El 18 de octubre en el país ibérico las noticias hablaban de las elecciones de Estados
Unidos y la rivalidad entre Hillary Clinton y Donald Trump, el nuevo gobierno del país liderado por Mariano Rajoy, historias sobre el día mundial del cáncer de mama y el anuncio de que el dinero de pensionados usado para costear el país se agotará en un año. El Fondo de Reserva de la Seguridad Social, también conocido como “hucha” de las pensiones, es un fondo monetario creado por el gobierno español en el año 2000 con el fin de garantizar el sistema público de Seguridad Social, y es especialmente utilizada desde 2008 cuando empezó la conocida crisis económica española. La crisis, según la contabilidad nacional, concluyó en 2014. Sin embargo España no se ha recuperado y, como consecuencia la inestabilidad económica continúa hasta la actualidad. En la sección económica el periódico español El Mundo anunció recientemente que el déficit acumulado de la Reserva fue admitido por el Gobierno Español el pasado 18 de octubre frente a la principal sede administrativa de la Unión Europea (UE). La “hucha” como fondo monetario y de ahorros también se encarga de pagar las pensiones de los jubilados, debido a la anunciada fecha de defunción de la “hucha” (diciembre de 2017). La pregunta que los españoles se siguen haciendo hoy es: ¿Qué pasará con las pensiones? La indignación española David Pascual es un joven estudiante de la Universidad Carlos III de Madrid. Estudia Comunicación Social, y como originario de Plasencia (una pequeña ciudad en la región de Extremadura) su sueño siempre fue trabajar y vivir en Madrid. Ante la noticia de las pensiones, él se pregunta indignado cómo su gobierno ha permitido que llegaran a una situación tan crítica. “Siento rabia y decepción. Siento mucha impotencia al saber que no puedo hacer nada y que a pesar de que hemos tenido dos elecciones, el Partido Popular (PP) sigue en el gobierno. Sé que van a seguir recortando y tengo miedo por los jubilados que se puedan ver afectados al acabarse el fondo”. Ni sus abuelos ni nadie cercano a él se han visto afectados hasta el momento, porque como él dice: “la bomba estallará en 2017, supongo que la gente de dará cuenta realmente de lo que pasa cuando se acabe la reserva y los jubilados empiecen a cobrar menos pensión”. Explica que “ese fondo lo pagan todos los trabajadores del país con su seguridad social para garantizar que los mayores tengan una pensión digna una vez retirados. Las deudas en las que se ha gastado ese dinero no son responsabilidad del pueblo español, si no de la mala gestión de un gobierno que ha tirado de un fondo que creía inagotable y del cual dependen millones de españoles. La sociedad española no parece entender la gravedad de esta situación ni los políticos tampoco, y tendremos a Rajoy y al PP otros cuatro años al frente del gobierno”. Señala que a consecuencia de la alarmante noticia el gobierno propone una solución a corto plazo: actualmente la jubilación se sitúa en los 67 años y los prejubilados que quieren seguir trabajando un poco más reciben un 50% de salario y un 50% de la pensión. La medida propone que los mayores de 67 años que quieran seguir trabajando lo hagan por el 100% de su salario y sin recibir pensión; los salarios son más altas que las pensiones y generando trabajo cotizarían más años por lo que la seguridad social se llenaría. Sin embargo, él considera que lo anterior causaría otra situación de crisis a mediano plazo, teniendo en cuenta que con la propuesta aumentaría el desempleo para personas jóvenes porque los adultos mayores seguirán trabajando. Una población envejecida Según las proyecciones publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), España se convertirá de aquí a 50 años en un país severamente envejecido: entre 2046 y 2066 aumentará la tasa de mortalidad de los nacidos en 1946, sumado a la reducción de los nacimientos en los próximos 15 años. Entre 2016 y 2030 nacerán unos 5,3 millones de niños, un 22% menos que los partos registrados desde principios de siglo. Para 2066, España habrá perdido casi 5,4 millones de habitantes sobre los 46,4 millones actuales, según las proyecciones. David cree que como consecuencia de la actividad laboral de jubilados, los puestos de trabajo para los más jóvenes no estarían disponibles, debido a eso aumentaría el índice de desempleo en el país y convergiría en una población con mayores de edad y jóvenes sin oportunidad de trabajo. Además de los posibles cambios en la población por el flujo de migraciones, tanto de españoles que se van y extranjeros que ingresan a España. “La gente está muy enfadada” afirma David, “es un problema que se veía venir: la pirámide poblacional española está muy envejecida y eso aumentará, por lo que es un tema que preocupa mucho, más aún saber que se está acabando el fondo y que en un año no habrá más, sabiendo que se invirtió en otras cosas. Tenemos un altísimo porcentaje de desempleo, (De acuerdo con la Encuesta de Población Activa (EPA) , en España durante 2015 hubo un 20,9% de la población total en paro, aproximadamente 5 millones de personas cuyo porcentaje no ha bajado durante los últimos 6 años) y esto no va a ayudar a que los jóvenes encuentren puestos de trabajo”. Como un estudiante que aún no ha salido al ambiente laboral y ha tenido la oportunidad de estudiar brevemente en Italia (porque el sistema universitario español deja mucho que desear, en sus palabras), David quiere seguir intentando cumplir su sueño de formar su vida en Madrid. “Muchos jóvenes no ven futuro en España y se van a Alemania, Francia o Reino Unido porque aquí no encuentran trabajo” dice. En medio de la creciente crisis y con todo un futuro por delante, David se mantiene firme en su decisión de permanecer en el país, al menos hasta que la situación se vuelva completamente insostenible y el país entre en quiebra. Bajo el sol del invierno que inicia, David cruza la calle que hay entre su casa y la universidad como hace todas las mañanas para ir a clases, una pregunta cruza por su mente cuando ve a otros estudiantes repasando apuntes en el campus ¿Qué puedo hacer yo para mejorar mi país? “Simplemente votar al partido que creo que puede mejorarlo, pero lamentablemente la derecha es muy fuerte en España” piensa con amargura y un pequeño encogimiento de hombros, “la población anciana es muy grande y su voto siempre va al mismo partido, aunque como se ve en esta situación no les conviene”. A pesar de ese pensamiento David recorre los pasillos hasta llegar al salón indicado y piensa mientras se acomoda en su puesto. “Aún creo que podemos cambiar la nueva vieja España, si es algo imposible o no, solo el tiempo lo dirá”.