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Las causas del conflicto hay que buscarlas en la crisis del equilibrio Europeo a fines
del siglo XIX. La aparición del II Reich, EL SEGUNDO IMPERIO ALEMÁN, dejó como
secuela una profunda humillación en Francia, deseosa de recuperar las provincias de
Alsacia y Lorena, y restaurar sus tradicionales prestigio y hegemonía en el Viejo
Continente. Por otro lado, la política agresiva desplegada por Alemania a partir de 1890 4
dio origen a continuas fricciones con Inglaterra, a causa del empuje colonial, marítimo y
comercial germano. Igualmente determinante fue la llamada “Cuestión de Oriente”, que
oponía a Rusia y al Imperio Austrohúngaro por el control de los Balkanes, a la vez que el
nacionalismo de los pueblos allí asentados (y especialmente de Serbia) generaba roces
constantes con las potencias vecinas (indirectamente, también la “Cuestión de Oriente”
enemistó a Rusia y Alemania, aliada de Austria – Hungría). Como referencia, cabe señalar
que la aparición en el siglo XIX de ideologías defensoras del uso de la fuerza (como las
propuestas por Stirner, Nietzsche o Kipling) evidenciaban ya un viraje del pensamiento
hacia soluciones más radicales.
Ante la lucha inminente, las potencias optaron por buscar la amistad de otras
naciones, con el fin de obtener el respaldo necesario para alcanzar sus objetivos. Esta
política de alianzas sirvió de factor generalizador el enfrentamiento bélico.
La necesidad de obtener un aliado que le permitiera afrontar una guerra con el nuevo
Imperio Alemán llevó a Francia a un acercamiento con Rusia, que a partir de 1890
empezó a ser relegada por el Reich, más favorable a Austria. En 1892, Francia y el
Imperio zarista firmaron un pacto prometiéndose mutua ayuda en caso de una agresión
alemana o de los aliados de ésta. De otro lado, la imposibilidad de llegar a un acuerdo con
el Reich condujo a Inglaterra a intentar al menos contener el empuje Germano mediante
un entendimiento con Francia. Solucionados los problemas coloniales entre ambos
países, se firmó en 1904 la “Entente Cordiale” (Entendimiento cordial), con lo que se
perfilaba ya la denominada “Triple Entente”, refrendada por el acuerdo Anglo – Ruso de
1907, que resolvía los conflictos entre ambos países en el Afganistán, Tibet y Persia.
Por último, otros pequeños países se integraban en las alianzas. Serbia enfrentada con
Austria por la anexión a este país de Bosnia – Herzegovina, contaba con el apoyo ruso,
que buscaba así aumentar su influencia en los Balcanes. Bulgaria, por el contrario,
vencida por Serbia en 1913, era más propensa a entenderse con Austria, a quien el
crecimiento de Serbia incomodaba, por representar un polo de atracción para las minorías
eslavas sometidas al Imperio. Finalmente, la secular enemistad ruso – turca facilitaba un
acuerdo de Turquía con el Reich, aunque no de muy buena gana.
Sabiendo que el atentado había sido planeado en Serbia (la prensa serbia festejó el
asesinato), Austria – Hungría le envió un ultimatum el 23 de julio de 1914, exigiendo, entre
otras cosas, libertad para que la policía austriaca ingresara en territorio serbio para
realizar las investigaciones. Pero lo certeza del apoyo ruso ocasionó el rechazo del
ultimátum por parte de Serbia (El 24 de julio Rusia había empezado a preparar sus
ejércitos). El 28 de julio de 1914, Austria – Hungría declaró la guerra a Serbia.
Era imperativo para Alemania obtener un triunfo rápido, ya que a la larga el ejército
germano no podría sostener una guerra en dos frentes. Esta situación se agravaba con la
intervención de Inglaterra, dominadora de los mares y, por tanto, capaz de cerrar el
acceso al reich de productos vitales para su economía. La larga duración de la guerra, el
bloqueo de los mares y la intervención de los EE.UU. (1917) fueron los principales
factores que ocasionaron la ruina del II Reich.
Entre tanto, en oriente Rusia se había movilizado antes de lo previsto, pero tras
algunos éxitos iniciales los generales alemanes Hindenburg y Ludendorff aplastaron a los
rusos en Tannenberg y los lagos masurianos. Por otro lado, el ingreso de Turquía a favor
de Alemania asestaba un duro golpe a Rusia, que ya no podía ser abastecida por el sur.
Sin embargo, la guerra debía ganarse en Occidente.
ACTIVIDADES
ACTIVIDADES
2. ¿En qué año Francia y el Imperio Zarista firmaron un pacto para defenderse de una
agresión alemana?