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ENSAYO:

“EL HOMBRE CON SU MUNDO DESTROZADO” DE ALEXANDER R. LURIA

MICHELLE RITTO VILLANUEVA

4TO CUATRIMESTRE PSICOLOGIA

NEUROPSICOLOGÍA

PROFESORA: DANIELA MARTINEZ


La neuropsicología, como disciplina que fusiona la neurociencia y la psicología, nos
adentra en el fascinante territorio de la mente humana a través de la estructura y
función cerebral. En este contexto, “El hombre con su mundo destrozado”, escrito por
Alexander R. Luria, emerge como una obra que nos sumerge en los lóbulos del cerebro
humano, su anatomía, sus conexiones y su impacto directo en nuestra cognición,
emociones y comportamientos.

Aleksander Romanovich Lúriya fue el padre de la neuropsicología moderna, tuvo sus


primeros intereses en el ámbito de lo social y la psicología, estando especialmente
interesado en el campo del psicoanálisis. Se vio obligado a abandonar el estudio
sociocultural, y se centró en el estudio de la medicina con especialización en
neurología. Su interés por el área del lenguaje siguió vigente y exploraría a menudo
dicha área, especialmente en el campo de las afasias y su relación con el pensamiento.

A través de las páginas de su libro, nos guía esta vez, por el agonizante viaje cognitivo
de Lev Zasetski, un hijo de la guerra que sufrió de un impacto de bala que atravesó su
cráneo y dejó a su paso una lesión que lo convirtió en un fantasma del hombre que fue
antes, explorando la intersección única entre la estructura cerebral y la expresión de la
mente.

Luria, nos ofrece un cautivador retrato de la lucha de un hombre por recuperar sus
facultades mentales. En este libro, se entremezclan las notas autobiográficas de
Zazetski con sus propios aportes sobre la estructura y funciones del cerebro. Con “El
hombre con su mundo destrozado”, nos impulsa a reflexionar sobre la extraordinaria
capacidad del cerebro para adaptarse, aprender y sanar.
Este viaje a través de los fundamentos de la neuropsicología promete no solo
enriquecer nuestro entendimiento del cerebro, sino también avivar nuestra fascinación
por la complejidad inherente a nuestra propia naturaleza humana. A medida que
desentrañamos los complejos retos mentales de nuestro personaje, nos encontramos
con fascinantes descubrimientos sobre la memoria, la percepción y las diversas
funciones cognitivas que dan forma a nuestra experiencia diaria.

Finalmente, este libro nos da en cada una de sus hojas, no nada más un trabajo de
colaboración entre médico y paciente. Nos lleva a lo más profundo de la percepción, el
dolor, la frustración de un hombre que en un instante perdió su mundo. Pero también
nos da alegrías con las pocas victorias que obtuvo de su lucha contra una lesión
cerebral.
Es difícil pensar cómo en un instante la vida de una persona puede cambiar tan
abruptamente. Sin embargo, hay millones de casos que como el de Lev Zasetski. Esta
es la historia de “un hombre que puso todas sus fuerzas en la recuperación de su
pasado y en la conquista de su futuro… sobre una lucha que no estaba acostumbrada
a triunfar, y de un triunfo que no dejó de luchar”. - (A. R. Luria)

En este libro, se nos presentó la historia de un soldado ruso de 23 años que recibió un
impacto de bala en las regiones parietooccipitales del hemisferio izquierdo de su
cerebro, durante la Segunda Guerra Mundial mientras defendía su patria de las fuerzas
alemanas. Como resultado de la lesión a la cual sobrevivió, se encontró en un mundo
aterrador: recordaba su infancia, pero no su pasado reciente; la mitad de su campo de
visión había desaparecido y la otra había quedado distorsionada; no podía hablar, leer
ni escribir.

Sin embargo, esta lesión cerebral había dejado intacta su percepción directa del mundo
y su capacidad de superación. Razón por la cual se convierte en paciente del famoso
neuropsicólogo, y es así como Luria comenzó un seguimiento ininterrumpido de 26
años en los cuales, se convirtió en testigo de la tormentosa lucha de Lev contra su
cerebro lesionado, y de una lucha por recuperar su vida.

Se convirtió en un amigo, que recopiló la historia de vida y las consecuencias de su


terrible lesión, mismas que Lev describió como: “una manera de recomponerse a base
de pequeños recuerdos que iban y venían”. Logró escribir, con muchísima dificultad y
desesperante lentitud los escenarios que le venían al azar sobre su vida pasada y
presente. Muchos días no recordó ni escribió nada; en otros logró dejar unas cuantas
oraciones sobre el papel. Aun así, gracias a su increíble perseverancia y tenacidad,
llenó tres mil páginas a lo largo de veinte años, y es de donde surge el libro “El hombre
con su mundo destrozado. Historia de una lesión cerebral”

El título mismo, evocador y fatalista, establece el tono para una obra que no se
conforma con la superficie de la realidad y la ciencia, sino que sirve como entrada a
una exploración más profunda de cómo la percepción, la memoria y la identidad están
entrelazadas. Esta historia, que da nombre al libro pone de manifiesto la fragilidad del
tejido que constituye la realidad subjetiva e ilustra las fronteras borrosas entre la
percepción y la realidad. El relato, actúa como lupa que refracta la luz sobre cuestiones
más amplias sobre la memoria y la fragilidad del ser.

A medida que nos adentramos en el libro, descubrimos que no se trata únicamente de


una pérdida de memoria, sino que cuestiona la relación entre la percepción y realidad,
nos pone en los zapatos del personaje que tuvo que reaprender todo de nuevo cual
niño que aprende a caminar y desafía nuestras nociones arraigadas sobre quienes
somos y lo que sabemos.

Como menciona Zasetzky: “Para mí era durísimo y se me hacia insoportable ser


consciente de esta situación desesperada y trágica. Me había convertido en un
analfabeto, amnésico, un enfermo… Tras la lesión el mundo dio un vuelco ante mis
ojos, se puso al revés, y hasta ahora sigo sin reconocerme, como si viviera en una
terrible pesadilla, en un embrujo” (Luria)

Esto se refiere a la exploración de la identidad. La idea de que nuestra percepción y


memoria, elementos aparentemente estables, pueden ser frágiles y fugaces, me llevó a
reflexionar sobre la naturaleza misma de mi identidad. ¿En qué medida construyo mi yo
a través de la lente de la percepción y cómo afecta esto mi comprensión del mundo que
me rodea? Me resultó de pronto muy revelador el saber que vivimos tomando por
sentado cosas tan simples como saber que es un brazo, para que sirve, donde se
ubica, como está constituido y el significado de la palabra misma.

Me queda claro que este no es simplemente un libro sobre trastornos


neuropsicológicos, sino una exploración de las complejidades de la mente. La historia
del hombre que tuvo que reaprender a vivir, se convierte en un espejo que refleja las
veces que, en mi propia vida, he experimentado la confusión entre la realidad y la
percepción. ¿Cuántas veces, me pregunto, que significa el saber escribir? ¿Estoy
realmente escribiendo? ¿O mi cerebro está dándole significado a simples jeroglíficos
que en realidad pueden significar cualquier otra cosa?

La obra también destaca la importancia de la empatía en la medicina y en la


comprensión de la diversidad humana. A medida que seguimos los pasos de Lev, nos
damos cuenta de que la verdadera riqueza de la historia no reside únicamente en los
diagnósticos, sino en la humanidad, en la búsqueda de significado y conexión que
todos compartimos. El se enfrentó en muchas ocasiones a la ignorancia de quien le
rodeaba, médicos que pensaban que fingía, familia que lo tomaba por inútil, etc.

Uno de los logros de esta obra radica en su capacidad para humanizar al paciente,
presentándolo no como caso a estudiar, sino como ser complejo cuya vida está
marcada por la lucha contra la pérdida de la normalidad. Convirtiendo este relato en un
montón de experiencias singulares, compartiendo las narrativas internas de quienes
habitan los confines de la neurodiversidad.
“Me quedé pensativo, mirando alternativamente el papel y el lápiz, hasta que finalmente
lo deslicé con decisión y dibujé un trazo indefinible que recordaba a los garabatos de
un niño que aún no ha aprendido el abecedario” (Luria)

Lev se enfrentó a una tarea titánica al tener que reaprender a leer y escribir, recordar,
pensar y ejecutar, ya que a nivel neurológico cada parte está intrincadamente
conectada a otra, el cual Luria explora de manera detallada y lo convierte en un tema
central que se desdobla en varias dimensiones.

Cada párrafo no es solo un vistazo a las anomalías neuropsicológicas del paciente,


sino un recordatorio de que detrás de cada diagnóstico hay un individuo completo, con
una historia única y una vida rica en experiencias. Este enfoque humanista infundió a la
obra con una profundidad emocional que va más allá de la fría objetividad de la ciencia,
conectando al lector de manera íntima con el sujeto de estudio, entrelazando ciencia y
espíritu.

Recordemos que el relato no es tratado con simples términos médicos ni tampoco se


aborda desde su experta visión profesional, nuestro querido Luria hace el papel de
amigo conmovido por la difícil situación de Lev, ósea que se convierte en espectador en
primera fila y al mismo tiempo la voz que nos comparte y contagia de la angustia que
vivió durante todos esos años.

A través de sus reflexiones mismas, nos invita a cuestionar nuestras propias


percepciones. ¿Cómo definimos la normalidad y qué sucede cuando esa definición se
desmorona? ¿en qué medida la pérdida de la capacidad de reconocer rostros o la
confusión entre objetos cotidianos afecta la esencia misma de quiénes somos?, ¿en
qué medida la realidad es una construcción subjetiva?, y ¿cómo nuestras experiencias
sensoriales dan forma a nuestra comprensión del mundo que nos rodea?

La travesía a través de "El Hombre con su mundo destrozado" ha sido más que un
simple relato clínico; ha sido un viaje introspectivo que ha resonado en mi propia
comprensión de la identidad y la realidad. A medida que fui leyendo, experimenté una
gama de emociones, desde la fascinación hasta la reflexión profunda, y me encontré
confrontado con preguntas que, de alguna manera, siempre habían estado presentes
en mi mente pero que no había explorado plenamente.

En última instancia, este libro trasciende la literatura médica y se erige como un


monumento a la complejidad de la mente humana. A través de su relato, Luria y Lev
nos impulsaron a explorar las capas más profundas de nuestra propia psique, a tener
presentes que detrás de cada condición neurológica hay un individuo único, con sus
propias experiencias, esperanzas y desafíos.
En conclusión, esta es una obra que fue más allá de los límites tradicionales de la
literatura médica. A. R. Luria nos brindó una mirada penetrante no solo a los misterios
del cerebro humano, sino también a la complejidad de la experiencia humana. A través
de su relato, nos hizo recordar que, todos estamos conectados por los hilos frágiles
pero poderosos de nuestra propia percepción, memoria e identidad

En un mundo donde la diferencia a menudo se encuentra estigmatizada, sirvió para


explorar la complejidad del cerebro humano y cómo funciona. Luria utilizó su
experiencia como neuropsicólogo para ofrecer una visión detallada de la estructura y
funciones del cerebro, y cómo estas pueden verse afectadas por una lesión cerebral.

El libro es una obra que combina la ciencia con la narración, y que nos permite
comprender mejor cómo funciona el cerebro humano, no solo nos ofrece conocimientos
sobre la neuropsicología, sino que nos sumerge en una reflexión profunda sobre la
esencia misma de nuestra existencia. El relato se convierte en una ventana a la vida de
hombre que luchó incansablemente contra las limitaciones de la neurodiversidad,
desafiando la noción tradicional de "normalidad".

Al leer las últimas páginas, entendí lo complejo del cerebro humano y de lo que algo
tan pequeño como una bala, puede causar en una vida. Descubrí más interés personal
por la neuropsicología, con sus desafíos y revelaciones, que continúa siendo un campo
en evolución, prometiendo un futuro donde la comprensión de la mente y el cerebro
sigue desafiando los límites de lo conocido.
Bibliografía:

Mimenza, O. C. (2017, August 6). Aleksandr Luria: biografía del pionero de la

neuropsicología. pymOrganization.

https://psicologiaymente.com/biografias/aleksandr-luria

Sauno, E. (2020, September 10). El hombre con su mundo destrozado: la historia de

una lesión cerebral. La Izquierda Diario. https://www.laizquierdadiario.com/El-

hombre-con-su-mundo-destrozado-la-historia-de-una-lesion-cerebral

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