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Amor Natural

Había una vez, un niño de 5 años llamado Juan, él era huérfano, ya que sus padres habían
muerto en un accidente de tránsito y por si fuera poco el resto de su familia no se quiso hacer
cargo de él, por eso lo mandaron a un orfanato a las afueras de la cuidad, en un pequeño
pueblo llamado “Villa bosque” porque tenía un gran bosque en el final de su pueblo. A Juan
como era tan pequeño no se daba cuenta lo que pasaba y también por eso no la paso tan
mal. Él era un niño demasiado callado y tranquilo pero inteligente, él destacaba en la escuela
de su pueblo por ser un niño inteligente. Un día, cuando tenía 8 años, él accidentalmente
rompió un jarrón del orfanato, él se fue corriendo a su cuarto compartido, y él noto que lo
estaban buscando porque gritaban su nombre, él lo único que se le ocurrió es escaparse del
orfanato a pesar de que ya se estaba haciendo de noche, Juan se escapó por la venta y en la
parte por la que escapo observo un gran bosque que lo cautivo ya que nunca había visto algo
así. Él decidió quedarse allí por ese momento, pero al final se quedó toda la noche, porque el
sonido de las ramas y hojas movidas por el viento y su misma brisa le estallaron el alma y le
dieron una tranquilidad, él se durmió allí. Al día siguiente, el regreso al orfanato y el dueño le
reclamo no por el jarrón roto (como lo pensaba Juan) sino porque no estaba ayer: Resulta que
lo habían llamado, ya que unos padres de 60 años querían adoptar a un niño no tan grande
pero que sea tranquilo, el dueño pensó inmediatamente en él, por eso lo mando a llamar y
como no estaba los padres pensaron que el dueño los estaba engañando con eso que él era
tranquilo así que solo esperaron una hora y se fueron. Mientras que el dueño le llamaba la
atención, el solo pensaba que eso era una señal del bosque, y desde ese día, decidió ver al
bosque cada noche. Cuando tenía 13 años e ingreso a secundaria hizo un amigo que se
parecía mucho a él, se llamaba Tobías, él también era callado e inteligente, y también le
gustaba estar en la naturaleza, pero Juan le gustaba más la naturaleza que a Tobías, ellos
juntos eran los más inteligentes de su salón.

Cuando tenía 16 años, Juan y Tobías se encontraban conversando y Tobías dice:

- “Oye te has enterado, ese bosque que tú siempre hablas está a punto de ser destruido, me
lo dijo mi papa que trabaja en las noticias, también que iba ser remplazado por una fábrica”

Juan dijo:

- “No puede ser, eso es imposible ¿eso no era un patrimonio cultural?” Tobías dice:
- “No, nunca fue, creo que la destrucción empezara la próxima semana”.

Juan luego de que Tobías le diera esa noticia se puso a pensar en que podía hacer para
defender su hogar (como él lo llamaba). Ese día en la noche, Juan fue al bosque a pensar con
mayor claridad de que va a ser. Y se le ocurrió la idea de hacer una manifestación para que
dejen a su bosque. Al día siguiente, lleva su pancarta a la calle de su pueblo y el empieza a
gritar, dejando su timidez a un lado:

- “Arriba los bosques, fuera las fábricas, los humanos somos parte de la naturaleza”.

Así lo siguió repitiendo, Tobías que pasaba por allí, lo vio y lo decidió ayudarlo llamando a su
padre para que eso sea noticia y él también se unió. Con casi todo el pueblo estaba en las
calles y todos con el propósito de cuidar al bosque. Esta manifestación fue grabada por las
noticias y conmovieron a todo el país. Lo que hizo que el estado decrete que, en el pueblo
“Villa bosque” su bosque es patrimonio cultural y no puede ser tocado. Esto salió en el
periódico del pueblo y a la salida del colegio, Juan lo pudo ver y se puso muy feliz, tanto que
se fue al bosque y se quedó allí hasta la noche donde se fue a dormir al orfanato, fue la
primera vez que durmió en el orfanato luego de prometer de que iba a dormir en el bosque.

Cuando termino la secundaria, Tobías se iba a ir a la capital del país porque había más
oportunidades de trabajo para sus padres y de estudio para él, así que se despidieron y Juan
le dijo que algún día lo visitaría.

Juan estando a un día de ser mayor de edad y por ende de irse del orfanato. Él no sabía qué
hacer, él tenía una propuesta de una universidad para irse hacia otro país por una beca, a él
le dolía irse, pero termino aceptando, él en la noche se fue hacia el bosque, y sintió ese
mismo sentimiento que sintió la primera vez. Él se sentía algo raro, así que solo se acostó y
empezó a quedarse dormido, y sintió una brisa muy grande que no eran de él, pero le
susurraban a sus oídos:

- “Puedes irte”. Le decía el viento.

Él se despertó sabiendo que iba hacer, alisto sus cosas y se fue, se despidió del orfanato,
miro al bosque y prometió que algún día volvería.

Fin….

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