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TEORÍAS SOCIOPOLÍTICAS y

EDUCACIÓN

Profesor Diego Acosta


Clase 4: El sistema económico capitalista y
el trabajo asalariado: disciplinamientos y
resistencias.

Sociedad feudal: señor feudal Vs siervos

Gremios (trabajo artesanal) Vs fábricas (alienación, manufacturas, trabajo masivo)

Sociedad industrial capitalista: Burguesía (propiedad privada) Vs proletariado (Trabajadores libres


asalariados - Venden su fuerza de trabajo)

Plusvalía (trabajo no remunerado por el capitalista, pero que aporta el trabajador) - Ejército de
reserva.
Clase 5: El estado nación
en el Proceso civilizatorio moderno
CONTRATO SOCIAL

J. J. Rousseau (1712-1778) , como pensador iluminista,


sostuvo con firme convicción que era necesario desterrar
aquellas ideas que postulaban la verdad como producto de
la revelación, de las tradiciones o de una autoridad que no
podía ser cuestionada y a la cual había que someterse.

En el siglo XVIII, el Iluminismo enfrentó toda práctica de


fanatismo, de censura, de políticas de privilegios que
defendían los señores feudales y bregó por la libertad de
pensamiento, observando, complaciente, el desarrollo de los
sectores industriales y comerciales. Razón y ciencia eran los
elementos que, junto con el desarrollo económico, le
permitirían al hombre alcanzar su máxima plenitud en la
sociedad.

Libertad e igualdad, principios básicos del hombre, deben


tener vigencia y consolidarse según Rousseau, en la
sociedad sostenida por el “contrato social”.
El contrato social, la ley, la propiedad

Rousseau defiende tenazmente un “orden” (con La paz, se logra estableciendo una voluntad general que es
ello un poder y un Estado por encima de la totalmente diferente a la suma de voluntades particulares de todos;
sociedad) y una educación que se orienta a la esta última, según el autor, es la que reina en la selva, anárquica por
esencia, mientras la que hay que preconizar es aquella que consagra
configuración de la conciencia del individuo.
al Estado como única fuente de legitimidad.

Los hombres constituyen una unidad indivisible que se expresa en el


Promover el respeto a la autoridad para “evitar contrato social. A los asociados se los denomina colectivamente
la revolución”, pone al desnudo la necesidad de “pueblo” y en particular “ciudadanos”. Esta asociación que se
constituye en persona pública se llama “república”, cuando se
encontrar un camino que soslaye todo conflicto
presenta como pasivo se denomina “Estado” y cuando es activo
capaz de socavar la legitimidad del orden “Soberano”. Así, el pacto social le da al cuerpo político un poder
capitalista. absoluto sustentado en la voluntad general, eso es para el autor la
soberanía y es el soberano el que decide lo que el ciudadano va a
enajenar en nombre de la comunidad teniendo solo como límite la
consideración acerca de su utilidad.
En síntesis, el autor sostiene que si bien toda “república” es un Estado regido por leyes a las
que el pueblo se ve sometido como autor de las mismas, es necesario velar para que la
voluntad general no sea distorsionada y emerjan voluntades particulares; situación que justifica
la necesaria existencia de un legislador como guía. Su tarea más difícil no es la de señalar lo
que se necesita establecer sino lo que hay que destruir para construir estados bien
constituidos.

Si el “contrato social”, que funda la sociedad humana según un orden natural, es producto de una
declaración de la voluntad (que expresa ese yo individual y aislado en su recogimiento), la educación
rousseauniana es la que se ocupará de formar no ya la razón sino, antes de ella y como su condición, el
sentimiento. La propuesta de Rousseau es una educación sentimental precursora del ideal romántico del
siglo siguiente.

Rousseau tanto en El Contrato social como en el Emilio destaca una dualidad. Por un lado, liberar la espontaneidad para facilitar
el pleno desarrollo de las capacidades individuales, de allí desprende una educación permisiva, activa. Por otro, imponer por vía
de autoridad un orden a esa espontaneidad y hacer de la educación algo útil y eficaz para la sociedad organizada por el Estado,
con lo que la convierte en represiva e inactiva. Así se plantea nítidamente un antagonismo entre individuo y Estado, donde el
sentido de máxima legitimación se expresa en este último por virtud de la “voluntad general”, a la que la educación necesita
conformarse.
CONSTITUCIÓN DE LA NACIÓN ARGENTINA

1853

PREÁMBULO

Nos los representantes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos en Congreso


General Constituyente por voluntad y elección de las provincias que la componen,
en cumplimiento de pactos preexistentes, con el objeto de constituir la unión
nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa
común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad,
para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que
quieran habitar en el suelo argentino: invocando la protección de Dios, fuente de
toda razón y justicia: ordenamos, decretamos y establecemos esta Constitución,
para la Nación Argentina.

En 1880 se consolidó el Estado nacional argentino, en el momento en que el poder central logró dominar
y aglutinar a todas las provincias. Por eso se considera que entre 1853 y 1880 se produce la
construcción del Estado nacional.
TAREA
LEER el capítulo 3: “La ciencia Positivista y la educación escolarizada”

Investigar sobre la obra “Facundo. Civilización y Barbarie” de Sarmiento.

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