiento
jurídico penal, ¿tal objeto material podrá equipararse al trabajo humano,
la mano de obra o los servicios pagados por la Administración pública?

Cfr. VILLEGAS Paiva, Elky Alexander, “El delito de peculado de uso. Análisis del artículo 388 del Código
Penal peruano”, en Delitos contra la Administración pública cometidos por funcionarios públicos, I ima-
Gaceta Jurídica, 2016, p. 332.

82 PARTE IV: PECULADO


FERNANDO VICENTE NÚÑEZ PÉREZ

- A fin de poder cubrir alguna laguna de punibilidad, en términos de lege


ferenda, ¿una próxima reforma penal del delito de peculado por utilización
o de uso debería describir en forma expresa, como parte de su contenido
del supuesto de hecho de la tipicidad objetiva, cuando el funcionario pú­
blico empleare, en provecho propio o de un tercero, el trabajo humano,
la mano de obra o los servicios pagados por la Administración pública,
tal conforme existe en el art. 261 del Código Penal argentino?
- El hecho de que en la actualidad, conforme a nuestro ordenamiento
jurídico penal y al principio de legalidad penal, cuando un funcionario
público empleare, en provecho propio o de un tercero, el trabajo humano,
la mano de obra o los servicios pagados por la Administración pública,
¿tal comportamiento no podrá subsumirse en el peculado por utilización
ni en el peculado de uso, sin embargo, será posible que el respectivo ór­
gano judicial dicte una sentencia absolutoria o un auto de sobreseimiento
fijando un monto de reparación civil a favor del Estado?
En otras palabras, el presente aporte académico se justifica por lo siguiente:
- Si será o no posible configurar el delito de peculado por utilización, cuando
el funcionario público empleare, en provecho propio o de un tercero, el
trabajo humano, la mano de obra o los servicios pagados por la Admi­
nistración pública, incidiéndose si tal proceder de encuadramiento típico
violaría o no el principio de legalidad penal en su manifestación de la
prohibición de la analogía ín malam partem.
- Si bien el delito de peculado por utilización recae sobre caudales o efectos
que el funcionario público administra, custodia o percibe, si como objeto
material de este delito puede o no sustentarse cuando este sujeto especial
empleare, en provecho propio o de un tercero, el trabajo humano, la mano
de obra o los servicios pagados por la Administración pública.
- Si será o no posible configurar el delito de peculado de uso, cuando el fun­
cionario público empleare, en provecho propio o de un tercero, el trabajo
humano, la mano de obra o los servicios pagados por la Administración
pública, incidiéndose si tal proceder de encuadramiento típico violaría o
no el principio de legalidad penal en su manifestación de la prohibición
de la analogía in malam partem.
- Si bien el delito de peculado de uso puede recaer sobre cualquier ins­
trumento de trabajo perteneciente a la Administración pública o que se
hallan bajo su guarda, si como objeto material de este delito puede o no
sustentarse cuando este sujeto especial empleare, en provecho propio o
de un tercero, el trabajo humano, la mano de obra o los servicios pagados
por la Administración pública.
Buscando dar respuesta a las problemáticas señaladas hacemos mención
que conforme a nuestro vigente ordenamiento jurídico penal, no será posible
configurar el delito de peculado por utilización, cuando el funcionario público
empleare, en provecho propio o de un tercero, el trabajo humano, la mano de
obra o los servicios pagados por la Administración pública, ya que tal proceder
violaría el principio de legalidad penal en su manifestación de la prohibición

INSTITUTO PACÍFICO 83
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

de la analogía in malam partem; así como que si bien el delito de peculado por
utilización puede recaer sobre caudales o efectos que el funcionario público
administra, custodia o percibe, como objeto material de este delito no puede
subsumirse y sustentarse cuando este sujeto especial empleare, en provecho
propio o de un tercero, el trabajo humano, la mano de obra o los servicios
pagados por la Administración pública.
Así también, no será posible configurar el delito de peculado de uso, cuando el
funcionario público empleare, en provecho propio o de un tercero, el trabajo
humano, la mano de obra o los servicios pagados por la Administración pública,
ya que tal proceder violaría el principio de legalidad penal en su manifestación
de la prohibición de la analogía in malam partem; así como que si bien el delito
de peculado de uso puede recaer sobre cualquier instrumento de trabajo per­
tenecientes a la Administración pública o que se hallan bajo su guarda; como
objeto material de este delito no puede subsumirse y sustentarse cuando este
sujeto especial empleare, en provecho propio o de un tercero, el trabajo hu­
mano, la mano de obra o los servicios pagados por la Administración pública.
Si bien somos del parecer que el trabajo humano o la mano de obra puede
ser evaluable económicamente o que tenga una cuantía, por eso mismo que
derivan los descuentos laborales por faltar un determinado día o por llegar tarde
al centro laboral estatal, esto no implica que tal trabajo humano o la mano de
obra sea equiparable al objeto material del delito de peculado, esto es, sea como
caudal o efecto así como instrumento de trabajo no fungible, sin perjuicio de
analizarse el rol que cumpliría el sujeto público del cual hacen uso de mano de
PARTE IV 1
obra o trabajo humano.
No obstante y siendo objetivos en el debate, debe dejarse en claro que existe un
concreto sector doctrinal nacional que entiende que, por la generalidad del con­
cepto caudal, puede incluirse a la mano de obra porque es posible causar daño
de la Administración pública pagada y destinada específicamente a la función
pública, a pesar de que un inicio de su descripción la denomina como arriesgada
línea jurisprudencial con respecto de la extensión del concepto caudal al valor
resultante de la utilización de la mano de obra al servicio de la Administración
pública3, también entendida como “aprovechamiento de recursos humanos”
el debatible peculado por utilización de caudales al pretender comprender a la
mano de obra de los funcionarios públicos.
Debe recordarse que, conforme al art. III del título preliminar del Código Penal,
como una manifestación del principio de legalidad penal, se encuentra pros­
crita o vedada la aplicación de la analogía in malam partem para atribuir un
comportamiento como delito.
En esa línea de contexto, debe tenerse en cuenta que nuestro ordenamiento
jurídico penal prohíbe los supuestos de la integración normativa, esto es, los
casos en donde, frente a un vacío normativo, el juzgador, utilizando la analogía
con otras normas similares, crea una norma jurídica, siendo que la analogía
como integración normativa está proscrita en el derecho penal por mandato
constitucional de acuerdo a lo regulado en el art. 139.9 de la Constitución.

3 Cfr. HUGO Vizcardo, Silfredo Jorge, “El delito de peculado”, en Delitos contra la Administración públi­
ca cometidos por funcionarios públicos, Lima: Gaceta Jurídica, 2016, pp. 265 y 266.

84 PARTE IV: PECULADO


FERNANDO VICENTE NÚÑEZ PÉREZ

Así, con el fin de poder diferenciar lo que es la analogía como integración


normativa en un supuesto de vacío normativo, con respecto a lo que debe
entenderse por la analogía como interpretación jurídica en donde no existe
vacío normativo, nuestro Tribunal Constitucional por medio del Exp. N.° 010-
2002-AI/TC-Lima-Marcelino Tineo Silva y más de 5,000 ciudadanos, asumió
la siguiente doctrina jurisprudencial:

70. Un primer aspecto a dilucidar es la adecuación al principio /ex certa


de las ‘cláusulas de extensión analógica’. Para ello debe distinguirse dos
supuestos diferentes: i) los casos de integración normativa, en los que,
frente a un vacío normativo, el juzgador, utilizando la analogía con otras
normas similares, crea una norma jurídica; y, ii) aquellos casos de inter­
pretación jurídica en los que existe una norma, cuyo sentido literal posible
regula el caso concreto, y el juzgador se limita a delimitar su alcance a
través de un razonamiento analógico. 71. La analogía como integración
normativa está proscrita en el derecho penal por mandato constitucional
(art. 139, inciso 9), Constitución). En cambio, sí se reconoce la legitimidad
del razonamiento analógico en la interpretación (en este sentido, Hurtado
Pozo: A propósito de la interpretación de la ley penal. En Derecho N.°
46, PUCP, 1992, p. 89). Las cláusulas de interpretación analógica no
vulneran el principio de /ex certa cuando el legislador establece supuestos
ejemplificativos que puedan servir de parámetros a los que el intérprete
debe referir otros supuestos análogos, pero no expresos. (BACIGALUPO:
El conflicto entre el Tribunal Constitucional y el Tribunal Supremo, en
Revista Actualidad Penal, N.° 38, 2002). Este es precisamente el caso de
las cláusulas sub examine, por lo que no atenían contra el principio de
/ex certa.

De acuerdo a lo que sí autoriza nuestro Tribunal Constitucional, aclarando este


punto, si es legítimo que el legislador haga uso de las cláusulas de extensión o
de interpretación analógica (razonamiento analógico en la interpretación), no
vulnerándose con ello el principio de legalidad, ya que es posible establecer
dentro de la estructura del tipo penal supuestos ejemplificativos que puedan
servir de parámetros al juzgador y así referirse a otros supuestos análogos, pero
que no se encuentren redactados en forma expresa.
El hecho de que una conducta pueda vulnerar un bien jurídico protegido, en este
caso el correcto y transparente desenvolvimiento de la Administración pública
por medio del empleo, en provecho propio o de un tercero, del trabajo humano,
la mano de obra o de los servicios pagados por la Administración pública, no
significa que necesariamente tal comportamiento tenga que subsumirse a la fecha
en algún injusto penal determinado (peculado por utilización o peculado de uso).
En términos de ejemplo y haciendo una interpretación paralela, casos como
el de manejar un vehículo y cruzarse la respectiva luz roja del semáforo, el de
conducir el mismo vehículo en sentido contrario o cuando el conductor maneja
hablando por celular, son de seguro conductas que ponen en riesgo la seguridad
pública, pero que carecen de relevancia penal al no existir tipo penal al respecto.

INSTITUTO PACÍFICO 85
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Además, conforme al principio de legalidad penal, el creador de la ley penal (el


legislador) se encuentra obligado a establecer las conductas delictivas en forma
clara con el fin de poder diferenciarlas con aquellas otras que se encuentran
permitidas o toleradas socialmente (lege certa), en tanto que esto le permitirá
al juzgador aplicar lo restrictivamente creado previamente por el legislador a fin
de evitar la aplicación de la analogía perjudicial (lege stricta).
Por otro lado, el presente aporte busca establecer que a fin de poder cubrir
alguna laguna de punibilidad, en términos de lege ferenda, una próxima re­
forma penal del delito de peculado por utilización o de uso debería describir
en forma expresa, también como parte de su contenido del supuesto de hecho
de la tipicidad objetiva, cuando el funcionario público empleare, en provecho
propio o de un tercero, el trabajo humano, la mano de obra o los servicios
pagados por la Administración pública, tal conforme existe en el art. 261 del
Código Penal argentino.
En esa lógica comparativa, el texto argentino lo regula en forma expresa de la
siguiente manera:

Título XI. Delitos contra la Administración pública


Capítulo VII Malversación de caudales públicos
Artículo 261. - Será reprimido con reclusión o prisión de dos a diez años
e inhabilitación absoluta perpetua, el funcionario público que sustrajere
caudales o efectos cuya administración, percepción o custodia le haya
sido confiada por razón de su cargo. Será reprimido con la misma pena
PARTE
el funcionario que empleare en provecho propio o de un tercero, trabajos
o servicios pagados por una Administración pública. [Énfasis agregado].

Si bien, conforme a nuestra posición académica basada en el principio de


legalidad penal, cuando un funcionario público empleare, en provecho propio
o de un tercero, el trabajo humano, la mano de obra o los servicios pagados
por la Administración pública, tal comportamiento no podrá subsumirse en el
peculado por utilización ni en el peculado de uso; sin embargo, si será posible
que el respectivo órgano judicial dicte una sentencia absolutoria o un auto
de sobreseimiento fijando un monto de reparación civil a favor del Estado
conforme a las reglas procesales que nos brinda el art. 12.3 del nuevo Código
Procesal Penal.
La Corte Suprema nacional a través del Acuerdo Plenario N.° 04-2019 del
10 de setiembre del 2019 (asunto: Absolución, sobreseimiento y reparación
civil. Prescripción y caducidad en ejecución de sentencia en el proceso penal),
ha buscado brindar las pautas interpretativas con respecto a los parámetros
jurídicos para la imposición de la reparación civil en los casos de absolución
o sobreseimiento, fijándose como criterios de imputación civil las siguientes:
que la tipicidad, que constituye el presupuesto esencial para la existencia de
responsabilidad penal, falta por completo en la responsabilidad civil ex delicio;
que si bien la antijuricidad es presupuesto ineludible tanto para la responsa­
bilidad penal y civil, la concurrencia de tipicidad en lo penal y su ausencia en
lo civil determina que en cada una de esas disciplinas jurídicas la contrariedad

86 PARTE IV: PECULADO


FERNANDO VICENTE NÚÑEZ PÉREZ

al derecho tenga un significado distinto, bastando para el derecho civil la exis­


tencia de la causación de un daño en intereses jurídicos ajenos; que si bien la
concurrencia del dolo o culpa constituye presupuesto común. Sin embargo, no
es imprescindible de la responsabilidad civil derivada del delito, siendo que el
Código Civil prevé casos de inculpabilidad en los que la obligación privada se
mantiene, otros en los que la responsabilidad civil recae en persona distinta a
la que cometió el delito, así como en los casos próximos a la responsabilidad
objetiva; que la punibilidad implica la posibilidad de imponer una pena, nunca
una reparación civil; que el único factor esencial para la concurrencia de la
responsabilidad civil es la existencia de un daño, elemento que no siempre está
presente en un tema penal.
Por tanto, el elemento tipicidad, que es un elemento neurálgico para la existencia
de la responsabilidad penal, no es necesariasu presencia para la existencia de
responsabilidad civil ni siquiera a nivel de tipicidad objetiva, daño que debe ser
contrario al derecho en términos de antijuricidad. La autonomía de la acción
civil frente a la penal, así como la necesidad de un pronunciamiento expreso,
permiten que pese a un sobreseimiento o absolución corresponda imponer una
reparación civil, en función de los diferentes criterios de imputación del derecho
penal y del derecho civil.

4. Conclusiones
- Conforme a nuestro vigente ordenamiento jurídico penal, no será posible
configurar el delito de peculado por utilización, cuando el funcionario
público empleare, en provecho propio o de un tercero, el trabajo humano,
la mano de obra o los servicios pagados por la Administración pública, ya
que tal proceder violaría el principio de legalidad penal en su manifestación
de la prohibición de la analogía in malam partem.
- Conforme a nuestro vigente ordenamiento jurídico penal, si bien el delito
de peculado por utilización puede recaer sobre caudales o efectos que el
funcionario público administra, custodia o percibe, como objeto material
• de este delito no puede subsumirse y sustentarse cuando este sujeto es­
pecial empleare, en provecho propio o de un tercero, el trabajo humano,
la mano de obra o los servicios pagados por la Administración pública.
- Conforme a nuestro actual ordenamiento jurídico penal, no será posible
configurar el delito de peculado de uso, cuando el funcionario público
empleare, en provecho propio o de un tercero, el trabajo humano, la mano
de obra o los servicios pagados por la Administración pública, ya que tal
proceder violaría el principio de legalidad penal en su manifestación de
la prohibición de la analogía in malam partem.
- Conforme a nuestro actual ordenamiento jurídico penal, si bien el delito
de peculado de uso puede recaer sobre cualquier instrumento de trabajo
pertenecientes a la Administración pública o que se hallan bajo su guarda,
como objeto material de este delito no puede subsumirse y sustentarse

INSTITUTO PACÍFICO 87
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

cuando este sujeto especial empleare, en provecho propio o de un ter­


cero, el trabajo humano, la mano de obra o los servicios pagados por la
Administración pública.
A fin de poder cubrir una laguna de punibilidad, en términos de lege
ferenda, una próxima reforma penal del delito de peculado de uso debe­
ría describir en forma expresa, también como parte de su contenido del
supuesto de hecho de la tipicidad objetiva, cuando el funcionario público
empleare, en provecho propio o de un tercero, el trabajo humano, la
mano de obra o los servicios pagados por la Administración pública, tal
conforme existe en el art. 261 del Código Penal de Argentina.
El hecho de que en la actualidad, conforme a nuestro ordenamiento
jurídico penal y al principio de legalidad penal, cuando un funcionario
público empleare, en provecho propio o de un tercero, el trabajo humano,
la mano de obra o los servicios pagados por la Administración pública,
tal comportamiento no podrá subsumirse en el peculado por utilización
ni en el peculado de uso. Sin embargo, sí será posible que el respectivo
órgano judicial dicte una sentencia absolutoria o un auto de sobreseimiento
fijando un monto de reparación civil a favor del Estado.

5. Referencias bibliográficas
HUGO Vizcardo, Silfredo Jorge, “El delito de peculado”, en Delitos contra la
Administración pública cometidos por funcionarios públicos, Lima: Gaceta
PARTE IV1
Jurídica, 2016.
VILLEGAS Paiva, Elky Alexander, “El delito de peculado de uso. Análisis del ar­
tículo 388 del Código Penal peruano”, en Delitos contra la Administración
pública cometidos por funcionarios públicos, Lima: Gaceta Jurídica, 2016.

88 PARTE IV: PECULADO


CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA PENAL PERMANENTE
CASACIÓN N.° 282-2018
LAMBAYEQUE

Peculado. Objeto del delito y de prueba.


i. La lógica principista del tipo penal de peculado
radica en la sanción de aquellas conductas en las
que un funcionario o servidor público se apropia
o utiliza en cualquier forma, para sí o para otro,
bienes o caudales estatales que le hayan sido
confiados por razón de su cargo.
ii. El objeto material del delito de peculado lo
constituyen los bienes sobre los que recae el
uso o apropiación. El objeto de prueba en juicio
será la acreditación del empleo o apropiación de
los caudales o efectos públicos que se imputa
al servidor o funcionario público. En esencia,
el Ministerio Público debe individualizar o
cuantificar los bienes estatales cuyo uso o
apropiación se le imputa a una persona para
determinar la tipicidad objetiva del tipo penal
materia de juzgamiento.

SENTENCIA DE CASACIÓN

Lima, 11 de julio del 2019


Vistos: en audiencia pública, el recurso de casación por vulneración a la garantía de
motivación interpuesto por César Augusto Ruiz Rodríguez contra la sentencia emitida el
20 de noviembre del 2019 por los señores jueces que integraron la Sala Descentralizada
Mixta de Apelaciones de Jaén de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, que entre
otros extremos: i) confirmó la sentencia de primera instancia que condenó a Ruiz Rodrí­
guez como autor del delito contra la Administración pública-peculado, ii) reformando la
pena fijada, le impuso 4 años de privación de la libertad efectiva e inhabilitación por el
mismo periodo y iii) confirmó el monto determinado por concepto de reparación civil y
la devolución de lo indebidamente apropiado.
Intervino como ponente el señor juez supremo Sequeiros Vargas.
Fundamentos de hecho

INSTITUTO PACÍFICO 89
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Primero. Fundamentos de la impugnación


El auto de calificación de la Corte Supremal declaró de interés casacional las siguientes
materias: i) establecer el estatus especial requerido por el delito de peculado: preceptor,
administrador o custodio, en el marco de una organización municipal; ii) precisar la prueba
del objeto material del delito de peculado, los caudales públicos; y iii) determinar cuál
es la acción típica del delito de peculado por apropiación en el marco de un proceso de
compra directa efectuado por una organización municipal.
El motivo casacional por el que se concedió su planteamiento es el referido a la falta de
motivación, previsto en el inciso 4 del artículo 429 del nuevo Código Procesal Penal (en
adelante nuevo CPP). Alega que: i) lo condenaron como autor del delito de peculado
pese a no mantener un vínculo funcional específico con los caudales de la municipa­
lidad agraviada; ii) la Sala Superior desconoció la interpretación del vínculo funcional
específico descrito en el Recurso de Nulidad N.° 615-2015, al extender arbitrariamente
a Ruiz Rodríguez una condición establecida en el inciso 3 del artículo 5 del Reglamento
de la Ley de Contrataciones del Estado (Decreto Supremo N.° 148-2008), dado que
tal competencia solo se asigna por la Ley General del Presupuesto; y, por ello, la admi­
nistración del patrimonio de la Municipalidad Provincial de Cutervo le corresponde al
alcalde; y iii) el ad quem no explicó las razones por las que aceptó que la pericia que
determinó el desbalance patrimonial fue realizada por un ingeniero de sistemas y no por
un contador público, conforme exige la Ley N.° 28951 (Ley de Actualización de la Ley
de Profesionalización del Contador Público).

Segundo, imputación fáctica


arte IV 1
Durante los años 2011 y 2012, la Municipalidad Provincial de Cutervo adquirió equipos
de cómputo —48 computadoras e impresoras—. En el primer año, por la suma de S/
59 430 y en el segundo por S/ 28 890, montos de compra que superan las tres unidades
impositivas tributarias y en los que correspondía realizar sendos procesos de selección,
como la adjudicación directa selectiva para la primera y la adjudicación de menor cuan­
tía para la segunda. Sin embargo, tales procesos no se llevaron a cabo, y se realizaron
adquisiciones directas que contradicen las reglas de la Ley General de Contrataciones
del Estado.
La compra fue irregular y en ella intervinieron Segundo Raúl Pinedo Vásquez, José
Melecio Guevara Pérez y César Augusto Ruiz Rodríguez. Conforme al numeral 3 del
artículo 5 de la Ley de Contrataciones del Estado (Decreto Supremo N.° 184-2008), el
área de Logística es el órgano encargado de las contrataciones de una entidad y efectúa
las actividades relativas a la gestión del abastecimiento en su interior. En virtud de ello,
se imputa a Ruiz Rodríguez que no cumplió con efectuar los procesos de adquisición
regular, sino que efectuó compras directas.

Tercero. Itinerario del procedimiento


3.1. El 12 de marzo de 2014 el señor fiscal representante de la Primera Fiscalía Provincial
Penal Corporativa de Cutervo del Distrito Fiscal de Lambayeque formuló requeri­
miento de acusación contra Segundo Raúl Pinedo Vásquez, José Melecio Guevara
Pérez y César Augusto Ruiz Rodríguez por la presunta comisión de los delitos de

1 Emitido el 18 de mayo del 2018, obrante en los folios 121 a 129.

90 PARTE IV: PECULADO


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

colusión y peculado -folios 1 a 7-. Superada la etapa intermedia y luego del juicio
oral de primera instancia, el 11 de agosto del 2017 el señor juez del Juzgado Penal
Unipersonal de Cutervo emitió la sentencia que condenó a César Augusto Ruiz
Rodríguez y otros por el delito de peculado, y los absolvió por el delito de colusión
%folios 124 a 195%; en consecuencia, le impuso la pena de 6 años de privación
de libertad efectiva, inhabilitación por el periodo de 5 años y fijó en S/ 9981 60 el
monto de pago por concepto de reparación civil.
3.2. Contra tal declaración, únicamente los entonces sentenciados interpusieron sendos
recursos de apelación que determinaron a los integrantes de la Sala Descentralizada
Mixta y de Apelaciones de Jaén de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque a
avocarse al conocimiento de la causa y pronunciar la sentencia de vista del 20 de
noviembre del 2017, en la cual revocaron el fallo de primera instancia en el extremo
en el que condenó a Segundo Raúl Pinedo Vásquez y José Marcelo Guevara Pérez
como autores del delito de peculado y, reformándola, los absolvieron; y confirmaron
la mencionada decisión en el extremo en el que condenó a César Augusto Ruiz
Rodríguez como autor del mencionado tipo penal, así como las consecuencias
jurídicas de dicha declaración.
3.3. La sentencia de vista fue cuestionada vía recurso de casación y fue concedida a nivel
superior -folios 372 a 373-. Elevados los autos a la Corte Suprema, nos avocamos
al conocimiento de esta causa los señores jueces que emitimos el auto de califica­
ción del 18 de mayo del 2018, en el que declaramos bien concedidos los recursos
formulados por Carlos Ernesto Lazo Gutiérrez (representante de la Procuraduría
Pública de la Municipalidad Provincial de Cutervo), así como por César Augusto
Ruiz Rodríguez, por la causa prevista en el inciso 4 del artículo 429 del nuevo CPP.
3.4. En cumplimiento de lo estipulado en el inciso 1 del artículo 431 del Código Proce­
sal Penal, mediante decreto del pasado 16 de mayo, esta Sala Suprema fijó fecha
para la vista de la causa para el miércoles 19 de junio, en la cual intervinieron el
abogado del ahora sentenciado y el señor representante del Ministerio Público, y
se dejó constancia de la inasistencia del abogado de la municipalidad agraviada.
Culminada esta, de inmediato, se produjo la deliberación de la causa en sesión
privada, en la que se produjo el debate en virtud del cual, tras la votación respectiva
y al obtener el número de votos necesarios, corresponde pronunciar la presente
sentencia de casación, cuya lectura se dará en audiencia pública, en la fecha.
Fundamentos de derecho
Primero. Respecto al delito de peculado y las materias de interés casacional propuestas
1.1. La lógica principista del tipo penal de peculado radica en la sanción de aquellas
conductas en las que un funcionario o servidor público se apropia o utiliza en cual­
quier forma, para sí o para otro, bienes estatales que le hayan sido confiados por
razón de su cargo.
1.2. El Acuerdo Plenario N.° 4-2005/CJ-116 desarrolló en esencia las modalidades de
peculado y evaluó el contenido de sus elementos normativos y descriptivos del tipo
penal. En él se estableció que para su configuración no es necesario que sobre los
bienes que se le hayan confiado por razón de su cargo en cualquiera de las formas
y que constituyan el objeto material del hecho ilícito el agente ejerza una tenencia

INSTITUTO PACÍFICO 9
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

material directa. Es suficiente que el sujeto activo tenga la llamada disponibilidad


jurídica, es decir, aquella posibilidad de libre disposición que en virtud de la ley tiene
el funcionario o servidor público; ha de tener, por tanto, competencia funcional
específica. A partir de lo mencionado, la primera materia de interés casacional no
varía en razón de una organización municipal, dado que es exigencia del preceptor
administrador o custodio poseer la capacidad antes mencionada.
1.3. El objeto material del delito de peculado lo constituyen los bienes sobre los que
recae el uso o apropiación. El objeto de prueba en juicio será la acreditación del
empleo o apropiación de los caudales o efectos públicos que se imputa al servidor
o funcionario público. En esencia, el Ministerio Público debe individualizar o cuan-
tificar los bienes estatales cuyo uso o apropiación se le imputa a una persona para
determinar la tipicidad objetiva del tipo penal materia de juzgamiento.
1.4. La acción típica en el delito de peculado en el marco de un proceso de compra directa
efectuado por una entidad pública no varía respecto a la sanción que debería recibir
un funcionario o servidor público municipal. Este tipo penal es de configuración
en todas las entidades que por su operatividad y su naturaleza manejan fondos
públicos.

Segundo. Respecto a los motivos casacionales


2.1. El accionante denuncia que se habría configurado el motivo casacional previsto
en el inciso 4 del artículo 429 del nuevo CPP, que prevé dos hipótesis: i) falta de
motivación y ii) manifiesta ilogicidad en la motivación2.
PARTI? IV 1 2.2. Los agravios que alega no poseen la trascendencia para configurar la causa que
invoca. Así:
El vínculo funcional del imputado con los caudales de la Municipalidad de
Cutervo no admite cuestionamiento, dado que su condición de jefe de Logística
de la mencionada comuna lo sitúa en una posición especial compatible con
la exigida para el sujeto activo cualificado del tipo penal materia de juzga­
miento. Tanto más si, conforme al abogado que intervino en representación
del sentenciado en la audiencia de vista, a la interrogante del juez Príncipe
Trujillo, indicó que el ahora sentenciado era quien realizaba las compras de
la mencionada municipalidad.
El cuestionamiento referido a la interpretación respecto al vínculo funcional,
desarrollado jurisprudencialmente en la sentencia emitida en el Recurso de
Nulidad N.° 615-2015/Lima, tampoco es amparable, puesto que el mencio­
nado antecedente ratifica el criterio de disponibilidad jurídica antes descrito.
En tai virtud se sostiene lo siguiente:
En este ilícito el sujeto activo es el funcionario o servidor público que reúne
las características de la relación funcional exigidas por el tipo penal, es decir,
quien por el cargo que desarrolla al interior de la administración tiene bajo su
poder o ámbito de vigilancia (directo o funcional), en percepción, custodia

2 Las diferencias entre ambos tipos de defectos aparecen con precisión en la sentencia de casación emiti­
da en el Recurso N.° 482-2016/Cusco. El considerando quinto es el que anota los tipos de vicios en la
motivación.

PARTE IV: PECULADO


92
JURISPRUDENCIA RELEVANTE

o administración los caudales o efectos de los que se apropia o utiliza para


sí o para otro.
La relación funcional que posee el sujeto activo del delito de peculado con el
patrimonio público es el elemento normativo nuclear que vincula la conducta
del funcionario público con el sentido de relevancia penal de la tipicidad del
delito de peculado. En esa línea la vinculación funcional sirve | para restringir o
limitar el círculo de autores, circunscribiéndolo solo a aquellos que posean los
caudales o efectos públicos por razón del cargo que desempeñan, excluyendo
la hipótesis de autoría a los que no gozan o no tienen la relación funcional.

A partir de lo mencionado, en el caso juzgado, la posición de jefe de Logística


y su capacidad para la disposición de fondos públicos por razón de su cargo
lo constituyen como sujeto activo. No concurre un supuesto de ajenidad o
imposibilidad de vinculación con los fondos públicos del ahora sentenciado.
- El cuestionamiento a la profesión de quien realizó la pericia con la que se
determinó el perjuicio que padeció la Administración pública tampoco es
amparable, debido a que en el caso juzgado se evalúan compras de equipos
de cómputo durante los años 2011 y 2012, y la pericia la efectuó un ingeniero
informático, en la que evaluó comparativamente los precios de los equipos de
cómputo adquiridos, aspecto para el cual no se exigen conocimientos especiales
y, por ello, no se puede calificar como errada o inválida dicha tasación; tanto
más si el tipo penal de peculado, normativamente, no exige la acreditación
del perjuicio patrimonial del Estado, toda vez que este es intrínseco a la apro­
piación o empleo de bienes públicos con fines privados.
2.3. Sin embargo, a partir del hecho imputado a Ruiz Rodríguez se aprecia que se le
atribuye haber efectuado compras sin la previa realización de un proceso de selec­
ción por montos dentro de los que se habrían sobrevalorado los bienes adquiridos,
y es el exceso de pago el monto del que se habría apropiado. Sin embargo, este
supuesto no es subsumible en el tipo penal de peculado, dado que la apropiación
de las sumas pagadas en exceso se habría producido luego de que la Administración
pública efectuó el desembolso a la esfera privada, esto es, a los proveedores de los
equipos de cómputo como consecuencia de las compras irregulares. El Ministerio
Público no imputa a Ruiz Rodríguez la apropiación del dinero previo con el que se
adquirieron las computadoras ni la apropiación o uso de los equipos. Tal defecto
en la calificación del hecho determina un defecto en la motivación, y así se declara.
2.4. La conducta imputada se subsumiría en el tipo penal de colusión, por cuanto el que­
brantamiento de la obligación de convocar a los procesos de selección denotaría un
afán de obtener beneficio indebido como consecuencia de una adquisición pública.
Sin embargo, Ruiz Rodríguez fue absuelto por dicha calificación y tal declaración
no fue impugnada, razón por la cual no corresponde ordenar un nuevo juicio y,
en consecuencia, sin reenvío, se debe declarar su absolución por atipicidad de la
imputación, conforme al inciso 2 del artículo 433 del nuevo CPP.

INSTITUTO PACÍFICO 93
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

DECISIÓN
Por estos fundamentos, los jueces integrantes de la Sala Penal Permanente de la Corte
Suprema de Justicia de la República:
I. Declararon fundado el recurso de casación por vulneración a la garantía de motiva­
ción promovido por César Augusto Ruiz Rodríguez contra la sentencia emitida el 20
• de noviembre del 2017 por los señores jueces que integraron la Sala Descentralizada
Mixta de Apelaciones de Jaén de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, que
entre otros extremos: i) confirmó la sentencia de primera instancia que condenó a
Ruiz Rodríguez como autor del delito contra la Administración pública-peculado,
ii) reformando la pena fijada, le impuso cuatro años de privación de la libertad e
inhabilitación por el mismo periodo y iii) confirmó el monto fijado por concepto
de reparación civil y la devolución de lo indebidamente apropiado; y, sin reenvío,
reformándola, por atipicidad, lo absolvieron de la citada imputación por el delito y
el agraviado mencionados.
II. Dispusieron que la presente sentencia casatoria se lea en audiencia pública y, acto
seguido, se notifique a todas las partes personadas en esta sede Suprema y su
publicación en la página web del Poder Judicial.
III. Mandaron que, cumplidos estos trámites, se devuelva el proceso al órgano jurisdic­
cional de origen y se archive el cuadernillo de casación en esta Suprema Corte.
Intervino el señor juez supremo Castañeda Espinoza por periodo vacacional del señor
juez supremo San Martín Castro.
PARTE IV 1
S. S.
FIGUEROA NAVARRO
PRÍNCIPE TRUJILLO
CASTAÑEDA ESPINOZA
SEQUEIROS VARGAS
CHÁVEZ MELLA

PARTE IV: PECULADO


94
JURISPRUDENCIA RELEVANTE

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA


SALA PENAL TRANSITORIA
APELACIÓN N.° 07-2017
CUSCO

Extradición pasiva simplificada


Sumilla. El reclamado dio su consentimiento libre
y expreso para ser extraditado por el delito materia
del pedido. Por tanto, al haberse cumplido con los
requisitos establecidos en el Tratado y en el Código
Procesal Penal corresponde declarar procedente la
solicitud de extradición pasiva simplificada.

Lima, 10 de octubre del 2019


Visto: de conformidad con el artículo 523-A del Código Procesal Penal, con el cuaderno
de asistencia judicial de extradición pasiva, formulada por la Corte de Apelaciones de
Santiago-República de Chile, ordenada en los autos Rol N.° 2954-2015, a requeri­
miento del Sétimo Juzgado de Garantía de Santiago, en la causa N.° 0801023812-K,
sobre malversación de caudales públicos, respecto al ciudadano chileno Ricardo Andrés
Harboe Gaete.
Intervino como ponente la jueza suprema Pacheco Huancas

CONSIDERANDO

Imputación fáctica
1. Los hechos atribuidos al ciudadano chileno Ricardo Andrés Harboe Gaete, el 9 de
octubre del 2008, al revisarle las cuentas de la Embajada de Chile en Perú, se advir­
tió que el documento bancario que acreditaba la transferencia de dinero sobrantes
del Proyecto de Restauración de la Casa de O'Higgins en Lima-Perú, a la cuenta
corriente del Ministerio de Relaciones Exteriores de Estado de Chile, ascendente a
$/185 473 22 dólares estadounidense se encontraba adulterado.
A raíz de lo anterior, se consultó al banco Interbank de Lima, donde la citada Embajada
de Chile, tiene su cuenta corriente en dólares estadounidenses, entidad que confirmó que
el monto real transferido a la cuenta corriente que el Ministerio de Relaciones Exteriores
mantiene en el Banco Estado en Chile ascendía solo a la suma de $ 85 473 22 dólares
estadounidenses.
Luego de contarse con la información de la institución bancaria antes señalada, el enton­
ces embajador de Chile en Perú, conjuntamente con el ministro consejero señor Cristian
Barbé González y el jefe administrativo de la citada embajada, don César Gática Muñoz,
solicitaron explicaciones al contador de la Embajada, señor Ricardo Andrés Harboe
Gaete, quien reconoció su participación, tanto en la adulteración del citado documento
como también en la sustracción de dinero de la Embajada de Chile en el Perú, quien se
desempeñaba como contador desde 1999.

INSTITUTO PACÍFICO 95
DEUTOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Realizada la auditoría administrativa contable solicitada por el Ministerio de Relaciones


Exteriores de la Embajada de Chile en Perú, se llevó a cabo y arrojó que los montos
sustraídos y defraudados ascenderían a la suma de $/ 72.750 dólares estadounidenses,
solamente durante los años 2007 y 2008, y sin contar con las cantidades defraudadas
en años anteriores y por todo lo cual el delito se encuentra consumado por dicha suma
dinerada hasta ese momento.
De acuerdo al sumario administrativo que se instruyó para investigar los hechos denun­
ciados por el fiscal Fernando Schmidt, se constituyó en la Embajada de Chile en Perú,
los días 29, 30 y 31 de octubre del 2008, con declaraciones de la mayoría de los funcio­
narios de esa misión, determinó que el procedimiento que habría empleado el requerido
Ricardo Andrés Harboe Gaete, para defraudar a la Embajada de Chile en Perú, consistía
en reutilizar y/o adulterar los comprobantes (boletas o facturas) correspondientes a los
gastos que incurría la Embajada de Chile en Perú, lo que permitía abultar los costos de los
bienes adquiridos y servicios demandados por dicha misión y apropiarse ilegítimamente
de las sumas de dinero excedentes.

itinerario del proceso


1. Mediante OF. REG (LEG/OCJ) N ° 4-3-A/2736, del 26 de noviembre del 2015, la
Oficina de Cooperación Judicial del Ministerio de Relaciones Exteriores, remitió al
jefe de la Unidad de Cooperación Judicial Internacional y Extradiciones del Ministerio
Público, la Nota N.° 462/2015 de la Embajada de la República de Chile, la solicitud
de extradición pasiva del ciudadano chileno Ricardo Andrés Harboe Gaete.
PARTE IV1 2. La Unidad de Cooperación Judicial Internacional y Extradiciones, mediante proveído
del 1 de julio del 2016, resolvió remitir el pedido a la Mesa Única de Partes de los
Juzgados Penales de la Corte Superior de Justicia de Lima, para ser derivada al
Juzgado Competente.
3. El Trigésimo Juzgado Penal de la Corte Superior de Justicia de Lima, mediante
Resolución N ° 2, del 13 de julio del 2016, resolvió solicitar el auto de prisión, la
resolución que dispone la medida coercitiva decretada contra el requerido y si
la solicitud es para fines de juzgamiento o cumplimiento de sentencia, el que fue
remitido Oficio N ° 6895-2016-MP-FN-UCJIE (EXT 248-15), del 12 de setiembre
del 2016.
4. El citado órgano jurisdiccional, mediante Resolución N.° 4, del 24 de mayo del
2017, resolvió admitir a trámite la detención del requerido chileno Ricardo Andrés
Harboe Gaete para fines de extradición pasiva y ordenar la inmediata ubicación y
captura a nivel nacional, las que se renovaron periódicamente.
5. Mediante Oficio N ° 7593-2019-SUBCOMGEN-PNP-DIRASINT/OCN-INTER-
POL-LIMA-DEPINBCP, del 17 de julio del 2019, de página 114, se puso a dispo­
sición al reclamado Ricardo Andrés Harboe Gaete.
6. El Trigésimo Juzgado Penal de la Corte Superior de Justicia de Lima, mediante
Resolución N.° 22, del 18 de julio del 2019, resolvió programar la audiencia de
control de detención preventiva con fines de extradición para el 19 de julio del
2019, a las 3:00 pm, comunicándose a las autoridades correspondientes, que fue
debidamente notificada al antes citado, conforme se verifica de página 128 -cargo
de notificación-.

PARTE IV: PECULADO


96
JURISPRUDENCIA RELEVANTE

7. Llevada a cabo la audiencia pública antes citada, conforme aparece del acta de
registro de audiencia de página 135, se realizó con la concurrencia de las partes
procesales. En dicho acto procesal, se tomó la declaración del requerido Ricardo
Andrés Harboe Gaete, luego de verificar su identidad, se le consultó si deseaba
acogerse a la extradición simplificada, y dio su consentimiento libre y expreso de
efectuarse la extradición.
8. Mediante Resolución N.° 23, del 19 de julio del 2019, se dispuso la detención
preventiva con fines de extradición del ciudadano chileno por el plazo de 9 meses,
y elevar el cuaderno de extradición a este Supremo Tribunal para los fines consi­
guientes. Contra dicha decisión, el imputado interpuso recurso de apelación, por
escrito de página 174 y 177, concedida por Resolución N.° 25, de 6 de agosto del
2019, de página 209.
9. Luego, por escrito de 19 de julio del 2019 de página 146, solicitó la variación de
detención preventiva a comparecencia restringida, a lo que el órgano jurisdiccional
por Resolución N.° 24, del 22 de julio del 2019, resolvió: estese a lo resuelto en la
audiencia de detención preventiva.
10. El Trigésimo Juzgado Penal de Lima emitió un informe ilustrativo para fines de
extradición, del 15 de agosto del 2019, de página 219.
11. Mediante resolución del 27 de agosto del 2019, este Supremo Tribunal, de página
224, ordenó devolver los actuados al juzgado de origen, para que emitan pronun­
ciamiento respecto al delito de falsificación de instrumentos públicos, de forma que,
por resolución del 6 de setiembre del 2019, de página 225, el Juzgado de instancia,
señaló que -debe entenderse-, que la extradición al ciudadano chileno Ricardo
Andrés Harboe Gaete, es por el delito de malversación de caudales públicos.
12. Así, se ha cumplido con la tramitación, y elevado el cuadernillo de extradición a esta
Sala Penal Suprema, por tanto, conforme a lo dispuesto por el artículo 523-A del
Código Procesal Penal, corresponde emitir la resolución consultiva correspondiente.

Fundamentos jurídicos
La extradición pasiva
13. La Constitución Política del Perú, en el artículo 37, incorpora el instituto de la
extradición. Establece como fuentes normativas la ley, los tratados internacionales
y adicionalmente el principio de reciprocidad que se aplica en forma subsidiaria a
falta de tratado.
14. El Tribunal Constitucional, en los fundamentos dos y tres, del Expediente N.° 1129-
2008-PHC/TC, ha señalado:

[...] la extradición es un instituto jurídico que permite vía convencional o ape­


lando al principio de reciprocidad de los Estados la remisión compulsiva de un
individuo por parte del Estado, a los órganos jurisdiccionales competentes de
otro, a efectos de que sea enjuiciado o cumpla una condena, según haya sido
su situación del procesado o condenado en la comunidad política de destino. Es
decir, por virtud de ella, un Estado hace entrega de un procesado o condenado
a las autoridades judiciales de otro Estado, el cual lo reclama para la culminación
de su juzgamiento o eventualmente para el cumplimiento de la pena.

INSTITUTO PACÍFICO 97
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

15. El artículo 508 del Código Procesal Penal prescribe:


[...] 1. Las relaciones de las autoridades peruanas con las extranjeras y con la
Corte Penal Internacional en materia de Cooperación Judicial Internacional, se
rigen por los Tratados Internacionales celebrados por el Perú y, en su defecto, por
el principio de reciprocidad en un marco de respeto de los derechos humanos.

16. También, el artículo 516 y siguientes del Código Procesal Penal establece un
conjunto de garantías constitucionales, con la finalidad de respetar los derechos
fundamentales del extraditable.
17. El artículo 523-A, del citado cuerpo legal, prescribe:
El reclamado en cualquier estado del procedimiento de extradición puede dar
su consentimiento libre y expreso a ser extraditado por el delito materia del
pedido, no siendo necesario recibir la demanda de extradición. En ese caso, la
autoridad que conozca de la detención preventiva o del pedido de extradición
da por concluido el procedimiento. La Sala Penal de la Corte Suprema, sin trá­
mite alguno, dicta la resolución consultiva que corresponda a la extradición; en
caso de ser favorable, remite los actuados al Ministerio de Justicia y Derechos
Humanos para los fines de ley.

Fundamentos del supremo tribunal


Identificación del extraditado
18. En audiencia del 19 de julio del 2019, de página 135, se realizó la verificación de
’ARTE IV1
identidad del requerido, ciudadano chileno Ricardo Andrés Harboe Gaete, identifi­
cado con cédula de identidad N.° 00827056, Carné de Extranjería N.° 000827056,
natural de Santiago de Chile, con fecha de nacimiento 4 de setiembre de 1961,
hijo de Juana y Teodora, de ocupación ocasional relacionada a la administración
y contabilidad, conforme al extracto de filiación y antecedentes de páginas 4, 5,
13, 14 y carné de extranjería de página 122.
Tratado de extradición
19. Las relaciones extradicionales se rigen por el Tratado de Extradición entre la Re­
pública del Perú y la República de Chile, suscrito por ambos países, en la ciudad
de Lima, el 5 de noviembre de 1932.
20. En dicho tratado, en el artículo XIV establece el procedimiento simplificado de entrega
y señala: “Si la persona reclamada consiente en su entrega al Estado requirente, el
Estado requerido podrá entregarla a la brevedad posible, sin más trámite”, y en su
artículo II, numeral 1, señala que se concederá la extradición por los delitos punibles
con pena privativa de libertad superior a uno año o una pena más grave, conforme
con la legislación de ambos Estados parte, cuyas cláusulas debe ser complementa­
das con el Código Procesal Penal en materia de cooperación judicial internacional
vigentes.
Principio de doble incriminación y prescripción de la acción pena!
21. Luego de haberse verificado el tratado entre ambas partes, el Estado requerido debe
comprobar que el hecho punible constituya delito, tanto en el país requirente como
en el país requerido, denominado principio de doble incriminación, vinculado al

98 PARTE IV: PECULADO


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

principio de legalidad penal prescrito en el literal c, numeral 24, del artículo 24, de
la Constitución Política del Estado.
22. En el presente caso, la solicitud de extradición se sustenta en los hechos descritos en
el fundamento uno, de la presente resolución consultiva. Así, realizado el estudio de
los cargos formulados por el Estado requirente y realizado el juicio de subsunción
de los hechos punibles. Se tiene que la conducta criminal del reclamado Ricardo
Andrés Harboe Gaete, en la legislación chilena, se subsume en los delitos de mal­
versación de caudales públicos, previsto y sancionado en el artículo 233, numeral
tres, del Código Penal chileno, que prescribe:

El empleado público que, teniendo a su cargo caudales o efectos públicos o de


particulares en depósito, consignación o secuestro, los substrajere o consintiere
que otro los substraiga, será castigado: [...] 3. Con presidio mayor en sus grados
mínimo a medio y multa de once a quince unidades tributarias mensuales, si
excediera de cuarenta unidades tributarias mensuales. En todos los casos, con
la pena de inhabilitación absoluta temporal en su grado mínimo a inhabilitación
absoluta perpetua para cargos y oficios públicos”, concordante con el artículo
56 del referido cuerpo legal, prescribe: “Las penas divisibles, constan de tres
grados, mínimo, medio y máximo, cuya extensión se determina en la siguiente
tabla demostrativa.

reiidb
lOuci id
toda la pena
nena
BHMi
.____ ____ ______ __ ?________
Presidio, reclu­ De 5 a 20 De 5 y 1 día a 10 De 10 años y 1 De 15 años, 1 día
rPARTE
sión, confina­ años años día a 15 años a 20 años.
miento, extraña­
miento y relega­
ción mayores

Entonces, el margen punitivo de la pena para el delito de malversación de caudales


públicos, es de 5 años y un día a 15 años.

23. En cuanto a la prescripción de la acción penal y considerándose que los hechos


habrían sucedido en los años 2007 y 2008. El Código Penal chileno, en el artículo
93, prescribe que la responsabilidad penal se extingue: 7. Por prescripción de
la acción penal”, y el artículo 94, señala que la acción penal, prescribe: “respecto
a demás crímenes en 10 años”, y en su artículo 100, prescribe:
Cuando el inculpado se ausentare del territorio de la República, solo podrá
prescribir la acción penal o la pena contando por uno cada 2 días de ausencia,
para el cómputo de los años. Para los efectos de aplicar la prescripción de la
acción penal o de la pena, no se entenderán ausentes del territorio nacional los
que hubieren estado sujetos a prohibición o impedimento de ingreso al país por
decisión de la autoridad política o administrativa, por el tiempo que les hubiere
afectado tal prohibición o impedimento.

24. En la legislación nacional peruana, los hechos se subsumen dentro del delito de
peculado, previsto y sancionado en el artículo 387 del Código Penal, prescribe:
El funcionario o servidor público que se apropia o utiliza, en cualquier forma, para
sí o para otro, caudales o efectos cuya percepción, administración o custodia le

INSTITUTO PACÍFICO 99
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

estén confiados por razón de su cargo, será reprimido con pena privativa de la
libertad no menor de dos ni mayor de ocho años.
25. El artículo 80, primer párrafo, del Código Penal del Perú señala que la acción penal
prescribe en un tiempo igual al máximo de la pena fijada por ley para el delito, si
es privativa de libertad; en tanto, respecto a la prescripción extraordinaria prevista
en el último párrafo, del artículo 83, del mismo cuerpo legal establece que la acción
penal prescribe, en todo caso, cuando el tiempo transcurrido sobrepasa en una
mitad al plazo ordinario de prescripción.
27. Así, se concluye que se cumple con el principio de la doble incriminación; es decir,
con la legislación de ambas partes respecto a los delitos punibles tienen una pena
privativa de la libertad mayor a un año, y conforme con las reglas de prescripción,
la acción penal está vigente.
28. Es de precisar que el delito imputado al requerido es de naturaleza común, no polí­
tica, compete a la República de Chile, del requerido cuenta con orden de detención,
emitida por el Sétimo Juzgado de Garantía de Santiago, conforme a la resolución
del 11 de diciembre del 2015, de página 69. La acción penal no ha prescrito, la
legislación procesal aplicable es la común y se le juzgará por órganos jurisdiccio­
nales ordinarios; pues su requerimiento tiene como finalidad su juzgamiento por
la justicia penal ordinaria de la República de Chile, descartándose la existencia de
motivaciones políticas; y se afirma que el enjuiciamiento del hecho corresponde a
. un órgano judicial territorialmente competente.
b 29. Finalmente, conforme se ha precisado anteriormente, el requerido chileno se so­
’ARTE IV I
metió a la extradición simplificada, conforme a los fundamentos antes expuestos.
Así, se debe llevar a cabo el juzgamiento en el país requirente; toda vez que, en
virtud del ilícito cometido, se deberán llevar a cabo todas las diligencias necesarias
para el esclarecimiento de los hechos a efectos de determinar o no la materialidad
del delito, así como la responsabilidad o irresponsabilidad del requerido Ricardo
Andrés Harboe Gaete, lo cual no implica un juicio de culpabilidad ni adelanto de
su responsabilidad, y en dicha condición es que el Estado peruano aprueba la
extradición bajo el entendido que el país requirente ofrecerá un debido proceso
arreglado a ley, y con respeto a los derechos fundamentales del requerido.
30. Entonces, resulta procedente la extradición simplificada, al haberse cumplido con
los requisitos establecidos en el tratado y en el Código Procesal Penal. En conse­
cuencia, la solicitud de extradición debe ser declarada procedente.

200 PARTE IV: PECULADO


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

DECISIÓN
Por estos fundamentos, declararon:
I. Procedente la solicitud de asistencia judicial de extradición pasiva, formulada por
la Corte de Apelaciones de Santiago-República de Chile, ordenada en los autos Rol
N.° 2954-2015, a requerimiento del Sétimo Juzgado de Garantía de Santiago, en
la Causa N.° 0801023812-K sobre malversación de caudales públicos, respecto al
ciudadano chileno Ricardo Andrés Harboe Gaete
II. Dispusieron que se remita el cuaderno de extradición al Ministerio de Justicia por
intermedio de la Presidencia de la Corte Suprema de Justicia de la República; con
conocimiento de la Fiscalía de la Nación. Oficiándose y hágase saber.
Intervinieron los jueces supremos Castañeda Espinoza y Chávez Mella, por licencia de
los jueces supremos Castañeda Otsu y Barrios Alvarado, respectivamente.
S. S.
PRADO SALDARRIAGA
CASTAÑEDA ESPINOZA
BALLADARES APARICIO
PACHECO HUANCAS
CHÁVEZ MELLA

f PARTE I’

INSTITUTO PACÍFICO 20
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA


SALA PENAL TRANSITORIA
EXTRADICCIÓN N.° 168-2018
AMAZONAS

Lima, 2 de octubre del 2019


Autos y vistos: Dado cuenta, con la razón de Secretaría, el Oficio N ° 631-2019-SPLTB-CS-
JAM/PJ, y el Oficio N.° 00647-2019-SPLTB-CSJAM/PJ.

CONSIDERANDO
Primero. Que, esta Suprema Sala por resolución de fecha 27 de noviembre del 2018,
resolvió devolver los actuados al órgano jurisdiccional de origen para subsanar omisiones
advertidas.
Segundo. Al respecto, mediante Oficio N.° 00647-2019-SPLTB-CSJÁM/PJ de fecha 24
de septiembre del 2019, la Sala Penal de Apelaciones y Liquidadora de Bagua, de la
Corte Superior de Justicia de Amazonas, puso en conocimiento de esta Suprema Instan­
cia, la resolución de fecha 24 de enero del 2019, -fojas 99 del cuadernillo instaurado en
esta suprema instancia- la misma que resolvió dejar sin efecto la resolución que dispone
la extradición activa del acusado Félix Encinas Aujtukai de la República del Perú a la
República de Colombia, debido a que el acusado se ha puesto a derecho y ha asistido
puntualmente a las sesiones de audiencia, incluyendo a la de lectura de sentencia.
Tercero. Asimismo, obra en autos la copia de la sentencia de fecha 18 de septiembre
PARTE IV 1
del 2019, —fojas 189 del cuadernillo instaurado en esta Suprema Instancia- en la cual
la Sala Penal de Apelaciones y Liquidadora de Bagua resolvió absolver de la acusación
fiscal al procesado Félix Encinas Aujtukai, como autor del delito contra la Administración
pública- delitos cometidos por funcionarios públicos, en su figura de peculado doloso
agravado, en agravio del Estado peruano, representado por el Ministerio de Educación.

DECISIÓN
Por los fundamentos expuestos, declararon que: Carece de objeto continuar el trámite de
la presente solicitud de extradición activa formulada por la Sala Penal de Apelaciones y
Liquidadora de Bagua, de la Corte Superior de Justicia de Amazonas, respecto al ciuda­
dano Félix Encinas Aujtukai, a efectos de que sea procesado por la presunta comisión
del delito contra la Administración pública-delitos cometidos por funcionarios públicos,
en su figura de peculado doloso agravado, en agravio del Estado peruano, representado
por el Ministerio de Educación. Ordenaron se remita copia de la presente resolución a la
Presidencia de la Corte Suprema de Justicia de la República para los fines legales perti­
nentes. Mandaron se ponga en conocimiento de la Sala Penal de Apelaciones y Liquida­
dora de Bagua, de la Corte Superior de Justicia de Amazonas y de la Fiscalía de Nación;
oficiándose y archivándose el presente cuadernillo donde corresponda. Hágase saber.
S. S.
PRADO SALDARR1AGA
BARRIOS ALVARADO
CASTAÑEDA ESPINOZA
RAI I APARES APARICIO
PACHECO HUANCAS

PARTE IV: PECULADO


202
JURISPRUDENCIA RELEVANTE

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA


SALA PENAL PERMANENTE
REV. DE SEN!. NCPP N.° 77-2019
SAN MARTÍN

Improcedente la demanda de revisión


La recurrente sostuvo que existe una sentencia
contradictoria con la suya; sin embargo, se verifica
que dicho pronunciamiento recayó contra su
coimputada y las dos sentencias condenatorias
no se contradicen, sino que se complementan
-establecen la responsabilidad de dos personas
por un hecho imputado en coautoría-. Es más, del
contenido de ellas no se desprende que el delito fue
cometido solo por una persona.

Lima, 15 de agosto del 2019


Autos y vistos: la demanda de revisión interpuesta por la encausada María Felicita Clavo
Menor contra la sentencia de vista del 3 de agosto del 2018 (foja 117), que confirmó la
sentencia de primera instancia del 17 de mayo del 2018 (foja 81), que la condenó como
autora del delito contra la administración de justicia-peculado doloso, en agravio del
Estado-Municipalidad Provincial de Moyobamba, a 5 años y 6 meses de pena privativa
de libertad, inhabilitación por cinco años y seis meses conforme a lo previsto en los in­
cisos 1 y 2 del artículo 36 del Código Penal y fijó la reparación civil en S/ 45 000 soles.
Intervino como ponente el señor juez supremo Príncipe Trujillo.

Fundamentos
Primero. Conforme lo dispone el artículo 443, inciso 1, del Código Procesal Penal, co­
rresponde que esta Sala Suprema examine si la presente demanda reúne los requisitos
de admisibilidad y procedencia previstos en los artículos 439 al 441 del aludido código.
Se verifica que la sentenciada María Felicita Clavo Menor precisó los datos de la sen­
tencia condenatoria firme cuya revisión pretende, expedida por el Tercer Juzgado Penal
Unipersonal de Moyobamba de la Corte Superior de Justicia de San Martín, confirmada
por la Sala Penal de Apelaciones de la misma Corte, y adjuntó copias certificadas de
ambas decisiones (fojas 81 y 117, respectivamente).
Además, precisó como causal de procedencia de revisión la prevista en el artículo 439,
inciso 1, del Código Procesal Penal:
La revisión de las sentencias condenatorias firmes procede, sin limitación temporal y solo
a favor del condenado, en los siguientes casos:
[...] 1) Cuando después de una sentencia se dictará otra que impone pena o
medida de seguridad por el mismo delito a persona distinta de quien fue primero
sancionada, y no pudiendo conciliarse ambas sentencias, resulte de su contradic­
ción la prueba de la inocencia de alguno de los condenados.

INSTITUTO PACÍFICO 203


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Segundo. En su escrito sostuvo que su sentencia condenatoria fue emitida con posteriori­
dad a la condena de Erika Jhovanny Linares Cahuaza (como autora del delito de pecula­
do) por los mismos hechos que a la recurrente se le imputan. Sostiene que no es posible
que se encuentre responsable penalmente a dos personas del mismo delito de peculado
(como autora o coautoras), por lo que ambos pronunciamientos son irreconciliables.
Tercero. Esta Corte Suprema verifica, en primer lugar, que el cuestionamiento sobre la
calificación del título de imputación de la sentenciada (es decir, si puede o no ser coau­
tora del delito de peculado) no resulta pertinente en este estadio procesal, ya que “no
es posible la revisión cuando la contradicción solo está en la diversa interpretación de la
ley, ya que no se admite la revisión por motivos de derecho” 1.
De los recaudos se advierte que el Ministerio Público2 acusó a María Felicita Clavo Me­
nor y Erika Jhovanny Linares Cahuaza, trabajadoras de la Municipalidad Provincial de
Moyobamba, como coautoras del delito de peculado y precisó que, si bien las acciones
que efectuaron eran independientes, fueron necesarias para un solo hecho criminal (y
que ambas participaron en la etapa de ejecución del hecho).
Cuarto. Es decir, se investigaba un hecho cometido por dos personas, por lo que las dos
sentencias condenatorias —debidamente confirmadas— para cada una de las imputadas
se expidieron en el mismo proceso y expediente; y, si bien la condena de Clavo Menor
fue posterior, ello se debió solo a que inicialmente se le absolvió de la acusación (foja
18), pero al declararse nula esta decisión y ordenarse un nuevo pronunciamiento (foja
56) se expidió condena en su contra (foja 81), que fue confirmada por la Sala Superior
(foja 117).
’ARTE IV I
Quinto. La causal de revisión invocada precisa de tres requisitos: i) que se hayan dicta­
do dos o más sentencias, distintas entre sí, enjuiciando un mismo hecho; ii) que dichas
sentencias sean firmes y contradictorias -—contraste evidente, absoluta imposibilidad de
que coexistan ambas conclusiones tácticas con evidente lesión al principio lógico de no
contradicción—, y iii) que hayan resultado condenadas dos o más personas por un delito
que no haya podido ser cometido más que por una sola1 23.
Sexto. En el presente caso no se cumple ninguno de los presupuestos indicados, puesto
que las dos sentencias condenatorias no se contradicen, sino que se complementan -
establecen la responsabilidad de dos personas por un hecho imputado en coautoría-, y
del contenido de ellas no se desprende que el delito fue cometido solo por una persona.
Es más, en la sentencia que absolvió inicialmente a la demandante María Felicita Clavo
Menor (foja 18), el Segundo Juzgado Unipersonal de Moyobamba estableció como pro­
bado —considerando 3.1., literal g)— que para la realización de este ilícito se requería
la participación de por lo menos dos funcionarios: uno que trabaje en el área de Geren­
cia de Administración y Finanzas (unidad de tesorería y caja) y otro en la Gerencia de
Administración Tributaria.
Así, en la sentencia condenatoria de la recurrente (foja 81) se hace expresa constancia
de que su coacusada Linares Cahuaza fue condenada por su intervención en el mismo

1 SAN Martín Castro, César, Derecho procesal penal. Lecciones. Lima: INPECCP y Cénales, 2015, p.
765.
2 Consignado en la sentencia del 27 de junio del 2017 (foja 18).
3 San Martín Castro, César. Op. cit., pp. 764 y 765.

PARTE IV: PECULADO


204
JURISPRUDENCIA RELEVANTE

delito —al anular el recibo de pago de un contribuyente o no advertir esta situación—,


y que ambas se apropiaron de dinero que debió ingresar a las arcas de la entidad edil.
Séptimo. En consecuencia, su pretensión no resulta atendible, pues no se adecúa a la
causal de procedencia o a alguna de las previstas en el artículo 439 del Código Procesal
Penal. Por tanto, corresponde declarar su improcedencia.
Octavo. De conformidad con lo previsto en el artículo 504, inciso 2, del Código Procesal
Penal, se impone a la demandante (que interpuso el recurso sin éxito) el pago de las
costas procesales, que ejecutará la Secretaría de esta Sala Suprema, como establece el
artículo 506 del aludido cuerpo normativo.

DECISIÓN
Por estas razones, los jueces integrantes de la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema
de Justicia de la República:
I. Declararon improcedente la demanda de revisión interpuesta por la encausada María
Felicita Clavo Menor contra la sentencia de vista del 3 de agosto del 2018 (foja 117),
que confirmó la sentencia de primera instancia del 17 de mayo del 2018 (foja 81),
que la condenó como autora del delito contra la administración de justicia-peculado
doloso, en agravio del Estado-Municipalidad Provincial de Moyobamba, a cinco
años y seis meses de pena privativa de libertad, inhabilitación por cinco años y seis
meses conforme a lo previsto en los incisos 1 y 2 del artículo 36 del Código Penal
y fijó la reparación civil en S/ 45 000 soles.
II. Condenaron a la demandante al pago de las costas procesales correspondientes y
Ordenaron su liquidación a la Secretaría de esta Sala Suprema.
III. Dispusieron que se archive lo actuado definitivamente. Hágase saber a las partes
personadas a esta sede procesal.

S. S.
SAN MARTÍN CASTRO
FIGUEROA NAVARRO
PRÍNCIPE TRUJILLO
SEQUEIROS VARGAS
CHÁVEZ MELLA

INSTITUTO PACÍFICO 205


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA


SALA PENAL PERMANENTE
RECURSO DE NULIDAD N.° 2140-2018
LIMA

Reparación civil
En el presente caso, se ha ponderado que el quan­
tum de la reparación civil está debidamente deter­
minado y se sujeta a lo alegado y probado en el
proceso. Aunado a ello, la parte civil (impugnante)
no fundamenta ni acredita su pretensión de procu­
rarse una reparación civil por el monto propuesto.

Lima, 24 de junio del 2019


Vistos: el recurso de nulidad interpuesto por la Procuraduría Publica Especializada en
delitos de Corrupción de Funcionarios, contra la sentencia conformada del 16 de julio
del 2018, emitida por la Primera Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de
Justicia de Lima, en el extremo del fallo que impuso a los sentenciados el pago solidario
de S/10 000 soles, por concepto de reparación civil, a favor del Estado, derivado de la
condena impuesta a los procesados Víctor Angel Zárate Cubas y Mónica Graciela Casta­
ñeda Escobar, como cómplices primarios del delito contra la Administración pública en la
modalidad de peculado doloso, en agravio del Estado. De conformidad con lo opinado
PARTE IV
por el señor fiscal supremo en lo penal.
Intervino como ponente el señor juez supremo Figueroa Navarro.

CONSIDERANDO

Imputación fiscal
Primero. La acusación fiscal (foja 456, integrada y complementada a fojas 471 y 537,
respectivamente), se sustenta en los siguientes hechos:
1.1. Al procesado Armando Nelson Monar Remond, en su condición de director del
Hospital Regional PNP “Augusto B. Leguía”, se le imputa, a título de autor, que
el 10 y el 31 de mayo del 2007, autorizó que sujetos ajenos al hospital mencio­
nado retiren, de las instalaciones del hospital que dirigía, cuatro equipos médicos
“Gamma” donados por el Royal Victoria Hospital y el St. Mary’s Hospital ambos
de Montreal - Canadá, y el Centre Universitaire de Sante de L’Estrie (C.U.S.E.) de
Sherbrooke - Canadá, bajo el pretexto de que se trataba de equipos obsoletos y
desfasados, que generaban un foco infeccioso pasible de pandemia. Los equipos
en mención fueron retirados por su coprocesado Zárate Cubas, con ayuda de otros
dos sujetos, y llevados con rumbo desconocido, por lo que le pagó a su coprocesada
Mónica Graciela Castañeda Escobar la suma de S/ 2000 soles por 4 .000 kilos de
chatarra.
1.2. Respecto del coprocesado Víctor Ángel Zárate Cubas, se le imputa, como cómpli­
ce primario, el haber retirado los cuatro equipos médicos “Gamma” del Hospital

PARTE IV: PECULADO


206
JURISPRUDENCIA RELEVANTE

Regional PNP “Augusto B. Leguía”, sin contar con documentación que sustente la
compra, pese a haber manifestado que en otras oportunidades compró chatarra a
entidades públicas, pero en remates públicos.
1.3. A la coprocesada Ménica Graciela Castañeda Escobar se le imputa, como cómplice
primaria, el haber colaborado con el coprocesado Armando Nelson Monar Remond,
director del Hospital Regional PNP “Augusto B. Leguía”, a fin de que él se apropie
de diversos equipos médicos de la marca Gamma, donados al Perú por el Estado
de Canadá; equipos que fueron retirados de las instalaciones de dicho nosocomio
por el coprocesado Víctor Angel Zárate Cubas, quien reconoció a la procesada
Mónica Graciela Castañeda Escobar como la persona a quien pagó la suma de S/
2 000 soles, por la compra de 4.000 kilogramos de chatarra.

Hechos objeto de conformidad procesal


Segundo. Los procesados Víctor Ángel Zarate Cubas y Mónica Graciela Castañeda
Escobar, en los inicios del juicio oral (foja 846), se acogieron a los alcances del artículo
5 de la Ley N.° 28122 (Ley de Conclusión Anticipada del Juicio Oral), y reconocieron
individualmente los hechos formulados en su contra, los cuales fueron reconocidos por
sus respectivos abogados. En consecuencia, considerando que su conducta penal, en su
condición de cómplices primarios, se encuentra tipificada dentro del artículo 387, segundo
párrafo, del Código Penal, modificado por la Ley N.° 26198 (vigente al momento de
los hechos), conlleva una pena abstracta no menor de 4 ni mayor de 10 años de pena
privativa de libertad. En ese sentido, considerando la naturaleza del delito cometido,
las condiciones personales de los procesados, la carencia de antecedentes penales y su rPARTE
acogimiento a la conclusión anticipada, establecen la condena en 3 años con 6 meses
de pena privativa de la libertad suspendida condicionalmente por 2 años.
Respecto a la reparación civil, debe considerarse que, de acuerdo con la disconformidad
que señalara la parte civil -Procuraduría Pública Especializada en delitos de Corrupción
de Funcionarios- sobre el monto solicitado por el fiscal superior, con el hecho de que la
Procuraduría no sustentó o justificó adecuadamente su pretensión indemnizatoria alter­
nativa por una suma superior y que, asimismo, el Ministerio Público se limitó a solicitar
un monto sin fundamento alguno. En tal sentido, dado que no puede soslayarse el daño
causado a la parte agraviada y con base en parámetros de prudencia y razonabilidad,
se establece la reparación civil en S/ 10 000 soles, que los sentenciados deberán pagar
en forma solidaria.

Expresión de agravios
Tercero. La Procuraduría recurrente sustenta su recurso de nulidad (foja 869) bajo los
siguientes agravios:
3.1. La sentencia impugnada fijó por concepto de reparación civil el importe de S/10
000 soles, pero no emitió pronunciamiento sobre el daño patrimonial —determinado
en el informe pericial contable— atribuible a los procesados.
3.2. La sentencia incurrió en motivación aparente, porque no precisó la razón por la
que se determinó la suma de S/10 000 soles; tampoco se pronunció respecto a si
dicho monto corresponde al daño patrimonial o al extrapatrimonial.

INSTITUTO PACÍFICO 207


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

3.3. No se tuvo en cuenta que el representante del Ministerio Público solicitó S/1 000
soles por concepto de reparación civil, mientras que, inicialmente, la Procuraduría
solicitó S/ 2 000 soles por el mismo concepto; sin embargo, posteriormente, en
su condición de parte civil, requirió el pago de S/ 20 000 soles, por concepto de
daño extrapatrimonial, más la devolución de lo indebidamente apropiado (daño
patrimonial), y precisó que, respecto de este último daño, quedaría a la espera de
. lo que determine la pericia valorativa.
3.4. El dictamen pericial contable, del 20 de junio del 2018 (foja 810), estableció como
monto total del perjuicio económico causado al Estado el importe de S/ 293 082
31 soles, de lo cual se puede determinar que el monto del perjuicio patrimonial, en
relación a dos de los cuatro equipos Gamma, equivale a la suma de S/ 94 499 12
soles monto que no se reflejó en la sentencia impugnada. Por consiguiente, solicitó
que se fije por concepto de daño patrimonial el monto señalado en el referido
dictamen de pericia contable.

Delimitación del análisis del caso


Cuarto. Con relación a lo que es objeto del recurso de nulidad, es de puntualizar que lo
cuestionable se circunscribe al monto de la reparación civil establecida. En ese sentido,
corresponderá verificar si el monto de la reparación civil, fijado por el Colegiado Superior
mediante sentencia, resulta proporcional a los daños causados.
Pronunciamiento del Tribunal Supremo
Quinto. La expresión de agravios define y delimita el marco de pronunciamiento de
este Supremo Tribunal, por lo que el hecho de que el procurador público impugnara la
PARTE IV1
sentencia y cuestionara el monto impuesto por concepto de reparación civil constituye
el marco insuperable a tener en cuenta para resolver el recurso interpuesto.
Sexto. La determinación de la reparación civil abarca el resarcimiento del daño y la
indemnización de los perjuicios materiales y morales, cuya funcionalidad debe corres­
ponderse con las consecuencias directas y precisas que el delito generó en la víctima.
Así, la estimación de su cuantía debe ser razonablemente proporcional al daño causado,
el artículo 93 del Código Penal establece que la reparación comprende: a) la restitución
del bien o, si no es posible, el pago de su valor, y b) la indemnización de los daños y
perjuicios. Más aún, si la norma penal acotada debe ser concordada con el artículo 1985
del Código Civil, que señala:
La indemnización comprende las consecuencias que deriven de la acción u
omisión generadora del daño, incluyendo el lucro cesante, el daño a la persona
y el daño moral, debiendo existir una relación de causalidad adecuada entre el
hecho y el daño producido. El monto de la indemnización devenga intereses
legales desde la fecha en que se produjo el daño.

En ese sentido, el daño a la persona comprende el daño emergente, el daño corporal y


el daño psicológico.
Séptimo. El daño, en sentido jurídico, constituye todo menoscabo, pérdida o detrimento
de la esfera jurídica patrimonial o extrapatrimonial, erigiéndose, en tal sentido, como
uno de los presupuestos de la responsabilidad civil extracontractual. En esa línea, en el
presente caso, el daño extrapatrimonial se orienta a la afectación del correcto y normal
funcionamiento de la Administración pública, ya que, si bien no son servidores o fun-

208 PARTE IV: PECULADO


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

clonarlos públicos, coadyuvaron a la consumación del ilícito penal. En cuanto al daño


patrimonial, este debe determinarse bajo los conceptos de daño emergente, el cual, en
sentido jurídico, constituye todo menoscabo, pérdida o detrimento de la esfera jurídica
patrimonial; en tal sentido, se erige como uno de los presupuestos de la responsabilidad
civil extracontractual, y su cuantificación debe realizarse considerando los efectos mate­
riales del delito. Del mismo modo, se debe considerar el lucro cesante, el cual debe ser
medido a partir de indicadores objetivos, que permitan fijar una suma proporcional con la
pérdida de ingresos futuros económicos; es decir, la falta de ganancias que lícitamente se
habrían producido a favor del agraviado, en caso en que el delito no se hubiera perpetrado.
Octavo. También se debe considerar la doctrina jurisprudencial establecida en el Acuerdo
Plenario número 06-2006/CJ-116, del 13 de octubre del 2006, que al respecto, señala:

El fundamento de la responsabilidad civil, que origina la obligación de reparar,


es la existencia de un daño civil causado por un ilícito penal, el que obviamente
no puede identificarse con “ofensa penal” -lesión o puesta en peligro de un bien
jurídico protegido- cuya base se encuentra en la culpabilidad del agente [...]
(fundamento jurídico séptimo).

Acorde con ello, queda claro que el delito, en cuanto hecho lesivo, constituye también
un hecho civilmente relevante que autoriza al agraviado o afectado a exigir el pago de
una reparación civil1. Toda acción criminal apareja no solo la imposición de una sanción
punitiva, sino, además, da lugar a una restitución y/o indemnización; no es posible tomar
en cuenta las posibilidades económicas del procesado, sino únicamente la afectación
sufrida por la víctima en atención a las lesiones inferidas.
Noveno. Mediante la sentencia por conclusión anticipada del proceso, del 16 de julio del
2018, se condenó a Víctor Angel Zárate Cubas y Mónica Graciela Castañeda Escobar
como cómplices primarios del delito de peculado doloso, en perjuicio del Estado, y se
les impuso tres años y seis meses de pena privativa de la libertad, cuya ejecución se sus­
pendió por el periodo de dos años, bajo el cumplimiento de reglas de conducta; además,
se impuso dos años de inhabilitación de obtener mandato, cargo, empleo o comisión
de orden público; y se fijó en la suma de S/10 000 soles el monto que, por concepto de
reparación civil, deberán abonar los sentenciados, en forma solidaria, a favor del Estado.
Décimo. En esa línea, en la sentencia recurrida se impuso como monto a pagar en for­
ma solidaria, por concepto de reparación civil, la suma de S/ 10 000 soles a favor del
Estado. Se debe precisar que el Colegiado Superior estableció una secuencia en cuanto
al resarcimiento económico a cargo de los procesados, a partir de la acusación escrita,
(fojas 312), en la cual el fiscal superior solicitó la suma de S/ 1 000 soles por concepto
de reparación civil; mientras que la parte civil (Procuraduría Especializada en Delitos de
Corrupción), en discrepancia con el monto solicitado por el fiscal, solicitó S/ 2000 soles,
en su escrito del 17 de agosto del 2010 (fojas 359); luego, en su escrito del 5 de agosto
del 2015 (fojas 523) solicitó que se realice una pericia valorativa, indicando que resulta
necesario su actuación con la finalidad de establecer un correcto monto de la reparación
civil, y solicitó S/ 20 000 soles, monto que incluiría tanto el daño patrimonial (devolución
del monto ilícitamente apropiado) como el daño extrapatrimonial. Posteriormente, en

1 GARCÍA Cavero, Percy. Lecciones de derecho penal. Parte general. Editora Jurídica: Grijley. Lima,
2008, p. 781.

INSTITUTO PACÍFICO 209


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

su escrito del 14 de marzo del 2017 (fojas 558), reiterando su solicitud anterior, pidió
que se fije la suma de S/ 20 000 soles por daño extrapatrimonial, más la devolución de
lo indebidamente apropiado (daño patrimonial), y precisó que, respecto a esto último,
se sujetará al monto que se fije en la pericia valorativa. Finalmente, en la audiencia del
13 de julio del 2018 (foja 847), precisó que el monto por daño extrapatrimonial debía
ascender a S/ 20 000 soles y por daño patrimonial, a S/ 293 082 31 soles, lo cual se
menciona en la pericia contable (foja 810).
Undécimo. Remitidos a los autos, se aprecia que por Resolución Suprema N.° 0023-
2001-IN/PNP, del 11 de enero del 2001, el Gobierno Central aprobó la donación de
equipos médicos realizada por el Royal Victoria Hospital y el St. Mary’s Hospital ambos
de Montreal - Canadá, y el Centre Universitaire de Sante de L’Estrie (C.U.S.E.) de Sher-
brooke - Canadá; a favor del Hospital PNP Augusto B. Leguía; estos equipos (usados)
se encuentran en buen estado de funcionamiento y tienen una antigüedad máxima de
10 años, que entre otros bienes donados, se encuentran:
1. Gamma Camera Technicare Sigma, modelo 438 s/n 313 (detector, consola, coli­
madores y mesa)
2. Gamma Camera Technicare Sigma, modelo 438IIR s/n 304 (detector, consola,
colimadores y mesa)
3. Gamma Camera Technicare Sigma, modelo 438R s/n 430 (detector, consola, co­
limadores y mesa)
Así también, equipos que han sido enviados para que puedan ser reparados posterior­
mente o, en su defecto, para que sirvan de piezas de recambio (entre otros).
4. Gamma Camera Ohio Nuclear Sigma, modelo 410 s/n 655 (detector, consola,
colimadores y mesa)
La donación asciende a la suma de CAD 434 200 (cuatrocientos treinta y cuatro mil
doscientos dólares canadienses); conforme al anexo adjunto a la resolución suprema,
cada equipo gamma está valorado en CAD 70 000 dólares canadienses y, en conjunto,
estos equipos (4) totalizan la suma de CAD $/ 280 000 dólares canadienses.
Duodécimo. El 2 de julio del 2018, se adjuntó una pericia contable ordenada a solicitud
del Ministerio Publico, en la que se ordenó: a) determinar si se dispuso incorrectamente de
los bienes del Estado, conformados por los bienes donados: equipos médicos “Gamma”,
valorizados en CAD 434 200 dólares canadienses; y b) calcular el perjuicio económico
causado al Estado por los imputados del delito contra la Administración pública, pecu­
lado por apropiación. Tal como lo ha advertido el Colegiado Superior, de la revisión
de la indicada pericia -en perspectiva sí cumple el propósito probatorio que justificó su
actuación-, se advierte que emitió opinión que ha abarcado no solo las cámaras Gamma,
objeto de imputación, sino también otros bienes allí mencionados. Además, se advierte
que el perito concluyó valorizando las cuatro cámaras en S/ 434 200 dólares canadienses;
sin embargo, se trata del monto total establecido por todos los bienes donados, confor­
me al anexo de la Resolución Suprema ya mencionada. Se advierte igualmente que su
conclusión se orienta a establecer el valor residual de los equipos médicos “Gamma”, y
que asimilándolo como perjuicio económico al Estado, lo cuantifica en S/ 293 082.31
soles; sin embargo omite indicar la metodología utilizada, sobre todo, en lo que atañe a
la depreciación de los equipos médicos usados; tal pericia, ante la conformidad de los
sentenciados a la acusación fiscal, no fue objeto de examen por el Colegiado.

210 PARTE IV: PECULADO


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

Decimotercero. Así, la pericia descrita precedentemente no puede brindar información


idónea que sustente la reparación civil en el extremo patrimonial solicitado por la Pro­
curaduría impugnante. De otro lado, examinados los escritos remitidos por esta última
entidad (fojas 359,523,558), declaración preventiva (foja 386), así como su intervención
en el juicio oral (foja 847); se ha limitado a precisar el extremo de su reparación civil que,
por concepto de daño extrapatrimonial, debe ascender a S/ 20 000 soles y, por daño
patrimonial, a S/ 293 082.31 soles, sin fundamentar las razones por las cuales se debe
determinar la reparación civil en los montos mencionados, y con el solo sustento de la
pericia contable, referida en el rubro precedente, para justificar el perjuicio económico
causado al Estado, en sus variables de daño emergente (perjuicio económico propiamente
dicho) y lucro cesante (el beneficio dejado de obtener), respecto de bienes usados y que
no se encontraban operativos; en consecuencia, la pretensión indemnizatoria de la parte
civil no ha sido justificada en forma alguna.
Decimocuarto. Por lo expuesto, la decisión del Colegiado Superior, que estableció la
reparación civil por todo concepto en la suma de S/10 000 soles, está respaldada con
una fundamentación objetiva y prudente, que se asienta en el mérito de lo actuado y
probado; y que no resulta rebatida por los agravios insertos en el recurso de nulidad. En
consecuencia, la recurrida debe ratificarse.

DECISIÓN
Por estos fundamentos, los jueces supremos integrantes de la Sala Penal Permanente de
la Corte Suprema de Justicia de la República Declararon no haber nulidad en la sentencia
conformada del 16 de julio del 2018, emitida por la Primera Sala Penal de Apelaciones de
la Corte Superior de Justicia de Lima, en el extremo del fallo que impuso a los sentenciados
el pago solidario de S/10 000 soles, por concepto de reparación civil, a favor del Estado,
derivado de la condena impuesta a los procesados Víctor Angel Zárate Cubas y Mónica
Graciela Castañeda Escobar, como cómplices primarios del delito contra la Administración
pública, en la modalidad de peculado doloso, en agravio del Estado; y los devolvieron.
Interviniendo los señores jueces supremos Castañeda Espinoza y Pacheco Huancas, por
vacaciones del señor juez supremo San Martín Castro y por licencia de la señora jueza
suprema Chávez Mella.
S.S.
FIGUEROA NAVARRO
PRÍNCIPE TRUJILLO
CASTAÑEDA ESPINOZA
SEQUEIROS VARGAS
PACHECO HUANCAS

INSTITUTO PACÍFICO 2
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

1. Los viáticos y su relación con el delito de peculado

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA


XI PLENO JURISDICCIONAL DE LAS SALAS PENALES PERMANENTE,
TRANSITORIA Y ESPECIAL
ACUERDO PLENARIO N.° 07-2019/CIJ-116
Fundamento: Art. 116 TUO LOPJ
Asunto: Viáticos y delito de peculado
Lima, 10 de setiembre del 2019

Los jueces supremos de lo penal, integrantes de las Salas Penales Permanente, Transitoria
y Especial de la Corte Suprema de Justicia de la República, reunidos en Pleno Jurisdic­
cional, de conformidad con lo dispuesto en el art. 116 del Texto Unico Ordenado de la
Ley Orgánica del Poder Judicial, han pronunciado el siguiente:

ACUERDO PLENARIO

I. Antecedentes
1. Las Salas Penales Permanente, Transitoria y Especial de la Corte Suprema de Justicia
de la República, en virtud de la Resolución Administrativa N.° 120-2019-P-PJ, de
21 de febrero del 2019, con el concurso del Centro de Investigaciones Judiciales,
PARTE IV1
bajo la coordinación del señor San Martín Castro, realizaron el XI Pleno Jurisdic­
cional Supremo en Materia Penal de los Jueces Supremos de lo Penal - 2019, que
incluyó la participación respectiva en los temas objeto de análisis propuestos por la
comunidad jurídica, a través del link de la página web del Poder Judicial —abierto
al efecto— al amparo de lo dispuesto en el art. 116 del Texto Unico Ordenado de la
Ley Orgánica del Poder Judicial —en adelante, LOPJ—, y dictar acuerdos plenarios,
concordar la jurisprudencia penal y definir la doctrina legal correspondiente.
2. El XI Pleno Jurisdiccional Supremo en Materia Penal del 2019 se realizó en tres eta­
pas. La primera etapa estuvo conformada por dos fases. Primera: la convocatoria a la
comunidad jurídica y la selección de los temas del foro de aportes con participación
ciudadana. Para proponer los puntos materia de análisis que necesitan interpretación
uniforme y la generación de una doctrina jurisprudencial para garantizar la debida
armonización de criterios de los jueces en los procesos jurisdiccionales a su cargo.
Segunda: la selección preliminar de temas alcanzados por la comunidad jurídica,
designación de jueces supremos ponentes y fecha de presentación de ponencias
respecto a las propuestas temáticas que presentaron los abogados y representantes
de instituciones públicas y privadas.
3. El 25 de abril último se publicaron en la página web del Poder Judicial los temas
seleccionados para el debate identificándose ocho mociones: A. Pena efectiva:
principio de oportunidad y acuerdo reparatorio. B. Diferencias hermenéuticas y
técnicas especiales de investigación en los delitos de organización criminal y banda
criminal. C. Impedimento de salida del país y diligencias preliminares. D. Absolución,
sobreseimiento y reparación civil, así como prescripción y caducidad en ejecución

212 PARTE IV: PECULADO


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

de sentencia en el proceso penal. E. Prisión preventiva: presupuestos, así como


vigilancia electrónica personal. F. Problemas concúrsales en los delitos de trata de
personas y explotación sexual. G. Viáticos y delito de peculado, h. Actuación policial
y exención de responsabilidad penal.
En la sesión del 28 de mayo del 2019, se seleccionaron a las personas e instituciones
que harían uso de la palabra en audiencia pública.
4. Presentaron, a través de la página web del Poder Judicial, informes en relación al
tema “Los viáticos y delito de peculado”, los señores abogados:
1. Don Constante Carlos Ávalos Rodríguez.
2. Don Dyran Jorge Linares Rebaza.
5. La segunda etapa consistió en el desarrollo de una audiencia pública que se realizó
el martes 9 de julio del 2019 en que hicieron uso de la palabra los indicados señores
abogados.
6. La tercera etapa residió, primero, en la sesión reservada de análisis, debate, de­
liberación de las ponencias; y, en segundo lugar, en la votación y obtención del
número conforme de votos necesarios, por lo que, en la fecha, se acordó pronun­
ciar el acuerdo plenario que se emite conforme a lo dispuesto en el art. 116 de la
LOPJ, que faculta a las Salas Especializadas de la Corte Suprema de Justicia de
la República a pronunciar resoluciones vinculantes con la finalidad de concordar
y definir criterios jurisprudenciales que han de ser de obligatorio cumplimiento en
todas las instancias judiciales.
7. Ha sido ponente el señor Salas Arenas.

II. Fundamentos jurídicos


1. Marco preliminar
1. Según el primer párrafo del art. 387 del CP, modificado por el art. 2 del D. Leg.
N.° 1243, de 22 de octubre del 2016, se sanciona la conducta del funcionario o
servidor público que se apropia o utiliza, en cualquier forma, para sí o para otro de
caudales o efectos cuya percepción, administración1 o custodia le estén confiados
por razón de su cargo.
2. En tal sentido, en el AP N.° 4-2005/CJ-116, de 30 de septiembre del 2005, inter­
pretando el citado tipo penal, se estableció como uno de los elementos materiales
del tipo penal, la existencia de una relación funcional entre el sujeto activo y los
caudales y efectos. Se dijo que se entiende por relación funcional el poder de vigi­
lancia y control sobre la cosa como mero componente típico, esto es, competencia
del cargo, confianza en el funcionario en virtud del cargo, el poder vigilar y cuidar
los caudales o efectos.
3. En lo que corresponde a la protección internacional, en el numeral 1 del art. xi de
la Convención Americana contra la Corrupción, se estipula que:
A fin de impulsar el desarrollo y la organización de las legislaciones nacionales y
la consecución de los objetivos de esta Convención, los Estados partes estiman

1 Administración es la especial forma jurídica de posesión de caudales o efectos con la finalidad de uso
o aplicación a fines oficiales.

INSTITUTO PACÍFICO 213


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

conveniente y se obligan a considerar la tipificación en sus legislaciones de las


siguientes conductas: [...] b. El uso o aprovechamiento indebido en beneficio
propio o de un tercero por parte de un funcionario público o una persona que
ejerce funciones públicas, de cualquier tipo de bienes del Estado o de empresas
o instituciones en que este tenga parte, a los cuales ha tenido acceso en razón o
con ocasión de la función desempeñada. [...] d. La desviación ajena a su obje­
tivo que, para beneficio propio o de terceros, hagan los funcionarios públicos,
de bienes muebles o inmuebles, dinero o valores, pertenecientes al Estado, a un
organismo descentralizado o un particular, que los hubieran percibido por razón
de su cargo, en administración, depósito o por otra causa.
2. Principios de ultima ratio o de mínima intervención y el carácter fragmentario o
subsidiario del derecho penal y derecho administrativo sancionador
2.1. Derecho penal
4. Según Muñoz Conde, el poder punitivo del Estado debe estar regido y limitado por
el principio de intervención mínima, esto es, que el derecho penal solo debe inter­
venir en los casos de ataques muy graves a los bienes jurídicos más importantes. En
consecuencia, las perturbaciones más leves del orden jurídico son objeto de otras
ramas del derecho2.
5. Mientras que Mir Puig señala que:
[P]ara proteger los intereses sociales el Estado debe agotar los medios menos
lesivos que el derecho penal antes de acudir a este, en este sentido debe cons­
tituir un arma subsidiaria, es decir, una última ratio. Por lo que, primero deberá
PARTE IV1 preferirse la utilización de medios desprovistos del carácter de sanción, como
una adecuada política social, luego seguirán las sanciones no penales: así, como
civiles (por ejemplo: impugnabilidad y nulidad de negocios jurídicos, repetición
por enriquecimiento injusto, reparación de daños y perjuicios) y administrativas
(multas, sanciones disciplinarias, privación de concesiones, etc.). Solo cuando
ninguno de los medios anteriores sea suficiente estará legitimado el recurso de
la pena o de la medida de seguridad.
En cuanto al carácter fragmentario del derecho penal, considera que:
[E]l derecho penal no ha de sancionar todas las conductas lesivas de los bienes
que protege, sino solo las movilidades de ataque más peligrosas para ellos. Así,
no todos los ataques a la propiedad constituyen delito, sino solo ciertas moda­
lidades especialmente peligrosas, como el apoderamiento subrepticio, violento
o fraudulento34.
6. VlLLAVICENCIO TERREROS considera que:

[E]l principio de subsidiaridad, se trata de la ultima ratio en el sentido que solo


debe recurrirse al derecho penal cuando han fallado todos los demás controles
sociales; por tanto, los ataques leves a los bienes jurídicos deben ser atendidos
por otras ramas del derecho o por otras formas de control social”, mientras que
al hablar del carácter fragmentario del derecho penal, nos referimos a que no se
le puede utilizar para prohibir todas las conductas4.

2 MUÑOZ Conde, Francisco, Derecho penal. Parte general, Valencia: Tirant Lo Blanch, 2010, p. 72.
3 MlR Puig, Santiago, Derecho penal. Parte general, Buenos Aires: Editorial B & E 2016, p. 127.
4 VlLLAVICENCIO TERREROS, Felipe, Derecho penal. Parte general, Lima: Grijley, 2007, p. 93.

214 PARTE IV: PECULADO


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

7. GARCÍA Cavero apunta que según:


[L]os principios de ultima ratio o mínima intervención del derecho penal, este
solo debe intervenir en los casos estrictamente necesarios, es decir, cuando el
problema o conflicto social no pueda ser resuelto con los otros sistemas de control
extrapenales”; puesto que “el derecho penal no es un instrumento de control más,
sino que, a causa de las consecuencias de su aplicación, deviene en un mecanismo
especialmente, problemático para los ciudadanos y la sociedad”56, es decir, que
solo las lesiones más insoportables a los bienes jurídicos más importantes deben
castigarse penalmente. Resalta la existencia de dos manifestaciones del principio
67).
de subsidiaridad (cualitativa y cuantitativa5
8. ZÚÑIGA RODRÍGUEZ considera que en estos momentos de embate legislativo y de
acrecentamiento de los poderes públicos en la intervención de la vida de los ciuda­
danos propias del carácter social del Estado, cobra especial relevancia el principio
de subsidiariedad, para determinar cuándo interviene el derecho penal, dejando ese
“núcleo duro” del sistema de control social para la protección de los bienes jurídicos
más graves frente a sus ataques más importantes (principio de fragmentariedad) y
privilegiando los otros instrumentos de control social, que pudiendo ser más eficaces
y menos lesivos, deben intervenir primariamente (carácter secundario del derecho
penal). Es decir, que el principio de subsidiariedad conectado con el principio de
proporcionalidad que debe regir toda forma de intervención de los poderes públicos,
pues siendo toda sanción pública (esto es, que no es meramente compensatoria,
sino tiene fines preventivos y aflictivos) una privación de bienes jurídicos impuesta
por órganos públicos (ya sea administrativo o judicial) debe respetar los principios
rPARTE
de necesidad y menor lesividad posible para legitimar cualquier forma de coacción
pública8.
2.2. Derecho administrativo sancionador9
9. Cerezo Mir estima que entre lo ilícito disciplinario (entiéndase administrativo) y lo
ilícito penal no hay sino una diferencia de grado; aunándose al parecer de Antón
Oneca, Baumann y Maurach, expresa que “el legislador extiende la amenaza de
la pena a las formas más graves de lo ilícito disciplinario”. Por tanto, “la sanción
disciplinaria ha de ser también justa, adecuada a la gravedad de la infracción,
y necesaria, esto es, dentro del límite máximo marcado por la justicia”. Tendrá
que tenerse en cuenta “no solo los fines de la prevención general y la prevención
especial, sino también las exigencias del prestigio y el buen funcionamiento de la

5 . GARCÍA Cavero, Percy, Derecho pena!. Parte general, Lima: Ideas, 2019, p. 135.
6 Esta secundariedad del derecho penal se expresa concretamente en los principios de subsidiariedad y
fragmentariedad que orientan la labor de incriminación que lleva a cabo el legislador penal.
7 En la primera, se precisa que solamente los bienes jurídicos más importantes pueden legitimar la inter­
vención del derecho penaí; mientras que en la segunda que no podrá recurrirse al derecho penal si las
conductas disfuncionales pueden ser controladas suficientemente con otros medios de control menos
lesivos.
8 ZÚÑIGA RODRÍGUEZ, Laura, “Relaciones entre derecho penal y derecho administrativo sancionador
¿Hacia una ‘administrativización’ del derecho penal o una ‘penalización’ del derecho administrativo
sancionador?”, en Homenaje al señor doctor don Marino Barbero Santos, Cuenca: 2001, p. 1436.
9 Las infracciones administrativas estarán constituidas por la contravención de obligaciones positivas del
individuo como miembro de la sociedad, es decir, que los delitos son conductas comisivas u omisivas
(delitos dolosos como regla general), y los ilícitos administrativos son conductas netamente omisivas (la
regla son las infracciones imprudentes y/o negligentes).

INSTITUTO PACÍFICO 215


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

administración”. Por ello, “las sanciones penales y las sanciones disciplinarias son
independientes”. Precisa que “la menor gravedad de lo ilícito disciplinario frente a
lo ilícito penal explica que en el derecho disciplinario las conductas prohibidas no
estén definidas de un modo exhaustivo en la ley, ni vienen vinculadas expresamente
a ellas una sanción determinada”1011 .
10. Mientras que para Silva Forné “la distinción entre ambos tipos de infracciones es
meramente formal”, pues dependerá del legislador la inclusión de la conducta ilícita
en la ley penal o en una administrativo-sancionadora11. Es decir, “la legislación refleja
en alguna medida la valoración social de los bienes dignos de protección jurídica”,
por lo que tal vez deba recurrirse a la ultima ratio y reconocer en él dos ámbitos:
en primer lugar, que la respuesta punitiva estatal es el último mecanismo al que se
puede recurrir para afrontar un conflicto que lesiona o pone en peligro bienes dignos
de tutela jurídica; en segundo lugar, y ya dentro de los respuestas punitivas, que la
tutela penal deba reservarse para las hipótesis más dañosas o peligrosas respecto
a esos bienes jurídicos”12.
11. Rando Casermeiro indica que, para resolver el problema de distinguir el derecho
penal del administrativo sancionador, primero debe ubicarse en los diferentes
niveles de racionalidad (ético, teleológico, pragmático y jurídico formal), luego
en la eficiencia de la toma de decisiones (que se configura como una dimensión
transversal). A nivel ético se distinguen la reacción frente a los ataques a las bases
de la convivencia arraigada en las convicciones más indiscutidas (ejemplo, deli­
tos contra la vida, o la libertad sexual, etcétera); a nivel teleológico, el derecho
PARTE IV 1 administrativo sancionador tiene que perseguir preferentemente la protección de
sectores relacionados con la actividad administrativa (lo que no supone prescindir
de la idea de que protejamos bienes jurídicos, de la misma forma que lo hace el
derecho penal); a nivel pragmático, por su mayor agilidad se dará prioridad al
procedimiento administrativo sancionador (más efectivo); a nivel jurídico-formal,
refiere que las relaciones entre ambos deberá ser coordinada para así establecerse
controles de racionalidad legislativa que eviten los peligros de exposición al bis in
idem y a la activación de mecanismos de conflicto entre instancia sancionadoras,
como la prejudicialidad penal13.
12. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos, en la STEDH Lutz vs. Alemania, de 25
de agosto de 1987, párrafos 52 y 53, precisó que “para determinar si la infracción
administrativa cometida compete o no ala materia penal, es necesario saber: a) si
el texto que define la infracción en litigio se enmarca o no dentro del derecho penal
según la técnica jurídica del Estado demandado; b) la naturaleza de la infracción y
de la gravedad de la sanción a imponer” (sentencia citada por Díaz Fraile14).

10 CEREZO Mir, José. Recuperado de <https://bit.ly/2pTN6dD>.


11 SILVA Forné, Diego, “La ciencia del derecho penal ante el nuevo siglo. Posibles obstáculos para la apli­
cación de los principios penales al derecho administrativo sancionador”, en Libro homenaje al señor
doctor don José Cerezo Mir. Madrid: Tecnos, 2003, p. 181.
12 Ibíd., p. 182.
13 RANDO Casermeiro, Pablo, La distinción entre el derecho penal y derecho administrativo-sancionador.
Un análisis de política jurídica, Valencia: Tirant Lo Blanch, 2010, pp. 516-526.
14 DÍAZ Fraile, Francisco, Derecho penal y derecho administrativo sancionador. Garantías y límites en la
jurisprudencia del TEDH, Valencia: Tirant Lo Blanch, 2015, p. 225.

216 PARTE IV: PECULADO


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

13. Zúñiga Rodríguez considera que:


[E]n un futuro se observarán fuerzas centrífugas con tendencia a la conformación
de subsistemas (derecho penal tributario, urbanístico, societario etc.) pero también
centrípetas que tiendan a administrativizar el derecho penal, despojándolo de sus
garantías fundamentales en los principios de lesividad y culpabilidad.

Ante ello, precisa que:


[H]ay dos cuestiones que cobran vida en el debate moderno. Primero, la necesidad
de mantener un núcleo duro del derecho penal fundamentado en la dañosidad
social, la lesividad, el derecho penal del hecho, en el mejor sentido de la tradición
iluminista. Segundo, dejar muchas de las nuevas formas de infracciones que más
que proteger bienes jurídicos fundamentales de la sociedad, protegen funciones,
esto es, objetivos de organización política, social, económica, contextos para el
desarrollo de los derechos individuales, para otras formas de control social, como
el derecho administrativo, civil, de seguros, disciplinario, políticas sociales, en
claro respeto al principio de subsidiariedad15.

§ 3. Naturaleza jurídica del delito de peculado por apropiación


14. Salinas Siccha refiere que se trata de una apropiación sui generis, puesto que aquel
funcionario no sustrae los bienes sino que estos ya están a su disposición por razón
del cargo que desempeña en la Administración pública, pues “el sujeto simple­
mente no administra los bienes aplicándolos a la función pública para el que están
destinados, sino dispone de ellos como si formaran parte de su propio y exclusivo
patrimonio”; es decir, como propietario del bien público16. r
parte i
15. Rojas Vargas precisa que en el delito de peculado por apropiación el sujeto público,
incorpora a su patrimonio propio o de tercero bienes ajenos que son de propiedad
del Estado o se encuentran bajo Administración pública, produciéndose así una
apropiación ilegítima que resulta intolerable para el sistema jurídico, más aún si
dicha acción y resultado supone la infracción de deberes funcionales por parte del
sujeto público17.
16. En este sentido, Reátegui Sánchez aduce que el elemento “apropiación18” descrito
por la conducta típica del delito de peculado, constituye un estadio posterior a un

15 ZÚÑIGA RODRÍGUEZ, “Relaciones entre derecho penal y derecho administrativo sancionador ¿Hacia una
‘administrativización’ del derecho penal o una ‘penalización’ del derecho administrativo sancionador?”,
art. cit., pp. 1435 y 1436.
16 Salinas Siccha, Ramiro, “El delito de peculado en la legislación, jurisprudencia y doctrina peruana”,
en Delitos contra la Administración pública cometidos por funcionarios públicos, Lima: Gaceta Jurídica,
2016, p. 279.
17 Rojas Vargas, Fidel, Manual operativo de los delitos contra la Administración pública cometidos por
funcionarios públicos, Lima: Nomos & Thesis, 2016, pp. 241 y 242.
18 Para el referido autor el término apropiación descrito por el tipo, en un primer momento puede remi­
tirnos a la conducta típica del delito de apropiación ilícita debido a que este tipo penal se verifica el
momento en que opera una “apropiación ilegítima” de un determinado bien mueble por parte de la
persona del sujeto activo. No obstante, precisa que el delito de apropiación ilícita se consuma cuando
el sujeto activo del delito, incumpliendo una obligación específica de devolución o de hacer un uso
determinado, se apodera de un determinado bien mueble, incorporándolo de manera ilegítima a su
patrimonio. Del análisis rescata que las posibles similitudes entre el contenido de ambos tipos no deben
llevarnos a restringir el ámbito de la tipicidad del delito de peculado a la mera verificación del apodera-
miento del funcionario o servidor público de los bienes del Estado que administra en razón de su cargo,
lo cual no considera acertado.

INSTITUTO PACÍFICO 217


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

supuesto de apoderamiento, pues implica que el funcionario o servidor público


dispone de la cosa como si fuera el dueño (usa o vende, por ejemplo)19.
17. Abanto Vásquez agrega que los elementos objetivos del tipo “administración, percep­
ción o custodia de los bienes públicos”, “[...] no se refieren a una simple entrega de
bienes como una cuestión de confianza en el funcionario, pues este debe tener los
bienes en función de lo dispuesto por la ley, no debe bastar con que el funcionario
disponga de los bienes ‘con ocasión’ de sus funciones”20. Los caudales comprenden
toda clase de bienes; no reduce su contenido al dinero, aunque sí tiene que tratarse
de objetos dotados de valor de naturaleza económica21, es en ese momento —según
dice— en que adquieren la condición de públicos.
Por tanto, la apropiación se verificará en la medida que el sujeto activo del delito
se comporte como legítimo propietario de ellos y disponga de los bienes como si
formaran parte de su patrimonio personal o privado apoderándose de ellos, este
supuesto se perfecciona cuando el funcionario o servidor público usa los bienes
que le han sido confiados por el Estado como si fueran propios22.
§ 4. Bien jurídico protegido en el delito de peculado
18. En general el bien jurídico protegido en el delito de peculado es el recto desarrollo
o desenvolvimiento de la Administración pública. En la doctrina nacional existen
hasta tres posturas (dos de ellas son: la protección del patrimonio estatal y el ejer­
cicio de las funciones públicas), pero como fruto del acuerdo concreto de la Corte
Suprema23 surge la tercera teoría, en que el bien jurídico específico protegido es la
no lesividad de intereses patrimoniales de la Administración pública y la evitación
PARTE IV1
del abuso de poder del funcionario o servidor público que no debe quebrantar los
deberes funcionales de lealtad y probidad (por tratarse de un delito pluriofensivo).
19. Entonces, por su naturaleza se puede concluir que no solo se reprime el apodera­
miento del dinero (ánimo de lucro), sino el deber de la correcta gestión funcionarial
(debida administración).
§ 5. Concepto y naturaleza jurídica de los viáticos
20. En los últimos años esta Suprema Corte ha venido señalando que los viáticos cons­
tituyen la asignación que se otorga al funcionario o servidor público, o personal
comisionado para cubrir sus gastos de alimentación, alojamiento y desplazamiento
de la comisión.
- Rojas Vargas describe las características esenciales de los viáticos; considera
que su entrega es un acto de disposición interna, de contenido patrimonial,
que hace la Administración pública, con la finalidad de facilitar el cumpli­
miento de determinados actos de función o de servicio. Por tanto, tienen
las siguientes características: a) Poseer contenido patrimonial (en dinero), b)

19 ReáTEGUI SÁNCHEZ, James, Delitos contra la Administración pública en el Código Penal, Lima: Editorial
Jurista, 2017, pp. 496 y 497.
20 ABANTO VÁSQUEZ, Manuel, Los delitos contra la Administración pública en el Código Penal peruano,
Lima: Palestra, 2003, p. 44.
21 REÁTEGUI SÁNCHEZ, Delitos contra la Administración pública en el Código Penal, ob. cit., p. 513.
22 Ibid., p. 519.
23 I Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanentes y Transitorias, Acuerdo Plenario N.° 04-2005/
CJ-116, Lima: de 30 de setiembre del 2005.

PARTE IV: PECULADO


218
JURISPRUDENCIA RELEVANTE

Tener cualidad de eventual (no puede haber viáticos permanentes, pues se


desnaturalizaría la calidad administrativa de estos), c) Tener un revestimiento
de legalidad (es decir, tienen que estar previsto en las normas internas de
la administración, puesto que salen de una partida presupuestal). d) Poseer
un carácter fungióle24.
21. Actualmente sobre la materia existe la siguiente normativa nacional:

NORMA FECHA CONTENIDO


Los funcionarios tienen la obligación de presentar informe dentro de
los 15 días calendario siguientes a la fecha de realización del viaje
Ley N.° 27619 5-1-2002 (art. 5), y que el incumplimiento acarrearía la sanción administrativa del
infractor, además de la devolución del íntegro del monto recibido, sin
perjuicio de las sanciones civiles o penales a que hubiere lugar (art. 6)
Inmediatamente después de detectarse que no se ha cumplido con
Directiva de Teso­ la devolución oportuna de los viáticos no utiiizados se procederá a
rería N.° 001-2007- formular el respectivo requerímienro para su devolución, a partir de tal
EF/77.15 (aprobada fecha se comenzará a computar los intereses legales que correspon­
24-1-2007 dan; por lo que, ante el incumplimiento de la devolución de viáticos
por Resol Directo­
ral N.° 002-2007- no utilizados se podría realizar las retenciones correspondientes en
EF-77.15) ia planilla única de pago, esto solo si el empleado autorizó dicha
restricción previamente.
Artículo 1.- Montos para el otorgamiento de viáticos: Los viáticos por
viajes a nivel nacional en comisión de servicios para los funcionarios y
empleados públicos, independientemente del vínculo que tengan con
el Estado; incluyendo aquellos que brinden servicios de consultaría
que, por la necesidad o naturaleza del servicio, la entidad requiera
realizar viajes al interior del país, es de trescientos veinte y 00/100
nuevos soles (S/ 320.00) por día. En el caso de los ministros de Estado,
viceministros, jefes de Organismos Constitucionalmente Autónomos,
presidente del Poder Judicial, jueces supremos, fiscales supremos y
presidentes regionales, secretarios generales, jefes de Organismos
Públicos, presidentes de Cortes Superiores, jueces superiores, fiscales
superiores y alcaldes, les corresponderá trescientos ochenta y 00/100
nuevos soles (S/ 380.00) de viáticos por día.
Artículo 2.- Duración de la Comisión de Servicios Para ei Otorgamien­
D.S.N.0 007-2013- to de Viáticos, se considerará como un día a las comisiones cuya
EF duración sea mayor a cuatro (4) horas y menor o igual a veinticuatro
Decreto que regula (24) horas. En caso sea menor a dicho período, el monto del viático
el otorgamiento de será otorgado de manera proporcional a las horas de la comisión.
22-1-2013
viáticos para viajes Los viáticos comprenden los gastos por concepto de alimentación,
en comisión de ser­ hospedaje y movilidad (hacia y desde el lugar oe embarque), así
vicios en el territorio como la utilizada para el desplazamiento en el lugar donde se realiza
nacional la comisión de servicios.
Artículo 3.- Regula el otorgamiento de viáticos para viajes en comisión
de servicios en el territorio nacional precisando que deberá presen­
tarse la respectiva rendición de cuenta y gastos de viaje debidamente
sustentada con los comprobantes de pago por los servicios de mo­
vilidad, alimentación y hospedaje obtenidos hasta por un porcentaje
no menor al setenta por ciento (70 %) del monto otorgado. El saldo
resultante, no mayoi al treinta por ciento (30 %), podrá sustentarse
mediante declaración jurada, siempre que no sea posible obtener
comprobantes de pago reconocidos y emitidos de conformidad con
lo establecido por la Superintendencia Nacional de Administración
Tributaria-Sunat. La rendición de cuentas deberá, presentarse dentro
llillíiiltlillliii' de los diez (10) días hábiles contados desde la culminación de la
comisión de servicios. ________ _______ ___ _____

24 ROJAS Vargas, Manual operativo de los delitos contra la Administración pública cometidos por funcio­
narios públicos, ob. cit., p. 252.

INSTITUTO PACÍFICO 219


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

- La asignación que se otorga por viáticos tiene como finalidad cubrir (cancelar
o pagar) los gastos personales que el trabajador realice durante su estadía en
el interior o exterior del país, gastos que están restringidos exclusivamente a la
alimentación, hospedaje y movilidad; además, están relacionados con la reali­
zación de la actividad oficial. En ese sentido, una vez que el trabajador público
cumpla con su actuación funcional deberá regresar a su centro de labores de
origen y sustentar el gasto del dinero que se le entregó; para lo cual, elaborará
su rendición de cuentas adjuntando los respectivos documentos que acrediten
tales gastos (comprobantes de pago, declaraciones juradas, etc.). En caso que
no haya gastado todo el dinero deberá devolver la parte no utilizada25.
22. Panorama comparativo sobre el tratamiento administrativo en Latinoamérica.
- En Latinoamérica existen disposiciones que reglamentan la materia:
NORMA V PAIS CONTENIDO
Los agentes que reciban fondos en concepto de anticipos de viáticos,
al finalizar la comisión, y dentro de las 72 horas de regreso, rendirán el
saldo pendiente. Las rendiciones serán presentadas por intermedio del
Decreto N.° 1343 de
jefe de la repartición respectiva a la dirección general de Administración
30-4-1974 (Argentina)
u oficina que haga sus veces. En las rendiciones constará el tiempo de
duración, fechas de salidas y arribos, debiendo ser certificadas estas
informaciones en cada caso por la autoridad competente (inc. n, art. 3).
Deberán rendir cuenta dentro de los 5 días siguientes del regreso del
funcionario, para lo cual acompañará la documentación respectiva (art.
Escala de viáticos de 14). Mientras que el incumplimiento del funcionario determinará la obliga­
1-7'2012 (Uruguay)26 ción de retener de sus haberes el importe anticipado, si es que lo hubo,
perdiendo el derecho al reintegro que pudiera corresponder, salvo que
PARTE IV1 mediaren circunstancias excepcionales debidamente acreditadas (art. 15).

Reglamento para el
pago de viáticos, sub­ Del informe del cumplimiento de los servicios institucionales. Dentro del
sistencias, moviliza­ término de 4 días posteriores al cumplimiento de los servicios institucio­
ciones y alimentación, nales fuera del domicilio y/o lugar habitual de trabajo, las y los servidores
dentro del país para y las y los obreros del sector público presentarán a la máxima autoridad
las y los servidores y o su delegado, con copia al jefe inmediato, un informe de las actividades
los obreros públicos y productos alcanzados. Se utilizará obligatoriamente para el efecto el
vigente desde el 1-6 formulario disponible en la página web (art. 23).
2013 (Ecuador)27

No obstante, las funciones fiscalizadoras de la Contraloría General de la


República, las autoridades que dispusieren comisiones con derecho a
viáticos estarán obligadas a velar por el fiel cumplimiento de las normas
Decreto con fuerza de contenidas en el presente decreto y, en general, de la adecuada justifica­
Ley M.° 262 de 12 de ción de dichas comisiones o cometidos (art. 11); en tanto que, el trabajador
diciembre del 2015 que percibiere viáticos indebidamente, estará obligado a reintegrar de
(Chile) inmediato las sumas así percibidas. Será solidariamente responsable
del reintegro la autoridad que dispusiere la comisión. Lo establecido es
sin perjuicio de la responsabilidad administrativa del trabajador y de la
autoridad respectiva (art. 12).

Manual de trámite de
Los viáticos y gastos de desplazamiento pagados y no utilizados deberán
viáticos y gastos de
reembolsarse, en forma inmediata, al responsable de la caja menor en el
desplazamiento de 19-
grupo central de cuentas o de la Tesorería del Departamento Nacional
3-2019 expedido por
de Planeación si el trámite se realizó por cadena presupuesta! (art. 7).
el Departamento Na­
Y, para legalizar la comisión de servicios y gastos de desplazamiento,
cional de Planeación
deberán adjuntar la documentación sustentatoria (art. 8).
(Colombia)28

25 LINARES Rebaza, Dyran Jorge, “La apropiación de viáticos como delito de peculado”, en Gaceta Penal,
Lima: 2014, pp. 183 y 184.

220 PARTE IV: PECULADO


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

23. El entorno latinoamericano se decanta por el reembolso (devolución) de la parte


del total que no fue empleada (no gastada) durante la comisión, del monto recibido
por viáticos, o su descuento por planilla.
- Es singular el abordaje de esta materia en Chile, donde no hay ni rendición
pormenorizada de gastos de viáticos, ni devolución de lo no gastado (el
monto fue entregado para ser utilizado personalmente), ni delito de peculado
(o su equivalente en Chile) por viáticos no rendidos total o parcialmente; el
funcionario desplazado está obligado bajo responsabilidad a entregar peren-.
toriamente la información documentada de haber realizado la comisión; de
no haberla realizado deberá devolver lo indebidamente percibido, todo en el
ámbito administrativo; caso contrario, podría ser procesado penalmente (una
modalidad del delito de malversación de caudales públicos en el Código Penal
29 equivale al peculado en el Perú).
chileno26
28
27
- La doctrina y la jurisprudencia en el Perú no han sido uniformes en cuando
a la naturaleza jurídica de los viáticos, es decir, si conserva su carácter de di­
nero público y si está o no bajo la administración, percepción o custodia del
funcionario o servidor público desplazado; y si la falta de su justificación per
se devendría en la comisión del ilícito de peculado doloso o de otro hecho
delictivo.
§ 6. Posiciones doctrinales y jurisprudenciales discrepantes sobre la materia
6.1. En la doctrina
24. Dentro de los que consideran posible imputar el delito de peculado por apropiación
(viáticos no rendidos o justificados), está Reyna Alfaro, para quien cabe aceptar que
los viáticos son dineros públicos asignados al funcionario o servidor estatal con fines
de administración en torno a una circunstancia concreta (por ejemplo, la necesidad
de viajar para desempeñar las específicas funciones públicas que le han sido enco­
mendadas). Por tanto, que el poder de manejo que el funcionario ostentar sobre
dicha asignación está asociada a ese propósito. Por lo que estima posible sostener
la existencia de una relación funcional específica entre caudal y la función pública
que permitiría reconocer uno de los elementos centrales del sistema de imputación

26 A través de esta escala (dictada a escala nacional por el presidente don José Mujica) se buscó adecuar
de manera razonable y equitativa el sistema de la entrega de viático sin que afecte la política de gestión
financiera de Uruguay, para ello se modificó el Decreto N.° 67/1999, de 3 de marzo de 1999.
27 Esta norma derogó la Resolución SENRES-2009-000080 publicada en el Registro Oficial N.° 575, de
22 de abril del 2009, mediante el cual se expidió el Reglamento para el pago de viáticos para el cum­
plimiento de licencias de servicios institucionales.
28 Entidad eminentemente técnica que impulsa la implantación de una visión estratégica del país en los
campos social, económico y ambiental, a través del diseño, la orientación y evaluación de las políticas
públicas colombianas, el manejo y asignación de la inversión pública.
29 Según el art. 235 del Código Penal chileno, se sanciona “al empleado que, con daño o entorpecimiento
del servicio público, aplicare a usos propios o ajenos los caudales o efectos puestos a su cargo [...]”;
mientras que en el art. 237 se reprime “al empleado público que, debiendo hacer un pago como tene­
dor de fondos del Estado, rehusare hacerlo sin causa bastante [...]; disposición aplicable al empleado
público que, requerido por orden de autoridad competente, rehusare hacer entrega de una cosa puesta
bajo su custodia o administración [...]”

INSTITUTO PACÍFICO 22
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

penal “la infracción del deber”30; admitiendo así su condición de objeto material
del delito de peculado.
25. En esa dirección Arisméndiz Amaya agrega que los viáticos tienen naturaleza pública
y no privada, por cuanto provienen de fondos públicos. Gozan de ese status, toda
vez que comprenden diversas clases de bienes en general, muebles e inmuebles, do­
tados de valor patrimonial, como el dinero público de los viáticos, que tiene afinidad
conceptual con los caudales públicos. Por tanto, a pesar de trasladarlos a la esfera
de dominio personal del sujeto cualificado, dicho acto de liberalidad, en puridad,
conlleva una percepción con fines de administración31, es decir, el sujeto cualificado
recibe los viáticos, ingresándolos a su esfera personal, con la finalidad de cumplir
las labores encomendadas en razón del cargo o estatus funcionarial; situación que
le otorga capacidad de disponibilidad de los recursos públicos otorgados, los que,
a pesar de ingresar a su esfera personal, continúan teniendo naturaleza pública,
por cuanto la actividad para la cual fueron desembolsados aparece vinculada con
la Administración pública32.
26. ÁVALOS Rodríguez considera que a primera vista se podría advertir que la ejecución
de los gastos realizados con el dinero de los viáticos tiene la calidad de personales
(por estar destinado a la alimentación, hospedaje y movilidad), lo cual podría inducir
a error si se considera que por su condición de “personales” tales gastos no tienen
ninguna finalidad pública, sino netamente personal o privada. Sin embargo, no se
debe analizar aisladamente dicha circunstancia, pues los gastos personales sí pueden
tener fines públicos cuando se destinan a facilitar el trabajo del sujeto público para
’ARTE IV 1 que logre los objetivos institucionales ligados a su comisión de servicios33.
Empero, no comparte la tendencia de un sector de la jurisprudencia y doctrina
nacionales de identificar la comisión del delito de peculado por apropiación
de viáticos con el simple hecho de no rendir cuentas del dinero recibido o ha­
cerlo de modo deficiente. A su entender (que se suma a la postura de Barrios
Alvarado) la no rendición de cuentas puede constituir un importante indicio
de la apropiación del dinero recibido en calidad de viáticos; pero no más que
ello; y debe usarse y valorarse en conjunción con otros indicios o elementos
de convicción para determinar si realmente el funcionario o servidor se ha
apropiado o no del dinero materia de cuestionamiento34.

30 REYNA ALFARO, Luis Miguel, “Los viáticos como objeto material del delito de peculado”, en Gaceta
Penal, Lima: 2011, p. 121.
31 La fortaleza de dicha afirmación aparece en la medida que el funcionario o servidor vinculado a los
viáticos, tenga la obligación de rendir ante la entidad pública liberadora de los viáticos, detalladamente,
sus actividades en las cuales habría utilizado los caudales públicos, situación que confiere a los viáticos
una naturaleza pública permanente.
32 ARISMÉNDIZ Amaya, Eliu, “Los viáticos como objeto del delito de peculado. A propósito del Pleno Su ­
perior Jurisdiccional Especializado en Delitos de Corrupción de Funcionarios”, en Gaceta Penal, Lima:
2018, p. 45.
33 ÁVALOS RODRÍGUEZ, Constante C., “El peculado por apropiación de viáticos y el Primer Pleno Juris­
diccional Nacional Especializado en Delitos de Corrupción de Funcionarios”, en Gaceta Penal, Lima:
2018, p. 24.
34 BARRIOS Alvarado, Elvia, “El delito de peculado y la asignación de viáticos a un funcionario público”,
en Gaceta Penal, Lima: 2010, p. 177, refiere que: “Ni aun a nivel probatorio, está sola infracción puede
constituir un indicio de apropiación o desviación privada típica del delito de peculado, cuando la comi­
sión encomendada puede ser acreditada por otros medios (informes de la comisión, actos de asistencia,
certificaciones públicas, boletas de traslado, entre otros)”.

PARTE IV: PECULADO


222
JURISPRUDENCIA RELEVANTE

Por último, advierte que la efectiva rendición de cuentas tampoco asegura


que no se haya cometido un delito de peculado; puesto que puede ocurrir
que los comprobantes de pago que se acompañen a la rendición hayan sido
dados de favor o a cambio de un pago porque el funcionario o servidor en
lugar de aplicar el dinero recibido a la comisión de servicios encomendada
decidió apropiarse del mismo35.
27. Linares Rebaza refiere que no es correcto afirmar que, a través de los viáticos, se
autorizan gastos que repercuten exclusivamente en beneficio personal del agente
público, y no en beneficio del Estado. A su entender, los gastos personales que se
hacen con el dinero de los viáticos siempre tienen un fin público: facilitar la realización
de la comisión de servicios, pues dicho fin es una característica más que confirma
su naturaleza de caudales, que pueden ser susceptibles de apropiación, como,
por ejemplo: i. Cuando el agente los invierte en gastos personales eminentemente
privados (cenas románticas, compra de ropa, viajes turísticos, etc.); o ii. Cuando
el agente no realiza la comisión de servicios y toma directamente el dinero de los
viáticos para incrementar su patrimonio. En este último caso, no solo se configura el
delito de peculado por apropiación, sino también el delito de falsedad documental
si el sujeto público rinde cuentas con documentos falsos36.
Ahora, que de la investigación que se realice podría resultar que aunque el
imputado no rindió cuentas en la oportunidad debida ni después —por no
contar con los comprobantes correspondientes— en la institución a la que fue
comisionado para realizar gestiones oficiales fuera de la ciudad se registra su
visita; los funcionarios con quienes tenía que interactuar para las gestiones
encomendadas reconocen dicha interacción; en el hotel y restaurante donde
indicó haber pagado por hospedaje y alimentación figuran los comprobantes
de pago a nombre de la institución pública que lo comisionó (incluso podría
ser a nombre del propio servidor). Todos estos elementos de convicción están
en capacidad de generar certeza de que si bien no se efectuó la rendición
de cuentas no por ello se puede afirmar que necesariamente el imputado se
apropió del dinero que le fue entregado en concepto de viáticos37.
28. Apunta Peña Cabrera Freyre que la perfección delictiva no se alcanza con el mero
hecho de no devolver el dinero por concepto de viáticos no gastado, sino que se
necesita algo más:
Que la administración requiera por escrito al servidor público la devolución del
dinero, otorgándole un término perentorio; luego de vencido el plazo, recién se
estará ante una conducta susceptible de ser calificada como apropiación ilícita.

35 ÁVALOS RODRÍGUEZ, “El peculado por apropiación de viáticos y el Primer Pleno Jurisdiccional Nacional
Especializado en Delitos de Corrupción de Funcionarios ’, art. cit., p. 16.
36 LINARES Reraza, Dylan J., “La apropiación de viáticos como delito de peculado”, en Gaceta Pena!,
Lima: 2014, p. 186.
37 LINARES Rfraza, señala que: “Cuando el empleado público no cumple con rendir cuentas respecto de
los gastos realizados con los viáticos, o lo hace, pero su rendición es defectuosa, ya sea porque los com­
probantes de pago que presenta no son creíbles o no son reconocidos por la Sunat, el fiscal a cargo del
caso deberá iniciar una investigación preliminar dado que tal circunstancia constituye un indicio que hace
sospechar razonablemente la posible apropiación de caudales públicos. Sin embargo, posteriormente
será necesaria la corroboración de la existencia o no de las comisiones de servicio que habría realizado el
sujeto público y contar con elementos de convicción que posibiliten llevar dicho caso a juicio oral”. Vid.
I ¡nares Rebaza, “La apropiación de viáticos como delito de peculado”, art. cit., p. 186.

INSTITUTO PACÍFICO 223


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Si es que la administración procede directamente a descontarle el dinero de los


haberes del funcionario, sin haber hecho uso del requerimiento formal, no se
podrá reputar la omisión como delictiva, sino como una infracción administrativa,
pues no se podría advertir aún que el agente tiene la intención de apropiarse
del caudal dinerario38.
29. Con criterio opuesto, Salinas Siccha39 y Barrios Alvarado sostienen que los viáticos
constituyen entregas de dinero al trabajador como parte de las condiciones de tra­
bajo, por resultar necesarias para la prestación de servicios excepcionales realizados
fuera del lugar de trabajo. Para el primero, esto significa que el dinero entregado por
tal concepto se traslada del ámbito de la Administración pública al de competencia
privada y personal a efectos de usarlo para los fines asignados; mientras que para
la segunda ninguno de los elementos normativos de percepción, administración
o custodia se evidencian en estos casos, debido a que en los viáticos subsiste la
autorización al funcionario o servidor público a disponer del dinero otorgado, con
cargo a rendir cuenta40.
30. Salinas Siccha, menciona lo siguiente:
[A]l recibir los viáticos, el agente público los ingresa a su esfera privada personal
de vigilancia y administración. Gasta los viáticos como si fuera su dinero hasta el
punto que puede disponerlos en su totalidad y como mejor le parezca en su alimen­
tación, hospedaje y movilidad en el cumplimiento del servicio encomendado41.
En razón de que su utilización está limitada normativamente en el tiempo, espacio
y modo. Aunque para Chanjan Documet el funcionario que usa los viáticos para
parte IV 1
fines privados y no para cumplir los fines propios de la comisión de servicios, se
apropia indebidamente de los caudales del Estado lesionando el patrimonio público
en sentido funcional; la rendición de cuentas defectuosa o extemporánea, o la no
rendición de esta solo constituye un indicio de la comisión del delito materia de
análisis, más no un elemento integrante del injusto penal, en consecuencia, tales
rendiciones valoradas aisladamente, podrán acarrear una sanción administrativa,
pero no penal42.
31. Corresponde señalar que la forma como ingresa el dinero del patrimonio estatal
(viáticos), a la esfera de custodia del funcionario y/o servidor público, según Peña

38 Conforme la línea argumental esbozada, se tiene que en algunas oportunidades se puede presentar
un entrecruzamiento entre dos tipos penales, donde la sola identificación de la cualidad de funcionario
y/o servidor público —en la persona del autor—, no es suficiente dato a saber, para proceder a una
calificación jurídico-penal a título de peculado, en la medida que dicha reputación punitiva se encuen­
tra condicionada a una serie de presupuestos, que en definitiva no se presentan copulativamente en el
delito de peculado; donde la infracción del deber no es suficiente para poder fundamentar válidamente
la sustantividad material de este injusto funcionarial, al constituir una categoría dogmática —cuya evi­
dente formalidad— tiende a trastocar el principio de legalidad, elevando a título de autoría cualquier
clase de aportación delictiva del intraneus por más nimia e insignificante que sea, lo que sin duda
vulnera las garantías basilares de un derecho penal democrático.
39 Sai inas SICCHA, Ramiro, “El delito de peculado en la legislación, jurisprudencia y doctrina peruana’",
en Delitos contra la Administración pública cometidos por funcionarios públicos, Lima: 2016, p. 296.
40 BARRIOS Alvarado, “El delito de peculado y la asignación de viáticos a un funcionario público”, art.
cit., pp. 174 y 175.
41 SALINAS Siccha, “El delito de peculado en la legislación, jurisprudencia y doctrina peruana”, art. cit.,
p. 296.
42 CHANJAN Documet, “Los viáticos como objeto material del delito de peculado en la jurisprudencia de
la Corte Suprema de Justicia”, art. cit., p. 147.

PARTE IV: PECULADO


224
JURISPRUDENCIA RELEVANTE

Cabrera Freyre “imposibilita que la conducta omisiva, pueda ser reputada como
delito de peculado, debido a que el considerado como intráneas carece de la cualidad
funcional de custodio, perceptor o administrador; por tanto, no ingresa al ámbito
de protección del art. 387 del CP”43, puesto que los viáticos son asignaciones de
dinero entregados por la Administración pública al trabajador previamente autori­
zado, a quien, a su vez, se le encarga la misión de salir de su lugar de trabajo para
realizar una actividad relacionada con sus funciones, y de ese modo, lograr que los
objetivos o metas de la institución se materialicen. En ese sentido, Barrios Alvarado
precisa que en esta especial circunstancia el servidor público detenta los bienes
fuera del marco de control de la entidad pública, adquiriendo frente al traslado del
bien la obligación de una rendición de cuentas, de ahí que su omisión da lugar a
responsabilidades de orden administrativo y civil. En consecuencia, su naturaleza
administrativa se consolida con las directivas que regulan el otorgamiento de los
viáticos en cada sector de la Administración pública44.
6.2. En la jurisprudencia
32. Conforme se señaló en la parte final del f. j. n.° 23, la jurisprudencia no ha sido
ajena a este debate, y en el Pleno Jurisdiccional Penal Especializado en Delitos de
Corrupción realizado el 201745, se consideró que hasta el momento no se ha cali­
ficado y encuadrado los hechos correctamente, conforme se aprecia del siguiente
cuadro en que se agrupan las decisiones:

1. Se sostuvo que los viáticos recibidos por el funcionario público para


realizar la comisión encomendada tienen naturaleza jurídica distinta a
la administración, percepción o custodia que se exige en el delito de
peculado, debido a que la entrega oel viático es previamente autoriza­
da al agente público para que disponga del dinero, por lo que la falta
GRUPO 1: de rendición de cuentas deberá dilucidarse en un ámbito extrapenal.
Recursos de Nulidad N.° 260- 2. Se resolvió por mayoría declarando la nulidad de la condena y ab­
2009 Loieto de 3 de marzo solvió al procesado, y se reprodujo el argumento referido a la distinta
del 2010, N.° 1886-2009 Lima naturaleza de los viáticos y se concluyó que “el rubro de los viáticos no
de 15 de setiembre del 2010, puede constituir objeto del delito de peculado”. Para la materialización
N.° 4481-2008 Junín de 11 de del delito, el funcionario tiene que tener competencia funcional espe­
marzo del 2010 y N.° 907-2014 cífica sobre los bienes que administra, posibilidad de libre disposición,
Tacna de 26 de marzo del 2015 que se apropie para sí o para terceros de los caudales o efectos de
R. N. N.° 4212-2009 Amazonas la administración, entendiéndose por apropiación el apartamiento de
de 9 de febrero del 2011, dichos bienes de la esfera de la función, colocándolos en una situación
tai que permita su disposición por parte del sujeto activo; además, debe
acreditarse, a través de una pericia contable, un perjuicio patrimonial al
Estado; por lo que en aquella oportunidad los magistrados supremos
se decantaron por considerar que dichos casos se deben dilucidar en
el ámbito administrativo.

43 PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso R., “La no devolución de viáticos: ¿delito de peculado o la configura­
ción de un delito contra el patrimonio? Delito de infracción de deber vs. delitos de dominio; en búsque­
da de un criterio material”, en Susana Castañeda Otsu (coord), Nuevo proceso penal y delitos contra la
Administración pública, Lima: Jurista Editores, 2014, p. 721.
44 BARRIOS Alvarado, “El delito de peculado y la asignación de viáticos a un funcionario público”, art.
cit., p. 175.
45 El Pleno opto por mayoría que “no configura el delito de peculado debido a que la recepción de viá­
ticos por parte del sujeto público tiene naturaleza distinta a la administración, percepción y custodia
que exige el delito. En consecuencia, la conducta del agente público deberá dilucidarse en el ámbito
administrativo”.

INSTITUTO PACÍFICO 225


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

GRUPO 2 '
Se consideró a los viáticos como efectos susceptibles de ser objeto del
Recursos de Nulidad ° 889-
’ delito de peculado (se detento disponibilidad). Es decir, se confirmaron
2007 Lima de 23 d embre’ las condenas por el delito de peculado, contra quienes no rindieron
del 2008. N.° 266
cuentes, lo taeron teretemente o lo lucieron deficientemente de los
viáticos que recioieron para realizar una comisión de servicios.
Se lo condeno por delito de peculado doloso debido a que, aunque
abril del 2015
devolvió el dinero indebidamente apropiado (otorgado como viatico),
R. N. N.° 3186-2014 Cusco d
no justifico haber efectuado la comisión.
13 de julio del 201
GRUPO 3 Se fundamento la relevancia penal de la conducta en el hecho de que
R. N. N.° 1315-2014 Lima de 14 el acusado habría presentado documentos falsos para sustentar los
de marzo del 2016 gastos.

33. Finalmente, en los Recursos de Nulidad N.° 889-2007 Lima de 23 de setiembre del
2008 y N.° 2665-2008 Piura de 21 de enero del 2010, se expidieron resoluciones
confirmatorias de condena de los acusados por no haber realizado la comisión del
servicio encargado, mientras que en el R. N. N.° 3186-2014 Cusco46, se estableció
que en el caso concreto, ante la cobranza coactiva iniciada por la municipalidad
afectada, el procesado devolvió lo apropiado pese a que, nunca acreditó haber
efectuado las comisiones por las que le entregaron los viáticos.
34. Tanto en la doctrina como en la jurisprudencia se han generado hasta seis criterios
respecto a la calificación de la conducta de no rendir cuentas de los viáticos gastados:
A. El monto por viáticos es entregado al funcionario para su administración en
torno a una circunstancia concreta, existiendo relación funcionarial específica.
B. Dicho dinero tiene naturaleza pública debido a que proviene de fondos públicos
ARTE IV ' y el fin está vinculado a la Administración pública.
C. El dinero entregado por concepto de viático se traslada del ámbito de la
Administración pública al de competencia privada y personal a efectos de
usarlo para los fines asignados; ninguno de los elementos normativos del tipo
se presenta, por lo que la falta de rendición deberá dilucidarse en el ámbito
extrapenal.
D. Se configura el delito de peculado dado que los funcionarios disponen de
dinero público, y no rinden cuenta o lo hacen tardía o deficientemente.
E. La relevancia penal de la conducta está en el hecho de haber presentado
documentación falsa para sustentar los gastos.
F. Se configura el delito de peculado cuando el funcionario no realiza la función
o servicio encomendado y se queda con el dinero recibido.

46 En aquella resolución el señor juez supremo Salas Arenas, emitió fundamentos propios, en los cuales
precisó que tales dineros de las arcas públicas para gastos ineludibles adquieren, en poder del comi­
sionado, calidad distinta y su entrega no se hace para un fin público, sino con motivo de la comisión
que la motiva, la que ciertamente es de interés público; por tanto, el monto que recibe el servidor para
desplazarse no es una suma para administrar el bien o servicio público, sino para atender las necesi­
dades personales del comisionado. Al Estado peruano no le inquieta que el comisionado consuma tal
o cual alimentación, o duerma en tal o cual hospedaje; en todo caso, si gastara menos tiene el deber
administrativo de devolver, y si gastara más injustificadamente o por su confort extraordinario, no po­
drá reclamar la diferencia al comisionante; por tanto, la no rendición discutiblemente generará delito
de peculado; a lo sumo ha de connotar un asunto de orden administrativo y en su caso civil. Si por
el contrario la comisión fue inexistente, si se defraudó para aparentar un viaje o el comisionado no se
desplazó, o falsificó documentos, habrá varios géneros de responsabilidades penales que dilucidar”.

226 PARTE IV: PECULADO


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

§ 7. Análisis y solución de la controversia


35. El dinero entregado a un trabajador que debe desplazarse dentro o fuera del territorio
nacional a fin de cumplir un encargo especifico se denomina “viático” o “viáticos”47
y constituye el caudal del erario público que recibe el funcionario o servidor público
para cubrir sus necesidades personales esenciales.
- En el Perú se ha establecido en la Ley N.° 27619 (que regula los viajes al exterior
de servidores y funcionarios públicos), como en el D. S. N.° 007-2013-EF, que
a su vez regula el otorgamiento de viáticos para viajes de comisión de servicios
en el territorio nacional, la obligación de rendir cuentas de su disposición al
término de la comisión. La omisión de aquella obligación ha generado posi­
ciones refractarias respecto a la configuración del delito de peculado.
36. La línea argumental expuesta define un ámbito muy peculiar, que por su escaso
desarrollo dogmático devino en resoluciones disímiles, sea por considerar a la no
devolución de los “viáticos” como infracción administrativa o como presunto delito
de peculado. Lo primero, en la medida que se observa suficiente disvalor material
en dicha conducta, necesitada y merecedora de pena; y lo segundo, al no concurrir
los presupuestos de configuración típica propuestos normativamente en el art. 387
del CP, donde el argumento de la “infracción del deber”, resulta insuficiente, para
dotar de sustantividad a los injustos funcionariales48.
37. Se ha producido una confusión entre la calidad del dinero estatal entregado pro­
piamente para efectuar el encargo (para pagar el valor de bienes y/o servicios que
son el objeto de la comisión o son inherentes a ella, como costos, tasas, derechos
de trámite, etcétera, en el lugar de destino) y el dinero (en monto tasado) entregado
a quien se desplazará para atender sus necesarios gastos personalismos en el lugar
al que se desplazará (destino provisional).
- Aunque probablemente se entreguen simultánea o paralelamente ambos
montos, cada uno pertenece a rubros presupuéstales distintos y su naturaleza
y objeto concreto son también diferentes49.
38. El funcionario o servidor público puede utilizar el dinero otorgado como viáticos
para alimentarse, dormir y desplazarse como mejor crea conveniente (se trata de
necesidades básicas primarias), puesto que no existe otra limitación para gastar el
dinero entregado salvo el monto máximo tasado por día, y la razonable advertencia
de que no se cubre con aquella suma el consumo de bebidas de contenido alcohólico,
pero con cargo a rendir cuentas del gasto realizado, por lo que no es correcto afirmar
que aquel especifico monto mantiene la condición de caudal público entregado bajo

47 En la STC N.° 3972-2012-PA/TC se señala que los viáticos constituyen aquella suma destinada a la
atención de gastos de hospedaje, alimentación y otros gastos menores efectivamente realizados que la
administración reconoce a sus servidores cuando estos deban desplazarse de forma transitoria de su
centro de trabajo con el fin de cumplir con las obligaciones de su cargo.
48 La infracción del deber puede ser considerado como un primer escalafón a valorar, para la determi­
nación de la relevancia jurídico-penal de la conducta, más con ella no basta para afirmar la tipicidad
penal.
49 VÁSQUEZ MUÑOZ considera que entre las necesidades fisiológicas primarias (esto es, de primer orden)
indispensables del ser humano se encuentra el satisfacer el hambre, la sed, el sueño y el cobijo. A estas
se les denomina también homeostáticas, por que contribuyen al equilibrio del estado corporal. La ma­
yoría puede satisfacerse con dinero. Vásquez Muñoz, María, “La pirámide de necesidades de Abraham
Maslow”, Madrid: marzo del 2012. Recuperado de <https://bit.ly/lVMIBql>.

INSTITUTO PACÍFICO 227


DEUTOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

administración. Corresponde tener en claro que la facultad de la libre disposición


de los caudales percibidos es incompatible con el concepto de administrar dinero
para fines estatales.
39. El Estado tiene el deber de garantizar que los funcionarios o servidores comisiona­
dos que se desplacen no estén sometidos a la inseguridad o a riesgos que podrían
afectarlos personalmente en particular en el ámbito de la salud, todo ello con motivo
del desempeño de la comisión, debiendo tenerse en cuenta el sentido del tercer
párrafo del art. 23 de la Const. Pol. que establece que “ninguna relación laboral
puede [...] desconocer o rebajar la dignidad del trabajador”.
40. No cabe asumir válidamente la presunción de que el comisionado desplazado
que no rinde cuentas, pero que realizó cabalmente el encargo del desplazamiento
no efectuó gastos personales durante su viaje para llegar a destino y una vez en
el destino, que no se alimentó ni se alojó en algún lugar; todo para concluir que
debe devolver toda la suma recibida por aquellos conceptos. Esas presunciones
devendrían en absurdas y por tanto en ilógicas50. Como mínimo se requiere una
indagación eficaz y previa en sede administrativa para determinar cuánto gastó y
como efecto cuánto debe devolver, y luego requerir formalmente la devolución o
disponer el descuento del monto cierto de los haberes del comisionado.
41. La casuística en relación a la entrega y recibo de dinero por concepto de viáticos
por parte de funcionarios o servidores públicos demuestra que tal condición se ha
instrumentado en algunas oportunidades como medio para defraudar, ya sea para
apropiarse de dinero en caso de una comisión inexistente o para beneficiarse al
PARTE IV1 realizar un desplazamiento para una comisión que carece de interés para el servi­
cio público (pero sí en beneficio propio o de terceros), como para apropiarse del
viático por una comisión cancelada es decir dejada total o parcialmente sin efecto
o interrumpida, o por percibir dinero que excede el máximo fijado en la norma;
casos que corresponden a un conjunto de actos desleales que a su vez configuran
otros delitos coexistentes, puesto que no hubo un soporte real o se extinguió total
o parcialmente antes de realizarse la comisión, o en el curso de la comisión.
42. Cuando la diligencia o comisión por la que fue otorgado el viático no se realizó
porque el comisionado no se desplazó y no devolvió el dinero, es decir lo incorporó
a su patrimonio, probablemente constituye un delito de falsedad.
43. Cuando la conducta que despliega el agente público consiste en sustentar con
comprobantes espurios de manera fraudulenta, gastos que jamás se hicieron, y
de ese modo, lograr ilícitamente quedarse con dinero público. En realidad, estaría
cometiendo los delitos de falsificación de documentos (primer párrafo del art. 427
del CP), uso de documentos falsos (segundo párrafo del art. 427 del CP) o falsedad
genérica (art. 438 del CP), según corresponda y no delito de peculado por apro­
piación.
44. Como quiera que el comisionado que se desplazará no recibe pagos permanentes,
sino que corresponden a la atención necesaria de consumos propios del desplazado
durante el tiempo de la comisión fuera del lugar de su habitual residencia, vienen
a constituir una suerte de condiciones del desempeño de su encargo, fuera del

50 El Estado no puede amparar lo absurdo como si fuera razonable.

PARTE IV: PECULADO


228
JURISPRUDENCIA RELEVANTE

centro laboral, pero, además, lejos del medio cotidiano de desarrollo ordinario de
su vida. El comisionado viaja para cumplir una misión de interés del órgano estatal
comisionante.
- Por ello, vienen a formar parte de las condiciones vitales esenciales temporales
del servidor en el tiempo del desplazamiento con la finalidad de que pueda
atender sus necesidades básicas inherentes (alimentación, hospedaje) y movili­
zarse, pero solo durante el lapso que tome el circunstancial y temporal encargo;
se configura como un derecho de especial naturaleza para la persona que lo
cumple, y al mismo tiempo un deber para el órgano estatal que lo comisionó;
distinguiéndose esa asignación de cualquier otra que pudiera percibirse en
administración o custodia, directamente destinada propiamente a finalidades
de interés público.
En tal virtud, existiendo el deber de rendir cuentas para el funcionario o ser­
vidor público y el de devolver lo no gastado (exigencia legal en el Perú), el
incumplimiento total o parcial no habrá de connotar el delito de peculado por
apropiación.
En tal supuesto puede configurarse una infracción administrativa (diferente al
delito. Véanse ff. jj. N.os 9 a 13) y/o laboral; probablemente se podrá procesar
administrativamente por no haber rendido o devuelto lo que no se utilizó para
gastos personales durante el viaje.
Los presupuestos típico-jurídicos que fundan el peculado son distintos51. Son
técnicamente diferentes.
45. Analizada la especial naturaleza de los viáticos, se puede concluir que ese dinero
entregado a un sujeto público para gastos de movilidad, alimentación y hospeda­
je, lo son en calidad de transferencia en disposición, no en calidad de posesión o
administración a diferencia del dinero entregado para pagar tasas, derechos, aran­
celes, copias, etcétera, en el lugar de destino, que está sujeto en el país al deber
administrativo de devolución de lo no gastado.
46. A mayor abundamiento, el monto previsto y percibido como viáticos para la
subsistencia y bienestar del comisionado conforme a la normativa respectiva, está
presupuestado52 y por tanto preconcebido y destinado a cubrir los gastos personales
del comisionado53 (el comisionado es el que se alimenta, se desplaza, se guarece
de la intemperie en particular para dormir). Si la asignación económica está pre­
vista implica que el órgano estatal espera razonablemente sea consumida en toda
su dimensión durante el tiempo de la comisión (como se ha indicado, en Chile el
comisionado ha de justificar que la comisión se efectuó, sin explicar cuanto o cómo
realizó el gasto). Es prudente tener en cuenta que la cobertura de las necesidades

51 ROJAS Vargas, Manual operativo de los delitos contra la Administración pública cometidos por funcio­
narios públicos, ob. cit., p. 254.
52 Se estima, en abstracto, que se empleará todo el monto entregado para que el comisionado no padezca
hambre ni inseguridad durante la permanencia fuera de su medio vital habitual.
53 Que de otro modo tendría que solventar este último con su peculio, esto es, subvencionar al Estado con
su patrimonio o simplemente llegar al absurdo supuesto de cumplir la comisión sin alimentarse o dor­
mir a la intemperie y sin guarecerse para descansar de noche, y, no obstante, desempeñar el cometido
del encargo.

INSTITUTO PACÍFICO 229


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

primarias del comisionado desplazado forma parte del respeto a la dignidad de la


persona que debe cumplir la comisión.
— Es de anotar que las partidas presupuéstales de las que proviene el dinero que
se entrega al viajero son distintas porque el destino es diferente.

2.3.21.12. Asignación que se concede al personal público para atender 2.3.27.11 99. Gastos por otros
gastos que les ocasiona en el desempeño de una comisión de servicio servicios prestados por per­
en el exterior (alimentación, hospedaje y movilidad). sonas naturales y jurídicas no
2.3.21.22. Asignación que se concede al personal público para atender contemplados en las partidas
gastos que les ocasiona en el desempeño de una comisión de servicio
en el interior (alimentación, hospedaje y movilidad).

47. La consecuencia administrativa prevista ante la sola omisión de rendir total o par­
cialmente cuentas revela en el Perú una posible conducta reacia, tal vez deshonesta,
pero sin suficiente entidad como para fundar una imputación penal y menos una
condena por delito de peculado, debido a la naturaleza especial de los viáticos, y
debe ser separada de la práctica desleal de apropiarse de dinero de las arcas del
Estado pretextando una misión irreal o fraguada para tal fin; por tanto, se podrá
considerar el dinero entregado y recibido en la auténtica calidad de viáticos cuan­
do: i) la comisión (dentro o fuera del territorio nacional) sea cierta y no una falsa
formalidad para encubrir una apropiación, ii) Se cumpla la comisión encargada
"pARTEjyj (independientemente del resultado obtenido), iii) El monto de dinero entregado se
ajuste al marco o nivel tope de la cantidad permitida por ley (no se haya inflado o
sobredimensionado la suma).
48. El ámbito penal ha de intervenir ante la ausencia de otros medios menos intensos de
reacción estatal que proteja el bien jurídico y reestablezca el derecho afectado, ello
constituye la materialización de los principios de mínima intervención y fragmenta-
riedad (que son principios esenciales del derecho penal), de las que el tratamiento
de la no rendición de viáticos no puede ser excluida.
49. Por tanto, antes de imputar la comisión del delito de peculado será necesario iden­
tificar si el funcionario cumplió o no con la comisión; si la cumplió, la omisión o
defecto en la sustentación del gasto deberá quedar dentro de los estrictos ámbitos
del control y sanción de orden administrativo54 55. Ir más allá constituiría un supuesto
de criminalización extensiva de una materia que tiene eficaz tratamiento extra
penal. Peor aun cuando sin la indagación previa y debida se pudiera imputar una
apropiación total o parcial del monto que recibió el comisionado como viáticos.
Si lo que se imputa es el incumplimiento de un deber de rendición de cuentas
en el más extremo caso debería recaer sobre el monto no gastado y nunca
sobre el total si la comisión se realizó56.

54 Para el pago de lo que se adquiere o necesitan que puede ser el objeto concreto o el servicio.
55 BARRIOS Alvarado, “El delito de peculado y la asignación de viáticos a un funcionario público”, art.
cit, p. 177.
56 En Chile y Uruguay la “apropiación” del dinero destinado como concepto de viáticos generaría que se
le de sueldo al trabajador con la finalidad de recuperar el dinero y sancione administrativamente (Véase
f. j. n.° 16).

230 PARTE IV: PECULADO


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

DECISIÓN
50. En atención a lo expuesto, las Salas Penales Permanente, Transitoria y Especial de
la Corte Suprema de Justicia de la República, reunidas en el Pleno Jurisdiccional,
y de conformidad con lo dispuesto en el art. 116 de la LOPJ.
Acordaron:
51. Establecer como doctrina legal, los criterios establecidos en los fundamentos jurídicos
35 al 49 del presente acuerdo plenario.
52. Precisar que los principios jurisprudenciales expuestos que contiene la doctrina legal
antes mencionada deben ser invocadas por los jueces de todas las instancias, sin
perjuicio de la excepción que estipula el segundo parágrafo del art. 22 de la LOP,
aplicable extensivamente al acuerdo plenario dictados al amparo del art. 116 del
citado estatuto orgánico.
53. Declarar que, sin embargo, los jueces que integran el Poder Judicial en aras de la
afirmación del valor seguridad jurídica y del principio de igualdad ante la Ley, solo
pueden apartarse de las conclusiones de un acuerdo plenario si incorporan nuevas
y distintas apreciaciones jurídicas de las rechazadas o desestimadas, expresa o
tácitamente, por la Corte Suprema de Justicia de la República.
54. Publicar el presente acuerdo plenario en la página web del Poder Judicial y en el
diario oficial E7 Peruano.
S. S.
SAN MARTÍN CASTRO
PRADO SALDARRIAGA
SALAS ARENAS
BARRIOS ALVARADO
FIGUEROA NAVARRO
BALLADARES APARICIO
PRÍNCIPE TRUJILLO
NEYRA FLORES
CASTAÑEDA ESPINOZA
NÚÑEZ JULCA
SEQUEIROS VARGAS
PACHECO HUANCAS
GUERRERO LÓPEZ
CHÁVEZ MELLA

INSTITUTO PACÍFICO 23
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA


SALA PENAL PERMANENTE
RECURSO DE NULIDAD N.° 2402-2018
JUNÍN

Haber nulidad en la pena efectiva


La Sala Superior impuso una pena efectiva
sin motivar debidamente este extremo, sobre
todo cuando de los argumentos expuestos en su
resolución se desprendería que se cumplen los
requisitos previstos en el artículo 57 del Código
Penal para suspender su ejecución. En ese sentido,
corresponde modificar esta situación, en atención a
los principios de la pena.

Lima, 19 de noviembre del 2019


Vistos: el recurso de nulidad interpuesto por el procesado Marcos Sergio Cabrera Ramos
contra la sentencia del 7 de septiembre del 2018 (foja 2803), que lo condenó como autor
del delito contra la Administración pública-peculado, en perjuicio del Estado (Municipali­
dad Distrital de Acostambo), a 4 años de pena privativa de la libertad efectiva, determinó
su inhabilitación por un año (consistente en la privación de función o cargo que ejercía
PARTE IV 1 el citado, aunque provenga de elección popular; así como incapacidad para obtener
mandato, cargo, empleo o comisión de carácter público por dicho término) y fijó el pago
(en forma solidaria) de S/ 20 000 soles por concepto de reparación civil, sin perjuicio de
devolver lo indebidamente apropiado, ascendente a S/ 43 680 soles. De conformidad,
en parte, con lo opinado por el señor fiscal supremo en lo penal.
Intervino como ponente el señor juez supremo Príncipe Trujillo.

CONSIDERANDO

I. De la pretensión impugnativa de la defensa


Primero. La defensa técnica del encausado Cabrera Ramos sustentó el presente recurso
(foja 2827) y solicitó que se declare nula la sentencia condenatoria recurrida, así como
que se disponga que se realice un nuevo juicio oral o, alternativamente, se le absuelva
de la acusación fiscal, pues no está probada la comisión del delito ni su responsabilidad.
Argüyó lo siguiente:
1.1. El procesado ejerció regularmente sus funciones. No tiene antecedentes y no elude
ni obstaculiza la justicia.
1.2. El cargador frontal fue una donación que ha prestado servicios a la comunidad
desde el 2008 hasta el 2010, y se entregó en trasferencia al siguiente alcalde en
pleno funcionamiento.
1.3. Es falso que el alcalde hiciera caso omiso a la Resolución Ministerial N.° 62-2009,
pues esta es de fecha posterior a la carta de donación.

232 PARTE IV: PECULADO


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

1.4. El traslado desde Alemania al Perú del cargador frontal fue por un total de S/163
450 soles, conforme a la documentación de autos.
1.5. El encausado no se apropió de dinero alguno, pues los montos de los cheques
que fueron cobrados se entregaron a la administradora, quien —a su vez— se los
entregó al representante del instituto.

II. De los hechos objeto del proceso penal


Segundo. Según la acusación fiscal (foja 2389), se imputó a Marcos Sergio Cabrera
Ramos que, en su calidad de alcalde de la Municipalidad Distrital de Acostambo (pro­
vincia de Tayacaja, departamento de Huancavelica) durante el periodo 2007 a 2010,
firmó un Convenio de Cooperación Interinstitucional con el Instituto Europeo de Ayuda
Humanitaria para América Latina —representado por José Eduardo Purhuaya Condo-,
a fin de adquirir un cargador frontal en forma de donación y que la entidad pagaría una
contrapartida de $/ 40 000 dólares americanos; al cambio: S/ 119 770 soles para cuyo
efecto autorizó el desembolso de S/163 450 soles, monto en exceso al que debió pagarse
por contrapartida del cargador frontal.
La administradora de la entidad edil, Frelida Neche Cotera Cano, ordenó que se giraran
sietes cheques por diversos montos a favor de su persona, de cuatro servidores públicos
(absueltosl) y de José Eduardo Purhuaya Condo (este último por la suma de S/ 43 680
soles, dinero retirado por estos (el 1 y el 18 de julio, el 8 de agosto y el 13 de noviembre
del 2008) y entregados a Cotera Cano -en la suma total de S/163 450 soles. Es decir,
se desembolsó una cantidad en exceso por la suma de S/ 43 680 soles, de la cual se
r
apropiaron. PARTE

Específicamente, se indicó que el procesado Marcos Sergio Cabrera Ramos actuó como
representante legal de la municipalidad además de ser la máxima autoridad administra­
tiva, por lo que —como funcionario público— tenía la obligación de defender y cautelar
todos los caudales, derechos e intereses de la municipalidad (el Estado) que se encon­
traban bajo su administración o le estaban confiados en razón de su cargo; sin embargo,
autorizó que se retirara una cantidad mayor de dinero que la estipulada en el Convenio.

11L De la absolución en grado


Tercero. Previamente, se verificó que el recurrente Cabrera Ramos fue absuelto por estos
cargos mediante la sentencia del 30 de junio del 2017 (foja 2657). Sin embargo, dicha
decisión fue declarada nula por este Colegiado Supremo mediante la ejecutoria del 31 de
agosto del 2017 Wecaída en el Recurso de Nulidad N.° 563/42017/Junín (foja 2714)%y
se ordenó que otro Colegiado Superior realice un nuevo juicio oral, luego del cual se
arribó al juicio de condena en la sentencia cuestionada mediante el presente recurso.
Cuarto. Del análisis de los actuados, se puede establecer que no se encuentra en cuestio-
namiento que el imputado Marcos Sergio Cabrera Ramos, en su calidad de alcalde de la
Municipalidad Distrital de Acostambo, y José Eduardo Purhuaya Condo, presidente del
Instituto Europeo de Ayuda Humanitaria para América Latina, firmaron un Convenio de
Cooperación Interinstitucional el 4 de junio del 2008 (foja 17/2), mediante el cual este
último donaría a la entidad edil un cargador frontal, marca FORD, y que correspondía

1 Mediante sentencia del treinta de junio del 2016 (foja 2657), extremo en el que esta Corte Suprema
declaró no haber nulidad mediante la ejecutoria del 31 de agosto del 2017 (foja 2714).

INSTITUTO PACÍFICO 233


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

a la municipalidad pagar por los trámites administrativos necesarios para trasladar di­
cha máquina desde la ciudad de Hanover, en Alemania -donde se encontraba-, hasta
la ciudad de Lima, los cuales ascenderían a USD 40 000 dólares americanos, lo cual
fue denominado “contrapartida”. Asimismo, que este dinero fue desembolsado por la
Municipalidad Distrital de Acostambo -en la suma equivalente de S/ 119 770 soles- a
través de diversos cheques (y documentación que firmaría el alcalde), conforme a la
autorización de una sesión de concejo posterior, del 27 de junio del 2008 (foja 31 del
Informe Especial de Contraloría N.° 281-2010-CG/ORHU-EE, acompañado adjunto).
Además, se encuentra probado que el encausado autorizó, el 7 de noviembre del 2008,
mediante el Memorándum N.° 1339, un desembolso adicional de S/ 43 680 soles a favor
de José Eduardo Purhuaya Condo, como se desprende del comprobante de pago (foja
167 del referido Informe Especial).
El indicado cargador frontal fue recibido por la municipalidad el 7 de enero del 2009,
como se aprecia del acta de recepción (foja 277 del Informe Especial).
Quinto. La defensa del encausado negó que este se hubiera apropiado de dinero estatal
-pues, según refirió, todos los pagos realizados por la donación del cargador frontal se
encuentran sustentados- y precisó que la entidad edil recibió el bien e hizo uso de este.
No obstante, el análisis sobre la ilicitud de su conducta -conforme se desprende de la
sentencia recurrida y de la imputación fiscal- se refiere a la disposición adicional de S/
43 680 soles a pesar de no encontrarse comprendido en el monto de “contrapartida”
del Convenio de Cooperación Interinstitucional (que solo preveía una suma, en moneda
local, de S/ 119 770 soles.
PARTE IV
Sexto. Dicho desembolso adicional de dinero, no negado por el recurrente Cabrera
Ramos, no puede apreciarse de manera aislada, ya que toda la operación de donación
del cargador frontal se encuentra cuestionada al existir numerosas irregularidades, lo
que conllevó que, posteriormente, la Presidencia del Consejo de Ministros denegara la
aprobación de dicha donación mediante la Resolución Ministerial N.° 062-2009-PCM,
del 4 de febrero del 2009 (foja 1771)2; y, aunque -como sostuvo la defensa- esta se
emitió posteriormente a que se concretase dicha donación, debe valorarse su implicancia
en el contexto ilícito analizado.
Séptimo. En primer lugar, se verificó que el procesado refirió en juicio oral (foja 2778)
que dicha diferencia del pago inicialmente señalado fue para cubrir los gastos de trans­
porte de la maquinaria desde la ciudad de Lima hacia Acostambo. Sin embargo, del
comprobante de pago respectivo se indicó que dicho dinero se usaría para “cubrir los
costos de consolidación de la carga, trinkado de la maquinaria, aseguramiento en caso
de siniestro, gestiones ante la embajada peruana-Berlín Alemania, viático de 4 días y
pasajes aéreos de los operadores [sic]”3.

2 Mediante la Resolución Ministerial N.° 196-2009-PCM, del 6 de mayo del 2009 (foja 2482), se deses­
timó la reconsideración presentada por el procesado.
3 Cabe indicar que en el comprobante en cuestión se indicó que dicho dinero -S/ 43 680 soles- provenía
de la fuente de “canon y sobrecanon, regalías y part. Renta aduanas” [sic], a pesar de que los demás
comprobantes de pago emitidos para sustentar la disposición de dinero correspondían a otro rubro
presupuestario (“fondo de compensación municipal”). Véase a fojas 134, 137, 140, 144, 147 y 154
del Informe Especial.

234 PARTE IV: PECULADO


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

Además, como se refirió en el Informe Especial elaborado por la Contraloría General


de la República, de los documentos presentados solo se acreditan pagos por el servicio
de transporte hasta Acostambo y demás trámites administrativos contemplados en el
Convenio por la suma de S/ 13 473 97 soles y que el saldo restante —S/ 149 976 03
soles— se sustentó solamente con cuatro recibos de honorarios expedidos a favor de José
Eduardo Purhuaya Condo, representante del instituto (a pesar de que, incluso, cubrían
gastos que no se habían establecido en el Convenio de Cooperación).
Octavo. Lo anterior resulta especialmente relevante si se toma en cuenta, además, que
al momento de la firma del Convenio de Cooperación el procesado, como reconoció en
juicio oral, desconocía las especificaciones técnicas del cargador frontal que se le donaría
y por el cual comprometía USD $/ 40 000 dólares americanos del erario público (como
“contrapartida”), lo que resultaba necesario para determinar si dicha operación resultaba
beneficiosa o no para la municipalidad distrital a la que representaba.
Noveno. Posteriormente, mediante el informe técnico de valuación de febrero del 2010,
realizado por la Oficina Regional de Control Huancayo (foja 285 del Informe Especial),
se verificó que el cargador frontal entregado -por el que se desembolsó un total de S/
163 450 soles- tenía un costo real, al momento de la evaluación, de S/ 4 705 23 soles y
que el valor de una maquinaria similar nueva, en ese momento, era de S/142 500 soles.
Es decir, se habría pagado un monto mayor por supuestos trámites administrativos y de
traslado de una maquinaria usada desde Alemania que lo que habría costado adquirir
una maquinaria nueva en nuestro país, especialmente cuando existían ciertos cuestiona-
mientos técnicos al cargador frontal donado, ya que se trataba de un modelo que ya no
rPARTE P
se fabricaba desde hacía veinte años, aproximadamente, y no existía disponibilidad de
repuestos originales; así como que el cargador donado tenía veintidós años de antigüedad,
lo que representaba el 220 % de la vida útil promedio de la maquinaria.
Décimo. No obstante, el procesado alegó que existían opiniones técnicas que respaldaban
la donación, y especialmente que esta era beneficiosa para la entidad edil en términos
económicos, como se apreciaría del Informe Técnico N.° 065-2009-NBYS-IME, del 10
de enero del 2009, elaborado por el ingeniero mecánico electricista (foja 352 del Informe
Especial).
Este Colegiado Supremo aprecia que dicho documento refiere que el costo comercial
del cargador frontal donado ascendía a USD $/ 80 000 dólares americanos, aproxi­
madamente; sin embargo, no sustenta dicha valuación con ningún documento que dé
credibilidad a su afirmación.
Undécimo. Además, debe indicarse que el Informe Técnico N ° 014-AIE-MDA, del 30
de junio del 2008 (foja 38 del Informe Especial), en el que se opina por la adquisición
de un cargador frontal marca Ford (sin mayor especificación técnica al respecto), no fue
elaborado por la persona que se consigna como autora, Evelina Alida Yarasca Rangel,
miembro del Área de Infraestructura e Ingeniería de la municipalidad distrital, por lo que
se trataría de un documento apócrifo4 creado solo para justificar la adquisición de la
maquinaria materia del Convenio de Cooperación cuestionado.

4 La referida funcionaría puso en conocimiento de dicha situación a los órganos de control y denunció el
hecho en marzo del 2010 (foja 50 del Informe Especial).

INSTITUTO PACÍFICO 235


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Duodécimo. Por ende, para este Colegiado Supremo resulta evidente que existió un
manejo deficiente del patrimonio estatal por parte del procesado Marcos Sergio Cabrera
Ramos, quien, como alcalde de la municipalidad distrital y autorizado específicamente
para ello, tenía pleno manejo del dinero que se dispondría en relación con la donación
del cargador frontal, pero no cumplió con sus funciones de resguardar el erario público
al disponer un pago adicional de S/ 43 680 soles, no previsto en el Convenio y sin au­
torización específica del Concejo Municipal, sin que el dinero ya entregado hubiera sido
debidamente sustentado por el beneficiario —quien solo expedía recibos por honorarios
sin mayor correlato documentario que respaldara su actuación—.
Decimotercero. En atención a lo anterior, corresponde analizar la determinación de la
pena. Al respecto, la Sala Superior solo indicó que el encausado posee cultura y condi­
ción económica media, carece de antecedentes penales y que se apropió para sí o para
otro de una suma de dinero que causó perjuicio al Estado. De ello no se desprende una
motivación específica para establecer una pena privativa de la libertad efectiva.
Decimocuarto. En ese sentido, este Colegiado Supremo advierte que se verifican los
requisitos para suspender la ejecución de la pena, previstos en el artículo 57, incisos 1 al
3, del Código Penal, puesto que la pena privativa de la libertad impuesta fue no mayor
de 4 años; de los antecedentes del encausado y su comportamiento procesal (referidos
por el ad quem) es posible sostener un pronóstico favorable sobre su conducta futura, y
al recurrente no se le ha atribuido la condición de reincidente o habitual.
En suma, se considera proporcional y razonable reformar la efectividad de la pena
privativa de la libertad por una suspendida —durante 3 años, bajo determinadas reglas
PARTE
_ IV
J
de conducta— y, en vista de que en la sentencia se dispuso la ubicación y captura del
encausado Marcos Sergio Cabrera Ramos para el cumplimiento de la sanción inicialmente
impuesta, al haberse reformado esta, debe ordenarse dejar sin efecto la citada orden de
captura en relación con el presente proceso.

DECSSiÓN
Por estos fundamentos, los jueces integrantes de la Sala Penal Permanente de la Corte
Suprema de Justicia de la República:
I. Declararon no haber nulidad en la sentencia del 7 de septiembre del 2018 (foja
2803), que condenó a Marcos Sergio Cabrera Ramos como autor del delito contra
la Administración pública-peculado, en perjuicio del Estado (Municipalidad Distrital
de Acostambo), a la pena de inhabilitación por un año (consistente en la privación
de función o cargo que ejercía el citado, aunque provenga de elección popular; así
como incapacidad para obtener mandato, cargo, empleo o comisión de carácter
público por dicho término) y fijó el pago (en forma solidaria) de S/ 20 000 soles por
concepto de reparación civil, sin perjuicio de devolver lo indebidamente apropiado,
ascendente a S/ 43 680 soles.
II. Declararon haber nulidad en el extremo de la misma sentencia que le impuso cuatro
años de pena privativa de la libertad efectiva; y, Reformándola, dispusieron que se
le impongan cuatro años de pena privativa de la libertad suspendida por el plazo de
tres años, conforme a las siguientes reglas de conducta: i) no ausentarse del lugar de
su residencia sin previo aviso al juez de la causa; ii) comparecer mensual, personal
y obligatoriamente al juzgado a informar y justificar sus actividades; iii) no incurrir

PARTE IV: PECULADO


236
JURISPRUDENCIA RELEVANTE

en nuevo delito doloso, y iv) reparar los daños ocasionados por el delito (el pago
de la reparación civil señalada y la devolución del dinero apropiado) en el plazo de
un año, bajo apercibimiento de aplicarse lo previsto en el artículo 59 del Código
Penal, en caso de incumplimiento de estas reglas de conducta.
III. Ordenaron que se dejen sin efecto, de manera inmediata, las órdenes de ubicación
y captura cursadas contra Marcos Sergio Cabrera Ramos en relación con el presente
proceso. Oficíese, para tal efecto, a la autoridad correspondiente. Hágase saber a
las partes personadas en este Sede Suprema. Y los devolvieron.
Intervino el señor juez supremo Castañeda Espinoza, por vacaciones de la señora jueza
suprema Chávez Mella.

S. S.
SAN MARTÍN CASTRO
FIGUEROA NAVARRO
PRÍNCIPE TRUJILLO
CASTAÑEDA ESPINOZA
SEQUEIROS VARGAS

r PARTE IV

INSTITUTO PACÍFICO 237


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA


SALA PENAL TRANSITORIA
RECURSO DE NULIDAD N.° 1333-2018
HUANCAVELICA

Motivación insuficiente como causal de nulidad


de sentencia
Sumilla. El Tribunal de Instancia incurre en causal
de nulidad cuando no se pronuncia por los demás
medios probatorios que permitirían establecer la
responsabilidad o no del procesado en el hecho
delictivo imputado.

Lima, 3 de julio del 2019


VISTO: el recurso de nulidad interpuesto por la Municipalidad dé Huachocolpa contra
la sentencia del 12 de enero del 2018 (foja 4598); que declaró prescrita la acción penal
incoada contra el acusado Celso Condori Ramos como autor del delito contra la Ad­
ministración pública-peculado culposo, previsto y sancionado en el último párrafo, del
artículo 387, del Código Penal; asimismo, absolvieron a Jorge Huayllani Taype de la
acusación fiscal tanto de la pena como de la reparación civil, como cómplice primario
del delito contra la Administración pública-peculado doloso por apropiación, previsto y
PARTE IV ¿
sancionado en el primer párrafo, del artículo 387, del citado Código; en concordancia
con lo previsto en el artículo 25 del Código Penal, en perjuicio del Estado (Municipalidad
Distrital de Huachocolpa); y reservaron el juzgamiento del acusado Rolando Inga Ayuque
(autor). De conformidad con el dictamen de la fiscal suprema en lo penal.
Intervino como ponente el juez supremo Prado Saldarriaga.

CONSIDERANDO
Primero. La parte civil (Municipalidad Distrital de Huachocolpa), en su recurso formali­
zado (foja 4659), solicitó la nulidad de la sentencia y alegó que:
1.1. Obran pruebas suficientes de que el procesado Celso Condori Ramos, en su condi­
ción de exalcalde del municipio agraviado conocía de la sustracción de dinero por
parte de sus funcionarios, pues, es contador de profesión y tenía experiencia en
el cargo, por lo que no es creíble que durante un año no se haya dado cuenta del
movimiento económico del municipio o no haya recibido información del contador
sobre los gastos de la entidad agraviada.
1.2. Asimismo, de las declaraciones de los sentenciados Jony Cayllahua y Ubert Sullca
se desprende que el procesado Condori Ramos conocía que se entregaba el dinero
al encausado Rolando Inga Ayuque; además, en el juicio oral reconoció la firma
de algunos cheques, pese a que en su instructiva indicó que no firmó ninguno; por
tanto, la desvinculación al delito de peculado culposo debe declararse nula.
1.3. Señala que no se ha tenido en cuenta que el representante del Ministerio Público
formuló acusación escrita contra el procesado Condori Ramos como autor del de­

PARTE IV: PECULADO


238
JURISPRUDENCIA RELEVANTE

lito de peculado doloso; no obstante, al inicio del debate formuló acusación como
cómplice primario, para luego, en su requisitoria oral, solicitar la desvinculación al
delito de peculado culposo sin considerar los términos del artículo 263, del Código
de Procedimientos Penales, la cual fue amparada por el colegiado sin el pronun­
ciamiento previo de las partes, salvo de la defensa del procesado Condori Ramos
con lo cual se ha vulnerado el principio de contradicción.
1.4. La Sala no se ha pronunciado respecto a los cargos contra Jony Cayllahua Calderón,
el mismo que en su condición de contador tenía como función realizar periódica­
mente el registro de operaciones de acuerdo con las normas, así como el reporte y
envío de información financiera y presupuestaria, lo que no se observó, por lo que
no se ha motivado debidamente la sentencia.
Segundo. Conforme se registra en los actuados, el dictamen acusatorio (foja 2155), el
dictamen aclaratorio e integrador (foja 2530) y el requerimiento acusatorio en juicio oral
(véase a foja 2885, tomo xiii), se consignó que el imputado Celso Condori Ramos, en su
calidad de alcalde de Huachocolpa en el periodo 2007-2010, como titular del pliego, tuvo
la disponibilidad jurídica de los recursos municipales, por lo que la relación funcional fue
evidente y patente el control sobre el destino del dinero público. Así, Condori Ramos emitió
la Resolución de Alcaldía N.° 004-MDH-2010, del 5 de enero del 2010 (foja 16), en la
que designó a Rolando Inga Ayuque como jefe de Tesorería y, como tal, responsable del
manejo de las cuentas bancarias de la Municipalidad, por lo que teniendo ambos dicha
disponibilidad sobre los caudales del municipio agraviado suscribieron diversos cheques
afectando diversas cuentas de la Municipalidad realizando previamente la gestión ante
el Banco de la Nación de la expedición de dos nuevas chequeras a favor de las cuentas
Encargo de Gobierno Regional (Cta. N.° 0421-019835) y Foncomun (Cta. N.° 0421-
000565), y la transferencia de dinero de una a otra cuenta del Municipio.
Asimismo, han expedido la Carta Orden N.° 2010-0002-MDH-HVCA en la que solicita­
ron la transferencia de S/16.000 soles de la cuenta Foncomun a la cuenta Encargos del
Gobierno Regional (foja 2086), la Carta Orden N.° 010-2010-MDH-HVCA en la que
solicitaron la transferencia de S/ 200.000 soles de la cuenta Canon a la cuenta Fonco­
mun (fojas 41/44), la Carta Orden N ° 017-2010-MDH-HVCA en la que solicitaron la
transferencia de S/150.000 soles de la cuenta Canon a la cuenta Foncomun (foja 2087),
la Carta Orden N.° 018-2010-MDH-HVCA en la que solicitaron la transferencia de S/
25.000 soles de la cuenta Focam a la cuenta Foncomun (foja 2088) y la Carta Orden
N.° 0021-2010-MDH-HVCA en la que solicitaron la transferencia de S/ 100 000 soles
de la cuenta Canon a la cuenta Foncomun.
Paralelamente, los procesados Celso Condori Ramos y Rolando Inga Ayuque, respon­
sables del manejo económico, con la complicidad de Jorge Luis Huayllani Taype, quien
se desempeñaba como contador del municipio agraviado desde el año 2007, respon­
sable de los cierres económicos trimestrales del gasto presupuestal 2010 y quien simuló
la intangibilidad de dichos fondos públicos en sus informes trimestrales, han expedido
dolosamente un promedio de 85 cheques con importantes sumas de dinero entre febrero
y noviembre del 2010, a favor de sus coimputados Jony Cayllahua Calderón y Ubert
Sullca Orihuela, así como al propio nombre de Rolando Inga Ayuque, sin que exista
sustento documental alguno que avale la legalidad del gasto público, con la finalidad de

INSTITUTO PACÍFICO 239


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

apropiarse de ingentes sumas de dinero que ascienden a un aproximado total de un S/


1 000 000 soles.
Asimismo, se imputa al encausado Jorge Luis Huayllani Taype haber sustraído los libros
auxiliares contables de bancos de las cuentas corrientes de la Municipalidad de todo el
periodo de gestión del alcalde Celso Condori Ramos, así como, las conciliaciones ban­
cadas, causando el no sustento de saldos.
En la sesión de juicio oral de foja 4529, el representante del Ministerio Público, de
conformidad con el artículo 263, del Código de Procedimientos Penales, solicitó la des­
vinculación típica del delito de peculado doloso al delito de peculado culposo respecto
al procesado Celso Condori Ramos, y le atribuyó en su condición de autor, que como
alcalde distrital de Huachocolpa, titular del pliego y responsable del manejo económico
de los caudales del Estado, por culpa, al delegar tácitamente sus atribuciones a sus fun­
cionarios de confianza Rolando Inga Ayuque y Jorge Luis Huayllani Taype, dio ocasión
a que se efectúe por otra persona, la sustracción de caudales del Estado.
Tercero. Del análisis de autos y los términos de los recursos impugnativos, se advierte
que los magistrados de la Sala Penal Liquidadora de la Corte Superior de Justicia de
Huancavelica, no realizaron una debida apreciación de los hechos atribuidos al encausado
Jorge Luis Huayllani Taype; ni compulsaron de forma apropiada los medios de prueba
que obran en autos; además, no realizaron diligencias importantes para establecer su
inocencia o responsabilidad.
Cuarto. En efecto, el Tribunal de Instancia, para justificar la sentencia impugnada en el
extremo absolutorio (ver f. j. n.° 3.6), esgrimió una motivación insuficiente, pues argu­
PARTE IV I
mentó que existe insuficiencia probatoria porque no se ha demostrado que el encausado
Huayllani Taype, en su condición de contador, se haya apropiado o haya prestado
apoyo en la sustracción del dinero del municipio perjudicado. Por lo que se ha aplicado
la garantía de la in dubio pro reo o presunción de inocencia a su favor.
Quinto. Sin embargo, se advierte que el colegiado superior no habría valorado adecua­
damente las declaraciones de Jony Cayllahua Calderón y Celso Condori Ramos (quienes
señalaron que el encausado Jorge Luis Huayllani Taype habría tenido participación en
el manejo indebido de los fondos de la Municipalidad de Huachocolpa); además en la
diligencia de confrontación entre Condori Ramos y Huayllani Taype (contador), el primero
le increpó a este y sus coprocesados el haber falsificado su firma en la emisión de cheques
y habría reconocido haberse apropiado de S/ 50 000 soles para comprarse un carro, y
además ya le había hecho entrega de todos los extractos bancarios (en su condición de
contador de la Municipalidad). Al respecto, cabe precisar que, según las declaraciones
de Celso Condori Ramos, Jony Cayllahua Calderón y Ubert Sullca Orihuela los cheques
girados indebidamente se entregaron en la oficina del encausado Huayllani Taype, donde
se habrían realizado todos los trámites irregulares, según la versión primigenia de Ro­
lando Inga Ayuque (reservado). Aunado a ello, se desprende de la pericia realizada por
el perito judicial Elvira Rojas (véase a foja 4010) que existiría responsabilidad por parte
del encausado Jorge Luis Huayllani Taype porque los gastos en las cuentas corrientes
más significativas del municipio agraviado no fueron considerados ni reportados en el
Sistema SIAF, pese a que dicha función le era imputable como contador.
Sexto. Asimismo, no se habría valorado adecuadamente -en contraste con los demás
medios probatorios- lo declarado por los peritos judiciales Lidya Angeles y Elvira Mendoza

240 PARTE IV: PECULADO


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

(en el plenario a foja 4444), quienes sostuvieron que, como contador, el encausado
Huayllani Taype no tuvo intervención en el cobro definitivo de los cheques falsos girados
indebidamente a favor de terceros. No obstante, el Informe N ° 10-2012-MDH/CON/
AQC (foja 1078) se estableció que el balance general del 2010 -el cual habría sido ela­
borado por el encausado Huayllani Taype, en su condición de contador- fue aprobado
por la gestión del exalcalde Celso Condori (prescrita la acción penal en su contra) con un
saldo que no reflejaba el monto real al 31 de diciembre del 2010, pues según el balance
cuestionado se habría dejado como saldo la suma de S/ 929 86 76 soles; sin embargo,
se determinó que el verdadero monto apenas ascendía a la suma de S/178 314 58 soles.
Aunado a ello, se aprecia que en los hechos materia de acusación se estableció que el
encausado Huayllani Taype habría sustraído los libros auxiliares contables de bancos de
las cuentas corrientes del municipio agraviado (conforme lo advirtió la fiscal suprema en
lo penal, véase su dictamen en el cuadernillo formado en esta instancia suprema), lo cual
no ha sido materia de pronunciamiento por parte del colegiado superior. Por consiguiente,
al haberse infringido el principio de motivación de las resoluciones judiciales, previsto
en el inciso cinco, del artículo 539, de la Constitución Política del Estado, corresponde
amparar la pretensión impugnatoria de la parte recurrente.
Séptimo. En tal sentido, de conformidad con lo previsto en el inciso uno, del artículo
298, del Código de Procedimientos Penales; es necesario que se lleve a cabo un nuevo
juicio oral. Por tanto, de conformidad con la facultad conferida en el último párrafo, del
artículo 301, del Código Adjetivo, es de rigor rescindir la sentencia recurrida y disponer
que en un nuevo contradictorio, dirigido por otro colegiado, se realicen las diligencias
que resulten necesarias para el esclarecimiento cabal de los hechos. PARTE P

Octavo. Finalmente, en cuanto al cuestionamiento sobre la desvinculación realizada


por el colegiado superior a favor del encausado Celso Condori Ramos, se aprecia que
el pronunciamiento de la Sala se emitió con posterioridad del traslado a las partes
(véase a foja 4536); por lo tanto, la acción penal contra el encausado Condori Ramos
respecto de la conducta subsumida en el último párrafo, del artículo 387, del Código
Penal (modificada por la Ley N.° 26 898) se encontraba prescrita a la fecha de emisión
de la sentencia recurrida. En consecuencia, corresponde confirmar este extremo de la
resolución impugnada.

DECISIÓN
Por estos fundamentos, declararon: No haber nulidad en la sentencia, en el extremo
que declaró prescrita la acción penal a favor del encausado Celso Condori Ramos por
la presunta comisión del delito de peculado culposo. Nula la sentencia recurrida en el
extremo absolutorio a favor del encausado Jorge Huayllani Taype y realizarse un nuevo
juicio oral con diligencias que resulten necesarias para el real esclarecimiento de los
hechos. Y los devolvieron.
S. S.
PRADO SALDARRIAGA
BARRIOS ALVARADO
QUINTANILLA CHACÓN
CASTAÑEDA OTSU
PACHECO HUANCAS

INSTITUTO PACÍFICO 24
Parte V

DE LA HISTÓRICA INVISIBILIDAD AL
PRIMER PLANO SOCIAL

Dr. Dr. Dr. H.c. Gino Ríos Patio*


Universidad de San Martín de Porres

SUMARIO: 1. Introducción - 2. Larga data de la corrupción - 3. Concepto,


causas, clases, tipos y efectos de la corrupción.- 4. La corrupción del Estado
y el estado de la corrupción - 5. Prevención de la corrupción.- - 6. Una errada
óptica penal anticorrupcíón - 7. Conclusiones - 8. Fuentes de información-
9. Referencias bibliográficas.

Resumen: El autor analiza el delito de corrupción de funcionarios desde una


doble perspectiva penal y criminológica; examina su tradicional invisibilidad
y acaso impunidad de los sujetos activos, hasta su migración al primer plano
social en casos emblemáticos; explora sus efectos económicos, sociales, psicoso-
ciales, políticos y jurídicos; razona sobre la necesidad y urgencia de empoderar
la ética en la función pública; y propone iniciar una reforma institucional y del
funcionariado para prevenir la corrupción, así como privatizar la lucha contra
la corrupción.

1. Introducción
El Perú presenta una realidad problemática que es transversal a las distintas
dimensiones de la realidad nacional, lo cual constituye una grave dificultad para
el desarrollo nacional. Dicho problema es la corrupción, la cual por estar tan
arraigada en nuestro país resulta sistémica, habitual y multimodal, que atraviesa
el espacio público y privado, así como el económico, social y psicosocial, cau-

Doctor en Derecho. Doctor en Educación y Maestro en Derecho con mención en Ciencias Penales por
la Universidad de San Martín de Porres. Bachiller en Derecho y abogado por la Pontificia Universidad
Católica del Perú. Investigador calificado por el Renacyt-Concytec. Premio Iberoamericano de
Derechos Humanos 2019 otorgado por el Instituto Mexicano de Victimología, a través de la Academia
Iberoamericana de Ciencias Jurídicas y Victimológicas, Derecho Victimal y Derechos Humanos.
Medalla al Mérito Criminológico Eugenio Raúl Zaffaroni 2012, otorgada por la Sociedad Mexicana de
Criminología, Capítulo Nuevo León. Ganador del IX Premio de Estudios de Fomento de la Institución
del Jurado 2017, convocado por el Instituto Vasco de Derecho Procesal y la Asociación Pro Jurado de
España. Presidente del Consejo Editorial de la Revista Científica Vox Juris.

INSTITUTO PACÍFICO 245


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

sando nefastos estragos en la integridad, probidad y ética individual, como en


la moral social y en la eficacia de las instituciones y del orden jurídico.
Este panorama justifica per se un estudio analítico del fenómeno de la corrup­
ción, ello debido a su manifiesta importancia y evidente trascendencia a efectos
de concienciar a la población en general y a las autoridades en particular de
aportar denodados esfuerzos para lograr superar esta histórica dificultad, que
complica no solo el crecimiento económico, sino también el desarrollo humano
e institucional.
Como todo crimen, la corrupción es inextinguible, pero es absolutamente posi­
ble de ser controlada en su intensidad y extensión, así como reducirla a niveles
tolerables y de leve impacto, con una adecuada e integral política criminológica
de nivel primario, secundario y terciario, que supere el ejercicio de una simple
política punitiva, violenta y selectiva por la naturaleza del ius puniendi.
De lo contrario, de continuar su incesante incremento, la ineficacia de la nor-
matividad de toda índole y la postergación sine die de los intereses generales
de la población, se mantendrá en beneficio de los intereses subalternos indi­
viduales y en detrimento de la satisfacción de las necesidades y aspiraciones
colectivas, con grave perjuicio para la democracia material a la que aspiramos
y a la forma de Estado social, constitucional y de derecho que nuestra carta
política consagra.
En cambio, previniéndola y sancionándola eficazmente, evitaremos la anomia
definida por Emile DüRKHEIM como el debilitamiento de la cohesión social que
hace que la sociedad pierda su fuerza para integrar y regular adecuadamente
a los individuos; e impediremos la anomia determinada por MERTON como la
disociación en la relación entre fines culturales y medios para lograrlos. Con lo
cual sobreviene inexorablemente en la ingobernabilidad y el caos en cualquier
Estado, que es lo opuesto a orden y libertad.
Por ello, es importante escribir y leer sobre este problema nacional porque en
PARTE esa conversación que se da entre autor y lector, emerge y fluye la actitud y la
voluntad, que permitirá combatir este flagelo nacional al considerar las conse­
cuencias aciagas y ponderar las alternativas serias que se pueden implementar
para controlarlo y reducirlo a niveles tolerables.
De ahí que resulte meritorio que la Actualidad Gubernamental, en el marco
del contexto actual en el que se desenvuelve cotidianamente el país, dedique
este libro llevado a la realidad gracias a la colaboración académica de quienes
nos hemos resuelto a escribir sobre el tema, esfuerzo editorial de trascenden­
cia, para contribuir a la cabal comprensión de la realidad social transida por
la corrupción.

2. Larga data de la corrupción


El origen de la corrupción se hunde en la noche de los tiempos. Lo cual supone
que la corrupción existe de antiguo. Tan dilatada antigüedad sugiere ineludi­
blemente que la naturaleza humana tiene que ver con su origen. En efecto,
el ser humano se conduce en la vida en función de sus intereses, los que son
de todo tipo, los hay de índole material para satisfacer sus necesidades de esa

246 PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


GINO RÍOS PATIO

clase; y también de tipo inmaterial, para saciar sus deseos y aspiraciones de esa
dimensión. Cuando el hombre lleva a cabo sus acciones para lograr sus metas
personales de colmar sus intereses, privilegiando estos por encima de intereses
de terceros o de intereses generales, públicos o colectivos, utilizando medios
ilegales, esta pervirtiendo, viciando, trastocando y echando a perder el orden
público, la normatividad vigente, la dignidad y los derechos fundamentales, la
ética y el buen gobierno.
El origen de la corrupción permite entender que, en materia de venalidad,
concepto íntimamente asociado a la corrupción porque alude a todo aquello
que se puede vender, negociar o adjudicar, el dinero no es el único instrumento
que la hace posible. En efecto, desde que el hombre se mueve en la vida por
intereses, que es el combustible de la corrupción, lo dinerario o, más aún, lo
económico, no es el único detonante de la corrupción. También lo es el odio,
la venganza, la propia convicción, entre otras. Esto facilita la comprensión de
por qué la corrupción es ubicua y multimodal, pues se da en todos los campos
de la vida pública y privada, desde el político hasta el judicial y desde el em­
presarial hasta el personal.
GARZÓN en el prólogo del libro de BRIOSCHI1 recuerda los tiempos inmemoria­
les de la corrupción en el orbe, desde Nerón y Calígula —agrego desde Judas
Iscariote, que cometió un acto de felonía, deslealtad y corrupción al vender
información sobre la identidad y ubicación de Jesucristo a los agentes públi­
cos12—, la Babilonia del siglo V a. C. en donde había opresión, se aceptaban
dádivas y se robaban unos a otros las propiedades, la Reforma, el Absolutismo
y la Revolución francesa, la Revolución Industrial y económica, la colonización
en América y Africa, hasta los políticos de hoy, ámbitos todos ellos en donde
la corrupción fue (es) el pan nuestro de cada día y un lugar común. En buena
cuenta la corrupción siempre ha existido, unas veces se habla de ella por doquier
y otras se invisibiliza y se sitúa en la sombra a buen recaudo, pero ello no quiere
decir que no exista; como también han existido las normas contra la corrupción
que, como toda regla jurídica, algunas veces se cumplen y otras se violan.
En nuestro país, QuiROZ3, afirma con todo acierto que la corrupción es un pro­
blema que no se configura únicamente por el grosero latrocinio del patrimonio
estatal, sino también por toda una gama inagotable de acciones públicas y
privadas que privilegian el interés público de quienes las llevan a cabo con me­
noscabo y perjuicio del interés general, perjudicando el progreso y desarrollo de
la nación. En cuanto a su origen, el autor no duda en señalar que es un legado
colonial de la política central del Imperio español, que instauró y ejerció un poder
político hegemónico por encima del interés colectivo de la población sometida
al yugo colonial e injusto al extremo de exceder cualquier tolerancia social, lo
que generó un estado de cosas oficial, desde la autoridad, ilegítimo y por ello

1 BRIOSCHI, Carlos Alberto, Breve historia de la corrupción. De la antigüedad a nuestros días, Barcelona:
Penguin Random House Grupo Editorial, 2019. Recuperado de <https://bit.ly/2Ng2xFE>.
2 Ver más al respecto RÍOS PATIO, Gino, “Enfoque criminológico sobre la persecución, acusación y con­
dena a Jesucristo”. Recuperado de <https://bit.ly/336dBdI>.
3 QüIROZ, Alfonso, Historia de la corrupción en el Perú, 2.a ed., 6.a reimp. Lima: Instituto de Estudios
Peruanos, 2017.

INSTITUTO PACÍFICO 247


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

ajeno a la población, lo que devino en la formación de la idea emancipadora


con un espíritu reformador, sobre todo económico y social.
Cabe recordar con MARTÍNEZ, E. y RAMÍREZ, J.4 que en el siglo XVIII en España,
Francia e Inglaterra, los cargos públicos eran vendidos y, por tanto, heredados
al ser propiedad privada, práctica que se proyectó e instaló en las colonias ame­
ricanas con las audiencias, que eran cuerpos jurisdiccionales instituidos por los
reyes católicos para fortalecer su potestad sobre los nuevos territorios; lo cual
contribuyó a iniciar una tradición corrupta, pues el servicio público, incluida la
administración de justicia, era considerado un negocio al haber pagado al era­
rio nacional por ejercer el cargo, por lo que la función correspondiente estaría
encaminada a compensar lo pagado y generar nuevos ingresos, es decir, el
afán de lucro en su máxima expresión con una clientela cautiva que eran todos
los ciudadanos que de una manera u otra tenían que solicitar algo al Estado.
Lo anterior permite comprender cómo el ejercicio de un poder absolutista,
centralista y concentrado, origina perversión e inmoralidad, preeminencia del
interés privado y preterición del interés público, debido al quiebre de los prin­
cipios éticos y la escala axiológica, que como se sabe generan solidaridad y
construyen consenso. Lamentablemente, la herencia de la corrupción germinó
en los criollos que formaron una casta exclusiva con desprecio de los grupos in­
dígenas, estos últimos quedaron excluidos de participar en el proyecto nacional.
MARTÍNEZ y Ramírez5 señalan que el crimen estaba normalizado que los servi­
dores públicos eran complacientes y cómplices necesarios del delito a cambio
de prebendas y beneficios de diversa índole, y que los infractores que se habían
enriquecido a expensas del dinero público gozaban de un gran prestigio social.
Este panorama se hizo posible merced a lo difuso y abstmso de la normatividad
con la que el naciente Estado, todopoderoso frente al ciudadano, pretendía
regular la vida social y económica de la nueva nación, así como a la amplia
discrecionalidad de que gozaba el funcionario estatal para decidir sobre las
solicitudes de permisos, autorizaciones y dispensas, y sancionar administra­
PARTE V 1
tivamente. La corrupción pasó a solucionar los problemas derivados de una
reglamentación insuficiente o inoperante, lo cual sirvió para cimentarla y para
que perdure al ser considerada eficiente, funcional y útil para fines individuales.
Así, la corrupción se hizo un trámite acostumbrado, sencillo y necesario; y fue
utilizada para trepar en la escala social, dejando relegados el bien común, el
interés social y el bienestar de la colectividad. Solo se requería discreción para
que las prácticas corruptas sean inequívocas, inmunes y perdurables, como en
efecto lo fueron. Ni siquiera un decreto supremo de Simón Bolívar que establecía
la pena de muerte para el funcionario público que se apropiara de dinero del
erario nacional logró “contramotivar” y disuadir dicha conducta, lo que significa
que la punición más grave no es eficaz y, contrariamente, debe pensarse en la
prevención por un largo tiempo para lograr efectividad, previa determinación
de las causas, lo que nos enseña la criminología.

MARTÍNEZ CÁRDENAS, Edgar Enrique y Juan Manuel RAMÍREZ MORA, “La corrupción en la Administra­
ción pública. Un perverso legado colonial con doscientos años de vida republicana”, vol. 12, N.° 23, en
Reflexión Política, Bucaramanga: junio del 2010, pp. 68-80, Recuperado de <https://bit.ly/2th4o6i>.
Loe. cit.

PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


248
GINO RÍOS PATIO

3. Concepto, causas y efectos de la corrupción


3.1. Concepto
La palabra corrupción etimológicamente proviene del verbo latín corruptas
que significa romper, lo que denota un estado alterado, trastocado, fuera de su
curso normal, es decir, un comportamiento desviado, una conducta antiética,
reñida con los valores y contraria a la ley, lo cual implica un concepto de vicio
moral y de crimen al mismo tiempo.
De la conocida frase de lord ACTON, católico liberal y catedrático de la Universi­
dad de Cambridge, expresada al obispo Mandel Creighton el 3 de abril de 1887:
“El poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente”,
se puede deducir que la corrupción esta vinculada estrechamente al ejercicio
del poder, de un poder para hacer determinadas cosas, que todos tenemos en
todos los órdenes de la vida. Evidentemente, hay una graduación de poderes
que es correlativa a la gravedad de la corrupción que desde allí se pueda ejercer.
De ello, es posible conceptualizarla como un fenómeno social que se manifiesta
en una acción u omisión intencional de un agente, que violando los deberes
éticos y responsabilidades sociales, ocasiona implicaciones varias y va más allá
de alguna actividad determinada, pública o privada, de la cual se genera un
beneficio personal indebido y afecta el sistema institucional en su conjunto.
Entonces, cuando alguien que tiene una situación específica, es decir, poder
para realizar algo, es estimulada en secreto mediante prebendas o esperanzas
a hacer algo que beneficia al incitador e implica una traición hacia el grupo u
organización a la que pertenece, existe corrupción. La característica del sigilo
es incompatible con los principios democráticos esenciales de visibilidad, cog­
noscibilidad, accesibilidad y controlabilidad del poder.
Lo anterior, según Nye6, expresa que hay corrupción cuando una conducta
se aleja de los deberes y obligaciones reglamentarios para satisfacer intereses
privados, sean individuales o colectivos; económicos o de estatus; quebranta PARTE'
las normas contra la práctica de determinadas maneras de influjo privado, tales
como el soborno, la recompensa, el nepotismo y el uso indebido o la apropiación
de recursos para beneficio privado.
TANZI7 define la corrupción como la violación intencionada del principio de
imparcialidad con la finalidad de obtener un beneficio personal para sí u otras
personas vinculadas.
Por eso, la definición más aceptada es la más simple: el uso ilícito y clandestino
del poder para interés y utilidad privada. Corrupción no es sinónimo de dinero,
sino de un indebido beneficio privado a expensas del poder, público o privado,
que se tiene para hacer algo.

6 Nye, Joseph, “Corruption and political development. A cost-benefit analysis”, en HEIDENHEIMER, Ar-
nold J.; Michael JOHNSTON y Víctor T. LeVine (eds.), Political corruption. A handbook, 2.a ed., Nueva
Jersey: Transaction Publishers, 1989.
7 TANZI, Vito, “Corruption. Arm’s-lengh Relationships and Markets”, en F1ORENTINI, G, y PELZMAN, S.M.
(eds.)’ The economics oforganised crime, Cambridge: Cambridge University Pres, 1995.

INSTITUTO PACÍFICO 249


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

3.2. Causas
Desde que la corrupción es el uso prohibido del poder que se tiene, el interés
egoísta del individuo para usar dicho poder es un evidente factor, esto es, hace
que la corrupción se produzca. La potestad bio-psico-espiritual que resulta en
la imposición de la voluntad de una persona a otros, conocida como poder,
• tiende a ser usada de manera desviada, excesiva y arbitraria, debido a un enva­
necimiento individual de quien lo detenta. A mayor poder, el influjo es mayor.
Esta parece ser una constante en los hombres. Solo algunos pocos usaron el
poder en beneficio de los demás, tales como Jesucristo, Ghandi, Martin Luther
King, entre otros.
El hombre se conduce en la vida por sus intereses. Sin embargo, debe tenerse
en cuenta que, siendo un animal social y político, es decir, que solo puede
sobrevivir en el seno social, la vida en comunidad implica una limitación de los
intereses y las respectivas conductas autorreferentes para realizar una conducta.
El bien común, el interés general y la seguridad integral convocan a las personas
a emplear su poder en beneficio de la sociedad, a través de la convergencia
o concurrencia de nuestros intereses, que se realizarán no como fueron con­
cebidos sino como lo permita dicha aproximación, esto es, reconducidos. De
lo contrario, si los intereses se mantienen diferentes y discrepantes, surge el
conflicto, la violencia y el crimen.
Pero, ¿cuál es la razón por la cual el hombre pretende hacer prevalecer su interés
de lograr un beneficio privado para sí o para terceros? Indudablemente lo es
la falta de educación cívica y la tendencia irrefrenable hacia un individualismo
que elimina cualquier atisbo de cooperación, colaboración y solidaridad. En
términos psicológicos, es la entronización del ello que el superyó no puede
contener y que resulta en el automatismo del yo para realizar actos en su propio
interés y beneficio. Dicho de otro modo, el déficit de ese tipo de educación se
traduce en una patente ausencia de sentido de pertenencia a la sociedad, en
el establecimiento de relaciones e interacciones interpersonales de ajenidad
en vez de alteridad, en virtud de las cuales se considera al otro no como uno
mismo sino como un individuo diferente; y una peligrosa tendencia hedonista
y epicúrea siempre efímeras que corroen la escala axiológica y precipitan al ser
humano a la frustración, vía la intolerancia y la insatisfacción permanente debido
a la creación incesante de necesidades artificiales y suntuarias cuya satisfacción
apremiante se convierte en el objetivo central de la vida humana.
Esta situación, naturalmente, exige una transformación de la persona para des­
terrar la impronta que esta dejando el uso desmedido e irracional de aparatos
biotecnológicos de uso masivo por las actuales generaciones, consistente en
una deshumanización, automatismo y falta de reflexión sobre el sentido de la
vida. Mientras esto no ocurra, el peligro del transhumanismo y posthumanismo
se ciernen sobre el hombre.
Al respecto, desde la neurofilosofía se postula que la ética humana es el triunfo
sobre la evolución sediciosa del hombre, por lo que no es la teoría evolutiva
la que explica nuestra moral, ya que esta es la oposición tardía a lo natural.
Pero la ética hay que practicarla cotidianamente para afirmarla, pues al no ser
algo natural, corre el riesgo de desvanecerse por la fuerza de lo originario. En

PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


250
GINO RÍOS PATIO

efecto, es difícil aseverar científicamente que el ser humano sea naturalmente


moral o inmoral, pues la vida esta condicionada por el entorno desde que se
nace como una tabula rasa. La única tendencia innata es la de sobrevivir, pues
al ser materia biológica y energía el ser humano indefectiblemente se extinguirá
como tal y se transformará en otra forma de vida. Por eso, las decisiones del
hombre son volubles, dependen de sus circunstancias. Por ello también, al
estar el hombre impelido por la tendencia a sobrevivir, lo que es una forma de
egoísmo, la consecución de sus metas y objetivos conlleva esa impronta indi­
vidualista. No obstante, son las circunstancias personales las que direccionan
nuestro comportamiento.
Es importante señalar que el motor impulsador de la actividad humana es el
deseo, que va desde las necesidades básicas y materiales para poder vivir,
hasta el deseo de adquisición, rivalidad, vanidad y amor al poder, este último
es el de mayor potencia. Por tanto, a decir de Al-Rodhan8, el poder, placer,
beneficio, orgullo y permanencia son los factores que motivan la vida humana,
los cuales como se puede apreciar están orientados hacia una sensación de
bienestar personal, porque el cerebro aspira a lograr una gratificación neu-
roquímica y cuando la experimenta busca mantenerla y mejorarla, debido al
instinto de supervivencia y de prolongación de la vida. El problema surge con
las denominadas neurotecnologías emergentes, respecto de las cuales se debe
actuar con cautela y moderación, pues ellas exacerban los motivadores antes
mencionados, generando un efecto adictivo e intoxicante, aun reconociendo
que pueden ser nocivos para la salud.
Por otro lado, en cuanto a las causas actuantes, se cuentan el desorden admi­
nistrativo; la cultura clientelar y centralista del Estado; la enorme capacidad del
funcionario para resolver y concluir sobre asuntos de importancia que tienen
una considerable solicitud o que son privilegio y prerrogativa de la función
pública; la impunidad; la debilidad institucional y la exigua separación de
poderes; la falta de cooperación judicial y policial internacional; y los paraísos
fiscales y bancarios.

3.3. Clases y tipos


En el panorama internacional, se ha llegado a establecer, según NIETO9, la
corrupción ocasional que es tolerable y no trasciende la cotidianeidad del
ciudadano; la corrupción endémica que esta extendida y normalizada; y la
corrupción sistémica que se encuentra institucionalizada y tolerada.
En cuanto a los tipos de corrupción, según el mismo NIETO10, se tiene el soborno,
que es el ofrecimiento o la dación a un receptor de cualquier tipo de beneficio
a cambio de la realización u omisión de un acto funcional. La malversación
consistente en la aplicación indebida o el no uso de los recursos para lo que
fueron establecidos, en beneficio propio, de terceros o de otra entidad, de bienes

8 Al-Rodhan, Nayef, “Una neurofilosofía de la naturaleza humana: el egoísmo amoral emocional y los
cinco motivadores de la humanidad”, abril del 2019. Recuperado de <https://bit.ly/2NguAF3>.
9 NIETO, Francisco, “Desmitificando la corrupción en América Latina”, en Nueva Sociedad, N.° 194,
Caracas: noviembre del 2004, pp. 54-68.
10 Loe. cit.

INSTITUTO PACÍFICO 25
DEUTOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

públicos que le fueron confiados al funcionario oficial por su cargo. El tráfico de


influencias, que consiste en usar y disfrutar en beneficio propio o de terceros, de
las relaciones oficiales con las que cuenta un funcionario público en el ejercicio
de sus funciones. El abuso de funciones, consistente en la realización u omisión
de una conducta contraria a la ley, por un funcionario público en el ejercicio de
su cargo, con el fin de obtener un beneficio indebido para sí mismo o para otra
persona o entidad, tales como el uso de información privilegiada, el conflicto de
intereses y el nepotismo. El enriquecimiento ilícito, consistente en el incremento
patrimonial significativo de los ingresos legítimos de un funcionario público, que
no pueda ser razonablemente justificado. El blanqueo del producto del delito
o lavado de dinero, que es la manipulación realizada por un particular o una
entidad para introducir de manera velada en el flujo financiero, inmobiliario u
otro, un capital obtenido originalmente por actos ilícitos con el fin de legalizarlo.

3.4. Efectos
En el panorama del desarrollo económico y político de los países, la corrupción
afecta la calidad de las políticas económicas y la efectividad del Estado en su
aplicación; deforma el esquema y el funcionamiento de la regulación; extingue
la confianza de la ciudadanía con sus autoridades; y debilita y estorba la acción
de la justicia, por lo que tiene sin lugar a dudas un efecto negativo en el nivel
de inversión, crecimiento, igualdad y bienestar de la economía. Es decir, no es
irrelevante para el desarrollo económico.
De hecho, las inversiones de los productores sobre las metas y objetivos de pro­
ducción; la actividad administrativa estatal y la gestión pública; la operatividad y
eficiencia de la empresa privada; y el bienestar de la sociedad, son impactados
negativamente por la corrupción.
Como anota KAUFMANN11, la corrupción “reduce la inversión interna y externa;
merma los ingresos tributarios y afecta el gasto social. Por ende, empeora la
PARTE V distribución del ingreso y distrae recursos que se podrían destinar para reducir
la pobreza”.
En el plano político, la corrupción replica y refuerza la desigualdad social; apadri­
na y resguarda las tramas de complicidad entre lo político y económico; arraiga
la actividad ilegal en los políticos, lo que contribuye a formar una clientela por
adscripción, pretiriendo el interés colectivo; desprestigia y aminora el principio
de autoridad, estimulando asimismo la desobediencia civil; asienta la ilegalidad;
deslegitima el gobierno; y destruye los valores y principios democráticos.
En el ámbito social, la corrupción agrava las diferencias sociales; excluye a
los grupos sociales carenciados; fuerza una adhesión a un sistema informal
e irregular; devasta el incentivo propio del servicio público y la solidaridad
social; impide la formación de recursos humanos probos, capaces e íntegros;
promueve las relaciones sociales por adscripción y no por intereses comunes,
deteriora la eficacia de las normas y reglas; y echa a perder los beneficios de
una colaboración solidaria.

11 KAUFMANN, Daniel, “Corrupción y reforma institucional: el poder de la evidencia empírica”, en Revista


Perspectivas, vol. 3, N.° 2, Santiago: 2000, pp. 367-387.

PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


252
GINO RIOS PATIO

4. La corrupción del Estado y el estado de la corrupción


La corrupción existe en el Perú desde que surgimos a la vida independiente.
Esta afirmación la compartimos todos. Ño es novedad entonces la corrupción
en el sistema económico, político y judicial de la que dan cuenta los videos
pretéritos y los actuales audios que vienen divulgándose. En realidad, era de
conocimiento general que en dichos sistemas sobresale la corrupción. Por eso,
entre otras cosas, siempre ha existido una sensación de injusticia en tales ám­
bitos, de la cual deriva su elevadísimo índice de desconfianza ciudadana, según
las encuestas públicas de opinión. Según Barómetro Global de Corrupción12
correspondiente a América Latina y el Caribe, presentado por Transparencia
Internacional a través de su capítulo peruano Proética el 23 de setiembre del
2019, el 94 % de los peruanos desconfía del Estado; un 95 % no cree en el
Poder Judicial; y un 80 % cree que la mayoría de congresistas son corruptos.
Estas cifras son, en verdad, preocupantes ya que vuelven a develar un proble­
ma oculto e invisible que de manera intermitente asoma, situación que impide
asumir un esfuerzo de desarrollo franco y decidido para construir una sociedad
igualitaria, libre y justa.
Asimismo, una investigación internacional realizada por numerosos autores
latinoamericanos, en la que participaron dos profesoras de la Universidad del
Pacífico (2019) y que tuvo como muestra de la encuesta en el Perú a presi­
dentes, gerentes y directores de compañías grandes, medianas y pequeñas de
los diferentes sectores económicos y regiones del país; da cuenta que el Perú
tiene los indicadores de percepción más elevados de la práctica del soborno.
Así, el 99 % de encuestados cree que hay empresarios que ofrecen soborno; el
82 % asegura que en su sector se dan sobornos y que el más propenso es el de
construcción, recibiendo el señalamiento del 58 % de los encuestados; el 54.5
% considera que el monto que se paga de manera secreta para la adjudicación
de un contrato oscila entre 1 % y 10 %; el 60.9 % cree que el soborno sirve
para obtener un contrato, 51.6 % para agilizar trámites empresariales y 37.5 %
para acceder a servicios; y el 47.1 % reveló que no tiene acceso a poner una
denuncia al interior de las empresas.
Como es de advertir, la corrupción involucra actores públicos y privados. Se da
en cada uno de esos ámbitos, a todo nivel. Su esencia esta marcada por preferir
el interés personal sacrificando el interés colectivo que debe primar en fundón
del ámbito en el que se produzca. El mecanismo de la corrupción siempre es
el contravenir la norma vigente sacando provecho de ello. Cuando se trata
de corrupción pública, la nefasta consecuencia es el grave perjuicio al interés
común. Si es corrupción privada, el infausto resultado atenta contra el interés
del negocio, el cual puede eventualmente manifestarse en el público usuario
o consumidor. La corrupción, en fin, ocasiona el mal en donde se presenta.
En el ámbito judicial la corrupción es, lamentablemente, percibida como un
lugar común, un vergonzoso distintivo. Su audición pública en esta ocasión es
semejante a la visualización de la corrupción del sistema político que se dio el

12 “Barómetro Global de Corrupción correspondiente a América Latina y el Caribe”, en Transparencia


Internacional, Bogotá: setiembre del 2019. Recuperado de <https://bit.ly/2QOnAkP>.

INSTITUTO PACÍFICO 253


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

2000. Es decir, se connotaba, pero esa vez, como en esta, se denotó pública­
mente. De ahí la reacción tan airada de la sociedad. La misma sociedad que
convive de antiguo con la corrupción, de manera activa y deliberada o pasiva y
complaciente. De tal forma que no nos debe alarmar los actos de corrupción en
sí mismos, por conocidos; no nos debe excitar el morbo los audios, por tratarse
del medio actual de denotar un viejo problema; lo que nos debe preocupar es
que esta reacción legítimamente iracunda, no sea fruto de una manipulación
por parte de grupos interesados en recuperar la cuota de poder perdida con la
que también producían corrupción, no se convierta en una anécdota efímera
inconducente; y sobre todo que no se pierda el genuino interés —si en verdad
existe— de poner término ejemplar a esta lacra de comportamiento corrupto
de los altos funcionarios públicos.
La corrupción no se ataja, no se controla ni se reduce —su existencia como
la del crimen es inevitable— con reformas de los sistemas operativos —en el
Perú ha habido más de una docena de ellas respecto del sistema judicial, todas
infructuosas— o intercambiando hombres. La lucha frontal contra la corrupción
se inicia y gana transformándose uno mismo. El efecto multiplicador de esa
conversión es formidable y genera cambios estructurales y sistémicos. Es varias
veces preferible un buen operador de justicia —por tratarse del caso descubier­
to— que un buen sistema, pues la persona ética actúa siempre bien, aunque el
sistema sea defectuoso, en cambio, una persona corrupta actúa siempre mal,
aunque el sistema sea extraordinario, pues los más exigentes controles son
burlados cuando las personas que operan en ellos carecen de ética.
Recordemos que la ética en la vida privada debe proyectarse en la vida pública,
como expresión de lo positivo en el vivir y en el convivir, respectivamente. Nunca
la corrupción nace en el pueblo, sino en los dirigentes y líderes, que terminan
siendo imitados en su comportamiento por la población.
La criminología nos enseña que la corrupción, como todo crimen, es una
conducta egoísta que se expresa con violencia para ejercer dominio y lograr
PARTE V1
imponer su voluntad; y que por ello no resulta útil para enfrentar la corrupción,
la exigencia de mantener una conducta heroica en un mundo de lobos, sino
más bien es indispensable el peso de la sociedad en su decisión de separar al
corrupto, pero para eso es menester, como lo hemos dicho, que la persona
misma, individualmente considerada, cambie y se transforme.
Un Estado, cualquiera que fuese, sin que interese su clase, por el solo hecho
de ser una organización política jurídica que tiene como fin supremo el bien
común y como fines esenciales el bienestar general y la seguridad integral, a los
cuales aspira desde una determinada ideología, sea comunista, neoliberal o de
cualquier otro pensamiento, para que la sociedad sea más justa, igualitaria y
libre; es incompatible con la corrupción porque lo que esta persigue es romper
el ordenamiento vigente en el cual se regula dicha organización, y beneficiar
un determinado interés individual o de un grupo en desmedro de la sociedad.
En consecuencia, la corrupción resulta un intercambio clandestino con efecto en
el ámbito político y/o administrativo, y en el ámbito económico y social, viola
las normas legales y éticas, inmolando el interés colectivo y general en beneficio

254 PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


GINO RÍOS PATIO

de intereses privados, sean individuales, corporativos, partidistas, entre otros,


como anota MÉNY13.
La corrupción es multimodal y ubicua. Particularmente en un Estado demo­
crático desgasta, quebranta y niega todos los elementos de la institucionalidad
democráticos. Como apunta CAIDEN14, G. es la expresión de una ética con­
traria a lo democrático porque implica el individualismo, el egocentrismo, el
particularismo, las prerrogativas indebidas, la explotación de las debilidades y
de los errores, el manejo desvergonzado de los vulnerables, los carenciados y
los indefensos y todo tipo de actos impugnables para obtener particularmente
beneficios ilícitos, inmerecidos, inequitativos, injustos e inmorales procedentes
de posiciones confiables y de responsabilidad pública que son empleadas para
acciones miserables e innobles, las cuales resultan atentatorias del concepto de
salvaguarda pública en el que se asienta la democracia.
La corrupción es un proceso complejo y diverso en cuanto a componentes,
escenarios y consecuencias, que articula diversas variables y cuyo ámbito tras­
ciende la actividad de los individuos involucrados en la Administración pública,
para ubicarse en los distintos escenarios del quehacer social. En su concepción
y desarrollo intervienen causas históricas, sociales, psicológicas, económicas,
entre otras. No es producto de la modernidad, ni de la posmodernidad. Es un
problema social de antigua data que no es propio de un país en particular,
sino un problema común. Tampoco se desarrolla en un modelo específico de
economía o Estado y va más allá de la categoría de riqueza o pobreza. Genera
grandes costos económicos y sociales. Impacta sobre la confianza interpersonal
y entre los ciudadanos y el Estado. En Noruega y Finlandia, la corrupción es
un estigma y merece la exclusión social, aquí predominan los valores éticos en
la sociedad.
El mundo avanza y cambia rápidamente. Los Gobiernos cambian sus roles
para encarar la globalización, las nuevas tecnologías, etcétera. Se ha alterado
la relación entre el Gobierno y los ciudadanos, la capacidad de los Gobiernos F
en gestionar los recursos de manera eficiente en la administración de lo públi­ PARTE V

co y la estructura de la toma de decisiones. La corrupción genera un impacto


negativo en la gobernabilidad democrática y sus principios esenciales, como el
respeto al Estado de Derecho, la transparencia y rendición de cuentas, justicia
y equidad, consulta y participación, eficiencia y eficacia en el servicio público,
consistencia y coherencia en la formación de políticas públicas y ética pública.
La corrupción es un obstáculo de primer orden para el crecimiento económico
y el desarrollo sostenible, con nefastas consecuencias para la institucionalidad
democrática, la moral social, la ética pública y el ejercicio de los derechos fun­
damentales de la persona humana, pues genera grandes costos económicos que
afectan negativamente al ciudadano. El desequilibrio político y la decepción en el
sistema, degenera el desarrollo económico, conduce a la arbitrariedad y desprecio
del orden jurídico, incrementa el poder del crimen organizado, incita a la desinte­
gración social, socava los fundamentos morales de la sociedad, afecta la dignidad

13 MÉNY, Yves, “Política, corrupción y democracia”, en Política y Gobierno, vol. III, N.° 1, Ciudad de
México: 1996, pp. 155-171. Recuperado de <https://bit.ly/386nzyJ>.
14 CAIDEN, Gerald, “La democracia y la corrupción”, traducción por Sabeth Ramírez, en Revista del CLAD
Reforma y Democracia, N.° 8, Caracas: mayo de 1997.

INSTITUTO PACÍFICO 255


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

de las personas, corroe los cimientos del Estado y desmejora los fundamentos de
la democracia al romper el vínculo de fidelidad de gobernantes y gobernados.
No es posible admitir la corrupción en una sociedad democrática porque sig­
nificaría consentir el hecho de que todo el orden jurídico y político que parte
de la Constitución sea subvertido mediante acciones ilícitas, de ahí su carácter
absolutamente contrario a la democracia. Corrupción y democracia son con­
ceptualmente incompatibles.
Al no tener prestigio la ley pública se dan las condiciones para que la desvia­
ción se convierta en un comportamiento institucionalizado, desarrollándose
una calma y pasividad con la actitud transgresora que rompe el orden ético y
entorpece cualquier emprendimiento, pues estimula un marcado individualismo
que complota contra la solidaridad colectiva.
Por otro lado, el adocenamiento o vulgarización cultural promueve una estra­
tegia de ascenso social o búsqueda personal de logros económicos y sociales,
mediante una insurgencia abierta o subrepticia contra las normas legales y
desconociendo los derechos de los demás.
Esto se da por la inconsistencia anímica de los peruanos que tienen una cos-
movisión íntima dividida al alojar apreciaciones opuestas e incompatibles sobre
su propio ser, ya que lo taimado es lo apreciable, pero a la vez lo repudiable,
lo que lleva a desarrollar actitudes de desconfianza total, propiciando actos de
deslealtad y corrupción en marcos legales que se sienten opresivos y ajenos.
El derecho es el único instrumento con que la sociedad cuenta para influir en
los propios valores sociales que, si bien deberían ser su exclusivo fundamento,
actúan también en ocasiones como baluartes inasequibles a los legítimos deseos
de cambio social al servicio de una eventual idea de progreso. El sistema jurídico
es el objetivo último de las concepciones éticas que posee la sociedad, pero a
su vez el principal instrumento externo para influir en aquellas.
La ética individual constituye una barrera de escasa entidad ante presiones
corruptas, ya que existen diversas formas de vulnerar sus postulados siempre
PARTE V 1
frágiles cuando se trata de oponerlos al beneficio personal. La ética solo juega
desde el plano social. Los principios éticos con trascendencia social son los que
verdaderamente pueden contraponerse a las conductas indeseadas.
Los valores sociales tienen un papel concreto en la relación entre sociedad
y poder. Si es de intereses, los valores son preponderantes. En cambio, si es
de integración o adhesión, las razones de estas se superpondrán a los valores
éticos. Por ello, el aspecto político de la corrupción esta ligado a una relación
pueblo-gobernante que se funde en la representación de intereses. No significa
que cualquier otro tipo de relación desprecie el comportamiento ético, sino que
este carece de parámetros suficientemente objetivos para producir una reacción
social, pues los conflictos estrictamente éticos acaban remitiéndose a los fines de
las conductas, que es un término demasiado subjetivo para que en él se base
la respuesta democrática.
De acuerdo con el Informe de la Corporación Latinobarómetro (2018), la
corrupción figura como el problema más importante a nivel nacional; en el
tercer lugar a nivel regional junto a la situación política, después del problema
económico y el de la criminalidad; los países que ocupan los primeros lugares

256 PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


GINO RÍOS PATIO

en corrupción son Colombia (20 %), Perú (19 %), Brasil (16 %) y México (14
%); no así a nivel local ni familiar (pp. 58-59).
El aumento de la corrupción en la región del 2017 al 2018 es alarmante, según
el mencionado Informe Latinobarómetro (2018), pues en 17 de 18 países el
nivel de incremento supera el 50 % y en seis países es mayor al 70 %.
Algo que tiene relevancia para la lucha contra la corrupción es la actitud y
el comportamiento de la ciudadanía ante este problema, aspecto en el cual,
lamentablemente la población esta en desacuerdo si frente a un acto corrupto
debe quedarse callado (48 %) o denunciarlo (48 %); lo cual coincide con el nivel
de aceptación que tiene la corrupción como instrumento para lograr objetivos,
que es del 40 % de la población (pp. 63-64), lo que sugiere la actitud tolerante
que existe con dicha problemática.
Como se puede apreciar, la corrupción tiene hondas raíces históricas y estructu­
rales en el país y en la región, pero aun así no es invencible, por lo que hacerle
frente exige un compromiso integral de todos, el Estado, la sociedad y de cada
ciudadano, a fin de reflexionar sobre los efectos nocivos que ocasiona.

5. Prevención de la corrupción
La globalización, la ciencia y la tecnología en esta época proveen de más y
mejores técnicas, instrumentos, metodologías, personal capacitado para mejorar
la administración de recursos. Sin embargo, como se ha visto, la corrupción
sigue siendo en la región un problema mayúsculo y arraigado, en constante
aumento. La respuesta más apropiada, dependiendo del país, se sitúa entre una
carencia de recursos materiales, de infraestructura, de tecnología y de personal
y, de otro lado, insuficiencia de ética individual y moral pública, de orfandad
de principios y valores en las autoridades y los ciudadanos.
NIETO15 recuerda que históricamente la corrupción es percibida como un crimen
del funcionario público en agravio del empresario privado, quien no tenía otra
salida que pagar el soborno para hacer negocio con el Estado. Sin embargo,
hoy la lucha contra la corrupción concibe el problema como un crimen de los
mismos dos personajes, en quienes los adjetivos de corruptor y corrompible son
intercambiables y lo mismo pueden hacerlo cada uno en su ámbito, pues no se
circunscribe a dinero; razón por la cual se ha tipificado como crimen la corrupción
privada y se obliga a las personas jurídicas a tener operativo y demostrar la efi­
cacia de un programa de prevención penal para tener la posibilidad de eximirse
de responsabilidad, de lo contrario son sancionadas con penas que inclusive
pueden llegar hasta la disolución. Al respecto, RÍOS16 considera lo siguiente:

[L]a actividad criminal en una persona jurídica, sea cual fuere la cau­
sa que la origine y el agente que la perpetre, desde una perspectiva
penalista, debe y puede ser materia de sanción penal, no obstante,

15 Nieto Martín, Adán, “La privatización de la lucha contra la corrupción”, en Revista Penal México,
N.° 4, Ciudad de México: marzo del 2013. Recuperado de <https://bit.ly/30rnOBX>.
16 RÍOS PATIO, Gino, “El criminólogo en la empresa. A propósito del nuevo modelo de prevención criminal
introducido por la Ley N.° 30424 modificada por el Decreto Legislativo N.° 1352”, en Repositorio de
la Universidad de San Martín de Porres, Lima. Recuperado de <https://bit.ly/30f6HD0>.

INSTITUTO PACÍFICO 257


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

aplicando una perspectiva criminológica y política criminológica, debe


y puede ser objeto de prevención y control.

Esta es la virtud de una política pública tendente a disminuir la corrupción a


un nivel tolerable, pues no es posible erradicarla por completo, como cualquier
crimen, que solo puede ser controlado, pero no extinguido. La prevención a
través de mecanismos de control que operen a nivel público y privado.
No hay duda alguna que el Estado debe combatir integral y sostenidamente
la corrupción, es decir, afrontar este flagelo como se debe afrontar un crimen,
con una política criminológica a mediano y largo plazo, para lo cual es indis­
pensable elaborar un programa de acción que contenga reformas en el sistema
jurídico en general y en los subsistemas penal y administrativo en particular;
en la institucionalidad y la Administración pública, tales como las regulaciones
económicas, tributaria, financieras, presupuestarias y de las adquisiciones y
contratos del Estado. En esta política pública debe involucrarse a la sociedad
civil y los medios de comunicación, con fines de supervisión y fiscalización, así
como a la ciudadanía para fines de sensibilización, concienciación y compromiso.
Evidentemente, el paso previo es el de las condiciones políticas para asumir la
necesidad y urgencia de la adopción de esta política.
La política pública para hacer frente a la corrupción debería tener dos frentes,
uno relativo al control externo; y el otro relacionado con el autocontrol, es decir,
la ética aplicada a la función pública. Desde la criminología, la teoría del arraigo
social de HlRSCHI sostiene que cualquier persona puede criminalizar su conducta,
ello dependerá de cuán sólidos sean los mecanismos y recursos de autocontrol
que posea, es decir, su escala axiológica, personalidad, carácter, disciplina, el
apego, consideración, interés y respeto hacia los demás, su autoestima, mie­
do a las consecuencias o daño irreparable que le pueda originar su conducta
desviada en sus relaciones interpersonales, identificación y compromiso con
los valores sociales, educación, familia, relaciones de amistad, trabajo, entre
otros, que actúen como fuerzas de arraigo en su posición actual de sensibilidad
y conciencia social.
Lo fundamental para que una persona se sienta arraigada es que mantenga
relaciones sociales lo suficientemente fuertes para conservar su conformidad y
vinculación con los demás, es que se sienta comprometida, tenga más confianza
en sus posibilidades de superar su situación actual, se sepa implicada fuertemente
en actividades sociales lícitas —tales como trabajar, estudiar, entre otras— y que
posea creencias sólidas conformes con los valores sociales, todos ellos anclados
en el valor ético. Si las circunstancias debilitan o eliminan esos vínculos sociales,
su autocontrol disuasorio desaparecería y criminalizaría su conducta.
Empero, recuérdese que no se puede prevenir lo que no se conoce. De ahí la
necesidad de difundir, enseñar y aplicar la criminología para tener el conoci­
miento idóneo para determinar la causa de la criminalidad en general y del
nefando crimen de la corrupción en particular, con la finalidad de diseñar una
política criminológica eficaz.

258 PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


GINO RÍOS PATIO

6. Una errada óptica penal anticorrupción


La criminalidad no puede ser vencida con la penalidad. Peor aún, las penas
graves y dilatadas en el tiempo no contra motivan, intimidan ni disuaden, como
lo muestra la experiencia nacional e internacional. La pena tampoco resociali­
za, reeduca ni rehabilita, como lo demuestra la gran cantidad de reingresantes,
reincidentes y habituales que señala el Informe Estadístico del Instituto Nacional
Penitenciario17 al mes de julio del 2019. El castigo penal al infractor no garantiza
el pago de la reparación civil en favor de la víctima o de sus deudos, siendo una
de las razones más poderosas para ello el hecho de que la carne de presidio son
los ciudadanos pertenecientes a las clases sociales más vulnerables, marginales y
carenciadas, que obviamente no tienen recursos. Por tanto, el castigo estatal no
resocializa al infractor ni hace posible la reparación a la víctima. El castigo es una
manifestación del iuspuniendi que el poder instrumentaliza y dirige selectivamente.
La razón de esta ineficacia es que la respuesta penal que instrumentaliza el
Estado para hacer frente a la criminalidad no es la adecuada. No lo es porque
no se conoce la causa de la criminalidad. Se ignora tan importante dato porque
no se conoce o se oculta la práctica y la importancia de la criminología como
ciencia social enfocada a determinar las causas de la criminalidad y establecer
los factores criminógenos para que sirvan como insumo científico a fin de diseñar
una política criminológica prevencionista.
Las políticas de tolerancia cero, mano dura, gatillo fácil y otras por el estilo,
corresponden a una política penal que privilegia el castigo por encima de la
prevención, porque es más fácil y acaso menos oneroso asumir el coste del fun­
cionamiento de las agencias penales que emprender una política criminológica
integral y sistémica de prevención a mediano y largo plazo, pero además porque
a través del control penal se ejerce dominación y se logra sumisión.
Peor aún es el hecho de que a los yerros de una concepción híperpunitivista,
sobrecriminalizadora y ultraprisionizadora, se sume la pésima penología estable­
cida para los tipos penales de corrupción de funcionarios, que contiene penas
menores respecto de otros tipos penales que tienen penas mayores para la
afectación de bienes jurídicos de menor relevancia social. Como se puede apre­ r partev

ciar del cuadro que figura en el anexo, la pena privativa de la libertad máxima
establecida para los delitos de colusión agravada, cohecho pasivo específico y
enriquecimiento ilícito es de 15 años, todos los demás delitos de corrupción se
sitúan por debajo de esa penalidad; sin embargo, para el delito de pandillaje
pernicioso, trabajo forzoso y robo agravado, la pena privativa de la libertad es
de 20 años. Delitos como el robo de ganado y la posesión indebida de teléfonos
celulares son penados con pena privativa de la libertad de 15 años.
Este panorama es elocuente de la pérdida de rumbo aún en la expeditiva y
fácil política de castigar. La ausencia de un verdadero compromiso de terminar
con la corrupción y con los otros ilícitos que vulneran gravemente bienes jurí­
dicos colectivos y no individuales, como los delitos económicos, ambientales
y de poder, que forman parte de la cifra negra de la criminalidad debido a su
invisibilidad, producto de la selectividad con la que opera el sistema penal, se
evidencia con la orientación del poder penal, que sigue los dictados del poder
económico, según lo recuerda ZAFFARONI18.

17 Instituto Nacional Penitenciario, Informe Estadístico 2019, Lima: 2019, pp. 59 y 60.
18 ZAFFARONI, Eugenio Raúl, La cuestión criminal, 2.a ed., Buenos Aires: Planeta, 2012.

INSTITUTO PACÍFICO 259


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

7. Conclusiones
Corromper significa “romper juntos”. Este es el significado de la palabra co­
rrupción. Una conducta bi o multipersonal que consiste en trastocar las reglas
establecidas para obtener un beneficio particular en perjuicio de un interés
colectivo y general.
Cada vez que se hace referencia a la corrupción, la idea subyacente es la de
una categoría cultural de nuestro sentido y opinión común, relacionada con un
tema hediondo y cloacal.
La corrupción es un vicio moral pero también un crimen, que si bien es multi-
modal y pluriofensivo, contiene tres dominios o campos de acción. Un dominio
jurídico, que la caracteriza precisamente como crimen. Un dominio económico,
que la tiene como una decisión de un servidor y de un particular. Y un domi­
nio político, que explica de lo que se trata, esto es, una subversión del interés
público por un interés particular.
En todo caso, la realidad social en nuestro país constituye, por perniciosa in­
fluencia de la corrupción, un auténtico mundo al revés, toda vez que corrupto
es el juez19, grotesca es la reina20 y el burro es el profesor21.
Es de lamentar la verdadera metástasis que ha hecho la corrupción en el cuerpo
social, al contaminar todos los niveles y órdenes de la vida social. Sin embargo,
de antiguo hasta hace poco tiempo, la corrupción era un fenómeno conocido
in pectore pero invisible en la sociedad; hoy en día se viene develando una
nueva crisis ética, un trance deletéreo de la clase empresarial, política y de la
alta burocracia estatal, que nos coloca en la dolorosa convicción de reafirmar
que la corrupción de la década de los noventa del siglo pasado, que tanto daño
causó al país y que tanta euforia desató por las capturas y condenas, similares
a la de los dirigentes terroristas, no fue la última y que los sistemas normativos,
de control y de justicia en el país son tan deleznables que pueden ser rotos una
y otra vez cuando se tiene poder.
PARTE V 1
Las personas más modestas del país, que son la mayoría, han presenciado
los vergonzosos actos de sus autoridades y de las personas económicamente
poderosas que han sido dados a conocer; y han visto también cómo el sistema
mismo permite que estos personajes kafkianos se reciclen de mil maneras o se
sumerjan en el tráfago inconmensurable de sus funciones, pero en un alarde
inescrupuloso de capacidad de autoblindaje, no renuncien y solo entreguen a
juicio a aquellos cuyos actos han sido más escandalosos.
¿Cómo es posible que en una sociedad de desiguales, estas autoridades que
han caído en la tentación de la corrupción pueden tener la atribución moral
para castigar actos menos dañinos y a personas carenciadas y más vulnerables
que ellos? Al hacerse visible la gran corrupción, el sistema queda deslegitimado,

19 En términos generales, expresión utilizada a raíz de la reciente crisis del Poder Judicial en la que la so­
ciedad observó cómo actúan en secreto los magistrados, entre componendas, negociados y solicitudes
de trabajo para parientes.
20 Expresión metafórica que pretende aludir a que lo aparencial, aunque caricaturesco, resulta siendo
distinguido por intereses ocultos.
21 Expresión metafórica que pretende aludir a que el que menos sabe o el que no sabe, sin embargo, re­
sulta ganador de alguna plaza o puesto, al ser indebidamente beneficiado con motivo de la corrupción.
Tratándose de magistrados, recuerda las tropelías en los nombramientos que hacía el último Consejo
Nacional de la Magistratura, pero que es probable que lo hicieran los anteriores.

PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


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GINO RÍOS PATIO

por lo que resulta necesario una reestructuración integral, pero, sobre todo, el
primer paso para viabilizar la gran transformación es comenzar por uno mismo
amable lector. ¿Compras entradas de reventa?, ¿compras la “cola” para no
hacer fila?, ¿adulteras tus medidores de luz y /o agua para beneficiarte?, ¿es­
tacionas en lugar prohibido?, ¿compras productos “pirateados”?, ¿no respetas
las reglas de convivencia en tu vecindad?, son solo algunas de las innumerables
situaciones cotidianas en las que deberíamos reflexionar íntimamente y decidir
personalmente para dar un buen ejemplo, sin necesidad de agotarnos portando
carteles en marchas multitudinarias en los que se lee: ¡A la corrupción dile no!
Recordemos que el ideal democrático es el de ser respetado como persona y
que nadie sea divinizado ni satanizado; que las palabras no contradigan a los
hechos; y que el triunfo político sea la suma del sentido común y la capacidad
de liderazgo.
La sobrevivencia de la corrupción en el Perú esta vinculada con una profunda
raigambre histórica y con moldes comportamentales en las relaciones inter­
personales de complicada superación, así como a su naturaleza elusiva. Sus
revelaciones son múltiples y sus derivaciones extendidas. Demanda, por tanto,
una voluntad de recuperación y restauración general, profunda e integral.
En ese sentido, en primer lugar, hay que garantizar la naturaleza intrínseca del
Estado como entidad de interés público alejada de la idea de usufructo particular.
Tarea titánica, pero no imposible. En segundo lugar, hacer converger intereses
alrededor de la lucha contra la corrupción. Ello nos llevará a afirmar que hay
una comunidad de ideas en torno al tema. Así, podremos hablar entonces de
una institución internacional, en la medida que haya un conjunto de princi­
pios, normas, reglas y procedimientos que produzca una convergencia de las
expectativas de los actores. Para hacer la construcción social de anticorrupción
es necesaria la identificación entre los miembros de la comunidad en grupos de
pertenencia y no pertenencia. El primero es universal; el segundo esta limitado
a los que no reconocen el contenido negativo del acto corrupto o que se bene­
fician del mismo. La corrupción es un crimen, pero fundamentalmente es un
problema de desarrollo. Por tanto, debe convertirse la lucha anticorrupción en PARTE v
una norma social, lo cual es un aspecto esencial de toda política criminológica:
hacer participar a la comunidad en la prevención y control del delito.
Por último, se trata de mirar hacia delante y no hacia atrás, en el sentido de
profundizar e institucionalizar los resultados positivos de la experiencia antico­
rrupción vivida hasta hoy. Hacerlos permanentes en el tiempo. No existe un
sistema democrático en el planeta que se asiente sobre la base de la corrupción.
La ética debe ser parte de lo cotidiano, no la conducta exigida a héroes en un
mundo de lobos.

8. Referencias bibliográficas
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Caribe”, en Transparencia Internacional, Bogotá: setiembre del 2019.
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INSTITUTO PACÍFICO 26
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

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PARTE V 1
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PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


262
GINO RÍOS PATIO

Anexo
N° DELITOS DE CORRUPCION DE FUNCIONARIOS

1 .■-.■■'■muir. ■■.•;2, ■.;on-...ís:ó--.- El funcionario o servidor publico que. abusando de


su cargo, obliga o induce a una persona a dar o promete indebidamente. para 2 años 8 años
sí o para otro, un bien o un beneficio patrimonial.
Artículo 383. Cobro indebido.- El funcionarlo o servidor público que, abusando
oe su cargo, exige o naco pagar o entregar contnbucones o emolumentos no 1 año 4 años
debidos o en cantidad que excede la tarifa legal.
Artículo 384. Colusión simple.- El funcionario o servidor público que, intervi­
niendo directa o indirectamente, por razón de su cargo, en cualquier etapa de las
modalidades de adquisición o contratación pública de bienes, obras o servicios, 3 años 6 años
concesiones o cualquier operación a cargo del Estado concierta con los intere­
sados para defraudar al Estado o entidad u organismo del Estado, según ley.
3
Artículo 384. Colusión agravada.- El funcionario o servidor público que, inter­
viniendo directa o indirectamente, por razón de su cargo, en las contrataciones ÍÍ118iÍÍ#8
y adquisiciones de bienes, obras o servicios, concesiones o cualquier operación 6 años 15 años
a cargo del Estado mediante concertación con los interesados, defraudare patri­
monialmente al Esrado o entidad u organismo del Estado, según ley. Síi«sÍíS8i¡®
4 Artículo 385. Patrocinio ilegal.- El que, valiéndose de su calidad de funcionario o PSC (20
servidor público, patrocina intereses de particulares ante la Administración pública. a 40 jorna­ 2 años
das)
Artículo 387. Peculado doloso.- El funcionario o servidor público que se apro­ ■: :
pia o utiliza, en cualquier forma para sí o para otro, caudales o efectos cuya 4 años 8 años
percepción, administración o custodia le osten confiados por razón de su cargo.
Artículo 387. Peculado doloso.- Cuando el valor de lo apropiado o utilizado
8 años 12 años
sobrepase diez unidades impositivas tributarias.
Artículo 387. Peculado doloso.- Constituye circunstancia agravante si los
caudales o efectos estuvieran destinados a fines asistenciaies o a programas 8 años 12 años
5
de apoyo o inclusión social.
Artículo 387. Peculado culposo.- Si el agente, por culpa, da ocasión a que se PSC* (20
efectúe por otra persona la sustracción de caudales o erectos. a 40 jorna­ 2 años
das)
Artículo 387. Peculado culposo.- Constituye circunstancia agravante si los
caudales o efectos estuvieran destinados a fines asistenciales o a programas 3 años 5 años
de apoyo o inclusión social.
Bill Artículo 388. Peculado de uso.- El funcionario o servidor público que, para fines
ajenos al servicio, usa o permite que otro use vehículos, máquinas o cualquier
2 años 4 años
otro instrumento de trabajo pertenecientes a la Administración pública o que se
hallan bajo su guarda.
Artículo 389. Malversación.- El funcionario o servidor público que da al dinero
o bienes que administra una aplicación definitiva diferente de aquella a los que 1 año 4 años
están destinados, afectando el servicio o la función encomendada.
¡lili Artículo 389. Malversación.- Si el dinero o bienes que administra corresponden
a programas de apoyo social, de desarrollo o asistencialesy son destinados a una 3 años 8 años
aplicación definitiva diferente, afectando el servicio o la función encomendada.
Artículo 393. Cohecho pasivo propio.- El funcionario o servidor público que
acepte o reciba donativo, promesa o cualquier otra ventaja o beneficio, para
5 años 8 años
realizar u omitir un acto en violación de sus obligaciones o el que las acepta a
consecuencia de haber faltado a ellas.
Artículo 393. Cohecho pasivo propio.- El funcionario o servidor que solicita,
8 directa o indirectamente, donativo, promesa o cualquier otra ventaja o beneficio,
6 años 8 años
para realizar u omitir un acto en violación de sus obligaciones o a consecuencia
de haber faltado a ellas.
Artículo 393, Cohecho pasivo propio.- El funcionario o servidor público que
condiciona su conducta funcional derivada del cargo o empleo a la entrega o 8 años 10 años
promesa de donativo o ventaja.

INSTITUTO PACÍFICO 263


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

• Artículo 393-A. Soborno internacional pasivo.-Ei funcionario o servidor público


de otro Estado o tuncionano de organismo internacional publico que acepta,
recibe o solicita, directa o indirectamente, donativo, promesa o cualquier otra
ventaja o beneficio, para realizar u omitir un acto en el ejercicio de sus funciones 5 anos 8 años
oficiales, en violación de sus obligaciones, o las acepta como consecuencia de
haber faltado a ellas, para obtener o retener un negocio u otra ventaja indebida,
en la realización de actividades económicas internacionales.
Artículo 394. Cohecho pasivo impropio.- El funcionario o servidor público que
acepte o reciba donativo, promesa o cualquier otra ventaja o beneficio indebido
4 años 6 años
para realizar un acto propio de su cargo o empleo, sin faltar a su obligación, o
como consecuencia del ya realizado.
10-
Artículo 394. Cohecho pasivo impropio.- El funcionario o servidor público que
solicita, directa o indirectamente, donativo, promesa o cualquier otra ventaja inde­ 8 años
5 años
bida para realizar un acto propio de su cargo o empleo, sin faltar a su obligación,
o como consecuencia del ya realizado.
Artículo 395. Cohecho pasivo específico,- El magistrado, árbitro, fiscal, perito,
SlBLlílSBíilí
miembro de Tribunal administrativo o cualquier otro análogo a los anteriores que
bajo cualquier modalidad acepte o recíba donativo, promesa o cualquier otra 6 años 15 años
ventaja o beneficio, a sabiendas que es hecho con el fin de influir o decidir en
asunto sometido a su conocimiento o competencia.
lilll Artículo 395. Cohecho pasivo específico.- El magistrado, árbitro, fiscal, perito,
miembro de Tribunal administrativo o cualquier otro análogo a ios anteriores que
bajo cualquier modalidad solicite, directa o indirectamente, donativo, promesa o 8 años 15 años
cualquier otra ventaja o beneficio, con el fin de influir en la decisión de un asunto
que este sometido a su conocimiento.
Artículo 395-A. Cohecho pasivo propio en el ejercicio de la función poli­
cial.- El miembro de la Policía Nacional que acepta o recibe donativo, promesa
o cualquier otra ventaja o beneficio, para sí o para orro, para realizar u omitir un 5 años 10 años
acto en violación de sus obligaciones derivadas de la función policial o el que
las acepta a consecuencia de haber faltado a ellas.

lili promesa
El miembro de la Policía Nacional que solicita, directa o indirectamente, donativo,
o cualquier otra ventaja o beneficio, para realizar u omitir un acto en 6 años 10 años
violación de sus obligaciones derivadas de la función policial o a consecuencia
de haber faltado a ellas.
||8|iOÍ95|0!®|iÍlSlias®
cial.- El miembro de la Policía Nacional que condiciona su conducta funcional a 8 años 12 años
PARTE V 1
la entrega o promesa de donativo o cualquier otra ventaja o beneficio.
. ■ ■ ■ ■ ■■ ■ ■ . ■■
policial.- El miembro de la Policía Nacional que acepta o recibe donativo, pro­
mesa o cualquier otra ventaja o beneficio indebido para realizar u omitir un acto 4 años 7 años
propio de su función, sin faltar a su obligación, o como consecuencia del acto
ya realizado u omitido.
13
Artículo 395-B. Cohecho pasivo impropio en el ejercicio de la función po­
licial.- El miembro de la Policía Nacional que solicita, directa o indirectamente,
donativo, promesa o cualquier otra ventaja indebida para realizar u omitir un 5 años 8 años
acto propio de su función, sin faltar a su obligación, o como consecuencia del
acto ya realizado u omitido.
14 Artículo 396. Corrupción pasiva de auxiliares jurisdiccionales.- Si en el caso
del artículo 395, el agente es secretario judicial, relator, especialista, auxiliar 5 años 8 años
jurisdiccional o cualquier otro análogo a los anteriores.
15 Artículo 399. Negociación incompatible o aprovechamiento indebido de
cargo.- El funcionario o servidor público que indebidamente en forma directa o
4 años 6 años
indirecta o por acto simulado se interesa, en provecho propio o de tercero, por
cualquier contrato u operación en que interviene por razón de su cargo.

PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


264
GINO RÍOS PATIO

Artículo 400. Tráfico de influencias.- El que, invocando o teniendo influencias!


reales o simuladas, recibe, hace dar o prometer para sí o para un tercero, donativo;
o promesa o cualquier otra ventaja o beneficio con el ofrecimiento de interceder 4 años 6 años
ante un funcionario o servidor público que ha de conocer, este conociendo o
haya conocido un caso judicial o administrativo.
Artículo 400. Tráfico de influencias.- Si el agente es un funcionario o servidor 4 año; 8 años
i público.____ _______ ____________________________________ ____________
Artículo 401. Enriquecimiento ilícito.- El funcionario o servidor público que,
abusando de su cargo, incrementa ¡lícitamente su patrimonio respecto de sus 5 años 10 años
ingresos legítimos.________________________________ _
Artículo 401. Enriquecimiento ilícito.- Si el agente es un funcionario público
que ha ocupado cargos de alta dirección en las entidades, organismos o empre­
10 años 15 años
sas del Estado, o esta sometido a la prerrogativa del antejuicio y la acusación
constitucional. - ~_________________________
18 Artículo 376-A. Abuso de autoridad condicionando ilegalmente la entrega
de bienes y servicios.- El que, valiéndose de su condición de funcionario o
servidor público, condiciona la distribución de bienes o la prestación de serví- „ añQg
cios correspondientes a programas públicos de apoyo o desarrollo social, con
la finalidad de obtener ventaja política y/o electoral de cualquier tipo en favor

PSC: Prestación de Servicio Comunitario.

1 Artículo 148 -A. Participación en pandillaje pernicioso.- El que participa en


pandillas perniciosas, instiga o induce a menores de edad a participar en ellas,
para atentar contra la vida, integridad física, el patrimonio o la libertad sexual 10 años 20 años
de las personas, dañar bienes públicos o privados u ocasionar desmanes que
alteren el orden público.______ ___________________________________
2 Artículo 162. Interferencia telefónica.- El que, indebidamente, interviene o
interfiere o escucha una conversación telefónica o similar.
1. Cuando el agente tenga la condición de funcionario o servidor público.
2. Cuando el delito recaiga sobre información clasificada como secreta, reser­ 10 años 15 años
vada o confidencial de conformidad con la Ley N° 27806, Ley de Transparencia
y Acceso a la Información Pública.
3. Cuando el delito comprometa la defensa, seguridad o soberanía nacionales.
ilil Artículo 162-A. Posesión o comercialización de equipos destinados a la
interceptación telefónica o similar.- El que fabrica, adquiere, introduce al terri­ 10 años 15 años
torio nacional, posee o comercializa equipos o software destinados a interceptar
¡legalmente las comunicaciones o similares.
lililí
ferias instantáneas y similares.- El que, indebidamente, interviene o interfiere
comunicaciones electrónicas o de mensajerías instantáneas o similares.
1. El agente tenga la condición de funcionario o servidor público. 10 años 15 años
2. El delito recaiga sobre información clasificada como secreta, reservada o
confidencial de conformidad con la Ley N° 27806, Ley de Transparencia y Acceso
a la Información Pública.
3. El delito comprometa la defensa, seguridad o soberanía nacionales.
5 Artículo 168-B. Trabajo forzoso.- El que somete u obliga a otra persona, a
través de cualquier medio o contra su voluntad, a realizar un trabajo o prestar:
un servicio, sea retribuido o no. En los siguientes casos:
1. El agente es familiar de la víctima hasta el cuarto grado de consanguinidad
o segundo de afinidad. 15 años 20 años
2. Existe pluralidad de víctimas.
3. La víctima tiene menos de catorce años de edad, es adulta mayor, tiene dis­
capacidad, padece de enfermedad grave, pertenece a un pueblo indígena, es
trabajador migrante o presenta cualquier situación de vulnerabilidad.

INSTITUTO PACÍFICO 265


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Mam
6 Artículo 189-C. Robo de ganado. - El que se apodera ilegítimamente de ganado
vacuno, ovino, equino, caprino, porcino o auquénido. total o parcialmente ajeno,
aunque se trate de un solo animal, sushayendolo del lugar donde se encuentra.
empleando violencia contra la persona o amenazándola con u,i peligro inminente 5 anos 15 años
para su vida o integridad física Si el delito so comete con el concurso de dos o
más personas, o el agente hubiere injerido lesión grave a oiro o portando cualquier
clase de amia o de insirumenio que pudiere servir como tal.
.. C;;t yr^Cr..- El que mediante violencia o amenaza obliga a una.
persona o a una insiiiución pública o privada a otorgar al agente o a un tareero 10 años 15 años
una ventaja económica indebida u otra ventaja de cualquier otra índole.
8 Artículo 301, Coacción al consumo de droga. - El que, subrepticiamente,
o con violencia o intimidación, hace consumir a otro una droga. Si se produce 12 años 15 años
afectación grave a la salud física o mental de la víctima.
Artículo 368-D. Posesión indebida de teléfonos celulares.- Si el agente posee,
porta, usa o trafica con un teléfono celular o fijo o cualquiera de sus accesorios
10 "dios 15 años
que no este expresamente autorizado. Si se demuestra que del uso de estos
aparatos se cometió o intentó cometer un ¡lícito penal. SWllWBSSS
10 Artículo 189. Robo agravado. - Si el robo es cometido:
1. En un inmueble habitado.
2. Durante la noche o en lugar desolado.
3. A mano armada
i. Con el concurso de dos o mas personas.
5. En cualquier medio de locomoción de transporte público o privado de pasaje­
ros o de carga, terminales terrestres, ferroviarios, lacustres y fluviales, puertos,
aeropuertos, restaurantes y afines, establecimientos de hospedaje y lugares de
12 años 20 años
alojamiento, áreas naturales protegidas, fuentes de agua minero-medicinales
con fines turísticos, bienes inmuebles integrantes del patrimonio cultural de la
nación y museos.
6. Fingiendo ser autoridad o servidor público o trabajador del sector privado o
mostrando mandamiento falso de autoridad.
7. En agravio de menores de edad, personas con discapacidad, mujeres en
estado de gravidez o adulto mayor.
8. Sobre vehículo automotor, sus autopartes o accesorios.
11 Artículo 279-B.- Sustracción o arrebato de armas de fuego.- El que sustrae
o arrebate armas de fuego en general, o municiones y granadas de guerra o
10 años 20 años
explosivos a miembros de las Fuerzas Armadas o de la Policía Nacional o de
Servicios de Seguridad.

Elaboración propia. Fuente: Código Penal.

266 PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SEGUNDA SALA PENAL TRANSITORIA
RECURSO DE NULIDAD N.° 684-2016
AMAZONAS

Sumilla: El delito de negociación incompatible o


de aprovechamiento indebido de cargo, previsto
en el artículo 399 del Código Penal; requiere de
la existencia de un interés indebido, en provecho
propio [del funcionario público] o de tercero;
en consecuencia, no es típica la conducta del
funcionario que interviene en función del interés
público, a fin de lograr un beneficio para la entidad
estatal.

Lima, 20 de julio del 2017


Vistos; los recursos de nulidad interpuestos por la Fiscalía Superior Mixta de Amazonas;
y por la Procuraduría Pública Especializada en delitos de corrupción de funcionarios;
contra la sentencia de fecha 17 de diciembre del 2015, obrante a folios 1181; emitida
por la Sala Penal de Apelaciones y Liquidadora de Chachapoyas de la Corte Superior
de Justicia de Amazonas; que absolvió a Jindley Vargas Zumaeta, de la acusación fiscal
por el delito contra la Administración pública, en la modalidad de negociación incom­
patible o aprovechamiento indebido de cargo, en agravio del Estado, representado por
la Municipalidad Provincial de Chachapoyas.
Con lo expuesto por el señor fiscal supremo en lo penal.
Interviene como ponente el señor juez supremo Hinostroza Pariachi.

CONSIDERANDO

I. Hechos imputados
Primero: Conforme se advierte de la Acusación Fiscal de folios 739, se atribuye a Jindley
Vargas Zumaeta, en su condición de regidor de la Municipalidad Provincial de Chacha­
poyas; haberse interesado indebidamente para que este organismo estatal cofinancie
el proyecto de formación turística impulsado por las asociaciones ABIMSENOP y RAM
PERU; consistente en el desplazamiento terrestre de una caravana de motocicletas desde
esta localidad hasta la ciudad de Loja - Ecuador; pese a que el mencionado imputado
era presidente de la Asociación RAM PERU; hechos ocurridos el día 17 de octubre de

INSTITUTO PACÍFICO 267


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

2008, cuando se presentó el oficio N.° 001-2008-ABIMSENOP-RAM PERU, el mismo


que fue suscrito por Yaudi Ahumada Castañeda —coordinador del primer organismo—,
y Jindley Vargas Zumaeta —presidente del segundo—, solicitando el cofinanciamiento
del referido proyecto; resultando que el día 22 de octubre del mismo año, dicho pedido
fue sustentado por el acusado absuelto, en sesión ordinaria de Consejo de la comuna
agraviada; logrando que se apruebe el Acuerdo N.° 225; votando a favor en su condi­
ción de regidor; disponiéndose, de esa manera, la suma de dos mil soles a favor de las
asociaciones antes citadas; suma de dinero que fue entregada al señor Félix Augusto
Urteaga Vargas, en su condición de vicepresidente de RAM PERU y a condición de que
posteriormente, se presente la rendición de cuentas respecto a los gastos efectuados en
la actividad cofinanciada.
Fundamentos de la Sala Penal Superior
Segundo: La Sala Penal de Apelaciones y Liquidadora de Chachapoyas de la Corte
Superior de Justicia de Amazonas; fundamenta su sentencia absolutoria sobre la base
de los siguientes argumentos:
i. Todos los regidores que fueron citados, así como el exalcalde, Peter Thomas Ler-
che; coinciden en resaltar que fue política gubernamental del periodo 2007-2010,
el impulso del turismo en la ciudad de Chachapoyas; y, en base a ello, se aprobó
apoyar en Sesiones de Consejo varios proyectos; entre ellos, el que es materia de
la acusación fiscal. En consecuencia, no ha sido el único apoyo brindado, en este
tema, por la Municipalidad; no habiendo existido presión por parte de nadie para
la aprobación de dicho apoyo económico.
ii. Si bien no existen documentales que demuestren la realización del Proyecto “Ca­
ravana y Promoción Turística a la ciudad de Loja-Ecuador”; sí se colige, a partir de
las declaraciones testimoniales recabadas, que dicho proyecto fue realizado satisfac­
toriamente; por lo tanto, no se ha demostrado que con dicho apoyo económico se
haya ocasionado un perjuicio al Estado; y menos que el acusado, indebidamente,
se haya interesado en la aprobación de dicha cofinanciación; ni que aquél haya
PARTE V 1
intervenido en razón de su cargo.

Ii. Fundamentos del recurso de nulidad-agravios


Tercero: El representante del Ministerio Público, en su recurso de nulidad, fundamentado
a folios mil doscientos cinco; expresa como agravios lo siguiente:
i. La sentencia impugnada vulnera el principio constitucional de la motivación de
las resoluciones judiciales, toda vez que en autos se ha probado que el acusado
absuelto era funcionario público —regidor— y, en tal condición, tenía una vincula­
ción funcional con los contratos u operaciones que celebra la entidad agraviada, el
Estado —Municipalidad Provincial de Chachapoyas—. Además, era el Presidente
de la Asociación RAM PERU.
ii. La sala superior no ha valorado que el acusado, conjuntamente con Yaudi Ahumada
Castañeda, mediante Oficio N.° 001-2008-ABIMSENOP-RAM-PERU, solicitaron
a la referida comuna el cofinanciamiento de un evento de promoción turística,
consistente en el desplazamiento terrestre de una caravana de motocicletas desde
esta localidad hasta la ciudad de Loja-Ecuador; y que el propio acusado fue quien
sustentó dicho pedido en la sesión ordinaria de Consejo de la referida Municipalidad;

268 PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

y ejerció su derecho a votar por la aprobación del financiamiento del proyecto antes
citado; lográndose que se otorgue la cantidad de S/ 2 000 soles a las asociaciones
señaladas supra.
iii. La Asociación RAM PERU no cumplió con presentar la sustentación respectiva; por
lo que la responsabilidad penal de Jindley Vargas Zumaeta se encuentra plenamente
demostrada; sin embargo, el colegiado superior arbitrariamente lo ha absuelto de
la acusación fiscal. En consecuencia, solicita se declare la nulidad de la sentencia
absolutoria y se disponga la realización de un nuevo juzgamiento oral en su contra.
Cuarto: El abogado de la Procuraduría Pública Especializada en delitos de corrupción
de funcionarios; en su recurso de nulidad, fundamentado a folios mil doscientos diez;
expresa como agravios lo siguiente:
i. La sala no ha valorado que el testigo Félix Augusto Urteaga Vargas, en su declara­
ción brindada en juicio oral, señaló que el acusado absuelto “se opuso a sustentar
el proyecto porque era regidor”, por lo que se establece que aquél tenía el conoci­
miento de que estaba actuando fuera de la ley;
ii. La Asociación RAM PERU —pese a que figura como una asociación sin fines de
lucro—, fue constituida para lucrar y pagar sus propios viajes turísticos; y, si bien
es cierto que la Sala encuentra probado que se realizó la caravana y que esto tuvo
como consecuencia un desarrollo turístico para la ciudad, también es cierto que
ello no se ha acreditado mediante documento objetivo.
iii. Finalmente, pese a que el acusado absuelto debió abstenerse de aquel procedimien­
to, presentó la solicitud, sustentó la misma y emitió voz y voto para su aprobación;
motivo por cual considera que en la resolución impugnada se ha valorado arbitra­
riamente los elementos probatorios obrantes en autos, vulnerando de esa manera
el principio de motivación de las resoluciones judiciales. En consecuencia, solicita
que se declare la nulidad de la sentencia absolutoria a favor de Jindley Vargas
Zumaeta.

III. Fundamentos del Tribunal Supremo


Quinto: De acuerdo con la imputación fiscal, al acusado Jindley Vargas Zumaeta, se la
atribuye ser autor del delito contra la Administración pública, en le modalidad de nego­
ciación incompatible o aprovechamiento indebido de cargo; delito previsto en el artículo
399 del Código Penal; cuyo texto vigente al momento de los hechos, establecía que:

El funcionario o servidor público que indebidamente en forma directa


o indirecta o por acto simulado se interesa, en provecho propio o de
tercero, por cualquier contrato u operación en que interviene por razón
de su cargo, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de
cuatro ni mayor de seis años e inhabilitación conforme a los incisos 1 y
2 del artículo 36 del Código Penal.

Sexto: En el presente caso, de los actuados se observa que la imputación fáctica, en la


que se sustenta la acusación, no ha sido objeto de debate o cuestionamiento probatorio
por la defensa; circunscribiéndose el debate, más bien, a determinar la configuración

INSTITUTO PACÍFICO 269


DEUTOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

típica —postura de la Fiscalía—, o la atipicidad de los hechos, —postura de la defensa—;


respecto del delito de negociación incompatible o aprovechamiento indebido de cargo,
previsto en el artículo 399 del Código Penal. En ese orden de ideas, precisamente, han
sido expuestos los agravios del Ministerio Público y de la Parte Civil; en consecuencia,
corresponde analizar si de los actuados puede afirmarse, con toda certeza, la concurrencia
de los elementos objetivos y subjetivos del delito imputado.
Séptimo: Para la tipicidad del delito de negociación incompatible, se requiere que el
funcionario público se interese indebidamente, en provecho propio o de tercero, por
cualquier contrato u operación en que interviene por razón de su cargo. En ese sentido,
es importante puntualizar que:

[E]l funcionario público que interviene, en función de su cargo, en cual­


quier contrato u operación, debe perseguir un interés público en dicha
contratación. Este interés se identifica con el interés de la Administración
pública. Por esto no puede hablarse lisa y llanamente de una imparcialidad
en el ejercicio de su función. Todo lo contrario. El funcionario público debe
colocar, en primer lugar, los intereses de la administración al momento
de preparar, concertar o ejecutar un contrato u operación. El funcionario
público representa, en dicha concertación, a una de las partes interesadas
que es la que tiene las funciones de administración, manejo y cuidado
de la cosa pública. En ese sentido, lo que se le impone al funcionario
público en su ejercicio es el deber de fidelidad en la correcta prelación
de los intereses en juego1.

Octavo: El interés indebido, en provecho propio o de tercero, se configura, por tanto,


cuando el funcionario público —de acuerdo con lo señalado por la doctrina jurisprudencial
de la Corte Suprema—.

[T]iene un interés que no es el procurar un beneficio para la Administra­


ción pública, por el contrario, este deber es dejado de lado expresamente
por él. Al tratarse de un delito de corrupción y entenderse al delito de
negociación incompatible en el marco de los delitos de corrupción de
funcionarios, resulta claro que el deber quebrantado es la adecuada
gestión del patrimonio estatal2.

Este elemento típico —interés indebido—, sin embargo, no se aprecia en autos; conforme
se indicará en el considerando siguiente de la presente ejecutoria suprema.
Noveno: Según la tesis del Ministerio Público, el interés indebido del acusado Jindley
Vargas Zumaeta, quien tenía la calidad de regidor de la Municipalidad Provincial de Cha­
chapoyas; se configura al haber actuado en su condición de Presidente de la Asociación

1 Vid. ABOSO, Gustavo Eduardo, “Los delitos de tráfico pasivo y activo de influencias: Aspectos esen­
ciales de su configuración”, en Revista de Derecho Penal. Delitos contra la Administración pública -1,
N.° 1, Buenos Aires: Rubinzal-Culzoni, 2004, p. 58.
2 Sala Penal Permanente, Casación N° 841-2015/Ayacucho, del 24 de mayo del 2016, f. j. N ° 35.

PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


270
JURISPRUDENCIA RELEVANTE

RAM PERU; llegando a sustentar, él mismo, un pedido de cofinanciamiento de proyecto


de promoción turística, en la sesión ordinaria del Concejo Provincial de Chachapoyas,
de fecha 22 de octubre del 2008; en donde se aprobó el apoyo económico solicitado por
el acusado, el cual se fijó en el monto de dos mil soles. En ese sentido, el acusado actuó
como Regidor y, a la vez, como Presidente de la Asociación RAM Perú.
Décimo: Conforme se advierte, el Ministerio Público sustenta la tipicidad de los hechos
en una cuestión puramente táctica: la Asociación RAM Perú recibió dinero de la Mu­
nicipalidad, debido a las gestiones que el acusado realizó en su calidad de regidor. Sin
embargo, en la acusación de folios setecientos treinta y nueve, el titular de la acción penal
omite pronunciarse sobre la finalidad o la razón por la cual la municipalidad entregó el
dinero a la asociación: cofinanciar un proyecto de interés público.
Décimo primero: En autos ha quedado plenamente acreditado que el dinero entregado
a la Asociación RAM Perú, estaba destinado a cofinanciar un proyecto de promoción
turística de la ciudad de Chachapoyas, consistente en el desplazamiento de una cara­
vana de motociclistas, desde dicha ciudad hasta la ciudad de Loja-Ecuador; proyecto
amparado en la Ley Orgánica de Municipalidades, que faculta el fomento y promoción
del turismo sostenible. En efecto, de acuerdo con el inciso 15 del artículo 82 de la Ley
Orgánica de Municipalidades —Ley N.° 27972—; las municipalidades, en materia de
educación, cultura, deportes y recreación, tienen como competencias y funciones especí­
ficas compartidas con el gobierno nacional y el regional; fomentar el turismo sostenible y
regular los servicios destinados a ese fin, en cooperación con las entidades competentes.
Décimo segundo: En este sentido, conforme a la declaración de los testigos de cargo
—Peter Thomas Lerche (Alcalde), Yeudi Ahumada Castañeda, Rosario Santillán Reina,
Mario Yldefonso Torrejón Arellanos, Jesús Esteban Santillán Mendoza, Félix Augusto
Urteaga Vargas, y Elizabeth Natividad Terán Reátegui—; se desprende que, si bien el acu­
sado —conforme lo ha expuesto el Ministerio Público en sus agravios—, era funcionario
público y, por tanto, tenía una vinculación funcional con los contratos u operaciones que
celebra la entidad agraviada; además de ser presidente de la Asociación RAM Perú; y
haber intervenido por razón de su cargo en la cofinanciación del proyecto; sin embargo,
no se ha logrado acreditar que el acusado se haya interesado indebidamente, en prove­
cho propio o de tercero; esto es, que haya actuado en función de un interés privado y
no en función del interés público, al cual representaba; por lo que deben desestimarse
los agravios del Ministerio Público en este sentido.
Décimo tercero: Conforme a lo desarrollado por la doctrina autorizada; si el funcionario
público obtiene un precio ventajoso, un mejor servicio para la Administración pública que
el ofrecido en plaza, o por cualquier otro oferente, no comete el delito de negociación
incompatible, siempre y cuando coloque en primer lugar los intereses públicos. El ámbito
de aplicación de esta figura no alcanza el legítimo beneficio de gestiones o negocios con­
certados de acuerdo a las pautas jurídicas establecidas para su formación y adjudicación3.
En ese sentido, el Ministerio Público no ha presentado ninguna prueba que desvirtúe,
de forma convincente, los beneficios obtenidos por la Municipalidad Provincial de Cha­
chapoyas, a raíz del cofinanciamiento del proyecto de promoción turística de la ciudad;
los mismos que fueron resaltados por los propios testigos de cargo, mencionados en el

3 ABOSO, “Los delitos de tráfico pasivo y activo de influencias: Aspectos esenciales de su configuración”,
art. cit, p. 59.

INSTITUTO PACÍFICO 27
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

considerando décimo segundo de la presente Ejecutoria Suprema; debiendo desestimar­


se, en este sentido, los agravios expuestos por la Procuraduría, tanto los referidos a que
no se ha acreditado documentalmente dicho beneficio para la municipalidad; como los
referidos al dolo del acusado [si no se configura la tipicidad objetiva, carece de objeto
analizar el tipo subjetivo].
Décimo cuarto: En este orden de ideas, si bien el acusado era funcionario público [regidor]
y, a su vez, presidente de una asociación privada; interviniendo, por razón de su cargo,
en una operación de la Administración pública; y logrando que se apruebe un desem­
bolso dinerario a favor de la Asociación que presidía; sin embargo, no se ha acreditado
la existencia del elemento típico “interesarse indebidamente, en provecho propio o de
tercero”, por parte del acusado. Asimismo, si bien es cierto —conforme a los agravios del
Ministerio Público—, la Asociación RAM PERU no cumplió con presentar la sustentación
respectiva; dicha omisión tampoco configura, per se, delito de negociación incompatible
o aprovechamiento indebido de cargo; y menos acredita la responsabilidad penal del
acusado Jindley Vargas Zumaeta. En todo caso, el Ministerio Público no ha acreditado
que con tal omisión se haya ocasionado algún perjuicio a la Administración pública; y, en
consecuencia, no ha podido desvirtuar la presunción de inocencia que asiste al acusado.
Décimo quinto: En consecuencia, si el fiscal, durante el juicio, no probó su teoría del
caso, el Juzgador debe absolver al acusado, en virtud al principio de imparcialidad. Solo
se declararía la nulidad de actuados, cuando el juzgador omite o vulnera derechos fun­
damentales de los sujetos procesales, o, atente contra los principios constitucionales que
rodean a un debido proceso; lo que no se aprecia en el caso de autos. En consecuencia,
debe confirmarse la sentencia impugnada por insuficiencia probatoria.

DECISIÓN
Por estos fundamentos, declararon: no haber nulidad en la sentencia de fecha 17 de
diciembre del 2015, obrante a folios 1181; emitida por la Sala Penal de Apelaciones y
Liquidadora de Chachapoyas, de la Corte Superior de Justicia de Amazonas; que absolvió
PARTE V 1
a JINDLEY Vargas Zumaeta, de la acusación fiscal por el delito contra la Administración
pública, en la modalidad de negociación incompatible o aprovechamiento indebido de
cargo, en agravio del Estado, representado por la Municipalidad Provincial de Chacha­
poyas; con lo demás que contiene; y los devolvieron. Interviene el señor juez supremo
Aldo Figueroa Navarro por licencia de la señora juez suprema Iris Pacheco Huancas.

S.S.
HINOSTROZA PARIACHI
VENTURA CUEVA
FIGUEROA NAVARRO
CEVALLOS VEGAS
CHÁVEZ MELLA

272 PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA


RECURSO CASACIÓN N.° 683-2018/NACIONAL
PONENTE: CESAR SAN MARTIN CASTRO

Delito de tráfico de influencias y prescripción


Sumilla. 1. Los hechos objeto de imputación son
los fijados en la disposición fiscal de formalización
y continuación de la investigación preparatoria.
Interesa a los efectos de la dilucidación de la
excepción de la prescripción: (i) el relato fáctico,
como elemento esencial de carácter objetivo a tomar
en cuenta; y, en principio, pero de modo relativo,
(ii) el título de imputación, esto es, el delito o delitos
materia de subsunción jurídico penal, las formas
de intervención delictiva -principal o secundaria,
según los casos-, las fases de realización del delito
y las reglas concúrsales correspondientes. Solo en
los casos x de error patente y claridad evidente
de los hechos postulados será posible que el
órgano jurisdiccional pueda apartarse del aspecto
normativo (título de imputación) de la disposición
fiscal. 2. Para definir si la acción penal ha prescrito
o no, debe examinarse el cuadro de hechos o
suceso histórico global planteado por la Fiscalía,
en especial la fecha de su comisión, y aplicar las
reglas sobre prescripción establecidas en el Código
Penal. El criterio de análisis es, pues, formal. 3.
El delito de tráfico de influencias es un delito que
afecta la imparcialidad funcionarial y el carácter
público de la función, de suerte que cuando se
trata de “influencia real” el sujeto pasivo es tanto
el funcionario en quien se va a ejercer influencia [ PARTE

cuanto la Administración pública. Es un tipo penal


instantáneo, de simple actividad, de resultado corto
y de tendencia. Exige una conducta precisa, con
independencia de que la misma forme parte o no
de un plan delictivo que lleva a la constatación
de una empresa criminal. 4. No rige la regla de
la dúplica del plazo de prescripción, prevista en el
párrafo final de dicho precepto, porque el delito de
tráfico de influencias es un delito de mera actividad,
en función a la aceptación de dar o prometer una
ventaja solicitada al autor. No es propiamente un
delito contra el patrimonio del Estado. 5. El artículo
26 del Código Penal es aplicable en el presente
caso, pues la conducta del recurrente (extraneus)
ha sido calificada de instigación del delito de tráfico
de influencias. En el caso concreto la condición de
funcionario público del autor (intraneus) solo agrava
la punibilidad -la afecta, en todo caso, pero no la

INSTITUTO PACÍFICO 273


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

fundamenta-, pues se erige en una circunstancia


agravante específica. La cualidad de funcionario
público del autor es un elemento personal especial,
que, en el caso del delito de tráfico de influencias,
como ya se anotó, agrava la pena pero no la
fundamenta -en cuyo caso, si la fundamentaría, la
solución necesariamente sería distinta-. Entonces,
si se no se da en el partícipe este elemento personal
especial no puede ser penado por el tipo agravado
sino por el básico.

SENTENCIA DE CASACIÓN

Lima, 17 de julio del 2019


Vistos; en audiencia pública: el recurso de casación excepcional interpuesto por la defensa
del encausado Nicolay Castillo Gutzalenko contra el auto de vista de fojas 125, de 5 de
abril del 2018, que confirmando el auto de primera instancia de fojas 94, de 13 de marzo
del 2018, declaró infundada la excepción de prescripción que dedujo; con lo demás que
al respecto contiene. En el proceso penal seguido en su contra por delito de tráfico de
influencias en agravio del Estado.
Ha sido ponente el señor San Martín Castro.

Fundamentos de hecho
Primero. Que, según la Disposición Fiscal N.° 5, de fojas 7, de 19 de enero del 2018,
el colaborador eficaz con Clave N.° 06-2017 dio cuenta de la existencia de un pacto
entre empresas peruanas y extranjeras, mediante el cual conformaron una organización
criminal denominada “El Club”. Las citadas empresas eran representadas por un lobista,
1
Rodolfo Edgardo Prialé de la Peña, quien fungía de intermediario o representante de las
PARTE V mismas ante Carlos Eugenio García Alcázar, funcionario del Ministerio de Transportes y
Comunicaciones, a fin de distribuirse el otorgamiento de la buena pro en diversas obras
de carreteras en Provías Nacional, previos pagos ilícitos al referido funcionario público.
Los hechos en mención ocurrieron entre 2011 al 2014, fechas en las que este último
ostentaba el cargo de Asesor II del Despacho Viceministerial de Transportes del Ministerio
de Transportes y Comunicaciones.
Específicamente se imputa al encausado recurrente, Nicolay Castillo Gutzalenko,
como representante de la empresa constructora “Graña y Montero”, haber forma­
do parte o integrado la organización criminal “El Club”. En tal virtud, realizó tres
consumos en las fechas en que se reunían las empresas para concretar el reparto de
obras. Como consecuencia de estas reuniones logró la adjudicación de dos obras a
favor de “Graña y Montero”: (i) LP N° 1-2011-ATE, de fecha 8 de julio del 2011,
según contrato adjuntado en el expediente; y, (ii) LP N° 06-201 l-MTC/20, con
firma de contrato el 23 de noviembre del 2011.
- Los delitos atribuidos al encausado Castillo Gutzalenco son los de (i) tráfico de in­
fluencias agravado —en calidad de inductor— y (ii) de organización criminal —en
calidad de autor—, ambos en concurso real. Cabe precisar que el señor fiscal adjunto

PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


274
JURISPRUDENCIA RELEVANTE

provincial de la Fiscalía Supraprovincial Corporativa Especializada en delitos de


corrupción de funcionarios - Equipo Especial en la audiencia respectiva, de fojas
93, de 8 de marzo del 2018, precisó que el delito de tráfico de influencias es el
agravado previsto en el segundo párrafo del artículo 400 del Código Penal.
Segundo. Que, en cuanto a la excepción de prescripción deducida, materia del recurso,
se tiene lo siguiente:
1. En el escrito de excepción de prescripción de fojas 1, de 9 de febrero del 2018,
presentado por la defensa del encausado Castillo Gutzalenko, se argumentó que
los hechos atribuidos por instigación al delito de tráfico de influencias ya habrían
prescrito; que, en efecto, razonó que si se toma en cuenta, para los plazos de pres­
cripción, el día 23 de noviembre del 2011, fecha en que se firmó el último contrato
del LP N.° 06-2011-MTC/20, “Ejecución de la obra de rehabilitación y Mejoramiento
de la carretera Quinua-San Francisco, Tramo 2: km 78+500-km 172+200 (San
Francisco), postor ganador: Consorcio Vial Quinua (GyM SA-ICCGSA-EIVISAC),
la acción penal por el delito de tráfico de influencias ya habría prescrito, puesto que
el plazo ordinario de prescripción venció el 23 de noviembre del 2017, antes de la
emisión de la Disposición Fiscal N.° 5, de fojas 7, de 19 de enero del 2018.
2. El auto de primera instancia de fojas 94, de 13 de marzo del 2018, proferido por el
Primer Juzgado Nacional de Investigación Preparatoria, empero, declaró infunda­
da la referida excepción. Apuntó que se debe de considerar el marco temporal de
la imputación formulada por la Fiscalía en la Disposición N.° 5, de fojas 7, de 19
de enero del 2018; que, según la imputación, los representantes de las empresas
constructoras, conformantes del denominado “Club de la Construcción”, entre ellos
el investigado, habrían incurrido en los delitos de tráfico de influencias y de organi­
zación criminal, en concurso real, operando la prescripción de manera individual.
- Agregó que la imputación fiscal atribuyó a los representantes de las empresas
constructoras el delito instigación al tráfico de influencias en forma grupal y
no de forma individual, porque todos ellos de manera conjunta habrían es­
tablecido el orden de prelación en la adjudicación de obras durante los años
2011 a 2014, fechas en las que el funcionario público implicado trabajó en
el Ministerio de Transportes y Comunicaciones; que dicho marco temporal
es el que sirve para el computo de la prescripción, por lo que, a la fecha, han
transcurrido menos de 4 años desde el periodo mencionado hasta la formali-
zación de investigación preparatoria, que se produjo el 19 de enero del 2018,
consecuentemente, el delito no ha prescrito.
3. En mérito al recurso de apelación de fojas 105, de 19 de marzo del 2018, interpuesto
por el abogado del citado acusado, y culminado el trámite impugnativo, la Sala
Nacional de Apelaciones Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios
emitió el auto de vista de fojas 125, de 5 de abril del 2018, que confirmó el auto
de primera instancia.
Consideró el Tribunal Superior que, según los términos de la imputación
fiscal, el Ministerio Público postuló una co-inducción, lo que impide escindir
la participación de los representantes de las empresas a cada obra licitada,
como pretende la defensa, por tratarse de acuerdos conjuntos que beneficia­
ban indistintamente a cada uno de sus miembros; que, en consecuencia, la

INSTITUTO PACÍFICO 275


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

imputación también tiene que ser atribuida en forma conjunta, como se señala
en la resolución impugnada; que, siendo así, en los casos de una investigación
contra varias personas por instigación al delito de tráfico de influencias, cuya
conducta es atribuida como parte de un acuerdo en conjunto (co-inducción),
materializado en diferentes momentos y en beneficio indistinto de las empresas
que representan, el inicio del plazo de prescripción se debe de computar desde
el momento en que se materializó el último acuerdo; que como el hecho final
habría acontecido, según la imputación, con el cese del cargo de funcionario
del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, Carlos García Alcázar, en el
mes de julio del año 2014, entonces, el plazo de prescripción de la acción penal
no ha operado porque para que esto suceda tienen que haber transcurrido
ochos años desde el suceso indicado, pero en realidad ni siquiera han pasado
cuatro años; que si se tiene en cuenta la tesis de la defensa, en el sentido de
que el inicio del cómputo debe efectuarse desde el dos mil once (antes del 23
de noviembre del 2011), tampoco habría operado la prescripción por no haber
transcurrido los ocho años que se requiere, de conformidad con los artículos
24, 80 y 400, segundo párrafo, del Código Penal.
4. Contra este auto de vista la defensa del encausado Nicolay Castillo Gutzalenko
promovió recurso de casación.
Tercero. Que la defensa del encausado Castillo Gutzalenko [fojas 132, de 9 de mayo del
2018] mencionó el acceso excepcional al recurso de casación y citó, al efecto, el artículo
427, numeral 4, del Código Procesal Penal. Invocó como causal de casación: infracción
de precepto material (artículo 429, inciso 3, del Código Procesal Penal).
Desde el acceso excepcional al recurso de casación pidió se defina, en los casos de
co-inducción, el inicio del plazo de prescripción. Apunta que, en estos casos, tiene que
vincularse el dies a quo con el momento del concreto aporte material que realiza el
co-inductor para colaborar en la inducción, no con la fecha en que el autor llevó a cabo
y consumó el tráfico de influencias.
PARTE V 1
Cuarto. Que, conforme a la Ejecutoria Suprema de fojas 87, de 12 de octubre del 2018,
es materia de dilucidación en sede casacional:
A. La causal de infracción de precepto material: artículo 429, numeral 3, del Código
Procesal Penal.
B. El motivo de casación es postular un examen jurídico penal de la institución de la
prescripción, en relación al comienzo del plazo y en función al título de intervención
delictiva del instigador.
Quinto. Que, instruidas las partes de la admisión del recurso de casación, materia de la
resolución anterior —con la presentación de alegatos ampliatorios por la parte civil a
cargo de la Procuraduría Pública Ad Hoc para los casos Odrebecht y conexos de fojas
68—, se expidió el decreto de fojas 102, de 23 de mayo del 2019, que señaló fecha para
la audiencia de casación el día 10 de julio último.
Sexto. Que, según el acta adjunta, la audiencia pública de casación se realizó con la
intervención de la defensa del imputado, Doctor Luis Alejandro Vivanco Gotelli, y el
abogado delegado de la Procuraduría Pública Ad Hoc para los casos Odrebecht y cone­
xos, Doctor Iván Solís Turkoski.

PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


276
JURISPRUDENCIA RELEVANTE

Séptimo. Que, concluida la audiencia, a continuación, e inmediatamente, en la misma


fecha, se celebró el acto de la deliberación de la causa en sesión secreta. Efectuado ese día
y continuado el debate días posteriores, se realizó la votación correspondiente y obtenido
el número de votos necesarios, corresponde dictar la sentencia casatoria pertinente, cuya
lectura se programó en la fecha.
Fundamentos de derecho
Preliminar. Que los hechos objeto de imputación, a estos efectos, son los fijados en la
disposición fiscal de formalización y continuación de la investigación preparatoria, que
importan el sustento de la inculpación formal y la concreción de la promoción de la acción
penal (artículo 336 del Código Procesal Penal). Interesa a los efectos de la dilucidación
de la excepción de la prescripción: (i) el relato fáctico, como elemento esencial de ca­
rácter objetivo a tomar en cuenta; y, en principio, pero de modo relativo, (ii) el título de
imputación, esto es, el delito o delitos materia de subsunción jurídico penal, las formas de
intervención delictiva —principal o secundaria, según los casos—, las fases de realización
del delito y las reglas concúrsales correspondientes. Solo en los casos de error patente
y claridad evidente de los hechos postulados será posible que el órgano jurisdiccional
pueda apartarse del aspecto normativo (título de imputación) de la disposición fiscal.
De otro lado, para definir si la acción penal ha prescrito o no, debe examinarse el
cuadro de hechos o suceso histórico global planteado por la Fiscalía, en especial la
fecha de su comisión, y aplicar las reglas sobre prescripción establecidas en el Código
Penal. El criterio de análisis es, pues, formal. No es posible modificar los hechos
imputados ni, por consiguiente, alterar las fechas postuladas por la Fiscalía. Si son
varias las fechas designadas, por tratarse de múltiples acontecimientos acaecidos en
diversos momentos —más allá de su conexión material o procesal—, cabe desde
luego asumir aquellos momentos relevantes para dilucidar el caso concreto.
Primero. Que contra el encausado Castillo Gutzalenko se sigue el presente proceso penal
por dos delitos, en concurso real: organización criminal y tráfico de influencias agravado.
La excepción deducida solo esta referida al delito de tráfico de influencias agravado (artí­
culo 400, segundo párrafo, del Código Penal). Luego, independiente de la suerte de esta
excepción, el aludido imputado seguirá encartado por el delito de organización criminal.
Es axiomático que, más allá de la concreta conexión en el caso específico entre los
delitos de tráfico de influencias (particularmente: influencia real) y de organización
criminal, cada uno de ellos tiene su propia configuración típica, tutela distintos
bienes jurídicos y las fechas de su comisión varían (no son las mismas).
El tipo delictivo de organización criminal es un delito plurisubjetivo y permanente
-se mantiene la situación de antijuridicidad a lo largo de todo el tiempo en que,
por la voluntad del autor, se renueva continuamente la acción típica-, así como de
peligro abstracto. El fundamento de su criminalización es el peligro y la inestabilidad
social que puede generar la sola existencia de un concierto criminal expresado en
la conformación de colectivos cuya finalidad ha de infringir normas de contenido
penal, siendo el sujeto pasivo la sociedad como ente colectivo indeterminado [PRADO
SALDARRIAGA, VÍCTOR, Lavado de activos y organizaciones criminales en el Perú,
Lima: Idemsa, 2019, pp. 338 y 341]. Lo decisivo de este tipo penal es que el plan
delictivo permanece más allá de las personas individuales —el fin de la organización
ha de ser la comisión de delitos como producto de una voluntad colectiva superior y

INSTITUTO PACÍFICO 277


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

diferente a la voluntad individual de sus miembros (sentencia del Tribunal Supremo


español STSE 178/2016, de 3 de marzo)—. La nota característica de la organiza­
ción criminal es que la actuación de sus integrantes se lleva a cabo dentro de una
estructura organizada marcada por un actuar de decisiones y diversos niveles de
ejecución (STSE 315/2017, de 3 de mayo).
- • De otro lado, el delito de tráfico de influencias es un delito que afecta la imparcia­
lidad funcionarial y el carácter público de la función, de suerte que cuando se trata
de “influencia real” el sujeto pasivo es tanto el funcionario en quien se va a ejercer
influencia cuanto la Administración pública. Es un tipo penal instantáneo, de sim­
ple actividad, de resultado corto y de tendencia. Exige una conducta precisa, con
independencia de que la misma forme parte o no de un plan delictivo que lleva a
la constatación de una empresa criminal. La conducta típica esta radicada —al ser
un delito de encuentro— no solo en la invocación de una influencia a cambio de
algo, sino que es indispensable, como compensación, que exista una aceptación
de dar o prometer una ventaja solicitada.
No puede, pues, confundirse las exigencias de ambos delitos más allá de su cone­
xión material, lo que esta relacionado sin duda con el tiempo de su comisión, cuya
independencia es obvia.
Segundo. Que el error de las resoluciones de instancia es, precisamente, dar un tratamiento
jurídico único, priorizando el delito de organización criminal —su lógica comisiva— y su
proyección en el tiempo, desconociendo que el delito de tráfico de influencias es autó­
nomo e instantáneo —aunque, desde los hechos imputados, conexo materialmente al
primero—, y que presenta exigencias típicas distintas y conductas delictivas específicas. Si
se esta, como así sucede, ante un concurso real de delitos (artículo 50 del Código Penal),
entonces, el examen de la prescripción es autónoma, conforme al artículo 80, segundo
párrafo, del citado código. No puede confundirse el plan delictivo de la organización
criminal con los concretos delitos cometidos como consecuencia del mismo.
- Por lo demás, dado el carácter formal del examen de la excepción de prescripción
PARTE V
no es relevante dilucidar si se esta ante una co-inducción, una instigación individua­
lizada o una instigación en cadena —lo esencial, a estos efectos, es que el agente
dolosamente realizó una aportación muy relevante para la ejecución del hecho
delictivo al convencer, por diversos medios que importan un influjo psíquico, al
autor o ejecutor a realizarlo, siendo obvio que la inducción precede a la decisión
de cometer un delito concreto (artículo 24 del Código Penal)—. Solo es de resaltar
que el imputado recurrente, desde los cargos, no fue calificado de autor del delito
de tráfico de influencias, y que se señaló, a partir de lo que efectivamente habría
realizado como interesado, que de uno u otro modo decidió la actividad delictiva
del traficante de influencias (artículo 24 del Código Penal). Por lo demás, acerca de
la “inducción en cadena”, más allá de los debates doctrinales, ésta es aceptada en
la doctrina alemana y en la jurisprudencia y en un sector de la doctrina española
[véase: MlR PUIG, SANTIAGO: Derecho Penal - Parte General, 8va. Edición, Editorial
Repertor, Barcelona, 2008, pp. 404-410].
Tercero. Que, ahora bien, con independencia del delito de organización criminal —aje­
no a esta excepción— y en orden a la autonomía del delito de tráfico de influencias,

278 PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

conforme se precisó en el fundamento jurídico precedente, se tiene —atento a los cargos


imputados— lo siguiente:
1. Los dos actos presuntamente configuradores del referido delito se cometieron en
el año dos mil once. El último acto continuado —así, artículo 82, numeral 3, del
Código Penal—se habría agotado con la celebración del respectivo contrato el día
23 de noviembre del 2011, aunque el acuerdo delictivo tuvo lugar antes, pero en
ese mismo año.
2. El delito imputado (artículo 400, párrafo final, del Código Penal, según la Ley
N.° 29758, de 21 de julio del 2011) esta sancionado con una pena privativa de
libertad máxima de ocho años, que es la regla que determina para el autor el examen
de la prescripción de la acción penal (artículo 80, primer párrafo, del Código Penal,
según la Ley N.° 28117, de 10 de diciembre del 2013). Para el tipo básico —primer
párrafo del citado artículo 400 del Código Penal—la pena privativa de libertad es
no menor de cuatro años ni mayor de seis años.
3. No rige la regla de la dúplica del plazo de prescripción, prevista en el párrafo final
de dicho precepto, porque el delito de tráfico de influencias es un delito de mera
actividad, en función a la aceptación de dar o prometer una ventaja solicitada al
autor. No es propiamente un delito contra el patrimonio del Estado. No se satisfa­
cen, al respecto, las exigencias del Acuerdo Plenario N.° 1-2010/CJ-116, de 16 de
noviembre del 2010, Fundamentos Jurídicos decimocuarto y decimoquinto.
Cuarto. Que es de acotar, primero, que el sujeto activo del delito de tráfico de influencias
—el autor— es el vendedor de influencias, mientras que el interesado (cobrador solicitante
de influencias) solo puede ser considerado instigador, siempre y cuando sus actos en fase
previa a la ejecución hayan creado o reforzado la resolución criminal en el “vendedor de
influencias” mediante un influjo psíquico [Acuerdo Plenario N.° 3-2015/CIJ-116, de 2 de
octubre del 2015, Fundamento Jurídico undécimo]. Segundo, que como el rol atribuido
al imputado Castillo Gutzalenko es el de instigador, resta determinar si el hecho de que el
autor es funcionario público necesariamente lo vincula con esta circunstancia agravante
específica, pese a que él no es funcionario público. r
parte >

Al respecto, el artículo 26 del Código Penal es aplicable en el presente caso, pues


la conducta del recurrente (extraneus) ha sido calificada de instigación del delito
de tráfico de influencias. En el caso concreto la condición de funcionario público
del autor (intráneas) solo agrava la punibilidad —la afecta, en todo caso, pero no
la fundamenta—, pues se erige en una circunstancia agravante específica. Precisa,
sobre el particular, el indicado precepto penal que: “Las circunstancias y cualidades
que afecten la responsabilidad de algunos de los autores y partícipes no modifican
las de los otros autores o partícipes del mismo hecho punible”.
La cualidad de funcionario público del autor es un elemento personal especial, que,
en el caso del delito de tráfico de influencias, como ya se anotó, agrava la pena, pero
no la fundamenta —en cuyo caso, si la fundamentaría, la solución necesariamente
sería distinta—. Entonces, si no se da en el partícipe este elemento personal especial
no puede ser penado por el tipo agravado sino por el básico —la cualidad personal
del autor, como estatuye el citado artículo 26 del Código Penal, no modifica la
del partícipe del mismo hecho punible—. Por consiguiente, el encausado Castillo
Gutzalenko solo puede ser reprimido por el tipo básico: primer párrafo del artículo

INSTITUTO PACÍFICO 279


DEUTOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

400 del Código Penal. Luego, la pena privativa de libertad no puede ser superior
a los seis años.
Quinto. Que, en tal virtud, si el delito de tráfico de influencias se cometió en dos mil
once, y si la disposición fiscal de formalización de la investigación preparatoria se expi­
dió el 19 de enero del 2018, se tiene lo siguiente. Primero, no se configuró la causal de
suspensión de la acción penal a que se refiere el artículo 339, apartado 1), del Código
Procesal Penal. Segundo, la acción penal, conforme al artículo 83 del Código Penal,
recién se interrumpió al dictarse la Disposición N.° 1, de 4 de diciembre del 2017, de
iniciación de las diligencias preliminares (así se indicó en el numeral cinco, de la Sección.
II Antecedentes, de la Disposición Fiscal N.° 5, de fojas 7, de 19 de enero del 2018).
- Los 6 años transcurridos luego de cometido los delitos de tráfico de influencias se
cumplieron en 2017, necesariamente antes del mes de diciembre de ese año —re­
cuérdese que el último acto de tráfico de influencias ocurrió antes de noviembre
del 2017—; es decir, antes de la interrupción de la acción penal y, desde luego,
con anterioridad a la inculpación formal. Consecuentemente, la acción penal por
el delito de tráfico de influencias prescribió incluso previamente al inicio de las
diligencias preliminares.
- Es de aplicación, en suma, el artículo 6, numeral 2, del Código Procesal Penal: el
proceso ha de ser sobreseído respecto del delito de tráfico de influencias, sin perjuicio
de la continuación del proceso por el delito de organización criminal.
Sexto. Que, en conclusión, el Tribunal Superior interpretó incorrectamente los alcances
de las reglas de prescripción y las exigencias legales del delito de tráfico de influencias.
Por tanto, el motivo casacional de infracción de precepto material debe ampararse y así
se declara.
Por las propias características de la causal estimada la presente sentencia ha de ser
rescindente y rescisoria: para decidir no es necesario un nuevo debate (artículo 433,
apartado 1, del Código Procesal Penal). Debe procederse conforme al artículo 6,
numeral 2, del Código Procesal Penal.
PARTE

280 PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

DECISIÓN
Por estas razones: I. Declararon Fundado el recurso de casación excepcional por la cau­
sal de infracción de precepto material interpuesto por la defensa del encausado Nicolay
Castillo Gutzalenko contra el auto de vista de fojas 125, de 5 de abril del 2018, que
confirmando el auto de primera instancia de fojas 94, de 13 de marzo del 2018, declaró
infundada la excepción de prescripción que dedujo; con lo demás que al respecto con­
tiene. II. Casaron el auto de vista de fojas 125, de 5 de abril de 2018; y, actuando en
sede de instancia: Revocaron el auto de primera instancia de fojas 94, de 13 de marzo
del 2018, declaró infundada la excepción de prescripción por el delito de tráfico de in­
fluencias que dedujo el imputado; y, reformándolo: declararon Fundada dicha excepción.
En consecuencia, sobreseyeron definitivamente el proceso respecto del delito de tráfico
de influencias seguido contra el citado encausado, sin perjuicio de la continuación de la
causa en su contra por el delito de organización criminal; y, Ordenaron el archivo de la
misma en este extremo y la Anulación de sus antecedentes policiales y judiciales por el
citado delito de tráfico de influencias. Sin costas. III. Dispusieron se publique la presente
sentencia en la página web del Poder Judicial. Intervino el señor juez supremo Castañeda
Espinoza por licencia del señor juez supremo Príncipe Trujillo. Hágase saber a las partes
personadas en esta sede suprema.
S.s.
SAN MARTÍN CASTRO
FIGUEROA NAVARRO
CASTAÑEDA ESPINOZA
SEQUEIROS VARGAS
CHAVEZ MELLA

F PARTE

INSTITUTO PACÍFICO 28
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS.PÚBLICOS

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA


SALA PENAL PERMANENTE

SENTENCIA APELACIÓN N.° 18-2018/SAN MARTÍN


PONENTE: CÉSAR SAN MARTÍN CASTRO

Recurso de Apelación. Motivos. Apreciación de


prueba personal
Sumilla. 1. Las pruebas personales, como se
sabe, son las únicas que pueden someterse a
confrontación, no así las pruebas documentales
y materiales, así como la prueba documentada
vinculada a la preconstitución y a la anticipación
probatoria —y demás supuestos extraordinarios—
como reza el artículo 383, apartado 1, del Código
Procesal Penal, que excepcionalmente permite al
juez de apelación una valoración independiente. 2.
Se examinará —dentro del ámbito de la concreta
pretensión impugnativa, que traza los límites
funcionales del control del órgano jurisdiccional
llamado a ejercerlo—, desde sus presupuestos, si
se esta ante una auténtica prueba, de obtención
lícita, de actuación conforme a las reglas procesales
y legítimamente incorporadas en el juicio. Además,
se revisará, desde sus requisitos, de un lado, en
orden a la valoración —decisión sobre la fiabilidad
del medio de prueba, según los clásicos criterios de
calidad, de objetividad y sistemático, siempre de
conformidad con el derecho y en función al grado de
probabilidad de la máxima de la experiencia sobre
la que descansan—, si la sentencia impugnada
denota una insuficiencia o falta de racionalidad
en su motivación, el apartamiento manifiesto
de las máximas de experiencia o la omisión de
todo razonamiento sobre alguna de las pruebas
practicadas relevantes o cuya exclusión o inclusión
haya sido improcedentemente declarada, así como
si se obvió o no el análisis de las pruebas relevantes
—de cargo y de descargo—. De otro lado, en orden
a la interpretación de la prueba, desde luego, no
existe límite alguno, pues se trata de averiguar el
auténtico sentido del resultado que arroja la prueba;
es decir, de comprender el verdadero significado
tanto de los documentos en sentido amplio que
obran en los autos, como de las declaraciones —ya
sean de conocimiento o ciencia, según los casos—
prestadas en la causa por el acusado, los testigos
y los peritos. 3. Se esta ante prueba personal de
cargo plural, fiable, convergente y suficiente para
enervar la presunción constitucional de inocencia.
El razonamiento inferencial de la sentencia de

282 PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

primera instancia no ha sido arbitrario ni vulneró


las reglas de la sana crítica judicial (leyes de la
lógica, máximas de la experiencia y conocimientos
científicos). Los argumentos que incorpora son
lógicos y razonables. Su valoración es homologable
por su propia lógica y razonabilidad.

SENTENCIA DE APELACIÓN

Lima, 10 de octubre del 2019


Vistos; en audiencia pública: los recursos de apelación interpuestos por los encausados
Normando Mozombite Mendoza y Víctor Rolando Llanos Tello contra la sentencia de
primera instancia de fojas 292, de 27 de septiembre del 2018, que los condenó como
cómplice primario al primero, y como autor al segundo del delito de cohecho pasivo
específico en agravio del Estado a 7 y 8 años de pena privativa de libertad, respectiva­
mente, 365 días multa y 1 año y 8 meses de inhabilitación, así como al pago solidario de
S/ 30 000 soles por concepto de reparación civil; con lo demás que al respecto contiene.
Ha sido ponente el señor San Martín Castro.

FUNDAMENTOS DE HECHO
Primero. Que la señora fiscal superior de la Segunda Fiscalía Superior Penal de San
Martín por requisitoria de fojas 4 del expediente de la etapa intermedia, de 15 de agosto
del 2, formuló acusación contra Víctor Rolando Llanos Tello y Normando Mozombite
Mendoza por delito de cohecho pasivo específico en agravio del Estado.
Dictados los autos de enjuiciamiento y de citación a juicio, el Tribunal Superior
cumplió con realizar el juicio oral correspondiente.
Segundo. Que el Tribunal Superior de primera instancia emitió la sentencia condenatoria
de fojas 292, de 27 de septiembre del 2018. Estimó que se acreditó la responsabilidad de
los acusados Mozombite Mendoza y Llanos Tello conforme a los siguientes argumentos:
A. Los hechos acusados se acreditan con la declaración testimonial plenarial de Isabel
Ruiz Saldaña de fojas 287, corroborada con la declaración por video conferencia
de Anghela Isamar Luna Alcántara de fojas 308, pues refirió haberle prestado S/1
000 soles para que pagara lo solicitado por el acusado Mozombite Mendoza con el
fin de que el encausado Llanos Tello no se parcialice a favor del investigado por el
delito de homicidio en agravio de Jorge Ruiz Saldaña, hermano de la denunciante
Isabel Ruiz Saldaña, dinero que fue entregado en el baño de la cebicheria “Las dos
jarras”.
B. Si bien es cierto que constan algunas diferencias entre las declaraciones de las testi­
gos Isabel Ruiz Saldaña y Anghela Luna Alcántara respecto al primer momento de
los hechos, ello no resta solidez y credibilidad a sus testimonios debido al tiempo
transcurrido de 7 años de la primera declaración hasta la declaración prestada en el
juicio oral, matices que se deben aceptar de conformidad con el Acuerdo Plenario
N.° 02-2005/CJ-116, de 30 de septiembre del 2005.

INSTITUTO PACÍFICO 283


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

C. Aun cuando la testigo Luna Alcántara en su declaración plenarial de fojas 308 expre­
só que no reconoció al acusado Llanos Tello como la persona a la que le entregó el
dinero, ello no es creíble puesto que mencionó que cuando estaban en la cebicheria
“Las dos jarras” llegaron los acusados Mozombite Mendoza y Llanos Tello, y que
la testigo Isabel Ruiz Saldaña se los presentó. No es razonable que la testigo Isabel
Ruiz Saldaña le presentó a persona distinta, más aún si estaba presente el acusado
• Mozambite Mendoza. Además, el acusado Llanos Tello en su declaración prestada
en Fiscalía, de 15 de marzo del 2017, oralizada en el juicio oral, precisó que Isabel
Ruiz Saldaña iba a su despacho una vez por semana y 4 tenían reuniones cortas
para esclarecer la muerte de su hermano, y que en ocasiones la veía en los pasillos
de la Fiscalía.
D. También corroboran los hechos la declaración plenarial de Alberto Ruiz Saldaña
de fojas 288, la misma que coincide con lo afirmado por su hermana Isabel Ruiz
Saldaña. Si bien existen ciertas contradicciones en las declaraciones de dicho testigo,
dado que primigeniamente señaló que fue su hermana Isabel Ruiz Saldaña quien le
entregó el dinero envuelto en un periódico al acusado Mozombite Mendoza, para
ulteriormente en el acto oral precisar que fue él mismo quien entregó el dinero. Sin
embargo, tal situación no resta convicción a su testimonio porque ambos —él y su
hermana— manifestaron que estaban juntos cuando se hizo la entrega de dinero
envuelto dentro de un periódico.
E. La declaración plenarial de Gaspar Alberto Córdova Palacios de fojas 308, dueño
de la cebicheria “Las dos jarras”, no es creíble cuando negó que los acusados, la
testigo Isabel Ruiz Saldaña, el efectivo policial Nelson Ruiz Cornejo y el Administrador
del Banco de la Nación, Juan Carlos Shapiana Linares, fueron el día 14 de junio
del 2011 a su cebicheria, que atendía personalmente y que no tenía ayudante. En
efecto, esas afirmaciones quedan desvirtuadas con la declaración plenarial de Juan
Carlos Shapiana Limares de fojas 309, el mismo que indicó haber concurrido a
dicha cebicheria donde fue atendido por una señora. Además, conforme a las reglas
PARTE V 1 de la experiencia, es imposible que una persona se acuerde de todas las personas
que concurrieron un día en específico a su local, aunado a que transcurrieron siete
años desde que los hechos tuvieron lugar. Respecto a la ubicación del mostrador,
se trata de matices que son justificables por el tiempo transcurrido.
F. El testigo Edgar Randú Vargas Silva en su declaración plenarial de fojas 308 anotó
conocer a Mozombite Mendoza y Llanos Tello cuando era fiscal provincial de Nueva
Cajamarca; que conocía a Llanos Tello desde el año 2011 por ser su adjunto; que el
caso del señor Araujo Dett era trascendente y estuvo a cargo del acusado Mozombite
Mendoza las decisiones de las primeras diligencias, disposiciones y requerimientos
porque estaba de turno; que Mozombite Mendoza intervino directamente en la
diligencia de levantamiento del cadáver y en requerimiento de prisión preventiva;
que, en coordinación Mozombite Mendoza, asignó el caso al acusado Llanos Tello,
respecto de cuya actuación no hubo quejas. Este testimonio no hace más que co­
rroborar que el fiscal provincial que estuvo a cargo de las diligencias preliminares
fue quien le asignó el caso al fiscal adjunto Llanos Tello.
G. Las declaraciones plenariales de Nelsón Ruiz Cornejo y Reynaldo Bustamante
Carrero de fojas 309 no son creíbles. El primero adujo que no salió de la comisa­
ría, pese a estar de franco porque se encontraba de disponibilidad por orden del

284 PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

comisario, lo cual no significa que por la cercanía del restaurante “Las dos jarras”
pudo haberse acercado a dicho lugar a almorzar. El segundo acotó que dejó de
patrocinar a Isabel Ruiz Saldaña porque en una ocasión llegó a su oficina para
que interponga una queja contra los fiscales Mozombite Mendoza y Llanos Tello
sin razones fundadas, la cual le dijo que posiblemente el doctor Llanos Tello se
parcializaba y demoraba mucho. Sin embargo, la incomodidad de Isabel Ruiz
Saldaña se debió a que había entregado sumas de dinero a los fiscales, además de
puntualizar que fue llevada a la oficina de dicho abogado por el mismo encausado
Mozombite Mendoza. Esta testigo se mantuvo firme en el careo. Resulta lógico que
dicho abogado no haya interpuesto ninguna queja funcional contra los acusados,
pues fue el mismo Mozombite Mendoza quien la llevó a su estudio jurídico, aunque
si presentó una recusación. Además, conforme a las máximas de la experiencia,
los litigantes buscan a los abogados defensores recomendados por otras personas,
mas no por estar cerca sus oficinas a la Fiscalía o al Poder Judicial.
H. Finalmente, respecto a la declaración sumarial de Olga Zamora Inga de 29 de octubre
del 2012 y oralizada en el juicio oral ante la imposibilidad de su ubicación, esta co­
rroboró lo expresado por la testigo Isabel Ruiz Saldaña, en cuanto a que Mozombite
Mendoza le solicitó una mujer porque estaba solo, hecho que también mencionó su
hermano Alberto Ruiz Saldaña. Además, la testigo Zamora Inga aceptó encuentros
sexuales con el acusado Mozombite Mendoza, con la finalidad de favorecer a la
testigo Isabel Ruiz Saldaña. La declaración de Zamora Inga esta corroborada con
el acta de inspección fiscal de fojas 89, donde sostuvieron relaciones sexuales en el
Jirón Unión N.° 599 - Rioja.
Tercero. Que el Tribunal Superior, en esta perspectiva declaró como hechos probados:
A. El hermano de la testigo Isabel Ruiz Saldaña, Jorge Luis Ruiz Saldaña, fue victimado
el día 28 de mayo del 2011. En tal virtud, se adelantó una investigación fiscal, la
que luego pasaría a nivel judicial.
B. El día del homicidio el fiscal que estuvo de turno fue el acusado Normando Mozom­
bite Mendoza. Las primeras diligencias de investigación contaron con la presencia r PARTE >

de este fiscal.
C. El acusado Mozombite Mendoza reasignó el Caso N.° 387-2011 al acusado Llanos
Tello, fiscal adjunto.
D. El 14 de junio del 2011, a las 8:00 horas aproximadamente, el acusado Norman­
do Mozombite Mendoza, en su calidad de fiscal provincial de la Segunda Fiscalía
Provincial Penal Corporativa de Nueva Cajamarca, solicitó a la señora Isabel Ruiz
Saldaña la suma de S/l 000 soles para el fiscal adjunto provincial de su despacho,
encausado Víctor Rolando Llanos Tello, encargado de la investigación a raíz de la
muerte de su hermano Jorge Luis Ruiz Saldaña.
E. Isabel Ruiz Saldaña y Anghela Isamar Luna Alcántara ese mismo día, a las trece
horas aproximadamente, le entregaron a Llanos Tello la suma de S/l 000 soles,
repartidos en dos sobres que contenían la suma de S/ 500 soles cada uno. Dicha
entrega se realizó en los servicios higiénicos de la cebicheria “Las dos jarras”, distrito
de Nueva Cajamarca, provincia de Rioja, departamento de San Martín.
F. El 17 de julio del 2011 Isabel Ruiz Saldaña y su hermano Alberto Ruiz Saldaña, en
horas de la mañana, entregaron al acusado Mozambite Mendoza la suma de S/1

INSTITUTO PACÍFICO 285


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

000 soles dentro de un periódico, en las inmediaciones de las oficinas del Minis­
terio Público, ubicado en la avenida Cajamarca Sur N.° 630 del distrito de Nueva
Cajamarca, provincia de Rioja, departamento de San Martín. Dichas entregas de
S/l 000 cada una, fue para que —según ellos— se haga justicia con motivo de la
muerte de su hermano Jorge Luis Ruiz Saldaña.
G. El encausado Mozombite Mendoza solicitó a la testigo Isabel Ruiz Saldaña los ser­
vicios sexuales de una mujer porque estaba solo. Olga Zamora Inga aceptó haber
tenido dos encuentros sexuales con el acusado Mozombite Mendoza, con la finalidad
de favorecer a la señora Isabel Ruiz en el juicio de su hermano.
H. De otro lado, no se declaró probado lo ocurrido el 22 de junio del 2011, en el bar
“Las Colinas 2”, ubicado en el Centro Poblado de Naranjos, Nueva Cajamarca
— Rioja, ocasión en que el acusado Mozombite Mendoza, a las 11:00 horas apro­
ximadamente, se habría cercado a dicho bar de propiedad Isabel Ruiz Saldaña, en
donde nuevamente le pidió S/l 000 soles para el fiscal adjunto Llanos Tello.
Cuarto. Que contra la sentencia condenatoria los fiscales condenados Víctor Rolando Lla­
nos Tello y Normando Mozombite Mendoza interpusieron sendos recursos de apelación.
- En el escrito de recurso de apelación del encausado Mozombite Mendoza de fojas
234, de 6 de octubre del 2018, se instó la revocatoria de la sentencia de primera
instancia y, reformándola, se le absuelva. Adujo que existe vulneración a la debida
motivación de las resoluciones judiciales; que se realizó una indebida valoración de
los medios de pruebas; que se inobservó el debido proceso al valorarse una prueba
ilegal como la testimonial de Olga Zamora Inga en la que no se acreditó la presencia
del fiscal; que no se tomó en cuenta los cuestionamientos realizados por la defensa,
ni existió una ponderación de razonabilidad y logicidad en las declaraciones de los
testigos, las que llevan graves contradicciones, que se minimizaron como simples
diferencias; que no hubo testigos del segundo supuesto de hecho, por lo que se creó
una duda razonable; que el hecho de fecha 22 de junio del 2011 no se corroboró
porque solo existe la sindicación de la denunciante; que, finalmente, en lo concer­
PARTE V 1
niente al tercer hecho, de 17 de julio del 2011, existen tres versiones distintas dada
por los testigos respecto a cómo se entregó el dinero y de dónde provino el mismo,
lo que no pueden ser considerado como simples diferencias.
- En el escrito de apelación del encausado Llanos Tello se solicitó la absolución
de los cargos. Afirmó que se vulneró el derecho a la motivación de resoluciones
judiciales, en el supuesto de inexistencia de motivación o motivación aparente,
porque no se explicó cómo hay certeza de la fecha en que la testigo Isabel Ruiz
Saldaña lo conoció; que se tergiversó la declaración de esta última, al señalar que
fue el acusado Mozombite Mendoza quien solicitó dinero; que indebidamente, de
oficio y mediante indicios, se llegó a la conclusión que fue para favorecerlo, pero
ninguno de los testigos indicó que pidió directa o indirectamente dinero, además
quedó probado en el acto oral con la testimonial de Luna Alcántara, que no fue él
a quien entregó los dos sobres con dinero, lo que debe ser prueba suficiente para
absolverlo; que se introdujo extremos de la declaración previa de Luna Alcantará,
de 29 de octubre del 2012, que no fueron materia de contrainterrogatorio, lo que
lleva a la nulidad la sentencia; que no se valoró adecuadamente la prueba; que se
efectuaron inferencias subjetivas, parcializadas, irrazonables, ilógicas y contrarias a

PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


286
JURISPRUDENCIA RELEVANTE

los hechos por meras subjetividades; que se vulneró el debido proceso y la motiva­
ción de las resoluciones judiciales; se dio una interpretación distinta a la declaración
testimonial de Reynaldo Bustamante Carrero, dado que Mozombite Mendoza no
reasignó el caso porque en ese momento no era fiscal coordinador, sino que lo hizo
el fiscal Sarrin Maguiña; que tampoco se valoró el libro de registro de ingreso y salida
del personal usuario de la Fiscalía de nuevo Cajamarca, donde no se consignó que
Isabel Ruiz haya concurrió al despacho de Mozombite los días que señala; que solo
existe la imputación de Isabel Ruiz Saldaña sin corroboraciones periféricas.
Quinto. Que por auto superior de fojas 277, de 10 de octubre del 2018, se concedieron
los recursos de apelación. Elevado el proceso a este Supremo Tribunal y corrido el tras­
lado a las partes procesales, conforme al decreto de fojas 70 del cuaderno de apelación
formado en este Supremo Colegiado, de 26 de noviembre del 2018, por Ejecutoria
Suprema de fojas 114, de 10 de abril del 2019, se declaró bien concedido los recursos
de apelación y se dispuso se comunique a las partes para que si lo tienen a bien ofrezcan
medios probatorios.
Sexto. Que vencido el plazo para ofrecer prueba, sin que las partes las hubieren propuesto,
se señaló fecha para la audiencia de apelación por decreto de fojas 132, de 14 de agosto
del 2019, para el día 25 de septiembre de los comentes, a las 8:30 horas.
Séptimo. Que, según el acta correspondiente, en esa fecha se realizó la audiencia de
apelación, con la intervención del señor Juan Miguel Servigón Nakano, abogado defen­
sor del acusado Llanos Tello, y del señor Edgar Elias Lastarria de la Cruz, abogado del
acusado Mozombite Mendoza, así como de la señora fiscal adjunta suprema en lo penal,
Janina Rosa Tapia Vivas.
- A continuación, cwlausurada la misma y en sesión secreta, se procedió a la delibe­
ración y votación de la causa. Obtenido el número de votos suficientes, corresponde
pronunciar sentencia y leerla en la audiencia de la fecha, según se indicó al final la
audiencia de apelación.
Fundamentos de derecho
parte v
Primero. Que, desde la posición impugnativa de los imputados, los motivos de apelación
que introducen están referidos a la denuncia de error en la apreciación de la prueba que
sirvió para la determinación de los hechos objeto del proceso penal. Empero, desde ya
debe puntualizarse que el Tribunal Revisor tiene límites en su potestad evaluadora, que
son los derivados de la prueba personal, como prescribe el artículo 425, apartado 2, del
Código Procesal Penal: “[...] La Sala Superior no puede otorgar diferente valor probatorio
a la prueba personal que fue objeto de inmediación por el Juez de primera instancia, salvo
que su valor probatorio sea cuestionado por una prueba actuada en segunda instancia”.
- Las pruebas personales, como se sabe, son las únicas que pueden someterse a
confrontación [véase GlMENO SENDRA, VICENTE, Derecho procesal penal, 2.a ed.,
Navarra: Civitas, 2015, p. 890], no así las pruebas documentales y materiales, así
como la prueba documentada vinculada a la preconstitución y a la anticipación pro­
batoria —y demás supuestos extraordinarios— como reza el artículo 383, apartado
1, del Código Procesal Penal, que excepcionalmente permite al juez de apelación
una valoración independiente.

INSTITUTO PACÍFICO 287


DEUTOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

En estos casos se examinará —dentro del ámbito de la concreta pretensión im­


pugnativa, que traza los límites funcionales del control del órgano jurisdiccional
llamado a ejercerlo—, desde sus presupuestos, si se esta ante una auténtica prueba,
de obtención lícita, de actuación conforme a las reglas procesales y legítimamente
incorporadas en el juicio. Además, se revisará, desde sus requisitos, de un lado, en
orden a la valoración —decisión sobre la fiabilidad del medio de prueba, según los
clásicos criterios de calidad, de objetividad y sistemático, siempre de conformidad
con el derecho y en función al grado de probabilidad de la máxima de la experiencia
sobre la que descansan—, si la sentencia impugnada denota una insuficiencia o
falta de racionalidad en su motivación, el apartamiento manifiesto de las máximas
de experiencia o la omisión de todo razonamiento sobre alguna de las pruebas
practicadas relevantes o cuya exclusión o inclusión haya sido improcedentemente
declarada, así como si se obvió o no el análisis de las pruebas relevantes —de cargo
y de descargo—. De otro lado, en orden a la interpretación de la prueba, desde
luego, no existe límite alguno, pues se trata de averiguar el auténtico sentido del
resultado que arroja la prueba; es decir, de comprender el verdadero significado
tanto de los documentos en sentido amplio que obran en los autos, como de las
declaraciones —ya sean de conocimiento o ciencia, según los casos— prestadas
en la causa por el acusado, los testigos y los peritos [VECINA ClFUENTES, Javier,
“El juicio de hecho y su fiscalización en el proceso penal”, en GONZÁLEZ CüELLAR
SERRANO, Nicolás (dir.), Problemas actuales de la justicia penal, Madrid: Colex,
2013, pp’. 398-399],
En materia de valoración de la prueba testifical, descartando el primer nivel, referido
a la inmediata percepción sensorial —inexistente porque el Tribunal de Revisión
no practicó la prueba—, es de examinar, desde el segundo nivel, que se centra
en la opción por una u otra versión de los hechos, si se esta ante una elaboración
racional o argumentativa posterior, que descarta o prima determinadas pruebas a
partir de la aplicación de las reglas de la sana crítica judicial, que es lo que puede
revisarse impugnativamente.
Segundo. Que, en el presente caso, no se actuó prueba en segunda instancia y se dis­
cute, primero, el carácter de auténtica prueba valorable —juicio de valorabilidad— las
declaraciones de Olga Zamora Inga y de Anghela Isamar Luna Alcántara; y, segundo, la
racionalidad de la valoración del conjunto de pruebas de cargo.
- Se valoró la declaración sumarial de Olga Zamora Inga ante la imposibilidad de
notificación efectiva en su domicilio. El abogado defensor del acusado Llanos Tello,
aceptado por la defensa del abogado del imputado Mozombite Mendoza, pidieron
la prescindencia de su declaración plenarial y la lectura de dicho testimonio, lo
que en efecto se hizo. Su permisión esta contemplada en el artículo 383, numeral
1, literal ‘d’, del Código Procesal Penal, sin que se haya denunciado la existencia
de defectos vinculados al debido emplazamiento de las partes para ese testimonio
sumarial. Este testimonio, por otra parte, se realizó en sede la Fiscalía y con todas
las garantías.
La testigo Luna Alcántara declaró plenarialmente (fojas 308, de 3 de agosto del
2018) —también lo hizo en sede de investigación preparatoria (fojas 83, de 29 de
octubre del 2012)—. Las diferencias entre ambas declaraciones (lugar de la adqui­

PARTEV: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


288
JURISPRUDENCIA RELEVANTE

sición de los dos sobres, así como de la llegada en mototaxi de los imputados y del
pago de ese servicio) fueron objeto de interrogatorio, a las que aquella respondió.
La contradicción ha sido respetada, al igual que la inmediación judicial.
La legalidad de la apreciación de esos testimonios esta fuera de duda.
Tercero. Que, en orden a la interpretación de la prueba, se denunció impugnativamente
que el Tribunal Superior tergiversó la declaración de Isabel Ruiz Saldaña pues no men­
cionó que el dinero solicitado fue para el acusado Llanos Tello, lo que incluso no tiene
prueba de corroboración. Ello no es así. Dicha testigo declaró que Mozombite Mendoza
le solicitó dinero con el fin de que el fiscal adjunto encargado de la investigación del caso
de su hermano, doctor Llanos Tello, obre con justicia; además, ella y Luna Alcántara
declararon que a este fue a quien se le entregó dos sobres con 500 soles cada uno el día
14 de junio del 2011 en la cebichería “Las dos jarras”.
La coherencia del testimonio, su persistencia en su exposición en varias sedes, y
su corroboración no son temas de interpretación sino de valoración del medio de
prueba.
Cuarto. Que, en cuanto a la valoración de la prueba de cargo, se tiene que esta consiste,
en su ámbito nuclear vinculado al pago de sumas de dinero y realización de prestaciones
sexuales —en dos oportunidades en cada caso—, por las declaraciones de Isabel Ruiz
Saldaña, Alberto Ruiz Saldaña, Anghela Luna Alcántara y Olga Zamora Inga. Cada testigo
declaró de lo que conocieron e hicieron en el marco de una solicitud de ventajas mate­
riales por parte de los fiscales acusados Mozombite Mendoza y Llanos Tello. Los fiscales
han sido mencionados con rotundidad y las escenas centrales han sido corroboradas a
partir de testificales mutuamente convergentes. Como es obvio, desde una perspectiva
lógica y de experiencia, no cabe estimar que si existen determinadas contradicciones los
testimonios carecerían de fiabilidad. No puede pretenderse una absoluta coincidencia,
obviamente sospechosa de ser así, sino que concuerden en pasajes sustanciales del relato,
no en escenas secundarias. Esto último es lo que ha ocurrido, a lo que debe tomarse
en consideración el tiempo transcurrido —varios años— entre la fecha de los hechos y
PARTE'
el día de la declaración plenarial. De otro lado, tampoco puede afirmarse que porque
no existe persistencia en un testimonio, en función a lo que el testigo declaró en sede
sumarial, su testifical carece de fiabilidad, pues corresponde al órgano judicial decidir a
cuál otorgar mayor valor.
También declaró por video conferencia quien fuera Fiscal de Nueva Cajamarca,
Edgar Randú Vargas Silva [fojas 308, de 3 de agosto del 2018], Este corroboró la
intervención funcional de los fiscales acusados en el caso del familiar de Isabel Ruiz
Saldaña, que determinó la exigencia de sobornos.
El titular de la cebichería “Las dos jarras” negó que los testigos y los imputados,
así como el policía Ruiz Cornejo y el funcionario del Banco de la Nación Shapiana
Linares, fueron a su negocio el 14 de junio del 2011, así como indicó que él atendía
personalmente el negocio y que no tenía ayudante. Este último dato, sin embargo,
no solo no es razonable en sí mismo dadas las características del mismo, sino que
Shapiana Linares mencionó que en el negocio fue atendido por una señora o una
señorita, es decir, que existían personas que atendían a los comensales.
El abogado de la denunciante Isabel Ruiz Saldaña, doctor Reynaldo Bustamante
Carrero, en su declaración plenarial de fojas 309, expresó que, en efecto, defendió

INSTITUTO PACÍFICO 289


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

los intereses de la primera en la investigación por delito de homicidio en agravio de


su hermano, pero luego dejó la defensa porque no aceptó denunciar a los fiscales
Mozombite Mendoza y Llanos Tello, así como apuntó que la señora siempre llega­
ba sola y que no fue recomendado por ningún fiscal. Empero, estos datos fueron
cuestionados por Ruiz Saldaña en el careo plenarial de fojas 320; y, no consta, de
su parte, motivo alguno para enrostrarle situaciones y actitudes inexistentes.
Quinto. Que se esta ante prueba personal de cargo plural, fiable, convergente y suficiente
para enervar la presunción constitucional de inocencia. El razonamiento inferencial de
la sentencia de primera instancia no ha sido arbitrario ni vulneró las reglas de la sana
crítica judicial (leyes de la lógica, máximas de la experiencia y conocimientos científicos).
Los argumentos que incorpora son lógicos y razonables. Su valoración es homologadle
por su propia lógica y razonabilidad. Además, el Tribunal Superior explicó las razones
de su convencimiento y señaló por qué no daba mérito a tal o cual versión, sin que tales
argumentos fueron insólitos u ostensiblemente irracionales.
- Los motivos de los recursos defensivos en apelación, centrados en el juicio histórico,
no pueden prosperar.
Sexto. Que, en cuanto a las costas, es de aplicación el artículo 504, apartado 2, del
Código Procesal Penal.

DECISIÓN
Por estas razones: I. Confirmaron la sentencia de primera instancia de fojas 292, de 27 de
septiembre del 2018, que condenó a Normando Mozombite Mendoza y Víctor Rolando
Llanos Tello como cómplice primario al primero y como autor al segundo del delito de
cohecho pasivo específico en agravio del Estado a siete y ocho años de pena privativa de
libertad, respectivamente, trescientos sesenta y cinco días multa y un año y ocho meses
de inhabilitación, así como al pago solidario de S/. 30 000 soles por concepto de repara­
ción civil; con lo demás que al respecto contiene. II. Dispusieron se remitan los actuados
arte vi
al Tribunal Superior para que por ante el órgano jurisdiccional competente continúe
con la ejecución procesal de esta sentencia condenatoria. III. Mandaron se publique la
presente sentencia de apelación en la página web del Poder Judicial. Intervino el señor
juez supremo Castañeda Espinoza por licencia del señor juez supremo Sequeiros Vargas.
Hágase saber a las partes procesales personadas en esta sede suprema.
Ss.
SAN MARTÍN CASTRO
FIGUEROA NAVARRO
PRÍNCIPE TRUJILLO
CASTAÑEDA ESPINOZA
CHÁVEZ MELLA

290 PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA


SALA PENAL TRANSITORIA
EXTRADICIÓN ACTIVA N.° 188-2019
CORTE SUPREMA
Extradición activa
Sumilla. Al no haberse cumplido con los requisitos
de formalidad establecidos en el Tratado de
Extradición suscrito entre la República del Perú y
el Reino de España, así como el Código Procesal
Penal y Decreto Supremo N.° 016-2006-JUS,
corresponde a este Supremo Tribunal devolver la
presente solicitud de extradición activa al juzgado
de origen, a efectos de subsanarla.

Lima, 25 de noviembre del 2019


Autos y vista: la solicitud de extradición activa formulada por el Juzgado Supremo de
Investigación Preparatoria de la Corte Suprema de Justicia de la República del Perú,
a página uno, dirigida a las autoridades del Reino de España; respecto del ciudadano
peruano César José Hinostroza Pariachi, en la investigación formalizada en su contra
por la presunta comisión del delito de cohecho pasivo específico, previsto en el artículo
395 del Código Penal, en perjuicio del Estado peruano.
Intervino como ponente la jueza suprema Pacheco Huancas.

CONSIDERANDO

De la Extradición
1. La extradición, es un instituto jurídico que permite, vía convencional o apelando al
principio de reciprocidad de los Estados, la remisión compulsiva de un individuo por [ PARTE’

parte del Estado, a los órganos jurisdiccionales competentes de otro, a efectos de


ser enjuiciado o cumplir una condena, según haya sido su situación del procesado
o condenado en la comunidad política de destino. Es decir, por virtud de ella, un
Estado hace entrega de un procesado o condenado a las autoridades judiciales de
otro Estado, el cual lo reclama para la culminación de su juzgamiento o eventual­
mente para el cumplimiento de la pena1.

Fundamentos del Tribunal Supremo


2. Para emitir una resolución consultiva, en el procedimiento de extradición, se debe
cumplir con los requisitos establecidos de orden convencional y legal. Igualmente,
para dar inicio a este trámite, deben concurrir taxativamente los presupuestos pre­
vistos en los artículos 525 y 526 del Código Procesal Penal.
Así, la demanda —solicitud— de extradición debe contener los requisitos señalados
en el artículo 518 del referido cuerpo legal, Decreto Supremo N.° 016-2006-JUS

1 Cfr. Sentencia del Tribunal Constitucional, recaída en el Exp. N.° 1129-2008-PHC/TC, f. j. N.° 2 y 3.

INSTITUTO PACÍFICO 29
DEUTOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

y Tratado de Extradición entre la República del Perú y el Reino de España, del 28


de junio de 1989.
3. El procedimiento de extradición, tanto pasiva como activa, esta regulado en nues­
tro ordenamiento jurídico, en el artículo quinientos trece y siguientes del Código
Procesal Penal, y esta rodeado de garantías constitucionales como el respeto de los
derechos fundamentales del extraditaras (extraditable). Dicha norma procesal se
complementa en el Tratado de Extradición suscrito entre la República del Perú y
el Reino de España; cuya validez esta reconocida por el artículo cincuenta y cinco
de la Constitución Política del Perú.
4. El tratado, cuya copia obra a página setecientos dieciséis, en el artículo 15, nume­
ral 2, literal a), prescribe que a la solicitud de extradición, debe acompañarse: a)
cuando no existiese sentencia, copia o transcripción del auto de procesamiento,
prisión o resolución análoga, presupuesto que guarda relación con el literal c), del
numeral uno, del artículo 518, del Código Procesal peruano, que requiere se anexe
las copias autenticadas de las resoluciones judiciales que dispusieron el procesa­
miento, y en su caso, el enjuiciamiento del extraditable, así como la que ordenó su
detención y/o lo declaró reo ausente o contumaz. Y, en esa dirección esta el artículo
siete del Decreto Supremo N.° 016-2006-JUS, que prescribe que la resolución de
requerimiento de extradición activa, deberá precisar, en su caso, la declaración de
ausencia o contumacia, así como la orden de detención con fines de extradición.
5. Sobre la base de lo expuesto, debe señalarse que, en la presente solicitud de ex­
tradición, fundamento “2.2. Paradero del reclamado”, a página 3, y Resolución
de Requerimiento de Extradición Activa, fundamento 6.1., a página ochocientos
sesenta y seis, se ha señalado que el requerido tiene la calidad de procesado por
la jurisdicción penal peruana y se encuentra en la ciudad de Madrid del Reino de
España, conforme al Oficio N.° 11680-2018-SDG/PNP/DIRANSIT/OCN-INTERPOL
DEPINPRO 3, del 19 de octubre del 2018.
6. Sin embargo, a página 858 (tomo II), esta el oficio de referencia, que informa la
detención del requerido por registrar notificación roja (ubicación y captura a nivel
internacional N ° Al 1061/10-2018, por el Juzgado de Investigación Preparatoria
de la Corte Suprema de la República), por los delitos de patrocinio ilegal, tráfico
de influencia, negociación incompatible y organización criminal. Es decir, aparece
la notificación roja por proceso y delitos distintos al que es objeto de la presente
solicitud de extradición. Y, en ese mismo sentido, tampoco, aparece la resolución de
la orden de detención del requerido, con fines de extradición y/o la que lo declaró
reo ausente o contumaz.
7. A ello, cabe precisar aparece anexa la Convención de las Naciones Unidas contra la
Corrupción y su ratificación y el D. S. 017-2008-JUS, y su Reglamento del Sistema
de Defensa Jurídica del Estado, a páginas 823 al 856, sin que se haya explicado la
relación con la presente solicitud de extradición.
8. En ese sentido, es necesario que el Juzgado Supremo de Investigación Preparatoria
de la Corte Suprema de la República, cumpla con anexar la resolución sobre man­
dato de prisión preventiva, dictada contra el reclamado y precisar la vinculación de
la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, su ratificación, el D. S.

PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


292
JURISPRUDENCIA RELEVANTE

N.° 017-2008-JUS, y su Reglamento del Sistema de Defensa Jurídica del Estado,


con la presente extradición.
Justificación del pronunciamiento
9. En esas condiciones, y dado que en este tipo de procedimientos donde interviene el
Poder Ejecutivo y las autoridades competentes de las repúblicas extranjeras, se exige
un estándar mínimo de presupuestos ineludibles, y para que este Supremo Tribunal
emita la respectiva resolución consultiva, conforme a los presupuestos establecidos
en el Tratado de Extradición entre la República del Perú y el Reino de España,
en aras del principio de economía y celeridad procesal, corresponde devolver los
actuados al Juzgado Supremo de Investigación Preparatoria de la Corte Suprema
de la República, por no cumplir con la formalidades antes descritas, solicitándole
subsane a la brevedad las omisiones advertidas en los considerandos anteriores.

DECISIÓN
Por estos fundamentos, los integrantes de la Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema
de Justicia de la República, devolvieron los actuados, en el día al Juzgado Supremo de
Investigación Preparatoria de la Corte Suprema de la República del Perú, a fin de que
cumpla con subsanar y completar lo señalado en la presente ejecutoria suprema, lo que
debe realizarse a la brevedad y con la urgencia que amerita la causa; para ello previa­
mente, y cumplido que fuera lo solicitado, vuelvan los actuados para emitir la decisión
que corresponda. En la solicitud de extradición activa formulada por el Juzgado Supremo
de Investigación Preparatoria de la Corte Suprema de Justicia de la República del Perú,
a página uno, dirigida a las autoridades del Reino de España; respecto del ciudadano
peruano César José Hinostroza Pariachi, en la investigación formalizada en su contra
por la presunta comisión del delito de cohecho pasivo específico, previsto en el 395 del
Código Penal, en perjuicio del Estado peruano.
Intervinieron los jueces supremos Castañeda Espinoza y Sequeiros Vargas, por licencia
de los jueces supremos Prado Saldarriaga y Castañeda Otsu, respectivamente. PARTE'

S. S.
BARRIOS ALVARADO
CASTAÑEDA ESPINOZA
BALLADARES APARICIO
SEQUEIROS VARGAS
PACHECO HUANCAS

INSTITUTO PACÍFICO 293


DEUTOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA


SALA PENAL TRANSITORIA
RECURSO DE CASACIÓN N.° 683-2016
LIMA

Casación inadmisible
Sumilla. El Ministerio Público, en la audiencia
de casación, sustentó oralmente la absolución de
traslado de la excepción de prescripción deducida
por los encausados, y no oralizó fundamentos
del recurso de casación por el que fue declarado
bien concedido. Por lo que, corresponde declarar
inadmisible el recurso de casación.

Lima, 10 de julio del 2019


Visto: en audiencia pública, el recurso de adhesión de casación excepcional —por in­
fracción a la norma material, conforme a la causal del numeral 3, del artículo 409, del
Código Procesal Penal—, interpuesto por la fiscal superior de la Tercera Fiscalía Superior
Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios del Distrito Fiscal de Lima —de
página 463—, a la del procurador público especializado en delitos de corrupción —de
página 439—, contra la sentencia de vista del 24 de junio del 2016, emitida por la Primera
Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Lima —de página 398—,
que revocó la sentencia contenida en la Resolución N.° 10, del 1 de febrero del 2016, que
condenó a María Magdalena López Córdova, como autora, y a Erlis Johnson del Castillo
Cañari, como cómplice primario, por el delito de enriquecimiento ilícito, en perjuicio del
Estado, a cinco años de pena privativa de libertad; y, reformándola: los absolvieron de
la acusación fiscal, por el referido delito y agraviado. Asimismo, declararon infundada la
PARTE V 1
pretensión del actor civil (Procuraduría Pública Especializada en Delitos de Corrupción),
declararon infundada la pretensión de la acción civil del actor civil y dejaron sin efecto
el decomiso de las embarcaciones pesqueras ASMAR I y ASMAR II, y mandaron remitir
copia de la presente sentencia y de los peritajes, de oficio y de parte, a la Administración
Tributaria para que proceda conforme con sus atribuciones.
Intervino como ponente la jueza suprema Pacheco Huancas.

CONSIDERANDO
Hechos imputados
1. El marco de imputación en contra de los encausados María Magdalena López Cór­
dova (autora) y Erlis Johnson del Castillo Cañari (cómplice primario), en concreto,
conforme a lo descrito en la sentencia de primera instancia de página 167, radica
en lo siguiente:
Se atribuyó a la encausada María Magdalena López Córdova, presentar un desba­
lance patrimonial, por haberse desempeñado en el cargo de personal de confianza,
en el Congreso de la República, en el período del 1 de octubre de 1996 al 19 de

PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


294
JURISPRUDENCIA RELEVANTE

agosto del 2001. Es así que, según informe de la Dirección de Recursos Humanos del
Congreso y los certificados de retenciones de quinta categoría durante dicho período
laboral, percibió en calidad de remuneración neta total, la suma de S/. 163.427.67
(ciento sesenta y tres mil cuatrocientos veintisiete soles con sesenta y siete céntimos),
equivalente a $/ 50.493.23 (cincuenta mil cuatrocientos noventa y tres dólares esta­
dounidenses con veintitrés centavos). Es decir, López Córdova, percibió desde 1996
a 2003, ingresos en su cuenta de ahorros, aperturada a solicitud del Ministerio del
Interior-PNP para el pago de remuneraciones por un total de S/ 25 196.11 soles,
incluidos los intereses ganados equivalentes a $ 7 750.08 dólares estadounidenses.
Sin embargo, en el mismo período tuvo egresos (gastos) que superaron en demasía
sus ingresos percibidos, resaltando la adquisición de dos embarcaciones pesqueras
Asmar I (ex Apóstol Santiago I) conforme a los Certificados de Matrícula de Naves
N.° PL-19733-CM, y certificado de matrícula de naves del 2 de agosto del 2000 y
de acuerdo con los contratos privados de compraventa del 26 de julio del 2000,
celebrado por Erlis Johnson del Castillo Cañari (vendedor) y María Magdalena
López Córdova (compradora) el precio de venta de Asmar I, fue de $ 85 000
dólares estadounidenses y el de Asmar II, de $ 80 000 estadounidenses, que hace
un total de $ 165 000 dólares estadounidenses, suma que excede notablemente el
monto de sus ingresos totales, presentando un desbalance patrimonial ascendente
a la suma de $ 264 189. 61 dólares estadounidenses.
Asimismo, se atribuyó al encausado Erlis Johnson del Castillo Cañari —cómplice
primario— que, en su condición de cónyuge de María Magdalena López Córdova,
haber coadyuvado a la realización del delito de enriquecimiento ilícito, por parte de
aquella, al ordenar la construcción de embarcaciones pesqueras que fueron inscritas
a nombre de terceros y luego vendidas a su esposa. Es decir, habría desarrollado
acciones tendientes a asegurar y materializar el enriquecimiento patrimonial de su
cónyuge, no solo a través de la construcción de embarcaciones pesqueras, sino
también realizando depósitos bancarios por ingentes cantidades de dinero en sus
cuentas personales que no tienen correspondencia con sus ingresos lícitos, por su PARTE
actividad pesquera y que por ello, dentro del marco de una comunidad de bienes
sujeta al régimen de sociedad de gananciales relativa a su unión de hechos, úni­
camente podría corresponder a su entonces conviviente María Magdalena López
Córdova.
Estos hechos fueron calificados como delito contra la Administración pública, en la
modalidad de enriquecimiento ilícito, prescrito en el artículo 401 —texto original—
del Código Penal.
Decurso procesal
2. El Juzgado Penal Colegiado de la Corte Superior de Justicia de Lima, mediante
sentencia —Resolución N.° 10—, de página 164, condenó a María Magdalena
López Córdova como autora y a Erlis Johnson del Castillo Cañari como cómplice
primario, por el delito de enriquecimiento ilícito, prescrito en el artículo 401 del
Código Penal, en agravio del Estado, a cinco años de pena privativa de libertad,
inhabilitación por el plazo de tres años (para la primera de las nombradas, conforme
con lo dispuesto en los numerales 1 y 2, del artículo 36, del Código Penal y para
el segundo, el numeral 2 del citado artículo). Asimismo, declaró fundado en parte

INSTITUTO PACÍFICO 295


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

la pretensión del actor civil de determinación de consecuencias jurídicas civiles,


respecto a los procesados que deberán abonar la suma de S/ 200 000 soles, en
forma solidaria a favor del Estado y disponer, conforme el artículo 102 del Código
Penal, el decomiso de las embarcaciones pesqueras ASMAR I y ASMAR II.
3. Contra la citada sentencia, el procurador público adjunto especializado en delitos
de corrupción de funcionarios, y fiscal adjunto provincial del Quinto Despacho de la
Segunda Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en delitos de corrupción de
funcionarios, interpusieron recursos de apelación en los extremos del monto fijado
por concepto de reparación civil y el quantum (cantidad) de pena, respectivamente,
de páginas ciento noventa y siete y doscientos tres respectivamente. También, los
encausados María Magdalena López Córdova y Erlis del Castillo Cañari, interpu­
sieron recurso de apelación de páginas 269 y 267, en los extremos condenatorios.
4. La Primera Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Lima,
emitió sentencia de vista —Resolución N.° 14—, del 24 de junio del 2016, de
página 398, que revocó la sentencia en el extremo condenatorio; y, reformándola:
absolvieron de la acusación fiscal a María Magdalena López Córdova (autora) y Erlis
Johnson del Castillo Cañari (cómplice primario) por el delito de enriquecimiento
ilícito en perjuicio del Estado. Asimismo, declaró infundada la pretensión del actor
civil (Procuraduría Pública Especializada en Delitos de Corrupción), declararon in­
fundada la pretensión de la acción civil del actor civil y dejaron sin efecto el decomiso
de las embarcaciones pesqueras ASMAR I y ASMAR II, y mandaron remitir copia
de la presente sentencia y de los peritajes de oficio y de parte a la Administración
Tributaria, para que proceda conforme con sus atribuciones.
5. Contra la citada sentencia de vista, el Ministerio Público, se adhirió al recurso de
casación del procurador público —de página cuatrocientos treinta y nueve—, el
18 de julio del 2016, de páginas 463, por la causal del numeral 3, del artículo 429,
del Código Procesal Penal y planteó los siguientes motivos:
5.1. Errónea aplicación de la disponibilidad jurídica de los recursos administrados
PARTE vi
por parte del funcionario como elemento de configuración del delito de enri­
quecimiento ilícito.
5.2. Errónea aplicación del nexo de causalidad entre el acto concreto y el acrecen­
tamiento patrimonial del funcionario público, como elemento de configuración
del enriquecimiento ilícito.
5.3. Errónea aplicación de la exigencia de un hecho antijurídico o inconducta laboral
de la denunciada o procesada, como elemento del tipo para la configuración
del delito de enriquecimiento ilícito.
6. Mediante Resolución N.° 17, del 20 de julio del 2016, de página 478, la Primera Sala
Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Lima, admitió la adhesión
al recurso de casación (concedido a favor de la Procuraduría Pública Especializada
en delitos de corrupción), formulado por la Tercera Fiscalía Superior Especializada
en delitos de corrupción de funcionarios, contra la sentencia de segunda instancia,
en el extremo que revocó la sentencia de primera instancia y reformándola, absol­
vió a los procesados María Magdalena López Córdova (autora) y Erlis Johnson del
Castillo Cañari (cómplice primario) por el delito de enriquecimiento ilícito y ordenó
se eleven los actuados a esta Alta Corte.

PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


296
JURISPRUDENCIA RELEVANTE

Delimitación del objeto de pronunciamiento de la casación


7. Conforme se estableció en la ejecutoria suprema (auto de calificación del recurso de
casación), del 28 de abril del 2017, de página ciento diez, del cuadernillo formado
en esta Corte Suprema, se declaró bien concedido el recurso de casación propuesto
por el Ministerio Público, por la causal del numeral tres, del artículo 429, del Código
Procesal Penal, por los motivos siguientes.
7.1. Infracción del precepto material, que desde el denominado interés casacional,
y desde la perspectiva general el caso merece una interpretación judicial.
7.2. El Tribunal Superior, no ha considerado que el tipo penal de enriquecimiento
ilícito, prescrito en el artículo 401 del Código Penal, no exige que el funcionario
o servidor público administre o custodie, los caudales o efectos del Estado, por
cuanto estaríamos frente a un delito de peculado. Lo previsto, por la norma,
es que un servidor del Estado, se enriquezca ilícitamente, lo que ocasiona un
desbalance patrimonial.

Agravios expuestos por el casacionista


8. El motivo central del casacionista —Ministerio Público—, en su recurso de adhe­
sión, se sustenta en la causal del numeral tres, del citado artículo 429, del Código
Penal, basado en la errónea interpretación de los elementos objetivos del delito de
enriquecimiento ilícito, prescrito en el artículo 401, del Código Penal y alega los
motivos siguientes:
8.1. Errónea aplicación de la disponibilidad jurídica de los recursos administrados
por parte del funcionario como elemento de configuración del delito de enri­
quecimiento ilícito.
8.2. Errónea aplicación del nexo de causalidad entre el acto concreto y el acrecen­
tamiento patrimonial del funcionario público, como elemento de configuración
del enriquecimiento ilícito.
8.3. Errónea aplicación de la exigencia de un hecho antijurídico o inconducta laboral
de la denunciada o procesada, como elemento del tipo para la configuración
del delito de enriquecimiento ilícito.
9. Instruido el expediente en Secretaría, señalada fecha para la audiencia de casación,
llevada a cabo el 6 de junio del 2019, asistió el Ministerio Público, y los abogados
defensores de los encausados María Magdalena López Córdova (autora), Erlis
Johnson del Castillo Cañari (cómplice primario).
9.1. El Ministerio Público señaló respecto a la excepción de prescripción planteada
por la defensa de los encausados antes citados, los argumentos siguientes:
9.1.1. Los hechos, atribuidos a los encausados López Córdova y Del Castillo
Cañari, datan del período comprendido entre el 1 de octubre de 1996
al 19 de agosto del 2001, siendo este un delito instantáneo, el que se
habría consumado el 19 de agosto del 2001.
9.1.2. Sostuvo, que no le alcanza la dúplica del plazo de prescripción, porque
no se cumple con los requisitos establecidos en el Acuerdo Plenario
N.° 1-2010/CJ-116. Además, que en el delito de enriquecimiento ilícito
no se cautela (directa o indirectamente) el patrimonio del Estado, sino

INSTITUTO PACÍFICO 297


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

los principios de transparencia y probidad que sustentan el ejercicio de


las funciones de los sujetos públicos en la administración, conforme a
lo establecido en la Casación N.° 277-2018-Ventanilla.
9.1.3. Alegó que el plazo máximo de diez años de pena privativa de la
libertad, descrita en el artículo 401 del Código Penal, y sumado el
plazo extraordinario de cinco años, da un total de quince años, que,
computado desde el 19 de agosto del 2001, a la fecha ha transcurrido
en demasía el plazo extraordinario de prescripción.
9.2. En ese mismo sentido, lo señaló la defensa de la encausada López Córdova,
y agregó que no le corresponde la aplicación de la suspensión del plazo de
prescripción, prescrito en el numeral uno, del artículo 339, del Código Penal,
puesto que el proceso se instauró bajo las normas del antiguo modelo, siendo
adecuado a la del nuevo modelo procesal penal.
Y finalmente, que el recurso de casación, debe ser declarado infundado, por­
que no concurren los elementos objetivos y subjetivos del tipo penal, dado
que la encausada María Magdalena López Córdova, ha acreditado de manera
objetiva los ingresos percibidos que tienen origen licito.
9.3. Siendo los mismos argumentos ratificados por la defensa del encausado Erlis
Johnson del Castillo Cañari, quien finalizó señalando que debe declararse
infundada la casación.

Fundamentos del supremo tribunal


10. Como es sabido y se ha puesto de manifiesto, en varios pronunciamientos de esta
Alta Corte, los recursos impugnativos, se rigen por varios principios. Así se expresa
en la Casación N.° 13-2009-La Libertad, Sala Penal Permanente, del 23 de abril
del 2010, en el fundamento ocho, ha señalado que uno de los principios procesales
fundamentales que caracterizan a los recursos es el “dispositivo”, que involucra
directamente a los litigantes, en tanto tiene la misión de estimular la función judicial
y se expresa en los siguientes aspectos: (i) iniciativa; (ii) disponibilidad del derecho
PARTE material; (iii) impulso procesal; (iv) delimitación del tema a decidir; (v) aportación
de los hechos; y (vi) suministro de las pruebas.
11. Entonces, el recurso de casación, como acto procesal de parte exige como presu­
puesto subjetivo de admisibilidad que exista interés de quien lo plantea. Este interés,
demanda una declaración expresa de voluntad del sujeto procesal interesado, que
se materializa a través del acto de interposición del recurso para poder abrir la ins­
tancia. Asimismo, es necesaria la existencia de un gravamen o perjuicio concreto
generado por la sentencia o resolución que se cuestiona.
12. En ese contexto, una vez abierta la instancia, el recurrente puede conservarla o
perderla si cumple o no con las disposiciones impuestas por la ley procesal —artículo
428 y numeral 2, del artículo 431, del Código Procesal Penal—.
13. De ello, aparece, que el casacionista, tiene facultad jurídica de desistirse y renunciar
a su derecho impugnativo para interponer recursos, dado que rige el principio dis­
positivo, puede desistirse, aunque el recurso haya sido concedido y cualquiera que
sea el trámite cumplido antes de la sentencia de casación, conforme a lo prescrito
en el artículo 406 del Código Procesal Penal.

298 PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

14. La intención de renunciar —conforme a lo antes anotado—, puede ser expresa o


tácita, y en éste último caso la intención se deducirá de cualquier actitud o mani­
festación del recurrente en el proceso, después de presentado el recurso, que sea
incompatible con la pretensión jurídica.
15. En el caso concreto, conforme se verifica de la audiencia de casación, el Ministe­
rio Público, solo se limitó a absolver el traslado de la excepción de prescripción
formulada por la defensa de los encausados. Aquí sostuvo que la acción penal ha
prescrito, por haber transcurrido el plazo ordinario y extraordinario de la acción
penal y, por tanto, no emitió pronunciamiento sobre los motivos de casación que
fueron declarados bien concedidos —descritos en el fundamento siete de la presente
ejecutoria suprema—.
16. Es decir, no expresó ningún argumento compatible con el motivo de casación con­
cedido, vinculado a la causal del numeral tres, del artículo 429, del Código Procesal
Penal, porque toda su argumentación en audiencia estuvo direccionada a sostener
la prescripción de la acción penal. Por lo que, corresponde declarar inadmisible el
recurso de casación y declarar firme la sentencia cuestionada.
17. Asimismo, siendo que el recurso de casación esta orientado a la función nomofilácti-
ca, que es la depuración y control de la aplicación del derecho por los tribunales de
instancia, asegurando el indispensable sometimiento de sus decisiones a ley, carece
de objeto emitir pronunciamiento sobre la excepción de prescripción, absuelta en
la audiencia de casación por el Ministerio Público.
18. Finalmente, es de resaltar que, en el caso concreto, se produjo un desistimiento tácito
de su pretensión, como forma de expresar la conformidad con el fallo y proclamar
la inexistencia de un interés capaz de sustentar la impugnación, siendo así, resulta
de aplicación extensiva el numeral 2, del artículo 431, del Código Procesal Penal,
que prescribe:

[...] [L]a falta de comparecencia injustificada del fiscal a la audiencia


de casación, en caso del recurso haya sido interpuesto por el Ministerio kPARTE
Público, o del abogado de la parte recurrente, dará lugar a que se declare
inadmisible el recurso de casación”,

norma jurídica procesal, que contiene la misma consecuencia de inadmisibilidad


del supuesto descrito en el fundamento quince de la presente ejecutoria suprema,
al no haber ratificado el Ministerio Público, la causal del numeral tres, del artículo
429, del Código Procesal Penal, por el que se declaró bien concedido el recurso
de casación.

Respecto a las costas


19. El recurrente es el Ministerio Público, y conforme al numeral uno, del artículo 499,
del Código Procesal Penal, esta exento de costas procesales.

INSTITUTO PACÍFICO 299


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

DECISIÓN
Por estos fundamentos, declararon:
I. Inadmisible el recurso de adhesión a la casación excepcional —por infracción a la
norma material, conforme a la causal del numeral tres, del artículo 429, del Código
Procesal Penal—, interpuesto por la fiscal superior de la Tercera Fiscalía Superior
Especializada en delitos de Corrupción de Funcionarios del Distrito Fiscal de Lima
—de página 463—, a la del procurador público especializado en delitos de co­
rrupción —de página 439—, contra la sentencia de vista del 24 de junio del 2016,
emitida por la Primera Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia
de Lima —de página 398—, que revocó la sentencia contenida en la Resolución
N ° 10, del 1 de febrero del 2016, que condenó a María Magdalena López Córdova,
como autora, y a Erlis Johnson del Castillo Cañari, como cómplice primario, por
el delito de enriquecimiento ilícito, en perjuicio del Estado, a cinco años de pena
privativa de libertad; y, reformándola: los absolvieron de la acusación fiscal, por
el referido delito y agraviado. Asimismo, declararon infundada la pretensión del
actor civil (Procuraduría Pública Especializada en Delitos de Corrupción), decla­
raron infundada la pretensión de la acción civil del actor civil y dejaron sin efecto
el decomiso de las embarcaciones pesqueras ASMAR I y ASMAR II, y mandaron
remitir copia de la presente sentencia y de los peritajes, de oficio y de parte, a la
Administración Tributaria para que proceda conforme con sus atribuciones.
II. Carece de objeto emitir pronunciamiento en relación a la excepción de prescripción
planteada por los sujetos procesales de los encausados María Magdalena López
Córdova (autora), Erlis Johson del Castillo Cañari (cómplice secundario) por el
delito de enriquecimiento ilícito.
III. Exoneraron al recurrente Ministerio Público del pago de las costas del presente
recurso.
IV. Dispusieron que la presente sentencia, se lea en audiencia pública por Secretaría de
esta Suprema Sala Penal; y, acto seguido, se notifique a todas las partes personadas
a la instancia.
V. Mandaron que cumplidos estos trámites se devuelva el proceso al órgano jurisdic­
cional de origen; y se archive el cuaderno de casación en esta Corte Suprema.
Intervinieron el juez supremo Castañeda Espinoza, por licencia de la jueza suprema Barrios
Alvarado; los jueces supremos Chávez Mella y Sequeiros Vargas, por impedimento de
los jueces supremos Prado Saldarriaga y Castañeda Otsu, respectivamente.
S. S.
QUINTANILLA CHACÓN
CASTAÑEDA ESPINOZA
SEQUEIROS VARGAS
PACHECO HUANCAS
CHÁVEZ MELLA

PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


300
JURISPRUDENCIA RELEVANTE

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA


SEGUNDA SALA PENAL TRANSITORIA
RECURSO DE NULIDAD N.° 2177-2015
LIMA

Principio acusatorio
Sumilla: Estando a que en el dictamen del señor
fiscal supremo opinó declarar no haber nulidad
en la sentencia absolutoria, aquello responde a
lo actuado en el proceso sin infringir precepto
constitucional alguno, bajo la invocación del
principio acusatorio, corresponde declarar la
legalidad de la sentencia impugnada.

Lima, 2 de junio del 2017


Vistos; el recurso de nulidad interpuesto por el representante del Ministerio Público, contra
la sentencia de 22 de julio del 2015, emitida por la Tercera Sala Penal Liquidadora de
la Corte Superior de Justicia de Lima, en folios 6030 a 6073 que absolvió a Jorge Luis
Oliva Urrutia, Antonio Aurelio Montes Anyaipoma, Adrián Huapaya García, Graciela
Quispe Machaca, Juan Martín Salinas Carhuahuanca, Hidih Miriam Mateo Blanco,
Lena Luz Gutarra Castillo, Silvia Patricia Sánchez Niño y Mariella Elsa García Dávila,
de la acusación fiscal por el delito contra la Administración pública, en la modalidad
de Negociación Incompatible o Aprovechamiento Indebido de Cargo, en agravio del
Estado-Ministerio de Educación.
De conformidad con lo opinado por el señor fiscal supremo en lo Penal.
Interviene como ponente la señora jueza suprema Pacheco Huancas.

CONSIDERANDO

Hechos imputados
1. Se le atribuye a los encausados, que en su calidad de funcionarios y servidores
públicos de la Ugel N.° 01 del Minedu, desplegaron conductas antijurídicas en los
procesos de adquisición de bienes y servicios al haber favorecido a los titulares de
las empresas proveedoras ganadoras de la buena pro, a través de los siguientes
procesos de selección: a) Adjudicación de Menor Cuantía N.° 112-2008, referida
a la adquisición de 32 compresoras eléctricas, 1 para la sede administrativa de la
Ugel N.° 01 y 31 para las diversas instituciones educativas que la comprendían,
por el monto de S/13 920 soles; b) Adjudicación de Menor Cuantía N.° 154-2008,
referida a la adquisición de 24 CPUs, por la suma de S/48 612.24 soles; c) Adjudi­
cación de Menor Cuantía N.° 156-2008, referida a la adquisición de 12 tóners para
impresoras por la suma de S/5 223.50 soles; y, d) Adjudicación de Menor Cuantía
N.° 158-2008, referida a la adquisición de equipos multimedia, para el programa
de resultado de la Ugel N ° 01, por la suma de S/10 300.00 soles.

INSTITUTO PACÍFICO 30
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

2. Además, se les imputa irregularidades en los procesos de adquisición de galones


de gasolina de 90 octanos del Grifo “Santo Domingo de Guzmán”, los cuales se
efectuaron a un precio sobrevalorado y sin cumplir con la formalidad exigida por
la Ley de Contratación de Adquisiciones.

Calificación del delito imputado


3. El delito contra la Administración pública-negociación incompatible, se encuentra
previsto en el artículo 399, del Código Penal (vigente al momento de los hechos) 1,
que prescribe:
El funcionario o servidor público que indebidamente en forma directa o indirecta
o por acto simulado se interesa, en provecho propio o de tercero, por cualquier
contrato u operación en que interviene por razón de su cargo, será reprimido con
pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de seis años e inhabilitación
conforme a los incisos 1 y 2 del artículo 36 del Código Penal

Fundamentos de la sentencia impugnada


4. La sala superior sustentó la sentencia absolutoria a favor de Víctor Antonio Alania
Rodríguez, básicamente, porque:
4.1. En cuanto a la responsabilidad de Jorge Luis Oliva Urrutia y Juan Martín Salinas
Carhuahuanca, en la Adjudicación de Menor Cuantía N.° 112-2008, se tiene
que la Resolución Directoral N.° 562-DEAC, permitía que el Presidente de la
DEAC, pueda conducir los procesos de Adjudicación de Menor Cuantía con
valores referenciales menores a 4 UIT, como la signada con el N.° 112-2008.
Siendo legal su participación, así como la del postor, quien se presentó como
persona natural con negocio, no teniendo impedimento para presentarse en
el mencionado proceso.
4.2. Respecto a la responsabilidad de Adrián Huapaya García, Graciela Quispe
Machaca y Mariella Elsa García Dávila, en las Adjudicaciones de Menor Cuan­
PARTE V 1 tía N.° 154-2008 y N.° 156-2008, si bien el accionar de los dos primeros fue
irregular al firmar documentos en fechas que no correspondían; también, es
cierto que en dicho actuar no se ha podido acreditar que haya existido un
interés por parte de estos en beneficiar a García Dávila, habiendo participado
esta última cumpliendo los requisitos exigidos por ley. Situación que se repite
en la Adjudicación de Menor Cuantía N.° 158-2008, con Adrián Huapaya
García y la postora Hidih Miriam Mateo Blanco.
4.3. Finalmente, respecto a ios procesados Antonio Aurelio Montes Anyaipoma,
Lena Luz Gutarra Castillo y Silvia Patricia Sánchez Niño, se advierte que no
se acreditó que la adquisición de la gasolina de 90 octanos haya sido sobre­
valorada, no superando, además las 4 UIT.

Expresión de agravios
5. El representante del Ministerio Público, sostiene como motivos de impugnación, en
su recurso de nulidad de folios 6 076 a 6 085, lo siguiente:

1 Artículo modificado por el artículo 1 de la Ley N.° 28355, publicada el 6 de octubre del 2004.

302 PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

5.1. Respecto a la Adjudicación de Menor Cuantía N.° 112-2008, el colegiado su­


perior no valoró debidamente los medios probatorios aportados en el proceso.
Esta adjudicación de menor cuantía se realizó por orden del procesado Jorge
Luis Oliva Urrutia, y fue irregular, pues a título individual otorgó la buena pro
a un solo postor, de manera directa, cuando esto le correspondía al Comité
Especial Permanente, a cuyos miembros no se les consultó, violando lo esta­
blecido en el artículo 43 del Decreto Supremo N.° 084-2004-PCM.
5.2. Asimismo, en cuanto a la mencionada adjudicación, el otorgamiento se rea­
lizó el 28 de abril del 2008, cuando el procesado Oliva Urrutia ya no ejercía
funciones en la Ugel N.° 01.
5.3. En lo referente a las Adjudicaciones de Menor Cuantía N ° 154-2008 y
N.° 156-2008, señaló que los procesados Huapaya García y Quispe Machaca,
(miembros del comité especial para adjudicaciones), nunca asistieron a las
reuniones; sin embargo, firmaron los documentos que otorgan la buena pro,
irregularidades que favorecieron a la postora Mariella Elsa García Dávila.
5.4. Respecto a la Adjudicación de Menor Cuantía N.° 158-2008, señaló que
Huapaya García, firmó irregularmente el otorgamiento de la buena pro, be­
neficiando a la única postora Hidih Miriam Mateo Blanco, a pesar de no tener
el perfil requerido.
5.5. En lo referente a la adquisición de gasolina de noventa octanos, señaló que,
existen elementos probatorios que acreditan que Montes Anyaipoma, Gutarra
Castillo y Sánchez Niño, sobrevaloraron costos en la adquisición de gasolina
por parte del servicentro Berny a través del grifo “Santo Domingo de Guzmán”,
adquisición irregular que causa perjuicio a la Ugel N.° 01.

Fundamentos de derecho del supremo tribunal


6. El inciso cinco, del artículo 159 de la Constitución Política del Perú, señala que
corresponde al Ministerio Público, como titular de la acción penal, la persecución
de un delito. Asimismo, el Decreto Legislativo N.° 522, establece en su artículo 14
que recae la carga de la prueba sobre el Ministerio Público; y, en su artículo 11
regula que es éste, el titular de la acción penal.
7. Por su parte, el artículo 5 del decreto antes citado, establece la autonomía del
Ministerio Público, señalando que es un cuerpo jerárquicamente organizado; por
lo que, los fiscales deben sujetarse a las instrucciones que puedan impartirles sus
superiores. Y en ese sentido el Tribunal Constitucional, en la sentencia recaída en
el expediente N.° 2920-2012-PHC/TC, señaló: “En aplicación del precitado artí­
culo 5, de la LOMP, cuando un actuado llega a conocimiento del fiscal superior o
supremo, es el criterio de este el que debe primar sobre el criterio de los fiscales de
menor jerarquía”.
8. Bajo este marco normativo, se advierte que, en el presente caso, existe la impugna­
ción de la sentencia de primer grado por parte del fiscal superior y, por otro lado, se
tiene la opinión del señor fiscal supremo, quien mediante Dictamen N.° 602-2016,

2 Ley Orgánica del Ministerio Público.

INSTITUTO PACÍFICO 303


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

—folios 95 a 102, del cuaderno supremo formado en esta instancia— opinó que
se debe declarar “no haber nulidad en la sentencia elevada en grado”.
9. Ahora bien, habiéndose alegado en el recurso impugnatorio, que el Tribunal Su­
perior no valoró adecuadamente los medios de prueba, debe tenerse en cuenta
que, tal como opinara el fiscal supremo en lo penal, en el dictamen mencionado,
la sentencia absolutoria mantiene su legalidad porque:
9.1. Para la Adjudicación de Menor Cuantía N.° 112-2008, que supuso la inversión
de S/13,920.00 soles, para la adquisición de 32 compresoras eléctricas, cuyo
postor ganador fue Juan Martín Salinas Carhuahuanca. Siendo una inversión
inferior a 4 Unidades Impositivas Tributarias (en adelante UIT), de conformidad
a lo establecido en el artículo 106 del Decreto Supremo N.° 084-2004-PCM,
(Reglamento de la Ley de Contrataciones y Adquisiciones del Estado) y el
Comunicado N.° 006-2005 del OSCE, las adjudicaciones de menor cuantía
cuyo valor referencial sea menor a 4 UIT (para bienes y servicios) y 10 UIT
(para ejecución de obras), las entidades públicas no están obligadas a aceptar
la participación y propuestas de proveedores que no hayan sido invitados.
9.2. Asimismo, respecto a la mencionada adjudicación de menor cuantía, se autorizó
al procesado Jorge Luis Oliva Urrutia, firmar en representación del Comité
Especial, mediante Resolución Directoral N.° 562-DEAC.
9.3. Por otro lado, respecto a las Adjudicaciones de Menor Cuantía N ° 154-2008,
156-2008 y 158-2008, (adquisición de 24 CPU, 12 tóners y equipos multi­
media, respectivamente), los implicados Adrián Huapaya García y Graciela
Quispe Machaca, aceptan ser miembros del Comité Especial Permanente del
año dos mil ocho, reconociendo además que firmaron los contratos suscritos
en las mencionadas adjudicaciones de menor cuantía con fecha posterior (por
inasistencia a sesión); sin embargo, ello no configura un elemento objetivo del
tipo penal, debiendo calificarse como una falta administrativa.
9.4. Además, en cuanto a las mencionadas adjudicaciones, no se acreditó el interés
por parte de Huapaya García y Quispe Machaca, para obtener algún provecho
para sí o para los postores beneficiados en perjuicio de la Ugel N.° 01.
9.5. En lo referente a la adquisición de galones de gasolina de noventa octanos,
el procesado Antonio Aurelio Montez Anyaipoma, suscribió los contratos en
virtud al artículo 106 del Decreto Supremo N.° 084-2004-PCM, (Reglamento
de la Ley de Contrataciones y Adquisiciones del Estado) y el Comunicado
N.° 006-2005 del OSCE, suscribiendo el contrato con la representante del grifo
“Servicentro Berny” por ser la única empresa que aceptaba las condiciones
de la UgelN° 01.
9.6. Finalmente, en cuanto a la participación de los postores y beneficiados en los
mencionados procesos de adjudicación, Juan Martín Salinas Carhuahuanca,
Mariella Elsa García Dávila, Hidih Mateo Blanco, Lena Gutarra Castillo, se
verifica que fueron realizadas conforme a ley.
10. En ese sentido no habiéndose acreditado la responsabilidad penal de los procesados,
la imputación en su contra, no tendría asidero legal ni probatorio. Así, este Supremo
Tribunal, coincide con el Tribunal Superior, así como con lo opinado por el fiscal

PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


304
JURISPRUDENCIA RELEVANTE

supremo, en cuanto a que al tener libre albedrío para contratar —entiéndase cum­
pliendo lo exigido por ley y lo más beneficioso para los intereses del Estado—, en
virtud al artículo 106 del Decreto Supremo N.° 084-2004-PCM, (Reglamento de la
Ley de Contrataciones y Adquisiciones del Estado) y el Comunicado N.° 006-2005
del OSCE, se advierte que los procesados adjudicaron las licitaciones en razón a lo
que consideraban lo más adecuado y beneficioso para el Estado.
11. En cuanto a los postores y beneficiados con el otorgamiento de la buena pro, se
advierte que el valor referencial de las adjudicaciones de menor cuantía ya mencio­
nadas, no superaban las 4 UIT, por lo que su participación y posterior adjudicación
se dio conforme a derecho. No advirtiéndose elemento que demuestre la obtención
de algún tipo de beneficio para sí o para otro en perjuicio de la Ugel.
12. Cabe precisar que, bajo las reglas del principio acusatorio antes señalado, según la
doctrina procesalista consolidada, dicho principio constituye una de las garantías
esenciales del proceso penal que integra el contenido esencial del debido proceso,
referido al objeto del proceso, y determina bajo que distribución de roles, y las
condiciones en las que se realiza el enjuiciamiento del objeto del proceso penal.
13. En el caso concreto se ha diluido la imputación penal, es decir, el titular de la
acción penal en la máxima instancia, ha obrado de modo que equivale a su desis­
timiento de la persecución del delito, conforme al contenido del dictamen del fiscal
supremo, quien representa la máxima instancia de la Institución, además que para
los fiscales del Ministerio Público no le alcanza la independencia en su dimensión
interna, toda vez que en aplicación del artículo 5 de la Ley Orgánica del Ministerio
Público - Decreto Legislativo N ° 052, los fiscales de primera instancia se sujetan a
las instrucciones que pudieran impartirles sus superiores.
14. En ese sentido, respecto a la vigencia del principio acusatorio, se han emitido pro­
nunciamientos respecto al significado y transcendencia del citado principio, orientado
a respetar los fueros competenciales de cada sujeto procesal en el proceso, así el
Tribunal Constitucional3, a través de su línea jurisprudencial, ha precisado que: i)
No puede existir juicio sin acusación, debiendo ser formulada ésta por persona
ajena al órgano jurisdiccional sentenciador, de manera que si el fiscal no formula
acusación contra el imputado, el proceso debe ser sobreseído necesariamente; ii)
No puede condenarse por hechos distintos de los acusados, ni a persona distinta
a la acusada; y, iii) No puede atribuirse al juzgador poderes de dirección material
del proceso que cuestionen su imparcialidad; sobre el cual, según dicha línea
interpretativa, le corresponde seguir a este Tribunal Supremo, conforme así lo ha
establecido en reiterada jurisprudencia4 en respeto al principio acusatorio, como
garantía del debido proceso.
15. Siendo ello así, este Supremo Tribunal, no advierte razones objetivas que estimen
que el Tribunal Superior haya incurrido en error en la valoración de los medios
de prueba actuados, las que de por sí justifican, la decisión adoptada, más aún si
conforme lo hemos señalado, existe pronunciamiento por el órgano fiscal, en su
máximo nivel jerárquico, de no continuar con la acción penal, y la opinión emitida

3 Exp. N.° 2920-2012-PHC/TC, Exp. N.° 2912-2012-HC/TC, Exp. N.° 4552-2013-HC/TC; Exp. N°
4552-2013-PHC/TC.
4 R.N. N.° 3231-2015-Cusco, R.N. N.° 1771-2015 Lima.

INSTITUTO PACÍFICO 305


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

no resulta arbitraria ni contraria a lo actuado en el proceso. En estas condiciones,


hacer lo contrario, vulneraría la autonomía constitucional del Ministerio Público,
por lo que debe ratificarse la sentencia absolutoria.

DECISIÓN
Por estos fundamentos, declararon: no haber nulidad en la sentencia de 22 de julio del
2015, emitida por la Tercera Sala Penal Liquidadora de la Corte Superior de Justicia de
Lima, en folios 6030 a 6073, que absolvió a Jorge Luis Oliva Urrutia, Antonio Aurelio
Montes Anyaipoma, Adrián Huapaya García, Graciela Quispe Machaca, Juan Martín
Salinas Carhuahuanca, Hidih Miriam Mateo Blanco, Lena Luz Gutarra Castillo, Silvia
Patricia Sánchez Niño y Mariella Elsa García Dávila, de la acusación fiscal por el delito
contra la Administración pública, en la modalidad de negociación incompatible o apro­
vechamiento indebido de cargo, en agravio del Estado-Ministerio de Educación; con lo
demás que contiene; y, los devolvieron.
S.S.
HINOSTROZA PARIACHI
VENTURA CUEVA
PACHECO HUANCAS
CEVALLOS VEGAS
CHÁVEZ MELLA

PARTE V 1

PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


306
JURISPRUDENCIA RELEVANTE

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA


SALA PENAL PERMANENTE
EXTRADICIÓN PASIVA N.° 90-2019
LIMA

Suspensión de la solicitud de extradición


En atención a la calidad de solicitante de refugio
del ciudadano ecuatoriano requerido, resulta
pertinente que —conforme a la normativa nacional
referida al refugio— se suspenda el presente
trámite de extradición hasta que el Ministerio de
Relaciones Exteriores se pronuncie de manera
definitiva respecto a la mencionada solicitud.

Lima, 17 de junio del 2019


Vistos: En audiencia pública, la solicitud de extradición pasiva del ciudadano ecuatoriano
José Ramiro González Jaramillo, formulada por la jueza de la Unidad Judicial Penal con
sede en la parroquia Iñaquito del distrito metropolitano de Quito, provincia de Pichin­
cha, Ecuador, procesado como autor del delito de tráfico de influencias, en perjuicio del
Estado ecuatoriano.
Intervino como ponente el señor juez supremo Príncipe Trujillo,

CONSIDERANDO
Primero. De los recaudos remitidos, se verificó que el requerido ciudadano ecuatoriano
José Ramiro González Jaramillo fue detenido en el distrito de Miraflores, en virtud de
la notificación roja de Interpol generada por las autoridades ecuatorianas (foja 7), que
posteriormente fue actualizada respecto al delito imputado por la jueza de la Unidad
r PARTE'
Judicial Penal con sede en la parroquia Iñaquito del distrito metropolitano de Quito,
provincia de Pichincha (foja 133), por lo que el 46 Juzgado Penal de Lima realizó la
audiencia complementaria de detención preventiva con fines de extradición (foja 193), y
se dispuso (foja 355) aclarar la resolución previa para tenerse al requerido comprendido
solo por el delito de tráfico de influencias.
Segundo. Posteriormente, se recibió la solicitud oficial de extradición por parte de las auto­
ridades judiciales ecuatorianas (fojas 413 y siguientes), de donde se desprende que la jueza
de la Unidad Judicial Penal con sede en la parroquia Iñaquito del distrito metropolitano
de Quito, provincia de Pichincha, Ecuador, llevó a cabo, el 12 de diciembre del 2017, la
audiencia de vinculación a la instrucción fiscal contra José Ramiro González Jaramillo
y dispuso su prisión preventiva —al no haber comparecido e ignorarse su paradero—.
Tercero. Posteriormente, el mismo órgano jurisdiccional dictó auto de llamamiento ajuicio
y se declaró la suspensión de la iniciación de la etapa de juicio oral contra el requerido
(por encontrarse prófugo), tal como se apreció del extracto de la audiencia evaluatoria
y preparatoria de cargos (fojas 426 y 427).
De estas resoluciones se desprende que la imputación contra el extraditable ciudadano
ecuatoriano José Ramiro González Jaramillo se refiere a que, en su condición de presi­

INSTITUTO PACÍFICO 307


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

dente del Consejo Directivo del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), tuvo
conocimiento de la adjudicación irregular de un contrato de limpieza de dos hospitales
(por un monto superior a los $/ 2 000 000) y autorizó su suscripción por 2 años (cuando
debía ser por cinco), conducta que —conforme a la legislación ecuatoriana— se encuentra
tipificada como delito de tráfico de influencias.
Cuarto. Cumplida la tramitación correspondiente ante el juzgado especializado, eleva­
do el cuaderno de extradición a este Supremo Tribunal y llevada a cabo la respectiva
audiencia de extradición, corresponde a esta Sala Penal Suprema emitir la resolución
consultiva respectiva.
No obstante, de los recaudos se desprende que el requerido ciudadano ecuatoriano pre­
sentó, el 11 de enero del 2018, una solicitud de refugio ante el Ministerio de Relaciones
Exteriores y que este le reconoció la calidad de “solicitante de refugio”, como se verifica
de la comunicación remitida por el referido ministerio (foja 366), en la cual se informa
que su solicitud se encuentra siendo materia de evaluación por la Secretaría Ejecutiva
de la Comisión Especial para los Refugiados.
Tal situación se mantiene a la fecha, conforme a la constancia del 1 de junio del 2019
presentada por la defensa al inicio de la audiencia.
Quinto. Al respecto cabe precisar que, previamente a verificar el cumplimiento de ios
requisitos formales para la procedencia de la presente extradición pasiva, resulta nece­
sario conocer el sentido de la decisión de las autoridades del Ministerio de Relaciones
Exteriores respecto a reconocerle (o no) la condición de refugiado al requerido José
Ramiro González Jaramillo, pues en caso de que ello ocurra existe la restricción legal de
disponer su extradición, conforme a lo previsto en el artículo 5, incisos 1 y 2, de la Ley
N ° 27891 (Ley del Refugiado):
5.1. Toda persona que invoque la condición de refugiado, puede ingresar a territorio
nacional, no pudiendo ser rechazada, devuelta, expulsada, extraditada o sujeta a
medida alguna que pueda significar su retorno al país donde su vida, integridad o su
PARTE V 1
libertad esten amenazadas por las razones señaladas en el artículo 3 de la presente
ley.
5.2. El solicitante de refugio puede permanecer en el país hasta que se defina en última
instancia su situación.
Sexto. Por lo tanto, corresponde que se suspenda la presente solicitud de extradición
pasiva hasta que se recabe el pronunciamiento final sobre la condición de refugiado
del ciudadano ecuatoriano José Ramiro González Jaramillo, para lo cual se deberá
solicitar al Ministerio de Relaciones Exteriores que informe sobre el estado del trámite
correspondiente.

DECISIÓN
Por estos fundamentos, los jueces integrantes de la Sala Penal Permanente de la Corte
Suprema de Justicia de la República:
I. Suspendieron la presente solicitud de extradición pasiva del ciudadano ecuatoriano
José Ramiro González Jaramillo, formulada por la jueza de la Unidad Judicial Penal
con sede en la parroquia Iñaquito del distrito metropolitano de Quito, provincia de
Pichincha, Ecuador, hasta que el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República

308 PARTE V; CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

del Perú emita el pronunciamiento correspondiente sobre la solicitud de refugio


planteada por el requerido ciudadano ecuatoriano.
II. Dispusieron que, recabado el resultado de la solicitud de refugio e informado por la
Secretaría, se dé cuenta a este colegiado supremo, a fin de que adopte la decisión de
fondo pertinente. Hágase saber a las partes apersonadas ante esta Corte Suprema.
Intervino el señor juez supremo Castañeda Espinoza, por vacaciones del señor juez
supremo San Martín Castro.
S. S.
FIGUEROA NAVARRO
PRÍNCIPE TRUJILLO
CASTAÑEDA ESPINOZA
SEQUEIROS VARGAS
CHÁVEZ MELLA

INSTITUTO PACÍFICO 309


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA


SALA PENAL TRANSITORIA
RECURSO DE CASACIÓN N.° 1273-2018
CUSCO

Rechazo del recurso de casación


Sumilla. Este Colegiado Supremo advierte que
en la sustentación del recurso de apelación el
encausado argumentó, en esencia, los mismos
fundamentos que ahora refiere en instancia de
casación, pese a que estos ya fueron respondidos
por la Sala Superior en la resolución de vista.

AUTO DE CALIFICACIÓN

Lima, 23 de abril de 2019


Visto: el recurso de casación interpuesto por el encausado Juan Carlos Enciso Sotoma-
yor contra el auto de vista del 6 de julio del 2018 (foja 150), que confirmó el auto del
9 de octubre del 2017 (foja 107), que desaprobó el acuerdo de terminación anticipada
celebrado por el representante del Ministerio Público con el imputado Enciso Sotomayor
por la presunta comisión del delito contra la Administración pública, en su modalidad
de delitos cometidos por funcionarios públicos, subtipo de enriquecimiento ilícito, en
perjuicio del Estado.
Intervino como ponente la jueza suprema Barrios Alvarado.
PARTE V
CONSIDERANDO
1. Conforme con el estado de la causa y en aplicación de lo dispuesto en el inciso
seis, del artículo 430, del Código Procesal Penal, corresponde decidir si el recurso
de casación esta bien concedido y si, en consecuencia, procede conocer el fondo
del mismo.
2. Cabe recordar que la casación, como todo medio de impugnación, esta sometida
al cumplimiento de presupuestos procesales objetivos, subjetivos y formales, cuya
insatisfacción determina su rechazo liminar; no obstante, el presente recurso fue
interpuesto en el modo, lugar y tiempo legalmente previsto, por lo que es pertinente
analizar su coherencia o correspondencia interna para su admisibilidad.
3- El apartado c, del inciso uno, del artículo 405, del Código Procesal Penal, señala que
para la admisión del recurso se requiere que se precisen las partes o los puntos de
la decisión a los que se refiere la impugnación, y que se expresen los fundamentos,
con indicación específica de los de hecho y derecho que lo apoyen; asimismo, indica
que el recurso deberá concluir con la formulación de una pretensión concreta.

PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


310
JURISPRUDENCIA RELEVANTE

4. Del mismo modo, el inciso 1 del artículo 430 del acotado código establece que para
la interposición y admisión del recurso de casación, sin perjuicio de lo dispuesto en
el artículo 405, debe indicar separadamente cada causal invocada; así como citará
concretamente los preceptos legales que considere erróneamente aplicados o inobser­
vados; precisará el fundamento o los fundamentos doctrinales y legales que sustenten
su pretensión, y expresará específicamente cuál es la aplicación que pretende.
5. El inciso uno del artículo 427 del Código Procesal Penal, establece que: “El recurso de
casación procede contra las sentencias definitivas, los autos de sobreseimiento, y los
autos que pongan fin al procedimiento, extingan la acción penal o la pena, expedidos
en apelación por las Salas Penales Superiores”, con las limitaciones previstas en los
incisos 2 y 3 de la citada norma procesal. Además, se tiene que dicho recurso de
casación no es de libre configuración sino, por el contrario, para que esta Suprema
Sala Penal pueda tener competencia funcional para casar alguna de las resoluciones
mencionadas, el caso concreto materia de análisis no debe presentar los presupuestos
de desestimación previstos en el artículo 428 del Código Procesal Penal.
6. De la revisión de los autos se advierte que la resolución materia de casación no se
encuentra entre las que la ley prevé como objeto de casación —auto que desaprueba
el acuerdo de terminación anticipada—; sin embargo, el inciso cuarto, del artículo
4, del Código Procesal Penal, establece de manera excepcional la procedencia del
recurso de casación respecto de resoluciones distintas a las contempladas en los
incisos 1 y 3, y a las limitaciones previstas en el inciso 2 de dicha norma. Indica que
su procedencia extraordinaria queda siempre condicionada a la discrecionalidad de
la Sala Suprema Penal, en tanto lo considere necesario para un mejor desarrollo
y uniformidad de la doctrina jurisprudencial; para cuyo efecto el impugnante debe
consignar adicional y puntualmente las razones que justifican el desarrollo de la
doctrina jurisprudencial que pretende —conforme con el inciso tercero, del artículo
430, del Código Procesal Penal— y corresponde a la sala de casación determinar
si existe en puridad un verdadero interés casacional.
7. El interés casacional es la relevancia del asunto propuesto al Tribunal de Casación
que trasciende al de las partes, y permite cumplir con las finalidades relacionadas
con el ius constitutionis. Es el “insumo” que hace posible el cumplimiento adecuado
de la función uniformadora de la jurisprudencia por parte del referido tribunal. En
consecuencia, la falta de interés casacional o relevancia impide cumplir eficazmente
con dicha finalidad. Este cumplimiento inadecuado se presenta por exceso o de­
fecto; en el primer caso, se manifiesta cuando se admiten casos irrelevantes que,
en lugar de favorecer, pueden impedir la formación de la doctrina jurisprudencial!;
en sentido contrario, por defecto, se presenta cuando se dejan fuera del ámbito del
recurso de casación casos significativos que pueden contribuir a la formación de la
doctrina jurisprudencial.
8. En este contexto, se aprecia que el encausado Juan Carlos Inciso Sotomayor funda­
mentó su recurso de casación (foja 158), para lo cual invocó el inciso 4 del artículo
427 del Código Procesal Penal, vinculado con las causales previstas en los incisos
tres (indebida aplicación, errónea interpretación o una falta de aplicación de la ley
penal o de otras normas jurídicas necesarias para su aplicación) y cuatro (falta o

1 Blasco Gasgó, Francisco de Paula, El interés casacional, Navarra: Arazandi, 2002, pp. 35-36.

INSTITUTO PACÍFICO 3
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

manifiesta ilogicidad de la motivación, cuando el vicio resulte de su propio tenor),


del artículo 429, del referido texto procesal. Así, alegó básicamente lo siguiente:
8.1. La sala, de manera ilógica, concluye que la declaración del encausado no
puede ser considerada para efectos de los alcances del artículo 170 del Código
Procesal Penal, pues esta se habría dado ante su internamiento en el estable­
cimiento penitenciario como consecuencia de la prisión preventiva dictada en
su contra. Es decir, la sala le da a dicha situación temporal —de haber estado
privado de su libertad— los efectos de una detención en flagrancia, donde
no existe confesión sincera; lo cual es errado, ya que los hechos han ocurrido
entre los años 2007 Y 2010, y el proceso de investigación se inició a finales
del 2014.
8.2. La sala, sin algún fundamento ha expresado que en la oportunidad en que
se dio la confesión, dicha admisión de cargos ya resultaba irrelevante, en
relación con los elementos probatorios incorporados en el proceso, como
son las conclusiones del análisis financiero que arrojaba contundentemente
el desbalance financiero.
8.3. El juzgado y la sala descartan reconocer el derecho al beneficio de reducción
de pena por confesión sincera, bajo el fundamento subjetivo de que las partes
han pretendido incorporar la confesión sincera con la finalidad de llegar a una
pena suspendida, cuando en realidad es un derecho que le corresponde al
encausado, de acuerdo con un adecuado análisis de los actuados.
8.4. Además, señalan erradamente y sin lógica que, para considerar una confesión
sincera, el recurrente debió aceptar y reconocer los cargos en su primera de­
claración prestada ante el despacho de la Fiscalía de la Nación; sin embargo,
no ha tomado en cuenta que el encausado, al momento de prestar dicha
declaración, no existían hechos concretos ni ciertos de imputación respecto
al delito de enriquecimiento ilícito, pues no se contaba aún con el resultado
del análisis contable financiero.
8.5. La sala fundamenta su decisión en un análisis y aplicación de lo previsto por
parte V 1
el artículo 57 del Código Penal, tomando en cuenta el texto vigente a la fe­
cha; no obstante, se debieron emplear las normas aplicables al momento de
sucedidos los hechos.
8.6. Asimismo, indica su interés casacional para desarrollo de doctrina jurisprudencial,
para lo cual señala que se debe fijar como doctrina jurisprudencial lo siguiente:
8.6.1. Los parámetros objetivos del valor probatorio de la figura de la confe­
sión sincera, conforme con lo establecido por el artículo 160 del Có­
digo Procesal Penal, en caso de aceptación de cargos de un imputado
privado de su libertad, fuera de los casos de flagrancia.
8.6.2. Los parámetros objetivos, aplicación y efectos de la figura de la con­
fesión sincera, conforme a lo establecido en el artículo ciento sesenta
y uno del Código Procesal Penal, en el caso de aceptación de cargos
de un imputado privado de libertad, fuera de los casos de flagrancia.
8.6.3. La aplicación de los efectos de la confesión sincera, con su efecto de
reducción de un tercio de la pena, cuando un imputado reconoce los
cargos estando detenido fuera del caso de la situación de flagrancia.

312 PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

9. De la revisión de los actuados, este colegiado supremo advierte que en la susten­


tación de su recurso de apelación (foja 116), el encausado argumentó, en esencia,
los mismos fundamentos que ahora refiere en instancia de casación, pese a que
estos ya fueron respondidos por la sala superior en la resolución de vista; y, por el
contrario, no brindó mayores o distintos argumentos a los inicialmente señalados,
más que agregar las causales (incisos 3 y 4 del artículo 429 del Código Procesal
Penal), por las que interpone el recurso de casación, así como los puntos en que
pretende que se desarrolle doctrina jurisprudencial.
10. Asimismo, respecto al desarrollo de doctrina jurisprudencial se verifica que el
recurrente plantea temas que no revisten un verdadero interés casacional por
parte de esta suprema corte y, por lo tanto, que ameriten desarrollar doctrina
jurisprudencial en temas que, incluso, ya han sido esclarecidos, tanto doctrinaria
como jurisprudencialmente. Por tales motivos, se debe rechazar el recurso presen­
tado y dejar sin efecto la resolución que concedió la presente casación.
11. Finalmente, de conformidad con los numerales uno y tres, del artículo 497, del Có­
digo Procesal Penal, se deberán imponer las costas correspondientes al recurrente,
al haberse rechazado su recurso, cuya liquidación corresponde al Juzgado de In­
vestigación Preparatoria respectivo, conforme lo establece la foja 506 del Código
Procesal Penal.

DECISIÓN

Por estos fundamentos:


I. Declararon nulo el auto concesorio del 20 de agosto del 2018 (folio 172); e inad­
misible el recurso de casación interpuesto por el encausado Juan Carlos Enciso
Sotomayor contra el auto de vista del 6 de julio del 2018 (foja 150), que confirmó el
auto del 9 de octubre del 2017 (foja 107), que desaprobó el acuerdo de terminación
anticipada celebrado por el representante del Ministerio Público con el mencionado
imputado por la presunta comisión del delito contra la Administración pública, en su
modalidad de delitos cometidos por funcionarios públicos, subtipo enriquecimiento
ilícito en perjuicio del Estado.
II. Condenaron a Juan Carlos Inciso Sotomayor al pago de las costas del recurso al
recurrente; en consecuencia, dispusieron que el juez penal competente cumpla con
su liquidación y exigencia de pago.
III. Mandaron que se devuelvan los actuados al tribunal de origen para los fines per­
tinentes. Hágase saber a las partes apersonadas en esta Suprema Instancia y se
archive el cuadernillo.
Intervino el juez supremo Castañeda Espinoza, por licencia del juez supremo Prado
Saldarriaga.
S. S.
BARRIOS ALVARADO
QUINTANILLA CHACÓN
CASTAÑEDA ESPINOZA
CASTAÑEDA OTSU
PACHECO HUANCAS

INSTITUTO PACÍFICO 313


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA


SALA PENAL PERMANENTE

RECURSO DE CASACIÓN N.° 10-2019


LAMBAYEQUE

Recurso de casación: excepcional


El tema propuesto por el casacionista no contiene
un especial interés casacional en su desarrollo,
pues no presentó una postura a evaluarse (sino que
se desprende del cumplimiento de la garantía de la
debida motivación de las resoluciones judiciales).
Además, no cumplió con indicar ni fundamentar
causal alguna de procedencia de su recurso. Por
ende, se procederá a declarar su inadmisibilidad.

Lima, 5 de julio del 2019


Autos y vistos: el recurso de casación interpuesto por la defensa del procesado Loimer
García Becerra contra la sentencia de vista del 20 de noviembre del 2018 (foja 129), que
confirmó la sentencia de primera instancia del 29 de agosto del 2018 (foja 55), que lo
condenó como autor del delito contra la Administración pública-cohecho pasivo impropio,
en perjuicio del Estado, a 5 años de pena privativa de libertad, inhabilitación conforme
al inciso 2 del artículo 36 del Código Penal, determinó el pago de 365 días multa y fijó
la reparación civil en S/ 4 000 (cuatro mil soles).
Intervino como ponente el señor juez supremo Príncipe Trujillo.

CONSIDERANDO
1. Previamente, se verificó que se cumplió con el trámite de traslados respectivos a los
PAI
sujetos procesales apersonados en esta instancia; así como el plazo, forma y lugar
para interponer el presente recurso.
El encausado Loimer García Becerra recurrió una sentencia definitiva expedida en
apelación por la Segunda Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justi­
cia de Lambayeque, que confirmó la sentencia condenatoria emitida en su contra
por el Décimo Juzgado Penal Unipersonal Especializado en Delitos de Corrupción
de Funcionarios de Lambayeque, como autor del delito de cohecho pasivo propio
—previsto en el artículo 394, segundo párrafo, del Código Penal—.
Ya que este ilícito no sobrepasa la gravedad de la pena prevista para encontrarse den­
tro de la causal de procedencia ordinaria, la defensa planteó el acceso excepcional
del recurso de casación, contenido en el artículo 427, inciso 4, del Código Procesal
Penal, a fin de que este colegiado supremo desarrolle doctrina jurisprudencial.
2. Es pertinente recordar que, según dispone el artículo 430, inciso 3, del código
aludido, la admisión de recursos de casación mediante la causal excepcional re­
sulta discrecional por parte de este Tribunal Supremo, y requiere que el recurrente
consigne adicional y puntualmente las razones que justifiquen el desarrollo de la

PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


314
JURISPRUDENCIA RELEVANTE

doctrina jurisprudencial que pretende, además de señalar y justificar la causal que


corresponda, conforme al artículo 429 del Código Procesal Penal.
3. El procesado García Becerra, en el presente recurso (foja 144), solicitó que esta Corte
Suprema establezca la obligación del juzgador de motivar los actos de ejecución y
consumación del cohecho pasivo impropio como delito de mera actividad.
Indicó que, en su caso, solo se motivó el momento posterior a la consumación del
delito (en relación con la intervención policial), mas no la solicitud ilícita de la en­
trega de dinero (mediante una llamada telefónica realizada un día anterior a dicha
intervención), con la que se configuró el delito imputado.
4. Sin embargo, de la revisión minuciosa de su recurso se verificó que el casacionista
no cumplió con la exigencia legal señalar ni fundamentar las causales de interposi­
ción del recurso previstas en el artículo 429 del Código Procesal Penal, lo que —en
principio— ya constituye un causal de desestimación de su recurso.
5. Además, se debe indicar que al invocar la causal excepcional de procedencia del
recurso de casación se deben desarrollar los alcances interpretativos de alguna
disposición, la unificación de posiciones disímiles de la corte o el pronunciamiento
sobre un punto concreto que jurisprudencialmente no fue desarrollado en forma
suficiente, con el fin de enriquecer dicho tema con nuevas perspectivas fácticas y
jurídicas (actualización de la doctrina); además de expresar incidencia favorable
de la pretensión doctrinaria frente al caso y la ayuda que prestaría a la actividad
judicial actual.
Estas propuestas de desarrollo deben vincularse con el contenido del caso concreto
y las causales de interposición del recurso.
6. En tal sentido, no se desprende del presente recurso que la defensa hubiera pre­
sentado una propuesta de valoración específica sobre la interpretación de algún
elemento típico del delito previsto en el artículo 394, segundo párrafo, del Código
Penal —cohecho pasivo impropio—.
Más bien su propuesta de desarrollo jurisprudencial se refiere a un aspecto trasversal
de la actividad jurisdiccional relacionado a la debida motivación de las resolucio­
nes —qUe no contiene, por sí misma, mayor interés casacional— y que, en el caso
concreto, tampoco relacionó con alguna causal de procedencia del recurso —lo
que limita el análisis—.
7. Los argumentos del casacionista se dirigen específicamente a cuestionar la probanza
del delito imputado, a pesar de que —se verific----- tanto en la sentencia de primera
. instancia como en la de vista se expusieron debidamente los fundamentos para con­
siderar acreditada la materialidad del ilícito y se analizó la sindicación del agraviado
como único testigo de los hechos —de donde se desprende que, efectivamente, la
valoración de la configuración del delito se realizó en atención a la solicitud ilícita
de dinero por un funcionario público—.
Por tanto, al no verificarse interés casacional en el tema propuesto por la defensa
del encausado Loimer García Becerra, y por no alegarse ni fundamentarse alguna
causal de procedencia del recurso, este será declarado inadmisible.
8. Finalmente, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 504, inciso 2, del Código
Procesal Penal, corresponde imponer al recurrente el pago de las costas procesales,

INSTITUTO PACÍFICO 315


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

que deberá ejecutar el juez de investigación preparatoria pertinente, de conformidad


con el artículo 506 del aludido código.

DECISIÓN
Por estas razones, los jueces integrantes de la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema
de Justicia de la República:
I. Declararon nulo el auto concesorio contenido en la Resolución N.° 13, del 11 de
diciembre del 2018 (foja 159), e inadmisible el recurso de casación presentado por
la defensa del procesado Loimer García Becerra contra la sentencia de vista del 20
de noviembre del 2018 (foja 129), que confirmó la sentencia de primera instancia
del 29 de agosto del 2018 (foja 55), que lo condenó como autor del delito contra
la Administración pública-cohecho pasivo impropio, en perjuicio del Estado, a 5
años de pena privativa de libertad, inhabilitación conforme al inciso 2 del artículo
36 del Código Penal, determinó el pago de 365 días multa y fijó la reparación civil
en S/ 4 000 (cuatro mil soles).
II. Condenaron ai recurrente al pago de las costas del recurso desestimado de plano
y ordenaron su ejecución al juez de investigación preparatoria competente.
III. Dispusieron que se transcriba la presente ejecutoria al Tribunal Superior. Hágase
saber a las partes procesales apersonadas en esta Sede Suprema.
Intervinieron los señores jueces supremos Castañeda Espinoza y Pacheco Huancas por
periodo vacacional de los señores jueces supremos San Martín Castro y Figueroa Nava­
rro, respectivamente.
S. S.
PRÍNCIPE TRUJILLO
CASTAÑEDA ESPINOZA
SEQUEIROS VARGAS
PACHECO HUANCAS
PARTE V I CHÁVEZ MELLA

316 PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA


SALA PENAL PERMANENTE
RECURSO DE CASACIÓN 1964-2018
SALA PENAL NACIONAL

Inadmisible el recurso de casación


En el presente caso no se aprecia que el recurso de
casación tenga contenido casacional, pues sobre la
invocación de indebida aplicación del artículo 274
del Código Procesal Penal, así como la vulneración
de la debida motivación de la resolución judicial, no
se estima afectación a dichos agravios. El auto de
vista cuestionado esta debidamente sustentado y
el presente recurso de casación debe desestimarse.

Lima, 14 de junio del 2019


Autos y vistos: el recurso de casación interpuesto por la defensa técnica del procesado
Jorge Isaacs Acurio Tito, contra el auto de vista, del 29 de noviembre del 2018 (foja 713),
que confirmó la resolución de primera instancia, del 13 de noviembre del 2018 (foja
623), que declaró fundado el requerimiento de prolongación de la prisión preventiva
contra el aludido recurrente por el plazo de diez meses, en el proceso que se le sigue
por la presunta comisión de los delitos de tráfico de influencias y lavado de activos, en
agravio del Estado.
Intervino como ponente la señora jueza suprema Chávez Mella.

CONSIDERANDO

I. Fundamentos del recurrente


Primero. La defensa técnica del acusado Acurio Tito fundamentó su recurso de casación
excepcional (foja 720), invocando el inciso 4 del artículo 427 del Código Procesal Penal,
que vinculó con las causales establecidas en los numerales 3 y 4 del artículo 429 del acotado
código adjetivo, bajo los siguientes presupuestos tácticos:
a) Se transgredió su derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales, el
colegiado superior no realizó una exposición racional que permita inferir el motivo
de prolongar la prisión preventiva dictada en su contra.
b) La Sala Penal Superior, erróneamente, aplicó el inciso 1 del artículo 274 del Código
Procesal Penal, debido a que el referido precepto legal establece que la prolonga­
ción de la prisión preventiva procederá cuando: “Concurran circunstancias que
importen una especial dificultad o prolongación de la investigación o del proceso”;
no se aprecia esa especial dificultad.
c) El colegiado superior no aplicó idóneamente el Acuerdo Plenario N.° 1-2017/CIJ-
116, en el extremo que la prolongación de la prisión preventiva no procede cuando
el proceso penal quedó paralizado sin causa de justificación alguna que legitime y
sin que pueda atribuirse a la defensa una conducta obstruccionista dolosa o negli­

INSTITUTO PACÍFICO 317


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

gente. La no realización de las diligencias es producto de la falta de respuesta de


otras entidades distintas a la Fiscalía.
d) Propone a la suprema corte desarrollar doctrina jurisprudencial, referente:
En los casos que se encuentren pendientes las respuestas de otras entidades, se
puede catalogar de especial dificultad la demora de dicha respuesta si es que la
solicitud fiscal, que le dio origen, no se realiza con la diligencia debida, sino a punto
de terminar el plazo.

II. El recurso de casación


Segundo. La doctrina define el recurso de casación como recurso extraordinario y limitado
porque su procedencia debe ser verificada por las causales taxativamente previstas en la
ley, cuyo ámbito de aplicación comprende la correcta aplicación del derecho material, la
observancia de las normas del debido proceso y, sobre todo, la producción de doctrina
jurisprudencial que unifique los criterios de los tribunales de justicia; por ello, su interposi­
ción y admisión están sujetos a lo señalado en el artículo 430 del Código Procesal Penal,
pues corresponde a este Supremo Tribunal decidir si el auto concesorio del recurso de
casación se encuentra válidamente concedido; y, por tanto, evaluar el cumplimiento de
los requisitos de forma para, posteriormente, proceder a conocer el fondo del recurso.
Tercero. La admisibilidad del recurso de casación se rige por lo previsto en el artículo
428 del Código Procesal Penal y normas concordantes, cuyos requisitos deben cumplirse
acabadamente para que se declare bien concedido. Los presupuestos objetivos para la
admisibilidad del recurso de casación están señalados en el artículo 427, y las causales
para interponerlo, en el numeral 429 del mismo código.
Cuarto. El artículo 427, inciso 4, del Código Procesal Penal establece de manera excep­
cional la procedencia del recurso de casación, respecto de resoluciones distintas a las
contempladas en los incisos 1 y 3 de la norma antes mencionada; y a las limitaciones
previstas en el inciso 2 de dicha norma, e indica que su procedencia extraordinaria queda
siempre condicionada a la discrecionalidad de la Sala Suprema Penal, en tanto lo con­
PARTE sidere necesario para un mejor desarrollo y uniformidad de la doctrina jurisprudencial.
Con tal objeto, el impugnante debe consignar adicional y puntualmente las razones que
justifiquen el desarrollo de la doctrina jurisprudencial que p> etende —de acuerdo con el
artículo 430, inciso 3, del Código Procesal Penal—, y corresponde a la sala de casación
determinar si, en puridad, existe un verdadero interés casacional.

III. Análisis del caso concreto


Quinto. En el presente caso se debe precisar que el artículo 427 del Código Procesal
Penal, en su primer numeral, establece que el recurso de casación procede contra:
Las sentencias definitivas, los autos de sobreseimiento, y los autos que pongan fin al pro­
cedimiento, extingan la acción penal o la pena o denieguen la extinción, conmutación,
reserva o suspensión de la pena, expedidos en apelación por las Salas Penales Superiores,
advirtiéndose que la resolución cuestionada —auto de vista que confirmó la Resolución
N.° 2, del 13 de noviembre del 2018, que declaró fundado el requerimiento de la prolon­
gación de prisión preventiva— no esta prevista como recurrible, vía recurso de casación
ordinaria, al no poner fin a la instancia, requisito exigido en el inciso 1 del artículo 427
del Código Procesal Penal.

PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


318
JURISPRUDENCIA RELEVANTE

Sexto. Ahora bien, el planteamiento del recurso de casación excepcional debe ser conforme
a las exigencias del artículo 430, apartado 3, del Código Procesal Penal, el cual prevé,
como presupuesto procesal formal, que se precisen las razones específicas necesarias para
sostener el acceso excepcional al recurso de casación, las cuales, por lo demás, deben estar
dirigidas a un ámbito de carácter general, vinculado a una infracción normativa —que
trascienda el caso concreto y se proyecte a la generalidad (ius constitutionis)—; asimismo,
deben guardar coherencia con los motivos de casación planteados.
Séptimo. En el presente caso, el planteamiento excepcional incide en la afectación del
derecho a la debida motivación; así, el Acuerdo Plenario Extraordinario N.° 1-2017/CIJ-
1161 —en el fundamento jurídico 17— estableció que a la Corte Suprema —si decide
excepcionalmente examinar en casación una resolución de esta naturaleza— solo le
corresponde controlar que la justificación de la restricción misma, articulada a través de
la correspondiente motivación, se lleve a cabo ponderando los derechos e intereses en
conflicto y resolviendo de forma acorde con los fines legítimos que permiten justificar la
limitación coercitiva de la libertad personal. En esa línea, corresponde determinar si la
resolución cuestionada mediante el presente recurso incurre en indebida motivación de
los argumentos que sustentan la prolongación de la prisión preventiva.
Octavo. La resolución cuestionada se ajusta a derecho, toda vez que el ad quem, para
declarar fundada la prolongación de la prisión preventiva, consideró los presupuestos
materiales y formales; con relación al primero: a) se estableció como circunstancia, que
importa como una especial dificultad o prolongación de la investigación o del proceso,
que se sustentó en una serie de datos objetivos presentados e invocados por el titular de
la acción penal; b) se corroboró la actitud sospechosa del inculpado, quien busca obstruir
el curso de la investigación; y, c) el plazo fijado en prolongación no supera los 12 meses
adicionales2, dado que al impugnante se le impusieron diez meses; respecto al segundo,
i) el representante del Ministerio Público presentó el requerimiento de la prolongación
de la prisión preventiva antes del vencimiento del plazo inicial; ii) la audiencia ante el
juez de la investigación preparatoria se realizó dentro del tercer día del requerimiento y
fue con la asistencia del fiscal, el casacionista y su abogado defensor; y, iii) la Resolu­
ción N.° 2, del 13 de noviembre del 2018, que declaró fundado el requerimiento de la
prolongación de la prisión preventiva, fue dictada el mismo día de la audiencia. En ese
sentido, el colegiado superior cumplió debidamente con las reglas fijadas en el Acuerdo
Plenario Extraordinario N.° 1-2017/CIJ-116 —véase el fundamento jurídico 15— y, en
efecto, se aplicó idóneamente el inciso 1 del artículo 274 del Código Procesal Penal. Por
tales consideraciones, el recurso interpuesto debe ser declarado inadmisible.

IV. ' Costas


Noveno. El artículo 504, inciso 2, del Código Procesal Penal establece que las costas serán
pagadas por quien interpuso un recurso sin éxito. Las costas se imponen conforme al
apartado 2 del artículo 497 del aludido código, y no existen motivos para su exoneración.

1 Realizado el 13 de octubre del 2017.


2' Debe acotarse que el artículo 272 del Código Procesal Penal, relativo a la duración de la prisión pre­
ventiva, fue modificado por última vez mediante el Decreto Legislativo N.° 1307, del 30 de diciembre
del 2016. Se establecieron los nuevos plazos de prolongación de la prisión preventiva, entre ellos, en
los procesos de criminalidad organizada, no durará más de 12 meses adicionales.

INSTITUTO PACÍFICO 319


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

DECISIÓN
Por estas consideraciones, los jueces supremos integrantes de la Sala Penal Permanente
de la Corte Suprema de Justicia de la República:
I. Declararon nulo el concesorio del 19 de diciembre del 2018 (foja 856) e inadmisible
el recurso de casación interpuesto por la defensa técnica del procesado Jorge Isaacs
. Acurio Tito, contra el auto de vista, del 29 de noviembre del 2018 (foja 713), que
confirmó la resolución de primera instancia, del 13 de noviembre del 2018 (foja
623), que declaró fundado el requerimiento de prolongación de la prisión preven­
tiva contra el aludido recurrente por el plazo de diez meses, en el proceso que se le
sigue por la presunta comisión de los delitos de tráfico de influencias y lavado de
activos, en agravio del Estado.
II. Impusieron al recurrente el pago de las costas por la tramitación del recurso, que
será exigido por el juez de la investigación preparatoria, conforme al artículo 506
del Código Procesal Penal.
III. Mandaron que la presente ejecutoria se notifique a las partes.
IV. Ordenaron que se devuelvan los actuados al Tribunal Superior de origen. Hágase
saber y archívese.
Intervino el señor juez supremo Castañeda Espinoza por licencia del señor juez supremo
Figueroa Navarro.
S. S.
SAN MARTÍN CASTRO
PRÍNCIPE TRUJILLO
CASTAÑEDA ESPINOZA
SEQUEIROS VARGAS
CHÁVEZ MELLA

320 PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA


SALA PENAL PERMANENTE
RECURSO DE CASACIÓN N.° 1074-2018
PUNO

Falta de motivación
La motivación de la sentencia de vista no es
completa. No realizó un análisis integral de la
imputación, esto es, la conducta de solicitar S/ 50
(cincuenta soles) para incrementar la incapacidad
médico legal de un usuario del servicio de medicina
legal. Por el contrario, el pronunciamiento evaluado
contiene suposiciones que no se debatieron en
primera instancia, y en ellas se desliza la posibilidad
de configuración del tipo penal que imputó el
Ministerio Público, sin una fundamentacióh debida
de su desestimación. Esto constituye una decisión
que debe ser revocada y, con reenvío, ordenarse a
otro Colegiado Superior la emisión de un nuevo
pronunciamiento, en el que se tengan en cuenta los
límites de valoración probatoria establecidos en el
inciso 2 del artículo 425 del nuevo Código Procesal
Penal, conforme a los términos de la Sentencia de
Casación N.° 208-2018/Amazonas y considerando
la clandestinidad y el contexto en el que se cometen
este tipo de conductas.

SENTENCIA DE CASACIÓN

Lima, 7 de octubre del 2019


Vistos: en audiencia pública, el recurso de casación, por defecto de motivación, interpuesto
por la señora fiscal representante de la Segunda Fiscalía Superior Penal de Puno y por
la señora abogada de la Procuraduría Pública Anticorrupción Descentralizada de Puno
contra la sentencia de vista emitida el 20 de junio del 2018 por los señores jueces de la
Sala Penal de Apelaciones de la Provincia de Puno de la Corte Superior de Justicia de
Puno, que: i) revocó la sentencia de primera instancia, que condenó a Ulises Papillon
Mejía Rodríguez como autor del delito contra la Administración pública-cohecho pasivo
específico en perjuicio del Estado; y, reformándola, ii) lo absolvió por el delito y el agra­
viado antes indicados, y dispuso el archivo de la causa.
Intervino como ponente el señor juez supremo Sequeiros Vargas.
Fundamentos de hecho
Primero. Fundamentos de la impugnación

INSTITUTO PACÍFICO 32
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

El auto de calificación emitido el 5 de diciembre del 20181 da cuenta de que el recurso


fue concedido por el motivo previsto en el inciso 4 del artículo 429 del Nuevo Código
Procesal Penal —en adelante, nuevo Código Procesal Penal—.
Los impugnantes —tanto el titular de la acción penal como la parte civil— cuestionan
que la sentencia de vista infringió el deber de motivación, dado que la revocación de
la condena no valoró en su integridad los hechos y medios de prueba que se actuaron
en primera instancia sobre la solicitud de dinero y la entrega de un libro de especia­
lidad a un usuario del servicio de medicina legal a cambio de favorecerlo, y se limitó
únicamente a una descripción del resultado inscrito en el certificado médico, lo cual
se correspondería con los efectos del hecho que previamente denunciaba al peritado
Miguel Cortez Mamani, con lo que se configuró el motivo casacional previsto en el
inciso 4 del artículo 429 del nuevo Código Procesal Penal.
Segundo. Imputación fáctica y origen de la responsabilidad
Se imputa a Ulises Papillon Mejía Rodríguez que, en su condición de médico legista,
evaluó a Miguel Cortez Mamani a efectos de certificar su estado de salud. Al evaluarlo,
el médico citado indicó a! peritado que no tenía nada y Cortez Mamani le refirió que
vomitaba sangre por la agresión que había padecido y, como consecuencia de ello,
perdería un diente. Luego, el médico sacó de su escritorio un libro —de su autoría
y la de otros, titulado Tanatología forense y sus implicancias médico legales en el
Perú—, que puso sobre la mesa y le solicitó a Cortez Mamani que lo apoyase con S/
50 (cincuenta soles) y, a cambio de ello, le aumentaría dos puntos en su certificado
médico legal, dado que solo tenía ocho.
A partir de tal pedido, Cortez Mamani requirió a su pareja, Susana Montalico de Chara,
la referida suma de dinero, que fue entregada al ahora procesado.
Tercero. Itinerario del proceso
3.1. El 16 de enero de 2017 el señor fiscal provincial representante del segundo despa­
cho de investigación de la Fiscalía Provincial Penal Corporativa Anticorrupción de
PARTE V 1 Puno formuló requerimiento de acusación contra Ulises Papillon Mejía Rodríguez
por la presunta comisión del delito contra la administración de justicia-cohecho
pasivo específico y, en consecuencia, solicitó que: i) se le impongan nueve años y
dos meses de pena privativa de libertad, ii) trescientos sesenta y cinco días multa,
iii) inhabilitación conforme a los incisos 1 y 2 del artículo 36 del Código Penal por
el mismo periodo de la pena solicitada y iv) que se fije en S/ 5 000 (cinco mil soles)
el monto de pago por concepto de reparación civil.
3.2. Superada la etapa intermedia y luego del juicio oral de primera instancia, el 19
de diciembre del 2017, los jueces que integraron el Juzgado Penal Colegiado de
la Corte de Puno declararon la responsabilidad del entonces acusado por el delito
y el agraviado estipulados en la acusación, e impusieron la pena de ocho años
de privación de la libertad, establecieron trescientos sesenta y cinco días multa —
equivalentes a S/ 12 166 (doce mil ciento sesenta y seis soles)—, lo inhabilitaron
conforme a los incisos 1 y 2 del artículo 36 del Código Penal por un periodo de
ocho años y fijaron en S/ 3000 (tres mil soles) el monto de pago por concepto de
reparación a favor del Estado.

1 Folios 54 a 58 del cuaderno de casación.

322 PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

3.3. Inconformes con tal planteamiento, tanto Ulises Papillon Mejía Rodríguez como el
representante del Ministerio Público interpusieron recursos de apelación —el prime­
ro cuestionó en su integridad la condena y sus consecuencias impuestas, mientras
que el fiscal cuestionó únicamente el extremo referido a la pena impuesta—, que
determinaron el avocamiento de los jueces de la Sala Penal de Apelaciones en
adición Sala Penal Liquidadora de la Provincia de Puno, quienes pronunciaron la
sentencia de vista del 20 de junio del 2018, en la que revocaron en su integridad
la sentencia de primera instancia y absolvieron a Mejía Rodríguez de la imputación
por el delito y el agraviado materia de acusación.
3.4. Contra lo determinado en segunda instancia, los titulares de la acción penal y
civil interpusieron sendos recursos de casación, que fueron admitidos por la Sala
Superior; asimismo, a nivel de la Corte Suprema, conforme dio cuenta el auto de
calificación del 5 de diciembre del 2018.
3.5. Tras la admisión, se concedió a las partes la oportunidad para presentar alegatos
ampliatorios; empero, ninguna los formuló. En cumplimiento de lo establecido en
el inciso 1 del artículo 431 del nuevo Código Procesal Penal, se señaló como fecha
para la audiencia de casación el once de septiembre pasado, y en ella intervinieron
la señora representante del Ministerio Público, el representante de la parte civil y
la señora abogada del imputado. Culminada dicha audiencia, se produjo la deli­
beración de la causa en sesión privada. Tras la votación respectiva y al obtener el
número de votos necesarios, este Colegiado Supremo acordó pronunciar la presente
sentencia de casación, cuya lectura se dará en audiencia pública, en la fecha.
Fundamentos de derecho
Primero. Respecto al quebrantamiento de precepto material
1.1. El inciso 4 del artículo 429 del nuevo Código Procesal Penal prevé el siguiente motivo
casacional: “Si la sentencia o auto ha expedido con falta o manifiesta ilogicidad de
la motivación, cuando el vicio resulte de su propio tenor”.
1.2. La estructura del mencionado precepto prevé cuatro supuestos:
- Si la sentencia ha sido expedida con falta de motivación, cuando el vicio resulte
de su propio tenor.
- Si la sentencia ha sido expedida con manifiesta ilogicidad de la motivación,
cuando el vicio resulte de su propio tenor.
- Si el auto ha sido expedido con falta de motivación, cuando el vicio resulte
de su propio tenor.
- Si el auto ha sido expedido con manifiesta ilogicidad de la motivación, cuando
el vicio resulte de su propio tenor
1.3. Los impugnantes denunciaron que la sentencia de vista incurrió en una evidente
falta de motivación.
1.4. En juicio oral, esencialmente se acreditó que:
I. Miguel Cortez Mamani acudió al servicio de medicina legal para ser evaluado en
el marco de una denuncia que formuló contra Basilio Gonzalo Chambilla y otros,
conforme dio cuenta el Oficio N ° 230-2015-DIRNAOP/FRENPOL-P/CMDCIA-RI/
CIA-POMATA.

INSTITUTO PACÍFICO 323


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

I. Cortez Mamani no tenía estudios de medicina o carreras afines para poseer el libro
de la autoría del médico legista Mejía Rodríguez.
III. El procesado reconoció haber examinado a Cortez Mamani y, luego de ello, pres­
cribió a su favor tres días de atención facultativa por diez de incapacidad médico
legal.
1.5. A partir de lo mencionado, y evaluada la sentencia de vista, se aprecia que los
motivos empleados para la absolución se obtuvieron luego del análisis de indicios
que, a juicio de la Sala Superior, no fueron suficientes para acreditar que el pro­
cesado solicitó a un usuario del servicio médico legal la suma de S/ 50 (cincuenta
soles) para aumentarle dos días de incapacidad médico legal. Para ello, valoraron
las conclusiones del Informe Técnico N.° 08-2016-OGC-IML-TKCP/ARAG, que
dieron cuenta de que los diez días que prescribió Mejía Rodríguez a favor de Cortez
Mamani se corresponden con el Manual de Protocolos de Procedimientos Médicos
Legales SE-TP-CEMP y, por tanto, no habría una situación irregular.
1.6. Sin embargo, el análisis que efectuó la Sala Superior no consideró las declaraciones
que brindaron Miguel Cortez Mamani y Susana Montalico de Chara respecto a la
solicitud que habría efectuado el ahora procesado. Obviando ello, la sentencia de
vista únicamente se basó en la conformidad técnica de la descripción del descanso
médico, cuando en realidad Cortez Mamani denunció que el médico le había soli­
citado dinero para sumarle dos puntos —en referencia a los días de descanso—. No
esta en cuestionamiento la correspondencia de las conclusiones que el médico legista
ahora procesado prescribió, dado que ello constituye una circunstancia posdelictiva
no relevante para determinar la configuración típica del cohecho pasivo específico,
tanto más si este tipo penal permite su configuración cuando no se vulneran los
deberes propios del cargo.
1.7. La aseveración probatoria de la sala llevaría al error de afirmar que, en aquellos
casos en los que la obligación del funcionario o servidor público se cumplió con
normalidad, no existiría un supuesto de cohecho, puesto que se puede corromper
'ARTE
a un funcionario para cumplir o incumplir un deber.
1.8. El Tribunal Superior, sobre la base de lo actuado en primera instancia, no analizó
lógicamente la vinculación de Cortez Mamani con la posesión del libro Tanatología
forense y sus implicancias médico legales en el Perú, de autoría del imputado, pues
este no tiene formación médica ni afines. La sentencia de vista no fundamenta si la
imputación que realizó Cortez Mamani contra el ahora procesado obedece a móviles
espurios, ya que faltaría expresar conclusiones en este extremo para desestimar la
versión incriminatoria.
1.9. En tal sentido, se aprecia que la motivación de la sentencia de vista no es completa.
No efectuó un análisis integral de la imputación, esto es, la conducta de solicitar S/
50 (cincuenta soles) para incrementar la incapacidad médico legal de un usuario del
servicio de medicina legal. Por el contrario, el pronunciamiento evaluado contiene
suposiciones que no se debatieron en primera instancia, y en ellas se desliza la po­
sibilidad de configuración del tipo penal que imputó el Ministerio Público, sin una
fundamentación debida de su desestimación. Ello constituye una decisión que debe
ser revocada y, con reenvío, ordenar a un nuevo Colegiado de la Corte de Puno
que emita un nuevo pronunciamiento, en el que se tengan en cuenta los límites de

324 PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

valoración probatoria establecidos en el inciso 2 del artículo 425 del nuevo Código
Procesal Penal —La Sala Penal Superior no puede otorgar diferente valor probatorio
a la prueba personal que fue objeto de inmediación por el juez de primera instancia,
salvo que su valor probatorio sea cuestionado por una prueba actuada en segunda
instancia—, conforme a los términos de la Sentencia de Casación N.° 208-2018/
Amazonas y considerando la clandestinidad y el contexto en el que se cometen este
tipo de conductas.

DECISIÓN
Por estos fundamentos, los jueces integrantes de la Sala Penal Permanente de la Corte
Suprema de Justicia de la República:
I. Declararon fundado el recurso de casación, por defecto de motivación, interpuesto
por la señora fiscal representante de la Segunda Fiscalía Superior Penal de Puno y
por la señora abogada de la Procuraduría Pública Anticorrupción Descentralizada
de Puno; en consecuencia, declararon nula la sentencia de vista emitida el 20 de
junio del 2018 por los señores jueces de la Sala Penal de Apelaciones de la Provincia
de Puno de la Corte Superior de Justicia de Puno, que: i) revocó la sentencia de
primera instancia, que condenó a Ulises Papillon Mejía Rodríguez como autor del
delito contra la Administración pública-cohecho pasivo específico en perjuicio del
Estado; y, reformándola, ii) lo absolvió por el delito y el agraviado antes indicados,
y dispuso el archivo de la causa; y, con reenvío, ordenaron que una nueva Sala
Superior realice una audiencia de apelación para emitir una nueva sentencia de
vista.
II. Dispusieron que la presente sentencia casatoria se lea en audiencia pública y, acto
seguido, se notifique a todas las partes personadas en esta Sede Suprema.
III. Mandaron que, cumplidos estos trámites, se devuelva el proceso al órgano jurisdic­
cional de origen y se archive el cuadernillo de casación en esta Corte Suprema.
Intervino el señor juez supremo Castañeda Espinoza por periodo vacacional del señor r PARTE V
juez supremo Príncipe Trujillo.
S. S.
SAN MARTÍN CASTRO
FIGUEROA NAVARRO
CASTAÑEDA ESPINOZA
SEQUEIROS VARGAS
CHÁVEZ MELLA

INSTITUTO PACÍFICO 325


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA


SALA PENAL PERMANENTE
Recurso de Nulidad N.° 708-2019/Lima Sur
Ponente: Cesar San Martín Castro

Absolución ante duda razonable


Sumilla. La negativa del imputado no tiene
prueba sólida en contrario. La afirmación del
mecánico, afectado por la acción policial, no ha
sido confirmada por un elemento objetivo externo,
aun cuando periférico, que le de consistencia o
verosimilitud. En estas condiciones, la prueba de
cargo es insuficiente, por lo que es de aplicación
la regla de juicio que exige un estándar de una
convicción más allá de toda duda razonable. El
relato del imputado no ha podido ser enervado.

Lima, 4 de diciembre del 2019


Vistos: el recurso de nulidad interpuesto por el encausado Martín Ramiro Miranda Rubio
contra la sentencia de fojas 442, de 24 de enero del 2019, que lo condenó como autor
del delito de cohecho pasivo propio en agravio del Estado a seis años de pena privativa
de libertad y seis años de inhabilitación, así como al pago de dos mil soles por concepto
de reparación civil; con lo demás que al respecto contiene.
Ha sido ponente el señor San Martín Castro.

FUNDAMENTOS

PARTE V
1. De la pretensión impugnativa del imputado
Primero. Que el encausado Miranda Rubio en su escrito de recurso de nulidad formali­
zado de fojas 460, de 6 de febrero del 2019, instó la absolución de los cargos. Alegó que
en la acusación y sentencia medió contradicción al relatar los hechos; que no se valoró
las contradicciones del testigo Mamani Cutipa respecto a la exigencia de dinero para
evitar las multas y respecto a la conducción del vehículo intervenido a la Comisaría; que
no se valoró el Informe N.° 023-2015, en el que consta que existió autorización para la
realización del operativo retén 2009; que no se examinaron sus descargos.

2. De los hechos objeto del proceso penal


Segundo. Que la sentencia de instancia declaró probado que el día 7 de octubre del 2009,
como a las 16:30 horas, el encausado Miranda Rubio, Capitán PNP de la Comisaría
de Pamplona II, intervino a Efraín Calixto Mamani Cutipa en las afueras de su taller de
mecánica, ubicado en la manzana B-ll, lote 14, en Prolongación Avenida San Juan
de Miraflores, a la altura del paradero Veinticuatro. El citado Mamani Cutipa retiró el
vehículo de placa de rodaje OG-5500, marca Nissan, de propiedad de Gilberto Arellano
Cornejo, que le había entregado para su reparación. Es del caso que, en esos momentos,
el encausado Miranda Rubio, quien se encontraba en una motocicleta oficial, con ocasión

PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


326
JURISPRUDENCIA RELEVANTE

del servicio policial, lo intervino. El mecánico Mamani Cutipa no tenía los documentos del
vehículo y exhibió su licencia de conducir que estaba suspendida. Como el encausado
Miranda Rubio le pidió S/100 para evitar la intervención, y ante la negativa de Mamani
Cutipa, el vehículo fue conducido a la Comisaría, donde se le impuso dos papeletas y
se retuvo el vehículo.

3. De la absolución del grado


Tercero. Que los hechos fueron denunciados por el titular del vehículo intervenido, Are-
llano Cornejo, según consta a fojas una. Afirmó este último que su mecánico, Mamani
Cutipa, le dijo que el policía encausado le pidió dinero; que ambos fueron a su casa a
solicitarle los documentos de su carro, lo que se negó a hacerlo porque no había cometido
ninguna falta; que al llegar a la comisaría, en horas de la noche, conversó con el encau­
sado Miranda Rubio, pero este le informó que ya había impuesto las papeletas; que no
se trató de un operativo y la intervención se produjo a la altura del paradero veinticuatro
donde esta el taller de Mamani Cutipa; que la primera papeleta es de fecha 7 de octubre
y la segunda es de fecha 9 de octubre [fojas 24, 114 y 414 vuelta].
Cuarto. Que, sin embargo, el chofer Mamani Cutipa afirmó que el encausado le dijo:
“¿Cómo es para arreglar el problema?”, pero no le mencionó una cantidad; que la inter­
vención fue en la puerta de su taller; que tenía su licencia suspendida y no le dijo al dueño
que el imputado le pidió S/100 soles; que al ser intervenido, como le dijo al encausado
Miranda Rubio que el dueño del coche vivía más arriba lo acompañó a ese predio; que
el imputado en ese momento no le impuso ninguna papeleta [fojas 30 y 413 vuelta].
Quinto. Que el encausado Miranda Rubio negó los cargos. Señaló que el día de los hechos
estaba al mando del operativo Reten 2009; que a la altura del paradero Veinte intervino el
vehículo conducido por Mamani Cutipa porque lo observó zigzaguear y le tocó el silbato
y al no detenerse lo siguió en su moto y ubicó a la altura del paradero Veinticuatro; que
Mamani Cutipa le dijo que no tenía los documentos del carro y que su licencia estaba
suspendida; que este último reinició la marcha del vehículo sin su autorización y paró
frente a una casa, donde llamó al dueño, quien presentaba signos de ebriedad, y por eso
le faltó de palabra; que solicitó apoyo policial y, luego de diez minutos, llevó al mecánico
a la comisaría y personal policial condujo el vehículo al local policial, donde impuso la
papeleta a Mamani Cutipa; que si bien las papeletas tienen diferentes fechas porque se
impusieron a diversas personas, la primera al mecánico por tener su licencia vencida y
la segunda al titular del vehículo, una vez que se tuvo a la vista la documentación del
mismo; que no pidió dinero alguno para evitar las papeletas [fojas 73, 234 y 398 vuelta].
Sexto. Que la denuncia de fojas 34 da cuenta del procedimiento seguido por el encau­
sado Miranda Rubio —concordante con su declaración—. Ello, a su vez, se confirma
con el oficio de fojas 110, emitido por el mayor PNP Carlos Huachín Godos, siendo
de destacar que tal intervención se produjo en el marco de una operación policial, así
como con el Parte de fojas 133. Esto último se demuestra con el mérito del Informe
N.° 023-2015-REGPOL-LIMA-DIVTER-SUR-2SJM-CPNP-PA-II de fojas 250. El vehí­
culo del denunciante Arellano Cornejo se ingresó en la Comisaría, y se dio cuenta de la
infracción del Reglamento de Tránsito y de la actitud obstruccionista del conductor del
mismo [parte de fojas 134],
Séptimo. Que, ahora bien, el hecho fundamental es si, en efecto, el imputado Miranda
Rubio exigió o pidió dinero para evitar la retención del vehículo y la imposición de las
papeletas. No cabe duda, incluso desde las propias afirmaciones del mecánico Mamani

INSTITUTO PACÍFICO 327


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Cutipa, que infringió al Reglamento de Tránsito y, por tanto, de la legalidad de la impo­


sición de las dos papeletas correspondientes. Todo el procedimiento esta documentado,
no fue una intervención aislada ni al margen de una operación previamente dispuesta
por la superioridad.
oo El imputado ha negado tal requerimiento de dinero. La versión en el sentido de que
pidió S/ 100 no ha sido confirmada por Mamani Cutipa. Él dice que el encausado le
insistió para “arreglar”, pero no le planteó una cifra determinada —no mencionó al
denunciante Arellano Cornejo que aquel le pidió S/100 soles—. Esta última versión, en
todo caso, no tiene prueba de corroboración objetiva.
co En efecto, es patente que se impusieron dos papeletas al denunciante y al mecánico,
las cuales no tienen objeción legal alguna. Esta demostrado que la intervención realizada
por el encausado Miranda Rubio ha sido avalada por la propia institución, por lo que,
en principio, no puede afirmarse que fue irregular o se hizo al margen de lo dispuesto
por el comando policial.
Octavo. Que la negativa del imputado no tiene prueba sólida en contrario. La afirmación
del mecánico Mamani Cutipa, afectado por la acción policial, no ha sido confirmada
por un elemento objetivo externo, aun cuando periférico, que le de consistencia o ve­
rosimilitud. En estas condiciones, la prueba de cargo es insuficiente, por lo que es de
aplicación la regla de juicio que exige un estándar de una convicción más allá de toda
duda razonable. El relato del imputado no ha podido ser enervado.
oo El recurso defensivo, centrado en el juicio histórico, debe ser estimado y así se declara.

DECISIÓN
Por estos motivos, de conformidad con el dictamen del señor fiscal supremo en lo penal:
I. Declararon haber nulidad en la sentencia de fojas 442, de 24 de enero del 2019,
que condenó a Martín Ramiro Miranda Rubio como autor del delito de cohecho
pasivo propio en agravio del Estado a 6 años de pena privativa de libertad y 6 años
de inhabilitación, así como al pago de S/ 2 000 soles por concepto de reparación
PARTE V
civil; con lo demás que al respecto contiene; reformándola: lo absolvieron de la
acusación fiscal formulada en su contra por el delito de cohecho pasivo propio en
agravio del Estado.
II. Ordenaron se archive la causa definitivamente respecto de él y se anulen sus ante­
cedentes policiales y judiciales, así como se levanten las requisitorias y medidas de
coerción dictadas en su contra.
III. Dispusieron se remita la causa al Tribunal Superior para los fines de ley. Intervinieron
los señores Castañeda Espinoza y Pacheco Huancas por vacaciones y licencia de
los señores Chávez Mella y Príncipe Trujillo, respectivamente. Hágase saber a las
partes procesales personadas en esta sede suprema.
Ss.
SAN MARTÍN CASTRO
FIGUEROA NAVARRO
CASTAÑEDA ESPINOZA
SEQUEIROS VARGAS
PACHECO HUANCAS

PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


328
JURISPRUDENCIA RELEVANTE

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA


SALA PENAL PERMANENTE

■ RECURSO DE CASACIÓN N.° 1574-2018


SULLANA

Inadmisible el recurso de casación


El recurrente interpone recurso de casación
ordinaria invocando las causales 1, 2, 3 y 4 del
Código Procesal Penal. Sin embargo, los agravios
expuestos no cumplen con dichas causales, pues no
se ajustan a lo exigido por el numeral 1 del artículo
430 del citado código adjetivo. Por consiguiente, la
casación debe ser rechazada.

AUTO DE CALIFICACIÓN DE RECURSO DE CASACIÓN

Lima, 12 de abril del 2019


Autos y vistos: el recurso de casación interpuesto por la defensa del encausado Marcial
Altamirano Castellares, contra la sentencia de vista del 3 de septiembre del 2018 (foja
194), que confirmó la sentencia del 23 de mayo del 2018, que lo condenó como autor
del delito contra la Administración pública-cohecho pasivo impropio, en agravio del Es­
tado, a cinco años de pena privativa de libertad; con lo demás que al respecto contiene.
Intervino como ponente el señor juez supremo Figueroa Navarro.

CONSIDERANDO

I. Expresión de agravios
Primero. El recurrente Marcial Altamirano Castellares interpone recurso de casación (foja
212), sin indicar expresamente las causales. De los agravios expuestos, sin embargo, se
desprende que están vinculados con las causales previstas en los numerales 1, 2, 3 y 4
del Código Procesal Penal. En este contexto, alegó lo siguiente:
1.1. Se afectó el principio de congruencia, que forma parte del principio acusatorio y,
consecuentemente, se vulneró el derecho de defensa, en tanto se introdujo en la
sentencia de vista una circunstancia no formulada por el representante del Ministe­
rio Público, afectando indefectiblemente la garantía de imparcialidad, al consignar
que: “El acusado solicitó indirectamente al señor José Troncos Mauricio un apoyo
económico que estaría destinado para la reparación de un vehículo policial, siendo
en realidad para su beneficio propio”.
1.2. El representante del Ministerio Público no postuló la solicitud indirecta (elemento
descriptivo del tipo penal) ni la coima encubierta para beneficio propio; la imputación
real es la solicitud realizada por el imputado para recuperar su vehículo policial.
1.3. Se vulneró el principio de legalidad (tipicidad), dado que los hechos, tal y como
aparecen descritos en el requerimiento acusatorio, no constituyen delito, porque la

INSTITUTO PACÍFICO 329


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

supuesta solicitud no estaba destinada para beneficio personal del acusado, sino
para el bien institucional, como es la reparación del vehículo policial que estaba
averiado. Así, no se cumple con el elemento subjetivo del tipo penal de cohecho
pasivo: beneficio personal.
1.4. Se vulneró la debida motivación de resoluciones jurisdiccionales, porque la recu­
rrida contiene motivación irracional, incongruente y contraria a las máximas de
la experiencia y a las reglas de la sana critica; debido a que no existe solicitud del
recurrente, sino un apoyo voluntario y por iniciativa propia de José Troncos Mauricio
para reparar el vehículo policial, y no esta debidamente probado que el recurrente
haya mostrado la lista de repuestos de manera deliberada, por lo que constituye
un acto circunstancial.
1.5. El archivo de audio CALL_09-25-15_OUT_972921590 y el acta fiscal de transcrip­
ción de los referidos audios fueron actuados, valorados y utilizados en la recurrida,
pese a que el primero no fue ofrecido por el representante del Ministerio Público ni
contó con la participación de la defensa, afectándose el derecho a la defensa.

II. El recurso de casación


Segundo. El recurso de casación tiene como finalidad verificar que las instancias de mérito
aplicaron las normas pertinentes para resolver el conflicto jurídico y que tal aplicación
respondió a una correcta interpretación de su sentido. Se relaciona con la unificación
de la jurisprudencia nacional, con efectos vinculantes, a fin de obtener una justicia más
predecible y no arbitraria.
Tercero. El artículo 427 del Código Procesal Penal, en su numeral 1, establece que el
recurso de casación procede contra “las sentencias definitivas, los autos de sobresei­
miento, y los autos que pongan fin al procedimiento, extingan la acción penal o la pena
o denieguen la extinción, conmutación, reserva o suspensión de la pena, expedidos en
apelación por las Salas Penales Superiores”, y esta sujeto a lo previsto en el inciso 2 del
mismo artículo, que señala:
PARTE V1
La procedencia del recurso de casación, en los supuestos indicados en el numeral
primero, esta sujeta a las siguientes limitaciones: [...] b) Si se trata de sentencias, cuando
el delito más grave a que se refiere la acusación escrita del fiscal tenga señalado en la
Ley, en su extremo mínimo, una pena privativa de libertad mayor a seis años.
Cuarto. El artículo 430 del Código Procesal Penal, en su numeral 1, señala que el recur­
so de casación debe indicar separadamente cada causal invocada, citar concretamente
los preceptos legales que considere erróneamente aplicados o inobservados y precisar
el fundamento o los fundamentos doctrinales y legales que sustenten su pretensión, así
como expresar específicamente cuál es la aplicación que pretende.

III. Fundamento del Tribunal Supremo


Quinto. En el caso que nos ocupa, se imputó al recurrente Marcial Altamirano Castellares
la comisión del delito contra la Administración pública-cohecho pasivo propio (previsto
en el tercer párrafo del artículo 393 del Código Penal) y, alternativamente, cohecho pa­
sivo impropio (previsto en el segundo párrafo del artículo 395-B del Código Penal), en
agravio del Estado. De estos dos delitos, la pena privativa de libertad más grave supera
en su extremo mínimo los seis años, alcanzando con ello el criterio tasado previsto en el

330 PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

literal b del numeral 2 del artículo 427 del Código Procesal Penal. En este contexto, al
haberse superado esta valla, corresponde verificar si sus fundamentos cumplen con las
exigencias previstas en el numeral 1 del artículo 430 del acotado cuerpo legal.
Sexto. Así, el recurrente cuestiona que se afectó el principio de congruencia, al consignarse
en la sentencia de primera instancia el siguiente párrafo: “Que el acusado solicitó indirec­
tamente al señor José Troncos Mauricio un apoyo económico que estaría destinado para
la reparación de un vehículo policial, siendo en realidad para su beneficio propio”. Esto es,
la tesis del accionante en este extremo es que se introdujo un hecho no postulado por el
Ministerio Público, como lo es el “haber solicitado indirectamente”. Tal afirmación también
fue materia de agravio en instancia de apelación, y obtuvo respuesta por parte del Colegiado
Superior, como se desprende de la sentencia de vista (ver fundamento jurídico 7.3).
Séptimo. Al respecto, se debe indicar que, revisados los fundamentos de la sentencia de
primera instancia, se aprecia que se llegó a la conclusión de que sí se solicitó de manera
directa el dinero, conforme lo exige el tipo penal y que no era para la reparación del vehí­
culo sino, “indirectamente”, para beneficio propio, sustentándose los motivos por los que se
llegaba a esta conclusión. En este contexto, se desprende que el término “indirectamente”,
acuñado en la sentencia de primera instancia, es una inferencia al que se llegó luego de que
se determinó la existencia de una solicitud directa de dinero por parte del encausado. Por
tanto, no se vulneró el principio de congruencia.
Octavo. En lo atinente a la vulneración del principio de legalidad (tipicidad), en la medida
que la supuesta solicitud dineraria (S/ 730 soles) no estaba destinada para el beneficio
personal del acusado, sino para el bien institucional (reparar el vehículo policial), el Co­
legiado determinó que el recurrente pretendió beneficiarse personalmente con el dinero
solicitado. A tal conclusión arribó a través de la prueba indiciaría y reglas de la lógica,
la ciencia y las máximas de la experiencia. Por tanto, no se llegó a vulnerar el principio
de legalidad.
Noveno. Por otro lado, se cuestiona que se llegó a actuar y valorar el archivo rotulado como
audio CALL_09-25-15_OUT_972921590 y el acta fiscal de transcripción de los referidos
r PARTE V
audios, pese a que no fueron ofrecidos, afectándose el derecho a la defensa. Al respecto,
ello también fue motivo de agravio en instancia de apelación, donde se indicó que tanto el
audio como el acta fiscal fueron ofrecidos como medios probatorios, conforme al requeri­
miento acusatorio, y fueron admitidos, conforme se desprende de la resolución respectiva,
obrante en autos.
Décimo. El recurrente también alega que se vulneró la debida motivación de resoluciones
jurisdiccionales y el derecho a la defensa. Al respecto, el Colegiado de la Sala Penal de Ape­
laciones sustentó la sentencia de vista con fundamentos coherentes, que erigen su decisión,
determinando que el dinero solicitado no era para reparar el vehículo policial averiado, sino
para provecho del recurrente, conclusión a la que llegó con la actuación y valoración de los
medios de prueba en forma individual y conjunta. Por tanto, los agravios del recurrente no
son estimables.

IV. Costas procesales


Decimoprimero. El artículo 504, numeral 2, del Código Procesal Penal establece que las
costas procesales serán pagadas por quien interpuso un recurso sin éxito; las costas se

INSTITUTO PACÍFICO 33
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

imponen de oficio, conforme al artículo 497, numeral 2, del citado código adjetivo. Le
corresponde al recurrente Altamirano Castellares asumir tal obligación procesal.

DECISIÓN
Por estos fundamentos, los señores jueces supremos integrantes de la Sala Penal Perma­
nente de la Corte Suprema de Justicia de la República:
I. Declararon nulo el concesorio del 27 de septiembre de 2018 e inadmisible el recurso
de casación interpuesto por la defensa del encausado, contra la sentencia de vista
del 3 de septiembre del 2018, que confirmó la sentencia del 23 de mayo del 2018,
que lo condenó como autor del delito contra la Administración pública-cohecho
pasivo impropio, en agravio del Estado, a cinco años de pena privativa de libertad,
con lo demás que al respecto contiene.
II. Impusieron al recurrente el pago de las costas del recurso, que será exigido por el
juez de la investigación preparatoria, conforme al artículo 506 del Código Procesal
Penal, con conocimiento de la Gerencia General del Poder Judicial para los fines
de ley.
III. Mandaron que la presente ejecutoria se notifique a las partes.
IV. Ordenaron que se devuelvan los actuados al Tribunal Superior de origen. Hágase
saber y archívese.
Intervino el señor juez supremo Castañeda Espinoza, por periodo vacacional del señor
juez supremo Sequeiros Vargas.
S. S.
SAN MARTÍN CASTRO
FIGUEROA NAVARRO
PRÍNCIPE TRUJILLO
CASTAÑEDA ESPINOZA
CHÁVEZ MELLA

PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


332
JURISPRUDENCIA RELEVANTE

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA


SALA PENAL TRANSITORIA
RECURSO DE CASACIÓN N.° 1131-2018
PUNO

Alcances de la obediencia debida


Sumilla. Para que se configure la causal de
obediencia debida debe existir: i) Relación de
subordinación: referida a que el autor debe
encontrarse sujeto a las relaciones de superior a
inferior jerárquicos. Esto requiere que exista una
regulación jurídica determinada que especifique la
situación de subordinación de un sujeto respecto
a otro; ii) Competencia del superior jerárquico:
referida a las funciones correspondientes al superior
jerárquico y habrá que atender a lo que señala la
respectiva regulación legal y reglamentaria; iii)
Obrar por obediencia: requiere que el subordinado
tenga competencia para ejecutar el acto ordenado.
En virtud de la relación jerárquica, el subordinado
se encuentra obligado a actuar dentro de ciertos
márgenes y respecto de ciertas materias; iv) La
orden debe estar revestida de formalidades legales:
debe reunir todos los requisitos que señalan la ley
o reglamentos desde un punto de vista formal; y, v)
La orden debe ser antijurídica: la misma que impida
la exigencia de otra conducta, salvo que la orden
sea manifiestamente ilegal o que el subordinado
conozca de su ilegalidad, en cuyo caso responderá
por el hecho en concurso con el superior.

SENTENCIA DE CASACIÓN

Lima, 5 de diciembre del 2019


Vistos: los recursos de casación interpuestos por los encausados Shanvell Kioshy Véliz
Mamani (foja 1032), Luz Karina Bailón Mamani (foja 1059) y Marcio Erquiel Llanco
QuiSPE (foja 1152), contra la sentencia de vista del 22 de junio del 2018 (foja 978), que
confirmó la sentencia del 2 de marzo del 2018 (foja 655), en el extremo que los condenó
como cómplices secundarios, del delito contra la Administración pública, en la modalidad
de corrupción de funcionarios-cohecho pasivo propio, en perjuicio del Estado peruano,
representado por el procurador público de la Procuraduría Pública Anticorrupción de
Puno, a 6 años de pena privativa de libertad; así como el pago de cuatrocientos ochenta
y ocho días multa; inhabilitación de cinco años (de conformidad con los incisos 1 y 2,
del artículo 36, del Código Penal); y dieciséis mil soles por concepto de reparación civil
que deberán abonar en forma solidaria a favor de la parte agraviada.
Interviene como ponente la señora jueza suprema Barrios Alvarado.

INSTITUTO PACÍFICO 333


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

FUNDAMENTOS DE HECHO

Itinerario del proceso en primera instancia


Primero. Los encausados Shanvell Kioshy Véliz Mamani, Luz Karina Bailón Mamani y
Marcio Erquiel Llanco QUISPE, fueron procesados con arreglo al Nuevo Código Procesal
Penal. Se les inculpó como coautores de los delitos de abuso de autoridad, cohecho
pasivo propio y falsedad ideológica, y se dispuso mediante dictamen del 23 de octubre
del 2015 (foja 2 del cuaderno de formalización de investigación preparatoria) formalizar
y continuar la investigación preparatoria en ese sentido.
Segundo. El señor fiscal provincial por requerimiento mixto del 9 de marzo del 2017
(foja 1 del expediente judicial) y su subsanación del 12 de mayo del 2017 (foja 59 del
expediente judicial), solicitó el sobreseimiento de la causa seguida contra Shanvell Kioshy
Véliz Mamani, Luz Karina Bailón Mamani, Marcio Erquiel Llanco Quispe y otros respecto
del delito de falsedad ideológica, en perjuicio del Estado, y formuló acusación contra
Julio César Pérez Huamán, Shanvell Kioshy Véliz Mamani, Marcio Erquiel Llanco Quispe
a título de coautores y contra Jhon Alex Molina Masco y Luz Karina Bailón Mamani a
título de cómplices primarios, por la presunta comisión del delito contra la Administración
pública —delitos cometidos por funcionarios públicos—, en su modalidad y forma de co­
hecho pasivo propio, en perjuicio del Estado representado por el procurador público de
la Procuraduría Publica Anticorrupción de Puno. Llevada a cabo la audiencia preliminar
de Control de Acusación del 6 de junio del 2017 (foja 114), el Juzgado de Investigación
Preparatoria de San Román-Juliaca, declaró saneada formal y sustancialmente la acusa­
ción fiscal, en consecuencia, dictó el Auto de Enjuiciamiento. El Juzgado Penal Colegiado
Supraprovincial de San Román-Juliaca, dictó el auto de citación a juicio oral del 13 de
julio del 2017 (foja 147 del expediente judicial).
Tercero. Seguido el juicio en primera instancia (véase fojas 202 y siguientes del cuaderno
de debate), el Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial de San Román-Juliaca, dictó
sentencia del 2 de marzo del 2018 (foja 655), que condenó, entre otros, a Marcio Er­
PARTE V 1 quiel Llanco Quispe, Shanvell Kioshy Véliz Mamani y Luz Karina Bailón Mamani como
cómplices secundarios, del delito contra la Administración pública, en la modalidad de
corrupción de funcionarios-cohecho pasivo propio, en perjuicio del Estado peruano,
representado por el procurador público de la Procuraduría Publica Anticorrupción de
Puno, a 6 años de pena privativa de libertad; así como el pago de cuatrocientos ochenta
y ocho días multa; inhabilitación de cinco años (de conformidad con los incisos uno y
dos, del artículo 36, del Código Penal); y S/16 000 soles por concepto de reparación civil
que deberán abonar en forma solidaria a favor de la parte agraviada.
Cuarto. Contra dicha decisión los encausados Luz Karina Bailón Mamani, Marcio Erquiel
Llanco Quispe y Shanvell Kioshy Véliz Mamani interpusieron recurso de apelación (foja
813, 842 y 852, respectivamente), los mismos que fueron concedidos por el Juzgado
Penal Colegiado Supraprovincial de San Román-Juliaca, mediante resolución del 20 de
marzo del 2018 (foja 870); por lo que los autos fueron elevados al Superior Jerárquico.

De! trámite recursal en segunda instancia


Quinto. La Sala Penal de Apelaciones de San Román-Juliaca, culminada la fase de tras­
lado de impugnación, conforme al auto del 9 de mayo del 2018 (foja 917), y realizada

334 PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

la audiencia de apelación como aparece de las actas (véase a foja 936, 945, 959 y 971),
cumplió con emitir y leer en audiencia pública la sentencia de vista del 22 de junio del
2018 (foja 978) confirmando la sentencia de primera instancia del 2 de marzo del 2018
(foja 655), que, entre otros, condenó a Marcio Erquiel Llanco Quispe, Shanvell Kioshy
Véliz Mamani y Luz Karina Bailón Mamani, como cómplices secundarios, del delito con­
tra la Administración pública, en la modalidad de corrupción de funcionarios-cohecho
pasivo propio, en perjuicio del Estado peruano, representado por el procurador público
de la Procuraduría Publica Anticorrupción de Puno, en los mismos términos que en la
sentencia de primera instancia.

Del trámite del recurso de casación


Sexto. Leída la sentencia de vista, los encausados Shanvell Kioshy Véliz Mamani, Luz
Karina Bailón Mamani y Marcio Erquiel Llanco Quispe, interpusieron sus recursos de
casación (foja 1032, 1059 y 1152, respectivamente, del cuaderno de debate).
6.1. Los recurrentes Shanvell Kioshy Véliz Mamani y Luz Karina Bailón Mamani, invoca­
ron las causales previstas en el inciso 1 (inobservancia de algunas de las garantías
constitucionales de carácter procesal o material, o con una indebida o errónea
aplicación de dichas garantías) y 3 (indebida aplicación, errónea interpretación o
falta de aplicación de la ley penal o de otras normas jurídicas necesarias para su
aplicación), del artículo 429, del Código Procesal Penal.
6.2. Por su parte, el recurrente Marcio Erquiel Llanco Quispe, invocó las causales pre­
vistas en el inciso uno (inobservancia de algunas de las garantías constitucionales
de carácter procesal o material, o con una indebida o errónea aplicación de dichas
garantías) y cinco (apartamiento de la doctrina jurisprudencial establecida por la
Corte Suprema), del artículo 429, del Código Procesal Penal.
Sétimo. Concedidos los recursos de casación por autos del 11 y 12 de julio del 2018
(foja 1 052, 1088 y 1167), se elevó a este Supremo Tribunal.
Octavo. Los autos fueron recibidos ante esta instancia con fecha 9 de agosto del 2018,
y cumplido el trámite de traslado a los sujetos procesales por el plazo de 10 días, esta
Suprema Sala, mediante Auto de Calificación de recurso de casación del 31 de mayo
del 2019 (foja 244 del cuadernillo de casación), declaró bien concedido el recurso de
casación interpuesto por los encausados Shanvell Kioshy Véliz Mamani, Luz Karina
Bailón Mamani y Marcio Erquiel Llanco Quispe, solo por la causal prevista en el inciso
tres, del artículo 29, del Código Procesal Penal, sobre errónea aplicación de la ley penal.
Noveno. Instruido el expediente en Secretaría, señalada fecha para la audiencia de casa­
ción el día de la fecha y debidamente notificadas las partes procesales, estas asistieron,
dejándose expresa constancia de su concurrencia en el referido cuaderno.
Décimo. Concluido el debate oral, deliberada la causa en secreto ese mismo día, de in­
mediato y sin interrupción, y producida la votación respectiva, se acordó por unanimidad
pronunciar la correspondiente sentencia de casación en los términos que a continuación
se consignan y dar lectura de la misma en la audiencia programada el día de la fecha.

INSTITUTO PACÍFICO 335


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

UNDAMENTOS DE DERECHO

Marco ¡ncriminatorio y calificación jurídica


Décimo primero. Según los cargos objeto de investigación y acusación formulados por
el representante del Ministerio Público, con fecha 15 de octubre del 2015, desde las 7
de la mañana, los acusados efectivos policiales, denominados “grupo de inteligencia
operativa” dentro de la PNP, Julio César Pérez Huamán, Frank Delgadillo Pilco, Marcio
Erquiel Llanco Quispe, Shanvell Kioshy Véliz Mamani y Luz Karina Bailón Mamani, se
encontraban realizando una serie de intervenciones policiales denominados “control de
identidad”, en diferentes puntos de la ciudad; este grupo policial el día de los hechos se
encontraba al mando de Julio César Pérez Huamán; asimismo, las acciones las realizaban
con conocimiento y autorización del jefe de la SEINCRI PNP-Juliaca, Pedro Maximiliano
Mendoza Vega.
En esas circunstancias, el mencionado grupo de inteligencia operativa tomó conocimiento
que entre las intersecciones de la avenida Tacna con la avenida Mártires 4 de noviembre,
de la localidad de Juliaca, estaban transitando dos personas que portaban dinero en
efectivo producto de la venta de oro; por lo que el SOI Frank Delgadillo Pilco, el SO2
Jhon Alex Molina Masco y el SO3 Marcio Erquiel Llanco Quispe, distribuyéndose roles,
a bordo de un vehículo policial de placa de rodaje KR-10210, salieron con destino al
referido lugar y una vez ahí, en la cuadra cuatro del jirón José Domingo Choquehuanca,
próximo a la esquina con la intersección a la avenida Tacna, nuevamente procedieron a
distribuirse roles, descendieron del vehículo y ejerciendo sus atribuciones como miembros
de la PNP procedieron a intervenir a los ciudadanos Pío Quispe Quispe y Egnir Quispe
Quispe, a quienes sin informarles en ningún momento la razón de su intervención y sin
requerirles sus documentos de identidad, les dijeron que eran efectivos de la PNP y los
conducirían a las instalaciones de la comisaría.
Ante la negativa de los agraviados, fueron ingresados por la fuerza al vehículo policial,
incluso el intervenido Egnir Quispe Quispe, fue golpeado por el SOI Frank Delgadillo
PARTE V 1 Pilco; una vez a bordo de la unidad vehicular, procedieron a trasladarse a las oficinas de
la SEINCRI-PNP de Juliaca, ubicadas en el Jirón Arica N ° 100, urbanización La Rinco­
nada, donde arribaron a las diez con cuarenta y cinco de la mañana aproximadamente.
En dicho lugar fueron esperados por el SOT1 Julio César Pérez Huamán, es así que los
efectivos policiales intervinientes SOI Frank Delgadillo Pilco, el SO2 PNP Jhon Alex
Molina Masco y el S03 Marcio Erquiel Llanco Quispe, hicieron descender de la unidad
vehicular a los intervenidos, quienes fueron conducidos a un ambiente citado como
la Oficina N.° 2, donde funciona la SEINCRLPNP de Juliaca, ya en el interior de este
ambiente estos acusados proceden a cerrar la puerta de este ambiente, nuevamente sin
informales la razón de su intervención policial ni permitirles la comunicación con un
abogado de su libre elección, ni comunicar de dicha intervención a un representante del
Ministerio Público; por el contrario, los separaron en este ambiente policial y les exigieron
poner sus pertenencias sobre los escritorios.
Luego procedieron a realizar un registro personal, para ello realizaron una distribución
de roles, materializando esta diligencia por intermedio del SOI Frank Delgadillo Pilco,
quien se dedicó a hacer el registro del intervenido Pió Quispe Quispe y el acusado Sha­
nvell Kioshy Veliz Mamani, realizó el registro personal del otro intervenido Egnir Quispe

PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


336
JURISPRUDENCIA RELEVANTE

Quispe. Del resultado de este registro se logró verificar que el primer intervenido, Pió
Quispe Quispe, portaba entre sus pertenencias la suma de S/ 36,000.00, es así que estos
acusados ya teniendo el conocimiento exacto de la cantidad de dinero que transportaban
estos ciudadanos, en vez de llamar en forma inmediata a un representante del Minis­
terio Público para poner en conocimiento de estos hechos y así realizar las diligencias
correspondientes, lo que hicieron fue distribuirse roles, para lo cual comenzaron a salir
del ambiente policial y coordinaron entre ellos a efectos de poner en práctica actos de
condicionamiento para obtener una ventaja económica.
En esos momentos los Julio César Pérez Huamán, Frank Delgadillo Pilco, Marcio Erquiel
Llanco Quispe, Shanvell Kioshy Veliz Mamani y Jhon Alex Molina Masco decidieron la
intervención de la SO3 Luz Karina Bailón Mamani, a fin de que les preste auxilio ne­
cesario para materializar los actos de condicionamiento, es así que por intermedio del
SOI Frank Delgadillo Pilco, quien se dirigió al intervenido Pió Quispe Quispe, le refirió
textualmente “vamos a llamar al fiscal, todito vas a perder, se va a ir nomas del Estado
¡quieres eso!”, ante esta aseveración estos intervenidos recibieron como respuesta “llamen
al fiscal, llamen a nuestros abogados”, que no tenían inconveniente de su intervención,
requerimientos que fueron desatendidos por los acusados, quienes con la finalidad de
hacerles aparentar a los intervenidos que su situación se estaba agravando, procedieron
a levantar actas policiales (actos de condicionamiento).
Así constituyeron un acta de intervención policial, actas de registro personal; en ese mo­
mento interviene la acusada Luz Karina Bailón Mamani, quien redactó el acta de registro
personal que era dictada por el SOI Frank Delgadillo Pilco; el encausado Shanvell Kioshy
Veliz Mamani realizó el acta de registro personal de Egnir Quispe Quispe, materializando
estos roles Julio César Pérez Huamán, Frank Delgadillo Pilco y Marcio Erquiel Llanco
Quispe, quienes procedieron a retirarlos en distintas oportunidades a ambos intervenidos
al exterior de la Oficina N.° 2, específicamente al pasadizo que da a la oficina, así como
al patio interior de estas instalaciones donde se formulan los actos de requerimiento de
una ventaja económica como condición a su función.
Estos actos de requerimiento inicialmente fueron materializados por parte del SOT1
Julio César Pérez Huamán, quien en una primera intención le realizó un requerimien­
to directo al intervenido Pió Quispe Quispe, consistente en la entrega de la mitad del
dinero que portaba, requerimiento que fue rechazado inicialmente; seguidamente, en
una segunda oportunidad nuevamente se materializa este requerimiento, por parte de
Jhon Alex Molina Maco, quien reduciendo el primer pedido, se limitó a requerir la suma
de S/10,000.00, pedido que finalmente fue aceptado por los intervenidos; es así que el
intervenido Pió Quispe Quispe, cumplió con materializar esta entrega de S/10,000.00 al
interior de la Oficina N.° 2.
Acota el fiscal que esta entrega la realizó en presencia de los acusados Shanvell Kioshy
Veliz Mamani y Luz Karina Bailón Mamani; una vez recibida esta ventaja económica,
Jhon Alex Molina Masco retiró de dicha oficina al intervenido Egnir Quispe Quispe y lo
condujo al interior de un calabozo, y es en frente de éste que procedió a verificar la can­
tidad exacta que habría recibido, confirmando en todo caso la recepción de los diez mil
soles; una vez confirmada esa recepción procede a retornarlo a la Oficina N.° 2, donde
observa que su señor padre Pió Quispe Quispe ya se encontraba guardando todas sus
pertenencias; asimismo, los acusados habiendo confirmado la entrega de la materialización

INSTITUTO PACÍFICO 337


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

de esta ventaja económica, por intermedio del acusado Shanvell Kioshy Veliz Mamani
proceden a inutilizar y fracturar estas actas policiales que inicialmente.
Décimo segundo. La conducta se tipificó como delito contra la Administración pública,
en su modalidad de corrupción de funcionarios, en su forma de cohecho pasivo propio,
previsto en el último párrafo, del artículo 393, del Código Penal:
Artículo 393.- Cohecho pasivo propio
El funcionario o servidor público que condiciona su conducta funcional derivada del
cargo o empleo a la entrega o promesa de donativo o ventaja, será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de ocho ni mayor de diez años e inhabilitación conforme
a los incisos 1 y 2 del artículo 36 del Código Penal y con trescientos sesenta y cinco a
setecientos treinta días-multa.
§. Del ámbito de la casación
Décimo tercero. Conforme se estableció en la Ejecutoria del 31 de mayo del 2019 (foja
244 del cuadernillo de casación), es materia de examen casacional determinadas causas
que eximen de responsabilidad penal, centradas, primero, en la referida a “el que obra
en cumplimiento de un deber”; y, segundo, “el que obra por orden obligatoria de una
autoridad competente, expedida en ejercicio de sus funciones”, en el presente en con­
sonancia con las normas administrativas que regulan la función policial.
Por error mecanográfico señalamos los incisos ocho y cinco, del artículo 20, del Código
Penal; sin embargo, conforme a los fundamentos de los recurrentes y que así se consig­
nan en la Ejecutoria Suprema en referencia, los incisos que corresponden son el ocho y
nueve, del artículo 20, del Código Penal.
Décimo cuarto. A efectos de dilucidar la presente cuestión es necesario desarrollar en qué
consisten las eximentes de responsabilidad penal que prevé el inciso ocho (cumplimiento
de un deber) y nueve (obediencia debida), del artículo 20, del Código Penal.
a. El cumplimiento de un deber.
El inciso ocho, del artículo 20, del Código Penal señala que: “Esta exento de responsabi­
PARTE V
lidad penal [...]. 8. El que obra [...], en cumplimiento de un deber [...]”. Esta causal se
fundamenta en que cuando la ley ordena un acto, ella crea un deber. Si el autor se limita
a cumplir con este deber, y comete un acto que reúne las condiciones señaladas por una
disposición de la parte especial del Código Penal, su acto no puede serle reprochado. Su
acto es lícito, sería ilógico que el orden jurídico impusiere a una persona la obligación
de actuar y hacerla al mismo tiempo penalmente responsable de su comportamiento!.
De este modo, una conducta lesiva a un bien jurídico penal estaría justificada siempre
que el agente haya actuado en cumplimiento de los deberes que emanan de la función
que cumple en la sociedad.
Las exigencias para que el agente pudiera invocar esta causal no se encuentran esta­
blecidas expresamente en el Código Penal; sin embargo la doctrina2 refiere que estas
se encuentran en dos planos: i) Objetivo: Que exista un deber legal, el deber cumplido
debe tener mayor rango (juicio de ponderación) o de igual valor que el infringido, y

1 Hurtado Pozo, José, Manual de derecho penal, 2.a ed., Lima: Eddili, 1987, p. 195.
2 Alcocer Povis, Eduardo, Introducción al derecho penal. Parte general, Lima: ICCP! 2014, p. 112.

PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


338
JURISPRUDENCIA RELEVANTE

la necesidad (urgencia) de actuar cumpliendo el deber; y ii) subjetivo: El agente debe


conocer que actúa cumpliendo un deber.
b. La obediencia debida
Por su parte el inciso nueve, del artículo 20, del Código Penal, señala que: “Esta exento de
responsabilidad penal [...]. 9. El que obra por orden obligatoria de autoridad competente,
expedida en el ejercicio de sus funciones”. De esta manera, quien actúe en cumplimiento
de una orden obligatoria, expedida por una autoridad competente, dentro de los límites
del cumplimiento, lo hará justificadamente.
Si bien nuestro Código Penal no señala los requisitos que se deben cumplir para que se
configure la obediencia debida, la doctrina seguida por este Supremo Tribunal3, precisa
que debe existir: i) Relación de subordinación: referida a que el autor debe encontrarse
sujeto a las relaciones de superior a inferior jerárquicos. Esto requiere que exista una
regulación jurídica determinada que especifique la situación de subordinación de un
sujeto respecto a otro; ii) Competencia del superior jerárquico: referida a las funciones
correspondientes al superior jerárquico y habrá que atender a lo que señala la respectiva
regulación legal y reglamentaria; iii) Obrar por obediencia: requiere que el subordinado
tenga competencia para ejecutar el acto ordenado. En virtud de la relación jerárquica,
el subordinado se encuentra obligado a actuar dentro de ciertos márgenes y respecto de
ciertas materias; iv) La orden debe estar revestida de formalidades legales: debe reunir
todos los requisitos que señalan la ley o reglamentos desde un punto de vista formal; y, v)
La orden debe ser antijurídica: la misma que impida la exigencia de otra conducta, salvo
que la orden sea manifiestamente ilegal o que el subordinado conozca de su ilegalidad,
en cuyo caso responderá por el hecho en concurso con el superior34.
Respecto a esto último este Supremo Tribunal ha señalado que “cuando la orden es mani­
fiestamente antijurídica, el deber de obedecer la orden desaparece y el ejecutarla acarrea
responsabilidad penal”5. En esta misma línea el Tribunal Constitucional ha señalado que:
[L]os alcances de la obediencia debida, dentro del marco de la Constitución, supone,
ante todo, reconocer que, bajo los principios de supremacía constitucional y de Estado
social y democrático de derecho, quienes ejercen el poder del Estado “lo hacen con las
limitaciones y responsabilidades que la Constitución y leyes establezcan” (artículo 45 de
la Constitución)6.
La apariencia de legalidad de una orden que en el fondo es antijurídica no acarrea
responsabilidad penal y es plenamente vinculante para su destinatario; para que el cum­
plimiento de una orden del superior no sea vinculante por antijurídica, además de ser
contraria a derecho, esta contravención debe ser manifiesta para el sujeto que la recibe.
Por manifiesto se entiende aquello que no admite interpretación en contrario. Una vez
verificada que la orden es manifiestamente antijurídica —pues de modo evidente es
contraria al ordenamiento—, si el subordinado la obedece genera un riesgo jurídicamente
desaprobado del cual responderá dentro de un supuesto de autoría.

3 Villavicencio, Felipe, Derecho penal. Parte general, Lima: Grijley, 2006, pp. 644-646.
4 Véase el Recurso de Nulidad N.° 100-2006, del 11 de julio del 2018, f. j. N.° 6; y, Recuso de Nulidad
N.° 3022-2016, del 20 de setiembre del 2017, f. j. N.° 66.
5 Recurso de Nulidad N.° 2892-2016, del 7 de junio de 2018, f. j. N.° 32.
6 Exp. N.° 2446-2003-AA/TC, f. j. N.° 10.

INSTITUTO PACÍFICO 339


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Décimo quinto. Al haberse realizado los hechos por efectivos policiales de la Sección de
Investigación Criminal PNP-Juliaca (SEINCRI-JULIACA), es necesario hacer algunas
precisiones respecto de sus funciones dentro de esta institución, para lo cual acudiremos
a su Manual de Organizaciones y Funciones7.
Respecto de la estructura orgánica, el título II, literal c, señala que se conforma de la
siguiente manera: i) Organo de Comando: compuesto por la jefatura; ii) Organos de
apoyo: compuesto por el área de administración (secretaría y mesa de partes, personal,
operaciones y logística); iii) Organos de ejecución: compuesto por el área de investigación
e inteligencia policial (tres equipos de investigación).
En relación a los órganos de ejecución, el título III, literal c, señala que dentro de sus
funciones específicas se encuentran:
Cumplir las disposiciones impartidas tanto por el jefe del equipo, como por el jefe de la
sección. [...]. Practicar registros domiciliarios y personales, de acuerdo a disposiciones
legales vigentes. [.:.]. Apoyar al jefe de equipo, antes, durante y después del proceso
investigado como en la formulación de los documentos. [...]. Practicar las investigaciones
de conformidad al Manual de Procedimientos Operativos Policiales.
En cuanto a las funciones de los jefes de equipo, señalan:
Planea, organiza, dirige, coordina y controla las acciones inherentes a su Equipo de In­
vestigación e Inteligencia. [...]. Supervisa los procesos investigatorios que se practican y
que hayan sido decretadas al personal PNP, perteneciente a su equipo de investigación,
los mismos que se efectuaran de conformidad a las disposiciones legales vigentes con el
pleno respeto a los derechos humanos y seguridad de los detenidos. [...]. Coordina con
el Ministerio Público y otras autoridades que la función lo requiera”. Dispone las medidas
apropiadas y oportunas tendentes a una correcta administración de personal, incidiendo
en la ética profesional, moral y disciplina. [...].

Análisis del caso concreto


ARTE V 1
Décimo sexto. Los recurrentes en sus respectivos recursos de casación, en esencia, han
alegado que no se ha realizado una correcta interpretación de las normas que regulan las
funciones de los efectivos policiales en la SEINCRI-Juliaca, prevista en el MOF-SEINCRI;
que conforme a este el “jefe de equipo” de la Unidad Policial de Inteligencia, en este
caso El SOI Julio César Pérez Huamán y el SOI Frank Delgadillo Pilco, eran quienes
debían garantizar la licitud de la diligencia, no pudiendo exigir a los efectivos policiales
de menor rango como los encausados Shanvell Kioshy Véliz Mamani, Luz Karina Bailón
Mamani y Marcio Erquiel Llanco Quispe, presumir o descubrir la “ilicitud” de la orden o
“desobedecer” órdenes del superior, por lo que se debe aplicar los incisos ocho y nueve,
del artículo 20, del Código Penal, que los exime de responsabilidad en el hecho imputado.
Décimo sétimo. Formulada la acusación penal y luego de los debates orales aparece
como un hecho probado que la intervención que se realizó a las personas de Pió Quispe
Quispe y Egnir Quispe Quispe, fue realizada por el SOI PNP. Frank Delgadillo Pilco, el
SO2 PNP. Jhon Alex Molina Masco y el SO3 PNP. Marcio Erquiel Llanco Quispe, en el
marco de un “control de identidad”, quienes trasladaron a los intervenidos a la depen­
dencia policial donde fueron recibidos por el SOI Julio César Pérez Huamán; asimismo,

7 véase a foja 133 el MOF del SEINCRI-JULIACA, del 26 de marzo del 2015.

PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


340
JURISPRUDENCIA RELEVANTE

en dicha dependencia se encontraban en servicio el SO3 PNP. Shanvell Kioshy Veliz


Mamani y la SO3 PNP. Luz Karina Bailón Mamani.
Se ha determinado igualmente que la SO3 PNP. Luz Karina Bailón Mamani redactó
el acta de registro personal de Pió Quispe Quispe (véase informe pericial grafotécnico
N.° 006/2016 a foja 1 del expediente judicial); mientras que el SO3 PNP. Shanvelll Kioshy
Veliz Mamani redactó el acta de registro personal de Egnir Quispe Quispe (véase informe
pericial Grafotécnico N.° 007/2016 véase a foja 7 del expediente judicial). Además, los
mismos testigos Egnir Quispe Quispe y Pió Quispe Quispe, en sus declaraciones han
señalado que otro efectivo policial le ordenó a la policía femenina redactar el acta de
registro personal, pero que después le dijo que ya no la haga.
Acotan los acontecimientos que la encausada no conversaba con los policías, que no les
pidió dinero y que tampoco estaba cuando se lo propusieron (véase sus declaraciones
a fojas 265, 239 y 276); lo cual guarda relación con lo señalado por los encausados Luz
Karina Bailón Mamani (véase sus declaraciones preliminares a fojas 75 y 364) y Shanvell
Kioshy Veliz Mamani (véase sus declaraciones a foja 379), quienes indicaron que fue
el SOI PNP. Frank Delgadillo Pilco quien les ordenó realizar las respectivas actas de
registro personal.
Décimo octavo. En autos obra el “Rol de servicio de la sección de investigación criminal
PNP Juliaca”, correspondiente del día 15 al 16 de octubre del 2015 (véase a foja 51
del expediente judicial), en el cual se consigna que el personal de inteligencia operativa,
se encontraba conformada por el SOT1 PNP. Julio Pérez Huamán (jefe del equipo), el
SO3 PNP. Marcio Llanco Quispe, el SO3 PNP. Shanvell Veliz Mamani y la SO3 PNP.
Luz Bailón Mamani; mientras que el SOI PNP. Frank Delgadillo Pilco, era personal de
servicio. De esta manera, se advierte que en el grupo de personal de inteligencia operativa,
el de mayor jerarquía y grado8 era Julio Pérez Huamán, pues tenía el grado de Suboficial
Técnico de Ira; mientras que los encausados Marcio Llanco Quispe, Shanvell Veliz Ma­
mani y Luz Bailón Mamani tenían grados inferiores, pues eran Suboficiales de Tercera.
Décimo noveno. En consideración a lo expuesto y de la revisión de los recaudos, este
rPARTE
tribunal procederá a analizar, en concreto, si es que los encausados actuaron en cum­
plimiento de un deber o por obediencia debida, y si en consecuencia están exentos de
responsabilidad penal.
19.1. En el presente se advierte que los encausados recibieron órdenes por parte de sus
superiores jerárquicos; por lo que su conducta no se encuentra relacionada con el inciso
ocho, del artículo 20 del Código Penal, que requiere que hayan actuado en virtud de un
deber legal, pues es evidente que no se presenta el supuesto de un mandato normativo
que obligue a una actuación y este deber detente superior valor a otro que se infringe;
tal supuesto no emerge del presente caso.
Empero sí verificamos que la conducta realizada por los encausados se encuentra dentro
del marco de la causa de justificación prevista como obediencia debida, para lo cual ad­
vertimos que se cumplen los requisitos antes enunciados. Así se advierte que existía una
relación de subordinación, pues como ya se ha señalado los encausados Marcio Llanco

8 Según el artículo 26, de la Ley Orgánica de la Policía Nacional, los suboficiales tienen las siguientes
jerarquías y grados: i) Suboficial Superior, ii) Suboficial Brigadier, iii) Suboficial Técnico de Primera, iv)
Suboficial Técnico de Segunda, v) Suboficial Técnico de Tercera, vi) Suboficial de Primera, vii) Subofi­
cial de Segunda, viii) Suboficial de Tercera.

INSTITUTO PACÍFICO 34
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Quispe, Shanvell Veliz Mamani y Luz Bailón Mamani, eran Suboficiales de Tercera,
con menor jerarquía que Frank Delgadillo Pilco (Suboficial de Primera) y Julio Pérez
Huamán (Suboficial Técnico de Primera), incluso este último era el jefe del personal de
inteligencia operativa.
Respecto de la competencia del superior jerárquico, se tiene que Julio Pérez Huamán,
como jefe de equipo, tenía función de planear las acciones inherentes a su equipo de
investigación e inteligencia, supervisarlos, además de coordinar con el Ministerio Público
y otras autoridades que la función lo requiera; mientras que Frank Delgadillo Pilco, al
ser el segundo con mayor jerarquía, era quien comandaba el grupo que salió a patrullar
e intervino a los señores Pió Quispe Quispe y Egnir Quispe Quispe; intervención en la
que eran ajenos los encausados Shanvell Veliz Mamani y Luz Bailón Mamani, pues esta
acreditado que no participaron de la detención de los agraviados y estaban de servicio
en la unidad policial.
En cuanto al obrar por obediencia, se advierte que los encausados Marcio Llanco Quispe,
Shanvell Veliz Mamani y Luz Bailón Mamani, intervienen en los hechos en razón de ser
miembros del personal de inteligencia operativa de la Sección de Investigación Criminal
PNP Juliaca, que ese día se encontraban en servicio policial, por ende eran pasibles de
recibir órdenes de sus superiores; en ese contexto el día de los hechos las órdenes que
se dieron tanto en la intervención como en la redacción de las actas de registro personal
fueron de carácter verbal; por tanto estas tenían la forma prevista por ley al tratarse de
operaciones propias de la Sección de Investigación Criminal PNP Juliaca.
19.2. La encausada Luz Karina Bailón Mamani, Suboficial de Tercera de la Policía Na­
cional del Perú, funcionalmente debía ejecutar o llevar a cabo las disposiciones de su
superior, en este caso del Suboficial de Primera Frank Delgadillo Pilco, quien en línea
jerárquica tenía competencia funcional para emitir órdenes verbales relacionadas a una
intervención policial, pues la dinámica de la actuación policial orienta a que los actos que
ejecutan sus inferiores sean en estricto órdenes verbales y no necesariamente escritas.
Por mandato normativo y reglamento policial el subordinado esta en la obligación legal
PARTE de ejecutar lo dispuesto por su superior en el marco siempre de un escenario que revista
la formalidad y legalidad de actuación policial.
En el presente se advierte que la encausada Luz Karina Bailón Mamani dentro de la in­
tervención que se efectúa a Pío Quispe Quispe y Egnir Quispe Quispe, recibió la orden
de realizar el acta de registro personal, orden verbal que opera dentro del marco policial
formal y al que no podía oponerse la encausada.
No emana de autos que este mandato trasluzca una orden manifiestamente ilegal, pues
el iter de los acontecimientos señala que no hubo dolo en su actuación y que tuviese
conocimiento a raíz de la intervención policial a los intervenidos que existió un acto
cohechador.
Objetivamente no es posible, como señala el fiscal, atribuir en grado de conocimiento la
realización de un accionar doloso en perjuicio de los intervenidos; cuando objetivamente
no hay prueba o indicio congruente que permita establecer que conocía del acto que
realizaban sus superiores.
Así pues, los mismos intervenidos Pió Quispe Quispe (véase su declaración en juicio oral a
foja 239 del cuaderno de debate) y Egnir Quispe Quispe (véase su declaración preliminar

PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


342
JURISPRUDENCIA RELEVANTE

a foja 265 del expediente judicial y declaración en juicio oral a foja 276 del cuaderno de
debate), han señalado que la policía femenina redactó el acta por orden de otro policía,
que no conversó con ellos pues estaba en otro lado y que tampoco les solicitó dinero;
lo cual coincide con la declaración de la encausada (véase foja 75 y 364), quien señaló
que ella se encontraba en las oficinas de la Seincri y cuando llegaron los intervenidos el
SOI PNP. Frank Delgadillo Pilco, le dio una orden verbal para que lo apoye en redactar
el acta de registro del señor Pió Quispe Quispe que se encontraba realizando, mientras
que el SO3 PNP. Shanvell Veliz Mamani redactaba el acta de registro personal de Egnir
Quispe Quispe, pero como después llegó la ronda diurna se retiró de la oficina, cuando
regreso nuevamente a la oficina para terminar el acta el mismo SOI PNP. Frank Delga­
dillo Pilco le dijo que ya no la continúe puesto que los intervenidos habían presentado
los documentos que certificaban la existencia del dinero que estaba registrando.
A ello se suma que la SO3 PNP Luz Karina Bailón Mamani recién había egresado de la
escuela de policías el 1 de marzo del 2015 (véase el reporte de antecedentes y referencias
de información administrativo disciplinaria a foja 109) y fue incorporada a la FPP/DIVPOS
JULIACA/DEPICAJ-SEINCRI el 11 de agosto del 2015 (véase la orden de incorporación
N ° 1497-2015-DIRNAOP-PNP/FRENPOL-P/OFAD-UNIREHUM-MP a foja 345), es decir
tenía dos meses en dicha sub-unidad.
19.3. El encausado Shanvell Kioshy Véliz Mamani, con el grado de suboficial de tercera
de la Policía Nacional del Perú, funcionalmente también debía obedecer y ejecutar las
disposiciones de sus superiores jerárquicos, en este caso el Suboficial Técnico de Primera
Julio César Pérez Huamán y el suboficial de primera Frank Delgadillo Pilco, superiores
del grupo de inteligencia operativa y parte del personal de servicio de la SEINCRI-Juliaca,
respectivamente, podían dar órdenes propias de la actividad policial que realizaban en
dicha unidad.
En el presente caso el que redacte las actas de intervención de Egnir Quispe Quispe y Pió
Quispe Quispe, quienes habían sido intervenidos en el marco de un control de identidad,
encontrándose esta orden revestida de las formalidades legales para su cumplimiento,
r PARTE'
pues fue hecha de forma verbal y por un superior jerárquico. k

En autos no hay evidencia que el encausado haya podido presumir o tener conocimiento
que tras las ordenes de su superior existía un acto manifiestamente ilegal y que conocía
respecto a las circunstancias en que se produjo la intervención de los detenidos, pues de
manera coherente ha señalado en su declaración (véase fija trescientos setenta y nueve),
que cuando se encontraba en la oficina de la SEINCRI, a eso de las 10:15 horas, los
SOT1 PNP. Julio César Pérez Huamán, el SO2 PNP. Jhon Alex Molina Masco, el S03
PNP. Marcio Erquil Llanco Quispe y el SOI PNP. Frank Delgadillo Pilco, retornaron a
la oficina en compañía de dos intervenidos, a quienes hicieron ingresar a la segunda
oficina de la SENICRI-Juliaca, que él se encontraba en otro ambiente con la SO3 PNP.
Luz Karina Bailón Mamani realizando el control de identidad de otros intervenidos; en
ese momento el SOI PNP. Frank Delgadillo Pilco le ordenó que realice el registro per­
sonal de Egnir Quispe Quispe, el cual puso sobre el escritorio la suma de S/10.20 soles
en monedas y su celular, después de concluir el acta le dio cuenta al superior Delgadillo
Pilco, pero éste le dijo que la haga nuevamente ya que estaba con borrones. Si bien el

INSTITUTO PACÍFICO 343


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

encausado ha señalado que observó que los efectivos policiales sacaron y volvieron a
ingresar a los intervenidos a la oficina aproximadamente unas seis veces, no se puede
concluir objetivamente que ante ello éste debía concluir que estos estaban realizando
algo ilegal, más aún cuando ha referido que después se retiró de la oficina porque había
llegado la ronda y al regresar observó que el SOI PNP. Frank Delgadillo Pilco, le estaba
dictando otra acta de registro a la SO3 PNP. Luz Karina Bailón Mamani; y el SOT1 PNP.
Julio César Pérez Huamán le ordenó que realice el acta de registro personal del mayor
de los intervenidos con resultado negativo indicándole que ya habían demostrado la
preexistencia del dinero y que los acompañe afuera, acatando dicha orden y es en ese
momento que Egnir Quispe Quispe le pidió su número y se lo dió.
19.4. Por su parte el encausado Marcio Erquiel Llanco Quispe, también con el grado
de suboficial de tercera, funcionalmente también debía realizar las disposiciones de sus
superiores jerárquicos, en este caso del suboficial de primera Frank Delgadillo Pilco, el
mismo que al ser parte del personal de servicio de la SEINCRI-Juliaca y con mayor rango
que el encausado podía darle ordenes propias de la actividad policial que realizaban en
dicha Unidad, como es en este caso el que apoye en la intervención de Egnir Quispe
Quispe y Pió Quispe Quispe, quienes fueron intervenidos en el marco de un control
de identidad, habiendo dicha orden estado revestida de las formalidades legales, pues
hecha de forma verbal y por un superior jerárquico en el marco del procedimiento de
control de identidad. No se advierte de manera objetiva que dicha orden haya sido
manifiestamente ilegal o que el encausado haya podido advertir que lo sea, pues como
lo señala coherentemente en su declaración (foja 386), que cuando se encontraba con
dirección a la división policial el SO2 Jhon Alex Molina Masco (de mayor grado al ser
suboficial de segunda), se le acercó y pidió que “le dé una jalada”, pero después recibió
una llamada y le ordenó para que apoye en una intervención de dos personas que se
encontraban en actitud sospechosa, que en ese momento llegó el SOI Frank Delgadillo
Pilco a bordo de una camioneta, quien le ordenó que intervenga a la dos personas, para
lo cual se identificó con su nombre y grado y les dijo que era un control de identidad,
PARTE V 1 pero las personas pusieron resistencia, después los llevaron a la Seincri.
Constituye hecho probado que la exigencia de entrega de dinero a los intervenidos se
dio con posterioridad a esta intervención, en tal sentido el cumplimiento de la orden
verbal al momento de la actuación policial sin otro elemento suficiente que acredite dolo
en su actuación no puede constituir aporte causal secundario como ha señalado la Sala
Superior al señalar que el título de su participación es de cómplice secundario.
Vigésimo. En atención a tales consideraciones, las instancias de mérito incurrieron en una
interpretación errónea de la causal prevista en el inciso ocho, del artículo 20, del Código
Penal, al considerar que la doctrina señala que se restringe la obediencia debida solo a
aquellos supuestos en los que la orden que emite el superior jerárquico sea conforme a
derecho; esto pese a que como se ha señalado los encausados Marcio Llanco Quispe,
Shanvell Veliz Mamani y Luz Bailón Mamani cumplen los requisitos para la aplicación
de la eximente referida a obediencia debida; razones por las que cabe estimar el agravio
formulado en ese sentido; consecuentemente, el recurso debe ser amparado.

344 PARTE V: CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS


JURISPRUDENCIA RELEVANTE

DECISIÓN
Por estos fundamentos:
I. Declararon Fundados los recursos de casación por errónea interpretación de la
norma penal (inciso nueve, del artículo 20, del código penal), referida a la obe­
diencia debida, promovidos por los encausados Shanvell Kioshy Véliz Mamani, Luz
Karina Bailón Mamani y Marcio Erquiel Llanco Quispe; en consecuencia: Casaron
la sentencia de vista del 22 de junio del 2018 (foja 978), que confirmando la de
primera instancia los condenó como cómplices secundarios, del delito contra la
Administración pública, en la modalidad de corrupción de funcionarios-cohecho
pasivo propio, en perjuicio del Estado peruano, representado por el procurador
público de la Procuraduría Pública Anticorrupción de Puno, a seis años de pena
privativa de libertad; y lo demás que contiene; y actuando como órgano de ins­
tancia y emitiendo pronunciamiento sobre el fondo Revocaron la sentencia del 2
de marzo del 2018 en el extremo que los condenó; reformándola Absolvieron a
Shanvell Kioshy Véliz Mamani, Luz Karina Bailón Mamani y Marcio Erquiel Llanco
Quispe como cómplices secundarios, del delito contra la Administración pública, en
la modalidad de corrupción de funcionarios-cohecho pasivo propio, en perjuicio
del Estado peruano.
II. Dispusieron la anulación de sus antecedentes penales y judiciales que se hubieran
generado como consecuencia del presente proceso y el archivo definitivo de la
presente causa.
III. Ordenaron la inmediata libertad de Shanvell Kioshy Véliz Mamani y Marcio Erquiel
Llanco Quispe, siempre y cuando no exista otro mandato de detención emanado
por autoridad competente; oficiándose vía fax con tal fin a la Sala Superior corres­
pondiente, para los fines consiguientes; y Ordenaron el levantamiento de las órdenes
de ubicación y captura emitidas en contra de Luz Karina Bailón Mamani.
IV. Dispusieron que la presente sentencia casatoria se lea en audiencia, y devuélvase
los actuados a la Sala Superior de origen y se archive el cuadernillo.
Intervino el juez supremo Castañeda Espinoza por licencia del juez supremo Prado
Saldarriaga.
S. S.
BARRIOS ALVARADO
CASTAÑEDA ESPINOZA
BALLADARES APARICIO
CASTAÑEDA OTSU
PACHECO HUANCAS

INSTITUTO PACÍFICO 345


MATERIA
RELACIONADA
Parte VI

LA IMPUNIDAD FRENTE AL DELITO DE


TRÁFICO DE INFLUENCIAS CUANDO
SE PROMETE INTERCEDER ANTE UN
REPRESENTANTE DEL MINISTERIO PÚBLICO
A FIN DE QUE SE EMITA, DENTRO DE SU
ÁMBITO DE COMPETENCIA FUNCIONAL,
UN PRONUNCIAMIENTO A FAVOR DEL
BENEFICIARIO

Brendalis Carhuancho Zaldaña*


Universidad de San Martín de Porres

íilífiSBijliSISIiSMSSl
SUMARIO: 1. Introducción-2. Respecto de la vulneración al principio de legalidad-
3. La regulación del delito de tráfico de influencias - 4. La influencia del derecho
penal comparado en el derecho penal nacional al regularse el delito de tráfico de
influencias.- 5. Que el traficante o vendedor de humo tenía que ofrecer interceder
ante un funcionario o servidor público que ha de conocer, que este conociendo
o que haya conocido un caso judicial o administrativo - 6. Conclusiones.-
7. Referencias bibliográficas.

Resumen: El Código Penal de 1991 en el art. 400 regula el delito de tráfico de


influencias, que se encuentra dentro de los delitos contra la Administración pú­
blica. Este tipo penal se ha modificado en diversas oportunidades desde su in­
corporación al Código Penal de 1924 hasta la actualidad. En esta investigación
se desarrollará la evolución del delito de tráfico de influencias, demostrando
que -en el transcurso del tiempo- el mencionado delito tuvo modificatorias.

Abogada por la Universidad San Martín de Porres. Maestrando en Cumplimiento Normativo en Derecho
Penal por la Universidad de Castilla-La Mancha (España). Realizó el Programa de Especialización en
Compliance por la Universidad del Pacífico y el curso de Especialización Avanzada en Derecho Penal
y Procesal Penal en la PUCP Así mismo se encuentra cursando el Máster Propio Internacional en
Prevención y Represión del Blanqueo de Dinero, Fraude Fiscal y Compliance en la Universidad de
Santiago de Compostela (España).

INSTITUTO PACÍFICO 349


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Teniendo en cuenta dichas modificatorias, se realizará un análisis con la legis­


lación comparada, donde se observará que la regulación del delito de tráfico
de influencias en la legislación peruana genera impunidad, ya que este delito
se configura cuando se intercede ante un funcionario o servidor público que ha
de conocer, este conociendo o haya conocido un caso judicial o administrativo.
En este sentido, nuestra investigación se centra en la modificación del art. 400 del
Código Penal, con la finalidad de evitar la impunidad en el mencionado artículo.
Es decir, la propuesta planteada responde al propósito de evitar impunidad en
el delito de tráfico de influencias cuando se interceda ante un representante del
Ministerio Público.
Palabras Claves: tráfico de influencias, funcionario o servidor público, influencia,
traficante o vendedor de humo, impunidad, beneficiario.

1. Introducción
En nuestro país, el Código Penal regula en el art. 400 el delito de tráfico de
influencias (o también llamado venta de humo), siendo que la actual estructura
típica del delito de tráfico de influencias sanciona al vendedor de humo que
se permite ofrecer interceder ante un funcionario o servidor público que este
conociendo un caso, sea este judicial o administrativo, un problema tanto
aplicativo e interpretativo que existe si lo vinculamos concretamente con el
ejercicio público funcional que desarrollan los fiscales en materia penal, es decir,
cuando la venta de influencias se encuentra referida, por ejemplo, a la emisión
futura de una disposición o requerimiento fiscal de archivo de la investigación.
En ese sentido, PEÑA ha señalado sobre el tema que las actuaciones o pro­
nunciamientos del Ministerio Público son ajenas por completo a la naturaleza
jurisdiccional o administrativa. Por ello, la advertencia aplicativa e interpretativa
a señalar es la siguiente:

Caso “judicial o administrativo”, señala expresamente la redacción nor­


mativa, advirtiendo un vacío con respecto a la actuación funcional del
fiscal, sus decisiones no son jurisdiccionales, a nuestro parecer tampoco
administrativas, al revelar una naturaleza singular. Vacío que puede
generar ciertos visos de impunidad, su inclusión en ámbito del tipo, tal
PARTE vi 1 como se encuentra reglado el tipo penal, podría generar una afectación
al principio de legalidad1.

Una actuación o pronunciamiento fiscal o policial no tienen una naturaleza para


ser denominados como caso judicial o administrativo, por lo que siguiendo el
propio tenor del art. 400 del Código Penal, la promesa de interceder ante un fiscal
o ante un policía a la fecha quedarían como conductas impunes penalmente.
Esta conclusión asumida permite también entender que el denominado caso
administrativo que se encuentra como elemento del tipo objetivo del delito de
tráfico de influencias, tampoco podría ser equiparado o asimilado a una inves­

1 PEÑA Cabrera, Alonso, Derecho penal. Parte especial, t. v, Lima: Idemsa, 2010.

PARTE VI: MATERIA RELACIONADA


350
BRENDALIS CARHUANCHO ZALDAÑA

tigación policial, por lo que debe quedar en claro que a la fecha se encuentra
como una conducta impune penalmente si un traficante de influencias busca
interceder ante un fiscal o ante un miembro policial que esta conociendo un
caso fiscal o policial, respectivamente.
La doctrina nacional, en sentido crítico, ha buscado señalar que nuestro legisla­
dor seguramente consideró que solo existían dos extraordinarios procesos en el
sistema jurídico, dejando de lado los procesos prejurisdiccionales, no existiendo
acuerdo sobre la naturaleza jurídica de lo que significa una investigación prelimi­
nar o una investigación preparatoria, esto es, prejurisdiccional o administrativa,
ya sea que se encuentra regulada y normada por la Ley Orgánica del Ministerio
Público o por el Código Procesal Penal del 2004.
A fin de poder cubrir una evidente laguna de punibilidad, una próxima reforma
penal del delito de tráfico de influencias debería describir en forma amplia y
expresa que el traficante de influencias o “vendedor de humo” prometa al inte­
resado, “comprador de humo” o beneficiario de las influencias interceder ante
un funcionario o servidor público que este conociendo un caso que se encuentre
llevando a cabo bajo su competencia funcional dentro de la Administración
pública y no limitarlo a un caso judicial o administrativo.
El hecho de que una persona prometa interceder ante un representante del
Ministerio Público que este en conocimiento de un caso a fin de que emita un
pronunciamiento a su favor dentro de su ámbito funcional, esto es, a cambio
de la obtención de un beneficio o ventaja de cualquier naturaleza, tal proceder
no podrá subsumirse o encuadrarse en el tipo penal de tráfico de influencias.
Sin embargo, sí es posible que el respectivo órgano judicial dicte una sentencia
absolutoria o un auto de sobreseimiento fijando un monto de reparación civil
a favor del Estado en tanto en el proceso penal se haya podido acreditar obje­
tivamente la existencia de un daño que deba ser reparado.

2. Respecto de la vulneración al principio de legalidad


Asumimos el parecer académico que una investigación y/o actuación fiscal no
puede ser equiparada o asimilada a una investigación y/o actuación de natu­
raleza administrativa, es decir, a un caso administrativo, no podiendo tampoco
tener equiparación el denominado caso administrativo a una investigación
realizada en sede policial. P PARTE V
En ese orden de ideas, una investigación preliminar, conforme al Código de
Procedimientos Penales de 1940, o una investigación preparatoria, respecto
del Código Procesal Penal del 2004, ambas dirigidas y conducidas por el Mi­
nisterio Público, no puede ser comprendida en una investigación de naturaleza
administrativa, ya que eso sería entender que esta investigación sería normada
y regulada por la Ley de Procedimiento Administrativo General, lo cual no es
posible aceptar a la fecha. Asumimos el parecer que esta investigación debe ser
entendida como una de tipo prejurisdiccional, por lo que los actos de influen­
cias que se busquen realizar hacia un fiscal o un policía a la fecha quedarían
impunes, bajo la perspectiva del delito de tráfico de influencias.

INSTITUTO PACÍFICO 35
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Una investigación preliminar, conforme al Código de Procedimientos Penales


de 1940, o una investigación preparatoria, de acuerdo con el Código Procesal
Penal del 2004, ambas dirigidas y conducidas por el Ministerio Público, no
puede ser considerada como un caso administrativo. Respecto del principio de
legalidad penal, debemos asumir en forma categórica que una investigación
en la fiscalía no puede ser equiparada o asimilada a una investigación de corte
o naturaleza administrativa.
Debe recordarse que, conforme el art. III del título preliminar del Código Penal,
como una manifestación del principio de legalidad penal, se encuentra proscrita
la aplicación de la analogía in malam partem para atribuir un comportamiento
como delito.
En esa línea de contexto, debe tenerse en cuenta que nuestro ordenamiento
jurídico penal prohíbe los supuestos de la integración normativa, esto es, los
casos en donde ante un vacío normativo, el juzgador, a través de la analogía con
otras normas similares, busca crear una norma jurídica, siendo que la analogía
como integración normativa esta proscrita en el derecho penal por mandato
constitucional de acuerdo a lo regulado en el art. 139.9 de la Constitución.
El hecho de que una conducta pueda vulnerar un bien jurídico protegido, en este
caso el correcto y transparente desenvolvimiento de la Administración pública
por medio del empleo, en provecho propio o de un tercero del trabajo humano,
la mano de obra o de los servicios pagados por la Administración pública, no
significa que necesariamente tal comportamiento tenga que subsumirse a la
fecha en algún injusto penal determinado (peculado por utilización o peculado
de uso). En términos de ejemplo y haciendo una interpretación paralela, casos
como el de manejar un vehículo y no respetar la respectiva luz roja del semáforo,
el de conducir el mismo vehículo en sentido contrario o cuando el conductor
maneja hablando por celular, son de seguro conductas que ponen en riesgo
la seguridad pública, pero que carecen de relevancia penal al no existir tipo
penal al respecto.
Además, conforme al principio de legalidad penal, el creador de la ley penal
(el legislador) se encuentra obligado de establecer las conductas delictivas en
forma clara con el fin de poder diferenciarlas de aquellas otras que se encuentran
permitidas o toleradas socialmente (lege certa), en tanto que esto le permitirá al
juzgador aplicar lo restrictivamente creado previamente por el legislador a fin
PARTE VI
____________ j de evitar la aplicación de la analogía perjudicial (lege stricta).

3. La regulación del delito de tráfico de influencias

3.1. La regulación del delito de tráfico de influencias conforme al Código


Penal de 1924
A través de la historia republicana al Ministerio Público lo consideraban anexo
al Poder Judicial, esto es, como un ente no autónomo, tal es así que la Cons­
titución de 1823 y 1826 no lo regulan como un órgano constitucionalmente
autónomo, recién en la Constitución de 1839 se describe que existirían fiscales

PARTE VI: MATERIA RELACIONADA


352
BRENDALIS CARHUANCHO ZALDAÑA

en el Poder Judicial en todas sus jerarquías, sin especificar sus funciones y así
se prolongó algunos años más.
En el Código Penal de 1924 no se tomó en cuenta que la participación de los
representantes del Ministerio Público podría configurar un delito de tráfico de
influencias, en dicha época se encontraba establecido el tercer Gobierno del
oncenio de Leguía, esto es, existía un insipiente ministerio fiscal.
El delito de tráfico de influencias, materia de investigación, recién encuentra luz
con el D. Leg. N.° 121 del 12 de junio de 1981 donde se tipifica por primera
vez. En ese sentido, HURTADO señala lo siguiente:

Nuestro Código de 1924 no contenía disposición similar al art. 400. El


antecedente inmediato de esta norma fue introducido, como art. 353-A CP
1924, mediante el D. Leg N.° 121, del 12 de junio de 1981. Este decreto
fue dictado por el Poder Ejecutivo en virtud de las facultades legislativas
delegadas por el parlamento (Ley 23230, del 15 de diciembre de 1980),
con la finalidad de que se revisen los diversos decretos leyes dictados por
la dictadura militar en materia penal. En el proyecto elaborado y discutido
por la comisión —designada por el Ministerio de Justicia y de la cual for­
mábamos parte— no figuraba dicha disposición. Esta fue introducida por
funcionarios en el texto definitivo que se dictó. Por tanto, no se discutieron
a fondo las razones para estatuirlo. Constituyó una expresión de la idea
políticamente predominante entonces, que apuntaba a facilitar la represión
eficaz de los funcionarios que durante el fenecido gobierno militar habían
cometido delitos contra los intereses del Estado. Con este fin, se consideró
que —ya desde la manera de elaborar los tipos legales— era necesario
disminuir las dificultades que podrían surgir para probar la comisión de
los tradicionales delitos contra la Administración pública2.

Siendo ello así, es menester resaltar que a través del D. Leg. N.° 121 del 12
de junio de 1981, se incorporó el delito de tráfico de influencias y se buscó
reprimir a los funcionarios en el gobierno militar, dados los excesos cometidos
en dichos militarismos.
Por otro lado, SALINAS apunta que incluso en dicho decreto legislativo en
principio no tenían pensado incluir tal delito, sino que a raíz de los últimos
redactores de dicho decreto lo implementaron. Cabe destacar que no existió r PARTE V
ninguna exposición de motivos seria relacionada a la política criminal en la
sociedad peruana de ese entonces respecto a dicho delito.
En ese sentido, precisa SALINAS:

El decreto legislativo incorporó al Código Penal el art. 353-A que tipificó


el delito de tráfico de influencias, el cual no estaba en proyecto inicial del
citado decreto legislativo, sino que fue introducido por quienes redactaron
el texto definitivo; por lo tanto, como ocurre hasta ahora, no se discutió

2 HURTADO Pozo, José, “Interpretación y aplicación del art. 400 del Código Penal del Perú, delito llama­
do de tráfico de influencias”, en Anuario de Derecho Penal, Lima: 2005.

INSTITUTO PACÍFICO 353


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

académicamente por los entendidos en materia penal las razones sustan­


tivas y de política criminal para tipificarlos3.

Si bien no se discutieron los motivos para tipificar el delito de tráfico de influen­


cias, toda vez que el Código Penal de 1924 no contenía inicialmente este delito,
no es menos cierto que la incorporación del delito de tráfico de influencias en
el Código Penal de 1924 significó buscar sancionar una forma de corrupción
que se había descubierto por esas épocas, cuando el Ministerio Público no era
considerado como un organismo constitucionalmente autónomo.
En consecuencia, dicho delito buscaba investigar y, de comprobarse, sancionar
a los que invocando influencias reales o simuladas prometían interceder ante un
funcionario o servidor público que este conociendo o haya conocido un caso
judicial o administrativo, la pena únicamente era de un máximo de dos años y
con una multa no considerable.
Cabe destacar que el delito de tráfico de influencias evolucionó con el trans­
curso del tiempo, y si bien se incorporó mediante el D. Leg. N.° 121 del 12
de junio de 1981, podemos advertir que desde la incorporación se buscó
sancionar la promesa de interceder ante un funcionario o servidor público que
este conociendo o haya conocido un caso judicial o administrativo, debiendo
anotar que no se refería en concreto a la función fiscal del Ministerio Público.
En razón a ello, el art. 353-A del Código Penal de 1924 señalaba textualmente:

El que, invocando influencias reales o simuladas reciba, o haga dar, o


prometer para sí o para un tercero, un donativo o una promesa o cual­
quier otra ventaja con el fin de interceder ante un funcionario o servidor
público, que este conociendo o haya conocido un caso judicial o admi­
nistrativo, será reprimido con prisión no mayor de dos años y multa de
la renta de veinte a cuarenta días. Si el agente fuere funcionario público,
será reprimido además con inhabilitación conforme a los incisos 1, 2 y 3
del art. 27 por doble tiempo de la condena.

Al respecto, debemos tomar en cuenta que el legislador no ha tomado en cuenta


que se debe cumplir el principio de legalidad respecto a los tipos penales, siendo
ello así, para dicha época no se especificaba que un representante del Ministerio
Público también podría cometer dicho delito.
En ese sentido, no cabe duda que, el tipo penal de tráfico de influencias —en el
transcurso del tiempo— asumió diversas modificatorias propias de la evolución
de la sociedad, toda vez que el derecho regula las necesidades sociales, es una
especie de reacción frente a los hechos sucedidos, máxime si hablamos del
derecho penal que en principio debería de ser de ultima ratio; sin embargo,
los legisladores lo utilizan como medidas populistas para tener el aplauso del
pueblo, sin medir las consecuencias de dichos incrementos en las penas o en
los nuevos delitos.

3 SALINAS Siccha, Ramiro, Delitos contra la Administración pública, Lima: Grijley e lustitia, 2016, p. 653.

354 PARTE VI: MATERIA RELACIONADA


BRENDALIS CARHUANCHO ZALDAÑA

Incluso la presente investigación considera que aún existe un vacío al momento


de haber tipificado el delito de tráfico de influencias, debido a que busca que
el tipo penal se modifique con la finalidad que se incluya a la redacción de
funcionario o servidor público sin mayores especificaciones y no limitarlo como
sucede actualmente en el art. 400. Así también, la redacción del art. 353-A del
Código Penal de 1924 no era tan alejada a la redacción del art. 400 vigente
actualmente.

3.2. La regulación del delito de tráfico de influencias conforme al Código


Penal de 1991.
El Código Penal de 1991 reguló el delito de tráfico de influencias mediante el
art. 400, que textualmente señalaba:

El que, invocando influencias, reales o simuladas, recibe, hace dar o


prometer para sí o para un tercero, donativo o promesa o cualquier otra
ventaja con el ofrecimiento de interceder ante un funcionario o servidor
público que este conociendo o haya conocido un caso judicial o admi­
nistrativo, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de dos
ni mayor de cuatro años.

Al respecto, no se tipificaban varias conductas, por ejemplo: no se preveía una


pena de multa, ni circunstancias en las cuales se podría agravar la pena, adi­
cional a ello, se mantenía en el aire respecto a que la conducta debería recaer
en un funcionario o servidor público.
Dicho de otro modo, el tipo penal no hizo hincapié al término “beneficio” y se
comenzó a utilizar la frase “con el ofrecimiento” de interceder, en lugar de “con
el fin” de interceder. Además, no se preveía aún que las influencias vendidas
tendrían que recaer sobre un funcionario o servidor público que “ha de cono­
cer” un caso judicial o administrativo, como tampoco una pena de multa ni una
circunstancia agravante por la condición de ser funcionario o servidor público.
En ese sentido, conforme señalamos en el párrafo anterior, REÁTEGUI indica:

Podemos ver que en dicho texto legal no se regulaba el término “beneficio”


(igual que en el art. 353-A del Código Penal de 1924) y se comenzó a PARTE V
utilizar la frase “con el ofrecimiento” de interceder, en lugar de “con el fin”
de interceder: así también no se preveía aún que las influencias vendidas
tendrían que recaer sobre un funcionario o servidor público que “ha de
conocer” un caso judicial o administrativo, no se preveía una pena de
multa ni una circunstancia agravante por la condición de ser funcionario
o servidor público4.

La redacción del delito de tráfico de influencias en el Código Penal de 1991


fue similar al art. 353-A del Código Penal de 1924, incluso la influencia solo

4 ReÁTEGUI LOZANO, Rolando, Corrupción de funcionarios, Lima: lustitia. 2018, p. 192.

INSTITUTO PACÍFICO 355


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

contemplaba ante un funcionario o servidor público que conozca o haya co­


nocido un caso judicial o administrativo. En este punto, se debe precisar que
posteriormente se modificó por el art. 1 de la Ley N.° 28355 del 6 de octubre
del 2004, en dicha disposición normativa se precisó que:

El que, invocando o teniendo influencias reales o simuladas recibe, hace


dar o prometer para sí o para un tercero, donativo o promesa o cualquier
otra ventaja o beneficio con el ofrecimiento de interceder ante un fun­
cionario o servidor público que ha de conocer, este conociendo o haya
conocido un caso judicial o administrativo, será reprimido con pena pri­
vativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de seis años. Si el agente
es un funcionario o servidor público, será reprimido con pena privativa
de libertad no menor de cuatro ni mayor de ocho años e inhabilitación
conforme a los incisos 1 y 2 del art.36 del Código Penal.

Es menester resaltar que los términos “teniendo influencias” y “beneficio” son


nuevas modificaciones en el nuevo texto legislativo, del mismo modo, con esta
ley incluso se establece una sanción respecto de la venta de influencias.
Por otro lado, cabe mencionar que las conductas antes mencionadas debían
recaer sobre un funcionario o servidor público que “ha de conocer” un caso
judicial o administrativo. Incluso se agregaron circunstancias agravantes por
pertenecer al Estado, ya sea por ser funcionarios públicos o por ser servidores
públicos al momento de cometer el delito.
Debemos tener en cuenta que esta reforma añadió el término “solicitar”, es
decir, era plausible la consumación del tráfico de influencias sin que obligato­
riamente debiera existir un interesado o un beneficiario que haya entregado
o haya prometido entregar algún tipo de ventaja o beneficio al vendedor de
humo. En consecuencia, con esta ley se buscó establecer en forma expresa que
la consumación de este delito era posible con la sola presencia del “vendedor
de humo” sin que exista en forma obligatoria un “comprador de humo”.
Es importante, hacer hincapié sobre la Ley N.° 28355 que se promulgó el
cuatro de octubre del año dos mil cuatro, que modificó el delito de tráfico de
influencias, donde se precisa que se necesita tanto del traficante de influencias
como del beneficiario. Sin embargo, con la modificatoria de la Ley N.° 28355 el
PARTE VI1 delito de tráfico de influencias, donde se incluía el término solicitar, era factible
la configuración del delito con la única presencia del vendedor de humo o trafi­
cante de influencias. Siendo aquello una importante diferencia a tener presente.
Más adelante, se modificó el delito de tráfico de influencias a través del art. 1
de la Ley N.° 29703, siendo que posteriormente se derogó en parte por la Ley
N.° 29758 del 21 de junio del 2011. Cabe resaltar que, con esta última ley se
retomó a lo señalado en la Ley N.° 28355.
Sin perjuicio de lo comentado en líneas previas, es pertinente hacer mención
de las novedades que fueron introducidas mediante la Ley N.° 29703, en la
que si bien a la fecha no están previstas en forma taxativa en el art. 400 del

PARTE VI: MATERIA RELACIONADA


356
BRENDALIS CARHUANCHO ZALDAÑA

Código Penal, es conducente poner en conocimiento lo novedoso que trajo


esta reforma a la legislación penal.
En esta redacción del art. 400 del Código Penal, ya no se hablaba de que el
sujeto activo del delito, en este caso el vendedor de humo, tenga que invocar o
tener las influencias reales o simuladas, por lo que este personaje no tenía que
ser necesariamente un pregonero que se ufanara en decir lo que tenía.
Si bien, desde su origen se ha hecho mención que el traficante de influencias
tenía que invocar o tener influencias reales o simuladas, con esta reforma in­
troducida se dejó de lado la palabra “simuladas”, haciéndose mención de que
el ofrecimiento de interceder tenía que ser real. Vinculado a lo anterior, cabe
señalar que si bien este vendedor de humo no requería ser una persona que
alardeaba o que pregonara, si requería que su ofrecimiento a interceder ante
un funcionario o servidor público que ha de conocer, que este conociendo o
haya conocido un caso judicial o administrativo, sea real. Con la vigencia de
esta reforma legal, los ofrecimientos a interceder en forma irreal o en forma
simulada ante un funcionario o servidor público, devenían en un hecho carente
de interés penal, no pudiéndose ser tampoco reconducido a la figura patrimonial
de estafa por tratarse de ventas de actos ilícitos que no pueden tener protección
por el ordenamiento jurídico en general. Dentro de esta línea interpretativa cabe
señalar que solo eran sancionadles penalmente los tráficos de influencias reales.
Antes de la reforma introducida por esta ley se sostenía que el traficante de
influencias tenía que recibir, hacer dar o prometer por parte del interesado
cualquier tipo de ventaja o beneficio, por lo que devenía en ser un delito de
participación necesaria o también denominada como un delito bilateral; sin
embargo, con esta reforma se agregó el término solicitar. Bajo este esquema
era posible la configuración del tráfico de influencias sin que necesariamente
debiera existir un interesado o un beneficiario que haya entregado o haya
prometido entregar algún tipo de ventaja o beneficio al vendedor de humo.
Por tanto, sin perjuicio de lo sostenido en considerar al tráfico de influencias
como un delito plurisubjetivo, con esta ley, como una excepción a la regla se
estableció en forma expresa que la consumación de este delito era posible con
la sola presencia del vendedor de humo sin que exista, en forma obligatoria,
un comprador de humo, como cuando el traficante le solicita cualquier tipo de
ventaja o beneficio a un potencial interesado o beneficiario, por el ofrecimiento
real de interceder ante un funcionario o servidor público que haya conocido, que
este conociendo o que vaya a conocer un caso judicial o administrativo, siendo rPARTE V

que existiría el delito así el potencial interesado o beneficiario haya rechazado


la propuesta o le haya sido indiferente (delito monosubjetivo), en donde a este
último no se le podría atribuir este injusto penal por no haber existido, en este
supuesto, ningún partícipe necesario.
En forma concordante, ROJAS ha hecho mención que “pese a tratarse de un
delito de consumación anticipada, en el cual se adelantan las barreras de pro­
tección penal, las formas de tentativa pueden configurarse [...]”5.
Debe quedar en claro que el solo ofrecimiento real de interceder o intermediar
ante un funcionario o servidor público no configura ningún acto de relevancia

5 ROJAS Vargas, Fidel, Delitos contra la Administración pública, Lima: Grijley, 2007, p. 800.

INSTITUTO PACÍFICO 357


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

penal, en donde a este se le debe agregar la solicitud de la ventaja o beneficio.


La sola existencia del ofrecimiento a interceder no crea la presencia del trafi­
cante de influencias.
En cuanto a las penas, las mismas se mantenían tanto para la modalidad bási­
ca —delito común (pena privativa de la libertad no menor de cuatro ni mayor
de seis años)—, como para la modalidad agravada —delito especial impropio
(pena privativa de la libertad no menor de cuatro ni mayor de ocho años e
inhabilitación conforme a los numerales 1 y 2 del art. 36 del Código Penal)—.
Es decir, posteriormente a la modificación mediante la Ley N.° 30111 del 26
de noviembre del 2013, el tipo penal 400 del Código Penal indicó:

El que, invocando o teniendo influencias reales o simuladas recibe,


hace dar o prometer para sí o para un tercero, donativo o promesa o
cualquier otra ventaja o beneficio con el ofrecimiento de interceder ante
un funcionario o servidor público que ha de conocer, este conociendo
o haya conocido un caso judicial o administrativo, será reprimido con
pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de seis años y
con ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco días-multa.

Si el agente es un funcionario o servidor público, será reprimido con pena pri­


vativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de ocho años e inhabilitación
conforme a los incisos 1 y 2 del art. 36 del Código Penal y con trescientos sesenta
y cinco a setecientos treinta días-multa (SALINAS)6.
En conclusión, tenemos que actualmente se sanciona la venta de influencias
reales y las simuladas o irreales, es decir, no es suficiente para la consumación
típica que el sujeto activo solicite o pida alguna ventaja económica o de cualquier
índole, será necesario la participación de un sujeto interesado en la compra
de las influencias ofrecidas, siendo que dicha participación consiste en dar o
prometer un donativo, ventaja o un beneficio de cualquier índole.
Como mencionamos, con esta modificatoria se indica que el delito de tráfico de
influencias es un delito de encuentro ya que se necesita del vendedor de humo
o traficante de influencias, así como del beneficiario de la influencia.

PARTE V11 4. La influencia del derecho penal comparado en el derecho penal na­
cional al regularse el delito de tráfico de influencias
A través del derecho comparado se busca obtener información que pueda
coadyuvar a influir en la reforma que busca la presente investigación. En ese
sentido, se demostrará el análisis de reformas legislativas que —de una u otra
manera— busca evitar impunidad respecto al delito de tráfico de influencias
cuando se prometa interceder ante un representante del Ministerio Público.

6 SALINAS Siccha, Ramiro, Delitos contra la Administración pública, Lima: Grijley e lustitia, 2016

358 PARTE VI: MATERIA RELACIONADA


BRENDALIS CARHUANCHO ZALDAÑA

4.1. La influencia del derecho penal español en el derecho penal nacio­


nal al regularse el delito de tráfico de influencias:
El delito de tráfico de influencias se encuentra recogido en el art. 428 y siguientes
del Código Penal español, siendo que legislación española castiga la influencia
realizada por un funcionario público sobre otro funcionario a través del art. 428
del Código Penal donde se señala lo siguiente:

El funcionario público o autoridad que influyere en otro funcionario


público o autoridad prevaliéndose del ejercicio de las facultades de su
cargo o de cualquier otra situación derivada de su relación personal o
jerárquica con este o con otro funcionario o autoridad para conseguir una
resolución que le pueda generar directa o indirectamente un beneficio
económico para sí o para un tercero, incurrirá en las penas de prisión de
seis meses a dos años, multa del tanto al duplo del beneficio perseguido
u obtenido e inhabilitación especial para empleo o cargo público y para
el ejercicio del derecho de sufragio pasivo por tiempo de cinco a nueve
años. Si obtuviere el beneficio perseguido, estas penas se impondrán en
su mitad superior.

El art. 428 del Código Penal español es un delito especial porque el sujeto activo
deberá ser un funcionario público o autoridad, situación regulada en nuestra
legislación peruana en el segundo párrafo del art. 400 de nuestro Código Penal,
siendo un delito especial impropio ya que el mismo artículo regula cuando el
sujeto activo puede ser cualquier persona, pero también indica que puede ser
un funcionario público elevándolo como una suerte de agravante del delito de
tráfico de influencias.
Así también, la legislación española sanciona la influencia realizada por el
particular sobre un funcionario público, mediante el art. 429 del Código Penal
español donde se indica, lo siguiente:

El particular que influyere en un funcionario público o autoridad preva­


liéndose de cualquier situación derivada de su relación personal con este
o con otro funcionario público o autoridad para conseguir una resolución
que le pueda generar directa o indirectamente un beneficio económico
PARTE
para sí o para un tercero, será castigado con las penas de prisión de seis
meses a dos años, multa del tanto al duplo del beneficio perseguido u
obtenido, y prohibición de contratar con el sector público, así como la
pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones o ayudas públicas y
del derecho a gozar de beneficios o incentivos fiscales y de la seguridad
social por tiempo de seis a diez años. Si obtuviere el beneficio perseguido,
estas penas se impondrán en su mitad superior.

Del análisis del art. 429 del Código Penal español se desprende que el sujeto
activo podrá ser el particular que influya ante un funcionario o autoridad, situa­
ción que no ocurre en la legislación peruana, toda vez que en el Perú si bien se

INSTITUTO PACÍFICO
359
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

sanciona el ofrecimiento de interceder ante un funcionario o servidor público,


más adelante se indica que este funcionario o servidor público ha de conocer,
este conociendo o haya conocido un caso judicial o administrativo.
Incluso, en el art. 430 del Código Penal español se indica lo siguiente:

Los que, ofreciéndose a realizar las conductas descritas en los dos artícu­
los anteriores, solicitaren de terceros dádivas, presentes o cualquier otra
remuneración, o aceptaren ofrecimiento o promesa, serán castigados con
la pena de prisión de seis meses a un año. Si el delito fuere cometido
por autoridad o funcionario público se le impondrá, además, la pena de
inhabilitación especial para cargo o empleo público y para el ejercicio del
derecho de sufragio pasivo por tiempo de uno a cuatro años.
Cuando de acuerdo con lo establecido en el art. 31 bis una persona jurídica
sea responsable de los delitos recogidos en este capítulo, se le impondrá
la pena de multa de seis meses a dos años.
Atendidas las reglas establecidas en el art. 66 bis, los jueces y tribunales
podrán asimismo imponer las penas recogidas en las letras b) a g) del
apartado 7 del art. 33.

4.2. La influencia del derecho penal argentino en el derecho penal nacio­


nal al regularse el delito de tráfico de influencias
En esa misma línea, el Código Penal argentino conforme señala REÁTEGUI:

Es otra de las legislaciones que con mayor rigor y determinación persigue


los delitos cometidos contra la Administración pública por los funcionarios
públicos, autoridades y personas particulares7.

En ese sentido el art. 256 bis del Código Penal argentino señala lo siguiente:

Será reprimido con reclusión o prisión de uno a seis años e inhabilitación


especial perpetua para ejercer la función pública, el que por sí o por per­
sona interpuesta solicitare o recibiere dinero o cualquier otra dádiva o
PARTE VI
aceptare una promesa directa o indirecta, para hacer valer indebidamente
su influencia ante un funcionario público, a fin de que este haga, retarde
o deje de hacer algo relativo a sus funciones.
Si aquella conducta estuviera destinada a hacer valer indebidamente una
influencia ante un magistrado del poder judicial o del Ministerio Público,
a fin de obtener la emisión, el dictado, la demora o la omisión de un
dictamen, resolución o fallo en asuntos sometidos a su competencia, el
máximo de la pena de prisión o reclusión se elevará a doce años.

7 REÁTEGUI LOZANO, Rolando, Corrupción de funcionarios, Lima: lustitia, 2018, p. 243.

PARTE VI: MATERIA RELACIONADA


360
BRENDALIS CARHUANCHO ZALDAÑA

De esta forma el Código Penal argentino en el título XI: Delitos contra la Admi­
nistración pública, en su capítulo VI: Cohecho y tráfico de influencias regula el
delito de tráfico de influencias, siendo que fue incorporado por el art. 32 de la
Ley N.° 25.188 BO de fecha 1 de noviembre de 1999.
El Código Penal argentino sanciona directamente al funcionario público o a la
persona interpuesta que recibiendo una dádiva o promesa haga, retarde o deje
de hacer algo relativo a sus funciones.
Ahora bien, del análisis del art. 256 bis del Código Penal argentino se desprende
que el sujeto activo podrá ser el particular que influya ante un funcionario o
autoridad, situación que no ocurre en la legislación peruana, toda vez que en el
Perú si bien se sanciona el ofrecimiento de interceder ante un funcionario o ser­
vidor público, más adelante se indica que este funcionario o servidor público ha
de conocer, este conociendo o haya conocido un caso judicial o administrativo.

4.3. La influencia del derecho penal italiano en el derecho penal nacio­


nal al regularse el delito de tráfico de influencias
El Código Penal italiano precisa en el libro primero, título I, en su capítulo II,
art. 346, conforme lo señala REÁTEGUI lo siguiente:

El que, alardeando crédito o influencia con un funcionario público o


empleado público que presta un servicio público, recibe, da o promete
para sí mismo o para otros, dinero u otra utilidad como contraprestación
de su mediación, al funcionario público o empleado, será castigado con
pena de prisión, de uno a cinco años, y una multa de 600.000 a 4 millo­
nes. La pena será prisión de dos años a seis años y multa de un millón,
si el delincuente recibe, da o promete para sí mismo o para otros, dinero
u otra utilidad con el pretexto de comprar a un funcionario o empleado,
o a remunerarle8.

En ese sentido, REÁTEGUI señala:

La mayoría de las legislaciones extranjeras establecen penas más rigurosas


y efectivas para los delitos de tráfico de influencias, donde se demuestra
la firmeza y determinación de las políticas y decisiones legislativas toma­
das para afrontar estos delitos con verdadero espíritu jurídico-penal, sin
reservas premeditadas, ni condicionamientos legales en la configuración
de los tipos penales que sirvan como recurso de bloqueo o vía de escape
para los autores del delito9.
Reforzando nuestra posición, el art. 346 del Código Penal de Italia también
—como venimos señalando a través de la legislación comparada— sancio­
na a la persona que promete interceder ante un funcionario o empleado

8 REÁTEGUI LOZANO, Corrupción de funcionarios, ob. cit., p. 247.


9 Loe. cit.

INSTITUTO PACÍFICO 36
DEUTOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

público, mas no se limita a un funcionario o servidor público que conozca


un caso judicial o administrativo, como sucede con la legislación peruana.

4.4. La influencia del derecho penal chileno en el derecho penal nacio­


nal al regularse el delito de tráfico de influencias
El Código Penal chileno regula el delito de tráfico de influencias mediante el
art. 240, donde sanciona textualmente:

Las penas establecidas en el artículo precedente serán también aplicadas al


empleado público que, interesándose directa o indirectamente en cualquier
clase de contrato u operación en que deba intervenir otro empleado públi­
co, ejerciere influencia en este para obtener una decisión favorable a sus
intereses. Las mismas penas se impondrán al empleado público que, para
dar interés a cualquiera de las personas expresadas en los incisos tercero
y final del artículo precedente en cualquier clase de contrato u operación
en que deba intervenir otro empleado público, ejerciere influencia en él
para obtener una decisión favorable a esos intereses.
En los casos a que se refiere este artículo el juez podrá imponer la pena
de inhabilitación absoluta perpetua para cargos u oficios públicos.

Del análisis del art. 240 bis del Código Penal de Chile se desprende que el su­
jeto activo podrá ser el particular que influya ante un funcionario o autoridad,
situación que no ocurre en la legislación peruana, toda vez que en el Perú si
bien se sanciona el ofrecimiento de interceder ante un funcionario o servidor
público, más adelante se indica que este funcionario o servidor público ha de
conocer, este conociendo o haya conocido un caso judicial o administrativo.

4.5. La influencia del derecho penal colombiano en el derecho penal


nacional al regularse el delito de tráfico de influencias
Señala PlEDRAHITA que el tipo penal vigente es el consagrado en la Ley 599
de 2000, modificada en lo pertinente por la Ley 1474 del 2011, en la cual se
tipifica en dos modalidades el delito de tráfico de influencias10.
PARTE VIH
En ese sentido, el art. 411 del Código Penal de Colombia indica:

El servidor público que utilice indebidamente, en provecho propio o de


un tercero, influencias derivadas del ejercicio del cargo o de la función,
con el fin de obtener cualquier beneficio de parte del servidor público en
asunto que este se encuentre conociendo o haya de conocer, incurrirá en
prisión de sesenta y cuatro (64) a ciento cuarenta y cuatro (144) meses,
multa de ciento treinta y tres punto treinta y tres (133.33) a trescientos
(300) salarios mínimos legales mensuales vigentes, e inhabilitación para

10 PlEDRAHITA JARAM1LLO, Renán, El delito de tráfico de influencias en la jurisprudencia de la Corte Supre­


ma de Justicia, Medellín: Universidad Eafit, 2012, p. 6.

PARTE VI: MATERIA RELACIONADA


362
BRENDALIS CARHUANCHO ZALDAÑA

el ejercicio de derechos y funciones públicas de ochenta (80) a ciento


cuarenta y cuatro (144) meses.

Además, PlEDRAHITA precisa que:

La Corte Suprema de Justicia de Colombia insiste en que los delitos con­


tra la Administración pública tutelan el correcto funcionamiento de esta
administración, pero cada uno de ellos salvaguarda un objeto particular
de ella y como se dijo en principio de este acápite, en el delito de tráfico
de influencias corresponde a la tutela de la buena imagen del Estado11.

Como se viene señalando, la legislación colombiana tampoco hace la precisión


que se deba interceder ante un funcionario público que conozca únicamente
un caso judicial o administrativo.

5. Que el traficante o vendedor de humo tenía que ofrecer interceder


ante un funcionario o servidor público que ha de conocer, que este
conociendo o que haya conocido un caso judicial o administrativo.
En nuestro país, el Código Penal regula en el art. 400 el delito de tráfico de
influencias, siendo que la actual estructura típica del delito de tráfico de influen­
cias sanciona al vendedor de humo que se permite ofrecer interceder ante un
funcionario o servidor público que este conociendo, entre otros supuestos, un
caso, sea este un caso judicial o un caso administrativo, problema tanto aplica-
tivo e interpretativo que existe si lo vinculamos concretamente con el ejercicio
público funcional que desarrollan los fiscales en materia penal, es decir, cuando
la venta de influencias se encuentra referida, por ejemplo, a la emisión futura
de una disposición o requerimiento fiscal de archivo de la investigación.
Debemos indicar que las actuaciones o pronunciamientos del Ministerio Públi­
co son ajenas por completo a la naturaleza jurisdiccional o administrativa. En
ese sentido, debemos indicar que el tipo penal de tráfico de influencias señala
textualmente que deberá ser un funcionario o servidor público que este cono­
ciendo, haya conocido o ha de conocer un caso “judicial o administrativo”.
Entonces podemos advertir un vacío con respecto a la actuación funcional
del fiscal, ya que sus decisiones no son jurisdiccionales ni administrativas. En
consecuencia, este vacío puede generar impunidad, y su inclusión en ámbito
del tipo podría generar una afectación al principio de legalidad.
Es decir, la actuación o pronunciamiento fiscal o policial no tienen una natu­
raleza para ser denominados como caso judicial o administrativo, por lo que,
siguiendo el propio tenor del art. 400 del Código Penal, la promesa de interceder
ante un fiscal o ante un policía, hasta el momento, queda como una conducta
impune penalmente.

11 PlEDRAHITA JARAMILLO, El delito de tráfico de influencias en la jurisprudencia de la Corte Suprema de


Justicia, ob. cit, p. 10.

INSTITUTO PACÍFICO 363


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Esta conclusión asumida permite también entender que el denominado caso


administrativo que se encuentra como elemento del tipo objetivo del delito de
tráfico de influencias tampoco podría ser equiparado o asimilado a una investi­
gación policial, porque en realidad esta depende funcionalmente del Ministerio
Público, por lo que debe quedar en claro que a la fecha se encuentra como una
conducta impune penalmente si un traficante de influencias busca interceder
■ ante un representante del Ministerio Público que esta conociendo un caso fiscal.
El hecho de que una persona prometa interceder ante un representante del
Ministerio Público que este conocimiento un caso a fin de que este emita un
pronunciamiento a su favor dentro de su ámbito funcional, esto es, a cambio
de la obtención de un beneficio o ventaja de cualquier naturaleza, tal proceder
no podrá subsumirse o encuadrarse en el tipo penal de tráfico de influencia;
sin embargo, si es posible que el respectivo órgano judicial dicte una sentencia
absolutoria o un auto de sobreseimiento fijando un monto de reparación civil
a favor del Estado, en tanto en el proceso penal se haya podido acreditar ob­
jetivamente la existencia de un daño que deba ser reparado.
Asimismo, NÚñez señala lo siguiente:

Cuando el tipo penal materia de análisis señala que el traficante o vende­


dor de humo tiene que ofrecer interceder ante un funcionario o servidor
público que ha de conocer, que este conociendo o que haya conocido,
tiene que ser ante un caso judicial o ante un caso administrativo, problema
interpretativo que surge con la actuación funcional del Ministerio Público,
esto es, cuando la venta de influencias esta referida a una decisión o actua­
ción de algún fiscal, tema que podría generar la violación del principio de
legalidad en su versión de la prohibición de la analogía in malam partem
o también conocida como /ex stricta12.

Entonces, entendemos por un caso judicial o administrativo, conforme se indica


expresamente la redacción del art. 400 del Código Penal, donde se soslaya un
vacío con respecto a la actuación funcional del fiscal y donde sus decisiones no
son jurisdiccionales ni administrativas, siendo que este vacío genera impunidad.
Ahora bien, si indicamos que en un caso judicial o administrativo podemos
incluir a un representante del Ministerio Público, estaríamos en contra del
ARTE VI
_______ J principio de legalidad.
Asimismo, ABANTO precisa:

Llama la atención que el tipo penal peruano restrinja sus alcances a actos
funcionariales destinados a resolver casos judiciales o administrativos. En
la práctica, la venta de influencias no suele tener estas restricciones, tal
como se ha visto en los ejemplos históricos y actuales13.

12 NÚÑEZ Pérez, Fernando, “La configuración típica del delito de tráfico de influencias en las Leyes
N.° 29703 y 29758. La vendita di fumo en el pacto sceleris”, en Gaceta Penal & Procesal Penal, N.° 26,
Lima: 2011, p.16.
13 ABANTO VÁSQUEZ, Manuel, El delito de tráfico de influencias, Lima: Instituto Pacífico, 2019, p. 126.

PARTE VI: MATERIA RELACIONADA


364
BRENDAUS CARHUANCHO ZALDAÑA

Es decir, como estamos señalando, no podemos afirmar que un funcionario


o servidor público que este conociendo, haya conocido o ha de conocer un
caso judicial o administrativo también hará referencia a las actuaciones de un
representante del Ministerio Público. Tanto más, ello se contrapone al principio
de legalidad que se encuentra descrito en la Constitución Política del Perú, así
como en el título preliminar del Código Penal.
Es decir, no podemos concluir que la competencia judicial o administrativa tam­
bién incluye a las actuaciones de un representante del Ministerio Público, pues
realizar este tipo de analogía es prohibida conforme a nuestro Código Penal.
En palabras sencillas, no podemos sancionar a un representante del Ministerio
Público cuando se prometa interceder en el ámbito de sus actuaciones, quizá
se podrá investigar, empero la conducta será atípica.
Ahora bien, debemos tener en cuentaque si bien con la incorporación del tipo
penal de tráfico de influencias, el legislador solo tenía en cuenta las actividades
jurisdiccionales y administrativas, no es menos cierto que en el transcurso del
tiempo, es necesario que el tipo penal se adecúe a los cambios que actualmente
generan impunidad.
Asimismo, se debe precisar que en el proyecto del nuevo Código Penal se buscó
regular, en su configuración típica, cuando se interceda ante un funcionario o
servidor público, es decir, el legislador es consecuente que la actual regulación
del art. 400 del Código Penal genera impunidad, toda vez que actualmente no
regula o no es posible comprender en su constructo típico cuando se ofrece
interceder ante un representante del Ministerio Público.
El proyecto del nuevo Código Penal (Dictamen de la Comisión de Justicia del
Congreso de la República, recaídos en los proyectos de Ley N.° 163/2011-CR
y otros de fecha 26 de mayo del 2016) planteó el delito de tráfico de influencias
activo y el delito de tráfico de influencias pasivo en los arts. 582 y 583, respec­
tivamente.
En ese sentido, el delito de tráfico de influencias activo señala conforme al art.
582 del proyecto del nuevo Código Penal, lo siguiente:

El que, invocando o teniendo influencias reales o simuladas, solicita, re­


cibe, hace dar o prometer, directa o indirectamente, donativo, promesa o
cualquier otra ventaja o beneficio indebido para sí o para un tercero, con
el ofrecimiento de interceder ante un funcionario o servidor público para
que este realice, retarde u omita un acto relacionado a sus funciones, en
violación de sus obligaciones o sin faltar a ellas.

Asimismo, el delito de tráfico de influencias pasivo indica, conforme al art. 583


del proyecto del nuevo Código Penal, lo siguiente:

El que, mediante cualquier modalidad, da o promete a un particular,


funcionario o servidor público, un forma directa o indirecta, donativo o
promesa o cualquier otra ventaja o beneficio indebido, para este o para un
tercero, con la finalidad de que este en ejercicio de sus influencias reales

INSTITUTO PACÍFICO 365


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

o simuladas, interceda ante un funcionario o servidor público, para que


realice, retarde u omita un acto relacionado a sus funciones, en violación
de sus obligaciones o sin faltar a ellas.

Podemos soslayar, mediante el proyecto del nuevo Código Penal, que la actual
redacción del tipo penal de tráfico de influencias genera impunidad cuando se
promete interceder ante un representante del Ministerio Público. En razón a
ello, la redacción del ilícito en el proyecto de ley hace hincapié al ofrecimiento
de interceder ante un funcionario o servidor público, dejando de lado la actual
redacción del tipo penal de tráfico de influencias donde se indica que deberá ser
ante un funcionario o servidor que conozca un caso judicial o administrativo.

6. Conclusiones
Conforme a la actual estructura típica del delito de tráfico de influencias, se
sanciona al vendedor de humo que se permite ofrecer interceder ante un fun­
cionario o servidor público que este conociendo, entre otros supuestos, un caso,
sea este un caso judicial o un caso administrativo, problema tanto aplicativo e
interpretativo que existe si lo vinculamos concretamente con el ejercicio público
funcional que desarrollan los fiscales del Ministerio Público, es decir, cuando la
venta de influencias se encuentra referida, por ejemplo, a la emisión futura de
una disposición o requerimiento fiscal.
Una investigación y/o actuación fiscal no puede ser equiparada o asimilada a
una investigación y/o actuación de naturaleza administrativa, es decir, a un caso
administrativo, no pudiendo tampoco tener equiparación el denominado caso
administrativo a una investigación realizada en sede policial.
Una actuación o pronunciamiento fiscal o policial no tienen una naturaleza para
ser denominados como caso judicial o administrativo, por lo que siguiendo el
propio tenor del art. 400 del Código Penal, la promesa de interceder ante un fiscal
o ante un policía a la fecha quedarían como conductas impunes penalmente.

De acuerdo a nuestro actual y vigente ordenamiento jurídico penal, no


es posible configurar o subsumir el delito de tráfico de influencias cuando
el traficante de influencias o vendedor de humo promete al interesado,
comprador de humo o beneficiario de la influencia interceder concreta
y específicamente ante un representante del Ministerio Público a fin de
que este dicte una disposición o formule un requerimiento fiscal a su
favor en el desarrollo de un proceso penal que se encuentra dentro de su
ámbito de competencia funcional, a fin de que ello no viole el principio
de legalidad penal en su manifestación de la prohibición de la analogía
in malam partem.

De acuerdo a la actual estructura típica del delito de tráfico de influencias, cuan­


do se describe en forma expresa que el traficante de influencias o vendedor de
humo promete al interesado, comprador de humo o beneficiario de la influencia
interceder ante un funcionario o servidor público que este conociendo un caso

PARTE VI: MATERIA RELACIONADA


366
BRENDALIS CARHUANCHO ZALDAÑA

judicial o administrativo, no podrá ser entendido y abarcado un caso concreto


que se encuentre bajo la competencia funcional del Ministerio Público, a fin
de que ello no viole el principio de legalidad penal en su manifestación de la
prohibición de la analogía in malam partem.
Cuando el tipo penal de tráfico de influencias señala que el traficante o vendedor
de humo tiene que ofrecer interceder ante un funcionario o servidor público
que ha de conocer, este conociendo o haya conocido, tiene que ser ante un
caso judicial o ante un caso administrativo, problema interpretativo que surge
con la actuación funcional del Ministerio Público, esto es, cuando la venta de
influencias esta referida a un decisión o actuación de algún fiscal, tema que
podría generar la violación del principio de legalidad en su versión de la prohi­
bición de la analogía in malam partem o también conocido como la /ex stricta.
El hecho de que una persona prometa interceder ante un representante del
Ministerio Público que este en conocimiento de un caso a fin de que emita un
pronunciamiento a su favor dentro de su ámbito funcional, esto es, a cambio
de la obtención de un beneficio o ventaja de cualquier naturaleza, tal proceder
no podrá subsumirse o encuadrarse en el tipo penal de tráfico de influencias.
Sin embargo, si es posible que el respectivo órgano judicial dicte una sentencia
absolutoria o un auto de sobreseimiento fijando un monto de reparación civil
a favor del Estado en tanto en el proceso penal se haya podido acreditar obje­
tivamente la existencia de un daño que deba ser reparado.
Una próxima reforma del contenido típico del delito de tráfico de influencias
deberá referirse necesariamente, entre los otros elementos que deben concurrir,
con el ofrecimiento de interceder ante un funcionario o servidor público para
que este realice, retarde u omita un acto relacionado a sus funciones públicas.

7. Referencias bibliográficas
ABANTO VÁSQUEZ, Manuel, El delito de tráfico de influencias, Lima: Instituto
Pacífico, 2019.
HURTADO Pozo, José, “Interpretación y aplicación del art. 400 del Código
Penal del Perú, Delito llamado de Tráfico de Influencias”, en Anuario de
Derecho Penal, Lima: 2005.
NÚÑEZ PÉREZ, Fernando, “La configuración típica del delito de tráfico de in­
fluencias en las Leyes N ° 29703 y 29758. La vendita di fumo en el pacto
sceleris”, en Gaceta Penal & Procesal Penal, N.° 26, Lima: 2011.
PEÑA CABRERA, Alonso, Derecho penal. Parte especial, t. V, Lima: Idemsa, 2010.
PlEDRAHITA JARAMILLO, Renán, El delito de tráfico de influencias en la jurispru­
dencia de la Corte Suprema de Justicia, Medellín: Universidad Eafit, 2012.
REÁTEGUI LOZANO, Rolando, Corrupción de funcionarios, Lima: lustitia, 2018.
ROJAS Vargas, Fidel, Delitos contra la Administración pública, Lima: Grijley,
2007.
SALINAS SiCCHA, Ramiro, Delitos contra la Administración pública, Lima: Grijley
e lustitia, 2016.

INSTITUTO PACÍFICO 367


EL DELITO DE RESPONSABILIDAD FUNCIONAL
POR EL OTORGAMIENTO ILEGAL DE DERECHOS
CONTRA EL MEDIO AMBIENTE
(ART. 314 DEL CÓDIGO PENAL)

Roidán Soto Salazar*


Universidad Nacional Mayor de San Marcos

SUMARIO: 1. Introducción - 2. El bien jurídico protegido - 3. El sujeto activo-


4. El sujeto pasivo - 5. Los elementos objetivos del tipo - 6. Los elementos sub­
jetivos del tipo - 7. El informe fundamentado - 8. Conclusión - 9. Referencias
bibliográficas.

Resumen: En el presente artículo se analiza el delito de responsabilidad funcio­


nal por otorgamiento ilegal de derechos, considerado un delito especial propio
que tiene una doble dimensión o dos bienes jurídicos que merecen tutela jurí­
dica conjunta (el medio ambiente y la Administración pública) y que necesa­
riamente deben ser vulnerados por el funcionario público como sujeto activo
para que su conducta u omisión se subsume en el tipo penal, siendo la parte
agraviada y/o representante del Estado, el procurador público especializado en
delitos ambientales del Minam.

1. Introducción
Es sabido que el medio ambiente ejerce una fuerte influencia en un determinado
espacio y tiempo, por ello, aquellas conductas que atentan contra el equilibrio
ecológico también repercutirán directamente sobre nuestra vida y salud, inclu­
sive puede peligrar nuestra supervivencia más aún en una realidad donde se ha
incrementado la presencia de catástrofes, desastres y emergencias ambientales,
por lo que se comenzó a tipificar los delitos ambientales en los ordenamientos

Magíster en Derecho Civil por la Unidad de Posgrado de la Facultad de Derecho de la UNMSM con
la defensa de la tesis El seguro ambiental en el ordenamiento jurídico peruano. Abogado por la
UNFV. Fiscal Penal Especializado en Materia Ambiental, con estudios concluidos en la maestría en
Desarrollo Sostenible y Ciencias Ambientales por la Facultad de Geología de la UNMSM, con estudios
de capacitación en materia de recursos hídricos por la AECID en Colombia, Bolivia y Uruguay. Estudios
de capacitación en los EE.UU. en temas de minería ilegal por Abaroli, entre otros, integrante de la Liga
Mundial de Abogados Ambientalistas-LIMAA.

INSTITUTO PACÍFICO 369


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

jurídicos como una medida de coerción extrema, ya que se tomó conciencia


de que las sanciones administrativas no eran suficientes para castigar a los
infractores ambientales, recurriendo a la severidad de las sanciones penales
como última ratio.
En ese marco también se comenzó a tipificar aquellas conductas u omisiones de
los funcionarios públicos que, infringiendo sus deberes, normas, ordenamientos
y reglamentos, otorgan derechos habilitantes a favor de obras o actividades
que atenían abiertamente contra el medio ambiente. Pues se entendió que la
actuación de los infractores ambientales también estaba acompañada por la
acción u omisión de un funcionario público que no cumplía con sus deberes
y/u obligaciones.
En esa perspectiva, en el sector ambiental, los funcionarios y/o servidores públi­
cos muchas veces cuentan con facultades para otorgar autorizaciones, licencias,
concesiones, permisos, etcétera, en favor de ciertas actividades empresariales
que inciden en el manejo de nuestros recursos naturales para su aprovecha­
miento sostenible o simplemente para el funcionamiento de cualquier actividad
empresarial que pueda generar algún impacto sobre el medio ambiente.
Pero se han presentado casos donde el funcionario y/o servidor público llevan
a cabo un acto administrativo u omiten de manera inexorable sus funciones,
quebrantando las normas internas, reglamentos, directivas, leyes especiales;
ocasionando o facilitando el desarrollo de una conducta delictiva enmarcada
dentro de los supuestos específicos de los delitos ambientales y delitos contra
los recursos naturales. En ese contexto, al margen de la responsabilidad civil,
administrativa o disciplinaria en la que podría incurrir el funcionario público, el
legislador peruano ha penalizado esta acción u omisión funcional, tipificando
el delito de responsabilidad funcional por el otorgamiento ilegal de derechos
dentro del título xiii del Código Penal, relacionado directamente con la comisión
de delitos ambientales.
En tal sentido, nuestro propósito será desarrollar el delito de responsabilidad
funcional por otorgamiento ilegal de derechos tipificado en el art. 314 del Có­
digo Penal, aterrizando en algunos ejemplos para poder esclarecer el escenario,
enfatizando la importancia de su estudio más aún hoy en día cuando podemos
apreciar que una decisión administrativa sobre nuestros recursos naturales pue­
de generar conflictos sociales de envergadura nacional que podrían ocasionar
inestabilidad política y económica en nuestro país, como lo que ha ocurrido
en el caso de los proyectos mineros Tía María, Conga, Quevalleco, etcétera.

2. El bien jurídico protegido


En la doctrina penal se considera como bien jurídico lo siguiente:

Aquello que contenga un valor esencial para el ser humano y para la


sociedad en donde habita, que viéndose mermado implicaría un ataque
(mediante lesión o puesta en peligro) tanto para el individuo como para

PARTE VI: MATERIA RELACIONADA


370
ROLDÁN SOTO SALAZAR

su comunidad, por lo cual debe protegerse mediante la tutela del Derecho,


para que este asegure su cuidado1.

Mir Puig123precisa que todo bien jurídico debe cumplir tres funciones esenciales:
la primera es la función sistemática, que agrupa o clasifica los distintos delitos,
clasificando el Código Penal en libros y cada uno de los agrupamientos delictivos
que contienen un común denominador, y además suelen contener un elemento
homogéneo de enlace, la afectación de un mismo bien. La segunda, la función
interpretativa, toda vez que se determina al bien jurídico protegido de un delito.
La interpretación teleológica ayuda a excluir del tipo aquellas conductas que no
lesionan y que tampoco ponen en riesgo el bien jurídico. La tercera, la función
de medición de la pena que se encarga de evaluar cuánto mayor o menor es
el valor del bien jurídico, y mayor o menor es la lesión o peligro de su ataque,
lo que influirá en la gravedad del hecho, por lo tanto, mayor o menor tendrá
que ser la pena.
En este sentido, no cabe duda que en los delitos ambientales el bien jurídico
protegido por excelencia viene a ser el “medio ambiente”, el problema se inicia
al momento de encuadrarlo. Esto debido a varios factores: comenzando por
la expresión medio ambiente que resulta redundante e innecesario, pues sería
suficiente emplear medio o ambiente. Por otro lado, la extrema amplitud del
sustantivo ambiente, que fue constatada por dos insignes historiadores Robert
Delort y Francois Walter3, quienes luego de una investigación en 1982, habían
contado más de 750 términos diversos que lo definían o conceptualizaban. Asi­
mismo, el medio ambiente como concepto nació en las ciencias extrajurídicas,
por lo que viene a ser dinámico, lleno de innumerables aristas y ángulos, con
referencia a una amplia gama de factores naturales y artificiales, basados en
leyes propias de las ciencias naturales. En cuanto a su naturaleza jurídica es
conocido que existe una noción amplia y otra restringida, además de las pers­
pectivas filosóficas como el antropocentrismo y Geocentrismo que han tratado
de delimitar la noción del “medio ambiente”.
Sin embargo, en esta oportunidad solo nos limitaremos a señalar el concepto
legal de medio ambiente establecido en el art. 2.3 de la Ley General del Am­
biente, Ley N.° 28611, que a la letra dice:

Entiéndase, para los efectos de la presente Ley, que toda mención hecha
al ‘ambiente’ o a ‘sus componentes’ comprende a los elementos físicos,
químicos y biológicos de origen natural o antropogénico que, en forma
individual o asociada, conforman el medio en el que se desarrolla la vida,
siendo los factores que aseguran la salud individual y colectiva de las per­
sonas y la conservación de los recursos naturales, la diversidad biológica
y el patrimonio cultural asociado a ellos, entre otros.

1 OCHOA FlGUEROA, Alejandro, “Medioambiente como bien jurídico protegido, ¿visión antropocéntrica o
ecocéntrica?”, en Revista de Derecho Penal y Criminología, 3.a época, N.° 11, Madrid: 2014.
2 MlR PUIG, Santiago, Derecho penal. Parte general, 9.a ed., Barcelona: Reppertor, 2011.
3 MARCHELLO, Francesco y Susy SERAFÍN, Diritto dell’Ambiente, 8.a ed., Napoli: Giuridiche Simone,
2008, pp. 9 y 10.

INSTITUTO PACÍFICO 37
DEUTOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Bajo ese contexto, el “medio ambiente” y el correcto funcionamiento de la


Administración pública vienen a ser los bienes jurídicos por excelencia en el
delito bajo comento, esto debido a que en la doctrina dominante no solo existen
bienes jurídicos individuales (como la vida, el cuerpo y la salud) sino también
bienes jurídicos colectivos y supraindividuales, los cuales, a decir de CASTILLO
GONZÁLEZ4, su constitucionalidad dependerá si ellos hacen referencia, de ma­
nera directa o indirecta, a un bien jurídico individual, y para el caso nuestro,
es indudable que el medio ambiente como interés difuso y colectivo tiene alta
incidencia en la salud, vida y calidad de vida de las personas, aunque ello im­
plique asumir una posición antropocéntrica.
En tal sentido, consideramos que los deberes inherentes a la correcta función
pública no vienen a ser el único bien jurídico protegido en el delito estipula­
do en el art. 314 del Código Penal, sino también el “medio ambiente”, pues
este análisis permite excluir aquellas conductas u omisiones funcionales que
no lesionan ni tampoco lo ponen en riesgo, limitándose a revelar una mera
contravención administrativa que puede tener consecuencias disciplinarias o
punitivas por delitos contra la Administración pública, pero no para el delito
en mención. Es así que, un funcionario público que emitió una autorización,
licencia, concesión u otro derecho habilitante a favor de una determinada ac­
tividad u obra, contraviniendo la legislación sectorial, no habría incurrido en
el delito tipificado en el art. 314 del Código Penal, solo en tanto su conducta u
omisión no resultó relevante ni idónea para la contaminación del ambiente o
para ponerlo en peligro.
Este tipo penal tiene una doble dimensión, por un extremo se trata de un delito
contra la Administración pública, y también de un delito contra el ambiente.
Ello implica que la conducta típica no es la mera infracción de normas adminis­
trativas, ni siquiera de normas administrativas protectoras del medio ambiente,
la negligencia inexcusable o la omisión de deberes funcionales. El hecho típico
del art. 314 del Código Penal requiere que, con el pronunciamiento favorable,
la autorización y la omisión de funciones se haga posible la aparición o el man­
tenimiento de una actividad ambiental fuera de los parámetros de licitud, o en
concreto, de una conducta penalmente típica contra el ambiente.
El acto administrativo irregular o la omisión funcional deben ser completados
por la actividad contaminante, caso contrario solo podrían llegar a subsumirse
en cualquier otra conducta contra la Administración pública, pensar lo contra­
rio implicaría que el tipo penal se encuentra ubicado de manera imprecisa u
errónea en el título XIII: delitos ambientales del Código Penal. Para el caso de
España, en el art. 329 de su Código Penal, se encuentra tipificado un delito
similar llamado “prevaricación especial” por ser cometido por un funcionario
público en ejercicio de sus funciones, este se encuentra ubicado en el título
referido a los delitos contra el medio ambiente, por ello, la doctrina de ese país
también considera que este delito tiene dos bienes jurídicos de gran importancia:
el medio ambiente y el correcto funcionamiento de la Administración pública5.

4 CASTILLO González, Francisco, El bien jurídico penalmente protegido, San José: Continental, 2008,
pp. 75 y 76.
5 SUÁREZ LÓPEZ, Beatriz, “La responsabilidad penal de los funcionarios públicos en los delitos contra el
medio ambiente: un estudio de derecho comparado”, en Revista Análisis Internacional, N.° 2, Bogotá:

PARTE VI: MATERIA RELACIONADA


372
ROLDÁN SOTO SALAZAR

Pero a comparación de España o Perú, en la legislación penal italiana, al igual


que en el caso de Alemania, no se contempla una norma específica que repro­
che la conducta del funcionario público, que ha dado lugar a una afectación al
medio ambiente y, por tanto, para sancionar este tipo de conducta se hace uso
de la norma general que castiga a los funcionarios*
6.

3. El sujeto activo
En este punto, es unánime la doctrina en señalar que el sujeto activo de la
comisión del delito en comento viene a ser el funcionario público, quien emite
la autorización, licencia, concesión u otro derecho habilitante a favor de una
determinada actividad u obra, u omite de manera inexcusable sus deberes
funcionales. Por ello, tal como lo ha expuesto PEÑA CABRERA7, se considera
como un delito especial propio, pues solo lo puede cometer un intraneus con
competencia, si es un funcionario público incompetente, quien emite la autori­
zación, la conducta sería constitutiva de una usurpación de funciones; cuestión
importante, es que la intervención de los particulares (extraneus) no puede ser
penalizada como autoría, solo como participación delictiva.
A lo cual podemos precisar que el sujeto activo del delito no solo será aquel
funcionario público por su sola condición de tal, sino aquel que tiene el do­
minio de la acción de infringir un deber (que solo lo tiene el sujeto del deber)
y el extraneus solo tendrá el dominio sobre su propia acción y ningún deber
funcional sobre sus hombros. Por ello, ante la comisión del delito en comento,
el funcionario público será autor inmediato y el extraneus un partícipe. Ahora
bien, es importante precisar que, contrario a lo que refiere la citada dotrina, un
funcionario público con competencia para resolver temas ambientales no sólo
será el sujeto activo del mencionado delito, sino todo aquel funcionario público
que, mediante actos administrativos emite la autorización, licencia, concesión u
otro derecho habilitante a favor de una determinada actividad u obra, dentro
del cual se podrá incluir no sólo al funcionario que otorga una certificación am­
biental sino también al funcionario público que emitió la licencia de construcción
de la obra de manera irregular y que permitió la contaminación o alteración
del ambiente. Limitar al funcionario público con competencia ambiental como
sujeto activo resultaría contraproducente con el principio de legalidad y hacer
una distinción donde el tipo penal no lo hace.
Ahora bien, ¿a quién se le considera funcionario público o servidor público?, el
art. 425 de nuestro Código Penal desarrolla el concepto de funcionario público,
sin esforzar las distintas formas en que una persona puede incorporarse y vincu­
larse al Estado con sus actos. El art. 425 expresa una lista referencial de sujetos
que podrían ser considerados como funcionarios públicos a efectos penales. De
esta manera, se considera funcionario o servidor público no solo aquellos que

2010, p. 75.
6 EUGENIA SuáREZ, Beatriz, “La responsabilidad penal de los funcionarios públicos en los delitos contra el
medio ambiente: un estudio de derecho comparado”, en Revista Análisis Internacional, N.° 2, Bogotá:
2010, p. 60.
7 PEÑA Cabrera Freyre, Alonso Raúl, Los delitos contra el medio ambiente, 2.aed., Lima: Instituto Pa­
cífico, 2017, p. 419.

INSTITUTO PACÍFICO 373


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

ingresaron bajo regímenes laborales sino también a los elegidos por elección
popular e incluso a los miembros de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional.
Por otro lado, se considerará sujeto activo del delito al funcionario o servidor
público que, dentro de sus atribuciones, obligaciones y facultades establecidas
en sus normas internas como reglamento de organización y funciones, directivas,
manual de organización y funciones, etc., otorgó la licencia u autorización en
favor de la obra o actividad que ocasionó daños al ambiente. Por ello, no cual­
quier funcionario que ha tenido contacto con la actividad podría considerársele
sujeto activo, sino solo a aquel que tenía el dominio funcional de otorgar o no
la licencia u autorización sin la cual la actividad no se habría iniciado.
Un ejemplo, el funcionario público que otorga concesiones para la extracción
y/o explotación de recursos naturales y de aquel otro funcionario que otorga
la certificación ambiental previa al inicio de la extracción. En el primer caso,
no necesariamente el funcionario o servidor público que otorgó la concesión
podría ser sujeto activo del mencionado delito, ya que la concesión concede el
derecho a la explotación de los recursos naturales, pero con este derecho no es
suficiente para iniciar la obra o actividad extractiva, sino que, por lo general las
normas sectoriales exigen una certificación ambiental de acuerdo a las normas
del Sistema Nacional de Evaluación del Impacto Ambiental y otros requisitos
adicionales. Si se otorgó la certificación ambiental vulnerando las normas secto­
riales, y la obra se inició, ocasionando daños al ambiente, podría iniciarse una
investigación penal contra el funcionario público que otorgó esta certificación.
Ahora bien, dentro de la organización administrativa no solo un órgano uni­
personal podría ser sujeto activo de este delito, sino que también podría existir
órganos colegiados y funcionarios de menor jerarquía que incurran en este
ilícito, ya que mediante votos o informes favorables se pronuncian en favor
de la actividad contaminante, conducta que podría subsumirse en el segundo
párrafo del art. 314 del Código Penal, al mencionar como verbos rectores: “[...]
se pronuncia favorablemente en informes u otro documento de gestión”.
La razón de ello habría sido evitar lagunas de impunidad al sancionar solo
al funcionario público que emitió u otorgó la licencia y no a aquellos que se
pronunciaron o emitieron informes a favor de la actividad contaminante. Se
pretendió cerrar o completar el círculo de la organización administrativa del cual
nació el acto administrativo irregular que vulneró el medio ambiente.

PARTE Vi
Un ejemplo de ello puede ser los regidores municipales que, a sabiendas de la
ilegalidad o pudiendo saber de la ilicitud, en sesión de concejo se pronuncian
a favor de una actividad contaminante. Claro esta que no tendría ninguna
responsabilidad el regidor que se abstuvo o votó en contra del proyecto. Otro
ejemplo puede ser el caso del subgerente o técnico que otorga su visto bueno
o emite un informe que sirve de base para la licencia ilegal que permitió la
actividad contaminante.

4. El sujeto pasivo
Como hemos expuesto líneas arriba, el delito de responsabilidad ambiental tiene
una doble dimensión y dos importantes bienes jurídicos, esto es, la Adminis­

PARTE VI: MATERIA RELACIONADA


374
ROLDÁN SOTO SALVAR

tración pública y el medio ambiente, y como tal se puede sustentar que existen
dos sujetos pasivos del delito, el Estado y la sociedad en su conjunto. En lo que
respecta al Estado no existiría mayor inconveniente porque son a través de las
procuradurías públicas las que representan al Estado en las investigaciones y
en los juicios por delitos cometidos contra la Administración pública.
Pero en lo que respecta al bien jurídico “medio ambiente”, viene a ser con­
siderado un derecho público subjetivo que implica facultades consistentes en
pretensiones de hacer o no hacer frente a poderes públicos, siendo el Estado
el sujeto pasible de esta situación jurídica, a quien compete una actitud de
abstención. En el caso del daño al medio ambiente, el sujeto pasivo puede ser
un grupo de personas organizadas o un ciudadano particular que se sienten
afectados en su salud o su propiedad por el daño ambiental, o también el su­
jeto pasivo puede ser un conjunto indeterminado de personas que ni siquiera
han tomado conocimiento de los efectos en su salud que viene ocasionando
el daño ambiental.
Aquello se debe a que una de las principales características del daño ambiental
(desde su perspectiva de daño ecológico puro) es que vulnera intereses difusos,
de ahí que el daño ambiental es difuso, ya que las personas que intervienen
en la relación jurídica, sean como agraviados o como agentes contaminantes,
no son fácilmente identificables o se diluyen entre un número indeterminado y
desconocido de personas. Muchas personas agraviadas ignoran su condición
de víctimas, debido a que determinados daños al ambiente tienen efectos
acumulativos y futuros. Los efectos nocivos de un daño ambiental quizás no
se manifiesten en el presente inmediato, sino años después o incluso en gene­
raciones futuras8. Por el carácter difuso del daño al ambiente, la disciplina del
derecho ambiental se diferencia de otras ramas del derecho, y en el caso de
la responsabilidad civil, penal o administrativa, ha ocasionado que los clásicos
postulados privatistas o procesalistas tengan que ser revisados o reeditados. Por
lo tanto, en el plano fáctico no es sencillo determinar al sujeto pasivo del delito
ambiental, más aún ante un daño ecológico puro.
Por esta razón, para efectos procesales, el legislador peruano ha considerado
como parte agraviada y representante del Estado ante los procesos penales o
investigaciones fiscales por la comisión de delitos ambientales al procurador
público del Ministerio del Ambiente.
En tal sentido, si bien la sociedad en su conjunto, vigilante de la conservación
del medio ambiente y de los recursos naturales, puede poner en conocimiento
del Ministerio Público la comisión de un presunto delito ambiental, también lo
es que su condición procesal en la investigación no podrá ser de parte agraviada
sino solo de denunciante. La titularidad de la parte agraviada siempre la tendrá
el procurador público del Minam, incluso en aquellos casos donde se investigan
delitos conexos a los delitos ambientales.
Esta relación procesal forzada que existe en la investigación por delitos am­
bientales ha generado muchos cuestionamientos al momento de otorgar la

8. SOTO Salazar, Roldan, El seguro ambiental en el ordenamiento jurídico y sistema asegurador perua­
no, tesis para obtener el grado académico de magíster en Derecho con mención en Derecho Civil y
Comercial, Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 2017, p. 144.

INSTITUTO PACÍFICO 375


DEUTOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

reparación civil a la parte beneficiaría luego de una sentencia condenatoria.


Así, cuando se establece un monto dinerario como parte de la reparación civil,
estos fondos suelen recaer al tesoro público o en las arcas del Ministerio del
Ambiente. Pero no se destinan para financiar a los directamente afectados por
el daño ambiental directo (que generalmente son lo que denuncian los hechos),
ni para subvencionar obras o acciones de reparación del daño ecológico puro.
Además, se aprecia que las sentencias penales por delitos ambientales no se
sustentan en una serie de consideraciones y pretensiones como la reparación
in natura, es decir, volver al estado original, la reparación in natura sustituta,
como segunda posibilidad cuando no se puede retornar a la situación original
y, si ya no se puede ninguna de ellas, la indemnización. En ese estado de cosas,
observamos que la reparación ambiental ya no solo se agota en dos clásicas
modalidades: reparación in natura e indemnización o resarcimiento, sino una
tercera modalidad denominada “compensación en términos ambientales” o
reparación in natura sustituta, algo que puede cumplirse de manera análoga
a la reparación in natura cuando esta resulte imposible. Se debería buscar la
restauración de otro bien dañado en reemplazo de aquel que ya no se puede
reparar por ser técnica y científicamente imposible9.
En tal sentido, a nuestra modesta consideración, la procuraduría pública del
Minam, en calidad de parte agraviada y representante del Estado, en el proceso
penal debería procurar no solo la indemnización económica, sino también la
reparación in natura, la reparación sustituta o en su defecto la compensación
ambiental por los daños ecológicos puros, e indemnizar a los perjudicados
debidamente identificados por los daños ambientales directos.

5. Los elementos objetivos del tipo


La conducta activa
Tal como lo expuso la doctrina10, las situaciones por las cuales el funcionario
público puede entrar en conflicto con el derecho penal ambiental, resultan en
esencia de las distintas formas de actuación administrativa, unas veces activa
y otras omisiva.
En lo que respecta a la conducta activa, el tipo penal refiere que el funcionario
público otorga licencias, autorizaciones u cualquier otro derecho habilitante,
PARTE VI1 en favor de una obra o actividad que tenga repercusión en el medio ambiente,
contraviniendo las normas sectoriales correspondientes, para este fin, es nece­
sario revisar la vasta cantidad de normas administrativas sectoriales que, en un
primer momento, identificarán a las personas que incurrieron en responsabi­
lidad administrativa y/o disciplinaria por el otorgamiento ilegal de derechos y
comunicarán al Ministerio Público la posible comisión del delito bajo análisis.
De ahí que los informes y documentos emitidos por los órganos de control ins­
titucional, así como por la Contraloría General de la República, se convertirán
en prueba preconstituida durante el desarrollo del juicio penal, en la medida

9 Idem, p. 181.
10 De VICENTE Martínez, Rosario, “Responsabilidad penal del funcionario público o autoridad en materia
ambiental”, en Derecho y Sociedad, Lima: 1997, pp. 101-109.

PARTE VI: MATERIA RELACIONADA


376
ROLDÁN SOTO SALVAR

que, se impone a la Administración pública la obligación de colaborar para el


cumplimiento de una adecuada investigación.
Sin embargo, De Vicente Martínez ya mencionaba que esta relación entre el
derecho penal y el derecho administrativo representa un serio problema en la
tutela del medio ambiente frente a los actos u omisiones de los funcionarios
públicos, pues existiría una suerte de dependencia de la responsabilidad penal a
las reglas jurídico-administrativas denominada, Accesoriedad del Derecho Penal
respecto del Derecho Administrativo. Esta dependencia no debería existir, pues
la responsabilidad administrativa es totalmente independiente a la responsa­
bilidad penal y/o civil, ya que el art. 138 de la Ley General del Ambiente, Ley
N.° 28611, dice que la responsabilidad administrativa establecida dentro del
procedimiento correspondiente es independiente de la responsabilidad civil o
penal que pudiera derivarse por los mismos hechos. Ello porque, según Torres
Portillall :

[...] cada uno protege bienes jurídicos distintos, por lo que la vía admi­
nistrativa es independiente de la penal y civil y viceversa, no existiendo
vulneración a dicho principio si un mismo hecho por el mismo sujeto,
acarrea la vulneración a ilícitos administrativos y la configuración del
delito ambiental a la vez.

Incluso, en el art. iii del título preliminar del Código Procesal Penal se indica que
el derecho penal tiene preeminencia sobre el derecho administrativo.
Es así que, no siempre la falta de responsabilidad disciplinaria o administrativa
conlleva a una causa exculpatoria o eximente de responsabilidad penal, pues
es conocido que la falta de una sanción administrativa no siempre se debe a
la inocencia del funcionario público, sino a deficiencias en los sistemas admi­
nistrativos y en los procedimientos administrativos sancionadores, pero ello no
tendría por qué repercutir necesariamente en el ámbito penal, más aún si las
inobservancias e incumplimientos de las leyes sectoriales así como deberes fun­
cionales son por demás totalmente evidentes y han ocasionado que la actividad
u obra dañe o ponga en peligro el medio ambiente.
Para verificar la legalidad del acto administrativo será necesario revisar las
normas en el sector minero, energético, forestal, fauna silvestre, recursos hídri-
cos, residuos sólidos, hidrocarburos, calidad ambiental, estándares nacionales,
etcétera; una de las principales dificultades que surge en la investigación penal
es cuando el acto administrativo ya ha sido revisado, revocado y anulado en
el sistema administrativo o mediante un pronunciamiento judicial. Nosotros
consideramos que si durante el tiempo de vigencia de la autorización, permiso
o licencia, no se ocasionó peligro potencial o daño grave al ambiente a causa
de la actividad u obra, este acto administrativo revocado, anulado o dejado sin
efecto, no tendrá mayor relevancia penal para el art. 314 del Código Penal, ya
que como hemos expuesto líneas arriba, el bien jurídico protegido en el citado
artículo también es el medio ambiente que puede verse perjudicado o dañado

11 TORRES Portilla, Rocío del Pilar, “Los delitos ambientales y la actuación procesal de los fiscales espe­
cializados en materia ambiental”, en Derecho y Sociedad, N.° 35, Lima: 2010, p. 143.

INSTITUTO PACÍFICO 377


DEUTOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

por un actuación u omisión del funcionario público, por tanto, no viene a ser
una simple infracción administrativa, sino una inobservancia al deber funcional
ambiental. En tal sentido, si el acto administrativo fue declarado nulo en sede
administrativa justamente porque se emitió infringiendo normas sectoriales, pero
no generó u ocasionó la actividad contaminante contra el medio ambiente o
contra el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales, este supuesto
no se subsumirá en el tipo penal comentado.
- La conducta omisiva
En la Casación N.° 383-2012-La Libertad, la Corte Suprema ha reconocido
que los delitos ambientales no solo se pueden ejecutar por acción sino también
por omisión, pues en esta casación se indicó que el representante legal de una
empresa puede incurrir en este tipo de delitos, toda vez que en su condición de
representante legal de una persona jurídica dedicada a actividades extractivas,
se omite realizar una actuación debida para controlar el peligro de la actividad
riesgosa desarrollada en el ámbito de su dominio (por la gran diversidad de
sustancias químicas que se utilizan y que pueden producir resultados poten­
cialmente lesivos al bien jurídico protegido), infringiendo así una ley dispositiva
(dispositivos medioambientales) y una prohibitiva (no contaminar). En el caso
del delito bajo comento, la omisión impropia puede presentarse cuando el fun­
cionario público omite cumplir con sus obligaciones funcionales a pesar de tener
una suerte de posición de garante por las facultades y competencias que tiene
de fiscalizar, supervisar y sancionar las conductas que contaminan el ambiente.
- A favor de una obra y/o actividad a que se refiere el título xiii: Delitos
Ambientales
Qué podemos comprender cuando el tipo penal indica que la actividad u obra
debe referirse al título XIII del Código Penal. Nosotros consideramos que este
viene a ser un elemento de remisión a los delitos de contaminación y delitos
contra los recursos naturales que corrobora una mínima conexión o relación
directa entre la actuación administrativa y la actividad contaminante o activi­
dad ilícita contra los recursos naturales. Es decir, necesariamente la actuación
u omisión del funcionario público debe traer como consecuencia la actividad
contaminante y/o contra los recursos naturales.
Dentro de eso contexto, si el delito de responsabilidad funcional requiere una
actividad contaminante y/o contra los recursos naturales, ¿será necesario contar
con pruebas suficientes o una sentencia condenatoria en relación al delito de
contaminación ocurrido?
Nosotros consideramos que para iniciar diligencias preliminares solo se requiere
elementos de convicción que sostengan lo que se llama una sospecha inicial
simple de la contaminación y/o contra los recursos naturales. Para formalizar
la investigación preparatoria se necesitará de una sospecha reveladora. Para
acusar y dictar el auto de enjuiciamiento se requerirá sospecha suficiente de la
contaminación y en la sentencia se requerirá de elementos de prueba más allá
de toda duda razonable en relación al daño ambiental y/o contra los recursos
naturales. Todo ello, tanto para el daño ambiental real como para el daño
ambiental potencial.

PARTE VI: MATERIA RELACIONADA


378
ROLDÁN SOTO SALAZAR

Debemos recordar que el delito de contaminación no solo viene a ser un delito


de resultado donde requiere la acreditación del daño ambiental, sino también
puede considerarse como un delito de peligro, ya que el daño ambiental poten­
cial también es considerado como un elemento constitutivo de este tipo penal.
Cuando hacemos referencia al daño ambiental potencial no debe confundirse
con daño ambiental probable porque existen diferencias entre ambos, ya que el
Tribunal Constitucional12 indicó que cuando se invoque la amenaza de un daño
ambiental, esta debe ser cierta y de inminente realización. Para determinar si
la amenaza de un daño ambiental es inminente hay que establecer, en primer
lugar, la diferencia entre actos futuros remotos y actos futuros inminentes. Los
actos futuros remotos son aquellos actos inciertos que pueden o no suceder,
mientras que los actos futuros inminentes son los que están próximos a reali­
zarse, es decir, su comisión es casi segura y en un tiempo breve. Además de
acuerdo a lo antes señalado, la amenaza debe reunir determinadas condiciones
tales como: a) que la amenaza sea cierta, es decir, que exista un conocimiento
seguro y claro de la amenaza, dejando de lado conjeturas o presunciones; y,
b) la inminencia de que se produzca el daño ambiental, esto es, que se trate de
un atentado al medio ambiente.
En ese orden de ideas, consideramos que un daño ambiental será potencial
cuando ocurrido el menoscabo material o el hecho generador, es inminente y
cierto que sus consecuencias o efectos nocivos se produzcan en el futuro, de­
jando de lado conjeturas o meras sospechas de su ocurrencia, pues no se puede
combatir o prevenir aquello que sea una simple sospecha, pero sí aquello que
se convierta en el futuro. Por seguridad jurídica no se pretende profetizar los
efectos negativos del daño ambiental en el futuro, sino tener mínimos criterios
técnicos y científicos que ello ocurrirá13.
En ese sentido, la doctrina14 ha indicado que la posibilidad de que se produzca
un daño al medio ambiente es ya un daño, por lo que es esencial la prevención;
también se puede entender la potencialidad de daño en el sentido de que el
daño medioambiental puede generar un perjuicio puramente económico que
deba ser reparado. Por ejemplo, la pérdida de la actividad pesquera para los
pescadores, pero entonces, habría que incluirlos dentro de los perjuicios como
indemnizadles.
La amenaza inminente significará que esta sucederá prontamente, por lo tanto,
el elemento temporal también es importante, como expuso la doctrina15, lo
siguiente:

El riesgo del daño debe producirse en un intervalo de tiempo relativamente


pequeño ya que la posibilidad de producción a largo o medio plazo no
será relevante para considerar que nos encontramos ante un daño. No

12 Sentencia del Tribunal Constitucional peruano recaída en el Exp. N.° 00832-2011-PHC/TC, f. j. N.° 3.
13 SOTO Salazar, El seguro ambiental en el ordenamiento jurídico y sistema asegurador peruano, ob. cit.,
p. 144.
14 ZüBIRI De SALINAS, Mercedes, El seguro de responsabilidad civil por daños al medio ambiente, Navarra:
Thomson Aranzadi, 2005, p. 185.
15 ZüBIRI De SALINAS, El seguro de responsabilidad civil por daños al medio ambiente, ob. cit., p. 186.

INSTITUTO PACÍFICO 379


DEUTOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

se establecen criterios para fijar este elemento temporal, lo cual deberá


determinarse en el caso concreto y en función del tipo de actividad.

El daño ambiental potencial ha sido conceptualizado en la legislación adminis­


trativa16 como aquel riesgo, peligro, proximidad o eventualidad de que ocurra
cualquier tipo de detrimento, pérdida, impacto negativo o perjuicio al ambiente
y/o alguno de sus componentes como consecuencia de fenómenos hechos o
circunstancias con aptitud suficiente para provocarlos. Asimismo, la jurispru­
dencia administrativa17 y la Ley General del Ambiente18 nos refieren que este
tipo de daño se puede conceptualizar del incumplimiento de normas de gestión
ambiental como los Límites Máximos Permisibles (LMP), aunque existe parte
de la doctrina nacional19 que no concuerda con este criterio.

6. Los elementos subjetivos del tipo


Este delito ambiental era de carácter netamente doloso, o por lo menos dolo
eventual, sin que admita la culpabilidad en la actuación delictiva del funciona­
rio público. No cabía la comisión por culpa. Lo que comportaba la necesidad
de construir una noción de dolo lo más depurada posible, al estar frente a un
funcionario público que conoce los lineamientos, reglamentos y leyes del sec­
tor ambiental lo que le impediría alegar desconocimiento o ignorancia de la
ley, por lo que, su conocimiento, voluntad o dominio funcional se encontraba
presente al momento de otorgar las licencias, autorizaciones u cualquier otro
derecho habilitante en favor de una obra o actividad que tenga repercusión
en el medio ambiente. Para ello, considerábamos que el funcionario público
tenía la voluntad y grado de conocimiento de la contravención de las normas
sectoriales correspondientes al momento de emitir el acto administrativo, y
que estos tenían consecuencias contra el medio ambiente. Sin embargo, con
la instrucción del tercer párrafo del art. 314 del Código Penal, la negligencia
inexcusable también será parte del análisis del tipo penal.
Se suele revisar en el Código Penal que para los hechos cometidos de modo
consciente e intencionado (doloso) existen sanciones más graves que para los
llevados a cabo de manera negligente (imprudente). Sin embargo, para el tipo
penal referido, la ley penal no hace distinciones, por lo que el autor doloso me­
recerá igual penal que el imprudente. En dogmática penal será discutible esta
PARTE VI disposición normativa, pues “basta con pensar en que, por regla general, toda
víctima esta dispuesta a perdonar más fácilmente a quien le ha causado un per­
juicio por descuido que a quien lo ha hecho consciente e intencionadamente”20.

16 CONGRESO DE LA República, Ley N.° 29325, Ley del Sistema Nacional de Evaluación y Fiscalización
Ambiental, Lima: 5 de marzo del 2009. Concordancia: Lineamientos para la aplicación de las medidas
correctivas previstas en el literal d) del numeral 22.2 del art. 22.
17 Organización de Evaluación y Fiscalización Ambiental, Resolución N.° 082-2013-OEFA/TFA,
Lima: 27 de marzo del 2013, ff. jj. N.os 53-59.
18 Congreso de la República, Ley N.° 28611, Lima: 14 de octubre del 2005, art. 32.1.
19 De La Puente Brunke, Lorenzo, “La noción jurídica de daño ambiental y una peculiar argumentación
del Tribunal de Fiscalización Ambiental”, en Derecho y Sociedad, N.° 42, Lima: 2014, pp. 169-178.
20 RAGUÉS I Valí es, Ramón, “El dolo y su prueba en el proceso penal”, Barcelona: José María Bosch
Editor, 1999, p. 34.

PARTE VI: MATERIA RELACIONADA


380
ROLDAN SOTO SALAZAR

7. El informe fundamentado
De acuerdo al art. 3 de la Ley N.° 28611, Ley General del Ambiente, el Estado, a
través de sus entidades y órganos correspondientes, diseña y aplica las políticas,
normas, instrumentos, incentivos y sanciones que sean necesarios para garan­
tizar el efectivo ejercicio de los derechos y el cumplimiento de las obligaciones
y responsabilidades en materia ambiental; en tal sentido, el numeral 149.1
del art. 149 de la citada ley dispone que en las investigaciones penales por los
delitos tipificados en el título xiii del libro segundo del Código Penal, será de
exigencia obligatoria la elaboración de un informe fundamentado por escrito
por la autoridad ambiental, antes del pronunciamiento del fiscal provincial o
fiscal de la investigación.
Esta disposición fue reglamentada en el D. S. N.° 007-2017-Minam que reem­
plazó al derogado reglamento aprobado por D. S. N.° 009-2013-Minam, con
la finalidad de mejorar el marco normativo del informe fundamentado, como
herramienta que coadyuve en las investigaciones fiscales.
En este nuevo reglamento se precisó que el informe fundamentado constituye
una prueba documental relacionada a la posible comisión de delitos de conta­
minación contra los recursos naturales y de responsabilidad funcional e infor­
mación falsa tipificados en el título xiii del Código Penal. Sin ser un requisito
de procedibilidad de la acción penal, el fiscal puede formular su requerimiento
fiscal, prescindiendo de este, con las pruebas de cargo y descargo recabadas
durante la investigación preparatoria. Sin perjuicio de ello, es obligatorio para
la autoridad responsable de su elaboración la emisión del mismo, bajo respon­
sabilidad, lógico esta, siempre y cuando el fiscal lo haya requerido.
En lo que corresponde al delito en comento, el actual reglamento refiere que
cuando un funcionario o servidor público se encuentre comprendido en una
investigación penal por los delitos contemplados tipificados en el capítulo III
(Responsabilidad funcional e información falsa) del título XIII del libro segundo,
el fiscal solicita el informe fundamentado a las siguientes autoridades:
Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental - OEFA: Si la inves­
tigación versa sobre funciones de fiscalización ambiental ejercidas por
dicho funcionario o servidor público. Este supuesto hace referencia a los
funcionarios públicos de las Entidades de Fiscalización Ambiental - EFA
que habrían incurrido en este delito, siendo el OEFA, en su calidad de ente
rector del Sistema Nacional de Fiscalización Ambiental - Sinefa, el que se PARTE V

encargará de emitir el informe fundamentado. Por ejemplo, el funcionario


público municipal que tiene como función fiscalizar y sancionar las con­
ductas contaminantes, como podrían ser las gerencias y/o subgerencias
de fiscalización municipal. Los funcionarios públicos de la Autoridad
Nacional del Agua que tienen como función fiscalizar y sancionar a los
infractores por vertimientos contaminantes a los cuerpos receptores de
agua. Los funcionarios del Osinfor que tienen como función fiscalizar las
concesiones y/o permisos forestales otorgados.
- Autoridad nacional sectorial de la actividad: Si la investigación penal ver­
sa sobre funciones distintas a la de fiscalización ambiental, ejercidas por

INSTITUTO PACÍFICO 38
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

dicho funcionario o servidor público. En este supuesto se considerarían


todos aquellos funcionarios públicos que no forman parte de las EFA. Por
ejemplo, el funcionario municipal que otorgó la licencia de apertura de
una actividad contaminante a pesar que esta no cumple con los requi­
sitos legales. El funcionario público que otorgó de manera irregular una
concesión forestal y permiso forestal que permitió la tala de árboles.
Ministerio del Ambiente: Cuando la investigación penal se inicie respecto
de funcionarios públicos de la autoridad nacional sectorial de la actividad
o del OEFA u otro organismo adscrito al Ministerio del Ambiente, por
ejemplo, Sernanp, Senace, IGP, etcétera.
En caso el fiscal lo considere necesario solicita al Ministerio de Ambiente la
identificación de la autoridad nacional sectorial de la actividad responsable
de la elaboración del informe fundamentado.

8. Conclusión
En el delito de responsabilidad funcional por otorgamiento ilegal de derechos,
tipificado en el art. 314 del Código Penal, resalta la importancia de los dos
bienes jurídicos que se pretende proteger con este delito, para delimitarlo y
diferenciarlo de cualquier otro tipo de delito contra la Administración pública o
de aquella responsabilidad administrativa, mencionando su carácter de delito
especial propio porque únicamente puede ser cometido por un funcionario
público con facultades y que por el otro lado, tiene como parte agraviada y
representante del Estado a la procuraduría pública del Minam. Además, nos
hemos referido al dolo y la culpa como elementos subjetivos del tipo penal que
no resultan relevantes al momento de cuantificar la pena, así como al resultado
y a la potencialidad del daño ambiental que debe ser consecuencias necesarias
de la actuación u omisión del funcionario público. Resaltando la importancia del
informe fundamentado como prueba documental que dejó de ser requisito de
procedibilidad, pero exigible si el representante del Ministerio Público lo solicita.

9. Referencias bibliográficas
CASTILLO GONZÁLEZ, Francisco, El bien jurídico penalmente protegido, San
PARTE VI
José: Continental, 2008.
De La Puente Brunke, Lorenzo, “La noción jurídica de daño ambiental y
una peculiar argumentación del Tribunal de Fiscalización Ambiental”, en
Derecho y Sociedad, N.° 42, Lima: 2014.
De VICENTE MARTÍNEZ, Rosario, “Responsabilidad penal del funcionario público
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EUGENIA Si iárfz. Beatriz, “La responsabilidad penal de los funcionarios públicos
en los delitos contra el medio ambiente: un estudio de derecho comparado”,
en Revista Análisis Internacional, N.° 2, Bogotá: 2010.
MARCHELLO, Francesco y Susy SERAFÍN, Diritto dellAmbiente, 8.a ed., Napoli:
Giuridiche Simone, 2008.

PARTE VI: MATERIA RELACIONADA


382
ROLDÁN SOTO SALAZAR

MlR PUIG, Santiago, Derecho penal. Parte general, 9.a ed., Barcelona: Repper-
tor, 2011.
OCHOA FlGUEROA, Alejandro, “Medioambiente como bien jurídico protegido,
¿visión antropocéntrica o ecocéntrica?”, en Revista de Derecho Penal y
Criminología, 3.a época, N.° 11, Madrid: 2014.
Peña Cabrera Freyre, Alonso Raúl, Los delitos contra el medio ambiente, 2.a
ed., Lima: Instituto Pacífico, 2017.
RAGUÉS I VALLES, Ramón, “El dolo y su prueba en el proceso penal”, Bar­
celona: José María Bosch Editor, 1999.
SOTO SALAZAR, Roldán, El seguro ambiental en el ordenamiento jurídico y
sistema asegurador peruano, tesis para obtener el grado académico de
magíster en Derecho con mención en Derecho Civil y Comercial, Lima:
Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 2017.
Si iárfz LÓPEZ, Beatriz, “La responsabilidad penal de los funcionarios públicos en
los delitos contra el medio ambiente: un estudio de derecho comparado”,
en Revista Análisis Internacional, N.° 2, Bogotá: 2010.
TORRES Portilla, Rocío del Pilar, “Los delitos ambientales y la actuación pro­
cesal de los fiscales especializados en materia ambiental”, en Derecho y
Sociedad, N.° 35, Lima: 2010.
ZUBIRI De SALINAS, Mercedes, El seguro de responsabilidad civil por daños al
medio ambiente, Navarra: Thomson Aranzadi, 2005.

PARTE VI

INSTITUTO PACÍFICO 383


NOTICIAS DE RELEVANCIA
NACIONAL E INTERNACIONAL
(DIARIOS)
NOTICIAS DE RELEVANCIA NACIONAL E
INTERNACIONAL (DIARIOS)

México - Puebla
27 de febrero de! 2020

Despiden a policías de San Andrés Cholula relacionados con el


director de Tránsito

San Andrés Cholula, Puebla. Al menos una veintena de policías municipales y agentes
viales, fueron dados de baja en lo que va de esta semana, luego de que este medio ex­
hibiera la red de corrupción que impera en la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito
Municipal.
Entrevistados por Puebla Online la noche del miércoles en la cafetería “La 5 de Mayo”,
algunos elementos que fueron dados de baja, comentaron que los corrieron porque los
relacionaron con el director de Tránsito, Abram Ravelo, quien enfrenta denuncias penales
por extorsión y abuso de autoridad.
F ANEXOS
Informó uno de los sondeados:

Nos dieron de baja y el argumento fue que supuestamente reprobamos


los controles de confianza. Pero no en todos los casos es así, a muchos
nos dieron de baja porque nos relacionaron con el director corrupto a

INSTITUTO PACÍFICO
_ — —:
387
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

quien lo han quemado en los medios por todas sus anomalías. Sabemos
que él también fue notificado de su cese.

Mencionaron que el despido masivo de uniformados es para simular una limpia, sin
embargo, consideran que el comisario, Óscar Hugo Morales, pretende ingresar a la
corporación a sus conocidos.
En su edición del 10 de enero, este medio informó que el titular de Tránsito Municipal
de San Andrés Cholula, Abraham Ravelo, en complicidad con el titular de la Secretaría
de Seguridad Pública y Tránsito Municipal, y dos de sus subordinados; cobraban cuotas
para no infraccionar a taxis piratas.
Hay que mencionar que el comisario y el director de Tránsito Municipal fueron denun­
ciados ante la Fiscalía General del Estado (FGE) por el delito de abuso de autoridad y
los que resulten, los cuales constan en la Carpeta de Investigación 5684/2019/Cholula.
La denuncia fue presentada el pasado 13 de diciembre por un elemento, quien denunció
que fue obligado por sus mandos a pagar una infracción que le hizo a una conocida de
la presidenta municipal, Karina Pérez Popoca.

ANEXOS

NOTICIAS DE RELEVANCIA NACIONAL E INTERNACIONAL (DIARIOS)


388
ANEXOS

México - Jalisco
5 de febrero del 2020

Van a prisión dos policías de Zapopan por violencia sexual y


abuso de autoridad

Ambos elementos fueron señalados por una mujer a quien presuntamente uno de ellos
obligó a que le practicara sexo oral, por lo que se les solicitó un año de prisión preventiva.
Dos elementos de la policía de Zapopan permanecerán dentro de prisión luego de que
un juez los vinculara a proceso tras ser acusados de abuso de autoridad, tras violentar
sexualmente a una mujer que previamente habían detenido.
Se trata de Diego Alejandro “N”, de 28 años, y César Emilio “N”, de 29, quienes fueron
denunciados penalmente, luego de que el pasado 25 de enero, aproximadamente a las
5:00 horas, fueron señalados por una mujer a quien presuntamente uno de ellos obligó
a que le practicara sexo oral.
De acuerdo con la Fiscalía del Estado, según se refiere en la carpeta de investigación,
la víctima y un amigo salieron de un bar acompañados por otros hombres y todos se
retiraron a bordo de motocicletas.
En su trayecto fueron interceptados por una unidad de la Policía de Zapopan, en la que via­
jaban los ahora imputados, quienes los detuvieron porque no portaban cascos de seguridad.
Sin embargo, la indagatoria señaló que los oficiales dejaron ir a varios de los hombres y solo
se llevaron en la patrulla a dos de ellos (de los cuales liberaron a uno más tarde) y a la mujer.
La Fiscalía explicó que los oficiales llegaron entonces a una tienda comercial ubicada
en la avenida Mariano Otero, en la colonia Jardines del Sol, en Zapopan, y uno de ellos
se llevó a la mujer a la parte trasera del lugar, junto a unos contenedores de basura, y
presuntamente la obligó a practicarle sexo oral y luego la regresó a la patrulla con el
otro detenido. ANEXOS

La víctima y su acompañante reportaron los hechos, y al lugar llegó otra unidad de la


policía, cuyos elementos aprehendieron a sus dos compañeros señalados.
Después se les imputaron oficialmente los delitos de violación y abuso de autoridad a
ambos. También se solicitó un año de prisión preventiva.

INSTITUTO PACÍFICO 389


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Perú - Lima
10 de febrero del 2020

Condenan a 30 años de cárcel por realizar falso operativo y ex­


torsionar a dueños

El Ministerio Público de Lima Sur logró que se condene a 30 años de cárcel a tres policías
que realizaron un falso operativo en un local de fotocopiadoras y extorsionaron a los
dueños con 3 mil soles en San Juan de Miraflores.
El Ministerio Público de Lima Sur logró que se condene a 30 años de pena privativa de
la libertad contra tres efectivos policiales por realizar un falso operativo en un local de
fotocopiadoras ubicado en el distrito de San Juan de Miraflores e incautar los equipos.,
para luego extorsionar exigiendo tres mil soles por la devolución de todos los productos.
Fueron condenados los policías Marco Antonio Mogrovejo Medina, Luis Walter Chamorro
Bernuy y Elmer Homero Arrunátegui Causso, a quienes el Poder Judicial los encontró
responsables por el delito de extorsión, abuso de autoridad, allanamiento ilegal de do­
micilio y secuestro, y les impuso el pago de una reparación civil que deberán abonar a
favor de los agraviados.
Asimismo, el evidenciar la concurrencia ideal de delitos, se les imputó el delito contra la
libertad, secuestro en agravio de Carmen Rosa Ramírez Bernuy, al determinarse que los
procesados de manera ilegal detuvieron a la agraviada y la condujeron a la comisaría
en donde la tuvieron privada de su libertad por más de cuatro horas.
La Segunda Fiscalía Superior Penal Transitoria de Lima Sur, a cargo del fiscal supe­
ANEXOS rior José Oswaldo Carretero Gavancho, sostuvo que los tres policías valiéndose de su
autoridad simularon un operativo policial e ingresaron al negocio de tipeos y copias ubi­
cado en av. Los Héroes del distrito de San Juan de Miraflores, de propiedad de Carmen
Rosa Ramírez Quillahuamán y Robert Faustino Rivas Campos.

NOTICIAS DE RELEVANCIA NACIONAL E INTERNACIONAL (DIARIOS)


390
ANEXOS

Durante la audiencia, el fiscal adjunto superior, Cristhian Alfaro Cáceres, informó que
durante la intervención estos malos agentes del orden le incautaron los CPU y memoria
USB y la trasladaron a la sede policial Dirincri de Villa María del Triunfo para luego
solicitarle la suma de 3 mil soles a cambio de la devolución de los mismos.
La Segunda Fiscalía Superior Penal Transitoria de Lima Sur presentó suficientes elementos
de prueba como la declaración de los agraviados, de varios testigos, videos, entre otras
que determinaron la responsabilidad de los acusados.

rANEXOS

INSTITUTO PACÍFICO 39
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Colombia - Sucre
19 de febrero del 2020

La fiscal Yeine Lin será condenada por concusión

La fiscal 17 Seccional de Infancia y Adolescencia de Sucre, Yeine Lin Hernández Arrieta,


será condenada por el delito de concusión, en la modalidad de solicitar. Así se conoció en
la audiencia del sentido del fallo que se cumplió en la mañana del martes en el Tribunal
Superior de Justicia de Sincelejo.
Con ponencia de la magistrada Lucy Bejarano Maturana, la Sala del Tribunal Superior
dijo haber encontrado méritos suficientes y elementos materiales probatorios para hallar
a la fiscal responsable de este delito, dado que ella, en nombre de la entonces subdirec­
tora de la Fiscalía en Sucre, Farides Sáenz Sierra, le exigió al hoy electo alcalde de San
Benito, Manuel del Cristo Cadrazco Salcedo, la suma de 60 millones de pesos para que
en su contra no fuera solicitada una orden de captura por un proceso por el delito de
enriquecimiento ilícito.

[...] a esa conclusión se llega luego de hacer la valoración conjunta y crí­


tica dentro de las pruebas presentadas en la base probatoria del juicio en
tanto que la Sala adquirió conocimiento más allá de la duda acerca de la
existencia del delito de concusión y de la responsabilidad mencionada de
la acusada en la medida en que está acreditado que esta, en su condición
de fiscal 17 de Unidad de Infancia y Adolescencia de Sincelejo, hablando
en nombre de otro, le solicitó al señor Manuel del Cristo Cadrazco la suma
ANEXOS de 60 millones de pesos para lograr que no se imputaran cargos ni se le
librara orden de captura por enriquecimiento ilícito.

Con esta decisión, que en plena audiencia le sacó lágrimas a la fiscal, el Tribunal Superior
de Justicia de Sincelejo dejó sin piso jurídico la declaración que en audiencia pública
entregó Cadrazco cuando dijo que Yeine Lin era ajena a las exigencias económicas de

392 NOTICIAS DE RELEVANCIA NACIONAL E INTERNACIONAL (DIARIOS)


ANEXOS

100, 80 y 60 millones de pesos que le habían hecho. Aseguró Cadrazco que Yeine le
pidió el favor que le consiguiera una cita con la subdirectora.
Otra cosa fue la que Cadrazco, quien grabó una llamada e hizo llegar al ente investiga­
dor-acusador, le dijo a la Fiscal Delegada ante el Tribunal, cuando aseguró que Yeine
le estaba haciendo unas exigencias económicas de 60 millones para entregarlos en una
semana, de lo contrario sería capturado.
“A la Sala le queda claro que los mensajes sí los recibió Manuel Cadrazco, por lo que
considera que Yeine Lin sí participó en la exigencia ilegal de dinero”. Solicitud que ade­
más estuvo acompañada del constreñimiento porque le imputaría cargos y lo pondrían
preso si no pagaba la suma de dinero exigida.
Y agrega:
La Sala entonces no cree en las explicaciones de justificación en el
cambio de versión que justificó el testigo Cadrazco desestimando de
esa forma la pretensión absolutoria que reclama la bancada de la
defensa. Francamente no convence a la Sala que la grabación haya
sido editada para borrar información que favorecería a la procesada.
De modo que, según quedó demostrado en el juicio, fue Yeine Lin Arrieta
quien hablando en nombre de la subdirectora de Fiscalía es la que exigió
el dinero para los fines ya anotados.

Dijo el Tribunal en la audiencia de lectura del sentido del fallo.


Para el Tribunal Superior de Justicia de Sincelejo la conducta de la procesada Yeine Lin
es antijurídica.

Sin beneficios
Al conocer el sentido del fallo, la Fiscal Delegada ante el Tribunal en Sucre solicitó que
para la procesada Yeine Lin Hernández no exista ningún tipo de beneficio porque su
delito es de los que atenían contra la Administración pública y la ley no los tiene previstos.
Además, la fiscal Hernández ya no tiene hijos menores de edad a su cargo.
En ese mismo sentido se pronunció la Procuradora Judicial, pero les solicitó a los ma­
gistrados que a la hora de imponer la pena le sea impuesta la más baja dado que ella no
tiene antecedentes ni ha obstruido la justicia.
Por su parte el defensor de la procesada, el abogado Eduardo Flórez Aristizábal, a quien
siempre se le vio con una actitud distante frente a los medios de comunicación, pidió
que la pena sea la más baja y que le concedan la casa por cárcel porque ella es madre
cabeza de hogar, sus hijos son estudiantes universitarios que al igual que sus padres
dependen de ella.
El Tribunal no ha programado aún la fecha para la lectura de la sentencia.
Es de anotar que en la actualidad Manuel del Cristo Cadrazco Salcedo está privado de
la libertad dentro de una investigación que también cobija a su esposa Milagro Martelo
Imbett, quien tiene casa por cárcel. Los procesan por los delitos de lavado de activos y
enriquecimiento ilícito de particulares, además con ocasión de esta situación sus bienes
han sido ocupados por la Unidad para la Extinción y el Dominio de la Fiscalía General
de la Nación.

INSTITUTO PACÍFICO 393


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Cadrazco fue electo, estando en prisión, alcalde de su natal municipio de San Benito,
y aunque no ejerce, sí se posesionó en la cárcel ante unos testigos, entre ellos dos que
están detenidos con él.

ANEXOS 1

394 NOTICIAS DE RELEVANCIA NACIONAL E INTERNACIONAL (DIARIOS)


ANEXOS

Ecuador
7 de febrero del 2020

Anticorrupción reporta 1274 casos de peculado, concusión y


cohecho desde el 2015

Según los reportes de la Secretaría Anticorrupción, entre enero del 2015 y junio del
2019, el 72,5 % de causas ingresadas por delitos de corrupción fue por incumplimiento
de decisiones de autoridades. Los casos por peculado, concusión y cohecho representan
el 6,5 % de los registrados por el sistema judicial.
La Secretaría Anticorrupción de la Presidencia tiene un observatorio para “medir, explorar
y compartir ternas relacionados con la corrupción”. Los análisis se hacen con base en las
cifras del Consejo de la Judicatura.
Entre las mediciones de la institución hay tres informes y dos infografías de resumen. Los
reportes tratan sobre las causas ingresadas al sistema judicial por delitos de corrupción
y contra la eficiencia de la Administración pública.

Delitos contra la Administración pública


En 2019 la medición es hasta junio.
■ Causas ingresadas por delitos de corrupción

1500 ----------------------------------------------------------------------------------------------------
1000----------------------------------------------------------------------------------------------------
500----------------------------------------------------------------------------------------------------
0_ —
<$>

Los informes muestran que el delito más representativo es el incumplimiento de decisiones


tomadas por autoridades, que alcanza el 72,5 %. Este ha ido en aumento desde el 2015,
cuando representaba el 69 %.
Aunque los documentos de la Secretaría están desactualizados, pues la información pu­
blicada muestra cifras solo hasta junio del 2019. A partir de septiembre no hay nuevos
informes.

INSTITUTO PACÍFICO 395


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Gráfico primicias • Fuente: secretaría Anticorrupción • Descargar los datos ■ creado con Datawrapper

Esto coincide con que, desde octubre, la entidad ha cambiado de titular en dos ocasiones,
pese a que apenas cumplió un año de existencia el 6 de febrero. El último de ellos, José
De la Gasea, ocupa el cargo desde el 17 de enero del 2020.
La segunda categoría más común de delitos registrados es la de ataque y resistencia. Pero
la tendencia en esta categoría ha ido a la baja, desde 20,3 % en 2015 hasta 16 % en 2018.
Sin embargo, los casos de corrupción más polémicos como el peculado, la concusión y
el cohecho apenas representan el 3,9 %, 1,5 % y 1,1 % de los delitos contra la Adminis­
tración pública, respectivamente.
A escala nacional, Pichincha, Guayas y Manabí ocupan los tres primeros lugares de
provincias con mayor número de causas ingresadas por estos delitos. No solo son las
provincias que tienen mayor densidad poblacional, sino también mayor concentración
de entidades públicas.

Causas por provincia y por año


En 2019 la medición es hasta junio.

Pichincha Guayas íM Manabí O El oro

noo-------------------------------------------
1000
900
800

anexo:

396 NOTICIAS DE RELEVANCIA NACIONAL E INTERNACIONAL (DIARIOS)


ANEXOS

Para enfrentar estas prácticas, el nuevo Secretario Anticorrupción anunció que la entidad
recibirá denuncias digitales en su página web y que la ciudadanía podría hacerlas de
manera anónima.

Top 10 de ciudades con más causas registradas


La medición va desde enero del 2015 hasta junio del 2019

Además, De la Gasea dijo que implementará unidades anticorrupción en las empresas


públicas e incluso en hospitales, para que puedan monitorear la gestión y detectar el
origen de la corrupción.
La Secretaría también tiene estudios publicados, teóricos y legales, e infografías sobre
corrupción y la percepción de la ciudadanía al respecto. Ahí explica, por ejemplo, las
diferencias entre la gran y pequeña corrupción. Pero, más allá de las cifras y estudios
sobre casos de corrupción, uno de los ofrecimientos estrella del presidente Lenín Moreno
fue la lucha contra este problema.
Para lo cual el Ejecutivo creó una Comisión de Expertos Internacionales de Lucha Centra
la Corrupción (CEICCE).
Pero el organismo no puede funcionar sin un marco legal que le otorgue las competencias
necesarias y el segundo plazo para lograrlo vencerá el martes 11 de febrero.
Primicias solicitó una entrevista con el Secretario Anticorrupción, así como información
actualizada sobre los delitos de corrupción, sin embargo, hasta el cierre de este reportaje
no hubo respuesta.

INSTITUTO PACÍFICO 397


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Ecuador - Quito
30 enero del 2020

Una corte de Ecuador sentenció a la exvicepresidenta Vicuña a


. un año de prisión

Maria Alejandra Vicuña fotografiada en Quito el 6 de enero del 2018.


Crédito: JUAN RUIZ/AFP

Un tribunal de la Corte Nacional de Justicia condenó este jueves a un año de prisión a


la exvicepresidenta de Ecuador, María Alejandra Vicuña, por el delito de concusión al
haber solicitado a sus colaboradores dinero de forma irregular cuando se desempeñaba
como asambleísta entre 2011 y 2013, según informó la Fiscalía.
Vicuña, quien negó haber cobrado montos de forma ilegal a sus excolaboradores, re­
nunció a su cargo de vicepresidenta en diciembre del 2018 para garantizar su derecho
a la defensa luego de que estallaron las denuncias en su contra.
La justicia también le ordenó el pago de US$173.000 y la confiscación de un bien in­
mueble en Guayaquil.
Según el Código Penal de Ecuador, el delito de concusión se refiere a los servidores
públicos que, abusando de su cargo o funciones, por sí mismos o por medio de terceros
ordenen o exigen la entrega de cuotas, contribuciones o gratificaciones de forma indebida.
La defensa de Vicuña podrá apelar a la sentencia. A su salida de la audiencia la exvi­
cepresidenta aseguró que utilizará todos los mecanismos legales disponibles para seguir
anexos 1 defendiendo su inocencia.

398 NOTICIAS DE RELEVANCIA NACIONAL E INTERNACIONAL (DIARIOS)


ANEXOS

Perú - Cusco
3 de febrero del 2020

Sentencian a 19 personas por apropiarse de S/ 5 millones del


Subcafae en Cusco

En Cusco, un juzgado condenó a cuatro años de prisión suspendida y una inhabilitación


de tres años a exdirectivos de una entidad.
Tras un largo proceso de casi 14 años, la Segunda Sala Penal de Apelaciones de Cus-
co_condenó a cuatro años de cárcel suspendida a 19 exdirectivos de Subcafae. El juez
Luis Alfonso Sarmiento Núñez los halló culpables de la apropiación ilícita de más de 5
millones de soles. También dispuso que sean inhabilitados para ejercer función o cargo
público durante tres años.

Culpables
En la larga lista de procesados, en el sonado caso contra los intereses del magisterio
cusqueño, se encuentran actuales funcionarios y extrabajadores de la Dirección Regional
de Educación de Cusco (DREC), además de antiguos dirigentes del Sutep, Fentase y
otros gremios.
Resaltan los nombres de Manuel Gutiérrez Aliaga, secretario general del Sindicato de
Trabajadores de la DREC; Epifanio Balladares Becerra, actual jefe personal del ente
educacional, y Ciro Concha junto a Hernán Rodríguez Zela, funcionarios en servicio.
También fue sentenciado Mario Cabrera Gutiérrez, extitular de la DREC, entre otros.
A ellos se les halló responsables de los delitos de peculado doloso agravado, malversación
de fondos, asociación ilícita para delinquir y falsificación de documentos.
La condena consigna el pago de una reparación civil de 100 000 soles en forma solidaria,
sin perjuicio de devolver los más de S/ 5 millones que se apropiaron indebidamente,
cuando estuvieron al frente del Directorio de Subcafae.

INSTITUTO PACÍFICO 399


DEUTOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Perú
21 de enero del 2020

Ministerio Público obtuvo más de 1500 condenas por corrupción


contra funcionarios en el 2019

Según balance del 2019 emitido por Omar Tello, coordinador de las Fiscalías Especia­
lizadas en Delitos de Corrupción de Funcionarios.

Omar Tello, coordinador de las Fiscalías Anticorrupción a nivel nacional.

El Ministerio Público, a través de la Fiscalía Especializada en Delitos de Corrupción de


Funcionarios (Fecof), obtuvo un total de 1,581 condenas contra funcionarios públicos
acusados de delitos de corrupción en el Perú, durante el 2019.
Así lo dio a conocer el fiscal superior, Ornar Tello Rosales, coordinador nacional de dicho
subsistema, quien precisó que el balance, encabezado por la sede fiscal de Lima Norte
con 232 fallos condenatorios, es el resultado de la labor de 565 fiscales con el apoyo de
la policía especializada.
Asimismo, el magistrado señaló que el año pasado ingresaron 13,444 denuncias, de
las cuales la mayor parte fueron presentadas en Ancash, 1,070; Lima Centro, 954; y
Ayacucho, 788.

Delitos concurrentes y casos emblemáticos


NEXOS 1 Los delitos con mayor índice de denuncias fueron peculado con 3,992 y colusión con
1,877; mientras que las prisiones preventivas sumaron 222 medidas cautelares.
Como resultado de los diversos operativos en el territorio nacional, se logró 398 incau­
taciones de bienes muebles, inmuebles y dinero, valorizados en S/l 304 063 39.

400 NOTICIAS DE RELEVANCIA NACIONAL E INTERNACIONAL (DIARIOS)


ANEXOS

Entre los casos más emblemáticos destacan el del exgobernador de Cajamarca, Gregorio
Santos, recientemente sentenciado a 19 años y cuatro meses por beneficiarse econó­
micamente mediante el irregular manejo de 12 obras públicas; el del exgobernador de
Áncash, César Alvarez Aguilar, condenado a ocho años y tres meses de prisión por el
caso Chacas - La Centralita; y la investigación a más de 25 militares por el presunto robo
de combustible del Ejército.
Cabe indicar que un promedio de nueve Fiscalías Anticorrupción tiene también a su cargo
alrededor de 25 casos de presuntos delitos de corrupción de funcionarios relacionados a
las constructoras Odebrecht, OAS, Camargo y Correa, entre otras.

xos

INSTITUTO PACÍFICO 40
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Chile - Lo Vilos
21 de enero de! 2020

Condenan a funcionario municipal de Los Vilos por fraude al


fisco en la venta de permisos de circulación

En dicho caso anteriormente otro funcionario fue sentenciado en septiembre del 2019.
El Fiscal Rodrigo Gómez informó de esta nueva sentencia para otro de los imputados.
Luego de la audiencia de preparación de juicio oral por el delito de fraude al fisco en
que estaba acusado un funcionario municipal, finalmente este fue sentenciado en pro­
cedimiento abreviado en el Juzgado de Garantía local.
El delito investigado por la Fiscalía dio cuenta de pagos de menor valor por permisos de
circulación de vehículos de alta gama, en que estaban además involucradas dos personas
particulares encargadas de automotoras de Santiago.
Fue sentenciado en procedimiento abreviado a 541 días de presidio, más multa de lo
que defraudó (cerca de 900 mil pesos) y la suspensión del ejercicio de cargos públicos
por espacio de 5 años, dijo el fiscal Rodrigo Gómez del Pino.
El juzgado le concedió la remisión condicional de la pena.

Juicio de septiembre pasado


Este caso se relaciona con aquel en que luego de tres días de juicio oral (en septiembre
del 2019), la Fiscalía de Los Vilos probó la responsabilidad de otro funcionario municipal
del Departamento de Tránsito de dicha comuna en el mismo ilícito, quien era subalterno
de la persona que fue sentenciada en procedimiento abreviado.
Según la acusación de la Fiscalía, el funcionario se habría trasladado los días 23 y 24 de
marzo del 2017 hasta dos automotoras en Santiago, donde vendió permisos de circulación
rebajando en forma arbitraria la tasación de los vehículos y, por lo tanto, rebajando el
permiso de circulación a pagar por parte de estos señores, dijo el fiscal Rodrigo Gómez.
El monto defraudado ascendería a los 10 millones de pesos aproximadamente.
Enfatizó el fiscal Gómez:

Lo importante es que se da la señal que estamos trabajando en forma


directa por todos y cada uno de los ilícitos que se comenten en nuestra
comuna y no vamos a dejar pasar este tipo de actividades, menos de un
funcionario público que comete delitos contra el Estado.
Durante el juicio, la Fiscalía presentó una cantidad importante de prueba
documental, como correos electrónicos que sostuvo el funcionario con las
ANEXOS 1
automotoras, los testigos presenciales de la venta fraudulenta y testimonio
de los dueños de las empresas que dieron cuenta de las acciones desple­
gadas. El funcionario fue sentenciado a 541 días de reclusión nocturna
en esa oportunidad.

402 NOTICIAS DE RELEVANCIA NACIONAL E INTERNACIONAL (DIARIOS)


ANEXOS

Perú - Lima
8 de febrero del 2020

Caso Orellana: Poder Judicial sentenció a 19 implicados a penas


de entre 3 y 10 años de cárcel

Entre los condenados figuran Ludith Orellana, hermana de Rodolfo Orellana, y el exjefe
de la Sunarp Alvaro Delgado Scheelje.

El Cuarto Juzgado Penal Unipersonal Nacional Permanente Especializado en Delitos de


Corrupción de Funcionarios dictó condenas de entre 3 y 10 años de prisión efectiva contra
19 implicados en el denominado caso Orellana.
Se condenó a diez años de prisión a Ludith Orellana Rengifo, hermana de Rodolfo
Orellana. Ella junto a otros exfuncionarios de la Superintendencia Nacional de Registros
Públicos (Sunarp) fueron acusados de pertenecer una organización criminal que se dedicó,
entre el 2009 y 2013, a apropiarse ilegalmente de 47 terrenos.
La sentencia por los delitos de asociación ilícita, cohecho activo y cohecho pasivo está
referida a la estructura que se gestó al interior del área de saneamiento del Estudio Ore­
llana Asesores y Consultores, en San Borja, donde se “solucionaban” problemas legales
de propiedades en litigio o situaciones similares con la finalidad de cambiar su titularidad
y venderlos posteriormente a través de testaferros.
Durante el juicio se demostró que estos ilícitos trámites fueron facilitados por el exjefe de la
Sunarp, Alvaro Delgado Scheelje, el registrador Pedro Guzmán Molina, y el encargado de
informática, Wilfredo Núñez Peña. Contra ellos se dictó seis años y ocho meses de prisión.
Otra de las acusadas es la abogada del estudio Orellana, Katherine Díaz Berrú, quien
deberá cumplir ocho años de pena privativa de la libertad.
En este mismo caso se sentenció a Carlos Martín Vargas Machuca Arrese, Niki Eder
Ramírez Salvador, Yanina Mariloli Hurtado Marcos de Carranza, Rosa María Ledesma,

INSTITUTO PACÍFICO 403


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Largio Hurtado Palomino, Rosalía Vargas Shaus, Máximo Juan Núñez Quispe, René
Ocaña Valenzuela, Tesalia Pacaya Taricuarima, Lauro Sánchez Ramírez, Mike Deivis
Torres Torres, Enrique Hipushima Dahua y Máximo Núñez Quispe.
Fueron 89 pruebas las que el fiscal Elvis Suárez Ferre y el fiscal adjunto provincial, Eiser
Jiménez Coronel, sustentaron durante menos de un año de juicio oral realizado tres
veces por semana.
Además, la sentencia establece el pago como reparación civil de S/ 2 millones por daño
extrapatrimonial en forma solidaria, así como penas de inhabilitación. La lectura íntegra
del fallo, a cargo de la jueza Fernanda Ayasta, se realizará el próximo 17 de febrero a
las 15:00 horas.

404 NOTICIAS DE RELEVANCIA NACIONAL E INTERNACIONAL (DIARIOS)


ANEXOS

Perú - Lima
31 de enero del 2020

Condenan a exjuez que benefició a César Hinostroza

A 5 años de cárcel fue sentenciado Ricardo Chang por cohecho pasivo en beneficio de
César Hinostroza, presunto líder de Los Cuellos Blancos del Puerto.
Este viernes el Poder Judicial condenó al exjuez Ricardo Chang Racuay a cinco años
y siete meses de prisión efectiva tras encontrarlo culpable del delito de cohecho pasivo
específico beneficiando al exvocal César Hinostroza Pariachi con un bono a cambio de
ratificarlo en su cargo como magistrado.
En efecto, el juez Hugo Núñez Juica dictó dicha sentencia contra Chang, quien antes
presidía el Tercer Juzgado Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lima, una
vez que este se acogió al mecanismo de terminación anticipada tras aceptar los hechos
sindicados por el Ministerio Público.
Se lee en la resolución:

Condenar, al procesado Ricardo Chang Racuay [...] como autor del delito
contra la Administración pública -Corrupción de Funcionarios- Cohecho
Pasivo Específico en agravio del Estado [...] como tal se le impone 5
años, 7 meses y 15 días de pena privativa de libertad con el carácter de
efectiva, que serán computados desde el día de su detención, esto es 6
de mayo del 2019.

INSTITUTO PACÍFICO 405


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Es así que el juez Hugo Núñez aceptó el acuerdo entre Ricardo Chang y la Fiscalía por lo
que también se determinó su inhabilitación por el mismo tiempo (5 años, 7 meses y 15
días) así como el pago de reparación civil de 45 mil soles, monto por el que se descontará
4 mil 200 soles que ya canceló en agosto del 2019, quedando pendientes unos S/ 40800.
Por otro lado, la investigación realizada por la Fiscalía advirtió al Poder Judicial que
Ricardo Chang pidió al exvocal César Hinostroza, investigado por pertenecer a Los Cue­
llos Blancos del Puerto, interceder ante el disuelto Consejo Nacional de la Magistratura
(CNM) para su rectificación en la Corte Superior de Justicia de Lima.
Dichos hechos se dieron a conocer en abril del 2018 tras la difusión de unos audios
protagonizados por ambos funcionarios del sistema de justicia. Es así que Hinostroza
Pariachi se benefició con un bono de 7 mil 88 soles el cuál es correspondiente a aquellos
jueces que forman parte de la Corte Suprema por más de cinco años, cuando Hinostro­
za aún no cumplía con ese tiempo.
Cabe precisar que, según la resolución firmada por Hugo Núñez, Chang cumpliría la
sentencia en el penal Miguel Castro Castro, poniendo en conocimiento también a la Junta
Nacional de Justicia (JNJ), el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial y a la Presidencia de
la Corte Superior de Justicia de Lima.

anexos 1

406 NOTICIAS DE RELEVANCIA NACIONAL E INTERNACIONAL (DIARIOS)


ANEXOS

Perú - Lima
7 de febrero del 2020

Condenan a 6 años de cárcel al exjefe de la Sunarp

Exsuperintendente de la sunarp Álvaradode delgado fue sentenciado por


la jueza Ayasta por el delito de asociación ilícita

Tras 11 meses de audiencias, la jueza Fernanda Ayasta dictó la primera sentencia contra
la red Orellana, cuyos integrantes se infiltraron en la Sunarp.
El exsuperintendente de la Sunarp Alvaro Delgado Scheelje fue sentenciado a 6 años y
8 meses de prisión tras ser hallado culpable del delito de asociación ilícita.
Según la condena dictada por la jueza Fernanda Ayasta Nassif, del Cuarto Juzgado
Unipersonal, Delgado participó en la mafia Orellana en el tráfico de inmuebles entre los
años 2009 y 2013. Su participación específica radicó en que habría direccionado 27
títulos de propiedad desde el 2009 al 2011 en Registros Públicos para beneficiar a la red
tejida por la hermana de Rodolfo Orellana Rengifo, Ludith Orellana. Esta fue condenada
a 10 años de cárcel al determinarse que, efectivamente, lideró una organización criminal
y cometió el delito de cohecho activo genérico (entrega de sobornos) en complicidad
de abogados y exfuncionarios para inscribir en total 47 propiedades y tener ganancias
ilícitas con sus ventas.
Delgado Scheelje deberá regresar a un penal tras ser liberado de su prisión preventiva
en diciembre, cuando la Corte Suprema de Justicia decidió ello por recomendación del
fiscal supremo Víctor Rodríguez Monteza, investigado por el caso Los Cuellos Blancos
del Puerto.

INSTITUTO PACÍFICO 407


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Exjefe de Sunarp colaboró con la organización que dirigía Rodolfo Oreilana.


Foto: La República.

En síntesis, la jueza acogió la acusación de los fiscales Elvis Suárez y Eiser Jiménez, del
quinto despacho de la Fiscalía Supraprovincial Anticormpción, en un juicio oral sin de­
moras y que culminó en 11 meses, con 89 pruebas y distintos testigos y colaboradores
del Ministerio Público.
Durante el proceso se logró probar la existencia de llamadas telefónicas entre los integran­
tes de la red criminal, el registro de código de clientes que manejaba el Estudio Orellana,
el “área de saneamiento” que lideró Ludith Orellana (centro de operaciones para elaborar
escritos que permitan apropiarse de terrenos), entre otros detalles.

anexos 1

Delgado tuvo nexos con Ludith Orellana, también condenada a 10 años de cárcel por
liderar una organización criminal.
Además, el monto a pagar de todos los imputados será de S/ 2 millones por reparación civil.

408 NOTICIAS DE RELEVANCIA NACIONAL E INTERNACIONAL (DIARIOS)


ANEXOS

El 90 % de este monto deberá ser pagado por Ludith Orellana, su abogada de confian­
za Katherine Díaz Berrú, Alvaro Delgado, el exfuncionario de Sunarp Wilfredo Núñez,
el contacto externo de la red Carlos Vargas Machuca (quien continuó las gestiones
en Sunarp desde el 2011 hasta el 2013) y el abogado Niki Ramírez.
El 10 % restante deberá ser desembolsado por la cajera de la red Yanina Hurtado y los
testaferros Rosa Ledesma, Largio Hurtado, Rosalía Vargas, Máximo Núñez, Rene Ocaña,
Tesalia Pacaya, Lauro Sánchez, Mike Torres y Enrique Hipushima. Este segundo grupo,
inferior en la estructura de la organización, tuvo una condena de 3 años y 10 meses de
prisión cada uno.
El exchofer de Rodolfo Orellana, Manuel Villacrez Arévalo, fue absuelto por la jueza Ayus­
ta, mientras que el acusado Jerson Zapata Ríos fue declarado reo ausente y se reservará
un juicio aparte cuando se le ubique.
En la sentencia, Ayasta dispuso el decomiso definitivo del hospital Hermilio Valdizán,
ubicado en Santa Anita.
El predio regresará a manos del Estado y deja un precedente significativo para la recu­
peración de los terrenos en el caso Orellana.

PRIMERA CONDENA CONTRA LA RED


Condenados Tiempo de prisión efectiva
Ludith Orellana Rengifo 10 años
Alvarado Delgado Sheelje 6 años y 8 meses
Wiltredo Núñez Peña 6 años y 8 meses
Carlos Vargas Machuca 4 años
Niki Ramírez Salvador 4 años
Katerme Díaz Berrú 8 años
Rosa Ledesma Vela 3 años y 10 meses
Largio Hurtado Palomino 3 años y 10 meses
Rosalía Vargas Shaus 3 años y 10 meses
Max Núñez Quispe 3 años y 10 meses
Rene Ocaña 3 anos y 10 meses
Lauro Sánchez 3 años y 10 meses
Enrique Hiroshima 3 años y 10 meses
Tesalia Pacaya Tancuanma 3 años y 10 meses
Mike Torres Torres 3 años y 10 meses
Yanina Hurtado Marcos 3 años y 10 meses
Manuel Viilacres Arévalo Absuelio

ANEXOS

INSTITUTO PACÍFICO 409


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Perú - Áncash
21 de enero del 2020

Áncash: dictan 10 años de prisión a César Álvarez por obra del


estadio Rosas Pampa

Exgobernador ancashino acumula su cuarta sentencia por corrupción.

El exgobernador regional de Áncash, César Álvarez Aguilar, tras ser hallado culpable del
delito de colusión agravada, referido a la ejecución de la obra de construcción del estadio
Rosas Pampa de Huaraz. Andina/Difusión.
A10 años de prisión fue sentenciado el exgobernador regional de Áncash, César Álvarez
Aguilar, tras ser hallado culpable del delito de colusión agravada, referido a la ejecución
de la obra de construcción del estadio Rosas Pampa de Huaraz.
El fallo judicial fue dictado por el titular del Cuarto Juzgado Penal Unipersonal Antico­
rrupción de la Corte de Áncash, Américo Rurush Mallqui.

anexosH

410 NOTICIAS DE RELEVANCIA NACIONAL E INTERNACIONAL (DIARIOS)


ANEXOS

El magistrado valoró los elementos traídos ajuicio oral por el Ministerio Público y concluyó
que existen indicios de actos de colusión tanto en la etapa de elaboración del expediente
y en la ejecución de la obra.
Así, por ejemplo, existieron hasta cuatro valorizaciones distintas de la obra. En el plan
de inversiones del Gobierno regional tenía un presupuesto de 15 millones de soles; sin
embargo, al momento de adjudicarla se valorizaron los trabajos en 35 millones de soles.
Eso no fue todo, ya que se reportó 41 millones de soles, según los registros de ejecución
presupuestal. No obstante, los funcionarios regionales terminaron transfiriendo al con­
sorcio 64 millones de soles.
Para el Ministerio Público los funcionarios regionales de alto nivel y confianza de Alvarez
se coludieron a fin de favorecer al consorcio deportivo Rosas Pampa, que estuvo con­
formado por las constructoras Manfer SRL, Multiobras SA y Edificaciones de la Costa.

Cuarta condena
De este modo, el exgobernador ancashino acumuló su cuarta condena por hechos de
corrupción en su gestión. Actualmente, se encuentra recluido en el penal de Challapalca.
La primera sentencia que recibió fue de 2 años por malversación de fondos públicos,
luego se le dictaron cuatro años de cárcel por el denominado caso Sisa de Chinecas.
Finalmente, tiene una sentencia de 8 años por la carretera Chacas - San Luis, obra
ejecutada por Odebrecht.
Hasta el momento, Alvarez ha acumulado 24 años de prisión entre todas sus sentencias.
Los casos “emblemáticos” de La Centralita y el crimen del exconsejero regional de
Ancash, Ezequiel Nolasco Campos, aún continúan en trámite y no hay una sentencia.

Más sentenciados
También el exgerente de Infraestructura de Ancash, Dirsse Valverde Varas, fue sentenciado
a 10 años de cárcel. Este exfuncionario es procesado por el sonado caso La Centralita y
ANEXOS
según la Fiscalía fue el “nexo” entre Alvarez y la constructora Odebrecht.
En tanto, los exfuncionarios regionales, Germán Martínez Cisneros y Wladimir Rojas
Palomino, recibieron una condena de 8 años de cárcel.
Los integrantes de las empresas constructoras de obras, Miguel Angel Segura Timoteo y
José Enrique Manrique Fernández, igualmente fueron sentenciados a 8 años de prisión.

INSTITUTO PACÍFICO 4
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Lima - Perú
20 de febrero del 2020

Decomisan inmuebles de exalcalde Carlos Burgos

Fiscalía verificó cumplimiento de sentencia por enriquecimiento ¡lícito y lavado de activos

Dos imponentes colegios valorizados en más de 9 millones de soles, adquiridos ilícita­


mente por el sentenciado exalcalde de San Juan de Lurigancho Carlos Burgos Horna
y sus coimputados, continuaron siendo decomisados hoy bajo la supervisión del Fiscal
Supraprovincial Especializado en Delitos de Corrupción de Funcionarios, Walther Del­
gado Tovar, en cumplimiento a la sentencia lograda por los delitos de enriquecimiento
ilícito y lavado de activos.
La diligencia destinada a ejecutar el decomiso se realizó esta mañana en el inmueble
de casi 2800 m2 construidos, ubicado en la mz N lote 3, a la altura de la cuadra 2 de la
avenida Canto Bello, distrito de San Juan de Lurigancho (SJL), donde se erige el centro
educativo particular Saint John’s Prívate School.
Durante el recorrido, la comitiva conformada también por el juez Jorge Chavez Tamariz,
representantes de Pronabi, la Procuraduría del Ministerio de Justicia y del Area de Ca­
tastro de la municipalidad distrital, constataron la falta de puertas, ventanas, barandas,
luminarias y demás accesorios, lo cual reflejaba que el local había sido desmantelado.
Minutos después las autoridades retornaron al colegio Los Emprendedores, en cuyo
interior hace unos días hallaron una bóveda y caja fuerte de metal. Esta fue abierta sin
ANEXOS encontrarse nada adentro. Dicho inmueble de siete pisos y dos sótanos fue también
decomisado como parte del mandato judicial que incluía pasar a propiedad del Estado
los lotes 7,8,9,10,11 y 12, mz W de la Comunidad Campesina de Jicamarca anexo 22,
sector El Pedregal (SJL).

412 NOTICIAS DE RELEVANCIA NACIONAL E INTERNACIONAL (DIARIOS)


ANEXOS

El terreno de la mz MI lote 18, ubicado frente a dicho colegio, fue también decomisado
al igual que una casa de playa en Totoritas, Mala. Este proceso, que en los próximos días
culminará con el decomiso de un terreno en Cieneguilla, pasará a la fase de subasta o
adjudicación a cargo de Pronabi. Con ello, la Fiscalía asegura el estricto cumplimiento
de la sentencia a favor del Estado y la afectación de los bienes de origen delictivo.
Cabe recordar que Carlos Burgos viene purgando una condena de 16 años de
pena privativa de la libertad tras quedar demostrado que utilizó su cargo durante los
años 2007 al 2013 para enriquecerse ilícitamente con más de 8 millones de soles.
La sentencia dictada en su contra en el año 2017 lo condenó también al pago de 500
mil soles de reparación civil a favor del Estado.

INSTITUTO PACÍFICO 413


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Perú - Lima
21 de enero del 2020

Decomisan vivienda a exministro de Fujimori sentenciado por


enriquecimiento ilícito

La Primera Fiscalía Provincial Transitoria de Extinción de Dominio de Lima logró una


sentencia por la que se obtiene a favor del Estado una vivienda y un estacionamiento
en Surco, bienes adquiridos con dinero de enriquecimiento ilícito por el exgeneral del
Ejército Peruano, César Saucedo Sánchez.
De estos, el 50 % había quedado como propietaria la nuera del exmilitar, tras la sentencia
emitida el 12 de julio del 2006, por la Tercera Sala Penal Especial de la Corte Superior
de Justicia de Lima.
Luego de presentada la demanda de extinción de dominio ? fines de setiembre del 2019
y la realización de las audiencias correspondientes, se acogió el pedido del Ministerio
Público y se declaró fundada la demanda, ordenando que los inmuebles del exministro
del Interior del Gobierno de Alberto Fujimori y exjefe del Comando Conjunto de las
Fuerzas Armadas, pasen definitivamente al dominio del Estado, bajo la administración
del Programa Nacional de. Bienes Incautados (Pronabi).
El inmueble ubicado en la calle Orellana en Santiago de Surco fue adquirido en marzo de
1993 con dinero proveniente de enriquecimiento ilícito del exgeneral Saucedo Sánchez;
según las partidas regístrales a nombre de su hijo César Saucedo Linares y su esposa Lia
Cecilia Inga Pacheco de Saucedo.
ANEXOS
El fiscal provincial a cargo del caso, Hamilton Castro Trigoso, explicó que, en la sentencia
del 2006, se estableció que los inmuebles fueron adquiridos con la comisión del delito
de enriquecimiento ilícito perpetrado por el condenado y su hijo, como cómplice; pero
no fueron decomisados en su totalidad.

NOTICIAS DE RELEVANCIA NACIONAL E INTERNACIONAL (DIARIOS)


414
ANEXOS

En dicha sentencia, se determinó que a Lia Inga le correspondía, formalmente, el 50 %


de las propiedades, aduciendo su defensa que el bien adquirido en la sociedad conyugal
le permitía este derecho, toda vez que ella no estaba incluida en el proceso de enrique­
cimiento ilícito.
Sin embargo, la Fiscalía de Extinción de Dominio probó que las propiedades habían
sido adquiridas por enriquecimiento ilícito, por lo que a la esposa no le correspondían.

F
xos
h__________

INSTITUTO PACÍFICO
415
DEUTOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Colombia
5 de febrero del 2020

Condenan a cinco años de cárcel a Otto Bula por escándalo de


Odebrecht

El juez 15 de Conocimiento de Bogotá condenó al excongresista Otto Nicolás Bula a 66


meses de prisión por su participación en el escándalo de Odebrecht. Además, le negó la
casa por cárcel y la Procuraduría apeló la sentencia. La palabra final la tendrá el Tribunal
Superior de Bogotá.
La condena se da por un preacuerdo que le otorgó la Fiscalía al exsenador, en el que le
pasan de autor a cómplice su responsabilidad en los delitos de cohecho y enriquecimiento
ilícito de particulares.
El exsenador queda inhabilitado para ejercer cargos públicos durante 80 meses y deberá
pagar una multa de 6.600 millones de pesos.
Según el fiscal del caso, Daniel Hernández, le dan el preacuerdo a Bula porque ayudó
en varias líneas de investigación del caso “logrando de determinar que fueron $65.000
millones los que repartió Odebrecht en Colombia”.
En la audiencia en la que avalaron el preacuerdo, la Procuraduría se opuso porque con­
sideró que la pena era muy baja para el delito de cohecho, pero no apeló.
Sobre el tema, Bula se pronunció y dijo que el beneficio se le da por su colaboración
en la Fiscalía.
anexos 1

El mensaje a la sociedad es muy claro: estoy arrepentido, he pedido per­


dón. Además, tengo un compromiso con Dios, con mi familia y con su
señoría de no repetición. El mensaje a la sociedad debe ser a qué gracias
Otto Bula, los funcionarios de Odebrecht hablaban de 4.5 millones de

416 NOTICIAS DE RELEVANCIA NACIONAL E INTERNACIONAL (DIARIOS)


ANEXOS

dólares y yo di pruebas documentales y testimoniales sobre casi 60.000


millones de pesos.

“Ayudé a evitar que la nación pagara 3.8 millones de pesos en el pleito en el Tribunal
de Arbitramiento”, añadió.
Por su parte, el abogado de Bula, Alejandro Sánchez, solicitó que su cliente sea trasladado
de La Picota a una guarnición militar para mejorar su acceso a la salud, ya que hace siete
meses fue diagnosticado con un quiste cerebral.
Para la Fiscalía, Bula fue clave en el lavado de $4.6 millones de dólares de Odebrecht en
el 2011, para que la multinacional resultara beneficiada con la adjudicación de la obra
Ocaña-Gamarra de la Ruta del Sol II.

ANEXOS

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DEUTOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Colombia - Armenia
17 de febrero del 2020

Esposa de David Barros Vélez se entregó; condenada a 10 años y


8 meses de prisión

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Luz Elena Isaza Velásquez fue procesada por lavado de activos.

Luz Elena Isaza Velásquez, esposa del exalcalde de Armenia, David Barros Vélez, se
entregó a las autoridades y deberá purgar una condena 10 años y 8 meses de prisión.
La mujer recibió esta sentencia por el delito de lavado de activos, por hechos ocurridos
durante los años 2004-2007 en los que su cónyuge gobernó la capital quindiana, periodo en
el que, según la Fiscalía, la pareja alcanzó a acumular un patrimonio personal “exorbitante”.

Isaza Velásquez acudió al Palacio de Justicia de Armenia, el pasado 12 de febrero y


realizó su entrega ante la Dijín de la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación.
Al cierre de la edición, las autoridades no se habían pronunciado sobre el centro carce­
lario de reclusión de la mujer. Asimismo, desde la cárcel para mujeres de Armenia, Villa
Cristina, dieron a conocer que a esos pabellones no se había hecho ninguna remisión
referente al caso.
Es importante resaltar que su esposo, quien se encuentra evadido de la justicia, fue con­
denado por el mismo delito, además de enriquecimiento ilícito, por lo cual purgará una
condena de 20 años y 3 meses de prisión.
anexos 1

La condena de Barros Vélez


David Barros Vélez, quien había recobrado la libertad luego de ser condenado a 18 años
de prisión por los delitos de peculado por apropiación, contrato sin cumplimiento de
requisitos legales y falsedad ideológica en documento público, tras la firma de un contrato

418 NOTICIAS DE RELEVANCIA NACIONAL E INTERNACIONAL (DIARIOS)


ANEXOS

para dotar de cámaras de seguridad a la ciudad, cuando ejercía el cargo de alcalde, se


convirtió en prófugo cuando en agosto del 2019 se libró la orden de captura en su contra
por dos nuevos delitos: lavado de activos y enriquecimiento ilícito. Este mismo proceso,
pero solo por el primer punible, fue el que enfrentó su esposa.
Por estos dos hechos delictivos, el exburgomaestre fue condenado en octubre pasado a
20 años y 3 meses de prisión, a pagar una multa de 19.088 pesos y pena accesoria de
entrada para ejercer derechos y funciones públicas de manera intemporal.
Aunque la defensa apeló la decisión, el 10 de diciembre del 2019 fue ratificada por la
Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Armenia.

r ANEXOS

INSTITUTO PACÍFICO 419


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Colombia - Armenia
28 de enero del 2020

Por manejo irregular de medicamentos, destituido exgerente del


San Juan de Dios

Jairo López Marín habría ordenado el retiro de medicamentos, insumos y dispositivos


médicos para ser entregados con fines proselitistas en elecciones del 2015 y a pacientes
que él recomendaba.
La Procuraduría destituyó e inhabilitó permanentemente a exgerente del hospital San
Juan de Dios de Armenia, Jairo López Marín, junio del 2012 - marzo del 2016, por
el manejo irregular de medicamentos por valor de $290.500.148.
El Ministerio Público demostró que, de manera sucesiva entre enero del 2015 y marzo
del 2016, el funcionario ordenó a dos subalternos el retiro de medicamentos, insumos
y dispositivos médicos para ser entregados con fines proselitistas en los comicios del 25
de octubre del 2015, y a pacientes que él recomendaba.

También se evidenció que López Marín utilizó su cargo para participar en las actividades
de partidos y movimientos políticos, y llevar a cabo brigadas de salud en beneficio de
candidaturas a la gobernación del Quindío, la alcaldía de Armenia y a otras corporacio­
nes públicas.
La Procuraduría comprobó que el exrepresentante legal de la entidad hospitalaria pre­
sionó a subalternos a respaldar campañas políticas. Además, valiéndose de su cargo y
anexos 1 jerarquía, el disciplinado consiguió actuaciones que generaron beneficios para terceros.
Las faltas fueron calificadas como gravísimas cometidas con dolo. Esta decisión de primera
instancia quedó en firme por cuanto la apoderada del disciplinado no interpuso recurso
de apelación. El ente de control compulsó copias a la Procuraduría Regional Quindío,
a fin de iniciar o continuar por separado en los casos en que la acción no haya prescrito
contra otros funcionarios y contratistas, por su presunta responsabilidad disciplinaria.

420 NOTICIAS DE RELEVANCIA NACIONAL E INTERNACIONAL (DIARIOS)


ANEXOS

Actualmente, el sancionado se encuentra con libertad condicional luego de solicitar la


sustitución de cárcel por prisión domiciliaria, sentencia ejecutada por el Juzgado Cuarto
Penal del Circuito de Conocimiento de Armenia que lo condenó a cuatro años y tres
meses de reclusión en centro penitenciario por peculado, por apropiación en concurso
homogéneo y falsedad ideológica de documento público.

i ANEXOS

INSTITUTO PACÍFICO 421


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Perú - Arequipa
19 de enero del 2020

Arequipa: Envían a prisión a exjuez y abogado por cobro indebi


do de reparaciones civiles

Desviaron 37 mil soles de reparaciones. El exjuez Roberto Salas fue


sentenciado a 4 años y 8 meses de cárcel y el abogado de la
Procuraduría, Jorge Portocarrero, a cinco años.

Este domingo, dos de los implicados en el caso de cobro ilegal de reparaciones civi­
les en Arequipa fueron enviados a la cárcel.
Se trata del exjuez supernumerario y secretario judicial Roberto Salas Vilca, quien fue
sentenciado a 4 años y 8 meses de cárcel efectiva, por los delitos de peculado doloso y
fraude informático.
Mientras que a Jorge Luis Portocarrero Bustamante, quien se desempeñaba como abo­
gado de la Procuraduría, se le dictó cinco años de prisión. El magistrado Juan Carlos
Churata del Primer Juzgado de Corrupción de Funcionarios de la Corte Superior de
Justicia de Arequipa emitió la sentencia.
A ambos personajes se les acusa de cobrar y apropiarse de indemnizaciones o repara­
ciones civiles de terceras personas.
Según la investigación, desviaron más de 37 mil soles de las indemnizaciones a su favor,
en su mayoría de personas naturales, 2 750 soles eran de reparaciones en favor de la
Fiscalía.
.nexos 1 Los dos abogados fueron detenidos el 10 de enero pasado, tras un operativo efectuado
por la Policía y la Fiscalía.
Los otros tres implicados ya fueron sentenciados el sábado.

NOTICIAS DE RELEVANCIA NACIONAL E INTERNACIONAL (DIARIOS)


422
ANEXOS

Colombia - Bogotá
25 de febrero del 2020

Las razones de la Corte para condenar a exfiscal Niño a 64 me­


ses de cárcel

La exfuncionaria prometió devolver el dinero recibido y hacer un pedido público de


perdón en coordinación con los representantes de las víctimas. El fallo es por cohecho
propio en condición de coautora.

La Corte Suprema de Justicia condenó a la exfiscal delegada ante el Tribunal de Justicia


y Paz, Hilda Jeaneth Niño Farfán, a 5 años y 4 meses de prisión, por el delito de cohecho
propio en condición de coautora.
De acuerdo a las pruebas presentadas por la Fiscalía, Niño Farfán recibió por lo menos
250 millones de pesos del narco traficante Miguel Angel Melchor Mejía Múnera, alias El
Mellizo, para que no lo acusara y lo mantuviera en Justicia y Paz. Este dinero fue entre­
gado a través del abogado Juan Carlos Restrepo Bedoya.
Entre 2013 y 2017, la exfiscal habría recibido cerca de 400 millones de pesos y dos ca­
mionetas por no presentar ante la justicia a Mejía Múnera como narcotraficante. Mientras
tanto, el capo pudo seguir delinquiendo después del. acuerdo entre el Gobierno y las
Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Además, Niño indujo al error a un magistrado de la Sala de Justicia y Paz, al no dar
información real en el proceso que se llevaba en contra de Orlando Villa Zapata por los
delitos de narcotráfico y concierto para delinquir.
A Niño Farfán también se le señaló de tráfico de influencias siendo servidora pública, al ANEXOS

gestionar visitas de su esposo, Carlos Adolfo Calero Vargas, quien no es abogado ni ha


sido servidor público, a La Picota, para reunirse con Edwar Cobos Téllez y Orlando Villa
Zapata, ambos vinculados las AUC.

INSTITUTO PACÍFICO 423


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Igualmente, habría cometido peculado por apropiación haciendo viajes en supuestas


comisiones de servicio, por las cuales recibió viáticos de la Fiscalía, y de peculado por
uso, por permitir que un hermano usara su vehículo oficial.
Después de un preacuerdo con la Fiscalía, Niño se comprometió a devolver el dinero
que recibió de alias El Mellizo. Aunque se le acusa de haber recibido más dinero, solo se
le logró acreditar la suma de 245 millones de pesos. Por el preacuerdo con la Fiscalía, se
le incautaron 175 millones en bienes y los otros 70 millones acordó pagarlos en cuotas
semestrales de cinco millones de pesos.
Dentro del preacuerdo también se estableció hacer una manifestación pública de perdón,
así como la realización de tres talleres de sensibilización coordinados con la representación
de víctimas. En caso de no lograrse esa coordinación, Niño elaborará cartillas pedagógicas.
La exfiscal delegada, en la cárcel desde 11 de junio del 2017, ya habría cumplido la
mitad de su condena.
Niño Farfán también es mencionada en el expediente que tiene la Corte Suprema de
Justicia contra el expresidente Alvaro Uribe por presunta manipulación de testigos. Como
lo reveló en su momento Semana, los magistrados encontraron que Diego Cadena, uno
de los abogados de Alvaro Uribe Vélez, se comunicaba directamente con la exfiscal,
recluida entonces en la cárcel El Buen Pastor.

NEXOS 1

NOTICIAS DE RELEVANCIA NACIONAL E INTERNACIONAL (DIARIOS)


424
ANEXOS

Ecuador - Guayaquil
23 de febrero del 2020

10 años de detención por peculado

Es el título de una noticia que se publica en un medio de comunicación escrito, para


que mis amables lectores saquen sus propias conclusiones, con seguridad, se llenarán
de indignación, igual que yo:

El Tribunal de Garantías Penales de Santa Elena sentenció a cinco ex­


trabajadores de un establecimiento educativo público por el delito de
peculado. En este momento, los condenados se encuentran prófugos.
Durante la audiencia de juzgamiento, la Fiscalía presentó pruebas de
“pagos indebidos” realizados en un colegio militar de la localidad.
Entre estas evidencias se encuentra, por ejemplo, un examen especial rea­
lizado por la Contraloría General del Estado, durante el periodo de gestión
2002-2004. Ahí se determina un perjuicio por USD 3 376 al Estado, en
el que tendrían responsabilidad los extrabajadores que se desempeñaban
en funciones administrativas.
El Tribunal, conformado por Milton Pozo, César Vélez y Daisy Lindao,
emitió sentencia condenatoria de 10 años de reclusión mayor ordinaria,
una multa de US$300 y el pago de US$4 000 como reparación integral,
a cada uno de los procesados.
Además, los magistrados solicitaron a la policía que busque y capture a
los ahora sentenciados y que sean trasladados al centro carcelario de esta
provincia. Ellos están incapacitados de desempeñar otro cargo público.

Todos estos días, como en una telenovela, estamos viendo capítulo por capítulo, las
audiencias del caso Bobornos, en los que están involucrados el capo mayor que se
encuentra prófugo en Bélgica y una veintena de sus colaboradores que fueron parte del
mayor saqueo de la historia de nuestro atribulado país.
Comparando con la sentencia de 10 años de prisión del Tribunal de Garantías Penales
de Santa Elena, impuesta a unos funcionarios que perjudicaron al Estado con US$3 376,
da indignación saber que otros jueces sentenciaron a quienes cometieron robos monu­
mentales, por millones de dólares, a penas leves, como el caso del exvicepresidente Jorge
Glas, que seguramente pronto saldrá libre.
Son miles de millones que se robaron, verdaderas fortunas, que ahora con descaro ex­ r ANEXOS
hiben su riqueza mal habida; grandes mansiones, yates, vehículos de lujo, visten ropa
de marca, incluso, se dan el lujo de aparecer, sin pudor ni vergüenza, en las páginas
sociales de revistas y periódicos.
El capo mayor se da el lujo de hacernos conocer sus constantes desplazamientos en un
jet ejecutivo, incluido guardaespaldas; hoy está en Argentina, mañana en Venezuela,

INSTITUTO PACÍFICO 425


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

luego en Cuba, Nicaragua, México, amén de los países de Europa; igual, se exhibe en
un palco especial, mirando el Super Bowl, esos lujos son de un millonario que gasta a
manos llenas porque su fortuna es inagotable.
Con el dinero que nos saquearon, ¿cuántas necesidades se habrían resuelto?, ahora
mismo, no se pueden hacer cirugías en los hospitales del IESS porque les falta insumos
y medicinas, no se puede pagar a tiempo a retirados y jubilados, no hay dinero para
nada, terrible.
El país entero está a la expectativa de los resultados del juicio más importante de nuestra
historia; nuestro apoyo incondicional debe ser a la valiente fiscal y a los jueces que, hasta
ahora, han demostrado firmeza y valor, y que no sean como los jueces de Santa Elena
que nos hacen pensar que la justicia sigue siendo para el de poncho.

ANEXOS 1

426 NOTICIAS DE RELEVANCIA NACIONAL E INTERNACIONAL (DIARIOS)


ANEXOS

Perú - Áncash
30 de enero del 2020

Áncash: exsubprefecto del Santa fue sentenciado por delito de


peculado

Juez ordenó que Edgar Cobián fuera hallado culpable de la apropiación de donaciones
que fueron enviadas por el Ministerio de la Mujer.
El exsubprefecto de la provincia ancashina del Santa, Edgar Cobián Giraldo, fue senten­
ciado a 4 años y seis meses de cárcel efectiva por el delito de peculado en su modalidad de
apropiación, que habría cometido en el ejercicio de sus funciones como autoridad política.
El juez Joseph Arequipeño Ríos dejó absuelto al coprocesado Francisco Samana Flores.

El caso
El caso está referido a un lote de donación que el Estado, a través del Ministerio de la
Mujer, envío a la provincia del Santa en el año 2012 para su distribución a la población
necesitada.
Cobián sostuvo durante el juicio que no se apropió de ninguno de esos bienes, sin em­
bargo, en una confrontación con su coprocesado, este afirmó que él recogió la ayuda
por orden de Edgar Cobián para luego entregárselos.
El juzgado determinó que Cobián deberá pagar una reparación civil de 30,000 soles
a favor del Estado. Este pedido fue sustentado por el abogado de la Procuraduría del
Santa, Leovardo Lavado.
El juzgado ordenó que el sentenciado cumpla de manera efectiva la pena de cárcel hasta
que sea confirmada por una segunda instancia, debido al comportamiento procesal que
ha evidenciado el acusado durante las audiencias de juicio oral.

r ANEXOS

INSTITUTO PACÍFICO 427


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Perú - Azángaro
20 de febrero del 2020

Capturan al exalcalde del distrito de Muñani (Azángaro) que era


buscado por el delito de peculado

Capturan al exalcalde de la municipalidad distrital de Muñani, provincia de Azángaro,


en circunstancias que se desarrollaba un operativo en el sector denominado desvió en
la provincia de Sandia.
Se trata de Leónidas Endara Mamani de 56 años de edad, exautoridad edil, quien se
encontraba fugitivo y era buscado por la justicia; la intervención se dio cuando se apres­
taba a abandonar el distrito de Muñani.
Endara Mamani venía siendo intensamente buscado por estar involucrado en el delito
de peculado, en agravio al Estado, ya que como ex alcalde habría malversado los fondos
públicos.
Además, se conoce que fue alcalde en la gestión del 2007 al 2010 y a la fecha se en­
contraba buscado por el Juzgado de Investigación Preparatoria de Puno desde el mes
de diciembre del año 2019.

anexos 1

428 NOTICIAS DE RELEVANCIA NACIONAL E INTERNACIONAL (DIARIOS)


ANEXOS

Perú - Apurímac
4 de febrero del 2020

Apurímac: seis años de cárcel para exalcalde de San Antonio de


Cachora

Por irregularidades durante su gestión 2010-2014. Condena alcanza al exgerente mu­


nicipal Mario Bazán Núñez.

La Segunda Fiscalía Provincial Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios


de Apurímac obtuvo una condena de 6 años de cárcel para el exalcalde de Cachora, Félix
Walter Valer Ayquipa, y el exgerente municipal, Mario Bazán Núñez, por el delito de pe­
culado doloso agravado por irregularidades durante su gestión entre los años 2010-2014.
Asimismo, se consiguió una pena de 12 años contra David Díaz Espinoza, consultor de la
empresa Incoproc S.A.C., por el delito peculado doloso agravado y falsedad ideológica.
En audiencia, el fiscal Pedro Mamani Cáceres sostuvo que el contratista presentó una
copia del expediente técnico aprobado de residuos sólidos municipales de la localidad
de Totora-Oropesa, distrito de Oropesa, provincia de Antabamba; como si se tratara de
un estudio nuevo de expediente técnico para la localidad de San Pedro de Cachora.

ANEXOS

INSTITUTO PACÍFICO
429
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Perú - Ancash
21 de febrero del 2020

Cinco años de prisión para hijo de exalcalde por desfalco millo­


nario en Ancash

Fiscalía Anticorrupción probó su participación en robo de


S/10 millones. No acudió a audiencia y fugó.

La Segunda Fiscalía Superior Nacional Especializada en Delitos de Corrupción de Funcio­


narios condenó a cinco años de prisión a Manuel Glicerio Páucar Romero, quien participó
al igual que su padre en el desfalco de S/ 10 millones en perjuicio de la Municipalidad
de Chavín de Huántar en Ancash.
Manuel Glicerio Páucar ha sido acusado por el delito de asociación ilícita para delin­
quir como resultado de la apelación sustentada por la fiscal adjunta superior Patricia
Pérez Calderón. Esta es la primera vez que se revoca la absolución a un implicado en
caso de corrupción.
Como se recuerda, el exalcalde Manuel Páucar Ramírez fue acusado por la fiscal adjunta
provincial Naomi Bustillos Tamayo de ser parte de una organización criminal entre los años
2011 y 2013. En este mismo caso se sentenció a más de 40 funcionarios y proveedores
del municipio.
Se dieron a la fuga
El exalcalde Manuel Páucar Ramírez tiene una orden de nueve meses de prisión preven­
tiva, pero se encuentra prófugo de la justicia. Tiene orden de captura a nivel nacional. De
igual forma, su hijo no acudió a la lectura de su sentencia y también se encuentra prófugo.
ANEXOS 1 El argumento que el despacho a cargo de la fiscal superior Lourdes Tellez Pérez logró
sea acogido en segunda instancia, es que el referido juzgado incurrió en una indebida
valoración de medios de prueba y una indebida exclusión de otros elementos probatorios.

NOTICIAS DE RELEVANCIA NACIONAL E INTERNACIONAL (DIARIOS)


430
ANEXOS

“La exigencia establecida por el juez en la sentencia impugnada no resulta ser legal”,
señala la sentencia emitida por la Primera Sala Penal de Apelaciones Nacional Perma­
nente Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios.
El fiscal supraprovincial Elvis Suárez Ferrer demostró que Manuel Páucar estableció y
lideró una organización criminal conformada por funcionarios ediles que se beneficiaron
simulando obras públicas y servicios durante los años 2011-2013. Para ello, se contó
principalmente con escuchas telefónicas y la declaración de tres colaboradores eficaces.
El fallo que revoca la absolución ordena asimismo que el sentenciado pague S/100 mil
soles como reparación civil a favor del Estado.

F ANEXOS

INSTITUTO PACÍFICO 43
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

México
29 de enero del 2020

Presidente de la Federación Mexicana de Atletismo condenado a


6 años de prisión

Antonio Lozano, expresidente de la Federación Mexicana de Asociaciones de Atletismo,


deberá pasar seis años en prisión luego de que el juez VII del Distrito de Procesos Penales
Federales de la Ciudad de México determinó su culpabilidad por cometer peculado en
contra de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade).
“Antonio Lozano Pineda es plenamente responsable en la comisión del delito de pecu­
lado, previsto en el artículo 223, fracción IV y sancionada en el último párrafo de dicho
numeral del Código Penal Federal”, suscribe la sentencia expedida este miércoles.
Adicional a la reclusión, el juez dictaminó que debe pagar una multa por 54 mil 591 pe­
sos, además de quedar inhabilitado para ejercer cargos públicos: “queda suspendido de
sus derechos políticos y civiles durante el tiempo que dure la pena de prisión impuesta”,
agrega el documento en poder de El Heraldo de México.
En 2015, la Conade levantó una denuncia contra Lozano Pineda por presunto peculado
de un estimado de 4.8 millones de pesos, por lo que el organismo solicitó una investigación
al considerar que los comprobantes fiscales utilizados para justificar ese recurso procedían
de empresas fantasmas.
El 19 de diciembre del 2016, Lozano fue aprehendido y llevado al Reclusorio Sur donde
pasó 22 días de los que salió por libertad bajo caución. De entonces a la fecha trató de
comprobar su inocencia, para lo cual citó a testigos, entre ellos deportistas de alto rendi­
miento, en busca de que testificaran a su favor; sin embargo, el juez falló en su contra.
ANEXOS 1 El 25 de junio del 2009, Lozano fue nombrado presidente de la Federación Mexicana
de Atletismo (FMA), por un periodo de tres años; no obstante, en el gremio hubo ad­
versarios que cuestionaron su designación bajo el argumento de que no cumplía con
los requisitos para postularse al cargo suscrito en el estatuto de la propia FMA, como lo
indicaba el artículo 32 que dictaba: “deberán pertenecer o haber pertenecido al Consejo

432 NOTICIAS DE RELEVANCIA NACIONAL E INTERNACIONAL (DIARIOS)


ANEXOS

Directivo de una asociación afiliada a la Federación o haber sido deportistas destaca­


dos de esa especialidad”.
Una vez electo, Lozano cambió el nombre del organismo a Federación Mexicana de
Asociaciones de Atletismo, así como los estatutos sin la autorización de sus asociados;
así inició el camino del federativo que es hoy sentenciado a la cárcel.

r ANEXOS

INSTITUTO PACÍFICO
433
DEUTOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Perú - Cuzco
30 de diciembre del 2019

Condenan por 6 años de cárcel a alcalde de Andahuaylas, Abel


Gutiérrez, por delito de peculado

La Sala de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Apurímac confirmó en todos


sus extremos la sentencia de 6 años de cárcel para el alcalde de Andahuaylas, Abel Gu­
tiérrez, dictada en primera instancia por el Juzgado Colegiado de Abancay.
El alcalde fue hallado responsable del delito de peculado doloso en agravio de la Direc­
ción Subregional de Transportes Chanka cuando se desempeñó como director de dicha
entidad en el 2015.
También fueron condenados con similar pena los exfuncionarios Abelio Alfaro Choccetay
(jefe de Recursos Humanos) y Hugo Palomino Altamirano (tesorero), quienes además
deberán pagar una reparación civil de S/ 57 000.22 soles en forma solidaria, cumplir seis
años de inhabilitación para ejercer cargos públicos y 300 días-multa.
La investigación fiscal demostró que Gutiérrez Buezo y los otros dos sentenciados retuvie­
ron el saldo de 60 mil 622 soles del Cafae con el propósito de beneficiarse y no revertirlo
como establece la normativa al Tesoro Público, en contubernio con los exfuncionarios
citados.
La audiencia de apelación se desarrolló el viernes último en la sede del Poder Judi­
cial, iniciándose la lectura de la resolución con ausencia de la defensa técnica del alcalde
andahuaylino.
ANEXOS 1 La Sala de Apelaciones que ratificó la condena estuvo conformada por los magistrados
Erwin Tayro, Reynaldo Mendoza y Faustino Valencia.

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434
ANEXOS

Perú - Lima
13 de febrero del 2020

En solo 5 días condenan a servidor judicial


La Fiscalía Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios (Fecof) de Lima Este
logró que se condene a un servidor judicial por corrupción.

Tras cinco días de abrir investigación preliminar y gracias al mecanismo de la terminación


anticipada, la Fiscalía Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios (Fecof) de
Lima Este logró que se condene a un servidor judicial por corrupción.
El secretario del Segundo Juzgado Penal Liquidador - Sede Sol de La Molina, Pedro
Willy Sánchez Alvarado, fue sentenciado a cuatro años y dos meses de prisión efectiva.
Con dos cómplices, había solicitado nueve mil soles a la ciudadana Yanet Manuela Cuya
Rodríguez, a cambio de no variar la medida de comparecencia por la de prisión que
pesaba sobre ella y otros procesados por delito de usurpación.
Ahora Sánchez deberá pagar cuatro mil soles de reparación civil a favor del Estado por
el delito de corrupción pasiva de auxiliares jurisdiccionales.
Ante la acusación del Ministerio Público, los también acusados Gloria Milagros Olivares
Chalco y Enrique Américo Tucto Chávez aceptaron haber sido cómplices.
A la primera se le impuso tres años y nueve meses de prisión suspendida, sentencia
similar a la de Tucto.

Operativo
Tucto Chávez fue detenido el pasado 31 de enero y los otros dos acusados el 3 de febrero,
durante un operativo conjunto donde participaron la fiscal provincial Villavicencio Heredia,
los fiscales adjuntos provinciales Carlos Daniel Meza Fernández y Oscar Polanco Casilla. FANEXOS

INSTITUTO PACÍFICO 435


DEUTOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Perú - Chiclayo
20 de noviembre del 2020

Condenan a exgobernador de Lambayeque Humberto Acuña por


corrupción

A tres años de pena privativa de la libertad suspendida en su ejecución fue sentenciado


hov el exgobernador regional de Lambayeque Humberto Acuña Peralta, al ser conside­
rado cómplice del delito de cohecho activo.
La Fiscalía Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Lambayeque
también logró que se condene al cuñado de la exautoridad y a un policía anticorrupción
como responsables de delitos contra la Administración pública.
Elvert Díaz Bravo fue sentenciado a cuatro años de pena privativa de la libertad suspen­
dida por cohecho activo genérico y el suboficial PNP fue sentenciado a cinco años de
pena privativa de la libertad por cohecho pasivo propio más inhabilitación por el mismo
plazo de la sentencia.
La sentencia fue lograda por la fiscal Ana Zegarra Azula, tras acreditar en el juicio que
Joel Ugaz Cubas, en calidad de efectivo policial asignado a la Unidad Especializada en
Delitos de Corrupción de Funcionarios, aceptó —vía comunicación telefónica de Elver
Díaz Bravo— la promesa de una ventaja económica (dinero) para elaborar una declaración
con preguntas y respuestas de Humberto Acuña, como si este hubiera acudido a declarar.
A Humberto Acuña se le imputó haber actuado en complicidad con Elver Díaz Bravo, a
fin de que ofrezca y prometa dinero a Joel Ugaz Cubas (policía al que se le había asignado
la investigación de la Carpeta Fiscal 1817-2014) para que elabore su declaración, con
preguntas y respuestas arregladas, la misma que debía brindar en el proceso 1817-2014.

Favorecimiento

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436
ANEXOS

De esta manera, Acuña resultaría favorecido, pues la declaración se acomodaría para


beneficiarlo en el proceso; además, solo acudiría a firmarla para evitar que se disponga
su conducción compulsiva, siendo él quien daría el dinero del soborno.
El delito se corroboró con audios y tráfico de llamadas de los números telefónicos de
Humberto Acuña y Joel Díaz y por la revisión del equipo celular de Joel Ugaz, en el que
se verificó que tenía como contacto a Elvert Díaz, el tráfico de llamadas y otros medios
de prueba.

ANEXOS

INSTITUTO PACÍFICO 437


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Lima
8 de enero del 2020

Procuraduría cobró S/ 37 millones a sentenciados por corrup­


ción en 2019

El año pasado cerró con 435 sentencias firmes consentidas y 658 nuevas denuncias o
ampliaciones.

Con el compromiso de salvaguardar los intereses del Estado, la Procuraduría Pública


Especializada en Delitos de Corrupción (PPEDC) logró en el 2019 cobrar 37 millones
1,537 soles por reparación civil a sentenciados por corrupción a escala nacional.
La suma económica recuperada representa una de las cifras más altas en el registro anual
del cobro de las reparaciones provenientes de sentencias judiciales de esta Procuraduría
especializada, creada en el 2008, mediante el Decreto Legislativo N 1068.
Los cobros ejecutados provienen de diversos procesos judiciales, entre los que figuran
los Temerarios del Crimen y los Limpios de la Corrupción, dos de las organizaciones
criminales enquistadas en el norte del país; así como del caso La Centralita, en el cual
está Procuraduría firmó dos acuerdos de colaboración eficaz con la empresa Odebrecht.

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438
ANEXOS

Denuncias por corrupción


Al cierre del 2019

Casos en
trámite
por sede Carga procesal total
Otras ciudades: aescala nacional
Atalaya 133
Bagua 371 43,178
Canelo 582
Chincha 237 casos de corrupción
Del Santa 1,165
Huaura 690
La Convención 722
Lima Sur 579
Moyobamba 346
Sullana 444
Yunmaguas 218

Fuente; Procuraduría Pública Especializada en Delitos de corrupción (PPEDC)

Sentencias
Asimismo, en el 2019, la Procuraduría Anticorrupción obtuvo en la vía judicial 435
sentencias firmes consentidas en procesos por delitos de corrupción favorables a los
intereses del Estado, en las que se han impuesto reparaciones civiles ascendentes a 22
millones 920,099.99 soles, con los que se resarcirá por los daños ocasionados al Estado. [ ANEXOS

Entre estas sentencias están la del caso del fundo Oquendo y Corpac, que involucra al
exgobernador regional del Callao Félix Moreno.

INSTITUTO PACÍFICO
439
DEUTOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Para asegurar el cobro del dinero, se interpusieron, solo el año pasado, 558 medidas de
embargo en los procesos judiciales contra funcionarios por delitos de corrupción, las que
fueron aceptadas por el Poder Judicial.
Por otro lado, la procuraduría que dirige Amado Eneo impulsó durante el 2019 un total
de 658 denuncias y ampliaciones de investigación ante el Ministerio Público.
Por ejemplo, se denunció a altos funcionarios vinculados con la presunta red delictiva
los Cuellos Blancos del Puerto; asimismo, a los entonces congresistas de la República
que tendrían vínculos con organizaciones criminales, así como a autoridades regionales
y locales involucradas en delitos de corrupción.
Al cierre del 2019, la carga procesal de casos de corrupción ascendía a 43,178 casos
a escala nacional. Lima sede central es la que encabeza la lista con 5,700 denuncias,
seguida por Áncash (3,515), Cusco (2,098) y Ucayali (1,962).

Cobro de reparaciones civiles por año


En millones de soles

Fuente: Procuraduría pública especializada en Delitos de Corrupción (PPEDC)

Balance
Desde su creación, en el 2008, la Procuraduría Anticorrupción registra un cobro total
por reparación civil ascendente a S/ 125 217 887.99 soles, del cual el 80 % es dinero
recuperado desde el 2017 hasta la fecha a personajes que cometieron actos de corrupción
en agravio del Estado.
La Procuraduría Anticorrupción firmó, en el 2018, los dos primeros acuerdos de cola­
boración eficaz con la constructora Odebrecht por el caso de la carretera Chacas-San
Luis, exigiéndole pagar una reparación civil de 65 millones de soles, cuyo cobro fue
inmediatamente ejecutado con cargo al Fideicomiso de Retención y Reparación (FIRR),
ANEXOS 1 creado para el pago de reparaciones civiles.
Desde diciembre del 2016, la Procuraduría Anticorrupción aplica una estrategia legal para
fortalecer y dotar de herramientas a los procuradores descentralizados, coordinadores
y abogados de la institución en el cobro de las reparaciones civiles a favor del Estado.
El Poder Judicial condenó este lunes a Gregorio Santos a 19 años y 4 meses de prisión

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440
ANEXOS

efectiva por delitos de corrupción, cometidos como gobernador de Cajamarca, entre el


2011 y el 2014.
Santos fue condenado por dirigir la licitación de 12 obras a favor de los empresarios
Wilson Vallejos y Luis Pasapera, quienes a cambio le entregaron cerca de millón y medio
de soles. Al exgobernador también se le impuso el pago de una reparación civil de millón
y medio de soles. La sentencia completa se conocerá el 15 de enero.

Balance de la PPEDC
Ascendente a
S/125'217,887.9
Cobro total por reparación civil (2008-2019)

es dinero recuperado desde el 2017 hasta la


fecha a personajes que cometieron actos de
corrupciónen agravio de estado.

Para este año y los subsiguientes se prevé


el cobro de cerca de

S/23'000,000
por casos de corrupción.

r ANEXOS

INSTITUTO PACÍFICO 44
DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Perú - Piura
10 de diciembre del 2019

Piura: SBS registró US$ 67 millones en posibles delitos contra


la Administración pública desde el 2010

Según el analista UIF, Denis Romani, a nivel nacional, se registraron cerca de US$ 15
mil millones en posibles casos ilícitos.
Además, indicó que como resultado se elaboraron 728 Informes de Inteligencia Tribu­
taria (IUF).

La Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) registró, en Piura, US$ 67


millones solo en posibles delitos relacionados contra la Administración pública (corrupción
de funcionarios y enriquecimiento ilícito) en los últimos diez años. En la lista también
figura la minería ilegal, entre otros.
“En el 2018, los delitos que podrían ser contra la Administración pública encabezan la
lista con 6.000 millones de dólares; 11 millones en 2019 y un acumulado de 67 millones
en los últimos diez años”, informó Denis Romani Seminario, analista de la SBS.
Para Romani, de esos “posibles delitos”, también se encuentran la minería ilegal que “es
uno de los más importantes en millones de dólares”.
En la lista siguen el tráfico de drogas, delitos contra el patrimonio, proxenetismo, etc.
Reportes de operaciones sospechosas
Según el funcionario, “Piura es uno de lo que más reporta a comparación de otros lu­
MEXOS
gares”. En ese sentido, aclaró que en la región existen 1026 Reportes de Operaciones
Sospechosas (ROS) desde el 2010 al 2019.
Ante ello, el analista principal de la Unidad de Inteligencia Financiera del Perú explicó
que “no necesariamente son cosas ilícitas (porque) son operaciones que no tienen sus­
tento aparente”.

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ANEXOS

Además, detalló que quienes más reportan operaciones sospechosas en Piura son bancos,
cajas municipales, casinos y tragamonedas; además de los rubros de comercialización de
maquinarias y compraventa de vehículos.
En este último punto manifestó que existe una ligera variación, en comparación a Lima
y otras ciudades, porque “los problemas de informalidad económica no son los mismos
en cada lugar del país”.
A nivel nacional
“Estamos cerca de los 15 mil millones (de dólares) en 728 Informes de Inteligencia
Financiera que vamos emitiendo desde el 2010 al 2019”, sostuvo Romani Seminario.
Romani aseveró que la minería ilegal es el posible delito vinculado más fuerte a nivel
nacional -en nueve años- con casi US$ 6.000.000 millones; luego le siguen el tráfico
ilícito de drogas, corrupción de funcionarios y enriquecimiento ilícito, fraudes tributarios,
entre otros.
Para el funcionario, este 2019 se han reportado muchos casos sobre corrupción de fun­
cionarios y “parece que se va a llevar el récord; en un año ya vamos 55 casos con 2,280
millones de dólares. No es poca cosa”, sostuvo.
Por último, Romani recalcó que la SBS no actúa de manera judicial y penal ante los
casos que investiga. La Superintendencia solo realiza un “trabajo de gabinete”, mas no
de campo; sin embargo, sí puede brindar información al Ministerio Público.

ANEXOS

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DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

México - Puebla
Martes 25 de febrero del 2020

Crece 400 % delitos cometidos por funcionarios

Al iniciar el año se denunciaron 20 casos de delitos cometidos por servidores públicos,


mientras que en enero del 2018 se abrieron cuatro carpetas de investigación

En Puebla capital se han configurado al alza cinco nuevos delitos: los cometidos por
servidores públicos, que registraron el mayor aumento con 400 %; el narcomenudeo; el
homicidio doloso; acoso sexual y extorsión, de un año a otro.
De acuerdo con el informe de Incidencia Delictiva Municipal del Consejo Ciudadano de
Seguridad y Justicia del Estado de Puebla, que retoma datos del Sistema Nacional de
Seguridad Pública (SNSP), el delito que más ha crecido en la capital son los cometidos
por funcionarios, al iniciar el año con 20 denuncias, mientras que en enero del 2019
sumaban cuatro, es decir, un alza del 400 %.
El segundo que más aumentó es el de narcomenudeo con un crecimiento del 84.2 %
al pasar de 19 a 35 carpetas de investigación (CDI) abiertas en enero 2020 contra el
mismo mes del año previo.
Le sigue el homicidio doloso con 14 casos en el primer mes del año contra ocho registradas
en enero del 2018; el acoso sexual creció 33.3 % y la extorsión 25 %.
Aunque el combate a la delincuencia en la capital ha impactado de manera significativa
en 11 delitos que disminuyeron hasta un 100 % como la trata de personas, feminicidio,
robo en transporte público, de autopartes, a casa habitación, corrupción de menores y
anexos 1
secuestro.
En cuanto a la incidencia de diciembre del 2018 al primer mes del presente año, los
delitos que más crecieron fue la extorsión con una variación mensual de 66.7 %; el robo
de autopartes con 60 %; la violación simple y equiparada con 45 % de aumento y el
robo en transporte público con 40 %.

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ANEXOS

Otros que tuvieron una disminución de mes a mes fue la violencia familiar con una
variación de -7.9 % al pasar de 302 casos en diciembre a 278 en enero del 2020.
El robo de vehículo automotor de 482 CDI abiertas en diciembre a 426 a inicio de este
año; el homicidio doloso de 17 a 14 casos denunciados y el robo a negocio de 166 a 121.
Cabe mencionar los delitos que más se comenten en Puebla capital son: violación,
violencia familiar, robo de vehículo, abuso sexual y hostigamiento sexual, los cuales se
encuentran en los primeros 10 lugares a nivel nacional.

ANEXOS

INSTITUTO PACÍFICO 445


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Honduras
Martes 26 de febrero del 2020

Aseguran bienes de casos emblemáticos de corrupción en opera­


ción Júpiter II

La Unidad Fiscal Especializada Contra Redes de Corrupción (Uferco), el Ministerio Público


(MP), pone en marcha la Operación “Júpiter II”, cuya operatividad se desarrolla en los 18
departamentos del país, donde se efectuarán múltiples allanamientos y órdenes de captura.
Uferco solicitó ante el juez competente, la privación definitiva de dominio de 16 inmuebles,
4 vehículos, más de tres millones de lempiras, 385 mil dólares y 3,140 euros; además
de una sociedad mercantil (Inmobiliaria Montserrat) y un lote de joyas en el caso Caja
Chica de la Dama, donde ya fue condenada la ex primera dama, Rosa Elena Bonilla, y
su exsecretario privado, Saúl Escobar Puerto.
También se inspeccionan diferentes departamentos de una institución del Estado y se
asegurarán dos villas vinculadas al caso Pandora.
Siempre en materia de combate a la corrupción, la Fiscalía Especial para el Enjuicia­
miento de Funcionarios y Servidores del Sector Justicia (FEEFS-SJ) realizará acciones en
varios despachos judiciales del occidente del país y presentará requerimiento fiscal contra
jueces y exjueces por delitos relacionados a abuso de autoridad, cohecho y falsificación
de documentos públicos.
Por otra parte, la Fiscalía Especial para la Transparencia y Combate a la Corrupción
Pública (Fetccop), en conjunto con la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC),
secuestran documentos en la Dirección Departamental de Educación de La Ceiba, Atlán-
tida, donde se indaga posibles delitos de abuso de autoridad y violación a los deberes de
los funcionarios, por el otorgamiento de plazas a docentes sin cumplir los requisitos de ley.
En Puerto Cortés, Fetccop y ATIC investigan en el centro de salud “Cornelio Moneada”
de la localidad el vencimiento de un gran lote de medicamentos de los años 2018 y 2019.
En el combate al narcomenudeo, la Fiscalía Regional de Occidente y la Dirección de
Lucha contra el Narcotráfico (DLCN) desarrollan allanamientos por el delito de tráfico
de drogas (marihuana y crack).
La Fiscalía Especial del Medio Ambiente (FEMA) efectuará en todo el país intensos ope­
rativos, tomando en cuenta que en esta época de verano se presentan gran cantidad de
incendios forestales, descombros y tala indiscriminada del bosque.
De su lado, la Fiscalía Especial de Derechos Humanos (FEDH) inspecciona sedes policiales
anexos 1
para verificar la condición de las celdas y de los privados de libertad, además en coordi­
nación con la Fiscalía Especial de la Niñez (FEN), realizan visitas a centros hospitalarios
para determinar que los pacientes reciban la adecuada atención.
Mientras tanto, la Unidad contra la Trata, Explotación Sexual Comercial y Tráfico Ilegal
de Personas (UTESCTP) con apoyo de Fiscales de la Niñez, efectuará operativos en

446 NOTICIAS DE RELEVANCIA NACIONAL E INTERNACIONAL (DIARIOS)


ANEXOS

varios ejes carreteros del país, para evitar el tráfico ilegal de personas, donde se ven
involucrados menores de edad. Además, se interponen acusaciones.
También, la Fiscalía Especial de Protección al Consumidor y Adulto Mayor (Fedcam)
hará diligencias en centros educativos a fin de verificar los permisos de operación de
esas instituciones y corroborar si el personal docente cuenta con la certificación adecuada
para impartir las clases.
Finalmente, en la Operación Júpiter II tendrán actividad las Fiscalías de Delitos Contra
la Vida, Etnias y Patrimonio Cultural, Niñez, Consumidor y Adulto Mayor, Derechos Hu­
manos, Delitos Tributarios, Propiedad Intelectual, así como todas las Fiscalías regionales
y locales, por lo que se espera un considerable número de capturas por diversos delitos.

INSTITUTO PACÍFICO 447


DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Perú - Lima
6 de febrero del 2020

Corrupción impacto en la inversión pública en Perú en el 2019 '

Según el economista Cesar Peñaranda, el escándalo Odebrecht hizo que los funcionarios
públicos sientan temor al tomar decisiones sobre inversión.
Las denuncias de corrupción, a raíz del escándalo de sobornos de la brasileña Odebre­
cht y los mayores controles de los órganos fiscalizadores a los Gobiernos regionales y
municipales fueron algunos de los principales motivos por los cuales la inversión pública
en Perú bajó a un promedio de 67 % en el 2019.
El Gobierno de Martín Vizcarra se planteó una meta de 80 % de ejecución del presu­
puesto nacional del año pasado, pero solo los ministerios se acercaron a ella, con un
77 %, mientras que los Gobiernos regionales utilizaron el 59 % y los municipios el 62 %.
Debido a este panorama, el Ministerio de Economía se planteó incrementar la inversión
pública desde el primer trimestre del 2020 con el objetivo de alcanzar un incremento de
77 %, que se traduzca en una inversión de S/ 3 119 millones de soles (933 millones de
dólares) en ese periodo inicial.
“Hay una gran deuda que tenemos como autoridades con la ciudadanía. Hay que cons­
truir y es necesario trabajar una nueva metodología. Destrabar y dinamizar la inversión
pública”, expresó Vizcarra en enero último.
Despegue de la economía
El incremento de la inversión pública es la gran esperanza del Gobierno peruano, en
su penúltimo año de gestión, para impulsar el crecimiento económico a un porcentaje
mayor al del año pasado (2 %).
El Ministerio de Economía y Finanzas advirtió, en una sesión con la Comisión Permanente
del Congreso, que el problema es que el nivel de inversión pública se estancó entre 32
mil (9 mil 580 millones de dólares) y 36 mil millones de soles (10 mil 778 millones de
dólares) en los últimos años.
De 2014 a 2019, el promedio de crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) es 3 %
en Perú, con una tasa de alrededor de 2,4 % en 2014 y de alrededor de 2,2 % en 2019,
indicó el economista César Peñaranda.
“Entonces hay un crecimiento bajo y una de las causas fundamentales, entre otras, es la
caída de la inversión total, no solo de la privada, sino de la pública”, anotó.
¿Por qué no sube la inversión pública?
ANEXOS 1
Para el analista, las principales razones de este nivel de inversión pública son, en primer
lugar.

[E]l tema de los actos de corrupción que han empezado en el Perú, no


solo en el país sino en América Latina, ha puesto mucho más activos a los

448 NOTICIAS DE RELEVANCIA NACIONAL E INTERNACIONAL (DIARIOS)


ANEXOS

órganos de control, particularmente a la Contraloría, y, a su vez, mucho


más preocupados y reacios a tomar decisiones a los funcionarios públicos.
El escándalo Odebrecht ha abierto investigaciones por corrupción contra
los últimos presidentes, desde Alejandro Toledo y el fallecido Alan García
hasta Ollanta Húmala y Pedro Pablo Kuczynski, además de a decenas de
autoridades locales, funcionarios y políticos.

Peñaranda agregó que “el temor de los funcionarios públicos, fundamentalmente de


aquellos que tienen que tomar decisiones sobre inversión, es uno de los aspectos. El
otro es la alta rotación de funcionarios” debido al cambio de autoridades regionales y
municipales a inicios del 2019.
“El ingreso de nuevos gobernadores y nuevos alcaldes conlleva la incorporación de nue­
vos asesores y gente de su confianza, entonces se ha generado una rotación muy alta de
funcionarios que afecta por cierto la dinámica de las inversiones”, anotó.
El tercer motivo para la reducida ejecución de los presupuestos, especialmente a nivel
regional y local, “es la falta de capacitación y experiencia en el manejo de la inversión
pública, lo que genera una deficiente gestión”, afirmó el economista.
Peñaranda recordó que:

El gasto de capital público, la inversión pública, respecto del PBI, era


más o menos el 6 % en el periodo comprendido entre 2012-2015, en el
2016-2018 bajó a 5 % del PBI y el año pasado a 4,9 % del PBI.

Regiones más pobres


Esta situación se agrava en las regiones más pobres del país, entre las que se encuentran
Amazonas, Apurímac, Ayacucho, Cajamarca, Huánuco, Loreto y Puno, de acuerdo a un
reporte del Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial de la Cámara de Comercio
de Lima.
Cajamarca, que tiene las mayores reservas de plata del país y un yacimiento de cobre
paralizado por protestas sociales, tuvo un gasto de inversión pública per cápita en 2019
con un promedio de 891 soles (unos 270 dólares) por habitante.
En tanto, Loreto, bañada por el enorme río Amazonas, ha tenido un gasto de inversión
pública per cápita de 839 soles (unos 254 dólares) por habitante, en 2019, a pesar de
registrar una pobreza en su población por encima del 34 %.
Se buscan gerentes
Peñaranda remarcó que “lo fundamental” para mejorar la ejecución de los presupuestos
públicos “es capacitación, convocar a personas con experiencia, se requiere gerentes,
gente que sepa tomar decisiones”.
Una deficiente gestión pública, agregó el analista, provoca que no se cierren las brechas rANEXOS

de infraestructura física y social, lo cual alienta la informalidad, otra de las batallas a


combatir por el Estado peruano.

INSTITUTO PACÍFICO
449
INDICE
ÍNDICE

Contenido ................................ 5
Prólogo.................................................... 7

Parte I Aspectos generales

Los aspectos generales de los delitos contra la Administración


pública cometidos por funcionarios públicos
Daniel Luis Jo Villalobos ................................................................................................ 13

1. Los delitos contra la Administración pública en el derecho


penal peruano.................... 13
2. El concepto amplio y anticipado de funcionario o servidor
público para el derecho penal peruano... .............. 17

2.1. Los que están comprendidos en la carrera administrativa......... ....................... 19

2.2. Los que desempeñan cargos políticos o de confianza,


incluso si emanan de elección popular................ 19

2.3. Todo aquel que, independientemente del régimen laboral en que


se encuentre, mantiene vínculo laboral o contractual de cualquier
naturaleza con entidades u organismos del Estado, incluidas las
empresas del Estado o sociedades de economía mixta comprendi­
das en la actividad empresarial del Estado, y que en virtud de ello
ejerce funciones
en dichas entidades u organismos................. ..................................................... 19

2.4. Los administradores y depositarios de caudales embargados o


depositados por autoridad competente, aunque pertenezcan a
particulares........................................................................ 20

2.5. Los miembros de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional........ ..................... 20

2.6. Losdesignados, elegidos o proclamados, por autoridad competente,


para desempeñar actividades o funciones en nombre o al servicio
del Estado o sus entidades....................................................... 20

2.7. Los demás indicados por la Constitución Política y la ley.................................. 21

3. Los delitos contra la Administración pública en relación a la


responsabilidad penal de las personas jurídicas........... 22

3.1. La denominada responsabilidad “administrativa” de las personas


jurídicas conforme a un fraude de etiquetas: el carácter penal
de la responsabilidad de las personas jurídicas........ ................. 22

3.2. El catálogo delictual que permite atribuir la responsabilidad penal a


las personas jurídicas o entidades corporativas: el catálogo relevante............ 24
3.3. Las personas jurídicas o entidades corporativas objeto de atribución
de la responsabilidad penal: Los sujetos activos relevantes....... 25

4. Los delitos contra la Administración pública en relación al delito


de lavado de activos................................ 26
5. Referencias bibliográficas.................... 27

Delitos de corrupción de funcionarios. Aspectos generales


Jenniffer Canchari Ramos .............................................................................................. 29

1. Introducción.......................................... 29
2. Características de los delitos de corrupción de funcionarios ............. 31
3. El Sistema Anticorrupción Peruano..................... ................ 33
4. Conceptos básicos de los delitos cometidos por funcionarios públicos..................... 35
5. Conclusiones.......................... 61
6. Referencias bibliográficas......................... 61

Abuso de autoridad

Jorge W. Chávez Cotrina ............................................................................................... 77

1. Cuestiones preliminares......... ........................................................................................ 77


2. Jurisprudencia..... ......... 78
3. Título habilitante: incorporación de un funcionario público...... ............. 78
4. Acción................................ 82
5. Tipicidad............................. 83
6. Tipicidad objetiva.................. 84
7. Tipicidad subjetiva.......................................................... 87
8. Jurisprudencia............................................... 90
9. Antijuricidad..................... ..................................... 96
10. Culpabilidad........................................... 97
11. Consumación................................................................................................ 98
12. Autoría y participación........................................... 99
13. Referencias bibliográficas................................................................................................ 100
Parte III Concusión

El análisis jurídico del delito de concusión en el perú


Jelio Paredes Infanzón.......... ........... 139

1. Introducción............................................................................................ 139
2. Antecedentes históricos de la concusión........................................................ 140
3. Clasificación de la concusión....................................... -141
4. Naturaleza jurídica del delito de concusión......... ....................... 142
5. Análisis jurídico del delito de concusión en el Código Penal peruano..........................143

5.1. Base legal..................................................... .143

5.2. Bien jurídico protegido.......................................... 143

5.3. Tipicidad objetiva........... ......................................................................... 145

5.3.1. Sujeto activo...................................................................................... 145

5.3.2. Sujeto pasivo................................. 146

5.3.3. Comportamientos típicos................................. 146

5.4. Tipicidad subjetiva.......................................... 149

5.5. Consumación y tentativa.................... 149

5.6. Penalidad............................................................... 150

5.7. El delito de concusión semejanzas y diferencias con los delitos de


extorsión
y cohecho........................................ 150

6. Jurisprudencia............................................................ 150
7. El delito de concusión enla legislación comparada................................ 151
8. Referencias bibliográficas............................. 152
Parte IV Peculado

La problemática del supuesto cuando un funcionario público empleare,


para fines particulares, la mano de obra o el trabajo humano pagados
por la Administración pública
Fernando Vicente Núñez Pérez..........——............. 177

1. Introducción.......... ......... 177


2. El peculado como un delito especial y de infracción del deber....................... 178
3. La problemática del supuesto cuando un funcionario público empleare odesviare,
para fines particulares, la mano de obra, el trabajo humanoo los servicios
pagados por la Administración pública....................................................................... 180
4. Conclusiones..................................... ....................................................................... 187
5. Referencias bibliográficas ...................................... 188

Corrupción de funcionarios_______

De la histórica invisibiMad a! primer plano social


Gino Ríos Patio....................................—..-———————....................................245

1. Introducción. ..... ......... 245


2. Larga data de la corrupción .................... 246
3. Concepto, causas y efectos de la corrupción................................. 249

3.1. Concepto....... 249

3.2. Causas ........ ........ •....... 250

3.3. Clases y tipos................... ■■■■........-251

3.4. Efectos......... ........ 252


4. La corrupción del Estado y el estado de la corrupción..................... ...253
5. Prevención de la corrupción ................... 257
6. Una errada óptica penal anticorrupción....... .................. 259
7. Conclusiones....... ........................ .......... ............................. ............ ..............................
8. Referencias bibliográficas.................. -....................................... 261
An exo ... ......... ........................ ........ -............................. 2^3
Parte VI Materia relacionada

La impunidad frente al delito de tráfico de influencias cuando se promete


interceder ante un representante del Ministerio Público a fin de que se emita,
dentro de su ámbito de competencia funcional, un pronunciamiento a favor
del beneficiario
Brendalis Carhuancho Zaldaña........................................... 349

1. Introducción............................................................... 350
2. Respecto de la vulneración al principio de legalidad.............. ................... 351
3. La regulación del delito de tráfico de influencias ...... 352

3.1. La regulación del delito de tráfico de influencias conforme al Código


Penal de 1924............................................... 352

3.2. La regulación del delito de tráfico de influencias conforme al Código


Penal de 1991.. .......................... 355

4. La influencia del derecho penal comparado en el derecho penal nacional


al regularse el delito de tráfico de influencias..... ................................................... 358

4.1. La influencia del derecho penal español en el derecho penal nacional


al regularse el delito de tráfico de influencias:.......................... 359

4.2. La influencia del derecho penal argentino en el derecho penal nacional


al regularse el delito de tráfico de influencias......................... 360

4.3. La influencia del derecho penal italiano en el derecho penal nacional


al regularse el delito de tráfico de influencias................. 361

4.4. La influencia del derecho penal chileno en el derecho penal nacional


al regularse el delito de tráfico de influencias.................... 362

4.5. La influencia del derecho penal colombiano en el derecho penal


nacional al regularse el delito de tráfico de influencias....................... 362

5. Que el traficante o vendedor de humo tenía que ofrecer interceder ante


un funcionario o servidor público que ha de conocer, que este conociendo
o que haya conocido un caso judicial o administrativo.................................................. 363
6. Conclusiones...................................................................................................................... 366
7. Referencias bibliográficas............................................................ 367
El delito de responsabilidad funcional por el otorgamiento ilegal de
derechos contra el medio ambiente (art. 314 del Código Penal)
Roldan Soto Salazar............. ............... 369

1. Introducción ....................................................................................................................... 369


2. El bien jurídico protegido.......................................................................................... 370
3. Él sujeto activo............................ ..................................................................................... 373
4. El sujeto pasivo....................... ...................................................................................... 374
5. Los elementos objetivos deltipo........................................................................................ 376
6. Los elementos subjetivos del tipo.................................................................................... 380
7. El informe fundamentado................................ 381
8. Conclusión............................................................................................................... 382
9. Referencias bibliográficas........... ........... 382

Noticias de relevancia Nacional e Internacional (diarios)

Despiden a policías de San Andrés Cholula relacionados


con el director de Tránsito.................................................. 387

Van a prisión dos policías de Zapopan por violencia sexual


y abuso de autoridad................................................................................................................. 389

Condenan a 30 años de cárcel por realizar falso operativo


y extorsionar a dueños.................... 390

La fiscal Yeine Lin será condenada por concusión............................ 392

Anticorrupción reporta 1274 casos de peculado, concusión


y cohecho desde el 2015....... 395

Una corte de Ecuador sentenció a la exvicepresidenta


Vicuña a un año de prisión.................................................................................................... 398

Sentencian a 19 personas por apropiarse de S/5 millones


del Subcafae en Cusco............................................................................................................. 399

Ministerio Público obtuvo más de 1500 condenas por


corrupción contra funcionarios en el 2019.............................................................................. 400

Condenan a funcionario municipal de Los Vilos por fraude


al fisco en la venta de permisos de circulación....................................................................... 402

Caso Orellana: Poder Judicial sentenció a 19 implicados a


penas de entre 3 y 10 años de cárcel..................................................................................... 403
Condenan a exjuez que benefició a César Hinostroza.................................................. 405

Condenan a 6 años de cárcel al exjefe de la Sunarp............................... 407

Áncash: dictan 10 años de prisión a César Álvarez por obra


del estadio Rosas Pampa............................................ 410

Decomisan inmuebles de exalcalde Carlos Burgos....... ............ ............................... 412

Decomisan vivienda a exministro de Fujimori sentenciado


por enriquecimiento ilícito............................................... 414

Condenan a cinco años de cárcel a Otto Bula por escándalo


de Odebrecht......... ............................................................. 416

Esposa de David Barros Vélez se entregó; condenada a


10 años y 8 meses de prisión ................................ 418

Por manejo irregular de medicamentos, destituido exgerente


del San Juan de Dios..... ............................ 420

Arequipa: Envían a prisión a exjuez y abogado por cobro


indebido de reparaciones civiles.......... ........................ 422

Las razones de la Corte para condenar a exfiscal Niño a


64 meses de cárcel........ ........... 423

10 años de detención por peculado .................. 425

Áncash: exsubprefecto del Santa fue sentenciado por


delito de peculado..................................................................................... 427

Capturan al exalcalde del distrito de Muñani (Azángaro)


que era buscado por el delito de peculado................. 428

Apurímac: seis años de cárcel para exalcalde de San Antonio de Cachora........................ 429

Cinco años de prisión para hijo de exalcalde por desfalco


millonario en Áncash........................................ 430

Presidente de la Federación Mexicana de Atletismo


condenado a 6 años de prisión......................................... 432

Condenan por 6 años de cárcel a alcalde de Andahuaylas,


Abel Gutiérrez, por delito de peculado....................................................................... 434

En solo 5 días condenan a servidor judicial...... .......................... 435

Condenan a exgobernador de Lambayeque Humberto


Acuña por corrupción...................... 436
Procuraduría cobró S/ 37 millones a sentenciados
por corrupción en 2019............................................................................................................ 438

Piura: SBS registró US$ 67 millones en posibles delitos


contra la Administración pública desde el 2010................ 442

Crece 400 % delitos cometidos por funcionarios................................................. .444

Aseguran bienes de casos emblemáticos de corrupción en


operación Júpiter II................................................................................ 446

Corrupción impactó en la inversión pública en Perú en el 2019.................................... ......448


NOTAS
NOTAS
Publicado: Marzo 2020
Este libro se terminó de imprimir
en Marzo del 2020 en los
talleres gráficos de
Pacífico Editores SAC
Jr. Castrovirreyna N.° 224 - Breña
Telefax: 332-6117 / Central: 619-3720
Lima-Perú
a corrupción es uno de los flagelos que viene sufriendo nuestra

L sociedad desde hace varias décadas, en sus diversas modalidades,


desde los actos de corrupción básica que en muchos casos pasan
desapercibidos como es, por ejemplo, los empalmes que los conductores le
dan a un policía cuando comenten una infracción de tránsito, actos que
ocurren todos los días, hasta la gran corrupción de las altas autoridades en las
licitaciones públicas donde se juegan miles de millones de dólares.
En la presente obra hemos reunido artículos referentes a diversos delitos de
corrupción de funcionarios, desde los aspectos generales de estos delitos,
donde se realiza un análisis de los principales tipos penales que reúne nuestro
Código Penal en esta materia, del mismo modo se hace un estudio de otras
figuras penales desde el punto de vista de la jurisprudencia nacional, lo cual es
un aporte de los autores a la comunidad jurídica, esperando que estos
estudios prácticos sirvan al lector para una mejor comprensión de estas
figuras delictivas.

PAC I.F I C O

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