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ENSAYO

“FACULTADES DE LOS GOBIERNOS INDIGENA ORIGINARIO


CAMPESINO ESTABLECIDO EN LA CONSTITUCION POLITICA DEL
ESTADO Y LA LEY MARCO DE AUTONOMIAS”

ORLANDO CAMACHO CUEVAS

LA PAZ - 2023
ENSAYO

TEMA: FACULTADES DE LOS GOBIERNOS INDIGENA ORIGINARIO CAMPESINO


ESTABLECIDO EN LA CONSTITUCION POLITICA DEL ESTADO Y LA LEY
MARCO DE AUTONOMIAS.

1.- INTRODUCCIÓN

La propuesta de un nuevo modelo de Estado que contiene la actual Constitución


Política, descansa sobre dos pilares fundamentales: el primero, la concepción de un
Estado Plurinacional que reconoce a las diferentes naciones y pueblos indígena
originarios garantizándoles su libre determinación en el marco de la unidad; el
segundo, la concepción de un Estado Autonómico que establece una
descentralización territorial expresada en la capacidad de conceder autogobierno
mediante las facultades legislativas, reglamentarias y ejecutivas. Ambos pilares
rompen con los conceptos de un Estado-Nación monocultural y centralizado que fue
característico de la época republicana. En el afán de evaluar esta nueva propuesta
estatal, es importante considerar a la consolidación de las Autonomías Indígena
Originarias Campesinas como el espacio de síntesis de estos dos pilares de reforma
ya que condesan, por un lado, el pluralismo político, social, económico, jurídico y
cultural que enarbola el Estado Plurinacional; por otro lado, la consolidación de
Entidades Territoriales Autónomas y el ejercicio de sus competencias, fundamental
para el futuro de un Estado Autonómico.
En este marco, el proceso autonómico de los pueblos y naciones indígenas
originarios se convirtió en una realidad jurídica a partir de la CPE del 2009 y la Ley
Marco de Autonomías y Descentralización Nº 031. Ocho años después se visibiliza
grandes avances en la consolidación institucional, política y sobre todo jurídica de
estas entidades territoriales autónomas.
2.-DE LAS FACULTADES DE LOS GOBIERNOS INDIGENA ORIGINARIO
CAMPESINO.
El régimen autonómico esta compuesto por cuatro tipos de autonomías,
departamentales, regionales, municipales e indígena originaria campesinas, cuya
finalidad es otorgar mayor descentralización administrativa, política y financiera a los
gobiernos autónomos, pero esencialmente, distribuir las funciones políticos –
administrativas del Estado de manera equilibrada y sostenible en el territorio para la
efectiva participación de las ciudadanas y los ciudadanos en la toma de decisiones, la
profundización de la democracia y la satisfacción de las necesidades colectivas y del
desarrollo socioeconómico del país. No obstante lo referido debe tenerse presente
que dicho régimen se funda en el principio de unidad del país; es decir, que aun
cuando la construcción del nuevo Estado se sustenta en un régimen autonómico ello
debe realizarse sobre la base de la indivisibilidad de la soberanía y del territorio, la
cohesión interna del Estado y la aplicación uniforme de las políticas del mismo.
En el nuevo sistema constitucional de derechos de las naciones y pueblos indígenas
originaria campesina dentro del régimen autonómico que figura la organización
territorial del Estado al establecer a la autonomía indígena originaria campesina
dentro del régimen autonómico que configura la organización territorial del Estado.
La base de la autonomía indígena originaria campesina se encuentra en el articulo 2
de la Norma Suprema, al reconocer su derecho a la autonomía y al autogobierno,
claro está, en el marco de la unidad del Estado, ello sobre la base de su derecho la
libre determinación. Concretamente el artículo 289 de la Constitución Política del
Estado, que dispone “La autonomía indígena originaria campesina consiste en el
autogobierno como ejercicio de la libre determinación de las naciones y los pueblos
indígenas originario campesinos, cuya población comparte territorio, cultura, historia,
lenguas, y organización o instituciones jurídicas, políticas, sociales y económicas
propias”, bajo
ese mandato, el art. 43 de la Ley Marco de Autonomías y Descentralización,
establece que el concepto de lo indígena originario campesino, debe entenderse
como un concepto indivisible que identifica a los pueblos y naciones de Bolivia cuya
existencia es anterior a la colonia, con población que comparte territorialidad, cultura,
historia, lenguas y organización o instituciones jurídicas, políticas, sociales y
económicas propias, y así se denomine solamente como indígenas o como originarios
o como campesinos, pueden acceder en igualdad de condiciones al derecho a la
autonomía. Es decir, que al construir su propia autonomía implica no solo el derecho
a elegir a sus autoridades y administrar sus recursos sino también el ejercicio de
facultades legislativas, reglamentarias, fiscalizadoras y ejecutivas, mediante sus
propias instituciones y procedimientos u órganos de gobierno en el ámbito de su
jurisdicción, competencia y atribuciones. Al establecer la Norma Suprema en el
articulo 289, lo anterior señalado, resalta el derecho de las naciones y pueblos
indígenas originario campesinos a dotarse de su propia institucionalidad gubernativa y
elegir directamente a sus autoridades y que responda a sus propias normas y formas
de organización. Debido a que la autonomía indígena originaria campesina, no es
similar a los otros tipos de autonomía reguilados en la Constitución Política del Estado
y la Ley Marco de Autonomías y Descentralización “Andrés Ibáñez”, su alcance
comprende el autogobierno a ejercerse, según dispone el art. 290 parágrafo II de la
Norma Suprema, mediante sus propias normas, instituciones, autoridades y
procedimientos, como ejercicio de su derecho a la libre determinación previsto en los
artículos 2 y 30. II. 4 de la Norma Suprema. Es decir, la autonomía indígena originaria
campesina garantiza a las naciones y pueblos indígenas originarios campesinos, la
elección directa de sus autoridades, la administración de sus recursos económicos, y
el ejercicio de las facultades legislativas, reglamentarias, fiscalizadora y ejecutiva en
el marco de sus competencias y atribuciones; y, todas las facultades y atribuciones
que en el ejercicio de su derecho a la libre determinación le sean reconocidos por la
constitución Política del Estado. Dicho de otro modo y teniendo presente que la
autonomía indígena originaria campesina consiste en el autogobierno, garantiza la
capacidad de una nación o pueblo indígena originario campesino de gobernarse al
interior de sus pueblos y territorios en base a sus normas y formas propias sin
interferencias externas, decidiendo o definiendo libremente su organización territorial,
sus sistemas jurídicos, políticos y económicos acordes a su cosmovisión en base a
sus propios necesidades, intereses y visión, siempre en el marco de la unidad del
Estado.

3.- CONCLUSIONES
Por lo cual concluimos que las facultades de los gobiernos indígena originario
campesino establecido en la constitución política del estado y la ley marco de
autonomías son las siguientes:

1. Facultad legislativa. El término facultad entendido como un poder de hacer,


expresa en el ámbito legislativo la potestad de los órganos representativos de emitir
leyes de carácter general y abstracto, cuyo contenido es normativo sobre determinada
materia. En su sentido formal, este acto de emitir leyes debe provenir de un ente u
órgano legitimado, es decir, representativo: Asamblea Legislativa o Asambleas
legislativas de las entidades territoriales autónomas con potestad de emitir leyes en
las materias que son de su competencia. Cabe destacar, que esta potestad legislativa
para las entidades territoriales no se encuentra reducida a una facultad normativo-
administrativa, dirigida a la promulgación de normas administrativas que podrían
interpretarse como decretos reglamentarios, pues esta interpretación no sería acorde
al nuevo modelo de Estado compuesto, donde el monopolio legislativo ya no decanta
únicamente en el órgano legislativo del nivel central, sino que existe una ruptura de
ese monopolio a favor de las entidades territoriales autónomas en determinadas
materias. Precisamente este es el cambio establecido por la Constitución Política del
Estado cuando en su art. 272, otorga a las entidades territoriales autónomas el
ejercicio de facultades legislativa, reglamentaria, fiscalizadora y ejecutiva en el marco
de su jurisdicción, competencias y atribuciones a través de sus gobiernos autónomos.
2. Facultad reglamentaria. Entendida como la potestad de emitir normas
reglamentarias para la aplicación de una ley, es decir, la que compete para completar
la aplicación de las leyes. En efecto, esta facultad tiene por finalidad la emisión de
reglamentos, entendidos como el conjunto de reglas o preceptos emitidos por
autoridad competente, que tienden a posibilitar la ejecución de la ley, precisando las
normas contenidas en las leyes sin contrariar ni ir más allá de sus contenidos y
situaciones que regula. En este contexto, tanto la facultad legislativa como
reglamentaria, emiten normas, sin embargo, la facultad reglamentaria se rige dentro
de las líneas y contenidos establecidos por la ley, con la finalidad de su aplicación. En
el caso de las entidades territoriales autónomas, esta facultad reglamentaria es
ejercida por el órgano ejecutivo de la entidad territorial autónoma respectiva con
relación a las leyes que emita el ente legislativo, según se trate. Esta facultad se
justifica porque el órgano ejecutivo, es el que conoce de las capacidades económicas,
presupuestarias, institucionales y recursos reales que se tiene para ejecutar la ley, por
tanto, a través de la facultad reglamentaria se delimita con mayor precisión la forma y
los recursos con los cuales se podrá aplicar la ley.
3. Facultad ejecutiva. Referida a la potestad de administrar la cosa pública, en el
caso de las entidades territoriales autónomas será en el marco de las competencias
exclusivas, compartidas o concurrentes. Esta facultad requiere de funciones de
técnicas y administrativas, para ejecutar la ley y las normas reglamentarias. Entonces,
respecto de esta facultad el órgano ejecutivo ya sea del nivel central como de los
gobiernos autónomos está encargado de toda la actividad administrativa, de la
gestión pública en el ámbito de sus competencias.
4. Facultad fiscalizadora. Esta facultad se encuentra introducida por el art. 272 de la
CPE, cuando confiere a los gobiernos autónomos las facultades legislativa,
reglamentaria, ejecutiva y fiscalizadora. Esta facultad tratándose de las entidades
territoriales corresponde a la asamblea legislativa del gobierno autónomo
correspondiente para controlar al órgano ejecutivo del mismo.
5. Facultad deliberativa. Es la capacidad de debatir y tomar decisiones sobre
asuntos de interés de forma consensuada por los miembros de los entes legislativos
correspondientes.

REFERENCIA BIBILIOGRAFICAS.
- Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia de 07 de febrero de
2009.
- Ley 031 Marco de Autonomías y Descentralización “Andrés Ibáñez” de 19 de
julio de 2010.
- Compendio Normativo Sobre Los Derechos y la Autonomía de los Pueblos
Indígenas Originarios Campesinos en Bolivia, Primera Edición 2022,
Viceministerio de Autonomías.

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