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Boulevard San Ramón o calle de las pizzas:

“jaladores” ofrecen servicios de mujeres a


través de catálogos

Foto: Municipalidad de Miraflores. Inauguración del Boulevard Gastronómico Calle San Ramón.

Bajada: A horas de iniciada la madrugada, es posible empezar a


vislumbrar la presencia de hombres que ofrecen, a través de un catálogo,
servicios de mujeres ubicadas en discotecas a algunas cuadras de la
popular ex - calle de las pizzas.
El popular Boulevard Gastronómico Calle San Ramón, antes de su
remodelación, era conocido popularmente como calle de las pizzas. Este
lugar fue remodelado en el año 2021 por parte de la Municipalidad de
Miraflores para brindarle un carácter más familiar y eliminar de manera
tajante la presencia de prostitución y de venta de drogas, unos de sus
principales problemáticas antes de la pandemia de la COVID - 19.
A pesar de la remodelación, en la actualidad es posible observar a
personas que ofrecen servicios de mujeres en catálogo, como si de objetos
se trataran, en las madrugadas. Esta situación se da en presencia de
personal de serenazgo y de fiscalización de la Municipalidad de Miraflores.
Las personas que ofrecen estos servicios trabajan bajo la modalidad de los
famosos “jaladores” de Gamarra, como si de comprar ropa se tratara. A las
personas que van caminando se les va mostrando un catálogo en el que
es posible observar las chicas con las que el vendedor “cuenta”. Esto
siempre se da de manera solapada, pero a la vista del fiscalizador de la
zona.

Video: archivo personal. Conversación con vendedor dedicado a ofrecer mujeres en catálogo en la
madrugada del sábado 11 de noviembre.

Cabe recalcar, además, que estas personas no ofrecen servicios sexuales


de manera explícita, pero dejan en claro que es posible pactar en torno a
estos con los y las trabajadoras de tales discotecas y demuestran que
tienen conocimiento sobre esto.
Se le consultó al serenazgo de la zona sobre su conocimiento respecto a
la presencia de estas personas y no hubo una negación sobre tal
conocimiento, sino que se trasladó la responsabilidad a otro ente
municipal: “Proxeneta lo ve lo que es fiscalización. Escapa de nuestras
manos. Hay una ley de acoso”.
Por otro lado, cuando se le quiso consultar al fiscalizador presente en la
zona sobre la presencia de estas personas no se obtuvo una respuesta.
Esto demuestra una evidente falta de coordinación que, se supone,
deberían tener distintos entes municipales.
Así, es posible observar que los problemas que anteriormente se
intentaron solucionar, todavía continúan aquejando a este lugar
caracterizado por su vida nocturna, siendo que se han diseñado distintas
mecánicas para atraer clientes. Esta situación se prolifera debido a la
evidente inacción por parte de las autoridades encargadas de vigilar la
zona.

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