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Maestría en Estudios Socioambientales 12 de Noviembre de 2023

FLACSO Ecuador
Historia del Pensamiento Ambiental
Teodoro Bustamante

Mauricio Gaona Martínez

Discurso y prácticas de conservación. Reserva Ecopalacio Chingaza

En la actualidad, hemos visto cómo desde diversas perspectivas, el tema amplio de


“la conservación ecológica” ha venido posicionándose cómo un elemento fundamental de
los seres humanos en su cotidianidad. Cada vez más personas se ven abocadas a realizar
acciones de “conservación”, sea por el resultado de políticas públicas, tendencias en redes
sociales, vehículos de identidad o por la reflexión personal sobre nuestro papel (cómo
especie que vive de la manera en la que vive) en la degradación ecológica.
Este proceso de posicionamiento del discurso de conservación tiene una historia que
no carece de luchas de poder, una historia que parte de la crítica neo marxista a los
Sistemas Mundo (Wallerstein, 2005) y que desde el lugar epistemológico de la Ecología
Política y el pensamiento ambiental cuestiona nuestra relación con el entorno mediada por
el constructo complejo que representa el capitalismo. Dicho proceso ubica aún hoy un
especio en discusión desde el campo teórico y práctico por un lado y por el otro, tenemos a
las personas en situación que aún sin conocer en profundidad dicho proceso, son ellos
mismos una muestra del transito histórico y de las luchas hegemónicas.
El presente ensayo pretende poner en discusión el nacimiento y posicionamiento del
discurso de conservación en Colombia y cómo este discurso tuvo unos efectos prácticos en
la instauración de modelos de conservación y protección a través del SINAP (Sistema
Nacional de Áreas protegidas) que potenciaron cambios en las formas de vivir de algunos
habitantes de las zonas de amortiguación del Parque Nacional Natural Chingaza en
Colombia.

La oscilación de la conservación en el Páramo de Chingaza.


El Parque Nacional Natural Chingaza se encuentra ubicado sobre la cordillera
oriental de Colombia, brazo más joven de la cordillera de los andes que además se
encuentra en el trópico, dándole a este lugar unas características fundamentales y
estratégicas para la conservación y cuidado del agua. En este lugar encontramos
principalmente los ecosistemas de bosque alto andino y páramo que albergan diversidad de
especies animales y vegetales que en conjunto contribuyen a la generación de cerca del
80% del agua de la sabana de Bogotá. Es un lugar que tiene jurisdicción en dos
departamentos de Colombia (Meta y Cundinamarca) y que es el borde oriental de la
cordillera, siendo el lugar donde se bifurcan las cuencas de los ríos magdalena y Orinoco.
A pesar de su importancia, el parque se fundó en el año 1977 y antes de esta fecha,
no existía regulación sobre el uso de suelos y las actividades que se desarrollaban allí, por
ejemplo, en su interior encontramos las Lagunas de Siecha, un complejo de tres lagunas de
origen glaciar que en tiempos de los muiscas era lugar de peregrinación y pagamento,
según la tradición oral y los escritos de los cronistas, este lugar era parte de las lagunas que
los muiscas consideraban sagradas y eran parte la leyenda del Dorado.
Según dicha tradición, en las lagunas los indígenas depositaban oro y ofrendas en
medio de sus rituales lo que, a la llegada de los españoles, se convirtió en una quimera que
perseguir, motivados por la codicia de encontrar el oro y los tesoros que las lagunas
guardaban en su interior, intentaron desaguarlas en varios intentos encontrando
consecuencias nefastas. Como el derrumbe de un túnel que se venía abriendo en las lagunas
en 1866 y que cedió dejando sepultados a trabajadores y hacendados.
Las historias alrededor de las riquezas de las lagunas y cerros en los territorios que
habitaron los muiscas han alimentado una serie de prácticas extractivas en estos
ecosistemas, la guaquería y la minería fueron actividades que se desarrollaron en estas
zonas que ahora son considerados ecosistemas estratégicos. Por otro lado, las prácticas
asociadas a los colonos mestizos que habitaron la zona luego de muchos años de
entretejimiento de las relaciones entre los Españoles y los indígenas, así como el periodo
republicano posterior a las guerras de independencia hasta todo el siglo XX, configuraron
en estos lugares un patrón de uso de la tierra ligado a las haciendas, la ganadería, la
agricultura y la minería y que hasta la fundación del parque y la reglamentación de las
zonas protegidas, no era considerado un elemento para la conservación.
La creación del Parque Nacional Natural Chingaza, es un punto fundamental para el
análisis que pretendo en este ensayo ya que, en este momento encontramos un choque, un
conflicto de intereses en las zonas de limitación del parque y sus alrededores sobre los usos
y prácticas permitidos en el las zonas de conservación.
Por un lado, la población habitante de los municipios en la jurisdicción del parque y
que tiene una tradición campesina empieza a ser desplazada de los lugares en los que
históricamente vivían y producían. Los cultivos de papá y la ganadería nos son permitidos
en las zonas de conservación de alta montaña por sus efectos en la erosión del suelo y la
praderización; en ese momento, los campesinos se ven obligados a seguir sus prácticas en
zonas alejadas de los espacios de conservación dejando terrenos “improductivos” en lo que
antes eran tierras de su propiedad. Este elemento es importante ya que posiciona también
unas miradas subjetivas frente a los agentes que promueven y gestionan la conservación.
Tanto en medio del páramo como de esta conflictividad, encontramos un proceso
muy importante y particular; el municipio de la Calera en Cundinamarca que junto a
Fómeque, Choachí, Guasca, Junín, Gachalá y Medina conforman las áreas de jurisdicción
del parque en este departamento, es conocido así por su producción de piedra caliza (Antes
era conocido como Teusacá); esta explotación se hizo desde 1933 hasta 1998 y fue en gran
medida el motor de la modernidad y urbanización de Bogotá, del corazón del páramo y de
la montaña se extrajo gran cantidad de piedra caliza para para producción de cemento,
cemento que iba a ser el pilar de la urbanización de Bogotá, en medio del páramo, aún
encontramos los vestigios de las torres de metro cable que llevaban la piedra triturada desde
la mina Palacio hasta la fábricde “la Siberia”, conocida así por sus bajas temperaturas y por
ser el hogar de muchos obreros y trabajadores de dicha industria.
Principalmente por motivos relacionados con la industria internacional del cemento
y su entrada a finales del siglo XX en Colombia, cementos Samper es comprada por Cemex
y la fabrica de la Siberia cerrada ya que la explotación de estas industrias se hace aún a
mayor escala que en la mina de Palacio y las maquinarias que en otro momento fueron la
vanguardia, estaban obsoletas. Durante años de explotación de la mina, las emisiones de
gases, monóxido y otros químicos, acompañados de la intervención de la montaña y su
ambiente afectaron profundamente el ecosistema; en este lugar es posible ver el descenso
del nivel de la montaña debido a la explotación, así como las ruinas de los tornos que
trituraban la piedra; esta actividad que fue considerada de “pequeña escala e improductiva”
por la industria, acarreo la devastación de gran parte del ecosistema, la afectación de sus
fuentes hídricas y la desaparición de la fauna del lugar. El oso andino, considerado por los
muiscas como el protector del páramo ya no tenía un hogar, su alimento había sido
erradicado, sus bosques talados y su montaña saqueada, su último refugio fue un lugar que
era conocido como “el rincón del oso”, un lugar en el medio del bosque que podría
considerarse su última trinchera.

Divergencia y resignificación
Conocí a Alejandro Almeciga en el año 2022, junto a sus hermanos, han sido los
“administradores” y fundadores de la Reserva Ecopalacio Chingaza que se definen a sí
mismos como “familias conservacionistas, sembradoras de páramo y cultivadoras de agua”.
Coincidimos en dos espacios, por un lado en los REPSE (Registro para prestadores de
servicios asociados al ecoturismo), jornadas de capacitación a prestadores de servicios
asociados a las áreas protegidas, en este caso del Parque Nacional Natural Chingaza, en este
lugar, confluíamos un grupo de cerca de 40 personas interesadas en compartir nuestros
conocimientos y fortalecernos en relación a nuestra práctica como guías interpretes
ambientales del territorio y como habitantes del mismo y por otro en talleres de aprendizaje
colectivo alrededor de la interpretación arqueológica de Guasca.
En los últimos 14 años, en los municipios aledaños al PNN Chingaza, se ha venido
fortaleciendo el sector estratégico del turismo de naturaleza. Han aparecido organizaciones,
corporaciones, reservas, colectivos, etc, asociadas a la prestación de servicios turísticos
pero además (y esto parece ser una particularidad), fuertemente ligados a la educación
ambiental, la conservación y regeneración ecológica y al desarrollo local sostenible.
Gran parte de las organizaciones y reservas de la sociedad civil involucradas, son
conformadas por capital humano local, ellos mismos o sus antecesores fueron campesinos
que fueron desplazados por la instauración de las zonas de protección y conservación en
cabeza del INDERENA (Instituto Nacional de los Recursos Naturales Renovables y del
Ambiente), algunos trabajaron en la mina de palacio y culturalmente representan un punto
de divergencia frente a las prácticas asociadas a la explotación del territorio.
Si bien algunos de ellos en su pasado fueron criados en familias campesinas que en
su momento no tenían prácticas de conservación en su acervo, este pasado y su interacción
con un presente que pone énfasis en la conservación, ha configurado unos cambios en sus
maneras de ver el mundo que los sitúan como agentes importantes de cambio y
conservación.
En las historias que Alejandro Almeciga como muchos otros que cuentan de su
pasado, es posible vislumbrar una resignificación de sus prácticas y saberes mediados por
una transformación de su propio lugar en el territorio, de familias que explotaban el
chuzque y la mina, con niños que jugaban en el páramo a saltar frailejones, vemos ahora,
unas familias que ven en el páramo y el bosque su manera de sostenerse sin explotarlo y
más bien contribuyendo a su conservación.
La Reserva Ecopalacio Chingaza se ubica en el corazón del PNN Chingaza, a pesar
de los múltiples conflictos por la ocupación de este espacio de parte de la familia que ha
habitado allí históricamente y la instauración de las zonas de conservación y que incluyó
escenarios de violencia, este lugar es en gran medida Autónomo frente al parque. Por un
lado, toda la legislación a propósito de las prácticas permitidas en el territorio se acoge a la
legislación de las zonas de protección, sin embargo, mantienen una autonomía
administrativa frente al parque.
Este lugar luego del cierre de la mina, se convirtió en un núcleo para la recuperación
de su ecosistema, como ya se mencionó arriba, existe allí un espacio conocido como “el
rincón del oso”, este espacio fue la trinchera ecosistémica en la que oso andino, especie
fundamental en los ecosistemas de páramo y bosque andino, se refugió durante las épocas
de explotación de la mina, su arrinconamiento nos habla de una presión frente a su
ecosistema y a la degradación de las condiciones del mismo impidiendo que realice su labor
como “jardinero del bosque”.
A partir de esa idea y empezando ese proceso de resignificación de la relación de los
humanos con la naturaleza, la Reserva Ecopalacio Chingaza ha potenciado autónomamente
procesos de regeneración activa y pasiva, contribuyendo a la expansión de la cobertura
vegetal y la restauración del suelo afectado por años de explotación intensiva de la mina.
Por otro lado, a través de sus actividades en la reserva, contribuye a la visibilización de los
ecosistemas y su importancia estratégica para la preservación de un ambiente digno además
de aportar en de transformación cultural a través de procesos de educación ambiental con
diversas poblaciones.
Referencias
 Wallerstein, Immanuel. 2005. Análisis de sistemas-mundo. Una Introducción.
México, D.F: Siglo XXI. (Introducción, Capítulos 1 y 2, págs. 9 - 63).
 Reserva EcoPalacio Chingaza (2023): http://ecopalaciochingaza.co/
 Parque Nacional Natural Chingaza (2023)
https://www.parquesnacionales.gov.co/nuestros-parques/pnn-chingaza/

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