Facultad de Economía, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)

HOMENAJE A NARCISO BASSOLS

Author(s): JORGE TAMAYO LOPEZ PORTILLO
Source: Investigación Económica, Vol. 26, No. 101/102 (Enero-Junio de 1966), pp. 120-123
Published by: Facultad de Economía, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)
Stable URL: https://www.jstor.org/stable/42776899
Accessed: 22-12-2022 07:47 UTC

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 HOMENAJE A NARCISO BASSOLS

JORGE TAMAYO LOPEZ PORTILLO

Nos encontramos reunidos en el Auditorium Narciso Bassols de la Es-

cuela Nacional de Economía para rendir homenaje, en el sexto aniver-
sario de su muerte, al fundador de la carrera de economista en nues-
tro país; pero también para rendir tributo a un ilustre mexicano que
dedicó siempre sus mejores esfuerzos al servicio de las causas más
nobles.
Bassols presenta diferentes facetas interesantes durante su vida;
sin embargo, hay que resaltar, en este Auditorium que lleva su nom-
bre, la visión que tuvo para lograr el establecimiento dentro de esta
Universidad de la carrera de Licenciado en Economía.
Como era natural, durante el siglo pasado distinguidas personali-
dades del mundo intelectual, preocupadas también por los problemas
sociales, económicos y políticos, cultivaron lo que se llamó por mucho
tiempo la Economía Política.
En la primera mitad del siglo pasado se destacaron -de diversas
maneras-, examinando nuestros problemas, emitendo opiniones y ac-
tuando, personajes que tenían la preparación académica humanística,
como Fray Servando Teresa de Mier, Mariano Otero, Lucas Alamán
y José Ma. Luis Mora; hombres de empresa como Esteban de Antu-
ñano, pero todos ellos autodidactas en el campo de la ciencia eco-
nómica.

Asimismo, durante la Reforma, siguieron algunos estudiosos y ac-

tores en esta gran transformación, en la que se tuvieron objetivos eco-
nómicos tan importantes como la desamortización y, más tarde, la na-
cionalización de los bienes del clero. Habría que recordar a Ponciano
Arriaga con su famoso voto particular pidiendo en 1856 una reforma
agraria, a Francisco Zarco, Melchor Ocampo y a Miguel Lerdo de
Tejada; pero todos ellos siguen siendo autodidactos de base acadé-
mica humanística.

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En 1856 aparece el Catecismo de E

L. Pidal, que el maestro Silva Herzog
dáctica sobre economía, escrita y edita
xicano", y en esos mismos años circula
llermo Prieto.
En el resto del siglo surgen otros ilutres autodidactas en econo-
mía, pero formados con base en una preparación jurídica; son ex alum-
nos de la Escuela Nacional de Jurisprudencia, que estudian economía
y cuyas funciones oficiales o la atención de sus negocios los hacen ac-
tuar en cuestiones económicas. Ya en esa Escuela de Jurisprudencia
se impartía la economía pero como una asignatura aislada dentro del
programa de estudios. Surgen así Joaquín D. Cassasús, José Ivés Li-
mantour, Enrique Creel, Matías Romero, Carlos Díaz Dufoo, Pablo
Macedo y, como excepción, el Ing. Francisco Bulnes.
La Revolución Mexicana tuvo también que crear sus economistas
de base académica diversa; pero con gran inquietud y deseo de reno-
vación: Andrés Molina Enriquez, Fernando González Roa, Rafael
Nieto, Luis Cabrera y Alberto J. Pani son algunos de ellos.
Al iniciarse la etapa constructiva de la Revolución, se hizo patente
la necesidad de disponer de economistas profesionales, por lo que en
la Escuela Nacional de Jurisprudencia y en la Escuela Nacional de
Agricultura se dio importancia a la enseñanza de esta disciplina, si
bien en forma colateral y reducida.
Por ello un nuevo grupo de autodidactas, destacándose entre ellos
Jesús Silva Herzog, Francisco Zamora, Eduardo Villaseñor, Miguel
A. Quintana, Manuel Gómez Morín, Miguel Othón de Mendizábal,
presionaban para crear la carrera de Economista dentro de la Uni-
versidad.
A fines de 1928 Narciso Bassols fue designado Director de la Es-
cuela Nacional de Jurisprudencia y, en febrero inmediato, presenta
un proyecto de Plan de Estudios para la carrera profesional de Licen-
ciado en Economía.
A continuación me permitiré dar lectura a la parte del Plan de
Estudios en que se explica y justifica esta decisión.
Decía Bassols:
"Se observará fácilmente que el Plan de Estudios organiza no só-
lo la carrera de Licenciado en Derecho, sino también el Doctorado en
Derecho, la Licenciatura en Ciencias Sociales y el Doctorado en Cien-
cias Sociales
"Por tanto, la organización académica de los estudios se ha con-
servado en el Plan que traza los derroteros culturales de la Facultad;

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pero la realización práctica de las carre

dos de ellas: la de Licenciado en Derech
nomía . ♦ ."
"La segunda licenciatura, la de Econom
da en 1929. Es la forma en que la Unive
viable su esfuerzo de renovación de la Facultad de Derecho, unida a
un intento de creación de especialistas que sustituyan a los abogados
en el ejercicio de funciones técnicas de carácter financiero público y
privado, funciones que los abogados han venido desempeñando como di-
letantes, por la carencia de verdaderos profesionistas en la materia . ♦ ."
4 'En México, el estudio de nuestra economía nunca ha tenido los
caracteres que exige un buen conocimiento del país:
a) No ha sido un estudio sistemático, organizado, completo;
b) No ha sido un estudio colectivo, social, sino -en el mejor de
los casos- una labor de autodidactas que precisamente por lo general
y aislado de su esfuerzo no han podido -como ha de conseguirlo un
organismo público- imprimirle a sus investigadores el sello de obra
común, impersonal, que toda ciencia ofrece
"Por esa necesidad de que los fenómenos económicos mundiales
y del país se conozcan científicamente, de que se desarrolle una la-
bor de investigación permanente de las formas concretas de la econo-
mía nacional para pasar de ellas al establecimiento de leyes y principios
inalterables; por las necesidades también de que la aplicación efectiva,
diaria, de los principios fundamentales, se haga por técnicos íntima-
mente informados del proceso de nuestra economía; por todo ello y
más, la Universidad no ha dudado sobre la ventaja inmediata de la
organización de la Licenciatura en Economía
Sigue afirmando Bassols:
"Muy pronto el Estado, reconociendo el carácter técnico económi-
co de numerosos e importantes puestos públicos, organizará el servicio
civil de los economistas mexicanos, asegurándoles el desempeño de
aquellas funciones del Estado que requieren conocimientos especiales
en la materia.
"De esta suerte, con un monopolio en su favor como el que disfru-
tan los abogados, los economistas asegurarán el interés por su carrera
y podrán ser llamados a cuentas sobre la eficacia de su labor, cuando
la responsabilidad, con los cargos, se les haya puesto en las manos . .
Saltan a la vista la sensatez y la visión del licenciado Bassols; con
gran lucidez previo la necesidad de sistematizar y orientar los estudios
de economía recogiendo el gran acervo mundial para ser aplicado a
nuestra patria.

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Como una consecuencia lógica, prog

de la Escuela Nacional de Jurispruden
de la Economía; creó un selecto grupo
en el ejercicio de la cátedra afinaron su
1935, se transformó en una nueva Escuela universitaria, siendo su
primer director Enrique González Aparicio.
Pero si bien a Narciso Bassols los economistas le debemos en gran
medida la existencia de nuestra Escuela por el gran impulso que le dio
al estudio sistematizado de la economía, también es cierto que los eco-
nomistas y alumnos de esta Escuela tienen en él un ejemplo a seguir,
pues como maestro y hombre público fue de una integridad moral que
le permitió estar al lado en las luchas más justas tanto en el panora-
ma nacional como en el ámbito internacional.
Narciso Bassols no creía en el universitario de gabinete, ni creía
en la posibilidad de que las ciencias sociales se desenvuelvan al mar-
gen de la sociedad de la que surgen. Bassols creía en la actividad crea-
dora y desinteresada del científico, que dotado de instrumentos teó-
ricos de análisis, abreva en la realidad, la estudia profundamente y
contribuye a cambiarla en beneficio de las grandes mayorías. Por eso
el mejor homenaje que profesores y alumnos de esta Escuela podemos
hacer a Bassols es esforzarnos por ser cada día más capaces, por plan-
tear soluciones realistas y eficaces a los problemas económicos del
pueblo, y por mantener la tradición progresista y elevar el nivel aca-
démico de una E scuéìa en la que se tiene conciencia de que la econo-
mía es una ciencia social y no una mera herramienta de carácter téc-
nico.

Proceder así no sólo constituirá el mejor homenaje a un gran lu-

chador y maestro como Narciso Bassols, sino que será también la me-
jor manera de responder al pueblo, cuyos esfuerzos hacen posible que
unos cuantos miles de mexicanos podamos tener una educación uni-
versitaria.

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