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https://redaccion.lamula.pe/2018/01/24/las-tablas-de-sarhua-cuando-el-arte-peruano-no-es-
comprendido-por-los-peruanos/albertoniquen/
Se recomienda definir los conceptos antes de usarlos. Se puede dar prioridad algunos
conceptos en el análisis, sin embargo, es importante usarlos todos y, en caso se priorice un
grupo explicar por qué. Se recomienda hacer uso de las lecturas vistas en clase para
contextualizar
RESPUESTA:
El caso de Primitivo Evanán y las tablas de Sarhua nos muestra distintas maneras en las que se
pueden articular nociones sobre el arte subalterno, la construcción de memorias y discursos, y
cómo estos no logran calar y hasta llegan a ser antagonistas respecto a expresiones y nociones
más hegemónicas o lo que se suele llamar “discurso oficial”.
En ese sentido, las tablas mencionadas en el caso, elaboradas por Primitivo y por la
organización que él fundó: la Asociación de Artistas Populares de Sarhua, son representaciones
de la memoria colectiva de la comunidad en la que se encuentran basadas las tablas. Con estas
representaciones artísticas, se representa la “historia” de la comunidad, desde orígenes,
fiestas tradicionales, hasta el período de violencia vivido durante el Conflicto Armado Interno
(CAI). Por ende, se consideran representaciones de la memoria colectiva en tanto se enfocan
en el grupo en sí y en los cambios en sus relaciones con otros colectivos (Halbwachs, 2004b,
p.219). De esta manera, las tablas que muestran los sucesos del CAI, que no dejan de
enfocarse en el grupo que encarna la comunidad de Sarhua en un tiempo-espacio específico,
muestra también la manera en cómo se vincularon con los grupos de las Fuerzas Armadas y el
Partido Comunista Peruano - Sendero Luminoso, ambos grupos externos. Esto, en el caso de
Primitivo, es también producto de un enlazamiento de su propia memoria individual, que a
efectos de procesos de socialización, se constituye como parte de la memoria colectiva del
grupo representado en cuestión. Sin embargo, el propio Halbwachs precisa sobre este punto
que la memoria colectiva no es una mera agregación de memorias individuales (2004a, p.54),
sino que la memoria colectiva tiene sus propias lógicas de funcionamiento, pudiendo llegar a
tener tendencias contradictorias. En otras palabras, la memoria individual de Primitivo, que es
sin duda también influenciada por su entorno, se enfoca en su propia vida y agencia en Sarhua
y en la provincia de Víctor Fajardo, donde en 1983 también pintó las piezas artísticas que
mostraban lo que vivía en la época del CAI, conformando así una de muchas vivencias
individuales que se constituyen en una memoria del colectivo que se evoca y se complejiza de
manera distinta.
Respecto a la memoria histórica, esta corresponde más al gran relato del CAI, en donde las
memorias de Primitivo o de Sarhua son una pieza que encaja, y hasta llega a ser minimizada,
dentro de grandes relatos sobre lo que aconteció en aquel período a nivel nacional.
Justamente, estos grandes relatos pueden contrariar los relatos más individuales o colectivos,
en la medida en que la memoria histórica se constituye por registros más hegemónicos y que
encarnan relaciones de poder y de dominación respecto a discursos que se encarnan en la
subalternidad. Es posible ejemplificar este caso en la confiscación de las piezas que hace la
DIRCOTE, mostrando cómo en el país hay una memoria histórica que antagoniza con relatos
como los de Sarhua, en donde se registra también la violencia política llevada a cabo por las
fuerzas estatales. Esta memoria llega a ser malentendida al punto de ser identificada como
favorable al relato netamente senderista por parte de las fuerzas del orden, lo que representa
un relato hegemónico dominante que representa de manera equívoca las memorias
subalternas.
Como complemento, Scott también reconoce la existencia de un tercer tipo de discurso, que
sería el del discurso anónimo, y que se materializa de forma no tradicional mediante chismes,
chistes, ritos, códigos, entre otros (2000, p.43). Este tipo de discurso expresa la protección de
la identidad de los actores y también rompe con entendimientos más tradicionales donde los
momentos de rebeldía se asocian a discursos ocultos esporádicos. Estos procesos no
encajarían en un entendimiento sin matices, sino que incluso alimentan otros discursos
ocultos. En el caso mencionado, esto se puede ejemplificar en el mantenimiento del
anonimato de ciertos artistas de la Asociación involucrados con las tablas decomisadas. La
propia representación de la represión y violencia de las fuerzas estatales podría, al mismo
tiempo, haber sido en su momento un discurso anónimo que fue circulando y que, con el paso
del tiempo, llegó a materializarse en las piezas mencionadas.
Tal como se ha podido constatar, existe una diversidad de discursos que se han construido en
torno al CAI que corresponden o, incluso, contradicen las diferentes memorias existentes
respecto a tal período de violencia. De esta forma, no es difícil realizar una conexión con lo que
implica la figura y el concepto del “subalterno”, el cual ya ha sido mencionado en las
explicaciones anteriores. Se suele entender la figura del subalterno, ligada a la explicación de
Spivak (2023), como una persona o un grupo de personas que simplemente no encuentran
reproducción de sus discursos en el plano político. Sin embargo, cabe resaltar la aclaración que
Silva Santisteban realiza: “la condición de subalternidad (...) está centrada precisamente en la
calidad de ‘no representable’. No es que el subalterno no hable, (...) sino que su voz no tiene
representación política alguna. Sus gestos y su forma de expresarse no tienen interlocutor. Su
discurso no tiene poder”. (2006, p. 135).
Haber aclarado esto nos permite analizar dos momentos diferentes, pero fundamentales, en la
vida de Primitivo. El primero se da en el año 1983, un contexto en el que fue perseguido junto
a la Asociación por parte de las fuerzas del orden y del PCP - SL en razón de materializar su
memoria, que forma parte de la memoria histórica de la comunidad representada, en su arte.
Esta situación deja en evidencia cómo el CAI transformó no solo las vivencias y subjetividades
de las personas que fueron las principales víctimas, sino que también transformó de gran
manera las representaciones colectivas que se daban de tales personas. Un ejemplo de esta
transformación en las memorias y en las representaciones es que Primitivo ya había logrado
exponer su arte en el año 1975, en Lima. Sin embargo, en este caso, es clara la imposibilidad
de los autores de las obras por representar sus memorias en su propio arte y, en ese
momento, tal imposibilidad se plasma a partir de la represión más extrema. El discurso que el
autor buscaba representar en tales obras no logró tener acceso en absoluto a los principales
mecanismos de reproducción y representación de los productos culturales oficiales, que de por
sí ya se encontraban afectados por la situación de conflicto. Sin embargo, estos mecanismos
dan cuenta de corresponder a un período histórico, temporal y geográfico específico, ya que
miembros de la Asociación optaron por viajar a Estados Unidos, en donde pudieron, por lo
menos, lograr no ser perseguidos. Un segundo momento en el análisis se puede ver a partir de
lo ocurrido con las fuerzas del orden, pero en el año 2017. En este caso, no se dieron amenazas
ni represión, sino que “solo una investigación”. Sin embargo, esta simple acción de
“prevención” podría ser explicada a partir de matices como la mediación que el MALI podría
representar respecto a su posición institucional en tanto al discurso hegemónico. A pesar de
esta mediación, es posible identificar en las fuerzas del orden el enraizamiento de una
memoria colectiva que termina por ligar a la presencia del arte provincial con la figura del
“terrorismo”.
Bibliografía:
La Mula. (2018). Las tablas de Sarhua: cuando el arte peruano no es comprendido por los
peruanos. Disponible en: https://redaccion.lamula.pe/2018/01/24/las-tablas-de-sarhua-
cuando-el-arte-peruano-no-es-comprendido-por-los-peruanos/albertoniquen/ [consultado el
13 de octubre de 2023].
Scott, J. (2000). Los dominados y el arte de la resistencia: Discursos ocultos. Mexico DF.
Ediciones Era p 23-70
Silva Santiesteban, R (2006) Spivak, los subalternos y el Perú. En Hueso Humero N°49
Spivak, G. C. (2023). Can the subaltern speak?. In Imperialism (pp. 171-219). Routledge.