Narrador: El viejo subio a lo alto de la torre de la iglesia, estaba borracho y llego hasta la

campanas del edificio, la torre estaba vacia y logro subir muy fácilmente, el viejo miro hacia
una alta montaña.

Sarco: “Yo te prefiero, Apukintu”, te han robado las flores

Narrador: Debajo de la torre el viejo podía contemplar a unos niños jugando y más se
preocupaban de ellos que el del viejo, este empezó a llorar y temio caer.

Sarco: ¡Que salgan los malditos! ¡Que salgan ya los malditos, Señor!

Narrador: Multitud de personas salieron al ver al viejo y en una de ellas salió Don Fermin y Don
Bruno cuando el viejo los vio este gritó.

Sarco: ¡Eh Maldito! ¡Aquí, Malditos!

Don Bruno: ¡Corran a la torre! ¡A la torres!

Don Fermin: ¡Mil soles por salvarlo! ¡Indios suban! ¡Escuchadme malditos! ¡Maldito pueblo!
¡Maldito cura! ¡Maldita plaza!

Narrador: El viejo estaba a punto de lanzarse y sus hijos empezaron a desesperarse aun más

Andres: ¡Escuchadme todos, dejo mi casa y todo lo que hay en las despensas, sala, dormitorios
y corredores, a los indios y a los caballeros pobres!

Don Fermin: No se va a matar Bruno, levántate

Andres: Fuera, Campo al cadáver

Narrador: grito cuando unos vecinos se le empezaron a acercar, posteriormente una señora lo
ayuda a bajar gracias a un pañuelo y llegaron a las gradas del atrios