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LEYENDA: LA LLORONA

NARRADOR: Hace muchos años en la Ciudad de México, cerca de Xochimilco,


se escuchaban los tristes lamentos de una mujer.

- ¡Ay mis hijos!- decía una voz perturbadora.

Mientras se escuchaba a la mujer misteriosa, los temerosos habitantes de la


ciudad se encerraban en sus casas a base de lodo y piedra. Tampoco los antiguos
conquistadores se atrevían a salir a la calle, pues los gritos de aquella mujer eran
realmente espeluznantes.

Los rumores decían que se trataba de la llorona, una mujer vestida de blanco con
cabellos largos y aspecto fantasmagórico, que flotaba en el aire con un velo para
cubrir su horripilante rostro. Lentamente vagaba por la ciudad entre calles y
plazas, y quien llegó a ser testigo de su presencia dice que al gritar, ¡ay mis hijos!,
agitaba sus largos brazos de manera angustiosa, para después desaparecer en el
aire y seguir aterrorizando en otras partes de la ciudad con sus quejidos y gritos.

Mientras la llorona recorría las plazas, lloraba desesperada, después de un tiempo


se dirigía al río hasta perderse poco a poco en la oscuridad de la noche, y así
terminar disolviéndose entre las aguas. Esto pasaba todas las noches en la ciudad
de México y tenía verdaderamente inquietos a sus habitantes, pues nadie sabía la
causa de aquellos lamentos.

Una misma leyenda, diferentes formas de contarlas, cada país la cuenta de una
manera diferente. Aun que la esencia siempre es la misma, la misma mujer que
mato a sus hijos y se lamentó por toda la eternidad. Bajo un mismo nombre “LA
LLORONA”.

(Entra en escena una mujer con una canasta de flores, llevaba puesto un vestido
muy bello, con un lazo rojo en su cabeza)

MUJER: Flores tan bellas y delicadas, que pueden ser destruidas tan fácilmente.
(Cierra los ojos y suspira, en ese instante aparece un hombre de gran porte y toca
a la joven mujer, Ella se asusta y abre los ojos)

MUJER: ¡Oh! Buen hombre me ha asustado.

HOMBRE: No era mi intención asustar a tan bella mujer como usted.

MUJER: Me alaga… pero ¿en qué puedo ayudarle?

HOMBRE: Realmente en nada; es que la he visto desde hace mucho tiempo y me


he cautivado con usted. Estoy buscando mujer que me acompañe a cuidar mi
casa pues viajo mucho y necesitó quien la cuide. ¿Podría ser usted?

(La mujer lo ve con duda, lo piensa y acepta)

MUJER: Esta bien buen señor cuidaré su casa.

(El hombre alegre la agarra por la mano y la saca de escena).

NARRADOR: Pasaron los años y la mujer se enamoró de aquel hombre, y él de


ella. De ese amor nacieron dos niños una pequeña niña y un niño idéntico a aquel
hombre. Pero la historia no termina aquí.

HIJA: Madre por qué no tienes anillo de compromiso en tu dedo como las demás
mamás.

MUJER: Porque el anillo nunca fue hecho hija mía… ve y recoge flores para la
mesa.

HIJA: Sí madre (Sale la hija de escena y entra el hijo).

HIJO: Madre por que los del pueblo dicen que mi hermana y yo somos engaño y
que tú no eres esposa de mi padre.

MUJER: (Enojada) Calumnia quien os ha dicho eso…no mejor no me digas nada


ve con tu hermana (El niño sale y entra el hombre).

HOMBRE: ¿Por qué tan llena de cólera mujer?


MUJER: Todos hablan de que soy un engaño, los niños crecen y hacen
preguntas… ¿Cuándo vamos a casarnos amado mío?

(El hombre la ve con enojo)

MUJER: Habla… dime cuándo nos vamos a casar.

HOMBRE: Ciertamente son engaño… pues tengo ya esposa y cuatro hijos.

MUJER: ¡NOOO! (La mujer cae al suelo y comienza a llorar. El hombre se va,
suenan risas y entran los niños).

HIJO: ¡Oh madre por qué lloras!…

HIJA: ¡Madre qué pasó con nuestro padre!…

HIJO: Si madre a dónde fue…

HIJA: Madre responde…

(La mujer aturdida, enojada y con una mirada profunda por los dos niños agarro un
cuchillo y los mato).

MUJER: Cállense, cállense (La mujer lanza el cuchillo y se agarra la cabeza… No


tarda mucho para entrar en razón y ver lo que hizo).

MUJER: Qué he hecho… ¡Mis hijos! ¡Mis hijos! (La mujer vuelve a agarrar el
cuchillo y se lo clava a ella misma).

MUJER: Me maldigo por el cometido… ¡Mis hijos!

NARRADOR: Y así termina esta versión de esta popular leyenda, sin dudas hay
muchas versiones que se cuentan por ahí, pero siempre con el mismo triste final.

Otra versión cuenta que hace mucho, vivía una madre junto con sus tres hijos. El
padre de los niños los había abandonado hace mucho tiempo, hasta que un día,
aquel hombre regresó. El hombre volvió cuando los pequeños se encontraban
solos en casa y cuando la madre regresó a su hogar buscó a sus niños pero no los
encontró, ni a ellos ni al hombre.

Salió y buscó por el pueblo llorando y gritando los nombres de sus niños sin poder
encontrarlos. Con el pasar de los años, su búsqueda continuó, pero sin éxito
alguno y tras tanto esfuerzo, la mujer falleció de la tristeza. Desde entonces su
espíritu errante vaga todas las noches buscando a sus hijos, llorando y
lamentando por los alrededores de los pueblos.

Elías, M. (2020). “La llorona”. Guía Infantil. URL:


https://www.guiainfantil.com/articulos/ocio/leyendas/la-llorona-leyenda-infantil-
mexicana/

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