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SEMANA 31
NOS ESCUCHAMOS PARA ENTENDERNOS MEJOR
Objetivo de la sesión:
A través de la lectura del cuento, los niñ os y niñ as aprenderá n a escuchar a los demá s.
Comprenderá n que todas las personas necesitan ser escuchados, y que la escucha es una
habilidad de cariñ o, de muestra de afecto y de apoyo. En ocasiones nos ocupamos de
contar nuestros problemas, nuestras anécdotas y nuestras opiniones y no nos
preocupamos de escuchar a los demá s.
INICIO DE LA SESION:
1.DINAMICA: El objetivo principal es conseguir que el que hace del rol de ciego ponga en
prá ctica la escucha activa, prestando mucha atenció n a lo que sus compañ eros le dicen sin
distraerse.
EL CIEGO
En este ejercicio se dividen a los asistentes en dos equipos, haciendo que cada equipo elige
entre sus miembros a una persona que actuará haciendo de “ciego”.
La actividad consiste en hacer que el ciego, quien tendrá los ojos vendados, vaya de un
lado a otro de la sala o del campo donde se haga el ejercicio tratando de esquivar una serie
de obstá culos como por ejemplo mesas, sillas, colchonetas… Para poder esquivarlos sin
hacerse dañ o ni chocar deberá estar pendiente de las instrucciones que le dé sus
compañ eros.
El dinamizador cronometará cuá nto tiempo tarda cada equipo en conseguir que su ciego
llegue a la meta, aunque realmente esto no es el objetivo principal de la actividad.
Había una vez un patito parlanchín. Era un patito muy sociable y extrovertido, al que le
gustaba mucho hablar, en muchas ocasiones hablaba y hablaba sin parar. Cuando estaba
con sus amigos hablaba y hablaba sin parar y solía ser el centro de atenció n allá donde
fuera.
A todos les gustaba mucho escuchar al patito parlanchín, ya que era muy gracioso, y
simpá tico, y siempre tenía historias y anécdotas
interesantes que contar. Pero ocurrió que el
patito parlanchín se acostumbró a ser el centro
de atenció n y cada día hablaba má s y má s. Tanto
hablaba que se olvidó escuchar a los demá s. El
patito parlanchín pensaba que su conversació n
era muy interesante, así se lo habían hecho saber
muchas veces, y pensaba también que los demá s
no tenían cosas interesantes que contar.
Así fue como, pronto todos sus amigos
empezaron a hartarse de escucharle sin ser
escuchados. Comenzaron a cansarse de no ser
escuchados. Ellos también necesitaban contar sus
cosas, ellos también necesitaban dar sus
opiniones y sus ideas y contar lo que les preocupaba o lo que les pasaba en su día a día.
Poco a poco el patito parlanchín se fue quedando solo. Sus amigos no le llamaban y
siempre tenían algo que hacer cuando el patito parlanchín intentaba quedar con ellos. El
patito parlanchín se puso muy triste porque no tenía quien le escuchase. Necesitaba hablar
y sentirse escuchado. Fue entonces cuando se dio cuenta de que él no había escuchado a
sus amigos durante mucho tiempo. Comprendió que éstos seguramente también
necesitaban ser escuchados. Comprendió que seguramente se habrían sentido solos al no
poder expresar lo que les preocupaba.
Al comprender esto, pudo saber porque sus amigos ya no le llamaban, pudo saber que
necesitaban ser escuchados.
Decidió reunirlos a todos y con mucho esfuerzo lo consiguió . Para sorpresa de todos, el
patito parlanchín estuvo callado, escuchando atento a todos ellos, uno a uno.
Desde entonces, el patito parlanchín, sigue siendo un patito muy simpá tico y hablador,
pero ahora ha aprendido a escuchar a sus amigos.
2. SE BRINDARÁ UNA PEQUEÑA EXPLICACIÓN DE LA IMPORTANCIA DE ESCUCHAR A
LOS DEMÁS
Saber escuchar es una tarea difícil. De hecho, lo es incluso para todos aquellos
profesionales que se dedican a ello, psicó logos incluidos.
Sí que es un arte, porque no todo el mundo sabe hacerlo. Permanecer callado hasta
que el otro acabe de hablar no es escuchar, estar pensando en lo que vas a decir
mientras el otro comenta su idea no es escuchar. Escuchar es procesar lo que estoy
oyendo, darle un significado y hacer un esfuerzo por intentar comprender, desde el
lugar del otro, aquello que comparte con nosotros. En este sentido el silencio a
veces dice mucho má s que las palabras, y por ello es importante saber utilizarlo.
Así como hay un arte de bien hablar, existe un arte de bien escuchar, decía Epicteto
de Frigia. Los añ os pasan por esta frase, pero no el sentido. Y má s en un momento
en el que el exceso de informació n nos convierte en sordos no solo de lo que
ocurre lejos de nosotros sino de las personas que tenemos má s cerca. La tele, el
mó vil, latablet, los videojuegos, la falta de tiempo… nos hacen estar en nuestro
mundo y, sin ser conscientes, nos alejan de nuestra realidad inmediata
Consejo para terminar escuchando mejor a otros:
Cierra los ojos y abre tus oídos, apaga tus labios y enciende tus orejas, desconecta tu
cerebro y conecta tu corazón, ahora sí estás preparado para escuchar.
CIERRE: Realizar las actividades del estudiante.
ACTIVIDADES PARA EL ESTUDIANTE (1ºP)
8. Piensa en alguna ocasió n en la que te hayas hablado sin escuchar a los demá s
1. ¿Có mo crees que se sentían?