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Vazquez. La Memoria Como Accion Social
Vazquez. La Memoria Como Accion Social
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Orgullo.
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Lo que digo...
Cada vez que recuerdo las memorias que nos obligaban a leer en el
colegio, me sale un sarpullido.
Las biografías que nos obligaban a leer en mi época de escolar son algo
que he borrado de mi memoria... Bueno, no es del todo cierto, he olvidado
los detalles, pero me recuerdo de muchas cosas. Los freudianos estarían
entusiasmados conmigo, porque, a veces, lo que tengo reprimido, emerge
inconteniblemente. Pero ahora tiene otro sentido... Nietzsche decía que
es imposible vivir sin olvidar y que hay que saber olvidar expresamente.
No se si he entendido bien lo que quiso decir. Pienso que más que olvido
existe el silencio, el recelo de no ser oportuno, de no ser escuchado por
aparecer instalado fuera de la historia. Quizás por eso ahora leo
biografías y memorias, para restaurar la mía propia que sale así, a
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De entre las que he leído, recuerdo con particular agrado las memorias
de Carlos Castilla del Pino (1997), las de Jesús Pardo (1996), las de
Fernando Fernán-Gómez (1995), las de Eduardo Haro Tecglen (1996), las
de Alfredo Bryce Echenique (1993), las de Richard Rodríguez (1982), las de
Ronald Fraser (1984); la biografía de Michel Foucault escrita por Didier
Eribon (1989), la dedicada a Ludwig Wittgenstein por Ray Monk (1990); la de
Buenaventura Durruti, escrita por Abel Paz (1978)...
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Dos ejemplos:
1: "Yo aquí me limitaré a contar mi vida por dentro y sin pudor alguno:
única justificación de un libro como éste; y la verdad es que tampoco hay
en mi vida tanto que ocultar. Dejo al lector juez de hasta qué punto lo he
conseguido. Si el autor comienza por decir cuanto cree saber de sí
mismo, tanto más derecho adquirirá a decir cuanto cree saber de los
demás. [...] Sólo contaré lo que sé de mí y por mí, por más que saber no
deba entenderse aquí en el sentido de conocimiento exacto. Y sin otro
apoyo externo a mis recuerdos que la simple indagación de fechas y nombres olvidados. Hablaré
siempre en pretérito, incluso de personajes que todavía están vivos, porque no es de ellos, sino de mis
recuerdos de ellos, de quienes hablo." (Pardo, 1996: 16).
2: "No me he sumergido en mi memoria; he traído los recuerdos a "mí", es decir, al Yo de este
momento, el que ahora me siento ser, como si fuera posible decir "he sido", como si no fuera el mismo que en
otros momentos fui. El lenguaje no se ajusta a lo que realmente experimento, pues no dejo de reconocerme en
cada secuencia de mi vida. No podría decir "he sido", como un actor que dijera "he sido Don Juan", "he sido
Hamlet". No me veo "habiendo sido" y "no siendo" ya. Mi vida me aparece como una formación singular en la
que las etapas anteriores de mi existencia son peldaños que me conducen al que ahora soy." (Castilla del Pino,
1997: 11).
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Siguiendo a Paul Ricoeur (1983, 1984),
utilizaré indistintamente el término narración o relato.
La memoria como acción social: relaciones, significados e
imaginario
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Claro está, que la reflexividad no es sólo aplicable a los expuesto, sino
que es igualmente fundamental para el propio desarrollo de las ciencias
sociales y de la Psicología Social en particular (Ibáñez, 1989; Gergen,
1994; Woolgar, 1988).
La memoria como acción social: relaciones, significados e imaginario
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Esta podría ser una de las estrategias con las que orientar mi
discurso. Puedo elegir, al menos, entre dos alternativas posibles: a) hacer
hablar a otros/as (amparándome en su autoridad, por ejemplo) o a los
resultados de la investigación, y b) hablar yo mismo. Evidentemente,
puedo utilizar simultáneamente ambas estrategias, según lo considere
pertinente.
La memoria como acción social: relaciones, significados e imaginario
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Conviene tener presentes las diferencias
entre un texto escrito y una conversación, en cuanto a
versatilidad, secuencialidad, etc.
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En el caso de una relación cara a cara, este proceso adquiere matices
diferentes y se hace más complejo. En efecto, "...los conocimientos que el
individuo va construyendo acerca de sí mismo en el transcurso de sus
interacciones con los demás, modifica esas interacciones, lo cual modifica
a su vez el conocimiento de sí... Se establece de esta forma un proceso
de reconstrucción permanente, e interdependiente, de la persona y de su
contexto relacional..." (Ibáñez, 1989: 122-123).
La memoria como acción social: relaciones, significados e imaginario
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Lingüísticamente, se puede componer un número indeterminado de
discursos. Ahora bien, la utilización del lenguaje no es neutral, sino es
deudora de los diversos y particulares contextos relacionales, ya que sirve
para satisfacer diferentes funciones sociales. Como sostiene Kenneth J.
Gergen, "...la multiplicidad narrativa es importante primeramente a causa
de sus consecuencias sociales. La multiplicidad se ve favorecida por la
variada gama de relaciones en las que las personas están enredadas y
las diferentes demandas de contextos relacionales diversos." (Gergen,
1994: 253). En efecto, en nuestra sociedad existe un amplio repertorio de
discursos que se consideran apropiados en función de los/as
interlocutores/as y de la relación que se pretende establecer. Por ejemplo,
de los dos con que iniciaba éste capítulo, el segundo (lo que tengo que
decir) se podría considerar más adecuado para una tesis, aunque en el
caso particular que nos ocupa, ambos son oportunos, ya que lo que se
pretende es manifestar dos maneras de narrar.
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Véase a título de ejemplo el corrosivo y
La memoria como acción social: relaciones, significados e imaginario
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Paolo Jedlowski (1991) sugiere que cuando
afirmamos, por ejemplo, que alguien me recuerda
algo, podemos estar manifestando, al menos, dos
cosas: que la presencia de ese alguien propicia la
memoria, o bien, que ese alguien nos estimula a hacer
memoria. En ambos casos, la memoria emerge en la
relación dónde se produce comunicación y acción
comunicativa. Algo semejante, puede decirse respecto
de los monumentos y las conmemoraciones. En el
mismo sentido, Derek Edwards y David Middleton
muestran cómo se establece una relación
bidireccional entre memoria y relaciones: "Las
relaciones son un determinante del recordar, que
La memoria como acción social: relaciones, significados e imaginario
Pero no sólo esto, sino que también nos apoyamos en los demás para
construir los acontecimientos y hacernos inteligibles (Orr, 1990). La
narrativa de una vida forma parte de un conjunto de narrativas
interconectadas que tiene que ver con las múltiples relaciones que los
seres humanos establecemos. En este sentido, se puede afirmar que
"...llegamos a conocernos a través de la petición de explicaciones,
proporcionando explicaciones y creyendo o dudando de las historias
acerca de los pasados e identidades de los otros. Al identificar y
comprender con éxito lo que algún otro hace, colocamos un
acontecimiento particular o episodio o forma de comportarse en el
contexto de un conjunto de historias narrativas. Así, identificamos una
acción particular trayendo a la memoria al menos dos tipos de contexto
para esa acción. Situamos la conducta de los agentes en referencia a su
lugar en su historia de vida; y situamos esa conducta también en
referencia a su lugar en la historia de los escenarios sociales a los que
pertenecen." (Connerton, 1989: 21).
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El individualismo parece mostrarse como un
manifestación incontenible que capilariza toda la
organización y relaciones sociales en las sociedades
neoliberales. La noción de individuo en estas
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324).
Sin embargo, ante esta situación, cabe hacer una reflexión. Si todos y
todas utilizamos estas palabras, esto significa que ¿todos y todas
entendemos exactamente lo mismo cuando nos referimos a la memoria y
al olvido?. Efectivamente, no deberíamos esperar que pueda haber
demasiado desacuerdo. La respuesta inmediata parecería que debiera ser
afirmativa. A priori resulta incuestionable que todos/as nos entendemos
cuando decimos que recordamos o que olvidamos.
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Los medios de comunicación son
constructores de realidad y constituyen medios de
difusión y transmisión de imágenes y metáforas de los
conocimientos que en diferentes áreas de la ciencia
se generan. Sirvan como ejemplo, algunos titulares
aparecidos en el periódico El País: Un experimento
muestra cómo funciona el 'ojo de la mente' (24.04.96);
Las neuronas se hablan a gritos para obligarse a
recordar. La intensidad de comunicación entre las
células explicaría la memoria y el aprendizaje
(16.02.94); La estimulación de la memoria hace
aprender a los más torpes tanto como a los más listos
(09.05.94); Las hormonas hacen recordar mejor
sucesos emotivos (20.10.94); Varios equipos
científicos indagan en los procesos biológicos de las
emociones. Los circuitos emocionales del cerebro son
tan tangibles como los de la vista o el oído (12.12.94);
Juan Bernal (médico endocrinólogo): "Un ratón
La memoria como acción social: relaciones, significados e imaginario
de una acción.
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Por ejemplo, para conocer qué es el dolor y poder referirnos a él
sería imprescindible sentir dolor.
La memoria como acción social: relaciones, significados e imaginario
Los discursos que creamos y las palabras que utilizamos o, dicho de otra
manera, nuestra forma de hablar, genera realidades de las que, en
ocasiones, nos resulta muy difícil desprendernos (Shotter, 1989); o como
dice Kenneth J. Gergen (1994), nuestras palabras se incrustan en
nuestras prácticas de vida.
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Cito con la fecha de la edición original, ver
nota 28.
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También como indica Ludwig Wittgenstein
(1953), la expresión "juego de lenguaje" debe resaltar
que hablar el lenguaje es una parte de una actividad o
de una "forma de vida" (Wittgenstein, 1958a: § 23).
La memoria como acción social: relaciones, significados e imaginario
lenguaje, a los juegos de lenguaje como conjuntos, juegos entre los cuáles
no elegimos por referencia a criterios, no puede darse ya un sentido claro
a la idea de que el mundo decide qué descripciones son verdaderas y
cuáles son falsas." (Rorty, 1989: 26).
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Obviamente, al hablar de memoria y olvido,
no es lo mismo tomar parte en el "juego discursivo
cotidiano", en el "juego discursivo de la Psicología" o
en el "juego discursivo de la Biología ", etc. en los que
las reglas del juego varían.
La memoria como acción social: relaciones, significados e imaginario
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Naturalmente, si esto es deseable, no siempre es factible ya que,
como señala Pablo Fernández Christlieb, "Cuando hay expertos, la
comunicación se acaba y empieza la información, porque ya no tiene la
razón la persuasión volátil, sino los datos duros, y de hecho, en el mismo
parlamento deja de discutirse y empieza a votarse, puesto que el número
de manos levantadas es un dato más sólido que la calidad de los
argumentos; la contabilidad de la razón." (Fernández Christlieb, 1991:
167).
La memoria como acción social: relaciones, significados e imaginario
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Es paradigmático, en las sociedades democráticas occidentales,
cuando se afirma Yo no soy demócrata, la reacción inmediata es recibir el
calificativo (ergo...) de totalitario, interrumpiéndose cualquier posibilidad
de continuar el diálogo.
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Ocasionalmente, apelamos a la verificación. Sin embargo, esta
referencia se utiliza más como un refuerzo retórico que como una
posibilidad real de confirmación. Hay una anécdota que sintetiza lo que
digo.
Hace años, circulaba un rumor muy extendido, que aseguraba que la
revista La Codorniz había publicado un número que en su portada
mostraba un tren entrando en un túnel y en la contraportada, el mismo
La memoria como acción social: relaciones, significados e imaginario
tren, saliendo. Se decía que las páginas interiores eran todas una gran
superficie negra. Ante las objeciones que recibían sobre su veracidad,
los/as que trataban de justificar la existencia de dicho número de la
revista, recurrían a que, en cuanto localizasen un ejemplar, se lo
mostrarían al incrédulo o incrédula. Generalmente, surtía efecto.
Años más tarde, oí a uno de los directores de la publicación relatar la
anécdota y desmentir el rumor.
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Propongo un ejemplo que Paul de Man utiliza para ilustrar la
vinculación entre la dialéctica de la compresión con el estudio de la
historia literaria pero que, en mi opinión, clarifica oportunamente lo que
estoy diciendo: "La situación es comparable a la de la relación dialógica
que se desarrolla entre el analista y su interlocutor en el Psicoanálisis.
Ninguno de los dos conoce la experiencia que se discute, pueden incluso
no saber si dicha experiencia existió alguna vez. El sujeto está separado
de ella por mecanismos de represión, defensa, desplazamiento y
similares, mientras que, para el analista, sólo está a mano como síntoma
dudoso y evasivo. Pero esta dificultad no evita que tenga lugar un
La memoria como acción social: relaciones, significados e imaginario
discurso dialógico de, como mínimo cierto valor interpretativo. Los dos
"horizontes", el de la experiencia individual y el de la comprensión
metódica, pueden converger y en el proceso sufrirán modificaciones
aunque ninguna de las experiencias pueda volverse totalmente explícita."
(de Man, 1986: 93-94). Este ejemplo sobre una relación analítica permite
también que se haga una lectura respecto a la disyunción entre las
palabras y el mundo. En efecto, los/as psicoanalistas (y muy
frecuentemente los/as psicoanalizados/as), manifiestan una competencia
excepcional para aplicar una gama de conceptos limitada (complejo,
represión, inconsciente, transferencia, proyección, etc.) a una gama
extraordinariamente amplia de acciones en permanente transformación.
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En este sentido, es interesante advertir el contraste que
respecto a nosotros/as y a nuestras concepciones nos muestra Richard
Rorty con la parábola de los Antípodas: "Estos seres no sabían que
tenían mente. Tenían ideas como "querer" o "intentar" y "creer que" y
"encontrarse fatal" y "encontrarse muy bien". Pero no tenían la menor idea
de que éstas significaran estados "mentales" -estados de un tipo peculiar
La memoria como acción social: relaciones, significados e imaginario
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Ludwig Wittgenstein, por ejemplo, lo formula de la siguiente
manera: "¿Cómo se llega al problema filosófico de los procesos y estados
mentales y del conductismo? -El primer paso pasa totalmente
desapercibido. ¡Hablamos de procesos y estados y dejamos
indeterminada su naturaleza! Quizá alguna vez lleguemos a saber más
sobre ellos -pensamos. Pero justamente con ello nos hemos atado a un
determinado modo de considerar las cosas. Pues tenemos un concepto
definido de lo que quiere decir aprender a conocer más de cerca un
proceso. (El paso decisivo en el truco del prestidigitador se ha dado y
precisamente el que nos parecía inocente.)" (Wittgenstein, 1958b: 251 §
308).
La memoria como acción social: relaciones, significados e imaginario
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En unas jornadas sobre la transición (La transició revisada:
punts de vista sobre la distorsió de la història immediata, III Memorial
Octavi Pellissa, 1996), durante uno de los debates, una mujer del público
(antigua militante durante la dictadura) inició su intervención diciendo
"Parece que no todos hayamos vivido los mismos hechos...". A partir de
ese momento, tanto los/as ponentes como otras personas del público,
trataron de justificar las razones de por qué era así. Merece la pena
señalar, que buena parte de las personas que tomaron la palabra habían
sido compañeros y compañeras de militancia.
Es destacable, que cuando los argumentos esgrimidos eran
compartidos por los/as ponentes y los/as asistentes más participativos/as,
no se reprochaba nunca que la exposición estuviese fundamentada en la
memoria (esto era particularmente notorio cuando las intervenciones
correspondían a personajes reconocidos, especialmente intelectuales).
Sin embargo, cuando la versión era discrepante de la generalmente
admitida en las jornadas, el argumento más contundentemente utilizado,
el que provocaba el silencio inmediato del enunciador, era que su
memoria estaba equivocada y que ésta no constituía un recurso ni sólido
ni oportuno.
La memoria como acción social: relaciones, significados e imaginario
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He consultado las versiones en lengua castellana y catalana de
las Investigaciones Filosóficas. Entre ellas, hay dos diferencias que es
conveniente puntualizar.
La primera se refiere al origen de los textos en qué se basan las
traducciones. La traducción en catalán está hecha, según se indica en la
introducción a la obra, a partir del texto en alemán de la primera edición
(1953; edición bilingüe -alemán-inglés- al cuidado de G. E. M. Ascombe y
R. Rhees, con traducción inglesa de G. E. M. Ascombe), aunque en los
derechos de autor se indica que la edición es del año 1958. La edición en
castellano, también traducida a partir del texto en alemán, corresponde a
su tercera edición (1967; también bilingüe y al cuidado de los mismos
autores que la anterior) que, como se indica en una breve nota, es una
edición "levemente modificada por sus editores ingleses". En los derechos
de autor figura como edición la del año 1958.
La segunda observación, está relacionada propiamente con la
traducción. La versión en castellano, traduce la voz "Vorstellung" por
"imagen"; mientras que la versión en catalán lo hace por "representación
mental". Ambos significados son correctos. No obstante, aunque carezco
de criterios filológicos y con el sólo fundamento del tratamiento y
contenido global de la obra, me inclino por la traducción en catalán.
Por razones obvias, cito de la versión en castellano, aunque he
considerado oportuno incluir en esta nota la versión en catalán, ya que es
con la que he trabajado: "El que s'ha de preguntar no és pas què són les
representacions mentals o bé què passa quan hom s'imagina alguna
cosa, sinó com s'usa l'expressió "representació mental". Això, però no
significa pas que jo només vulgui parlar de paraules. Perquè en la mateixa
mesura en què, en la meva pregunta, es parla de l'expressió
"representació mental", se'n parla també en la pregunta per l'essència de
la representació mental. I jo només dic que aquesta pregunta no es pot
aclarir -ni per a aquell que imagina ni per a l'altra persona- amb un gest
ostensiu; ni tampoc amb la descripció de cap mena de procés. La primera
pregunta també demana una explicació verbal, però dirigeix la nostra
expectació cap a un tipus de resposta fals." (Wittgenstein, 1958a: 214-215
La memoria como acción social: relaciones, significados e imaginario
§ 370).
La memoria como acción social: relaciones, significados e imaginario
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En las Investigaciones Filosóficas (§ 305-308), se puede encontrar
una formulación similar. Como señalaba en la nota 28 hay diferencias en
las traducciones. En el texto de la edición en castellano se hace la
siguiente traducción: "Lo que negamos es que la figura del proceso
interno nos dé la idea correcta del empleo de la palabra "recordar"."
(Wittgenstein, 1958b: 251 § 305); mientras que en la edición en catalán, la
traducción es: "El que neguem és que la imatge del procés interior ens
doni la idea correcta de la utilització de la paraula "recordar"."
(Wittgenstein, 1958a: 195 § 305).
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Con la participación de Martin A. Conway, Derek Edwards,
Jonathan Potter, David Middleton, Alan Baddeley, Mahzarin Banaji, Craig
R. Barclay, Gillian Cohen, Graham J. Hitch, Ira E. Hyman, Jr., Ulric
Neisser, John Robinson, Henry L. Roediger III y Mark A. Wheeler.
La memoria como acción social: relaciones, significados e imaginario
modifica las visiones del pasado. Como sostiene George Herbert Mead,
"Sólo en el futuro podemos reconstruir lo que ha surgido a partir de las
continuidades que le descubramos con todo lo que ha ocurrido
anteriormente; y conseguimos la bases para esa reconstrucción
proyectando hacia atrás en la historia las continuidades recién
descubiertas." (Mead, 1929: 60-61). En el mismo sentido, Tomás Ibáñez
afirma que, "No es ya que el futuro dependa en parte del pasado, sino que
el propio pasado adquiere algunas de sus características en función del
futuro que efectivamente se realiza." (Ibáñez, 1989: 111).
La falacia de los hechos ex-post facto tiene mucho que ver con la
utilización que hacemos del lenguaje en la construcción de explicaciones
y, naturalmente, con la construcción que hacemos del pasado. En efecto,
mediante el lenguaje, los seres humanos somos capaces de crear
nociones y explicaciones que, a pesar de tener exclusivamente una
entidad lingüística, nos constriñen e impiden eludir esas mismas nociones
y explicaciones que hemos construido, imponiéndonos su "realidad".
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Para Paul Ricoeur (1984), la trama unifica lo diverso en una
acción total y completa conformada por las circunstancias, los objetivos y
los medios, las iniciativas y las interacciones, así como también las
adversidades y otras consecuencias no deseadas que se puedan
desprender de las actividades humanas.
La memoria como acción social: relaciones, significados e imaginario
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Cualquier narración es posible, pero no todas son aceptables. Los
atributos de las narraciones bien configuradas están definidos cultural e
históricamente y, por lo tanto, son cambiantes (Lowenthal, 1985, Radley,
1990; Edwards y Mercer, 1987, 1989). Las relaciones de poder y las
convenciones sociales imperantes en una sociedad determinada
restringen lo que son relatos admisibles y lo que no lo son. En general,
toda narración debe, en algún sentido, ser conforme con las narraciones
reconocidas en nuestra sociedad (tanto si se refieren a nosotros/as
mismos/as, como a los/as demás). En una narración puede haber
diferencias en cuanto a los detalles, las interpretaciones, etc. pueden ser
incluso antagónicas, pero no en lo que, socioculturalmente es admisible.
Naturalmente, esta norma se puede subvertir.
La memoria como acción social: relaciones, significados e imaginario
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Se trata de ofrecer un relato coherente de las personas y del
mundo que las rodea. La explicación de las experiencias, en general, se
manifiesta conectivamente, lo que permite la progresión de una narración
que se desarrolla mediante una retórica secuencial. La continuidad del
relato, no sólo proporciona un sentido de continuidad a lo que se narra, sino
que también proporciona un sentido de continuidad al protagonista o
La memoria como acción social: relaciones, significados e imaginario
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En la Psicología Cognitiva es el/la analista quien decide si es
adecuada la "cantidad" de recuerdo que los/as participantes en un
experimento reproducen, si dan cuenta de lo esencial ("calidad"), también
juzga las alteraciones o distorsiones, la propensión al equívoco, los
comentarios sobre la organización de materiales, las opiniones sobre los
materiales, exposición de atribuciones o motivos no explícitos en los
materiales utilizados, etc. (Clark y Stephenson, 1995; Cano y Huici, 1992;
Neisser, 1982).
La memoria como acción social: relaciones, significados e imaginario
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Por ejemplo, respecto a la Guerra Civil, ¿Quién es más fiel a la
memoria, los vencedores o los vencidos? ¿Cómo podría elaborarse un
criterio "externo" para decidir qué memoria es más verosímil?. O tomando
como modelos dos muestras de trabajos de investigación periodística
relativos a la Transición a la democracia, ¿cómo podríamos decidir si es
más fiel al pasado, la versión de Victoria Prego (1995) o la de Gregorio
Morán (1991)?
La memoria como acción social: relaciones, significados e imaginario
en el que tienen que encajar, cosa que todo el mundo admite. Por otra
parte, cuando nos damos cuenta de que la respuesta humana puede verse
directamente condicionada por las propiedades del grupo, vemos de
inmediato que los hechos psicológicos de la vida social hacen algo más
que proporcionar un marco para la acción individual. No hay marco de
acción alguno que sea un determinante para la acción, por el mero hecho
de "estar ahí"." (Bartlett, 1932: 326).
Resultan emblemáticas las palabras con las que los "promotores" del
debate concluyen el artículo, los argumentos a los que recurren par
fundamentar su posición y la conclusión a la que llegan. En efecto,
Mahzarin R. Banaji y Robert G. Crowder, sostienen que el desencanto
actual hacia el estudio de la memoria en el laboratorio cuenta con
precedentes, de entre los que destacan "...lo que vino a llamarse a
principios de los 70 la "crisis de la psicología social". La crisis se refería al
sentimiento surgido entre muchos psicólogos sociales, así como entre el
público informado, de que la psicología social había renunciado a su
misión por ser una ciencia experimental. ¿A quién le interesa observar un
estudiante de segundo año de universidad a través de un espejo
unidireccional mientras llena una escala de 7 intervalos? La psicología
social, se argumentó con voz curiosamente familiar, debe interesarse por
los acontecimientos reales y la gente real si lo que quiere es hablar acerca
de la naturaleza de la conducta social. El debate continuó durante varios
años en la psicología social, pero si los procedimientos de investigación
actuales constituyen algún tipo de índice, la controversia se resolvió en
favor de la derivación de hipótesis a partir de la teoría y la comprobación
de hipótesis en el laboratorio." (Banaji y Crowder, 1989: 1192).
que este enfoque promete más dificultades y abre más interrogantes que
respuestas y/o explicaciones ofrece. En el subapartado anterior he tratado
de esbozar algunas de las limitaciones que considero más significativas;
otros aspectos ya han sido tratados en la primera sección. Naturalmente,
las objeciones que se han hecho y que se continúan haciendo a la
Psicología Cognitiva respecto del estudio de la memoria, no se agotan en
las aquí expuestas. Sin embargo, creo que es más pertinente encarar
otras reflexiones que, en mi opinión, permiten acceder a una mejor
inteligibilidad de la memoria y el olvido.
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Tanto si han logrado su fin, o no; como si se han llegado, o no a
concluir.
La memoria como acción social: relaciones, significados e imaginario
38
La escritura o la lectura no son actividades desocializadas, sino que
constituyen, en algún sentido, una acción conjunta que tiene su inserción
en el ámbito de las relaciones humanas: un/a escritor/a requiere de la
presencia virtual de un/a lector/a cuando realiza su tareas; un/a lector/a
cuenta con la presencia del escritor/a cuando lee.
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Los objetos en sí mismos no poseen significado sino que lo adquieren
en virtud de las asignaciones que hacemos las personas como partícipes
de un medio sociocultural. La memoria de los objetos no sólo se traduce
en la definición de cómo eran sino, en muchos casos, por las relaciones
que mantenemos o manteníamos con ellos. Muchos objetos están
especialmente diseñados para hacernos recordar, pero quizás lo
relevante es que, en ocasiones, los creamos para conmemorar en el
futuro.
Respecto a los objetos, Alan Radley (1990) señala la importancia
de estudiar las prácticas sociales mediante las cuales las personas nos
vinculamos con el "mundo material".
La memoria como acción social: relaciones, significados e imaginario
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Al afirmar, por ejemplo: No tengo ninguna duda que lo que te he
explicado es tal y cómo ocurrió, el/la interlocutor/a se compromete con su
afirmación y se responsabiliza de sus palabras. Obviamente, puede estar
mintiendo o persiguiendo algún fin reprobable. Sin embargo, no existe
ninguna posibilidad de verificación fuera de la conversación y en el marco
de la relación específica.
La memoria como acción social: relaciones, significados e imaginario
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Son habituales expresiones del tipo: ¿lo sabes o lo recuerdas?, no
me fío de mi memoria, venir a las mientes, huir de la memoria, tener
memoria de grillo, perder la memoria, refrescar la memoria, venir a la
memoria, borrar de la memoria, caer en olvido, sacar del olvido, reprimir el
recuerdo.
La memoria como acción social: relaciones, significados e imaginario
42
Sea lo que sea, lo que se pueda considerar como tal.
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Ilya Prigogine refiere una anécdota entre Werner Heisenberg y Niels
Bohr cuando visitaban el castillo de Kronberg. Este último le dijo a
Heisenberg: "¿No es extraño como cambia este castillo al rememorar que
La memoria como acción social: relaciones, significados e imaginario
49
Por ejemplo, algunos estudios (Edwards y Middleton, 1986, 1988;
Edwards y Mercer, 1987, 1989; Billig, 1990) han mostrado que cuando las
personas hacen memoria a partir de fotografías familiares, películas,
temas escolares o recuerdan experiencias compartidas (felices o
traumáticas), su memoria trasciende las perspectivas individuales,
convirtiéndose en la base de recuerdos futuros. Es decir, les permite
"descubrir" y reinterpretar aspectos del pasado que se convierten en
contexto y contenido de la construcción de la memorias futuras. En
ocasiones, conjuntamente, las personas se vuelcan en "recuperar" algún
recuerdo que alguno/a de los/as participantes en una conversación no
puede conseguir por sí mismo. Esto es posible, por su inserción en una
cultura determinada. Es decir, construyen algo conocido en lo que es la
evolución sociohistórica de una comunidad, aquello que se puede
"restituir" dentro de las posibilidades que ofrecen los artefactos y
costumbres culturales.
50
Carlos Martín Beristain y Francesc Riera sugieren respecto de la
memoria colectiva que "Para ayudar a las personas a afrontar mejor la
muerte de personas queridas que ha producido la represión, y darle a
este proceso un sentido comunitario, podemos proponer en el grupo
reconstruir colectivamente su memoria.
Esto puede facilitarse de dos maneras sucesivas. Primero cada
persona trata de reconstruir la memoria de la persona muerta: quién era,
cómo lo recuerda, qué le gustaba, qué hacía, en qué creía. Luego en el
grupo se puede pasar a reconstruir esa memoria de forma colectiva: que
tenían en común, por qué lucharon, qué nos enseñaron, qué hemos
aprendido de ellas, qué sentido tiene todo esto que hemos vivido. De este
modo, tratamos también de recuperar su memoria y hacerla parte de
La memoria como acción social: relaciones, significados e imaginario
Sin embargo, no son sólo las relaciones entre personas las que dotan de
sentido de continuidad y, por lo que he mostrado, también de
discontinuidad, a nuestras experiencias y a nuestra sociedad; también el
"mundo material" (Radley, 1990; Fernández Christlieb, 1991; Raphaël y
Herberich-Marx, 1989; Boyarin, 1989) contribuye a la creación de prácticas
sociales que proporcionan continuidad a nuestra vida y a la de nuestra
sociedad. Actualmente, somos numerosas las personas que poseemos
objetos personales que favorecen la memoria y es frecuente la visita a
archivos, bibliotecas, museos, panteones, ciudades, edificios; a los
"lugares de memoria", espacios de conservación y conmemoración, según
la afortunada expresión de Pierre Nora (1984); también lo es la compra de
objetos en los viajes o en las conmemoraciones, así como hacer
fotografías de diferentes acontecimientos que se nos antojan memorables
La memoria como acción social: relaciones, significados e imaginario
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Maurice Halbwachs se refiere al la obra, La
topographie légendaire des évangiles en terre sainte.
La memoria como acción social: relaciones, significados e imaginario