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Ejercicio 3

Desde la infancia nos han educado bajo estereotipos sexistas, la decoración de la


habitación o ropa rosa es de niña y el color azul de niño, sobre todo los que somos un
poco más mayores, cuando llegaba la hora de escribir la carta a los REYES MAGOS, los
estereotipos eran para las niñas entre muñecas, cocinas, carricoches, y los niños
coches, camiones, etc. Esto se ha visto influenciado mucho más con la publicidad, la tv,
donde la mujer tiene unas cremas los hombres tienen otra, siendo las mismas, lo único
que cambian es el color, por si el hombre se puede sentir ofendido, dudando de su
virilidad, tanto esto como la forma de anunciarse han hecho que se formen unos
estereotipos sexistas, utilizando a la mujer como mujer objeto, vestida siempre de
forma provocativa o insinuante y joven.
En el tema del deporte o en algunos oficios hasta no hace mucho, también estaban
unos para chicos como fútbol, baloncesto, formula 1, y patinaje por poner un ejemplo
para chicas, hoy en día es noticia y cuando una chica llega a ser la numero 1 en motos
o incluso tenemos el caso de las últimas elecciones de Estados Unidos, la proclamación
en la vicepresidencia por una mujer, cosas que deberían estar normalizadas.
Por otro lado, está también el uso del lenguaje sexista, donde ya aparecía en las obras
de Platón donde diferencia la importancia entre lo masculino y lo femenino, mujeres y
hombres son capaces de realizar las mismas funciones, pero los varones hacen casi
todo mejor a excepción de lo que Platón descalifica las tareas vinculadas a las tareas
domésticas.
La masculinidad y violencia de género son términos relacionados, desde el momento
que la sociedad considera como superior al varón, debido a que fuerza, dominio y
poder aparecen como valores propios de la identidad masculina en nuestra cultura.
En la mujer la identificación del rol femenino está relacionado con la protección,
vulnerabilidad, sumisión, es la educación que se ha recibido para que soporte
situaciones violentas durante largo tiempo, además que en la sociedad el papel de la
mujer sigue teniendo un estatus inferior al del hombre.
En las familias se continúa educando a los niños para que sean fuertes y valientes y no
manifiesten sensibilidad sin embargo las niñas deben ser tolerantes y pendientes de
las necesidades de los demás.
Creo que la epidemia de violaciones en mujeres, menores han sucedido siempre, pero
se ha ignorado por vergüenza, miedo, sobre todo si pasaba en el hogar familiar.
Lo que ha ocurrido es que el violador se identifique como un desconocido, que agrede
a su víctima asaltando por la calle, cuando en realidad el porcentaje más alto de
violaciones se da con personas de nuestro entorno. Cuando se habla de violación no
solo hay que pensar en la sexual, sino también a la intimidad, y que cuando una
persona dice NO, no hay que dar más explicaciones y respetar las decisiones de cada
uno.
El modo de resolver este problema es no caer en los estigmas machistas y apoyar a las
víctimas, sin tener que dar explicaciones de la forma en que uno viste o se comporte,
no tolerar las letras de canciones machistas ni anuncios de mujeres objeto ni tan
siquiera reir la gracia de chistes machistas porque no favorece a la sociedad en
general, porque la sociedad debe ser igualitaria.

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