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El jardín de las delicias

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Para otros usos de este término, véase El jardín de las delicias (desambiguación).
El jardín de las delicias
(De tuin der lusten)

Año c. 1500-15051
Autor El Bosco
Técnica Pintura al óleo sobre tabla
Estilo Primitivo flamenco
Tamaño 220 cm × 389 cm1
Localización Museo del Prado, Madrid, España
País de origen Países Bajos
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El jardín de las delicias es el nombre contemporáneo con el que se conoce a una de
las obras más conocidas del pintor neerlandés Jheronimus Bosch (el Bosco). Se trata
de un tríptico pintado al óleo sobre tabla de 220 × 389 cm, compuesto de una tabla
central de 220 cm × 195 cm y dos laterales de 220 cm × 97 cm cada una (pintadas en
sus dos lados) que se pueden cerrar sobre dicha tabla central.

Es una obra de contenido simbólico, sobre el que se han ofrecido variadas


interpretaciones, como El carro de heno o la Mesa de los pecados capitales, algunas
de las nueve obras que llegó a adquirir el rey Felipe II de España,2 gran admirador
del pintor, y guardadas durante algún tiempo en el Monasterio de El Escorial.
Obedece a una intención moralizante y satírica que iba a hacer fortuna ya en su
época, como demuestra la temprana aparición de copistas e imitadores.

Considerada como una de las obras más fascinantes, misteriosas y atrayentes de la


historia del arte, el cuadro forma parte de los fondos de exposición permanente del
Museo del Prado de Madrid, donde ingresó como depósito del Patrimonio Nacional en
1939.3

Historia
Como el resto de las obras del Bosco, carece de datación unánime entre los
especialistas, siendo una de aquellas en las que más enfrentadas están las
posiciones. Mientras unos la consideran juvenil, otros dicen que es obra de
madurez. Baldass y otros, la sitúan en la época juvenil del Bosco (1485).4 Cinotti,
la sitúa en torno al año 1503. Otras fuentes hablan de hacia 1510.5 Tolnay y
Larsen, la emplaza al final de la actividad del Bosco (1514-1515). Los análisis
dendrocronológicos del roble de las tablas lo datan entre 1460 y 1466, dando así un
terminus post quem para la realización de la obra.6 En el catálogo de la exposición
sobre el artista, celebrada en Róterdam en el año 2001, se señala la fecha entre
1480 y 1490.4 En la guía de visita editada por el Museo del Prado se señalan las
fechas 1500-1505.

A partir de Gibson y hasta la actualidad (Hans Belting, 2002), se ha conjeturado


que se realizó para Enrique III de Nassau-Breda.4 Los primeros poseedores de la
obra fueron, pues, los miembros de la casa de Nassau, en cuyo palacio de Bruselas
pudo ver el cuadro el primer biógrafo del Bosco, Antonio de Beatis, personaje que
viajaba en el séquito del cardenal Luis de Aragón, en el año 1517. Su descripción
no deja lugar a dudas de que se encuentra frente al famoso tríptico: «Después hay
algunas tablas con diversas bizarrías, donde se imitan mares, cielos, bosques y
campos y muchas otras cosas; unos que salen de una concha marina, otros que defecan
grullas, hombres y mujeres, blancos y negros en actos y maneras diferentes,
pájaros, animales de todas clases y realizados con mucho naturalismo, cosas tan
placenteras y fantásticas que en modo alguno se podrían describir a aquellos que no
las hayan visto».7

La obra fue heredada por su hijo René de Châlon y después por el sobrino de
Enrique, Guillermo de Orange, líder de la rebelión holandesa contra la corona de
los Habsburgo. Fue confiscada durante la guerra de Flandes por el duque de Alba,
incluyéndose en el inventario redactado con tal motivo el 20 de enero de 1568. El
duque dejó los cuadros a don Fernando, su hijo natural y prior de la orden de San
Juan.4

Felipe II adquirió el tríptico en la almoneda de los bienes de don Fernando y se


envió al monasterio de El Escorial el 8 de julio de 1593, convirtiéndose de esta
manera en la pintura más famosa de la colección del Bosco que Felipe II reunió en
El Escorial.8

Como sucede con todas las pinturas antiguas, el título con el que se la conoce es
moderno. El inventario de la entrega a El Escorial de 1593 la describe como «Una
pintura en tabla al olio, con dos puertas, de la bariedad (sic) del mundo, cifrada
con diversos disparates de Hieronimo Bosco, que llaman Del Madroño».9 Fray José de
Sigüenza, en su historia de la Fundación del Monasterio de El Escorial, ofreció una
amplia descripción e interpretación de «La otra tabla de la gloria vana y breve
gusto de la fresa o madroño, y su olorcillo, que apenas se siente, cuando ya es
pasado, es la cosa más ingeniosa y de mayor artificio que se pueda imaginar».10
Posteriormente, se cita en el inventario de 1700 como una pintura «de la creación
del mundo». Vicente Poleró, que en 1857 publicó un Catálogo de los cuadros del Real
Monasterio de San Lorenzo llamado del Escorial, lo llama De los deleites carnales.
De ahí arranca su actual denominación como Jardín de las delicias o De las delicias
terrenales. Fue trasladado al Museo del Prado en 1939 al final de la guerra civil
española para su restauración, pues ya Antonio Ponz decía en 1777 que se encontraba
bastante maltratada, y desde entonces no ha vuelto al monasterio.11

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