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Iago Fraga
En primer lugar, gracias a Eva por señalarme en un comentario (con mucho
acierto, por lo que he podido investigar) que resulta difícil a menudo
diferenciar entre las tareas importantes y las urgentes en el día a día. De
ahí ha nacido este artículo. Art culos destacados
Así que si dudas en algún caso, por raro que sea, si una tarea es urgente o Cómo mejorar tu productividad
importante es que no estás mirando en el lugar correcto. Por eso vamos con las personal
definiciones, que son el pilar básico que te va a permitir decir con total
seguridad si una tarea es lo uno, lo otro o ambas cosas a la vez.
Tarea urgente
Entre dos tareas que tengan la misma fecha límite, la más urgente es
la que lleve más tiempo hacer.
Como ves, el lenguaje no ayuda. Cuando decimos que una tarea es urgente, lo
que queremos decir es que es «muy urgente», mientras que cuando decimos
que una tarea no es urgente, en realidad deberíamos decir que es «poco
urgente».
Desde el momento en que tiene fecha límite, una tarea es como mínimo un
poquito urgente.
Tarea importante
Si has entendido bien lo anterior, verás que esta pregunta tan común no tiene
sentido. La importancia y la urgencia de una tarea son dos cualidades distintas.
Igual que una persona puede ser guapa y bajita a la vez, una tarea puede ser
urgente e importante simultáneamente.
Además ninguna de estas dos cualidades es o blanco o negro, sino que tienen
toda una escala de grises. En un eje tienes la urgencia de la tarea y en otro
tienes la importancia. Entre muy urgente y poco urgente existen infinidad de
niveles intermedios. Con la importancia pasa lo mismo.
Hay un concepto que vuelve una y otra vez cuando se habla de este tema: la
matriz de Eisenhower.
Lo sé, estoy contradiciendo al 99% de blogs, revistas y webs del tema incluidas
a algunas de las entidades, universidades y escuelas de mayor prestigio del
mundo que te han explicado este tema acompañándolo de esta matriz. Es más,
te sorprendería lo grandes que son algunas de las entidades que cometen este
error tan garrafal.
Pues bien, aún así defiendo firmemente mi consejo de que te recomiendo que
NO USES la Matriz de Eisenhower para priorizar nada ni en tu vida, ni desde
luego en tu negocio.
Es más, si eres jefe de terceras personas, por favor, no delegues tareas que NO
son importantes a tus empleados porque es un despropósito y un malgasto de
recursos. Tus empleados lo odiarán y estarás ocupando a personas muy
importantes para la empresa en cosas que tú mismo no consideras
importantes.
Qu alternativas recomiendo?
Es cierto que hay que establecer una solución de “qué hacemos” con las
tareas cuando ya tenemos el día lleno pero la solución no te la dará una
matriz que presupone que tienes prácticamente infinitas personas en las que
delegar lo que te sobra y, la solución para ello desde luego, no es delegar.
La papelera es una mejor opción en la mayoría de los casos que una reunión,
una llamada o una delegación (como vía de aliviarte tareas de bajo valor).
Más adelante te explicaré cuáles priorizar y por qué ya no necesitas esta matriz.
C mo medir la urgencia
Te voy a dar la medida que utilizo para organizar las tareas de más a menos
urgentes. Como te explicaba antes, una tarea es más urgente cuanto más larga
sea y cuanto menos tiempo quede para hacerla.
De esto se puede deducir que la tarea menos urgente posible es aquella que se
hace instantáneamente (0 segundos) o para la que te queda tiempo infinito (lo
que en el mundo real significa: no hay fecha límite).
De esto deducimos que todas las tareas estarán entre 0 y 1 significando cada
uno:
Eso querría decir que el tiempo que te lleva la tarea es más que el que te
queda. Así que dicho de otro modo: ya es imposible acabar esa tarea a
tiempo.
Y la importancia?
Así es como otra persona puede cambiar la importancia de una tarea para ti.
Con esa amenaza en juego, no comerte las lentejas ya no solo supone quedarte
con un poco de hambre, sino que se le añade el no poder jugar después. Por lo
tanto, acababas percibiendo el comerte las lentejas como más importante. ¿Da
miedo visto así, eh? ¡Menos mal que nuestras madres lo hacían porque las
lentejas tienen mucho hierro!
Por eso digo que no sólo no te doy un método para ordenar la importancia,
sino que te animo a que protejas siempre que seas tú el único que la define.
Al final, lo que queremos saber nosotros normalmente es qué hacer con las
tareas. En concreto: cuáles deberíamos priorizar (y qué hacer con el resto
mientras tanto).
Qu opinas?
Sólo que ahora que tienes todo claro, tanto las definiciones como lo que
implica cada cosa, espero que te resulte una tarea más llevadera. ¿Crees que
puedes incluirlo en tu organización?
Si no tienes muy claro por dónde empezar a aplicarlo recuerda que en la guía
¿Cómo puedo organizarme? tengo varias ideas para ti para empezar a
estructurar tu productividad un poquito mejor. Y si tienes un negocio en el que
priorizar se vuelva un problema tan importante que estés perdiendo mucho
tiempo y dinero, recuerda que tengo la auditoría de productividad disponible
para que consigas salir de esa situación.
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comentarios
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Humberto Morales
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Hola Iago
Muy inteligente de tu parte decir que la prioridad la define uno. Quiero pensar que
incluyes los casos donde NO eres el que maneja el timón de la compañía (Que
corresponde al 90% de los que te leemos) donde las «prioridades» vienen desde «arriba»
y decirle NO a la «querida del dueño» te puede costar la chamba.
Creo que es mejor pasar como una persona que expresa su punto de vista y aunque no
este de acuerdo, esta dispuesto a trabajar en equipo, a pasar por una persona
intransigente que no puede seguir ordenes. Un Saludo
Iago Fraga
Responder
Hola Humberto,
Genial comentario.
Me encanta además que hables de esto con tanta franqueza (y que no solo
opinemos en teoría) que al final el dilema es tan crudo como tú mismo lo pones
«decirle NO a la «querida del dueño» te puede costar la chamba».
Y luego hay que estar dispuesto a dar el salto (a veces progresivo, no siempre se
puede directo de una mala situación a la ideal) pero sí irme acercando al contexto
que yo necesito para funcionar bien.
Así que toda persona que quiera ser productiva necesita cambiar de contexto y
trabajarlo si quiere «que no pueda haber esa doña en su puesto de trabajo» (y lo
sé, es difícil y a veces lleva años) pero en mi opinión, es el camino correcto (el que
nos permite ayudarnos a nosotros mismos).
Por último, comentarte que en mi experiencia tampoco idealizaría que esto sea
una cuestión de ser o no ser tu propio jefe.
He visto jefes de empresas grandes que dejan que sus clientes les mangoneen
(«jueguen con ellos») como si fuesen sus superiores, y asalariados/as que han
logrado perfectamente que sus jefes/as les respeten su manera de hacer las
cosas.
Para mí está más relacionado con aprender a desarrollar esas alternativas que te
den poder de negociación. El poder que, en último caso te hace poder decirle a
un jefe, colaborador o cliente «Mire, yo quiero ser productivo y necesito trabajar
así. O usted me lo permite o tendré que irme a esta otra alternativa porque si no
ni produzco, ni cobro ni me desarrollo al nivel para el que estoy trabajando».
Porque sin esa alternativa, te conoces la teoría pero, cuando venga la doña, o le
respondes que sí o pierdes la chamba. Y ahí vamos a perder la partida cada día
hasta que tengamos la alternativa.
Humberto Morales
Responder
Hola Iago
Muchas gracias por responder de forma tan personal mi comentario.
Cuando leí tu articulo «La diferencia entre lo urgente y lo importante»,
recordé cuando compartiste tu decisión por hacer grandes cambios en tu
vida y que planeabas dedicarte a la consultoria de tiempo completo; dejar
el trabajo en una «respetable compañía de software» (como Thomas
Anderson en «Matrix» : Tomar una muy importante decisión : O
procurabas llegar temprano o te buscabas otro empleo.)
Sentí que eso que te orillo a dejar ese trabajo faltaba en tu articulo y con
tu respuesta me da mucho gusto saber que no has perdido piso. Un
saludo
Gabriela
Responder
Demasiado brutal esta explicación. ¡Nunca lo había entendido así! Muchísimo gracias
por esto.
Iago Fraga
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Israel
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Iago Fraga
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Elkin
Responder
Muchas gracias, me gusto mucho! Increíble que algo tan esencial, a veces no lo
tengamos tan claro, y nos traiga problemas. Me impacta la l´ógica (aunque tiene mucho
sentido):
Si la tarea
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Si sigues más volumen, en el mismo
se sobrentiende queperiodo dePuedes
lo aceptas. tiempo,
veres más
más urgente. Yo
información hepolítica de privacidad.
en la
tendido a pensar que si salgo primero de las tareas
Acepto cortas, o sea de menos volumen, me
Leer más
podría concentrar más en la de más volumen… Pero esto me dejo pensando! Que opinas