Está en la página 1de 5

Origen del protocolo

Se sabe que el hombre primitivo comía cuando podía, cosa que hacía a solas
y con prisas, sin llegar casi nunca a sentarse. El hombre cazador se diferenciaba
poco de las piezas que cazaba. No necesitaba guardar miramiento para con
otros comensales y nadie sentía como necesidad limar este tipo de asperezas.

Pero llegó un momento en el que la vida de relación aspiró a cierta uniformidad


en el modo de llevar a cabo las operaciones diarias, aunque transcurrieran en el
seno del clan o de la tribu y en el reducto de la familia.

No obstante, como la conducta natural tiene que someterse a ciertas reglas a fin
de convertirse en conducta social, era preciso un manual de etiqueta, un
maestro de ceremonias, un libro de urbanidad.

Se cuenta que uno de los tiranos de Siracusa, del siglo III a.C., suspendió un
importante acto público porque su maestro de ceremonias, nuestro jefe de
protocolo actual, se había puesto enfermo.

Era importante guardar las distancias, atender a la etiqueta pública. Entre los
libros más antiguos se encuentran los que abordan la materia de la conducta
pública. Los viejos libros de ceremonial, los prontuarios rituales, las colecciones
de consejos querían salir al encuentro de esta necesidad.

Hace cuatro mil quinientos años se observaban modales en la calle, en actos


públicos y en la mesa en Egipto y Babilonia. Con estos manuales la gente
aprendía modales.

Primeros manuales de urbanidad

Hace cerca de 5.000 mil años se observaban ciertos modales en la mesa en el


Oriente Cercano. El primer código de conducta conocido fue escrito en el
Antiguo Egipto por un ministro del faraón Isesi llamado Ptahotep, que recoge las
conductas propias e impropias a modo de instrucciones, que es como el libro en
cuestión se llama.

Escrito dos mil años antes que la Biblia este pequeño manual quería mostrar a
los jóvenes cómo ascender en la escala social mediante la observancia
de reglas civilizadas.

La obrita de Ptahotep fue conocida por los primeros redactores de los libros
sagrados judíos, ya que puede espigarse en ellos ecos y retazos de aquel
manual, sobre todo en la literatura sapiencial y en los libros relacionados con los
proverbios y el saber antiguo.

No todo cuanto hoy se ve con malos ojos en la mesa o fuera de ella, era criticable
o se censuraba en el mundo clásico. Sabemos que en ese ambiente era
perfectamente lícito eructar mientras se comía.
Es conocido el edicto que el emperador Claudio hizo publicar dando a conocer
que era recomendable no reprimir los pedos, recomendándose ventosear en la
mesa.

Los antiguos griegos y también los romanos observaron reglas muy severas de
comportamiento público; no se permitían licencias al respecto. Tras la caída del
Imperio Romano y el advenimiento de los bárbaros los códigos sociales cayeron
en desuso.

Códigos de conducta en la Edad Media

A lo largo de la Alta Edad Media los buenos modales fueron vistos como
signos de debilidad por parte de una sociedad guerrera. Los códigos de
conducta del mundo clásico habían caído en el olvido.

Con el auge de las Cruzadas las reglas de caballería y el código cortesano, ya


en el siglo XIII, se impuso de nuevo la observancia de cierta etiqueta en la mesa.
Se empezó a emparejar en banquetes y actos de la Corte a un noble con
una dama juntos, comiendo del mismo plato y bebiendo de la misma copa para
que el caballero supiera frenar su gula y la dama pudiera mostrar la delicadeza
de su condición.

Proliferaron entonces los manuales de urbanidad, aunque con otros nombres:


“espejo de cortesanía, flor de conducta, vergel de nobles y doncellas…”, que
censuraban o encomiaban conductas y en los que se aducía ejemplos de lo que
debe y no debe hacerse en público, en la mesa o en la calle.

Del siglo XIV se observa una serie de reglas relacionadas con la higiene. Los
antropólogos saben que el hombre es amigo de la ceremonia, favorecedor
del protocolo. El hombre antiguo fomentó la etiqueta, palabra alusiva a las
ceremonias y trato que debe observarse en la vida social y actos de la vida
privada.

Muchas de las costumbres regladas tenían que ver con la conducta en la mesa
y el trato. Los manuales de urbanidad enseñaban a guardar las distancias,
atender al ceremonial, atemperar la conducta pública; estos libros se encuentran
entre los más antiguos.

La caballería y la cortesanía pusieron en el ánimo de muchos un deseo de


superación personal; los caballeros rivalizaban en galantería y maneras
elegantes. La burguesía imitó al caballero, y todo ello favoreció la observancia
de reglas de conducta exquisitas.

Códigos de conducta en el Renacimiento

En el Renacimiento, el buen gusto empezó a ganar terreno. La mejor época


para los manuales de protocolo fue el siglo XVI; dos obras sobresalieron
entonces: la del español Luis Vives, y la del holandés Erasmo de Rotterdam, que
escribieron estupendos manuales convertidos en los libros más vendidos del
momento.
La gente quería observar la etiqueta, estar atenta a las maneras urbanas, a
la conducta civilizada: eran manuales para guardar las formas y cultivar las
maneras, no trataban de ir más lejos, no trataban de instruir sino de formar.

Tal fue el grado de aceptación de estos libros que el manual de urbanidad de


Erasmo de Rotterdam, dirigido en 1530 a los niños, se reimprimió con éxito hasta
el siglo XVIII.

Códigos de conducta en la Edad Contemporánea

En el siglo XIX se vio en los manuales una forma directa y práctica de educar a
los niños, hasta la primera Gran Guerra, tras la cual todo cambió a peor,
lamentablemente.

En nuestros tiempos vemos que algunos manuales de urbanidad han resucitado


para ser desprestigiados. Hemos observado un ensañamiento grosero, como si
las cosas que allí se aconsejan fueran merecedoras de risa, en vez de incidir en
lo que sería importante: la necesidad de ir recuperando las buenas maneras.

Pero afortunadamente, las “modas” siempre regresan. Actualmente está de


moda tener buenos modales, ser respetuoso en las fiestas importantes e intentar
comportarse adecuadamente en las fiestas o comidas delante de las otras
personas.

Aviso Legal
Del siglo XIV se observa una serie de reglas relacionadas con la higiene. Los
antropólogos saben que el hombre es amigo de la ceremonia, favorecedor del
protocolo. El hombre antiguo fomentó la etiqueta, palabra alusiva a las
ceremonias y trato que debe observarse en la vida social y actos de la vida
privada.

¿Qué es el protocolo y la etiqueta?


La etiqueta y el protocolo implican normas de comportamiento establecidas
para hacer la vida social más agradable, pero la diferencia se marca en que
la etiqueta regula la conducta personal y el protocolo establece los criterios
de trato y procedencia de una persona o institución.

¿Quién inventó la regla de etiqueta?

Fue Philip Stanhope, cuarto conde de Chesterfield el que utilizó por primera vez
la palabra etiqueta en su acepción moderna, en cartas a su hijo en el arte de
convertirse en un hombre de mundo y un caballero
¿Cuál es el origen del protocolo empresarial?
El protocolo nace al mismo tiempo que la sociedad. Es una necesidad de vivir
pacíficamente. El primer código que hay como referencia de normas
protocolarias es el Código de Hammurabi. Hammurabi era rey de Babilonia en
el s.

¿Cuál es la importancia de la etiqueta y el protocolo?


Tanto en el ámbito social como empresarial, es importante saber comportarse
y dejar la mejor imagen. La etiqueta es el conjunto de reglas y costumbres que
nos permite desenvolvernos, adecuadamente, en los diferentes ambientes que
se enfrentan cada día.

¿Qué es un protocolo?
El protocolo es el conjunto de reglas que, ya sea por norma o por costumbre,
se establecen para actos oficiales o solemnes, ceremonias y otros eventos.
El protocolo, por tanto, son las instrucciones, o recomendaciones, que deben
seguir aquellos asistentes que acudan a un evento formal.

¿Cuál es la historia del protocolo?


Resumen: Podemos definir el protocolo como el conjunto de normas y
disposiciones vigentes que facilitan las relaciones sociales, profesionales o
diplomáticas y que rigen o se siguen en la celebración de los actos oficiales y en
cualquier acto o ceremonia de la índole que sea.

El Código de Hammurabi era un conjunto de 282 leyes inscritas en una piedra por
el rey de Babilonia Hammurabi (r. 1795-1750 a.C.), que conquistó y posteriormente
reinó en la antigua Mesopotamia. Aunque este código legal no fue el primero, fue el
definido con más claridad e influyó en las leyes de otras culturas.

El origen de la etiqueta, se remonta a las primeras civilizaciones que


comercializaron con productos, los fenicios, que son los primeros grandes
comerciantes de la historia. Impulsados por la necesidad, buscaban nuevos territorios,
mediante la navegación por el Mediterráneo, para dar salida a sus productos.

¿Cómo nace la etiqueta y el protocolo?


El origen de Etiqueta y Protocolo tiene sus raíces en el siglo XVIII y se le
relacionaba con comportamientos propios de la sociedad de esa época donde
fácilmente se le podía asociar con la “cultura” de la élite aunque la cultura como
es hoy entendida diferente en este sentido.

La etiqueta es una norma de conducta que cumple con las expectativas sobre
el comportamiento social de acuerdo con las normas convencionales dentro de
una sociedad, clase social o grupo.
Étiquette es una palabra francesa que, literalmente, significa 'rótulo' o 'etiqueta'.
Se utilizó en un sentido moderno en inglés alrededor de 1750. 2 Desde
el siglo XVI al XX los niños aprendían sobre etiqueta en la escuela. La etiqueta ha
cambiado y evolucionado a lo largo de los años.

También podría gustarte