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Por medio del presente escrito y con fundamento en los artículos 363, 364 y
demás relativos del Código Federal de Procedimientos Penales, vengo a
expresar de mi parte los agravios que considero me causa el auto de formal
prisión dictado por la ciudadana Jueza Segundo de Distrito en el Estado, por lo
que pasó a precisar los mismos.
AGRAVIOS
“Artículo 19. Ninguna detención ante autoridad judicial podrá exceder del plazo de
setenta y dos, a partir de que el indiciado sea puesto a su disposición, sin que se
justifique con un auto de formal prisión en el que se expresarán: el delito que se impute
al acusado; el lugar, tiempo y circunstancias de ejecución, así como los datos que arroje
la averiguación previa, los que deberán ser bastantes para comprobar el cuerpo del
delito y hacer probable la responsabilidad del indiciado…”
1 Reformado por decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación de fecha 25 de mayo de 1987.
El subrayado es nuestro.
explote, use o aproveche indebidamente, y no haciéndolo así, desde mi punto de
vista, es la base por la que afirmó que la citada jueza inobservó dicho numeral.
Así pues, no consta con precisión la identidad del bien inmueble que fue de mi
propiedad como aquel o aquellos bienes a los cuales se refiere el decreto de
fecha veinte de octubre de mil novecientos ochenta y dos, publicado en el Diario
Oficial de la Federación, que amplió el derecho de vía a treinta metros por el lado
derecho del eje de la carretera.
Primeramente debo hacer notar a este Tribunal Ad Quem, que el decreto cuya
parte correspondiente he transcrito en el parágrafo inmediato anterior, establece
que se declara de utilidad pública la ampliación de la carretera a que alude, dice,
ubicada en el Municipio de Tlaxcala, Estado del mismo nombre, lo que
verdaderamente es trascendente y vital para el proceso que se sigue en mi
contra, pues el hecho de que el decreto marque que el lugar de ubicación de la
ampliación de carretera es el Municipio de Tlaxcala, cambia por completo el
contexto en el que se viene siguiendo la causa penal en que se actúa, puesto
que, tal y como lo he probado irrefutablemente en el sumario, el que suscribe fui
propietario de un bien inmueble y construí los locales, materia de esta litis, que
se encuentra ubicado en el Municipio de Apetatitlán de Antonio Carvajal 2, no
de un bien inmueble ubicado en el Municipio de Tlaxcala, Tlaxcala, lo que da
como consecuencia que estemos, jurídicamente, ante la presencia de
ubicaciones diferentes, pues, por lógica jurídica, un bien no puede pertenecer a
dos municipios distintos, salvo casos excepcionales en los que la autoridad
debería demostrar lo contrario.
2 El título de la propiedad que en su momento tuve, se encuentra visible a fojas 91 a la 94 del sumario. Además,
existen diversas constancias municipales que acreditan inquebrantablemente la ubicación del bien afecto a esta
causa, visibles a fojas números 15, 17, 18, 26, y en general en todas las comunicaciones oficiales dirigidas al que
suscribe.
Lo anterior es de tal manera trascendental, que se traduce en el hecho de que, si
bien es cierto que en la actualidad el infrascrito tengo conocimiento de la
existencia del decreto expropiatorio de fecha veinte de octubre de mil
novecientos ochenta y dos, también es cierto que dicho decreto no afectó los
bienes y derechos de mi esfera jurídica, ya que el bien que fue de mi propiedad,
denominado “Los Metepantles”, se encuentra ubicado en la población de San
Pablo Apetatitlán, Tlaxcala, que pertenece a un Municipio diferente al cual se
refiere el decreto expropiatorio.
“… Al respecto, debe decirse que no asiste la razón al recurrente, a virtud de que como
bien lo adujo el Juez Federal en la sentencia recurrida, la prueba idónea para demostrar
la identidad del inmueble del que se ostentó como propietario y posesionario, con aquel
que fue materia del procedimiento de origen, es precisamente la prueba pericial
topográfica, dado que sólo los ingenieros peritos pueden precisar la identidad de los
predios, con base en los títulos de propiedad exhibidos por las partes, y emitir su
opinión técnica determinando si se trata o no del mismo inmueble o de si uno de éstos
está comprendido dentro del otro, máxime si, como lo aduce el disconforme, son
distintas las medidas y colindancias plasmadas en el título de propiedad de aquel que
exhibió la parte actora en el procedimiento de origen, pues de lo contrario el juzgador se
encuentra imposibilitado para hacer declaración alguna al respecto, pues no es
jurídicamente correcta la acreditación de tal extremo con meras suposiciones sino con la
opinión técnica de dictámenes periciales; de ahí que con independencia de la calle y
números oficiales asignados a los predios y a los croquis que obran en autos, la
probanza de mérito era necesaria para que el peticionario de garantías, actual
recurrente, acreditara su interés jurídico. En tal virtud, si el quejoso como tercero
extraño en el juicio natural, no demostró con prueba idónea la identidad del inmueble
materia del procedimiento de origen, con la del inmueble cuya propiedad y posesión
ostentó, es evidente que, como bien lo adujo el Juez de Distrito, no podía afirmarse que
dicho acto le causara perjuicio y, por ende, debía concluirse que el mismo no afectaba
su interés jurídico. De ahí lo infundado del anterior motivo de inconformidad…”
“… Finalmente, por cuanto hace al argumento del defensor particular del procesado, en
el sentido de que los dictámenes periciales emitidos por José Manuel Brito González y
José Alfonso Alba Cruz, así como el emitido por Gabriel Lucero Muñoz y José Sánchez
Ramírez, deben desvirtuarse por que en los mismos no establecen la forma, fondo y
circunstancias por las cuales se cercioran de que el dictamen que emitían lo hacían
efectivamente respecto de bien en cuestión; debe establecerse que no es de considerar
tal argumento defensivo, toda vez que los dictámenes en cita fueron valorados en
apartados que anteceden, concluyendo que los mismos adquieren eficacia probatoria
plena de conformidad con lo previsto por los artículos 234 y 288 del Código Federal de
Procedimientos Penales, por las razones que al efecto se expusieron.
En sí, puede reiterarse que tales dictámenes no desmerecen valor probatorio como lo
pretende la defensa, puesto que los expertos para arribar a su determinación tomaron
en cuenta todas y cada una de las constancias que obran en el expediente; luego,
realizaron las operaciones, experimentos y técnicas que les permitieron determinará en
esencialmente que el bien afecto se encuentra ubicado dentro del derecho de vía;
siendo que, hasta esta etapa procesal los mismos resultan idóneos para comprobar que
José Macías González invadió el derecho de vía propiedad de la Nación, sin que exista
elemento probatorio alguno que sea suficiente para desvirtuar, hasta este momento, su
contenido.
En relación al peritaje de Rubén Romero Villanueva, la defensa dice que debe ser
desestimado toda vez que él no fue quien lo emite, sino que el dictamen en sí, fue
rendido por Felipe Tapia Ramírez; y agrega además, que el diverso dictamen emitido
por Tapia Ramírez, no debe ser tomado en consideración, ya que en el proceso no se
ha acreditado que dicha persona sea perito oficial, por lo que éste debió rendirlo
conforme a lo establecido por el artículo 227 del código Federal de Procedimientos
Penales. En primer término, es necesario precisar que no obstante que el citado
Romero Villanueva hace suyo el peritaje de Felipe Tapia Ramírez, el mismo no
desmerece valor probatorio ya que como se advierte el mismo ratifica en todas y cada
una de sus partes el contenido del dictamen rendido por un experto en la materia,
haciendo suyas las apreciaciones a las que arribó Felipe Tapia Ramírez, circunstancia
que de ninguna manera demerita su opinión como un experto en la materia de que se
trata …”
De la anterior trascripción, se debe resaltar que el Juez A Quo considera que los
peritajes emitidos por los expertos en la materia sí merecen pleno valor
probatorio, toda vez que los mismos tomaron en consideración todas y cada una
de las constancias existentes en el expediente de que se trata, lo que no se
apega a la realidad, bastando con apreciar individualmente los dictámenes
rendidos por dichos peritos.
Este último punto quisiera que no pasará desapercibido para el Ad Quem, toda
vez que es relevante saber cómo se cercioran los peritos emisores de los
dictámenes que constan en el expediente en que se actúa para determinar que
efectivamente en el kilómetro y metros referidos el derecho de vía era de treinta
metros y veinte dependiendo del lado del que se hable.
En el mismo tenor, cabe hacer referencia a los dictámenes periciales que toma
en consideración el A Quo para dictar el auto de formal prisión que combato:
1. El dictamen pericial emitido por los señores José Manuel Brito González y
José Alfonso Alba Cruz, de fecha veinte de septiembre de dos diecisiete. En el
mismo, establecen los peritos que los seis locales de mi propiedad no se
encuentran dentro del derecho de vía. En su dictamen pericial expresan los
citados peritos:
“…Anexo 5
Se encuentra integrado un escrito del centro SCT Tlaxcala de la dirección
general de asuntos jurídicos fechado el 26 de febrero de 2013 que firma el Lic.
Felipe Sánchez Castillo jefe de la unidad de asuntos jurídicos y en el que anexa
una copia fotostática del diario oficial de fecha 06 de diciembre de 2013 en el
que se expide decreto que declara de utilidad pública la expropiación de una
superficie de terreno ubicada en la jurisdicción de Santa Ana Chiautempan para
la construcción del camino Puebla-Tlaxcala y en el que además se sienta que la
amplitud del derecho de vía es de 30 mts. de los cuales 15.00 m corresponden a
la derecha y 15.00m a la izquierda del eje del camino…”
“… ANTECEDENTES
AVERIGUACIÓN PREVIA No. 278/2016, EN LA CUAL SE SEÑALA LA INVASIÓN AL
DERECHO DE VÍA EN LA CARRETERA: 121 PUEBLA – STA ANA – APIZACO.;
TRAMO: LIM. PUE./TLAX.- EL MOLINITO, KM: 1+533 AL 1+571.5; POBLADO DE
TLATEMPAN, TLAX., POR EL INMUEBLE PROPIEDAD DE JOSÉ MACÍAS
GONZÁLEZ.
HECHOS:
EL INMUEBLE, ESTÁ SITUADO EN EL LADO ORIENTE DE LA CITADA VÍA, A UNA
DISTANCIA PROMEDIO DE 20.60 M PARTIR DE SU EJE, CON LAS SIGUIENTES
DIMENSIONES: AL NORTE 5.70 M.; AL SUR, 5.70 M.; AL ORIENTE 39.27 M. Y AL
PONIENTE 39.27 M.
DICTAMEN
EN BASE A LA INSPECCIÓN REALIZADA EN EL LUGAR, SE DETERMINA QUE EL
INMUEBLE SE ENCUENTRA DENTRO DEL ÁREA CONSIDERADA COMO DERECHO
DE VÍA DEL CAMINO FEDERAL, QUE EN EL PRESENTE CASO ES DE 30.0 M. AL
LADO DERECHO Y 20 M. AL LADO IZQUIERDO DEL EJE, LO CUAL SE MANIFIESTA
EN EL DECRETO PUBLICADO EN EL DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN DE
FECHA 20 DE OCTUBRE DE 1982. …”
- Con fecha 29 de septiembre del 2000, el Lic. Felipe Sánchez Castillo, Jefe
de la Unidad Jurídica de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes
propone como peritos de dicha dependencia, mediante oficio número
728.413.1162/00 a las personas cuyo dictamen en líneas anteriores he
transcrito y respecto de los cuales llevó a cabo algunas consideraciones
en este momento, con la finalidad de que dichos profesionales, dice,
“precisen la ubicación de las Construcciones de Pollos Tlaxcala, sobre la
Carretera: Sta. Ana-Apizaco en el km. 30+900, en virtud de que se está en
desacuerdo con el peritaje que consta en actuaciones”.
“ … CONSIDERACIONES TÉCNICAS
El presente dictamen se ha elaborado tomando como base únicamente el
análisis de las documentales técnicas básicamente las que se han descrito en el
presente memorial, así como los planos que se anexan y que obran en el
expediente referido…”
6. Por último, debo decir en cuanto a la ampliación del dictamen pericial de José
Alfonso Alba Cruz, que dicha ampliación carece de valor probatorio alguno,
puesto que el perito en ningún momento establece, al igual que los demás, la
forma en cómo comprobó que mi inmueble se encontraba efectivamente en el
Km. 30+900, y que a esa altura el derecho de vía era de 20 y 30 metros
respectivamente, lo cual no fue descrito con exactitud en el decreto de 20 de
octubre de 1982, por lo que ello debió haberse hecho por el perito designado al
efecto, para que su dictamen pudiese tomarse en consideración, y al no haberlo
llevado a cabo el citado Alba Cruz, al igual que los demás peritos, su opinión
profesional carece de valor probatorio, pues no se sabe si específicamente a la
altura en que se encuentra mi inmueble, el derecho de vía es de 30 metros a la
derecha y 20 a la izquierda del eje del proyecto.
TERCERO. El auto que en este acto combatido, es igualmente transgresor de lo
preceptuado en el numeral 19 de nuestra Ley Suprema, diverso que he transcrito
en los agravios anteriores, puesto que en el sumario no se encuentran
acreditados los elementos del tipo penal que se me imputa, como lo argumenté a
continuación:
RESPETUOSAMENTE