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NEUROPSICOLOGÍA
A través de las páginas de su libro, nos guía esta vez, por el agonizante viaje cognitivo
de Lev Zasetski, un hijo de la guerra que sufrió de un impacto de bala que atravesó su
cráneo y dejó a su paso una lesión que lo convirtió en un fantasma del hombre que fue
antes, explorando la intersección única entre la estructura cerebral y la expresión de la
mente.
Luria, nos ofrece un cautivador retrato de la lucha de un hombre por recuperar sus
facultades mentales. En este libro, se entremezclan las notas autobiográficas de
Zazetski con sus propios aportes sobre la estructura y funciones del cerebro. Con “El
hombre con su mundo destrozado”, nos impulsa a reflexionar sobre la extraordinaria
capacidad del cerebro para adaptarse, aprender y sanar.
Este viaje a través de los fundamentos de la neuropsicología promete no solo
enriquecer nuestro entendimiento del cerebro, sino también avivar nuestra fascinación
por la complejidad inherente a nuestra propia naturaleza humana. A medida que
desentrañamos los complejos retos mentales de nuestro personaje, nos encontramos
con fascinantes descubrimientos sobre la memoria, la percepción y las diversas
funciones cognitivas que dan forma a nuestra experiencia diaria.
Finalmente, este libro nos da en cada una de sus hojas, no nada más un trabajo de
colaboración entre médico y paciente. Nos lleva a lo más profundo de la percepción, el
dolor, la frustración de un hombre que en un instante perdió su mundo. Pero también
nos da alegrías con las pocas victorias que obtuvo de su lucha contra una lesión
cerebral.
Es difícil pensar cómo en un instante la vida de una persona puede cambiar tan
abruptamente. Sin embargo, hay millones de casos que como el de Lev Zasetski. Esta
es la historia de “un hombre que puso todas sus fuerzas en la recuperación de su
pasado y en la conquista de su futuro… sobre una lucha que no estaba acostumbrada
a triunfar, y de un triunfo que no dejó de luchar”. - (A. R. Luria)
En este libro, se nos presentó la historia de un soldado ruso de 23 años que recibió un
impacto de bala en las regiones parietooccipitales del hemisferio izquierdo de su
cerebro, durante la Segunda Guerra Mundial mientras defendía su patria de las fuerzas
alemanas. Como resultado de la lesión a la cual sobrevivió, se encontró en un mundo
aterrador: recordaba su infancia, pero no su pasado reciente; la mitad de su campo de
visión había desaparecido y la otra había quedado distorsionada; no podía hablar, leer
ni escribir.
Sin embargo, esta lesión cerebral había dejado intacta su percepción directa del mundo
y su capacidad de superación. Razón por la cual se convierte en paciente del famoso
neuropsicólogo, y es así como Luria comenzó un seguimiento ininterrumpido de 26
años en los cuales, se convirtió en testigo de la tormentosa lucha de Lev contra su
cerebro lesionado, y de una lucha por recuperar su vida.
El título mismo, evocador y fatalista, establece el tono para una obra que no se
conforma con la superficie de la realidad y la ciencia, sino que sirve como entrada a
una exploración más profunda de cómo la percepción, la memoria y la identidad están
entrelazadas. Esta historia, que da nombre al libro pone de manifiesto la fragilidad del
tejido que constituye la realidad subjetiva e ilustra las fronteras borrosas entre la
percepción y la realidad. El relato, actúa como lupa que refracta la luz sobre cuestiones
más amplias sobre la memoria y la fragilidad del ser.
Uno de los logros de esta obra radica en su capacidad para humanizar al paciente,
presentándolo no como caso a estudiar, sino como ser complejo cuya vida está
marcada por la lucha contra la pérdida de la normalidad. Convirtiendo este relato en un
montón de experiencias singulares, compartiendo las narrativas internas de quienes
habitan los confines de la neurodiversidad.
“Me quedé pensativo, mirando alternativamente el papel y el lápiz, hasta que finalmente
lo deslicé con decisión y dibujé un trazo indefinible que recordaba a los garabatos de
un niño que aún no ha aprendido el abecedario” (Luria)
Lev se enfrentó a una tarea titánica al tener que reaprender a leer y escribir, recordar,
pensar y ejecutar, ya que a nivel neurológico cada parte está intrincadamente
conectada a otra, el cual Luria explora de manera detallada y lo convierte en un tema
central que se desdobla en varias dimensiones.
La travesía a través de "El Hombre con su mundo destrozado" ha sido más que un
simple relato clínico; ha sido un viaje introspectivo que ha resonado en mi propia
comprensión de la identidad y la realidad. A medida que fui leyendo, experimenté una
gama de emociones, desde la fascinación hasta la reflexión profunda, y me encontré
confrontado con preguntas que, de alguna manera, siempre habían estado presentes
en mi mente pero que no había explorado plenamente.
El libro es una obra que combina la ciencia con la narración, y que nos permite
comprender mejor cómo funciona el cerebro humano, no solo nos ofrece conocimientos
sobre la neuropsicología, sino que nos sumerge en una reflexión profunda sobre la
esencia misma de nuestra existencia. El relato se convierte en una ventana a la vida de
hombre que luchó incansablemente contra las limitaciones de la neurodiversidad,
desafiando la noción tradicional de "normalidad".
Al leer las últimas páginas, entendí lo complejo del cerebro humano y de lo que algo
tan pequeño como una bala, puede causar en una vida. Descubrí más interés personal
por la neuropsicología, con sus desafíos y revelaciones, que continúa siendo un campo
en evolución, prometiendo un futuro donde la comprensión de la mente y el cerebro
sigue desafiando los límites de lo conocido.
Bibliografía:
neuropsicología. pymOrganization.
https://psicologiaymente.com/biografias/aleksandr-luria
hombre-con-su-mundo-destrozado-la-historia-de-una-lesion-cerebral