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B-Barham y Mitchell 2008, Pp. 144 A 158
B-Barham y Mitchell 2008, Pp. 144 A 158
• Homininos asociados
Los homínidos asociados con los sitios clave mencionados en el texto son los primeros
Homo, en particular H. erectus [1].
[1]3 análogo a una maleza exitosa que desarrolla un nuevo nicho adaptativo en respuesta
a cambiantes presiones selectivas (Cachel y Harris 1998). Para los primeros Homo, las
presiones selectivas fueron causadas por el cambio climático ~1.8 Ma, con un aumento
en la aridez, especialmente en África, creando paisajes con recursos alimentarios más
desiguales y ampliamente dispersos. El nicho fue ocupado por un forrajeador / forager /
de cuerpo grande, cerebro relativamente más grande, asistido por artefactos y con una
dieta de alta calidad basada en un aporte sustancial de carne, un gran rango de acción y
una historia de vida caracterizada por una tasa de maduración lenta (Aiello y Wells 2002;
Antón 2003). Esta combinación de atributos biológicos y comportamentales hacen que el
H. erectus se parezca más a los humanos modernos en su estilo de vida en comparación
con los homininos anteriores y contemporáneos. Pág.11
• Arqueofauna asociada
La arqueofauna asociada incluye una variedad de grandes mamíferos, como animales
pastoreadores y ramoneadores, que representan entre el 15% y el 25% de la mayoría de
los conjuntos fósiles antes de 1,8 Ma. A partir de entonces, el saldo cambió a favor de los
pastores, que representan hasta un 45% de las especies fósiles. Este cambio se refleja en
la extinción de varios taxones de grandes depredadores felinos dientes de sable
(machairodontes) e hienas que sobrevivían mediante la caza estilo emboscada en hábitats
más boscosos [3].
[3]4 se refleja en el cambio en la composición de las comunidades de grandes mamíferos
(Bobe y Behrensmeyer 2004). Antes de 1.8 Ma, los animales pastoreadores 1 representan
entre el 15% y el 25% de la mayoría de los conjuntos fósiles, con ramoneadores 2 y
especies arbóreas conformando la mayor parte de la biomasa de los grandes mamíferos
(Vrba 1995). A partir de entonces, el saldo cambió a favor de los pastores, que
representan hasta un 45% de las especies fósiles. El cambio también se refleja en la
extinción de varios taxones de grandes depredadores felinos dientes de sable
(machairodontes) e hienas que sobrevivían mediante la caza estilo emboscada en hábitats
más boscosos (Turner 1999: 85). Pág. 2
• Tipos de conjuntos y/o asentamiento/sitio
Los conjuntos y/o asentamientos asociados con los homininos incluyen campamentos
base, sitios de matanza de carnívoros, escondrijos de rocas, y lugares preferidos donde la
comida era abundante y la protección ofrecida por los árboles permitía a los homininos
comer, dormir y socializar, creando con el tiempo densas concentraciones de restos [2].
[2]Hasta principios de la década de 1980, los arqueólogos generalmente asumían que las
asociaciones de artefactos líticos con los restos de grandes mamíferos constituían
evidencias de una asociación comportamental directa en la que los sitios reflejaban áreas
de desposte o de habitación en el caso de las densas concentraciones. de material, como
en FLK 22 (FLK Zinjanthropus ) y los contornos de roca de un supuesto círculo de
cabañas en el sitio DK (ver Binford 1981), ambos en la Bed I de Olduvai (M. Leakey
1971). análogos etnográficos contemporáneos, los pisos de habitación se interpretaron
como campamentos de cazadores-recolectores donde los grupos sociales compartían
alimentos derivados de una división del trabajo basada en el género, con machos
cazadores y carroñeadores, y hembras recolectoras. Se pensaba que tales campamentos
base habían proporcionado los contextos sociales para la evolución de otros rasgos
humanos, incluyendo al lenguaje y la monogamia (Isaac 1978). Los testeos posteriores
del modelo de campamentos base han combinado análisis comparativos de otros sitios
como Koobi Fora (Isaac 1981) con reevaluaciones tafonómicas y estudios experimentales
sobre la formación de los conjuntos en Olduvai, incluyendo el impacto del consumo de
carcasas por humanos contra el de carnívoros. (Binford 1981, 1988; Bunn 1981, 1986;
Pág. 8
Además de todos estos puntos, cada análisis de las respectivas lecturas deberá considerar:
• ¿Cuál es el tema/problema central del texto?
El tema central del texto es la evolución de la especie homínida H. erectus, su capacidad
para adaptarse a cambios climáticos y expandirse a nuevos hábitats, así como su dieta,
comportamiento social y el desarrollo de tecnologías en respuesta a condiciones
ecológicas cambiantes. El texto aborda cómo estos factores interrelacionados han
influido en la evolución de H. erectus y en el patrón humano de una historia de vida
extendida.
• ¿Cuáles son las características principales de los materiales hallados y cómo son
analizados por los autores/as para llegar a las conclusiones planteadas?
Los autores analizan las asociaciones de artefactos líticos con los restos de grandes
mamíferos para comprender las estrategias de subsistencia de los homínidos. Utilizan
análogos etnográficos contemporáneos y observaciones de las oportunidades
contemporáneas de carroñeo y recolección de plantas en ambientes de sabana para basar
interpretaciones alternativas a los conceptos tradicionales de campamentos
base. Además, se realizan reevaluaciones tafonómicas y estudios experimentales sobre la
formación de los conjuntos en sitios como Olduvai, incluyendo el impacto del consumo
de carcasas por humanos contra el de carnívoros. Estos análisis les permiten comprender
las asociaciones de hueso y roca como el resultado del transporte de rocas a los sitios de
matanza de carnívoros, el uso repetido de lugares preferidos donde la comida era
abundante, y como lugares a los que la carne era transportada y defendida comunalmente
contra los competidores. Además, se considera la cantidad de carne disponible, la
frecuencia de su consumo y los métodos para su aprovisionamiento, así como el acceso
temprano a una carcasa mediante el carroñeo activo o la caza. Estos análisis de las
asociaciones de artefactos líticos con los restos de grandes mamíferos proporcionan
evidencia sobre la cual basar interpretaciones alternativas al concepto de campamentos
bases y permiten comprender las estrategias de subsistencia de los homínidos. [2].
Además, se considera el registro de cambio climático, con indicadores marinos y
terrestres que resaltan una tendencia hacia una mayor aridez y una expansión asociada de
pastizales. Estos registros de cambio climático son considerados en conjunto con las
características biológicas y comportamentales de H. erectus, como su capacidad para
forrajear, su dieta de alta calidad basada en un aporte sustancial de carne, su gran rango
de acción y su historia de vida caracterizada. por una tasa de maduración lenta. Estos
análisis permiten comprender cómo H. erectus se adaptó a paisajes más abiertos con
distribuciones irregulares. Pág. 8
Resumen
Los autores analizan las asociaciones entre artefactos líticos y restos de grandes
mamíferos para comprender las estrategias de subsistencia de los
homínidos. Utilizan analogías etnográficas contemporáneas y observaciones de
oportunidades de recolección de basura y recolección de plantas en ambientes de
sabana para desafiar los conceptos tradicionales de los campamentos base.
Realizan reevaluaciones tafonómicas y estudios experimentales sobre la formación
de ensamblajes en sitios como Olduvai, considerando el impacto del consumo
humano de cadáveres versus carnívoros. Esto les ayuda a comprender las
asociaciones de huesos y rocas como resultado del transporte de rocas a los sitios
de matanza de carnívoros y el uso repetido de lugares preferidos con abundante
alimento.
El análisis también considera la cantidad de carne disponible, la frecuencia de
consumo y los métodos de aprovisionamiento, así como el acceso temprano a los
cadáveres mediante la recolección activa de basura o la caza. Estas asociaciones
proporcionan evidencia de interpretaciones alternativas de los campamentos base y
conocimientos sobre las estrategias de subsistencia de los homínidos.
Además, los autores consideran los registros del cambio climático, incluidos
indicadores marinos y terrestres, que destacan una mayor aridez y la expansión de
los pastizales. Estos registros, junto con las características biológicas y de
comportamiento de H. erectus, ayudan a comprender su adaptación a paisajes
abiertos con distribuciones irregulares.