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Inés del

alma mía

Autora: Isabel Allende


Estudiante: Axel Jeffry Herhuay Hugo
Profesor: Oscar Manrique
Curso: Literatura
Grado: 5to de secundaria
Año: 2023
Isabel allende nos adentra a la emocionante
historia de Inés Suarez que recorrido América
en busca de su marido y fundo la ciudad de
Santiago la cual protegió a capa y escudo.
todos estos sucesos son leídos por la hija
adoptiva de Inés en una especie de diario
donde deja todas sus memorias vividas.
Pag 1………… ……………………… dedicatoria
Pag 2…………………………………………cap1
Pag 3…………………………………………. Cap2
Pag 4………………………………………. cap. 3, cap. 4
Pag 5……………………………………. cap.5, cap.6
Pag 6…………………………………. mensaje
Pag 7………………………………………. Biografía
Pag 8……………………………………. imágenes
Pag 9……………………………
Le dedico esta obra a mi profesor Oscar que creyó en mi
al momento de darme esta obra que al final termino
gustándome, gracias profesor por darme la oportunidad
de poder estar bien en su curso.
Inés Suarez Se crio con su abuelo, ebanista de profesión y junto a su hermana mayor,
Asunción. Su abuelo no quería Inés tuviera novio, para que cuidara de él en sus últimos
años, como «castigo» por no haber tenido un nieto varón y la «dote» que correspondía a
Inés fue entregada a su hermana Asunción, pero Inés no quería verse en el futuro
cuidando de su abuelo y se propuso conseguir su propia dote con su trabajo cosiendo y
bordando.
En 1526, en una de las devotas procesiones, conoció a Juan de Málaga, un joven alto, de
espalda ancha, cabello rizado y ojos de gato. Ella desobedeció a su familia y sonrió a
Juan, así comenzó su relación. Su abuelo se opuso y declaró la «guerra» a Inés, pero al
final tuvo que ceder.
Juan de Málaga, no era tan encantador como parecía, era mujeriego, jugador y bebedor,
pero aun así Inés y Juan de Málaga se casaron.
Aquel matrimonio iba de mal en peor, él vivía a costa de Inés y ella no lograba quedarse
embarazada, lo que todavía alejaba más a la pareja, haciendo de ese matrimonio un
verdadero infierno.
Juan soñaba con viajar al «Nuevo Mundo» y hacerse rico conquistando lejanas tierras,
así que un buen día partió en busca de «El Dorado» sin despedirse de Inés, para
entonces, a Inés ya le había transmitido su sueño de viajar a las Indias, pero no en busca
de fama y oro, como era el sueño de todos los hombres, si no en busca de la libertad.
Inés consiguió la licencia para partir hacia el «Nuevo Mundo», pero debía ir
acompañada de un familiar hasta que encontrara allí a su marido, así que partió con su
sobrina Constanza (hija de su hermana Asunción), Constanza, tenía 15 años y vocación
de religiosa, debería mandarla de regreso a España con dote para ingresar en un
convento, tan pronto encontrara a Juan.
En 1537, partieron en un viaje muy duro y repleto de historias y aventuras que duró 3
meses.
Al poco tiempo de tomar tierra, Constanza, abandonó por completo su vocación
religiosa y se casó con Daniel Belalcázar, un aventurero que conocieron en su viaje.
Inés comenzó a buscar a su marido, Juan de Málaga. Pedro Valdivia, se crio en
Plasencia, venía de una familia de militares pobres, pero con muchos triunfos.
Francisco Aguirre, de Talavera de la Reina, era el mejor amigo de Pedro Valdivia, y
estaba enamorado de su prima, un amor ¿imposible?
Los dos estaban orgullosos de servir al Rey en sus guerras, bajo las órdenes del
Marqués de Pescara, y en todas ellas vencieron con astucia.
Pedro se enamoró de Marina Ortiz de Gaete, sobre todo de su inocencia, cuando ella
tenía tan sólo 13 años, apenas había cumplido los 14 cuando se casaron, Pedro ya había
pasado los 20 años y Marina hacía muy poco tiempo de que ella empezara a menstruar,
a la niña nadie le había explicado que pasaría a partir de la primera noche de bodas con
su marido, así que cuando lo descubrió por ella misma se asustó, y fue un gran
obstáculo para Pedro, en la respetaba mucho y sobre todo su gran inocencia que le
había hecho enamorarse de ella, por ello Pedro volvió a alistarse en el ejército.
Pedro y Francisco siguieron venciendo juntos en cada una de las guerras.
Al cabo de unos años, Pedro, harto de lo que conseguía una guerra, convirtiendo a
los hombres en seres que amaban la violencia, decidió retirarse y envejecer al lado
de su «intocable» esposa mientras soñaba con el «Nuevo Mundo» y formar parte de
la historia.
Años después de esta retirada, llegó a su casa Jerónimo de Alderete, un hombre que
reclutaba hombres para llevarlos a Las Indias, era también, amigo de Francisco
Aguirre, quien estaba dispuesto a marchar dejando atrás a su mujer y sus cinco
hijos. Al final Pedro decidió marchar también a convertir sus sueños en realidad.

Pedro, con 35 años, se endeudó para poder marchar al «Nuevo Mundo», dejando
atrás a su inocente mujer con la promesa de regresar siendo rico o llevarla con él.
Tras varios meses de aventuras y penurias llegó a Perú, para ayudar a Francisco
Pizarro a luchar contra los indios, pero, para su sorpresa, tuvo que luchar contra
españoles, mientras los indios observaban divertidos la batalla, fue uno de los
momentos más vergonzosos de su carrera militar y allí decidió marchar a conquistar
Chile.
Inés seguía buscando a su marido, aunque le aseguraron que había muerto en
batalla. Se ganaba la vida como costurera y curando heridos en Perú.
Una noche, mientras Pedro de Valdivia estaba en una taberna, estudiando su propia
conquista de Chile, escuchó los gritos de un hombre que quería secuestrar a una
viuda española, cuándo este hombre salió de la taberna lo siguió y así conoció a
Inés, salvándola de su secuestro, fue entonces cuando se enamoraron.
Inés ya se había convencido de la muerte de su marido, y entre los dos prepararon,
con muchas dificultades, su viaje a la conquista de Chile.
En enero de 1540, por fin pudieron emprender su ansiado viaje.
Los indios chilenos, enseguida se enteraron de esta «expedición» y esperaban armados a
los «huincas», así llamaban a los españoles, en su idioma, significaba gente mentirosa,
ladrones de tierra.
Durante el viaje, se fueron uniendo más soldados y les iban llegando refuerzos, entre ellos,
llegó Rodrigo de Quiroga.
Tuvieron que atravesar un peligroso desierto, por el cual sin la ayuda de un «don» de Inés no
hubieran podido sobrevivir.
Una vez pasado el desierto, acamparon durante varios días para reponerse de tan duro viaje
y poder seguir su camino, en estos días se unió a ellos Francisco Aguirre, hubo muchos
nacimientos de niños, caballos y llamas, pero también sufrieron varios y muy duros ataques
de los indios chilenos.

Después de más de un año de viaje, fundaron su primera ciudad «Santiago de la Nueva


Extremadura», empezaron a construir sus casas, la capilla, empezaron a plantar para tener
su propia cosecha y a criar sus animales, pero a los indios no les gustaba la idea de que se
quedarán allí para siempre y les pondrán sus propios impedimentos….
Inés fue una pieza clave, para conseguir que esta ciudad progresara con éxito.
Pasaron unos años de miserias hasta que pudieron conseguir refuerzos para las
batallas contra los indios y provisiones para sobrevivir.
La ciudad de Santiago comenzó a prosperar y fundaron otra ciudad «La Serena», pero
Pedro de Valdivia no se conformaba con esto y quiso seguir conquistando más
territorios.
Pedro partió a Perú, sin despedirse siquiera de su hasta entonces amante, Inés
Suarez, y entonces comenzó una «amistad amorosa» entre ella y Rodrigo de Quiroga.
Pedro de Valdivia, después de vencer en una guerra en Perú y obtener legalmente su
título de gobernador de Chile, fue sometido a un juicio por unos delitos que había
cometido y por compartir su cama con Inés (recordemos, que, aunque ella era viuda, él
seguía casado con Marina), él salió libre todas las acusaciones, pero Inés no, ella
debería volver a España, aunque quizás el matrimonio pudiera salvarla…
Así fue como se casó con Rodrigo de Quiroga, quien a su vez amaba a Inés desde
hacía mucho tiempo, pero al ser la amante de su amigo y gobernador Pedro de Valdivia
lo llevaba en secreto, y formaron su propia familia, Rodrigo de Quiroga, Inés e Isabel,
hija de Rodrigo de Quiroga y una india que falleció de una enfermedad.

Los primeros meses como esposa de Rodrigo de Quiroga, Inés los pasa decorando la
casa y amueblándola, también planta árboles y flores en el jardín, lejos de sus
ocupaciones diarias, sobre todo por evitar cruzarse con Pedro de Valdivia.
Rodrigo de Quiroga, la conquista día a día, e Inés pronto se da cuenta de lo mucho que
ama a ese hombre.
Inés vuelve a sus ocupaciones, como una mujer felizmente casada y enamorada de su
marido, así se sentía ella, y adorando a su hija, para Inés, Isabel, la hija de Rodrigo de
Quiroga siempre fue cómo su propia hija.
Pedro de Valdivia, consigue aliarse con los indios que habitan el norte de Santiago,
después de muchas batallas contra ellos, y juntos deciden vencer a los indios del sur,
pero hay algo que ellos no sospechan ¿conseguirán vencerlos?
Inés y Rodrigo de Quiroga, junto a su hija Isabel, vivieron felices y enamorados,
superando los problemas que se les iban presentando, pero ¿qué fue de Pedro de
Valdivia?
Esta obra me dejo el mensaje de que el amor nos puede
transformar ya sea de manera positiva o negativa o ya sea
que seamos correspondidos o no además de que nos habla
de la vida de las mujeres en esa época.
Isabel Angélica Allende Llona es una escritora chilena. Desde
2004 es miembro de la Academia Estadounidense de las Artes y
las Letras. Obtuvo el Premio Nacional de Literatura de Chile en
2010.
Esposos: Roger Cukras (m. 2019), Willie Gordon (m. 1988–2015),
Miguel Frías (m. 1962–1987)
Padres: Tomás Allende, Francisca Llona Barros
Hijos: Paula Frías Allende, Nicolás Frías Allende
Premios: American Book Award
Otras de sus obras:
✓ La casa de los espíritus
✓ Violeta
✓ Paula
✓ La ciudad de las bestias

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