Está en la página 1de 2

Carmen Joana Pedraza Castañeda

Capítulo 6
Terapia de juego cognitivo-conductual
• La terapia cognitivo-conductual (TCC) se basa en el modelo cognitivo de los trastornos
emocionales, que contempla una interacción entre cognición, emoción, conducta y fisiología
(Beck y Emery, 1985).
• La conducta está mediada por procesos verbales, y las alteraciones emocionales y
conductuales se conceptualizan como la expresión de un pensamiento irracional. Las
emociones y conductas de una persona están determinadas en gran medida por la manera
en que piensa acerca del mundo (Beck, 1967, 1972, 1976).
• La TCC, desarrollada para adultos, ayuda a identificar y modificar el pensamiento negativo
que ocasiona las emociones negativas y las conductas desadaptativas.
• Las tres premisas más importantes de la TCC son: 1) los pensamientos influyen en las
emociones y conductas del individuo que se manifiestan como respuesta a los eventos, 2)
las percepciones e interpretaciones de los eventos son moldeadas por las creencias y
suposiciones del individuo y 3) los errores de lógica o distorsiones cognitivas predominan
en individuos que padecen dificultades psicológicas (Beck, 1976).
• La TCC consta de un conjunto de técnicas que buscan apaciguar los síntomas de dolor
psicológico mediante la “modificación directa de la ideación disfuncional que los acompaña”
(Bedrosian y Beck, 1980, p. 128).
• El terapeuta que practica este tratamiento tiene que identificar y encontrar patrones de
pensamiento para, luego, cambiar los pensamientos disfuncionales. Con adultos, estos
pensamientos se revelan por medio de preguntas focalizadas y una introspección cuidadosa.
• Se entiende que la TCC no se puede emplear en su forma original con niños pequeños. Por
lo tanto, la terapia de juego cognitivo-conductual (TJCC) es una adaptación de la TCC
diseñada para ajustarse en términos de desarrollo a niños preescolares y de los primeros
años de escuela.
• El terapeuta de la TJCC debe tomar cursos y tener entrenamiento clínico y grados en alguna
disciplina pertinente (p. ej., psicología, trabajo social, psiquiatría). Debe contar con una
cédula profesional (o trabajar bajo la supervisión de un terapeuta con cédula).
• Los terapeutas que ya cuentan con las competencias para trabajar con niños mayores y
adolescentes requieren de un entrenamiento específico y supervisión en terapia de juego y
en el trabajo con niños pequeños.
• Debido a que la TJCC emplea técnicas psicoeducativas para enseñar habilidades de
afrontamiento más adaptativas, las intervenciones tienen sentido para el niño con
dificultades conductuales/emocionales, sobre todo cuando se relacionan con pensamientos
desadaptativos.
• La TJCC está contraindicada cuando hay conflictos claros entre el cuidador y el niño que
están relacionados con una parentalidad problemática, sobre todo cuando el niño
desobedece.
Carmen Joana Pedraza Castañeda

• a TJCC se lleva a cabo en un cuarto de juego, aunque se pueden usar otro tipo de espacios.
El cuarto de juego debe contar con juguetes, materiales para pintar, títeres, muñecas, carros,
bloques y otros materiales.
• En el cuarto de juego, los juguetes deben: a) estar a la vista y ser accesibles para el niño y
b) mantenerse en un lugar fijo, de modo que el niño sepa dónde encontrar las cosas en
cualquier sesión.
• El niño debe estar en un espacio seguro y consistente para conservar sus proyectos
personales de una sesión a otra. Es recomendable contar con un cajón con llave para que
el niño sepa que se respetará su confidencialidad.
• La confidencialidad del niño se respeta de varias maneras. Los proyectos que son muy
personales (p. ej., los dibujos o libros que crea el niño) deben protegerse de modo que
ningún otro niño que esté en el cuarto de juego pueda tocarlo. A veces, no es claro qué se
puede considerar dentro de esta categoría.
• Por lo general, las sesiones de la TJCC suelen ser semanales, pero hay mucha flexibilidad
en relación con la periodicidad de las reuniones. Cuando las circunstancias indican que sería
beneficioso programar sesiones con mayor frecuencia, se debe considerar esta posibilidad,
sobre todo durante un periodo especialmente estresante o problemático para el niño o su
familia.
• Existen diversas maneras de llevar a cabo la evaluación y la planeación del tratamiento. Por
lo general, el primer paso es entrevistar a los cuidadores, sin que el niño esté presente. En
esta entrevista, el terapeuta reúne información de la historia del niño y los antecedentes del
problema, es decir, información sobre el nivel de desarrollo del niño en las áreas cognitiva,
emocional, social, de habilidades de solución de problemas, así como la historia del
problema actual.
• La observación conductual y el juego diagnóstico son herramientas frecuentes que
complementan las medidas estandarizadas. Esto suele incluir la evaluación de las
habilidades de juego de niños pequeños, en tanto que la investigación ha mostrado que la
terapia de juego es más eficaz con niños que tienen buenas habilidades para el juego de
fantasía (Russ, 2004).
• Se considera que la calidad de este tipo de juego está determinada por a) habilidades
cognitivas, como organización, pensamiento divergente y simbolismo; b) habilidades
emocionales, como expresión de emociones, comodidad/placer al jugar y regulación
emocional; c) habilidades interpersonales/sociales, como empatía y comunicación; y d)
habilidades de solución de problemas, como el tipo de acercamiento a los problemas y la
capacidad para resolver conflictos.
• La TJCC se desarrolló adaptando técnicas que ya gozaban de apoyo empírico para utilizarlas
en un escenario de juego con niños pequeños. Diseñada de manera específica para niños
de 3 a 8 años, la TJCC hace hincapié en la participación del niño en el proceso terapéutico.
El niño es un participante activo en el proceso de cambio.
• Se puede incluir una amplia variedad de métodos cognitivos y conductuales en el
tratamiento.

También podría gustarte