Leer a Homero

Ilíada, Odisea y la mitología griega

Pablo Adrián Cavallero

EDITORIAL QUADRATA - BIBLIOTECA NACIONAL

 Cavallero, Pablo Adrián
Llaves de lectura
Leer a Homero. Ilíada, Odisea, y la mitología griega - la ed. - Ciudad Au-
tónoma de Buenos Aires: Quadrata, 2014.
176 p.; 20x14 cm. - (Llaves de lectura/ Victoria Saez)

ISBN 978-987-631-086-4

1. Crítica Literaria. I. Título

CDD801.95

Fecha de catalogación: 29/08/2014

Colección Llaves de lectura

Dirigida por Lucas Margarit y Victoria Saez
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dados por especialistas de nuestra región. Queremos brmdar herramien-
tas que sirvan tanto para el acercamiento a las obras como para profun-
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dizar su análisis. Nos planteamos armar una serie de libros que permita
Queda hecho el depósito que indica la ley 11.723
nuevos interrogantes y también posibles respuestas a esas preguntas que
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nos hacemos al leer una novela, una obra de teatro o un poema. El nombre
sin permiso escrito de la editorial.
de nuestra colección nace de un juego de palabras con el anglicismo "Key" .
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[llave - clave] ya que creemos que cada clave de interpretación de una obra
necesita de un juego de llaves que la abra en todas direcciones.

5_ _
ÍNDICE

Advertencia sobre las transliteraciones . ...................... 10 VII. Ilíada ................ • · · · · · • · • • • • · · · · • · · · · • · · · ··············77

> Asunto
I. Autor y época. ................................................. .11 > Tema
> La arqueología > Estructura
>. Lasociedad > Personajes
> Ideales y valores
II. El género épico ............... , ............................... 21 > Política
> Variantes de la épica. > Sociedad
> Reseña y comentario de los cantos
III. La materia troyana . ......................................... 27
> Mito e historia ............. 111
VIII. Odisea .............. · · . · • · · • · · • · · • • · · · · • • · · · ·
> La literatura de la materia troyana > Asunto
> Tema
IV. Lengua . ...................................................... 49 > Estructura
> Personajes
V. Estilo y técnica ............................................... 53 > Ideales y valores
> El verso > Política
> Epítetos, fórmulas y párrafos > Sociedad
> Las comparaciones > Reseña y comentario de los cantos
> Aparición del poeta
> In medias res IX. Otras o b ras .......... • • . • • • • • • • • • • • · • • • · · · · · · ···············143
> Tópoi > El ciclo épico o épica menor
> Los parlamentos > Los Himnos homéricos
> La reiteración > Epigramas
> La retardación > Las obras paródicas
> El dramatismo > + Batrocomiomaquia
> +Margites

VI. Tradición .................................................... 71 ,

Epilogo .............................. _.... . ...................... 155

Bibliografía .................................... . ···············157

> Algunas ediciones
> Algunas traducciones
> Estudios (selección)

ADVERTENCIA SOBRE LAS TRANSLITERACIONES
Para quien 110 puede leer griego, los términos clave han sido translitera-
!ºs tratando de representar su pronunciación. De tal modo, el diptongo ou
parece como -u-, la doble lambda aparece con un punto medio (H) para
~ue 110 se confunda con la -ll- española; y los diptongos que portan tilde la
t1e11~11 sobre.el primer elemento (ái) y no sobre el segundo (az'), como se
escn~e ~n griego; lag, que es suave en griego, se representa 'gu' ante vocal·
eugueneios.
. Por otra parte, las r~ferencias aflíada y a Odisea llevan número romano
s1 solamente se menc10na el canto (por ejemplo "en el canto X")· ,
'bº · · dº , , numero
ara 1go s1 se m ica el pasaje (por ejemplo "12: 342").
---10
I. Autor y época
Homero es prácticamente un desconocido. Aunque hay varios textos
Vida de Homero, no se tiene datos biográficos ciertos e incluso algunos
eruditos dudan de que el poeta haya sido una persona real y concreta. El
término griego hómeros significa, como sustantivo, 'prenda, empeño, re-
- . - ,.......-~~---·-·--·-'"- ~·-------·-··---- --
hén', y, como adjetivo, 'ciego'. Dado que para los antiguos, a pesar de la
ºimportancia concedida·al testimonio ocular, el ser ciego a las cosas exte-
riores podía conllevar una sabiduría surgida de la contemplación y medi-
·
tación de las cosas interiores y trascendentes, como ocurre en la tragedia
con Tiresias, se pensó que el nombre del poeta era simbólico: designaría
simplemente al poeta 'sabio' que enseña y canta las cosas fundamentales
para la cultura del pueblo. Para otros, el sustantivo indica que Homero era
un prisionero de guerra, como todos los 'Homéridas' (discípulos de Home-
ro), dedicado a ensalzar con el canto las hazañas bélicas.
Los antiguos que sí creÍail _ensu existencia real se disputaron ellugar de
y
nªdmíerifü:'lcí's Ílabitan.t~~ de siete ~iudades i;ie·g;s· de ~t;as ~~ griegas
de~í;i·que ellas eran la cuna del poeta fundador de la literatura helénica,
entre ellas Quío, por interpretar que alude a Homero el Himno a Apolón1
172 y porque así lo decía la sociedad de 'Homéridas'2 • Lo ciertg_l;\S que no__
se sabe nada seguro. Todo esto gene!_~lo quf:} se de11.0111ma~'cu~stión.l19_mé:
rica", es deci:r, el 'gra.11i11ten-bgante' que representa todo lo relativo a, él y a
;i:;_·C>bra. Los p~~tos desta~adC>s son: ¿existió como poetá?; les autor de todo
To que se le áfribuye?; ¿su obra es una compilación o una recreación?; ¿qué
tiempo transcurrió entre Ilíada y Odisea?; ¿cómo se transmitió su obra?
En realidad, estos aspectos se vinculan e imbrican entre sí.Ya en la An-
tigüedad surgieron las primeras dudas. En el siglo III a.C. el filólogo_j\J:_iis~
tarco de Samotracia se inclinaba por considerar que una 1nisma persona
hábi'.a compuesto lo~ dos grandes poemás; Helanico de Lé'sBo; en cambio, .
-pensabá-qu;·~st~;;C>p~dían..serdefmisiñoiíutor. Luego, el redactor del
1 Asumimos el nombre Apolón, habitualmente mencionado con la forma '.Apolo', de Apollo,
-anos, que da en castellano 'Apolone' o Apolón por elisión (como 'Pintón'). El latín, como en otros
casos (Aquiles, Ulises), deformó la raíz enApolli.n-is.
2 Los mencionan Acusilao en el siglo VI y Helanico en el siglo V. Se mencionan entre ellos los
supuestos yernos de Homero, Cleófilo de Ío y Estasino de Chipre, y el supuesto autor del Himno a
Apolón, Cineto de Quío. Sobre Quío como patria de Homero, cf. Estrabón 14: 645. Algunos epigra-,
mas de In Antología g1'iega (VII 1, 2, 4 y 6) dan a entender que Homero habría nacido en Esmirnu,
vivido en Quío y muerto en Ío. Véanse también las Vidas de Homero atribuidas a Heródoto, Plutarco
y Proclo, Se acepta que 'Homero' sería del ámbito jónico en contacto con eolios.
11 _ _
 ,i~~~J~}r::~}
~:: ,_. ~:~~:~,,
?]5 traiado Acerca de lo sublime (cap. 9) sefí.aló que los poemas son de una
sólo puede ser explicada por un origen directamente escrito y no por uno
,,:::v2..misma persona, pero Ilíada es obra de juventud y Odisea de ancianidad
oral y luego transcripto .
..'.~:;;~.-; (}e n~odo de justificar con ello, los cambios éticos, sociales y económico~
Todo esto conllevó la aparición de cuatro posturas básicas:
...:)_ f-.--:,,refl~J~dos por ambas obras: Ilzada se centraría en el páthos ('experiencia - ~-- ~-~·
1·
·e-,., \patetica, dolorosa') y Odisea en el éthos ('carácter moral'). En 1666 Fran-
-~-~-~--- ------ -
~~ ~

l ~ / º}isco Hédélin d'.Aubignac, en Conjeturas académicas sobre la 'Jlíada~ opinó 1. la 'analista', para la cual el análisis de los poemas permite ver, a par-
·t-n·ae sus·'cbntradicciones\·que.cada-poema·esla:suma·de·elementos_:_
1Cb(::.:1que_los poemas representaban conglomerados de cantos preexistentes, no
·--,?f:"::.;J debidos a un 'Homero' real, unidos incongruentemente, sin mayor valor íñaei.:i"endi~~tes yde afücfones suc.~~!!~~ . ·· · . , ·· , .
2. la'ü'ñitaristá";·qué'Coñeñfoque hterar10 destaca la mte1:1?io_n poetica,
··5:iYJ.,Hterario, por Licurgo y Pisístrato. En 1744 Juan Bautista Vico en Des-
·'/\' ) b . . d l ' unitariade·cada•obra-ylaimpresión·de·unidadque·caaa una da a pe-
t 1,ii ,;::::: cu .rzm_zento e verda~ero H_omero, habló de 'poligénesis', inclinándose
7 .~ar ele' las interpofacióhesº; _.. · · · ·· · ··
,.;e) ~'-:,POI la idea de que habia var10s autores y que Homero no había existido
3. ia 'heo'unital'iá.', que·a ~esár de recgno_ce!.9.1:l~hl:!ºº·ªgr~gª-clo::;, sostie:
.::j 2)históricamente sino que era un personaje simbólico. En 1795, Federico n·eTáéreaci6n-decada p·oeina
con 1ma.unidad :fui:ir:lITT11,ei1tal S0/3.teni- ·'
. ~:) :,JVolf, el primero que dijo estudiar 'filología', sostuvo (siguiendo ideas de
bletauiique~ño\.insolo aut,g!;,._
t YJ{obert Wood, 1767) que los cantos habían existido como poesía oral hasta 4. 1aJneoanalítica',~ºqrut:;;~onoce elelllentos.de.composición previa
c>~el 9~0 a.c. Y que, una vez puestos por escrito (supuestamente en el s. VI),
pero recreados, no copiados, por Un!3:t1,t.91~----··'
sufrieron sucesivas modificaciones hasta la labor filológica alejandrina.
Su teoría fue difundida por Heinrich Heine 3• Carl Lachmann creyó en-
contrar rastros de dieciocho poemas refundidos (1847). Luego continua-
Más allád~estas posiciones, que subsisten en la gran diversidad de estu-
diosos, es posible sostener:
ron las discusiones de detalle, aunque se reconocía en general que había
cantos precedentes; la clave está en si alguien los unió intencional y artís-
a. que cada poema fue compuesto empleando elementos previos;
ticamente 4. Wilamowitz (1916 y 1927), por ejemplo, terminó reconocien-
b. que tuvo una 'vulgata' escrita a la que se le hicieron afi.adidos cam-
do que ambos poemas tuvieron como base la obra de grandes poetas anti-
bios orales incorporados al esci:ito
guos pero adquirieron su forma final gracias a otro gran poeta· esto es lo
mismo que decir que Homero, ese gran poeta, reelaboró de modo personal
5 Para Mazon (1948: 244-5), por ejemplo, "lo esencial de Ilíada" o "el poema primitivo" son !ºs
materiales preexistentes. En 1996 Gregory Nagypostuló que los cantos tu-
cantos I , IX, XVI , XVIII y XXII·, después menciona, quizás por error, el XI en lugar
, del IX, Y
d opma
·
vieron una larga etapa de gestación (entre el 2000 y el 800 a:C.), luego una fueron aüadidos por el autor 'Homero' como preludio y conclusion 256).
que I YXXIV (p. , vierte
A .
etapa de difusión pan-helénica (entre el 800 y el 550 a.C.), un período de (p. 249) que los cantos XI-XXIV podrían ser de un mismo autor; pero ve en II, VJI YVIII _conex10-
transcripciones (550-300), uno de 'estandarización' académica (300-200) nes' que se deberían a un reelaborador que empalma cosas diversas. Piensa que l~s r:c1tado_s s~
Y, finalmente, una 'cristalización' a partir del 200 a.c., por la que los textos daban canto por canto y que 110 se buscaba una 'unidad' general (p. 255). Mazon se mclma por ver
cantos afiadidos más que interpolaciones en el interior de un canto (detecta solmnente siete; cf. p.
quedaron casi fijados sin gravosas variantes de transmisión. Hay investi-
281) y algunos 'dobletes' entre los cuales los rapsodos debían elegir uno para su recitado (p.. 282).
gadores, empero, que afirman que la complejidad interior de los poemas Pero téngase en cuenta que también Hesíodo da distintas versiones de la creació~ de la pnmera
mujer: una en Trabajos y días 60-68, otra a continuación (69-82) y otra en Teogoma (570-584). Y
mutatis nmtandis también el Génesis presenta dos relatos de la creación.
3 '.'Di~resión necesari: sobre los poemas atribuidos a Homero" es el libro VIII del De Za •eligión
1 6 Es decir, la~ 'incoherencias' son explicables por la misma técnica de composición (cono~i-
de B:11Janun Constant, capitulo compuesto a principios del s. xix; en él incluye casi doscientas citas
miento de distintas versiones; 'olvidos' provocados por la extensión de lape1formance) Y/~ no t1e-
~e Riada YOdisea; cita también a Wolfy Reine. Considera que los poemas pertenecen a autores dis-
. nen tanto peso como pm·a quebrm· la unidad; en algunos casos son discutibles incluso coi::io mc~l10-
tintos, porque ve en Odisea más moral y una mejoría del estado social; cf. Kolde (2003). No creemos
rencias. Paraflíada se sefialan, entre otras, que Agamenón no use el m·gumento del sueno envrndo
que esta diferencia asegure que el autor sea otra persona y no la misma que compuso Ilíada.
por zeus pm·a convencer a los suyos de continuar la guerra. En cuanto a Odisea, si bien los cantos
. 4 AdolfKirchhoff (1859) reconoció los componentes autónomos pero insistió en su unifica-
XIV-XV retoman el comienzo (!-IV) y dan unidad, se acusa al poema de mostrm· detalles del mm:~º
ción pos_terior. Coincidió U. ven Wilamowitz, que vio en Odisea tres poemas previos (Telemaquia,
infernal sin que el héroe haya descendido o de repetir la asamblea de los dioses en I Yen V. Tnm~1e11
Pretend'.e~tes Y "Odisea antigua", dividido este último en dos poemas relativos a los viajes y a los
reconocumentos). pudo haber añ.adidos posteriores: se dice, por ejemplo, que la mención de los cimerios en Odisea
debe de ser de mediados del s. vi (cf. vender Muehll 1959).
-12
13 _ _
 c. qube no hay argumento suficiente para negar que los dos cant
o ra de un solo poeta7; os sean siempre igual); que haya rasgo..§. sociales, económicos y éticos diferentes
entre unayurraolJran?.l~~~~2~q~~:~Iiª$:~º:pµ~a@··¿~_~er~~•~:~n~--g¡I~iñ~-
d. ;~:t:~;iay argumento suficiente para negar que tal poeta no haya
auf'óríá:"tambfen hoyÜn escritor puede, en una obra, reflejar ideales pasa-
ct~e11~oti'a, presentar los contemporáneos; y puede, incluso, modificar
Por ello es que más allá de 1 d d 1 . técnicas y estilos. Rutherford, por otra parte, sostiene que Odisea fue com-
griega del siglo xx' aceptan ~s u ~s, os historiadores de la literatura puesta como secuela de flíada y con marcadas referencias a ella, para un
su existencia real A Severyns la :fij , 1 .
IX a.c., ~~,dándose en que el historiador Her6d~to (II 53 2) s - ~en e sHiglo
público que podía captarlas11.
mero VlVlo cuatrocientos años , . en a que o- Finalmente, hoy se tiende a aceptar que Homero debió de ser de
Cantarella· A Lesky 1 b. ante~ que el, Y a esta ubicación adhiere R. Jonia, en"la costá egeaClel"ltsfü•Menoi';porqUe·prevalecc/elJoiifoóen su -··
' . o u ica en el siglo VIII Y C Bowra d. d
lengua; porqueesfitctíai~~i'¡;'p-~~~; h~ber c~n:~e;;ad~ dig~ma12; por- i;
::d;c~r~:n:~;~:~t':t~;:;rsoeci~ntos años señal~dos por~~;ó~:t~sp::::~ ~que'en' su: región se estaba geográficamente cerca de los vestigios de Tro-
de cuarenta años cada gener!~:~: ~~; ;~~n)~~ q~; el hist~riador ~onsidera ya13; porque en ella surgió la escritura con el sistema alfabético adaptado
den aludir a die . . . os cuatrocientos anos" pue- del fenicio.
la ubicación d zHgeneracal1011es que, consideradas de treinta años llevarían
e omero 725 a c épo , ' Si bien entre los círculos órficos y pitagóricos, ya en el siglo VI a.c., se-
la aparición del alfabeto si b. · al., ca que ~ena poco posterior a la de gún Diógenes Laercio 8: 21, y en Jenófanes (11 B DK) hubo cierta crítica
" , ien gunos eruditos afirman • ,
concepto de escritura" ya en el 900 a.Cª. que existia un de orden ético; y si bien Platón, en República, expulsa a los poetas de su
Este poeta, sea cual haya sido el la d . ciudad ideal porque la poesía es una imitación lejana de la realidad y por-
traíismitidos oralmente de gene . . , pso e su vi~~' pudo conocer cantos que sus cultores incluyen falsedades y enseñan inmoralidades 14, en gene-
con influjos orientales. Pero él P~~c~~n e:~~~era¡10~ ,de amplia difusión Y ral Homero fue aprobado como maestro de la cultura griega y es exaltado
ese material Órientándol . eci i~ a se ecc1011 Ycombinación de como tal por Aristóteles en su juvenil obra Problemas homéricos. De he-
-a...o Yiecortando
; . . . '.... no---- ·1·· ·-···1--
o con una determmadaintencionali"d d 1· .
so o e asunto a tratar sino el t -
- ---• a, , e igien-
. cho, Homero era aprendido de memoria por los jóvenes griegos y muchos
·con él, dándole unidad - - .. . ema que quena destacar
---·---- ------ ·- --- - a cada obra. Esto sigmficarealizar il . , .
de materiales conocidos pero, a la vez --~ . . . , una comp acion 11 RUTHERFORD (2001; espec.119 s.).
·col·-·-=-"··~-,-,-,-,--------------- --- , u,11~1eelaborac10nde ellosº. Pero .
no repetic1011 de lo hecho por otro ( d, , .- . .. .. . po 12 SAUGE (2004) sostiene que la digamma 110 desaparece del dialecto épico hasta al menos
glar) sino como 're-creación' de . ra~s~ ~s, cosedor de cantos', ju- el s. IV, trabando la sílaba como semiconsonante y dejándola breve como semivocal; tanto esto
Además, las diferencias entre un~gu~~:(aoidos, ae~o, ~antor', trovador)!º. cuanto la serie evolutiva del genitivo sg. jónico 110 > ECO, que respondería al s. vn, y su alternancia
de un mismo autor· la técnica compy ·t· poema no nnpiden que sean obra complementaria con uo sugerirían un estadio tardío del texto. El aedo aprendía a recitar
1 . . osi iva como veremos es bás. conservando la pronunciación de la digamma cuando era necesaria y adaptando la morfología en
a misma, como también la lengua Yel estil~ (más all , d , . icamente determinados ámbitos del verso, independientemente de su propio dialecto hablado. Y considera
la semejanza de estilo abona u . a e que, mientras que Sauge que la Teogonía de Hesíodo es anterior a Homero.
na misma autoría la difer · ·d il
es prueba de diversidad de aut ·' . . fu , , ,, .. , . encia ~est o no 13 Hubo una "Troya VIII" o "Ilio nuevo", que nunca llegó a ser gran ciudad. De hecho, en 334
. _ .. . - . · • . .. . ..... ona, si ~r:,:si, los escritores escribfríán aC., antes de la batalla de Gránico (8 de abril), Alejandro Magno la visitó, sometida ala precedencia
,,.,,~_.,,,,.._,.1"1\l,rf~t"M¡.'I"~"°'
de la cercana ciudad de Sigeo (donde había gobernador ateniense desde el 355 a.C.), hizo en ella un
; ~í lo sostiene, por ejemplo, MAcLEoo (2001: 294-5). sacrificio a la diosa Atena (dado que era diosa asociada a la dinastía macedónica), uno a Príamo
f. Monms (2001: 65-67) Morris no v . d . (como reparación del sacrilegio cometido por Neoptólemo), ordenó la construcción de un teatro,
Algunos entditos, dado que las ~rimeras i11sc1~ s;fo1os e es_critura concreta antes del 800 a.c. le dio el rango institucional de pólis, le concedió la exención de impuestos y, hacia el 323, instauró
opinar que los griegos crearon su alfabet p . nes c~11t1e11e11 versos hexamétricos, llegan a . en ella juegos en honor de su amigo Hefestión, como Aquilea los hizo en honor de Patroclo. Hacia
• 0 para registrar la epica.
9 Mutatis mutandis, quienes componen un centón el 280 a.c. Troya seguía siengo una ciudad-aldea (lcomopólis; cf. Estrabón 13: 1, 27); c. 230 a.c. se
hacen las modificaciones necesarias morfi 1 · m . ~mplean versos o pasajes existentes, pero edificó un nuevo templo a Atena lliádica. Cf. CounTmu (2004). Licurgo, Contra Leócrates 62, dice
• 0 ob.casysmtacticas ylasc
para el resultado que buscan Ha il . , • 0111 b'mamones
•
convenientes
E . ., · Y, pues, comp acron y recreación. que la ciudad de Troya quedó deshabitada luego de su caída; posiblemente aludiendo, con cierta ·
10 sta pos101011, que es la nuestra fu ll d , , hipérbole, a la condición de pequeña aldea que tuvo "Troya VIII".
1996. ' e ama a neoanalrtica' Y sostenida por Ken Dowden en
14 Platón ataca la inmoralidad de los dioses homéricos en República 377 E-378 E, 598 D-601
A;605C-E.
---14
15 _ _
 l de sus versos, de carácter sentencioso, se reunieron como gnómai es de-
, cir, 'sentencias', 'frases de sabiduría'15: por ejemplo, flíada 3: 48 "todos los
! hombi;~~.necesitan de dioses"; 12: 243, "uno es el mejor agüero, luchar por
, la patria , 18: 328, "pero Zeus no les cumple todos los planes a los hom-
. "bres"; 20: 131 "difíciles son los dioses para manifestarse evidentes"· 24·
301 "pues es bueno elevar las manos a Zeus, si acaso se apiada"· Odise~
~: 207-8 "de parte de Zeus son todos los extranjeros y mendigos:'; 7: 307
pues la raza de los hombres somos celosos en el suelo"; 9: 34-6 "porque
nad~ es má~ dulce_ que la propia patria y los padres, incluso si alguien, lejos,
habita en tierra a,Jena una pingüe casa separado de los padres"· 18· 122-3
"ojalá tengas prosperi?ad en adelantEl, pues ahora estás en muchos ~ales"
frase que recuerda a Edipo en Colono; 18: 130 "nada más miserable cría 1~
tierra que el hombre" (cf Ilíada 18: 446).
LA ARQUEOLOGÍA
Las investigaciones que llevaron a determinar la historicidad de Tro-
ya Y de la guerra aludida y parcialmente relatada por Homero se inician
en 1871, con el comerciante alemán Heinrich Schliemann, un aficionad;
a las lenguas y a las culturas antiguas que aplicó gran parte de su fortuna
a conseguir que el gobierno turco autorizara las excavaciones y a iniciar
el trabajo. Como no era un arqueólogo profesional, cometió errores en la
metodología de labor y en la determinación de la antigüedad de sus hallaz-
gos (de hecho, llegó al estrato II de Troya), pero movilizó a la comunidad
académica de tal modo que, poco a poco, la vaIOracíohdEFaqiiéllos'fue:¡fo-
si
r1;~~ndoseyprofündizáridose:·shi• cfüélá; ho 'húbiéhisido"pói" Hofüero y
.sus pdemas· quizás·nunca'se habría excavado o, allí aünhacieíiclolo ''el sitio
·ru'queoiógico11ó•'lfaBríateñiclo·tanto·rJñd'.úbre·como·e1····ue'ú~i{~h~''w
n . ',.. ···-· ..,.., ....,.,..,._,.,, ,.... ,,. ... ,. ~ .
~:i:tor·•eJeiñplo~·'Willielm Doi.:pfera;··e11·1tfü2tafatiñguió·'que''régíc:>"ii'es"'ítí-
bía11 tenido etapa neolítica y cuáles no. En 1900, Arthur Evans excavó eri
Cno~so, Creta, Y distinguió tres escrituras, más allá del silabario chipriota
descifrado en 1876 y del ugarítico identificado en 1896: los jeroglíficos de
Cret~y Samotracia (2000-1700 a.C.); el "Lineal.A:' de Creta, sur de Grecia,
las Cicl_ades: 1;-s~a Menor e Israel (1750-1450); y el "Lineal B", de Creta y
la Grecia micemca, empleado desde el 1600. Se sumaron también las es-
crituras del Disco de Faistos, del Bronce de Arcalojori y de Palestina. En
1901, Christós Tsuntas excavó en Tesalia y las Cíclades; y Porfirio Díkaios
lo hizo en Chipre en 1933.
15 Cf. GUEVARADEÁLVAI!EZ (2001), (2005), (2006), (2007), (2008).
16 MON'l'ANARJ (2005: 23),
---16
Carl Blegen trabajó en Pilo y, en 1939, halló nuevos archivos escritos en
la lengua conocida como "Lineal B", lo cual confirmó que habían existid_o
dos civilizaciones, 'micénica' y 'minoica', y que hacia el ~450 a.c. la pri-
mera se impuso a la segunda incluso en el oeste de Anatolia, donde estaba
Troya o Ilio, la Tríwisa o Wílusa de los hititas. . . .
El Lineal B hallado en tablillas de Cnosso, Micenas y Pilo,.es un s1ste-__ .,
mácle-;~~;·;;~v~ñfasignó"s;Ynezóladoii"cqg_s!J!í_újos·ydatados"'e'nti'e·rnoo·y
1200 a.c. No distingue consonantes espiradas, repite una vocal cercana a
1aae-ta:-s-flaba en cuestión, no escribe ciertas consonantes fi~~~s (m, ~• 1,
r, s). Fue descifrad<? pq1·1VUchaeLVe11trise111956!1~.q1:~ perm1t10 defimrlo
comó\'iñ.éstado arcaico del griego clásico. . ... . .
·-···Hubo que· aguardar'cfücuenfa años para que se retomaran los estud10s.
En 1988 Manfred Korfmann inició un proyecto que mantuvo hasta su re-
pentina ~uerte en 2005. Ya se -~ab_!a _CJ.Ue_la Troya iliádica ~ra arqueoló~;
camente la Troyél YII, _qtlf:l. fue__d~struidél por los ~q11~os ha9mel 124.0 a.O. J
P~rci'Roi·f;.;;_~n' c~n ~us excavaciones, pudo clarificar las distintas partes
de la ciudad y demostrar cómo esos datos arqueoló~icos co~ncidían ~~n .
detalles de la Troya homérica. Por ejemplo, que habia una mudad (polis,
ptólis, ptolíethron) pero también una ciudadela (ásty), c~d~ una con una
muralla cercana la ciudad al mar pero con una llanura (pedion) entre am-
bos, ho; ensanchada por sedimentos, con algunas elevac~ones Y veget~-
ción, lugar ventoso y cruzado por ríos; que la muralla tema un lug~ 1:1ªs
accesible O más débil y que la ciudad era elevada, con torres, con edificios,
calles anchas puertas y una gran plaza; que había un "barrio bajo" entre
amba~ murallas· se ha probado también el consumo ingente de caballos,
dados los hueso~ hallados18• De todo esto, Homero pudo quizás ver ~os res-
q Y .
tos. Con to'do, mutatis mutandis, nosotros podemos hoy ver las rumas de
la acrópolis de Atenas o del foro de Roma pero podemos, con ellas Y con
la tradición conservada, 'imaginar' y 'reconstruir' poéticamente su pasado
glorioso. Homero pudo hacer eso. ,
Por supuesto, estas observaciones y conclusiones de la arqueologia re-
ciente han generado posiciones adversas. La clave es que ~n poe_ma n~nca
es un documento histórico: no se puede pretender exactitud 111 fidelidad
17 Así Jo determinó Car! Blegen en 1939 (la Troya precedente, la flor~ciente T:·oya :'1•
habría sido destruida hacia el 1300 a.c. por un terremoto o un incendio). El geografo ale¡andrmo
Eratóstenes, el mismo que calculó la circunferencia terrestre con sól~ cuarenta km de en:or,
ubicaba Ja guerra de Troya entre 1194 y 1184 a.c. Heródoto II 145, en cambio, la lleva ~nos ~e~e~rns
más atrás, fecha más aceptada hoy. Sin embargo, algunos opinan que la Troya homenca es
posterior a la caída micénica: sería el nivel VII B 2, de 1120-102? a.c.
18 Para una descripción de la Troya pintada por Homero vease CAVALLEBO (2005-6).
17 _ _
 abs~luta, s_ino que sobre una base histórica el poeta recrea y adapta según
sus mtenc10nes. de la "Edad Oscura", cuando, tras una aparente declinación de población;
bienes, contactos externos y de cultura, hay una gradual recuperación que
LA SOCIEDAD desemboca en la aparición de la pólis, en lugar del palacio, Y la nueva es-
critura alfabética; crece el uso del hierro, mejoran la alimentación, lasa-
Finley (1978) sostuvo que el mundo reflejado por Homero no era el de la
lud y las condiciones habitacionales; y cambian los sistemas económico Y
"Edad osci:ra" (1050-750 a.C.), es decir, la de escasos datos arqueológicos,
bélico y las manifestaciones artísticas, cuya figuración va haciéndose más
porque estan ausentes en los poemas instituciones que él creía debían ser
'idealizada'; aparecen los oligarcas, la colonización y el malestar social que
de ti~rnpos del poeta. Otros, como Morris, sostienen que Homero pinta su
c. 600 Solón intentará remediar.
propia epoca, el s. VIII, y con los intereses de la clase alta19; otros como Snod-
La sociedad reflejada es en gran medida la indoeuropea, por ejemplo en
grass, piensan que Homero presenta una amalgama de datos' que circula-
el sistema de sucesión: es usual que se acceda al reinado por casamiento.
ron por centurias. Creemos que estas propuestas no son contradictorias:
Así ocurre con Édipo y Yocasta, con Belerofonte y la hija del rey de Licia,
Homero intenta pintar el mundo micénico con los elementos transmitidos
con Alcínoo y su sobrina huérfana Áreta; y podría haber ocurrido con la
por la tradición oral, pero a ellos suma otros que pertenecían a la "Edad os-
hija de éstos, Nausícaa, si Odiseo hubiese aceptado desposarla, dado que
cura" (que ya 1:º lo es tanto) Y algunos que sobrevivían en su propio tiempo
ella lo ve como un modelo soñado (Odisea 6: 244-5) y Antínoo la ofrece (7:
o le eran prop10s. Esta superposición de etapas se verifica en el dialecto
313). De ahí la importancia de que Páride haya 'desposado' a Helena o de
(vé~se más abajo), en las diversas técnicas militares, en la concepción de
la vidapost-mortem, en la mención de santuarios2 º. quién se casaría con Penélopa a pesar de estar Telémaco: la mujer legitima
a su marido como rey, sea por endogamia o por exogamia; pero si el rey es
Las semejanzas entre los dialectos griegos, ciertas conexiones con las
exogámico, sus hijos varones quedan fuera de la línea de sucesión. Homero
le1:guas de Anatolia, como el luvio (lengua del reino de Arzawa, al oeste del
21 presenta a 'reyes' basiléis que están a un mismo nivel que sus pares, con
Asia Menor ), Y la identificación de nombres geográficos como sitios ar-
quienes hacen asambleas (cf. Odisea 2: 26-27), y son reconocidos como
queológicos probarían que los 'griegos', Hél·lenes 22, son una fusión de dis-
jefes por hombres libres. Agamenón es ánax andron (flíada 1: 7), 'jefe de
tintos pueblos, indígenas más advenedizos, pero que esa fusión no provocó
hombres'. El basiléus es dueño de campos de cultivo y de reses Y ejerce
una ruptura cultural. En toda la zona del Egeo se habrían hablado enton-
como juez, pero paga tributo al ánax; hay gente con parcelas y sin ellas; hay
ces lenguas indoeuropeas con una cierta koiné, es decir, un estado 'común'
artesanos y comerciantes23 • El casco de dientes de jabalí (Ilíada 10: 260-
o lengu~ franca: de ahí que enflíada todos se entienden, más allá de su pro-
271) está representado por ejemplares de los siglos XI a vr a.c., pero está
cedencia Y de que en ciertos pasajes se indique la diversidad lingüística,
ilustrado en un papiro peloponesio del 1200 a.c. y en uno egipcio de 1360
c~mo oc~rre en f!íada 2: 804 ("siendo otra la lengua de otros hombres muy
a.c. El hierro aparece como metal precioso, mientras que el bronce es el
diversos , es decir, los aliados de Troya) o en 2: 867, "carios de voz bárba-
empleado normalmente para armas y utensilios. En cuanto a los es;udos,
ra" (barbarophónon) o en 4: 436 ss., "se levantó en el ancho ejército de los
Homero menciona redondos pero también con forma de pared (Iliada 6:
troyanos un grito bélico; no era de todos un mismo sonido ni igual lengua-
117-8, 7: 219): este tipo era más antiguo, fue tomado de los cretenses Y se
je, sino que la lengua se mezclaba: eran hombres convocados de muchos
testimonia en ejemplares del 1600 a.C. hallados en cuevas de Micenas. El
lugares". Incluso la invasión doria, más allá de aportar un dialecto e insti-
"catálogo de las naves" incluido en la segunda mitad del canto II de flíada,
tuciones, tampoco produjo un quiebre. Ese cambio es más notorio al final
considerado por muchos una interpolación posterior, aun cuando tenga
alguna responde a un uso muy frecuente de la administración hitita; de
19 Monms (~001: 91) destaca que es imprescindible confrontar a Homero con Hesíodo y las
pruebas arqueologicas para determinar qué refleja de su tiempo. hecho, algunas tablillas micénicas, que los arqueólogos clasificar~n ~orno
2 "serie An", se refieren a batallones denominados olea de manera similar a
0 Sobre esto último, LUCE (2010) señala que algunos son del siglo VIII pero el poeta los inserta
en el pasado, creando "una historia sacra única" (p. 47).
21 Es lengua indoeuropea; L. Palmer propuso en 1965 que el "Lineal A:' es luvia.
23 CAVALLI (2008-9) opina que el basiléus es quien conoció la estructura anterior Ytuvo los
, 22 Homero a~lica este gentilicio a los habitantes de Acaya, al sur de T ~ donde fue rey
Hel·len (cf. Estrabon IX 5: 6), ab~elo de Ion (los jonios) y de Aqueo (los aqueos). medios económicos y organizativos para reorganizarla con la estructura privada del óikos Y del
!cleros: Laertes sería el ejemplo de propietm·io cuyo sistema de valores se funda en la tierra.
---18
19 _ _
 este catálogo. Estos son ejemplos de ciertos objetos propios de la era micé-
nica pero que el poeta también pudo conocer como contemporáneos. Algo
II. El género épico
similar puede decirse de la práctica de cambiar las ropas de las estatuas
Desde un punto de partida etimológico, la épica es lo relativo al épos, tér-
de diosas, como aparece en Ilíada 6: 297, rito usual en Grecia en tiempos
mino de muchos sentidos; entre ellos el de 'verso' y, en particular, 'verso
de Homero y ya dos mil años antes en Egipto y Mesopotamia. Asimis-
narrativo' es el que da paso a la 'epopeya', es decir, a la 'factura de versos
mo, en la Eubea del año 1000 hay pruebas de cremación de un guerrero,
narrativos'. Pero esto es demasiado general: un verso narrativo, el que lla-
~ que acompañan en la tumba caballos, ornamentos de oro y una mujer
mamos 'hexámetro dactílico', podría no generar lo que entendemos por
mhumada. El "~seudo de Aquileo", descripto en el canto XVIII de Ilíada,
'épica' 0 'epopeya'. De hecho, es empleado también para la poesía di~áctica
responde a un sistema de repujado testimoniado en los siglos vm-vn pero
y, en parte, para la lírica elegíaca. El Diccionario de la Lengua espanola, en
no en tiempos micénicos; la 'formación cerrada' como técnica de batalla
Y el empleo de la figura de la Górgone como decoración parecen también su adelanto de la 23ª edición, define:
no ser de tiempos troyanos; los templos pan.helénicos, que Homero apenas
epopeya. (Del gr. Errorroií:a). l. f. Poema extenso que canta en estilo
menciona, surgen como tales a fines del siglo vm24 • Es decir, Homero evo-
elevado las hazañas de un héroe o un hecho grandioso y en el que suele
ca la época de Troya, pero deja que se filtren elementos contemporáneos.
intervenir lo sobrenatural o maravilloso. 2. f. Conjunto de poemas que
Es un poeta: no pretendió hacer 'historia' sino más bien algo parecido a
forman la tradición épica de un pueblo. 3. f. Conjunto de hechos gloriosos
una 'novela histórica', es decir, una ficción oral-literaria con base histórica
pero que, por ser ficción, admite 'desvíos' 25 • dignos de ser cantados épicamente.
La épica homérica presenta la última etapa de la "Edad de los héroes"
Las tres acepciones se adecuan perfectamente a la obra de Homero. Pero
tras la cual los dioses dejarán de unirse con los humanos. En ella todaví~
para poder caracterizar el género más minuciosamente, podríamos indagar
hay una unidad panhelénica, más allá de los conflictos, que tiende a des-
aparecer a pesar de las Confederaciones de Delo y del Peloponeso. Homero en ciertos rasgos internos.
Osear Ramos intentó caracterizar la epopeya centrándose en la griega
intenta guardar memoria de esa época, de al1í que se insista tanto en la la- , .. "•º""'~"'>-""'"•"•""' ·'~~-'··"''·'c1eñ"t'''lrcarse"'a·otraseñ'rca·s ª:--Ráfü.'trs
2

bor del poeta como instrumento de conservación de la fama; de al1í que en

, _.....___ .... -
clas1ca~'(J'.üí::Stis
1
ano cac1911~t~l?.~.-~..~¿,•".-~=·=='·''"·"···-·"•F.:=..
emplea un leñgllaj;;-té~;ico y neológico que puede asombrar pero que_ se
-~--·-~. ,.-.,.....
Odisea tenga tanto peso el tema de la memoria y el olvido.
vincula con cierto rasgo de cosa extraña que tiene la epopeya. Determma
que este género tiene ocho 'categorías', que son:

1. La "supraperspectiva del rapsoda'', por la cual el narrador se coloca _en

una "distancia lejana, impersonal y magnificada" (p. 20), con escasa 111-
tervención personal, todo lo cual le da objetividad. Ciertamente, la voz
del poeta aflora en algunos pasajes, como veremos más adelante; tam-
bién se muestra como voz humana del mensaje inspirado por las Musas,
las diosas inspiradoras. Establecido esto, el poeta se aparta del relato:
más que relator omnisciente es, casi, alguien que puede observar todo a
la distancia, local y temporal.
2. La "numerosidad de agonistas", es decir, la gran cantidad de individuos,
grupos O entes colectivos que se disponen en "actitud agonal" (p. 33).

24 Olimpiay Delfos; Ilíada 2: 459-466, 20: 403-5, Odisea 6: 162-7.

26 RAMOS (1988). Hemos seüalado, p.ej., cómo se verifican en Mio Cid (cf. reseüa en Incipit 9
25 Monrus (2001: 63) dice que, para J. Redfield (Nat1tm and culture in tlze Iliad, Chicago, 1975,
p. 23), Homero arcaíza, exagera e inventa. [1989] 147-150).

21-
___ 20
 Si tenemos en cuenta que agón es 'reunión; reunión para juegos públi-
cos; certamen, competencia, lucha, concurso' 27, la "actitud agonal'' es
la actitud de confrontación de esos agonistas, sea aliada o enfrentada-
mente. Tanto flíada cuanto Odisea tienen numerosísimos personajes;
más allá de los protagonistas y de los principales, hay muchos secunda-
rios e incluso episódicos; los hay singulares y grupales (el ejército, los
pretendientes, los sirvientes, etc.); humanos y divinos e incluso anima-
les, monstruos, autómatas y fuerzas de la naturaleza personificadas y
que intervienen en la acción.
3. La "vastedad" de espacios en que "discurren los acontecimientos" con
"multiplicidad de escenarios" (p. 63). Aun cuando Ilíada transcurre en
el ámbito de Troya, los escenarios son múltiples, tanto dentro cuanto
fuera de la ciudad: palacios, ágora, murallas, calles, puertas, campos, na-
ves, costas, tiendas. A todos ellos se suman los espacios evocados, como
por ejemplo los que enumera Andrómaca en su charla con Héctor. Asi-
mismo, en Odisea, más allá de los numerosos lugares que recorre o dice
haber recorrido Odi~eo, están como escenarios el Olimpo, el mar, la
costa y el campo de Itaca, las distintas estancias del palacio y hasta el
mismo infierno.
4. La "magnitud de tiempo", marcada no sólo por la duración concreta de
la acción, sino también por la actitud de espera, las actividades noctur-
nas, la recuperación del pasado y la presencia del futuro con trasfondo
de eternidad28 • Es decir, no sólo porque transcurren más de cincuenta
días en flíada y de treinta en Odisea, sino tambien por el tiempo evocado
del pasado (muchos años), previsto para el futuro, próximo y lejano, más
el tiempo psicológico de los sueños y sentimientos y la eternidad de los
dioses.
5. La "grandiosidad de movimiento", doble movimiento extrínseco o físi-
co e intrínseco o psíquico, como energía que organiza unitariamente lo
múltiple. Se vincula esto con la abundancia de personajes, de lugares
y de tiempo; los agonistas se mueven geográficamente pero también
interiormente; tienen cambios de sentimientos y de expectativas y to-
dos éstos promueven la acción.
6. La "complejidad de temas" unificados por un tema central. La cantidad
de temas que se proponen como 'el' tema de cada poema y todos los te-
mas puntuales que surgen (por ejemplo, el temor al cautiverio y la viu-
27 Además de 'proceso judicial; peligro; momento crítico' (cf. BAJLLY s.v.).
28 Sobre la presencia del pasado y el futuro y las predicciones y oráculos como instrumento,
véase KuLLMANN (2001).
_ _ _ 22
dez, en .Andrómaca) demuestran esta complejidad que hace a una trama
densa, grandiosa, trascendente.
7. La "universalidad de significación", porque "los distintos temas entra-
ñan alguno de esos problemas fundamentales de la existencia"; "la epo-
peya se hace universal", como muchos géneros literarios, pero en ella
"la universalidad se trasverbera de granditud" (107-8). Como toda obra
'clásica' la épica homérica tiene valor universal, intemporal; todo lo que
ocurre en ella (sentimientos, enfrentamientos, deseos, temores, erro-
res, hazañas) son experiencias eternamente humanas. .
8. La "idiosincrasia del epas", su lenguaje sencillo, "concretizante", narrati-
vo, "dramatológico", "exteriorista", "esencializador" (p. 110). Todo lo que
se piensa y se siente es exteriorizado, pero el poeta suele hacerlo no en
estilo indirecto sino que lo concreta en parlamentos Y diálogos.
Estas ocho categorías son interdependientes y su elemento común, la
"granditud", emana de la "supraperspectiva'' del poeta. Esta grandeza se ve-
rifica en las hazañas de los héroes e incluso en su condición física: Heródo-
to I 67-68 dice que los huesos de Orestes estaban en un ataúd de tres-mcf.:···
tros"áelar""o'·'"qué'Tii'sañdal.iá.'dt
g y Pefseó'fü.edíá:'bdhenta-yoélió'é'éntím:etr0s '"'
l ,¡ ~-'1•.._,,:.\.,.~~---'.,.,.,_.,,.,(.s1.U<,l,.,..,J,...-,'u..«'-'i.l,..1,<..éd,tc....,.;;.'l,;,.,'.4W,,~,",-•~;<;'<,.;.~,,.;;C..-"•-
fH•9J::'3):''EnTitépica;~tc,•dtYes'grañfüi::iso.
' p . '
""""Etfi'i'.tépíca;"'i:ldémás;'tode'éS1fér6icó;'pfópio de los h eroes. ero ique se
entiende por 'héroe' 29? El término griego ha sido vinculado por Boisacq Y
Frisk con la raíz del latín servare, 'preservar, proteger', de modo que con-
tendría la idea de 'protector'. Empero Chantraine (1999: 417 B) rechaza
esta idea y vincula la raíz con la del nombre de la diosa Hera, aunque en p.
416 dice que vincular héros con servare es "teóricamente posible". Adams
(1987), en cambio, rechaza ambas dando otra interpretación al vínculo
con 'Hera': Hera tendría una raíz que significa 'diosa del año', lo cual no
tiene vínculo con 'héroe' ni con la función misma de la diosa; en cuanto ala
raíz de servare, no quedan rastros de la digamma en ~pwc;. Propone ento~-
ces para este término un sufijo -r- que significa 'caracterizado por' Y la ra1z
*yeE, 'fuerza, vigor', que también aparecería en 'Hera' con 1~ idea de 'vit~-
lidad, juventud', cosa adecuada para la madre de Hebe. Segun esta teoria,
'héroe' se vincularía con Hera destacando en el héroe la 'vitalidad juvenil'.
De manera estricta, la épica entiende por 'héroe' al hijo de un dios o
diosa y de un ser humano, es decir, un 'semidiós'; por extensión, incluye
a veces a los descendientes de ese héroe. De ahí que éste tenga una pro-
tección especial del dios que lo engendró o de la diosa que lo dio a luz. El
29 Véase infra, el apartado sobre los 'personajes'.
23-
 héroe suele tener una vitalidad juvenil que le permite luchar extraordina-
riamente (sea Héctor, Aquileo u Odiseo rejuvenecido ante los pretendien-
tes) Y, así, proteger a los suyos o sus bienes. Suele también morir joven, con
esa muerte gloriosa que Príamo elogia en Ilíada 22: 71-73 porque aun con
la fealdad de ella 'todo es bello' en el joven.
Frente a los héroes, 'semidioses', aparecen los dioses que, a diferencia
del Dios judeo-cristiano, no son omnipotentes ni omniscientes ni omni-
presentes, sino que se destacan en alguna habilidad, pueden ser heridos y
deben someterse en gran medida ala decisión de Zeus, que es llamado 'pa-
dre'; hacen, empero, asambleas deliberativas y son antropomorfos no sólo
por su aspecto sino también por sus sentimientos (celos, venganza, odio,
amor, etc.): baste como ejemplo que Hera declara a su hermano-marido
"¿Cómo yo (...) no habría debido, resentida con los troyanos, tramarles
males?" (Ilíada 18: 364-7). Todos tienen en común el ser inmortales (es
lo propiamente 'divino'), el alimentarse de nélctar y ambrosía (ésta otor-
ga incorruptibilidad), el no tener sangre sino ílchor, el poder desaparecer,
camuflarse30, volar, etc., el utilizar la misma lengua que los humanos pero
también un lenguaje especial, que el poeta confronta varias veces con el de
los hombres 31: Briareo llaman ellos al centímano Egeón (Ilíada 1: 403-4);
Mirina denominan a la colina Batiea (Ilíada 2: 813-4); lcallcís llaman a un
ave canora que los hombres mencionan como lcymindis (Ilíada 14: 291);
J anto es el nombre que los dioses dan al río que los hombres llaman Es-
camandro (20: 74); las divinidades denominan moly la planta que Odiseo
toma en Od.10: 305 32 • Los dioses protegen a los mortales, sean hijos o pre-
feridos, como Zeus a Sarpedonte33, Hefesto a Ideo, Atena a Odiseo, Apo-
lón a Eneas. Además, Zeus manifiesta presciencia: él anticipa que Aquí-
leo enviará a pelear a Patroclo, que éste morirá tras matar a muchos, entre
ellos a Sarpedonte, y que luego Aquileo matará a Héctor para así cumplir
la promesa que el mismo Zeus hizo a Tétide (15: 59 ss.). Y ésta anuncia la
pronta muerte, tras la de Hécto1~ a su hijo (18: 95-6). Los dioses suelen te-
ner epítetos por antonomasia, que no necesitan ser acompañados por el
30 Véase BmAND (2003) con el ejemplo de Atenea.
31 Sobre el doble lenguaje, CALDERÓN FELICES (1982).
32 Cf. CLAY (1972).
33 Este nombre tiene doble declinación: aparece como Sarpedón, -ónos en flíada 5: 629, 663,
etc., Y como Sarpedón, -óntos en Ilíada 12: 379. 392; 23: 800 etc., de ahí que se lo menciona en cas-
tellano como Sarpedón o Sarpedonte. Sobre los valores heroicos de Sarpedonte y la gloria que le
concede Zeus, cf. CLAY (2008-9). ALLEN (2004) compara la relación de Sarpedonte y Zeus con la
de Bhisma Y Dyaus en el poema Mahabharata: Sm·pedonte-Bhisma remontm·ími a un proto-héroe
indoeuropeo, aunque Homero habría p¡¡sado algunos rasgos tmnbién a Héctor.
---24
nombre propio ("el que lanza de lejos" = Apolón; "el que sacude la tierra",
"el de oscura cabellera"= Posidón, etc.) y también se les dice ánax anákton,
"jefe de jefes", aplicado, por ejemplo, a Hermes en Ilíada 2: 204 y a todas
las divinidades en Odisea 12: 190. Los hombres los invocan, no para pedir
perdón: o hacen un sacrificio para expiar una culpa o apaciguar la cólera
divina, o los invocan para obtener de ellos un beneficio, nunca entendido
como una obligación del dios; el hombre debe persuadir al dios 34• Pocas ve-
ces la oración es de agradecimiento (Ilíada 7: 298; Odisea 13: 356) 35• Y el
hombre invoca al dios más 'especializado' en su necesidad o al que tiene el
templo más cercano a donde él se encuentra, pero theós o Zéus suele ser 'la
divinidad' como conjunto, más allá de sus manifestaciones diversas 30 • La
súplica tiene dos partes esenciales: la invocación (epílclesis), con un "óye-
me" y la mención del nombre y atributos del dios; y el ruego (eulché), con
una referencia a los actos piadosos realizados por el hombre, a cambio de
los cuales éste merecería el don solicitado; a veces incluye una promesa.
Los dioses también juran, pero lo hacen por la Tierra, el Cielo o la laguna
Éstige, sinécdoque del mundo infernal, es decir, por los tres ámbitos do-
minados por la divinidad. El consentimiento de Zeus está marcado por el
trueno, el gesto de alzar una ceja o el mover la cabeza.
Los dioses parecen mantenerse siempre jóvenes, esbeltos y potentes37•
Empero, la excepción es Hefesto, dios que no tiene nada de bello sino que
es defectuoso en su cuerpo y, además, se dedica a un oficio manual38 •
VARIANTES DE LA ÉPICA
En realidad, la epopeya, como género 'narrativo' en hexámetros y en un
sentido más amplio, no tiene una sola vertiente. Los dos grandes poemas
homéricos representan ya dos de ellas. Las variantes posibles son:
a. Épica bélica: la centrada en conflictos personales y guerras. Ilíada es el
modelo. Tiene derivaciones en la tragedia. A ella pertenecen los 'ciclos'
de hazañas como las de Heracles, Teseo, e inclusive Édipo.
34 Sobre esto véase Aunmor (2006).
35 Cf. Gil en RODRÍGUEZ ADRADOS (1963: 469).
36 PARODI DE L1s1 (1978) retoma el tema de la religión homérica y sostiene que en esta épica,
como en casi todas las civilizaciones, hay "poderes impersonales, vagmnente esbozados" junto con
"divinidades específicas" (p. 69).
37 Véase VERNANT (2001) cap. l.
38 Hay en la 1nitología divinidades feas, monstruosas, habitualmente negativas: las Grayas, las
Górgones, las Erinies, las Keres. Vémise los capp. 6 y 7 de VERNAN'l' (2001).
25 _ _
 b. Epopeya de viajes: relatos de traslados que suelen incluir indicaciones
geográficas, topográficas, étnicas, detalles de cuentos folklóricos. Es el
caso de Odisea o de Argonáuticas. Tiene derivaciones en la tragedia y
en la novela.
c. Epopeya etiológica: es la narración de mitos 39 y genealogías que expli-
can orígenes, sean divinos o humanos, y conflictos de poder. Es el caso
de Teogonía de Hesíodo 40• Tiene derivaciones en la filosofía.
d. Épica paródica: la que utiliza recursos 'serios' aplicados a asuntos ridí-
culos o fabulescos. Es el caso de Batracomiomaquia o Margites (véase
infra). Tiene derivaciones en la comedia.
De tal modo, las categorías antes indicadas y los rasgos heroicos de los
personajes se adecuan a estas variantes con los matices que imponga cada
una.
III. La materia troyana
MITO E HISTORIA
Ya se sabe que Homero no canta la guerra de Tr()ya, e9,8.~~.nW.e dt;ll,"ffi/:Ir
dieza'.h6s'"'Br'18s'gtiegós(a.que'cfi:f;'danaos y sus aliados) 41 contra •o' atgivos
los'froyan~'s"'(da:raan1os/'ilios"o'teucro"fl'y"'sus'alfac1os) 42'.''faúíé:testa\;'ü'.t::'··
dadcuáñto'sü"'gú'erra soíf uff tfasfondo ·queel 1p·oetá:·da: pot···conocido por
su público para centrarse en otros asuntos vinculados con aquéllas, co-
mo veremos luego. Ya hemos visto al tratar la "Cuestión homérica" que
se dudó mucho sobre la historicidad de este trasfondo. Pero a medida que
avanzaron las investigaciones, se pudo precisar más que, fuera de los deta-
lles poéticos que el autor pudo generar, había una base real: Troya existió,
era un enclave geopolítico, fue destruida y reconstruida varias veces y fue
escenario de una gran guerra con pueblos de la península Balcánica, o de
varias guerras sucesivas (quizás como las tres etapas de la Guerra del Pe-
loponeso o más reiteradas aún), de las que el poeta toma una parte.
Pero a la vez que se afirma la base histórica, también se encuentra en su

41 Mientras que los tres primeros nombres son genéricos, el de 'argivos' es una sinécdoque,
pues designa estrictamente a los habitantes de Argos, reino de Agamenón.
42 Estos nombres derivan de los fundadores de Troya, en sucesivas generaciones, Teucro,
Dárdano, Tros e Ilo:

Atlante+ Pléyona Escamandro + Ida

\ "''""M";:~le~tra TeJcro

\,______.J Dárdano+ Batiea _J

/
Erictonio + Astioque
, - / ,·-" ·---·-- . 1

/ / ""\ Tros + Calírroca

Ganím~acol~Hieromn:::---Xlo¡Eurídica
. ,, Capis Laomedonte
..,, 1 1
Anquises Príamo
39 Sobre el concepto de mito y el significado del término griego, cf. SAUGE (1997), quien parte .";' :.,..v11/,¡,-,,,:,,.,t?,,,,~~-_{~, •'' ··1•·"••••., ..
del sentido 'murmullo, balbuceo', de ahí 'intención' en tanto 'lo que se balbucea en voz baja', 'opi- \ Eneas ) Héctor
nión', 'designio'. Ver también CAVALLERO (2012).
40 BALLABRIGA (1990) opina que es obra pseudo-hesiodea.

---26 27 _ _
 mythos o relato un componente simbólico y un componente alusivo. Por
ejemplo, la ciudad en guerra representada en el escudo de Aquilea parece
Troya misma, pero es símbolo de cualquier ciudad asediada; el regreso de
Odisea y sus penas son símbolo de todo retorno de una guerra, siempre
penoso aun si es triunfante; la destrucción es, para algunos, símbolo de la
necesidad de limitar la superpoblación y restaurar el equilibrio cósmico
amenazado 43. El componente alusivo radica en que ciertos personajes y
hechos literarios pueden aludir alegóricamente a hechos y personajes his-
tóricos. Por ejemplo, ya en 1924 Kretschmer vinculó los nombres Aléxan-
dros e Ílios con el rey Alaksandu y su reino Wílusa, ubicado al noroeste del
Asia Menor. Se sabe hoy que hacia el afio 1285 a. C. este rey firmó un acuer-
do con Muwatalli II, rey hitita, por el cual el. im:e,e1:i0·de-Hátt~aprotegería
a Wílusa en caso de sublevación interna44 . ~afacuerdo con un ·mperio da
a Ilio un estatus relevante, si bien implica que_y.rílusa-Tro~ •asa a ser un
país-vasallo45. Una alusión homérica a este acue1·do-puectéser rastreada en
la posición de Antenor y otros jefes, que revela un conflicto en la clase diri-
gente de Wílusa / Ílion 46, es decir, un principio de 'sublevación interna': en
7: 348-353 Antenor propone devolver a Helena, a lo cual Alejandro se nie-
ga aunque sí acepta devolver riqU:ezas; en 11: 123-125 se dice al pasar que
Antímaco apoyaba a Páride, alianza ganada por éste a costo de regalos; en
el canto 3: 39 ss. Héctor mismo reprocha a su hermano el haberlos llevado
a tal desgracia y lo mueve a sostener el combate singular con Menelao; en
6: 326-331 nuevamente Héctor le reprocha su inacción.
Por otra parte, no solo los ancianos teucros prefieren que Helena se
vaya, antes de que arruine a Troya (cf. 3: 157-160); Tersites, en el otro ban-
do, también reclama por el retorno de los invasores a la patria, porque no
es justo que los aqueos sufran tanto por los Atridas: su reclamo pudo ser la
opinión de muchos, ya que se afligieron por el castigo que Odisea infligió al
orador (cf. 2: 225-242 y 270). Es posible pensar que estas reacciones, más
allá del universal rechazo a la guerra, representen el rechazo de algunos
sectores troyanos a las consecuencias de que Troya fuera un país asociado
al imperio hitita. Este vínculo y la posición geográfica de Ilio transforman
a Troya en muro de detención de cualquier avance de los pueblos occiden-
43 Sobre esto véase TonnEs (2007).
.44 Cf. el texto en LA'l'ACZ (2001: 115). Alaksandu podría ser una adaptación del nombre griego
(cf. p. 169).
45 Se sabe que hacia 1235 Troya, debido a esta situación, envió soldados a luchar a favor de los
hititas en Siria, contraRamsés II; Cf. KonFMANN (2005-6: 20).
46 Sobre estos conflictos Cf. LA'rAcz (2001: 243 ss.). El nombre de Troíe o Traía puede ser adap-
tación del hitita Trúwisa = Wílusa, según propuso ya en 1924 Emil Forrer; Cf. LATACZ (2001: 142-3).
---28
tales sobre el Asia Menor, por lo que tampoco ellos ven con buenos ojos
que Troya tenga a Háttusa como 'aliada'; pero el costo de ese vínculo pudo
generar sublevaciones internas por las que el imperio debería aportar con-
tención.
Otros datos confirman que Wílusa era un país "asociado"· al imperio
hitita desde c. 150047. La alfarería, los ladrillos de barro, un sello con una
inscripción hieroglífica local, la pintura y la costumbre de la cremación, la
construcción de ciudadela más barrio amurallado (estructura anatolia48)
sugieren que Troya tenía más contactos culturales, durante la Edad de
Bronce, con Anatolia que con los pueblos del Egeo40. Otra alusión a esto
es el pasaje del canto 6 de Ilíada en que Glauco resefí.a ;i'.i,'.g~;_:;_~JogÍá::/dfce
qüe'süabuérél°:Beferor'oñf~·; ;i~~do ~ª~;al de laArgólide, es e1wi.ado.p~r.su
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rey a Licia, donde térínirí.a casandóse con la hija del rey y fundando allí una
famili~50,' por'i~'(iué ntauCó és unliéfo"áliacto de: Troya: Állí)a alusión·a la
-e"§'ci'itü1'a'(6:"168:i9)"pcidía sei' t01ñadacom0 uñ~ºIni:~~pofa~i6~ posterior,
anacrónica, pensando que la escritura griega se inicia al fin de la Edad 'Os-
cura'51. Pero ahora, gracias a un sello encontrado en 1996, se sabe que en la
Troya de losti:en1posi:liml.icós-setescrifüi:ten lüvio~-m1· día:lectcrdel·hitita: ,
la'é'scrHú.fa ei!a cuneífci¡ri'.i~'en los'
textos"ctestinaéros 'al'trat'o''internacional-.,"·'
y pictográfica en los textos destinados al interior del país52 • La referencia
homérica a las tablillas puede entonces tener base histórica, aun cuando
no podamos asegurar que contuvieran lo que hoy llamamos 'luvio' 53 .
Starke señala también que la lengua homérica presenta préstamos de
las lenguas anatolias, que antes parecían no indoeuropeas54 . Todos estos
47 Cf. LA'rAcz (2001: 118). El imperio de Háttusa había dominado también el reino de Luldm, al
sudoeste del Asia Menor, y el reino de Arzawa, al oeste; Cf. HAWI<INs (2004).
48 Cf. LATACZ (2003: 53); KonFMANN (2005-6: 23).
49 Cf. KORFMANN (2004: 39).
50 Este casamiento puede reflejar la costumbre de sucesión regia por línea materna; es la
princesa la que legitima a su marido como rey, como ya señalamos. De al1í la importancia de con
quién se casa Penélopu y la práctica egipcia del matrimonio entre hermanos; cf. F1NKELDERG (2006:
71 ss.). Podemos vincular esto con la pareja Zeus-Hera. Véase sobre el tema BENVENIS-rE (1983: 143
ss.).
51 La primera olimpíada (776 a.O.) ya tiene registro escrito. Sobre la escritura en la épica, Cf.
al10ra CAMEROTTO (2009: 221 ss.). Homero conoció el papiro, según Odisea 21: 391.
52 Cf. LATACZ (2001: 83 ss. y 104).
53 Hay pruebas de que se usaban en Anatolia y el Cercano Oriente ya en el segundo milenio
a.O. y de que eran conocidas en el Egeo. Cf. ahora CAMEROTTO (2009: 223) y la bibliografia allí citada.
También PA'I'ZEK (2003).
54 Para una reseña de los descubrimientos lingüísticos véase FINKELDERG (2006: 4, 22 y 42 ss.).
El indoeuropeo habría entrado desde Anatolia a Europa ya en el 7000 a.O. Por ejemplo, el adjetivo
29 _ _
 datos lingüísticos y mitológicos confirmarían el vínculo entre el 'mundo
cultural' de Troya-Wílusa, que produjo el relato básico de flíada y el 'mun-
do cultural' de Anatolia. El vínculo del relato de flíada con el imperio hitita
aparece también en otros detalles. Por ejemplo el guerrero Meríones, uno
de los jefes cretenses (2: 651), es conductor de carros y posee el casco de
dientes de jabalí; su nombre se relaciona con el hurrita maryannu, 'dis-
tinguido conductor de carros', nombre que se hallaba extendido en todo
el Cercano Oriente quizás por el amplio empleo del carro de guerra en los
ss. XVI-XV a.C. 55; flíada recoge así un rasgo que apunta ala presencia del im-
perio hitita, dado que el hitita deriva del hurrita y el luvio y el palavio son
dialectos del hitita. Otro dato similar es el del nombre Príamo, el rey troya-
no; Frank Starke lo vincula con el luvio Priiamuua 'poseedor de destacado
valor' 56, de modo que el jefe aliado queda así relacionado por su nombre
con la potencia dominante pero a la vez de manera elogiosa. Sin embar-
go, debemos señalar que la adaptación griega no es menos connotativa en
relación con otros hechos a los que flíada alude: el nombre Príamos re-
mite, al menos fonéticamente, al verbo griego príamai 'comprar, vender,
comerciar', registrado ya en Homero 57• Ese aspecto es el de la condición de
pégasos corresponde al luvita pihassa, 'pertinente al ralámpago', Pueden ser influjos anatolios la
psilosis del lesbio-eolio y del jónico oriental, por el hecho de que el luvita, el cario y el lidio carecen
de espiración; los verbos iterativos con infijo -sic-, que en el luvita e hitita también indican acción
permanente o repetida que no es terminada; los adjetivos en -io- que reemplazan al genitivo (in-
cluidos los patronímicos) en lesbio-eolio pueden ser influjo del luvita y del licio; el acusativo de
relación, que no es indoeuropeo y que en Homero aparece con adjetivos y verbos intransitivos en
referencia a la esfera corporal o espiritual, estaba muy extendido en el hitita y luvita, por lo que
merecería ser llamado 'acusativo anatolio' más que 'acusativo griego', según Starke; calcos del hi-
tita parecen ser la duplaDeimos te Phóbos te, 'el terror y el miedo (o fuga, motivo de fuga)', el verbo
prothéo (flíada 1: 291), que no es una forma rara de protithemi sino calco del valor hitita 'secun-
dar, ayudar, asistir' a partir de la idea básica de 'correr delante'; demogérontes como 'ancianos de
un país' es calco del hitita y luvita; la égide (aigís, -ídos), morral hecho con piel de cabra, hirsuta,
inmortal, con alegorías en el interior y llevada por dioses, es calco del hitita /cursa, que tiene las
mismas características; el giro gaia mélaina, 'tierra negra, oscura', que Homero aplica a la residen-
cia de los dioses infernales, de los muertos, a la tierra toda o a su superficie, es también calco del
hitita (tomado del hurrita) y del luvita. Starke afirma que no hay en Homero préstamos ni calcos
fenicios: es el Asia Menor el intermediario entre el Oriente y Grecia Además hay fórmulas tomadas
del hitita: la mención de un doble lenguaje, uno humano y otro divino, surge de la invocación de los
dioses en el culto anatolio, donde al nombre habitual dado por los hombres se adjunta el nombre
que identifica a la divinidad por su entidad y función (et: Ríada 1: 402-4; 2: 813-4; 20: 73-4). Este
'doble lenguaje', aun cuando tuviera estirpe indoeuropea, habría entrado a través del hitita, dado
que el indoeuropeo mismo entró a Europa a través de Anatolia.
55 et: LATACZ (2001: 356).
56 et: LATACZ (2011: 168),
57 Ambos términos tienen alfa bFeve. Señala BENVENISTE (1983: 82) que este verbo denota un
_ _ _ 30
Troya como estado comerciante. Antenor tiene sus propios mégaroi, don-
de alojó a Odiseo y Menelao como embajadores (cf. 3: 205-7). Esta relación
de anfitrión y huésped señala los vínculos comerciales y políticos que Wí-
lusa mantenía con otros pueblos, incluidos los de occidente y no solo los
del ámbito hitita58• El mismo Alejandro habría estado en una misión de
ese tipo cuando se llevó a Helena, a la que suele mencionar junto con las
riquezas extraídas de Argos (cf. 3: 72, 7: 352-3). La proximidad de Troya
respecto del mar y la posesión de un puerto, ambas implícitas y explícitas
enflíada, están confirmadas por la arqueología: había un puerto natural en
la bahía de Besik, a ocho kilómetros de la ciudadela59; el puerto era esen-
cial para el comercio y como centro de abas~ecimiento ante el paso al Mar
Negroºº. Este rasgo comercial de Troya hace posible que el poeta y su pú-
blico hayan establecido una relación entre el nombre Príamos y el verbo
príamai.
Otro indicio de la relación histórica con el imperio hitita es que Tro-
ya tiene además muchos epíkouroi, es decir, 'auxiliares, aliados', que ha-
blan diversas lenguas, y que sirven en la batalla (cf. 2: 803-4, 7: 348).
Ellos son miembros del imperio hitita, que es un "estado plurinacional y
multilingüe"º1. Reso, por ejemplo, el personaje de la Dolonía (canto X de
flíada), es rey tracio aliado a Ilio. El aspecto de la lengua llama la atención
en la épica, pues todos sus personajes parecen entenderse como si habla-
ran una lengua común, como ya indicamos.~ se sabe gue en el n mile!l,io ..
a.c. todo el Egeo contenía diferenciaciones o variantes de una unidad lin-
- - tíasea,:~:·"Que1vtene1ac.t"·~pa'.rJ.s"\1cfi~~an'.'éñtenaerse·res'"ondería'a··
"'üTstica
gu · . -- ..~Y.............,.J2.............. ,,.c;•,·..,.,.• " ...... ., .............. .!L......,...... ,.,.,._.... ".
esto pero también a otro aspecto histórico que aparece reflejado en flíada.
-~WES"'Sa'.oido··que'la'.'éfüp~~~;·a~"í~·~ '.A_i'.go~aút~~·puedei·represéhtru:'las' in-
cursiones con intención expansiva y comercial hacia el Ponto. Pero ade-
más se sabe queAquijawa o Ahhijawa, nombre hitita de Acaya, hacía incur-
siones de rapiña para obtener, entre otras cosas, mano de obra femenina.
Esto aparece reflejado, según creemos, en diversos pasajes de flíada. Por
ejemplo, es claro que los aqueos atacaron otros puntos del reino de Wílusa
modo de pago.
58 Sobre la hospitalidad como institución indoeuropea, Cf. BENVENISTE (1983: 62-63).
59 Ct: LATACZ (2001: 71).
60 En el prólogo de laHécaba de Eurípides, la sombra de Polidoro dice que su padre Príamo lo
envió con su madre y mucho oro a la casa de su antiguo huésped, Poliméstor de Tracia: este detalle
mítico también puede fundarse en relaciones comerciales y/o políticas.
61 1ATACZ (2001: 102).
62 Véase FIN!CELBERO (2006: 7, 61, 139). Sobre los aspectos comunes de frigios y griegos Cf.
BENVENISTE (1983: 294).
31--
 y de sus aliados: esto se ve no solo porque Criseide y Briseide sean parte de
sendos botines de jefes, sino porque hay referencias a dichos ataques (cf.
níada 1: 125, 163-4, 366-9).
Con cierto detalle cuenta .A11drómaca que, cuando los aqueos atacaron ·
Teba de Misia, ciudad de los cilicios63, .Aquileo mató a su padre y a sus siete
hermanos, se llevó riquezas y liberó a su madre a cambio de gran rescate
(6: 414-427). Se deduce que .Andrómaca se salvó o fue rescatada de modo
que pudo convertirse en esposa de Héctor, o, más probablemente, que lo
desposó antes de ese ataque, seguramente por ser una princesa de Misia,
país del Asia Menor que debía de ser aliado de Troya y/o asociado al im-
perio hitita. Es el mismo .Agamenón quien, en el canto 9: 129, menciona
que .Aquileo tomó Lesbo y que de allí el Atrida se llevó siete mujeres. .Asi-
mismo, en flíada 19: 288 ss., Briseide se lamenta de la muerte de Patroclo
porque, cuando .Aquileo mató a su padre y a sus tres hermanos en la ciudad
del divino Minete (Lirneso en Tróade), Patroclo la consolaba y alentaba:
se trata, pues, de otro ataque a lugares aliados en busca de riquezas y de
cautivas. Dicho sea de paso -lo retomaremos luego-, si esto fue así, pier-
de inverosimilitud el tan comentado pasaje del canto III en el que Helena
debe informar sobre la identidad de los atacantes: la acción está en él déci-
mo año de la guerra (cf. 2: 329; 12: 15; Odisea 3: 118), pero no toda la guerra
se desarrolló necesariamente a los pies de Ilio y, tal vez, los invasores no
eran entonces identificados de modo claro. De hecho, mientras .Aquileo no
se retiró de la batalla, los troyanos ni siquiera se habían alejado de sus mu-
rallas para combatir. De tal manera, un recurso literario para presentar a
personajes relevantes puede tener simultáneamente una base 'histórica'.
Mientras que Wílusa-Troya y Háttusa o el imperio hitita se hallaban
en relación 'positiva', se sabe también que, en cambio, las relaciones entre
Háttusa y Acaya eran malas a fines del s. xm64 y que, hacia 1220 a.c., el rey
hitita organizó un bloqueo comercial contraAquijawa y borró al rey de este
país de la fórmula diplomática65 • Seguramente por esto y por ser el paso al
Mar Negro y a los graneros de Asia Menor, Wílusa fue atacada varias ve-
ces. Mileto, enclave estratégico aqueo en Asia Menor, cambió de soberanía
en muchas ocasiones66; sus factorías comerciales pueden estar aludidas
63 Teba Hipoplacia (6: 397) era ciudad de la costa de Misia, región del noroeste del Asia
Menor, lindante con la zona de Troya. Que se diga que Eetión gobernaba a cilicios resulta extraño,
dado que Cilicia era región costera del sudeste del Asia Menor.
64 Cf. LA1'ACZ (2001: 183).
65 Cf. LATACZ (2001: 380).
66 Cf. LA'rAcz (2001: 382-3). Podemos comparar con lo ocurrido con la Colonia del Sacramento,
ene! actual Uruguay, que siete veces pasó de manos españolas a portuguesas en época del Virreinato.
_ _ _ 32
en Odisea 9: 106-141, donde Odiseo considera al país de los ciclopes con la
mirada de alguien que analiza el potencial económico de una región67• Así,
pues, 'la' guerra que es el marco de fondo del asunto del rencor de .Aquileo y
del tema de la venganza puede ser vista como una síntesis, aparentemente
simplificada, de esta larga situación de enfrentamiento político-económi-
co entre dos potencias y sus respectivos aliados, pero cuya complejidad
emerge en detalles alusivos 68 •
Que Troya y su región (Wílusa) eran pretendidas tanto por los hititas
del Este cuanto por el reino de Ahhiyawa al Oeste, allende el mar, dada su
importancia geopolítica, está al1ora confirmado por los recientes estudios
presentados por Latacz (2004), según los cuales hay documentos hititas
de los ss. xrv-xrn que se refieren a un reino occidental, Ahhijawa, y docu-
mentos egipcios que describen un reino norteño, el de Danaya, que ata-
caban las costas del imperio de .Anatolia: serían ellos los aqueos y dánaos;
también por los datos aportados por Hawkins (2004), quien remite a una
carta del rey hitita (probablemente Hattusali III, que reinó entre 1267 y
1237 a.C.) al rey aqueo, en la que el tema de discusión era Wílusa; y por
Korfmann (2004), quien suma elementos arqueológicos que afirman el
vínculo cultural de Wílusa con Háttusa, más que con el Egeo, y su impor-
tancia geopolítica como estado 09• La posición privilegiada de Troya como
conexión entre el mar Egeo y el Negro creció a partir de que el imperio hi-
tita impidió el acceso a éste a través del Asia Menor7º.
Está repetido en los estudios sobre Homero que la presencia del caballo
es relevante en la narración; los personajes se interesan por lograr supo-
sesión, los resguardan (flíada 5: 25-6, 323-4), posiblemente por su aplica-
ción bélica y por su significado económico. Aunque no aparece en Ilíada,
Odisea (8: 499-520) aporta el detalle del caballo de madera como estrate-
gia para la entrada en la ciudad. Como una especie de Narciso embelesado
67 Cf. FRANKEL (2004: 42).
68 No creemos del todo acertado que "la tradición épica no daba indicios de que la edad heroica
hubiese estado tan fuertemente influenciada por el extranjero. Había borrado todo rasgo extrrulo de
la antigua cultura y retenido sólo lo que estaba en consonancia con el modo griego de vida": Fn.iíNKEL
(2004: 58). Sobre elementos orientales tomados por Homero, cf. PowELL (2004: 45-47).
69 Véase también KDRFMANN (2005-6: 19, 21 y 26), quien señala que Ilio tendría trescientos
cincuenta 10112, lo que la hacía una ciudad importante, si bien no una metrópoli. Sus murallas,
elogiadas por Homero, medían cinco metros de ancho por ocho de alto, la ciudadela contaba con
torres notorias y fuera de ella había una 'ciudad baja' con su propio muro y foso. En el siglo xm a.C.
Troya tendría unos diez mil habitantes.
70 LATACZ (2001: 76 ss.). Desde el 1700 a.C. el imperio hitita obliga a los pueblos mediterráneos
allegru· al Mar Negro por el Egeo sin atravesru· Asia Menor; esto coincide con el desru·rollo de Troya
VI, que fue destruida por un terremoto hacia 1250 a.C.
33 _ _
 por sí mismo, los troyanos se dejan seducir por la imagen de su propia ri-
queza: Troya es "la ciudad de anchas calles" por las que los carros pueden
transitar cómodamente. Las últimas excavaciones hallaron huesos de ca-
ballo que demuestran su abundante consumo; "los hititas nos han dejado
tratados completos de hipología (ciencia del caballo). Ante los menciona-
dos hallazgos óseos hay que preguntarse si Troya hacía de emporio delco-
mercio caballar, tal vez incluso de centro de crianza y entrenamiento"71 •
Es claro que no era el caballo el único interés económico en las poten-
cias de la época. Los rescates ofrecidos y los botines obtenidos dan cuenta
de otros intereses. Por ejemplo, en flíada 9:.122 ss., cuando Agamenón pre-
tende congraciarse con Aquilea, ofrece como resarcimiento compensato-
rio de su ofensa72 trípodes sin usru:, oro, calderos, caballos vencedores en la
carrera, mujeres hábiles en las labores; le promete un botín preferencial de
Troya en oro, bronce y mujeres, hacerlo su yerno con una dote espléndida
y, finalmente, entregarle siete ciudades costeras, ricas en hierbas, viñas y
ganados, cuyos hombres le pagarán tributos. A la importancia de las mu-
jeres y de1os caballos ya nos hemos referido. Pero aquí se añaden los me-
tales preciosos, utensilios para la comida y posesiones que sugieren que
también los argivos tenían su 'imperio', tanto en propiedades tributarias
cuyo mando podían ceder cuanto en pueblos 'asociados',·los enumerados
en el 'catálogo de las naves' y dirigidos por ánaktes. Por otra parte, cuando
Aquilea dice que los troyanos no arrasaron sus campos, también alude a la
importancia de los víveres. De todo esto Troya era poseedora. Los hallaz-
gos arqueológicos sugieren que estos rasgos 'literarios' responden a: la rea-
lidad histórica y justifican el enfrentamiento bélico. Más aún si sumamos
alas riquezas propias las 'adquisiciones' que Páride trajo junto con Helena
(7: 350, 389, 400): su obtención sería la recuperación no de riquezas per-
sonales de un rey como Menelao, sino la restitución de saqueos violentos
o de transacciones comerciales fraudulentas. Los documentos arriba
mencionados confirmarían que los vínculos 'comerciales' y 'diplomáticos'
de HáttusajWílusa con Acaya llegaron a un estado crítico, que bien pudo
generar un conflicto armado. Todos ellos serían hechos 'históricos' a los
que se remite 'alegóricamente' por detalles del relato.
Un sentido alegórico pero con justificación histórica pueden tener cier-
tos obsequios dados por los dioses a la familia real troyana. Ellos son: la
cabellera de erótica atracción de Páride (3: 54-55) y el velo esponsal de An-
drómaca (22: 470-2) obsequiados por Afrodita; el triple casco de bronce
71 LATACZ (2001: 74).
72 Véase CAVALLERO (2002).
___ 34
regalado por Apolón a Héctor como defensa (11: 351-3); además, las mu-
rallas mismas de la ciudad, construidas por Apolón y Posidón (7: 452-3,
21: 441-9) y protegidas por Febo (16: 698-704, 21: 516) 73 • Estos obsequios,
vinculados todos con la cabeza de la persona o las crestas de la ciudad,
simbolizan la amistad de estos dioses hacia los troyanos 74 pero pueden
también ser una alusión alegórica a dones de gobiernos, similares a las
condecoraciones y obsequios actuales entre jefes de estado. Pueden remi-
tir a subsidios otorgados por Háttusa para reconstruir muros de la tan ata-
cada Ilio, como así también a 'presentes' ofrecidos e1:v:ecbtroei~iento del
apoyo de Wíl~sa al imperio. :una justificación d~,B~ª al~goría esb~ en ~os
nombres y actitudes de los d10ses. Hoy se sabe que Apaliunas erajun d10s
anatolio venerado con estelas de piedra junto a pu\qas de la cjucfadela de
Troya. Apól·lon puede ser el nombre griego de este di~l'í;iu'é}~presentaría
por meton+mi-a:·el:·pocl:erio-hitita:-Eñ'cafübfo;"'P6sidón;·qmen:;·1u:egc:tdi:r·c·o::·"
laBorar en la constl'lICctón-de"lus murós-de·Troya;-se"eñemistó"coff'sffrey
pc5rnoTet:i15'ii: 1a paga éorresporul.ierite~ póiiríarepre'sentar ía'p~t~11cia.'de a
Ahhifawa;"qlYé15fimeró''fiéñé'tí·at~;m'~~caiitfie~ 'c~~wliusa)
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lnego entra-e'frcm1f11cto. de intereses y entonces se genera el distancia-
mient0-e0mercnrn,-éHpfo~áti~~'.:;tqi'.i;.hi~~~~ef~i;nciiloi:''docufu.ént~s. ··.
'regios...N0,en"vaño"'.Posid6¡; ~; ·;1 ;élios,clelmar', ámbito del que provienen
~atá"'lós'tf8yaii8~:'.' ib;";ü:~;;tv ~q,.;:e~~; ~o ~or casualidad P~sicl6n ~l1~ió ..
como castigo.un-m0nstruo'illarino·queasbl6trtóslr6yaiios y'qüe puédé'ser
alegoríá'd.étlas in6Úi;si~i1es. aqueas. Áfr()dit~'. por su parte, puede ezj)resa1;
alegóncamenfeel~"'ol'>Jefü'"de·deseo' que es Troya para las potencias que la
presionan; la idea mítica de que Afrodita nace de la 'espuma del mar' pue-
de adecuarse al hecho de que el poder de Troya depende en gran parte de
su comercio marítimo y de ser custodio deLpaso al Mar Negro.
Pári.deen'el pasaje del canto XI y Príamo ~iiehl,el III, citados más arri-
ba, sefi.alan a los dioses como causantes de la guerra)La acusación, en cam-
bio, apuntaba al robó"de Helena: Pero en una lectura alegórico-histórica,
en la que Helena represente el objetivo de las rapiñas imperialistas, el
cuestionamiento hecho por los ancianos o por Héctor significa: llas ven-
tajas económicas justifican una guerra? "Elena es disculpada. La guerra
de Troya aparece de este modo atribuida a los dioses" 75: en una interpre-
73 Como señala CmELAARD (2003), la 'biografía' de ciertos bienes materiales -el hecho de
describirlos, contar su origen y el paso de mano en mano- ayuda a delinear el estatus social de los
caracteres.
74 Cf. BRILLET-DUDOIS (2000).
75 LATACZ (2001: 273).
35 _ _
 tación histórico-alegórica los 'dioses' son las potencias en conflicto; y son lqe Y.§.f~ÍW-J:,~~imi!ffeenia.s ya podía estar pres~.~~.e.,_\'ll,.;.§.~11tid0.alegóricd,del ,,,.
ellas el problema, no la mercancía en sí. texto -es decir,~el~Éir"'éñ'Pr'íaiño"'tíñ'estactétcomerciante, en Helena mer- .. ,
0
En relación con este sentido alegórico de los dioses, ca.be analizar la cañcfaltysáqüeos~'éñ"fa~lñvasloñ"aiíüe'i:i:i.ü.1"a.vánée
\•:e-~.--:-~,;";'·-:-:::;::,;;,1.;11•:,:t"),'t";: .,.,..,.,,"'~,,¡~ ..
poi'fü~·o~éc~;_:;¿~i~o-
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desprotección final de Zeus respecto de Troya, hasta entonces defendida. militar sobre Ha.ttusa.1 en A¡:>olon al imperio 'protector', etc.-yese sentido
por el dios. Ha.cia.1175 a.c. se produce la caída del imperio hitita, de modo pudo ser tra.;;~itid; d~ ~ista. a arti;ta., p~es segú~ parece, fo hazaña iliá-
que Zeus podría representar, como Apolón, el poder supremo de la poten- dica. fue cantada inmediata.mente: a.sí lo sugiere Odisea 8: 487-493, donde
cia. Háttusa.: a.sí como Zeus cede al 'destino' y al deseo de otros dioses, Hát- se dice que Demódoco ya canta el episodio del caballo de madera a solo
tusa pudo verse obliga.da. a retirar o disminuir su a.poyo a Troya.-Wílusa., la diez años de la guerra.78 ; u Odisea 1: 326, donde se dice que Femio canta en
cual, abandona.da. a sus limitaciones, no pudo sostener el embate occiden- Íta.ca. el asunto del retorno de los aqueos; también lo sugiere la preocupa-
tal. Un pasaje relevante en a.poyo de esta.interpretación histórico-alegó- ción de los héroes por ser canta.dos para lograr fama. Pero a.demás, si puede
rica. es aquel en que Héctor expresa a Polida.mante su desacuerdo con la ser cierto que "Homero y sus interlocutores no se interesaban en primer
estrategia. de encerrarse en Troya. Y dice: "Pues antes, todos los hombres lugar por la guerra de Troya [sino que] se interesaban por los problemas
mortales nombraban la ciudad de Príamo como rica en oro, rica en bron- de su propia época"70, también es cierto que las cuestiones de comercio in-
ce; al1ora., en cambio, se han perdido las bellas posesiones de las mora.das; ternacional, aludidas enflíada, seguían vigentes en tiempos del poeta. Sus
cierta.mente, muchas adquisiciones van vendidas a Frigia y a la ama.ble coetáneos eran colonos, expulsados por los dorios invasores del norte. Si
Meonia., dado que el gran Zeus se irritó" (18: 288-292). No está claro por es cierto que "el gran marco geográfico-etnográfico de la acción de Ilíada
qué dice Héctor que Zeus se irritó. Pero si pensamos que el texto indica no existía en vida de Homero"ªº, también es cierto que las guerras por ro-
que Troya debió derivar dinero a Frigia y Lidia, es decir, al interior del Asia bos y las peleas internas por reparto de beneficios son un hecho universal e
Menor, es posible entender que Háttusa. reclamara. tributos para sostener- intemporal. Además, descubrimientos arqueológicos en Eubea muestran
se ante una crisis o ante la presión de las potencias opositoras, tributos que sobrevivían en ss. xr-vn ciertas costumbres micénicas: no todo lo iliá-
que debilitaban a Wílusa. como una sangría financiera. A la larga, esa ac- dico es ajeno al poeta81• La relación entre basiléis (gobernantes efectivos)
titud genera.ría la caída de Troya y la posterior ruina de Háttusa.. y ánalctes (jefes de autoridad reconocida.) y la 'heroiza.ción' de gente ex-
En Ilíada 12: 3 ss., en una prolepsis diegética., se relata que, tras la par- tra.ordinaria. con fines de homogeneidad socio-política parecen reflejar la
tida. de los aqueos, Posidón, Apolón y Zeus destruyen el muro y el foso situación de c. 800 82 • Ciertas 'omisiones' del catálogo de las na.ves (Méga.-
protectores que los dánaos habían hecho sin ofrecer hecatombes (cf. 7:
455-463, 18: 215) y que, por no tener el a.poyo divino, no podían durar mu-
sía de tradición oral' y de 'composición formular' no impiden la flexibilización y recreación per-
cho. Este consenso de los dioses contra. los aqueos, tras el conflicto previo,
sonal de los elementos heredados.
puede ser una alegoría de la limitación del imperio micénico: los dorios 78 RlNoN (2006) sostiene que los cm1tos de Demódoco son una 'puesta en abismo' porque el
borran el triunfo aqueo y en el Egeo se tiran las cartas de nuevo. Si Zeus primero establece un diálogo de Odisea con Ilíada; el segundo representa el contenido y la forma
'desprotege' a Háttusa. lo mismo ocurre con Teba.s-Micena.s (es decir, ca.e poética de Odisea; y el tercero ve Odisea como un acto de comunicación entre el poeta y el auditorio,
el 'poderío supremo' de ambas potencias político-económico-milita.res): en el que el canto y sus oyentes sugieren las reacciones emocionales y cognitivas al relato del poema.
79 LA'rACZ (2001: 258).
también Posidón desprotege a los aqueos; de ahí el fin de Aga.menón y el
80 LA1'ACZ (2001: 138).
retorno problemático de Odiseo76 • Es el fin de una etapa y el comienzo de 81 Cf. por ejemplo PowELL (2004: 31). Este erudito propone que el eubeo Palamedes de
la nueva, donde ca.en tanto Háttusa. como Micenas, a.parecen los dorios y Nauplio pudo ser el ammrnense de Homero (y por eso se lo considera 'creador' del alfabeto) y que
comienza la. 'edad (pseudo) oscura'. los eubeos pudieron ser los primeros en tener escritos de Homero y Hesíodo (cf. 33-34). Sobre
Creemos que Homero dio unidad poética a cantos preexistentes77• En diversos aspectos económicos y sociales de la 'edad oscura' o 'temprana edad de hierro', cf, Monms
'-....__._,.,. -.,..,,.,_,.,,,,,~...,.,.··. ,, •. ,,~•·•'ll"J1'''"''"'"'~3 .,,,,._.,. ,.• e,,•"•(r•-.,-,>i~~••,1;r,..~,.._,,,.,.,.,.,._,,,,.,,.,~---~·;,~ ···-•••t."K.; ,,.• ·w.··,,. P!T"'M! (2008), quien advierte un colapso entre 1200 y 1000 a.C., un estancamiento entre 1000 y 800 y una
recuperación desde el s. vn: en época de Homero empiezan a recuperm·se la cantidad de población,
76 Cf. Aunnro·r (2004: 19 ss.), quien mmliza las actitudes de los dioses como símbolos de la su salud, alimentación, actividad económica, la calidad y amplitud edilicia, todo lo cual será mejor
transición de la edad de los héroes al tiempo de los hombres. aún en la época clásica.
77 Sobre la poética de Homero cf., entre otros estudios, MAcLEOD (2001). La condición de 'poe- 82 Cf. Monms (2008: 232 s.); FINI<ELDERG (2006: 6 y 167 ss.). Los héroes apm·ecen como una

_ _ _ 36 37 _ _
 ra, Mesenia) pueden responder a situaciones políticas de la edad arcaica8 3 •
"Si [el rapsoda] quería plantear el debate de problemas de su propio tiem-
po, no había pru:a él medio más efectivo que tomar esa vieja historia con
sus personajes conocidos de siempre"84 • Si esto es así, la intención poética
es 'simbólica' y es correcto hacer una interpretación histórico-alegórica.
Pero como "los mitos del pasado son guías indispensables hacia el mundo
en que la gente que los creó vivió realmente" 85, algunas remisiones alegó-
ricas se harán a la época micénica, otras a la época homérica o, tal vez, sean
aplicables a ambas.
Mientras que para Heraclito el orador la épica de Homero sólo es
culturalmente adecuada si se la lee de modo 'alegórico'86, para nosotros la
interpretación alegórico-histórica es una posibilidad, prevista y querida
por el poeta87, no quizás porque conociera hechos históricos concretos
de cuatrocientos años antes, pero sí porque sabía que esos relatos, trans-
mitidos de generación en generación, tenían una base real que él mismo
veía, semejante, en su propio tiempo, tanto en las ruinas de Troya, que sub-
sistieron por siglos88, cuanto en la situación político-económica del Asia
Menor y del Egeo en el s. vmªº. Sin embargo, la interpretación alegórico-
histórica -que no puede ser 'probada' - no deja sin efecto el relato literal: el
fuerza unificadora del panhelenismo y la épica conforma una 'memoria colectiva' popular (175-6).
Respecto de esto, recordemos la importancia del tema de la memoria y el olvido, particularmente
en Odisea: el mensaje sería 'no olvidemos el pasado comün que nos une'.
83 Cf. F!NKELBERG (2006: 167-171).
84 LATAcz (2001: 279). Dice FINKELBERG (2006: 10) que en las ültimas décadas la crítica (Goody,
Vansina, Graf) ha revalorizado "el papel del mito como vehículo para interpretar y legitimar
circunstancias históricas en el presente" de las épocas arcaica y clásica. Si cada época selecciona
elementos significativos para su presente (p, 11), en este sentido -decimos nosotros- las innovacio-
nes de Eurípides no pudieron ser tan escandalosas como puede creerse.
85 FINKELBERG (2006: 15).
86 Cf. DAWSON (1992: 48). ZABonows1<1 (2005), por su parte, ha defendido la aplicación del
concepto de 'multinivel' a la interpretación de la obra homérica; analiza la risa, los silencios de los
personajes, que atestiguarían una conciencia de jerarquía de las funciones emocionales.
87 Sobre que Homero modifica mitos intencionalmente, Cf. BRASWELL (1971): el arte de
Homero es lo suficientemente creativo como para dar nuevos valores a datos tradicionales.
88 Cf. KoRFMANN (2004: 38).
89 Asumimos que a esta época corresponde Homero, poeta oral que 'com-puso' níada y Odi-
sea, obras que fueron transcriptas por alguien al disponer, en ese tiempo, del alfabeto. La 'cues-
tión homérica' sigue discutiéndose. Véase el trabajo de TEononssoN (2006), para quien los poemas
homéricos son transicionales, en tanto compuestos oralmente pero 'dictados' a un escriba. La
épica, el Ciclo y Hesíodo habrían sido transcriptos durante el s. VJII, por inspiración de la literatura
oriental escrita.
---38
mito mismo le da un valor universal que sobrepasa la alusión históricaºº·
Como adelantamos más arriba, el poeta no es ni pretende ser un histo-
riador, pues como bien advirtió Aristóteles (Poética 1451 AB) la poesía es
universal y la historia es particular: la poesía no es 'ciencia'. Ya Heródoto
(II 113-120) y Tucídides (I 9-11) habían señalado que Homero modificaba
datos y exageraba, aunque la base fuera histórica9 1•
Que el poeta era consciente de la importancia de su canto surge del
texto mismo. Él dice que es quien, mediante su canto, hará que la poste-
ridad conozca y recuerde las hazañas de los héroes 92 • El ca,tálogo de naves
menciona al citaredo Tamiris (2: 594-600); Aquilea también es presenta-
do en el canto IX como relator de lides; el canto XVIII de flíada menciona
a cantores (495, 526, 569 s., 572); un aedo custodiaba a Clitemnestra, por
encargo de Agamenón (Odisea 3: 267); Demódoco, a cuyo ánimo natural
la divinidad añade el don del encanto (8: 44 s.), relata hazañas en la cor-
te de los feacios y Odisea pide que se le dé carne porque "los aedos son,
para todos los hombres del suelo, merecedores de honra y respeto, puesto
que la Musa les enseña sus cantos y ama a la raza de los aedos" (Odisea 8:
4 79-481; tengamos en cuenta que Alcínoo elogia a Odisea por sus relatos,
por tener "nobles sesos como un aedo" -11: 368- y el poeta dice que De-
módoco es "honrado por las gentes", 13: 28); y Femio, el único aedo nati-
vo, es obligado a cantar por los pretendientes, pero perdonado por Odisea
precisamente por su condición de aedo. Si la fama imperecedera es algo
preciado, algo que supera el olvido del mundo de los muertos y perdura
en el de los vivientes, el poeta es quien la concede y quien la sustenta. De
ahí la importancia de la memoria: hay que hacer memoria de las hazañas
y conservarla; y ello gracias al arte que conceden las Musas, hijas de Mne-
mósina (Mnemosyne), la diosa Memoria. Por eso el poeta las invoca, como
fuente de su poesía y de su memoria, imprescindible para la transmisión
y recreación orales: "Canta, diosa, el rencor..." Ilíada 1: 1; "decidme ahora,
Musas" éspete nyn moi Musai en 2: 484, 11: 218, 14: 508, 16: 112; "dime tú,
Musa..." sy moi énnepe Musa 2: 761; "háblame, Musa, del varón..." Odisea
1: 1. Esa 'fama', es decir, 'lo que se dice' de alguien, se construye también
por tradición oral y los personajes mismos lo dicen, como hace Eneas en
flíada 20: 203 s., al afirmar que él y Aquilea conocen mutuamente su linaje
por haberlo oído de otros, o como indica Helena en flíada 6: 357-8, "Zeus
nos impuso un mal lote para que después seamos temas de canto para los
90 Sobre todos estos aspectos, véase CAVALLERO (2009).
91 Sobre esta cuestión de la 'historicidad' véase MoNTANARI (2005) y la bibliografía allí citada.
92 DE JoNG (2006) sostiene que Homero mismo busca su propia 'gloria'.
39 _ _
 hombres futuros". De ahí también que, como adelantamos, tenga tanta im-
portancia en Odisea el tema de la memoria y el olvido en los.vinculas inter-
personales y entre la persona y su patria. De al1í que la mitología llame al
mund~ ge..losmuertos.'.moradas deLQlv:i,do' (léthes dómoi), dond~ hay una
llanit'~a y un río.del Olvido (léthe): sólo la f~a puede ciar cie1~~ in;n'cii:táJi:::->
d-a-éfa:flroinbre. Por ~Üo Agaiñeiion acuerda con Aquilea, en el Hade:;;, que
éstenavctméJor··suei'te;·pues•a1füofil-va1teñfémeñte eñ"Troya y merecer
largas"I~~CJ.,1!!.ii,.~'.nitr.~~1119.i.:ir'il~1:ªi~Et~!~r.~!1~~~t~;:s.Ei~9.1!ii1-iglori.ü_;rá -
si'El1ñpre noble, Aquilea, entre todos los hombres" (Odisea 24: 93-4).
LA LITERATURA DE LA MATERIA TROYANA
Más allá de estos sentidos simbólico e histórico-alegórico, si uno qui-
siera reconstruir, mediante material literario, la "materia troyana" -el
'mito troyano' entendido como toda la secuencia de relatos que, de alguna
manera, están vinculados con Troya-, debería leer diversas obras que han
sobrevivido -lamentando las perdidas (véase infra la épica menor)- en el
siguiente orden93 :
> Algunos pasajes de flíada, que aluden a hechos clave del mito troyano
anteriores a la guerra en sí; por ejemplo, en un pasaje del canto 20: 307
ss., Eneas refiere su linaje, de modo que da cuenta de la genealogía troyana
de la que ya hicimos un esquema. En el canto 21: 441-457, el dios Posidón
reprocha a Apolón que siga ayudando a los troyanos a pesar de haber sido
ambos maltratados por Laomedonte, rey de Troya, por lo que Posidón en-
vió contra él un monstruo marino que fue muerto por Heracles; empero,
éste acabó luego matando al ingrato Laomedonte y su familia, salvo a Pría-
mo, datos que surgen de otras fuentes literarias debidas a Píndaro, Dio-
doro Sículo, Apolodoro. En el canto 24: 25-30, muy brevemente, Homero
alude al famoso 'Juicio de la manzana', al que haremos referencia luego,
pero·que tiene que ver con el odio de Hera y Atenea a Troya y con el apoyo
de Afrodita.
> Píndaro, Ístmicas 8, poema en el que se. cuenta queZeus y Posidón
competírui'i:fói"de'sposar'a Tétide; pero'eñtoñé'es'Témid~· ;d~rtió
~ ,_; ,
que ella
,,.:.,.---~•'"•-··'···-.c-á
.,.v,~;1¡;_q.,r .. · l'';':f.,\!,¡,,,;'i,;,,, ... ,',,,,,,•:,,. :,, .. '•,•'
1
padí·ta:üfflíijo 'que lograría ~UP,el'.aJ.:. ~- su P,p,dre; de~iden, pues, ca,sarla con
f :;;~~\ti~t~!:t~1:f11;~~:d;:i~so:~:!::::ú1i~~\ti~!;~!~!:
contenida en el carmen 64: 21-49. Es ~nesta boda,ª. la que har~~s refe-
rencia varias veces, donde se produceruicio de la manzana'.,)
93 Véase CAVALLERO (2012) y la bibliografía incluidn,-.._____________.,..·•'"'
_ _ _ 40
> Safo, Bodas de Héctory Andrómaca (frag. 44), muy fragmentario.
> Jfigenia en Áulide de Eurípides, que presenta el momento en que el
ejército de los diversos pueblos griegos reunidos por Agamenón Y Menelao
está varado en Áulide, puerto de Beocia, sin vientos que permitan zarpar.
Una afrenta de Agamenón contra la diosa Artémide provoca este trastor-
no. El adivi.no{;al~te dice que se solucionaría si Agamenón sacrificara¡:¡.
su hijtW:figenia (nom¡bre que no aparece en Homero), a lo que el re!final-
ment~fc1Yde"'h'aeie"6:d0«h••engañada,a,su,hija"desdt':l"Micéna':/t"E'atiisufreé'i
ciÓn'd('Jl~jéréit5F®é"hó'1iJ::€!];>1:á"mai:tdeffiol.:ai:l';ñace'ºque'Iñgeñia a'é'epfitsu·•J••/
1
sacrificio. Pero Artémide reemplaza a la joven por una cierva.
> Ilíada de Homero. Se presenta en el décimo año de la guerra. Hay pa-
sajes en los que se señala que la guerra tuvo otros escenarios, por ejemplo,
cuando Andrómaca recuerda a su esposo, en el canto VI, que ella perdió a
su padre y a sus hermanos, muertos por Aquileo, en Teba de Misia, país del
Asia Menor, probablemente aliado de Troya y/o asociado al imperio hitita;
de él tomaron los aqueos a Criseide para Agamenón (cf. I 366-9). De estos
nueve años anteriores al asunto concreto de flíada, es decir, el rencor de
Aquileo y sus consecuencias, no quedan obras literarias que los relaten en
detalle. Algunos episodios il1.§füJ:..9_$_~_1_1t;r.:eJas..batallas.. son, de.gran..conte~.
nido humaño y. ñáñsldoJ.:'¡;fl~j ados por el arte. J\;s,t t~.!/:~~().s ~ª. ;>,l,ÍP,l.ic,~ de."
Príamo aAq~~-9.füii:;1g¡ªJx~!.A~Ji.I~I~n9~fa~)i.~!.~~-~t.~. ~~pt39ial__ _
def.i:é"cfoi~'ji'Andrómaca (canto VI), el afecto fraternal de Aga111~p,9.11por.su
heññanohe~fªttl:~~P.!!H~mi2~.~nti:i .A.sliífa~}te!.f,~~l~~~-,;,.,.:,.· .
~-rFüoctetes de Sofocles. En esta pieza se presenta el abandono de Filoc~
tetes c1elvragiíesl:l:r1:m:""I:;emno. E'.filüñ'cnlelos·pretellaientes de'Hele·n~·y ~.;_;·"
aisfam1enfo se proaüJoal-c'omienzo de la expedición contra Troya, a causa
de una herida hedionda, provocada por una serpiente en Crisa (Ténedo en
otra versión), y de los gritos de dolor que ella le causaba, castigo infligido
por haber revelad'éré'lªll'fgm"d0nde,muri6Heraeles:rPero:ah.or~•füüefi~·s ya''.'.'.ºry ·.
Aquileo~ycsBár.ide•y:•,siend'o"Neopt6le'ri::fü;:.1lijt?tfei'primero~un:iove1t'eñ·ea:ac:f
de·luch:ñ";""W•f'ést~'"c'Oll"1©diseo::a,•v0bar;,sh,es,,preciso;.,ªJ,.,~.9..9,,§.ÍP.,,,~tPp,l;l.l,,:e.S:,,,,,:,,
imosTuTetomar""Troya"er'ru.:6e>ñeredaaó"de•·Hera:cles·
p · , , " .,,, ,, .', ",. , . . . ,<,-.,.,..,,•~•lr•,,;,
1
porFilocfeté:l';El''''
,.,.,,.,►,·U,hüh,,~,.,¡¡,;,....,'.J
''.LÚ,«••••''!:..;,,'.,:,.._"-:il),¡~ :,.,¡,'_:.,3••.• ,r1\,,~•J''f.,,,,,Jh1<~1J.
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,,_,_,, '"!';,, ·,, · ,-,:,• .. · : .. ,,
éc1l.tfhéf0 ehco 'que se·oesafiCeñ-Ñeoptólemo acaba con una solucion de
amistad, por la que Filoctetes, seguro de su futura curación, accede a ir a
Troya y cumplir el oráculo revelado por Héleno (o por Calcante antes de la
muerte de Páride, según otros).
> Ayante de Sofocles. Esta pieza pone en clave trágica el sentimiento de
94 Véase DE RoMILLY (1987), quien destaca que todo esto implica una condena de la guerra y
una exaltación de los vínculos humanos.
41 _ __

deshonra que padece Ayante Telamonio por no ser reconocido como el he-
redero natural de las armas de Aquilea, que fueron legadas a Odisea, des-
honra a la que se suma la causada por su furia que se desata erradamente
contra el ganado, todo lo cual lleva a Ayante al suicidio. Respecto del mito
troyano, el asunto se ubica antes de la caída de Troya.
> El pasaje 8: 492-520 de Odisea (cf. 4: 271-289, 11: 523-532) y el libro
II de Eneida de Virgilio, como ya señalamos, aportan el momento final de
Troya, con la estratagema del caballo y el triunfo aqueo. Fuentes tardías
relatan la muerte de Laocoonte, sacerdote de Posidón, y de sus hijos, quien
se había opuesto a aceptar el caballo de madera y fue atacado por dos ser-
pientes marinas; esto fue interpretado como castigo a un sacrilegio y con-
llevó la recepción del engaño aqueo. A este momento de la caída de Tro-
ya corresponden la muerte de Príamo y la violación de Casandra, hechos
reiteradamente representados por el arte.
> Hécaba de Eurípides: en este drama Troya ya fue vencida y las mujeres
troyanas se hallan en el campamento aqueo. Hécaba recibe en sueños la
sombra de su hijo Polidoro, quien le avisa que fue muerto por su anfitrión
Poliméstor de Tracia. Luego, su hija Políxena es condenada al sacrificio y
la joven prefiere al cautiverio. El heraldo Taltibio relata su heroica muer-
te. Es hallado el cadáver de Polidoro. Con la complacencia de Agamenón,
Hécaba se venga matando a dos hijos de Poliméstory cegando a éste, quien
predice la metamorfosis de Hécaba en perra95•
> Troyanas de Eurípides se ubica inmediatamente después de la de-
rrota sufrida por los ilios y es como una continuación de la pieza anterior.
Las mujeres son entregadas a la esclavitud: Casandra pasa a ser cautiva de
Agamenón, Andrómaca de Neoptólemo, Hécaba de Odisea. Casandra pre-
dice su muerte. Hécaba llora ante el cadáver de Héctor, llora por la muerte
de Políxena, por el destino de Casandra; replica a Helena su defensa, acu-
sándola de lujuriosa, codiciosa y ambiciosa, y recomienda a Menelao que
no la perdone, pero él difiere el castigo. Traen entonces el cadáver del niño
Astianacte, por lo que Hécaba renueva su dolor. Mientras se van al exilio,
Troya se derrumba, presa del fuego.
> Helena de Eurípides corresponde a la etapa de los rióstoi, los 'regre-
sos'. Cuando Menelao naufraga en Egipto se encuentra con la verdadera
Helena y se entera de que quien fue a Troya no es ella sino un fantasma.
Fingen la muerte de Menelao para que el rey Teoclímeno permita a Helena
rendirle honras en el mar, pero así ella logra huir. Se anticipa que Helena
95 La reina acaba, así, muerta, sea en Troya misma, en el mar durante el viaje de retorno de
Odiseo o en el Quersoneso, según la versión.
___ 42
~ _vJ..,~&Wo-\-eb,, .
será inmortal y que Menelao irá a la isla de los bienaventurados.
>71yamenón-d:er Ésquilo se centra en el nóstos del rey de reyes, que pa-
rece feliz hasta el arribo mismo a Argos. Su cautiva Casandra, en delirio,
anticipa la matanza sin que nadie le entienda del todo ni le crea. Clitem-
nestra mata a su esposo y a laj oven, botín de guerra, y justifica su acción.
> Coéforos, también de Ésquilo, presenta el retorno de Orestes, qüe llega
de incógnito con su amigo Pílades. Reconocido por Electra, le expone su
plan. Fingen la muerte de Orestes para ser recibidos como mensajeros por
Clitemnestra. El joven mata a Egisto, amante de la reina, y, luego de dudar,
a su madre. Huye, perseguido por las Erinies, para que Apolón lo purifique
enDelfos.
> Electra de Sofocles, que tiene el mismo asunto.
> Electra de Eurípides es pieza paralela a Coéforos y a su homónimo
sofoclea; es decir, presenta el mismo asunto con distinto argumento y, en
parte, responde a Ésquilo en lo que respecta al pasaje del reconocimiento
de Orestes por parte de Electra. Mediante la figura de los. Dioscuros,
h@tITMRl9~,cl~.~!:!~~::1:,l.~~,Qttl~1U~l~iii:'ii:~ii,ñiJia.Ii.B.9.di~~]~i.9:ii:~:9?A.
Pílades y la futura absolución de Orestes.
;'"'bre~te~''t:lé'Eíl'í•1pfü€§'tª'ulji6"i':~i~''~lí:; después de la muerte de Cli-
temnestra y Egisto en manos de Electra, Orestes y Pílades. Los asesinos,
presos, aguardan la decisión de la asamblea argiva. Llegan Menelao y He-
lena. Como los hermanos son condenados, dec~e1vengarse de sus tíos
y matan a Helena; y antes de que maten a Hen ío , hija de Helena y de
Menelao -nombre ahora famoso por el personaje d Harry Potter- el dios
Apoióri."soi'ücToítittoclo:reséata'"it'.Héf~il'itqtii~ñ"';;:ilJ'é"af"cle1cí;"añticipa el
indulto de Orestes, su boda con Hermíona y la de Electra con Pílades.
> Euménides de Ésquilo retoma el matricidio para presentar cómo
Orestes, perseguido por las Erinies, es absuelto por el voto de Atenea, en
tanto las diosas de la venganza se tornan benevolentes ('eumenídes, para
la ciudad.
> Ifigenia en Táuride, de Eurípides, se ubica después del fin de la guerra
de Troya y del retorno y muerte de Agamenón, cuando Orestes ya es mayor.
Aquí se recoge una de las tantas versiones relativas a que Ifigenia no fue,
en realidad, sacrificada en Áulide, sino sustituida por una res o salvada al
aparecer en escena una fiera o preservada por Artémide. En Táuride (Cri-
mea), la joven ejerce como sacerdotisa y debe sacrificar a todo navegante
que llegue allá; pero huye a Grecia con la estatua de Artémide cuando los
que llegan son Orestes y su amigo Pílades.
> Andrómaca, del mismo dramaturgo, es una pieza con asunto ubicado
43 _ _
 después del retorno de los héroes, en Ftía de Tesalia, donde reina N eop-
tólemo. Andrómaca dio un hijo a éste; pero Hermíona, la esposa legítima,
quiere matar a la concubina, a quien acusa de haberla hecho mágicamen-
te estéril y de haberle arrebatado el marido. La ayuda Menelao. Pero el
anciano Peleo evita la matanza. Orestes, por su parte, salva a Hermíona
del suicidio, se la lleva a Delfos y allí hace matar a Neoptólemo. Peleo es
consolado por Tétide, quien anuncia que Andrómaca desposará a Héleno
y que el hijo bastardo de N eoptólemo dará origen a la dinastía Eácida, por
ser Éaco el padre de Peleo.
> Odisea es el poema épico que se explaya en los diez años que le impli-
có a Odiseo su retorno a Ítaca. En ella se incluyen el retorno funesto de
Agamenón, los regresos felices de N éstor y de Menelao, el relato de la caí-
da de Troya mediante el engallo del caballo de madera, al que ya hicimos
referencia, y los numerosos obstáculos del viaje; entre ellos, son los más
famosos el episodio del cíclope Polifemo, el de las aves sirenas, seductoras
y asesinas, el de los monstruos devoradores, Escila (la mujer cuyos perros
comen todo lo que alcanzan) y Caribdis (la que absorbe todo lo que flota
cerca de sí), el de la maga Circe y el de la ninfa Calipso 96• Es el poema del
reencuentro, motivo literario reiterado: el héroe reencuentra su patria, a
su perro, a sus fieles criados, a su hijo, a su fiel esposa, a su padre. Es el fin
de la guerra, el disfrute de la paz en familia.
Entre los autores de la época imperial97, llamamos la atención sobre Dion
de Prusa o Crisóstomo (s. I d.C.), porque entre sus varios tratados hay uno
titulado Sobre el arco de Filoctetes. En él, Dion compara las tres piezas que
a este asunto dedicarnn Ésqnth:r,Sofocles y Eurípides, señalando algunos
datos teatrales de las piezas y destacando el valor retórico de la de Eurípi-
des. Asimismo, los Diálogos de los dioses de Luciano de Samósata (s. n)
tocan va,;_·ios aspectos cfel mi:ro·t1·t>yarro;·l!.61'ííó poréjemplo el detalle de Pá-
ricte eñeTjüi:cio-de·la•manzana;·en el·qU'é' el héroe se muestra cada vez más
interesado en las diosas que pretenden seducirlo (Diálogo XX), fundado
en el pasaje de flíada 24: 25-30; o la charla entre Zeus y Ganimedes, quien
insiste ingenuamente en retornar a su rebaño mientras el dios le habla
acerca de las nuevas funciones del joven una vez raptado (IV).
Estas fuentes tardías son las que relatan episodios menores, como
96 Circe y Calipso como "entidades femeninas" que detienen o intentan detener al héroe en su
camino tienen rasgos comunes con las "mujeres-espíritu" que el chamán siberiano encuentra en el
suyo; sobre esto cf. MARTIN (2006).
97 Véase sobre el temaFonNARO (2003).
_ _ _ 44
la persecución por parte de Aquilea a Troilo, hijo me1 or é:le Prí , que
abrevaba sus caballos en una fuente junto a su hermana , líxena, de 1 que
Aquileo, segun ' una vers10n,
. ' se enrunora. \\ _____ ·
Debemos hacer referencia, dentro de ese corpus, a las llama as Postho-
méricas de Q11into de Esmirna, autor ubicado en el s. IV d.C. La importancia
de esta obr'i radica~eil·qtre-recoge, de multitud de fuentes, incluso latinas
-hay semejru1zas con la Eneida de Virgilio- los datos posteriores al pun-
to final de flíada. Su intención es completar el ciclo troyru10. Los catorce
libros de su epopeya suman ocho mil setecientos setenta versos épicos. A
lo largo de ellos, a partir de la muerte de Héctor, se suceden la ayuda de
las amazonas y la muerte de Pentesilea en mru1os de Aquileo; el socorro de
los etíopes y la muerte de Memnón, también bajo las armas del Pelida, que
vengaba así a su amigo Antíloco, hijo de N éstor; luego la muerte del mismo
Aquileo, herido por un dardo en un talón; el lamento de Tétide, los juegos
en su honor, la disputa entre Ayante y Odiseo y la entrega a este último de
las armas del jefe de los mirmídones; la locura y el suicidio de Ayru1te por
esa razón; la continuación de la lucha y el ingreso de Neoptólemo a la ba-
talla; la muerte de Páride; la estratagema del caballo de madera sugerida
por Odiseo el astuto; captura de Sinón, que finge confesar la huida de los
aqueos; ataque por pru·te de los escondidos (treinta según Quinto) y de los
aqueos que retornru1; huida de Eneas, auxiliado por Afrodita; repru'to del
botín, sacrificio de Políxena, hija menor de Príruno, y promesa de Zeus: a
pedido de Atena, los griegos tendrán un.regreso funesto por haber violado
Ayante de Oileo a Casandra en el templo mismo de la diosa.
Del siglo v o del VI d.C. data la Toma de flio ('C\íou a11.wcnc;), del poeta
egipcio Trifiodoro, en seiscientos noventa y un hexámetrosºª. Similar a
la obra de Quinto, presenta el engaño mediante el caballo de madera y la
destrucción de la fo1-taleza. De la misma época es El rapto de Helena, un
poema atribuido a Colu to de Licópolis y que consta de trescientos noventa
y cuatro hexámetrosºº. Se centra en la disputa que las diosas Atena, Afro-
dita y Hera tienen durante el b,~,~SJ.U!;)t17,,deJ'l.ocl,as . <;l.~J;',~t,i~e.,;y);~~J.~g¡ __~t,.l4!1
presentes la Persuasióny:laDiscordia,,esta última ru-roja unamru1Zana del
J aÍ-dínde"'ias Hes;érides, ;retendida por las tres diosas; Zeus hace traer
a Páride pru·a que juzgue la belleza de las diosas y otorgue la mru1zru1a a la
más bella; el poema se detiene en los prepru·ativos de las diosas y en la bús-
queda de Páride por pru·te de Hermes; Atenea le promete valor y triunfo
bélicos; Hera le asegura poder y señorío; Afrodita, en cambio, le promete a
98 Cf. por ejemplo ÜRSINI (1974).
99 Sobre este autor, cf. ALEsso (2002) y la bibliografía incluida.
45 _ __
 Helena y logra un inmediato éxito. Luego, el poema narra el viaje de Páride
a Esparta, la aceptación de Helena, deseosa de conocer Troya, su fuga, el
llanto de Hermíona y su aviso a Menelao, que está en Creta; y la obra con-
cluye con la llegada de Helena a Troya y el lamento de Casandra por los
dolores que sobrevendrán.
En el s. XI, la emperatriz bizantina Eudocia compuso un centón con ver-
sos homéricos; en el XII, Juan Tzetzes escribió en hexámetros Lo anterior a
Homero, Lo de Homero y Lo posterior a Homero; el tardío medioevo bizan-
tino de los ss. xrvyxv ofreció, en prosa, Las andanzas errantes de Odisea, de
Manuel Gabalas o Mateo de Éfeso100; en verso trocaico, flíada de Constan-
tino Hermoniakós y los poemas anónimos Guerra de Troya y Aquileida.
En el ámbito latino, ya en el s. rn a.C. el liberto Livio Andronico (c. 284-
204 a.C.) compuso en verso saturnio una adaptación de Odisea (240 a.C.)
de la que quedan sólo cincuenta líneas; una sola, en cambio, resta del Poe-
ma de Príamo, citado por Varrón, centrado quizás en flíada. Alusiones al
mito troyano hay numerosas en la poesía clásica, como la de Propercio en
Elegías II 13: 38 y 46 ss. (llanto de Néstor por la muerte de Antíloco), la
de Ovidio en Amores I 9 (Reso del canto X de flíada, dolor de Aquileo por
Briseide; Andrómaca y Héctor; la locura de Casandra, vv. 22 ss.); la de Ju-
venal en Sátiras X 245 ss. (lamentos de N éster y de Peleo por la muerte de
sus respectivos hijos). La llamada flias latina, atribuida a Bebio itálico y
ubicada en la segunda mitad del siglo I d.C., es una abreviación de ambas
epopeyas homéricas en mil setenta hexámetros; de ella deriva el Libro de
Alexandre. Del mismo siglo res laAquileida de Publio Papinio Estacio (c.
40-96), en dos libros pero inconclusa (quedan mil doscientos versos). Se
centra en la figura de Aquileo, especialmente en su infancia con el cen-
tauro Quirón y su estada en la corte de Licomedes de Esciro, disfrazado
de mujer, Pirra, a instancias de Tétide 101, pero llega hasta su viaje a Troya,
conducido por Odiseo y Diomedes.
·Por otra parte, Dictis de Creta, en su casi perdido -queda algún frag-
mento griego102 - Diario de la guerra de Troya (traducido al latín en el s.
IV por Lucio Septimio, en seis libros) y Dares el frigio, en Historia de la
destrucción de Troya (con traducción latina del s. VI, en diecisiete libros) se
ocuparon de parafrasear la tradición homérica desde puntos de vista con-
trarios (uno es pro-troyano, el otro pro-aqueo), con numerosas innovacio-
nes y noticias ajenas a Homero y, en gran medida, con criterio didáctico.
100 Sobre este texto véase VrANlis-Anou SAMRA (2003).
101 Sobre este episodio cf. SrLVEIRA CYmNo (1998: 226 ss.).
102 Cf. GRJFFIN (1908).
_ _ 46
Su peso fue muy grande en todo el medioevo occidental; por ejemplo, en el
Roman de Troie de Benito de San Mauro (traducido como Historia troyana
polimétrica hacia el año 1270) y en la Historia destructionis Troiae de Gui-
do de Colonna (c. 1287), traducida al castellano por Pedro de Chinchilla
en 1443.
De una y otra líneas, la apegada y la alejada de Homero, derivan la Ge-
neral Estaría de Alfonso X y las Sumas de historia troyana atribuidas a
Leomarte. Cabe mencionar, todavía en el ámbito latino, los Origines de
Isidoro de Sevilla (c. 630), obra conocida como Etimologías, que menciona
varias veces a Ulixes y Achilles, señala el rapto de Helena por Páride como
un hito en el desarrollo de las edades (V 39, 12) y también hace referencia
a Tros, Troya y Ganimedes (IX 2, 67; XIV 3, 41).
~bién en el t~ª9§l!!filº h~9=!rn,ª~Q.9!2?J.~~"4§!..l!Pm§I<;t.a1Jr.a1Je, aj
armenio y al siríaco.
·-""Esfir"J.nat'éfía-fr'oya'.ña'"t~vo constante presencia y recreación en la li-
teratura latina, en la bizantina y en la moderna (teatro, novela, poesía,
ensayo) y también en artes visuales: cerámica, pintura, escultura, tapice-
ría, cine103• Una de las últimas derivaciones es la novela Troya, de Gilbert
Haefs (1997).
103 A nuestra incompleta enumeración en CAVALLEno (2012) se puede añadir entre
innumerables obras de la literatura argentina, L. LuooNES, El ejército de la flíada (1915), Estudios
helénicos (1923); Una cmz para Electra, de David Cureses (1957); José E. CLEMENTE, "Vigencia de
laflíada (libro de libros)" (1989). Acerca de la figura moderna de Penélopa enPenélope aguarda de
Loubet-Modern, véase BuzóN (1995). Sobre el influjo de Homero en Dante, cf. AMnnmsE (2003); en
autores alemanes, cf. GENTON (2003); en la ópera, véase BETA (2003). GRENIEn (2003) se ocupa de
Camus y Audisio; BmssAU (2003), de Kadaré; EnRECALDE (2006) del vínculo con Tolkien. Acerca de
motivos homéricos en el arte plástico, cf. LACAMBnE (2003), PHAY-VAKALIS (2003). En cuanto al cine,
ver LEUTRAT (2003), LIANDRAT-GUIGUES (2003), ROLLET (2003), WINKLER (2003), COELHO (2006).
Sobre Odiseo como la figura del griego contemporáneo en Seferis, cf. ÜKTAPODA-Lu (2004).
47 _ _
 IV.Lengua
Si bien este aspecto es más 'técnico', constituye un rasgo tan esencial
a la obra homérica y a la épica en general, que creemos que debe ser pre-
sentado incluso a quienes no son estudiosos de la lengua griega. La lengua
empleada por Homero parece no haber existido nunca como talim; es cié"CTr:--'
se'trátaci.eún~i:';~üñi'.3ii:"cieeieiñéñfüs"carac1:erísffco·sae·mveí'sos·ara1ec1:os·"•···
gciegosf"r-eahl2ada•por•motivo·s·métdco'tfy"éstilísticos:'Citií'fü~ffasgos·cua:~··" 0

dra6an me;iof páraTacé5mposlc'f3ñcteTvernoyotrossoñríei·encia de un es-

tado arcaico de la lengua~.rt§tÍ~e ·o cultural', quizás un to-
que de pintoresquismo. to se suman algunos pleos 'neológicos', o
sea creaciones que constit, en licencias poéticas.
De tal modo, se llama "d ecto homérico" o ~·ca" al resultado de
esta combinación artificial de r s testi 'ftdos en diferentes dialec-
tos, pero no reunidos por hablantes reales de una región, con elementos
creados ad hoc. Así, la lengua homérica resulta muy particular y altamente
'poética' en su sentido etimológico, es decir, 'creativa'105, aunque para algu-
nos la mezcla dialectal y las 'licencias' que aparecen podrían representar
una koiné, una 'lengua común' micénica106• Asimismo, el estado de la len-
gua podría simplemente señalar que los dialectos no estaban aún diferen-
ciados.
Algunos han intentado emplear la diversa datación de las formas
dialectales como argumento para dar o no 'autenticidad' a ciertos cantos,
es decir, para determinar su condición de 'originarios' o de 'interpolación
posterior'. Sin embargo, la mezcla es tal que resulta audaz concluir algo
cierto107•
Hay que destacar que algunos rasgos lingüísticos pueden deberse tam-
bién a características de la transmisión escrita. Cuando los poemas fue-
ron transcriptos, aparentemente lo fueron en dialecto jónico; pero cuando

104 Para este tema véanse, entre muchos otros trabajos, MoNno 1882, CIIAN'l'MINE 1942-1953,
GALLAVO'l''l'I-RONCONI 1955. Aportaciones recientes en HAuc 2007 y WA'l'IIELET 2007, centradas en
características eólicas.
105 Cf. Klruc 1962: 186.
106 Cf. CANTAnELLA 1973: 66. En realidad, toda la historia de la lengua griega presenta una con-
tinua lucha entre dos fuerzas: una atomizante, que tiende a diferenciar dialectos; y una aglutinante,
que busca lograr una forma 'común'. Lo mismo ocurre con la literatura, que tiene una permanente
diglosia: oscilación entre un nivel de lengua culto, literario, arcaizante, y un nivel de lengua popular,
cotidiano-realista.
107 Véase por ejemplo MAzoN (1948: 112-3).

49_
 Pisístrato, como veremos luego, ordenó hacer una edición ateniense, pudo
haber alteraciones dialectales áticas, cuyo sistema gráfico no coincidía
con el jónico (asumió éste en el año 403) pero que no prueban que la com-
posición original haya sido ática. El jonio usaba l']/H para la e larga abierta
desde el siglo vn; w/Q para la o larga abierta desde el siglo VI; mientras que
e/E podía representar E o Et (e larga cerrada) o la E duplicada; y o/O podía
servir para o, para la o larga cerrada (= ou) o para la o duplicada; antes de
ser usadas 1'] y w, éstas se representaban también con epsilón y omicrón
· respectivamente. De ahí que los escribas pudieron malinterpretar los sig-
nos gráficos. Asimismo, hay formas que pueden deberse a que los escribas
no separaban palabras o no duplicaban consonantes 'geminadas' (el eolio
suele duplicar -ennós, mientras que el jónico lo escribe -einós).
Podemos, pues 1co ;r,jstas particularidades diversas del ático clási-
co10ª:
l. Rasgos del ialecto jónj. o, propios de Jonia y utilizados por hablantes
\ _ de la costa ae¡ Asia :tyrénor.
\\~=ª·Fonética: e~'eñlÚgar de alfa larga~neeníes en lugar de neanías. En ge-
\ neral no se produc'e'é-1-rt:®ñp!azocüañ'do la alfa larga es fruto de una com-
~''¾.. " pensación fonética (pas), pero es fluctuante (émpes)1° 9; contracción de e+
' ',, o en el diptongo eu, en vez de ou: philéuntes en lugar de philúntes; empleo
de doble sigma en lugar de doble tau: présso en vez de prétto / prátto; ny
eufónica en formas nominales: egón; rastros de la antigua digamma: xeznos
proveniente de ~ÉFvoc;.
1.b. ~º~?sintaxis: ~4v'\ ~in~~_E!:-~.~~~-~"-~~clinación con la
~s~~~i~rf:.1: :~:~§1~~~~2:
y, luego, Magnepr cia: /
2.a. Fonética: alfa lar cerrlugar de eta: autá en vez de auté; grupo nth en
lugar de lth: énthes por élthes; contracción de e + o en el diptongo eu, en
vez de ou, como en el jónico pero diferente del ático; kathízeu, 'siéntate';
metátesis o trastrueque de la vibrante: dríphos en vez de díphros 'carro';
psilosis, pérdida del espíritu áspero; geminación o duplicación consonán-
tica; baritonesis, retracción del acento: los tres fenómenos -que ocurren
108 Sobre los dialectos griegos véanse BECHTEL (1921-4), T1ruMn (1932-1959),
BLUMEL(1982). Sobre el homérico, MoNno (1882).
109 Sobre el empleo concesivo de este término en Odisea cf. B!MUD (2007).
_ _ 50
también en el eólico- aparecen en el pronombre personal ymmin, dativo
de segunda persona plural, en lugar de hymzn;
2.b. Morfosintaxis: genitivo singular de segunda declinación en omega
en lugar del dmton¡{O Ou:"'pol~ló"olélílO''g1·añiíiüiHfua;uonteríitivO plurg:sJ;i:~:. 1,
primera decÍin~~ión .. ~;;"~a~·;~
higar°"de· ~·G>v;.re"gúiarizac1óñallaf6'gica en
formas"irregu).ai:'~;;p~;'.;t6;·~~"iugaí~"cte·pas;pol·Zós en lugar de polys; pro-
11
nombre personal de segunda singular ,:u en lugar de crú / cre1 ; pronombre
. , , i .,,--d l , . ' 1•112
demostrativo tenas en,,,.'l'.t~ar e e ceino aque .
3. Rasgos del dialec o e~lico, hablado e~ 'J:.'e,~~~g.,J~.\:l.QC,ͪ-,Jªis.La.: 4.1;,1esbo ·
-..--i--c'z;·"'·erad -7~:sl:a'ivfeñor"coí""'"Eicfi como Eolia. Para algunos .1.in-
~~~taCle'h{""'~S:::e~ff;;;rs\;~'·r~'~;~1~;;;;;~~~ic~É!9.Q§l::·"' ··"
3.a. Fonética: psilosis; geminación; baritonesis: como en el dialecto dó-
rico, hay pronombres en los que se dan los tres fenómenos: ámmes por
hemeis 'nosotros'; ymmes por hyméis 'vosotros'; asimilación regresiva en
los grupos -sm- y -sn-; p- en lugar de t- ante e/i: písyres en vez de téttares
'cuatro'.
3.b. Morfosintaxis: -emen como desinencia de infinitivo para los verbos
en omega, en lugar de -ein; -men y -menai como desinencias de infiniti-
vo para los verbos en -mi, en vez de -nai; -essi como desinencia de dativo
plural; potí en lugar de prós; tói, tái en vez de los pronombres relativos hói,
hái; participios de perfectivo con formante nt; prefijo za- por dia-; prefijo
aumentativo eri- por el jónico ari-.
Algunas formas lexicales pueden pertenecer al dialecto arcadio-chipriota,
que conserva formas micénicas. En primer lugar, los nombres propios en
-eus, como Aquileo, Penteo, Peleo, Eleo, etc. Luego, sustantivos comunes
como áisa 'destino', phásganon 'espada', émar 'día', amphiphoréus 'ánfora'.
Asimismo, el verbo epyo 'llamar', léusso 'ver', la conjunción idé 'y', el adjeti-
vo euknémides 'de bellas grebas'.
En algunas ocasiones, las vocales que en ático contraen no lo hacen en
el "dialecto homérico"; así, pueden aparecer pólees 'ciudades', nóos 'mente',
épleon 'navegaban', tréei 'tiembla'.
La conservación, aun sin rastros gráficos, de la digamma (F), antigua
semiconsonante-semivocal perdida, es la única explicación que justifica
110 Como veremos al tratar la tradición del texto, puede deberse a un problema ortográfico por
la diferencia de alfabetos empleados.
Bum¡ (1955), 111 PRINCE (2002) ha observado que el pronombre tiJne es empleado por Homero en fórmulas
para señalar un cambio de destinatario del discurso desde el mundo humano al no humano,
112 El dialecto dórico registra otras variantes empleadas por los poetas líricos pero que no se
registran en Homero.
51-
 la versificación en muchos pasajes113 • Términos como ánax 'jefe', érgon
'obra', étos 'año', íde 'mira', oinos 'vino', que etimológicamente estaban pre-
cedidos por una digamma F (cf. por ejemplo el latín vinum, video, el inglés
work, alemán Werk, etc.), traban la sílaba precedente como si ella estuvie-
se presente. Se trata de un recurso de base fonética pero empleado como
licencia cuando es necesario.
Las creaciones poéticas pueden asumir las siguientes formas:
a) desinencias neológicas, como la del dativo plural en -essi, tomada del
eólico: epéessi por épesi 'palabras'; o el dativo dual con duplicación
vocálica: marnaménoiin 'para dos que luchan';
b) alargamientos vocálicos, de epsilón en eta o en diptongo ei: eugué-
ngios, tithi.menos;
c) compuestos neológicos como kal·lipáreios 'de hermosas mejillas';
d) adecuaciones morfológicas para ajustarse a la métrica: koúretes por
kouroi.
De tal modo, la lengua homérica es una entidad literariamente particu-
lar, que brinda al relato un sabor arcaizante y extraño, efecto que se ade-
cua al contenido de los relatos, los cuales hacen presente al auditorio un
mundo diverso, en muchos aspectos ejemplar pero perteneciente, en gran
medida, al pasado 11<l.
113 Esto fue descubierto por Richard Bentley. Empero, generó muchas discusiones y
teoi·ías. En 1827, Buttmann sostuvo que los poemas datan de una época en que la digamma había
desaparecido entre vocales interiores, generalmente lo hacía tras sonante y empezaba a hacerlo
a comienzo de palabra. En 1874, Harte! observó que una sílaba final de vocal breve seguida de
consonante se alargaba ante digamma inicial, si la sílaba estaba en ársis (tiempo débil del metro)
pero no si estaba en thésis (tiempo fuerte). En 1901, Solmsen señaló que la semivocal, cuando
-·cae en iíritaJ del tercer metro; la tritemímera y la heptemímera, que caen
no alarga la sílaba precedente, se aglomera con la vocal que le sigue. Recientemente, retoma la
cuestión SAUGE (2004) y destaca que el sonido era aprendido por el aedo como un tecnicismo y
aplicado cuando correspondía; para Sauge, su empleo no es prueba de antigüedad de composición:
se la mantenía diluible como semivocal pero no diluible como semiconsonante; los escribas no le
daban representación gráfica porque para ellos, según Sauge, no era un fonema sino "un sonido que
confería un color particular a la dicción del aedo" (2004: 114).
114 A pesar de esto, hay quien sostiene que la lengua no permite fijar la época de creación de
los textos ni asegurar que Ilíada sea la obra más antigua de la literatura griega: SAUGE (2004-5).
_ _ 52
V. Estilo y técnica
EL VERSO
Aunque muchas traducciones suelen estar en prosa o hallarse tipográfi-
camente dispuestas como prosa, Homero compuso versos. El verso em-
pleado, propio de la épica ('heroico') 115 pero utilizado luego también para
la poesía didáctica y la elegíaca, es el hexámetro dactílico, que se recitaba
acompañado por la cítara. Su nombre designa la combinación de seis uni-
dades métricas cuya base es el 'dáctilo' (dáktylos = 'dedo'), es decir, una sí- .
laba de duración larga seguida de dos de duración breve, como si fueran las
tres falanges de un dedo. A cada unidad métrica se le dice 'pie' o '1Uetro' 116•
En la lírica, el dáctilo pÚed~,~~;;;~~pfi~~dc;"p~;-ef ~~ap;sto'
('golp'e~-
do al revés', breve-breve-larga) o por el proceleusmático ('para dar ritmo y
coraje', cuatro breves); pero la única sustitución que admite el hexámetro
épico es el espondeo, es decir, la combinación de dos sílabas largas, que le
dan un movimiento más lento y solemne 117• Si el espondeo aparece en el
quinto pie, el verso se llama 'espondaico' aun cuando tenga cinco dáctilos.
Si no hay sustituciones, el hexámetro es 'holodáctilo' ('completamente
dactílico') y sugiere rapidez. Si está sustituido en todos sus pies por el es-
pondeo, se llama 'holospondaico'. Ambos son isócronos, 'de igual tiempo'.
El sexto pie sólo puede tener dos sílabas, sean dos largas o larga y breve;
este final indiferente se llama de sílaba adiáfora o anceps. De tal modo, te-
niendo en cuenta las posibles sustituciones, el hexámetro épico Ún ver- es
so"cüya extensíóñpuede oscilar éntre·doc·e·ydfecisiefesila.Oa's:·. .,,.. . .".""'-•"·"•" .
-Pm<sef"unverséíTargo, suele tener detencione's. Si ellas coi~~iden con
el final de un pi~ se las llama 'pausas'; pueden cáeraI1iñafctelpl•i11Iéro~-·-
s~nd.o;·"éíi"~·t~,,Y qlililtoÍnetros:--slcae en el cuarto la pausa se llama 'dié-
resis bucólica', es decir, 'separación frecuente en la poesía pastoril'; suele
ella coincidir con una puntuación fuerte sintácticamente.
Si en cambio la detención corta el metro o pie, se lé1- ,lla11aa··1eesu-1•a!...e-.
tomé.-La111lts-iisuales1a}'Je1'1'cem1merá·('quinta media parte de metro'), que
en mitad del segundo y del cuarto respectivamente, raramente aparecen
solas. La pentemímera se llama 'femenina' o 'trocaica' ('con forma de tro-
115 Se considera que en su origen puede indicar un tono sagrado, dado que se empleaba
también en1oslfünnos,y,en.Jos oráculos:··
··uí,"'Miís''álláde los ñi'aiiufile'!fde méti'ica, sobre este tema véase GEN'l'ILI (1977).
117 El nombre significa 'propio de la libación que acompaña un pacto'.
. 53 _ _
 queo') si cae tras la primera sílaba breve del tercer metro; esto mismo pue-
de ocurrir, extraordinariamente, en el primero y en el quinto metro118•
Todo esto da al verso un ritmo, establecido en principio por la alternan-
cia de sílabáslargás y breves·(cuyo efectffnbsotfüsño"podemcfrf'1~du-
cir), de modo similar a la música, que combina 'compases' sucesivos con
distintos componentes pero con un ritmo permanente. A ese ritmo cons-
tante se le añade la diversidad de 'movimiento', es decir, la rapidez o lenti-
tud determinadas por el empleo de dáctilos o de espondeos, por la cantidad
y ubicación de las pausas y cesuras en el verso (de fundamento retórico y
sintáctico-semántico) y por el empleo del encabalgamiento, todo lo cual
conlleva efectos que se añaden a los sonidos utilizados ("harmonía imita-
tiva" y aliteración119) y al contenido semántico del pasaje, dando al conjun-
to agilidad, alegría, violencia, solemnidad, etc.
El análisis de la "'v\rsificación permite observar que el poeta respemba\
cierta 'normas' (8;!~gamiento, abreviación, contracción, aférpsi~, hiato, ·
sinice~iástole("Ley de Schultze", etc.), pero también ciertas 'licencias'
para facilitar la métrica (duplicación, síncopa, metátesis, epé~te.~-~J?Q;:..
copa, tmesis, anástrofe, etc.).
En síntesis, el verso es en la épica, como en toda poesía, un elemento
ese'ñciáféi:ei 'arté y' del 'éstilo;"difícilriiehte uña t:fiidücdón puedatrasladar
todos-sus·~fectc1s:·demodo'·qtte
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al leerla;, tenerpresent~que
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ella ocu ta lo que hemos mtentado smtet1zar aqm y que, por lo tanto, per-
~1n?~ g~aiii>ai:e d~lori~fPª1- · ·· · · ·
En 2003, Lascoux presentó un análisis del verso en el que aplica la teo-
ría que llama 'tonotópica', según la cual hay momentos de 'intensión', 're-
tensión' y 'protensión', con variaciones según en qué tipo de sílaba caen
los acentos.
En el año 2006 A. David planteó la teoría de que el hexámetro repre-
senta,una··danza--·popular··csyrtós ·1cazainat{añds)'· que' i:espondería"'á-üña
coi1cepción diferente de la acentuación y cuyo movimiento coreográfico
sería de avance hacia un lado, hasta la cesura, y luego de retroceso hacia
el otro120• La teoría del acento no está demostrada y no parece adecuada a
la concepción musical que combina sílabas largas y breves121; en cuanto al
118 Los cortes en el verso son muy variables (Kahane), frente a la idea 'cuadripartita' de
Friinkel; sobre esto, cf. MAR'l'INELLI (2001).
119 FmEDLANDER (2002) estudió este recurso especialmente en el canto IX de flíada; señaló,
por ejemplo, la reiteración de consonantes velares para representar el peligro,
120 AnmTTA (2010) aplica esta teoría al canto 1: 53-305 de Ilíada. Véase tambié11Annrr1'A (2010
b) y TonREs-AnmT'I'A (2011).
121 Como una discusión de este aspecto, cf. CAVALLEno (2009: 665-6).
___ 54
avance y luego retroceso, la alternancia tan variable de pausas, cesuras y
encabalgamientos resta verosimilitud a un esquema coreográfico fijo.
EPÍTETOS, FÓRMULAS Y PÁRRAFOS
El v:erso épico suele estar integrado por elementos menores, al ¡_¡nodo
de ladrillos que pueden ubicarse en distintos lugares. Esos elementos son
propios de la composición oral, facilitan al e.misar el armado del verso y al
auditorio la fijación de ideas; Home}'ó~Jé,';"iane1a,con sentido artístico e
intencional. Habitualmente se trat~lrle epítetos, es?l.ecir, adjetivos o giros
,,, u objeto, aunque no
atributivos que designan y caracteriz . a un person,~e
siempre son exclusivos de uno122• Suelen c 'l:5iar según el caso morfoló-
gico, pero algunos sólo se registran en un caso. Por ejemplo, "divino Aqui-
lea" (dios Akhilléus), ''.Aquilea de pies veloces" (pódas okys), "celerípedo"
(podárkes), "velocípedo" (podókes), "ligero de pies" (pódas takhys), dicho
este último también de Meríones (flíada 13: 249); "Héctor casquibatien-
te" (korytháiolos Héktor), "Augusta Hera" (pótnia), '.'Zeus de amplia voz"
(euryopa), "terribilísimo Crónida" (ainótate Kroníde), "Apolón lanzador
de lejos" (hekebólos) o "que lanza de lejos" (hekatebelétes), "Tétide de pies
plateados" (argyrópeza), dicho también de la mensajera Íride, "Tétide
de extenso peplo" (Théti tanyplepe), "de bellas trenzas" (kal·liplókamos),
:'.t~:".,'••;,.J,....,, ~J ,1•·•f\.,,'_,," ,,.,........
''.Atena ojos de lechuza" (glaukópis) 123, "Diomedes domador de caballos"
(hippódamos), "deiforme Alejandro" (theoeidés), Éos krokópeplos ''.Aurora
· .· .· . · ·"·"·"·',:,•;.,~,., de roja túnica", Ílion éupolon "Ilio de bellos potros"; Telémakh' hypsagóre
"Telémaco de sublimes discursos"; Nausíkaa éupeplos "Nausícaa de bello
peplo", Nausíkaa leukólenos "de blancos brazos", aplicado también a Áreta
(Od.11: 335).
A veces se omite el nombre: Kyl·lopodíon, "Piestorcidos", o periklytos
Amphigyéeis, "ínclito Rengo", es Hefesto, aludido también como klyto-
tékhnes, "ínclito artesano"; Ennosígaios, "sacudidor de la tierra'' es Posi-
dón; Argyrótoxos "el de arco de plata" es Apolón. De algunos se discute el
significado: "Néstor gerenio" (gentilicio o 'anciano'); méropes ánthropoi,
"hombres desdichados" o "de voz articulada"; Argeiphóntes, "matador de
Argo" o préstamo desconocido, aplicado a Hermes. De hecho, ya Aristó-
fanes en Comensales fr. 222 señala que varios términos homéricos eran
entonces de significado dudoso.
Hay epítetos presentes en ambos poemas; por ejemplo, eeroeides póntos
'ponto azulado como el aire' (cf. flíada 23: 744; Odisea 2: 263), épea pte-
122 Véase VIVANTE (1982).
123 Sobre este adjetivo cf. PóTSCHEn (1997).
·55 _ _
 róenta "aleteantes palabras" (níada 23: 601; Odisea 1: 122; 13: 263 etc.);
lcarelcomóontes Alchaiói "aqueos melenudos" (Ilíada 2: 11; Odisea 1: 90),
hippódamos "domador de caballos" (Ilíada 2: 23, 60; Odisea: 3: 17, etc.).
En algún caso el epíteto parece responder a una representación del per-
sonaje; así, boópis, que puede significar 'de ojos de novilla', 'de aspecto de
vaca', aparece aplicado a Hera, a quien se atribuyen representaciones con
cabeza de buey, hecho no confirmado (su atributo es el pavo real); por otra
parte, el epíteto se aplica también a mujeres y parece apuntar a la idea de
'ojos grandes' como signo de belleza. También se alude a Hera como lcynó-
pis, 'ojos de perra' (Ilíada 18: 396).
Camerotto (2009) distingue los epítetos ornamentales-genéricos y los
particulares-distintivos. Sostiene que ellos tienen significados inmanen-
tes pero que pueden asumir uno situacional. El epíteto tiene valor semán-
tico y función estética porque es un "emergente metonímico" en relación
con el "microtexto", no con un pasaje ert particular (p. 91); y además el epí-
teto hace del personaje un héroe por el hecho de tenerlo, aunque el contex-
to diga lo contrario. Se detiene el autor en el giro boen agathós ("bueno en
el grito bélico") y en cómo los epítetos de Ares se aplican a Héctor, quien se
identifica con el dios también a partir de comparaciones124 •
Las fórmulas tienen el mismo principio, pero ocupan un hemistiquio,
un verso casi completo, uno entero o dos, ya no una palabra o giro breve, a
veces con una mínima variación125• Ellas suelen presentar escenas reite-
radas, cotidianas, o discursos renovados:
> "y sobrevino la oscuridad" (Ilíada 1: 4 75; Odisea 3: 329)126;
> "se detuvo cayendo de rodillas y se apoyó en la crasa mano" (Ilíada
5: 309, 10: 355);
> "la venerable administradora ofreció el pan que llevaba, añadiendo
muchos alimentos, agraciándolo entre los presentes" (Odisea 1: 139-
140, 4: 55-56, 7: 175-6, 10: 371-2);
> "Pero cuando a partir de esto se hizo la duodécima aurora" (Ilíada 1:
493, 24: 31);
124 "Domador de caballos" es epíteto habitual de Diomedes; sin embargo, se aplica a Héctor
en22:211.
125 Últimamente surgieron varios estudios centrados en las fórmulas debidos a LÉTOUBLON.
Véase también Russo (1963). En LÉTOUBLON (2003) se estudia cómo la frase de Odisea 20: 18, "ten
paciencia, corazón", tuvo mucho eco posterior a pesar de su singularidad en Homero. Cabe señalar
que la tradición retomó la técnica, adaptándola: por ejemplo, Luciano, en Historias verdaderas,
recrea sus propias fórmulas y escenas típicas; cf. BmLLET-Dunms (2006).
126 Sobre esta fórmula, sus variantes y el significado de lcnéphas, cf. CHmSTOL (2003).
--56
> "Temprano, tras acorazarnos con armas desde la aurora'' (Ilíada 18:
277,303);
> "La noche tenebrosa lo cubrió en los ojos" (Ilíada 5: 659; 22: 466);
> "la tiniebla lo cubrió en los ojos" (Ilíada 4: 461; 15: 578; 16: 316, 325);
> "Entonces la asió de la mano, le dij o unas palabras y la nombró" (Ilía-
da 18: 384, 423);
> "Le respondió enseguida el muy ínclito Rengo" (Ilíada 18: 360, 393,
462);
> "¿Qué palabra se te escapó del cerco de los dientes?" (Ilíada 4: 350;
14: 83; Odisea 1: 64; 3: 230; 5: 22; 19: 492; 21: 168; 23: 70);
> "¿Muy temible Crónida, qué palabras dijiste?" (Ilíada 4: 25; 8: 462);
"lA un varón mortal, hace rato marcado por el destino,/ quieres de
nuevo arrancarlo de la muerte malsonante?/ Hazlo, mas no todos los
otros dioses lo elogiaremos" (Ilíada 16: 441-3; 22: 179-181). Este últi-
mo verso aparece también en Il. 4: 29;
> "La noche ya ha llegado; es bueno también obedecer a la noche" (Ilía-
da 7: 282, 293);
> "Ciertamente te informaré de esto muy exactamente" (níada 10: 413
y427);
> "Él, tras caer en el polvo, tomó la tierra con la palma" (Ilíada 13: 508,
520);
> "dijo; y asintió el Cronión con sus oscuras cejas" (Ilíada 1: 528; 17:
209);
"contentos, lejos de la muerte" (Ilíada 20: 250; Odisea 9: 63; 10:134);
> "cuando se hubieron lanzado al deseo de bebida y comida" ( Odisea 3:
67,473; 4: 68; 8: 72,485; 12: 308; 15: 303, 501; 16: 55,480);
> "cuando apareció la Aurora dedirrosácea, hija de la mañana" ( Odisea
3: 404, 491; 4: 306, 431, 576; 5: 228; 8: l; 9: 152, 170, 307, 437, 560; 10:
187; 12: 8; 13: 18; 15: 189; 17: 1; 19: 428);
> "ellos tendieron las manos hacia los dispuestos alimentos ofrecidos"
(Odisea 1: 149, 4: 67,218);
> "se aflojaron sus rodillas y su corazón" (Odisea 4: 703; 5: 297);
> "Oíd, conductores y consejeros de los feacios" (6: 186; 8: 387, 536);
"Respondiéndole le dijiste, porquerizo Eumeo" (14: 55,165,360,442,
507; 16: 464 etc.); la primera parte de esta fórmula aparece comple-
mentada muchas veces con otro verbo y otra invocación;
> ''.Al que así hablaba le voló un ave por la derecha" ( Odisea 13: 821, 15:
160,525);
> "se colocó junto al sostén del techo compactamente hecho, con bri-
57 _ _
 llantes velos ante las mejillas" (Odisea 16: 415-6; 18: 209-210; 21: 64-
65);
> "pero dado que solamente aprendió malas tareas, no querrá hacer la
tarea, sino que mendigando por el pueblo quiere, pidiendo, alimen-
tar su estómago insaciable" (17: 226-8; 18: 362-4);
> ''.Abrazo tus rodillas, Odiseo; respétame y ten piedad de rrií" (22: 312,
344).
En algún caso se reitera un hecho pero la expresión no es la misma: "le
hirió el pecho junto a la tetilla derecha" (flíada 4: 480-1), "le hirió el pe-
cho en medio de las tetillas" (flíada 5: 19). Se alude al hecho de estr.echarse
las manos como señal de pacto, con diversa expresión, en Ilíada 4: 159 y 6:
233; también al sorteo hecho mediante el rito de sacudir un casco para que
salten guijarros de él (flíada 3: 316; 7: 182 ss;); cf. Odisea 9: 331-5 (quiénes
cegarán al Ciclope127) y 10: 206 (quién comanda un batallón). La idea de
Penélopa "los dioses que habitan el Olimpo me hicieron perder la belleza
desde que aquél se marchó en las cóncavas naves" (18: 180-1) es expresada
con otras palabras en 18: 251-3 y éstas son repetidas en 19: 124-6.
Los párrafos o fragtnentos son tiradas de varios versos que repiten
un texto, sea un discurso, un anuncio, un sueño; en esas repeticiones sólo
cambian algunos componentes morfológicos que deben adecuarse (perso-
na, tiempo o modo verbal), como cuando se hace un centón y el texto adop-
tado es modificado en esos detalles. Por ejemplo, en flíada 2: 11-15 Zeus
da al Sueño128 un mensaje que éste repite en 28-32 y Agamenón en 65-69;
en el canto XVIII de níada, Tétide repite en 437-443 lo dicho en 56-62: "...
(crié) al mejor de los héroes y él creció vigorosamente igual a un brote;/
al cual, tras criarlo yo como a una planta en lo alto del campo,/ lo lancé en
curvadas naves hacia Ilio / para que combatiera a los troyanos; a él no lo re-
cibiré de nuevo/ en su regreso a casa, a la morada de Peleo./ Mientras vive
yve la luz del sol/ se aflige y, yendo, no puedo serle útil". También se repite
la propuesta de tregua en 7: 375-9 y 394-7, la amenaza de Zeus a los dioses,
repetida por Íride (8: 401-8, 416-422), la lista de presentes ofrecidos por
Agamenón a Aquileo y reiterada por Odiseo (9: 121 ss., 264 ss.), el mensaje
de Zeus a Héctor, transmitido por Íride (11: 187-194, 202-209) y el men-
saje a Posidón (15: 160-8, 176-183); el apiñamiento de los soldados y sus
127 Véase Ésquilo, Siete contra Tebas 55 ss.
128 En cuanto al Sueño, habitualmente calificado como 'suave', 'dulce', 'placentero' (malalcós,
glylcys,glylcerós, hedys), se discute el significado de nédymos (flíada 14: 242,253,354); paraLACORE
(1997) no sería un error por hédymos, 'placentero', sino que significaría 'profundo'.
___ 58
armas (13: 130-2; 16: 215-7); la orden de Zeus aApolón sobre el traslado de
Sarpedonte (16: 669-673, 679-683) o su exhortación a Príamo transmitida
por Íride (24: 145-158, 175-187). En Odisea, Penélope elogia a su marido
en 4: 724-6 y repite las palabras en 814-6. El augurio de Posidón contra los
feacios, acerca 'de que ocultaría su ciudad con una montaña, aparece en
Odisea 8: 565-571 y 13: 173-179. Cómo Polifemo ordeña las ovejas y cabras
está dicho en 9: 244-5 y repetido en 341-2; cómo arroja un peñasco contra
la nave está desclipto en 9: 482-6 y reiterado en 539-542. La advertencia
de Tiresias sobre las vacas del Sol es repetida por Circe (11: 109-114; 12:
137-141). Las palabras de Menelao sobre la situación en Ítaca (4: 333-346)
son reiteradas por Telémaco a su madre (17: 124-137). La acusación de ha-
blar necedades hecha por Melanto a Odiseo en 18: 330-2 es repetida por
Eurímaco en 390-2. El reproche de Telémaco a su madre (23: 100-2) es
reiterado por Odiseo en vv. 168-170.
Otro ejemplo es la insistente escena del cautivo o del vencido que su-
plica le conserven la vida: flíada 6: 46-50, 11: 131-135, 21: 74 ss., Odisea 22:
310 ss.; también la propuesta de abandonar la guerra: flíada 2: 111-118, 9:
18-25; o la descripción de una hecatombe o 'sacrificio de cien bueyes' (flí-
ada 1: 458 ss., 2: 421 ss.; podían no ser cien animales ni siempre bueyes).
Algunas situaciones, empero, se reiteran en su contenido pero no en sus
términos: por ejemplo, la queja de falta de apoyo en la lucha (Ilíada 5: 472
ss., 16: 538 ss., 17: 142 ss.), la realización de libaciones loibái 129 (níada 9:
657; 16: 253; 24: 287; Odisea 2: 430 ss.; 3: 334 ss., 393 ss.; 7: 182 ss.; 18: 151;
19: 426) o un sacrificio menor130 ( Odisea 3: 5 ss.; 9: 231; 11: 23 ss.; 12: 355 ss.;
13: 34-36; 14: 446; 15: 222; 16: 454), el revestirse de armas (flíada 3: 330 ss.;
11: 16 ss; 16: 130 ss.; 17: 184 ss.; 19: 364 ss.), el irse a dormir (Odisea 4: 297
ss.; 7: 344 SS.; 9: 151; 14: 518 SS.; 16: 451, 481; 19: 50, 604) 131 •
LAS COMPARACIONES
El mundo de Ilíada resulta muy ajeno al público, no sólo por ser del pa-
sado sino porque sus personajes son héroes y dioses, capaces de cosas ex-
129 La loibé se llamaba spondé si se vertía una parte del líquido (para los dioses celestiales);
lchoé, en cambio, si se vertía todo (para los dioses ctónicos). Llevaban vino puro o mezclado con
agua; y a veces agua o miel, esto último para los dioses subterráneos. Habitualmente, antes de la
libación eran lavadas las manos y la copa o jarra.
130 Los sacrificios a los dioses celestiales se llaman thysíaí (el verbo thyo significa 'humear,
quemar, sacrificar'; se suponía que los dioses recibían la grasa del animal en el humo); a los sub-
tei'l'áneos, enaguísmata (el verbo enaguízo significa 'consagrar': se quema toda la carne).
131 Sobre las escenas típicas véanse por ejemplo AREND (1933), PARnY (1936) y EnwAnns
(1975). Para Arend las escenas típicas se vinculan con la.llegada, el sacrificio, la comida, el viaje,
59 _ _
 traordinarias, fuera de lo habitual y cotidiano. Una manera de acercar ese
mundo lejano al del oyente es el recurso de las comparaciones, dado que
éstas se hacen empleando algo que es conocido por el público. La crítica ha
discutido mucho acerca de si esas comparaciones tienen o no conexiones
con la acción de los poemas, como afirmó Frankel (1921) y negaron, por
ejemplo, Jachmann (1955) y Erbse (2000); Cadoni (2006), en el otro ban-
do, defiende la posición de Frankel.
La mayoría de las comparaciones toma como eje algún elemento de la na-
turaleza, ya sea animales feroces o animales domésticos, ríos, montes, ma-
res, fuerzas climáticas:
> la serpiente que aguarda agazapada al hombre en su guarida (Ilíada
22: 93ss.);
> el gavilán que persigue a la paloma (Il. 22: 139);
> los teucros avanzan como grullas que atacan a pigmeos en el mar (Il.
3: 1-6) y la polvareda es como la niebla en el monte (ibidem 10-14);
> Atenea se lanza al campo de batalla como una estrella que lanza
chispas (Ilíada 4: 75 ss.);
> el ejército avanza como nubarrones sobre el mar (4: 275 ss.);
> las tropas avanzan como las olas impelidas por el viento (4: 422 ss.);
> las generaciones humanas pasan como los follajes (6: 147 ss.);
> Páride baja de la ciudadela como un caballo lozano (6: 506 ss.);
> Páride y Héctor aparecen como el viento que ayuda a los marinos
cansados (7: 4 ss.);
> Aquilea se compara con el ave que se priva de alimento para darlo a
sus hijos (9: 323 ss.);
> los guardias vigilan como perros guardianes (10: 183 ss.);
> los guerreros caen como los árboles devorados por un incendio de
bosque (11: 155 ss.);
> los mirmídones se esparcen como avispas espantadas por mucha-
chos (16: 258 ss.)
Pero algunas se refieren a hechos y oficios de la vida cotidiana, ya sean la-
bores o actividades familiares o situaciones varias:
el armamento, el vestido, el sueño, el debate interior, la reunión, el juramento y el baño. FAULKNEn
(2011) retoma el análisis de Forsyth y de Sowa para señalar que las escenas eróticas, sin ser
1:strictamente 'típicas', poseen motivos comunes: la vista y la reacción; preparativos; llegada y re-
acción inicial; engaño; si la relación se concreta: el deseo; el desvestirse; la unión sexual y el sueño;
el despertar.
_ _ _ 60
> Atenea desvía la flecha de Pándaro como una madre espanta una
mosca (Ilíada 4: 130 ss.);
> Diomedes retrocede como lo hace un viajero que oye el ruido de la
correntada del río (Ilíada 5: 597 ss.);
> los soldados se enfrentan como segadores que marchan por los sur-
cos en direcciones opuestas (Ilíada 11: 67 ss.);
> Patroclo llora como una niña que quiere ser alzada (Ilíada 16: 7 ss.);
> tironean del cadáver como obreros que estiran y engrasan una piel
(Ilíada 17: 389 ss.);
> el río alcanza aAquileo como un fontanero guía el cauce de un rega-
dío (Ilíada 21: 257);
> Aquilea se siente cercado como un niño porquerizo arrastrado por
el río (21: 283-4);
> Odisea corre tan cerca de Ayante cuanto el huso cerca del pecho de
la costurera (23: 760 ss.);
> el águila agorera e~ tan ancha como una puerta de cámara con techo
alto (24: 317 ss.);
> Aquilea se asombra de ver a Príamo como los que ven llegar a un
asesino exiliado (24: 480 ss.).
En el caso de una écfrasis o "descripción narrativa" como la del escudo de
Aquilea (18: 478 ss.), las comparaciones disminuyen en número, pero no
están ausentes (591 s., 600 s.).
Camerotto (2009, cap. 4) aporta un profundo análisis de las compara-
ciones con el ejemplo del jabalí. Esta fiera es salvaje, devastadora, objeto
de caza, imagen temible en las armas, animal de sacrificio; es fuerte, pe-
ligrosa, echa baba como el g u e r r ~ ·za su pelo como los cascos
tremolantes de los héroes, hace rriµar sus ojos y I chinar sus dientes tam-
bién como ellos. La comparación c~ el jabalí apar ce en contextos deba-
talla o duelo, porque es un prodigio tan·~ino co el soldado enardecido.
--
En el caso de Odisea también hay comparaciones con la naturaleza:
> Odisea matará a los pretendientes como el león que halla cervati-
llos en su cueva (4: 335 ss.; 17: 126-131)132;
> el viento sacude la nave de Odisea como el Bóreas arrastra cardos
132 PmvnE (2006) sostiene que las comparaciones con el león en Odisea hacen un guiño a las
de níada pero destacan el carácter salvaje como coherencia primera. Empero, cuando Aquileo se
desenfrena es compm·ado con un león (por ejemplo Ilíada 22: 262).
61 _ _
 por la llanura (5: 328-332);
- N ausícaa sobresale en el juego de pelota como Artémide cuando per-
sigue a los ciervos (6: 102 ss.);
- las mejillas de Penélopa se derriten por el llanto como las nieves al
soplo del Euro (19: 205 ss.).
Pero también comparaciones con hechos de la vida cotidiana:
> Odiseo llora como la esposa que lamenta a su esposo y marcha al
cautiverio (8: 523 ss.);
> las fieras de Circe halagan como un perro a su amo (10: 216 ss.);
> la popa de la nave de los feacios se alza como una cuadriga que corre
por el campo (13: 81 ss.) 133;
> Odiseo y Telémaco lloran como las aves a los que los campesinos les
quitan crías (16: 216 ss.);
> el corazón de Odiseo ladra como una perra ante un desconocido
(20: 14 ss.);
> Odiseo tiende el arco como un citarista tiende la cuerda (21: 406
ss.).
Las comparaciones pueden ser apenas un inciso ("luchaban al modo de
un fuego ardiente", flíada 18: 1; la cólera se acrecienta "como el humo" 18:
110: Tétide salta "como un halcón" 18: 616) o tener un desarrollo de una
docena de versos, de modo tal que, en estos casos largos, la comparación se
torna una pequeña obra artística en sí misma.
APARICIÓN DEL POETA
El poeta es omniscien~~y:g:µªx.da.una . cU§t~~~8.: notoria respecto del re-
lato. Sin embargo, en ciertas ocasiones aparece, es decir, 'surge' del reiato
un:a:V'óz"nrá:s-personal,y,direeta:,··"·'···•"''·'"'""''"•··"'"·'"··•.....-......~ - ~ - - - - - -
>_le hablaalpersonaje:.en-Jlíada 15: 365 a Febo; 16: 20, 787 aPatroclo;
20: 2 aAquileo; 23: 600 a Menelao; en Odisea 14: 55,165,360,442,
507, 16: 135, 464, 17: 272, 311, 380, 512, 579, 22: 194 se dirige a Eu-
meo con una fórmula; sin ella en 15: 325.
> compara con gente o situaciones de su época: flíada 5: 303-4 "El
Tidida tomó en su mano una gran piedra que dos hombres cuales
ahora son los mortales no podrían llevar, mas él la cargaba fácil-
mente y solo"; flíada 12: 381-3 "no fácilmente con ambas manos la
133 Esta comparación es considerada interpolación tardía, alegando que Homero no pudo
conocer las cuadrigas.
_ _ _ 62
sostendría un hombre, ni siquiera muy joven, de cuantos al1ora son
mortales"; Héctor tomó una piedra "que dos hombres excelentes
del pueblo no fácilmente levantarían del suelo sobre un carro, cua-
les al1ora son los mortales; mas él la cargaba fácilmente y solo" (12:
447-9; cf. 20: 285-7). Estos comentarios destacan la conciencia de
estar en otra época y de que los personajes cantados son héroes, no
hombres comunes;
> comenta lo que ocurre: en flíada 2: 38 llama "insensato" a Agame-
nón porque éste cree que va a tomar Troya ese mismo día; en 4:
104 llama "insensato" a Pándaro por dejarse persuadir; en flíada
18: 311-3 dice "iNecios! Pues Pálade Atena les quitó el seso./ Pues
alabaron a Héctor, que pensaba mal,/ en cambio ninguno a Polida-
mante, que había dado un buen consejo". El poeta llama "necio" a
Patroclo, quien al rogar a Aquileo "suplica para sí la muerte y el de-
ceso" (16: 46-7); califica como "pensante" a Antíloco en flíada 23:
305. En Odisea, al contar la historia de Ífito muerto por H~racles,
califica a éste de "obstinado" (21: 28). En el famoso pasaje en que,
en razón de la hospitalidad, Diomedes y Glauco intercambian las
armaduras, el poeta comenta la desigualdad de los valores de una
y otra, en lo que revela el interés material de los bienes, verificado
también en los botines, rescates y regalos que reciben u ofrecen los
personajes mismos;
> anticipa hechos creando expectativa: cuando Aquileo ve la derrota
griega y llama a Patroclo, el poeta dice "Fue entonces el comienzo
de su mal" (Jlíada 11: 604); "parientes lejanos se repartieron la he-
rencia" al no volver con vida los hijos de Fénope (flíada 5: 158), de
Harpalión dice "que no volvió a la patria tierra" (13: 645); de Héc-
tor, que Zeus lo protegía porque le quedaba poca vida (15: 610-4).
Una prolepsis narrativa es el anuncio del canto 12: 10 ss., cuando
el poeta dice que mientras vivió Héctor Troya no fue expugnada,
pero cayó al décimo año, tras su muerte, y entonces Posidón y Apo-
lón derrumbaron el muro construido por los aqueos; en Odisea 18:
155-6 se anticipa que Telémaco matará aAnfínomo con su lanza; en
18: 345 el poeta dice que lo meditado por Odiseo "no quedó incum-
plido"; en 20: 392-4 comenta que Atenea y Odiseo darían a los pre-
tendientes la cena más triste por sus iniquidades; Antínoo sería el
primero en morir por las saetas de Odiseo (21: 98-100); su padre
Eupites moriría al intentar la venganza (24: 470-1);
> pide a la Musa que le dé detalles: "Dime, Musa, quién fue el mejor..."
63 _ _
 (Ilíada 2: 761); "Decidme ahora, Musas que ocupáis las moradas
olímpicas, quién fue el primero que enfrentó a Agamenón, ya de los
troyanos, ya de los ínclitos aliados" (Ilíada 11: 218-220; cf.16: 112).
IN MEDIAS RES
Los relatos se inician 'en medio del asunto', dando por sabidas muchas
cosas previas que, a veces, son mencionadas o más o menos desarrolladas
a lo largo del poema y, en ocasiones, mediante el recurso_ del hY8,!_,lf.,!2,!!)?J:~:-.
t;,~s..decit·•..enteponiendo lo temporalmente poster'íor:'Yño solo por
-qué Agamenón y··s1i"ejetcitb"'e'Stá11"en la-,llanuraLJde·Hio··b"í)bT qué Odiseo
está en un viaje de regreso, sino sobre todo omite como sobreentendidos
los detalles mitológicos, cuales cómo son las sirenas o por qué Hefesto fue
arrojado del cielo o por qué Tétide vive con su padre y hermanas si se casó
con Peleo o por qué Altea maldijo a Meleagro; si Zeus enumera a sus aman-
tes, no da detalles de cómo las sedujo.
Empero, hay ocasiones en que el poeta remite a un episodio mítico,
generalmente utilizado como argumentación por un personaje, y en esos
casos se detecta alguna modificación respecto de lo conocido por otras
fuentes 134 • Willcock (2001) ha sefi.alado varios casos, en los cuales el mito
es alterado para adaptarlo a las necesidades del pasaje135; por ejemplo: en
Jlíada XXIV se dice que N íoba come tras la muerte de sus hijos cuando la
tradición dice que Zeus la convirtió en piedra; hacer que el personaje coma
a pesar de tan gran dolor es un argumento para que Príamo se siente a ce-
nar con Aquileo; el detalle de la transformación en piedra es transferido
de Níoba al pueblo. Podemos advertir, empero, que se trata de un caso de
'humanización' del mito, pues se pone el acento en una necesidad 'fisioló-
gica' frente a una salida fabulosa 136 • Si las modificaciones son del ingenio
homérico, su explicitación sería la prueba de ello y el público las aceptaría
como tales. Sin embargo, cabe tener en cuenta que los mitos suelen tener
versiones muy diversas y con detalles diferentes: los alejandrinos fueron
expertos en ellas.
Este procedimiento de 'sobreentender' se verifica también en la sin-
134 Sobre estos relatos "para-narrativos" o secundarios y su relación con la trama principal
de níada, cf. ALDEN (2000).
135 Véase sobre la misma técnica BRAsWELL (1971).
136 Señala WILLCOCK (2001: 437), además, que estos ejemplos mitológicos suelen insertarse
en una estructura de 'composición anular': se ·plantea una situación, el mito la ejemplifica, se
concluye con su argumento la confirmación de la situación inicial. De ahí que esos ejemplos sean
utilizados para exhortar o consolar. Willcock cita varios casos y, como principal, el de Meleagro
citado por Fénix (9: 524-605). En todos, Homero inventaría detalles ad hoc.
___ 64
taxis del discurso. En muchas ocasiones, el sujeto oracional es modifica-
do sin explicitarlo; se entiende el cambio por el sentido del contexto. Por
ejemplo, en Ilíada 18: 2-4, el sujeto es Antíloco; sin embargo, en el v. 5, sin
indicarlo, el sujeto de la acción pasa a ser Aquileo.
Gusta también el poeta de presentar sucesivamente escenas que son
temporalmente simultáneas. En ese caso suele pasar de una a otra me-
diante el conector autar, 'entretanto'. Asimismo, suele marcar el poeta los
'pasos' de la narración mediante el empleo de formas de aoristo intransi-
tivo del verbo hístemi (sté, éste, 'se detuvo') en posición inicial de verso137•
TÓPOI
Hay ciertos motivos literarios que se reiteran.
Los agüeros: en Ilíada 8: 247 ss. Zeus envía un-águila que deja caer un
cervatillo en el altar del dios, para conceder el ruego de Agamenón; en Ilí-
ada 13: 821-2, un águila que vuela por la derecha avala el presagio de Ayan-
te acerca de la futura muerte de Héctor; en 12: 200 ss. un águila lleva un
dragón y lo deja caer en la turba, signo interpretado por Polidamante como
advertencia para que no combatan junto a las naves; en 13: 821, un águila
vuela desde la derecha para conceder el pedido de Ayante; también en 24:
315 ss. un águila vuela desde la derecha sobre la ciudad para avalar el ruego
de Príamo. En Odisea (15: 160) el presagio de un águila que, también desde
la derecha, lleva una presa doméstica y gira a su vez a la derecha, es inter-
pretado por Helena como figura de Odiseo, que recuperará lo suyo (y dice
"si no está ya en su casa"). En Odisea 15: 525 aparece un gavilán, por ellado
derecho, que despluma una paloma; es interpretado por Teoclímeno en el
sentido de que el linaje de Odiseo gobernará siempre. Un presagio, inter-
pretado como positivo por Penélopa, es también el estornudo que experi-
menta Telémaco cuando ella dice que si Odiseo volviera castigaría con su
hijo a los pretendientes (17: 537 ss.); y asimismo el trueno que Zeus envía
en respuesta a la plegaria de Odiseo (20: 102 ss.). Un ave por la izquierda
es presagio adverso a los pretendientes en 20: 242. Liodes vaticina que el
arco causará la muerte de muchos (21: 153) y un trueno de Zeus acompafi.a
la tensión del arco lograda por Odiseo (21: 406).
Ese "si no está ya en su casa" se une a otros decires que parecen acercar-
se a los de la ironía trágica. Penélopa, por ejemplo, cuando oye que Antínoo
golpeó a Odiseo dice "ojalá así te flechara a ti Apolón, ínclito arquero" (17:
494), lo cual anticipa lo que ha de ocurrir por mano de Odiseo.
137 Así lo interpreta BEn1'RAND (2006), quien considera tales anáforas como "sefiales
narratológicas".
65 _ __
 Camerotto (2009, cap. 6) considera estos tópoi como 'señales' épicas,
sean visuales, acústicas o táctiles, sean de los dioses (principalmente
Zeus) o de los hombres. El séma debe ser siempre manifiesto porque es
comunicativo; a veces requiere de una decodificación, pero es efectivo.
Hay señales de poder o autoridad, de astros, de reconocimientos, de paso
del tiempo; señales propias de cada héroe y señales gráficas como las que
transporta Belerofonte. Hay augures en los poemas, como Calcante y Po-
lidamante enilíada, Teoclímeno en Odisea: ellos se ocupan de interpretar
los mensajes dados por los dioses mediante señales.
Cabe destacar lasreferencias al destino, mediante diversos términos
(áisa,7éer,m6rÓs,'"~6i;;:·h~i~-~rméne) 138 . Desi~an el 'l~t~-f~t~', ~~
que está asignado, que no es otra cosa que la muerte, fin común de todos
los hombres mortales y de los héroes o semidioses, salvo los casos en que
se les concede inmortalidad. Tan seguro es, que ni Zeus puede evitar ese
destino; a lo sumo puede postergarlo, administrarlo, pero no anularlo, he-
cho que se simboliza con el peso de las kéres en la 'balanza del destino':
los otros dioses se quejan cuando él quiere retrasar el cumplimiento, pero
tarde o temprano se verifica. De allÍ que diga Aquilea "yo recibiré mi dece-
so cuando ciertamente Zeus quiera cumplirlo y también los otros dioses
inmortales" (Ilíada 18: 115-6). La secuencia de hechos cumplidos por el
hombre y por la divinidad lleva a un fin ineludible.
Asimismo, son frecuentes las enumeraciones de elementos que
constituyen rescates o regalos, sean estos últimos por hospitalidad, pac-
tos o recompensas. Ellos sugieren qué cosas se valoran: caballos, cautivas,
campos de labranza y pastoreo, trípodes, calderos, objetos de oro, mantos,
peplos, copas. Véanse, por ejemplo, las propuestas de resarcimiento he-
chas por Agamenón a Aquilea en los cantos IX y XIX y el rescate ofrecido
por Príamo en Ilíada 20: 229 ss. En Odisea se enumeran los regalos que el
héroe recibe de los feacios (8: 401 ss.) como así también los que los preten-
dientes ofrecen a Penélopa (18: 291 ss.: peplo, hebillas de oro, anillos, colla-
res). Estas enumeraciones coinciden en forma e incluso en elementos con
las que aparecen en tablillas micénicas139•
Otro motivo reiterado es el de la súplica. Habitualmente, el suplicante
(hiketés), protegido por Zeus hiketésios, pide un favor, ya sea argumentan-
do que se le debe la retribución de alguno previamente hecho por él, como
en el caso de Tétide ante Zeus, ya sea ofreciendo recompensas futuras, co-
mo hacen los soldados vencidos que intentan no ser asesinados. Los ade-
138 Cf. BATTILANA (1985),
139 A pesar de los trabajos de los últimos años, sigue siendo valioso CnADWICK (1977).
_ _ _ 66
manes comunes son abrazar las rodillas de la persona a la que se suplica y
tocarle el mentón. Hay, empero, variantes, como la de Príamo, que besa las
manos de Aquilea, o, en la tragedia, el ademán de Penteo hacia su madre
enloquecida, a quien toca tiernamente la mejilla como un niño (Bacantes
1117-8) 140• ~"'-'. "'-''•~-.
,,,,,.,.1•·--
LOSPARLAMENTOS ~,,-· '--·")
Si bien es un género narrativo, la épica tiene un to nivel dialógico. N~, f
sólo el poeta 'habla' con sus personajes, sino que ello •mantienenabun:
dante diálogo. Y esos diálogos, por lo general, comportan parlamentos bas-
tante extensos. Algunos, un tanto inverosímiles, como_ el de ,Glauco_ ante_ ..
Diomedes, en el caii.to-Vrde1líaaiCSuélen presentar opiniones y senti-
mientos, pero es muy común tambiéii"que incluyan relatos de los antepa-
sados, sus hazañas, logros y problemas, como en el caso del mismo Glauco
o en el de Andrómaca ante Héctor (canto VI); genealogías o narraciones
'míticas', como la que Fénix hace de Meleagro en el canto IX o Diomedes
en Ilíada 14: 111 ss.; recomendaciones como las de Néstor a Antímaco en
Ilíada 23: 306-348 a propósito de la carrera de carros141. En Odisea hay
parlamentos narrativos, no sólo en el cantar de Demódoco, sino en boca
de Néstor y en los numerosos relatos fantasiosos de Odisea. Hasta Eumeo
cuenta sus orígenes.
De tal modo, la voz del personaje se hace ella misma narrativa; y la na-
rración le sirve como argumento para la expresión de su sentir.
LA REITERÍ\CION
Hemo,/,;icho
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que la
I f}
_,, --····-~-~- ,.. · /...- .
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•
---....
modo cont , uo ep1tetO:$., fo ulas ,:y~a mentas que se reiteran. • sto es
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tan propio de la...té.Qm '; ~1:.,1;..~:b-iI:reterítj.s~.!!:P~~tríenes pre-
tenden una intervención espuria cuando algo se reitera, como lo creyó Bé-
rard, por ejemplo.
Que la~l~~J}.~.§..!!Il.l.:füigo.,estilfatico..huscado...y.no. casual.-ru,f':r.uto.,de.un,..,..,
aescuido lo prueba el mismo discurso. Podemos recurrir a modo de ejem-
plétáTcañto:XVÜI'a.e'ílíaa!x"¡'iát'a:'"S'eñalar cómo el poeta reitera términos,
140 Cf. 0ROTTY (1994).
141 Sobre este pasaje, GAOARIN (1983) propuso que no hay contradicción entre el consejo de
Néstor acerca de la curva y la narración de lo hecho por Antímaco en el camino de retorno, que para
Néstor es astucia y para Menelao imprudencia. RorsMAN (1988), en cambio, destaca la inventiva del
poeta, que con la táctica recomendada y con el hecho relatado abarca distintos puntos de vista de
una situación compleja. Vicisitudes de este tipo en una carrera aparecen en Electra de Sofocles,
720ss.
67 _ __
 a veces en poliptoton, familias de palabras y expresiones, si no en versos prueba de intervención ajena.
contiguos, a muy breve distancia. Y dicho sea de paso, la tra~~.file.1.,~~P,y.Qial- Una variante de la reiteración es lo que ha sido llamado "relato en es-
mente la de Ésquilo, mantendrá este""rasgo'.""=~--~~""~"~"~""'"" pejo", definido como un relato inserto en otro pero que refleja a este ma-
A~~teireiñcfit'(~irrregfstFá'r''fas·fórmulas,·epítetos ni fragmentos reitera- yor142. Habitualmente ocurre dentro de un parlamento el.e un personaje.
dos): Odiseo cuenta el episodio de Ogigia 'subjetivamente' (Odisea 7: 241-266),
óáKpucx VV. 17, 32 mientras que el relator omnisciente lo había presentado 'objetivamente'
XÉWV V. 17, XEÚCXTO v. 24 (Odisea 5: 1-261), con algunas diferencias que Létoublon considera una
óa'fcppovoc; v. 18, óa'icppova v. 30 "variante en la óptica del narrador"143 • De J ong observa que generalmente
µÉ11.mva vv. 21, 25 se dice algo así como '¿para qué voy a decirte lo que ya sabes?' y que suele
XEpcrív VV. 23, 27, 30; XEipac; v. 33 incluirse una digresión seguida de recapitulación. La reiteración es enton-
KÓVlV V, 23, KOVÍDO"l V. 26 ces, una especie de preterición retórica que disim~aef§,~§I§;::~D:§Jfü1ii?;··~"'~
fícrxuvE v. 24, v. 27 pere"(J_1tef'd:a~lügat""avisiones'ptopi'as'de·'b'a:dá'pe:rsoñáje'(a.Ünque la presente .. , ·-• .. . ü, ttJ!i:.W "'.J.\Á·u,.~•:.tit1llVH,'~\l,ltttil..._.,,:,..•,1,t.<f('\0t.4 ,l.\\b,'J.lt.\,:l.\;,t,,¡11.,.,.L,()>l'••" i

rcéxcrm vv. 50, 52 (en la misma posición final de verso) conro o6jetiWtTo"'a-eiuoqUes-ñ6explicitact0s antes: Crises_se :va
,.:•·'.',•'¡',., ••••<
as;ustado y
>. •~• ,\'/
'',i'.),l<•l:,,~:-.:,s_, 1·• t ;o,q• .' •, •¡~~)"'.•. ,• ~ .. ;,,•.,. r1 _',,l•',T,, ,• f.,•;Jl\>''P',)',1'
, ,,,i •r ,!C""-''fi,. •,..,.~. ,, .• •~•l•.•', ,!, '' ~•lL•.•• '/''fi

óucrap1crrntÓKElCX v. 54, TÉKOV v. 55 e'l.'f'Síteñ.?i?. Wfgg,it,, i: .~3~;3L.l:),. P,YIO.hfltJµ§Q. JR.,4~s..G:r!P,~.~noJ1;do,.(:v.,. 3SO).

dcrw vv. 58, 60 (en la misma posición final de verso) ...Tañi15ién hay reiteración de detalles en ciertos relatos, no necesa-
Íoucra V. 62, Eiµ1 V. 63 riamente 'especulares', como los detectados por de Jong (2001 b) en los
rcÉv0oc; vv. 64, 73, 88 'cuentos falsos' de Odisea.
Émipoc; v. 80, Émípwv v. 81, É-rápo1cr1v v. 102
Nuv ó' vv. 88, 101, 114 (en la misma posición inicial de verso); v. 121 (en el
centro) LA RETARDACIÓN
TCEp VV. 108, 112, 126 Es propia de la épica la técnica del detenimiento de la acción; es decir,
óáµEv v. 103, óaµácrav-rEc; v. 113, ÉóáµcxcrcrE v. 119 s . preveela:esar I ollo &.l,egrcrcl.m-crl5j€favo pero éste es retrasaíloTii:edtarr--
Óf]pÓV VV. 125, 133 - t~a intercalación de relatos menores, descrip<2,,~:1es,J2~.§!E:-~'?.n!!?§.,i.,jgll);;;:·~
uioc; V. 138, UÍEl V. 144 siones144 • Esto es propioCle lae'pléa porque la epopeya es épos, es 'palabra':
'.Axmoí vv. 148, 151 (en posición final) ñacfapüéd'e';'~r rápido ni resolverse de improviso. Por ejemplo, si Tétide
-rpíc; vv. 155, 157 (en posición inicial) propone conseguir armas para su hijo, esto no se resuelve en un simpl~-
0uµóc; v. 176, 0uµóv v. 178 lato sino en casi un canto entero, que conlleva la propuesta, el traslado, la
0wptjcrcrE00m vv. 167, 189 (en posición final) charla con el artesano, la descripción del taller y de su actuar, la descrip-
éMn v. 180, É11.8oucrav v. 190 ción de las armas. Si se debe demostrar que sin Aquilea los aqueos no pue-
tEÚXECX VV. 188, 192, 197 den vencer, habrá un largo relato de batallas emprendidas por otros, con
ai0Ép' lKf]tat v. 207, ai0Ép' lKCXVEV v. 214 distintas formas de ataque y diversos modos de muerte. Lo mismo ocurre q
ap1~tjA1'] cpwvtj VV. 219, 221 con la 'Dolonía'. Pero cada una de estas partes es un componente en sí mis-
oxEa v. 224, ÓXÉEOcrt v. 231, 6xfocptv v. 237 mo, en el que el autor y el espectador se deleitan, más allá de lo que aqué-
TCEp VV. 263, 273 llas aportan a la caracterización de los personajes, a la construcción de la
éóov-rm vv. 271, 283 (en la misma posición final) trama, a la exaltación de determinados valores o ideales. La épica, en fin, es

Y podríamos continuar con otras numerosas formas, que omitimos

142 Cf.DEJONG(2001:478).
para no cansar al lector. La reiteración es una característica de estilo pro- 143 LÉTOUDLON (1983: 26).
pia del autor épico, por lo tanto, no debe ser suprimida ni argüida como 144 Sobre la alternancia del ritmo narrativo en Homero véase DEL! (1986), quien lo atribuye a
la maestría del poeta más que a la técnica oral o a la espontaneidad.

_ _ _ 68 69 _ __
 morosa. Así lo es también la epopeya moderna, como The lord ofthe rings.
Y hablando de tiempo (suele reiterarse el lapso de "doce días"), cabe
destacar que la épica y el mito en general no tienen especial cuidado por la
cronología ni la verosimilitud temporal. Si tenemos en cuenta que Tétide
y Peleo tuvieron a Aquilea como séptimo hijo, esto significa que Aquilea
nace al menos siete años después de que Páride oficia como juez durante
la boda de aquéllos; si Páride era quizás un niño de ocho años que cuidaba
el ganado, debe de ser por lo menos quince años mayor que Aquilea. ¿Qué
edad tenía Helena en el momento de la boda, al ser prometida por Afrodita
a Páride para el futuro y antes de ser raptada por Teseo? Por otra parte,
poco antes de que Aquilea parta hacia Troya, engendra a Neoptólemo (lla-
mado también Pirro, 'rubio' 145) en Deidamía, hija de Licomedes de Esciro;
el niño nace cuando Aquilea ya se embarcó: por lo tanto, cuando cae Troya
gracias a su intervención, Neoptólemo no podría tener más de diez años ...
Sin embargo, perpetró grandes hazañas y crímenes, como arrojar al niño
Astianacte desde las murallas de Troya...
EL DRAMATISMO
A pesar de ser un relato, una narración, la épica homérica incluye un
gran porcentaje de diálogo. Sus personajes hablan consigo mismos, ha-
blan entre sí, rememoran hechos anteriores, prevén hechos posteriores.
Este diálogo es 'dramático' en el sentido de recurso 'teatral', pero también
porque, como el teatro, hace presente mediante la palabra hechos y senti-
mientos que no pueden ser expresados de otro modo.
También es dramática la epopeya en el sentido de 'patéticá', es decir, de
que 'afecta mediante elpáthos (lo que se experimenta)', conmociona; no
sólo la manera en que mueren los combatientes, sino también el modo en
que reacciona Aquilea ante la muerte de Patroclo o ante la ofensa de Aga-
menón; su ensañamiento con el cadáver de Héctor; el dolor de los padres
dé éste, el desmayo de Andrómaca al saberse viuda; las reacciones de Odi-
sea ante la muerte de sus "fieles compañeros" (eríeres hetáiroi) o el modo
en que son castigados los sirvientes desleales.
Homero no hace un relato intrascendente. Sus personajes son huma-
nos (incluso si son divinos o semidioses), hablan como tales, se exceden,
lamentan, ilusionan, desean, temen como humanos. Y todo ello golpea al
espectador/ lector. Su obra es un relato dramáticamente patético.
145 Esto se debe a que Aquileo, que se hacía pasar por muje1; ocultado por Tétide, era llamado
Pirra.
___ 70
VI. Tradición
Los poemas homéricos recogen relatos previos que circulabffi!.Q!I)J..::
mente y -es muy pro6able- de manera fracc1011áaa. Homero habría sido
1 •
e-1-poet:n:füe füictdíó-cmnbinarlos;-en-cad·a~poéma;-dañcloles'fü'ia-üñiclad
N,1iel'aJ.'ia:•·Elhérm\in0°rhaps0dósr1rapsodo1;·11igfüfic'ii'·rcffe'-é"Cil0r;;ae~.--fil'l~·-·:s; 1;ia;
cl.eÍnodoquesúgier·inapcfsibilidad·de uñión;·ens · le ó'éombinacioii. e··
elementos variados, en una acc1011 propia cl'euñaoi- os""aeclo'Creatívo. ,_
Hay en su epiCa'.compoñeñtesqtÍe~remo;t;;;f(Sn-."'"t;erp·oeíñá'.' Gij[J -
mesh, compuesto en sumerio en el tercer milenio a.c., pa do,aluhitíta en
el milenio siguiente y, en una versión más amplia, al acádico en el siglo VII
a.c., presenta a los amigos Gilgamesh y Enkidu que comparten sus rasgos
de fiel amistad como Aquilea y Patroclo; pudo también inspirar el pasaje en
que Afrodita, herida por Diomedes, se refugia en el Olimpo (flíada 5: 330
ss.), o el hallazgo de Odisea desnudo y su traslado ala ciudad delos feacios
(Odisea, canto VI). De este pueblo hay detalles en otras fuentes orientales,
como así también de Menelao llevado a la Isla de los Bienaventurados, de
Penélopa que rechaza comer, de Calipso y las corrientes de agua de su isla,
del moly, las sirenas, etc.147
Si bien la materia básica de la épica homérica es de tradición y composi-
cióñ0raT,laañapt~f~~~~a~r·arr~§:~i.1)I~E-J§.fü:I11f.aj:m:g;g_,_ ,ª.i:~na.1cP;:hsil?.rno;········•"
moafüt.ª"'º"''º@ª@Ifa.)J?~n1:1j~,i,9Jij51:1:,vp,1:.~~m!:!tR.~lgi:J~~~A~}:!1~.~i:~R-?;~~-
simple qtte como se hacía con el silabario llamado "Lineal B" y, consecuen~.
teiñenie'ºeriñtHótfaíiscrMí1:'"aciüeua'éreacioñ'oraC'Ersistema·a1rai3tHc·o;
-~--,.é'----x,~-w..-,..,.,,...,.~, _.-.~,, - '<,1,.~.<~s,._,..;, ,...,_,..,,,."· ,-,._•• ,~---"-'•'t.w:-. n ~ · ~·",,.,~,n,.• 1-s~,,: .. b·,.,,." ..,,,..~z·-.,
1...-· .... ~-J·: •t.-,7 .,_ ... , .. .,,,,,
con un número de letras variable según el dialecto, facilitaba la transcrip-
~ - • • " ~ ~ , . _ . . . ,......__l.'l\lol,(....,,._¡_,_,lfl>-...1 - X.. 'I.Cl"'¡,n"I<'"~••
cion de los somdos y süs'coiñfilñaciories resultaban más claras.por dife-
reñciar"cci'ñso;-añtesde"v~á!e;;"ccÍs'aqu~~;fféniciono'i;icí~---~--,"""'-'-
Con esta herramienta, un escriba pudo 'anotar' lo que un aedo canta-
ba. Es decir, alguien pudo poner por escrito lo que Homero o un repetidor
recitab i esto era posible fue discutido or los er itos y demostra-
do n ~~3 por ilman Parry, quien est Í<S- el folldore roata, así como
Mat' a~urko es dió la épica eslava y ecil Bowra la ru o-sumatra para
comparar on la griega. Parry, en 193 , izo que u edo ágrafo, Avdo
Medjedovic, recitara de memoria doce mil versos, a lo largo de tres días, y
/
146 Cf. Píndaro, Nemeas 2: 1-3 "los aedos homéridas comienzan l~1nayor parte de los versos
cosidos...".
147 Una comparación entre el poemaMahabharata y la segun~a parte de Odisea hay en ALLEN
(2008-9); con los cantos XX-XXII de flíada en VINCENT (2007). ·
71 _ _
 que el escriba Nikola Vujnovic los pusiera por escrito (cantó tambiénAvdo
otro poema de más de trece mil versos). La conclusión fue que si esto era
posible en el s. xx pudo serlo también en el s. VIII a.C. 148 Claro que se cri-
ticó que estos hombres hicieron el esfuerzo movidos por el interés de la
paga; sin embargo, aun cuando los poemas no fueran cantados en un tri-
duo como un continuum, esto no prueba que no hayan sido concebidos y
transcriptos más o menos como llegaron a nosotros aun si su performance
no fuese completa en una jornada. Es más, se ha considerado el hecho de
que flíada pare~_.!:ener tres,:,pru.:tes~..cantables,.. quizás,. r\'.)_9jt_adas en tres _
d1as segÜidosÜÓmo la~.!r,~¡¿edias.cl,~J¡;¡,;;,,0:r@des,I>.i@!S!a.,S"~n.,~1.§ig].Q_V:.2;)
aesaeerc·omie1izo 0
h;;talaembaj~_c:la,,a,Aq~:il.e9,(l:,IX);.b).q~~.!!~,l~.Q2.!9nía
hasfáTa'íñuerte'de Pátr6clo' (X~XVIII); c) desde la fabricación de las armas
1msta:·el'iirrat·(XVIII'.'.XXfvf;'as1íñisÍ:no, Odis~a ;;;dría ser cantaci~res
'seccioiies:·•an1r"I\:)l'eíñaiiü1a;=cr::lV); b) el relkto de 'los viajes' (V-XIII); y c)
'las acciones de Odiseo en Ítaca' (XIII-XXIV). Esas particiones no quebra-
rían la un,idad compositiva de cada poema y justificarían ciertos olvidos o
incoherencias internas.
Se sabe que los aedos y rapsodos pueden modificar sus cantos y que los
escribas y copistas pueden cometer errores o incluir modificaciones149•
Pero también es cierto que, si bien pudo haber modelos de copia escritos,
también había una fuerte cultura 'mnemónica' capaz de reproducir con
fidelidad una composición150• Además, los poetas líricos citaban o parª-
fraseaban a Homero, como Estesícoro (fr. 209 PMG Simonides fr. 19:
2 West)m. A16e1mro:coiaoora or de Parry, comparó presentaciones de
aedos modernos y observó que, con casi veinte años de distancia, había
cambios pero con notoria fuerza conservadora de temas e ideas. En el si-
glo v1 se iniciaron en Atenas recitaciones oficiales de los poemas, de ma-
nera íntegra, para lo cual los aedos se relevaban unos a otrm¡152• También
148 En Italia fueron hallados escritos griegos que datan del 775 a.C.; también en Eubea. El
"Vaso de Dípylon", de Atenas, que data del 740 a.C., incluye un hexámetro escrito de derecha a iz-
quierda; y la "Copa de Néstor" hallada en Nápoles y datada c. 740 a.c., remite al pasaje de flíada
11: 632-5. Cf. PowELL (2004: 31-2). Algunos piensan que hay perfección compositiva en los poemas
como para que fueran fijados por escrito en el momento de concebirlos; incluso, que el mismo autor
pudo saber escribir y ponerlos por escrito personalmente.
149 El poeta mismo pudo innovar, por ejemplo en detalles mitológicos, como ya señalamos; así
lo propone BRASWELL (1971).
150 Cf. CERRI (2010). Salvando las distancias, los músicos suelen aprender largas partituras
de memoria; el maestro Daniel Barenboim, por ejemplo, dirige la Novena Sinfonía de Beethoven de
memoria, sin tener delante la partitura de toda la orquesta.
151 Sobre Estesícoro cf. BummRT (2001).
152 Cf. pseudo-Platón, Hiparco 228 B. Según Diógenes Laercio I 57 fue Salón quien instauró la
_ _ _ 72
aumentaron las representaciones plásticas de escenas de Ilíada 153 • De tal
modo, el texto que Pisístrato, el tirano ateniense de ese siglo, mandó a co-
piar como 'oficial' pudo ser ya diverso de aquel 'anotado' dos siglos antes154,
más aún sabiendo que cada pólis hacía 'adaptaciones' a su conveniencia y
existían otras ediciones kata póleis 'por ciudades', apo tón póleon o poli-
tikaí en Argos, Chipre, Creta, Marsella, Quío, Sínopa, e incluso ediciones
personales o kat' ándra, entre ellas la de Teágenes de Regio, de fines del
siglo VI; se mencionan también las de Antímaco de Colofón (c. 400 a.C.),
Eurípides eljovel), Riano, Filemón, Sosígenes.
De ahí que, cuando los eruditos alejandrinos que compilaban la Biblio-
teca del Museo de Alejandría se dedicaron a los textos de Homero, señala-
ron aquellos pasajes que, en su opinión, no eran auténticos. De ese ámbito
alejandrino data, pues, la primera 'edición crítica' (ékdosis) de los poemas
homéricos, es decir, textos marcados con signos que sugieren añadidos,
trastrueques, adulteraciones, y, además, comentarios marginales. Son
esos eruditos Zenódoto de Éfeso, Aristófanes de Bizancio y Aristarco de
Samotracia. Se atribuyen a este último ochocientas setenta y cuatro lec-
ciones, de las que solamente ochenta aparecen en toda.la tradición medie-
, val. Según parece, Aristarco elaboró dos ediciones, con modificaciones de
una a la otra y con indicaciones de versos 'inauténticos, bastardos' (nóthoi)
y 'superfluos' (perissoi') o que transmiten una 'inconveniencia' (aprépeia).
Frente a estas ediciones, se mencionan otras 'comunes' (koinai'), 'popula-
res' (demódeis) o 'malas' (pháulai), muchas de cuyas lecciones coinciden
con la mayoritaria tradición medieval. Más allá de las indicaciones de ver-
sos espurios o interpolados, en general se incorporan a las ediciones todos
los versos transmitidos por la mayoría de los manuscritos155•
Antes de Aristarco, Zenódoto fue -según la Vida de Homero cle.p.seudo:
Plutarco- quien dividió cada poema homérico en veinticuatro cantos,
,,,. ............... t,, ...... ,, ............. ~,,..,_,,.....,...,....,,.._-i,. ___., _ _ _ - - . . . _ _ _..,.,..,,.,......_.~¡/¡¡J
costumbre. Licurgo, Contra Leácrates 102, testimonia que en el afio 332 a.C. todavía se practicaba
en Atenas la recitación completa.
153 Cf. BmLLAN'l'E (1983).
154 Una versión presente en Cicerón (De oratore 3: 34.137; cf. Eliano Varia historia 13: 14;
Pausanias VII 26.6), en un escolio de Dionisia Tracio y en el tratado Sobre la comedia de Juan
Tzetzes (siglo xn), dice que Pisístrato habría hecho una 'primera edición', recogiendo distintos
cantos para dar forma a flíada y Odisea. Pero la versión tiene algunos rasgos legendarios: el tirano
habría conformado una comisión de setenta y dos miembros, con Aristarco entre ellos (anacró-
nico) o una de cuatro miembros, con el mítico Orfeo como integrante. El escolio T al inicio del
canto X dice que la "Dolonía" no integraba originariamente flíada pero que Pisístrato hizo que se la
incluyera. Mas los antiguos sólo denunciaron cuatro interpolaciones debidas al tirano: flíada 2: 558
y 573; Odisea 11: 602-4 y 631 (Pausanias VII 26.13; Plutarco Teseo 20).
155 Uno de los últimos estudios ecdóticos sobre flíada es el de NATIDELLI (2001 y 2002).
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 asignándoles las letras del alfabeto jónico, en mayúsculas para flíada, en
minúscula para Odisea. Su edición no se conoce sino por los comentarios
posteriores de Aristarco y sus discípulos, en los que no siempre es claro el
significado de las indicaciones: lsyntémnei ('corta') y syntétmeke 'ha cor-
tado' indican 'abreviaciones' o 'supresiones'? lLos verbos metagráphein y
metatithénai indican 'transcribir' y 'trasponer' o 'abreviar'?
Además, en los teatros de época imperial se mantenían recitaciones de
Homero, según atestiguan pasajes literarios y papiros no literarios156, en
las cuales podían producirse nuevos cambios. Esas ediciones, a su vez, fue-
ron copiadas una y otra vez en la época imperial y en la bizantina. Los tes-
timonios conservados no ofrecen muchas variantes de peso, lo cual puede
ser indicio del respeto cuasi-religioso que despertó la obra homérica. Hay
más de doscientos manuscrit~a.transmiten-l0s-p0emas,_asociables
e~ásfamíhas y que parecen no remontar a un mismo modelo. Ade-
m~ro:merostl'spapiros, más de cuatrocientos, descubiertos a partir
de 1752, datados entre los siglos m a.c. y VII d.C., que aportan fragmentos
textuales o comentarios, paráfrasis y léxicos de Homero; también hay ta-
bletas de madera y trozos de barro cocido (óstraka) que incluyen pasajes.
Estos fragmentos aportan más de trece mil versos de los quince mil seis-
cientos noventa y tres que tiene flíada; y es similar la situación para Odi-
sea. Los más antiguos pueden testimoniar las tareas de los eruditos alejan-
drinos; los posteriores presentan muchas 'omisiones' y algunas 'adiciones'
respecto de los manuscritos157•
La primera edición moderna de Homero data de 1488 -dos años des-
pués de laBatromiomaquia- y fue hecha en Florencia por Demetrio Khal-
cocondyles, un refugiado que ejercía allí la docencia. Luego hubo otra de
Aldo Manuzzio, quien después hizo una "segunda edición Aldina" fundada
en una familia de manuscritos denominada G. Sobre el códice Geneven-
sis 44, del s. XIII, parece haber fundado su edición Henri Estienne (Basilea,
1567). Los humanistas habían traído códices griegos de Homero: Boccac-
cio, por ejemplo, trajo algunos, hoy perdidos, de los que derivaron lastra-
ducciones latinas. de flíada y Odisea hechas por Leoncio Pilato; este mis-
mo Leoncio hizo una versión parcial de Ilíada, hacia 1360, conservada en
el códice Paris, BN 7880, que deriva de un manuscrito griego de Petrarca
156 Por ejemplo, una apódeixis Homeristón, mencionada por el P. Osl. III 189, del s. m, referida
a Oxirrinco y prevista para un 11 de mayo; se trataría de una "exposición de imitadores de Homero",
es decir, posibles recitaciones de 'juglares'.
157 Sobre este aspecto cf. ahora Papiri dell'Iliade, a cura di Mandredo MANFREDI, Firenze,
Istituto papirologico G. Vitelli, 2000.
_ _ _ 74
(Ambrosianus I 98 inf.). De ese mismo códice y de la primera versión lat1•
na de Ilíada de Leoncio, hizo otra versión parcial Pier Gandido Decembrio
hacia 1446; de una copia de esta versión latina, en posesión del Marqués de
Santillana, deriva la primera traducción castellana, debida a Pedro Gonzá-
lez de Mendoza.
Existieron comentaristas de Homero tempranamente. Demócrito de
Abdera lo fue en el siglo v a.C. con su Acerca de Homero. Lo siguieron los
grandes eruditos de la Alejandría helenística ya mencionados, pero tam-
bién las glosas recogidas por Filetas de Cos y los comentarios de Herácli-
des del Ponto y de Camaleón. En general, la obra de los alejandrinos fue
recogida por Dídimo (Sobre la revisión de Aristarco) y Aristonico (Sobre los
signos de flíada y Odisea), ambos en época augustal, aunque también hubo
otros que no siguieron la tradición de Aristarco, como Trifón, Alexión,
Apolonio Díscolo, Herodiano (acentuación) y Nicanor (puntuación), los
dos últimos del siglo II. Estos comentarios eran, primero, notas margina-
les o interlineales, llamadas escolios (skhólia), que luego fueron recopila-
das y copiadas con sus propios problemas de transmisión, pero también
resumidas. Es frecuente que un escolio comente una variante que no es la
lección que el manuscrito tiene en el cuerpo de texto. Los estudios de Aris-
tonico, Dídimo, Herodiano y Nicanor fueron resumidos conjuntamente
en el compendio llamado Resumen de los cuatro, del siglo m, que luego fue
volcado a nuevas copias del texto homérico como notas marginales, resu-
miéndolo según el espacio disponible. También se cita una Tetralogía de
Nemesión.
En los siglos I-II d.C. fue compuesta la Biblioteca mitológica, atribuida a
Apolodoro, autor del s. II a.C., de ahí que se hable de "Pseudo-Apolodoro"
como su autor. Es un texto fundamental para la reconstrucción de la mito-
logía griega. En él Homero aparece mucho, pero no tanto en menciones y
citas explícitas, salvo que el autor se aparte del poeta158 •
Por otro lado, Teágenes de Regio, Zenón, Filón, Cornuto, Heraclito el
orador, Clemente Alejandrino, Aristobulo, los neoplatónicos de Plotino
a Proclo, han sido algunos de los más famosos intérpretes alegóricos de
la épica. Sus análisis tendían a ver, más allá de la lectura literal, un enfo-
que en el que buscaban significados 'filosóficos', como ya hemos señalado.
Los autores cristianos también hicieron comparaciones espirituales: por
ejemplo, Metodio de Olimpo (s. rv) comparó a Odiseo atado al mástil de la
nave y tentado por las sirenas (Odisea 12: 178-200) con el hombre sometí-
158 Sobre este procedimiento cf. DE CHAN'l'AL (2006).
75 _ _
\ /'~
v.:._,':s>
_,,.(~ do a las tentaciones seculares159•
t:)' Este tipo de comentario reaparece en el siglo XII en las Alegorías sobre
::.•/ flíada y Odisea, del gÍ·amático Juan Tzetzes. Pues los bizantinos también
~: -~~~~~~1e;!~~t;~;,¡;.~~;~;¿:;e~~·~;~~~:~~~
l-10t~nterlmearTs:}hargmale~_.:.~ft~_rmarg11:1aj:es ·Cestos, ~:1_1:r,~.-~!~º-~~tpocle
J ··textqylost\'sc"o~S:-á'eTnái'génes). Estfün=iscoliosavecé"i~-se contradicen y a
~ vece~~o'tieñeii"éoriecto"erTeiñaquelosviñcúla·coii eriexi:°o."Efianuscri-
~
to conserva, ademas, signoseccTé5fwos:"131'-0bsl~)-!Jffila•el•verso atetizado
o ~~ible; la di?le (>) Pª. r.a ~~ ...1!~~~n~e-sc·olt0;1~·asfi[g~éne
( ~ : : ¡m~~-!.:-a~aJo)·mfüca una nota de Ar~~~arco que comenta
1
:) · un~:~?..n~L.d_g_.to....2 ..g,e.,I~!'.~!~~;~~-!·:~s,~~:'!.S.:~:e"Y:~~~~~-~~müia re·p. etida; la
~... añt1s~gmaJng~5'.l;:t.el comienzo de una:intetj;iolacíoiiyTa sigiñaelJugai'"don-
;.Q, d~~-~~retoma,eLtexto·!auténtico'. También se indican cantidades vocalicas;
~ en caso de duda, se indica la separación (con la hypodiastolé) o unión de
~ palabras (con el hyphén). Todo esto demuestra que los bizantinos del siglo
x;_elaboraron una edición, eil"el sentido de transmitir un.texto con vmi 9 n-
tes, enmiendas interlineales y corrieiitarios.
EñeI··sígloxi:rEustacit>-d-e--'Tusaloni:ea, monje, arzobispo y profesor de
retórica, compuso los Comentarios sobre Ilíada y Odisea, una recopilación
de escolios previos.
Manuel Moskópulos, erudito del siglo xrv que presidió la Universidad
de Constantinopla, fue dueño del códice llamado Genevensis 44, en el que
Teodoro Meliteniotes completó lagunas y añadió escolios.
En el s. XIX se hallaron importantes testimonios: el ms. Ambrosiano
1019, con diecinueve cantos de Ilíada, del s. v d.C.; el papiro Londinense
114, del s. rr, con restos del canto XXIV; el papiro Londinense 107, del s. r
a.c., con parte del canto XVIII. Y centenares de fragmentos papiráceos si-
guieron aportando datos a lo largo del siglo xx.
¡ ro y amigo. El primer rencor hace que el héroe desista de luchar para perju-
/ di car a los suyos y obligarlos a que reconozcan su valía; el otro provoca que
1 vuelva a la lucha con mayores bríos, desinteresado ya de aquel reconoci-
159 Sobre las fieras de Circe vistas alegóricamente por los Padres de la Iglesia, cf. GossEREZ
(2003).
_ _ 76
VII.Ilíada
El nombre castellano de este poema debería ser Ilíade, dado que perte-
nece a la tercera declinación griega y pasa al latín como flias, fliiidis, tam-
bién de tercera, de modo que la desinencia -is da -e en español. La·forma
flíada posiblemente se de.ha.ainfulio..de..Q.di§.ea.
Suponiendo que el aedo cantaba para una sociedad jónica de régimen
aristocrático, la crítica propuso que el primer público de flíada eran esos
'señores', tan presentes en el texto como basileis; junto con otro público
de soldados que se habrían interesado por las escenas de guerra16°. Es po-
sible; pero tal aserto parece reductor. Las múltiples comparaciones con
elementos de la naturaleza y la écfrasis ctelcáñfo:XVIII intentan acercar
ese mundo le· ano al hombre común, sea urbano o campesino, que es tes-
tígo de oficios varios, riñas, fiestas, bodas, guerras, asambleas,
_,,...,.------>$t.....,...,""""'_,~.,,.,,.mc.,,,.,1""~'-....,,.,"'""""'-,.,,,....,..... ...,,........, -
~
aTies,ca.::-·
· - - - -..,.?,•~-··
cenas, cultivos, cosechas, vendimias, y que conoce animales domésticos
y reroc'e's,'árb~Óles"yplai1füs;'~dtsti11tos·terrenos,y•climas;-barcos;-arma:s"Y
iíerrai'ñiei.rtas:··•-"·---~-,,~~·----"..--, . . ~-.-.. ·.---,,·,-·-·"···'"'·"'·-~••n"",.,,,,,,,>
ASUNTO
Es una idea equivocada pero difundida que flíada 'cuenta' la guerra de
Troya. Como ya señalamos, ésta no es más que un marco de fondo que se
da por conocido y sólo en este sentido flíada es 'el poema de Ilio', dado que
la acción comienza cuando la guerra está en su décimo a:ño. En cambio,
la primera palabra del poema, menis, 'rencor', acompañada del nombre de
quien lo experimenta, Aquilea, es la que señala el asunto del poema. Lla-
mamos 'asunto' a la situación básica que genera y sostiene el 'argumento'
o sucesión de hechos que se relatan. Esa situación es el rencor que surge
en Aquileo, primero contra Agamenón, quien lo deshonró al quitarle a Bri-
seide, una muchacha que formaba parte de su botín de 'reconocimiento' a
su valor como guerrero, una 'prueba de honor' (guéras); luego el rencor que
siente Aquilea contra Héctor, por haber matado éste a Patroclo, su escude-
miento y enfocado al1ora en los troyanos. Esta menis no es simplemente
'cólera', lcholé en griego, un enojo más o menos v10lento y pasaJero, sino un
''resent1m1e1lfüru-taiga·ao yfefüiz'';'""Cfüñ0el7Yíccioñari'O'ae7a'.EengÜCtaétlíw
160 MAZON (1948: 292).
77 _ _
 al rencor 161• Tan tenaz, que Aquileo y Agamenón harán las pases por mera
conveniencia, pero no sinceramente: dejarán su enemistad "aun afligidos"
y "tras domar por fuerza en el pecho nuestra animosidad" (níada 18: 112-
3), es decir, sin verdadera reconciliación ni perdón. Y Aquileo sostendrá y
afrontará con su rencor la inminencia de su muerte anunciada, volviendo
a la guerra con el único deseo de matar a Héctor. Quizás las paces entre
ambos jefes se logran simbólicamente cuando, en los juegos en honor de
Pat::::r:::-o:::-clr:o=-,A-.-:qccu"'"ilr:e'""o~c:-:o:-:-n:--:c:--:e-:dr:e-:t:::m:-p::-re--íñio aAgªm~UÓJ.1,.pex.o..ta.mbién.p~~~
un signo de desprecio"'efooiicei:lefseÍ~que·éh::ompita162'.•·-·
Pero :Kqüileo;·c01ñpírrad~ ~o~~n león (22: 262), tiene un desenfreno tal
en su venganza contra Héctor, que pareciera desbordar ese rencor con-
tra sí mismo, por haber permitido él que su amigo lo sustituyera y, con-
secuentemente, muriera. De ahí que no logre aplacar el sentimiento salvo
a cambio de su propia vida: la gloria prometida por su madre, al pedirle
que no mate a Agamenón, conlleva una muerte prematura del héroe; y esta
muerte parece ser para Aquileo el precio de un 'autocastigo' por la pérdi-
da culposa del amigo. De hecho, cuando Príamo le pide la devolución del ·
cadáver de Hécto1~ el argumento del dolor de su padre Peleo, por la segu-
ra muerte de Aquileo, hace que éste deponga realmente el rencor, no sólo
contraAgamenón y contraHéctor sino contra sí mismo: la súplica de Pría-
mo le hace patente aAquileo que él estará pronto en la situación de Héctor
y que Peleo estará en la de Príamo; por lo tanto, el rencor ya no tiene senti-
do y conservarlo sería hybris163 •
TEMA
Vinculado con ese rencor que es el asunto de toda la obra, el tema que
unifica el relato es la venganza, la némesis o 'indignación que genera un
deseo de castigo' 164 • Hay, como es propio del género, muchos temas más
puntuales o sub-temas, pero el que atraviesa la narración entera es el an-
helo de venganza. Si Agamenón desafía a Aquileo, es para vengarse de su
161 Cf. REDFIELD (1974), quien destaca que la ménis es un sentimiento propio de los dioses y
contiene una idea de ultraje moral, pues la provoca una jerarquía quebrada, y conlleva un poder
destructivo demónico. La etimología de ménis es desconocida; los antiguos la vinculaban con la del
verbo méno, 'permanecer' (Cf. CHANTRAINE, Dictionnaire étymologique de la lenguagrecque, s. v.).
162 Así opinaKlNG (2012: 74, 77). Véase el tono burlesco con que Aquileo se refiere aAgamenón
y sus decisiones en 24: 650-5.
163 'Exceso'; es el hecho de excederse de los límites apropiados, sobre todo cuando el hombre
pretende avanzar en acciones y decisiones que competen a los dioses o a la thémis (la 'norma'
natural). Sobre este concepto véanse FISHER (1987), (1992) y CAIRNS (1996), (2001).
164 Sobre el castigo véase SAUNDEllS (1991).
---78
actitud independiente, audaz, exigente. Si Aquileo se retira de la lucha, es
porque sabe que de tal modo se hará desear y eso es una venganza con-
tra la afrenta recibida y contra el autoritarismo; por lo mismo rechaza las
ofertas de Agamenón en el canto IX, aun cuando diga que no le importa la
honra, timé (9: 378, 607-8). Por esa sed de venganza preferirá ceder o fingir
que cede de su animadversión contraAgamenón, con un trámite al que no
presta mucho interés pero que significa el reconocimiento público de su
valía, para simplemente poder retornar a la lucha y enfocarse en Héctor,
es decir, para vengarse de Héctor.
Por supuesto, hay muchas propuestas acerca de cuál es el 'tema' de Ilí-
ada. Fundándose en el 'preludio' del poema,. algunos sostienen que es el
'designio de Zeus' (1: 5), es decir, la decisión y el plan de honrar a Aquileo 165•
Empero, esta honra se verifica mucho antes de la conclusión de la epopeya.
Por otra parte, que el cumplimiento del plan se vea retrasado por la inser-
ción de episodios, que pueden ser vistos como excursus 166, no prueba que
ellos sean añadidos posteriores ajenos a la intención del poeta.
ESTRUCTURA
Los quince mil seiscientos noventa y tres vers_qs que pompo11.eJJ.el,poe-
ma,'errsüverslon normalment~ :=1~~ptadª., .~01_1~p.~ s.e9gen,qia ini:rit~i;i:~;uw-
pída7'Silrembái'gó;lo·iférÜditos alejandrinos los dividieron en veinticuatro
'cantos',"según las letras del alfabeto, para facilitar la lectura y la ubicación
de los pasajes.
La estructura interna de Ilíada es lineal. Si bien hay hechos temporal-
mente ·superpu~;to;•~Msliultáneos pero necesariamente relatados en
sucesión, el argumento desarrolla toda la progresión de sucesos dese11Q_.a=.....
--=-- -- ,--,...-~
denados ~~~g:!ln!Q. 9-.§ ~~~~.a.??:t!P~E!?~Jl~tr.~~t.Q].epsis ni
an~É~~;~~-igyp .!3~~~,.!.e..~2:2~ala,r~n.sí..X@da la ac-
c1on franiicurre en poco más de cincuenta días; a lo largo de él debe apa-
ciguarse el rencor de Aquileo y cumplirse el "plan de Zeus", la promesa de
que el héroe será honrado como merece. Claro que esa honra es reconocida
165 REDFIELD (1974) reseña diversas interpretaciones de esta frase: 1) el poeta no se refiere
a ningún plan en especial sino a que todo lo que sucede es 'voluntad de los dioses'; 2) alude a que
Zeus produce la pelea entre Agamenón y Aquileo (cf. Proclo en su reseña de los Cantos ciprios); 3)
se refiere a los hechos que vienen a continuación (temporario éxito de los troyanos para destacar la
valía de Aquileo; a esto objetaRedfield que Zeus interviene varios días después de la disputa y que se
hace cargo de la batalla sólo al comienzo del canto VIII, objeciones que nos parecen inadecuadas);
4) alude a que Zeus quiere liberar ala Tierra de tanto peso, según se dice en el proemio de los Cantos
ciprios; 5) alude a que un adivino confirma que se cumple una predicción anunciada a él.
166 Cf. por ejemplo MAzoN (1948: 231).
79 _ _
 en él mediante la muerte de muchos, pero también a costo del propio dolor
por la pérdida de Patroclo. Aquilea quiere hacer sufrir a los griegos por la
deshonra, pero su deseo es 'contraproducente', como en los cuentos folkló-
ricos: como una especie de piel de zapa, el logro de lo buscado implica un
tortuoso camino.
Dentro de ese desarrollo lineal, hay una alternancia de episodios de
diferente índole: entre las reiteradas batallas, sean duelos o generales, des-
criptas con detalle y variedad de hazañas y de formas de muerte, se inser-
tan momentos más 'íntimos', instancias en las que los personajes desplie-
gm1 sentimientos, manifiestm1 anhelos o planes. Por ejemplo, la discusión
entre Agamenón y Aquilea, la charla de éste con su madre y la intercesión
de Tétide m1te Zeus; luego, la asamblea de los aqueos y los comentarios
desde la muralla; la 'charla' de Andrómaca y Héctor y la poco verosímil
de Glauco y Diomedes, que se ponen a dialogm· en medio de la batalla; la
embajada a Aquilea, el espionaje a los enemigos, los funerales, etc. Son
episodios en los que emerge lo humano de manera diferente, no ya en la
búsqueda del triunfo, el desenfreno de la violencia o el dolor de la herida
y la muerte, sino en otros sentimientos: la injusticia, el autoritm·ismo, la
curiosidad, el amor maternal, conyugal y filial, la amistad, la inclemencia,
la rivalidad competitiva, el arte y hasta el sexo y la seducción utilizados
como estrategia. En medio de un relato lleno de dioses y de hechos maravi-
llosos, flíada es un texto lleno de humanidad, clásico por su contenido de
eterna hummüdad.
Y la estructura tiene al~8..9:g,:composición-anular:,.P,9.,Eque comienza con
e!~~,!!;~~;;_itaa.~. I>,9~:.,lll)-~Q!R-UOJQ¡j:;¡_f:l§n/,;li~J?"~QtgJ:l,~.~u·ijiji:i:Q.r~seíd..'Qy
cQRe1u;v:e..,Q.QJ,1,.~lJ.:.~~,gj,tJ=!-OO,,PGt.un,an0iano..(Eria.Jll_Q..J:§S1leC~ su
hijg_!féctor);
1,,· ...t~,·,~,;c-,-~,¡ . ,, ..
la negativa inicial,
,.,;n.iu;t:\!:U.U~::'"'.'"~-,
que conllevó tm1to dolor, se cambia en.una
=~..,-~~=---_;__~;...;;c.:.::..::.c:.!...:.::..:=-:==c.=
cqncesion final, que apacigua el dolor.
"'Efargumeñfü"'Wdesarrolla, como se:fí.almnos, en un espacio temporal
de cincuenta y tres días, pero mientras que veintidós días ocupan el canto
!z veinticinco el canto XXIV; todo el centro del poema conlleva el trans-
._______
curso de sólo seis füas. --.____
PERSONAJES
Como hemos visto, uno de los rasgos propios de la épica es la abundan-
cia de personajes. Los hay individuales y grupales. Entre los individuos
I ~ . ~ - . - , ,•.••• ~,~.,•1,¡·¡l•.1;•:~.;~
hay mortales, heroes e inmortales. Suelen mezclarse en los mortales y los
héroes ciertos rasgos, como el tener poder económico para adquirir armas,
ocupar cm·gos políticos y algün ancestro divino, inmediato o lejano.
___ so
El personaje central es Aquileo, rey de Ftía, hijo del mortal Peleo y de
la diosa Tétide (Thétis), hija de Nereo, dios del mm·; por lo tanto, Aquilea es
un semidiós. La etimología de su nombre es desconocida. Se le dice "Peli-
da" por ser hijo de Peleo y "Eácida" por ser nieto de Éaco. Aquilea aparece
como una persona impulsiva pero que sabe contenerse: cuando está ten-
tado de enfrentar a Agamenón por su ofensa (de hecho responde a sus in-
sultos llmnándolo "revestido de desvergüenza, de mente ventajera" 1: 149
y "borracho, con ojos de perro y corazón de ciervo" 1: 225), acepta agum:dar
el momento de un reconocimiento mejor; cuando Prímno reclama el ca-
dáver de Héctor, está tentado de rechazarlo, pero no lo hace. Es capaz de
u a-g'l'fl:Q_ amistad, pero tambiéniena·ertt d ilimitada, comparable a
u dolor. Rechaza la hipocresía la mentira (9: 3 ss.). Se mueve por la
0
timé, la bó\;ueda de honor, y por · a areté, su excele cia como guerrero, no
or u n ~ verdaderamente sol'~ario hacia loy ~tridas o los griegos en
gener 7• Pero su contención se acaña--Guanaó'muere su mnigo Patroclo;
desde entonces actúa como un león, sin compasión, con un desborde de
violencia que es casi hybris, 'exceso contra los dioses'; no sólo mata a dies-
tra y siniestra, no sólo sacrifica doce jóvenes en la pira de Patroclo, sino
que se ensaña con el cadáver de Héctor. Sólo el recuerdo del padre, a través
de Príamo, lo devolverá a su condición humana, a comer, dormir, tener en-
cuentro sexual con su amante, concluir el rencor y aguardar la muerte ...
Es un personaje de rasgos trágicos, pues elige libremente entre dos
posibilidades (tener una vida oscura pero larga y tranqüili;"'f~ñe1:,f~-¡·¡;_
'ffiortal pero mo1:!~~)]y~fü:4f.~:~.=:~J9:~XIfil~~b:~.A~gig.Jq9.,ha.0.ia.su..cum.p~-b
míeñfcrai:>ésar.de su costo. Se puede considerar hybris su reacción m1te la
afr ent:rtle 'A.iffeñfefí.l:iJ.'f''Como su saña hacia los troyanos y especialmente el
cadáver de Héctor; y hamartía trágica ('error' que provoca la caída) el no
aceptar las paces en ocasión de la embajada y el enviar a Patroclo como
reemplazante. Un personaje trágico que acepta que le llegue la muerte,
como a todos (21: 107 ss.) 168 • Su muerte no aparece en flíada; sabemos que
estaba en la Etiópida, poema1féfi:Iídorn°:"«•·"·"·"· · ,.,.,,., ,. ...., ..... , ....... ,,
167 Aquileo es individualista, salvo en su amistad hacia Patroclo y los mirmídones. Como
dice VERNAN1' (2001: 168), "para ser 'el mejor' hace falta destacar por encima de los demás, sí, pero
permaneciendo junto a ellos, solidario con ellos, semejante a ellos".
168 A pesar de ello, Ésquilo hace modificaciones en su trilogía Aquileida (Mirmídones,
Nereides y Frigios o el rescate de Héctor), conservada fragmentariamente; por ejemplo, acentúa el
silencio de Aquileo, los compalieros lo amenazan por su actitud y se cuestiona más !ajusticia que la
honra; cf. sobre esto DESOHAMPS (2010).
169 Lo reselia Proclo. Cf. Scholia in Iliadam I 38: 8 Dindorf. Véase infra el capítulo "Otras
obras".
81 _ _

Sin embargo, Aquileo no podría ser él si no se le opusiera Héctor170:
como dice. Vernant, "no hay héroe si no hay monstruo que combatir y
vencer"171, y Héctor es un 'monstruo' porque son admirables sus dones172•
Este personaje, al igual que Patroclo, parece creación de Homero, pues
no tiene tradición en el resto de la épica. Héctor, cuyo nombre significa
'sustentador, que sostiene', representa los valores cívicos y patrióticos, el
hombre que lucha para defender a su familia y a su patria173, si bien no está
exento de los valores éticos generales del mundo heroico: actúa, por ejem-
. plo, por aidós, cuando se niega a esquivar a Aquileo; no desdeña la areté ni
la timé, pero ellas son secundarias frente a1os afectos personales. Yerra
al desoír el consejo de Polidamante (que era conveniente refugiarse en la
ciudad) y reconoce su error. Actúa como el jefe del ejército delegado por
el rey Príamo, por lo que se lo ha comparado con el lawagetas micénico 174•
Incluso es necesario, para delinear el protagonismo de Aquileo, la pre-
sencia y acción de Agamenón y de Menelao y asimismo la de Patroclo.
Agamenón, rey de Argos, "jefe de hombres" en tanto no tiene mayor je-
rarquía que los demás sino que éstos le reconocen la condición de conduc-
tor, aparece como agresivo e irrespetuoso hacia Grises, hacia Calcante y
hacia el mismo Aquileo, habla con ofuscación (áte, cf. 19: 126); no se ma-
neja prudentemente hacia los soldados cuando, teniendo el mensaje del
Sueño sobre el triunfo, 'prueba' al ejército y casi provoca la defección. En
otra ocasión también está tentado de abandonar la lucha. Empero, tiene
momentos de aristéia o excelencia bélica, como también su hermano Me-
nelao, rey de Esparta y esposo de Helena. Ambos son llamados Atridas en
tanto hijos de Atreo. Pero como dice el mismo Agamenón, Menelao no ti§-
ll,@.in~iva, se que'a; a la zagact0sülieffüaltcfb•1:ffiscaelapoyo de Ay.1U1te
(cf.10: 120 ss.). -·--·-~····-----=--=----
Alejandro, 'protector de hombres', era el causante de la destrucción
de. Troya según la interpretación de un sueño que tuvo su madre Hécaba
durante el embarazo. Príamo hace que, una vez nacido el niño, un sirvien-
te lo abandone en el monte Ida. Como durante cinco días lo cuida un oso,
al hallarlo vivo el sirviente resuelve adoptarlo y le da el nombre de Páris,
170 En castellano deberíamos decir 'Héctore', pues es sustantivo de tercera declinación, como
'Néstore'. Pero se puede hacer elisión de la-e, si bien esto es normal en los nombres de acentuación
grave: por ej. gi: Pláton, -anos > lat. Plato, -onis > Plato ne > Platón.
171 VERNANT (2001: 83).
172 El latín monstrum, síncopa de monestrum, se vincula con el verbo moneo 'advertir' y
desigiia todo aquello que llama la atención porque sale de lo normal, sea positiva o negativamente.
173 flíada 12: 243, "Uno es el mejor agüero, luchar por la patria", dice Héctor a Polidamante.
174 Cf. RODRÍGUEZ ADRADOS (1963: 332-3).
---82
tuY~\ ? ~ lt\~]~~'f) /.1
Páride; el de Aléxandros, en cambio, sería posterior, según pseu.dMil~~J ~
doro. Cuando va a Troya, Páride es reconocido por su hermana C~~n la/1
la sacerdotisa de Apolón. El motivo mitológico-literario de l,a exp · ición, ~
supervivencia y posterior hallazgo es frecuente: se da en Edipo o Edí-
pode) y aparece como recurso en varias comedias, cual hecho de la vida
cotidiana. La profecía se cumple porque, al 'raptar' a Helena violando la ,
hospitalidad de Menelao, Páride provoca la guerra que llevará a Troya a su l~
destrucción. Alejandro es un excelente arquero, aunque Héctor lo 11 ~t ·
mujeriego seductor (3: 39) después de que el poeta señala t;RI~, ~fl'~ · '
Párid se escab de Menelao. En varios aspectos, contr~&~l;étor,
como Andrómaca lo mee con Helena. · (/
piomedes ocup un lugar importante, no sólo porque participa de la
'Dol0~01raj e a los troyanos, sino también porque tiene un desem-
peño relevan-te_c_o_m_o"""l_u_cl"""1-ad'ór;·c~~-~!!e.~r1i},gfaª1i~E2l~d~1~.iiei:~t0ria)e
al que Homero dedica mucho espacio porque era muy conocido en la tra-
dición épica y el público esperaba oír de él. Era hijo de Ticl~.º -:-de aqlJÍ m1e. "·
se le diga 'Tidida' -, quien fue uno de los argonautas, junto con Peleo, He-
racles y J ason. No apa.recejÚÜto··aAquileo;'"i;í'eio"eñtféñfitaios·díosescoiño-·
él y lucha co'ñt:1:a Eneas, como lo hace también Aquileo: funciona como su
sustituto en los episodios bélicos.
Patroclo (o Patrocles, 'gloria del padre'), el escudero de Aquileo, mayor
que éste según 11: 787, es comparado con un 'cachorro de león' en 18: 317
ss. Es el auriga del carro de Aquileo, cuya falta los caballos lamentan (17:
425-6). Cumple las tareas, incluso 'domésticas', que Aquileo le encarga,
pero no le falta la valentía de suplantarlo y de desobedecerlo. Es un the-
rápon, 'asistente', pero en la batalla adquiere una aristéia tal que no se lo
menciona entonces como therápon175 • Cuando era niño, mató por error a
un compañero, de modo que debió exilíarse;'Uevado por su propio padre
Meriecr;··c2s:s4·;;s_ ··••w.••~.,.,N,,,.,,c,,.=,~.c,,,,... _,,.;__.,_ _..,,~--·.,.-•,~M,.~-."---"'-·-···
-Tarnblen son importantes Ayante hijo de Eleo (Oiléus), rey de los lo-
ciios, a quien se le dice "Ayante menor" para distinguirlo de su homónimo;
y Ayante Telamonio, es decir, hijo de Telamón, "el gran Ayante", qll_(l,Jl.S
J;?mno de Aquüeo pol'cl~t-o-'.Felamón-.como..J?ele0,eran·hji.,W,:ae..Éac0.
Es este Ayante Telamon!.9 q1!!~~~~~~1!1~'2.~E=~§~~CJ.l:l!~..92!12Sl.,._
heredero y, ya fuera de flíada, enloquecerá porque se las negaron. El otro
A:yante ser"irqufe"~~t~;'.~&iciefiio,viol'e=a~ITa·sru1.aí"'a"':'==""'"~"··-"""'-'"~•
~=•Eñtí:elos ancian.os se aestaca NéstoF(a:fnwoma2,"'ir'J'"jinete gerenio",
por su don de consejo, si bien sigue combatiendo; es conciliador en los
/ -'"/: ~ ~ ji .....__.tí~~.>A.l\.A~t/Vl.A_<~:(:
175 Cf. TARENZI (~~5)9 ,{\ ('!
.
et/Jx.j,U <_ ÜJ()'\j\J\.1
nii>; ,\
\.¿}\J\ .
·~ -✓-)~ (\
(/1;,_-~,¿
83_·_
 conflictos. Él sugiere como estrategia de batalla poner las tropas más dé-
biles en el centro, como luego hará la retórica con los argumentos 176• Pría-
mo, como rey de Troya, padre de cincuenta hijos (diecinueve con Hécaba,
cf. 24: 495-6) 177, que se revuelca desesperado ante la muerte de Héctor (22:
411 ss.) pero que enfrenta a Aquilea para que le restituya el cadáver y es
capaz de besar la mano del asesino de su hijo (24: 506) y de llorar junto a él.
La sabiduría y prudencia son los dones que compensan los achaques de la
vejez, preludio de la muerte y, por lo tanto, anti-divina.
En este mundo de hombres y de luchas, no faltan las mujeres178 • Desde
Criseide y Briseide, objetos de botín, hasta Hécaba y Andrómaca, esposas
y madres, pasando por Helena, la hermosa infiel, "la mujer de bella cintu-
ra" (1: 429) que se culpa de las desgracias (3: 172 ss.; 6: 344 ss.) y que no tie-
ne hijos con Páride, quizás como signo de la ilegitimidad de la relación17º.
Ellas también tienen su areté: la belleza, la administración de la casa, las
tareas manuales, la crianza de los hijos, la atención al esposo. Las domés-
ticas (dmoái) suelen tener afecto por sus amos, incluso siendo cautivas: la-
mentan la muerte de Héctor (24: 746, cf. 6: 500) y la de Patroclo (18: 28 ss.).
Un detalle de humana familiaridad está en la presencia de Escaman-
drio, el hijo de Héctor, llamado Astianacte en honor a su padre, "protec-
tor de la ciudadela" (6: 402-3); el niño se asusta del casco tremolante de
Héctor (6: 466 ss.) y la madre "lagrimea llorando" (6: 484): la breve escena
sintetiza el lado patético de la guerra180• Asimismo, Aquileo señala que a
pesar del dolor, todo hombre finalmente siente hambre, por lo que cita el
ejemplo mítico de Níoba (24: 602 ss.); y que debe dormir y disfrutar del
amor heterosexual, como le recomienda Tétide: el héroe se humaniza.
Y en un mundo de hombres y héroes, tampoco faltan los dioses. Por el
contrario, ocupan un lugar primordial y esencial. Para algunos eruditos,
incluso, son ellos quienes toman las decisiones, no los hombres, en tanto
ellos instigan la acción o hay una fuerza interior que el hombre no puede
176 Sobre ciertos usos de conectores en los discursos de Néstor, véase LIÑARES (1992).
177 RooniGUEZAnMDos (1963: 330) seüala que cincuenta es un "número sin duda convencional"
cuando se refiere a las cincuenta esclavas de Odisea y a los cincuenta de Alcínoo. ¿puede serlo
también en esta paternidad?
178 Sobre la mujer en flíada cf. Iwmm1s (1956).
179 GmFFIN (2001: 373) dice que un hijo habría roto la atmosfera de hedonismo que se crea en
torno de Alejandro y Helena.
l.80 LE MEun-WmssMANN (2008-9) destaca que es un cruel matiz del 'ideal' heroico y que
subraya el carácter trágico de la condición humana en general, más allá de la que tienen los héroes
iliádicos. Los escolios, empero, nada comentan de estos rasgos de patetismo y humanidad; se
limitan alo lingüístico: cf. BlLE-KLEIN (2007).
_ _ 84
dominar181• Si esto es así, la libertad del hombre está muy comprometida.
Para otros, ambas voluntades se intersectan y a veces coinciden182 • Ve-
remos que en el caso de Odisea, en Odisea, él suele actuar con indepen-
dencia.
Hay dioses que están a favor de Troya, como Zeus, Afrodita y Apolón, y
otros que están en contra, Hera, Atena, Posidón, Hefesto. Todos ellos son
'antropomórficos', no sólo por su figura sino también por sus actitudes y
sentimientos. Ninguno reúne todos los poderes, pero todos comparten la
inmortalidad, sostenida por la ambrosía que consumen. Se reúnen y deli-
beran para tomar decisiones. Puede haber entre ellos un sudoroso obrero,
el "ínclito artesano" Hefesto, deforme, de cuello robusto y pecho peludo
(18: 372 ss., 391,415). Pueden ser seducidos, como Zeus, libidinoso e infiel;
pueden engañar como la celosa Her a a su marido o como Atena, que se dis-
fraza de Agenor para confundir a Aquileo, o Hermes que toma el aspecto
de un joven para conducir a Príamo, o Posidón que asume la apariencia
de anciano para participar de la asamblea aquea (14: 135 ss.), o Apolón
que se aparece como heraldo (17: 323); pueden desmayarse, como Pálade
y Afrodita; pueden sentir odio y rencor, como Hera y Atenea contra Afro-
dita y los troyanos, o como Posidón, que con Apolón trabajó cual un obre-
ro para construir el muro de Troya pero no recibió su salario (21: 441 ss.);
pueden llorar y refugiarse en las rodillas del padre, como hace Artémide,
maltratada por Hera (21: 506); pueden ser sanguinarios como Ares, quien
sin embargo es herido y necesita de las curaciones de Peón; pueden insul-
tarse, como Atena que llama "enloquecido" a Ares (Ilíada 5: 831) o Ares
que llama "muchacha insensata" a Pálade (5: 875); pueden ayudar al hijo,
como Tétide, quien en el fondo colabora para que Aquilea muera, no sólo
porque pide a Zeus la exaltación del joven -que debe hacerse a través de su
areté bélica- sino porque hace que le fabriquen armas adecuadas183: res-
peta la elección de su hijo y su aprecio por la timé. Todos los dioses están
sometidos al Destino, una fuerza superior que sabe de antemano qué ha
de cumplirse, en última instancia, cuándo alguien debe morir184; Zeus so-
lamente la administra, con la imagen de la "balanza de oro" (8: 69; 22: 209;
cf. 16: 658) que pesa las suertes de cada luchador: él puede postergar una
muerte, pero no impedirla. Los dioses pueden conceder dones especiales,
como que, por gracia de Hera, el caballo J anto hable y prediga la muerte de
181 GAS!GN (2001).
182 LESKY (2001). Algo similar ocurre en la tragedia según KrrTo (1952).
183 Véase SLATICTN (1986).
184 Sobre esto cf. CAVALLER0 (1998 b).
85 _ _
 Aquileo (19: 405 ss.). Según dice Aquileo, Zeus reparte de dos toneles de su
palacio, el de males y el de bienes, los dones a los hombres; a veces mezcla-
dos, a veces sólo males (24: 527 ss.).
También aparecen dioses de la naturaleza, ríos que pueden combatir,
alzarse y hablru.~ como el Escamandro o J anto.
Y también hay personajes episódicos, como Cárite, que vive con He-
festo (18: 382 ss.); Tersites, que cuestiona a los jefes yla continuación de
la guerra (2: 212 ss.); Pándaro, que es incitado por Atena a atentar contra
Menelao (4: 88 ss.), etc.
IDEALES Y VALORES
Según el Diccionario de la lengua española, se.puede definir el concepto
'héroe' de estas maneras:
héroe. (Dellat. heros, -óis, y este del gr. ~pwc;).1. m. Varón ilustre y
famoso por sus hazañas o virtudes. 2. m. Hombre que lleva a cabo
una acción heroica. 3. m. En un poema o relato, personaje destaca-
do que actúa de una mru.10ra valerosa y arriesgada. 4. m. Protago-
nista de una obra de ficción. 5. m. Hombre al que alguien convierte
en objeto de su especial admiración. 6. m. En la mitología ru.1tigua,
el nacido de un dios o una diosa y de una persona humana, por lo
cual le reputaban más que hombre y menos que dios; como Hércu-
les, Aquiles, Eneas, etc.
De una u otra manera, todas estas acepciones se cumplen en la mayor
pru.·te de los personajes de Ilíada. Algunos cumplen el rasgo enunciado en
6, pues alude a los¿em~~s~~• ~~~na:~ Sarpedonte; pero también podemos
considerar 'literru.·iru.nente er n11chos otr~te no son semidioses
pero que sí cumplen la acepción 1: Agamenón y Menelao, Páride y Héc-
tor, no son hijos de un dios (pueden descender de algún dios si nos remon-
tamos a varias generaciones anteriores), pero sí son famosos o tienen
renombre, sea porque realizan hazañas, sea porque tienen virtudes no-
torias. Hay que destacar que no necesariru.nente deben ser 'virtuosos' en
sus hazañas, según el concepto de virtud que consideremos. Por ejemplo,
Diomedes y Odiseo no tuvieron compasión del joven Dolón, que les rogaba
que no lo matarru.1; Aquileo no tuvo ninguna piedad en su venganza (véase
el canto XX) ni en el tratamiento del cadáver de Héctor e incluso corrió
peligro de ru.-repentirse de devolverlo a su padre; Odiseo no tiene ningún
_ _ 86
prurito contra el relato de mentiras ni contra la infidelidad. Ciertamente
casi todos cumplen con la acepción 2, pues se arriesgan y actúan con valor.
Son, claro está, algunos de ellos, protagonistas de la narración. Y sus haza-
ñas los hacen objeto de admiración.
Estos héroes que nos presentaflíada corresponden a la 'Edad de los hé-
roes' en el mito expuesto por Hesíodo (Trabajos y días 109 ss.). Son ellos
una raza en extinciq_n,_11bi.c.ad!!..§mr.e.laem.de.hcnnc.e.:yla.ru.:a,del1ietrº.,l,_~
hombres de la edad de hierro (los tiempos de Homero) veían a esos héroes ·:-···-
'Como gente sobresaliente. Bien dice el poeta que ellos podían levantar pe-
o ue J.osTi ··-ñresilesüpreseñtenoi.e~--·-·~-·----"
Esto~-J:reroe-'serigen por cierto;=val~res q~e podrían considerarse
'aristocráticos' 5, a saber:
Timé: la 'h nra', el 'honor', el deseo de ser valorados por los demás186•
_,a..,,..,,WJ.,g..,.«-IJe ser el resultado de hacer las cosas de la mejor manera, de
modo que los demás las admiren y elogien. Esto da un 'prestigio' que surge
de poder competir con gente superior. Hay que ser agathós, 'bueno, hábil'
en algo, 'valiente' en materia bélica, esthlós 'noble', a lo cual se opone el ser
kakós, 'malo, inhábil', 'cobarde' en el combate, aiskhrón, 'cosa vergonzosa'
y, por lo tanto, objeto de elenkhéie, 'repoche'. Por eso Aquileo, en el canto
IX, protesta contra la equiparación injusta de quien se esfuerza y d,si_g_aj~n
no, como dicel!h:mrgo-eambalal'hl:!:"Hl:iyen"ésta'."timé i:-uia"bas<:i'°d;;utoesti-
ma, p~ro tamlJTénctEn:ui~egoCeirtrfs"mo que pretende hacer lícita la vengan-
za. Faltar a la timé ajena no es honroso para quien lo hace187•
Areté: la 'excelencia', es decir, el grado supremo de una habilidad. En
el caso de los soldados, se vincula con la aristéia 'el desempeño excelente'
y con la andréia, la 'virilidad, valentía' (ser un agathós, 'bueno', es ser 'va-
liente') y se mide en el enfrentamiento188• Muchas veces ru.nbas se demues-
tran con ménos 'furor'. Polidamru.1te dice en el canto 13: 729, que no puede
Héctor reunir todas las habilidades, sino que la divinidad da a unos, unas
y a otros, otras: ser guerrero, danzarín, músico, cantru.1te. Algo similar dice
Odiseo al feacio Euríalo (Odisea 8: 167 ss.). Cada uno tiene la suya: Aquileo
es "cual ninguno de los aqueos con túnica de bronce en la guerra, si bien
otros son mejores en el ágora" (18: 105-6); Héctor y Polidan1an~ naci~ron ___
la misma noche y eran compañeros, pero uno "vencía mucho en los dis-
...
.,,,.,, .,~•,,_,,. ,...,.,.,,.,.,...~.,,.,
-~...............,_.,,,_.·""'-'"'~"""'•"'-'•"'''!•'""'~k<>·--.....,,.,.,~,,,,,,- ""'"'"'· ''.
185 ADKINS (1975) sostiene que la permanencia de estos valores en los últimos cantos de flíada
da a éstos unidad con el resto del poema.
186 Véase FINKELBERG (1998); también ADKINS (1960).
187 Sobre esto, cf. CAJRNs (2001: 215).
188 Cf. Ilíada 3: 58, 8: 532·5, 16: 423.
g7 _ __
 cursos, el otro con la lan,za!'.--f18: 252). Tener estas dotes no impide que el
vaTiente°g;:~i:or;, como hace Patroclo ante la suerte de los aqueos
(16: 7 ss.), como hace Antíloco al tener que anunciar la muerte del auriga
(17: 695 y 700; 18: 32), como hace Aquileo al enterarse de ella (18: 35, 318).
Aidós: es un sentimiento de honor que impide hacer ciertos actos, que
resultarían vergonzantes, desdorosos 189• Diomedes dice "no me hables
de huir dado que no creo que me persuadas: no me es ingénito combatir
huyendo ni aterrorizarme" (Ilíada 5: 252-4); y cuando Néstor lo exhorta
a retirarse, le dice "este terrible dolor me llega al corazón y al ánimo, pues
quizás Héctor haya de decir, hablando entre los teucros, 'temiéndome el
Tidida llegó a las naves'; así se jactará y entonces ojalá el ancho suelo se
me abra" (Ilíada 8: 147-150). Por su parte, Héctor, ante los temores de su
esposa, dice "pero terriblemente me avergüenzo ante troyanos y troyanas
que arrastran peplos si como un cobarde huyo lejos de la guerra" (6: 441-
3); y se resiste a entrar en Troya para refugiarse temiendo el "qué dirán"
(20: 90 ss.): él había rechazado el consejo de Polidamante y además cree
que todos esperan de él la salvación. El dios Posidón dice a los argivos que
es un deshonor, una vergüenza (aidós) que no puedan evitar que los tro-
yanos lleguen a las naves (13: 95); algo similar dice Ayante en 15: 502 ss.
Los aqueos no se dispersan "pues los retenían la vergüenza y el temor" (15:
657-8); Menelao medita que si se retira será mal visto por los dánaos pero
si pelea por aidós puede ser rodeado por los enemigos (17: 91 ss.); Eneas
dice que es un deshonor (aidós) refugiarse en Ilio (17: 336).
Kléos / lcydos: la 'gloria' es una preocupación y un objetivo de todo gue-
rrero190. Como señala Héctor, un navegante dirá, al ver el túmulo junto al
Helesponto, que allí yace un valiente guerrero muerto por Héctor; y así,
"mi gloria nunca morirá" (Ilíada 7: 91). La importancia de este valor sub-
siste en la cultura griega enla composición de muchos nombres que tienen
esta raíz como primero o segundo elemento (Kleóbulos, Periklés). Hay un
matiz entre kléos, la 'gloria' que procura el hombre, y kydos, la 'gloria' q)¾.J¡l
~-
~UITTJ.ioses:
........,.,_,.,,,_.-~
H~cmn"•siente que los1ii:osesmrl'ITT'lm."án al pelear jun-
to a las na.ves y no Junto a la muralla (18: 294). Cuando duda ante Aquileo,
se dice: "Que no muera yo tras arrojar el escudo y sin gloria, sino tras hacer
algo grande y que lo sepan los venideros" (22: 304-5).
Bulé, el 'consejo', o eubulía, 'excelencia en el consejo o juicio sensato' 191,
es algo muy valora.do; se hacen asambleas para discutir asuntos y tomar
189 Véanse RIEDINGER (1980), CAIRNS (1993).
190 Entre las aportaciones recientes, cf. JAILLARD (2007).
191 Cf. ScnoFIELD (2001: 220).
--88
decisiones, en las que sostener un cetro representa el uso de la palabra. El
mejor representante del buen consejo es Néstor, anciano sabio. Empero,
la decisión última es del rey, más allá de los consejos: no ha.y votación ni
determinación de la mayoría. Esta práctica parece derivar de la que tes-
timonian las tablillas micénicas, que mencionan la guerusía o 'consejo de
ancianos'. El pueblo en general no tiene voz ni voto, pero manifiesta. con
gritos su beneplácito o desacuerdo (cf. Ilíada 2: 142 ss., Odisea 24: 463 ss.).
Ya en Ilíada se plantea un ideal muy difundido en la cultura griega, el
del a.cuerdo entre el dicho y el hecho, entre lo que se hace y lo que se dice,
o sea, lógos 'palabra' y érgon 'obra'; de ahí que Diomedes se ofenda cuando
Agamenón le dice que no supera a su padre Tideo en el combate sino en el
ágora (4: 398 s.). El relato canta 'haza.ñas', es decir, 'obras', pero éstas al-
canzan gloria mediante la palabra; la palabra que da. la 'fama', el renombre,
y que circula de boca en boca, pero también la palabra del poeta, que canta
esa.hazaña.. En Odisea, al citar lo hecho por Orestes, Néstor exho1ta. a Telé-
ma.co: "sé vigoroso para que alguno de los venideros también ha.ble bien de
ti" (3: 200): la buena fama surgirá de cuidar el honor de su padre.
Decir que Ilíada no presenta. valores religiosos parece equivoca.do.
Claro que si partimos de una idea de Dios único, sumo Bien, omnipotente,
los dioses antropomórficos de Homero, llenos de fallas morales y de ha-
bilidades parciales -salvo la inmortalidad-, resultan poco merecedores
de un respeto y una veneración religiosos. Pero ese punto de partida sería
erróneo, anacrónico. Que los dioses sean a.sí no implica que el hombre no
creyera en ellos, que no se sintiera. protegido o desprotegido por ellos, que
no les rindiera. homenajes o cultos, que no se vinculara. íntimamente con
ellos. Los sacrificios, las libaciones e incluso las hecatombes, las ofrendas
presenta.das a.los altares, los oráculos y augurios son ritos reiteradamente
aludidos, menciona.dos o descriptos (cf.1: 458 ss.; 19: 249 ss.); el intercam-
bio entre los hombres y los dioses es cosa cotidiana.: la divinidad está, entre
los personajes de Ilíada, mucho más presente y conexa con el hombre que
entre mucha gente de la actualidad posmoderna. y desacraliza.da.. El hom-
bre homérico está re-liga.do a la divinidad, es un hamo religiosus. De al1í
que los dioses sean personajes de la epopeya como los seres huma.nos y
que, en gran medida, lo-que ocurre suceda no sólo por decisión del hombre
(Ilíada 11: 404, 13: 458, 14: 23; Odisea 22: 333) sino por intervención de la
divinidad, que orienta, exhorta, a.conseja o concede dones y dice al hombre
"... si a.ca.so obedeces" (Ilíada 1: 207, 21: 293, etc.).
Otro valor relevante, que ya mencionamos, es la hospitalidad, la xe-
89 _ _
 nía192: consistía en recibir al pasajero, agasajarlo con los "dones de hospi-
talidad" (xéinia), darle baño, comida, bebida, alojamiento, algún entreteni-
miento, trato que también se dan los dioses entre sí, como Cárite concede a
Tétide (18: 387). Era habitual preguntar días después quién era el extraño,
de dónde venía y para qué iba. El anfitrión obtenía fama por su buen tra-
tamiento (cf. Odisea 15: 78). Asimismo, quien recibía este trato quedaba
obligado con su anfitrión para retribuirlo; pero no sólo ellos, sino también
sus descendientes. Violar esto era grave. De ahí que Menelao invoca a Zeus
y le pide poder castigar a Páride, de modo que "cualquiera de los hombres
de la posteridad tiemble por haberle hecho males al anfitrión que le ofreció
su amistad" (3: 353-4), frase en la que está claro el mensaje moralizante al
público de todo tiempo.
En todos estos valores hay un código ético; hay algo que está bien y algo
que está mal. Por ejemplo, como acabamos de decir, no se puede violar la
hospitalidad, cual hace Páride contra Menelao o los pretendientes contra
Odiseo: eso merece un castigo. No es correcto no reconocer la areté ajena
y su correspondiente premio. No es adecuado obrar de modo diferente de
como se espera de quien tiene timé y areté; no es prudente no respetar la
bulé de un anciano. Pero tampoco es correcto actuar con exceso (hybris),
proceder con una ferocidad o una soberbia impropias del ser humano: has-
talos dioses lo desaprueban.
POLÍTICA
Los reyes conformaron una confederación, una asociación libre orien-
tada al logro de un beneficio común o, al menos, con un rédito interesante.
En lo habitual, organizan asambleas (1: 54; 18: 245), donde cada uno tiene
el derecho a la palabra, asumiendo para ello un cetro que simboliza el uso
de la palabra y ubicándose en el medio de la reunión (to méson), lugar que
indica que la palabra es central y que es común para todos la discusión,
pues todos son semejantes: en esas asambleas deliberan y toman deci-
siones, aunque el rey determina a voluntad; la palabra es un instrumento
de poder. También se hacen consultas populares: Agamenón, en una dis-
cutida actitud, consulta al ejército si prefiere abandonar la lucha, estando
ya en el décimo año de guerra.No se hace votación, pero sí hay aclamación;
y la palabra misma, en tono de reproche y arenga, es la que impide que los
soldados se vayan. También se practica el sorteo, haciendo saltar piedras
de un yelmo agitado, como conserva Siete contra Tebas de Ésquilo, pieza
192 Véanse H. lCAJ(RJDIS (1963), EDWARDS (1975), HOCES DE LA GUARDIA
ÜARVALHO (1989), PÉREZ (2007).
_ _ go
particularmente 'épica' (cf. vv. 55,126,376,423, 458-9, 731). La asamblea y
el uso común de la palabra se dan también entre los troyanos (por ejemplo,
canto 7: 365 ss.). No es la palabra de un oráculo o de un arúspice o mensa-
jero divino, que da una orden o anuncia un futuro infalible, sino la palabra
humana empleada con destreza técnica, que aconseja e intenta persuadir.
Estas conductas parecen anticipar prácticas posteriores, las · de la
democracia ateniense y las de la misma Esparta, que también realizaba
asambleas (o influjo de prácticas orientales); también las alianzas que per-
mitieron a los griegos enfrentar a Persia o las que constituyeron las confe-
deraciones de Delo y del Peloponeso. También aparecen las decisiones
judiciales, como se presentan en el escudo de Aquileo, cuando un grupo de
ancianos debe decidir un diferendo.
Si bien se reconoce una autoridad especial a Agamenón, análoga quizás
a la de Zeus entre los dioses, se muestra en él un poder que tiene mucho
de autoritario, de arbitrario; no sólo por su actitud ante Aquileo, sino
por propio reconocimiento (cf. 19: 85-96). Está implícita, en la reacción
de los personajes y la sucesión de hechos, una condena de este modo de
conducción103•
SOCIEDAD
flíada presenta aAgamenón como un 'jefe de hombres', es decir, alguien
que detenta un liderazgo cedido y reconocido por sus pares. De al1í que
Aquileo tiene la libertad de retirarse de la lucha, junto con sus mirmído-
nes, si lo desea, sin incurrir en lo que hoy llamaríamos rebeldía o insubor-
dinación. Menor rango económico y, por lo tanto, socio-político, tenían los
basileis, 'reyes' en tanto señores o dueños de un territorio rural productivo,
probablemente la 'aristocracia' que va reemplazando al gobernante único
y que mantiene entre sus miembros ciertas relaciones interpersonales de
'don' y 'contra-don'194• Los soldados son los hombres-vasallos.
La sociedad parece distinguir la nobleza del vulgo. En esta división
interviene la riqueza, pero sobre todo pesan los valores personales, aque-
llos ideales que hemos señalado. Si Tersites, el 'atrevido, el calentón' (de
théro, 'calentar'), parece la antítesis del héroe, del noble y del aristócrata,
no sólo por su aspecto (deforme, débil e incluso de poco cabello195) sino por
su intención, empero no deja de adivinarse una cierta simpatía del poeta
193 FoumIARD (2003: 77) menciona las palabras de Néstor en Odisea 3: 132-3 como prueba de
que el ideal político es tener conductores sensatos y justos.
(1987), LOURENQO DE 194 Cf. ZURBACH (2010),
195 PEROTTI (1999: 71) dice que parece un personaje de la commedia dell'arte.
91 _ __
 hacia él: sus congéneres se compadecen de su suerte, cuando es golpeado e
injuriado por Odisea a causa de que alienta la partida, porque quizás en su
interior ellos comparten su opinión, aunque aprueben el castigo. A Tersi-
tes no le importa ya tener timé ni ser considerado áristos ni alcanzar kléos:
prefiere volver a su casa y no siente aidós por ello196•
Música, danza, casamiento, deportes, juegos, son prácticas que apare-
cen en diversos lugares: Aquilea que toca la fórminge; el Tamiris apenas
mencionado en el catálogo; la boda, los bailes y la música representados
en el escudo de Aquilea y presentes en el palacio de Menelao (en Odisea),
las prácticas atléticas empleadas como competencias en honor de Patro-
clo o en honor de Odisea entre los feacios ... 197 La música acompaña todo y
vincula con los dioses198• Siempre se mencionan el desayuno, el almuerzo
y la cena, incluso tras los más grandes dolores, como los de Níoba, Aquilea
oPríamo.
El trabajo también aparece, si bien no ocupa el primer plano. Páride
construye su casa con la ayuda de albafi.iles (téktones, 6: 314 ss.); un eba-
nista debió de fabricar la mesa de Néstor, de madera con incrustaciones
(11: 629); un especialista debía de construir carros (4: 485; 24: 266). Inclu-
so los dioses realizan alguna tarea, como confeccionar un vestido (Atenea,
14: 178) o uncir un carro (Zeus, 8: 41). Hay además otro tipo de oficios, co-
mo el de los aedos, los heraldos (Taltibio), los sacerdotes (Crises, Teano),
los adivinos (Calcante) y los médicos (Macaón y Podalirio) 199• Al tratar el
ema de la sociedad en Odisea, podremos comparar este aspecto.
No parece existir la moneda como forma de pago, dado que todo se va-
lora en la equivalencia con cierta cantidad de bovinos: las armaduras de
Diomedes y Glauco en Ilíada (6: 236), la compra de Euriclea en Odisea (1:
430 ss.), las ofrendas para conseguir una novia (flíada 18: 593). Sin embar-
go, en el escudo de Aquilea se hace referencia a una paga de dos talentos de
oro (18: 507) 200 •
· Una boda se acordaba entre suegro y yerno mediante un pago, édna, o
196 El personaje y la escena son discutidos. THALMANN (1988) lo ve como un pharma/cós, un
"chivo expiatorio". RosE (1988) lo ve como representante de la resistencia contra la élite guerrera.
DE SAINTE Cuo1x (1981: 413), en cambio, lo veía como un "proto-demagogo" a quien Homero quiere
caricaturizm· y censurar. Véanse MoRIDs (2001: 87-8), FnENKEL (2003: 21), FoucHARD (2003: 81).
197 Sobre el deporte véase GARCÍA ROMERO (1992, 2001, 2005).
198 Véase AunmoT (2006 b).
199 Sobre estos últimos véanseALsINA (1982), LAiN ENTRALGO (1958 y 1987).
200 Se trata de un pasaje muy discutido por la crítica. Una de las últimas aportaciones es la
de LENTINI (2008-9), quien lo compara con las disputas surgidas en certámenes atléticos (Iliada
XXIII y Odisea VIII).
_ _ 92
mediante la realización de algún servicio 2º1; la novia aporta como dote ves-
tidos y joyas2º2• El matrimonio fiel era el modo de asegurar la identidad y la
filiación 203 • El adulterio, aunque el mismo Zeus da ejemplos de él, era una
deshonra: Hera se ofende y odia por él a Troya; Menelao, según el mito,
casi mata a su adúltera esposa, quien tras la muerte de Páride desposa a
Deífobo -y luego a Héleno, según el mito-; Hefesto quiere reclamar un
resarcimiento a Ares por su asunto con Afrodita (Odisea 8: 256-369); em-
pero, Odisea mencionará a Penélopa su vida con Calipso (Odisea 23: 333-
7), quizás amparado en el mandato de la diosa o en que no se podía esperar
castidad en su situación.
En cuanto al ejército, parece ser el fnlto de una 'leva' que el rey hace en-
tre sus 'vasallos'; los 'pretendientes' de Odisea pudieron no incorporarse,
sea porque eran muy jóvenes (aunque algunos eran coetáneos de Odisea,
cf. 2: 253, 17: 68) o porque, en tanto aristócratas, no tenían obligación al-
guna. El carro de guerra, tirado por dos caballos, aparece como medio de
transporte y su función táctica no resulta muy clara. Hay combates per-
sonales pero también masivos; se mata al vencido o se lo toma prisione-
ro para obtener rescate; se usa la lanza, la pica y la espada; la armadura
incluye casco, escudo habitualmente circular, grebas y una coraza de tela
con metal. Néstor, llamado "jinete", recomienda en Ilíada 4: 303 ss. una
estrategia de ataque que consiste en colocar en la vanguardia los carros
(con auriga y luchador) y luego la infantería, con las tropas más débiles
en el centro; esta estrategia será tomada luego por la oratoria para la argu-
mentación, como ya indicamos, de modo que el argumento menos contun-
dente quede 'disimulado' en el medio ("esquema homérico o nestoriano").
También hay arqueros y las piedras suelen ser usadas como proyectiles.
Asimismo, el troyano Polidamante aconseja como estrategia, dado que es
la primera vez que los dardanios luchan lejos de la muralla, no traspasar el
muro construido por los aqueos para no debilitar a las tropas (12: 223 ss.).
No parece que haya habido batallas navales.
RESEÑA Y COMENTARIO DE LOS CANTOS
La tradición alejandrina, que dividió los poemas homéricos en
veinticuatro cantos para cada uno, les asignó -como ya dijimos- las letras
201 Cf. Ilíada 6: 192 para el caso de Belerofonte; 9: 146 para el de Aquileo; 13: 366 para el de
Otrioneo; Odisea 11: 289 ss. para el de Melampo.
202 Cf. Ilíada 6: 394, 20: 342, 22: 51; Odisea 24: 294.
203 La legislación argentina veía como más grave la infidelidad femenina porque ella aportaba
al hogar hijos ajenos.
93 _ _
 del alfabeto, en mayúsculas para flíada y en minúsculas para Odisea, con
el fin de identificar los cantos y facilitar la ubicación de los pasajes; pero no
las letras en su función de numerales (con stigma como símbolo del 6) sino
consecutivamente en el orden que presenta el alfabeto jónico. También le
asignó a cada canto un 'título' que hacía referencia a un episodio central o
relevante de él.
A= 1 "Peste, rencor" (veintidós días)
a) 'prólogo' con la invocación a la Musa (1-7) 2º4 •
b) injuria de Agamenón contra el sacerdote de Apolón, Grises, que solici-
taba el rescate de su hija, y peste enviada como venganza por Apolón
(8-52);
- asamblea al décimo día. Calcante señala que la peste acabará si se de-
vuelve a Criseide (53-100). Discusión entre Agamenón y Aquilea (101-
246)205. Intervención de Néstor (247-307). Agamenón devuelve a Cri-
seide pero quita aAquileo parte de su botín, la joven Briseide (308-350);
- ante la furia de Aquilea, su madre Tétide lo consuela, promete vengarlo
y le aconseja retirarse de la batalla (351-427);
- Zeus concede a Tétide (que lo aguardó doce días) que los aqueos no
triunfen mientras 110 se reconozca la valía de Aquilea (534-567);
- discusión entre los olímpicos. Hefesto escancia néctar y los dioses ríen
(568-611).
Zeus promete a Tétide la honra futura de Aquileo porque le debe el fa-
vor de haberlo salvado de ser encadenado por Hera, Posidón y Atena (cf.1:
397-406). Tétide no sabe, empero, que la promesa será una "piel se zapa",
porque la honra de Aquilea implicará previamente la muerte de Patroclo y,
luego, la pronta muerte del mismo Aquilea.
Cairns (2001) opina que la discusión entre Agamenón y Aquilea es un
exceso que viola el principio de aidós, el 'respeto' que debían tenerse en
tanto 'amigos'. Empero, los jefes no parecen serlo realmente. La pelea es
censurada por todos aunque -opina Cairns- hay más simpatía por Aquilea
porque él no la inició.
B = 2 "Sueño. Beocia o catálogo de las naves" (día vigesimotercero)
204 Sobre este proemio, véase REDFIELD (1974). Entre otras observaciones, objeta que en el
poema no se verifica que haya cadáveres dejados como alimento de perros y aves (w. 4-5); esto no
es un hecho objetivo sino una tendencia subjetiva de los personajes.
205 WERNER (2004) destaca en las palabras de Aquilea el empleo de la astucia.
_ _ 94
Es muy extenso. Comprende dos partes:
a) 'Prueba' (título dado por Dionisia de Halicarnaso) de fidelidad con
doble engaño:
- Z~::~~!.tl~~,..~,9.,1:!~~9~~~,UY.i~HR.M~}i:!,t~fi.g~,~-Ag~~.!?:,~~1..9};~~-!2.•~~-t'iil_~,....;,,,
.h!g_he!,g!?E,l~E~~~!,~~l1!l.!!~fg_(!;;.1Q¿¿,,
-Agamenón reúne la asámblea de aqueos (41-100);
-Agamenón prueba a sus hombres fingiendo que abandonará la lucha, tras
nueve años, a lo que el ejército accede (101-154). Esta actitud del rey es
muy censurada por la crítica, pero hace a la caracterización del perso-
naje;
- Odisea reprime la dispersión y reprocha la cobardía, defendiendo la or-
ganización monárquica; censura la opinión de Tersites, quien critica a
Agamenón por s:t.1..a.G..tJ1.1,1d..ha.claAquileQ.eJn.sisie_enJ.i:se_;.JI~I![~QJQgg,k_ ..
pea y logra que se decida la continuación de la guerra (155-393);
- se prepara el combate (394-484), que sería el primero lejos de las mura-
llas (cf. 5: 788-790, donde Hera dice que es una vergüenza que los troya-
nos se alejen de las puertas ahora que no está combatiendo Aquilea;
18: 254 ss., la propuesta de Polidamante, rechazada por Héctor, de no
pelear lejos de Troya sino volver a refugiarse en ella), detalle que podría
'justificar' la enumeración siguiente, la atalaya desde el muro (canto
III) y la construcción de un foso y un muro (canto VII).
b) 'Catálogos'. Existen ejemplos en la administración
¡,.o.a (
hitita y en los
w,,.¡.:;,,,..,~
... ,,¡,•'1-"""t"~, ~-, • 1_,; r-,;:.,~ • ..:.," l.'.."-''.'",,, ,,,.~-_.._ ... ,,c.,-~...:~•.''i,.l.,~;.~,, .,..., 4-!~H.. -':n,c,,•~~-·-· .. ~ ........ 'l,:'d •• .'~,,·;,,,_,c,_¡,;;..J•.i
inventarios de las tablillas micénicas 206:
- cat'atc5'~"·. e:Rr~~·eolos'aqueos"aliaclo's't
1!'85-785);
y catálogo de sus aliados y jefes (786-877).
r entos. Atala a desde el muro. Combate singular de Alejandro
o" (contin~& el mismo día)
cue
- Páride propone solucionar la cuestión en un combate singular, pero re-
trocede (1-37);
- Héctor se lo reprocha y lo aniina (38-75);
- ante Príamo se establecen las condiciones del enfrentamiento (76-110);
- mientras los ejércitos deponen las armas, Helena aparece en la muralla,
es elogiada por los ancianos y les indica quiénes son los jefes enemigos
206 Los hay de ganados, muebles, carros, armas, etc. Para MAZON (1948: 152) pudo ser tomado
de los Cantos ciprios. Sobre este catálogo y los Himnos homéricos a Dioniso, Deméter y Apolón en el
contexto de literatura de viajes, cf. BocCJmTTI (2005), para quien las relaciones espaciales expresan
ideas políticas y religiosas, tienen implicancias sociales y hacen a la identidad panhelénica.
95 _ _
 (111-244);
- se concreta el acuerdo (245-301).
b) Combate:
- Páride y Menelao luchan (302-372);
- Páride es vencido pero Afrodita lo saca del campo de batalla (373-382);
- en la tienda, Helena se lo reprocha pero se reconcilia con su amante (383-
448);
- Menelao busca a su contrincante ausente y Agamenón reclama que se
cumpla el acuerdo (449-461).
Se suele criticar que los troyanos pregunten por los jefes griegos cuan-
do la guerra lleva años. Sin embargo, hay que tener presente que en otros
pasajes se dice que la guerra tuvo otros escenarios (pueblos aliados a Tro-
ya, como el de la familia de A.ndrómaca -véase más abajo el contenido de
las Ciprias-) y que en general los troyanos no habían salido de la fortaleza;
de modo que no es tan inverosímil que, sobre todo los ancianos, no conoz-
can a los jefe~emigos,._for otra parte, la épica recupera el pasado así
como antigj_pa el futuro, med-i~te alusiones y este tipo de recursos, que
corresp[Íden a convenciones d'ei género.
1 prisión por los alóades (385-9), el ser herido por Diomedes (885-7) y su
t. = 4 "Violación de los juram7htos. Revista de tropas por Agamenón"
(contii't~a el mismo día) ./
a) Quiebre d~l-os.I?_actos: / ,. r
- Zeus intenta preserv~ a Troya pero, ante la negativa de su esposa y de
Atena, acepta el pedido de Hera: que los troyanos quiebren el pacto (1-
49);
- Atena incita a que el troyano Pándaro arroje un dardo a Menelao y
provoque la lucha (50-104);
- Atena desvía la flecha para que la herida sea leve. Curación de Menelao
por parte del médico Macaón (105-219).
b) Revista de las tropas y batalla:
- .Agamenón arenga a los ejércitos (220-421);
- lucha con apoyo de los dioses (422-544).
Algunos critican que Zeus acepte la sugerencia de Hera de incitar a que
los troyanos violen los pactos. Esto puede responder, en realidad, al 'desig-
nio' de Zeus: la guerra tiene que restablecerse para que Aquilea sea nece-
sario y se reconozca su valía.
_ _ 96
E= 5 "Superioridad de Diomedes" (continúa el mismo día)
a) Superioridad de Diomedes:
- Atenea incita a Diomedes y le da gloria; logra que Ares se retire (1-
94);
- Pándaro hiere a Diomedes, quien lo mata y hiere a Eneas (95-310).
b) Participación de los dioses:
-Afrodita es herida al defender a Eneas; es curada en el Olimpo (311-
431);
- Apolón retira a Eneas y lo lleva a Troya. Convoca a Ares a la lucha
(432-460);
-Ares da coraje a los troyanos y se detalla el combate (461-710);
- Hera y Atena se unen a la lucha y Ares es herido (711-863);
-Ares vuelve al Olimpo y las diosas se retiran (864-909).
A pesar de la aparente uniformidad de los combates, el canto presenta
variantes; se muere por una lanza clavada en medio del pecho o en la nuca
o junto a la clavícula; porque la espada cercena un brazo; porque un dardo
o una pica se clava en el empeine, etc. En el canto, eminentemente bélico,
se hace referencia a tres 'muertes ficticias' del dios de la guerra, Ares: su
relegamiento por parte de Zeus a un lugar más profundo que el Tártaro 2º7•
Liña.res y Saconi (1995) destacaron que en la aristéia de Diomedes se
combina el furor (ménos), como fuerza motivadora, con la agudeza per-
ceptiva propia de Atena. Esto surge de los discursos directos pero se com-
plementa con el símil que compara su furor con el fuego. En su trabajo de
1996, las estudiosas señalan cómo Diomedes es el referente del discurso
de "los otros", lo cual destaca su protagonismo como antagonista de los
dioses, "igual a una divinidad" (v. 884): Ares le da poder y Atena le pone
un límite.
Z = 6: "Charla de Héctor y Andrómaca" (continúa el mismo día)
a)Ruegos:
- el adivino Héleno aconseja a Héctor hacer plegarias públicas (1-101);
- vuelve a la ciudad y las hace con las mujeres (102-118).
b) Charla de Glauco y Diomedes; son de bandos contrarios pero, como es
habitual, usan una lengua común (119-236).
c) Rogativa de Hécabaymujeres troyanas (237-311).
207 Sobre su vínculo con los símbolos indoeuropeos y cómo se modifican por tratarse de un
dios inmortal, cf. MEULDER (2004).
97 _ __
 d) Héctor reprocha a Páride y lo exhorta a volver a la lucha; Héctor cree
que Páride se retiró por cólera, en comparación tácita con Aquileo, pero
Alejandro lo hizo por dolor (312-368).
e) Charla de Héctor y Andrómaca:
- mutua búsqueda de los esposos (369-404);
- encuentro y despedida (405-502);
- marcha de Héctor al combate junto con Páride (503-529).
Es uno de los cantos más famosos, en el que se presentan escenas de
vínculos interpersonales: los hombres con los dioses, los esposos, los
huéspedes, los hermanos. Además, contiene la célebre alusión a la escritu-
ra en el relato de Glauco (168-9). Esta charla resulta un tanto inverosímil;
Glauco y Diomedes conversan como si tomaran el té, olvidados de la lucha
que los circunda. Pero de esta manera no sólo se recupera hechos del pa-
sado sino que se destaca el valor fundamental de la xenía, la 'hospitalidad'.
Cada episodio épico tiene valor por sí mismo, más allá de su ensamble en
el conjunto.
Gagliardi (2011) señala que en la conversación entre Héctor YAndró-
maca, ella representa el lamento femenino sin elogios, mientras que él
supera la oposición familia-patria valorando el principio de la muerte
patriótica. No es que, pensamos, Héctor no valore a su familia sino todo
lo contrario: defender la ciudad significa defender a los suyos. Según la
misma erudita (2006), Andrómaca cambia su punto de vista en el lamento
final (24: 710-745) donde exalta la excelencia guerrera de su esposo. No en
vano Ovidio, en Amores I 9: 35-6 señala que la misma esposa da a Héctor
su yelmo.
En la charla de Glauco y Diomedes aparece el mito de Belerofonte, que
ocurre también en la Ístmica 7 de P1ndaro; se menciona en Ilíada el odio
divino contra él, pero no se lo explica. Según Renno Assurn;;ao (1997), ade-
más de mostrar el tratamiento libre de los mitos, podría apuntar al capri-
cho de los dioses.
H = 7 "Combate singular de Héctor y Ayante. Recolección de cadáveres"
(continúa el mismo día, pero en el v. 421 comienza el día vigesimocuarto)
a) Situación de la lucha: Héctor y Páride la hacen favorable a los troyanos
(1-16).
b) Combate singular:
- Héleno sugiere a Héctor que proponga un combate singular (17-91);
- Menelao acepta pero Agamenón lo hace desistir (92-122);
_ _ _ 98
- se presentan otros nuevos y sale sorteado Ayante Telamonio (123-205);
- combaten sin definición y se acuerda una tregua (206-312).
c) Asambleas: Néstor propone enterrar a los muertos y fortificar el cam-
pamento aqueo; entre los troyanos, Páride y Antenor discuten sobre la
posibilidad de devolver a Helena (313-364).
d) Se acuerdan y concretan los funerales con cremación (365- 432).
e) Los aqueos construyen un muro con puertas para carros y un foso con
estacas208 • Posidón se ofende (433-464).
f) Se recibe un cargamento de víveres traído por Euneo. Banquetes. Zeus
hace tronar y genera libaciones (465-482).
El canto incluye alusiones al contexto: el rencor de Aquileo (vv. 229 s.)
y la violación de los pactos (vv. 69, 351 s.). En cuanto al muro, los analistas
destacan que en otros lugares se lo ignora.
e= 8 "Batalla quebradiza'' (día vigesimoquinto)
a) Nueva asamblea de dioses. Zeus, con amenazas, les prohíbe que parti-
cipen dela lucha (1-40).
b) Zeus se ubica en el monte Ida desde donde observa la guerra; pesa la
balanza del destino (69 ss.) y predice males para los griegos (41-77).
c) Los griegos son rechazados. Hera los alienta y pide ayuda a Posidón
pero éste se niega a desobedecer a Zeus.Agamenón arenga (78-250).
d) Los griegos recuperan espacio y Teucro hiere a muchos, pero Héctor lo
hiere (251-334).
e) Los troyanos vuelven a prevalecer, por designio de Zeus (335-349).
f) Zeus impide que Hera y Atena intervengan y, en el Olimpo, les reprocha
su intento; anuncia que los troyanos tendrán ventaja hasta la muerte de
Patroclo (350-484).
g) La noche impide el combate. Héctor ordena que los troyanos hagan fo-
gatas, dentro y fuera de la ciudad, y establezcan guardias (485-565).
Evidentemente, el título del canto no es adecuado si se interpreta el
adjetivo kólos como 'interrumpido'200, dado que el combate no cesa, salvo
para los dioses. Entendemos que el calificativo apunta a las idas y vueltas
de los resultados, que alternan el favor a unos y a otros.
208 Véase ScoDEL (1982).
209 Así traduce Segalá Estalella.
99 _ _
 I = 9 "Embajada ante Aquileo. Imploraciones" (continúa el mismo día)
a) Los griegos huyen. Agamenón convoca un concejo:
- opina que deben retornar a la patria, a lo cual se oponen Diomedes y
Néstor (1-78);
- se refuerza la vigilancia. Los jefes griegos cenan en la tienda de Agame-
nón y acuerdan la necesidad de aplacar a Aquileo (79-113);
- Agamenón le promete dones (114-161);
- son elegidos como embajadores Ayante Telamonio y Odiseo (162-184).
b) Embajada:
- marcha y recepción cordial de los embajadores (185-224);
- discurso de Odiseo y rechazo de Aquileo, quien amenaza con retornar a
su patria (225-431);
- toma la palabra Fénix 210, que asiste como asesor y emplea el argumento
de Meleagro y la alegoría de las Imploraciones 211 ( 432-605);
- Aquileo rechaza la oferta: volverá a pensarlo en la mañana; Ayante lo
critica pero Aquileo insiste en que no retornará a la guerra hasta que
Héctor esté a las puertas de su tienda (606-668).
c) Retorno:
- mientras Aquileo, Patroclo y Fénix quedan en la tienda, Odiseo y Ayante
retornan al concejo y relatan lo ocurrido (669-695);
- ante el desánimo, Diomedes exhorta a volver a la lucha el día siguiente
(696-713).
Otro famoso canto. La crítica discute la presencia de Fénix frente al uso
de los duales referidos a los embajadores. Se puede entender que esos em-
pleos se deben a que Fénix no es embajador oficial, sino que los acompaña
como asesor, dada su autoridad moral ante Aquileo, de quien fue ayo; los
duales tampoco incluyen a los heraldos. Por otra parte, es notorio cómo
Aquileo modifica gradualmente su inflexibilidad: de ahí que al día siguien-
te (en el canto XVI) envía a Patroclo y le señala que debe lograr un resarci-
210 El nombre Phoínix, -ilcos > Phoenix, -icis, debería dar en español Fénice y, si se aplica
elisión de la-e final, 'Féniz', como Pólux debería dar 'Póluce' o 'Póluz'.
211 Acerca de éstas (vv. 502-515), véase AunmoT (1984), quien niega que ellas sean metáfora
de las Erinies o de los suplicantes y las vincula con la Dí/ce o Justicia de Hesíodo, Trabajos y días
256-270, como dos modos de responder a una situación delictiva. En cuanto a Meleagro, que por las
maldiciones de su madre se retiró y se negó, obstinado, a luchar por la patria Calidón a pesar de los
ruegos de todos, es convencido por su esposa Cleopatra, nombre que puede jugar, tan1bién, con el
de Patroclo; de modo que la asociación de ambas situaciones, la de Meleagro Yla de Aquilea, queda
destacada. Se menciona un "Poema de Meleagro" o Meleagria, que podría ser fuente del relato. Por
otra parte, KA1·sE10u (2004) estudia el li!Jre uso de los tiempos verbales en este relato.
_ _ 100
miento por la ofensa.
En este canto aparece Aquileo con Iaphórminx en mano (v.194), en me-
dio de un canto ante Patroclo y las esclavas cuando llegan los embajadores.
Es una actitud que podría extrru.1ar frente a la areté habitual del guerrero.
Según Perceau (2005) este rasgo también diferencia a Aquileo de Odiseo,
pues el primero aparece en función de aedo mientras que el segundo des-
preciaría la poesía y la música: la estudiosa funda esto en que Odiseo pide
a Demódoco que cante el episodio del caballo de madera (8: 492) para "ma-
nipular" a los oyentes, de modo que al enterru.·se de quién es él lo acojan
favorablemente (p. 81); también tiene finalidad engañosa su pedido de que
Femio haga un canto de himeneo (23: 129). Asimismo, vincula esto con
la crítica que Héctor le hace a Páride, quien prefiere la cítara a la guerra
(flíada 3: 54): según la autora, Páride y Aquileo serían amigos de las Musas
mientras que Héctor y Odiseo despreciadores de ellas, doble orientación
que reaparecería en las discusiones del siglo v sobre el arte. Pensamos
nosotros que no haypmeba de una adhesión yun desprecio, sino de la típi-
camente griega convivencia del cultivo del cuerpo (atletismo, apto para la
guerra) Yel cultivo de las artes, pero con momentos apropiados pru.·a cada
uno.
K = 10 "Dolonía" (continúa la noche del día vigesimoquinto)
a) Agamenón y Menelao no pueden dormir; buscan a Néstor y con otros
jefes recorren la vigilancia junto al foso (1-193).
b) Acuerdan enviar c?mo espías, al campamento enemigo, a Odiseo y Dio-
medes (194-271). Estos inician la excursión (272-298).
c) Los troyanos envíru.1 como espía a Dolón, quien es atrapado por los grie-
gos (299-381).
d) Amenazado, Dolón revela detalles a cambio de su vida, pero Diomedes
viola el acuerdo y lo mata (382-464).
e) Con esos datos, atacan al rey tracio Reso, aliado de los troyanos, a quien
matan y le roban los caballos (465-502).
f) Diomedes y Odiseo retornan a su campamento (503-579).
Este canto es considerado por muchos una inserción tardía. Sin em-
bargo; contiene formas léxicas arcaicas, fósiles lingüísticos de la era micé-
nica; incluye la referencia al casco de dientes de jabalí usado por Odiseo,
arqueológicamente antiguo, y el rito de pasaje de la aventura nocturna,
antropológicamente arcaico 212 • Cirio (2003) ha retomado los argumentos
212 Sobre el episodio de Dolón, cf. DAVIDSON (1979).
101 _ _
 para sostener que los arcaísmos lingüísticos no pudieron ser insertados
en época pisistrátida. En realidad, el escolio T (III 1 Erbse) que vincula
este canto con Pisístrato, sólo dice que Homero lo compuso aparte Y que
Pisístrato lo incorporó a flíada, no que no sea homérico ni antiguo. Aris-
tóteles considera auténtico el canto y lo compara con los 'episodios' de las
tragedias (1458 A 35-37, 1462 B 9). También hay fuentes iconográficas que
lo confirmarían, como el escudo votivo del Museo de Nauplio Nº 4509, da-
. tado c. 725 a.C., que representaría la escena de la súplica de Dolón.
A= 11 "Superioridad de Agamenón" (día vigesimosexto)
a) Amanece y los ejércitos vuelven a enfrentarse (1-66).
b) Agamenón actúa valientemente, anima a los suyos y atemoriza a los
troyanos (67-162).
c) Los griegos hacen retroceder a Héctor hasta la muralla pero Zeus les
resta vigor (163-283).
d) Héctor y los suyos logran prevalecer (284-309):
- Diomedes es herido por Paris (310-400);
- Odiseo es herido y atrapado, pero lo salvan Menelao y Ayante (401-488);
- Páride hiere a Macaón y a Eurípilo (489-596).
e) Aquileo observa la derrota desde su tienda y pide datos a Patroclo (597-
617).
f) Patroclo pide que le deje vestir sus armas para atemorizar a los troyanos
(618-803).
g) Patroclo retira a Eurípilo y lo cura (804-848).
El título alejandrino resulta muy parcial, como suele ocurrir en los can-
tos siguientes, cuyos títulos aluden a un solo episodio. Por otra parte, el
canto incluye la descripción de la "copa de Néstor", de cuatro asas entre
palomas de oro, clavos de oro y dos soportes (632 ss.) 213 • Con tantos heri-
dos, actúan los médicos Macaón y Podalirio. Los analistas critican que el
foso de 11: 48-51 no tiene muro y estacas como el de 7: 440-1.
213 Se la quiso identificar con la hallada en una tumba infantil de la isla italiana de Ischia,
antiguamente llamada Pithekoussai, datada en el 725 a.C., enla que hay una inscripción en alfabeto
eubeo (SEG XIV 604) cuyo texto, publicado en 1955 y completado por W ATIUNS (1976) diría "Es
buena para beber la copa de Néstor; mas el que beba de esta copa, a éste enseguida lo atrapará el
deseo de Afrodita bellamente coronada". Las dos últimas líneas son hexámetros dactílicos. Sobre el
estado de la cuestión véase LAMDOLEY (2001). Aunque no sean v~rsos homéricos, se entiende que el
autor conoce la forma épica; se discute quién es "Néstor"; el objetivo de la inscripción, en contexto
funerario, podría ser un rito de pasaje: dar al niño fallecido el estatuto de un adulto.
_ _ 102
M = 12 "Batallajunto al muro" (continúa el mismo día)
a) Los griegos son obligados a retroceder hasta más allá del foso (1-59).
b) Polidamante aconseja a los troyanos intentar el traspaso del foso (60-
107).
c) Asio lo intenta con su carro pero es rechazado y se producen muchas
bajas (108-194).
d) Héctor recibe un mal augurio pero insiste en el intento; dialoga con
Polidamante (195-250).
e) Los griegos defienden el muro, con viento en contra (251-289).
f) Los licios, aliados de los troyanos, atacan con Sarpedonte y Glauco al
frente; los rechazan Menesteo, Ayante Telamonio y Teucro (290-377).
g) Sarpedonte logra quebrar la muralla (378-399).
h) Los griegos resisten e impiden a los licios llegar a las naves (400-432).
i) Héctor quiebra un portal y sus hombres avanzan en el campo griego
(433-471).
Los analistas insisten en que este muro coincide con el del canto VII
pero es generalmente ignorado en el resto del poema (en 14: 32 Néstor lo
considera destruido e ineficaz); se lo menciona como 'foso' en 17: 760, 18:
198.
N = 13 "Batalla junto a las naves" (continúa el mismo día)
a) Los troyanos van derrotando a los griegos. Posidón, subrepticiamente,
ayuda a éstos (1-42).
b) Posidón, en figura de Calcante, alienta a los griegos (43-124).
c) Héctor avanza pero es frenado por Ayante Telamonio y Ayante de Eleo
(125-205).
d) Idomeneo defiende el ala izquierda griega y los Ayantes la parte central
(206-329).
e) Zeus apoya a los troyanos y Posidón a los griegos; se producen muchas
bajas de ambos bandos (330-360).
f) Supremacía de Idomeneo (361-672).
g) Los troyanos retroceden pero, tras un concejo, vuelven a avanzar (673-
808).
h) Ayante presagia la muerte de Héctor, avalada por un agüero, pero Héc-
tor no se amilana (809-837).
Este extenso canto contiene muchos detalles de estrategia militar. La
situación de los griegos llega a ser más grave que en el canto XII, de modo
103 _ __
 que se prepara el reconocimiento de la necesidad impostergable, intenta-
da en el canto IX, de desagraviar aAquileo y lograr su retorno.
8 = 14 "Engaño de Zeus" (continúa el mismo día)
a) Ante el clamor bélico, Néstor, Agamenón, Odiseo y Diomedes deliberan.
Agamenón propone la fuga. Odiseo se opone. Diomedes propone volver
al campo y alentar a los luchadores (1-134).
b) Posidón toma la apariencia de anciano y reconforta a los griegos (135-
152).
c) Engaño de Zeus: Hera, para ayudar a los aqueos, pide a Afrodita su cin-
turón y seduce a Zeus; pide al Sueño que duerma a su marido (153-351).
d) Repunte de los griegos: Posidón ayuda a los griegos y logra que mejoren
su situación (352-401); Héctor, herido por Ayante, es retirado y curado
(402-439); los griegos alejan a los troyanos de las naves y Ayante los
persigue (440-522).
Como confirmamos, el 'título' dado por los alejandrinos apunta sola-
mente al episodio central del canto. Aquí prevalece la acción de los dioses
opositores a Troya.
O = 15 "Renovación de la ofensiva junto a las naves" (continúa el mismo
día)
a) Zeus reacciona: descubre el engaii.o, por lo que reprocha a Hera, y la ayu-
da de Posidón a los griegos; a quien ordena retirai·se. Manda a Apolón
animar a los troyanos y prohíbe toda participación de los dioses hasta
que se cumpla la promesa a Aquileo (1-77).
b) Obediencia de los dioses: Hera impide que Ares luche para vengar a su
hijo Ascalipo (78-142); Íride transmite las órdenes a Posidón y a.Apolón
. (143-219); Apolón cura a Héctor y lo incita a la lucha (220-288).
c) Se renueva la lucha: Héctor espanta a los griegos con su ataque (289-
389); Patroclo pide ayuda a Aquileo (390-404); lucha cruenta con
muchas bajas (405-519); Héctor está a punto de incendiar la nave de
Protesilao pero Ayante lo impide (520-746).
En esta nueva narración de combates, los analistas cuestionan detalles
como que Ayante esté ante una nave y luego aparezca sobre una nave. Los
versos 379-389 pueden ser una versión abreviada de 405- 0 746 214 •
214 MAZON (1948: 199).
_ _ _ 104
I1 = 16 "Supremacía de Patroclo" (continúa el mismo día)
a) Preparativos. Aquileo autoriza que Patroclo vista sus armas, salvo
la lanza mágica del Pelión215, pai·a que rechace a los troyanos, pero le
advierte que no continúe más allá (1-100). Ayante no logra evitar el
incendio de la nave de Protesilao (101-123). Aquileo reviste a Patroclo,
arenga a los mirmídones y hace las libaciones rituales (124-256).
b) Combate de Patroclo. Expulsa a.los troyanos de las naves griegas (257-
305). Persigue a los troyanos hacia Ilio (306-418). Mata a Sai1)edonte
(419-507). Se combate en torno de su cadáver, que es llevado a Licia por
Apolón (508-683).
c) Muerte de Patroclo. Patroclo avanza y pretende entrai· a Troya (684-
711). Héctor le presenta combate y mata a Cebriones (712-782). Apolón
quita a Patroclo la ai·madura, lo que permite que Héctor mate al griego,
ya herido por Euforbo (783-867).
Los analistas señalan que en v. 543 Glauco menciona a Patroclo como
si supieran que es él quien combate con las armas de Aquileo. En v. 658 se
menciona la "balanza sagrada de Zeus" cuya inclinación adversa reconoce
Héctor. Este cai1to es considerado segurainente original, porque se rela-
ciona de modo directo con el asunto del rencor de Aquileo.
P = 17 "Supremacía de Menelao" (continúa el mismo día)
a) Defensa del cadáver de Patroclo. Menelao mata a Euforbo (1-60);
Ayante lo ayuda a defender el cadáver contra Héctor (61-139).
Lucha por el cadáver. Héctor vuelve a atacar (140-261); combate duro
(262-425); los caballos del carro de Aquileo lamentan la muerte de su
auriga, pero alentados por Zeus, conducen a Automedonte (426-483);
Héctor y Eneas intentan apoderarse de ellos y continúan la lucha (484-
596); Menelao manda anunciai· la muerte de Patroclo y la inminente
retirada (597-701); los griegos logran retener el cadáver mientras retro-
ceden y pierden hombres y armas en el foso (702-761).
Si bien Menelao logra llevarse el cadáver, sería más adecuado como tí-
tulo "Lucha por el cadáver de Patroclo". Salvar el cadáver no sólo permite
hacer los ritos fúnebres pai·a el ingreso del muerto al Hades sino evitar
que una muerte digna, bella por su ideal, sea envilecida por el maltrato del
cuerpo, bello como ella, ya sea por lacerarlo, descuartizai·lo, dejarlo inse-
215 Heredada de Peleo, Aquileo la usará en 20: 273 ss. y con ella enfrentará a Héctor (22: 272).
Cf. LJlTOUBLON (2007).
105 _ _
 pulto o exponerlo a las fieras; es impedir que el hombre sea tratado inhu-
manamente216.
í:: = 18 "Fabricación de las armas" (continúa el mismo día vigesimosexto y,
desde el v. 242, su noche)
a) Antíloco anuncia la muerte de Patroclo a Aquilea, que la presentía; la-
mentaciones (1-35).
b) Tétide consuela a su hijo Aquilea, quien se siente culpable de la muerte
de su amigo y tantos otros; ella le promete armas nuevas y le asegura
que él vengará a Patroclo pero eso le costará una muerte pronta. Ella va
al Olimpo apediraHefestolas armas (36-147).
c) Continúa la lucha; Íride exhorta a Aquilea a mostrarse para espantar a
los troyanos; los griegos llevan el cadáver a la tienda de Aquilea (148-
242).
d) Asamblea troyana. Polidamante recomienda encerrarse en la ciudad
para desgastar a los griegos; Héctor rechaza el consejo (243-314).
e) Lamentaciones por Patroclo, cuyo cadáver es lavado y ungido (315-355).
f) Zeus señala a Hera que ella logró actuar contra los troyanos (356-367).
g) Tétide es recibida por Cárite en el palacio de Hefesto; éste se entera del
asunto y le promete su ayuda (368-468).
h) Fabricación de las armas (469-617).
Uno de los cantos más famosos, contiene la ékphrasis del ''escudo de
Aquilea", su descripción narrativa con remisiones a toda la obra y a lo que
no se incluye en el resto. Ha sido vista como una mise en abíme. Influyó de
manera particular en el Escudo de pseudo-Hesíodo y en la Eneida de Vir-
gilio. Llaman la atención ciertos artefactos fabricados por el dios: trípodes
y fuelles automáticos, sirvientes-robots.
Una cuestión textual añeja se da en los versos 604b-605a, rechaza-
dos por algunos editores. Mazan (1948: 33) opina que son hemistiquios
"agregados por un rapsoda que no conocía más el sentido original del tér-
mino molpé, que en Homero designa el canto acompañado de danza". Pero
precisamente, si el genitivo absoluto molpés exárkhontos (606) tiene como
sujeto tácito el aoidós de 604 b, la molpé se ajusta perfectamente al con-
texto de la danza descripta antes y de los acróbatas que se suman. Que el
mismo texto aparezca en Odisea 4: 17-19 es normal en el estilo reiterativo
216 Sobre esto véase VERNANT (2001), cap. 2. MAJUNONI (2008) opina que "negar los ritos
fúnebres no es imposibilitar esa gloria futura sino impedirla en el único momento en que el héroe
muerto puede percibir que ha trascendidoJa propia condición mortal" (71-72).
--106
de Homero y de la épica en general.
La postura analítica llega a tal punto que, por ejemplo, dice que si se
menciona un espacio de danza en Cnoso (v. 591), dado que Cnoso llevaba
siglos destruida, el autor debió de tomar el dato de un canto cretense; en
realidad, la mención incluye a Dédalo y Ariadna, de modo que puede pro-
venir de un mito mucho más extendido, aludido aquí como 'cosa conocida'
por el público.
ParaAubriot (2003), las obras de los dioses, como este escudo, mantie-
nen un 'diálogo' con la creación del poeta mientras que las obras humanas,
habitualmente femeninas (el manto de Odisea, por ejemplo, en Odisea 19:
225-233), ofrecen una figuración de los temas principales de los poemas.
T = 19 "Renuncia al rencor" (día vigesimoséptimo)
a) Tétide aporta las armas y anima a Aquilea. Pone ambrosía al cadáver de
Patroclo para hacerlo incorruptible (1-39).
b) Asamblea griega. Aquilea pide que se retome la lucha (40-73). Agame-
nón reconoce su exceso y repite la oferta de un resarcimiento moral, sin
ciudades ni hijas (74-153). Aquilea acepta con cierto apuro y desdén;
pospone el banquete de reconciliación. El heraldo Taltibio aporta los
bienes muebles, incluida Briseide, y se disuelve la asamblea (154-281).
c) Se reanuda el planto y Aquilea se niega a comer hasta vengar a Patroclo
(282-339). Atenea alienta a Aquilea, quien se reviste y sube al carro
(340-399). Janto le predice su pronta muerte y el héroe va al combate
(400-424).
La aceptación de los dones parece un trámite, más que el signo de una
verdadera reconciliación entre Aquilea y Agamenón, que no llegaría, si es
real, hasta los juegos en honor de Patroclo.
Y= 20 "Combate de los dioses" (continúa el mismo día)
a) Témide convoca una asamblea de los dioses, en la que Zeus les permite
participar de la lucha según sus bandos (1-30).
b) Los dioses van al campo de batalla (31-74).
c) Incitado por Apolón, Eneas enfrenta a Aquilea y Posidón lo salva de la
muerte (75-352).
d) Apolón detiene a Héctor; Aquilea mata a Polidoro, hermano de Héctor,
quien ataca para vengarlo. Apolón salva a Héctor (353-454).
e) Aunque no mató todavía a Héctor, Aquilea se consuela por la matanza
que produjo (455-503).
107_ __

Los dioses intervienen pero no luchan todavía de modo concreto, salvo
para alentar o proteger a los combatientes: posiblemente el canto esté mal
separado del siguiente. Se destaca la figura de Eneas, que dará lugar a una
posteridad troyana y tendrá trascendencia mítico-literaria en Virgilio.
Mazon (1948: 217) cree que los detalles geográficos y míticos demuestran
que el canto se debe a un aedo erudito; en realidad, si fa materia épica pue-
de ser aprendida, repetida y reelaborada por diversos poetas, esos detalles
no prueban nada.
<P = 21 "Combate junto al río" (continúa el mismo día)
a) Aquileo persigue a los troyanos y mata a muchos junto al río Janto;
apresa a doce jóvenes (1-33); a pesar de sus súplicas, Licaón es muerto
por Aquileo y arrojado al río (34-135); mueren Asteropeo, alentado
por el enojado río Janto, y otros muchos (136-210); el río Escamandro
le exige que no arroje cadáveres a su cauce, reprocha a Apolón que no
ayude a los troyanos, enfrenta a Aquileo, quien es alentado por Posidón
y Atenea y ayudado por Hera y Hefesto (211-384).
b) Los dioses pelean entre sí (385-513).
c) Vuelven al Olimpo salvo Apolón, que intenta salvar a Troya; Aquileo es
enfrentado por Agenor, cuya figura toma luego Apolón para distraer a
Aquileo y permitir que los troyanos entren a la ciudad (514-611).
Este canto, como el anterior, incluye 'referencias internas', es decir, rei-
teraciones de detalles contenidos en los cantos III a VI.
X= 22 "Muerte de Héctor" (continúa el mismo día)
a) Aquileo se acerca a la ciudad y encuentra a Héctor, quien se retrasa en
refugiarse en Troya a pesar de los ruegos de sus padres (1-89). Por aidós,
Héctor se resiste a entrar, reconociendo que Polidamante tenía razón y
temiendo parecer un cobarde o una mujer; da tres vueltas a la ciudad
hasta que Aquileo lo alcanza (90-166).
b) Zeus pesa la balanza del destino. Deja aAtena intervenir (167-247).
c) Lucha entre Aquileo, alentado por Atena, y Héctor, engañado por ella,
que simula ser su hermano Deífobo (248-305).
d) Aquileo lancea a Héctor, le quita la armadura y lo arrastra con el carro
(306-404).
e) Lamentaciones de los troyanos (405-515).
_ _ _ 108
Como señala Vernant 217, el ultraje del cadáver pretende desfigurarlo y des-
honrarlo y, con ello, quitarle la belleza de la muerte heroica y privarlo de
las honras que le corresponderían, necesarias para que el difunto entre
al Hades.
Según Bouvier (1987), el morir cerca de donde las mujeres lavan las ropas
de sus esposos alude a la tensión entre la realidad bélica y el deseo de
paz. También advierte que, cuando Andrómaca ordena calentar agua
para el regreso del marido, sin saberlo la prepara para un postergado
funeral.
Gagliardi (2010) ha destacado que los lamentos fúnebres tienen más
peso en Ilíada que en Odisea pero, además, revelan caracteres de los
personajes y transmiten ideas políticas, como la concepción de patria
y de colectividad.
'I' = 23 "Competencias atléticas en honor a Patroclo" (continúa el mismo
día hasta el v.107; desde allí el día vigesimoctavo)
a) Funeral218 :
- junto a su nave, Aquileo arrastra el cadáver de Héctor tres veces en
torno de Patroclo. Luego reposan (1-58);
- la sombra de Patroclo se aparece en sueños a Aquileo y le pide que lo
sepulte con presteza (59-107);
- construcción de la pira, sacrificio de víctimas y de doce jóvenes cautivos
troyanos (108-179). Aquileo se despide de su amigo (180-225) 219;
- al otro día se recogen los huesos en una urna y se erige un túmulo (226-
256).
b) Competición atlética: carros (257-650), boxeo (651-699), lucha (700-
739), carrera (740-797), esgrima (798-825), lanzamiento de disco (826-
849), arco, lanza y jabalina (850-897). Cada competencia con su premio,
otorgado por Aquileo.
Agamenón recibe un premio final, antes de concretar la competencia,
que simboliza la reconciliación con Aquileo. Si aquí concluye el asunto del
rencor contra Agamenón, todavía no concluyó el rencor contra Héctor: la
venganza continúa.
217 Cf. VEnNAN'l' (2001: 70 ss.).
218 Cf. el estudio específico de W111cocK (1973).
219 Para CmELAAnD (2003: 61) las cifras de esta ceremonia, como las relativas al funeral de
Héctor (24: 664-6, 783 ss.) o de Aquileo en Odisea 24: 53-65, son exageraciones que apuntan a
destacar el elevado estatus social de la persona implicada.
109 _ __
 Q = 24 "Rescate de Héctor" (día vigesimonoveno hasta el quincuagésimo
tercero)
a) Todos descansan pero Aquilea permanece insomne; al amanecer
arrastra nuevamente el cadáver de Héctor en torno del túmulo (1-18).
Apolón protege el cadáver. Tras doce días de ultrajes reiterados, los
dioses discuten por ellos (19-54).
b) Zeus envía a Tétide para que aplaque a Aquilea; y a Íride para que Pría-
mo se anime a pedir el rescate (55-186).
c) Príamo prepara el viaje; hace las libaciones y obtiene un presagio favo-
rable (187-330) 220 • Hermes lo acompaña para que el rey no sea visto
hasta llegar ante Aquilea (331-467).
d) Aquilea acepta las súplicas y el rescate; ordena disponer el cadáver; ce-
nan y reposan tras acordar una tregua de doce días (468-676).
e) Príamo retorna con el cadáver. Se hacen las lamentaciones y los
funerales (677-804) 221.
Este canto, que algunos consideraron superfluo, es el que pone fin al
rencor de Aquilea contra Héctor222 • Consecuentemente, concluye el tema
de la epopeya, la venganza: Aquilea ya no tiene que vengarse ni de Agame-
nón ni de Héctor. Sólo le queda aguardar su muerte segura. Pierde su fero-
cidad y recupera su humanidad.
220 Príruno tuvo un sueño. BmLLAN'l'E (1990) sostiene que Príruno parece querer mantener una
continuidad entre sueño y realidad.
221 Bouvrnn (2011) señala que los lamentos masculinos y femeninos son diversos y apuntan a
una distinta 'memoria' por parte de hombres y mujeres. Observa que lingüísticrunente, en griego,
las voces relativas a la memoria y sus divinidades son femeninas, aunque el planto femenino-
hu1nano es ºinquietante".
222 Pru·a SEAFORD (1994, cap. 5), el fj.nal de Ilíada es de composición tardía.
___ 110
VIII. Odisea
Correspondería llamar a esta obra 'Odisía', si tenemos en cuenta que
el diptongo -ei- pasó al latín como una -i- larga. Sin embargo, como bien
señala Fernández Galiano 223, el latín ha sido oscilante en este tipo de tér-
minos, generando formas en -ía (algunas derivadas luego en -ia) o en -ea.
Pudo influir en la decisión, en el español, la concurrencia con otras voces:
por ejemplo, Médeia debió dar 'Medía' y no Medea, pero quizás la homo-
fonía con el verbo 'medía' produjo un rechazo; asimismo, Kaisáreia debió
dar 'Cesaría' no Cesarea, que algunos designan 'Cesárea', pero la primera
coincide con el verbo y la última con el tecnicismo médico. La tradición
impuso, pues, 'Odisea'.
ASUNTO
La primera palabra del poema224 es ándra, 'hombre, varón'. Esto nos
dice que el eje del poema es la situación de este hombre protagonista,
Odisea, al que los romanos llamaron Ulises y que es visto ya más como un
'hombre' que como un 'héroe' entendido como 'semidiós', un hombre más
cercano al común y cotidiano. El asunto vinculado con este hombre es su
nóstos, el 'retorno, regreso' del luchador a su tierra y, por lo tanto, el viaje y
las vicisitudes del derrotero 225•
Los nóstoi eran asunto de diversos poemas épicos micénicos no conser-
vados; pero, de hecho, sí conservamos en la misma Odisea algunos detalles
del retorno de Menelao y Helena y reiteradas menciones del regreso de
Agamenón, cuyos efectos están dramatizados en la Orestía de Ésquilo y,
particularmente, en la primera pieza de esa trilogía, Agamenón. Uno y otro
nóstoi sirven de contraste al de Odisea. Camerotto (2009, cap. 5) retoma
la clasificación de nóstos feliz e infeliz, con los de N éstor y Odisea como
ejemplos; pero destaca que el de Agamenón es un caso mixto, en que el via-
je es rápido y sin problemas para el arribo, pero el héroe no recupera la
sede y pierde la vida. Con mucho detalle se detiene en el retorno de Odisea
223 FERNÁNDEZ GALIANO (1969, § 74). Empero, son 'lógicrunente' correctas formas como
Antioquía, Alejandría, Hipodrunía, Laodrunía, Talín; se han diptongado, según la derivación latina
tardía, Eugenia, Ifigenia, Seleucia, Filadelfia, etc. Salvo en el caso de nombres de persona ya
impuestos, en lo demás el español debería hacer un esfuerzo para ser más coherente y corregir las
formas desviadas.
224 Algunos editores suprimen los versos 1: 1-10, considerando que la invocación y las
referencias a Odisea son un ru'íadido no auténtico.
225 Cf. al10ra MoNTIGL!O (2003).
111 _ __
 y sus vicisitudes. Míticamente, las desgracias sufridas en los regresos se
deberían a la cólera de los dioses, a causa de los excesos cometidos por los
aqueos contra Troya: violación de Casandra, arrancada del altar de Atena;
asesinato de Príamo refugiado en un altar; sacrificio de Políxena sobre la
tumba de Aquileo; destrucción total de los templos de Ilio.
TEMA
Pero dentro de ese asunto o situación básica que se desarrolla en el ar-
gumento o sucesión de hechos relatados, hay diversos temas más o menos
extensos en su tratamiento. Tales podrían ser la fidelidad (de los servido-
res, de Penélopa, de los "fieles compañeros"), el crecimiento personal (en
Telémaco, en Odiseo mismo), la astucia, la fortaleza o, como se dice hoy, la
'resiliencia' de Odiseo, la oposición civilización-barbarie, etc.
Pero pensamos que el tema que abarca todo el relato, insistentemen-
te, dándole unidad intencional, es el reencuentro. Odiseo quiere reencon-
trarse con su patria y con su familia, con tanto deseo (cf. 7: 224-5 "Ojalá
me llevéis a mí, desdichado, a mi patria, incluso tras mucho sufrir, y que la
vida me deje tras ver mi posesión, mis esclavos y la gran morada de elevado
techo") que no lo retiene ni siquiera la oferta de inmortalidad que le hace
Calipso, quien le advierte de los males que le esperan (5: 219-221), ni la
oferta del rey Alcínoo de hacerlo su yerno (7: 311-3) 226. También Telémaco
quiere encontrarse con él o saber si eso no será posible. En los relatos ex-
puestos por Odiseo a los feacios -quizás inventados por él como los que le
cuenta a Eumeo, astuta o mentirosamente-, también se reencuentra con
su madre en la visita al Hades. Varios reencuentros se suceden al llegar a
Ítaca: con el perro Argo, que reconoce a su amo y luego se permite morir;
con Telémaco, los esclavos Eumeo y Filetio; con Euriclea, el ama que lo
reconoce por una cicatriz al lavarle los pies (19: 335 ss.) 227. Estos recono-
cimientos dan seguridad a Odiseo, le permiten armar un equipo de fieles
aliados, necesarios para perpetrar la venganza. El reconocimiento de Pe-
nélopa, quien confirma la identidad de su marido por saber éste un detalle
de su vida conyugal, es el que termina por reinstaurar a Odiseo como rey. Y
el poema se cierra con algo que podría ser -y de ello se lo acusó- un añadi-
do sin sentido, pero que no es tal: es el reencuentro de Odiseo con su padre,
quien confirma la identidad por una herida y por el detalle de un viejo re-
226 Estas 'tentaciones' son comparables a la que, en Eneida, Dido representa para Eneas,
salvando las distancias.
227 Sobre los reconocimientos en Odisea, Ct: HAnsn (1950), ZECCHIN DE FAsANo (1996), (1999);
PASCUAL BATICIELA (2010, apartado 2); Mvn~IADES (2011).
_ _ 112
galo; es el retorno simbólico a los orígenes.
Precisamente por su 'final feliz' para el personaje (sobrevive, retorna
a la patria, recupera la esposa y el trono, afirma el patriarcado) se asocia
Odisea a la comedia o a la tragedia euripidea (donde también son frecuen-
tes un cierto happy end, el motivo literario del desconocimiento de iden-
tidad, algunas aventuras 'novelescas' y el deus ex machina como la Atena
del canto XXIV); mientras que Ilíada es tradicionalmente asociada a la
tragedia: en ella todo acaba en ruina efectiva o previsible y hay personajes
'trágicos' que aceptan su muerte como consecuencia de sus convicciones
y que cometen hamartía y, a veces, hybris 228 •
ESTRUCTURA
Como en el caso de flíada, los doce mil siete versos que componen Odi-
sea son originalmente un continuum; pero los eruditos alejandrinos tam-
bién los dividieron en veinticuatro cantos.
Mientras que Ilíada tiene una estructura lineal, la de Odisea es un poco
más compleja. Por una parte, la obra comienza también in medias res pero,
a diferencia de flíada, esto conlleva un retroceso en el relato de los acon-
tecimientos229; por otra parte, dos viajes cuasi simultáneos son narrados:
el de Telémaco en busca de noticias de su padre, que abarca los cantos I a
N, representa treinta y un días e incluye el relato ~e los nóstoi de Néstor
y de Menelao; y el de Odiseo que va desde Ogigia a Itaca, viaje que abarca
el relato de los cantos V a XIII, representa veintiocho días e incluye la na-
rración de la caída de Troya y de las desgracias de Odiseo. Estas dos líneas,
narrativamente sucesivas pero temporalmente simultáneas, convergen
en 13: 187 y desde allí siguen unificadas hasta el final, de modo que estos
diez cantos finales representan tres jornadas, del día treinta y dos al trein-
ta y cuatro. Por sus rasgos, algunos consideran esta epopeya de viajes una
primera novela.
A pesar de esta complejidad y de las digresiones frecuentes, tanto del
poeta cuanto de los personajes 230, Odiseo está siempre presente y la crítica
ha visto menos problemas que enllíada relativos ala unidad dela obra. Por
228 Cf. RU1'IIERFORD (2001b).
229 Véase STRAUSS CLAY (1976).
230 Véase DmP (2003), quien menciona el relato del retorno de Agamenón, la acción de
Odiseo en Troya, la querella de Aquileo y Odiseo, los relatos ficticios de Odiseo, los amores de Ares
y Afrodita y algunos menores como la toma de Ecalia (21: 13-41) y el convite de Euritio y Pirítoo
(21: 291-310). Por otra parte, ZECCHIN DE FASANO (2006) observa que los "meandros" del discurso
narrativo se correlacionan con las vueltas del personaje, de modo tal que, a partir de una "dystopía",
él logra ubicarse como rey en su trono.
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 y sus vicisitudes. Mítica.mente, las desgracias sufridas en los regresos se
deberían a la cólera de los dioses, a causa de los excesos cometidos por los
aqueos contra Troya: violación de Casandra, arrancada del altar de Atena;
asesinato de Príamo refugiado en un altar; sacrificio de Políxena sobre la
tumba de Aquilea; destrucción total de los templos de Ilio.
TEMA
Pero dentro de ese asunto o situación básica que se desarrolla en el ar-
gumento o sucesión de hechos relatados, hay diversos temas más o menos
extensos en su tratamiento. Tales podrían ser la fidelidad (de los servido-
res, de Penélopa, de los "fieles compañeros"), el crecimiento personal (en
Telémaco, en Odiseo mismo), la astucia, la fortaleza o, como se dice hoy, la
'resiliencia' de Odiseo, la oposición civilización-barbarie, etc.
Pero pensamos que el tema que abarca todo el relato, insistentemen-
te, dándole unidad intencional, es el reencuentro. Odiseo quiere reencon-
trarse con su patria y con su familia, con tanto deseo (cf. 7: 224-5 "Ojalá
me llevéis a mí, desdichado, a mi patria, incluso tras mucho sufrir, y que la
vida me deje tras ver mi posesión, mis esclavos y la gran morada de elevado
techo") que no lo retiene ni siquiera la oferta de inmortalidad que le hace
Calipso, quien le advierte de los males que le esperan (5: 219-221), ni la
oferta del rey Alcínoo de hacerlo su yerno (7: 311-3) 226. También Telémaco
quiere encontrarse con él o saber si eso no será posible. En los relatos ex-
puestos por Odiseo a los feacios -quizás inventados por él como los que le
cuenta a Eumeo, astuta o mentirosamente-, también se reencuentra con
su madre en la visita al Hades. Varios reencuentros se suceden al llegar a
Ítaca: con el perro Argo, que reconoce a su amo y luego se permite morir;
con Telémaco, los esclavos Eumeo y Filetio; con Euriclea, el ama que lo
reconoce por una cicatriz al lavarle los pies (19: 335 ss.) 227. Estos recono-
cimientos dan seguridad a Odiseo, le permiten armar un equipo de fieles
aliados, necesarios para perpetrar la venganza. El reconocimiento de Pe-
nélopa, quien confirma la identidad de su marido por saber éste un detalle
de su vida conyugal, es el que termina por reinstaurar a Odisea como rey. Y
el poema se cierra con algo que podría ser -y de ello se lo acusó- un añadi-
do sin sentido, pero que no es tal: es el reencuentro de Odiseo con su padre,
quien confirma la identidad por una herida y por el detalle de un viejo re-
226 Estas 'tentaciones' son comparables a la que, en Eneida, Dido representa para Eneas,
salvando las distancias.
227 Sobre los reconocimientos en Odisea, Cf. HAnsn (1950), ZECCHIN DE FASANO (1996), (1999);
PASCUAL BARCIELA (2010, apartado 2); My¡¡sIADES (2011).
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galo; es el retorno simbólico a los orígenes.
Precisamente por su 'final feliz' para el personaje (sobrevive, retorna
a la patria, recupera la esposa y el trono, afirma el patriarcado) se asocia
Odisea a la comedia o a la tragedia euripidea (donde también son frecuen-
tes un cierto happy end, el motivo literario del desconocimiento de iden-
tidad, algunas aventuras 'novelescas' y el deus ex machina como la Atena
del canto XXIV); mientras que flíada es tradicionalmente asociada a la
tragedia: en ella todo acaba en ruina efectiva o previsible y hay personajes
'trágicos' que aceptan su muerte como consecuencia de sus convicciones
y que cometen hamartía y, a veces, hybris228 •
ESTRUCTURA
Como en el caso de flíada, los doce mil siete versos que componen Odi-
sea son originalmente un continuum; pero los eruditos alejandrinos tam-
bién los dividieron en veinticuatro cantos.
Mientras que flíada tiene una estructura lineal, la de Odisea es un poco
más compleja. Por una parte, la obra comienza también in medias res pero,
a diferencia de flíada, esto conlleva un retroceso en el relato de los acon-
tecimientos229; por otra parte, dos viajes cuasi simultáneos son narrados:
el de Telémaco en busca de noticias de su padre, que abarca los cantos I a
iv, representa treinta y un días e incluye el relato ~e los nóstoi de Néstor
y de Menelao; y el de Odiseo que va desde Ogigia a Itaca, viaje que abarca
el relato de los cantos V a XIII, representa veintiocho días e incluye la na-
rración de la caída de Troya y de las desgracias de Odisea. Estas dos líneas,
narrativamente sucesivas pero temporalmente simultáneas, convergen
en 13: 187 y desde allí siguen unificadas hasta el final, de modo que estos
diez cantos finales representan tres jornadas, del día treinta y dos al trein-
ta y cuatro. Por sus rasgos, algunos consideran esta epopeya de viajes una
primera novela.
A pesar de esta complejidad y de las digresiones frecuentes, tanto del
poeta cuanto de los personajes 230, Odiseo está siempre presente y la crítica
ha visto menos problemas que en flíada relativos ala unidad de la obra. Por
228 Cf. RU'I'HERFORD (2001b).
229 Véase S'J'RAUSS CLAY (1976).
230 Véase DmP (2003), quien menciona el relato del retorno de Agamenón, la acción de
Odiseo en Troya, la querella de Aquileo y Odiseo, los relatos ficticios de Odiseo, los amores de Ares
y Afrodita y algunos menores como la toma de Ecalia (21: 13-41) y el convite de Euritio Y Pirítoo
(21: 291-310). Por otra parte, ZECCHIN DE FASANO (2006) observa que los "meandros" del discurso
narrativo se correlacionan con las vueltas del personaje, de modo tal que, a partir de una "dystopía",
él logra ubicarse como rey en su trono.
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 otra parte, se suele hablar de tres partes: la 'Telemaquia', cantos I a rv; cen-
trada en el viaje de Telémaco; los 'Relatos', cantos V a XIII; y la 'Venganza
contra los pretendientes', en el sector final. Para algunos eruditos, consti-
tuían tres poemas independientes que fueron engarzados por el autor.
Algún crítico pretendió reordenar la materia. Así, por ejemplo, Víctor
Bérard, editor de la epopeya en la colección Les belles lettres, no sólo su-
prime versos reiterados por considerarlos espurios, sino que en el canto
IV intercala versos del XV; en el V incluye versos del I y del XIV; en el XIII
fragmentos del rv; etc., porque considera que la tradición alteró su disposi-
ción.
PERSONAJES
Obviamente, el centro de la acción reside en Odiseo; incluso cuando
éste no aparece. En el caso de la 'Telemaquia', es decir, el conjunto de los
cuatro primeros cantos, centrados en el viaje de Telémaco en busca de no-
ticias de su padre, también allí Odiseo es el referente constante, aquél de
quien siempre se habla, el objeto de búsqueda e indagación, como lo es por
ejemplo don Juan Tenorio en los cuatro primeros actos del Don Juan del
Duque de Rivas: el personaje no aparece, pero está presente en todo mo-
mento.
El nombre de Odiseo, que tiene variantes con el tema oly-/oli-, se vin-
cula popularmente con el verbo odyssomai, que significa 'irritar' o 'estar
irritado'. Ya en Odisea 19: 407-8 se dice que el abuelo Autólico quiere darle
ese nombre porque él fue irritado por muchos hombres y mujeres en su
vida. El mismo Odiseo padece la irritación de Posidón. Pero los epítetos
del héroe son otros.
Un epíteto de Odiseo es polytlas, 'muy sufrido', el cual hace referencia a
los dolores soportados en el retorno -lo contrario de Aquilea, que produ-
ce muchos sufrimientos, Ilíada l: 2-; él mismo duda entre dejarse morir
o tolerar todo con paciencia (19: 50-53); de ahí que reitere la interjección
ómoi (por ej. 5: 356, 408, 465; 6: 1; 13: 200 etc.) o se diga "soporta, corazón"
(20: 18). Pero también es epíteto suyo polymetis 'muy astuto' (flíada 1: 311,
44018] 3: 200, 216, 26818] 4: 329, 349; 10: 148, 382, 400, 423 etc.; Odisea 2: 173;
4: 763; 5: 214; 7: 207,240,302; 8: 152,165,412,463,474,486; 21: 274 etc.),
polymékhanos, que suele ser traducido como 'fecundo en ardides'; también
polyainos, 'muy célebre'. Esta característica, la astucia del personaje, esta-
ba ya enilíada (pensemos en la Dolonía, en la embajada aAquileo, en cómo
impide que la postura de Tersites triunfe) y es la que justifica que sea Pála-
de Atenea la diosa que lo protege, por ser ella la diosa de la sabiduría, naci-
_ _ 114
da de la cabeza de Zeus, quien se había tragado a la madre de Atenea, Méti-
de (metis = 'prudencia, astucia'), para evitar que ella tuviera algún hijo que
le disputara el trono. Atenea dice expresamente que lo sostiene porque él
es epetés 'benevolente', ankhínoos 'presto de mente' y ekhéphron 'de sesos
contenidos' (13: 332) 231.
Odiseo pasa ala posteridad como la representación del engaño y lamen-
tira -lo contrario de Aquilea-, un 'zorro' hecho hombre. Dice Liutprando,
en el siglo x, acerca del emperador bizantino Nicéforo Focas: "atrevido por
su lengua, un zorro por la astucia, un Ulises por el perjurio y la mentira" 232 •
No desdeña Odiseo decir mentiras (cambia el "si lo deseas" de Circe, 12:
49, por "me ordena escuchar" a las sirenas, 12: 158) por 'piadosas' que sean
(7: 303 ss., respecto de N ausícaa) ni en inventar relatos y personalidades,
como los que presenta a Eumeo. El poeta dice que, al dirigirse a Atena-
pastor, Odiseo "le dijo aleteantes palabras, mas no verdaderas, y retractó
su propósito, meditando siempre en el pecho una idea ventajosa" (13: 253-
5); a cuyas mentiras responde Atenea, revelando su aspecto, llamándolo
"ventajero y ladrón... obstinado, de variadas astucias (poikilometa), in-
saciable de dolos" (13: 291-3). El mismo Eumeo, sin saber que le habla a
Odiseo, afirma que éste podría inventar cualquier cuento acerca del runo a
crunbio de un beneficio (14: 131-2). Y cuando el personaje inventa relatos
a Penélopa, el poeta señala: "diciendo muchas mentiras las hacía parecer
semejantes a verdades" (19: 203). Todo esto da lugar a pensru· que también
las anécdotas de su nóstos son fantasiosas, pero asimismo, el poema elogia
la prudencia, la cautela, la astucia.
Su complicado regreso, se supone, se debió a la envidia de los dioses: así
opina Menelao (4: 181-2) y lo cree Penélopa (23: 211-2). Pero Zeus dice al
comienzo de Odisea que los hombres achacan a los dioses culpas que éstos
no tienen, mientras que ellos agravan por tonterías el dolor asignado por
el destino (1: 32 ss.).
A pesar de su astucia, Odiseo es también muy testarudo: cuando Ino,
hija de Cadmo, le ofrece un velo inmortal para sobrevivir al mar, él decide
no obedecer porque cree que hay otro camino mejor (5: 358 s.); cuando los
compañeros le piden que no irrite al cíclope, él lo agrede de todos modos
(9: 500 ss.); Circe le dice que no tome armas contra Escila, pero él lo hace
(12: 226 ss.). También es impulsivo y violento: casi mata a Euríloco cuando
éste intenta disuadirlos de ir nuevamente al palacio de Circe (10: 438 ss.).
231 Por otras fuentes se sabe que Odiseo intentó no ir a la guerra de Troya y para ello fingió
insania; fue Palamedes quien reveló su engaño.
232 Relatio 3. Sobre el desarrollo diacrónico de la figura de Odiseo, cf. S-rANFORD (1963).
115 _ __
 Su heroicidad no le impide dedicarse a la carpintería doméstica (constru-
ye su lecho), así como su padre se dedica a la jardinería y horticultura (cf.
flíada 21: 257 y Odisea 7: 129): el trabajo manual no es un desdoro; como
tampoco lo era en Ilíada: Príamo da de comer a sus caballos (5: 271) y sus
hijos aprestan el carro (24: 247 ss.).
Atenea se caracteriza como una diosa astuta y por ello siempre intere-
sada en Odiseo (13: 291 ss.). Lo protege en todo momento: logra la autori-
zación de Zeus para que Hermes avise a Calipso que los dioses decidieron
el retorno de Odiseo; toma la apariencia de Mentes para aconsejar a Telé-
maco que vaya a Pilo y para ponerle a Orestes como ejemplo de conducta
(canto I); la de Méntor parn dar instrucciones a Néstor e irse volando con
forma de águila (canto III), la de un joven pastor al llegar a Ítaca (canto
XIII), la de una mujer que quiere calmar su preocupación (canto XX), nue-
vamente la de Méntor para ayudar a Odiseo en la matanza y guiarlo con
aspecto de golondrina (canto XXII); también para exhortar a Laertes (24:
503 ss.). Atenea actúa como un "hada madrina" que con su vara cambia el
aspecto de Odiseo (13: 429; 16: 172, 456). La diosa no ayuda a Odiseo sino
en el décimo afio de su retorno, porque antes no quería contradecir a su tío
Posidón, irritado con Odiseo por el dafio que éste le había hecho a Polifemo
(cf.13: 341-3).
También ayuda al héroe Hermes, quien, con apariencia de un joven, le
da consejos y un amuleto contra Circe (10: 277 ss.). Hermes es bisabuelo
de Odiseo.
Posidón, en cambio, es el dios adverso, enojado con Odiseo. Él desata
la tempestad que hace naufragar al viajero y que lo hace llegar desnudo al
país de los feacios. De hecho, los dioses acuerdan el retorno de Odiseo du-
rante una ausencia temporaria de Posidón, que no se hallaba en el Olimpo.
Penélopa o Penelopía, nombre que deriva del sustantivo griego péne,
, 'tejido, trama', y del verbo lopáo, 'perder la corteza', alude metafóricamen-
te a ese 'deshacer el tejido', ardid empleado por la reina para retrasar su
elección de marido: mientras no acabara la mortaja para su suegro, no ele-
giría marido (cf. 2: 93-109, 19: 138-156, 24: 129-138). Luego impone a los
jóvenes la prueba del arco: tensarlo y hacer pasar una flecha por el ojo de
doce hachas; hazafia nada fácil, es también un astuto recurso. Penélopa es
modelo de paciencia, esperanza, fidelidad; a ella se opone reiteradamente
en el texto la acción de Clitemnestra, que mató a su marido al regreso de
éste, vengando la muerte de Ifigenia y la infidelidad de Agamenón, a quien
ella imitó como concubina de Egisto. Atena puso a Orestes, hijo de Cli-
temnestra y vengador de su padre, como un modelo para Telémaco. Pené-
---116
lopa, en cambio, no fue infiel a Odiseo, colabora en el castigo de los preten-
dientes y acoge a su marido, pero todo con prudencia. Telémaco la acusa
de tener un corazón duro (23: 105), opinión que comparte Odiseo antes de
ser reconocido (23: 172); pero es el corazón fuerte de una mujer que pasó
veinte afios sola, afrontando temores y asedios. Versiones posteriores
acusan a Penélopa de infiel y promiscua y de ser la madre del dios Pan (=
'todo'), hijo de 'todos' los pretendientes. Algún detalle de la misma Odisea
sugiere la sospecha: Telémaco dice no estar seguro de que Odiseo sea su
padre (1: 215-6); Antínoo dice que todos los pretendientes reciben men-
sajes de aliento (2: 91-2); Odiseo mismo no está seguro de que su esposa le
haya sido fiel (11: 179; 23: 203). Telémaco afirma que nadie está seguro de
la paternidad (aun hoy la filiación se asegura solamente con el estudio del
ADN); Antínoo dice que los mensajes son astucia de Penélopa; y la duda de
Odiseo responde, por una parte, a su propia conducta infiel y, por otra, a la
actitud reacia de su esposa, que no se apresura a reconocerlo. Si la relación
padre-hijo es relevante en Odisea, la relación conyugal no lo es menos 233 •
Telémaco 'que combate de lejos', nombre dado en referencia ala habili-
dad de su padre con el arco. También puede aludir a su viaje en busca de
datos sobre Odiseo: en él confirma su identidad234 , afirma su personalidad
y la decisión de combatir a los pretendientes. De ahí que éstos se asombren
de que les hable con audacia (18: 410-1; 20: 269) y de ahí que diga tener el
mando en la casa (21: 353).
Helena aparece como tranquila esposa de Menelao; tiene habilidades
'mágicas' pues puede utilizar pócimas (canto IV); en 15: 172-8, interpreta
el vuelo de un águila y profetiza el retorno de Odiseo a su casa.
Menelao aparece reconciliado con su esposa y Proteo le anuncia que
acabará en la Isla de los Bienaventurados, una especie de paraíso, ventaja
poco común y quizás inesperada (4: 561-9). El verso 569, cuestionado en
su autenticidad, explica que el 'premio' se debe a que es yerno de Zeus.
Néstor, el anciano sabio, está al tanto de los excesos de los pretendien-
tes (3: 211-3). Cuenta lo que sabe de los retornos y es llamado "pastor de
tropas" (3: 469). Conserva la areté del consejo y es respetado por su sabi-
233 La figura de Penélopa ha sido tratado por diversas artes. Hay una Ópera Penélope de
Domingo Cimarosa (1794), otra de Gabriel Fauré (1918). También hay una ópera Telémaco o La isla
de Circe, de Cristóbal Gluck (1765), El retorno de Ulises a la patria, de Claudio Monteverdi (1645) y
un Ulises de Luis Dallapicola (1968).
234 Por su parecido con Odiseo es reconocido como su hijo por Helena y Menelao. Cf. sobre
esto LÉTOUDLON (2010). En la comedia posterior suelen aparecer como motivo literario la duda
sobre la paternidad y también la 'identificación' de un hijo que en realidad es supuesto: cf. CAVA-
LLERO (1996, Nº 35 Y88).
117 _ _
 duría, como lo son en general los ancianos (véase Equeneo en 7: 155 ss.; 11:
344-6).
Pisístrato es uno de los hijos de Néstor, que asiste a Telémaco como
parte de los deberes de hospitalidad y lo acompaña como auriga hasta La-
cedemonia.
Teoclímeno es un joven adivino, que huye de Argos por haber cometi-
do un asesinato y pide refugio a Telémaco; interpreta el vuelo de un pájaro
que despluma a una paloma como signo de la perduración de la estirpe real
· de Odiseo (15: 531-5); enel canto 17: 152-161 anunciaaPenélopaque Odi-
seo ya está en Ítaca y se vengará de los pretendientes. Más oscuramente,
describe la matanza que ellos padecerán (20: 351-7).
Laertes, viudo de Anticlía, padre de Odiseo, trabaja un huerto fuera del
palacio regio. Lo acompafian servidores. Viste ropas de obrero y está aque-
jado por la vejez (cf. 24: 227 ss.). Si en Odisea la relación paterno-filial es
fundamental en las figuras de Odiseo y Telémaco (relacionada con la de
Agamenón y Orestes), también lo es en la relación entre Odiseo y Laertes;
no por casualidad el último reconocimiento-reencuentro es el del héroe
con su padre. Y esto recuerda el encuentro final de Ilíada, en el que es un
padre quien reclama el cadáver del hijo y es un hijo quien cede en su rencor
en memoria de su padre. En ambos poemas este tema es relevante y sugie-
re una identidad ideológica, significativa para el mundo actual, que padece
en muchos casos de 'abandono paterno' y de relegamiento del anciano.
Femio es el aedo a quien Odiseo perdona porque era obligado a servir
a los pretendientes y porque, en tanto aedo, da fama al cantar a dioses y
hombres (cf. 22: 344-7). Aparece en 1: 154. 337, 17: 263,358 y su nombre se
vincula con 'fama', aludiendo a las consecuencias de su canto.
Eumeo, cuidador del ganado de Odiseo en Cefalonia (20: 210), de don-
de se desprende que el dominio de Odiseo no se limitaba a Ítaca, es el 'por-
querizo' que acoge a Odiseo-mendigo y escucha de éste muchos cuentos
fabulosos. Es el doméstico "que más le cuidaba los bienes" (14: 3-4). Eu-
meo mismo pudo comprarse con su dinero un esclavo, Mesaulio (14: 449-
453): esto prueba que tenía retribuciones y que no vivía la esclavitud como
algo que debía rechazar por principio ético 235 • En 14: 48, 401, 413, 15: 301,
16: 1 etc. el poeta le aplica el epíteto "divino"; y Telémaco se dirige a él con
una expresión de afecto, átta (16: 31, 130; 17: 6, 599; 21: 369), equivalente
a 'abuelo'.
Filetio es el boyero que siente nostalgia por su amo al ver al 'mendigo'
235 En Rudens 930 ss. de Plauto, el esclavo Gripus sueña con su libertad pero planea tener
entonces esclavos.
_ _ 118
tan similar a Odiseo. Se presta a ayudar en el castigo a los pretendientes.
Euriclea es la vieja nodriza (máia, cf.19: 16; 23: 59, 81) que conoce a su
nifio aun hecho hombre y disfrazado; es también la despensera del palacio.
Ella es leal como Eumeo y como otras esclavas que veneran a Odiseo. Es-
tos dos esclavos fieles eran de origen noble, ella hija de Ops y él de Ctesio.
Melantio, 'flor negra', un cuidador de cabras que apoya a los preten-
dientes y quiere alcanzarles armas; acaba ajusticiado por su deslealtad
hacia los patrones. Lo mismo ocurre con las cincuentas esclavas que los
acompañaban en los festines y en los lechos, entre ellas Melanto, 'la negra',
"perra desvergonzada" (19: 91), cuya traición es más grave porque Penélo-
pa la había criado como a una hija (18: 321).
Los pretendientes aparecen como 'grupo' y hablan como 'coro' {2: 325
ss.) pero con algunas individualidades. Según 16: 244 ss., son ciento ocho
jóvenes de familias ilustres. Con nombre propio aparecen Eurímaco 'el de
amplio combate', Antínoo 'el de mente opuesta, hostil', Agelao, Eurínomo,
Anfimedonte, Demoptólemo, Pisandro, Pólibo, Leócrito, el augur Haliter-
ses. Liodes, arúspice, es el único que desaprueba las acciones de sus com-
pañeros (21: 146-7). Atenea considera que cometen hybris (1: 227-9). Son
conscientes de su soberbia, pues Eurímaco ofrece un resarcimiento por
perjuicios materiales y por daño moral (22: 54-59) 236 • Su denominación
de 'pretendientes', en griego mnestéres, se vincula con el verbo mnáomai,
'pensar, desear, pretender', que significa también 'acordarse de' porque
la raíz se relaciona con la del verbo mimnésko, 'recordar'. En el contexto
de Odisea, en el que el tema de la memoria y del olvido es tan relevante,
esta designación parece aludir a que las acciones de los pretendientes son
lamentablemente inolvidables, pues de ellas se acuerdan los que están le-
jos, como Menelao, e incluso los muertos, como Anticlía. Son ejemplo de la
violación de la hospitalidad, pues se exceden en sus derechos.
También constituyen un 'grupo' los camaradas de Odiseo, los "fieles
compañeros" (eríeres hetáiroi), que van muriendo gradualmente. Algunos,
empero, tienen nombre propio. La relación de hetairía creaba una recipro-
cidad en cuanto a favores y obligaciones, un compromiso de mutua asis-
tencia. Ellos también violan la hospitalidad, pues devoran las vacas del Sol.
Hay personajes totalmente puntuales o episódicos, como Ino Leuco-
tea, que da a Odiseo una tela que le permite flotar en el mar (5: 339-350);
Idotea, que enseña cómo atrapar al dios Proteo (4: 371 ss.); Fito es la es-
clava que ayuda a Helena en la costura (4: 133); Actóride, la que vigilaba la
estancia de Penélopa recién casada (23: 228); Sícela o "la siciliana" atien-
236 Sobre este tema tan actual, Cf. CAVALLERO (2002).
119 _ __
 de a Laertes (24: 366) y el anciano Dolio es su casero (24: 222); otras servi-
doras, sin nombre propio, acompañan a la reina Penélopa (1: 331); una de
ellas la espía y revela el ardid del tejido destejido. Iro es el mendigo contra
quien debe luchar Odisea para ganarse un espacio de mendicidad en el pa-
lacio (18: 1 ss.).
En los relatos de Odisea hay también personajes varios: Circe, la maga
tía de Medea, que convierte a los marineros en cerdos pero es obligada a
deshacer el hechizo; ella aconseja a Odisea visitar el Hades y luego le re-
vela con qué se encontrará en su itinerario de regreso, advirtiéndole cómo
debe proceder. Elpénor es uno de los marineros, que cae inadvertidamen-
te del techo y luego pide a Odisea, en el Hades, que lo sepulte (11: 51-8).
Calipso, 'la oculta' (canto 5), es la ninfa de rostro semicubierto que vive
en Ogigia, 'la muy antigua', y retiene siete años a Odisea como amante has-
ta que los dioses la obligan a dejarlo partir mediante un mensaje de Her-
mes (5: 87 ss.); teje como cualquier mujer, canta bellamente y considera
la decisión de la asamblea divina una agresión por envidia de su felicidad.
Polifemo, el 'de mucha fama', es el cíclope cruel y antropófago, violador de
las normas de hospitalidad.
IDEALES Y VALORES
Siguen vigentes los ideales heroicos, la timé, la areté, el kléos; de hecho,
Odisea lamenta no haber muerto en Troya, porque allí habría tenido hon-
ras fúnebres y se habría ensalzado su gloria (5: 311-2). Pero cambia mucho
la situación. Ya no se está en una guerra contra el enemigo externo; Odisea
lucha por su retorno y por reconquistar su familia y su cetro. Se interesa
por ellucro de la guerra, dado que él es prueba de su valor bélico, pero tam-
bién es una justificación que alivia tan larga ausencia; de ahí que acoge los
regalos de los feacios (espada de bronce, copa de oro, arca llena de dones;
8: 401 ss.), en el viaje, saquea a los cícones en Ísmaro y reparte por igual
el botín (cf. 9: 40-42), también se cuida de resguardar las riquezas (cf.10:
424) y dice a .Alcínoo que si le da regalos, se queda un año (cf. 10: 337); a
tal punto llega su interés que, al llegar a Ítaca cuenta los regalos temiendo
que los marinos feacios le hubiesen robado algo (13: 215 ss.); y al hablarle
a Penélopa sobre sí mismo, dice que Odisea no llegó todavía porque está
reuniendo riquezas (19: 283-4). Que el joven Euríalo, en el país de los fea-
cios, lo llame "capitán de marinos mercantes" (8: 162) es un insulto, si bien
Odisea, en tanto hijo de Laertes, es nieto de Arcesio y bisnieto de Hermes,
dios del comercio; y su abuelo materno se llamaAutólykos, es decir 'lobo
en persona', elogiado por sus hurtos y juramentos (19: 395-6). Los ardides
_ _ 120
de Odisea, sus mentiras ya presentes en níada, son vistos como una ha-
bilidad aprobada por la diosa Atenea; se trata de una areté, en un mundo
donde el saqueo y el cautiverio de los vencidos son consecuencias espe-
radas del triunfo.
Frente a esto, es claro que Odisea exhalta la lealtad como un valor in-
terpersonal; el perro Argo, que aguarda el retorno del patrón antes de mo-
rir, es un excelente símbolo 237• Se espera fidelidad entre amo Y servidores,
entre esposos, entre amigos; lo contrario es castigado severamente. Se
mantienen los valores religiosos que hemos señalado para níada. Y otro
valor propio de la vida en sociedad en tiempos normales (no en guerra) es
el del pudor: Odisea no quiere aparecer desnudo ante las esclavas de Nau-
sícaa (6: 221-2) ni que se lo vea llorar (8: 83 ss., 521 ss.), como tampoco lo
quiere Telémaco (4: 113 ss.), aunque no se priva el héroe de llorar con su
esposa Penélopa ni al ver a su padre Laertes. Como veremos al tratar la so-
ciedad, tanto el asunto cuanto el tema de Odisea conllevan la aparición de
personajes que no son héroes sino gente común, subordinados, esclavos,
domésticas, de modo que los valores 'aristocráticos' no están en ellos en
primer plano.
A pesar de las iniquidades, las burlas, ofensas y excesos, los pretendien-
tes mantienen cierta aidós: Liodes no aprueba sus acciones, pero además
Eurímaco considera vergonzoso que los venideros supieran que ellos no
pueden tender el arco que sí podía Odisea (21: 255); también teme el rumor
de la gente, que diga que hombres inferiores pretenden a la reina pero no
pueden armar un arco que sí puede armar un mendigo (21: 323 ss.). Incluso
pretenden "alcanzar gloria" kydos arésthai si logran matar a Odisea (22:
253). Y Penélopa dice a Antínoo que no es digno de un áristos, 'excelente',
proceder con ingratitud contra Odisea (16: 418 ss.); también fue ingrato
Agamenón con Aquilea.
Los dioses siguen muy presentes y, si bien Zeus dice que los hombres
suelen atribuirles a ellos los perjuicios que ellos mismos se causan, Eu-
meo afirma que la divinidad concede o niega lo que quiere, pues todo lo
puede (14: 444-5). Conectado con esto se halla la creencia en una vidapost
mortem, sin diferenciación de premios y castigos: el fantasma de Patroclo,
237 PICI<LESIMER (1997), tras señalar las características de los perros en el mito, se centra en
Argo y observa que el texto no dice que el héroe llore por afecto hacia él. Opina que el perro es un
alter ego de Odiseo, envejecido y sucio; le extrafia que el animal se haya metido en el estiércol Y
que pueda reconocer al amo por el olfato. Pero, además, la autora compm·a el pasaje con textos
orientales donde el héroe, pm·a acceder al paraíso, debe pasm· por una zona nauseabunda; Yopina
que Argo representa esa situación pm·a Odiseo, que retorna a su palacio. Reconoce que, sin esa
comparación, la escena sugiere la alegría del reencuentro.
121 _ __
 ya en Ilíada, sugiere que el 'alma' pasa a otro mundo; la visita al Hades y la
llegada de los pretendientes al mundo de los muertos, en Odisea XI y XXIV;
así como la mención de una Isla de los Bienaventurados ala que iría Mene-
lao, son señales de una creencia que no disiente de los datos arqueológicos.
POLÍTICA
Como en flíada, también los dioses (cantos I y V) y los hombres (canto
II) hacen asambleas deliberativas; las de dioses suelen aparecer ya en la
literatura oriental. En el país de los feacios, se presenta a una pareja de
reyes en la que hay rasgos de matriarcado (Áreta era hija del rey Rexénor
y la desposa su tío Alcínoo) y signos de un gobierno del que los nobles par-
ticipan: el anciano héroe Equeneo sugiere a los reyes honrar al extranjero
recién llegado (6: 159 ss.); son convocados los ancianos, "conductores y
consejeros de los feacios" (6: 186) para resolver cómo ayudar al huésped
(6: 191 ss.). Y Alcínoo aclara que son doce reyes (basilées) a los que él se
suma como decimotercero (8: 390-1); y todos dan algún regalo a Odisea.
Empero, la discusión del retorno de Odisea, anunciada en 7: 189-196, se
torna en decisión tomada por Alcínoo en 8: 28-40. También hay ancianos
en el escudo de Aquilea (flíada 18: 503) y las tablillas micénicas mencio-
nan una gerusía.
Los pretendientes, por otra parte, pueden representar a los aristócratas
que se rebelan contra el poder personal del rey. De hecho, Laertes vive pero
parece haber abdicado en su hijo ya antes de la partida de éste hacia Troya.
La ausencia del rey y la infancia de su heredero debilitan el poder de
la casa real. Si bien los pretendientes planean matar a Telémaco, a la vez
parecen querer legitimar su pretensión de dominio mediante la boda con
Penélopa.
SOCIEDAD
·Los viajes de Odisea siempre despertaron curiosidad respecto de su
itinerario geográfico 238 • Ya los antiguos los ubicaron en el Mediterráneo,
aunque Grates de Malo, en el siglo n a.c., se inclinó por el Atlántico. La
"isla Trinacria" se identifica con Sicilia; Escila y Caribdis estarían en el
estrecho de Messina; la isla de Eea, donde vive Circe, está en el Este, se-
gún lo indica la misma Odisea 12: 3-4, lo cual puede no asombrar, ya que
su hermano Eetes, padre de Medea, habita en la Cólquide, en el extremo
238 Cf. por ejemplo BiiMRD (1937-9), MoUL!NIER (1958), LuKINOV!CH (1998), Cous!N (2002). GoY
(2003) analiza el mar en Odisea (vientos, oleaje, corrientes, animales marinos, climas) y concluye
que todo ello denota un buen conocimiento del Mediterráneo por parte del poeta.
_ _ _ 122
del Mar Negro o Ponto Euxino; las "rocas errantes" serían las Simplégades
del Helesponto. Más allá de que se pueda identificar algunos lugares, no
necesariamente todos deben ser reales ni es fácil establecer un recorrido
certero. Hay en esto una mezcla de realidad y fantasía. Investigaciones re-
cientes proponen la ubicación exacta de muchos lugares indicados por el
poeta acerca de la isla de Ítaca23 º.
Lo mismo ocurre en otros aspectos. Odisea vuelve de una guerra y de
un viaje que le llevaron veinte años de vida y mucho desgaste, físico, mo-
ral y económico. Sin embargo, es rejuvenecido por la diosa Atenea, recibe
abundantes dones que justifiquen su ausencia y encuentra un reino donde
se presta mucha atención y se da mucho valor a los ganados bovino, ca-
prino y porcino, más que a los caballos, y donde se insiste en la ruina eco-
nómica que significa el desenfreno de los pretendientes, quienes ofrecen
veinte bueyes cada uno en compensación de su exceso (Odisea 22: 56-59).
Telémaco dice que Ítaca es una isla que se presta para la crianza de ga-
nado caprino, mientras que Menelao tiene tierras cultivables (4: 602 ss.).
Los personajes de flíada se preocupaban e interesaban por su botín, signo
de reconocimiento de su valía; pero ese botín o el 'resarcimiento moral'
ofrecido 24 º no dejaban de estar constituidos por bienes materiales impor-
tantes: no eran una simple corona simbólica, como en las competencias
deportivas o artísticas. En Odisea se menciona al asalariado (thés) que
puede trabajar el campo a cambio de ropa, calzado y comida (18: 356 ss.),
posibilidad de tarea que ofende a Odisea. Hay mayor presencia de escla-
vos (amphípoloi, dmoái) y de tareas domésticas y campestres, que en Ilía-
da eran aludidas pero sin detenimiento. Se muestran escenas cotidianas,
como que Telémaco se desnude y acueste para dormir, tapado con un ve-
llón de oveja (1: 436 ss.), o que se vista para salir al encuentro de Menelao
(15: 59 ss.) o de Euriclea (20: 124 ss.), o que la gente se bañe tras un viaje
(17: 86 ss.). Es lógico que todo esto ocurra, porque en el segundo poema
hay mucha ambientación palaciega, sea en la Telemaquia o en Feacia o en
Ítaca misma, además de las islas de Circe y de Calipso, Eea y Ogigia. De
al1í que se describa con más detalle que en Ilíada los recintos palaciegos,
con su vestíbulo (pródromos) que sirve como habitación para huéspedes
(allí duerme Telémaco en casa de Néstor, Odisea en el palacio de Alcínoo y
en el suyo como mendigo), salón (mégaron), patio interior (aulé) y dormi-
torios (thálamoi) que también sirven como despensas o depósitos de pro-
ductos domésticos. Asimismo se mencionan trabajos artesanales, como
239 Cf. BITTLESTONE (2005),
240 Cf. sobre este tema CAVALLEno (2002).
123 _ _
 el del carpintero (17: 341, 382 ss.) o el de Icmalio, que fabricó un sitial en
marfil y plata (19: 55-57) o el del hortelano o jardinero (24: 221, 227, 242)
tareas cotidianas como lavar la ropa (6: 92), buscar agua (10: 105 ss.), mo-
ler grano (20: 105 ss.);yoficios como ser pastor de cerdos, cabras o bovinos
(Eumeo, Melantio y Filetio), animales que aparecen en las tablillas micé-
nicas y cuya existencia confirmó la arqueología.
Se interpreta esto como un reflejo de la realidad socio-económica de la
'Edad oscura'; sin embargo, bien pudieron estar estos rasgos también en el
· mundo de Ilíada, sólo que el campamento, la situación bélica y el asunto
mismo no se prestaban para insistir en ellos, si bien son mencionados, por
ejemplo cuando Agamenón ofrece a Aquilea no sólo oro y bronce, esclavas,
caballos y trípodes, sino también siete ciudades costeras con buenos pra-
dos y ganados, que podrían pagar tributos aAquileo (canto IX): la ganade-
ría y la agricultura existen y son valoradas, así como el producto artesanal
de un herrero que fabrica trípodes y que tiene nada menos que a un dios
como modelo, también presente en Ilíada (canto XVIII). Y si Penélopa te-
je, también las mujeres de Troya cumplen valoradas tareas domésticas y se
menciona a una mujer que mantiene a su familia cosiendo la noche entera
(Ilíada 12: 433 ss.); y allí se crían caballos y hay esclavas en uno y otro ban-
do, generalmente mujeres cautivas (cf. 9: 658; 18: 28; 24: 643). Y el famoso
escudo de Aquilea presentaba también otras escenas de la vida cotidiana
pacífica: bailes, bodas, litigios judiciales241; labranza, cosecha y vendimia;
vacas en el prado y ovejas en corrales. Más que una verdadera diferencia
de realidad socio-económica entre Ilíada y Odisea, parece haber diversa
ambientación y distinta acentuación de sus aspectos 242 • En vez del escudo
de Aquilea, Odisea emplea el mundo de los feacios para presentar a un rey
que reúne a los principales del pueblo (8: 97), a quienes invita a ir al ágora
para presenciar unos juegos a los que asisten innumerables espectadores
241 En caso de crímenes solía reaccionar la familia de la víctima (los étai, 'deudos', y los
hetdiroi, 'compañeros'), como ocurre a raíz de los pretendientes muertos por Odisea; un asesino
debía exiliarse y podía evitar la venganza mediante una poiné o resarcimiento material. En
diferendos diversos podía intervenir el rey o un consejo de ancianos como árbitro en el ágora (Ilíada
12: 422, 16: 384 ss., 18: 497 ss., 23: 539 ss.; Odisea 12: 339, 439 ss.). Lajusticia, dílce, se concebía como
lo que 'indicaba' (déilcnymi) algo como 'bueno', no vergonzante a los ojos de todos; la thémis era la
'norma', lo 'instituido' por encima de los hombres; un derecho natural.
242 FUENKEL (2003) señala que Odisea presenta un panorama más variado de las clases
sociales, con más detalle de la vida rural y de sus personajes, sus trabajos y miserias, el maltrato
del mendigo, esclavos, artesanos, etc. Mientras que en Ilíada (17: 251) se dice "El honor y la
gloria provienen de Zeus", en Odisea (14: 57-8) se dice "De Zeus provienen todos los extranjeros
y mendigos". Si una cosa no contradice la otra, estas sentencias indican, entendemos, dónde está
puesto el acento en cada obra según las situaciones que presenta.
__ 124
(100 ss.) y donde Demódoco canta los amores de Ares y Afrodita y unos
muchachos danzan (266 ss.).
Si el tener a Helena puede ser, en Ilíada, una alusión al poder político
que dala mujer a quien la despose (Menelao sucedió a su suegro Tíndaro),
en Odisea este hecho parece más claro: Áreta, entre los feacios, es una rei-
na de peso, no meramente consorte; Penélopa, en Ítaca, es pretendida por
quienes ansían poder, impone condiciones (el tejido, la prueba del arco, la
participación del falso mendigo). A pesar de ello, Telémaco dice tener el
mando (21: 354), pero esto cuando ya se afirmó en su posición, con la ve-
nida del padre. 243
La ambientación doméstica da un sabor de realismo cotidiano ; sin
embargo, no falta lo 'sobrenatural': si en Ilíada había robots (trípodes con
ruedas que se movían por sí mismos, sirvientes-robots, fuelles automá-
ticos, 18: 375 ss., 417-420, 470 ss.), un caballo dotado de habla, ríos que
luchan, un casco que torna invisible, un cinturón que hace irresistible a
quien lo porta; en Odisea tenemos magia de Helena y de Circe, seres ma-
ravillosos como el cíclope o las sirenas, plantas que provocan olvido o que
sirven de amuleto. Yen ambas obras los dioses acompañan la vida humana
con sus intervenciones, sus oráculos, sus manifestaciones présagas. Si en
Odisea los dioses ríen de cómo Afrodita y Ares son atrapados in ftagranti,
en Ilíada Hera recurre al cinturón mágico para seducir a su marido Y dis-
traerlo de sus intereses. Y si Telémaco se preocupa por el consumo que
hacen los pretendientes, el dios Hefesto, eri el relato de Demódoco, recla-
ma la devolución de la dote que él pagó por su infiel Afrodita, como si ellos
fueran gente del pueblo (8: 318).
Esa ambientación permite también otros detalles de la vida cotidia-
na, que en Ilíada están sólo aludidos. Los regalos que Laertes recibió de
su yerno, esposo de Ctímena (Odisea 15: 367), son los édna, ofrendas del
novio al padre de la novia (cf. Ilíada 16: 178, 190; Odisea 11: 282; 16: 77).
Quizás por la situación de Penélopa o por no estar su padre Icario, los pre-
tendientes hacen regalos a la pretendida. Se insiste en el afecto de Odiseo
por la nodriza Euriclea y en el de Telémaco por Eumeo; en la lealtad de los
buenos esclavos y la fidelidad de Penélopa; en el deseo de vida familiar en
Odiseo y de volver a ver a su padre, como habría querido Aquileo al final de
Ilíada. Nuevamente, los afectos están en ambos poemas 24 4, pero el asunto
243 El vocabulario de la 'casa' es frecuente en Homero. Según Rouoma-BLANc (2005: 28 ss.),
Homero usa ciento cuarenta y tres veces dómos 'morada', ciento treinta Y seis óilcos 'casa' Y casi
trescientas mégaron 'palacio'.
244 En flíada los vimos entre Héctor, Andrómaca y Astianacte; entre Agamenón YMenelao;
125---
 de Odisea permite acentuarlos con naturalidad
RESEÑA Y COMENTARIO DE LOS CANTOS
Los títulos de los cantos aparecen a veces en escolios, otras en comentado-
res como Eustacio.
a = 1: ''.Asamblea de los dioses"
a) Invocación (1-10). Es considerada espuria por algunos editores.
b) Asamblea de los dioses. Deciden enviar a Hermes para que Calipso deje
salir a Odiseo, Y a Atenea para impulsar a Telémaco a investigar sobre
su padre (11-95).
c) Mis,ión de Atenea, en apariencia del forastero Mentes (180); consejos a
Telemaco (95-323).
d) Festín de los pretendientes, a quienes Telémaco enfrenta (324- 444).
Ya aparece la fiel Euriclea en v. 429 ss. con la reseña de su origen.
~ = 2: ''.Asamblea de los itacenses"
a) Telémaco convoca la asamblea (1-336). Allí aparece el asunto de la tela
tejida por Penélopa (96 ss.), Atenea como consejera en el aspecto de
Méntor. Telémaco señala que ya creció y quiere que acaben los excesos;
anuncia su viaje a Pilo.
b) Telémaco encarga a Euriclea que disponga lo necesario para su viaje a
Pilo, a escondidas de Penélopa; Atenea, con aspecto de Telémaco, pide
un barco a Noemón y reúne la tripulación; adormece a los pretendientes
Y, como Méntor, alienta al joven (337-433).
y= 3: En Pilo 245
a) Telémaco arriba a Pilo y Atenea lo guía al palacio de Néstor, quien le
cuenta lo ocurrido en Troya; menciona la muerte de Agamenón y la
venganza de Orestes (1-403).
b) Se realiza un sacrificio, un banquete, y Telémaco emprende el viaje con
Pisástrato como auriga 240• Pasan la noche en Feras (404-497).
8 = 4: "En Lacedemonia"
entre Aquilea, Patroclo y Antíloco; de Hécaba y Príamo hacia sus hijos, etc.
245 Gracias a los arqueólogos Car! Blegen (1938-9) y Spyridón Mm'inatos (1952-1965), fueron
ubicados Pilo Yel palacio de Néstor en el actual Epano Engliano, Mesenia, al norte de la bahía de
Navm·ino. La localización de Pilo era muy discutida. Allí se encontrm·on numerosas tablillas en
LinealB.
246 Sobre el personaje de Pisístrato, hijo de Néstor, cf. MANAJanou (2003). Ambos jóvenes
coetáneos, Telémaco y Pisístrnto, son calificados como pepnyménoi, 'prudentes', y representan la
generación 'post-troyana', oyente de historias, no guerrera.
--126
a) Telémaco arriba a Esparta, donde se realiza la boda de Megapentes,
hijo bastardo de Menelao. Tras los dones de hospitalidad y el banquete,
Menelao, muy elogiado, menciona el asunto de Agamenón y el de
Odiseo. Helena usa brebajes contra el dolor y cuenta, con Menelao, el
asunto del caballo de madera (1-305).
b) Al otro día, Telémaco pide a Menelao que le cuente sobre su padre.
Menelao predice la muerte de los pretendientes y relata su propio viaje
de regreso desde Troya y lo que Proteo dijo sobre los nóstoi; reaparece el
tema de Agamenón (306-619).
c) Noemón pregunta a los pretendientes sobre el regreso de Telémaco;
ellos, asombrados por el viaje, planean una emboscada; el heraldo
Medonte lo comunica a Penélopa. Euriclea confiesa que ella sabía del
viaje. Atenea se le aparece a la reina como el fantasma de su hermana
Iftimapara tranquilizarla (620-847).
Los brebajes de Helena recuerdan las artes de Circe y los fármacos em-
pleados en flíada (5: 401, 970). También Odiseo conoce venenos para las
flechas (1: 261) y los pretendientes temen que Telémaco los envenene (2:
324).
Mortier-Waldschmidt (2011) interpreta que la frase del v. 95, apólesa
oikon, dicha por Menelao no puede significar 'perdí mi casa', pues ni Odi-
seo pierde la suya a pesar de los veinte años de ausencia y de los preten-
dientes; tampoco puede aludir a las riquezas llevadas por Páride al 'raptar'
a Helena: debe significar 'perdí, arruiné la casa (de Príamo)'.
Los recuerdos de Menelao son evocados con un acto voluntario y expre-
sados como el resultado de una memoria 'intelectual', 'racional'; en cambio
Helena evoca los suyos como algo 'personal', surgido de modo espontáneo
al reconocer visualmente a Telémaco, así como en Troya reconoció a Odi-
seo bajo su disfraz247•
En cuanto a las palabras de Penélopa en vv. 680-695, la reina haría una
interpelación a los pretendientes in absentia 248; les habla, aunque no están
en su presencia, y se refiere a sus actitudes, censurándolas.
Por otra parte, en los versos 271-289 se plantea el tema del "caballo
de Troya", que reaparecerá en 8: 492-520 y en 11: 523-532249 • El pasaje de
este canto tiene detalles extraños que han generado diversas reacciones
247 Sobre esto cf. PERCEAU (2011). En cuanto a Helena "de Troya" en Odisea, sus rasgos Ylas
innovaciones literarias posteriores, cf. C1m1sT0POULos (2007).
248 Cf. DUBEL (2011).
249 También aparece en el 'ciclo'. Cf. infra.
127 _ _
 en la crítica. Algunos lo atizaron por completo, otros solamente los versos
285-9. Extraña que Helena, quien conocía el plan de Odisea, acompañada
por su tercer marido, Deífobo, intente 'descubrir' a los aqueos ocultos, im-
pulsada por una "potencia divina que quería dar gloria a los troyanos" (v.
275). Lambin (:1998) da una interpretación "freudiana''., por la cualAnticlo,
que recuerda el nombre de Anticlía, representaría a la madre; el caballo,
el vientre materno; y Helena, la esposa; el caballo sería un "espacio cerra-
do y protector" que expresa "un pesimismo activo, fuertemente teñido de
misoginia" 250 •
E= 5: "La cueva de Calipso"
a) Los dioses se reúnen nuevamente en asamblea. Atenea señala que
Odisea está con Calipso; se envía a Hermes para que la ninfa deje ir al
héroe, ala que ella se rehusaba (1-148).
b) Calipso lo comunica a Odisea pero le predice infortunios en el viaje
(149-227).
c) Odisea fabrica la balsa y parte; Posidón envía un vendaval que lo hace
naufragar; pero el héroe logra arribar a las costas de los feacios (228-
493)261.
En el canto I, Atena había propuesto enviar a Hermes ante Calipso, pero
esto no se había cumplido. Se suele criticar esta duplicación de la asam-
blea como un error de engarce de los cantos primitivos. Sin embargo, es
una manera de retomar la escena, completar la decisión y poner en mar-
cha la otra línea de acción. Se justifica aun más si esta segunda 'parte' del
poema era recitada en un segundo día de performance.
~ = 6:"OdiseoyNausícaa"
a) Atenea promueve, en sueños, que la princesa N ausícaa vaya a la costa;
allí, Odisea le suplica protección (1-185).
b) La princesa le concede dones de hospitalidad y lo guía a palacio, dándole
instrucciones de cómo proceder en él (186-328).
Uno de los cantos más breves de Homero, ha tenido una larga tradición
artística por la figura de la joven princesa, ingenua pero decidida y pru-
dente. En su acto de súplica, Odisea emplea el verbo gunúmai, 'tocar las
rodillas', aunque le habla a distancia: el verbo adquirió ya un valor abs-
tracto, que no implica necesariamente el gesto de abrazar las rodillas;
250 LAMBIN (1998: 106).
251 Sobre cómo aparecen los feacios en la épica de Apolonio de Rodas, cf. CussET (2003).
--128
cf. Ribeiro de Oliveira (2011).
r¡ = 7: "Odisea en lo de Alcínoo"
a) Atenea envuelve a Odisea en una nube y guía al héroe al palacio. Ella
le explica qué país es y quiénes lo gobiernan (1-81). Descripción del
palacio y sus alrededores (81-132). Súplica de Odisea a Áreta y acogida
cordial de Alcínoo; libaciones (133-232).
b) Áreta pide detalles y Odisea hace un resumen de su travesía. Alcínoo le
promete una nave para que regrese a la patria (233-347).
0 = 8: "Odisea agasajado por los feacios"
a) Atena, en figura de heraldo, convoca al ágora y embellece a Odisea.
Alcínoo ordena preparar la nave e invita a un banquete, al que asiste el
aedo Demódoco (1-93).
b) Alcínoo convoca a la realización de juegos. Incitado por Euríalo,
Odisea acepta participru: y supera a todos en el lanzamiento del disco.
Alcínoo señala que los feacios sobresalen como marineros y corredores,
danzarines y cantru1tes (94-255).
c) Mientras los danzarines bailan, Demódoco canta los amores de Ares
y Afrodita (256-369). Luego Halio y Laodamante hacen cabriolas y
danzan (370-380).
d) Los reyes dan regalos a Odisea (381-486).
e) Odisea pide a Demódoco que cante el caballo de madera y llora por el
recuerdo (487-535).
f) Alcínoo pregunta quién es y por qué llora (536-586).
Torres (2012) destaca que cuando Demódoco canta las hazañas de los
héroes lo hace como solista y a modo de himno; pero cuando canta los
amores de Ares y Afrodita lo hace acompañado por una danza circular de
los feacios. Pero la expresión "golpeaban con los pies la lisa pista de baile"
(lchorón léion) no asegura que se trate de una danza como la reconstruida
por David (2006) para el hexámetro.
i = 9: "Relato de los viajes. Cícones, lotófagos y cíclope"
a) Odisea inicia un largo discurso. Se presenta y elogia el estar en la
patria (1-38).
b) Cuenta que pasó por el país de los Cícones, en Ísmaro, a quienes
saquea pero ellos lo derrotan y expulsan (39-81).
c) Luego, que anduvo por los Lotófagos ('que comen el loto'), donde
129 _ _
 muchos compañeros comen la flor que hace olvidarse de los
valores y no querían regresar a la patria (82-104).
d) Después, el país de los Cíclopes, incluyendo la descripción de la
isla de las cabras salvajes 252 (105-566).
El episodio del cíclope Polifemo es uno de los más famosos y ocupa casi
todo el canto. En el poema, Odiseo se presenta como "alguien" con padre y
patria, pero opone esta 'ontología' con la tremenda experiencia en el mun-
. do de los cíclopes, donde Odiseo fue "Nadie", útis. Darse este nombre fue
una estrategia para engañar a los monstruos, pero también sugiere que el
tratamiento recibido lo destruía como persona humana. El término griego
kyklops designa a un monstruo 'gigante' -es decir, "hijo de la Tierra'' - y de
forma humana, caracterizado por tener un ojo circular (kyklos, óps) y úni-
co253. El cíclope llamado Polifemo, "de mucha fama" o "que habla mucho",
es señalado en 1: 69 ss. como hijo de Posidón y de la ninfa Toosa; esta pro-
genie hace que para Aristóteles (fr.172 Rose) resulte incoherente que se lo
presente como cíclope: Eurípides parece racionalizar el dato al decir, en v.
647 de su Ciíclope, que Polifemo es hijo de la Tierra. Polifemo y sus congé-
neres serían diversos de los "cíclopes" Arges, Brontes y Estéropes, que die-
ron a Zeus el rayo (Hesíodo, Teogonía 139-46; Apolonio,Argonáutica I 730
ss.), como así también distintos de los cíclopes constructores de murallas
(Estrabón, Geografía 8: 6, 11; Helanico fr. 88). El asunto del Cíclope fue tra-
tado durante el s. v a.c. en la pieza homónima de Epicarmo, en Odiseas de
Gratino, en Cíclope de Calias, en el drama de sátiros Cíclope de Aristias y
en el homónimo de Eurípides: de todas estas obras, salvo de la última, con-
servada completa, quedan pocos fragmentos. Aparece el personaje tam-
bién en Idilios XI de Teócrito y lo menciona Calímaco en su epigrama 46,
2 Pfeiffer, en ambos textos con rasgos más suavizados. Virgilio, en Eneida
VI 630 ss., lo ubica en el mundo subterráneo; Ovidio, en Metamorfosis XIV
198 ss., señala que ver al Cíclope es tener la muerte ante los ojos.
252 Este pasaje (116-141) tiene, según la crítica, diversas funciones: preservar naves y
compruieros; mostrar la curiosidad de Odiseo, por la que indaga el origen del humo en la tierra
vecina; distender el relato antes del cruel episodio del cíclope; aludir a la colonización jonia, que
busca lugares de potencial económico. Según STRAuss CLAY (1980), el verbo lchereúo, 'dejar viuda',
hápax (9: 124), sugiere que antes la isla estaba habitada y era explotada económicrunente: sus ha-
bitantes serían los feacios, que salieron de Hiperia hacia Esqueria, liderados por Nausítoo, a causa
de las depredaciones de los cíclopes (cf. Od. 6: 4-6), bárbaros opuestos a los civilizados feacios,
aunque trunbién Alcínoo desciende de Posidón y su abuelo Eurimedonte era rey de los gigantes (cf.
7: 56 ss., 205-6); por este pru·entesco Posidón no los destruye sino que los somete al olvido.
253 Cf. VAN EssEN (1930). En el v. 333 se dice "el ojo" en singulru·.
--130
Una tradición vincula a los cíclopes con los calcidios, quienes tenían
fama de herreros y llevaron colonias a la Magna Grecia; para ellos los cí-
clopes serían genios civilizadores. También se señala como su hábitat la
isla de Eubea254.
K = 10: "La isla de Éolo. El palacio de Circe"
a) Llegan ala isla de Éolo, que los hospeda y les regala un odre con los vientos
encerrados, para que tengan una buena navegación. Imprudencia de los
compañeros; retorno y expulsión (1-79).
b) Llegan a Telépilo de Lamo, ciudad de los gigantes lestrígones; éstos
destruyen naves y cazan a compañeros; Odiseo huye con una sola nave
(80-132).
c) Arriban a la isla de Eea, donde habita Circe, maga que transforma a
los compañeros de Odiseo en cerdos mediante una varita (rábdos)
tras darles "hierbas funestas" que los hicieron olvidarse de la patria.
Odiseo va a salvarlos y Hermes le da el móly y consejos de cómo actuar.
Dominada, Circe comparte el lecho con él, lo baña y viste y devuelve su
apariencia a los compañeros. Se quedan allí un año. Circe da consejos a
Odiseo para el viaje (consultar a Tiresias en el Hades). Muere Elpénor.
Circe ata unaovejanegraalanave (133-574).
Como en el canto anterior respecto de los cíqlopes, el episodio de Cir-
ce tiene mucha extensión e importancia. El papel del móly ha sido discu-
tido. En tanto planta, pudo ser un antídoto tomado por Odiseo aunque no
lo aclare; también pudo ser un talismán, como la rama dorada de Eneas 255.
Teofrasto la compara con una cebolla y la ubica en Arcadia (Historia de las
plantas IX 15, 7) y Tzetzes la identifica con la ruda silvestre (Sobre Licofrón
679).
Circe dice que Odiseo debe viajar al Hades y consultar sobre su itine-
rario al adivino Tiresias (10: 539 s.); pero no será éste quien lo revele sino
Circe misma (10: 450; 12: 38 ss.).
254 Cf. RoDERT (1946-7). Sobre el episodio cf. MASQUERAY (1902), GLENN (1971), BADER (1984),
LÓPEZ FÉREZ (1987), MAS1'ROMJ\11CO (2000), RENAUD (2003), NnmLS!CY (2008-9).
255 Cf. CLAY (1972), CAVALLERO (1985) y (1998). Sobre el episodio completo cf. WuLFF .ALoNso
(1985), quien destaca que Odiseo necesita de la ayuda de Hermes porque una diosa -incluso en el
plano sexual- es más poderosa que el hombre y potencialmente destructiva; compara con Odisea Y
Calipso, Peleo y Tétide, Anquises y Afrodita.
131 _ _
 "A= 11: "Visita al mundo de los muertos"
a) Llegan al pueblo de los cimerios, en los confines del océano 256. Sacrificio
para dar sangre a los muertos 257. Odiseo habla con Elpénor (1-89).
b) Se acercan diversos muertos:
- Tiresias predice detalles del viaje y de la vida de Odiseo (90-151);
- Anticlía cuenta particularidades de la vida en Ítaca (152-224);
- mujeres enviadas por Perséfona: Tiro, Antíopa, Alcmena, Epicasta,
Clóride, Leda, Ifimedia; Fedra, Prócride y Ariadna; Mera, Clímena y
Erífila (225-329).
c) Intermedio: Odiseo interrumpe el relato y es elogiado por Alcínoo, por
lo que continúa (330-394).
d) Se acercan otros muertos:
- se aparecen Agamenón, .Aquileo con Patroclo; Antíloco y .Ayante (395-
565);
- catálogo de los héroes: Minos, Orión, Titio, Tántalo, Sísifo, Heracles,
quien le dice que él también padeció (566-627);
- cierre: muchas almas se congregan; Odiseo teme que aparezca Górgone
y decide partir (628-640).
"Visita al mundo de los muertos". Así, nékyia, llamó Plutarco a estepa-
saje258, que no es una verdadera katábasis o 'descenso', como se suele pen-
sar259: tras la apertura de un hoyo y la realización del sacrificio las almas
salen del Érebo y se congregan allí. Elpénor, como el Palinuro de Eneida,
explica su muerte y pide a Odiseo que lo sepulte. Odisea no permite que
beba la sangre su madre Anticlía antes de hablar con Tiresias, el adivino
tebano. Este le explica que un dios tiene inquina contra el héroe y que éste
deberá ir a la isla Trinacria y respetar las reses del Sol; se vengará de los
pretendientes pero luego deberá marchar a remo, hasta hallar a alguien
que le diga que lleva un aventador; allí debe hacer un sacrificio a Posidón.
Odiseo morirá viejo y tranquilo.
256 Sobre la ubicación del mundo de los muertos en Ilíada y Odisea, cf. Cous1N (2002), quien
sostiene que la ubicación subterránea no es inconciliable con la marítima. Sobre el vínculo con
Píndaro y las tablillas órficas, cf. TORRES (2002).
257 HEA'l'H (2005) señala que la sangre es ofrecida para que Tiresias pueda profetizar; el no
poder hablar, es indicio de muerte.
258 Cómo debe e/joven escucha,· a los poetas 16. También aparece en Eliano, Eustacio, etc. Los
escolios indican el nombre junto con el de nekyomantéia, 'evocación de muertos', en el v. 467 del
canto anterior.
259 CousIN (2002: 46) aún dice que "Odiseo podrá descender al Hades en medio de la evocación
de los muertos".
_ _ 132
Sale a su encuentro Anticlía, a quien no puede abrazar; como en el Dan-
te, ella le aconseja que vuelva y le cuente todo a su esposa. El catálogo de
mujeres es considerado espurio e inserto por atenienses . .Agamenón cuen-
ta su muerte y la de los compañeros; aconseja a Odiseo no fiarse de Penélo-
pa. .Aquileo, a quien no le importó morir joven con tal de tener gloria, aho-
ra que está muerto aprecia la vida, aunque sea oscura (489 ss.); Odisea le
cuenta sobre Neoptólemo . .Ayante no le habla (como no habla Dido a Ene-
as). El catálogo de los héroes es considerado interpolación, porque Odiseo
los ve en situaciones y acciones que parecen imposibles de observar desde
200
la boca del hoyo; pero la descripción no produce un quiebre notorio .
El asunto de la visita al mundo de los muertos y la conversación con
ellos tuvo mucha tradición en la literatura griega. Lo utilizó Esquilo para
su tragedia Evocadores de almas, conservada fragmentariamente 2º1• Lu-
ciano escribió Diálogo de los muertos; en Bizancio, Mázaris compuso Des-
censo al Hades; también aparece en el Diálogo entre el hombre y Garante; y
Bergadís, c.1400, escribió Apócopas con el mismo asunto.
µ = 12: "Sirenas. Escila y Caribdis. La isla del Sol. Ogigia"
a) Odisea vuelve a Eea, donde crema y sepulta a Elpénor (1-15).
b) Circe los invita a su casa, pregunta qué ocurrió y anticipa el resto del
viaje (16-143).
c) Odiseo parte y escucha a las Sirenas; ve a Escila, monstruo de seis
cabezas, y Caribdis, antro que absorbe el agua (144-259).
d) Por insistencia de los compañeros, baja en la Isla del Sol durante un mes
y los compafi.eros violan el juramento de no comer las reses; Zeus los
castiga a pedido del Sol. Naufragio de la última nave y arribo a Ogigia
(260-453).
Como contradicción interna se sefi.ala que aunque Circe dice que no le
indicará a Odiseo qué camino tomar (56-58), luego le dice que se acerque
al antro de Caribdis (81-82). Las Sirenas son un conocido motivo tradi-
cional, por lo que Homero no necesita aclarar que se trata de aves y no de
mujeres-pez, como las presenta la tradición posterior262 . Como en los can-
260 Sobre el espacio y paisaje infernal y cómo aparece en representaciones plásticas
posteriores, cf. Cous1N (2003): nunca hay paisaje autónomo sino siempre antropocéntrico.
261 Sobre esto véase CousIN (2005), quien afirma que Ésquilo introdujo variaciones que
distancian el texto trágico del épico.
262 Cf. CAVALLER0 (1985-6). Véase también MEZZADRI (2003), quien analiza la aparición de
sirenas y perros en las estelas funerm·ias.
133 _ _
 tos anteriores, el último episodio es más largo y relevante; en este caso, el
de las vacas y ovejas del Sol: la hybris o exceso contra los dioses provoca la
muerte de todo el resto de los compañeros.
Los monstruos y seres prodigiosos, que aparecen en Odisea a través del
relato de su protagonista, parecen marcar la "desviación, deformación y
transgresión de categorías naturales y sociales"263 • La corporalidad, el len-
guaje, la agresividad, sexualidad, alimentación, distorsionan los códigos
de la civilización; su presentación parece querer proteger y reafirmar la
cultura, las leyes y costumbres griegas.
Según Lukinovich (1998) el viaje de Odiseo tiene una organización cir-
cular en doce etapas 264 : 1) lotófagos; 2) ciclope; 3) Éolo; 4) Lestrígones; 5)
Circe; 6) Mundo de los muertos; 7) Sirenas; 8) Escila; 9) Sol; 10) Caribdis;
11) Calipso; 12) Feacia. Las doce 'etapas' tienen varias conexiones inter-
nas: 1, 5, 7 y 11 forman el "rectángulo de la tentación seductora"; 2, 4, 8 y 10
forman el "rectángulo de los monstruos devoradores"; 3, 6, 9 y 12 forman
"el rectángulo clave", donde 3 y 9 empeoran la situación y 6 y 12 dan ayu-
das; el grupo 1 a 6 reúne episodios en los que Odiseo es más autosuficiente;
en el segundo, 7 a 12, Odiseo se despoja gradualmente de todo, en un ca-
mino "catártico"; pero además, hay otras conexiones con paralelismos y
oposiciones entre los episodios: 1 con 7 (el atarse, el resistir la tentación);
2 con 8 (monstruos que viven en grutas, pastor y pescador, y que devoran
a doce compañeros); 3 con 9 (un mes de detención, tormenta, sueño fatal,
retroceso y pérdida); 4 con 10 (Odiseo se salva de los lestrígones y de Ca-
ribdis porque permanece en un extremo); 5 con 11 (Hermes lo ayuda tanto
con Circe cuanto con Calipso); 6 con 12 (nékyia y Feacia: a ambos llega con
una "navegación extraordinaria" y en ambos recibe ayudas). Un diagrama
de estas conexiones puede ser un círculo con uniones internas. Lukino-
vich advierte que el zodíaco, entrado en el siglo VI, tenía once constelacio-
nes; no doce; la Rosa de los Vientos con doce direcciones está testimonia-
da desde Aristóteles. Pudo inspirar al poeta la división en doce meses o,
simplemente, la numerología propia de la música. Más allá de cuál puede
ser la fuente de inspiración, queda claro que el poeta armó la secuencia
con mucha habilidad y creatividad.
263 A:r!ENZA (2003: 39).
264 BnANDT (2011) ve un valor iniciático en el viaje, que swnerge n Odiseo en In angustia de
In muerte; lo ve como un pasaje de In adolescencia a la edad adulta, el hacer duelo de los sueños
heroicos de adolescente, en los que desafía la muerte para sentirse que existe y pasar a asumir sus
deberes familiares. Nos parece que esta visión es asimilar a Odisea con la situación de Telémaco:
en todo su viaje Odisea desea el retorno:
---134
v = 13: "Salida de Esqueria. Llegada a Ítaca"
a) Alcínoo añade trípodes y calderos como regalos y hace una colecta en
la población. Demódoco canta pero Odiseo pide partir; bendice a los
anfitriones, se embarca y se duerme con un sueño "muy parecido a la
muerte" (13: 80) 265; arriba al puerto de Forcine, donde lo desembarcan
dormido (1-124).
b) Posidón reclama venganza a Zeus y obtiene que éste le permita
transformar en peñasco la nave y ocultar la ciudad. Alcínoo ve cumplido
un oráculo y hace rogativas a Posidón (125-187).
c) Odiseo despierta y no reconoce Ítaca; Atenea aparece en aspecto
de pastor, le describe la isla y le da consejos; le muestra el antro de
las ninfas, a las que Odiseo ora266, lo envejece y afea para que no sea
reconocido y le recomienda ir a ver a Eumeo (187-438).
Odiseo emprende el regreso en una nave feacia y duerme plácidamente
(79-80), hecho que puede sugerir que todo el episodio del mundo de los
feacios es un 'sueño'. Atenea actúa como un 'hada madrina': con su 'varita'
(v. 429) toca a Odiseo y le cambia el aspecto. Se ha destacado que tanto el
viaje en la nave de los feacios, cuanto el hecho de dormir pueden ser signos
que anuncian la insistencia en el clima de 'muerte' que, si no predomina, al
menos es notorio a partir de la llegada de Odiseo 267• Sin embargo, el peligro
de muerte está ya presente en la Telemaquia (amenazas de los pretendien-
tes) y en todas las instancias del retorno relatadas por Odiseo en Esqueria.
~ = 14: "Odiseo con Eumeo"
a) Descripción de la obra realizada por el fiel Eumeo (1-28).
b) Recepción de Odiseo, ante quien varias veces el porquerizo hace
referencia a su amo, a quien cree muerto, cosa que el forastero
desmiente (29-164).
c) Preguntas de Eumeo; relatos fantasiosos de Odiseo (165-533).
265 Négretos, 'que no se despierta, sin despertar', imagen que persistió en la literatura
posterior, incluso en la teología cristiana: el 'difunto' no está muerto sino que duerme para volver a
despertar en la resurrección. Sobre esto cf. LAconE (2010).
266 Este pasaje tuvo influjo en In filosofía de Porfirio, autor de De antro nympharum. Véase
MAURETTE (2007). MALKIN (2001) ha destacado que las ninfas cumplen el papel de intermediarias
entre los mundos marítimo y terrestre, facilitan la integración de Odisea en países extraños y lo
ayudan en su retorno a Ítaca, si bien la ninfa Calipso ofrece obstáculos para ello.
267 Cf. A'l'IENZA (2003 b).
135 _ _
 Este canto caracteriza claramente a Odiseo como astuto y engañador.
Es uno de los argumentos de quienes sostienen que los relatos ante Alcí-
noo y Áreta pueden ser falsos. Sin embargo, esos hechos son los que justi-
fican que Odiseo sea "muy sufrido" y que llegue sin naves ni compañeros.
o= 15: "Regreso de Telémaco a Ítaca"
a) Atenea exhorta a Telémaco a regresar a Ítaca. Menelao prepara la
partida y le hace obsequios. Presagio interpretado por Helena (1-183).
· b) Telémaco y Pisístrato llegan a Feras y, tras la noche, a Pilo. Hallan a
Teoclímeno; genealogía del joven; partida en barco (184-300).
c) Simultáneamente, Odiseo cenaconEumeoy le pregunta sobre la familia
del patrón; luego Eumeo le relata sus orígenes y duermen (301-492).
d) El relato vuelve a Telémaco, quien envía a Teoclímeno a casa de
Eurímaco; augurio que Teoclímeno interpreta. Pireo acoge al forastero
(493-557).
En este canto se unen las dos líneas narrativas. Lo destaca la presenta-
ción de hechos que suceden en simultáneo.
:n = 16: "Reconocimiento de Odiseo por Telémaco".
a) Telémaco va a ver a Eumeo; encuentra a Odiseo y le ofrece acogida (1-
155).
b) Se va Eumeo y Atenea, con su varita, devuelve a Odiseo esplendor
juvenil; éste revela su identidad a Telémaco y ambos lloran (155-219).
c) Odiseo cuenta su retorno y Telémaco informa cuántos son los
pretendientes, más sus ocho criados, un heraldo y un aedo. Odiseo le
encarga que guarde todas las armas menos dos juegos para ellos, que
no revele a nadie que él está en Ítaca y que averigüe qué mujeres le son
fieles (220-321).
d) El relato retrocede al arribo de la nave de Telémaco para decir que
llevan los regalos a lo de Clitio y noticias a Penélopa. Preocupación
de los pretendientes: Antínoo propone matar a Telémaco; Anfínomo,
consultar la voluntad divina; censura de Penélopa (322-451).
e) Atenea, con su vara, da a Odiseo nuevamente el aspecto de anciano y
mendigo. Eumeo anuncia que vio llegar una nave cargada de hombres
armados (452-481).
Más que un reconocimiento, se trata aquí de una revelación de identidad.
Obviamente, Telémaco no podía reconocer a su padre, pues no podía
--136
recordarlo. Se inician los preparativos del castigo a los pretendientes.
p = 17: "Odiseo como mendigo entre los pretendientes"
a) Telémaco va a palacio y es recibido por las esclavas y su madre; en el
ágora encomienda a Pireo al forastero Teoclímeno. Cuenta a Penélopa
su derrotero y Teoclímeno anuncia que Odiseo ya está en palacio, a
partir del agüero que vio en la nave. Los pretendientes hacen un nuevo
banquete (1-182).
b) Eumeo y Odiseo marchan a palacio; Melantio los insulta; Eumeo hace
una imprecación alas ninfas de la fuente (182-259).
c) Llegan a palacio, donde Femio canta. Argo reconoce a Odiseó y muere.
Telémaco le da de comer. Los pretendientes lo maltratan; diálogo con
Antínoo, quien golpea a Odiseo (260-491).
d) Penélopa pide reiteradamente que lleven al mendigo a su presencia,
pero a pedido de éste acepta entrevístarlo a solas al atardecer (492-
606).
Los presagios reiterados preparan el cumplimiento del castigo. A la vez,
se disponen los hechos que facilitarán el reencuentro de Odisea con su fa-
milia y amigos.
a= 18: "Ofensas de los pretendientes contra Odiseo"
a) El mendigo Iro insulta a Odiseo y quiere echarlo; los pretendientes los
instan a pelear; pero Odiseo lo golpea con suavídad para no revelar su
identidad (1-157) 268 •
b) Penélopa, por inspiración de Atenea, desea ver a los pretendientes; la
diosa la embellece; Penélopa se presenta y cuestiona la lucha; relata
la recomendación dada a ella por Odiseo al partir. Los pretendientes
presentan regalos y ella se retira mientras sigue el banquete (158-305).
c) Llegada la noche, Melanto insulta a Odiseo; discusión de Odiseo con
Eurímaco; Telémaco los tranquiliza (306-428).
1: = 19:
"Euriclea reconoce a Odiseo"
a) Odiseo reitera a Telémaco que debe guardar las armas de los
pretendientes; lo precede Atenea que hace resplandecer el palacio (1-
50).
b) Penélopa va a su sitial para recibir al mendigo; Melanto insulta a Odiseo,
por lo que la reina lo censura; Odiseo soslaya decir su identidad y patria;
268 Sobre este episodio véase ahora ZEccmN DE FASANO (2009).
137 _ __
 Penélopa cuenta su situación y el ardid del tejido para Laertes, pero
insiste en su pregunta. El falso mendigo dice haber conocido a Odiseo
en Cnoso, lo describe y cuenta sobr~ él; luego afirma que Odiseo vive y
que no llegó porque estájuntando riquezas (51-356).
c)Penélopa encarga a Euriclea que lave los pies del forastero, a quien
ve parecido a Odiseo. La esclava lo reconoce al ver la cicatriz del pie,
producida en una visita al abuelo materno, Autólico; Odiseo impide que
lo delate (357-504) 269•
· d)Penélopa retoma la conversación y le cuenta un sueño en el que un águila
le dice que ella es Odiseo y que castigará a los pretendientes; la reina
duda, porque los sueños de la puerta de cuerno son veraces, pero los de
la puerta de marfil son falaces 27º. Anuncia que propondrá el certamen
del arco para elegir marido (505-604).
u = 20: "Último banquete de los pretendientes"
a) Odiseo, en soledad, recuerda los sufrimientos con el Cíclope, esto
sugiere que los relatos fueron verdaderos. Atenea, con aspecto de mujer,
lo exhorta a dormir (1-55).
b) Penélopa despierta e invoca aArtémide; soñó que el fantasma de Odiseo
se recostaba junto a ella; Zeus hace tronar ante la plegaria del héroe y
una esclava pide el fin de los pretendientes (56-121).
c)Telémaco se reúne con Odiseo;lleganEumeo, Melantioyel boyero Filetio,
que se manifiesta nostálgico; presagio adverso a los pretendientes. En
el banquete, Ctesipo intenta golpear a Odiseo. Teoclímeno hace una
descripción présaga de la muerte de los pretendientes; éstos se burlan
de Telémaco (122-394).
Los insistentes presagios yvaticinios crean el clima de expectativa relativo
al castigo de los ofensores. Asimismo, destacan el acuerdo de los dioses
acerca de la empresa de Odiseo.
cp = 21: "El certamen del arco"
a) Inspirada por Atenea, Penélopa busca el arco y el carcaj que Ífito había
obsequiado a Odiseo y plantea el certamen; Telémaco se suma, pero
Odiseo no lo deja tensar el arco; Liodes vaticina la muerte de muchos
(1-187).
b) Odiseo se revela a Eumeo y Filetio y les muestra la cicatriz como prueba;
269 Véase AUERBACH (1950).
270 Cf. Virgilio, Eneida 6: 893-6.
--138
ellos lo apoyan (188-244).
c) Los pretendientes fracasan en la tensión del arco; el forastero-mendigo
se ofrece a intentarlo, contra la voluntad de Eurímaco; Telémaco hace
que su madre se retire a dormir (245-358).
d) Eumeo da el arco a Odiseo mientras Filetio traba el portal con una
amarra; Odiseo hace sonar la cuerda y Zeus envía un trueno présago;
Odiseo cumple la prueba exitosamente; Telémaco se arma (359-434).
x = 22: "Venganza contra los pretendientes"
a) Odiseo comienza la matanza con el mismo arco; Telémaco lo apoya con
la lanza; busca más armas para sí, para Eumeo y Filetio; Melantio toma
armas del aposento que por error había quedado abierto, pero Eumeo y
Filetio lo detienen (1- 204).
b) Atenea, con el aspecto de Méntor, alienta a Odiseo y, como golondrina,
observa la escena; ella desvía los tiros de los pretendientes. Odiseo
no perdona al suplicante Liodes, pero sí al aedo .Femio y al heraldo
Medonte, por intercesión de Telémaco (205-381).
c) Odiseo controla todo; convoca a Euriclea, reprime sus gritos de alegría
y le pide que diga qué mujeres se comportaron correctamente; hace
que las infieles limpien todo y luego que se las ahorque; a Melantio lo
amputan cruelmente. Euriclea purifica todo con azufre (382-501).
tjJ = 23: "Penélopa reconoce a Odiseo"
a) Euriclea anuncia a Penélopa que Odiseo está en casa; ella no le cree. La
nodriza cuenta lo hecho por Odiseo. Resuelven ir al salón (1-87) 271.
b) Telémaco le censura que se quede lejos de su marido; ella dice que debe
probar que él lo sea. Hacen que el aedo toque y cante para que el pueblo
crea que se celebran bodas. Odiseo se baña y Atenea lo embellece (88-
165).
c) Odiseo dice querer recostarse y Penélopa ordena que se le saque la
cama; Odiseo lamenta que no esté el lecho inamovible construido por
él. Este detalle provoca la certidumbre de Penélopa. Odiseo le cuenta el
encargo de Tiresias. Van a acostarse (166-296).
d) Todos se acuestan. Odiseo cuenta a Penélopa sus aventuras. Amanece.
Odiseo planea recobrar reses y visitar a su padre (297-372).
271 STEINRÜCK (2003) analiza este pasaje, particularmente los w. 85-87, donde el pensamiento
de Penélopa, todavía dudosa, que menciona a "su querido esposo", seríaportanto una contradicción,
más aun ante el plan que arbitra para probar la identidad. Una solución es que es el narrador quien
está hablando y sabe que realmente es Odiseo, como también lo sabe el público.
139 _ __
 destacan los valores de la lealtad y la fidelidad. El canto XXIV concluye el
Odiseo dice en el v. 252 "cuando bajé a la morada de Hades", frase que tema del reencuentro que da unidad a todo el asunto del retorno: así como
choca con la visita efectivamente hecha a la b.oca del submundo. Odiseo pudo encontrarse con su madre en la visita al Hades, recupera tam-
Algunos alejandrinos, Aristófanes y Aristarco, según una nota margi- bién a su anciano padre, todavía vivo. De tal manera, recobra el trono, el
nal de los testimonios manuscritos, consideraron que en el v. 296 debía palacio, sus bienes, sus fieles esclavos y la familia toda.
concluir Odisea272• Quizás pensaron que lo que seguía no se correspondía
con el asunto ni con el tema. Sin embargo, la escena del mundo infernal, al
que son conducidos por Hermes los pretendientes muertos, que incluye
la conversación de Agamenón y Aquileo sobre el valor de la vida, la lucha
y el elogio de la lealtad, es una consecuencia de lo hecho por Odiseo que
retoma las críticas moralizantes sobre la conducta de los pretendientes.
La pelea posterior entre la familia reinante y los familiares de los difun-
tos termina de formalizar el retorno de Odiseo a su puesto. De tal modo, el
asunto del nóstos sigue vigente.

w = 24: Encuentro con Laertes. Pacto.

a) Hermes conduce las almas de los pretendientes alHades.Allí,Agamenón
y Aquileo coinciden en que era preferible, más honroso, morir en Troya;
Agamenón relata las honras fúnebres hechas a Aquileo. Ambos reciben
a los pretendientes muertos; de ellos, Anfimedonte cuenta lo ocurrido.
Agamenón elogia la fidelidad y lealtad de Penélopa (1-203).
b) Odiseo va a casa de su padre y llora al verlo envejecido. Finje no
conocerlo, elogia su labor, dice llamarse Epérito y haber conocido a
un hijo de Laertes. Ante el dolor de Laertes, Odiseo se da a conocer, le
muestra su herida y le enumera los árboles que otrora le había regalado
Laertes. Atenea fortalece al anciano. Banquete (204-411).
c) La ciudad se entera de la muerte de los pretendientes y los deudos
quieren vengarse. Medonte les advierte que un dios apoyaba a Odiseo.
El augur Haliterses intenta disuadir a los deudos, señalando la
culpabilidad de los pretendientes. Eupites insiste (412-471).
d) Zeus y Atenea acuerdan que debe cesar la lucha. Odiseo, Telémaco,
Laertes, Dolio y los hijos de éste se arman ante la cercanía de los deudos.
Atenea hace que Laertes hiera a Eupites pero que todas las armas caigan
ante su voz; con un rayo de Zeus, hace que Odiseo cese la persecución y
se juren las paces (4 72-547).

Además de reaparecer la reiterada oposición entre los retornos de Aga-

menón y de Odiseo y entre las conductas de Clitemnestra y Penélopa, que

272 Allí retomaría la narración la Te/egonía. Cf. infra.

--140 141 _ __
 IX. Otras obras
EL CICLO ÉPICO O ÉPICA MENOR
flíada y Odisea no son las únicas obras épicas de la literatura griega.
Más allá de las posteriores Argonáuticas de Apolonio de Rodas (siglo rn
a.C.), las Posthoméricas de Quinto de Esmirna (siglo v d.C.), las Dionisía-
cas y la perdida Gigantomaquia de Nono de Panópolis (siglo v d.C.), hubo
en era arcaica (y también clásica) poemas conocidos con un nombre de
conjunto, "ciclo épico". Algunos de ellos fueron atribuidos a Homero. Los
'fragmentos' que sobreviven suelen ser referencias, menciones, más que
citas concretas de versos. De varios de ellos se conservan resúmenes.
J. Griffin (2001) insiste en que contrastar ese centenar de versos y esos
datos indirectos permite caracterizar mejor flíada y Odisea. El ciclo épico
es más dado a lo novelesco, fantástico y milagroso, aunque esto no falta en
las grandes epopeyas, pero en otro grado; Homero suele atribuir lo fabulo-
so a los discursos de sus personajes, no del narrador omnisciente. Entre lo
novelesco aparecen segundas y terceras nupcias y nuevos hijos. También
se 'humanizan' los vínculos: enllíada, Aquileo tuvo como tutor o pedagogo
a Fénix, no al centauro Quirón. En el ciclo, la muerte es algo que puede sos-
layarse, como ocurre con Memnón y Aquileo, mientras que en Odisea sola-
mente Menelao accederá a la Isla de los Bienaventurados.
Hay variedad de asuntos y de atribuciones para los diversos componen-
tes de la "épica menor":

a) Ciclo teogónico: se refiere a los orígenes de los dioses, como la Teogo-

nía de Hesíodo.
Titanomaquia, de Télesis de Metimna según la inscripción conoci-
da como Tabula Borgiana (Corpus inscriptionum Graecarum, Ital. et Sic.
1292, II 9), atribuida por otros a Eumelo de Corinto o a Aretino de Mileto,
ambos de la segunda mitad del siglo VIII a.c. Algunos la identifican con la
Gigantomaquia, mencionada en el fragmento 7, si bien titanes, gigantes y
hecatonquiros no son lo mismo. Queda una decena de fragmentos.
Teogonía de Epiménides (c. 600 a.C.). A diferencia de Hesíodo, con-
sidera el aér como un elemento nebuloso; la reproducción sería ovípara.
Parece que el poema incluía la lucha de los dioses, el triunfo de Zeus y su
genealogía. De este autor se mencionan dieciocho fragmentos, pero es di-
fícil determinar si pertenecen a esta obra, a las Argonáuticas (cf. infra) o a
otras obras que se le asignan ( Oráculos, Purificaciones, Mino y Radaman-

143 _ __
 te, Nacimiento de curetes y coribantes, etc.).
Ciclo tebano: se centra en Édipo (o, mejor, Edípode), sus ancestros
y descendientes. Édipo es varias veces aludido y mencionado en Ilíada y
Odisea273• Su mito es interpretado ya como el de un héroe protector que
vence a monstruos (la poetisa Corina de Beocia, fr. 19 Page, le atribuye el
triunfo sobre la Zorra de Teumeso); ya como un símbolo de la renovación
cíclica o estacional de la naturaleza; ya como reflejo del paso del matriar-
cado al patriarcado; ya como la concreción de deseos psicológicos 274 . El
ciclo incluye:
Edipodia (segunda mitad del siglo VIII a.C.): atribuida por la Tabula
Borgiana a Cinetón de Lacedemonia, aunque este autor parece más bien
del siglo VI. La Tabula le asigna seis mil versos. Hay referencias a su con-
tenido en el mitógrafo Pisandro, fr.10 Jacoby. La esfinge, con cola de ser-
piente en vez de cuerpo de león, habría devorado a Hemón, hijo de Creon-
te; Édipo tendría una segunda boda, con Eurigania, que sería la madre de
sus hijos en esta versión diversa de la más conocida, que no incluye la ce-
guera y el exilio, variantes posiblemente posteriores 275. Quedan sólo dos
fragmentos del texto.
Tebaida: relata la caída de Tebas en manos argivas, hecho de base his-
tórica anterior a la toma de Troya. Pausanias IX 9: 5 arguye que Calino (cf.
fr. 6 B) asigna la autoría a Homero. El asunto del poema derivai-ía de la
maldición que Édipo dirigió contra sus hijos. Ésquilo tomó este asunto en
Siete contra Tebas; pero los fragmentos de la Tebaida mencionan no a siete
atacantes sino solamente aAdrasto, Anfiarao, Partenopeo y Tideo. Quedan
nueve fragmentos.
Epígonos: el escolio a Paz 1270 de Aristófanes atribuye el poema aAn-
tímaco, que puede ser el mencionado por Plutarco Rómulo 12 como Antí-
maco de Teos (mediados del siglo VIII a.C.). El poema se ocupaba de la toma
de Tebas, concretada por descendientes de los siete expedicionarios, que
dio el trono a Tersandro, hijo de Polinices, y que está aludida en flíada 4:
405 ss., donde Esténelo se considera uno de los triunfadores. Quedan seis
fragmentos, pero al menos dos son dudosos.
Alcmeónida: poema anónimo que algunos consideran ajeno al ciclo
273 Por ejemplo, Odisea XI 271 ss., donde se dice que Édipo conservó su trono en Tebas.
274 Véanse NILSSON (1951), KocK (1961), VALGIGLIO (1963), BEnNADÉ (1979), SAN'rIAGO ÁLVAllEZ
(1981), DELCOUUT (1981), SÁNCHEZ RUJPÉUEZ (2006), BAUZÁ (2011).
275 Una versión recogida por Ferécides fr. 95 Jacoby, le atribuye tres matrimonios, el tercero
con Astimedusa. Con Yo casta habría tenido dos hijos, Frástor y Laonito, diversos de los cuatro más
conocidos.
_ _ 144
tebano. Se ocupa de por qué algunos epígonos no acudieron a ~a toma de
Tebas. Alcmeón, hijo de Anfiarao y Erífila, mata a su madre adultera _P~ª
vengar a su padre, por lo que es perseguido, como Ore~tes, p~r ~~s Enmes
y debe expiar su crimen. Esto sería la causa de por que no as1st10 a Tebas.
Quedan siete fragmentos.
e) Ciclo troyano: ·
Cantos ciprios o Cipríada (c. 700): atribuidos a Homero o a su 'yer-
no', Estásino de Chipre, relatan los antecedentes de la gue~ra de Troya, con
detalles mítico-novelescos. Eliano (Varia historia 9: 15) dice que el poema
fue la dote dada por Homero por su hija; algunos fragmentos mencionan
como autores a Estasino y a Hegesias. El título podría referirse a la patria
del autor o a Afrodita. Proclo, siglo v, da un resumen del contenido del poe-
ma en su Crestomatía. Se cuenta la embajada de Páride a casa de Menelao,
la fuga con Helena y la organización de la expedición contra Troya, la cual
por error saquea Teutrania, donde Télefo es herido por Aquileo, quien lue-
go lo cura; durante esta empresa se da la unión de Aquileo con Deidamía
en Esciro, de la que nacerá Neoptólemo, nombre dado por Fénix porque
su padre "luchó siendo joven"275. La segunda expedición abandona a Fi-
loctetes en Lemno (cf. flíada 2: 718-724), llega a Troya, saquea la región
y ciudades aledañas y toma botines, entre ellos a Briseide y Criseide. El
poema incluye excursus míticos, la boda de Tétide y Peleo, la explicación
de la guerra como un modo de alivianar a la tierra superpoblada, el previo
rapto de Helena por Teseo e incluso la seducción de Aquileo por Helena,
favorecida por Tétide y Afrodita, la muerte de Troilo y la futura de Políxe-
na, etc. Quedan veintisiete fragmentos.
Etiópida (c. 720 a.C.), que cuenta lo ocurrido tras la muerte de Héctor,
incluida la muerte de Aquileo, sería de Aretino de Mileto, discípulo de Ho-
mero277, según un conjunto de inscripciones cuyo original remonta al siglo
IV a.C., llamado Tabulafliaca, conservado en el Museo Capitolino de Roma.
Proclo da un resumen también de este poema, cuyo contenido sigue al de
flíada: muerte de Pentesilea y de Tersites en manos de Aquileo, viaje de
éste a Lesbo para ser purificado por Odiseo, muerte de Antíloco, de Mem-
nón y de Aquileo; planto de Tétide 278; discusión por las armas de Aquileo.
Quedan seis fragmentos.
276 Cf. fr. 14 (= Pausanias X 26: 4). La cronología épica es, como ya señnlrunos, muy lábil; si
Neoptólemo fue engendrado entonces y la guerra de Troya habría de durar diez aftos, cuando el hijo
de Aquileo participa de ella sólo puede ser apenas un adolescente.
277, Cf. SEVERYNS (1925).
278 El funeral está descripto en Odisea 24: 43-84.
145 _ _
 Pequeña llíade (Ilias mikrá c. 700 a.C.), incluye, como el libro II de
Eneida, el episodio del caballo de madera y la toma de la ciudad. Se atri-
buye a Lesques de Lesbo, Cinetón de Lacedemonia, Diodoro de Eritrea,
Testórides de Focea. Proclo también dio de este poema un resumen: Odi-
sea obtiene las armas de Aquilea; Ayante enloquece, destroza el botín y se
suicida. Héleno es capturado por Odisea y vaticina la caída de Troya: Dio-
medes trae a Filoctetes desde Lemno y Macaón lo cura. Filoctetes mata a
Páride. Deífobo desposa a Helena. Odisea trae a Neoptólemo, que mata a
Eurípilo, hijo de Télefo. Instigado por Atenea, Epeo construye el caballo de
madera; Helena descubre el plan y lo apoya. Los griegos fingen partir y los
troyanos hacen entrar el caballo a la ciudad. Comparte, pues, detalles con
Destrucción de Troya, poema con el que guarda diferencias de detalles279.
Sobreviven veinticuatro fragmentos.
Destrucción de Troya (Ilíu pérsis, c. 720 a.C.): relataba la caída de
la ciudad. Es atribuida a Homero o a Aretino de Mileto. Proclo dice que
integraban el poema dos libros. Los troyanos discuten sobre qué hacer con
el caballo; deciden ofrecerlo a Atenea. Un dragón mata a Laocoonte y uno
de sus hijos, por lo que compañeros de Eneas huyen al Ida. Sinón enciende
antorchas como señal: los griegos retornan y los del caballo salen; todos
asaltan la ciudad. Neoptólemo mata a Príamo y Menelao a Deífobo. Ayante
de Eleo toma a Casandra y se lleva la imagen de Atena, diosa que decide la
perdición de los griegos. Odisea mata a Astianacte y N eoptólemo se lleva
a Andrómaca. Incendian la ciudad y sacrifican a Políxena sobre la tumba
de Aquilea. Odisea 8: 499-520 incluye una síntesis; también pseudo-Apo-
lodoro 5: 16-18. Quedan seis fragmentos del poema.
Regresos (Nóstoi, c. 700-650 a.C.): incluía los viajes de retorno de los
héroes y sus diversas suertes. Se atribuye a Agias de Trecén, pero también
a Antímaco de Teos, Eumolpo/Eumelo. Quizás son distintos poemas de
cada autor. Según el resumen de Proclo, Agamenón y Menelao disputan
p01: instigación de Atenea. Diomedes y Néstor llegan a salvo a sus destinos,
mientras que Menelao pierde varias naves. Agamenón sufre una tormenta
(que da muerte a Ayante), al llegar a casa, es asesinado. Neoptólemo regre-
sa a pie, encuentra a Odisea, sepulta a Fénix cuando éste muere y se reen-
cuentra con Peleo. En Odisea 3: 130 ss. Néstor cuenta detalles del regreso.
El asunto de Agamenón y su muerte a manos de la esposa aparece varias
veces en Homero, en contraste con Odisea y Penélopa280.
279 Por ejemplo, en la Pequeña fliade, Eneas es prisionero de Neoptólemo; Sinón hace las
señales desde la tumba de Aquileo, no desde la ciudadela; es Neoptólemo quien mata aAstianacte.
280 Por ejemplo, Odisea 3: 262-275, 11: 409 ss.
--146
Telegonía (c. 560): es atribuida a Eugamón de Cirene. Parece haber
tenido como fuente la Tesprócida, poema anónimo. Hay un resumen de
contenido en la Crestomatía de Proclo, que le asigna dos libros. La obra
continúa a Odisea y muestra a un Odisea que insiste en sus yiajes Y supo-
ligamia: los pretendientes son sepultados; Odisea viaj~ a ~lide, vuel~e a
Ítaca para cumplir con los sacrificios prescriptos por T:resias ~e~. Odisea
11: 119-137); se va luego a Tesprocia y allí desposa a la rema Calidica, c~yo
ejército él comanda contra los bri,gos. Al morir ~alídica, la sucede Pohpe-
tes, el hijo que tuvo con Odisea. Este vuelve ~ Itaca, ~ue es ~aqueada por
Telégono, quien por error mata a su padre, Odisea. Telegono, J~nto con Te-
lémaco y Penélopa, lleva el cadáver a Circe, quien los torn~ mmortales Y
desposa a Telémaco, mientras que Telégono se c~sa con Pe~elo?ª· Quedan
sólo dos fragmentos. Una obra homónima se atribuye a Cmeton de Lace-
demonia281.
d) Ciclo de Heracles: relativo al hijo de Z~us ~ Alcmena. .
Heraclea: se la menciona como obra de Cmeton de Lacedemoma, aun-
que algunos la atribuyen a Conón. Hay un poema del mismo título, en dos
libros atribuido a Pisandro de Camiro, en Rodas (siglo vu). Algunas refe-
renci~s atribuyen a este poema el haber sido quien le asignó la clava Y la
piel de león a Heracles como atributos habituales y quien definió la canti-
dad de 'doce trabajos' encargados al héroe. Quedan trece fragmentos.
Toma de Ecalia (comienzos del siglo VII a.C.): del mismo Pisandro o
de Creófilo de Samas o de Homero; éste habría sido huésped o suegro de
Creófilo según versiones diversas. El asunto del poema sería que Heracles
vence e~ una competición propuesta por el rey de Ecalia (ciudad de ubica-
ción dudosa), Eurito, quien dio como premio a su hija Yola Como el_rey no
cumple el pacto, Heracles toma la ciudad, mata al rey y se lleva cautiva a la
princesa. Restan sólo cuatro fragmentos. . .
Heraclea de Paniasis (primera mitad del siglo v). Se le atribuyen nueve
mil versos en catorce libros. Se mencionan del autor treinta Y tres frag-
mentos, pero no hay certeza de que todos pertenezcan a esta obra.
e) Ciclo etiológico-genealógico: orígenes de una ciudad, pueblo o fa-
milia.
Cércopes (c. 600 a.C.): poema atribuido a Homero; otro del mismo asun-
to sería de Diotimo, poeta del siglo m a.c. El nombre designa a hombres-
mono, porque kérkos significa 'cola de animal'. Según Heródoto 7: 216, los
281 Se menciona también la Memnonia, poema centrado en Memnón, hijo de la Aurora, que
mató en Troya aAntíloco, el hijo de Néstor y amigo de Aquileo, porlo que éste mata a Memnón.
147 _ _
 cércopes vivían cerca de las Termópilas. Quedan cuatro fragmentos.
Focaida: la Vida de Homero de pseudo-Heródoto le atribuye a Homero
este poema que narra los orígenes de Focea. No hay seguridad de que los
cuatro fragmentos supérstites sean del poema.
Forónida (fines del siglo VI a.C.): poema anónimo cuyo título se debe
a Foroneo, personaje mítico considerado fundador del género humano si
bien Apolodoro menciona a Ínaco como su padre, a Melia como sumad/e y
a Egialeo como su hermano; según Pausanias, él habría reunido a los hom-
bres en comunidad y, como Prometeo, les habría dado el fuego; el Papiro
Oxirrinco 1241: 4. 3 ss. le adjudica la creación del tribunal jurídico. El poe-
ma narraba los orígenes de la Argólide. Quedan seis fragmentos.
Danaida (Danaides, según la Tabula Borgiana) de Eumelo. El poema
tendría seis mil quinientos versos y se centraba en la genealogía de Dánao,
nieto de Posidón y tataranieto de Zeus e Ío. Dánao era hermano de Egipto.
Quedan sólo tres fragmentos.
Corintíacas (segunda mitad del siglo vm): atribuido a Eumelo de Co-
rinto, el poema trataba de los orígenes de esta ciudad. Corinto sería un her-
mano de Sición, descendiente del Sol y, por lo tanto, pariente de Medea.
La obra pudo tener vínculos con la saga de los Argonautas. Hay dieciocho
fragmentos, pero no es posible distinguir cuáles pertenecen a esta obra y
cuáles aEuropia.
Europia (segunda mitad del siglo vm): asignado también a Eumelo,
se refería a Europa, pariente del fundador de Tebas, Cadmo, quien habría
fundado también Delfos porque Apolón le dijo que lo hiciera donde viera
que una vaca se detenía.
Naupactias o Naupácticas (fines del siglo VI): el título aludiría a que el
poema era recitado en N aupacto. Menciona a la madre de Ayante de Eleo,
con los nombres de Eríopa o Alcímaca (hija de Ferete y, por lo tanto, her-
mana de Admeto, el marido de Alcéstide). Se supone que el poema incluía
episodios del mito de Medea y Jasón. Quedan trece fragmentos.
Atis (=Ática) de Hegesínoo. No es más que una mención de Pausanias
IX 29: 1, que incluye unos pocos versos sobre Eoclo, hijo de Posidón, y la
fundación de Ascra.
Miniada o 'poema de los minios' (habitantes de Orcómeno). Semen-
ciona como autor a Pródico de Focea. Dataría de la primera mitad del siglo
v. La mayor parte de los ocho fragmentos conservados se centra en Teseo,
el héroe que, junto con Pirítoo, desciende al Hades para buscar a Perséfo-
na.
Arimaspeas o 'poema de los arimaspos', se atribuye a Aristeas de Pro-
_ _ 148
coneso (mediados del siglo VII a.C.). Sus ocho fragmentos aluden a seres
míticos como los arimaspos (seres de un solo ojo), los isédones (cíclopes
pelilarios), los gripes (pájaros guardianes del oro), los hiperbóreos.
f) Épica de viajes:
Argonáuticas de Epiménides (c. 600 a.C.). Se atribuyen al poema seis
mil quinientos versos y, como asunto, la construcción de la nave Argo Y
el viaje de Jasón a la Cólquide. La narración hace a Eetes originario de
Corinto e identifica a las harpías con las Hespérides, hijas del Océano Y la
Tierra. Sobre sus fragmentos, véase lo dicho acerca de su Teogonía.
Hay cinco fragmentos atribuidos a Cinetón de Lacedemonia, trece a
Asio de Samas (siglo VI) y uno a Quersias de Orcómeno (siglo VI) que no
pueden ser asignados a obras ciertas, aunque deben de pertenecer al ciclo
etiológico-genealógico.
LOS HIMNOS HOMÉRICOS
Por otra parte, se atribuyen también a Homero unos poemas dedicados
a dioses (hymnoi) y entonados antes de recitar la épica, por lo cual se lés
dice también 'proemios' (proóimia) 282 • Ellos son treinta y tres poemas en
hexámetros épicos en vez de verso lírico, con muy variada extensión. Sue-
len contar, a modo de epopeya, las hazañas del dios homenajeado. Se vin-
cula etimológicamente el término hymnos con el verbo 'hilar', de modo que
el poema sería un hilado que va tejiendo el poeta y podría tener 'zurcidos'
o añadidos 283 •
Los más antiguos parecen ser el Himno a Apolón y el Himno a Hermes,
del siglo VII, pero algunas composiciones datarían del siglo m a.C. Algunos
son simplemente un exordio y un epílogo, como si la materia central pu-
diera variar y constituir, además, un poema danzado. Miralles señala que
el canto de Demódoco en Odisea 8: 267 ss., con los amores de Ares y Afro-
dita, bien podría ser un himno incorporado a la epopeya28 4.
El Himno a Dioniso (I) está fragmentario 285 • El Himno a Deméter (II),
de cuatrocientos noventa y cinco versos, incluye típicos recursos homéri-
cos: la comparación con animales (174 ss.), epítetos ("Deméter la de bella
282 Véanse BEUNABÉ (1978) y MI!lALLES (2001) con la bibliografía recogida en ellos. Sobre el
vocabulario técnico musical que surge de los himnos, véase FMNKLIN (2003).
283 Sobre la condición oral de la tradición hímnica cf. No-rorou1os (1962). Sobre el empleo de
la metáfora del 'tejido' para la actividad poética, según épocas y géneros, cf. AssAiiL (2002).
284 MmALLES (2001: 12).
285 Véase ahora CAuoozo (2012), sobre la imposibilidad de reconstruir un relato.
149 _ _
 c~_rona'1efstép!~nos 307, etc.). Relata la búsqueda que Deméter hace de su
h]Ja Persefona • El Himno a Apolón (III), con más de quinientos versos
a pesar de las lagunas, además de incluir la referencia a Homero ("Un va-
ron ciego que habita la escabrosa Quío, cuyos cantos prevalecerán en el
fut. u~o"28 7\1, cu~nta d'iversas hazanas
- del dios; incluye el giro "aladas pala-
bias .(424) Yformul~s (500tª· Este himno apuntaría a un reajuste de las
relacion~s del p~teon, haciendo que funcionen como complementarios
estrato~ mcompatibles, es decir, el reino de Zeus y el de Hades2so.
El Himno a Hermes (IV) tiene quinientos ochenta versos, con algunas
l~guna~; narr~,el nacimiento del dios, su precoz robo de las vacas de Apo-
lon, la mvenc10n de la lira y el acuerdo de trueque que hace con su herma-
~º• tr~s pelear ?ºn él como Agamenón y Aquileo y hacer un litigio similar al
:,nclmdo en 1~ ecfrasis de Ilíada 18. Hermes aparece desde ya astuto, enga-
nador Yladron, como en la comedia y con puntos de contacto con Odiseo
El texto repite fragmentos (263 ss. =310 ss. =362 ss.) inserta sentencia~
como "la de?isi?n de Zeu~, que porta la égide, persuad; fácilmente" (395).
Los demas himnos estan dedicados a Afrodita ('V, VI, X), a Dioniso (VII,
XXVI), a Ares (VIII), a Artémide (IX, XXVII), a Atena (XI, XXVIII), Hera
(XII), Deméter (XIII), Rea (XIV), Heracles (XV), Asclepio (XVI), Dios-
euros (~I, ~III), Hermes (XVIII), Pan (XIX), Hefesto (XX), Apolón
(XXI), Posidon (XXII), Zeus (XXIII), Hestia (XXN, XXIX), Musas y Apo-
lón (XXV), Tierra (XXX), Sol (XXXI), Luna (XXXII).
. Los cuatro himnos más largos (Deméter, Afrodita, Hermes y Apolón)
tienen una estructura que ha sido calificada como 'arquitectónica' en la
cu?1 hay simetría y desdoblamientos de escenas; los cuatro tiene~, ade-
mas, dos personajes, aunque no de igual importancia: Deméter y Perséfo-
na, Afrodita y Anquises, Hermes y Apolón, Apolón y Leto 29 º.
Los hi:11nos han t~nido ilustre descendencia, ya que se atribuyen algu-
nos a Calimaco (dedicados a Zeus 291, a Apolón, etc.); al estoico Cleantes; a
286 Acerca de puntos de contacto de algunos himnos con los mesopotámicos, cf. DuMAs-
REUNGOAT (2010).
287 Se considera que difícilmente el autor hable de sí mismo con tal elogio.
288 Una actualización de la discusión sobre su unidad y la posibilidad de que sean dos himnos,
0
esta en AnmTTA (2012).
2~9 Así opina JAILLARD (2005). Sobre el tema del parto y su reaparición en Calimaco, Cf.
RooRIGUEZ C!DRE (1998-9).
290 Véase Rouomn-BLANC (2005), JANKO (1981) y RAcE (1982).
291 Sobre éste cf. MIRALLES (1981), CRESPO (2001 y 2002).
_ _ 150
Proclo, filósofo neoplatónico del siglo v d.C. 292; como también hay al menos
un Himno a Dios, cristiano, atribuido a Gregorio Nacianceno o a Dionisio
pseudo-Areopagita. Conservan el metro y la lengua homéricos.
EPIGRAMAS
La Vida de Homero de pseudo-Heródoto incluye en diversos capítulos
dieciséis breves Epigramas, que se deberían al poeta. En vez de estar com-
puestos en dísticos elegíacos, lo están en hexámetros épicos con lengua
que imita la homérica y con recursos homéricos (por ejemplo, el epíteto
"Zeus que porta la égide", 4: 3). Están dirigidos, con diversa extensión, a
los neotiquenses, a los cimeos, a los eritreos, a Midas; a Posidón, al cabrero
Glauco, a marineros, pescadores, a un pino, a una sacerdotisa. El Epigrama
15 añade dos trímetros yámbicos como cierre.
LAS OBRAS PARÓDICAS
Batracomiomaquia
Tanto Aristóteles en su Poética como Zenón, el estoico, (I 63.6 von Ar-
min) y la Vida atribuida a Proclo mencionan como obra homérica la Ba-
talla de las ranas y los ratones, poema paródico en trescientos tres hexá-
metros, conservado completo293 • El comienzo dice "Al iniciar la primera
línea, ruego que el coro del Helicón venga a mi corazón, a causa del canto
que recientemente puse en tablillas sobre mis rodillas" (vv.1-3). Se refiere
a un poema puesto ya por escrito, para cúyo canto pide la inspiración de
las Musas. Si es tradicional el proemio, resulta novedosa la indicación de
haber 'escrito' el poema.
La sed de venganza por la muerte de un ratón genera una guerra entre
éstos y las ranas; los héroes tienen nombres connotativos, que los carac-
terizan más al estilo cómico que al épico-trágico, sus armas están hechas
de vegetales pero les permiten sangrientos combates; hay invocaciones a
las Musas, heraldos y detalladas descripciones de muertes. Los dioses no
quieren participar, pero Zeus logra poner en fuga a los ratones mediante un
ejército de cangrejos que les cercenan colas y patas. En un pasaje (180 ss.),
Atenea responde a su padre que se halla muy molesta porque un ratón royó
292 Cf. VAN DEN BERG (2001). WEsT (1970) le atribuyó el himno homérico a Ares.
293 Pseudo-Plutarco, en la Vida de Homero, menciona la obra, junto con el Margites, pero no
las considera homéricas. Los versos 42-52 se hallan incluidos en la llamada "prosodia bizantina"
del poema. Los vv. 210-222 fueron atetizados por Allen. Sobre la tradición manuscrita véase al1ora
MIGOUBERT (2003).
151-
 son antecedentes de la comedia. El poema se conservó al menos hasta el
su peplo, tejido por ella misma, y ahora se encuentra en apuros porque no siglo XI, aunque ahora está perdido, salvo por escasos f~agmentos, q~ed:n
tiene cómo devolver el préstamo que pidio; también está enojada con las siete, transmitidos por citas. En uno se conserva el epiteto de ~~?lon, el
ranas porque no la dejaron dormir. Es decir, es una diosa presentada al es- que hiere de lejos", pero el tono y el asunto chocan con esa trad1mon.
tilo de la comedia, totalmente humanizada y preocupada por pequeñeces
de la cotidianeidad. Asimismo, se incluye el motivo literario del soldado
que arroja el escudo para huir (224 s.) 294 y el tópos épico de cuestionar los
orígenes y procedencias del forastero (13 ss.).
La Vida de Homero se refiere a la Batracomiomaquia como un páig-
. nion, un 'juego', un tipo de composición paródico-burlesca que resultaban
atractivas a los cínicos. El tono solemne empleado para semejante asunto
hace del poema una fábula-épico-paródica muy bien aceptada por la tra-
dición, comparable con el Elogio de la mosca de Luciano o el Elogio de la
calvicie de Sinesio, que parodian los encomios retóricos. El poeta bizan-
tino Teodoro Pródromos, del siglo XII, imitó el poema 'homérico' en su obra
de gran difusión, Combate del gato y los ratones, una 'tragedia' en trímetros
yámbicos 295 •
No fue este poema el único en su género: hubo una Batalla de las ara-
ñas (Arakhnomakhía), queda algún fragmento papiráceo de la Batalla de
la comadreja y los ratones (Galeomyomakhía) y Estrabón menciona una
Batalla de las grullas (Geranomakhía).

Margites
El Margites, epopeya satírica, también es mencionada como homérica
por Aristóteles en su Poética (IV 10), por Proclo en Vida y por Arquíloco
(cf. fr.153 B). Pero algunos lo atribuyen a Pigres. El título es el nombre del
personaje, originado del adjetivo márgos, que significa 'insensato, presun-
tuoso, libertino, glotón' y del verbo margáino que es 'ser necio'. Algunas de
estas características tendrá, por ejemplo, el soldado de la pieza plautina
Miles gloriosus o 'Soldado fanfarrón', que ciertamente tiene precedentes
en la comediografía griega2 96 • Dion Crisóstomo (67: 4), Apostolio (11: 7), la
enciclopedia Suda, consideran a este personaje como el tonto por antono-
masia: inútil para toda tarea, no sabe contar, no sabe si lo parió su madre
o su padre, no sabe qué hacer con su esposa, pretende medir las olas ... Es
un antihéroe.
Aunque predomina el hexámetro, también incluye trímetros yámbicos,
quizás su testimonio más antiguo. Tanto esto cuanto el personaje grotesco

294 Cf.flíada22: 304, aspudí.

295 Véase la edición con estudio y traducción de GARciA RoMERO (2003).
296 Cf. CAVALLERO (1996, Nº 115).
153 _ _
_ _ 152
 Epílogo
Cuando se menciona a "Homero", mucha gente seguramente lo relacio-
na con Homero Adams o con Homero Simpson. Fuera de los valores cul-
turales que estos personajes de la televisión y el cine puedan transmitir
o satirizar, es bueno que se haya rescatado en ellos el nombre del primer
poeta de Occidente. También cotidianamente aludimos a él cada vez que
calificamos como 'una odisea' un viaje lleno de rodeos, aventuras o proble-
mas.
Homero influyó en la cultura griega como una especie de 'libro de cabe-
cera' -se dice que Alcibíades lo leía como escolar y que Alejandro Magno
usaba flíada como almohada297- , libro que todo joven debía conocer e in-
cluso recitar de memoria porque los griegos veían en él el reservorio de
los valores heredados y dignos de ser conservados 298 • Su obra reunía, en
sus dialectos, personajes y ámbitos, todas las variantes de Grecia; su estilo
merecía ser imitado, no sólo por Ésquilo en su majestad sino también por
el poeta Estesícoro, a quien se calificó de "homerísimo" (De lo sublime 13:
3), o bien adaptado, como hizo Safo 299; incluso se utilizó el texto homérico
como respuesta oracular. No en vano Platón dijo "este poeta ha educado a
Grecia" (República 606 E). Se rindió culto al poeta: él dio gloria a las per-
sonas y ciudades que mencionaba y fue base del sistema educativo grie-
goªºº. Los episodios de su épica reaparecen en la tragedia301, son aludidos
o parodiados en la comedia302 y en el drama de sátiros303, son evocados por
los historiadores, comparando, por ejemplo, la hazaña de la Guerra de Tro-
ya con la de las Guerras Médicas. También ha marcado el camino la lírica
de Homero304, usan su lengua y su metro poetas didácticos; lo imitaron y

297 Plutarco,Alcibíades 7:1,Alejandl'D 8: 2.

298 Cf. Jenofonte Banquete III 5.
299 Por ejemplo, pasar el 'esplendor' del guerrero al esplendor del amante; sobre este recurso
cf. LE MEUR-WEISSMAN (2006).
300 Sobre este 'culto' cf. KlMMEL (2006).
301 Cf. por ejemplo NmoLSKY (2008-9) acerca de su influjo en Hipólito de Eurípides, y DEL!
(1991-2) a propósito de Hécaba. Sobre la intromisión del concepto de 'mímesis' en la épica cf.
ZECCHIN DE FASANO (2000 b).
302 Ver por ejemplo LAMDER'l'ERIE (1998),BASTIN-HAMMOU (2008-9),BOULIC (2008-9). También
DnULES (1998), DELOINCE-LOUE'l''l'E (2000).
303 Sobre el infü¡jo de Homero en el Cíclope de Eurípides hay abundante bibliografía. Véanse,
por ejemplo, como específica MASQUERAY (1902), aunque todos los trabajos sobre el drama, en
mayor o me11or medida, hacen comparaciones.
304 Véase por ejemplo Sc1mnE (2007 b) para el uso de recursos homéricos en Safo.

155 _ _

continuaron otros autores de epopeyas e incluso autores de otras lenguas,
como Livio Andronico, Virgilio y Ovidio305• Él fue causa primordial del ini- Bibliografía
cio de los estudios literarios y filológicos. Con razón ha señalado Cicerón:
La bibliografía sobre Homero y
la épica es prácticamente inabarca-
"Se ha dicho también que Homero era ciego; pero vemos pintura
ble; comprende trabajos acumula-
de él, no poesía: ¿qué región, qué costas, qué lugar de Grecia, qué
aspecto y forma de la lucha, qué ejército, qué remadura, qué movi- dos a lo largo de siglos de estudios.
miento de hombres, qué fieras no pintó de tal modo que hizo que Como muestra el listado de "ele-
viéramos nosotros lo que él mismo no vio?" (Tusculanas 5: 114). mentos de bibliografía", publicado
por la revista Gaia 7 en 2003, reúne
solamente libros (no artículos ni
Más allá de todo lo que pueda ser dicho o escrito sobre él y sobre su obra, la
mejor manera de conocerlo es leer su producción, al menos en una versión capítulos) y suma veinticuatro pá-
en lengua moderna. Así como el arte plástico, ciertas novelas modernas ginas de títulos.
o el cine pueden despertar un interés que lleva al público a acercarse a La siguiente, pues, no es más que
los textos homéricos, esperamos que esta introducción tenga un efecto una lista mínima, sugerida como
similar. Nadie es la misma persona después de leer a Homero. guía accesible.
Algunas ediciones
ALLEN, T, (1917): Homeri opera editio altera,
t. III y IV.
ALLEN, T. (1946): Homeri opera, Oxford.
ALLEN-HALLIDAY (1980): Homeric hymns,
Amsterdam, Makkert.
AME!S, K.-HENTZE, C. (1905): Homers Ilias,
Leipzig und Berlin, Teubner.
BÉRARD, V. (2 1933): L'Odysée, poésie /10méri-
que. París, Les belles lettres.
cJ..ssoLA, F. (2 1981): Inni omerici, Fondazio-
ne L. Valla, Milano, Mondadori.
DIDOT, F. (1930): Homeri carmtina et cycli
epici reliquiae, París.
DINDORF, G. (1878): HOMERUS, Odyssea.
Leipzig, Teubner.
DÜBNER, F. (1845): Cycli epici reliquiae, en
A. Didot, Homeri carmina, París.
HOCHEGGER, F. (1854): Illiada, Vindobo-
nae, Gerold.
HUMBERT,J. (1951): Homere, Hymnes.
Paris, LBL, 1951.
KINKEL, G. (1977): Epicorum Graecorum
305 Incluso en el Sat'IJricon de Petronio hay alusiones a la épica homérica; cf. CAnMIGNANI
fragmenta, Leipzig.
(2008-2009). La bibliografía que estudia la relación entre Homero y Virgilio es abundantísima.
LEAF, W. (1960): Homerus, The Iliad. Am-
Sobre la reescritura de Odiseo en Ovidio, véase por ejemplo ToLA (2001) y sobre su transformación
en Horacio cf. FEDELI (1993). sterdam, Hakkert.
_156
MAZON, P. (1948): Homere, Iliade. París,
Les belles lettres.
MONRO, D.-ALLEN, T. (1957-9): Homeri
opera, oxford, clarendon, 1938-9.
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London-Cambridge, Heinemann-Harvard
(Loeb).
PIERRON, A. (1875): Homere, Odysée, Ba-
trac/iomyomac/iie, Hymnes, Epigrammes. París,
Hachette.
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Hildesheim, Georg Olms.
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heim, Georg Olrns.
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Basilea, Helbing & Lichtenhahn.
VON DER MÜHL, P. (3 1962): Homeri Odyssea,
Stuttgart, Teubner.
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A.HOECKSTRA,J, Russo, M. FERNÁNDEZ-
GALIANO (1981); Hornero, Odissea; traduzione
di G. Privitera, Mondadori Editare.
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Batracomiomaquia. Madrid.
BERNABÉ, A. (1979): ANÓNIMO, Fragmentos
de épica griega arcaica, introd., traducción y
notas de Alberto Bernabé, Madrid, Gredas.
CRESPO, E. (2000): HOMERO, J/(ada; trad.
de Emilio Crespo. Madrid, Gredas.
HOMERO, Himnos, Pasto, 1938.
M!RALLES, c. (1990) = HOMERO, Himnos.
Margites. Batracomiomaquia. Epigramas. Frag-
mentos, trad. de Lluís Segala, introd. de Caries
Miralles, Barcelona, Libro Clásico.
Estudios (selección):
ABRITTA, A. (2010): "Sobre las posibilida-
des de un análisis coral en //(ada l. 53-305",
AFC 23, 7-62.
ABRITTA, A. (2010 b): "Sobre lapo-
sibilidad de la correspondencia entre la
forma del hexámetro dactílico y el oup,o~
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