embarazo. Sin embargo, incluso antes de que no tengas un período menstrual, podrías sospechar que estás embarazada (o esperarlo). Conoce los primeros signos y síntomas del embarazo y por qué se producen.
Signos y síntomas comunes
del embarazo Los primeros signos y síntomas más comunes del embarazo podrían incluir los siguientes:
Falta de menstruación. Si estás en
edad fértil y ha pasado una semana o más sin que se inicie un ciclo menstrual esperado, es posible que estés embarazada. Sin embargo, este síntoma puede ser engañoso si tienes ciclos menstruales irregulares. Mamas sensibles e hinchadas. Al principio del embarazo, los cambios hormonales pueden hacer que las mamas se vuelvan sensibles y se inflamen. La molestia probablemente disminuirá después de unas pocas semanas a medida que tu cuerpo se adapte a los cambios hormonales. Náuseas con o sin vómitos. Las náuseas del embarazo pueden aparecer a cualquier hora del día o de la noche y, a menudo, comienzan uno o dos meses después de quedar embarazada. Sin embargo, algunas mujeres sienten náuseas antes y otras nunca las tienen. Aunque la causa de las náuseas durante el embarazo no está clara, es probable que las hormonas del embarazo jueguen un papel importante. Aumento de la cantidad de micciones. Es posible que orines más a menudo de lo habitual. La cantidad de sangre del cuerpo aumenta durante el embarazo, lo que hace que los riñones procesen líquido extra que termina en la vejiga. Fatiga. La fatiga también es uno los primeros síntomas del embarazo. Nadie sabe con certeza las causas de la somnolencia durante el primer trimestre del embarazo. Sin embargo, un rápido aumento de los niveles de la hormona progesterona a principios del embarazo puede contribuir con la fatiga. Otros signos y síntomas de embarazo Otros signos y síntomas menos evidentes del embarazo que podrías tener durante el primer trimestre incluyen los siguientes: Humor cambiante. La avalancha de hormonas en tu cuerpo al comienzo del embarazo puede hacerte sentir inusualmente emotiva y llorona. Los cambios de humor también son comunes. Hinchazón abdominal. Los cambios hormonales durante el comienzo del embarazo pueden hacer que te sientas hinchada, de manera similar a como te sentirías al comienzo de un período menstrual. Manchado leve. El manchado leve puede ser uno de los primeros signos del embarazo. Se lo conoce como sangrado de implantación y ocurre cuando el óvulo fecundado se adhiere al revestimiento del útero, unos 10 a 14 días después de la concepción. El sangrado de implantación ocurre alrededor de la fecha en que esperarías tener tu período menstrual. Sin embargo, no todas las mujeres lo tienen. Calambres. Algunas mujeres padecen calambres uterinos leves al principio del embarazo. Estreñimiento. Los cambios hormonales hacen que el sistema digestivo se haga más lento, lo que puede provocar estreñimiento. Aversiones alimentarias. Cuando estás embarazada, podrías volverte más sensible a ciertos olores y tu sentido del gusto podría cambiar. Como la mayoría de los demás síntomas del embarazo, estas preferencias alimentarias pueden atribuirse a cambios hormonales. Congestión nasal. El aumento de los niveles hormonales y de la producción de sangre puede hacer que las membranas mucosas de la nariz se hinchen, se sequen y sangren fácilmente. Esto puede hacer que tengas la nariz tapada o goteo de la nariz. ¿Realmente estás embarazada? Muchos de estos signos y síntomas no son exclusivos del embarazo. Algunos pueden indicar que te estás enfermando o que tu período está a punto de comenzar. De la misma manera, puedes estar embarazada sin que se manifiesten muchos de estos síntomas. Aun así, si no tienes el período y notas algunas de las señales o síntomas anteriores, hazte una prueba de embarazo en casa o consulta con tu proveedor de atención médica. Si el resultado de la prueba de embarazo en casa es positivo, programa una cita médica con tu proveedor de atención médica. Cuanto antes se confirme tu embarazo, más rápido podrás comenzar la atención médica prenatal. Si planificas concebir o recién te enteras de que estás embarazada, comienza a tomar una vitamina prenatal todos los días. Las vitaminas prenatales generalmente contienen vitaminas y minerales importantes, como ácido fólico y hierro, para apoyar el crecimiento y desarrollo de tu bebé. Por qué se producen los antojos en el embarazo Los antojos de la embarazada son caprichos, generalmente relacionados con la comida, que afectan a tres de cada cuatro mujeres embarazadas. Se caracterizan por un apetito especial hacia algo en concreto, que no se satisface con un sustituto. Además, la necesidad de satisfacción es urgente y, cuando se consigue, cualquiera de estos caprichos producen un placer especial.
Posibles causas de los antojos en el embarazo
- Mientras que algunos expertos relacionan
los antojos con los cambios hormonales que se producen durante el embarazo y que tienen un impacto muy poderoso en los sentidos del gusto y el olfato, otros especialistas, entre ellos algunos nutricionistas, creen que los antojos surgen para compensar una necesidad nutricional. En el plano psicológico, se cree que los antojos de la embarazada responden, por un lado, a una mayor necesidad de afecto por parte de la mujer hacia su pareja y, por otro, a la desviación de la sensación de ansiedad que provoca el embarazo. El hecho de que los alimentos que más se antojan sean los "prohibidos", como el chocolate, también hace pensar en una causa psicológica.
5 Ideas para controlar los antojos en el embarazo
1. Desayuna bien cada mañana Saltarse el desayuno puede aumentar tus antojos y tus ansias por un determinado tipo de alimento. 2. Haz ejercicio Practicar algún tipo de actividad física reduce la ansiedad y mejora el estado emocional al segregar endorfinas, las hormonas del bienestar. 3. Apoyo emocional Los cambios emocionales que atraviesa la mujer en el embarazo pueden incrementar tus antojos para satisfacer tus necesidades con comida. Déjate querer y abrazar. 4. Buen humor Más que luchar contra ellos, tómate tus antojos con buen humor. 5. Antojos más sanos Intenta sustituir los alimentos calóricos por otros más bajos en calorías como el helado por helado de yogur y los dulces por fruta fresca.