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La elaboración de mi tesis tiene que ver con una vieja inquietud relativa a las modalidades
a partir de las cuales la sociedad de entonces elaboró, significó e interpretó el vertiginoso y
traumático proceso político que se inicia emblemáticamente con el Cordobazo y recorre los
años del terrorismo estatal ¿Qué significados sobre la política, sus instituciones y sus
prácticas, sus dirigentes y sus canales de participación elaboró la sociedad de entonces?
¿Qué valores, sentidos, expectativas circularon y debatieron? ¿Cómo se posicionó la
sociedad con respecto a la violencia insurgente? ¿Qué respuestas fueron elaboradas a los
crecientes niveles de censura y represión? ¿Qué grados de conocimiento/desconocimiento
había con respecto a los mecanismos de represión? Desde ya que estos interrogantes no
tienen ni podrían tener una respuesta única ni definitiva pero es posible bordearlos desde
diversos registros. Uno de ellos comprende el estudio de los medios de circulación masiva y
dentro de ellos, el que yo elegí, fue el análisis sistemático de las representaciones
construidas por el humor gráfico del diario Clarín, que por entonces ya era el matutino de
mayor tirada a nivel nacional, entre la nacionalización de la contratapa humorística en
marzo de 1973 hasta la asunción de Raúl Alfonsín.
1 Texto presentado en las Primeras Jornadas de Difusión de Tesis sobre Memoria y Pasado Reciente
organizadas por el Núcleo de Estudios sobre Memoria del IDES, Buenos Aires, septiembre de 2011,
a propósito de "La realidad al cuadrado. Representaciones sobre lo político en el humor gráfico del
diario Clarín (1973-1983)", tesis doctoral para el Doctorado en historia de la Facultad de Filosofía y
Letras de la UBA defendida en mayo de 2010.
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En mi investigación intenté demostrar que existió un importante margen de autonomía
relativa del humor gráfico de Clarín con respecto a su línea editorial que permitió la
expresión de un variado y heterogéneo conjunto de puntos de vista que complejizaron y
enriquecieron la postura del matutino con respecto a los gobiernos y regímenes de turno y
que permitieron asimismo la emergencia de representaciones sobre aspectos de la realidad
ocluidos en otros espacios del diario.
En tal sentido, se pretendió demostrar, por un lado, cómo diversos marcos estéticos,
políticos e ideológicos determinaron la obra de los humoristas del diario, trazando sus
similitudes y sus diferencias. Por otro, a través de la historización del discurso humorístico
en el contexto de la línea editorial del diario, se señalaron los momentos de sincronía y des-
sincronización entre ambos tipos de discursos para demostrar que el lenguaje del humor
pudo abordar cuestiones por mucho tiempo elididas del espacio institucional de Clarín.
Asimismo, se propuso que el humor gráfico fue un género desvalorizado no sólo por los
discursos y las prácticas “cultas” sino también por la mirada inquisitoria de las autoridades
e incluso por los propios editores del diario, que consideraron el espacio humorístico
como un elemento modernizante pero al mismo tiempo banal y retóricamente
intrascendente. Se propuso entonces que gracias a esa relativa desvalorización, el humor
gráfico de Clarín pudo resguardar ciertos grados de libertad y de autonomía. En efecto, se
plantea que existió un importante margen de invisibilidad (paradójico, dado por su gran
impacto visual en las páginas del diario) a partir del cual pudo constituirse en un potente
canal para comunicar y secundariamente para expresar sentidos y opiniones censuradas e
incluso perseguidas durante casi todo el período estudiado. Así, mientras una férrea y
creciente represión y una silenciosa autocensura regulaban la producción y circulación de
información, algunos espacios, menos obvios y en cierto modo menos visibles, se
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convirtieron en áreas en las cuales la expresión de las ideas y la circulación de la crítica
fueron en cierta medida posibles gracias a la utilización de recursos tales como metáforas,
alegorías, analogías, etc.
Hasta acá he presentado un sucinto resumen de las principales hipótesis de mi trabajo con
el objetivo de brindar una rápida presentación del mismo. Yendo entonces ahora sí a
responder la pregunta que organiza estas jornadas, he escogido algunos aspectos
elaborados en las conclusiones de la investigación que creo que son los que aportan a una
respuesta que vincula la investigación con el campo problemático de la historia reciente y
la memoria (otros aspectos de las conclusiones, creo, con suerte representen un aporte a
los estudios de los medios de prensa y del género humorístico pero en todo caso no
alumbran resultados que sean específicos o privativos del campo que nos concierne).
Me gustaría entonces comenzar señalando que el análisis del humor gráfico de Clarín nos
permite complejizar y matizar algunas imágenes referidas al comportamiento de la
sociedad argentina durante la historia reciente ampliamente adoptadas por la
historiografía o por algunos discursos de la memoria social.
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crítica de la campaña de deslegitimación del gobierno peronista y se mantuvieron
igualmente cautos pero críticos con respecto al golpe y el régimen militar.
El análisis del humor gráfico también ha podido matizar otro conjunto de ideas que
habitualmente circulan en la historiografía y los discursos de las memorias mostrando por
ejemplo los límites y los márgenes del fervor patriótico desatado por la guerra de Malvinas
al encontrar un conjunto de obras que expresan un nacionalismo popular no oficialista y
una distancia crítica con respecto al gobierno y con respecto a esa sociedad en gran medida
movilizada por el patriotismo conservador.
Asimismo, se ha podido complejizar la imagen festiva que propone el encuentro feliz del
pueblo con su destino republicano en la última transición estudiada y la imagen de una “fe
boba” (expresión empleada por Luis Alberto Romero) con respecto a la democracia. En
efecto, se ha visto que a pesar de la liturgia institucionalista y de un lenguaje pedagógico,
los humoristas de la contratapa mostraron por un lado una mirada por completo crítica y
desencantada de los dirigentes políticos y, por otro, expusieron una serie de dudas y
recaudos con respecto a la democracia y la plantearon no como el mundo ideal sino tan
sólo como el mejor de los posibles.
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otro, los márgenes por los cuales el discurso del humor, por diversos motivos, pudo
expresar imágenes, representaciones y valores problemáticos con respecto al régimen
militar cuando no francamente disidentes.
En otro orden, a través del análisis de las representaciones humorísticas sobre el terror
clandestino se han podido explorar los tiempos, las modalidades y la génesis de la
elaboración de un proceso como proceso traumático. Se ha sugerido que el humor gráfico
estuvo constreñido por -y al mismo tiempo fue vehículo para- la flexibilización de los
límites de lo decible. Al respecto, se planteó que el complejo juego de lo decible/indecible y
de lo representable/irrepresentable se define fuera del campo del humor gráfico y que en
el mismo intervienen, por un lado, los preceptos de la censura y la política represiva del
gobierno (isabelista primero más tarde dictatorial) y, por otro, los complejos procesos
sociales de construcción de criterios morales relativamente consensuados acerca de las
modalidades y los límites de la representación.
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A partir de este proceso mediante el cual la represión clandestina se torna irrepresentable
para el lenguaje humorístico al tiempo que se torna decible para el discurso serio del diario
se postula que la representabilidad/irrepresentabilidad del fenómeno, así como su
decibilidad/indecibilidad, tiene que ver en gran medida con el grado de conciencia
colectivo y las negociaciones sociales a partir de las cuales algo se va tornando moral y
éticamente sancionable y por lo tanto estéticamente irrepresentable al tiempo que
comienza a ser decible por parte del discurso serio. Hasta que tal cosa ocurrió en torno al
resquebrajamiento del régimen y el contexto transicional, existieron espacios para la
representación estética del horror en sus diversas dimensiones. En todo caso, se ha
planteado que el ámbito de actuación de la censura en este campo temático operó en las
modalidades de construcción de esas representaciones, que fueron perdiendo
paulatinamente sus grados de referencialidad con el contexto de argentino, pero no en la
posibilidad de construir representaciones sobre el horror.
En suma, como intenté exponer con estos sucintos ejemplos, este tipo de investigación
permite perforar algunos lugares comunes no sólo de los discursos maniqueos de las
memorias sino también de parte de la historiografía que ha traspuesto esos prejuicios
otorgándoles la legitimidad de lo científico. De este modo, y sin por ello dejar de
preocuparse por la responsabilidad de los responsables y la culpa de los culpables, el
cuadro que emerge del análisis sistemático de fuentes como la abordada en la investigación
permite cuestionar la idea de que nada era decible en el marco de la censura y de que todo
lo decible es relacionable con la resistencia activa y militante y permite, asimismo,
interrogar la supuesta ignorancia y ajenidad de la sociedad respecto al proceso represivo
vigente.